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Un secreto hará que Lysandro sospeche de Castiel y Sucrette.TRANSCRIPT
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REGALO
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(PV Lysandro)
Siempre he sido un poco solitario, gusto de aislarme,
tengo tantas ideas movindose en espiral dentro de mi
cabeza, que no consigo poner mucha atencin a lo
acontecido alrededor. Castiel es mi mejor amigo, nos
respetamos bueno, lo respeto, y nos toleramos
mutuamente. l en cuanto a mi falta de memoria y
exagerada distraccin. Yo, su personalidad y carcter
explosivo.
Todo era normal entre nosotros, hasta que apareci en
el Instituto Sweet Amoris una seorita recin ingresada
a la comunidad escolar, Honey Sucrette. Con su
llegada, el asistir a clases se haba convertido en algo
singular. Su inclusin en asuntos ajenos era slo
comparable a mi falta de concentracin. Sin embargo,
esa es una cualidad en ella, ms que un vulgar defecto.
Su llegada signific dos cosas; el que mi pelirrojo amigo
tuviera alguien para discutir y tomarle el pelo, y que una
extraa sensacin se alojara dentro de mi ser. Afecto,
cario, algo de ternura, deseo de proteger y sobre todo
una extraa emocin ajena a mi hasta ahora calmado y
desinteresado carcter, celos.
Una complicada mezcla de confusos sentimientos,
demasiado complejo para querer explorar ms all.
-
Aunado a que desconoca si mi amigo vea en Honey
una amiga o aspiraba a algo ms serio con ella. Castiel
haba sido daado emocionalmente, por una seorita,
de la que prefiero no recordar su nombre por
considerarla indigna de ello. Una chica un tanto
prosaica, pero que haba trastornado a mi amigo por
completo, a tal grado que desde que ella lo abandon,
no ha interactuado demasiado con un fmina, hasta que
Honey hizo acto de presencia.
Me inclino a pensar que la bella damisela me favorece
en atenciones sobre mi amigo, pero tampoco deseo
tomarme la libertad de sentirme seguro de ello.
Es todo tan intricado. Castiel no termina de decirme si
Honey le interesa de forma amorosa, pues si es as,
definitivamente me alejar, dejando el camino libre para
que ellos lleguen a consumar el sentimiento que les
embargue.
De forma contraria, si reconoce que no ve en ella ms
que una buena y sincera amiga, tendr que buscar la
manera de hacerle saber mi sentir a Honey. Aunque he
de revelar que no tengo el mnimo vislumbre de cmo
lograrlo. Y eso porque cuando estoy con ella, me
siento libre de hablar de cualquier tema, con Sucrette
puedo exteriorizar y compartir mis pensamientos, ms
no mis sentimientos. Soy novato en ello, y creo que lo
nico que ha logrado salir sin ningn problema, son
ciertas escenas de mundanos celos, que no he podido
-
evitar; claro que sin consecuencia alguna, ya que la
damita es tan despistada como yo en ese sentido.
(NARRADORA)
Lysandro, un adolescente demasiado maduro para su
edad, se encontraba sentado al pie de su rbol favorito,
en el parque que se situaba al centro de la ciudad
donde resida actualmente. Era un chico sencillo con
gustos extravagantes. Su aspecto mismo lo haca ver
imponente, un cuerpo fuerte, atltico, un rostro
sumamente atractivo, cabello albino con toques
plateados y las puntas teidas de negro degradado,
1.82m de altura y un aire romntico, gracias a su
preferencia por la ropa de estilo victoriano. A ojos de
extraos podra parecer indiferente y distante, ante ojos
de conocidos, tambin. Amante de las artes, en
especial la msica, las letras y el teatro. Aunque tena
un placer oculto que ni el mismo Castiel conoca, la
pintura.
Lysandro contemplaba el lago artificial que posea el
parque; la noche era el momento en que el albino
senta llegar con mayor intensidad la inspiracin.
En ese momento el hermoso manto estelar se reflejaba
en las tranquilas aguas del lago; la luna, iluminada a
medias, pareca envidiar el albo cabello del gallardo
joven. El sensible chico escriba en su preciada libreta,
-
algo referente a ser quien eres y la libertad de serlo, sin
embargo su mente se distraa, pues los recuerdos
llegaban en los momentos ms inesperados.
Como ese da en clase, cuando el Sr, Farrs se
empeaba en que aprendieran los nombres de todos los
mares del mundo, y a su cabeza llegaron evocaciones
del da que haba pasado con Sucrette en la playa, las
vacaciones pasadas. O la semana anterior, cuando en
clase de biologa estudiaban a los rumiantes; entonces
las remembranzas del da de la carrera de orientacin
haban hecho su aparicin, el recuerdo de Honey
tratando de acariciar un cervatillo lo distrajo durante
toda la clase. l haba quedado sin habla al ver a la
chica junto al animalito, comparndola con el mismo, ya
que Lysandro pensaba que Sucrette, al igual que el
ciervo, era de alma noble y pura, inocente y confiada;
perciba que el espritu de Honey era limpio y
transparente; y era por ello que la chica le gustaba
tanto.
Termin escribiendo un poema sobre cabelleras negras,
ojos verdosos y corazones torturados.
(PV CASTIEL)
-Espero que ests segura de lo que pides, tablita; no
quiero que luego andes llorando arrepentida- exclam
ms burln que serio.
-
Esa chica era como una cabra, loca y revoltosa, pero
lograba entretenerme de vez en vez con sus metidas de
pata y ocurrencias. Ahora vena a m con este estpido
plan, tan estpido que si resultaba como ella quera,
sera bastante divertido. Y por supuesto tena que
involucrarme en l.
-Eres realmente odioso, pero te necesito, as que no
importa lo que digas, has aceptado y jurado por el
meique- contest la pelinegra con un divertido mohn.
La mir detenidamente mientras se alejaba; esa nia
haba llegado para poner de cabeza el instituto, y buena
falta que nos haca alguien como ella. Sobre todo a mi
amigo Lysandro.
Lys es reservado, tiene un talento increble, no tanto
como el mo, pero casi. Es por mucho uno de los tos
ms guapos del insti, despus de m, por supuesto. Y
estaba completamente extasiado con la tabla de
planchar.
Debo confesar que en un principio la chica me gust, y
me sigue gustando si soy sincero, pero no soy ciego. En
cuanto esos dos se conocieron, las chispas saltaron; en
el caso de Lysandro pareca una luz de bengala, de
esas que se usan en navidad. En cuanto Honey,
bueeeeno, aquello era como el festejo del da de la
independencia, o ao nuevo. Hacan buena pareja, pero
los dos eran tan tan novatos, por no decir una
-
palabrota, en esto de los sentimientos, que ninguno de
ellos pareca entender que el otro senta lo mismo. Claro
que como buen amigo que soy de ambos, me divierto a
costa suya.
-Castiel, ir esta noche a tu casa para terminar el
ensayo que qued inconcluso la semana pasada- el
comentario de Lysandro me tom por sorpresa.
-Eh?! Ah emmmm vers, no pues no puedo,
Lys debo ir a ver unos asuntos de mis padres!-
pero si ms idiota no puedo ser, no se me ocurri decir
otra cosa.
Lysandro estaba desconcertado, obviamente, pero no
dud de lo acababa de decir.
-Est bien, no creo que un da ms o un da menos
cause gran diferencia, ir maana- sentenci mi albino
amigo.
-El asunto es que no podremos ensayar durante toda la
semana- ser mejor que lo dejemos para la siguiente.
De casualidad no tienes nada importante qu hacer este
fin de semana, porque creo que tampoco podremos
vernos- me aventur a preguntar a mi amigo.
-Nada importante, debera tenerlo?- pregunt Lysandro
un poco demasiado serio.
-No, no, es que nunca se sabe, quizs deberas
buscar eh, nada, olvdalo- me di por vencido, a
-
Lysandro o le hablabas directo o no entenda, y a veces
tampoco entenda de la forma directa.
Sin embargo haba confirmado mis sospechas,
Lysandro ni recordaba ni sospechaba nada. Y
conociendo a Leigh, no era como si fuera a decir algo,
aparte de la universal reprimenda que recibira por parte
de Rosalya si llegara a echar a perder todo.
-Castiel, acaso ests terminando conmigo- Lysandro
dijo esto medio preguntando, medio afirmando.
-Ah caray, y desde cundo somos pareja o algo as, que
ni me enter- quise tomarle el pelo un poco a mi amigo.
-Me disculpo, no expres correctamente lo que
realmente quera decir- la cara de Lys era comparable a
un tomate Me refiero a que si no deseas que seamos
ms un grupo, quizs tienes otras actividades que
absorben tu tiempo- termin de explicarse el albino.
-Naa, no es eso, simplemente esta semana tengo otros
asuntos que atender y hablando de ello, te dejo, que
llego tarde a mis asuntos. No te pierdas por ah!-
Lysandro odiaba que me despidiera con esa frase.
Dej atrs a un muy intrigado y poco enfadado
Lysandro. Honey ya me esperaba en la entrada del
parque.
(NARRADORA)
-
Castiel era un guapo adolescente de dieciocho aos,
slo unos pocos meses mayor que Lysandro.
Acostumbrado a estar solo y hacer y deshacer a su
antojo, era responsable hasta cierto punto, ya que
segua vivo y completo. Habra que darle crdito por
eso. Amante de la msica, muy en especial el rock.
Pelirrojo por gusto propio, ya que su color natural de
cabello era negro. Por razones personales haba
decidido dar un cambio radical a su aspecto, lo que le
haba favorecido, ya que con el look actual que
ostentaba, se miraba ms rebelde, lo que haca un
perfecto maridaje con su personalidad.
Chico desenfadado y poco respetuoso de las leyes,
rdenes y obligaciones. Ms sin embargo, muy en el
fondo era una persona con una gran soledad, ya que
por necesidad y no gusto, haba tenido que
emanciparse de sus padres desde que cumpli los
diecisis. Aunado a que la chica que amaba o crea
amar, lo haba abandonado en cuanto le ofrecieron
destacar en el mundo de la msica.
Cosas que pasan, deca el chico. Escondiendo de todos
su real sentir. Arisco, un tanto hurao, de carcter
explosivo y sentido del humor bastante peculiar. As era
el chico pelirrojo al que le gustaba Honey, pero haba
decidido considerarla ms como una amiga que como
una futura conquista. Claro que a las amigas se les
puede coquetear un poco, verdad.
-
(PV VIOLETA)
M-me llamo Vi-violeta y siempre he sido u-un poco
tmida, no s por qu te-tengo que dar mi punto de vista,
slo puedo decir que to-todos son ge-geniales. *Huye al
jardn del instituto.
(NARRADORA)
Violeta era una chica de diecisis aos, tmida, linda y
tierna como ella sola; un tanto sobreprotegida por sus
padres, sobre todo por su pap, ya que era hija nica.
Artista nata, la pintura era su vida, su oxgeno.
Enamorada de Alexy, un chico que result ser gay, pero
ahora eran los mejores amigos. Alexy haba logrado que
Violeta tuviera ms confianza en ella misma. Confiaba
en Honey, y le doli mucho el haberla juzgado mal
cuando Debrah regres al instituto.
Y no tiene mucha participacin en esta historia, pero es
tan linda que no poda dejarla fuera.
(PV LYSANDRO)
-Castiel se ha comportado muy extrao en los recientes
das- coment a Leigh, que se esmeraba en la
decoracin de un lujoso vestido, encargo de una de sus
mejores clientas.
-
Me encontraba en la tienda de mi hermano, no saba
muy bien el por qu me gustaba ir ah, Leigh pona poca
atencin a lo que le deca, sin embargo por lo menos
senta que alguien me escuchaba.
-No creo que te esconda algo- coment mi hermano,
para sorpresa ma.
-Jams salieron esas palabras de mis labios, no he
dicho que me oculte nada- exclam un poco serio.
-Era un comentario, Lys, adems si lo hace, ser para
bien tuyo- de acuerdo, esto no me estaba gustando
absolutamente nada.
-Si sabes algo, es mejor me lo comuniques
inmediatamente- exig a mi hermano al tiempo que
buscaba su mirada, sin lograrlo.
Definitivamente la mentira no se haba inventado para
que mi hermano hiciera uso de ella.
-Y-yo no s-se nada, adems Sucrette- tartamudeo
Leigh. Ms no logr terminas la frase, gracias a que
Rosa lleg apresuradamente y se llev a mi hermano
con un pretexto insulso.
Estaba dispuesto a indagar ms sobre ese asunto que
comenzaba a convertirse en una molestia real y
tangible.
(NARRADORA)
-
Lysandro se encontraba una vez ms en el parque,
lugar al que ltimamente acuda a diario y por ms
tiempo, gracias a que Castiel se encontraba ocupado en
algunos intrigantes asuntos. El albino chico no quera
sacar conjeturas errneas sobre lo que Leigh haba
dicho sin decir.
Por ms vueltas que le daba a la situacin, no lograba
entender qu tena que ver Honey en todo esto. EL
comportamiento, tanto de Castiel como de Sucrette, no
haba variado en lo absoluto durante el horario de
clases.
Lysandro suspir; desde que esto haba dado comienzo,
no lograba escribir nada, ni prosa ni poesa, y eso lo
tena realmente acongojado. La razn era que estaba
dispuesto a escribir la ms bella cancin de amor y
verdad, para con ella, tratar de explicar a Sucrette lo
que realmente senta por ella. Haba tenido la idea de
pedir a Castiel que compusiera la msica, sin embargo
en vista de los hechos acaecidos recientemente, no lo
hizo, y ahora estaba estancado, tanto en la letra como
musicalmente hablando.
El chico de ojos bicolor empezaba a incorporarse para
regresar a su hogar, cuando a lo lejos, divis una silueta
que sala de entre los rboles. La zona estaba lejos de
las lamparitas y faroles que haba dispersos por todo el
parque, ms la luz de la luna, que ostentaba su
-
iluminada figura al completo, le ayud a identificar de
quin se trataba.
Castiel, su pelirrojo amigo, se encontraba parado a la
orilla del lago, recargado en la cerca que rodeaba a
ste. Lysandro poda ver el tenue resplandor rojizo,
indicio de que su amigo fumaba un cigarrillo. Lo que le
pareci extrao, ya que Castiel slo fumaba cuando
estaba nervioso, estresado o ensayando.
Lysandro observ cuando su amigo se percat de que
alguien se acercaba y tir el cigarrillo al suelo, para
pisarlo luego. A pesar de la escaza y tenue iluminacin,
el albino pudo ver perfectamente la sonrisa dibujada en
el rostro de Castiel cuando otra silueta lleg junto a l;
se trataba de Honey.
Los ojos de Lysandro se entrecerraron para observar
mejor la escena que se desarrollaba a unos cuantos
metros de l.
Castiel mostraba algo a Sucrette, algo que Lysandro no
lograba distinguir. La chica se acerc a l, demasiado
cerca para gusto de Lysandro. De pronto se pusieron de
espaldas a l, Castiel acerc su cabeza a la de la chica,
y Lys podra jurar que la estaba besando. Parpade
varias veces, para asegurarse de que sus ojos no le
jugaban una mala broma.
Despus de unos minutos, que a Lysandro le parecieron
una verdadera eternidad, se separaron y volvieron a
-
ponerse de frente al albino. Honey se miraba muy
emocionada y feliz, Castiel tena su caracterstica
sonrisa ladeada que demostraba que se jactaba de
algo.
El silencio de la noche y el viento que agitaba las ramas
de los rboles, fueron los culpables de que las palabras
pronunciadas por Sucrette llegaran hasta los agudos
odos de Lysandro; Me has sorprendido Castiel, en
verdad, no me esperaba algo as de hermoso. Eres el
mejor, seguidas de un abrazo de la chica a su hasta
ahora amigo. Lo s, slo que t no queras aceptarlo,
fue la contestacin de Castiel, que tardaba mucho en
separarse de Sucrette.
Luego de unos instantes, la pareja se separ y cada uno
regres por donde haba llegado.
Lysandro estaba como petrificado, no poda pensar,
moverse, articular palabra, respiraba apenas y slo
porque su corazn bombeaba tan rpido que necesitaba
urgentemente del oxgeno.
El viento arreciaba, rayos comenzaban a iluminar el
cielo, gotas de lluvia caan aqu y all. Gotas de lluvia
que pronto dieron paso a una tormenta. Lysandro se
deca a s mismo que lgrimas no salan por sus ojos,
trataba de convencerse de que se trataba slo de agua
venida del cielo.
-
La tormenta no era nada, comparado a lo que el chico
de plateados cabellos senta dentro de s en ese
momento.
Lysandro lleg a su casa, fue directamente al bao,
abri la llave del agua caliente y se meti bajo la ducha,
con todo y ropa. Necesitaba imperiosamente calentar su
cuerpo, ya que no saba si el frio que lo abrumaba era
por la lluvia o porque su corazn se haba congelado de
pronto.
Se fue despojando de sus ropas una a una, mientras su
mente divagaba. Qu haba pasado? En qu se
haba equivocado? Estaba completamente seguro de
que Honey senta algo especial por l; momentos con
ella fueron apareciendo. Predomin el de ese da en
que la damita haba estado sumamente traviesa,
escondindose en los vestidores de los chicos slo para
contemplar el tatuaje que Lysandro tena en la espalda;
desatando con ello la furia de Nathaniel. Actitud que
nunca comprendi del todo, ya que el delegado se
caracterizaba por ser bastante tranquilo y alejado de los
problemas.
Lysandro jams haba mostrado su tatuaje a nadie, ni a
Rosa y eso que la consideraba prcticamente una
hermana. Cuando pregunt a Sucrette si era verdad lo
que haba dicho Nathaniel, la chica permaneci callada.
Sin pensarlo y saber muy bien lo que haca o por qu lo
haca, tom la mano de Honey y la condujo a los
-
vestidores, donde habiendo dejado su torso al desnudo,
mostr a la nia lo que ella anhelaba ver.
Un degradante sentimiento de ira implant su presencia
en Lys, eso era algo con lo que el chico no saba lidiar.
Cerr la llave y el agua dej de caer. Sali de la ducha,
tom una mullida toalla y sec con ella su recio cuerpo.
Con una toalla en la cintura se dirigi a su habitacin, ya
en ella se quit la toalla, tumbndose en su cama para
tratar de calmarse. Sus prpados se cerraron y realiz
varias respiraciones. Abri de golpe los ojos al escuchar
un familiar sonido, ponindose de pie sali al encuentro
de su hermano, despus de cubrir su cuerpo con un
fastuoso batn de seda.
-Buena noche, Lysandro- salud Leigh con esa calma
suya.
-T lo sabas, y no comentaste nada- la voz de
Lysandro era tan fra como un afilado trozo de hielo.
Leigh se sonroj de forma inmediata, su rostro adquiri
una notoria expresin de culpabilidad.
-N-no s d-de qu hablas- Leigh ni siquiera poda ver a
los ojos de su hermano.
-Rosa no se encuentra para auxiliarte, Leigh. Lo s, hoy
los he visto y t, hermano, sabas perfectamente lo que
pasaba con Honey y Castiel.
-
-Se supona que no debas enterarte. Cmo lo
averiguaste, Rosalya dijo que tendran mucho cuidado
en ocultarte la situacin hasta que llegara el momento
preciso.
-Los descubr en el parque, esta noche As que Rosa
tambin est enterada - la decepcin se dejaba
escuchar a travs de las palabras del albino.
-Por supuesto, ella fue la que anim a Sucrette a que lo
hiciera, tu amiga tena ciertas dudas de cmo lo
tomaras, pero Rosalya le dijo que no te disgustaras-
explic Leigh Siento que lo hayas descubierto de esa
forma. Pero a decir verdad, Lysandro, creo que lo ests
tomando de la peor forma. Nadie se hubiera esperado
que reaccionaras as- el tono de Leigh dejaba ver que
estaba dando por terminado el tema.
Lysandro se dirigi a su habitacin nuevamente
mientras pensaba en lo afortunado que era al ser fin de
semana, ya que no tena la fuerza para ver a Castiel,
Rosalya o Sucrette. Entr en su alcoba, quedando de
pie en medio de ella; observ la puerta que se
encontraba al fondo de sta, dirigindose hacia ah.
Abri dicha puerta y desapareci tras ella.
El sbado por la maana Lysandro despert tras una
tortuosa noche, no tena ninguna intencin de
levantarse. Pas la maana y parte de la tarde
recostado, poniendo en orden sus ideas y
-
pensamientos. Despus de todo, l era Lysandro,
siempre calmado durante las peores crisis, siempre con
la cabeza fra y considerando todo desde una
perspectiva imparcial.
Tocaron a su puerta y luego esta se abri un poco.
-Siento lo de anoche, slo te pido, que actes como si
no supieras nada, hasta que ellos bueno, tu sabes
te digan- pidi Leigh, marchndose despus.
A eso de las cuatro de la tarde, ya haba analizado todo
y llegado a una conclusin; la culpa era totalmente suya.
El primer indicio se lo haba dado Leigh, al decir que no
entenda por qu tomaba aquello de esa forma;
entonces eso quera decir que ni su propio hermano,
que viva y conviva con l, se haba dado cuenta de lo
que l senta por Sucrette. Luego estaban Rosalya y
Castiel, quienes tal vez imaginaran que Honey era
especial para l, pero al no demostrarlo abierta y
sinceramente, lo haban tomado como que no era tan
especial despus de todo. Y la misma Sucrette, que
siempre era bombardeada con comentarios e
insinuaciones por parte del pelirrojo.
As que simplemente, la haba perdido, la nica chica
que haba logrado despertar sentimientos reales e
intensos, ahora estaba con su mejor amigo. Cruel
destino, cruel realidad. Se deca as mismo que era
afortunado, ya que Castiel no alejara a la nia de l,
-
teniendo as la oportunidad de cultivar su amistad, y
ms afortunado an, por ser sbado y no tener que
lidiar con esto hasta el prximo lunes. Ya que si en
estos momentos se encontrara con Castiel, no saba si
sera lo suficientemente caballeroso como para
saludarlo y hacer como si no supiera nada, o sera tan
visceral como para estampar un puetazo en el atractivo
rostro del pelirrojo.
Por fin se puso de pie y tom una rpida ducha, se visti
como de costumbre y se dispuso a pasar una tarde en
compaa de su destrozado nimo y tambin con su
decado corazn.
En estos da oscureca temprano, a las seis treinta de la
tarde, la oscuridad se cerna sobre la ciudad. Y
exactamente a esa hora llamaron a su puerta.
Lysandro abri para encontrarse con Castiel, que le
sonrea desenfadadamente.
-Hola Lysandro, hubo un pequeo cambio de planes y
pens que te gustara ir a mi casa, para pasar el rato, ya
sabes- comenz a decir Castiel, interrumpindose al ver
la palidez de Lysandro.
-Hey Lys, te encuentras bien, porque te ves fatal-
Castiel se notaba algo preocupado.
Lysandro record la peticin de Leigh, e hizo un
formidable esfuerzo para aparentar que nada pasaba.
-
-No es nada- contest con una helada voz el albino
quizs una noche no muy descansada.
-Bueno, pues anmate, que nos vamos a mi casa a
comer unas pizzas o algo.
-Castiel, realmente no creo que sea un buen momento
para
-No te estoy preguntando, venga, que la noche es joven
y nosotros tambin- el pelirrojo entr en casa de
Lysandro, tom su celular, algo de dinero y sali,
llevando al peliplata con l.
Caminaron en silencio por unos minutos, iban
sumergidos en sus pensamientos, hasta que una
preciosa chica pas a su lado, sonriendo a Castiel,
quien ni tardo ni perezoso le regres la sonrisa,
aadiendo un guio.
-Sucrette es mucho ms linda- dijo de forma contenida
Lysandro.
-S, amigo, Honey es linda, pero esa chica es realmente
sexy, nada que ver con la cra que es Sucrette. Adems
en el mar hay muchos peces, y yo, soy como carnada y
pescador- termin el pelirrojo con una alegre carcajada
Lysandro sinti hervir su sangre.
-CON UN DEMONIO, ESTAS LOCO O QUE
DIABLOS TE PASA!!!???- grit Castiel desde el piso,
-
donde se encontraba, despus de que Lisandro le
propinara un fuertsimo golpe en el pmulo.
-Los vi, Castiel! Los vi, a ti y a Honey, en el parque.
Cmo es posible que teniendo a una chica como ella,
oses si quiera voltear a ver a otras chicas- la voz de
Lysandro era el vivo sonido de la furia.
La comprensin lleg al confuso y enojado cerebro de
Castiel. Una sonrisa malvada se dibuj en sus labios.
-De acuerdo Lysandro, lo siento, pens que no tenas
idea, se supona que no te enteraras ese da. Es
algo complicado. Escucha, hagamos un trato, slo
acompame esta noche, y prometo ser un angelito
desde maana. Somos amigos desde hace tiempo,
hacemos buen equipo, tanto en lo personal como
musicalmente hablando. No dejemos que esto, termine
con eso- Castiel estaba completamente serio al decir
esto.
Lysandro suspir, l no era nadie para decirle a su
amigo cmo actuar, comportarse o vivir su vida y sus
amores. Y eso le dola, porque l, ms que nadie,
quera hacerle entender que a una bella damita como
Honey, se le deba respetar, amar, proteger y cuidar.
Suspir y decidi controlarse tan slo por esa noche.
-Lamento mi exabrupto Castiel, no s muy bien por qu
cometo tantas tonteras ltimamente; vayamos pues a tu
-
casa, y que sea lo que tenga que ser- estuvo de
acuerdo Lysandro.
Ya se encontraban frente a la casa de Castiel, Lysandro
estaba ms callado que de costumbre mientras el
pelirrojo buscaba por todos lados sus llaves. Despus
de un rato de revisar y rebuscar, Castiel se golpe la
frente con una mano.
-Diablos! Si estoy que no doy una, he debido dejarlas
en tu casa, cuando entr por tu mvil. Lo siento Lys,
tendremos que regresar, es buena hora, y sirve que
hacemos hambre con la caminata- se disculp el chico
de ojos color acero.
-Castiel, dejemos esto para otra ocasin, regresemos en
taxi y te envo de vuelta aqu- dijo Lysandro con poco
entusiasmo.
-De acuerdo, pero regresamos caminando, el dinero que
tom lo utilizar para pagar mi pizza, que con las ganas
no me quedo- Castiel sonaba un poco divertido, lo que
molest a su amigo.
-Me invitas unas pizzas y yo era quien pagara- ri muy
a su pesar Lysandro.
-Bueno, sabes que el dinero se escurre por mi dedos,
vmonos ya- contest Castiel ponindose en marcha de
regreso a casa de su amigo.
-
Hicieron varias paradas, ya sea para comprar algn
cigarrillo, ya fuera para observar un instrumento
musical. Despus de un buen rato, llegaron por fin a la
casa de Lysandro. Que se miraba tan oscura y vaca
como la haban dejado.
Castiel tom las llaves que dejaban en un lugar secreto,
lo que hizo gracias a Lysandro, ya que en muchas
ocasiones haba tenido que llamarlo para que le
ayudara a buscar las dichosas llaves, que siempre
cambiaban de lugar, pero que su amigo siempre
encontraba.
Como todo un caballero, Lysandro cedi el paso a su
amigo cuando la puerta estuvo abierta. Castiel entr y
desapareci en las sombras. Lysandro lo sigui,
tratando de no tropezar en lo que su amigo encenda las
luces.
SORPRESA!!!!! Grit un coro de voces.
Las luces se encendieron por fin, y Lysandro pudo ver a
todos sus amigos y compaeros de escuela, tambin
Leigh se encontraba ah, junto a Rosalya. Todos
aplaudan y coreaban su nombre. Lysandro estaba
perplejo.
-No cre que fuera verdad, pero ha sucedido, has
olvidado tu cumpleaos, hermano. Hoy cumples la
mayora de edad, lo que significa que ya puedes
comprar cervezas en esa tienda donde me tienen
-
vetado- dijo Castiel llegando junto a Lysandro, dndole
un abrazo de esos que slo los mejores amigos pueden
dar.
-Nathaniel y Melody se acercaron a felicitar a Lysandro,
que an no entenda muy bien lo que suceda. Nath le
regal un libro de obras pictricas victorianas y Melody
un hermoso laso de seda, como los que Lys
acostumbraba usar. Todos y cada uno de sus amigos e
invitados se acercaron para desearle muchas cosas
buenas y otras mejores, aparte de dar obsequios al por
mayor.
-Gracias Lysandro, la cara de sorpresa que has puesto
ha sido totalmente creble, sigue as y nadie
sospechar, pero sobre todo, no tendr problemas con
mi novia- dijo Leigh al odo de Lysandro cuando fue su
turno de felicitarlo.
-Pero Castiel! Qu demonios hiciste para quedar as-
La voz de Kim se dej escuchar por sobre las dems.
Cuando el albino desvi su mirada hacia Castiel, se
percat de que el golpe haba sido mucho ms fuerte de
lo que pens. Ya que la mitad del rostro del pelirrojo se
estaba poniendo de un hermoso color violeta y un poco
ms rellena de lo normal.
-Ha sido culpa de Lys- coment el pelirrojo buscando la
mirada de su amigo ha querido entrar a un almacn y
me he golpeado con la puerta sin querer, esas malditas
-
puertas giratorias deberan estar prohibidas- concluy
Castiel.
Pasado un rato, Lysandro comenzaba a tener una ligera
idea de lo que estaba ocurriendo, busc con la mirada
por todos lados, sin encontrarla. Entonces se percat
que Castiel haba desaparecido tambin. Las incipientes
esperanzas de Lysandro se hicieron humo.
Volvi a buscar, sus ojos se encontraron con los de
Violeta, que se fue corriendo a la cocina por temor a que
alguien volviera a solicitar su punto de vista.
De pronto, todo qued en penumbras, una tenue luz se
encendi al fondo de la sala donde se encontraban, y
Honey apareci, bella y deslumbrante ante los ojos de
Lysandro, que estaba boquiabierto. A un lado, Castiel
conectaba su guitarra a un amplificador, y pasaba un
micro a la chica, todos prorrumpieron aplausos.
Una hermosa meloda se dej escuchar por todo el
lugar, entonces Sucrette comenz a interpretar una
dulce cancin. Su mirada se enganch con la del albino.
Lysandro comenz a sentir una fuerza de atraccin,
literalmente, que lo obligaba a avanzar hacia la bella
damisela que tena delante de l, y que, frente a todos,
estaba declarando su amor por medio de las ms
hermosas palabras que hubiese escuchado nunca.
Al terminar la interpretacin, Lysandro sinti que todo a
su rededor haba desaparecido, dejando slo a Sucrette
-
junto a l. Sin pensarlo ni meditarlo, se inclin para
besar aquellos deseables labios.
Los aplausos, comentarios subidos de tono y en doble
sentido se escuchaban por todas partes, silbidos y risas
trajeron a la pareja de vuelta a la realidad, al momento
en el que se encontraban.
Todos pidieron que Lysandro cantara y la fiesta
comenz. Canciones conocidas, otras no tanto, duetos,
y al ltimo, canciones escritas por el albino, hicieron la
delicia de la noche. Luego comenz el baile.
Castiel estaba un poco ebrio y Amber lo acechaba, pero
Lysandro imagin que su amigo sabra cuidarse solo.
No hubo razn para alarmarse, ya que Kim se acerc a
Castiel para no despegarse de l en toda la noche, y no
porque le gustara, sino para hacer rabiar a la rubia. O
por lo menos era lo que Lysandro crea.
-Haras el honor de acompaarme?- pregunt
Lysandro a Sucrette, tendiendo una caballerosa mano
hacia ella.
Honey tom la mano del gentil joven y dej que la
guiara.
La casa de Lysandro era enorme, estilo victoriano, por
supuesto, al igual que su decoracin. Honey observaba
con admiracin cada parte y rincn de sta. Sin
embargo el entrar a la habitacin de Lysandro, qued
maravillada. El chico mal interpret su expresin porque
-
se apresur a pedir disculpas por la decoracin de la
pieza, explicando que su hermano era demasiado
entusiasta con las telas y gustaba de cambiar de tonos y
texturas a toda la decoracin de su hogar, siempre con
la complicidad, ayuda y supervisin de Rosalya, por
supuesto.
Honey dijo a Lysandro que no le haba sorprendido de
forma negativa su habitacin, por el contrario, la chica
confirm dulcemente que jams haba estado en una
alcoba tan hermosa. Lysandro sonri ante la sincera
admiracin de su bella damita. Y supo entonces que
haba tomado la decisin correcta.
-Honey, no he sido sincero del todo contigo, tengo un
secreto un poco mayor y mejor guardado que mi tatuaje-
empez a decir Lysandro, logrando captar por completo
la atencin de Su.
-Te pido que esto sea un secreto entre nosotros dos.
Tuve la idea de decirte lo que siento por medio de una
cancin, pero te has adelantado- acuso Lysandro con
una seductora sonrisa As que he decidido mostrrtelo
de otra forma, un poco ms personal- termin,
llevndola nuevamente de la mano, hacia el fondo de la
habitacin, donde se apreciaba una pequea puerta
algo oculta.
-
Lysandro abri la entrada y permiti el paso de Honey,
la que estaba paralizada a mitad de la pieza. Lysandro
entr y cerr detrs de l.
Se trataba del lugar donde Lysandro daba rienda suelta
a una de sus mayores pasiones, la pintura. Honey poda
ver lienzos por todas partes, con dibujos y pinturas en
diferentes tcnicas, pero todas con un sello
caracterstico. Rostros, paisajes, naturalezas muertas,
bosquejos sin terminar; Honey no saba mucho de
pintura, pero entenda lo suficiente como para saber que
Lysandro era un gran artista. En el muro central, se
encontraba un enorme cuadro, cubierto con tela de
terciopelo de color negro y verde oscuro.
Lysandro se acerc y de manera elegante, descubri lo
que la tela ocultaba.
Un bellsimo paisaje nocturno era el fondo de la pintura,
al medio se apreciaba una extraa orqudea, tan rara
como hermosa, y al centro de la flor, se encontraba ella
misma, completamente desnuda, slo cubierta por un
velo en extremo transparente; se encontraba junto a un
pequeo ciervo, acariciando su cabeza con una mano, y
en la palma de la otra mano sostena una pequea
hada, brillante y etrea.
Sucrette, no sala de su asombro, lgrimas resbalaban
por sus brillantes ojos. Lysandro se acerc a ella, tom
-
sus manos entre la suyas, llevndoselas a los labios
para besarlas. Luego a su pecho, cerca de su corazn.
-Ese cuadro, representa mi historia contigo, por as
decirlo; el fondo representa la naturaleza, es decir, lo
natural que es para m estar a tu lado, lo libre que me
siento cuando estoy contigo. La orqudea encarna la
forma en que te veo, para m eres una hermosa y
extraa flor, y por lo mismo, te considero preciosa y
delicada, un tesoro. El ciervo simboliza tu espritu noble,
alegre, confiado. El hecho de que te haya visualizado
desnuda, es debido a que te quiero, aprecio y acepto tal
como eres, sin tapujos, sin querer cambiar o modificar
nada. El velo es lo suave y transparente que eres. El
hada personifica la fantasa que eres para m, lo irreal
que pensaba sera llegar a tener algo ms que amistad
contigo. Y la noche, la noche que nos perdimos en el
bosque, fue el momento exacto en que supe que me
haba enamorado de ti- finaliz Lysandro su descripcin
del hermoso cuadro que tenan frente a ellos.
El chico sostena el rostro de Honey entre sus manos,
admiraba el brillo de sus ojos, recorra con mirada
apasionada la lnea de sus labios. Honey no poda creer
lo que vea, ni el amor tan grande que ese garboso
chico senta por ella. Amor que era correspondido en la
misma proporcin.
Unieron sus labios para degustar el sabor del otro, para
completarse y compenetrarse. Sin percatarse de cmo,
-
salieron del estudio de pintura, para quedarse en la
habitacin, disfrutando de caricias, besos y las palabras
y promesas que se hacen en esos momentos.
Era un amor adolescente, juvenil, sin prisas ni
condiciones; el primero para ambos. Y Lysandro
pensaba, saba y confirmaba, que ese da era el mejor
que haba pasado en mucho tiempo y que la
confirmacin del amor de Honey, era el ms maravilloso
de los regalos.
FIN.