reflexiones sobre los enemigos y la maniobra.- jean vaquié

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  REFLEXIONES SOBRE LOS ENEMIGOS Y LA MANIOBRA.- Por Jean Vaquié.

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Jean Vaquié

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  • REFLEXIONES SOBRE LOS ENEMIGOS Y LA MANIOBRA.-

    Por Jean Vaqui.

  • Contenido REFLEXIONES SOBRE LOS ENEMIGOS Y LA MANIOBRA.- ............. 1

    LAS ENEMISTADES. .......................................................................... 3

    TRES MINISTROS DE LUCIFER. ...................................................... 5

    LAS VIRTUDES ANTI-TEOLOGALES ............................................... 6

    LA UBICUIDAD MASNICA .............................................................. 7

    ASTUCIA Y VIOLENCIA. ................................................................... 8

    NEUTRALIZAR LA REACCIN.- ..................................................... 10

    LA CIUDADELA DE SION ................................................................ 12

    LA DINMICA INTERNA DE LA INFRAESTRUCTURA REVOLUCIONARIA.......................................................................... 14

    LOS DOS CUERPOS MSTICOS. ...................................................... 17

    FLUCTUACIONES DE LA BATALLA. .............................................. 19

    AYUDAR AL CIELO .......................................................................... 21

    RECURRIR A LAS PROFECAS PRIVADAS. ...................................24

    LA MANIOBRA DE SEUDO-REACCIN .........................................26

    QUITAD LA PIEDRA! ..................................................................... 28

  • LAS ENEMISTADES.

    La naturaleza cada en la cual estamos inmersos, es el lugar de un combate. Tal es nuestro estado por naturaleza: nacemos en un campo de batalla: Pondr enemistad entre t y la Mujer, entre tu descendencia y la Suya (Gen. III, 15). Es Dios quien habla de este modo a la serpiente que acaba de derrocar a nuestros primeros padres de su trono real. El texto latino de la Vulgata debe retener nuestra atencin: "Inimicitias ponam interte et mulierem, et SEMEN tuum et SEMEN illius". Las dos descendencias son dos grmenes, dos semillas que se separaron desde el origen y que no tienen nada en comn, este es el por qu el texto repite dos veces la palabra semen. La posteridad por excelencia de la mujer, es Mara, y por lo tanto tambin su Hijo. Y la posteridad por excelencia de la serpiente, es el Anticristo, que por efecto de la misericordia divina, aparecer solamente al final de los tiempos. Lo que est anunciado por los profetas para el fin de los tiempos, no es la reconciliacin de las dos descendencias, sino la VICTORIA de la posteridad de la mujer, es decir, la victoria de Cristo. Esta victoria terminar con la guerra y procurar la paz, habiendo sido expulsado el enemigo. Regresaremos frecuentemente sobre este estado de guerra, revelado desde los primeros versculos del Gnesis, de las dos descendencias. Hablaremos de las dos ciudades, dos estandartes, dos cuerpos msticos. Escuchemos ahora a San Pablo hablndonos de la incompatibilidad de los clices: Vosotros no podis beber a la vez del Cliz del Seor y del cliz del demonio. (I Cor. X, 21) San Pablo es un belicoso, su emblema es la espada, tiene el sentido de la guerra que siempre est presente en su espritu; prohbe todo comercio entre la luz y las tinieblas: No os juntis bajo el yugo desigual con los que no creen. Pues, qu tienen de comn la justicia y la iniquidad? O en qu coinciden la luz y las tinieblas? Qu concordia entre Cristo y Belial? O qu comunin puede tener el que cree con el que no cree ? (IICor. VI, 14-15). La Iglesia no es conciliante, como lo sugieren los documentos emanados del concilio Vaticano II, ella es MILITANTE, como la sana y antigua doctrina no ha cesado de ensear. Ya la sinagoga de los judos antiguos estaba rodeada de

  • colosos como Egipto y Asur, siempre en guerra declarada contra ella. Al igual que la Iglesia, si est en paz con Dios, est en guerra con los colosos del mundo. "Non veni pacem mittere in terram sed gladium". (Mat. X, 34) No he venido a traer la paz sino la espada. San Luis Mara Grignon de Montfort es a justo ttulo el que mejor ha definido el estatus de enemistad, que es el nuestro en esta tierra: el diablo sabiendo que le queda poco tiempo y menos que nunca para perder a las gentes, redoblar cada da sus esfuerzos y ataques. De hecho, suscitar en breve crueles persecuciones y tender terribles emboscadas a los fieles servidores y verdaderos hijos de Mara, a quienes le cuesta vencer mucho ms que a los dems. A estas ltimas y crueles persecuciones de Satans, que aumentarn de da en da hasta que llegue el anticristo, debe referirse sobre todo aquella primera y clebre predicacin y maldicin lanzada por Dios contra la serpiente en el paraso terrestre. "Inimicitias ponam..." Dios ha hecho y preparado una sola e irreconciliable enemistad, que durar y se intensificar hasta el fin. Y es entre Mara, su digna Madre, y el diablo; entre los hijos y servidores de la Santsima Virgen y los hijos y secuaces de Lucifer. De suerte que el enemigo ms terrible que Dios ha suscitado como Satans es Mara, su Santsima Madre. Dios nos puso solamente una enemistad, sino enemistades, y no slo entre Mara y Lucifer, sino tambin entre la descendencia de la Virgen y la del demonio. Es decir: Dios puso enemistades, antipatas y los odios secretos entre los verdaderos hijos y servidores de la Santsima. Virgen y los hijos y esclavos del diablo: no pueden amarse ni entenderse unos a otros. Los hijos de Belial, los esclavos de Satans, los amigos de este mundo de pecado todo viene a ser lo mismo! han perseguido siempre y perseguirn ms que nunca de hoy en adelante a quienes pertenezcan a la Santsima Virgen, como en otro tiempo Can y Esa figuras de los rprobos persiguieron a sus hermanos Abel y Jacob figuras de los predestinados. (Tratado de la Verdadera Devocin a la Santsima Virgen, Cap. I)

  • Es necesario entonces el combate de las dos ciudades, el enfrentamiento de estos dos cuerpos msticos, el de Cristo y el del Anticristo. JESUS Y BELIAL NO ESTN PARA ABRAZARSE, SINO PARA COMBATIRSE. Nosotros conocemos la ltima fase de este combate plurimilenario: es la fulminacin del Anticristo por Cristo resucitado y glorioso. Es verdad que no hay que predicar otra cosa que la Cruz, como dice San Pablo, pero hay que predicar otra cosa con la Cruz. Nuestra fe reposa sobre la Resurreccin de Nuestro Seor, vencedor de la muerte: "Ubi est mors victoria tua". (I Cor. XV, 55). Muerte, dnde est tu victoria?

    TRES MINISTROS DE LUCIFER. Mlanie Calvat, la pastora de la Salette, vivi en perpetua contemplacin. Ella recibi, por intuicin intelectual, constantes luces sobre el estado de la sociedad contempornea. Ella revel un da, a alguien con quien mantena correspondencia, que Lucifer le pareca asistido, en el gobierno de este mundo, por cierta clase de ministerio compuesto por tres miembros: Mammon, Asmodeo y Belzebub, que son tres poderosos espritus cados. Esta reflexin de Mlanie merece ser meditada. No nos sorprende enterarnos que, para llevar a cabo su estrategia mundial, Lucifer utilice poderosos auxiliares que lo ayudan en ciertos trabajos de fondo y que ablandan a la sociedad humana a fin de facilitar su maniobra. -Mammon es el dios del dinero. El ha terminado por insuflar a toda la humanidad, una impregnacin mercantil que la ha banalizado totalmente. La hizo legalizar la usura, tan reprimida por los cnones de la Edad Media, el capitalismo, pues sin inters no hay capital. Entonces cre enormas masas de dinero que circulan cada vez ms rpido en las arterias de la economa y que imprimen al comercio una aceleracin absolutamente patolgica. Por el ministerio de Mammon, todo est a la venta. Escuchemos a San Juan hacer el inventario de los cargamentos de los comerciantes:

  • Cargamentos de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de fino lino, de prpura, de seda y de escarlata de harina y trigo, vacas y ovejas, caballos y carruajes, cuerpos y almas de hombres (Apoc. XVIII, 12-13). Se negocian las almas de los hombres. Tan impregnada de mercantilismo, la sociedad se convierte en humus frtil para las plantas venenosas del infierno. -Asmodeo es el demonio de la lujuria. Est mencionado en el libro de Tobas. Este espritu infernal se haba apropiado de Sara. Le haban dado sucesivamente siete maridos que fueron asesinados por el demonio Asmodeo. Sara fue liberada de este demonio que la infestaba a ella y a su entorno, por el Arcngel San Rafael, gracias al humo del mismo pez que regres la vista a Tobas, pues la lujuria produce ceguera del espritu. En La Salette, la Virgen dijo que ciertos conventos se convertiran en pasto de Asmodeo y los suyos. De esta impregnacin ertica de nuestra sociedad proviene de esta ceguera de los espritus respecto a las cosas de la Religin. -Belceb es el dios que enva las moscas a los ganados. Este nombre es la contraccin de Baal y Zebub; significa literalmente el seor de las moscas. Es el demonio que produce actualmente la impregnacin ocultista de la sociedad, creando una verdadera contra-religin, una supersticin que ahora invade y domina. La supersticin ocultista es omnipresente.

    LAS VIRTUDES ANTI-TEOLOGALES La masonera no ha elaborado una verdadera doctrina, pues ella se prohbe dogmatizar. A cambio, ella ha desarrollado una estrategia anticristiana de una gran eficacia. Esta estrategia consistir en neutralizar a los combatientes de la Iglesia militantes. Y para ello, matar en ellos lo que les da su fuerza: las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad. -Contra la fe, la masonera invent la tolerancia. Es la virtud de las personas que niegan la verdad objetiva. La Madre Logia (pues ejerce una verdadera maternidad intelectual) les da a sus hijos los medios para llegar a la verdad, pero se trata de una verdad relativa y subjetiva, es decir, de una simple opinin personal que ser esencialmente discutible.

  • La discusin es la actividad principal de la logia. Repiten incansablemente un adagio: de la discusin surge la luz. Es una mxima falsa pues la verdadera luz proviene de la Revelacin, y ella desciende hacia nosotros que la recibimos por el Magisterio. En la masonera, todo el arte del Venerable es hacer cohabitar a los hermanos enemigos. No hay dogmas, la masonera no dogmatiza: esa es la gran frmula que constituye tambin un sntoma: cuando cualquier publicacin est orgullosa de no dogmatizar, podemos estar seguros que sufre, de cerca o de lejos, la influencia masnica. -El Progreso : Es la falsa esperanza : es la esperanza proyectada en la tierra, es el mito de la felicidad natural que no debe nada a la Gracia. Este progreso temporal debe llevar a su culminacin la pirmide truncada que forma uno de los emblemas de los masones: es el progreso del cuerpo mstico del Anticristo que espera de la tierra su plenitud. -La Solidaridad es la interdependencia natural. Los masones la elevan a la altura de una virtud porque ella no reclama la mediacin de Cristo. Ella engendra el socialismo que es la utopa de pensar que, por los medios adecuados, por el simple efecto de la interdependencia humana, se triunfar sobre la pobreza y el sufrimiento. La solidaridad est en oposicin con la caridad cristiana, la cual reclama como intermediario a NSJC. Un vaso de agua dado en nombre de Jesucristo (en Mi nombre dice el texto evanglico) tendr su recompensa en la vida eterna. Si se da en nombre de la solidaridad humana, recoger una recompensa temporal. La tolerancia est en oposicin con la Fe. El progreso con la Esperanza. La solidaridad con la Caridad. Son las tres virtudes anti-teologales que existen en el cuerpo mstico del Anticristo.

    LA UBICUIDAD MASNICA Las congregaciones iniciticas estn a la obra en la Europa cristiana, desde la poca del Renacimiento. Es cierto que fueron precedidas, en la Edad Media,

  • por cofradas ms o menos espordicas. Bajo la forma de la masonera actual, ellas operan activamente desde el siglo XVIII. Se considera a las Constituciones de Anderson (1717), que forman la carta de la Gran Logia de Londres, como su acta de nacimiento. Esta ligia es la primera de todas en orden cronolgico y se convirti, tanto de hecho como de derecho, en madre y maestra de todas las logias masnicas del mundo. Ella representa, para la contra-iglesia, la simetra inversa de la Archibaslica del San Juan de Letrn. La masonera quiere estar presente en todas partes. Esta ubicuidad es la base de su mtodo de accin exterior. Ella quiere saber todo lo que se dice, participar en todo lo que se decide, colaborar en todo lo que se hace. Ella se mezcla con todas las corrientes, incluso las que nacen sin ella, tambin a las que se forman contra ella. Pues toda corriente contiene una fuerza utilizable. Ella elige, entre las tendencias que se manifiestan espontneamente, aquellas que conviene favorecer y las que hay que torpedear a toda costa. Esta infiltracin universal es una de las actividades ms importantes de la masonera. Es muy difcil escapar pues se realiza por medio de la influencia personal cuidadosamente cubierta

    ASTUCIA Y VIOLENCIA. La doctrina cristiana, tal cual era enseada antes de la crisis, nos adverta que el demonio es un ser doble: es mentiroso y homicida. Como mentiroso, ser astuto y seductor, como homicida ser violento y aterrador. Ser a veces cordero y a veces dragn: Despus vi otra bestia que suba de la tierra, que tena dos cuernos semejantes a los de un cordero pero que hablaba como el dragn (Apoc. XIII, 11). . Esta duplicidad esencial la comunicar en la tierra, a todos los organismos que ha creado para hacer la guerra a Cristo y a los hombres. Es necesario que sepamos identificar, en estos organismos a los cuales estamos necesariamente confrontados, la astucia y la violencia de su amo. Encontramos ministros de su astucia y ministros de su violencia. La Sagrada Escritura nos proporciona dos grupos de dos figuras que nos aclaran el doble

  • comportamiento de los demonios y de sus ministros humanos. Estas dos figuras son Gog y Magog, evocados sobre todo en el libro de Ezequiel y Leviatn y Behemoth en el libro de Job. 1.- Los ministros humanos de la ASTUCIA del demonio pueden ser ubicados bajo el signo de Gog y de Leviatn. Gog significa techado y conviene a todo lo que es cubierto, disimulado y engaoso. Habita los confines del Septentrin, como Lucifer, de quien es figura: Tu vendrs de tu pas, de los confines del septentrin, tu y los pueblos numerosos contigo (Ez. XXXVIII, 15). Gog es engaoso, ataca a aquellos que estn desprevenidos Dirs, subir contra una tierra indefensa, ir contra gentes tranquilas que viven en paz y que habitan todas sin muros, y sin tener cerrojos ni puertas (Ez. XXXVIII, 11). Leviatn es una bestia martima que esconde su extraordinario poder bajo encantos cautivadores: No callar sus miembros, su fuerza, la armona de sus proporciones soberbias son las lneas de sus escamas, como escudos cerrados sus estornudos son como chispas de fuego, sus ojos como los prpados de la aurora Su corazn es duro como piedra, duro como la muela inferior (Job XLI, 25). Todas estas ilusiones con las cuales el Leviatn se rodea, son mentirosas. Son vestigios de su belleza primitiva, vestigios que conserva en su estado cado pues Dios no lo despoj. Son los restos de belleza que pone en evidencia cuando se disfraza de ngel de luz. Tanto los jefes histricos, filsofos, instituciones, incluso naciones, son gogs y Leviatnes. Hay que saberlos reconocer. 2.- Los ministros de la VIOLENCIA estn retratados bajo los rasgos de Magog y Behemoth. Magog significa sin techado , es decir, sin disimulo: es el smbolo de la fuerza cnica y brutal. Behemot es una bestia terrestre como un toro: Mira a Behemot, creado por M lo mismo que t. Come hierba como buey; y ve que su fuerza est en los lomos, y su vigor en los msculos de su vientre.

  • Endurece su cola como un cedro; y los nervios de sus muslos son como un solo tejido. Sus huesos son tubos de bronce, sus costillas como planchas de hierro Le meters un junco en la nariz, le taladrars con un gancho la quijada? (Job XL) Es evidente que no existe una separacin entre los ministros humanos de la astucia demoniaca y los de la violencia. Son frecuentemente los mismos hombres que ejercen alternativamente los dos ministerios, incluso simultneamente. En la guerra, no es posible evitar todos los golpes. Pero hay que evitar las imprudencias. Es una imprudencia acercarse intilmente a Leviatn o a Behemot, por ejemplo para tratar de discutir o de razonar con uno u otro; no se discute con el demonio ni con los suyos. Una religiosa de Poitiers, Josefa Menndez, espaola de origen, recibi revelaciones de la Santsima Virgen que aclaran este punto: El demonio es como un perro furioso, pero est encadenado, es decir que solo tiene una cierta libertad. Solo puede tomar y devorar su presa si sta se le acerca. Y es para apoderarse de ella que su tctica habitual es transformarse en cordero. El alma que no se da cuenta y se acerca poco a poco y no descubre su malicia hasta que se encuentra dentro de su alcance (Un llamamiento al amor, 13 de abril de 1921).

    NEUTRALIZAR LA REACCIN.- Las fuerzas secretas de la revolucin chocan con una inercia muy poderosa y constante. Las reformas de los utopistas no se realizan ms que con dificultad y lentitud. La sociedad humana les opone una sorda pero obstinada resistencia. De dnde vienen esta inercia, esta lentitud y esta resistencia?

    Por principio ellas tienen causas naturales. La primera reside en el hecho de que el hombre aspira a prolongar su estado terrestre al cual est invenciblemente apegado. En los orgenes, su tendencia espontnea fue el consumir el fruto del rbol de la vida que les procurara la eternidad en el estado de naturaleza. Es para evitar esta catstrofe, que Dios alej al hombre del paraso: ahora, pues, no vaya a extender su mana para que tome

  • todava del rbol de la vida, y comiendo de l, viva para siempre. Despus Yahv Dios lo expuls del jardn de Edn. (Gen. III, 22-23). La tendencia espontnea del hombre es de prolongar su estado presente. Tiene miedo a los grandes cambios, a la revolucin.

    La segunda razn natural es ms sutil y difcil de comprender. A pesar de tener algunos derechos al imperio, el Prncipe de este mundo es esencialmente un usurpador pues trabaja para suplantar al verdadero titular del poder absoluto que es el Cristo. Adems l progresa por la astucia y la violencia que no son amables ni la una ni la otra. El hombre se ve obligado a temer, aunque sea de manera confusa, esta usurpacin y estas maniobras dolosas. Y l resiste, por miedo instintivo de el que es homicida.

    Pero la inercia y lentitud que debe vencer el poder revolucionario mundial tambin tiene causas sobrenaturales. Sabemos que el demonio no es sobre la tierra ms que el ministro de los castigos de Dios. Jesucristo conserva siempre el alto dominio y no le da a su adversario el permiso de actuar ms que en los tiempos marcados. La actividad del demonio atraviesa de vez en cuando, largos periodos de impotencia.

    Estas razones explican que la humanidad, perpetuamente trabajada por la fermentacin utpica y revolucionaria, le opone perpetuamente sus fuerzas de inercia. Cuando es objeto de presiones exageradas, cuando ella es maltratada, esta inercia, de pasiva que es en general, se transforma en explosin reaccionaria. Todos los rganos de la revolucin (congregaciones iniciticas, sociedades de pensamiento, partidos polticos) estn muy atentos a respetar el lmite de pasividad y de maleabilidad de las masas que quieren maniobrar. Pero no siempre logran evitar los accidentes reaccionarios.

    Cul ser la actitud de los poderes ocultos en este caso? Pondrn a la obra un cierto nmero de procedimientos que estn ya probados y que incluso se han hecho clsicos.

    Si el movimiento reaccionario naciente se anuncia de dbil amplitud, las fuerzas de la revolucin se contentarn de tomar la direccin discretamente para conducirlo a un callejn sin salida donde se dislocar.

  • Los masones pasan la mayora de su tiempo en torpedear los movimientos reaccionarios.

    Cuando la explosin es repentina y violenta, falta el tiempo para penetrarla desde la base, entonces hay que dirigirla rpidamente, es decir, imponerle un jefe que le procurar una exaltacin aparente pero le impedir hacer dao fundamental al sistema. Es el procedimiento de Deus ex Machina. En las representaciones dramticas romanas, una divinidad, que pareca bajar del cielo, era llevada a escena por una maquinaria invisible y su intervencin inesperada desataba una situacin inescrutable. Este procedimiento fue incorporado, por nuestros titiriteros, a las tcnicas del gobierno oculto.

    Este procedimiento es utilizado muy frecuentemente, por lo que las fuerzas de la revolucin estn obligadas, de manera permanente, de tener preparado un Deus ex Machina para hacer frente a cualquier eventualidad. Es as que siempre tienen en reserva pretendientes al trono para dirigir una reaccin que se haya hecho muy violenta. Los pretendientes preparados, son indoctrinados para no daar a las fuerzas secretas e incluso para protegerlas.

    Estas son las causas profundas, de naturaleza religiosa, de la inercia que la sociedad humana opone instintiva y torpemente, a la propagacin revolucionaria. Y estos son algunos de los procedimientos ms empleados en nuestros das por el adversario, para vencer a esta inercia y neutralizar las explosiones a las cuales, algunas veces da nacimiento.

    LA CIUDADELA DE SION Entre las fuerzas de reaccin, se debera poder citar a la Iglesia catlica. Desgraciadamente, ella est en la actualidad neutralizada por una poderosa red de prelados progresistas que, actuando en asociacin con las logias masnicas y con ciertos medios soviticos, la ha llevado al campo de la contra-iglesia, reducindola a un papel de correa de transmisin. Ellos tomaron el poder, con ocasin del ltimo concilio ecumnico, gracias a un verdadero golpe de Estado eclesistico que los observadores compararon inmediatamente con la revolucin de octubre en Rusia. Es bastante evidente que las fuerzas de la revolucin instaladas as en lo alto de la Iglesia, no se dejarn desalojar. Ellas tienen los medios y el poder para seguir siendo los amos de la Sede apostlica.

  • Bajo la denominacin de Religin Catlica, los socilogos, los periodistas, los historiadores, los filsofos, encuentran dos religiones distintas: la religin pre-conciliar, que se perpeta en los tradicionalistas, y la religin pos-conciliar, que modific sus estatutos pero que los poderes pblicos reconocen como el nico verdadero catolicismo. Las dos religiones se hacen la guerra; ellas se declaran incompatibles y se excomulgan una a la otra. El catolicismo pos-conciliar ha abandonado el antiguo espritu, se convirti en un cuerpo carente de alma; presenta todas las apariencias de la muerte.

    Se trata, sin duda alguna, de la crisis sin precedentes que nos anuncian las profecas, crisis que debe abatirse sobre la Iglesia cerca del final de los tiempos. Crisis que los textos sagrados describen como la abominacin de la desolacin en el lugar santo (Mat. XXIV, 15). Debe haber sobre la tierra entonces una gran tribulacin como no la hubo desde el principio del mundo (Mat. XXIV, 21)

    Hemos llegado a esta fase terminal?

    Las profecas de la Sagrada Escritura no nos permiten responder a esta cuestin porque observando la Historia desde ms alto y ms lejos, no entran en el detalle de cada poca. Para responder, hay que recurrir a las profecas de la revelacin privada que entran en ms detalles. Todas ellas son unnimes en afirmar que antes de la ltima tribulacin, la tierra atravesar una crisis premonitoria, idntica en su naturaleza a la crisis final, pero atenuada en cuanto a su intensidad. Es esta crisis premonitoria que hoy sacude a la Iglesia. No es sorprendente que la Iglesia se presente como un cuerpo que ha perdido su alma. Ella se encuentra en un estado semejante al de NSJC cuando fue depositado en la tumba; su cuerpo estaba muerto pero era divino, lo que parece incompatible; la Redencin es un misterio.

    Lo mismo sucede ahora en la Iglesia, que es el cuerpo mstico de Jesucristo. Parece muerta pues ha perdido su antiguo espritu pero sigue siendo divina.

    No hay que escandalizarnos. Los textos sagrados nos advirtieron lo que sucedera para que no estemos ni sorprendidos ni intranquilos. Es necesario

  • que lleguen los escndalos, desgracia solamente a aquellos por quienes estos escndalos suceden. Conservemos toda nuestra serenidad.

    Nuestro Seor le hizo a la Iglesia promesas de perennidad. Pero las promesas no son para poner a la Iglesia al abrigo de toda herida y toda divisin. De hecho, la Iglesia ha sufrido frecuentemente de heridas y de divisin: perdi grandes porciones que jams recuper: (el cisma griego, la hereja protestante, la muerte aparente actual). Las promesas de perennidad aseguran solamente a la Iglesia, que ella siempre tendr un centro vivo para ofrecer una resistencia al enemigo. Siempre tendr una ciudadela que no se rendir. La nave de la Iglesia nunca se hundir, pero podr sufrir graves averas; su comandante puede ser incluso matado. La perennidad reside en el torren, es por eso que la muerte de hoy no es ms que aparente. Un ncleo vivo subsiste, el cual es la minora anti-conciliar. Es la plaza fuerte de SION, la ciudadela de Jerusaln.

    La Sinagoga antigua de los judos sufri eclipses semejantes. La prdida del Arca de la Alianza, luego la cautividad en Babilonia, fueron tambin muertes aparentes.

    As es el rgimen del Cuerpo Mstico. No puede ser mejor tratado que el Maestro. Las heridas profundas que la Iglesia no puede evitar estn figuradas, en la Misa, en la Fraccin de la Hostia. La Misa es una profeca que contiene en resumen las fases de la vida de la Iglesia. La Fraccin de la Hostia representa las desgarraduras que la han lacerado.

    Pero Dios salva lo que va a perecer, salva a quien no dispone de ms recursos naturales. Eso en eso que l es Salvador. l extender Sus manos sobre la mar, l aplacar la tempestad, y l har una gran calma.

    LA DINMICA INTERNA DE LA INFRAESTRUCTURA REVOLUCIONARIA.

    No estamos haciendo aqu obra de erudicin. No buscamos volver a decir lo que otros ya han dicho mucho mejor. Lo que nos interesa no es la descripcin histrica de la crisis, es la dinmica del aparato subversivo y en particular la dinmica de su infraestructura secreta.

  • Las congregaciones iniciticas, rodeadas de innumerables asociaciones que difunden su espritu, forman una inmensa red mundial cuyo centro est ocupado por un maestro de obra que no es otro que el mismo Lucifer. En l reside la fuerza central y la fuerza principal que gobierna secretamente el mundo.

    Nuestro Seor lo llam con el nombre de prncipe de este mundo. Esta red mundial, por su comandante nico, est animada de una cierta unidad de maniobra que se hace sentir a largo trmino. Pero presenta tambin evidentes discordancias, y esto por dos razones: por principio a causa de sus enormes dimensiones, y tambin porque Satans gobierna por la rivalidad de los miembros; su reino est dividido contra s mismo y el prncipe utiliza estas rivalidades como fuerzas de emulacin.

    Lo que constituye la unidad entre sus miembros rivales, es el odio comn hacia el enemigo comn. El enemigo comn es Nuestro Seor y Sus obras terrestres, siendo la Iglesia la ms importante, pero tambin los reinos cristianos del antiguo rgimen forman parte indiscutiblemente. Por ms graves que sean las rivalidades entre los miembros de las organizaciones de la contra-iglesia, ellas terminan ante el enemigo comn. Observamos un ejemplo tpico de este fenmeno en la vida de Nuestro Seor: Herodes y Pilatos, que antes eran enemigos, se reconciliaron ese da (Luc XXIII, 1-2). Ellos se reconciliaron sobre la espalda del JUSTO. Reconciliaciones de este tipo se ven siempre en el seno de las fuerzas de la revolucin.

    La dinmica interna de la infraestructura revolucionaria presenta otra particularidad: es la cohabitacin de dos tendencias, en apariencia contradictorias, pero que de hecho, se dividen el trabajo: la tendencia racionalista y la tendencia espiritualista. Estas son las dos piernas sobre las cuales la masonera progresa; avanza primero una, luego la otra, obran alternativamente una y otra tendencia, pero hay que recordar que las dos estn presentes desde su fundacin.

    Ciertas logias se han especializado en las disciplinas cientficas y racionales, desarrollando al mismo tiempo el escepticismo agnstico; este es el caso, por ejemplo, de las logias de los enciclopedistas, las cuales engendraron a los socialistas, dando as el impulso a las grandes revoluciones del siglo XIX. Esta

  • tendencia se concret en el Gran Oriente. Esta masonera poltica trabaja en el orden temporal.

    Otra familia de logias trabaja en el orden espiritual y religioso. Ellas cultivan el espritu gnstico y cabalstico. Despus de haber permanecido en silencio durante el perodo del anticlericalismo militante, las logias espiritualistas retomaron una gran importancia desde la estimulacin que le procuraron hombres como R. Gunon. Pensamos que en general, esta logia se concretiza en la Gran Logia de Francia y la Gran Logia Nacional Francesa. All es donde se elaboran las fuerzas de la Nueva Derecha y de la nueva gnosis.

    Organismo esencialmente pluralista , el orden masnico utiliza varias polticas a la vez. As puede adaptarse no solamente a las fluctuaciones imprevisibles de los acontecimientos y de la opinin pblica, sino tambin practicar el arte real, es decir, el arte del gobierno secreto, y pasar de una fase a la otra de la Gran Obra. Pasa de solve al coagula: de Emile Combes que dinamita el catolicismo, a Rene Gunon que construye el esoterismo trascendente. Recordemos que estas dos fases corresponden a las dos pretensiones distintas de Lucifer que son: hacer al Anticristo no solamente el rey del mundo, sino el pontfice universal.

    La fase poltica ha sido llevada a cabo por la masonera racionalista, jacobina, materialista, cientfica, anticlerical, socialista y atea, que ha accionado el ciclo revolucionario en sus etapas sucesivas: 1789-1830-1848-1871-1917. Las monarquas cristianas han sido reemplazadas por repblicas, y la repblica universal ha recibido las bases que no resta mas que consolidar.

    Al mismo tiempo, la masonera espiritualista se infiltr en la Iglesia donde organiz primero una red modernista y ms recientemente, una red gnstica. Esta doble red, orquestada por la misma mano, ha corrodo la jerarqua eclesistica, la cual ahora est reducida a la impotencia. La masonera ya no teme ninguna reaccin por parte de la iglesia oficial y conciliar. Ella se ha convertido en su auxiliar. Salvo un milagro de resurreccin, esta situacin es cannicamente irreversible, pues ya no hay ninguna instancia eclesistica que escape al control de la masonera. El concilio, el snodo, la curia, el cnclave y la Sede apostlica misma, todo est en sus manos.

  • La Repblica Universal se constituye y la Iglesia ya no puede oponrsele. Pero los objetivos del demonio todava no se logran. Primero hay que transformar la Repblica Universal en Imperio Sacro para que el Anticristo pueda ceirse la corona, largamente codiciada, de Rey del Mundo. Enseguida hay que reemplazar la Religin Catlica por la religin universal cuyo pontfice ser el Anticristo y Lucifer ser el dios:

    T que dijiste en tu corazn: Al cielo subir, sobre las estrellas de Dios levantar mi trono; me sentar en el Monte de la Asamblea, en lo ms recndito del Septentrin; subir a las alturas de las nubes; ser como el Altsimo. (Isaas XIV, 13-14).

    El socialismo absoluto y universal todava no ha sido completamente implementado, el rodillo compresor del sovietismo ateo todava no est en todas partes, el cual la masonera prepara, por impulso de los espiritualistas, con una fase gnstica para sacralizar el poder socialista y para esparcir, por la gnosis moderna, una verdadera religin luciferina.

    LOS DOS CUERPOS MSTICOS. Todos nosotros sabemos muy bien que pertenecemos al Cuerpo Mstico de Cristo y que estamos involucrados en los combates que se Le imponen, no solamente en el fuero interno, es decir, secretamente y a ttulo individual, sino tambin en EL FUERO EXTERNO, es decir, pblicamente y a ttulo colectivo. Debemos comprender la naturaleza, el origen y las finalidades del ejrcito del cual somos soldados por el sacramento de confirmacin. El miles Christi (soldado de Cristo) servir mejor la causa de su jefe si tiene un conocimiento ms exacto de la milicia de la cual forma parte.

    Las dos semillas originales, la semilla de la Mujer y la semilla de la serpiente, han proliferado prdigamente. Ellas han dado nacimiento a dos inmensos cuerpos msticos antagonistas que san Agustn defini como dos ciudades, la Ciudad de Dios y la ciudad de Satans, y que San Ignacio define como dos estandartes opuestos. El Magisterio romano le dio forma definitiva a esta importante doctrina:

    El gnero humano, despus de apartarse miserablemente de Dios, creador y dador de los bienes celestiales, por envidia del demonio, qued dividido en

  • dos campos contrarios, de los cuales el uno combate sin descanso por la verdad y la virtud, y el otro lucha por todo cuanto es contrario a la virtud y a la verdad. (Lon XIII, Humanum Genus).

    Estos dos campos enemigos son dos cuerpos que se comportan como dos gemelos inversos, de quien la humanidad est embarazada y los va a parir: toda la creacin gime y sufre de dolores de parto (Rom. VIII, 22). Los jefes de estos dos cuerpos, es decir, las cabezas de estas dos posteridades, son Cristo y el Anticristo. Cristo apareci antes que la Iglesia, l por lo tanto precedi a su Cuerpo Mstico, como es el caso para un nio que se presenta bien y est destinado a la vida. El Anticristo, al contrario, aparecer despus de su cuerpo mstico, vendr al ltimo, al fin de los tiempos, como un nio que se presenta mal y que muere despus de nacer. Durante todo el tiempo de su gestacin, estos cuerpos fueron invertidos. Son enemigos.

    Por qu dos cuerpos gemelos? Por qu este doble parto? No podemos dar ms que un principio de explicacin, pues la verdadera causa de esta dualidad se pierde en el misterio de iniquidad.

    En razn del desequilibrio provocado por la cada, la humanidad se ha multiplicado sin medida Multiplicar tus preeces (Gen. III, 16). El nmero final de los hombres venidos a la existencia ser, de hecho, muy superior que el necesario para formar el coro de los elegidos; no todos los hombres sern elegidos, se formar, en el curso de la historia terrestre, un desecho humano o dicho de otra manera, un cuerpo de rprobos. Es a este cuerpo de rprobos que le hemos dado el nombre de cuerpo mstico del anticristo, denominacin muy poco utilizada, hay que reconocerlo, pero que no es reprensible y s muy explicativa.

    Los dos cuerpos msticos antagonistas han sido representados, en el Calvario, por los dos ladrones, separados por la Persona de Nuestro Seor. El de la izquierda representa el hombre vil, del cual San Pablo nos pide despojarnos; el de la derecha representa al hombre nuevo del cual quiere que seamos revestidos.

    Si ahora, en lugar de considerar la Historia humana en su conjunto, miramos separadamente los perodos de los dos Testamentos, esto es lo que

  • observamos. Toda la historia del mundo antiguo ha sido condicionada por la formacin de la Persona fsica de NSJC. Todos los acontecimientos de este perodo, incluso los que parecen ms extranjeros, estaban subordinados a la formacin de esta persona fsica que fue de importancia universal. Es lo que quiere decir cuando se afirma que el Antiguo Testamento era carnal. Se trataba de llegar hasta la Encarnacin. Las oraciones de los Justos de la Antigua Ley, merecieron la venida de la Virgen Mara. Y las oraciones de la Virgen Mara, pues ellas fueron inmaculadas e intensas, merecieron la venida del Verbo Encarnado.

    El Nuevo Testamento es espiritual. Bajo el imperio de la Nueva Ley, la historia del mundo est condicionada por la constitucin del cuerpo espiritual, es decir, del Cuerpo Mstico de Nuestro Seor. El mundo es gobernado invisiblemente por NSJC de tal suerte que ningn acontecimiento se produce que no est subordinado a esta constitucin. La accin del demonio tambin contribuye de manera indirecta, pues Jesucristo posee el alto dominio sobre todas las cosas, incluso sobre el reino del prncipe de este mundo.

    Nosotros, que llegamos a las cercanas del fin de los tiempos, estamos destinados a combatir por la consumacin de la Iglesia, que es el Cuerpo Mstico de Nuestro Seor. Si Dios nos hace participar en este combate, es que ste es difcil. No hay que sorprendernos que hoy en da la Iglesia, su naturaleza, su existencia, su supervivencia, sean cuestionadas. Este es el combate de nuestra generacin. Esta es nuestra suerte. No es indiferente para nosotros, combatientes, saber para qu fase de la batalla estamos reservados: dar testimonio de la Divinidad de la Iglesia, Cuerpo Mstico de NSJC.

    FLUCTUACIONES DE LA BATALLA. Tenemos ahora una doble certeza: la existencia en esta tierra de dos ciudades antagonistas y la guerra entre estas dos ciudades. No se trata de una oposicin inmvil; hay una batalla. En el enfrentamiento de estos dos ejrcitos, constatamos que hay fluctuaciones, es decir, alternancia de avances y retiradas. Cuando el estandarte de Belial progresa, el de Cristo se bate en retirada. La Cristiandad retrocedi ante los estandartes de Mahoma. Despus la situacin se invirti y los Cruzados, retomando la ofensiva, fundaron el

  • reino Franco de Jerusaln y lo mantuvieron durante un siglo. Luego, de nuevo un gran impo, Lutero, le hizo sufrir una gran derrota a la Ciudad de Dios.

    Por qu Nuestro Seor acepta estas fluctuaciones y estas peridicas retiradas? Parecera ms lgico que Su avance fuera constante puesto que l es incomparablemente ms fuerte que Su adversario. Por qu modera l estas fuerzas hasta darle esta equivalencia con las de Belial?

    Sabemos que el Padre ha dado todo el juicio a su Hijo (Juan V, 22). Pero el Hijo es el Justo Juez. l es justo con toda creatura, incluso con el demonio. l le da, como a toda creatura, lo que le es debido. Como cuando el demonio hace tropezar a un hombre y lo conduce a transgredir la ley, l obtiene derechos sobre este hombre y lo hace su esclavo. El pecado nos hace esclavos de Satans, ensea el catecismo. El Justo Juez respeta los derechos que Satans adquiri sobre sus esclavos. Y cuando quiere liberarlos de su esclavitud, el Salvador paga un rescate: paga el precio de la redencin: este es el sentido de la palabra redencin. La redencin de los pecados del mundo es la Preciosa Sangre. La Sangre del Cordero inmolado es preciosa porque es una moneda irremplazable.

    Cuando la masa de pecados aumenta, la masa de derechos adquiridos por el demonio aumenta tambin y Cristo, que es Justo, permite al estandarte del demonio avanzar en territorio cristiano. La victoria actual de Satans sobre la Iglesia, tiene por causa primera la irreligin del hombre moderno. Pero entonces el Salvador sobreabunda en misericordia: donde abunda el pecado, la Gracia sobreabunda y de nuevo Vexilla Rgis prodeunt, los estandartes del Rey avanzan. Las fluctuaciones de la batalla provienen de esta lucha entre los esfuerzos de Satans para hacer caer a los hombres, y las larguezas de la misericordia divina: "mirifica nos misericordias tuas qui salvos facis sperantes in te". Nos maravilla Vuestra misericordia, Vos que salvis a los que esperan en Vos.

    Despus de cada victoria de Jess, el diablo redobla la energa para vengarse. Es as que le declar un da a San Martn, que l estara siempre sobre sus huellas y que tomara venganza de todas las derrotas que El apstol de las Galias le infringi. Y en efecto, podemos sealar que los dos grandes impos que el infierno suscit contra la Iglesia, Mahoma y Lutero, son ambos anti-

  • martn. Mahoma naci un 11 de noviembre en la fiesta de San Martn. En cuanto a Lutero, su nombre de pila era Martn. El diablo realiz la venganza que prometi.

    Pero si es as, parecera que Jess deja a Belial la iniciativa de las operaciones y que practica una estrategia de simple rplica. En realidad no es as. Durante el perodo que va de la cada a la Encarnacin, se podra decir que Belial reinaba pacficamente sobre el mundo. Este reino pacfico durara hasta el Advenimiento glorioso del Ungido del Seor, hora que tendra que regresar al abismo. Pero ha aqu que Cristo descendi a la tierra humildemente y de forma inesperada, como un buen general que ataca por sorpresa: Tu veniste para atormentarnos antes de tiempo, dijo un poseso a Jess. El vino, en efecto, conquistando, pues l es Rey por derecho de nacimiento, pero tambin lo es por derecho de conquista. Es evidente que esta conquista necesita una batalla. Y en eso NSJC es signo de contradiccin (Luc. II, 34), y vino a traer no la paz sino la espada (Mat. X, 34)

    Despus de la Encarnacin, la batalla ser feroz. Satans, comprendiendo que el fin de su principado terrenal est cerca y que le queda poco tiempo, desatar su energa. El enfrentamiento se intensificar. Y el mundo, cada vez ms, o todo bueno o todo malo hasta la separacin final de los dos cuerpos msticos, uno en la Jerusaln celestial, el otro en el estanque de fuego.

    Hoy no se puede ocultar que estamos inmersos en una fase de desbandada del ejrcito de Cristo. La aparicin del Anticristo ser entonces inminente? Muchos catlicos se plantean con razn esta pregunta.

    AYUDAR AL CIELO Muchos tradicionalistas, porque todava no han profundizado la lgica de su posicin, razonan diciendo ms o menos esto: Formemos proyectos, lancmonos a la accin, luego pidamos a Dios, por medio de la oracin, de darnos la victoria Tal razonamiento es muy comn pero es defectuoso, porque invierte el orden normal y no logra nada ms que hacer pasar su propio espritu antes del Espritu Santo. Por lo tanto, no puede inspirar una accin

  • correcta. En realidad, la Gracia nos precede siempre y nosotros no tenemos otra eleccin ms que corresponderla o rechazarla. Veamos esto partiendo de los principios. Respecto a la filosofa de la Historia, los no cristianos estn divididos en dos escuelas. Unos hacen coincidir el sentido de la Historia con el de las revoluciones; estamos en el sentido de la Historia cuando se tiene el espritu revolucionario. Los otros piensan que la Historia no tiene sentido; para ellos, sta se forja de edad en edad por los hombres fuertes que marcan los acontecimientos gracias a voluntad y poder; en su opinin, la Historia es radicalmente imprevisible; ella es lo que los hombres hacen de ella. El Cristianismo comporta una filosofa histrica completamente diferente. Vemoslo en grandes lneas. Durante el Antiguo Testamento, lo hemos visto, todos los acontecimientos del mundo convergan hacia la Encarnacin. Durante el Nuevo Testamento, los acontecimientos del mundo convergen hacia el Advenimiento de Majestad. Ese es el verdadero sentido de la Historia. El Reino es preparado para el Rey. Este es el plan providencial. Qu otra cosa le queda hacer al cristiano sino aportar su ayuda a la realizacin de este plan providencial? Como el plan no depende de l, solo puede hacerse dcil. Hay que corresponder a la Gracia, la cual nos previene en todo. Debemos ayudar al Cielo y no hacernos ayudar por el Cielo. Vemos cmo es falso el proverbio incansablemente repetido: Aydate que el Cielo te ayudar. Esta locucin no est sacada de la Sagrada Escritura, como se cree ordinariamente. Es Rabelais, el hombre de la botella-divina, que la introdujo en la literatura francesa bajo una forma ligeramente diferente: Aydate que Dios te ayudar. Es sintomtico que la asociacin liberal masnica que prepar la Revolucin de 1830, luchada en contra del ministerio Villle y que finalmente destron a Charles X, el ltimo rey consagrado, se haya llamado precisamente Asociacin Aydate que el Cielo te ayudar. Los revolucionarios no se equivocaron; ellos haban colocado su sociedad de pensamiento bajo esta mxima porque sta estimula el propio espritu: ella justifica la voluntad

  • propia, la actividad desordenada, insubordinada y revolucionaria. La mxima aydate que el Cielo te ayudar debe ser completamente desterrada de la argumentacin tradicionalista; ella solo puede llevar a graves errores de maniobra, es una mxima revolucionaria. Para reemplazar este mal proverbio, nuestro patrimonio nos propone otros dos. El primero: Actuar como si todo dependiera del hombre y orar como si todo dependiera de Dios. El segundo, que es atribuido a Santa Juana de Arco: EN NOMBRE DE DIOS, los hombres de armas combatirn pero es Dios quien dar la victoria. En este, sobre todo, la jerarqua entre la voluntad divina y la voluntad humana est bien respetada. Los militantes tradicionalistas, precisamente porque ello un da u otro sern llamados a la accin, deben persuadirse que nosotros debemos seguir la Gracia y no precederla. Por esta correspondencia ayudamos a Dios a realizar Sus designios sobre nosotros, pues Dios no nos salva sin nosotros; l desea hacerse ayudar, hacer de nosotros Sus servidores, es decir, Sus ministros. Para secundar la voluntad de Dios, hay que conocerla. Pero cmo conocerla? Es verdaderamente tan difcil? Cuando queremos hacer la voluntad de Dios sinceramente, llegamos a conocerla sin gran dificultad. Para que una accin sea conforme a la voluntad de Dios, es necesario que sta corresponda a nuestras competencias normales; no debe constituir para nosotros una extravagancia. La condicin exterior es que las circunstancias se presten igualmente, es necesario que seamos conducidos por los acontecimientos, es necesario que la accin contemplada no tenga nada de forzada, artificial, complicada, maquiavlica. Cuando estas dos condiciones interiores y exteriores estn reunidas, es que el Espritu Santo nos gua hacia esa empresa. Pero si no lo estn, entonces caemos en el activismo, la agitacin y el propio espritu. En el caso de crisis, cuando todo es efervescencia en nuestro entorno, el activismo nos acecha y hay que tener mucho cuidado de no ser arrastrados. Para eso, recurramos habitualmente a las ayudas de las que Dios nos rodea: nuestros santos patronos y nuestros ngeles guardianes; si obramos en unin constante con ellos, ellos nos harn producir los frutos de su espritu.

  • RECURRIR A LAS PROFECAS PRIVADAS. Las obras de Dios sobre la tierra parecen estar a punto de desaparecer: La Iglesia es Su Obra, y vemos que Ella parece estar desapareciendo, corroda por el pluralismo, que anuncia el sincretismo universal. La monarqua de derecho divino es Su Obra; pues le han cortado la cabeza. Permitir Dios que se destruyan todas sus obras terrestres? Estamos condenados a ser combatientes sin esperanza? Ciertamente que no, pues nosotros sabemos que Dios no hace un pueblo sin esperanzas . Nuestro espritu est entonces invenciblemente conducido a interrogar a las profecas sobrenaturales. Hay dos clases de profecas: las de la Revelacin Pblica y las de revelaciones privadas. Las profecas pblicas estn destinadas a todas las naciones y a todos los tiempos: ellas anuncian el Advenimiento de la Majestad, indicndonos las seales precursoras. Pero ellas tratan solamente de un futuro de gran amplitud en el cual distinguimos mal la suerte de Francia de hoy. Deseamos profecas ms detalladas y ms actuales. Este es el caso precisamente de las profecas privadas, las cuales nos dan esperanzas ms cercanas. Pero ellas constituyen un expediente voluminoso que debe ser objeto de una obra especializada. Nuestros enemigos tienen la costumbre de representarnos como espritus acartonados, inmovilizados en la esclerosis tradicional y nostlgicos de un pasado que irremediablemente se ha ido. Este es uno de sus falsos juicios. El hombre tradicional es, por el contrario, un hombre del futuro, un hombre de profecas porque es un hombre que busca no solamente su propia voluntad y sus sueos, sino la voluntad de Dios; por lo tanto, no desdea los profetas: "Et in prophetis meis nolite malignari" (Sal. CIV, 15) No hagis mal a Mis profetas.

  • Debemos retener la sntesis de las profecas privadas, es decir, sus grandes lneas. Ha aqu como podemos resumirlas: Antes de la aparicin gloriosa de NSJC para vencer al Anticristo, se producir sobre la tierra un acontecimiento prefigurativo de ste, una anticipacin premonitoria, anloga en su naturaleza pero menos grandiosa en sus dimensiones. Esta anticipacin premonitoria de la Segunda Venida constituir una tregua en la sucesin de pruebas que deben desembocar en el reino del Anticristo. Esta tregua tendr como objetivo el restaurar las fuerzas materiales y espirituales de la Iglesia antes de que lleguen las ltimas tribulaciones. Este episodio del TRIUNFO es comparable, en la vida terrestre de Nuestro Seor, a la Transfiguracin en el Monte Tabor: as como la Transfiguracin permiti a los apstoles que fueron testigos a no desesperar completamente despus de la muerte de Cristo y a conservar una esperanza, asimismo la restauracin de la Iglesia y de la Cristiandad dar a los contemporneos de la dictadura anticrstica, la paciencia de esperar el Advenimiento de Majestad con un resto de esperanza. Santa Margarita Mara revel la naturaleza profunda de estos tiempos de tregua, ya presentidos oscuramente desde la Edad Media, en lo que ella llam EL REINO DEL SAGRADO CORAZN. Las profecas privadas ms recientes llevan a pensar que el Reino del Gran Monarca y el Reino del Sagrado Corazn son una sola y misma cosa. Las profecas nos dicen tambin que llegar un momento en que todo parecer perdido. Pero la monarqua de derecho divino ser restaurada aunque por medios que escapan a toda previsin humana. La lgica cristiana se adhiere fcilmente a la esperanza de esta restauracin. Sabemos en efecto que Dios no deja sus obras sin completar. Ahora bien, la monarqua de derecho divino desapareci en la persona de Luis XVI, que muri como un cordero, pero ella reaparecer en la persona del Gran Monarca, como un len rugiente, en un acontecimiento triunfal. Las profecas privadas revelan muchas ms circunstancias que deben acompaar estos acontecimientos. Ellas son consistentes con las profecas pblicas sobre muchos de los puntos esenciales y en particular sobre el

  • carcter repentino del desencadenamiento: Cuando los hombres digan Paz, entonces sern sorprendidos por una ruina imprevisible (I Tes. V, 3) Resulta del examen de las profecas, que ni el restablecimiento de la monarqua ni el de la Iglesia, sern el resultado de nuestras intrigas polticas o cannicas. Sern milagrosas la una y la otra. Jess muestra la divinidad de Sus Obras resucitndolas. l prob su propia divinidad al resucitarse a S mismo. l probar la divinidad de las instituciones cristianas, tanto las temporales como las espirituales, resucitndolas.

    LA MANIOBRA DE SEUDO-REACCIN

    Ya hemos definido la seudo-reaccin. Es un movimiento poltico que tiene el lenguaje de la reaccin, que tiene las apariencias y el reclutamiento pero que en realidad, es suscitada para neutralizar la verdadera reaccin, para desviarla de su finalidad lgica y para conducirla hacia la impotencia, o mejor, hacia la represin. El pblico seudo-reaccionario es bien intencionado, sinceramente contrarrevolucionario, pero polticamente inculto, mientras que los dirigentes son hbiles maniobreros. Existe de manera permanente un movimiento seudo-reaccionario, apto para ser amplificado en caso de necesidad. Esta es una de las precauciones elementales de los republicanos y de los masones. La masonera es esencialmente pluralista. Mientras que ciertas logias elaboran, o ms bien impulsan las ideologas de tipo racionalista, cientfica, agnstica y materialista; otras logias, cultivando los elementos caballerescos que abundan en los rituales, favorecen doctrinas polticas reaccionarias para los profanos y en las cuales un cierto misticismo no est excluido. La masonera de derecha hace en estos momentos grandes esfuerzos para extender en el pblico, una doctrina de realeza-sagrada. Esta doctrina es particularmente elaborada y consistente en los discpulos de Julio Evola, pero tambin la vemos aparecer en otras partes.

  • Y he aqu sus grandes lneas. As como habra una tradicin universal y nica, y que habra tambin una mstica universal y nica, as habra un reino universal y nico. Y este reino es al mismo tiempo sagrado, es decir, sacerdotal. Todos los reyes de la historia humana han sido revestidos de esta realeza y han ejercido su cargo con ms o menos fidelidad: de aqu que haya buenos y malos reyes. Esta teora no conviene a los catlicos. Encontramos en efecto, en las Sagradas Escrituras, respecto a la realeza, una doble revelacin. Por principio la afirmacin de que el Mesas es Rey es incontestable. Pero hay otra afirmacin igualmente incontestable, y es que el Anticristo tambin es rey, l es Prncipe de este mundo. Es evidente que la naturaleza de los dos reinos no es la misma; ellos son antagonistas, irreconciliables, se excluyen uno a otro. Y los reyes de la historia, lejos de ser objeto de una sola realeza sagrada universal, son figuras, unos de Cristo (como Carlomagno, David o Ciro), los otros del Anticristo (como Antoco o Hitler o Stalin) Si ella est en discordancia con el cristianismo, la teora de la realeza sagrada universal conviene, al contrario, admirablemente a todos aquellos que, conscientemente o no, preparan los considerandos mstico-jurdicos gracias a los cuales el Anticristo lograr hacerse pasar por Cristo Rey. Esta teora en efecto, conviene doblemente al Anticristo: 1.- Si solo hay una sola y misma realeza universal, no ha lugar a distinguir entre la de Cristo y la del Anticristo, entre la del titular y la del usurpador. 2.- La realeza universal es igualmente sagrada y por lo tanto sacerdotal, ella conviene perfectamente a un Anticristo que, hemos visto, quiere hacerse a la vez rey y pontfice del mundo entero. Este neo-royalismo (que no dudamos en calificar de luciferino) se extiende rpidamente en los medios seudo-reaccionarios. Inspira toda una teora de la restauracin monrquica. Los masones preparan todo para que la restauracin, si se llega a producir, no se les escape. Ellos quieren encontrarse mezclados lo ms ntimamente posible.

  • Otra versin seudo reaccionaria est preparada, es la versin neo-nazi. Es tan ventajosa para ciertos jugadores, que ella justificara una intervencin revolucionaria violenta, sea interna e insurreccional, sea exterior y sovitica. Evitaremos una fase seudo-reaccionaria? Imposible evitarla. Se anuncia ya como poderosamente orquestada. La colocarn bajo el signo de la Unin Sagrada, a fin de atraer a ella numerosos efectivos. La unin sagrada, es la unin de los espiritualistas de cualquier religin para luchar contra la revolucin de los materialistas, de los ateos y de los marxistas. As se pensar que se le da un gran servicio a la causa del espritu, sin tomar en cuenta que nada es ms injurioso para Nuestro Seor que el ser rebajado al rango de un fundador de secta y puesto en igualdad con Belial. La unin sagrada, que hace estragos en la religin conciliar, contrista al Espritu Santo y Lo aleja, alejando al mismo tiempo la paz. No hay paz para los impos: "Non est pax impiis". (Isaas LVII, 21). El pequeo nmero de resistentes de los cuales habla Nuestra Seora de La Salette (es tiempo que salgis, vosotros pequeo nmero que veis) pueden juntarse en un pequeo bloque compacto para tomar a su cargo una maniobra salvadora, autntica y sana? Esto tambin es imposible, pues el pequeo nmero est diseminado. Nosotros conocemos bien la regla evanglica que se aplica cuando vienen las calamidades: Uno ser tomado, otro dejado. Habr elegidos por todas partes. La ciudadela de Sion es una plaza fuerte espiritual. Ellos se juntarn solamente cuando el cuerpo haya aparecido: All donde est el cuerpo (corpus), all se juntars las guilas (aquilae). (Mat. XXIV, 28). El cuerpo es el Gran Monarca del cual nos hablan las profecas.

    QUITAD LA PIEDRA! Las profecas privadas nos ensean la estrategia divina, si no en sus detalles, por lo menos a grandes lneas. Esta estrategia nos interesa en primer lugar porque nosotros debemos cooperar con ella y corresponder. Podemos notar dos fases esenciales en esta estrategia. Por principio habr que pasar por una

  • fase extrema de confusin donde todo parecer perdido. Luego todo ser salvado cuando un rey sea divinamente designado. Retomemos cada una de estas fases para comprender lo que exigirn de nosotros. 1.- Todo parecer perdido , nos dicen. Preguntmonos primero por qu todo parecer perdido? Indudablemente que esto no ser para los enemigos de la Iglesia y de Francia, los cuales, al contrario, triunfarn. Todo parecer perdido para los espritus fieles. Ellos vern desaparecer las esperanzas humanas en las cuales haban puesto su confianza. As pues, la situacin de desesperanza ser precedida por un perodo de lucha. Se puede pensar que este ltimo esfuerzo intentado con los medios humanos ser la obra de seudo-reaccionarios del momento, llevndose con ellos todo el conjunto de la reaccin. La mayor parte sern sinceros, por lo que hay que darles el beneficio del viejo adagio militar: En la guerra, la nica cosa infamante es la inaccin. Esto no impedir que su fracaso sea previsible y predicho. 2.- La designacin divina del Rey salvar todo. Esta designacin estar precedida de un milagro deslumbrante que ponga a la gente en condicin mental sobrenatural? Algunas profecas hacen alusin a ello. Pero lo que es importante estratgicamente, es la llegada de un rey para dirigir la fase de restauracin. Es evidente que, sin l, nada es posible, pues l tendr el oficio de salvador. Su designacin ser como la clave del pentagrama sobre la cual una nueva msica ser escrita. A falta de este cambio de clave, el poder de los impos seguir siendo lo que es ahora y nada ser cambiado. Es necesario que el paisaje poltico se ilumine con una nueva luz, que la luz del don de consejo haga lugar a la luz del don de sabidura. La sabidura viene: las discusiones cesan. La sabidura subyuga: cada quien ser puesto en su lugar y reinar el orden. Intil es, por lo tanto, esperar hacer una operacin victoriosa antes de esta designacin. Es por haberlo ignorado que los seudo-reaccionarios llegarn al todo parecer perdido. Qu podemos hacer nosotros para conjura resta prevista fase de desesperanza? Nosotros podemos atenuarla pero no podemos suprimirla.

  • Podemos atenuarla pues, si se nos predijo, es precisamente para que, por la oracin y la penitencia, podemos acortarla y aligerarla. Pero no podemos suprimirla totalmente porque lo merecemos en toda justicia. Estos son los dos puntos fuertes de la estrategia divina que las profecas privadas nos revelan. Del mismo modo podemos eliminar la hiptesis de un largo perodo de catacumbas. Estamos, por el contrario, puestos ante la necesidad de arrancar un milagro del Cielo. Las profecas privadas nos ensean, en suma, que el Cielo ya no se contenta con la defensiva y el combate en retiro. El Cielo contra-ataca y quiere hacernos participar en la operacin, cuando la seal sea dada. He aqu cules son las posiciones recprocas de la intervencin divina y del ministerio humano. Ya que se trata de la resurreccin de la monarqua de derecho divino, que es una institucin muerte, la podemos comparar vlidamente a la resurreccin de Lzaro. En este milagro de la resurreccin, Cmo se reparten la intervencin divina y el ministerio de los hombres? Jess oper lo que solo Dios puede realizar: l resucit al que estaba muerto. En cuanto a los hombres, ellos ejercieron dos veces su actividad: 1.- Antes de la resurreccin del muerto, Jess ordena a los asistentes de quitar la piedra. Este es un trabajo penoso que representa levantar un peso hipottico, esto significa el ministerio de splica sin el cual nada es posible. Este conviene a las almas serias, amantes de la verdad, humildes, fervientes y valientes. Este trabajo no conviene a los ambiciosos, intrigantes, a los activistas que no tienen suficiente calma y constancia en el espritu. 2.- Despus de la resurreccin, Jess ordena a sus amigos que estn all de desatar el cuerpo de Lzaro, pues estaba cubierto de vendajes. En este trabajo reside de nuevo la accin humana. Despus de la resurreccin de la institucin muerta, los hombres de accin tendrn mucho que hacer pues habr indudablemente muchos vendajes para desatar.

  • Actualmente, cuando la intervencin divina no ha llegado, estamos en la situacin de las vrgenes sabias (o prudentes, Mat. XXV, 1-13). Ellas tomaron la precaucin de poner aceite en sus lmparas. Este aceite es la esperanza que dan las profecas. Es por haber puesto este aceite de esperanza en sus lmparas que las vrgenes son prudentes y sabias. En medio de la noche, se escucha un grito: Viene el esposo. La noche es el todo parecer perdido. El grito es el del asombro popular ante el milagro. El esposo es el rey designado. Pongamos el aceite de la esperanza proftica en nuestras lmparas esperando a que Lzaro veni foras, Lzaro, sal fuera (Juan XI, 43).

    REFLEXIONES SOBRE LOS ENEMIGOS Y LA MANIOBRA.-LAS ENEMISTADES.TRES MINISTROS DE LUCIFER.LAS VIRTUDES ANTI-TEOLOGALESLA UBICUIDAD MASNICAASTUCIA Y VIOLENCIA.NEUTRALIZAR LA REACCIN.-LA CIUDADELA DE SIONLA DINMICA INTERNA DE LA INFRAESTRUCTURA REVOLUCIONARIA.LOS DOS CUERPOS MSTICOS.FLUCTUACIONES DE LA BATALLA.AYUDAR AL CIELORECURRIR A LAS PROFECAS PRIVADAS.LA MANIOBRA DE SEUDO-REACCINQUITAD LA PIEDRA!