receta del fray romano zago
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Receta parra el cáncer de todo tipo.TRANSCRIPT
RECETA DEL FRAY ROMANO ZAGO
PREVIENE Y CURA CUALQUIER CANCER (Recuerda no embarazadas)
INGREDIENTES:
A. ½ Kilo de miel pura.
B. -2 Brazos (grandes) ó 3 (pequeñas) de Sábila – 350 a 400 gr “Planta madura de 4 años”
C. -3 Cucharadas de (Coñac, Whisky, Tequila ó aguardiente) – 40 a 50 ml.
PREPARACION:
• Quitar polvo y espinas de la sábila y cortar en trozos.
• Batir los 3 elementos hasta formar una pasta viscosa.
• Refrigerar en recipiente oscuro (envase).
• No colar tomarlo con todo.
AL TRATARSE POR PRIMERA VEZ:
• Agitar el frasco antes de tomar.
• Tomar una cuchara sopera grande (3 al día); 15 a 30 minutos antes de cada comida.
• Tratarse por 10 días seguidos.
OBSERVACIONES:
• Si salen abscesos en la piel (erupciones cutáneas, vómitos, diarrea) es buen síntoma.
• Si en la primera toma no se obtienen resultados beber 4 veces más hasta la curación total, claro hacerlo pero después de haberse hecho los exámenes pertinentes, haber si el mal ha cedido.
ESTA RECETA CURA TODO TIPO DE CANCER ENTRE ELLOS PIEL, CEREBRO, PULMON,
PROSTATA, “LEUCEMIA”, ESCLEROSIS MANCHAS PIEL, DERMATITIS, ULCERAS Y
GASTRITIS, ESTREÑIMIENTO, COLITIS, CALCULOS RENALES, ACNE, PRESION ALTA SANGUINEA, DIABETES, ASMA, TOS, CIRROSIS HEPATICA, ARTRITIS Y MUCHAS MAS.
ALGO MUY IMPORTANTE:
+ Hay que hacerlo con mucha “FE”. "DIOS LOS BENDIGA"
TESTIMONIO DE SANACION DE LEUCEMIA CON LA SABILA:
ROSA ANGÉLICA
- Mi problema empezó a fines de Diciembre del año pasado, me trajeron de emergencia de la
ciudad de Tarapoto a Lima y me internaron en el Hospital de Enfermedades Neoplasicas,
totalmente descompensado, y me diagnosticaron Leucemia de Células Bellosas, cuando me
dieron de alta, una semana después, una vez estabilizado, mis niveles estaban muy por debajo
de los mínimos normales y con un 80% de células malas en la sangre, me empezaron a tratar
con quimioterapia y me tenia que aplicar una ampolla de Interferon tres veces por semana y
controles, primero cada semana y luego cada quince días, cada control, bajaba en 10% mas o
menos el nivel de células malas; mientras estaba en estos controles, me llegó por Internet la
formula de la terapia con medicina natural que consistía en Sabila, Miel de abejas y un poco de
Licor, para esto, me encontré en el hospital con dos amigas que seguían sus controles por que
habían estado con cancer y me comentaron que ya habían sanado y que también habían hecho
esta terapia con la sabila, aparte lógicamente, de la terapia medica normal que siguieron de
acuerdo a sus males, pero me recomendaron que lo haga de todas maneras, porque en ellas por
lo menos, habían habido buenos resultados; así es que, con estos datos, me decidí a hacer la
prueba, total, mal no me iba a hacer, preparé la dosis que recomendaban en la formula que
recibí por Internet y la seguí al pie de la letra por 10 días; cuando empecé con esta terapia
natural con sabila, ya tenía tres citas de control en el hospital y los niveles de las células malas
los tenia en 50%, osea que cada cita disminuían en un 10%; para la cuarta cita, después de 15
días y habiendo hecho el tratamiento natural, los análisis dieron como resultado,
0% de células malas y mis niveles en Hemoglobina, leucocitos, Plaquetas y otros, habían
ingresado dentro de los rangos normales, osea que estaba en camino a una franca recuperación,
a partir de este momento, mis niviles se mantubieron así hasta el momento en que me hicieron
otro tipo de quimioterapia que recomendaron los médicos, que consistía en aplicarme un
químico que es especifico para mi mal y se llama Cladribine, medicamento que no hay en el
Perú, felizmente los familiares que tengo en los Estados Unidos lo consiguieron y me lo enviaron,
esto fue a fines del mes de Abril, apenas llegó, me internaron y me aplicaron el químico durante
siete días seguidos y luego tendría que estar internado por lo menos un mes mas porque iba a
tener una descompensación dramática a consecuencia de la reacción a la medicina, después que
me aplicaron la medicina, estuvimos esperando la reacción una semana mas, pero como no se
presentaba la descompensación a los niveles que se esperaba, me dieron de alta por unos días
hasta que ocurriera, tuve que ir cada tres días a controlarme con análisis de sangre para
internarme apenas se viera la caída de mis niveles, pero a Dios gracias, esto no ocurrió así,
fueron pasando los días y mis niveles fueron subiendo hasta llegar otra vez a ser normales, por
lo que el internamiento quedo suspendido, esta reacción debería de durar unos tres meses, así
es que cada quince días me controlaba y todo iba bien, luego de pasado este tiempo, me
hicieron un análisis de medula y biopsia de hueso para ver exactamente si habían residuos de
células malas o de cancer, y el resultado que me dieron el 13 de Setiembre fue que estaba
totalmente sano, ya no tenia nada, mis niveles estaban totalmente normales y mi estado de
salud muy bien, ya se pueden imaginar lo contento que me puse y agradecido de Dios, de mi
familia y amigos que hicieron posible este resultado, sin ellos no hubiera sido posible, porque me
apoyaron todo el tiempo; pero aparte de todo esto, también creo que la terapia que hice con la
sabila me sirvió para que mi cuerpo tolerara tan bien el tratamiento y reaccionara hasta estar
totalmente sano, considero sí, que es indispensable ser muy metódico en todo el tratamiento
que se siga, tanto el natural como el medico, hacer al pie de la letra todas las recomendaciones
y sobre todo las dietas; esto también fue lo que me recomendaron mis amigas cuando
conversamos de esto, y miren, tengo para contarles un final feliz, ahora estoy haciendo planes
para mi vida; ojala que estas lineas le sirva de guia y aliciente a alguna persona que este
pasando por estas dificultades, lo deseo de todo corazón, Hay que tener mucha fe en que se va a
sanar, ser muy positivo, tener muchas ganas de saliradelante con la enfermedad y mucha fe en
Dios, que al final, es el que decide las cosas y que lo puede todo, porque si es su voluntad que
sanemos, así será, y si no, El, en su sabiduría divina sabrá porque hace las cosas y tomarlas con
mucha clama y resignación!
¿Quién es el Padre Romano Zago?
Romano Zago, de ascendencia italiana, nace el 11 de abril del 1932 en Brasil, en el actual
municipio de Progreso. Con sólo once años entra en el seminario Seráfico “San Francisco” de
Taquari donde termina sus estudios. Se hace novicio en el 1952. Estudia Filosofía en Daltro Filho
y Teología en Divinípolis, en el Mato Grosso. Se ordena como sacerdote en la Orden de los Frailes
Menores y muy pronto recibe el nombramiento como profesor en el seminario de Taquari donde
había iniciado sus estudios. En el 1971 consigue también el título de licenciado en Letras y
enseña Francés, Español, Portugués y Latín en diversos centros pertenecientes a su Orden. En
1991 es enviado a Israel, donde continúa su labor de enseñanza a los jóvenes.
Actualmente vive y trabaja en Brasil, a donde regresó al término de su misión en Tierra Santa.
Una bebida “extraordinaria
Es en Israel donde el Padre Romano realiza su descubrimiento. El Aloe vera, o Sábila, muy
abundante en la región, es la “materia prima” en la que concentra su atención en los momentos
de ocio. “Ya conocía la planta – declarará después el religioso – En Brasil, mi madre nos la daba
siempre como lenitivo, cuando de niños nos heríamos mientras jugábamos o para tantos otros
pequeños percances relacionados con daños físicos. Pero entonces no creía que una planta tan
menuda y difundida pudiese tener un poder curativo tan grande”.
Mezclando el jugo que se obtiene al batir las hojas de la planta con simple miel de abejas y
aguardiente, se consigue un compuesto con unas propiedades curativas extraordinarias. Sus
primeros “pacientes”, a quienes el Padre Romano da algunas dosis de la solución, son sus
conciudadanos cristianos, hebreos, y musulmanes, indistintamente. La investigación del Padre
Romano Zago se publica en la conocida revista “Tierra Santa” y en otras importantes
publicaciones especializadas. Así comienza la notoriedad para el monje franciscano y su elixir de
larga vida. A su regreso a Brasil en 1995, el Padre Romano Zago divulga ulteriormente su
fórmula, y empieza a dedicarse de forma continua a sus experimentaciones y al cuidado de los
enfermos más graves y desesperados. Convencido por las numerosas curaciones asombrosas,
recoge su experiencia en el libro “O cancer tem cura” (“Di cancro si può guarire” – “Es posible
sanar del cáncer”) edición italiana Adle ediziones, Padua), en el cual el Padre Romano expone
con sencillez y claridad la práctica de la cura de la “enfermedad del siglo” a través de su bebida
extraída del Aloe. “Si algunos se han curado valiéndose de este método simple y económico,
¿por qué non darles la misma oportunidad a más personas? Este es mi único objetivo”, explica
en su libro el Padre Romano Zago. En el volumen, entre otros capítulos dedicados a explicar la
fuerza del preparado, respondiendo también con precisión a algunas de las preguntas más
comunes que pueden surgir frente a las posibilidades revolucionarias del producto, destaca el
capítulo “Internacionalización de la fórmula”. En él se explica que la bebida a base de Aloe ha
recibido poco a poco gran acogida en muchos países, adquiriendo dignidad de tratamiento
completo contra graves enfermedades, y se recogen numerosísimos testimonios de personas
completamente curadas gracias a la ingestión de este líquido.
En 1998, el Padre Romano Zago autorizó a una industria brasileña a producir en su nombre el
compuesto a base de Aloe. Y fue entonces cuando comenzó la historia del “Aloe vera del Padre
Romano Zago” , bebida elaborada conforme a la fórmula original, y comercializada en muchos
países.
En él mismo año se creó la Fundación “Fray Romano Zago”, que además de ocuparse en tareas
humanitarias de ayuda a personas con dificultades y de solidariedad en general, realiza una
intensa actividad de difusión e investigación de las ventajas y de las propiedades curativas de
los productos naturales, entre lo que el Aloe ocupa, obviamente, un lugar de primer plano.
Cómo descubre la fórmula
“Honestamente no pretendo ser considerado como el creador o el inventor del método, ni mucho
menos presentarme como el pionero, o sea, como el primero que ha aplicado esta fórmula con
éxito. Eso no se correspondería con la realidad. Otros, mucho antes que yo, deberían atribuirse
legítimamente ese derecho”. (“Di cancro si può guarire” – “Es posible sanar del cáncer”
ediciones).
Con estas palabras, el Padre Romano Zago quiere resaltar el hecho de haber sido el principal
difusor, aunque no el inventor de la fórmula. En realidad, él la ha recogido de la sabiduría
popular, de la gente de las chabolas con quien él trabajaba y de las enseñanzas de otros padres
franciscanos, como el padre Arno Reckzigel, que fue Padre provincial durante su estancia en Rio
Grande do Sul.
El mérito del Padre Romano Zago, este humilde pero incansable fraile franciscano, es el de haber
perseguido, con gran determinación y constancia, la divulgación de la solución a base de aloe,
que él perfeccionó, primero a través de la suministración directa a la infinidad de personas que
acudían a él en busca de obtener al menos una esperanza de curación en el momento difícil de
la “enfermedad del siglo”, para ellas mismas o para sus familiares; y posteriormente con
diversas publicaciones que han dado notoriedad a la fórmula del Aloe vera del Padre Romano
Zago incluso en Occidente, entre las cuales “O cancer tem cura”, el libro editado en Italia por
Ediciones Adle de Padua con el título “Di cancro si può guarire” (“Es posible sanar del cáncer”) .
La justificación de los ingredientes
El éxito especial de la fórmula se debe a sus tres ingredientes: principalmente, el aloe, además
de la miel y el aguardiente. ¿Por qué se han elegido la miel y el aguardiente (o coñac, o brandy)
para acompañar las propiedades del aloe? “La explicación es simple” dirá el propio Padre
Romano. Y efectivamente es así. La miel, siempre que se trate de miel de abeja, natural y no
(demasiado) tratada, tiene la propiedad de transportar, de conducir, las sustancias curativas
contenidas en el jugo del aloe hasta los receptores más remotos de nuestro organismo,
consintiéndole ejercitar su acción benéfica.
Por su parte, el aguardiente efectúa una acción de vasodilatación, es decir, ensancha los vasos
sanguíneos facilitando la depuración general del organismo. La sangre puede así purificarse,
eliminando las sustancias patógenas. Por lo demás, el organismo humano no podría absorber
íntegramente el líquido viscoso y rico de propiedades, la aloína – que mana de la planta de aloe
cuando se le practica una incisión – sin disolverlo en un destilado.