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Grandes Aventuras en Lugares Peligrosos

PILOTO

MISIONEROLa Historia de cmo Dios

ha podido usar a un hombre,David Gates

por

Eileen E. Lantry


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INDICE

Prefacio .................................................................................. 4Capitulo 1 Secuestro! ..................................................... 7Capitulo 2 Un Tiempo para Recordar ............................ 16Capitulo 3 Vida en la Crcel .......................................... 23Capitulo 4 Pensando en Becky ....................................... 30Capitulo 5 Desafos en la Crcel .................................... 39Capitulo 6 La Nube se Comienza a Levantar ................ 48Capitulo 7 La Larga, Larga Noche .................................. 53Capitulo 8 En Casa Otra Vez! ....................................... 61Capitulo 9 ngeles a Su Lado ........................................ 65

Capitulo 10 Demasiado Estrs .......................................... 72Capitulo 11 Bajo una Nueva Administracin ................... 77Capitulo 12 El Nacimiento de GAMAS ........................... 86Capitulo 13 Desde Miami a Kaikan .................................. 92Capitulo 14 Davis Indian Industrial College ..................... 97Capitulo 15 Problema en la Oscuridad ........................... 107Capitulo 16 La Vida en un Pueblo de la Selva ............ 110Capitulo 17 El Ro Jordn se Abre .................................. 118Capitulo 18 Sorpresas y Enfermedad .............................. 128Capitulo 19 Dios Empuja Hacia Adelante ...................... 134Capitulo 20 Un Llamado al Sacrificio ............................. 138

Capitulo 21 Milagros de la Televisin ............................ 144Capitulo 22 Sin Lmites ................................................... 150Capitulo 23 El Len Ruge ................................................ 156Capitulo 24 Hay Algo Demasiado Difcil para el Seor? 159Capitulo 25 Dios Vuelve a Actuar .................................... 167Apndice Una conversacin con David Gates............... 179


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Creemos en Dios, sabemos que existe, vemos la obra de susmanos, y decimos confiar en l incondicionalmente. Entonces, porqu nos sorprendemos cuando hace maravillas en nuestras vidas?

MISIN PILOTO grita al mundo las grandes obras de Dios, ysu intervencin directa y notable en las vidas de David y Becky Gates.

Reconocers la mano milagrosa de Dios en la manipulacin de losrganos internos de David, para que funcionen cuando era un beb.Vers por qu Dios impresion a David cuando tena 8 aos a pedir auna muchacha especial que se casara con l cuando sea grande.Entenders por qu Dios salv a David de un accidente areo a losdiez aos de edad, y sentirs un escalofro cuando David siente unrevlver en su espalda cuando su avioneta fue asaltada. No tendrsdudas de que Dios eligi a David y Becky para un servicio especialcuando l los llam, prepar, condujo y gui para llevar a sus cincohijos a un pueblo de la selva , sin ningn r espaldo econm ico,

dependiendo totalmente de Dios.Para quienes hemos admirado a David a lo largo de los aos, este

libro confirma nuestro aprecio. La parte hermosa es que el final de lahistoria no se puede contar, porque todava no se la ha vivido.Mientras escribo esto, David, su amada Rebeca e hijos todava sirvenen las junglas de Amrica del Sur. Casi a diario Dios abre nuevoshorizontes con seales e intervenciones directas para la expansin desu trabajo misionero. Muchas historias vienen a continuacin queaumentarn tu amor a Dios y admiracin a una pareja misionera que


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con gozo elige esta forma de vida para honrar a Dios y servirlo enlugares peligrosos.

En este tiempo, cuando las cosas materiales absorben al mundo,encuentro refrescante saber y ver cmo Dios todava llama, equipa yenva misioneros que dependan completamente de l en el servicio. Tuvida ser bendecida y enriquecida por el dedicado servicio de la fami-lia Gates. As pues, con tu mente y espritu, nete a ellos en la vidasencilla de la selva, vuela por encima de vastos tramos de selvatropical, experimenta la proteccin de un ngel cuando los ladroneslos asaltaron en las ciudades, sabiendo que Dios tambin cuidar de ti.

Mientras ores por David, su familia y los indgenas de Amricadel Sur, cuenta tus bendiciones. Luego pregntate: Practico una vida

de contentamiento, de confianza constante en la direccin de Dios enla obra que Dios me ha llamado a hacer?

Israel Leito, PresidenteDivisin Interamericana de la IASD


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No se ve bien, profesor. La neblina ha cubierto las montaas.

David Gates, un piloto misionero americano de unos veinticinco aos,se inclin hacia adelante en la cabina del piloto de la avioneta Cessna 185Skywagon y observ el horizonte. Densas nubes se tendan en la parte baja

de la Sierra Madre al sur de Mxico.Debe haber llovido mucho todo el da, continu diciendo. Me temo

que la pequea pista de aterrizaje de nuestro hospital sea totalmente insegurapara aterrizar. Dijo con voz clara y precisa, con acento boliviano, almejicano de mayor edad que estaba sentado en el asiento del copiloto.

Cul es el problema, capitn?

La pista de aterrizaje est en un lugar bajo. Si la paja corta estcubierta con agua, la superficie se vuelve resbalosa como hielo. Inclusive auna baja velocidad de aterrizaje, los frenos se vuelven intiles. Perdera elcontrol de la avioneta y nos chocaramos contra un rbol. Con ms de diezaos de experiencia como piloto, David conoca el peligro que enfrentaban.Estaba tenso y rgido.

Entonces qu vamos a hacer? pregunt el profesor Chente.

Voy a volar bajo y sobrevolar el rea varias veces. Quizs podamosencontrar un lugar plano en un terreno ms alto. La avioneta comenz aperder altitud y cay debajo de las nubes.

All est. Seal a la izquierda. Los rayos del sol poniente resaltabanel campamento del hospital de la misin, el colegio y la escuela deenfermera. Apiados alrededor del permetro estaban las casas de los


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mdicos, enfermeras y otros trabajadores. Mira esa casita cerca de la pistade aterrizaje es all donde vive mi familia. Estoy seguro que Becky y laschicas estn mirando al cielo esperndonos. Como no terminaron de repararmi radio en el aeropuerto, no la puedo llamar. Volvi a sobrevolar el rea,bajando ms esta vez.

Justo lo que pensaba una sbana de agua sobre la paja corta. No nosvamos a atrever a aterrizar ah. Pero tambin es arriesgado dejar la avionetaen un zona desprotegida. El nico lugar seguro es dentro del hangar.

Es cierto, asinti el profesor, un supervisor de las escuelas de laIglesia Adventista del Sptimo Da. He escuchado que en los ltimos meseshan asaltado varias avionetas privadas.

El indicador de combustible muestra que estamos en la reservamnima, y ya casi est oscuro. Sin luces, tenemos que tomar una decisinahora.

La promesa bblica favorita de David pas por su mente. Fiel es el queos llama, el cual tambin lo har. Gracias, Seor, or en silencio. Por favoraydame a tomar la decisin correcta.

All est la carretera paralela al hospital. Est en lugar alto, seco ymuy rara vez se la usa a esta hora de la tarde. Sobrevol la escuela hastaque vio a alguien agitando la mano. Luego examin la carretera. No hayvehculos a la vista. Bajando hacia el suelo, aterriz y estacion la avionetaen un lugar amplio al lado de la carretera. Un maestro y un guardia deseguridad pronto llegaron en una camioneta.

Me alegra que no haya intentado aterrizar en la pista. Ha llovido todoel da, coment el guardia. Yo me quedar en la avioneta en la noche. Mepuede dejar cerrado.

Puedes salir cuando quieras, dijo David. Slo giras el botn.

Con temor en su voz, el guardia exclam: No, no, no quiero que nadie

sepa que puede entrar o salir. No hay nada seguro en este lugarRegresar temprano en la maana. Buenas noches, y que Dios te

acompae, dijo David.

Camin por la carretera de ripio a travs del brillante campo verde ymir cmo las montaas oscurecan a la distancia. Mientras se acercaba a lavereda de su casa, sus dos nias gritaron con gozo: Papito, has vuelto!.Carlos, de un ao se acerc tambaleante con sus piernas enclenques, con lasmanos estiradas. Llena de sonrisas, su amada y rubia esposa corri aencontrarse con el hombre que amaba.


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Ni un rey recibira una mejor bienvenida que esta, dijo gozoso Davidmientras abrazaba y besaba a cada uno. Becky se asegur que todos sedirigieran directo a la cena que estaba preparada sobre la mesa. Despus queDavid termin de orar, Becky sirvi a los nios y se sent junto a David.Ella le apret la mano y sonri.

El sonido de tu avioneta cuando est por aterrizar siempre meemociona, mientras elevo una oracin de gratitud a Dios.

Y yo siento un tipo de gozo celestial al estar sentado junto a ti,comiendo tu comida deliciosa y escuchando la conversacin de los chicos.Despus de todos los problemas que he enfrentado ahora, esto es paz.

Despus que terminaron de comer, Becky sugiri, Voy a recoger lamesa. Vamos a la sala para escuchar lo que papi hizo hoy. Los tres niostreparon a la falta de su padre, mirndolo con expectativa.

Procur una y otra vez, pero no consegu sacar la muela infectada deuna muchacha. Las races parece que eran curvas y se unan en las puntas.Puede que sea necesario romperle la mandbula. Cuando grit de dolor, lepromet regresar con un cirujano dentista. Su mirada de gratitud fue el mejorpago a las muchas paradas que hicimos hoy da.

Con simpata, la pequea Lina interrumpi: Me da pena que le duelatanto. Voy a orar para que Jess la cure.

Gracias, hijita. Me alegra que vayas a orar por ella. Continu David,el profesor y yo visitamos varias escuelas aisladas que necesitaban su ayuday estaban enfrentando problemas. Tenemos unas cuantas visitas ms paramaana. Debo comenzar temprano porque necesito combustible.

Veo que hay quienes se estn durmiendo, hizo notar Becky con unasonrisa. Es hora de ir a la cama. Aunque, debido a que los nios ven tanpoco a su padre, yo les dije que esperaran hasta que llegaras.

A las 6:00 a.m. de la maana siguiente una pareja de estudiantes de

secundaria tocaron a la puerta de entrada del hogar de los Gates.Capitn, hay soldados alrededor de su avioneta, y quieren ver sus

documentos.

No hay problema. Dganles que voy en seguida.

David se dirigi a Becky. Estoy seguro de que todos mi documentosestn en orden. Vamos a ver, dijo, contando con sus dedos. Tengo unacarta del presidente del pas que agradece a ADRA por el trabajo que hace,adems de mis credenciales de ADRA. Tengo permiso del director de la


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aviacin civil, uno de inmigracin y otro de la aduana. Todo lo que senecesita para manejar una avioneta est aqu en orden.

David se dio vuelta para salir por la puerta, luego se detuvo y volvidonde Becky. l brome: Oh, casi me olvido de besarte. En caso de que note vuelva a ver, quiero darte un beso. Brome, pero la abraz fuertementepor un momento. Becky dijo que no vea nada gracioso en eso. Luego sali yse encontr con el profesor. Con los estudiantes manejaron la camioneta dela escuela hasta el lugar donde haba dejado la avioneta.

Buenos das, caballeros, salud David a los soldados que estabanjunto a la avioneta. Entiendo que quieren ver mis documentos. Vern quetodo est en orden. El soldado a cargo, un capitn, tom los papeles, losmir con cuidado, y admiti que David estaba diciendo la verdad. Davidnot el marbete con su apellido: Gonzles.

Es usted el piloto que estuvo volando esta avioneta hace dos aos?pregunt el capitn Gonzles.

No, he estado volando esta avioneta desde hace un ao y medio. Elpiloto anterior se fue hace unos dos aos. Yo soy David Gates. El capitnGonzles pareci confundirse con su respuesta. Regresando a su camioneta,

los soldados se amontonaron y Gonzles habl por su radio. Luego lossoldados regresaron hacia David y el profesor. Tenemos que esperarinstrucciones, dijo el capitn. Por favor queden aqu.

Caballeros, tengo planificado hacer visitas urgentes a muchos puebloshoy da. Acabo de recibir un telegrama que dice que un hombre se estmuriendo y necesita ser evacuado. Tambin tengo deseos de ayudar a unachica con una muela infectada

Bien, usted no se puede mover hasta que el general d las rdenes.

David se sinti impaciente por la demora. l estaba inquieto y an-dabaalrededor de la avioneta mientras que los soldados esperaban y esperaban.Dirigindose al capitn, le pregunt: Han estado aqu toda la noche?

S, hemos estado.

Han cenado o desayunado?

No, nada, le respondi.

David cont a los soldados. Llam a uno de los estudiantes que estabacerca y le dijo: Por favor anda al hospital y trae diez bandejas de comidapara estos soldados. Estn con hambre. Los estudiantes se subieron a lacamioneta y se fueron.


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Poco despus regresaron con desayuno para cada uno de los die zsoldados. David hizo parar a una camioneta que pasaba y compr una cajade gaseosas. Alcanz una botella a cada uno de los hombres. Despus quecomieron y bebieron, el capitn Gonzles le sonri a David. Fue una buenacomida. Muchas gracias, dijo.

Por fin los soldados escucharon la voz del general por la radio.Corriendo a su camioneta, escucharon unos momentos y luego regresaroncon el mensaje: El comandante en jefe quiere que vuele a una pistaespecial. David reconoci el nombre del lugar.

Pero esa es una pista abandonada, dijo

All l se encontrar con nosotros.

Un sentimiento de pavor invadi a David, y comenz a sudar. rdenesde aterrizar en una pista abandonada rodeado por soldados armados! Algopareca estar tremendamente mal.

Seor, prefiero aterrizar en la pista comercial que queda slo a cincomillas de all. No hay ninguna razn para que vaya a ese lugar. Usted sabeque todo est en orden, as que no hay problemas.

Va a estar de regreso inmediatamente. Slo ser una corta parada paraque el general verifique sus papeles. David no crey al capitn. Sintindosems incmodo cada minuto, continu resistindose.

Finalmente, un soldado puso su revolver en la espalda de David y leorden: Suba a la avioneta.

l saba que no tena alternativa. Discutir no funcionara. El capitn yotro soldado subieron a la parte posterior de la avioneta, y el profesor yDavid subieron adelante.

Yo tengo una costumbre, dijo David, mirando a los soldados queestaban en la parte de atrs. Antes de cada vuelo oro al Dios del cielopidindole su proteccin. Podran quitarse la gorra y cerrar sus ojos. Ellos

consintieron mientras David oraba, Mi Padre celestial, pedimos tubendicin para cada uno de los soldados, para el profesor y para mi. Porfavor protgenos del peligro y del mal con tus santos ngeles. Te agradezcoen el nombre de Jess. Amn.

David despeg de la carretera lleno de aprehensin. Debido a que habasacado la radio de dos metros para hacerla arreglar, no tena ma-nera parainformar a nadie de sus circunstancias o de su destino. Hubiera dado todopor hablar con Becky.


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Mientras volaban, decidi actuar como si se estuviera comunicando porradio. Poniendo el micrfono en la boca, se hizo el que llamaba a la oficinade la asociacin. Por favor avisen a Ciudad de Mxico de inmediato de quenos estamos dirigiendo a un aeropuerto abando-nado. Puede ser que hayaciertos problemas con los documentos. Enven un abogado de inmediato paratratar el asunto

El capitn Gonzles, que estaba sentado detrs de David, escuch cadapalabra. l no saba que David estaba hablando a travs de una radioinexistente. David termin con: Roger, roger, s, vamos a estar aterrizandoen pocos minutos. Por favor enven a un asesor legal de inmediato.

Todava dudoso de aterrizar en una pista abandonada, David se dirigial capitn: Voy a aterrizar en la pista comercial.

No, no, no puede. Tengo rdenes del general de que debe aterrizarcomo l lo ha instruido.

Pero usted me dijo que estar regresando dentro de pocos minutos.Necesito combustible porque no voy a tener suficiente.

No," dijo con firmeza, las rdenes son de que aterrice donde elgeneral dijo. Entonces me tendr que matar, porque estoy ate-rrizando enla otra pista. El capitn Gonzles comenz a actuar extremadamentenervioso.

En tierra, en el aeropuerto comercial, David llen el tanque congasolina. Escuch la voz del general que gritaba a travs de la radio que elcapitn tena en la mano. Por qu lo dejaste aterrizar all? gritaba la vozcon enojo.

El piloto se neg a obedecer, dijo que necesitaba combustible, explicGonzlez.

David habl calmadamente con el operador de los taxis en elaeropuerto. Esccheme con cuidado. Estoy siendo asaltado. Llame a mi

esposa o a alguien del hospital de la misin. Dgales que creo que estar enla base de la fuerza area. l se senta seguro de que alguien procuraraencontrarlo o hara contacto con las personas correctas.

Con los cuatro hombres de vuelta en la avioneta, David despeg y volhacia la pista abandonada. Ni bien aterrizaron, David sinti una oleada deemociones crecientes. Uno de los soldad os le orden con cort esa:Disculpe, salga de la avioneta y prese aqu. Por favor ponga las manosatrs de la espalda mientras lo esposo. Por favor qudese contra la paredmientras le vendo los ojos. Luego David escuch otra orden. Pnganles unarma en la espalda. Si se mueven, los matan.


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Esto es rea l? pens. Mientras estaba perfectamente quieto, podaescuchar a los soldados que ruidosamente saqueaban la avioneta. Pocodespus, colocaron a David y el profesor en la parte de atrs de unacamioneta. Conocedor de las carreteras de la zona, David poda sentir losgiros en la ruta que los llevaban a la base de la fuerza area. l pens enJuan el Bautista, de quien se dice en la Biblia: Este vino por testimonio,para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por l (Juan1:7). Por favor, Dios, or, cualquier cosa que est por suceder, permanece

junto a mi y aydame a testificar de ti.La camioneta se par, y los soldados los condujeron rpidamente,

todava con los ojos vendados, a lo largo de pasillos largos y estrechos conpuertas bajas. Temeroso de golpearse la cabeza, David se agachaba lo msque poda. Finalmente entraron a una sala.

Sintense, les orden la ruda voz de un interrogador. Despus de unospocos minutos los guardias llevaron al profesor a otra sala mientras David sequed. De inmediato comenz un interrogatorio. Por una hora los soldadoslo interrogaron, y luego pusieron a David en la otra sala mientrasinterrogaban al profesor por una hora. El ciclo se repiti varias veces. Davidpensaba para si: Esto es parte de un plan bien hecho.

Asombrado por las tantas preguntas irrelevantes, David responda concuidado, pidiendo a Dios sabidura.

Todos ustedes son buena gente, no?

S, somos.

No hara nada ilegal, verdad?

Por supuesto que no.

Pero estuvo distribuyendo Biblias.

Sabiendo que la ley prohiba a los extranjeros la distribucin de Biblias,David nunca lo haba hecho, as que respondi: No, no lo he hecho. Soy

un enfermero con licencia. Hago obra mdica.Anota que ha distribuido Biblias.

Si usted pone eso, yo no voy a firmar su documento.

Est bien, tchalo.

Las mutuas concesiones de la interrogacin duraron todo el da.Finalmente el capitn Gonzles par todo. Su voz sonaba amable. Sabenque estos hombres no han comido. Ellos nos dieron un buen desayuno estamaana. Lo menos que podemos hacer es darles una comida. Trae al otro.


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Scales las vendas de los ojos y espsenlos con las manos al frente. Lespuedo traer sndwich de pollo?

El profesor respondi: S, gracias.

David aadi, no quiero parecer escogedor, pero, no se molestara sime trae un sndwich de huevo?

De ninguna manera. Trae un sndwich de pollo para l, y al piloto daleun sndwich de huevo.

Despus de unas pocas mordidas al sndwich, David record el papelitoque tena en su bolsillo con una lista de informacin de contacto de amigos ylderes de la iglesia. Con letras menudas estaban escritos nombres, nmerostelefnicos y direcciones. En manos incorrectas la informacin podra sermalusada. No quera que ningn oficial de la iglesia fuera arrestado concargos falsos.

Qu debo hacer? Necesito sabidura, Dios, pens. Una idea se le vino ala cabeza. Los soldados estaban hablando suavemente entre s. Llevando lasdos manos esposadas a su bolsillo, sac el papelito, lo meti a su sndwichde huevo y lo comi. Despus de masticar bien el sndwich duro, se sintialiviado.

Cuando terminaron de comer, nuevamente con los ojos vendados y lasmanos esposadas en la espalda, el profesor fue llevado de vuelta a la sala deinterrogacin. El ciclo de una hora de interrogacin volvi a comenzar.Avanzada la tarde, David pudo escuchar por primera vez las respuestas delprofesor. Alguien haba dejado entreabierta accidentalmente una puerta.

Apenas conozco al Capitn Gates. Hace unos pocos das que nosconocimos. No s lo que hace.

David se retorci. El profesor y l haban trabajado juntos desde queDavid haba comenzado su trabajo como piloto de la misin. De manera quese est doblegando por temor y necesita nimo, pens David.

Cuando los soldados llevaron a David para hacerle ms preguntas, l ledijo al profesor. Tiene que decir la verdad. Si comienza a doblar la verdad,Dios no lo puede proteger. Si se dan cuenta que est diciendo algo falso,usted se va a lastimar. Sabemos que hay ngeles alrededor nuestro. Lossoldados no nos pueden tocar sin el permiso de Dios. Es cierto que ahoraparecemos ser prisioneros, pero la verdad es que ellos son los prisioneros yslo pueden hacer lo que Dios les permita hacer. Por favor no tenga temor dedecir la verdad.


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El profesor volvi la cabeza hacia los interrogadores y dijo: Lo siento,deb decirles la verdad. Trabajo con David Gates y lo conozco bien. Por casidos aos hemos hecho todo juntos. Por favor corrija mi declaracin. Measust. El capitn Gonzles lo tach todo.

Luego les sacaron las vendas de los ojos. David vio que un secretariohaba mecanografiado unas veinte pginas en una vieja mquina de escribir.Nada de lo que los soldados decan dio a David una clave del porqu delarresto.

Lalo y firme, dijo el capitn.

David y el profesor hicieron como les fue ordenado. Luego, nuevamentevendados, fueron conducidos por los soldados a la parte posterior de unacamioneta. David imagin que realizaran un viaje largo por las montaashasta la crcel. l se poda dar cuenta cuando pasaban por el pueblo por losruidos que los rodeaban. A unas pocas mi-llas de distancia, su preciosaesposa y las dos nias, Lina y Katrina, y Carlos, su hijo recientementeadoptado, lo esperaban. Ahora saba cmo se sinti Jos cuando loscomerciantes que lo llevaban a Egipto pasaron por las colinas donde viva supadre Jacob. Por qu haba permitido Dios esto cuando David haba orado

pidiendo sabidura y direccin? Tena l un plan al enviarlo a un lugarextrao como un testigo ante personas que no conocan a Dios, as comohaba enviado a Jos?

Confundido y solitario, David ansiaba estar con su familia. Su corazncomenz a quebrantarse. Los volvera a ver?


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La lluvia caa sobre David y el profesor mientras se apretujaban contrala cabina. La carretera serpenteante y los cambios largos de la caja de lacamioneta, le dijeron a David que estaban comenzando un viaje por lasmontaas. l haba salido esa maana de su casa con una camisa mangacorta y sin saco. Poda sentir el viento fro claramente en sus huesos ycomenz a temblar.

Se lo ve con fro, Capitn, dijo el guardia.

S, tengo un poco.

Sacndose el saco, el soldado lo coloc encima del cuerpo de David ydijo con una voz amable, Tenga mi saco. Se puede quedar con l.

Muchas gracias, dijo David en voz alta. Silenciosamente or: Seor,estos actos de bondad que nos hayan dado de comer, que este joven mehaya dado su saco me dicen que t ests al mando. Por favor damediscernimiento para mostrar pequeos actos de bondad a la gente queencuentre en malas condiciones en este viaje.

Con los ojos vendados, a saltos a lo largo de la serpenteante ca-rreterade la montaa aquella noche, David tuvo tiempo para pensar. No menecesito preocupar por lo que venga. l pondra esto en las manos de Dios.En la oscuridad y el fro su mente se concentr en su amada Becky. Los aosdesaparecieron mientras evocaba preciosos recuerdos.


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David record lo que sus padres le haban contado del milagro que Diosrealiz para salvarlo cuando era un beb. Nacido con atresia intestinal y malarotacin (intestinos que se cierran intermitentemente y el apndice al ladoizquierdo), David no tena peristaltismo no haba accin nerviosa quemoviera el bolo alimenticio. El mdico se acerc a su madre, Meraldine,quien pa ra en tonces era una instructora de enfermera en WashingtonMissionary College [Universidad Misionera de Washington] en Maryland (elpadre de David, Richard, estaba estudiando en el seminario que quedaba

cerca) y dijo,Seora Gates, su hijo primognito va a morir. No tiene posibilidades

de vivir, aunque hemos probado hacerle una ciruga restaurativa.

Durante las primeras tres semanas de vida de David, el mdico lo oper tresveces. El mdico procur reparar los pequeos intestinos, pero eso nofuncion. Despus sac una gran seccin de intestinos, pero tampoco fue lacura. En el tercer intento, alter parte del estmago de David, haciendo unaconexin especial para ver si la gravedad hara que la comida se movierahacia abajo. Nada pareci ayudar al beb, y ningn alimento pas por susintestinos aquellas tres primeras semanas de vida.

Lo sentimos, pero no podemos hacer nada ms, dijo el mdico contristeza. Su hijo va a morir.

Con fe los padres de Davidpidieron al Dr. Leslie Hardingeque ungiera a su beb. Al cabo deveinticuatro horas una enfermeracomenz a e scuchar ru idosintestinales por primera vez. Elmdico pidi que se tomara unaradiografa del abdomen del beb.

A s o m b r a d o , e l m d i c o

declar:El apndice est ahora en laposicin correcta. Los intestinosp a r e c e n e s t a r f u n c i o n a n d onormalmente, aunque el bebnaci sin un sistema peristlticonervioso que funcionase. Ese mdico agnstico, continu: Si hay un Dios,ha salvado la vida de este beb. Estoy seguro de que debe tener grandesplanes para l.


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David, de slo un ao de edad cuando sus padres lo llevaron a la selvade Bolivia, creci hablando castellano. Su padre , un pastor y pi lotomisionero, llev a la familia desde la selva baja para visitar la ciudad de LaPaz cuando David tena tres aos. Los 3,800 metros de altitud hicieron sentirmal al muchacho. Todava recuerda la primera vez que mir a una bonitania rubia. La mam de la nia le dijo: David, esta es nuestra hija de seisaos, Becky Sue.

Becky sac juegos y rompecabezas, pero antes de que jugaran, ella ledijo con una sonrisa: Te molestara si te peino tu cabello despeinado? Suatencin maternal lo hizo sentirse mejor.

Ms tarde ella sugiri: Pintemos con los dedos. Podemos pintar lasmontaas cubiertas con nieve que vemos por la ventana. Llena de todo tipode ideas, ella lo mantuvo ocupado hasta que olvid su dolor de cabeza ynuseas.

El pap de Becky, Monroe Dale Duerksen, tesorero de la MisinBoliviana de los Adventistas del Sptimo Da, con frecuencia visitaba las

bajas tierras de la selva, dondeDavid viva. Ocasionalmente l traa

consigo a su familia. Caminandodescalzos por la selva, recolectabanflores y cogan mariposas coloridasy raros escarabajos. Algunas vecestrabajaban juntos en proyectos depintura de nmeros.

Necesitamos ganar dineropara comprar helados y chicles.Tienes alguna idea? preguntDavid un da.

Pintemos cada uno un cuadro

de Jojo, mi lindo mono, sugiriBecky. Eso les tom mucho tiempoporque Jojo no se quedaba sentadoq ui e t o p ar a p os a r . Cuandoterminaron, David dijo:

Me gustan nuestros cuadrosde tu mono mascota. Tengo una

idea. Busquemos tapas de latas, hagmosle huecos y coloqumosles pitas enlos huecos para hacer un marco. Peguemos nuestros cuadros del mono y lomejor de nuestras pinturas de nmeros y los vendemos. Los pequeos


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empresarios encontraron muchos compradores al llegar a las casas delpueblo.

Las familias Gates y Duerksen cierta vez viajaron juntas en la lancha dela misin, detenindose para atender a los enfermos de cada pueblo. Davidrecuerda haber pasado su quinto cumpleaos en ese viaje. Cuando crecieronun poco, a David y Becky les encantaba ir a pescar en el arco de la lancha. Al le encantaba escuchar rer a Becky cuando tiraban de regreso al agua lospeces y los vean desaparecer nadando.

Construyamos una casa en un rbol, sugiri David un da.

Pero no podemos trepar el tronco tan alto, objet Becky.

No, pero traigamos el rbol abajo hacia nosotros y hagamos una casaen las ramas. Yo s cmo usar un hacha y un machete. Teniendo a millonesde rboles que conforman la selva boliviana, la prdida de uno noincomodaba a los pequeos constructores. Durante tres das hachearon hastaque cay. Descalzos, les fue fcil trepar el tronco horizontal para hacer unaacogedora casa en el rbol. Pero cuando las hojas se secaron, se dieroncuenta que su casa era menos atractiva y se dedicaron a otras aventuras.

La Misin compr una propiedad en los llanos, y las dos familiasparticiparon en la creacin de una hacienda ganadera. En ese lugar losestudiantes locales podan trabajar durante un ao para ganar dinero paraasistir a la escuela. La familia de Becky viva en una casa pequea. Cuandola familia de David iba de visita, todos los nios tenan que dormir en undormitorio.

Qu bueno! dijo Becky entre risitas. Podemos contar historias ydivertirnos antes de dormir.

Esa noche David durmi en una hamaca colgada encima de Becky. Conel pie, ella empujaba la hamaca, mecindolo para que se durmiera. Derepente David se mare y vomit. Becky se hizo la dormida, temiendo seracusada de marearlo.

Cuando David tuvo ocho aos, anunci a Becky: Cuando sea grandeme voy a casar contigo.

Verdad? Est bien, me va a gustar casarme contigo cuando seamos losuficientemente grandes, respondi la nia de once aos.

Decidiendo que necesitaba dar a Becky un regalo de compromiso,David llev sus ahorros a una tienda en el pequeo pueblo de Santa Ana.Quiero comprar un frasco de perfume.


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Quieres perfume? Ya tienes corteja? [forma del oriente bolivianopara decir enamorada] pregunt la ventera.

En cierto modo, respondi de manera prctica.

Complacido con su compra, dio a Becky el bonito frasquito. Pocos dasdespus, Jimmy, el hermano de Becky se acerc a David. Sabes lo queBecky hace con ese perfume que le diste? Se lo pone a su mono despus quelo baa.

David se sinti desconsolado ella estaba usando su regalo decompromiso en un mono. l no entenda a las chicas, como tampocoentenda que ese mono era muy, muy especial para Becky. Por siete aos lohaba llevado a todas partes con ella, lo vesta y lo quera mucho. Todos losviernes despus de baarse, baaba a Jojo. Cuando se pona perfume, lepona tambin a l.

Cuando Becky cumpli treceaos, sus padres regresaron a losEstados Unidos para que su padreestudiara en La Sierra University[Universidad de La Sierra] en

California. Durante sus aos desecundaria, Becky anduvo decolegio en colegio en Louisiana,Arkansas, Kentucky y Tennessee.David y Becky no se vieron pormuchos aos. David nunca supoque Becky no haba rechazado elperfume regalo de su amor. Muchos aos despus l conoci sus motivos.Ella haba compartido su preciado regalo con el animal que tanto amaba.

La familia de David sali de Amrica del Sur y se dirigi a AndrewsUniversity [Universidad Andrews] en Michiga n a sus once aos.

Posteriormente, vivieron por diez aos en Collegedale, Tennessee. Davidrecuerda la emocin que sinti cuando volvi a ver a Becky. Pero el tiempoy las circunstancias los haban cambiado, y l comenz a sentirse incmodo.Querra ella, una estudiante de Southern Missionary College, [UniversidadMisionera del Sur] tener algo con un chico de secundaria?

En su corazn, Becky saba que todava tena sentimientos hacia David.Cada ao para su cumpleaos, ella pensaba en l y en su lejana promesamutua. Se uniran alguna vez?


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Un sbado, la familia Gates, que viva cerca de la universidad, invit aBecky y a su compaera de pieza, Joy, a comer. Despus de comer, Davidsugiri, Tengo que ordear una vaca. Les gustara venir conmigo, chicas?

Mientras caminaban al establo David le dijo a Joy, Tu cabello rubio ylargo es muy hermoso. Becky sinti una punzada de celos y pens, Se estfijando en ella y no en mi! En ese instante decidi dejarse crecer el cabello.

Ni David ni Becky mencionaron alguna vez la promesa de la niez. Las

diferencias en edad y en educacin parecan abrumadoras, y cada unoenamoraba con alguien.

Sintindose enfermo del corazn, David lleg a la conclusin de quenunca ms tendra la oportunidad de casarse con ella.

Es cierto, cuando solan encontrarse, siempre se hablaban brevementecomo amigos. Pero, an mientras hablaban, Becky pensaba, Es tan slo unmuchacho y no tiene inters en m ahora. Y David pensaba que erademasiado joven para ella. Pareca ser el final de aquellos sueos de la niez.

De repente, las ilusiones placenteras de David llegaron a una paradaabrupta mientras la camioneta frenaba y se detena. Escuch el crujido deuna reja y se dio cuenta de que haban llegado a la crcel. El capitnGonzles les sac las vendas de los ojos y les orden ir con l. David mir sureloj. Tres de la maana! Los hombres hablaban mientras caminaban comosi fuesen amigos. El guardia de la crcel los salud cuando entraron.

Tengo dos presos para ti, le dijo. Ponlos en la celda A, all, pero noquiero que cierres la puerta de la celda.

Capitn, qu dijo? Son presos, y dice que no quiere que asegure lapuerta de la celda?

No, estos caballeros no se van a escapar. Y tambin quiero que dejes lapuerta abierta. Es una orden. Entendido?

S, seor!

Mientras el capitn sala, dijo: Buenas noches, caballeros.

El guardia se acerc a David y al profesor.

He estado trabajando aqu por mucho tiempo, dijo, y nunca he tenidoun preso a quien no encerr. Esto es raro! Pero djenme decirles algo. Novayan a poner un pie fuera de esa puerta, porque los matar.

Al acostarse en sus catres, David se volvi hacia el profesor. Ese es eltercer acto de bondad desde nuestro arresto, dijo. No ser que lasacciones del capitn significan que somos presos, pero que realmente no lo


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somos? Con seguridad que la mano de Dios est detrs de esto. No loentiendo ahora, pero tengo confianza. l nos llam, l es fiel, y podemosconfiar en l. A su tiempo l lo har.


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David y el profesor estuvieron dos das en la celda. Para pasar el tiempo

compartan promesas bblicas. Estaba Dios dndoles un respiro parafortalecerlos para lo que estaba por delante, o, como Juan el Bautista,estaban en la crcel para prepararlos para dar testimonio de la Luz (Juan1:8)?

Va a ser interesante ver cmo Dios obra para bien de aquellos que leaman, los que conforme a su propsito son llamados, dijo David.

Al tercer da el guardia orden: Vengan conmigo.

La camioneta los llev al pueblo cercano, a la oficina del abogado deldistrito. En la sala de audiencias, varios secretarios estaban escribiendo ensus mquinas. Un oficial se par y comenz a leer los cargos contra David y

el profesor. Slo entonces se enteraron de la razn del asalto.Tienen cargos de varios crmenes involucrados con el uso de la

avioneta. David escuch una larga lista de actividades ilegales al parecer,todo en lo que podan pensar. Ustedes, presos, estn acusados de todo esto,dijo el portavoz.

David saba que nunca haba manejado la avioneta ilegalmente. Pero elhombre a cargo de la audiencia no les dio oportunidad de hacer unadeclaracin. David pens, Parece que estos oficiales del gobierno planean


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estar a corta distancia disparndonos una escopeta disparando a la veztiros, balas y proyectiles.

Tenemos un testigo que testifica que los cargos son ciertos. Davidescuch el nombre del hombre que tambin era un preso. l est dispuestoa testificar en contra de ustedes.

Llvenlos a la crcel, grit el oficial.

David record el nombre del testigo y pens para s, Cuando lleguemosa la crcel, voy a confrontar a ese hombre. Voy a averiguar por qu deciditestificar sobre algo totalmente falso.

De regreso en la camioneta, David vio que los estaban llevando a lacrcel federal. Al entrar en la crcel, David volvi a decidir, Tengo queencontrar al hombre que me acus falsamente. El guardia cerr la reja ytom sus huellas digitales. Desde ese momento, el pensamiento deconfrontar a su acusador desapareci de la mente de David.

Los guardias llevaron a David y al profesor a la crcel interna.Inmediatamente una multitud de otros prisioneros los rodearon. As queustedes son los grandes criminales! les gritaron.

Qu quieren decir? pregunt David.

En sus manos tenan los ltimos peridicos. Los titulares de la primerapgina decan: Sospechas de que el Hospital Adventista del Sptimo DaUsa Doctores, Enfermeras y una Avioneta para Actividades Ilegales.Entrenan a Estudiantes Enfermeras para Cometer Crmenes. Lderes de laRed estn Arrestados.

David vio que se trataba de una maniobra poltica para traer deshonra ala iglesia de Dios. l se dirigi a los presos y les dijo, Ustedes creen entodo lo que leen en la primera pgina del peridico? Alguien ha mentido. Laverdad es que somos misioneros de la iglesia.

No, no son. Nosotros sabemos que ustedes tienen plata. Los vemosbien vestidos, lo que prueba que tienen plata como todos los criminales.

No, no tenemos plata.

S, tienen. Ustedes deben tener mucha plata.

Lo siento, muchachos, pero estn equivocados. Nunca hemos tratadocon el crimen, y no tenemos plata.


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Escuchen. Les vamos a decir algo, grit el portavoz de los presos. Enesta crcel los presos somos los que manejamos todo. Demandamos que nospagues. A menos que nos pagues con plata, se van a ver forzados a limpiartodas las letrinas dos veces al da.

As?

Ustedes no van a querer limpiar esas letrinas. Es obvio que son gentecon cultura que nunca haran un trabajo as.

Soy enfermero. Soy misionero de la Iglesia Adventista del SptimoDa. No soy muy bueno para limpiar letrinas.

Seor Gates, usted no va a querer limpiar esas letrinas. Las hecesflotan por todas partes. Toda la plomera est malograda afuera. El aguaentra durante la poca de lluvia, y los desechos flotan por todo el bao.Usted va a tener que recoger toda esa porquera todos los das. Estoy seguroque no va a querer ensuciarse con esa hediondera.

Pienso que me est juzgando mal. Yo le dije que soy enfermero yestoy acostumbrado a limpiar el trasero de la gente. Cierta vez trabaj en unhogar de ancianos. No me incomodaba en absoluto limpiar a los viejos. Haga

la prueba.

No, seor Gates. Le vamos a dar una oportunidad. Sabemos que noquiere hacer ese trabajo. Le vamos a dar dos das para que lo piense bien. Sihasta entonces no paga, lo va a tener que hacer.

Ahora mismo le puedo decir. Por favor deme un balde y una pala, ycomienzo a trabajar. En dos das va a tener la misma respuesta. No le voy apagar ni un centavo.

El profesor interrumpi a David. Yo no estoy de acuerdo. Quizsdebemos pagar.

David lo mir. Usted es libre de pagar, si quiere. Usted tiene que tomarsus propias decisiones, pero a mi no me hace nada hacer trabajos sucios.Para las madres no es ningn problema cambiar los paales. No les gusta elprimer paal sucio, pero despus de dos o tres, se acostumbran no es unagran cosa.

Esa noche los guardias alinearon a los presos en cinco largas filas. ADavid y el profesor les ordenaron ir a filas diferentes. Despus de que cadafila haba sido contada, ordenaron a los presos a ir a sus celdas respectivas,setenta hombres en una celda, y cerraron las puertas.


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David vio dentro de las celdas largas hileras de camas de cemento conun espacio de un metro entre cada hilera, extendidas casi hasta el cielo raso.El lder de la celda inform a los nuevos presos:

Tienen que pagar tres dlares para dormir en una cama o sino duermenen el piso.

Sintindose caprichoso, David decidi que si comenzaba a pagar porcada cosa, las demandas nunca cesaran. Ellos querran cada vez ms dinero

en todo momento. Aparte de eso, las camas de cemento eran tan duras comoel piso.

Elijo dormir en el piso, le dijo al lder de la celda.

Como eres nuevo, tienes que dormir junto a mi cama, orden.

Sabiendo que dormira tranquilo, David tena que resolver un nuevoproblema. Pens, Estos tipos me van a robar todo lo que tengo. Qu debohacer? Debido a que la celda se senta caliente y sofocante, decidi, Voy aponer mi billetera, mis llaves, mi peine y mi lapicero y los voy a meterdentro de mis zapatos. Luego amarrar mi camisa alrededor de mis zapatos ylos usar como cabecera, y dormir slo con mis pantalones. Una vez

resuelto aquello, se acost. En el momento en que puso su cabeza sobre lacabecera deforme provisional, record algo importante. Se haba olvidado deorar.

Se levant y se arrodill, esperando que alguien le lanzara cosas o quele gritase obscenidades. Pero no pas nada, as que comenz a vaciar sussentimientos a su Amigo.

Seor, te necesito. No s por qu permitiste que pasara por estetrauma. No me gusta este tipo de trato. Me siento deprimido y frustrado. Tsabes cuanta gente depende de nuestras visitas con la avioneta. Quin lesayudar ahora? Quin har la obra que me asignaste? No se podr hacer.

Recuperar la iglesia alguna vez la avioneta? Por qu has permitidoque termine en este horrible lugar? Cul es tu razn para ponerme aqu?Tengo que decirte cuan mal me siento. Yo s que ests conmigo. Por favor,aydame a sobrevivir a esto. Ensame a confiar en ti. Dame sabidura paradar testimonio de ti, aun cuando no entienda. S con Becky y los chicos, ycuando lo decidas vulvenos a juntar. Te amo aunque me siento miserable.Oro en el nombre de Jess quien sufri mucho ms por mi. Amn.

David se volvi a acostar. Luego escuch un grito fuerte, Oye, eresreligioso o algo as?


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S, soy. Soy un misionero de Dios. Trabajo para la Iglesia Adventistadel Sptimo Da.

Crees en Dios?

S, creo.

Crees que Dios existe?

S, s que existe. Lo conozco personalmente.

Entonces responde a mis preguntas. David or silenciosamentepidiendo sabidura. Setenta pares de odos escuchaban mientras elloshablaban. Luego interrumpi otra voz. Y al rato otro hizo una pregunta,luego otro, y otro, por ms de dos horas. Una y otra vez el Espritu Santotraa a la mente de David textos bblicos. En la oscuridad esos hombresdesnudaron sus corazones y hacan preguntas acerca del Dios que ansiabanconocer. Todos escuchaban, fascinados. David saba que el Espritu Santohaba dispuesto a esta audiencia cautiva.

Al da siguiente David despert e inmediatamente se arrodill en el pisopara orar.

Espera, espera, espera, le dijo un joven preso y acercndose a ca-rreraa l, le pregutn: No te molesta si oro contigo?

No, de ninguna manera. Me alegra tenerte. Los dos hombres oraronjuntos, y David saba que Dios estaba sonriendo.

A la noche siguiente, cuando David se arrodill para orar, un tercerhombre se le uni. Ahora Dios estaba escuchando a tres de sus hijos. Luegofueron cuatro, cinco, seis, siete hasta once. Dios conoca las necesidades desu corazn. l entenda los deseos de estar con su familia. Sera por eso quehaba enviado a David para estar con ellos, para llevar nimo a ese lgubrelugar?

Muchos presos se acercaron a David en privado y le contaron suhistoria. Un hombre le dijo: Tengo mi mujer y mis hijos. Soy inocente.Alguien me acus injustamente. Estoy sentenciado a servir diez aos, y miesposa y mis hijos estn sufriendo. Otro hombre, con los ojos llenos delgrimas: No he hecho nada malo, pero tengo que estar aqu quince aos,sin que haya quien cuide de mi familia.

Una ola de tristeza invadi a David. l saba que no poda esperarjusticia tampoco. A cuntos aos lo sentenciaran a servir? Y cmo se lasarreglara Becky con dos nias de cinco y tres aos, y Carlos de un ao?


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En los tres das de arresto de David, Becky no tena idea de dndeestaba o si alguna vez lo volvera a ver. Vivan en la frontera con Guatemala,y record cmo otro misionero, Lon Cummings, haba sido secuestrado.Habra sucedido eso con David? Haban llevado los guerrilleros a David aun escondite en la selva ? Lo estaran torturando? Exigiran unarecompensa o lo mataran? Pensamientos horribles llenaban su mentemientras imploraba a Dios: Por favor, tremelo de regreso.

Durante aquellos das, Becky senta como si su estmago hubiera estadoamarrado con nudos. No poda comer. Parada en la balanza del bao, vio queregistraba slo cincuenta kilos. Eso significaba que haba perdido tres kilos ymedio en solo tres das. Procur forzarse a comer, pero el estrs haca quefuera casi imposible tragar.

Sabiendo de que deba soportar por el bien de sus hijos, cay sobre susrodillas y rog: Seor, me tienes que ayudar. Me siento como si me fuera aromper. Necesito tu paz en medio de esta confusin. La necesito ahoramismo. T sabes cunto amo tu promesa de Juan 14:27: La paz os dejo, mipaz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestrocorazn, ni tenga miedo.

En ese momento Becky sinti la paz de Dios inundndola. Por unaspocas horas pudo estar nuevamente normal. Luego volvi a abrumarla lahorrible ansiedad. Cay sobre sus rodillas y repiti el pedido: Por favor,Dios, necesito tu paz. La estoy perdiendo. Durante todo el da y durante susinciertas noches, ella reclamaba Juan 14:27 una y otra vez. Ella atesoraba esapromesa como una persona que se est hundiendo y busca aire.

Los amigos que venan le preguntaban: Cmo puedes ser tan fuerte?

No soy fuerte, contestaba. Me estoy apoyando fuertemente en Jess.Sin sus promesas, no podra sobrellevar esto, porque no tengo idea de lo queest sucedindole a David. Pero Dios sabe. Una cosa s: Dios nos da fuerzaespecial para momentos especiales.

Una noche, Katrina, de tres aos, vio llorar a su madre. Mam, el ngelpuede abrir la puerta.

Consternada, Becky le pregunt: Qu puerta?

T sabes, como Pedro. Becky record que haba ledo a los nios lahistoria bblica sobre el escape del apstol Pedro unas cuantas semanas atrs.Ella se inclin y abraz a Katrina.


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Cariito, t tienes ms fe de lo que mami tiene. Gracias por hacermerecordar.

Cada hora Becky experimentaba la dura prueba que Pedro mencionaen su primera carta (ver 1 Pedro 4:12, 13). Ella entendi que Dios estabapermitiendo que ella participase de los sufrimientos de Cristo. Pero durantesu sufrimiento, no poda estar gozosa. Slo por fe poda saber que algn dase gozara cuando la gloria de Cristo fuese revelada.


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David saba que muchos ojos lo observaban mientras se preparaba paradormir la segunda noche y dos presos juntaban sus manos para orar. Cuando

se acost y el silencio llen la habitacin, sinti la dulce presencia de Jess.

Pero el sueo no le vena. No poda dejar de pensar. Las avionetashaban sido una parte importante de su vida, y ahora sus pensamientos sedirigan a la que acababa de perder la razn para su arresto y apresamiento-y otras avionetas que haba volado. l recodaba cmo Dios lo hababendecido con su primera avioneta. Habiendo volado con frecuencia cuandoera nio con su padre, ansiaba tener clases de vuelo durante sus aos de laescuela secundaria. Decidido a encontrar la forma para obtener el dineropara las clases, encontr un trabajo en la universidad.

Pronto se hizo socio de dos amigos que tenan una avioneta. Las largas

horas de trabajo finalmente dieron resultado y se la compr. Antes de que segraduara a la edad de dieciocho aos, ya tena su propia avioneta.

Un da, antes que David recibiera su licencia de piloto, su padre, unexperimentado piloto en la selva, lo llev a volar en la avioneta de David a lapequea pista pavimentada del colegio secundario Georgia-CumberlandAcademy al norte de Georgia. El pastor Gates practic dos veces elaterrizaje, notando cada vez una segadora que cortaba maz en un campo

junto a la pista.


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David quera probar un aterrizaje por s mismo. Esa segadora est muycerca para ti, amonest su padre. No quiero que aterrices teniendo a esasegadora tan cerca de la pista. Tengo que desviarme por un lado para hacerlelance. Voy a aterrizar y le pedir que la mueva un poco antes que tomes loscontroles.

El padre de David hizo un aterrizaje normal, pero inmediatamentedespus de tocar el suelo, el engranaje de aterrizaje izquierdo se dobl y la

rueda izquierda se sali de debajo de la avioneta. El ala izquierda se cay ysalieron disparados por el campo. La segadora, trabajando en crculos,apareci al frente de ellos. Sin tener control de la velocidad de la avioneta, elpastor Gates inclin la trompa y choc con el frente de la segadora a cientodiez kilmetros por hora. Con esa rpida maniobra, la avioneta no dio con elhombre que manejaba la segadora.

Luego, un silencio sepulcral! Cuando David y su padre volvieron en s,la sangre estaba corriendo por sus cabezas y brazos cortados. Los arneses delos hombros haban salvado sus vidas. Tanto la avioneta como la segadoraestaban muy daadas.

El mdico de una sala de emergencias cercana los cur. Sus heridas no

son serias, pero van a tomar un tiempo en sanar, les dijo.Durante su recuperacin, David recibi una nota de Becky, quien haba

regresado a su casa por un semestre.

Siento mucho que tu avioneta se haya chocado, le escriba. Yosiempre he querido aprender a volar y tena esperanzas de hacerlo en tuavioneta. Me alegra que ninguno de los dos estn heridos de gravedad.

Deb ido a que sua v i o n e t a e s t a b aasegurada, David prontocompr otra. Una dbil

esperanza cruz la mentede David. Estara Diosusando el accidente paraque las cosas ayudaran abien con este contactopositivo de Becky? Comos u e n a m o r a d a h a b ate rminado con l , s esinti libre de contestarsu nota. Pronto las cartas


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se hicieron frecuentes.

Poco tiempo despus Becky con sus padres fueron a visitar a los pilotosque se recuperaban. Despus que se fueron, el padre de David le dijo:Tengo noticias para ti. La mam de Becky le dijo a tu mami que Beckyacaba de terminar con su enamorado porque no tena mucho inters en elservicio misionero, que es su objetivo en la vida. Ella dio a entender queBecky todava habla de su promesa de la niez contigo, David.

Verdad, pap? Por un tiempo me he sentido deprimido por eso,pensando que no tena oportunidad con Becky. Es grandioso.

David se recordaba de la promesa de Filipenses 1:6, Estandopersuadido de esto, que el que comenz en vosotros la buena obra, la

p e r f e c c i o n a r h a s t a e l d a d eJesucristo.

l oraba, Gracias, Dios. No haynada tan difcil para ti. Si t quieres queBecky y yo trabajemos juntos para ti,por favor mus trame lo que debo

hacer.Siempre rpido para actuar, David

cambi de estar deprimido a sentirse enla cima de las montaas. Escribi unacarta a Becky, la envi, pero la recibide regreso cuatro das despus. En suentusiasmo haba olvidado de ponerleuna estampilla.

S u a m i s t a d s e d e s a r r o l l rpidamente. Becky manej para estaren la graduacin de secundaria de

David del Col legedale Academy(Colegio Secundario de Collegedale). Ella se senta tan orgullosa de lmientras marchaba por el pasillo. Despus de la ceremonia, ella procur notemblar cuando estaban afuera en la fra brisa. Su corazn dej de latircuando l se sac su tnica de graduacin y la coloc suavemente sobre loshombros de ella.

Pronto comenzaron a hablar de sus intereses mutuos en las misiones.Becky haba estado estudiando tecnologa mdica en la universidad. Unanoche cuando salan del rea de la universidad, David le lanz un desafo.


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Si los dos queremos ser misioneros, necesitamos estudiar enfermera.Donde sea que Dios nos llame, los conocimientos de enfermera puedenayudar a la gente.

Pero, David, yo siempre he dicho que nunca ser una enfermera. Nocrees que el hecho de que nuestros padres sean enfermeros son suficienteslos profesionales mdicos en la familia?

David qued callado, dando tiempo para que Becky pensara.

Estoy segura de que no quiero que enfermera sea mi profesin,continu hablando lentamente, pero si no tuviera que trabajar en la guardiade un hospital, bueno, quizs el saber que es para ayudar a los enfermosaumentara nuestro servicio a la misin.

Yo tampoco tengo inters en que enfermera sea mi profesin, slocomo una herramienta valiosa para ayudar a la gente.

Est bien, David, estoy dispuesta. Vamos al departamento deenfermera y anotmonos para que nos inscriban.

La directora de la carrera de enfermera movi la cabeza. Lo siento. Ya

hemos aceptado a todos los estudiantes que podemos recibir para este ao.Los podemos poner en la lista de espera. Ustedes seran los solicitantesnmero setenta y ocho y setenta y nueve. Sin embargo, van a tener que darun examen, para cerciorarnos de sus aptitudes.

Pocos das despus David y Becky regresaron al departamento deenfermera para saber sus resultados.

Les fue bien, dijo la directora. Han subido al puesto nmero siete yocho de la lista de espera. Con todo, estn muy lejos de la lista para seraceptados este ao.

Tres semanas despus, el primer da de la matrcula en la universidad,

David sugiri a Becky, Estoy seguro que Dios quiere esto para nosotros. Nonos matriculemos para ningn curso ahora, sino esperemos y oremos.

En la maana del segundo da, volvieron a preguntar.

Lo siento. No hay nada.

Todava ansiosa la pareja esper todo el da, recordando a Dios que conl todas las cosas son posibles (ver Marcos 10:27).

Si esta es la voluntad de Dios para nosotros, l har las cosas. Si no, lnos mostrar planes mejores, dijo Becky con confianza.


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La matrcula se cierra a las cuatro, balbuce David mirando su reloj.Slo nos quedan cinco minutos para matricularnos. Vamos a ver si hayalgn progreso. Se acercaron a la mesa de las asesoras de enfermera.

Quedan dos espacios, pero pensamos que las dos chicas estnviniendo, les dijo la directora de enfermera.

La matrcula ha estado abierta por dos das, y hasta ahora no hanllegado. Creo que voy a ir a hablar con el encargado de los estu-diantes,

coment David.

Si deseas, respondi, sealando al escritorio del encargado de losestudiantes al otro lado del pasillo. David comparti con el encargado eldeseo de llevar enfermera para dar un servicio misionero mejor calificado.

Aqu tenemos un problema, aadi David. Si no entramos este ao,no podemos esperar otro ao. No haramos enfermera. O lo hacemos ahora,o si no continuamos con las profesiones que tenamos planificadas.

Vengan conmigo. Vamos a hablar con la directora de enfermera.

Al llegar a la mesa de la directora, el encargado pregunt, Es cierto

que hay dos estudiantes en la lista que no se han matriculado ni se hancontactado con usted? De ser as, parece razonable, por lo tarde que se hahecho, que dejemos entrar a estos dos a enfermera.

Minutos despus de que la matrcula se cerr, David y Becky sematricularon y fueron aceptados para un curso de enfermera de dos aos.Becky se volvi a David mientras se alejaban de las mesas de la matrcula.

No te parece que Dios es grande? Ahora podemos estudiar enfermerajuntos. No me importa mi rea principal, aunque haya estado en mi ltimoao. S que esta es la voluntad de Dios.

La pareja comenz a hacer todo juntos, pero Becky senta que deban

esperar para casarse hasta que hubieran terminado la escuela de enfermera.David objetaba. Becky, t andas plantando tus pies en todo.

Simplemente t no te mueves rpido. Quizs yo me muevo demasiadorpido, pero t no dejas de jalar para atrs en la direccin opuesta. Creo quet eres el arado y yo soy el tractor.

Ser que Dios sabe que necesitamos equilibrio? Yo prefiero esperaren el Seor, y t eres ms como Pablo, siempre corriendo la carrera. Beckyri, y David no tuvo cmo refutar.


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A los pocos meses de que las clases comenzaron, ellos participaron enel matrimonio de unos amigos; ella como dama de honor y l como paje dehonor. Durante la recepcin un amigo les pregunt: Estn planeandocasarse? Los padres de Becky escucharon casualmente la pregunta yrespondieron: Pensamos que cualquier da nos dirn que piensan casarse.

Qu quiere decir con cualquier da? interrumpi David. Beckydice que quiere esperar hasta que terminemos la universidad. Cmo sera

posible que estemos pensando en cualquier da cuando sus planes son deaqu a uno o dos aos?

Cuando David lleg a casa ese ao para Navidad, su padre lo confront.

Ya te has comprometido?

No, pap, jams me comprometera sin primero hablar contigo. Terespeto lo suficientemente como para pedir tu opinin.

Piensas que te vas a casar con Becky?

Seguro, me voy a casar con ella.

Ests seguro que has encontrado a la persona que amas y quierescasarte?

Oh, s, la he encontrado. Ella es todo lo que quiero. Los dos amamos alSeor y tenemos un gran objetivo, ser misioneros y servir a quienesnecesitan ayuda.

En ese caso, ya estn bsicamente comprometidos, aunqueoficialmente no se lo hayas pedido.

Bueno, emocionalmente estamos comprometidos. Yo le pertenezco, yella me pertenece.

Mam y yo hemos estado conversando, y hemos decidido de que son

la pareja ideal. Dios los prepar a los dos mientras crecan en Bolivia.Siempre han sido amigos. Pero tenemos temor de ti. Si tus relaciones sevuelven ms ntimas y esperan mucho, puede ser que cometan un error, quepodra destruir o por lo menos daar su matrimonio. O sino, a fin de cuidarsu relacin, pueden separarse mientras esperan unos cuantos aos.Cualquiera de los dos caminos creemos que sera negativo. As, que si tequieres casar, tienes nuestra bendicin y nuestro permiso.

Sorprendido, David se dio cuenta que ahora, los padres de ambosapoyaban su matrimonio. Sin perder tiempo, David hizo una llamada a


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Becky. Ests ocupada en este momento? Es un da tan hermoso. Pens quesera bueno sacar a Becky Sue a dar unas vueltas.

Me parece divertido, le contest. Te encontrar all. Ella sonrimientras pensaba en l. Cmo amaba sus traviesos ojos marrones, largaspestaas y sonrisa torcida. Cuando ella comenz a llamarlo: Alto, Oscuro ySimptico, l comenz a llamarla: Baja, Rubia y Hermosa. Ella todavarecuerda el da cuando entusiasmadamente l la llev a ver cmo haba

cristianizado a su pequea Cessna 140. Escrito en grandes letras en la trompade la avioneta estaba el nombre, Becky Sue.

Momentos despus Becky lleg al aeropuerto y encontr a Davidinspeccionando a Becky Sue. Voy en seguida, le sonri. Rpidamentetermin y camin rpidamente a su lado. Con ternura tom su mano en lasuya, mirando profundamente a sus ojos azules, le dijo: S que ya te lo peduna vez, pero quiero volvrtelo a pedir junto a Becky Sue quieres casarteconmigo?

El rostro de Becky irradi con una hermosa sonrisa. Me encantaracasarme contigo, susurr. David pens que su corazn se iba a reventar dealegra. Hablemos de los detalles mientras volamos, le sugiri. David no

ha podido recordar adnde volaron. Slo saba que esta encantadora chicaque estaba sentada a su lado sera suya por siempre.

Mientras David colocaba la avioneta en la direccin final, el cielocrepuscular, de un anaranjado y rojo vivo, se extenda alrededor del solponiente. Mientras se deleitaban en la belleza que tenan ante s, Beckyexclam: Mira, Dios est decorando el mundo para celebrar este momentoespecial. Justo antes de aterrizar, l se acerc a Becky y le dio un beso en lamejilla, su primer beso.

No crees que eres demasiado rpido? le pregunt.

De ninguna manera, le dijo con franqueza.

David, creo que debes esperar el prximo beso hasta el da de losenamorados.

Mala sugerencia, le dijo, sonrindole, pero, dado que es tu idea, nome queda otra.

Decidieron que David deba pedir permiso a los padres de Becky antesde que el compromiso se volviera oficial. As que manejaron toda la noche,llegando temprano al hospital el 1 de enero de 1979. Sus padres estaban


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haciendo turno de noche, su padre como tcnico mdico, y su madre comoenfermera en la sala de emergencias.

Primero encontr David al pap de Becky.

Qu andan haciendo aqu a esta hora de la maana? Recin estuvieronpara Navidad.

David se llen de coraje y le espet: Quiero casarme con su hija.

Dale Duerksen sonri. Djame pensarlo. Hizo una pausa, sus ojostitilaban. Bien, para decirte la verdad, ya lo haba pensado. Estarencantado.

La feliz pareja corri a la sala de emergencias, donde Pat, la mam deBecky, trabajaba. Absorta con una paciente difcil que le gritaba sobre unapoltica del seguro que no le permita tener tratamiento en ese hospital, Patno los vio.

Ellos escucharon sus palabras llenas de tacto. Nos gustara atenderla,pero su seguro no nos permite hacerlo. Por favor vaya al hospital que quedaa unos cuantos kilmetros de la carretera y ellos la van a atender.

Repentinamente Pat mir hacia arriba y grit: Becky, David, y corrihacia ellos. La paciente sigui gritando hasta que se dio cuenta que estabahablando con nadie.

Pat lo sospech de inmediato. Se han comprometido? les preguntemocionada mientras los abrazaba. Sus rostros le dieron la respuesta.

La hermana de Becky, Betsy, y su novio, Ted Burgdorff, otro misioneroque creci en Bolivia, planeaban casarse en poco tiempo. Los cuatrodecidieron tener un matrimonio doble bajo los rboles en el jardn cerca de lalaguna en la granja de la familia Gates cerca de Collegedale, Tennessee. Lasrosas, en pleno florecer, fueron todas las flores. El padre de Becky, Dale,

camin por el pasillo con una hija en cada brazo.Recostado sobre el duro cemento de la celda de la crcel, David

imaginaba a su encantadora novia. Casi poda escuchar la voz de su padre yde su abuelo mi entras realizaban la ceremonia. Su corazn lati msrpidamente al recordar su dulce voz decir, S, acepto. El 17 de junio de1979, Becky se volvi su socia de por vida. Nunca ms import la edad, lacababa de cumplir veinte y ella veintitrs. Eran uno en Cristo Jess.


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Un fuerte ronquido estremeci a David de sus recuerdos. La fea realidadnuevamente lo golpe. Cundo volvera a ver a Becky? Por cunto tiempoms estara confinado a esa paredes de la crcel?


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El sbado por la maana, David y el profesor conversaron.

Debemos guardar el sbado adorando a Dios aqu en la crcel. l debetener un plan especial para que celebremos la Escuela Sabtica juntos, dijoDavid.

Pero, cmo? pregunt el profesor. Usted sabe que no podemospedir a los oficiales de la crcel para que tengamos culto. No nos lopermitiran.

Tengo una idea. Presentemos otro pedido.

Juntos fueron al jefe de la crcel. Seor, podramos hacer alguna obramdica para los otros presos?

l los mir interesado. Cmo es eso?

Soy enfermero con licencia. El profesor dirige las escuelas de nuestraiglesia en todo el sur de Mxico. Nos gustara hablar a los presos sobre saludy educacin. Estara bien?

Claro que s! Aqu, tomen el micrfono. Se lo alcanz a David.Haga un anuncio.

Escuchen, todos. A las 9: 30 vamos a dirigir una reunin especial paratodos los que quieran saber ms sobre educacin y salud. Si tienen algunapregunta relacionada con la salud, vamos a procurar responderlas. Vengan,por favor.


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Gracias, dijo el director de la crcel, y David le devolvi elmicrfono.

Posteriormente David descubri que Dios haba realizado un milagroesa maana. Los presos tienen una rgida ley del ms fuerte, y haba unaregla no escrita que nadie poda usar el micrfono hasta que haya pasadocinco aos en la crcel. Pero el director de la crcel haba saltado cinco aosa David en ese momento al decirle, Anuncie usted la reunin.

La crcel albergaba a ms de cuatrocientos. Unos trescientos cincuentafueron a escuchar. Los guardias nunca haban visto a tantos asistir a unareunin. Listos para cualquier disturbio, se alinearon en la parte posterior y alos lados del saln con sus armas, vigilando al grupo de presos.

A medida que David vea que los hombres se acercaban, or en silencioa Dios, Dios, t sabes que dud de tu fidelidad al permitir el asalto y nuestroencarcelamiento, pero en estos momentos tengo una idea del por qu lopermitiste. Nunca hemos tenido a tanta gente reunida para la EscuelaSabtica en ninguna parte. Estoy viendo que t cumples tu promesa, l lohar y realizas otro milagro. sanos durante esta hora de culto para traergloria a tu nombre.

Varias veces hicieron cantar hermosos himnos cristianos a los presos. Elprofesor or y luego mostr las ventajas de la educacin cristiana en el surde Mxico. David le sigui, contndoles la historia del plan de Dios para lahumanidad, acerca de la creacin con la salud y dieta perfecta, y luego laentrada del pecado y el mal y la degradacin de la humanidad. Luego lesexplic el maravilloso plan de Dios para restaurar su imagen. Les mostrcmo las ocho leyes naturales de la salud benefician a todos.

Si Adn y Eva hubiesen escuchado a Dios en vez de escuchar alenemigo, seguiramos en el paraso. No necesitaramos crceles. Satansdegrad a la humanidad para pecar y envanecerse. Algunos de ustedes estnaqu porque son culpables de pecado y slo viven para s. Es posible que

otros estn aqu injustamente debido al egosmo u odio de otra persona. Perohay esperanza para cada uno si aceptamos el amor incondicional de Dios y elregalo gratuito de la salvacin en Jesucristo. Recuerden, l sufri y muripor nosotros.

Despus que David explic el significado del Calvario y el plan de laredencin, hizo preguntas. De todas las esquinas del saln se levantaron lasmanos. Finalmente, a la 1:00 p.m., se detuvo. Amigos, necesitamos unrecreo para almorzar, pero si quieren regresar esta tarde vamos a continuar.Volvieron en cantidad, y el programa continu toda la tarde.


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Cuando la reunin termin, los hombres se acercaron como unenjambre alrededor de David.

Hace das que me duele aqu, dijo un hombre. Me puede ayudar?

Otro exclam: Hace semanas que estoy sufriendo con dolor decabeza.

Siento nuseas y no puedo comer nada.

Tengo esta carnosidad en mi ojo y me duele continuamente. Lasquejas siguieron llegando.

Por ltimo, David dijo, Vamos a ver al director de la crcel. No lospuedo examinar aqu. Quizs l tenga una sugerencia.

El director de la crcel dijo: Tenemos una pequea posta. Un mdicosola venir a la crcel para ver pacientes, pero eso hace mucho. Si usted lapuede usar, hgalo. Venga, le mostrar el lugar. Ahora est vaca.

Yo no soy mdico, slo soy un enfermero. Pero si puedo ayudar aalguien, me gustara intentarlo. David explic mientras caminaban a la sala.Le dio una mirada y encontr una escasa provisin pero ningn libro demedicina al cual pudiera consultar. Quizs usted pueda anunciar de que

ver a los pacientes maana despus del desayuno.Desde ese da David vio por lo menos cincuenta pacientes al da. Pronto

se dio cuenta que algunos de los presos tenan condiciones serias querequeran una intervencin quirrgica. El director de la crcel permiti aDavid llamar al director mdico del hospital de la misin que estaba cerca desu casa. Nuevamente David vio la mano de Dios, porque as pudo enviar unmensaje a su amada Becky. l se preguntaba cmo estara ella encarandoesta crisis en el hogar con los nios, y ansiaba contactarse con elladirectamente.

La oportunidad de hablar con Becky slo se dio en una ocasin, en otromomento. Despus de recibir permiso para usar el telfono, David hizo una

llamada al azar a la casa de un amigo que quedaba a varios kilmetros delhospital. Siendo que el hospital no tena telfono, Becky haba ido all paraver a su amiga Jane, despus de terminar de hacer sus compras. Su propsitomayor era preguntar si tenan alguna noticia de David. Unos momentosdespus de que Becky entr a la casa, el telfono son. Era David quellamaba desde la crcel.

David ansiaba compartir con ella la nube negra de desesperacin quependa sobre l. Parece que voy a estar aqu unos catorce aos, as que


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quizs tendrs que trasladarte aqu para que podamos estar juntos en los dasde visita, le dijo.

Te seguiran pagando sueldo por los siguientes catorce aos?

No s, pero en este momento el director legal me ha dicho que puedellegar a esa cantidad.

David, tengo que decirte lo que pas anoche. Las chicas estabanconmigo en la cama escuchando su historia bblica sobre el escape de Pedro

de la crcel. Katrina me pregunt: Mami, no crees que Jess puede abrirlas puertas de la crcel para pap como lo hizo para Pedro?

Yo le respond, Si, puede.

Ella me dijo, No crees que debemos orar esta noche para que Jesshaga lo mismo por pap?.

Yo le dije, creo que debemos hacerlo.

Ella me pregunt, Lo har Jess?

Si esa es su voluntad, le dije. Pero, David, mientras orbamos, Diosme dio una tremenda paz. S que Dios es una Presencia viviente que nosanima a ti y a nosotros con su amor protector.

La conversacin telefnica dur slo unos minutos, pero signific unmundo para ambos.

En el hospital de la misin, el mdico hizo los arreglos para realizaroperaciones en la crcel. Al da siguiente el mdico hizo el largo viaje a lasmontaas desde el hospital con sus paquetes quirrgicos. No tuvo problemaspara entrar a la crcel.

Hola, doctor Mauricio, lo salud David. No tiene idea de cuan felizme siento de verlo.

Capitn, no soporto verlo detrs de las rejas de la crcel. No se lo vigual.

No soy el mismo.

El guardia inmediatamente comenz a buscar los paquetes quirrgicos.Cuando abri el primero, David le grit, No puede abrir esos paquetesestriles. Los va a contaminar y arruinar la esterilizacin.

Tenemos rdenes de que debemos investigar todo paquete que entre ala crcel.

Espere un momento. Llame al director de la crcel, dijo David confirmeza.


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David explic al director: Seor, los guardias no pueden abrir estospaquetes. El doctor los ha trado desde el hospital para hacer cirugas. Tienenque conservarse estriles para que los pacientes no tengan ningunainfeccin.

No siga abriendo, orden el jefe de la crcel. Cualquier cosa queGates traiga, no lo necesita abrir. Est claro?

S, seor.

Todo el equipo y los paquetes fueron directamente al dispensario. Eldoctor, con la asistencia de David, realizaron quince cirugas menores eseda y otras ms al da siguiente. Unos cuantos necesitaban una cirugamayor, para las cuales el mdico hizo arreglos con el cirujano local.

Debido a la visita del mdico, el departamento de ServiciosComunitarios recibi permiso para llevar ropa a la crcel. Las mujeres de lasiglesias cercanas, cuando escucharon que el piloto misionero haba sidoencarcelado, llevaron comidas de arroz, vegetales y frutas. David y elprofesor no podan comer toda la buena comida que les llevaron. David lepregunt al director: Por favor, puede darme permiso para distribuiralimento a otros presos?

Muchos se acercaron ansiosos para recibir. Un hombre le susurr aDavid, Yo pertenezco a su iglesia. Puedo tener un poco de su comida?

Por supuesto que puede, pero tengo una pregunta para ti. Eso quieredecir que slo comes pescado los viernes?

S.

Y slo comes cerdo los sbados?

S.

David se ri. La prxima vez, por favor no me mientas. No necesitaspertenecer a mi iglesia. Puedes tener buena comida cualquier momento, peropor favor di la verdad.

Los presos, encerrados en la celda desde las seis de la tarde hasta lasseis de la maana, disfrutaban cierta forma de libertad durante el da. En lasmaanas las esposas y familiares podan encontrarse en el patio de la crcel.Algunos traan alimentos para cocinar y vender a los otros presos. Davidbusc y encontr cosas positivas de esa crcel, tantas que escribi una cartaal director de la misma.

Querido seor,


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Estoy impresionado con la forma como conduce esta crcel. Usted tieneuna junta que incluye a los presos ms respetados, quienes pueden participaren la disciplina dentro de la crcel. Usted invita a que vengan las familias delos presos. Los nios tienen el privilegio de estar con sus padres durante elda. Dudo que eso suceda alguna vez en los Estados Unidos.

Entiendo que la Embajada de los EU ha mandado decir de que si soyconvicto, puedo ejecutar mi sentencia en los EU. Yo no tengo la intencin deejecutar ninguna sentencia aqu ni en los EU, pero ese es problema de Dios,no mo. Cualquier cosa que sucediera, yo elijo quedar en Mxico dondepodra ver a mi esposa e hijos todos los das. Es bueno tambin que ustedpermita las visitas conyugales dos veces a la semana de manera que lasesposas de los presos ms antiguos pueden pasar la noche juntos, y lasesposas de los presos ms recientes pueden visitarlos durante el da.

Tambin aprecio el bien organizado equipo de vleibol. Es un buenejercicio y da la oportunidad para olvidar por unas horas que uno vive en lacrcel. Los otros presos aprecian mi estatura y habilidad y me han rogadoquedar en la crcel para ayudarles para que su equipo gane. Yo eleg noaceptar esa invitacin.

Usted ha hecho mucho para hacer que la crcel sea llevadera. Gracias.David Gates.

Algunos presos sobornaban a los guardias para que dejaran entrar a susamigas el martes, y a sus esposas el jueves. Poco antes de la hora de cierreuna tarde, David escuch un fuerte gritero, acompaado de risas y aplausosque procedan del patio de la crcel. l se uni al resto para ver por laventana lo que pasaba en el patio. Lo que vieron fue a un hombre desnudoque corra por el patio perseguido por una mujer que lo golpeaba en lacabeza con su zapato de taco alto. Los mirones gritaban con gusto, Dle,seora! Siga dndole!

El guardia haba cometido un error. Haba dejado pasar a la amiga del

preso, pero se le olvid cuando su esposa vino despus. La esposa encontrocupado a su marido con la muchacha, agarr su zapato y comenz agolpearlo. l corra por todas partes mientras le gritaba y lo zurraba, paradeleite de los presos entusiasmados.

David encontr que la monotona lbrega de la vida en la crcel eradifcil de soportar. Cada da pareca una eternidad. Su naturaleza activaestaba estancada en la crcel. Sin embargo, la obra mdica continu. Davidse dio cuenta que su obra no solo aliviaba el dolor de los presos, sino supropio dolor de corazn. l se preguntaba, Puede el amor ser una accin


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aunque me sienta enojado y lastimado? Al final se consolaba, de que almenos el comit de la crcel nunca lo haba hecho limpiar las letrinas.

Durante los primeros das de encarcelamiento not que un hombre dems edad y de cabellos canos lo observaba. Pareca americano pero hablabamuy bien el castellano. Un da el hombre se acerc a David.

Hola. Me apellido Donovan. He odo que ests aqu por ofensascriminales, dijo el hombre.

Es por eso que estoy aqu, respondi David, pero no porque soyculpable de hacerlo. La verdad es que soy un mdico misionero.

Verdad? A qu iglesia perteneces?

Adventista del Sptimo Da.

Dnde aprendiste castellano? Hablas como un nativo.

Me cri en Bolivia.

Oh, creciste en la Unin Incaica, dijo el hombre con una sonrisaconocedora. Espera un rato! Cmo sabes de la Unin Incaica?

Mi padres misioneros me criaron y educaron como adventista del

sptimo da. Mi padre y yo abrimos la obra de Dios en Colombia. Ves estacicatriz de un hueco de bala en mi pierna? Una muchedumbre, guiada por unsacerdote, se opona a mi padre y a mi para que compartiramos nuestra fe.Ellos atacaron la iglesia y comenzaron a cortar a la gente mientras salancorriendo por la puerta. Mi padre tena cortes de machetes en su espalda,pero los dos escapamos. El otro misionero que estaba con nosotros no pudoescapar. Lo cortaron en pedacitos, pusieron los pedazos en una bolsa de yute,y la tiraron a las gradas de la iglesia con el mensaje: Esto es lo que hacemoscon todos los misioneros extranjeros.

Viv durante momentos violentos. En muchos de los pases de Amricadel Sur , los misioneros encaraban grandes dificultades y persecucioneshorribles. A pesar de todo eso, yo eleg entrar al servicio misionero. Estuditeologa en Pacific Union College [Universidad Unin del Pacfico].Despus termin un grado de maestra y un doctorado en educacin. Cuandorecin se abri la Universidad de las Antillas en Cuba, me nombraron comodirector. Mi padre era el secretario de la Divisin Sudamericana.

Yo conozco a su hermano, interrumpi David. Cuando mis padres yyo trabajbamos en Bolivia, l sola enviar a nuestras familias nuestroscheques de pago desde la oficina de la divisin.

S, trabajaba all como tesorero asociado.


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Lleno de compasin, David le pregunt suavemente, Y, por qu estsen la crcel?

Bien, me permit amargarme contra la iglesia. Dej a mi esposa y a mifamilia. Por algunos aos hice turismo pero despus me v involucrado entrfico de drogas. Por diez aos supervis la carga de aviones con drogas y elenvo a Colombia. Me aprehendieron en Mxico y fui sentenciado a treceaos. Ya he pasado nueve.

Ahora s por qu Dios me mand aqu, exclam David. Dios metrajo aqu por ti.

Pero he elegido nunca mirar atrs. Me gustara hacerlo, pero nopuedo.

Donovan, Dios quiere que mires atrs ahora. l me ha puesto aqu, unhijo de misioneros de Sudamrica, tal como t, para que puedas ver elcuadro grande. Has dejado tu familia, tu esposa, tus hijos, tu hogar, y tuDios. Te ests lastimando, ests solo, pero puedes encontrar paz al volver aDios. Has formado un nuevo hogar?

S, tengo una esposa de Costa Rica, y dos hijos que me vienen a vertodos los das. Yo no quiero que mis hijos sean como yo ni queexperimenten lo que yo he pasado.

Estn en la escuela?

S, van a la escuela del estado, pero me gustara que fueran a la escuelade la iglesia y que tambin asistieran a la iglesia. Me podras ayudar?

Claro. Puedo hacer algunos arreglos para ti. Me gustara conocer a tuesposa y a tus dos hijos.

David habl con la familia Donovan cuando fueron de visita al dasiguiente. Con la ayuda de los miembros de la iglesia y de los lderes de laasociacin, David consigui becas para los nios para que asistieran a laescuela de la iglesia. Pronto comenzaron a asistir a la Escuela Sabtica.

Con frecuencia los dos hombres se encontraban para conversar, orar yestudiar la Palabra de Dios. Una y otra vez el preso se preguntaba:Todava tiene Dios inters en mi, despus de todas las cosas que he hecho?Cul es la voluntad de Dios para m ahora? David le hablaba sobre laesperanza y la certeza de la Palabra de Dios. Dios recibi a su hijodescarriado y escribi la palabra perdonado sobre cada uno de suspecados.

Para David, la lucha interna aument. Cada da en la crcel aumentabael peso a la profunda y pesada nube que se extenda sobre l. La Unin


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Mexicana del Sur haba actuado con rapidez, enviando a su director legal, elpastor Hayasaka, para procurar la liberacin de los dos hombres. Sinembargo, trajo poca esperanza.

Despus de muchas horas de intentos futiles para conseguir la liberacinde los dos presos, el director legal vino a la crcel solicitando ver a David yal profesor.

Lamento decirles, pero temo que no podemos hacer nada, les dijo el

pastor Hayasaka. Los militares estn decididos a quedarse con la avioneta.Para ello, harn cualquier cosa, aunque signifique tenerlos en la crcel. Paracuando llegue el momento de la sentencia probablemente hayan fabricadoevidencias que prueben su culpa. Despus de que hayan verificado todas lasacusaciones con los testigos, y hayan probado que son culpables conevidencias, no hay forma de que salgan. He pedido una y otra vez permisopara entrar a la corte para ver los registros de ustedes, pero no me dejan. Nopuedo encontrar a ni un abogado catlico que defienda a un protestante.Temo que no haya defensa para ustedes en este pueblo.

Continu diciendo, Slo tengo una esperanza. He odo de un nazareno,el nico abogado del pueblo que podra tomar el caso de un protestante. Los

informes dicen que es bien respetado, pero nadie me dice dnde encontrar suoficina. He caminado y preguntado por das y ni siquiera puedo encontraruna pista. He estado orando mucho. Ahora he venido para orar con ustedes.Slo Dios puede ayudar en esta situacin desesperada.

Por que para Dios no hay nada imposible, mencion David mientrasse arrodillaban.


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La sesin de oracin llen al pastor Hayasaka con valor y fe. lcomenz su bsqueda del abogado protestante temprano a la maanasiguiente. Camin y pregunt a todos con quienes se encontr. Nadie le dioinformacin.

Despus de muchas horas, se detuvo en un lugar tranquilo para rogar aDios. Precioso Seor, no puedo seguir buscando. Si t quieres queencuentre al abogado nazareno que va a defender al capitn Gates y alprofesor, tienes que llevarme donde l. No s adnde ir. Por favor dame tugua divina.

El pastor abri su ojos y mir encima de su cabeza. Vio un pequeoletrero que deca Notario Pblico. l saba que en Latinoamrica un ttulotal siempre se usa para un abogado. Entr a la oficina.

Estoy buscando a un abogado nazareno en este pueblo. Me podradecr dnde est?

Por qu entr a esta oficina? le pregunt la secretaria que estaba ensu escritorio.


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He estado caminando por horas y me detuve a descansar. Vi elletrero, le contest sealndoselo. As que entr aqu, a la primera oficina.Me podra decir por favor adnde est el abogado?

S, le puedo decir. Pocas personas saben que esta es su oficina, pero eneste momento l est arriba.

Elevando una oracin de gratitud, el pastor Hayasaka la sigui por lasescaleras hasta la oficina del abogado.

Despus de presentarse, el pastor Hayasaka le explic los detalles delcaso. El abogado dijo, S, estoy interesado en ayudar a esos hombres.Vamos a la corte a examinar los registros.

En la corte, el abogado estudi los registros durante un tiempo. Nopuedo encontrar ninguna evidencia para la condena. Los dos hombresrespondieron a las preguntas diciendo lo correcto. Aunque hubiera estadosentado al lado de ellos, no les hubiera podido ayudar a responder de maneradiferente de cmo lo hicieron. Verdaderamente Dios les dio la sabiduradurante el interrogatorio. Sin embargo, si el gobierno produce evidencias,vamos a tener una pelea en nuestras manos. No conozco formas en que ladefensa pueda probar que su evidencia es totalmente falsa. Si ellos producen

una evidencia de lo que dicen que encontraron en la avioneta, y tienentestigos que juran que la sacaron de la avioneta, cmo vamos nosotros,como defensa, a probar que estos dos hombres son inocentes? Hizo unapausa, movi la cabeza, y sugiri, Oremos juntos, pidiendo a Diossabidura.

La obra mdica en la crcel continuaba. David trataba a muchospacientes cada da. Por fuera pareca ser un enfermero cristiano amable, felizpor la oportunidad de servir a Dios atendiendo a las necesidades de quienesestaban sufriendo. Por dentro, luchaba con pensamientos negativos,depresin y desnimo. Pensamientos de Por qu me tiene que preocuparcmo te sientes? brotaban dentro de l.

Los pacientes se quejaban diciendo, Me duele aqu.Tengo este drenaje.

No puedo dormir de noche por el dolor de espalda.

David, cubierto de una nube de desesperacin, y con las emociones enebullicin dentro de s, pensaba, Gran cosa, Oye, no te has puesto a pensarque yo tengo problemas ms grandes que los tuyos?

En vano luchaba para sacudir esta actitud. Finalmente lleg a laconclusin de que el amor no es siempre una emocin. El amor cristiano es


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una accin. l poda escucharlos. Poda atender sus necesidades. Aunque nose senta como un cristiano carioso, poda expresar simpata. Podadepender de Dios para mostrar compasin que no senta.

Por dentro, ansiaba la libertad. Quera estar con Becky y los nios,escaparse de atender las necesidades fsicas de los presos. En sudesesperacin or, Dios, todo lo que puedo hacer es depender de ti para quecambies mi actitud. Entretanto, dame los frutos del Espritu para continuartrabajando como lo hizo Jess. Yo s que quieres que alivie el sufrimiento.Dame la mente y el amor de Jess.

Despus de hacer esta oracin, David se maravill por la forma comoDios le dio poder para ser paciente cuando se senta impaciente. Da a dasenta la presencia de Dios, agachndose para ensearle una leccin deconfianza. Anteriormente David haba usado su sagaz mente para solucionarla mayora de sus propios problemas y dificultades. Ahora se senta incapaz.No poda hacer otra cosa sino someterse a Dios.

Finalmente tom la decisin de la sumisin completa. Seor, aunquequede aqu por catorce aos (oh, deseo que no me tengas aqu tanto tiempo),estoy dispuesto a confiar en ti. Yo preferira ser liberado de la crcel, porque

sabes que soy inocente del crimen por el cual me acusan. Pero si no haceslos arreglos para mi libertad, voy a confiar en ti completamente. Recin hecomenzado mi carrera misionera, pero si sta ser mi misin para losprximos catorce aos, elijo confiar en ti venga lo que venga.

Y, Dios, si este es un perodo de entrenamiento como el que leconcediste a Moiss para una obra futura, para que pueda aprender lapaciencia, a depender de ti y a una confianza inamovible, que as sea.Gracias por cualquiera que sea tu plan para el futuro. No tengo temor entanto que mi mano est en la tuya.

Dios puso dos pensamientos en la mente de David. Todas las cosasque queris que los hombres hagan con vosotros, as tambin haced vosotros

con ellos (Mateo 7:12) aunque no sientas ganas de hacerlo. Y cuandoechas tu pan sobre las aguas, despus de muchos das lo hallars(Eclesiasts 11:1). Su trato amable a los soldados el da que la avioneta fueasaltada result en un trato amable hacia l. El tratar las necesidades fsicas yemocionales de los presos podra resultar en un cambio de actitudes. ElEspritu le susurr, A Dios le gusta transformar las bendiciones dadas enbendiciones recibidas. Toda vez que damos, recibimos ms.

Ms tarde, David escuch, por los rumores, que el director de la crcelhaba notado las muchas horas que l daba de ayuda mdica a los presos.Sorprendido por la ropa y los alimentos que traa la iglesia, y asombrado de


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que los adventistas pagaran a un mdico para que fuera hasta las montaas ahacer cirugas menores, y que posteriormente hiciera los arreglos para queun cirujano local atendiese los casos serios, el director se sintiimpresionado a actuar. l decidi hacer una visita al aboga

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