público - dialnet.unirioja.es · rra mundial (iigm vh frqyluwlhurq hq odv vxshu-srwhqfldv gho...

32
Universidad de los Andes Facultad de Derecho Revista de Derecho Público N. o 33 Julio - Diciembre de 2014. ISSN 1909-7778 Público Fecha de recepción: 10 de abril de 2014 / Fecha de aprobación: 28 de agosto de 2014 ½ ,¦ÃÌÄ Ý®Ýãà ÃçÄÊ Ý®ÃãÙ®Ê ù ½ ¥½ÊٮîÄãÊ ÄçòÝ ÃÄþÝ Ä Ê½Êî ®Ä WãÙ®® Ù®Ý ,ÄÊ ƌơĐƵůŽ ĚĞ ƌĞŇĞdžŝſŶ K/ ŚƩƉĚdžĚŽŝŽƌŐϭϬϭϱϰϮϱƌĞĚĞƉƵďϯϯϮϬϭϰϮϲ

Upload: trinhdang

Post on 23-Jan-2019

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Universidad de los Andes

Facultad de Derecho

Revista de Derecho Público N.o 33

Julio - Diciembre de 2014. ISSN 1909-7778

Público

Fecha d

e r

ecepció

n:

10 d

e a

bril d

e 2

014 /

Fecha d

e a

probació

n:

28 d

e a

gosto

de 2

014

½,¦ÃÌÄÝ®ÝãÃÃçÄÊÝ®ÃãÙ®Êù½¥½ÊٮîÄãÊÄçòÝÃÄþÝÄʽÊî

®ÄWãÙ®®Ù®Ý,ÄÊ

ƌơĐƵůŽĚĞƌĞŇĞdžŝſŶ

K/ŚƩƉĚdžĚŽŝŽƌŐϭϬϭϱϰϮϱƌĞĚĞƉƵďϯϯϮϬϭϰϮϲ

ů ,ĞŐĞŵſŶ ƐŝƐƚĞŵĂ ŵƵŶĚŽ ĂƐŝŵĠƚƌŝĐŽ LJ Ğů ŇŽƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽ ĚĞ ŶƵĞǀĂƐ ĂŵĞŶĂnjĂƐ ĞŶŽůŽŵďŝĂZĞƐƵŵĞŶEl sistema mundo ha variado radicalmente en las interacciones que se suceden en los Estados clásicos y contempo-ráneos. Igualmente, el tipo de enfrentamientos mutó a nuevas formas, más internas que internacionales, que resultan siendo intermésticas. La política exterior de Colombia está condicionada a la norteamericana, en especial, cuando se UHÀHUHDODVHVWUDWHJLDVSDUDHQIUHQWDUODVQXHYDVDPHQD]DVGHODSRVJXHUUD9HDPRVXQHMHPSORGHHOORHQODUHODFLyQEstados Unidos-Colombia.

WĂůĂďƌĂƐĐůĂǀĞSROtWLFDH[WHULRUFRQWHPSRUiQHDQXHYDVDPHQD]DVFRQVWUXFFLyQGHSRGHUHQHOVLVWHPDPXQGR(VWD-dos Unidos, Colombia, narcoviolencia.

dŚĞHegemónĂƐLJŵŵĞƚƌŝĐǁŽƌůĚƐLJƐƚĞŵĂŶĚƚŚĞďůŽƐƐŽŵŝŶŐŽĨŶĞǁƚŚƌĞĂƚƐŝŶŽůŽŵďŝĂďƐƚƌĂĐƚThe world system has changed dramatically in terms of the interactions that occur in the classical and contemporary 6WDWHV$OVRWKHW\SHRIÀJKWLQJPXWDWHGLQWRQHZIRUPVPRUHLQWHUQDOWKDQLQWHUQDWLRQDOZKLFKDUHEHLQJLQWHUPHVWLF&RORPELD·VIRUHLJQSROLF\LVVXEMHFWWRWKH86HVSHFLDOO\ZKHQLWFRPHVWRVWUDWHJLHVIRUGHDOLQJZLWKQHZWKUHDWVRIZDULet’s see an example of it, in the relation United Estates – Colombia.

<ĞLJǁŽƌĚƐ contemporary foreign policy, new threats after the war, construction of power in the world system, United States, Colombia, drug violence.

K,ĞŐĞŵŽŶƐŝƐƚĞŵĂŵƵŶĚŽĂƐƐŝŵĠƚƌŝĐŽĞŽŇŽƌĞƐĐŝŵĞŶƚŽĚĞŶŽǀĂƐĂŵĞĂĕĂƐŶĂŽůƀŵďŝĂZĞƐƵŵŽO sistema mundo tem variado radicalmente nas interações que acontecem nos Estados clássicos e contemporâneos. Igualmente, o tipo de enfrentamentos mudou para novas formas, mais internas do que internacionais, que acabam sendo intermésticas. A política exterior da Colômbia está condicionada à norte-americana, em especial, quando se re-IHUHjVHVWUDWpJLDVGHHQIUHQWDUDVQRYDVDPHDoDVGDSyVJXHUUD9HMDPRVXPH[HPSORGLVVRQDUHODomRHQWUH(VWDGRVUnidos e Colômbia.

WĂůĂǀƌĂƐͲĐŚĂǀĞ SROtWLFD H[WHULRU FRQWHPSRUkQHD QRYDV DPHDoDV FRQVWUXomR GH SRGHU QR VLVWHPDPXQGR (VWDGRVUnidos, Colômbia, violência narco.

&yPRFLWDUHVWHDUWtFXOR$ULDV+HQDR'3'LFLHPEUH(O+HJHPyQVLVWHPDPXQGRDVLPpWULFR\HOÀRUHFLPLHQWRGHQXHYDVDPHQD]DVHQColombia. Revista de Derecho Público,8QLYHUVLGDGGHORV$QGHV&RORPELD

(VSURGXFWRGHODLQYHVWLJDFLyQGRFWRUDOTXHVXVWHQWyODDXWRUDHOSDVDGRGHQRYLHPEUHGHHQHO,QVWLWXWRGH5HODFLRQHV,QWHUQDFLRQDOHVGHOD8QLYHUVLGDG1DFLRQDOGH/D3ODWD$UJHQWLQD\TXHIXHDSUREDGDFRQGLVWLQFLRQHV

** Abogada, especialista en derecho de las telecomunicaciones, magíster en relaciones internacionales y doctora en relaciones internacionales por la 8QLYHUVLGDG1DFLRQDOGH/D3ODWD$UJHQWLQD$FWXDOPHQWHVHGHVHPSHxDFRPRGRFHQWHGHWLHPSRFRPSOHWRHLQYHVWLJDGRUDGHOD)DFXOWDGGH5HODFLRQHV,QWHUQDFLRQDOHV(VWUDWHJLD\6HJXULGDGGHOD8QLYHUVLGDG0LOLWDU1XHYD*UDQDGD\OD81,$*5$5,$\GHVGHDJRVWRGHHVHGLWRUDGHODRevista de

Relaciones Internacionales, Estrategia y SeguridadGHODSULPHUD8QLYHUVLGDG

^çÃÙ®Ê

Introducción – I. NACIONALISMO DE LA POSGUERRA FRÍA DESPUÉS DEL DERRUMBE DE LA UNIÓN 629,e7,&$²A. Condicionamientos de la pf a la política exterior colombiana – B. Nuevas guerras: el

caso del paramilitarismo en Colombia – C. Factores de reclutamiento paramilitar – D. Factor exóge-

no como predominante político externo: asimetrías marcadas por la posguerra – II. COOPERACIÓN 0,/,7$5)5(17($/$618(9$6$0(1$=$6²,,,68%6,',$5,('$''(/$-867,&,$,17(5$0(5,&$-NA – A. sidh: mecanismo de promoción y protección de los dd. hh. – B. Comisión Interamericana de

Derechos Humanos (cidh) – C. Corte Interamericana de Derechos Humanos – 1. Condiciones de IDFWRHQ0DSLULSiQMXOLRGH ²0DSLULSiQHQHOsidh – 3. Mapiripán después del sidh

²6REHUDQtD\DUPRQL]DFLyQGHRUGHQDPLHQWRVMXUtGLFRVSRUFRQWUROGHFRQYHQFLRQDOLGDG%HQHÀ-cios de la política internacional de la posguerra – ,9&21&/86,21(6²5HIHUHQFLDV

ů,ĞŐĞŵſŶƐŝƐƚĞŵĂŵƵŶĚŽĂƐŝŵĠƚƌŝĐŽLJĞůŇŽƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞŶƵĞǀĂƐĂŵĞŶĂnjĂƐĞŶŽůŽŵďŝĂ*

ŝĂŶĂWĂƚƌŝĐŝĂƌŝĂƐ,ĞŶĂŽ**

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 4

/ŶƚƌŽĚƵĐĐŝſŶ

La Unión Soviética y los Estados Unidos (EE. UU.DOUHVXOWDUYHQFHGRUHVGHOD6HJXQGD*XH-rra Mundial (iigmVHFRQYLUWLHURQHQ ODVVXSHU-SRWHQFLDVGHOVLVWHPDPXQGR/DÀQDOL]DFLyQGHla iigm fue factor originario del proceso de guerra fría (gfTXHLPSUHJQyDOVLVWHPDPXQGRFRQODteoría de los bloques de poder, en el marco de un esquema bipolar que tenía establecida la ]RQDGHHTXLOLEULRGHVHJXULGDG\HVWUDWHJLDVR-bre Europa occidental y Europa oriental.

'HHVWDPDQHUD GHVGH OD GpFDGDGHO EE. UU. y la Unión Soviética se fortalecieron y em-SH]DURQVXSODQGHH[SDQVLyQDO7HUFHU0XQGRLas superpotencias se comunicaron su overki-

lling capacity para desaparecer a la otra. EE. UU. ´ YHFHV D OD Urss, mientras que esta puede GHVWUXLU D DTXHO YHFHVµ =HUDRXL S

EE. UU., líder de Occidente, representaba el po-GHUtR LQGXVWULDO QXFOHDU ÀQDQFLHUR HFRQyPLFRy, por supuesto, militarista. La Unión Soviética concentró su énfasis de poder más en el ámbito político-militar que en su potencial económico

=HUDRXLS

/DV]RQDVGHHTXLOLEULRGHFDGDXQDGHODVVX-perpotencias se demarcaron y fueron respeta-das recíprocamente. La condición resultante de QR LQYDGLU ODV ]RQDV GH HTXLOLEULR GH FDGD VX-perpotencia es la permanencia en los balances de poder. Es decir, resultaba claro en aquel es-quema bipolar que si una u otra superpotencia SDVDEDGHXQD]RQDGHHTXLOLEULRDRWUDLQPH-

diatamente se produciría un “cambio cualitati-YR VXVWDQFLDO HQHO EDODQFHGHSRGHUµ 6LOYDHQ=HUDRXLS

(O UHVSHWDU ODV ]RQDVGHHTXLOLEULRFRQVROLGyDORVWHUULWRULRVSHULIpULFRVFRPRODV]RQDVGHVH-guridad que representaban barreras de entrada DORVUHDOHVFHQWURVGHSRGHU$TXHOODV]RQDVGHVHJXULGDGEOLQGDURQJHRJUiÀFDPHQWHD ODV VX-perpotencias y se consolidaron en dos aristas JHRHVWUDWpJLFDV ODV ]RQDV GH LQÁXHQFLD \ ODVSHULIHULDVHQOLVWDGDVSRUDOLDQ]DVSROtWLFDV

/DV ]RQDV GH LQÁXHQFLD UHÁHMDQ ORV WHUULWRULRVGRQGHQRHMHUFtDQWHyULFDPHQWHVREHUDQtDXQDu otra superpotencia, pero donde su condiciona-miento exógeno resultaba tan marcado, que en ODSUiFWLFDHMHUFtDQHOUHDOSRGHUSROtWLFR/RDQ-WHULRUHUDHOSURGXFWRGHDOLDQ]DVSROtWLFDVFRQ-dicionadas por los intereses de las superpoten-cias, que eran otorgados por los líderes periféri-cos, sin mayores posibilidades de contradicción.

$OLDQ]DVSROtWLFDVSHULIpULFDVTXHGHFDQWDURQHOestatocentrismo característico de las relaciones internacionales (rr. ii. 3RU HQGH QR UHVXOWDEDnecesario que las superpotencias se instalaran GHQWURGHWRGDHOiUHDGHVXVUHVSHFWLYDV]RQDVde seguridad, sino que establecieran sus con-dicionamientos sociales, culturales, militares, HFRQyPLFRV\SRUVXSXHVWRSROtWLFRVHQODV]R-nas estratégicamente determinadas como de in-ÁXHQFLDDWUDYpVGHODFRQVROLGDFLyQRPHMRUGHODLPSRVLFLyQGHDOLDQ]DVSROtWLFDVDVLPpWULFDV

En consecuencia con lo descrito, se acoplaron ORVEORTXHVGHSRGHUFRQVROLGDGRVDORGHÀQLGR

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 5

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

por George Kennan a través de la doctrina de la contención, y la teoría de los dos mundos de =KGDQRY

Los bloques de poder, representados en un es-quema bipolar de poder internacional, se exten-dieron sobre todo el sistema mundo, mediante DPHQD]DVPLOLWDUHVGXUDQWHHOSURFHVRTXHVHdenominó la guerra fría.

Dicha escena del sistema mundo, en la teoría HPSH]yDGHFDHUFRQGRVKHFKRVKLVWyULFRVUH-OHYDQWHVHOSULPHURODFDtGDRPHMRUOD WXPED-GDµ, GHO0XURGH%HUOtQHQQRYLHPEUHGHel segundo, la expedición de la política exterior GHOD3HUHVWURLNDUHHVWUXFWXUDFLyQGH0LNKMDLOGorbachev, quien llegó al poder de la Unión So-YLpWLFDHQ

Gorbachev, a través de su política de reestruc-turación, intentó levantar el hundimiento econó-mico de la Unión Soviética encausando su po-blación mediante patrones de comportamientos

rtJLGRV\GHÀQLGRVSDUDWDOÀQ'LFKRPRGHORUt-gido lo enemistó con las élites burocráticas, sin embargo emprendió sin miramientos la glásnost

GHPRFUDWL]DFLyQ. En concordancia, con la de-PRFUDWL]DFLyQIRUPXOy\HMHFXWyXQDSROtWLFDH[-WHULRUGHQRPLQDGD QXHYRSHQVDPLHQWRµ donde ya no importaba tanto el poderío nuclear, sino SRVHHUHOPtQLPRQHFHVDULRSDUD JDUDQWL]DU ODseguridad de la Unión Soviética y la cooperación y el consenso en las relaciones internacionales.

En consecuencia con lo descrito, Gorbachev de-ELOLWyDO3ROLWEXUyHQWUH\PHGLDQWHreformas relevantes a las personas de nacio-

nalidades no determinantes dentro de la Unión Soviética, se autonombró presidente del Presi-dium del Soviet Supremo y estableció que una YH] WHUPLQDGR VX SHULRGR HO OtGHU VH GHQRPL-naría presidente de la República, un cambio de forma y no de fondo. Sin embargo, al ampliarse HO VLVWHPD SROtWLFR ORV FRQÁLFWRV QDFLRQDOLVWDVÁRUHFLHURQ

-RVHSK1\HFRQVLGHUyTXH´HOGHFOLYHGHODHFR-QRPtDVRYLpWLFDUHÁHMyXQDPHQRUFDSDFLGDGGHplaneamiento central para responder al cambio económico global… Si bien el poder militar sigue siendo importante, es un error para cualquier país descartar el papel del poder económico y el poder blando. Pero también es un error no to-mar en cuenta la importancia de los líderes con YDORUHVKXPDQLWDULRVµ

Si bien fueron los pactos económicos de la Urss los que sobrepasaron sus arcas, lo que provocó HO SULQFLSLR GHO ÀQ de la gf, un gran sector de la doctrina consideró que al colapso del esque-ma soviético se sumaron factores políticos de soft law descritos en las nuevas ideas liberales, que debilitaron la cohesión social que proveía ODXQLyQGH ODVYLHMDVQDFLRQHV'LFKDV WHQVLR-nes identitarias se cultivaban dentro de la Urss LQFOXVLYH YDULDV GpFDGDV DWUiV FRPR OR DÀUPyCharles Tilly.

A través de este repaso breve de la consolida-ción del sistema mundo bipolar y su terminación con la caída de la Urss, se pretende iniciar el es-tudio de caso colombiano, no sin antes enfati-]DUHQODVFRQVHFXHQFLDVGHORVFDPELRVHQODtipología de los enfrentamientos clásicos y con-

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 6

WHPSRUiQHRVTXHVHSURGXMHURQHQUD]yQGHODvariación de un mundo bipolar a uno multipolar.

Como demostraremos a continuación, aquellos HQIUHQWDPLHQWRVFOiVLFRVRUHJXODUHVHQWUHHMpU-citos regulados —guerras interestatales acom-SDxDGDVGHEORTXHVFRQIRUPDGRVSRUDOLDQ]DVpolíticas— han dado paso a multitudes de en-IUHQWDPLHQWRV LUUHJXODUHV R QXHYDVDPHQD]DVTXHQRQHFHVDULDPHQWHVRQRUGHQDGDVQLHMHFX-WDGDVSRU(VWDGRVRVXMHWRVGHGHUHFKRLQWHUQD-cional público, sino por actores internacionales LUUHJXODUHV FRPR SURWDJRQLVWDV GH FRQÁLFWRVarmados intermésticos, es decir, aquellos que conllevan factores endógenos y exógenos en su creación y mantenimiento histórico-político.

/E/KE>/^DK>WK^'hZZFRÍ^Wh^>ZZhD>

hE/ME^Ks/d/

(QODUrss desapareció y con ella el mode-lo bipolar de la gf que imperó en el sistema mun-GRGHVGH$SDUWLUGHHQWRQFHVHOVLVWHPDmundo se conoce con el nombre de posguerra fría (pf(QHVWDHWDSDVHJHQHUy ODQHFHVLGDGGHUHGHÀQLUODSROtWLFDPXQGLDO\VXFRQWH[WRHQteoría menos belicoso.

-XDQ *DEULHO 7RNDWOLiQ KD GHQRPLQDGR D OD pf como la necesidad evidente de

FRQÀJXUDFLyQGHXQ1XHYR2UGHQDPLHQWR,QWHU-nacional diseñado en Occidente y dirigido desde Washington. Existe unanimidad en cuanto a la terminación del enfrentamiento ideológico Este-2HVWH SHURHO ÀQDO GHHVDGLVSXWDQRKD VLGR

sinónimo de equilibrio y estabilidad: puede in-cluso multiplicarse el desorden y el caos, tanto HQHOFHQWURFRPRHQ ODSHULIHULDHQHOSDVDMHhacia formas de orden más maduras, duraderas e intrincadas… constituye una aspiración ideal PiVTXHXQDUHDOLGDGVIS

6HJ~Q%X]DQ\:DHYHUSVGHOVLVWHPDmundo de la pfGHEHVHUDQDOL]DGRDWUDYpVGHtres teorías:

1. Neorrealismo: estatocentrismo y sus alian-]DV

*OREDOLVWD DFWRUHV QR HVWDWDOHV \ DVSHFWRVFXOWXUDOHVWUDQVQDFLRQDOHV\HFRQRPtDSROtWLFD

3. Regionalista: alternativa ecléctica.

Evidentemente la pf no cuenta con consenso so-EUH VXV HWDSDV 6H SURGXMR XQD YH] FRQFOXLGRel periodo de gf que dominó el sistema mundial del siglo XX y que parecía perpetuo, pues se ac-WXDEDEDMRXQD OyJLFDSUHGHFLEOHTXHSHUPLWtDSURQRVWLFDUODVDOLDQ]DVSROtWLFDVHFRQyPLFDV\militares. La cuestión ideológica dominante des-DSDUHFLyFRPRHOHPHQWRFDWDOL]DGRU

(Q.DSODQFLWDGRHQ$UHQDOSVGUHÀULyHOFDPELRGHXQHVTXHPDELSRODUÁH[LEOHDXQHVTXHPDQRGHÀQLGRTXHSHUPLWHSHQVDUTXHDSDUWLUGHODGpFDGDGHOHOVLVWHPDPXQ-GRVHFDUDFWHUL]ySRUODSUHVHQFLDGHXQDXQLSR-laridad norteamericana, manifestada en inter-venciones armadas que se extendieron hasta el DxRSULQFLSDOPHQWHORTXHGHVDWyP~OWL-ples crisis nacionalistas.

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 7

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

No obstante, respecto a la unipolaridad del sis-tema mundo ha existido un incesante debate WHyULFRSRUHMHPSORHQFXDQWRD ODFRQVROLGD-ción de un sistema multipolar donde no impe-re la voluntad política de EE. UU., China y Rusia (denominados la tríada del poder político inter-QDFLRQDOTXLHQHVVXPDGRVDOD,QGLD\OD8QLyQEuropea constituyen uno de los principales cen-tros de poder político contemporáneos. Por qué no hablar de Brasil como el país pivote de la es-cena latinoamericana y uno de los miembros del poderoso brics (sigla del grupo conformado por %UDVLO5XVLD,QGLD&KLQD\6XGiIULFD

Aunque la mayoría de los norteamericanos se casaron con la teoría de la unipolaridad por la desaparición de la Urss+HQU\.LVVLQJHUHQpublicó su libro Diplomacia, en el cual trató el tema de la gestación del ordenamiento mundial de la pf\GHÀQLó al sistema mundo como un sis-tema donde prevalecían “cinco o seis grandes potencias y una multiplicidad de Estados más pequeños… una reconciliación y un equilibrio de LQWHUHVHVQDFLRQDOHV HQ FRPSHWHQFLDµ S \

1RREVWDQWHGLFKRGHEDWHVXSHUDHOREMHWRGHnuestro artículo, por lo cual simplemente ex-ponemos una síntesis de los posibles tipos de FRQÀJXUDFLyQUHVSHFWRDODSRODULGDGHQSROtWLFDinternacional. En general se distinguen cinco ti-pos de sistemas:1 unipolaridad, bipolaridad, tri-polaridad, multipolaridad y no polaridad.

1 Véase http://centrodeartigos.com/articulos-enciclopedicos/arti-FOHBKWPO.

Unipolaridad: distribución de poder en la que un Estado ĞũĞƌĐĞůĂŵĂLJŽƌƉĂƌƚĞĚĞůĂŝŶŇƵĞŶĐŝĂĐƵůƚƵƌĂůĞĐŽŶſŵŝ-ĐĂLJŵŝůŝƚĂƌ;EƵŶŽW DŽŶƚĞŝƌŽZŽďĞƌƚ:ĞƌǀŝƐĂŶŝĞůEĞdž-ŽŶdŚŽŵĂƐtƌŝŐŚƚͿũĞŵƉůŽhhƷŶŝĐŽƉĂşƐĂƉƌŝŶ-ĐŝƉŝŽƐĚĞůƐŝŐůŽyy/ƋƵĞƉŽƐĞĞůĂĐĂƉĂĐŝĚĂĚĚĞƉƌŽLJĞĐƚĂƌƉŽĚĞƌŵŝůŝƚĂƌĞŶƵŶĂĞƐĐĂůĂŐůŽďĂů;<ĞŶŶĞƚŚtĂůƚnj:ŽŚŶ/ŬĞŶďĞƌƌLJLJĂƌƌLJWŽƐŶĞƌͿBipolaridad: distribución de poder en el que dos Estados ƟĞŶĞŶůĂŵĂLJŽƌƉĂƌƚĞĚĞůĂŝŶŇƵĞŶĐŝĂĞĐŽŶſŵŝĐĂŵŝůŝ-ƚĂƌLJĐƵůƚƵƌĂůĂŶŝǀĞůŝŶƚĞƌŶĂĐŝŽŶĂůŽƌĞŐŝŽŶĂůŵĞŶƵĚŽůĂƐ ĞƐĨĞƌĂƐ ĚĞ ŝŶŇƵĞŶĐŝĂ ƐĞ ĚĞƐĂƌƌŽůůĂƌşĂŶ ĐŽŶĨŽƌŵĞ Ăůavance de la contraparte.

dƌŝƉŽůĂƌŝĚĂĚĚŝƐƚƌŝďƵĐŝſŶĚĞůĂĚĞĐŝƐŝſŶĚĞůĂƉŽůşƟĐĂŝŶ-ternacional en tres centros de poder o Estados. Ejemplo: ƚƌşĂĚĂĚĞůƉŽĚĞƌƉŽůşƟĐŽ: hh ŚŝŶĂLJZƵƐŝĂ ;<ŝƐƐ-ŝŶŐĞƌͿDƵůƟƉŽůĂƌŝĚĂĚĚŝƐƚƌŝďƵĐŝſŶĚĞƉŽĚĞƌĞŶĞůƋƵĞŵĄƐĚĞĚŽƐƐƚĂĚŽƐͲŶĂĐŝſŶƟĞŶĞŶĐĂŶƟĚĂĚĞƐĐĂƐŝŝŐƵĂůĞƐĚĞŝŶ-ŇƵĞŶĐŝĂŵŝůŝƚĂƌ ĐƵůƚƵƌĂů LJĞĐŽŶſŵŝĐĂ ;ƐŝƐƚĞŵĂ ŝŶƚĞƌŶĂ-ĐŝŽŶĂůƉŽƐƚĞƌŝŽƌĂϮϬϬϭͿNo polaridad: sistema internacional con numerosos cen-ƚƌŽƐĚĞƉŽĚĞƌĞŶĞůƋƵĞŶŝŶŐƵŶŽĚŽŵŝŶĂWƵĞĚĞŶƐĞƌůŽƐƐƚĂĚŽƐͲŶĂĐŝſŶůĂƐĐŽƌƉŽƌĂĐŝŽŶĞƐůĂƐŽƌŐĂŶŝnjĂĐŝŽŶĞƐŶŽŐƵďĞƌŶĂŵĞŶƚĂůĞƐůŽƐŐƌƵƉŽƐƚĞƌƌŽƌŝƐƚĂƐĞƚĐ>ĂƉŽƚĞŶ-ĐŝĂƐĞĞŶĐƵĞŶƚƌĂĞŶŵƵĐŚĂƐŵĂŶŽƐLJŵƵĐŚŽƐůƵŐĂƌĞƐ

Dos obras destacadas sobre el tema de los cen-tros de la política internacional del sistema mun-do son la de Francis Fukuyama y la de Samuel Huntintong.

Fukuyama reduce los diversos enfrentamientos DXQDSXJQDÀORVyÀFDGHORVJULHJRVHQWUHPD-terialismo (comunismo o socialismo tipo UrssH LGHDOLVPRFDSLWDOLVPRR ODVRFLHGDG OLEHUDONo obstante, distingue dos elementos sueltos: fundamentalismo islámico y nacionalismo, mo-delos que se pueden aplicar solo en regiones culturales determinadas.

Fukuyama se fundamentó en el liberalismo más allá de los debates ideológicos, concentrándo-

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 8

VHHQODVLQVXÀFLHQFLDVTXHUHSUHVHQWDHOHQIR-que de los sistemas democráticos capitalistas o cualquier modelo que desafíe la dialéctica acti-vidad de cualquier sistema.

Parecía recaer en idealismos utópicos al ma-nifestar que: “Las causas fundamentales de la desigualdad económica no tienen que ver con el substrato legal ni la estructura social de nues-WUDVRFLHGDG/DSREUH]DQHJUDHQUsa no es el producto inherente del liberalismo, sino más bien el legado de la esclavitud y el racismo que ha persistido mucho después de la abolición for-PDOGHODHVFODYLWXGµFLWDGRHQ+XJXHW

Contrariamente se manifestó Samuel Hunting-ton en su obra The Clash of Civilizations and the

Remaking of World Order (El choque de las civi-

OL]DFLRQHV \ OD UHFRQÀJXUDFLyQGHO RUGHQPXQ-

dial), en la cual sostuvo que el asunto primordial de poder no es el económico sino la cuestión QDFLRQDOLVWD R FLYLOL]DWRULD H LQWURGXMR FRPRaspecto central la variable cultural trayendo a colación los planteamientos de Braudel, que WHUPLQDHQFRQÁLFWRVIXQGDPHQWDGRVHQORVHV-tereotipos que encierran las diversas creencias y valores (occidentales, latinoamericanos, islá-PLFRV MDSRQHVHV DIULFDQRV KLQG~HV FKLQRVEXGLVWDVRUWRGR[RV

Para Huntington la nueva era en la política mun-dial de la pgVHFRQFHQWUDUiHQFRQÁLFWRVFXOWXUD-les más que en guerras clásicas o interestatales o inter-bloquistas.

Una guerra clásica interestatal, “se conduce en FRQWUDGHOHMpUFLWRUHJXODUGHXQ(VWDGR«\VRQ

reguladas por el derecho internacional público… las nuevas guerras, son conducidas por diversos actores muchas veces no estatales sin algún tipo de regulación legal… Las nuevas guerras… Rguerras incorrectas... son guerras de desin-

tegración del Estado, como consecuencia del fracaso de una estatalidad robustaµ 0ünkler, SS

Esto parece ser cierto en el Estado colombia-no, donde es evidente la ausencia de guerras FOiVLFDVSHURGRQGHDÁRUDQFDGDGtDFRQÁLFWRVarmados internos entre diversas ideologías de grupos sociales.

3HUR +XQWLQJWRQ WDO YH] QR SHQVy HQ DOLDQ]DVcomo el brics, donde culturas extremadamente GLYHUVDVXQHQVXVHVIXHU]RVSDUDDOFDQ]DULQWH-reses comunes y muestran cómo el sistema que se pensó unipolar se convirtió dos décadas des-pués en uno de realidad multipolar. La idea de OD RFFLGHQWDOL]DFLyQ GHO VLVWHPDPXQGR DUURMDuniones que pretenden desmoronarla mediante HOUHIRU]DPLHQWRGHYDORUHVTXHKDQVLGRDSDEX-llados, en especial, por los actuares estadouni-denses.

El principal argumento de la obra conlleva la LGHD GH TXH OD YDULDEOH FXOWXUDO UHHPSOD]D ODestructura económica capitalista o comunista, FRPRHOHPHQWRFDWDOL]DGRUGHODVLGHRORJtDVGHlos pueblos.

3RUHMHPSORHO+XQWLQJWRQVRVWXYRTXH

Las coaliciones ruso-chinas, así como chino-PXVXOPDQDV(MDOLDQ]D&KLQD,UiQ3DNLVWiQWLHQHQ FRPR REMHWLYR FRQWUDUUHVWDU HO XQLYHU-

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 9

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

VDOLVPR RFFLGHQWDO 6LQ HPEDUJR XQD DOLDQ]Druso-musulmana es poco probable, ya que esta ~OWLPD FLYLOL]DFLyQ HV YLVWD FRPR DPHQD]DQWHpor la primera. De entre los alineamientos emergentes, Huntington observa como los más FRQÁLFWLYRVORVTXHH[LVWHQHQWUH-DSyQ5XVLDAfrica-Islam, Occidente-China, Occidente-Islam, Hindú-Islam, Hindú-China y Rusia-Islam (Arro-\RFLWDGDHQ1RPEHUWR

Igualmente, luego de los atentados del 11 de septiembre se amplió la “gama de intereses de quienes hacen las guerras… grupos ilegales, con UDtFHVRQRHQYLHMRVFRQÁLFWRVHVWiQDUPDGRVy están violando los derechos de miles de per-VRQDVVRODPHQWHSDUDJDQDUGLQHURµ+RZODQG FRPR OR GHPRVWUDUHPRV HQ HO HVWXGLRdel paramilitarismo colombiano y en especial en el análisis de la masacre de Mapiripán y su FRQWH[WRLQWHUPpVWLFRDQLYHOMXUtGLFRSROtWLFR

En consecuencia con lo anterior, la seguridad nacional representa la ausencia en teoría de ´DPHQD]DV \ OD FDSDFLGDG GH ORV (VWDGRV GHmantener su identidad, su independencia, inte-JULGDG\ IXQFLRQDPLHQWRDQWH IXHU]DVKRVWLOHVµ6DOD]DU S LQGHSHQGLHQWHPHQWHdel modelo de polaridad que se imprima en las coyunturas sociohistóricas del sistema mundo.

Así, el gran inversionista clásico que siempre HUDHO(VWDGRFRPHQ]yDVHUVXSHUDGRSRUORVactores privados transnacionales, violentos o no, que incrementaron ágilmente su poder, con-llevando la disminución en la concentración del poder político estatocéntrico. En este sentido vale la pena rescatar los aportes de Saskia Sas-sen y Niall Fergusson.

En cuanto a lo sostenido por Sassen y la coyun-tura de la nueva geografía política, hace presen-cia un campo mixto público y privado transfron-WHUL]R GRQGHHO (VWDGRPHUPDVXV ´FDSDFLGD-des de regulación, debido a ciertas políticas de EDVHUHODFLRQDGDVFRQODPXQGLDOL]DFLyQHFRQy-PLFDGHVUHJXODFLyQGHXQFRQMXQWRLPSRUWDQWHde los mercados, de sectores económicos y de OtPLWHVQDFLRQDOHV\SULYDWL]DFLyQGHÀUPDVGHOsector público… un proceso de transformación GHO(VWDGRµ6DVVHQ

Por su parte, Fergusson ha manifestado que

alrededor del mundo hay consenso de que te-ner un sistema mixto y dinámico entre privado \S~EOLFR IXQFLRQDPHMRUTXHXQVLVWHPDPR-nopólico estatal. Y esto es interesante, porque pareciera que aumentar los servicios entrega-dos por privados incrementa los estándares en países que antes tenían monopolios estata-les… es posible tener un desarrollo económico GHODUJRSOD]RVRVWHQLEOH\VyOLGRFRQJUDQGHVQLYHOHVGHGHVLJXDOGDG)HUQiQGH]

Igualmente coincide Fergusson con Huntington en que el factor cultural principalmente repre-sentado en las creencias religiosas es el fac-tor decisivo en la división violenta del sistema mundo. No obstante sostiene que Huntington VH HTXLYRFySXHV ´GHVGHHO FRQÁLFWR QRKDVLGRHQWUHFLYLOL]DFLRQHVVLQRHQ ODVFLYLOL]D-FLRQHV < ORV PD\RUHV FRQÁLFWRV HVWiQ GHQWURdel islam. La mayoría de los musulmanes que mueren violentamente están siendo asesinados SRURWURVPXVXOPDQHVµ)HUQiQGH]$Vtcomo los colombianos mueren a manos de co-lombianos.

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 10

A. Condicionamientos de la Ö¥ a ůĂƉŽůşƟĐĂĞdžƚĞƌŝŽƌĐŽůŽŵďŝĂŶĂ

'HVGHVHGHMyDWUiVHOPRGHORFOiVLFRGHlas rr. ii HQHO FXDO HO XVRGH OD IXHU]DDUPD-da era legítimo para resolver las controversias interestatales o interbloquistas internacionales PHGLDQWHODGHFODUDFLyQGHJXHUUDVFOiVLFDVHMH-FXWDGDVSRUORVHMpUFLWRVGHORV(VWDGRV~QLFRVVXMHWRVGHGHUHFKRLQWHUQDFLRQDOS~EOLFR

La nueva escuela de las rr. ii. fue denominada escuela contemporánea o escuela institucional. (QHVWHPRGHORTXHLPSHUDHQHOXVRGHODIXHU]DDUPDGDRYLROHQFLDOHJtWLPDSDUDUHVRO-ver controversias internacionales fue prohibido por regla general.

(QWHQGDPRV SRU YLROHQFLD OHJtWLPD OD ´UHDOL]D-ción de un poder acumulado sobre el término más débil de una relación social asimétrica, que se despliega cuando los símbolos y valores que VRVWLHQHQHOSRGHUVHYHQDPHQD]DGRV6HSUH-VHQWDFRPRFRPEDWHHQWUHIXHU]DVLJXDOHVSHUResta imagen encubre historias previas y relacio-QHVGHSRGHUµ$ULDV\&LH]DS

Como toda regla general, se estipularon excep-ciones al uso de la violencia legítima o de la IXHU]DDUPDGDFRPRFXDQGRPHGLHXQD UHVR-OXFLyQH[SHGLGDSRUHO&RQVHMRGH6HJXULGDGGHODV1DFLRQHV8QLGDVHQFDVRGHLQWHUYHQFLRQHVHQFDWiVWURIHVQDWXUDOHVRKXPDQLWDULDV\FXDQ-GRGHEDXWLOL]DUVHODIXHU]DDUPDGDSDUDUHYHV-WLUXQDDJUHVLyQLQMXVWLÀFDGDEDMRORVSRVWXODGRVproporcionales de la legítima defensa.

En síntesis, en el esquema clásico la regla gene-ral fue la presencia de guerras correctas, regula-res o clásicas, mientras que en el actual modelo contemporáneo de las rr. ii. abundan las muta-ciones de las revoluciones armadas. En especial a partir de la pg, menguaron los enfrentamien-tos interestatales para dar paso al ciclón de las nuevas guerras, irregulares, gestadas entre ac-WRUHV\VXMHWRVLQWHUQDFLRQDOHV

EƵĞǀĂƐŐƵĞƌƌĂƐĞůĐĂƐŽĚĞů ƉĂƌĂŵŝůŝƚĂƌŝƐŵŽĞŶŽůŽŵďŝĂ

(Q OD GpFDGD GHO VH FUHDURQ HQ &RORPELDgrupos tales como el movimiento mas —Muerte D6HFXHVWUDGRUHV³PRWLYDGRVSRU ODVHÀFDFHVagresiones que propiciaban los narcos a los guerrilleros.

La Gobernación de Antioquia, liderada por Ál-varo Uribe, una década después mediante el 'HFUHWRGHOHJDOL]yODV$VRFLDFLRQHV&RPXQLWDULDVGH9LJLODQFLD5XUDO&RQYLYLU que permitían armar civiles y coordinar su actividad DWUDYpVGHODV)XHU]DV$UPDGDVff. aa3

(Q $QGUpV 3DVWUDQD UHYRFy OD VLWXDFLyQHQPHGLRGHODQHFHVLGDGGHUHDOL]DUJHVWRVSR-OtWLFRVHQHOPDUFRGHOQDFLHQWHSURFHVRGHSD]con la guerrilla de las Farc.

6XVPLHPEURVKDQ VLGRDFXVDGRVGHJUDYHV YLRODFLRQHVD ORVdd. hh\IXHURQXQDEDVHVyOLGDSDUDODH[SDQVLyQGHOSDUDPLOLWDULVPRHQ$QWLRTXLD

$¿QDOHVGHVHKDEtDQH[SHGLGROLFHQFLDVTXHSHUPLWtDQODV&RQYLYLU¿QDQFLDGDVSRUHPSUHVDULRVTXHEXVFDEDQSURWHJHUVH

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 11

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

Mientras tanto, los dispersos grupos de autode-fensa y miembros remanentes de las Convivir se agrupaban en las Autodefensas Unidas de Co-lombia (aUcGHODVLJXLHQWHPDQHUD

las Autodefensas de Córdoba y Urabá copan, hacia el norte, las sabanas de la costa Caribe y, hacia el sur, el departamento del Chocó, mien-tras que las Autodefensas del Magdalena Me-GLR\ODVGHOVXUGHO&HVDU\6DQWDQGHUDYDQ]DQhacia el norte de esta región y llegan a copar los departamentos del Cesar, Bolívar y los San-tanderes… dotados de un plan estratégico de aplicación territorial y de un discurso político que los ha llevado a reclamarse como actor po-OtWLFR*RQ]iOH]SS

Recogiendo

la cosecha de varios años de construcción de XQYHUGDGHURHMpUFLWR«QRVHWUDWDEDGHJUXSRVarmados subordinados a otros poderes, eran HMpUFLWRV GH FRPEDWLHQWHV FRQ XQD GRFWULQDidentidad simbólica (uniformes, escudos, him-QRV\DUPDPHQWRGHJXHUUDTXHJDUDQWL]DEDQODSULPDFtDGHVXVMHIHVVREUHHOSRGHUORFDO«se hacen llamar autodefensas y niegan su ca-rácter de paramilitares… en las escuelas de formación del Bloque Central Bolívar… repetían a los nuevos reclutas en la clase de formación política: las autodefensas son un grupo políti-co, militar, antisubversivo, al margen de la ley, DQWLFRPXQLVWDDQWLWHUURULVWDTXHEXVFDODSD]del país... Nosotros solo matamos guerrilleros 'XQFDQHQ&XELGHVS

/RJUDQGRHQSRFRWLHPSRSDVDUGHGHMDUGHVHUvistos como criminales para ser considerados RÀFLDOPHQWH FRPR DFWRUHV SROtWLFRV DJUHPLD-dos en una “federación de grupos regionales…

GHXQDHVWUXFWXUDÁH[LEOHHIHFWLYDSDUDREWHQHUdividendos de cara al proceso de negociación… con diversidad regional y capacidad de cooptar e integrar a su estructura cualquier grupo… for-mado como reacción a las acciones de la guerri-OODµ&XELGHVS

&RQYLUWLpQGRVHHQXQDDOWHUQDWLYDDXQ(MpUFLWRmermado que no resolvía, militarmente hablan-do, en contienda antisubversiva. No importaban PXFKRQLMXUtGLFDQLSROtWLFDQLVRFLDOQLPXFKRmenos económicamente, las prácticas terroris-tas de las aUc.

Muchos sostuvieron que por la anterior minus-valía geoestratégicamente el Estado se fue ha-ciendo el de la vista gorda frente a los valores agregados que le reportaba la presencia de la extrema derecha, generándose, “una relación de dependencia… sin [ellos] el Estado [corría] HOULHVJRGHVHUGHVERUGDGRµ3L]DUURSS

&ĂĐƚŽƌĞƐĚĞƌĞĐůƵƚĂŵŝĞŶƚŽƉĂƌĂŵŝůŝƚĂƌ

El paramilitarismo tiene creación por varios fac-tores. Unos sostuvieron su constitución por estar

fatigados por los excesos criminales de la gue-rrilla, tales como el secuestro y la extorsión. 2WURV IXHURQ LPSXOVDGRV SRU QDUFRWUDÀFDQWHVFRPRHOGHVDSDUHFLGR*RQ]DOR5RGUtJXH]*D-cha, para no continuar pagando el impuesto de guerra, el llamado gramaje a las farc. Algunos más, fueron directamente conformados por RÀFLDOHVGHO(MpUFLWRHQHOPDUFRGH ODJXHUUDde contrainsurgencia. Finalmente, otros fueron constituidos por conocidos y controversiales

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 12

OtGHUHV GH ODV PLQDV GH HVPHUDOGDV 3L]DUUR/HRQJyPH]S

Igualmente, al paramilitarismo se le ha conside-UDGRGHVGHHQIRTXHVGLYHUJHQWHVSRUHMHPSORcomo: “una política terrorista impulsada por el Estado, mientras que otros lo miran como terce-

ro en discordiaYtFWLPDGHOIXHJRFUX]DGRGHLQ-VXUJHQWHVGHL]TXLHUGD\vigilantes de derecha. Finalmente, otros analistas tienden a vincular-los a una especie de gamonalismo armado, que H[SUHVDUtDFLHUWDGLVORFDFLyQGHO(VWDGRµ*RQ-]iOH]S

En el mismo contexto temporo-espacial, la aca-demia lo consideró

un proyecto político, social y económico con alcances nacionales y diversidades regionales, al vaivén de las coyunturas políticas, de la inte-racción con sectores sociales determinados y con respecto a las políticas públicas… constitu-yen, en cuanto actores de la violencia a escala nacional, en irregulares del Estado…, y, simul-táneamente, en una modalidad de dominación regional por medio del gamonalismo armado 3DODFLRVS

Por su parte, los sectores de la sociedad civil RUJDQL]DGD H[WUDJXEHUQDPHQWDOPHQWH GHQXQ-ciaron

una política de Estado… que cuenta con el apo-yo y aquiescencia de las ffaaGHOSRGHUHMHFXWL-vo, por carecer de voluntad política para tomar medidas encaminadas a desmantelar[los]... GHOSRGHUMXGLFLDODOVLWXDUODVDFFLRQHV\ODLQ-vestigación sobre los hechos perpetrados por los paramilitares en un plano secundario, que

FRQGXFHDUHIRU]DUORVPHFDQLVPRVGHLPSXQL-GDG*RQ]iOH]S

'HOOHJLVODWLYRVRERUQDQGRSROtWLFRVSDUDLQÁXLUen la formulación de las leyes, así como el uso \ODDPHQD]DGHOXVRGHODYLROHQFLD\GHOWHUURUHQFXDQWRDODVHOHFFLRQHVVHUHÀHUH

La línea difusa de la estatalidad de los paramili-tares ha sido en varias ocasiones develada por los fallos de Cortes norteamericanas4 y colom-bianas, donde se les ha atribuido la condición estatal, y de la misma manera, actores clara-PHQWH LGHQWLÀFDEOHV FRPR HVWDWDOHV KDQ VLGRMX]JDGRVGHVGHVXFRQGLFLyQFODQGHVWLQDSDUD-militar.

Así, a través del uso de paramilitares se facilitó “la instalación del Estado modernizante, con el FRQFXUVRGHO VHFWRUSULYDGRµ *RQ]iOH]SDODYH]TXHHVWRVVHÀQDQFLDURQFRQHOQDUFRWUiÀFR \ FRQ ´XQ LQJUHVR FRQWLQXR \ FDO-culable sobre una base tributaria clara: los re-cursos obtenidos de quienes quieren comprar seguridad. A todo esto se añade un sistema de recaudación de contribuciones más o menos IRU]DGDV TXH QR REVWDQWH VRQ SUHGHFLEOHVµ&XELGHVS

Adicionalmente, los cambios de la política esta-WDO\H[WHULRUQRUWHDPHULFDQDDUDt]GHORVDWHQ-WDGRVGHOSURSLFLDURQTXHHO'HSDUWDPHQ-

4 El 14 de 1bril de 2003 se admitió una demanda presentada por la )XQGDFLyQ,QWHUQDFLRQDOSDUDORV'HUHFKRV/DERUDOHVHQQRPEUHGHOVLQGLFDWRGHPLQHURV\ IDPLOLDUHVGH ORVDVHVLQDGRVDQWHXQD&RUWHlaboral en Alabama, EE. UU.

'HPDQGDSRUFRQVSLUDFLyQFRQSDUDPLOLWDUHVSDUDDVHVLQDWRVVLQGL-FDOHVHQPDU]RGH

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 13

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

WR GH (VWDGR QRUWHDPHULFDQR FODVLÀFDUD D ODVaUc dentro de la lista de los grupos terroristas y la posibilidad de su extradición a los EE. UU.

(OJRELHUQR LQGLFyTXH´KDVWDXQGH ODÀ-nanciación de las aUcSURYHQtDGHOQDUFRWUiÀFR\que se había hecho imposible diferenciar entre SDUDPLOLWDUHV\QDUFRWUDÀFDQWHVµ/ySH]S

$QWH HO HVFHQDULR YLROHQWR GH HO HQWRQ-ces presidente Uribe VpOH]revivió a las Convivir creando una la red de cooperantes que actuaba LJXDOPHQWHEDMRODGLUHFFLyQGHODVff. aa., con el ÀQGH´YLJLODUSHUPDQHQWHPHQWHDVXVYHFLQRVHinformar a las autoridades… cualquier circuns-tancia o persona sospechosa, según el criterio de cada informante… a cambio… reciben recom-pensas… asignan[do] a las personas civiles fun-FLRQHV GH LQWHOLJHQFLDPLOLWDUµ *DOOyQ VI SS

&RQFRPLWDQWHPHQWHOLGHUyODFUHDFLyQGHODÀJX-UD MXUtGLFDGHORVVROGDGRVFDPSHVLQRV´FRPRXQ PHGLR DGLFLRQDO GH SHQHWUDFLyQ WHUULWRULDOµ3L]DUURSYXOQHUDQGRORVHVWiQGD-res normativos internacionales del principio de distinción.

/D/H\GH-XVWLFLD\3D]/H\GHHVel resultado de la negociación política que se gestó en Santa Fe de Ralito, donde gobierno y paramilitares sobrepusieron las variables polí-ticas y económicas a los postulados básicos de ODYDULDEOHMXUtGLFDTXHSURGXMRXQDFXHUGRGHpena máxima de ocho años de prisión a crimina-les de lesa humanidad.

8QDYH]TXH ODVaUc anunciaron el cese al fue-go unilateral, se “designó una comisión explo-UDWRULDSDUDXQHYHQWXDOGLiORJRGHSD]«HOGHPDU]R GH FXOPLQy« OD IDVH GH DFHU-camiento entre la comisión gubernamental y… Carlos Castaño y Salvatore Mancuso y se inició la etapa siguiente llamada de negociación… para incorporar alrededor de ocho mil comba-WLHQWHVµ3L]DUURS

(OMXOLRGH VHÀUPyHO$FXHUGRGH6DQ-WD)HGH5DOLWR«DFRUGDURQORJUDUODSD]QDFLR-nal, casi con un dictado internacionalista bus-cando el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática y la recuperación del monopolio de ODIXHU]Dµ(FKDQGtD%HFKDUD\&DEUHUDS

8QD SRHVtD WHUURUtÀFD GHFODPDGD SRU DOJXQRVGHVFXDUWL]DGRUHV\YLRODGRUHVHQFRPSDxtDGHlos representantes políticos de los colombianos. Mancuso fue aplaudido en el Congreso de la Re-pública.

Gestando a la descarada parapolítica como la PH]FODGHPLHPEURVFRPRQDUFRVSDUDV\SROt-ticos en una agremiación de tinte ideológico de extrema derecha. El sistema político dispuesto HQHOPHUFDGRDPRUDO\DQWLpWLFRFRPHUFLDOL]D-GRDOPHMRUSRVWRU

'HVGHHOSURFHVRGHGHVPRYLOL]DFLyQ ORVSDUD-militares han desparecido del discurso político \GHVHJXULGDG6H ODQ]y OD LGHD\ ODRUGHQGHconcebir a los grupos narcoviolentos como me-URVJUXSRVGHFULPHQRUJDQL]DGRGHVOLJDGRVGHcualquier conexión estatal.

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 14

Han sido denominados Bacrim, y su reducción corresponde ahora a la Policía Nacional y no a ODV)XHU]DV0LOLWDUHV1RREVWDQWHHOFDPELRGHenfoque, el riesgo sigue latente.

Las Bacrim siguen llenando los narco-hoyos, funcionando en torno a “la disputa por el con-WUROGHOQDUFRWUiÀFR«>ODVPiVLPSRUWDQWHV@/RVUrabeños, Los Paisas, Los Machos, Renacer, (MpUFLWR 5HYROXFLRQDULR 3RSXODU $QWLVXEYHUVLYRGH&RORPELD(USDF\/RV5DVWURMRV«HVWDVHV-tructuras tienden a recomponerse rápidamente, UHHPSOD]DQGRDORVPLHPEURVµ1LxRS

6HJ~QHOPHQVDMHRÀFLDOLQWHUQRHLQWHUQDFLRQDO\DQRVRQPiVXQDRUJDQL]DFLyQWHUURULVWDVLQRpor el contrario, estos grupos de crimen organi-]DGRQRUHYLVWHQSHOLJURD ODVHJXULGDG LQWHUQDni internacional porque en teoría no ostentan intereses políticos, sino la cooptación territorial del Estado para sus negocios ilícitos y prestan-do servicio de seguridad privada a empresas nacionales o multinacionales. Sin embargo, la FODVLÀFDFLyQWHyULFDGHVHUJUXSRVQRHVWDWDOHVencuentra opositores pues el paramilitarismo si-gue inserto en el sistema político.

&ĂĐƚŽƌĞdžſŐĞŶŽĐŽŵŽƉƌĞĚŽŵŝŶĂŶƚĞƉŽůşƟĐŽĞdžƚĞƌŶŽĂƐŝŵĞƚƌşĂƐŵĂƌĐĂĚĂƐ

ƉŽƌůĂƉŽƐŐƵĞƌƌĂ

El narcoterrorismo se originó conceptualmente en escenarios políticos estadounidenses, cuya GLPHQVLyQ WHyULFD VH WRUQDHVTXL]RIUpQLFDPH-GLDQWH OD´FRQYHUJHQFLDHQWUHQDUFRWUiÀFR\WH-UURULVPRµ3L]DUURS

La ambivalencia conceptual remarca la asime-tría práctica y en especial política de las rr. ii., facultando políticamente a los Estados centra-les, poderosos o desarrollados para liderar los procesos internacionales multilaterales confor-PHODSDUDPHWUL]DFLyQMXUtGLFDVHXGRREOLJDWRULDfrente a sus débiles Estados periféricos y subde-sarrollados.

La narcoviolencia es la violencia resultante de ORV JUXSRV QDUFRWUDÀFDQWHV (VWH FRQFHSWR HOL-mina la posibilidad de convertibilidad política que representa el terrorismo o la práctica de ac-tos terroristas, propiciando el terrorismo político FRPR JDUDQWtD SXHV ´ORV JREHUQDQWHV XWLOL]DQlas maquinarias del Estado legítimamente cons-WLWXLGR SDUD HMHUFHU YLROHQFLD LOHJtWLPD FRQWUDVXVHQHPLJRVµ3ULHWRFLWDGRHQ=HUDRXLS

El terrorismo perpetuado por los grupos de extre-ma derecha no pretende desagregar el Estado, SRUHOFRQWUDULRWUDWDGHUHIRU]DUODSUHVHQFLDGHeste, por lo cual no se entiende muy bien si es terrorismo de extrema derecha o simplemente es un terrorismo de Estado.

Los vínculos son de difícil comprobación, por-que el Estado es quien detenta el poder, y si el WHUURUOREHQHÀFLDRPLWLUiVXSHUVHFXFLyQOHJtWL-ma. Una estructura para-estatal consolidada y productiva.

Recordemos que el terrorismo de Estado puede operar y activarse “directamente, por medio de agencias del Estado mismo, o indirectamente, PHGLDQWH OD XWLOL]DFLyQ GH HQWLGDGHV VXVWLWX-

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 15

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

WDVFRPRRWURV(VWDGRVRJUXSRVRLQGLYLGXRVµ6KXO]HQ=HUDRXLS

//KKWZ/MED/>/dZ&ZEd>^Ehs^DE^

Las multinacionales petroleras instaladas en el territorio cafetero, los fabricantes de armas, las sociedades militares privadas y otros actores de la élite política-económica norteamericana, in-virtieron alrededor de

seis millones de dólares en lobby para lograr que el Congreso estadounidense aprobará el 3ODQ &RORPELD« VREUH ORV PLOORQHV GHdólares asignados al Plan Colombia por Esta-GRV8QLGRVVHJDVWDURQPLOORQHVVLQTXHun solo funcionario colombiano vea un cénti-mo. Hasta las sumas provenientes del Banco 0XQGLDOSDUDHVH3ODQVHUiQFDQDOL]DGDVGHV-de Washington hacia las spmµ&DOYRHQ$]]HOLQL\.DQ]OHLWHUSVG

Así, EE. UU. importó a Colombia su doctrina de ataques preventivos

recurriendo a una forma moderna de merce-narismo… empleados que pagan impuestos y WUDEDMDQHQHPSUHVDVGHVHJXULGDGTXHDVXYH]ÀUPDQUHJXODUHVFRQWUDWRVFRQHO'HSDUWD-mento de Estado y son controladas en relación DORVWpUPLQRVGHOFRQWUDWRÀUPDGR«VRQH[PL-OLWDUHVTXHPDQHMDQDOWDWHFQRORJtD\TXH«VHUHFLFODQGHQWURGHOPLVPRVHFWRUHVWDYH]QRHVWDWDOVLQRSULYDGR(V OD WHUFHUL]DFLyQGH ODguerra, que permite… no poner tantos muertos HQ ORVFRQÁLFWRV\QRWHQHUTXHUHQGLUFXHQWDSRUHOORV5RVVLS

Los paramilitares en sus audiencias jurídicas

han denunciado, como lo relató OD YR]GH++que las masacres fueron acordadas con altos funcionarios del sistema político colombiano SDUD EDMDU ORV tQGLFHV GHPXHUWHV GRORVDV HQ&RORPELD\UHSRUWDUSRVLWLYRVIUHQWHDORVVXMH-tos internacionales.

Se confesó la multiplicación del uso de fosas co-munes, hornos crematorios, tigres, cocodrilos, GHVFXDUWL]DPLHQWRV \ XVR GH TXtPLFRV FRPRácidos, para borrar del mapa a seres humanos, ODPD\RUtDGHODVYHFHVDMHQRVDOFRQÁLFWR\GHextracción humilde.

$SHVDUGHTXH((88HQDSRUWyD&RORP-bia fondos de asistencia por aproximadamente 86PLOORQHV \ FHUFD GHO VH GHVWLQya ayuda militar y policial (Human Rigths Watch [hrw@SSGHOpQIDVLVGHVHJXULGDGy defensa de los últimos gobiernos colombianos en la formulación y gestión de sus políticas pú-blicas y por ende en el desarrollo legislativo de VXVPDUFRVQRUPDWLYRVHOVHxDODPLHQWRMXUtGLFRinternacional al Estado aumenta, pero sus acer-camientos políticos merman las consecuencias MXUtGLFDVDOLJXDOTXHORVHVWiQGDUHVVREHUDQRV

El escenario internacional representa un salva-YLGDVSDUDORVFLXGDGDQRVGHVLVWHPDVMXUtGLFRVcorruptos y violadores de derechos humanos (dd. hh$SHVDUGHORVVLQVDERUHVTXHGHMDHOVLVWHPD MXUtGLFR QDFLRQDO H LQWHUDPHULFDQR VR-EUHODYHUGDGUHDO\VXUHÁHMRHQODYHUGDGSUR-cesal, se produce un verdadero control de con-YHQFLRQDOLGDGHQFXDQWRVH UHÀHUHDFUtPHQHVinternacionales.

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 16

9HDPRVODLQÁXHQFLDGHODSROtWLFDH[yJHQDVR-EUHPDUFRV MXUtGLFRV VREHUDQRV \ GHO 6LVWHPDInteramericano de Derechos Humanos (sidhDtravés del estudio de la masacre de Mapiripán, que fue concebida por los paramilitares como un genocidio pues asesinaron a los pobladores SRUVHUDXVSLFLDGRUHVGHODJXHUULOODEDMRODWHR-ría política de amigo-enemigo y donde el Estado colombiano participó activamente.

Aclarando que existen, como este, muchos he-chos aberrantes similares, su repaso nos mos-trará cómo el sistema mundial ha cambiado en cuanto a la complementariedad o subsidiarie-GDG GH ORV VLVWHPDV MXUtGLFRV LQWHUQDFLRQDOL]D-dos, previa manifestación de los Estados a ad-herirse a ciertos tratados, pero lo cierto es que en las relaciones asimétricas, el Estado de la periferia claramente está condicionado a otros Estados centrales.

Estados Unidos representa para Colombia su condicionante externo, y esto, le reporta venta-MDV\GHVYHQWDMDVDODVREHUDQtD9HQWDMDVSXHVse escuda frente a terceros y el grado de aten-FLyQHVEDMRFXDQGRQRUHSUHVHQWDXQDFRQIURQ-WDFLyQDVXVLQWHUHVHVQDFLRQDOHV'HVYHQWDMDVcuando el Estado le representa controversia.

///^h^//Z/>:h^d///EdZDZ/E

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte idh FUHyHO FRQFHSWRGHFRQWUROGHFRQ-vencionalidad que “plantea alternativas para el FRQWURO MXGLFLDO LQWHUQR GH FRQYHQFLRQDOLGDG«

implica la consulta sobre convencionalidad de normas elevadas a un tribunal superior compe-tente para atender y resolver la consulta [conlle-YDQGR@ODDUPRQL]DFLyQGHODMXULVSUXGHQFLDQD-cional y evitando la multiplicación de decisiones MXGLFLDOHVGLVFUHSDQWHVµ*DUFtD5DPtUH]S

El control de convencionalidad no fue adoptado RULJLQDOPHQWH GHQWUR GHO PDUFR MXUtGLFR LQWHU-nacional del sidh, y como señalan Rey, García y *RQ]DLQLSSVHGHELyDORFXUULUXQFDPELRGHMXULVSUXGHQFLDGHOFDVRSuárez Ro-

sero vs. Ecuador (Corte idh al caso Cas-

tillo Petruzzi y otros vs. Perú (Corte idh

/DSULPHUDYH]TXHVHXWLOL]yHOFRQFHSWRHQODSUiFWLFD IXHHQHQHO FDVRMyrna Mack

Chang vs. Guatemala, y dentro del sidh ocurrió el GHDEULOGHFXDQGROD&RUWHidh falló el caso Almonacid Arellano vs. Chile, de la siguien-WHIRUPD´ORVMXHFHV\WULEXQDOHVLQWHUQRVHVWiQVXMHWRVDOLPSHULRGHODOH\\SRUHOORHVWiQREOL-gados a aplicar las disposiciones vigentes en el RUGHQDPLHQWR«FXDQGRXQ(VWDGRKDUDWLÀFDGRXQ WUDWDGR« WDPELpQ HVWiQ VRPHWLGRV D HOODµVHQWHQFLDGHGHQRYLHPEUHGH

El control de convencionalidad, en primera ins-tancia, es aplicado a través de las actividades UHDOL]DGDV SRU ORV ´MXGLFLDOHV GRPpVWLFRV KD-ciendo una comparación entre el derecho local \HO VXSUDQDFLRQDODÀQGHYHODUSRUHOHIHFWRútil de los instrumentos internacionales, sea

9pDVH WDPELpQHO YRWR UD]RQDGRGHO MXH]&DQFDGR7ULQGDGHHQHOFDVR³/DÒOWLPD7HQWDFLyQGH&ULVWR´FDVROlmedo Bustos y otros vs.

ChileVHQWHQFLDGHVHULH&QSiUU

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 17

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

TXHVXUMDGHORVWUDWDGRVGHOIus Cogens o de la MXULVSUXGHQFLDGHOD&RUWH idh\OXHJRHVDWDUHDGHEHVHUHMHUFLGDSRUHOODVL«HOFDVROOHJDDVXVHVWUDGRVµ +LWWHUVSVG6XDSOLFD-FLyQVXEVLGLDULDSURFHGHGHRÀFLR

/DPDVDFUHRFXUULyHQ\HQHO(VWD-do colombiano aceptó ser responsable de ella. /DSUHFDULDDFWXDFLyQMXGLFLDORPLWLyHVWDEOHFHUel número exacto de personas masacradas. Las YtFWLPDVIXHURQGHVFXDUWL]DGDV\ODQ]DGDVDOUtRGuaviare. En ese mismo año la Corte idh conde-nó a Colombia a reparar a los familiares de las víctimas, entre otras medidas.

3HURHQHOHO(VWDGRFRORPELDQRGHQXQ-FLy TXH UHSDUy D IDOVDV YtFWLPDV (Q WDOGHQXQFLDQRKDWHUPLQDGRHQDFFLRQHVMXGLFLD-les concretas más que en críticas mediáticas y políticas frente a las decisiones adoptadas por la Corte idh.

Para poder determinar los diversos escenarios MXUtGLFRVQDFLRQDOHVHLQWHUQDFLRQDOHVHVSUHFL-VRFRPHQ]DUUHFRUGDQGRUiSLGDPHQWHHOsidh, así como las condiciones de tiempo, modo y lugar que acompañaron tan funesta orgía terrorista.

A. ^®«ŵĞĐĂŶŝƐŵŽĚĞƉƌŽŵŽĐŝſŶ LJƉƌŽƚĞĐĐŝſŶĚĞůŽƐ««.

Su ámbito de aplicación está destinado a todos los nacionales de los Estados americanos, vícti-mas de las garantías fundamentales principalí-simas para obligar a los Estados violadores de los dd. hh. a reparar a sus víctimas.

/DHVWUXFWXUD MXUtGLFDSULQFLSDOFXHQWDFRQGRVpilares autónomos y fundamentales de la Orga-QL]DFLyQGH(VWDGRV$PHULFDQRVoEa

1. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidhFRQVHGHHQ:DVKLQJWRQ'&\

/D&RUWH,QWHUDPHULFDQDGH'HUHFKRV+XPD-nos (Corte idhFRQVHGHHQ6DQ-RVpGH&RVWDRica.Sus bases normativas descansan en la Declaración Americana de los Derechos y De-EHUHV GHO +RPEUH SULPHU GRFXPHQWRinternacional de derechos humanos de carác-WHUJHQHUDOHQ OD&DUWDGH ODoEa \HQla Convención Americana sobre Derechos Hu-manos (cadhÀUPDGDHQ\YLJHQWHGHVGH

Los Estados miembros de la oEa son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Cos-ta Rica, Chile, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Grenada, Guatemala, Guyana, +DLWt +RQGXUDV -DPDLFD 0p[LFR 1LFDUDJXDPanamá, Paraguay, Perú, República Dominica-QD6DLQW.LWWV\1HYLV6DQWD/XFtD6DQ9LFHQWHy las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago, 8UXJXD\\9HQH]XHOD

La cadh,DKDVLGR UDWLÀFDGDSRUSDt-ses: “Argentina, Barbados, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, República Do-minicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Gua-WHPDOD+DLWt+RQGXUDV-DPDLFD0p[LFR1LFD-

(Q QRYLHPEUH GH VH FHOHEUy HQ6DQ -RVp GH&RVWD5LFD OD&RQIHUHQFLD(VSHFLDOL]DGD,QWHUDPHULFDQDVREUH''++/RV(VWD-dos miembros de la oeaFRQYLQLHURQ ODcadh, &RQYHQFLyQTXHHQWUyHQYLJRUHOGHMXOLRGHDOKDEHUVLGRGHSRVLWDGRHOXQGpFLPRLQVWUXPHQWRGHUDWL¿FDFLyQ

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 18

ragua, Panamá, Paraguay, Perú, Suriname, Uru-JXD\9HQH]XHODµoEaVI\7ULQLGDG\7REDJR

ŽŵŝƐŝſŶ/ŶƚĞƌĂŵĞƌŝĐĂŶĂĚĞĞƌĞĐŚŽƐHumanos (®«)

Compuesta por siete expertos en dd. hh. que ac-túan a título personal y no en representación de sus Estados de origen, elegidos por meritocra-cia en Asamblea General de la oEa, de un listado SUHVHQWDGRSRUORV(VWDGRVPLHPEURVQRHVSR-sible que existan dos representantes de la mis-ma procedencia nacional.

Fue creada como órgano consultivo mediante la Resolución de la Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores en Santiago GH&KLOH VH UHXQLySRUSULPHUD YH]HQ\EXVFDSURPRYHU\SURWHJHUHOiPELWRGHlos dd. hh.

Cada comisionado gestiona por cuatro años con posibilidad de reelección por un período igual. Sus funciones más importantes son:8

Funciones aplicadas a Estados miembros

ƐƟŵƵůĂƌůĂĐŽŶĐŝĞŶĐŝĂĚĞůŽƐ«« en los pueblos de América.

&ŽƌŵƵůĂƌ ƌĞĐŽŵĞŶĚĂĐŝŽŶĞƐ Ă ůŽƐ ŐŽďŝĞƌŶŽƐ ƉĂƌĂ ƋƵĞĂĚŽƉƚĞŶŵĞĚŝĚĂƐƉƌŽŐƌĞƐŝǀĂƐĞŶĨĂǀŽƌĚĞůŽƐ««WƌĞƉĂƌĂƌĞƐƚƵĚŝŽƐĞŝŶĨŽƌŵĞƐƉƌŽŐƌĂŵĂƐͲƉƌĞƐƵƉƵĞƐƚŽƐ^ŽůŝĐŝƚĂƌĂŐŽďŝĞƌŶŽƐŝŶĨŽƌŵĞƐƐŽďƌĞ««ƚĞŶĚĞƌ ůĂƐ ĐŽŶƐƵůƚĂƐ ƋƵĞ ƉŽƌŵĞĚŝŽ ĚĞ ůĂ ^ĞĐƌĞƚĂƌşĂGeneral de la ÊůĞĨŽƌŵƵůĞŶWƌĂĐƟĐĂƌ ŽďƐĞƌǀĂĐŝŽŶĞƐ in loco8 ĞŶ ƵŶ ƐƚĂĚŽ ĐŽŶ ůĂĂŶƵĞŶĐŝĂŽĂŝŶǀŝƚĂĐŝſŶĚĞůŐŽďŝĞƌŶŽ

(QOD&,'+FRPHQ]yDUHDOL]DUHVWHWLSRGHYLVLWDV

Funciones aplicadas a Estados miembros de la «ŝůŝŐĞŶĐŝĂƌƉĞƟĐŝŽŶĞƐLJŽƚƌĂƐĐŽŵƵŶŝĐĂĐŝŽŶĞƐŽŵƉĂƌĞĐĞƌĂŶƚĞůĂŽƌƚĞ®« en los casos previstos.

^ŽůŝĐŝƚĂƌĂ ůĂŽƌƚĞ ®« medidas provisionales en asun-ƚŽƐŐƌĂǀĞƐLJƵƌŐĞŶƚĞƐƋƵĞĂƷŶŶŽĞƐƚĠŶďĂũŽ ƐƵ ĐŽŶŽ-cimiento.

ŽŶƐƵůƚĂƌĂůĂŽƌƚĞ®« acerca de la interpretación de la ŽŶǀĞŶĐŝſŶŽĚĞŽƚƌŽƐƚƌĂƚĂĚŽƐƌĞŐŝŽŶĂůĞƐƐŽďƌĞ««Someter a la consideración de la Asamblea General de la Ê proyectos de protocolos adicionales.

Someter a la Asamblea General de la Ê propuestas de ĞŶŵŝĞŶĚĂĂůĂŽŶǀĞŶĐŝſŶ

Funciones aplicadas a Estados miembros que no son partes de la «Observancia de los ««džĂŵŝŶĂƌ ĐŽŵƵŶŝĐĂĐŝŽŶĞƐ ƋƵĞ ůĞ ƐĞĂŶ ĚŝƌŝŐŝĚĂƐ LJ Ěŝƌŝ-ŐŝƌƐĞĂůŽƐŐŽďŝĞƌŶŽƐƉĂƌĂŽďƚĞŶĞƌŝŶĨŽƌŵĂĐŝŽŶĞƐƉĞƌƟ-nentes y formular recomendaciones.

sĞƌŝĮĐĂƌƐŝůŽƐƉƌŽĐĞƐŽƐLJƌĞĐƵƌƐŽƐŝŶƚĞƌŶŽƐĨƵĞƌŽŶĚĞďŝ-ĚĂŵĞŶƚĞĂƉůŝĐĂĚŽƐLJĂŐŽƚĂĚŽƐ

ŽƌƚĞ/ŶƚĞƌĂŵĞƌŝĐĂŶĂĚĞĞƌĞĐŚŽƐHumanos

ÐUJDQRDXWyQRPRMXGLFLDOGHODoEa que interpre-ta la cadh y otros tratados de dd. hh., a los cuales se somete el sidh.

7UDEDMDRÀFLDOPHQWHHQHVSDxROIUDQFpVLQJOpV\SRUWXJXpVFRQVLHWHMXHFHVHOHJLGRVSRUPHUL-tocracia y no por representación de los Estados miembros de la oEa, sin que se repitan naciona-lidades. Su período de actividad transcurre du-rante siete años con posibilidad de una única reelección.

(OGHMXOLRGHLQLFLyIXQFLRQHVRÀFLDOHVen Washington, D. C., y su instalación fue poste-ULRUPHQWHOOHYDGDDFDERHQ6DQ-RVpGH&RVWD

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 19

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

5LFD(Q OD VHVLyQQ OD$VDPEOHD*HQHUDOde la oEaDSUREyVX(VWDWXWR\HQHO5HJOD-PHQWR,QWHUQRTXHIXHUHIRUPDGRHQ

$GLFLRQDOPHQWHHQVHFUHyFRQVHGHHQ6DQ-RVpGH&RVWD5LFDHO,QVWLWXWR,QWHUDPHUL-cano de dd. hh. mediante convenio entre la Cor-te idh y Costa Rica, entidad que busca promover académica e investigativamente los dd. hh., ha-ciendo hincapié en las enfermedades crónicas de la región. Este Instituto apoya al sidh en la protección a los dd. hh. Las principales funciones de la Corte idh, dentro de su competencia con-tenciosa y consultiva, son:

ŽƌƚĞ/ŶƚĞƌĂŵĞƌŝĐĂŶĂĚĞĞƌĞĐŚŽƐ,ƵŵĂŶŽƐͲ&ƵŶĐŝŽŶĞƐ1. ŽŵƉĞƚĞŶĐŝĂĐŽŶƚĞŶĐŝŽƐĂ

Estados miembros de la ÊƋƵĞŚĂŶƌĂƟĮĐĂĚŽůĂ«.

dŝĞŶĞĐŽŵƉĞƚĞŶĐŝĂĞŶĐĂƐŽƐƌĞůĂƟǀŽƐĂŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶLJĂƉůŝĐĂĐŝſŶĚĞůĂƐĚŝƐƉŽƐŝĐŝŽŶĞƐĚĞůĂŽŶǀĞŶĐŝſŶƐŝĞŵ-pre que los Estados partes hayan aceptado la competen-cia.

ŽŶŽĐĞĐĂƐŽƐĚĞǀƵůŶĞƌĂĐŝſŶĚĞƵŶĚĞƌĞĐŚŽŽ ůŝďĞƌƚĂĚƉƌŽƚĞŐŝĚŽƐƉŽƌůĂŽŶǀĞŶĐŝſŶƐŝĞŶĚŽŶĞĐĞƐĂƌŝŽĞůĂŐŽƚ-amiento de los recursos internos.

>ĂƐƉĞƌƐŽŶĂƐŐƌƵƉŽƐŽĞŶƟĚĂĚĞƐƋƵĞŶŽƐŽŶƐƚĂĚŽƐ ŶŽ ƟĞŶĞŶ ĐĂƉĂĐŝĚĂĚ ĚĞ ƉƌĞƐĞŶƚĂƌĐĂƐŽƐĂŶƚĞ ůĂŽƌƚĞƉĞƌŽƐşƉƵĞĚĞŶƌĞĐƵƌƌŝƌĂŶƚĞĞůůĂ>ĂŽŵŝƐŝſŶƉƵĞĚĞůůĞǀĂƌƵŶĂƐƵŶƚŽĂŶƚĞůĂŽƌƚĞƐŝĞŵƉƌĞƋƵĞĞůƐƚĂĚŽĐƵĞƐƟŽ-ŶĂĚŽŚĂLJĂĂĐĞƉƚĂĚŽƐƵĐŽŵƉĞƚĞŶĐŝĂ>Ă®« ƐŝĞŵƉƌĞĐŽŵƉĂƌĞĐĞĂŶƚĞůĂŽƌƚĞEl procedimiento contradictorio termina con sentencia ŵŽƟǀĂĚĂŽďůŝŐĂƚŽƌŝĂĚĞĮŶŝƟǀĂĞŝŶĂƉĞůĂďůĞLJĞŶůŽƐĚĞ-ďŝĚŽƐĐĂƐŽƐůůĞǀĂƌĄůŽƐƐĂůǀĂŵĞŶƚŽƐƌĞƐƉĞĐƟǀŽƐŶĐĂƐŽĚĞĚƵĚĂƐŽďƌĞĞůƐĞŶƟĚŽŽĂůĐĂŶĐĞĚĞůĨĂůůŽůĂŽƌƚĞůŽŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂƌĄĂƐŽůŝĐŝƚƵĚĚĞĐƵĂůƋƵŝĞƌĂĚĞůĂƐƉĂƌ-ƚĞƐ Ɛŝ ƐĞ ƐŽůŝĐŝƚſ ĚĞŶƚƌŽ ĚĞ ůŽƐ ϵϬ ĚşĂƐ ƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐ Ă ůĂŶŽƟĮĐĂĐŝſŶĚĞůĂĚĞĐŝƐŝſŶ

2. ŽŵƉĞƚĞŶĐŝĂĐŽŶƐƵůƟǀĂ>ŽƐƐƚĂĚŽƐŵŝĞŵďƌŽƐĚĞůĂÊ pueden consultar a la ŽƌƚĞĂĐĞƌĐĂĚĞůĂŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶĚĞůĂ« o de otros tratados de ««ƌĞŐŝŽŶĂůĞƐƐşŵŝƐŵŽƉƵĞĚĞŶĐŽŶ-ƐƵůƚĂƌůĂĞŶƐƵĞƐƉĞĐŝĂůŝĚĂĚůŽƐſƌŐĂŶŽƐĚĞůĂÊ.

A solicitud de un Estado miembro de la ÊƉƵĞĚĞĚĂƌŽƉŝŶŝŽŶĞƐƐŽďƌĞůĂĐŽŵƉĂƟďŝůŝĚĂĚĞŶƚƌĞůĞLJĞƐůŽĐĂůĞƐLJtratados.

La Corte idh ha sido blanco de críticas, en espe-FLDOSRUVXSROLWL]DFLyQ*DUFtD\9HUGXJR

ϭŽŶĚŝĐŝŽŶĞƐĚĞĨĂĐƚŽĞŶDĂƉŝƌŝƉĄŶ;ũƵůŝŽϭϱͲϮϬĚĞϭϵϵϳͿ

(OGHMXOLRGHGHVSHJDURQGHVGHaero-

puertos militarizados de Necoclí y Apartadó, en el Urabá antioqueño, dos aviones cargados de paracos, armas y municiones, que minutos más WDUGHDWHUUL]DURQHQRWURaeropuerto militariza-

do, policial y con batallón antinarcóticos, en San -RVpGHO*XDYLDUH0HWD

/D )LVFDOtD LQIRUPy TXH HO (MpUFLWR SHUPLWLy HOXVRGHVXVSLVWDVGHDWHUUL]DMH\QR LPSLGLyHODERUGDMHGHFDPLRQHVSRUSDUWHGHORVSDUDPLOL-WDUHVSXHVVHJ~QODVDXGLHQFLDVMXUtGLFDVGRQ-GHVHPDQLIHVWDURQORVKHFKRVVHFRQÀUPyTXHHOPLVPRGHMXOLRGHHOJHQHUDO-DLPH+XPEHUWR8VFiWHJXL5DPtUH]UHFLELyGHOPD\RU+HUQiQ2UR]FR&DVWURFRPDQGDQWHGHOD9,,%UL-JDGDXQFRPXQLFDGRRÀFLDOLQIRUPDQGRORVSR-VLEOHVKHFKRV(QHO8UDEiHOJHQHUDO5LWR$OHMRdel Río, amigo cercano de Álvaro Uribe, coordinó el embarque.

Esa noche los paramilitares durmieron en la misma Inspección de Policía de Charras, e in-

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 20

IRUPDURQHQODSOD]DFHQWUDOTXHKDEtDQOOHJDGRpara asesinar a todo colaborador de la guerrilla de las Farc.

(O GH MXOLR \D HQ0DSLULSiQPDVDFUDURQ \violaron durante cinco días a humildes poblado-res y niños indefensos. Asumieron el control de las comunicaciones y de las instituciones.

Los actores materiales fueron Salvatore Mancu-VR9LFHQWH&DVWDxR&XPELD \ FXDUHQWDD VH-senta paramilitares a su mando, dentro de la es-tructura terrorista. Sin embargo, quedan dudas sobre la autoría intelectual de la masacre. Por HMHPSOR VH FRPSUREy GXUDQWH ODV DXGLHQFLDVGH-XVWLFLD\3D]HQHOSURFHVRFRQWUD´HOH[SD-UDPLOLWDU+XPEHUWR9LFWRULD2OLYHURVDOLDV¶'RQ5D~O·«TXHXQJUXSRGHJDQDGHURVÀQDQFLDURQFRQPLOORQHVGHSHVRVODPDVDFUHµ*DQDGH-URVÀQDQFLDURQ

/DVHWDSDVGHLQYHVWLJDFLyQ\MX]JDPLHQWRUHDOL-]DGDVHQ&RORPELDIXHURQREMHWRGHGXUDVFUtWL-cas nacionales e internacionales. Entre ellos, el DERJDGRGHODVYtFWLPDV/XLV*XLOOHUPR3pUH] mediante acción de tutela logró que los milita-UHVLPSOLFDGRVIXHUDQREMHWRGHMXLFLRSRUSDUWHGH OD MXVWLFLD RUGLQDULD SXHV VX WUiPLWHHQXQinició ocurrió respetando el fuero militar, en la MXVWLFLDHVSHFLDO

La falta de determinación del número exacto de las víctimas es responsabilidad del Estado, en aquella época, por parte de la Unidad Nacional de dd. hh. de la Fiscalía General de la Nación.

0LHPEURGHO&ROHFWLYRGH$ERJDGRV-RVp$OYHDU5HVWUHSR

Sin embargo, declaró como víctimas a personas que no lo eran. Las falsas víctimas fueron reco-QRFLGDVFRPRWDOHVSRUHO(VWDGRHOGHPDU]RGH\SUHYLDPHQWHSRUVXVWULEXQDOHVQD-cionales penales, disciplinarios y contenciosos.

ϮDĂƉŝƌŝƉĄŶĞŶĞůÝ®«

(O GH RFWXEUH GH HO &ROHFWLYR GH $ER-JDGRV´-RVp$OYHDU5HVWUHSRµHO&ROHFWLYR\HO&HQWURSRUOD-XVWLFLD\HO'HUHFKR,QWHUQDFLRQDOGHQXQFLDURQ ODPDVDFUHHQSURFHGLPLHQWR MXUt-dico internacional ante la cidh.

(OGH IHEUHURGHHQVHVLyQQla cidh aprobó el Informe de Admisibilidad n.° FRQIRUPHDORHVWDEOHFLGRHQORVDUWtFX-ORV\GHODcadh(OGHPDU]RGHODcidh instó a las partes, sin éxito alguno, a llegar a XQDVROXFLyQDPLVWRVD(OGHIHEUHURGHadoptó medidas cautelares a favor de testigos HQHOSURFHVRMXGLFLDO(OGHDEULOGHOPLVPRaño dictó medidas cautelares al teniente coro-QHO +HUQiQ2UR]FR &DVWUR TXLHQ VH GHVHPSH-ñaba como comandante interino del batallón ´-RDTXtQ3DUtVµFXDQGRVHSURGXMRODPDVDFUH

(OGHPDU]RGHHQVHVLyQQ\GHDFXHUGRFRQHODUWtFXORODcidh aprobó el Infor-PHGH)RQGRQ\FRQFOX\yODUHVSRQVD-bilidad internacional del Estado:

Colombia es responsable por la violación de los derechos a la vida, integridad y libertad perso-nales de las víctimas de la masacre… del dere-FKRDOGHELGRSURFHVR\ODSURWHFFLyQMXGLFLDOGHlas víctimas y sus familiares, previstos en los DUWtFXORV\GH OD&RQYHQFLyQ$PHULFDQD

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 21

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

así como del incumplimiento de su obligación de asegurar el respeto de los derechos previs-tos en dicho Tratado, en virtud de su artículo 1

y procedió a formularle recomendaciones, cuya QDWXUDOH]D MXUtGLFD QR FRQOOHYD REOLJDWRULHGDGpero sí el sometimiento del caso ante la Corte idh.

(OGHMXQLRGHODcidh remitió al Estado el PHQFLRQDGR,QIRUPH\OHRWRUJyXQSOD]RGHGRVmeses para que comunicara las medidas que adoptaría y se sirviese manifestar su posición acerca del posible sometimiento del caso ante la Corte idh QRWLÀFDQGR D ORV SHWLFLRQDULRV HOinforme y solicitándoles comunicar su posición respecto del posible sometimiento del caso a la Corte idh(OGHMXOLRGHORVSHWLFLRQDULRVFRQÀUPDURQVXLQWHQFLyQGHOMX]JDPLHQWRGHODCorte idh(OGHDJRVWRGHGHVSXpVGHdos prórrogas otorgadas por la cidh, Colombia in-formó acoger las recomendaciones formuladas.

La cidh presentó la demanda ante la Corte idhHOGHVHSWLHPEUHGHFRQIRUPHORVDUWtFXORV\GHODcadh, fundándose en la denuncia UDGLFDGDEDMRHOQSRUVX6HFUHWDUtDHOGHRFWXEUHGH/RVIXQGDPHQWRVGHGH-UHFKR REMHWR GH LQYHVWLJDFLyQ SXHGHQ VLQWHWL-]DUVHHQORVVLJXLHQWHVDUWtFXORVREOLJDFLyQGHUHVSHWDUORVGHUHFKRVYLGDLQWHJULGDGSHUVRQDO OLEHUWDGSHUVRQDO JDUDQWtDVMXGLFLDOHVQLxRVFLUFXODFLyQ\UHVLGHQ-FLD\SURWHFFLyQMXGLFLDO

/D&RUWHFRQÀUPyVXFRPSHWHQFLDGHDFXHUGRcon los requisitos establecidos en el artículo GHODcadh, argumentando que el Estado co-

lombiano es miembro de dicha Comisión desde HOGHMXOLRGH\UHFRQRFLyODFRPSHWHQ-FLDFRQWHQFLRVDGHHVWDHOGHMXQLRGH(OGHRFWXEUHGHOD6HFUHWDUtDSUHYLRexamen preliminar del presidente de Colombia DOWH[WRGHODGHPDQGDQRWLÀFyDODVSDUWHVORVSOD]RVGHFRQWHVWDFLyQ\GHGHVLJQDFLyQGHUH-SUHVHQWDQWHVMXUtGLFRV$GLFLRQDOPHQWHFRPXQL-có al Estado sobre su derecho de designar un MXH]DGKRF

(OGHHQHURGHORVUHSUHVHQWDQWHVSUH-sentaron su escrito de solicitudes, argumentos \SUXHEDV3RUVXSDUWHHOGHDEULOGHel Estado presentó su escrito de excepciones preliminares, contestación de la demanda y de observaciones a las solicitudes y argumentos. (OGHPD\RGH ODcidh y los represen-tantes presentaron sus alegatos escritos sobre ODVH[FHSFLRQHVSUHOLPLQDUHV(OGHPD\RGH&RORPELDSUHVHQWyXQHVFULWRGHUpSOLFDDlas observaciones, que el presidente de la cidh resolvió no aceptar pues se trataba de un acto procesal que no estaba previsto dentro del trá-PLWHMXUtGLFRLQWHUQDFLRQDO

(OGHHQHURGHORVUHSUHVHQWDQWHVVROL-FLWDURQFRQIRUPHDODUWtFXORGHO5HJODPHQWRde la Corte, ordenar al Estado suministrar toda la información correspondiente a las diversas diligencias probatorias surtidas internamente. (OGHHQHURGHHOSUHVLGHQWHGHODcidh expidió resolución de conformidad con los artí-FXORV\UHTXLULyDWHVWLJRV\RWRUJySOD]Rimprorrogable de siete días a la cidh y al Esta-do, para que presentaran sus observaciones. Además, convocó a los interesados a audiencia

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 22

S~EOLFDSDUDHOGHPDU]RGH\RUGHQyDOEstado suministrar la información requerida.

La Corte dictó sentencia sobre los hechos reconocidos, declaró continuar con el cono-cimiento sobre hechos ocurridos no abarcados en el reconocimiento de responsabilidad formu-lado por el Estado, prosiguió con la audiencia pública fondo, reparaciones y costas, y escuchó ORVWHVWLPRQLRV\HOSHULWDMH

(OGHDEULOGHHO(VWDGR OD&RPLVLyQ\ORVUHSUHVHQWDQWHVSUHVHQWDURQVXVDOHJDWRVÀ-nales escritos. Así mismo, presentaron amicus

curiae:11 HO GHPD\R GH OD )XQGDFLyQ0DQXHO&HSHGD9DUJDVHOGHPD\RGHHO&HQWUR,QWHUQDFLRQDOSRUOD-XVWLFLD7UDQVLFLR-QDO\HOGHDJRVWROD)pGpUDWLRQ,QWHUQDWLRQD-le des Ligues des Droits del’Homme.

/D5HVROXFLyQGHODVHQWHQFLDGHOGHVHS-WLHPEUHGHGHOD&RUWHidh declaró por una-nimidad que el Estado violó los fundamentos de derecho invocados por los peticionarios y debía, entre otras medidas: determinar la responsa-bilidad intelectual y material de los autores y FRODERUDGRUHVRDXVSLFLDGRUHVLQGLYLGXDOL]DUHLGHQWLÀFDUHQXQSOD]RUD]RQDEOHDODVYtFWLPDVHMHFXWDGDV\GHVDSDUHFLGDVDVtFRPRDVXVID-PLOLDUHV \ JDUDQWL]DU VXV FRQGLFLRQHVGH VHJX-ridad, al igual que a los otros expobladores de 0DSLULSiQTXHVHKXELHUDQYLVWRGHVSOD]DGRV

10 Cfr. Caso de la “Masacre de Mapiripán”. Excepciones Preliminares

y Reconocimiento de Responsabilidad6HQWHQFLDGHGHPDU]RGH6HULH&8QSDVRKDFLDHOFXPSOLPLHQWRGHVXVREOLJDFLR-nes internacionales.

11 0HPRULDOHVDQWHyUJDQRVMXGLFLDOHVQDFLRQDOHVRLQWHUQDFLRQDOHVTXHDSRUWDQDUJXPHQWRVDIDYRUGHXQDSRVLFLyQ

y puedan regresar a Mapiripán, en caso de que DVt ORGHVHHQFRQVWUXLUXQPRQXPHQWR apro-SLDGR\GLJQRSDUDUHFRUGDU ORVKHFKRV LPSOH-mentar programas de educación en dd. hh. y dih permanentes en las ff. aa.

ϯDĂƉŝƌŝƉĄŶĚĞƐƉƵĠƐĚĞůÝ®«

Dentro de los trámites de la polémica Ley de -XVWLFLD \3D]DWHQWDWRULDGHOGHUHFKR LQWHUQD-cional y local, pero campantemente vigente, se FRQRFLHURQODVIDOVDVYtFWLPDVLQGHPQL]DGDV/DCorte supervisa el cumplimiento íntegro de la VHQWHQFLD\GDSRUFRQFOXLGRHOWUiPLWHMXUtGLFRsolo cuando Colombia cumpla cabalmente lo or-denado. En cuanto a las reparaciones, se orde-QyDO(VWDGRTXH´LQGLYLGXDOLFHHLGHQWLÀTXHODVYtFWLPDVHMHFXWDGDV\GHVDSDUHFLGDVDVtFRPRsus familiares… tomando en cuenta normas pertinentes [como el] Manual onU sobre la Pre-YHQFLyQH,QYHVWLJDFLyQ(IHFWLYDGH(MHFXFLRQHV([WUDMXGLFLDOHV $UELWUDULDV \ 6XPDULDVµ Caso

de la masacre de Mapiripán vs. Colombia, párr.

3RUVXSDUWHOD5HVROXFLyQGLFWDPLQyVR-EUH MX]JDPLHQWR GH FUtPHQHV LQWHUQDFLRQDOHVque:

los estados deben considerar que los crímenes internacionales —tales como el genocidio, los crímenes de lesa humanidad… de guerra (y DJUHVLyQ³DXQFXDQGRDWDxHQDWRGDODFRPX-nidad internacional por su gravedad, afectan principalmente al estado... por tal motivo el

12 (VWHKDVLGRPX\FULWLFDGRSXHVQROOHYDQRPEUHVHVSHFt¿FDPHQWHSDUDHYLWDUFRQWURYHUVLDVSRULQGHWHUPLQDFLyQGHODVYtFWLPDV

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 23

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

principio de territorialidad debe prevalecer en FDVRGHFRQÁLFWRGHMXULVGLFFLRQHV$VLPLVPR«exhorta a los estados a que adopten las medi-das necesarias para considerar estos crímenes internacionales como delitos que dan lugar a H[WUDGLFLyQµ

(O(VWDGRLQIRUPyHQDOD&RUWHidh que exis-tía incertidumbre acerca de dos casos de repa-ración por personas que se habían hecho pasar por víctimas. La Corte idhHOGHQRYLHPEUHGHOHLQIRUPyDO(VWDGRTXHWXYRFRQRFLPLHQ-WR GH HVRV KHFKRV GHVGH SHUR TXH VLQHPEDUJR VRORQRWLÀFyGHHVWRVKDVWDGHVSXpVde fallado el caso mediante sentencia o resolu-ción, y sostuvo que el Estado no puede alegar los nuevos hechos en la etapa de supervisión. Estimó que el sidh MX]JD IXQGDPHQWiQGRVH HQlos hechos y pruebas aportadas por las partes y recordó que cuando ocurren violaciones a los dd. hh. el Estado está obligado a investigar y no puede trasladar la carga de investigación a las víctimas ni a sus representantes.

(O(VWDGRGHQXQFLyHQIUDXGHHQ ODVHQ-tencia condenatoria de la Corte idh por el cono-cimiento de al menos doce falsas víctimas de las veinte reparadas. Personas que se habían declarado desaparecidas o muertas en la masa-cre, aparecieron vivas o murieron en circunstan-FLDVDMHQDVAlgunos casos:

ĞŶĞĮĐŝĂͲƌŝŽ

DŝůůŽŶĞƐƉĞƐŽƐ

,ĞĐŚŽĂůĞŐĂĚŽ

DĂƉŝƌŝƉĄŶ,ĞĐŚŽƌĞĂů

Familia WŝŶnjſŶ

258 Asesinato Jaime Riaño

Falleció 1989.

tŝůƐŽŶ Molina

395 Su propio asesinato

ĞƐƉůĂnjĂĚŽ ĞŶ1999 y en 2003 ƌĞĂůŝnjſ ĐĂŵďŝŽde cédula.

Mariela ŽŶƚƌĞƌĂƐ

1.751 1 asesina-to; 2 des-parecidos

Muerte anterior a los hechos y de los desapa-recidos uno fue dado de baja por las Farc y el otro ƐĞ ĚĞƐŵŽǀŝůŝnjſĚĞůĂŐƵĞƌƌŝůůĂĞŶ2008.

La señora Contreras denunció en instancias na-cionales e internacionales y fue reparada por el Estado por el asesinato de un familiar y la des-aparición de otros dos de los suyos, dentro de los hechos ocurridos en Mapiripán. Posterior-PHQWHGHUHFLELUFDVLPLOORQHVGHSHVRV“admitió en audiencia que la desaparición de VXV GRV KLMRV \ ODPXHUWH GH VX HVSRVR RFX-UULHURQHQFLUFXQVWDQFLDVDMHQDVDODPDVDFUH«su esposo fue asesinado por guerrilleros antes GH « XQR GH ORV KLMRV« UHDOPHQWH HVWX-YRPLOLWDQGRGHVGHKDVWDHOHQ ODJXHUULOODµ )LVFDOtD GHQXQFLD IDOVRV $pesar de sus contradictorias y comprobadas declaraciones, acusa al Colectivo de Abogados -RVp$OYHDU5HVWUHSR ccajarGHVHUEUD]R MXUt-GLFRGH ODV)DUFDÀUPDTXH´ORVDERJDGRVVHDSURYHFKDURQGHVXLJQRUDQFLDµ/RVDERJDGRVQHJRFLDURQ\VRVWLHQHTXHQRFRQRFtDsobre el trámite de “demanda por una indem-

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 24

QL]DFLyQ«FUHtDTXHHOORVEXVFDEDQDODJHQWH\HVRHUDOR~QLFRTXH«TXHUtDµ/RVDERJDGRVQHJRFLDURQ

El colectivo ha manifestado que su actuación como defensores de los dd. hh. “se basó en las declaraciones de las víctimas y las decisiones de tribunales nacionales a nivel penal, disciplinario y contencioso administrativo, que fueron teni-das en cuenta por el Estado de Colombia para UHFRQRFHU HOGHPDU]RGH VX UHVSRQ-VDELOLGDG LQWHUQDFLRQDOSRU OD0DVDFUHµ ccajar: FRPXQLFDGR ´(OOD QRVGLR VX YHUVLyQ«y… la sostuvo ante la Fiscalía… Si ella ahora dice que no fue víctima… es ella quien debe aclarar VXVDFWXDFLRQHVDQWHOD-XVWLFLD\HO(VWDGRWHQ-dría que proceder a demandarla por falso testi-PRQLRµ5HGDFFLyQ-XVWLFLD)UHQWHD ORVnuevos hechos, el GH RFWXEUH GHO HOColectivo acusó a la Fiscalía General por omi-VLyQHQ OD LGHQWLÀFDFLyQGH FDGiYHUHVTXH JH-neraron las falsas denuncias. Adicionalmente, han manifestado devolver el dinero recibido por honorarios, solicitando número de cuenta para consignar, sin embargo, el Estado se ha rehu-sado a recibirlo. El Colectivo denunció el hecho ante la Procuraduría.

No obstante, este entramando de negras actua-ciones no debe esconder la realidad macabra de la situación violenta en el Estado colombia-no. Por eso, exponemos una pequeña parte del testimonio de un familiar reparado y víctima real: “A mi papá lo mataron, le metieron piedras en el cuerpo y lo tiraron al río. Nunca encontra-ron su cadáver… [El Colectivo me informó] que DOÀQDOHOORVVHTXHGDUtDQFRQXQSRUFHQWDMHGHO

GLQHURTXHUHFLELpUDPRVµ3DORPLQRGHOproceso adelantado en el marco del sidh.

3RU HVWR UHFKD]DPRV OD GHVOHJLWLPDFLyQ GHOsidh, pues no debe impactar más que “hasta las masacres en Colombia se las roben o se hable GHGHVIDOFR\QRGHUHSDUDFLyQµ13 que el hecho de que el Estado coadyuve a asesinar con sevi-cia mediante grupos paramilitares y omisiones \ D\XGDVGH VXVDJHQWHV RÀFLDOHV D SHUVRQDVinocentes y en condiciones de marginalidad, pues efectivamente sin la esfera internacional la cruel realidad de Mapiripán habría quedado impune.

Al parecer

un caso de errores compartidos. Del Estado y VX DSDUDWRPLOLWDU \ GH MXVWLFLD 'H XQRV SDU-ticulares que quisieron hacer negocio con un hecho lamentable… Del… [sidh], por su pro-SLDQDWXUDOH]D\HVWUXFWXUD(Osidh es falible… /D MXVWLFLD KXPDQD HV IDOLEOH VHD QDFLRQDO Rtransnacional, la Corte idhIXQFLRQDFRPRMXVWL-FLDVXEVLGLDULD3RUHVWDUD]yQDHOODQROHFR-rresponde investigar los crímenes nacionales, pues esta es una labor de los aparatos investi-gativos internos.14

Como estrategia preventiva para evitar hechos como la reparación a falsas victimas el gobier-QRFUHyOD$JHQFLD1DFLRQDOGH'HIHQVD-XUtGLFDdel Estado, aunque debería bastar con la ópti-ma actuación de los entes ya creados.

13 )RUR8QLYHUVLGDG6HUJLR$UEROHGD&DUUXVHO GH ODV YtFWLPDVwww.uscateguiesinocente.com&RQVXOWDGRHO

14 KWWSZZZDPELWRMXULGLFRFRP%DQFR&RQRFLPLHQWR1QRWLConsultado el 21 de octubre de 2014.

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 25

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

ϰ^ŽďĞƌĂŶşĂLJĂƌŵŽŶŝnjĂĐŝſŶĚĞŽƌĚĞŶĂŵŝĞŶƚŽƐũƵƌşĚŝĐŽƐƉŽƌĐŽŶƚƌŽůĚĞ

ĐŽŶǀĞŶĐŝŽŶĂůŝĚĂĚĞŶĞĮĐŝŽƐĚĞůĂƉŽůşƟĐĂŝŶƚĞƌŶĂĐŝŽŶĂůĚĞůĂƉŽƐŐƵĞƌƌĂ

El control de convencionalidad propicia la apli-cación de normas locales acordes con el cuerpo iuris internacional. Existe un control de conven-cionalidad difuso y uno concentrado. El difuso OR UHDOL]DQ ORV yUJDQRV GHO SRGHU MXGLFLDO GHOEstado, de acuerdo con el derecho constitucio-nal y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (diddhh (O FRQFHQWUDGR OR HMHUFH ODCorte idh aplicando la cadh en procedimientos contenciosos. En Colombia y en sendos ordena-PLHQWRV MXUtGLFRV ORV MXHFHV ´IRU]DGRV SRU ODVcircunstancias, han incluido como variable real de sus decisiones a la cadh y a los estándares y reglas articulados por las sentencias de la Corte idhµ4XLQFKHSS

$VtHQGLYHUVRV IDOORVGH MXULVGLFFLyQRUGLQDULD´FRPRODSULPHUDVHQWHQFLDSURIHULGDSRUODMX-ULVGLFFLyQGH-XVWLFLD\3D]«FRQWUDGHOSDUDPLOL-WDU:LOVRQ6DOD]DU&DUUDVFDODOLDVHOORUR … el sistema de reparaciones acoge las reglas de la Corte idhµ, Entonces, mientras que

los tribunales constitucionales controlan la constitucionalidad, el tribunal internacional de dd. hh. resuelve acerca de la convencionalidad

9HU7ULEXQDO6XSHULRUGH%RJRWi6DODGH-XVWLFLD\3D]6HQWHQFLDGHPDU]RGH5DG

16 9HU-X]JDGR3HQDOGHO&LUFXLWR%RJRWi6HQWHQFLDFRQGHQDWRULDGH HQHUR GH 5DG 00016.

9HU&RQVHMRGH(VWDGR6DODGHOR&RQWHQFLRVR$GPLQLVWUDWLYR6HF-FLyQUD6HQWHQFLDGHHQHURGH5DG

de esos actos. A través del control de constitu-cionalidad los órganos internos procuran con-formar la actividad del poder público —y, even-tualmente, de otros agentes sociales— al orden que entraña el Estado de Derecho en una sociedad democrática. El tribunal interame-ricano… pretende conformar esa actividad al orden internacional acogido en la convención IXQGDGRUDGH OD MXULVGLFFLyQ LQWHUDPHULFDQD \DFHSWDGRSRUORV(VWDGRVSDUWHVHQHMHUFLFLRGHsu soberanía (caso Tibi vs. Ecuador

El control de convencionalidad entonces, “no se ocupa en sí de las cuestiones locales sino que su tarea es la de inspeccionar si los países han YLRODGRRQRODVFRQYHQFLRQHVVXMHWDVDVXFRP-SHWHQFLDµ $OEDU \ &DQFDGR S QLGHPRGLÀFDUHO GHUHFKR ORFDO ´SRUHQGHQR VHFRQYLHUWHHQXQDFXDUWDLQVWDQFLDTXHGHMDVLQHIHFWR ODV OH\HV GH ORV SDtVHVµ +LWWHUV SSUHWHQGLHQGRHYLWDUTXHHO(VWDGR´LQ-FXUUDHQUHVSRQVDELOLGDGHVWDWDODUWV\µ+LWWHUVS'HHVWHPRGRVXQDWX-UDOH]DMXUtGLFDVHHVWUXFWXUDHQXQD HVSHFLHGHFDVDFLyQUHJLRQDOTXHVLUYHSDUDXQLÀFDUODLQWHU-SUHWDFLyQMXUtGLFDGHORVSDtVHVSOHJDGRVDOPR-delo, que abarca en el ámbito interamericano PiVGHWUHVFLHQWRVPLOORQHVGHKDELWDQWHVµ18 El FRQWUROGHFRQYHQFLRQDOLGDGUHIXHU]DHOGHUHFKRD OD YHUGDG \ JDUDQWL]DTXH ODV UHFODPDFLRQHVGHUHSDUDFLyQQRFRQÀJXUHQFDUJDVSURFHVDOHVexcesivas que revictimicen a los lesionados y sus causahabientes. Posibilita además, en el FDVRGHTXHDSDUH]FDQ´QXHYRVKHFKRVRSUXH-bas que puedan permitir la determinación de

9HU7UDWDGR8(DUWFDVDFLyQDQWHHO7ULEXQDOGH/X[HPEXUJRFRQWUDVHQWHQFLDVGHOyUJDQRMXULVGLFFLRQDOGH3ULPHUD,QVWDQFLD

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 26

los responsables… [que] puedan ser reabiertas las investigaciones, incluso si existe una senten-FLDDEVROXWRULDHQFDOLGDGGHFRVDMX]JDGDµ

En consecuencia, la violación de obligaciones internacionales o supranacionales conlleva la DGHFXDFLyQ GH ORV RUGHQDPLHQWRV MXUtGLFRV LQ-ternos sin que esto genere riesgo alguno a la so-EHUDQtDVLQRSRUHOFRQWUDULRFULVWDOL]DVXDUPR-QL]DFLyQ LQWHUPpVWLFD\FRQÀJXUDXQYHUGDGHUR(VWDGRVREHUDQRHQHOVXSXHVWRTXH ORVVXMH-tos de derecho internacional contemporáneo actúen conforme al deber ser. La consolidación plena del ccSRGUtDJHQHUDUXQDFRQJHVWLyQMXGL-cial interamericana mayor a la que ya presentan ORVRUGHQDPLHQWRVMXUtGLFRVLQWHUQRVORTXHSUR-baría las violaciones sistemáticas estatales que FRQÀJXUDQXQDHVSHFLHGHWHUURULVPRVREHUDQRAsí, una verdadera soberanía debe estar armo-QL]DGD FRQ ODVQRUPDWLYLGDGHV LQWHUQDFLRQDOHVque acoge voluntariamente y aquellas que táci-tamente lo obligan como el Ius Cogens(OYLHMRSUREOHPDYLVLEOHGHVHUORV(VWDGRVMXHFHV\SDU-WHVHQXQPLVPRDVXQWRORTXHVHFULVWDOL]DHQla dominación del hegemón en los organismos internacionales. La efectividad de los ordena-PLHQWRVMXUtGLFRVLQWHUQRVGHEHUHÁHMDUVHHQODinactividad de los instrumentos internacionales de protección de derechos.

/sKE>h^/KE^

1. El diagnóstico de seguridad internacional contemporáneo debe resultar del diagnósti-

Ver caso Masacre de La Rochela vs. Colombia6HQWHQFLDGHOGHPD\RGH6HULH&QSiUU

co multilateral y multidimensional. De prefe-rencia, con enfoques regionales y culturales, SDUDSHUVHJXLUXQREMHWLYRHOPDQWHQLPLHQ-WRGH ODSD]\VHJXULGDG LQWHUQDFLRQDOHVGHtodos los Estados, no solo de los intereses centrales. Colombia deberá insertarse deci-didamente dentro del proceso de integración latinoamericano, en especial, para mitigar las asimetrías del sistema mundo.

/D GHSHQGHQFLD SROtWLFD LQWHUQDFLRQDO GH ODpolítica norteamericana se convierte en una DPHQD]DGHLQWHUYHQFLyQDUPDGDSDUDFXDO-quiera que no piense lo mismo. Sin embar-go, cualquier diagnóstico en rr. ii. posterior D GHEH SDUWLU GH XQD FRQFHSFLyQ GHmultipolaridad.

3. La política exterior amigo-enemigo es insoste-QLEOHHQHOVLVWHPDPXQGRGH´(QSR-lítica no hay verdades absolutas ni situacio-nes estáticas. Lo que funcionó ayer puede no funcionar hoy, y los dogmas de ayer puede TXHQRWHQJDQVLJQLÀFDGRPDxDQDµ*RUGRQ(OFRQGLFLRQDPLHQWRQRUWHDPHULFDQRD WUDYpV GHO GLDJQyVWLFR GHO FRQÁLFWR LQFUH-mentó la violencia doméstica colombiana, al PLOLWDUL]DU OD OXFKD LQWHUQD FRPR~QLFD UHV-puesta a la narcoviolencia, en sus diversas modalidades.

4. La dominación territorial de actores no esta-tales, con el visto bueno de las autoridades nacionales, y el concurso de las ff. aa. des-ERUGD OD FODVLÀFDFLyQ GH (VWDGRV IDOOLGRV \da paso a la concepción propia denominada Estados superados por actores ilegales para-

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 27

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

estatales o no estatales, como son los para-PLOLWDUHVRODVGLVIUD]DGDV%DFULP

/RDQWHULRUJHQHUDHOVWDWXTXRGHORVFtUFXORVYLFLRVRVFRQÀJXUDQGRODVLVWHPDWL]DFLyQGHOuso de la violencia, que usada en diferentes escalas permitirá que los mismos grupos as-ciendan en el sistema político o desciendan SDUDHYLWDUORVULHVJRVGHSHQDOL]DFLyQ(VGH-cir, cuando nuevamente las Bacrim encien-dan su maquinaria de guerra, seguramente el Estado les abrirá un espacio político, y posteriormente las reinsertará, volviendo a considerar sus remanentes como grupos de FULPHQ RUJDQL]DGR 8Q JUXSR WHUURULVWD TXHse proclama antiterrorista y se convierte en actor político evidencia la ambigüedad con-FHSWXDOUHÁHMDGDHQGHÀQLFLRQHVPHUDPHQWHpolíticas, por ende coyunturales.

/DJOREDOL]DFLyQUHSUHVHQWDHOHVFHQDULRPXO-WLODWHUDODGHFXDGRSDUDHVWXGLDU ORVFRQÁLF-WRVPRGHUQRV´(OFRQÁLFWRHVXQFKRTXHGHvoluntades y no siempre se resuelve a través del empleo de la violencia…. la incertidumbre política nutre la incertidumbre estratégica, características del orden internacional glo-EDOL]DGRµ 7HOOR SVG $Vt HVWD VHDOHJtWLPDROHJLWLPDGD7HOORSVGEE. UU. hace presencia en América Central y el Caribe y cuenta con inmunidad militar en ba-ses militares colombianas.

(Q&RORPELD\HQHOVLVWHPDPXQGRVHHVFOD-ramente actor político mediante el uso sis-temático de la violencia. “El terrorismo sirve SDUDOOHJDUDODPHVDGHQHJRFLDFLRQHVµ=H-

UDRXLS&RPRSRUHMHPSORVHnegocia con las Farc en la entrada de vientos electorales presidenciales. Otros considera-GRV WHUURULVWDV VH HQÀODQ SDUD JREHUQDU HOEstado colombiano.

/RV OXJDUHVGRQGHVHHMHFXWDQJUDQGHVPH-JDSUR\HFWRVFRPHUFLDOHVH[WUDQMHURVHV MXV-tamente donde existen más grupos de extre-ma derecha que son los que colaboran con HOWUDEDMRVXFLRTXHQRSXHGHQUHSRUWDUODVsociedades militares privadas (smp UHHP-SOD]DQGR ODHVWUXFWXUDSULYDGD³RKtEULGD³HQFXDQWRDVXOHJDOLGDGVHUHÀHUHDODVHV-WUXFWXUDVLQVXÀFLHQWHVGHVHJXULGDGS~EOLFDdel Estado.

([LVWLy ODPDVDFUHGH0DSLULSiQ\HO(VWDGRreconoció su responsabilidad por el apoyo PLOLWDU GLUHFWR HQ HO GHVFXDUWL]DPLHQWR GHpersonas. Es el Estado quien debe determi-nar las víctimas, y actualmente, sigue omi-tiendo su deber. Si existen falsas víctimas, este hecho no anula la cruel realidad y la responsabilidad del Estado. Aquellos que no IXHURQ LGHQWLÀFDGRV FRPR YtFWLPDV GHEHQser la prioridad, los maleantes deben pasar a un plano secundario. La masacre no pue-de centrarse en un aspecto cuantitativo. El negacionismo afecta el derecho a la verdad. Así se contribuirá efectivamente al manteni-PLHQWRGHODSD]\ODVHJXULGDGLQWHUQDFLRQD-OHVEDMRHOFRQFLHUWRGHODV1DFLRQHV8QLGDV

/DV VHQWHQFLDV LQWHUQDFLRQDOHV FRQWULEX\HQa un Estado colombiano con menor impuni-dad. Pero muchas veces el no asumir cier-

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 28

tas posiciones internacionales conlleva con-secuencias políticas que generalmente son PiVOHVLYDVTXHODVVDQFLRQHVMXUtGLFDV

11. El mundo de la posguerra presencia un es-cenario multilateral de constante violación de normas imperativas —ius cogens— que en la práctica internacional siguen siendo ´UHODFLRQHVGHQHJRFLDFLyQµÉOYDUH]S8QVLVWHPD´GHSULQFLSLRVGHPRFUiWL-FRVRPHMRURFFLGHQWDOL]DGRVVLQHFRHQODUHDOLGDGVRFLDOµ)DOV%RUGDHWDO'H-PRVWUDGR SRU ´LQMXVWLFLDV GHVLJXDOGDGHV \exclusiones y que tienden a ser propositivas HQFRQWH[WRVKLVWyULFRVHVSHFtÀFRVµ$UFKLODS

Los diagnósticos soberanos y no superados podrían evitar que la cooperación se transfor-me en intervención o en dominación (Arias, S

ZĞĨĞƌĞŶĐŝĂƐ

$OEDU * \ &DQFDGR 7ULQLGDGH $ 5H-ÁH[LRQHVVREUHHO IXWXURGHOVLVWHPD LQWHUD-PHULFDQRGHGHUHFKRVKXPDQRV(Q-0pQ-GH]\)&R[(GVEl futuro del sistema in-

teramericano de protección de los derechos

humanos6DQ-RVp,QVWLWXWR,QWHUDPHULFDQRde Derechos Humanos.

ÉOYDUH]=iUDWH-0&DPELRGHMXULVSUX-dencia de la Corte Constitucional en materia internacional. En Homo Iuris. Ensayos de De-

recho Contemporáneo. Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

Amicus Curiae VI2EWHQLGRGH&HMLOKWWSFHMLORUJDPLFXVFXULDH

$UFKLOD09LGDSDVLyQ\«GHORVPRYL-mientos sociales en Colombia. En M. Archila y 03DUGR(GVMovimientos sociales, Estado

y democracia en Colombia. Bogotá: CES/Uni-versidad Nacional/ICANH.

$UHQDO&GHO ,QWURGXFFLyQD ODV UHOD-FLRQHV LQWHUQDFLRQDOHV &XDUWD(G0DGULGEspaña: Ed. Tecnos.

$ULDV+HQDR'3,QYHVWLJDFLyQFRPSD-rativa transcontextual en relaciones interna-cionales narcoviolentas. Revista de Relacio-

nes Internacionales, Estrategia y Seguridad, 9

$ULDV+HQDR'3\&LH]D'Violencia

\SROtWLFDVGHGHUHFKRVKXPDQRVUHÁH[LRQHVa partir del caso argentino. Conferencia en el II Congreso Internacional de Derecho Consti-tucional de la Universidad Libre de Colombia, GHRFWXEUH%RJRWi

$UUR\R * Resumen de la obra de

Samuel Huntington 7KH&ODVKRI&LYLOL]DWLRQVand the remaking of world order. New York: Si-PRQ6FKXVWHU

$]]HOLQL'\.DQ]OHLWHU%La privatiza-

ción de las guerra$: paramilitares, “señores

de la guerra” y ejércitos privados como acto-

res del nuevo orden bélico. Cochabamba: Cen-tro de Documentación e Información Bolivia.

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 29

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

%X]DQ % \ :DHYHU 2 Regions and

Powers. The Structure of International Secu-

rity. Cambridge: Cambridge University Press.

&DOYR 2VSLQD + &RORPELD FRPR HQIrak: guerra privada en Colombia. Le Monde

Diplomatique.

Caso Suárez Rosero vs. Ecuador. (Corte idh6H-ULH&QSiUUDIR1RYLHPEUHGH

Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú. (Corte idh6HQWHQFLDGH6HULH&Q0D\RGH

Caso Myrna Mack Chang vs. Guatemala. (Cor-te idh6HQWHQFLDGH6HULH&Q 9RWR UD]RQDGR GHO MXH] 6HUJLR *DUFtD1RYLHPEUHGH

Caso Tibi vs. Ecuador9RWRFRQFXUUHQWHUD]RQD-GRGHOMXH]6HUJLR*DUFtD5DPtUH]SiUUDIR6HSWLHPEUHGH

Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia. Excepciones preliminares y reconocimiento GHUHVSRQVDELOLGDG6HULH&Q 0DU]RGH

Caso Masacre La Rochela vs. Colombia. (Corte idh 6HQWHQFLD 6HULH & Q 0D\RGH

Ccajar: Comunicado a la opinión pública. (1 de QRYLHPEUH GH 2EWHQLGR GH &ROHFWLYRGH $ERJDGRV -RVp $OYHDU 5HVWUHSR ZZZFR-

OHFWLYRGHDERJDGRVRUJ&&$-$5&RPXQLFDGRa-la-opinion

&RQVHMRGH(VWDGR6DODGHOR&RQWHQFLRVR$GPL-QLVWUDWLYR6HFFLyQ7HUFHUD6HQWHQFLD503(QULTXH*LO%RWHURHQHURGH

Corte Interamericana de Derechos Humanos. 6HQWHQFLDGHGHQRYLHPEUHGH

Corte Interamericana de Derechos Humanos. 5HVROXFLyQGHODVHQWHQFLDGHOGHVHS-WLHPEUHGH

&XELGHV ) Burocracias armadas: el

problema de la organización en el entramado

de las violencias colombianas. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

Decisión histórica: la CIDH admite petición

del General Uscátegui. (13 de noviembre de 2EWHQLGR GH XVFDWHJXLHVLQRFHQWHwww.uscateguiesinocente.com

'XQFDQ*1DUFRWUDÀFDQWHVPDÀRVRV\guerreros. Historia de una subordinación. En A. Rangel y G. Duncan, 1DUFRWUiÀFRHQ&RORP-

bia: economía y violencia. Bogotá: Fundación Seguridad y Democracia.

Echandía Castilla, C., Bechara, E. y Cabrera, I. &RORPELDHVWDGRGHOFRQÁLFWRDUPD-GRDOÀQDOGHODDGPLQLVWUDFLyQGHÉOYDUR8UL-EH(Q+0DWKLHX\&1LxR(GVSeguridad

regional en América Latina y el Caribe (págs.

136-172). Anuario 2010. Bogotá: Friedrich Ebert Stiftung.

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 30

El coloquio de los perrosVI2EWHQLGRGHHO-coloquiodelosperros: www.elcoloquiodelospe-rros.com/coloqterror/terrorintrod.htm.

Fals Borda et al.Movimientos sociales,

Estado y democracia en Colombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Centro de Estudios Sociales. Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

)HUQiQGH]3GHVHSWLHPEUHGHNiall

Ferguson: “La desigualdad no es una barre-

ra para el desarrollo económico”. Obtenido GH7KH&OLQLFZZZWKHFOLQLFFOniall-ferguson-la-desigualdad-no-es-una-ba-rrera-para-el-desarrollo-economico/.

Fiscalía denuncia falsos muertos en masacre

de MapiripánGHRFWXEUHGH2EWH-nido de El Tiempo: http://www.eltiempo.com/DUFKLYRGRFXPHQWR&06

*DOOyQ*LUDOGR*VIPolítica de defensa y se-

guridad democrática, capítulo VII sobre el Plan

de Seguridad Democrática, punto 5 sobre la

Promoción de la cooperación ciudadana. Ma-nuscrito presentado para su publicación.

*DQDGHURV ÀQDQFLDURQ OD PDVDFUH GH 0DSLUL-SiQ ([SDUDPLOLWDU GH HQHUR GH Obtenido de El Espectador: http://www.ele-VSHFWDGRUFRPQRWLFLDVMXGLFLDOJDQDGHURVÀQDQFLDURQPDVDFUHGHPDSLULSDQH[SDUDPL-OLWDDUWLFXOR

*RUGRQ 3 -XOLR$JRVWR GH The End of

the Bush Revolution. Obtenido de Foreign Affairs: http://www.foreignaffairs.com/arti-

FOHVSKLOLSKJRUGRQWKHHQGRIWKHbush-revolution

*DUFtD-)\9HUGXJR6'LFLHPEUHGHRadiografía política al Sistema Interamerica-

no de DD. HH. Santiago: Libertad y Desarrollo.

*DUFtD5DPtUH]6-XOLR'LFLHPEUHGH(OFRQWURO MXGLFLDO LQWHUQRGHFRQVWLWXFLRQDOLGDGIUS, 5

*RQ]iOH] ) %ROtYDU , \ 9iVTXH] 7 Violencia política en Colombia. De la nación

fragmentada a la construcción del Estado. Bogotá: Centro de Investigación y Educación Popular.

+RZODQG 7 GH IHEUHUR GH ¶&RQÁLFWRcolombiano ya duró demasiado’. Recupera-GRHOGHRFWXEUHGHGH(O7LHPSRhttp://www.eltiempo.com/archivo/documen-WR0$0

+LWWHUV - Responsabilidad del Estado

por violación de Tratados Internacionales. El

que “rompe” (aunque sea el Estado) paga. Obtenido de Redalic.org: http://www.redalyc.RUJDUWLFXORRD"LG

+LWWHUV - ¢6RQYLQFXODQWHV ORVSURQXQ-ciamientos de la Comisión y de la Corte Inte-ramericana de Derechos Humanos? Revista

Iberoamericana de Derecho Procesal Consti-

tucional

+LWWHUV-&RQWUROGHFRQVWLWXFLRQDOLGDGy control de convencionalidad. Comparación. Estudios constitucionales, 7

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 31

El HĞŐĞŵ

ſŶƐŝƐƚĞŵ

ĂŵƵŶ

ĚŽĂƐŝŵ

ĠƚƌŝĐ

ŽLJĞŇŽ

ƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ

ŶƵĞ

ǀĂƐĂ

ŵĞŶ

ĂnjĂƐĞŶ

Colo

mbi

a

+XJXHW3ROR$'LFLHPEUHGH/DVWHVLVGH)XNX\DPDVREUHHOÀQGHODKLVWRULD2EWH-nido de Trpod: http://huguet.tripod.com/fuku-yama.htm

+XPDQ5LJWKV:DWFKInforme Mundial

2012: Capítulos de la Región de las Américas.

-X]JDGR3HQDOGHO&LUFXLWRGH%RJRWi6HQ-WHQFLD FRQGHQDWRULD Q 1, (QHUR GH

'HO$UHQDO&Introducción a las relacio-

nes internacionales. Madrid: Tecnos.

.LVVLQJHU + Diplomacia. Barcelona: Ediciones B, S. A.

/ySH] 5HVWUHSR $ &RQÁLFWR LQWHUQR \QDUFRWUiÀFRHQWUH\(Q$5DQJHOy G. Duncan, 1DUFRWUiÀFRHQ&RORPELD(FR-

nomía y Violencia. Bogotá: Fundación Seguri-dad y Democracia.

‘Los abogados negociaron con la masacre de

Mapiripán’.GHRFWXEUHGH2EWHQLGRde El Espectador: http://www.elespectador.FRPQRWLFLDVMXGLFLDOORVDERJDGRVQHJRFLD-URQPDVDFUHGHPDSLULSDQDUWLFXOR

Mapiripán: dudas y certezas de una masacre. GHIHEUHURGH2EWHQLGRGH6HPD-na: www.semana.com/nacion/mapiripan-du-GDVFHUWH]DVPDVDFUHDVS[

0QNOHU+Viejas y nuevas guerras: asi-

metría y privatización de la violencia. Madrid: Siglo XXI de España Editores, S.A.

0QNOHU + Entrevista con Eberhard

Sens. Berlin: Lettre International.

1\H - GH DEULO GHMijail Gorbachov

\HOÀQGHODJXHUUDIUtD. Obtenido de El País: KWWSHOSDLVFRPGLDULRRSL-QLRQBKWPO

1LxR*XDUQL]R&/DVHJXULGDGGH$Pp-rica Latina: respuestas fragmentadas a desa-fíos transnacionales. En H. Mathieu y C. Niño, Anuario 2011, de la seguridad regional en

América Latina y el Caribe. Bogotá: Friedrich Ebert Stiftung.

1RPEHUWR95 )HEUHURGH(OFKR-TXH GH FLYLOL]DFLRQHV VHJ~Q 6DPXHO 3KLOOLSV+XQWLQJWRQ2EWHQLGRGH9tFWRU51RPEHUWRDoctor en Ciencias Sociales: http://blog.pucp.HGXSHLWHPHOFKRTXHGHFLYLOL]DFLR-nes-segun-samuel-phillips-huntington

1\H - PDU]R GH 0LMDLO *RUEDFKRY\HOÀQGHODJXHUUDIUtD2EWHQLGRGH3UR\HFWSyndicate: KWWSZZZSURMHFWV\QGLFDWHRUJcommentary/mikhail-gorbachev-and-the-end-of-the-cold-war/spanish

2UJDQL]DFLyQ GH ORV (VWDGRV $PHULFDQRV VI Comisión Interamericana de Derechos Huma-

nos. Documentos básicos. Obtenido de Or-JDQL]DFLyQGHORV(VWDGRV$PHULFDQRVZZZoas.org/es/cidh/mandato/Basicos/intro.asp.

3DODFLRV0'HSRSXOLVWDVPDQGDULQHVy violencias. Luchas por el poder. Bogotá: Edi-torial Planeta.

Dian

a Pa

tric

ia A

rias H

enao

Revista de Derecho Público N.o 33 - ISSN 1909-7778 - Julio - Diciembre de 2014 - Universidad de los Andes - Facultad de Derecho 32

3DORPLQR6 GHQRYLHPEUHGHMa-

piripán: ¿Y ahora las víctimas les debemos al

Estado y a los culpables de la masacre? Obte-nido de Semana: www.semana.com/nacion/mapiripan-ahora-victimas-debemos-estado-FXOSDEOHVPDVDFUHDVS[

3L]DUUR/HRQJyPH](Una democracia

DVHGLDGDEDODQFH\SHUVSHFWLYDVGHOFRQÁLFWRarmado en Colombia. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

Polaridad, Unipolaridad, Bipolaridad, La mul-tipolaridad, No polaridad, La medición de la FRQFHQWUDFLyQGHSRGHUVI2EWHQLGRGH(CENTRO: http://centrodeartigos.com/articu-ORVHQFLFORSHGLFRVDUWLFOHBKWPO.

4XLQFKH 5DPtUH] 0 ) (O FRQWURO GHconvencionalidad y el sistema colombiano. Revista Iberoamericana de Derecho Procesal

Constitucional

5HGDFFLyQ -XVWLFLD GH RFWXEUH GH Fiscalía denuncia falsos muertos en masacre

de Mapiripán. Obtenido de El Tiempo: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/&06

5H\&DQWRU(*DUFtD5DPtUH]6*RQ]DtQL2Control de convencionalidad de leyes

y derechos humanos: homenaje a Héctor Fix-

Zamudio. México: Porrúa.

5RVVL $ 5DGLRJUDItD GHO QDUFRWUiÀFRLe Monde Diplomatique

6DOD]DU$0 Seguridad nacional hoy:

el reto de las democracias. México: Editorial Aguilar.

6DVVHQ 6 GH HQHUR GH Un nuevo

campo transfronterizo para actores públicos

y privados. Obtenido de Nueva geografía po-OtWLFD KWWSVLQGRPLQLRQHWDUNLW]HDQPXOWL-WXGHVPXOWLWXGHVQXHYDBJHRJUDÀDBSROLWLFDhtm.

6LOYD0LFKHOHQD-Política y bloques de

poder: crisis en el sistema mundial (Séptima HG0DGULG6LJOR;;,(GLWRUHV

7HOORÉLa globalización y la seguridad

internacional. Conferencia presentada en el Círculo de Legisladores de la Nación Argenti-na.

7RNDWOLDQ-VIPosguerra fría y política exte-

rior. De la autonomía relativa a la autonomía-

ambigua. Obtenido de banrepcultural: www.EDQUHSFXOWXUDORUJVLWHVGHIDXOWÀOHVODEODDUHYLVWDVDQDOLVLVSROLWLFRDSSGI

7ULEXQDO6XSHULRUGH%RJRWi6DODGH-XVWLFLD\3D]6HQWHQFLD 5DG 0DU]RGH

=HUDRXL = 6HJXULGDG LQWHUQDFLRQDO \terrorismo. En Las relaciones internacionales

de América Latina. Argentina – Chile – Méxi-

co. Transitando los inicios del siglo XXI. San-tiago de Chile: Ril Editores.

=HUDRXL=Los procesos mundiales con-

temporáneos: un mundo transformado. Méxi-co: Editorial Trillas.