pruebas y color

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Título:

Edición Digital

2012

2

Autor

Título

3

Baskerville Oldface

Cuerpo 12

Cuerpo 14

Cuerpo 16

Cuerpo 18

Cuerpo 20

Cuerpo 22

Cuerpo 24

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Cuerpo 12

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el miedo cascada. He

vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o respiro alambradas.

He intentado parar los latidos una y otra vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la

sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas

del calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de puntillas y los erizos.

Cuerpo 14

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el miedo

cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es

temprano o respiro alambradas. He intentado parar los latidos una y otra vez,

una y otra vez, pero siempre vuelvo con la sonrisa perdida en cualquier día

espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no

recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de puntillas y los erizos.

Cuerpo 16

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el

miedo cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no

distingo si es temprano o respiro alambradas. He intentado parar los

latidos una y otra vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la

sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he

buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y

otra vez, las gotas de puntillas y los erizos.

Cuerpo 18

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la

sensatez y el miedo cascada. He vagado en tantos escondites

ceniza que ya no distingo si es temprano o respiro

alambradas. He intentado parar los latidos una y otra vez,

una y otra vez, pero siempre vuelvo con la sonrisa perdida

en cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado

entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y


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Cuerpo 20

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la

sensatez y el miedo cascada. He vagado en tantos

escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o

respiro alambradas. He intentado parar los latidos una

y otra vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la

sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi

habitación lo sabe, he buscado entre las hojas del

calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las

gotas de puntillas y los erizos.

Cuerpo 22

He borrado tantos silencios que me balanceo

entre la sensatez y el miedo cascada. He vagado

en tantos escondites ceniza que ya no distingo si

es temprano o respiro alambradas. He intentado

parar los latidos una y otra vez, una y otra vez,

pero siempre vuelvo con la sonrisa perdida en

cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he

buscado entre las hojas del calendario y no

recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de

puntillas y los erizos.

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Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta

pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los

sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana.

Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.

Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido

se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día

abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni

lágrimas.








lágrimas.








lágrimas.








lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había

hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en

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los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la

ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.




lágrimas.








lágrimas.








lágrimas.








lágrimas.

Prueba dos páginas con cuerpo 12

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Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas,

había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que

se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas

como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno

cortejo, satisfecho de su infinito.

Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al

primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me

recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar

de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos

y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y

canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de

orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un

enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.




de al lado, donde no hay ni lágrimas.










Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la









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de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos

y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y

canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de

orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un






















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Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas

destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones

en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de

orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la

ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su

infinito.

Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado

pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título

que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas

que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas.






infinito.










infinito.





Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti

por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho

de su infinito.

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infinito.










infinito.










infinito.


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destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y

canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los

sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si

fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en

pleno cortejo, satisfecho de su infinito.

Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al

lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío,

salvé el título que siempre me recordará que algún día

abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al

lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno

de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta

pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de

hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo

y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana.

Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su

infinito.





lado, donde no hay ni lágrimas.







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Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera

confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno

















lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno

de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta

pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de

hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo

y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana.


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Pruebas con Bookman Old Style

Cuerpo 12

Cuerpo 14

Cuerpo 16

Cuerpo 18

Cuerpo 20

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Cuerpo 12

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el miedo

cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es

temprano o respiro alambradas. He intentado parar los latidos una y otra

vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la sonrisa perdida en

cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas

del calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de


Cuerpo 14

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez

y el miedo cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o respiro alambradas. He

intentado parar los latidos una y otra vez, una y otra vez, pero

siempre vuelvo con la sonrisa perdida en cualquier día

espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de


Cuerpo 16

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el miedo cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o respiro alambradas. He intentado parar los latidos una

y otra vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las

gotas de puntillas y los erizos.

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Cuerpo 18 He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el miedo cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o respiro alambradas. He intentado parar los latidos una y otra vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de puntillas y los erizos.

Cuerpo 20

He borrado tantos silencios que me

balanceo entre la sensatez y el miedo

cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o

respiro alambradas. He intentado parar los

latidos una y otra vez, una y otra vez, pero

siempre vuelvo con la sonrisa perdida en

cualquier día espalda. Mi habitación lo

sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y


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había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de

hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas

las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real

en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.


primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre

me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando

en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas.



























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en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema

lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros

encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace

en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera

confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo,

satisfecho de su infinito.




























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canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si

fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno





abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de

pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros

encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se

me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un


Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío,






canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si

fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno





abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas.

Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera

confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.

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salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al


Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y



fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.


lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día


lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de

pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se

me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas

las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un

enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito. cortejo, satisfecho de su infinito.


lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día




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Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros

encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo,

satisfecho de su infinito. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en

caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y

todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la

ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar

de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni

lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros



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Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en

caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas.

Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.

Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui

enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar

de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni

lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros




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Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de

al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de

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hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el

solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Prueba dos páginas con cuerpo 18

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Pruebas con Times New Roman

Cuerpo 12

Cuerpo 14

Cuerpo 16

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Cuerpo 12

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el miedo cascada.

He vagado en tantos escondites ceniza que ya no distingo si es temprano o respiro

alambradas. He intentado parar los latidos una y otra vez, una y otra vez, pero

siempre vuelvo con la sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi habitación lo

sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y otra

vez, las gotas de puntillas y los erizos.

Cuerpo 14

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez y el

miedo cascada. He vagado en tantos escondites ceniza que ya no

distingo si es temprano o respiro alambradas. He intentado parar los

latidos una y otra vez, una y otra vez, pero siempre vuelvo con la

sonrisa perdida en cualquier día espalda. Mi habitación lo sabe, he

buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y


Cuerpo 16

He borrado tantos silencios que me balanceo entre la sensatez

y el miedo cascada. He vagado en tantos escondites ceniza

que ya no distingo si es temprano o respiro alambradas. He intentado parar los latidos una y otra vez, una y otra vez, pero

siempre vuelvo con la sonrisa perdida en cualquier día

espalda. Mi habitación lo sabe, he buscado entre las hojas del calendario y no recuerdo más que, una y otra vez, las gotas de


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Cuerpo 12

Amaneció y las horas se fueron apilando frente a mi ventana, unas aparecían rojas y

llenas de elefantes, otras como medusas bailaban acariciando cada segundo. Algunas

completamente perdidas de polvo y telarañas miraban con sorpresa a las que aún

mostraban la etiqueta entre sus dedos. A lo lejos, se acercaba una hora mayúscula muy

preocupada mientras se le desparramaban cien segundos brillantes entre su levita. Cada

vez llegaban de sitios más recónditos con barba de tres días, con prisa de gran

fuego, descaradas y llenas de orugas blanquecinas.

Y así se fue aproximando el nuevo amanecer que volvería a traer una pandilla de horas

dispares, unas tan intensas como huecas las siguientes. A veces vuelvo a mirar por la

ventana, y ahí siguen tan azules, tan amarillas, tan llenas de frambuesas, tan fugaces

apuntalando segundos, dibujando minutos repletos de hojas, agolpándose siempre fuera,

frente a mi ventana.

Cuerpo 14

Amaneció y las horas se fueron apilando frente a mi ventana, unas aparecían

rojas y llenas de elefantes, otras como medusas bailaban acariciando cada

segundo. Algunas completamente perdidas de polvo y telarañas miraban con

sorpresa a las que aún mostraban la etiqueta entre sus dedos. A lo lejos, se

acercaba una hora mayúscula muy preocupada mientras se le

desparramaban cien segundos brillantes entre su levita. Cada vez llegaban

de sitios más recónditos con barba de tres días, con prisa de gran

fuego, descaradas y llenas de orugas blanquecinas.

Y así se fue aproximando el nuevo amanecer que volvería a traer una

pandilla de horas dispares, unas tan intensas como huecas las siguientes. A

veces vuelvo a mirar por la ventana, y ahí siguen tan azules, tan amarillas,

tan llenas de frambuesas, tan fugaces apuntalando segundos, dibujando

minutos repletos de hojas, agolpándose siempre fuera, frente a mi ventana.

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Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer

chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que

algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay

ni lágrimas.








ni lágrimas.








ni lágrimas.








ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las diademas destrozadas,

había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me

deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti

por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.

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ni lágrimas.








ni lágrimas.








ni lágrimas.








ni lágrimas.


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había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo

que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las

plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en




me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el

solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de

pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose

de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me

llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la





solar de al lado, donde no hay ni lágrimas.



















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solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de

pinchos y todas las diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose

de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me

llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la






















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destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de



Hoy escribí un jeroglífico que hice enterrar en el solar de al lado pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el

título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las

nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las

diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y

canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por

la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de

su infinito.


pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las

nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni

lágrimas.



orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su

infinito.


pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el

título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni

lágrimas.

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Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti

por la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de su infinito.


pues al primer chasquido se convirtió en caracol vacío, salvé el título que siempre me recordará que algún día abrazaré todas las

nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni

lágrimas.







nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas. Hoy escribí un poema lleno de pinchos y todas las

diademas destrozadas, había hasta pájaros encendiéndose de frío y

canciones en el trozo de hielo que se me deshace en los sueños. Me llené de orgullo y lancé todas las plumas como si fuera confeti por

la ventana. Era un enorme pavo real en pleno cortejo, satisfecho de

su infinito.



nadas que fui enterrando en el solar de al lado, donde no hay ni lágrimas.

Prueba 2 páginas con cuerpo 16

pruebas y color

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