proyecto de investigación “hibridación y transculturalidad en los modos de habitación...

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A través de convocatoria pública ganada mediante proyecto presentado a las ayudas a la investigación en materia de arquitectura en el año 07, de la antigua Consejería de Obras Públicas y Transportes y hoy dependiente de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, se define una línea de indagación sobre modos de convivencia y habitación en el territorio andaluz para un futuro cercano, de entre 20 y 40 años, que perfile evoluciones y genere posibilidades a tenor de unas variables que hoy, cada día, podemos percibir como determinativas de transformaciones culturales.

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CRDITOS EDICIN Y PRODUCCIN Universidad de Sevilla Escuela Tcnica Superior de Arquitectura Responsable de esta edicin: Carlos Tapia Martn. ISBN: 978 - 84 - 692 - 4950 - 5 N Registro: 09 / 80580 COORDINACIN DE LA PUBLICACIN. Proyecto de Investigacin Hibridacin y Transculturalidad en los modos de habitacin contempornea. El territorio andaluz como matriz receptiva. Proyecto financiado por la Consejera de Vivienda y Ordenacin del Territorio. Junta de Andaluca. 2007-2009. Responsable de la investigacin: Mara Varona Gandulfo. [email protected] EQUIPO DE LA INVESTIGACIN. Mara Varona Gandulfo. Arquitecta. Responsable de la Investigacin. Espaa Carlos Tapia Martn. Arquitecto. Universidad de Sevilla. Espaa. Laura Tena Snchez. Arquitecta. Espaa. Victoria Quintero Morn. Antroploga. Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, Espaa ngel del Ro Snchez. Antroplogo. Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. Espaa Rafael de Lacour Jimnez. Arquitecto. Universidad de Granada. Espaa Carmen Guerra de Hoyos+Mariano Prez Humanes. Grupo Investigacin Out_Arquas. Escuela de Arquitectura. Universidad de Sevilla. Espaa. DIRECCIN ACADMICA DE LOS SEMINARIOS. Carlos Tapia Martn (Seminarios Territorios de Aproximacin y Espacios Mediados) Rafael de Lacour Jimnez (Seminario Espacios Mediados) DIRECCIN TCNICA DE LOS SEMINARIOS. Carlos Tapia Martn Laura Tena Snchez COMIT CIENTFICO. C. Emilio Piazzini. Instituto Colombiano de Antropologa e Historia. Bogot, Colombia Vladimir Montoya. Instituto de Estudios Regionales. Universidad de Antioquia. Colombia Mercedes Daguerre. Arquitecta Investigadora. Italia/Argentina. Alfredo Rubio Daz. Facultad de Geografa. Universidad de Mlaga. Espaa. Juan Luis Moraza. Facultad de Bellas Artes de Vigo. Espaa. Jos Enrique Lpez-Canti Morales. Arquitecto. Escuela de Arquitectura. Universidad de Sevilla, Espaa. Javier Escalera Reyes. Antroplogo y responsable del Grupo de Investigacin Social de Accin Participativa (Sej218). Universidad Pablo de Olavide. Sevilla. Espaa. Juan Calatrava Escobar. Historiador. Escuela de Arquitectura de Granada. Espaa. Roberto Fernndez. Facultad de Arquitectura. Universidad de Buenos Aires, Argentina DISEO GRFICO Y MAQUETACIN. Laura Tena Snchez. (Logos, Javier Aldarias) CORRECCIN Y EDICIN DE TEXTOS Laura Tena Snchez DIRECCIN DE DESCARGA: http://www.hibridacionesandalucia.net/ >> menu >> mapa de investigacin >> actas de los textos, los autores, incluidas las imgenes aportadas por ellos. de la publicacin, Universidad de Sevilla y Consejera de Vivienda y Ordenacin del Territorio. Junta de Andaluca. Todo lo dicho en esta publicacin es un compendio de lo expuesto en los seminarios internacionales de apoyo a la investigacin y la responsabilidad de los contenidos es exclusivamente de los autores, en cuanto a originalidad, autora, opinin y autorizacin en el empleo de imgenes, para las que se solicit a cada autor que tuvieran permiso de reproduccin a su cargo.

Esta obra est bajo una licencia Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Espaa Creative Commons. Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar pblicamente la obra Bajo las condiciones siguientes: Reconocimiento. Debe reconocer los crditos de la obra de la manera especificada por el autor o el licenciador (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o apoyan el uso que hace de su obra). No comercial. No puede utilizar esta obra para fines comerciales. Sin obras derivadas. No se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de esta obra. Al reutilizar o distribuir la obra, tiene que dejar bien claro los trminos de licencia de esta obra. Algunas de estas condiciones puede no aplicarse si se obtiene el permiso del titular de los derechos de autor. Los derechos derivados de usos legtimos u otras limitaciones reconocidas por ley no se ven afectados por lo anterior. La licencia completa est disponible en: http://creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/3.0/es/

Investigacin para:

Colaboran:

El Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sevilla a travs de su programa Extensin universitaria, otorg una ayuda para la celebracin del seminario Territorios de Aproximacin.

La Subdireccin General de Proyectos de Investigacin, ha concedido una ayuda dentro de las Acciones Complementarias al Proyecto Hibridaciones, (REFERENCIA: CSO2009-06819-E/ SOCI MODALIDAD: A) para la accin del seminario Espacios Mediados.

El Vicerrectorado de Poltica Cientfica e Investigacin de la Universidad de Granada ha concedido una ayuda econmica al Seminario Espacios Mediados dentro del apartado del Plan Propio de Investigacin correspondiente a Organizacin de congresos, seminarios y jornadas.

El Vicerrectorado para la Garanta de la Calidad comunica que se ha concedido una subvencin para la organizacin del Seminario Espacios Mediados. Con esta aportacin se est generando una nueva accin derivada del seminario sobre arquitectura residencial en Andaluca Oriental: AcAo (Arquitectura colectiva en Andaluca oriental) 1975-2000.

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[ 013 ] PRESENTACIN HTMHC

TERRITORIOS DE APROXIMACIN. SEMINARIO 01 SEVILLA.

[ 019 ] Introduccin al seminario Territorios de Aproximacin[ Conferencias Magistrales ]

[ 023 ] Metropolizacin, territorio y vivienda en andaluca. un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural. Fernando Conde

[ 047 ] Observaciones territoriales. El proyecto como pensamiento. Roberto Fernndez[ Comunicaciones ]

[ 067 ] Identit, espace sociale et gographies imaginaires des migrants de Pereira (la Colombie) vers ltranger.Gregorio Hernndez Pulgarn

[ 075 ] Inmigracin y conflicto en torno al espacio pblico urbano. El caso del Distrito Macarena de Sevilla. Ibn DazParra

[ 085 ] Sentimientos de pertenencia, identidad cultural y participacin social de los senegaleses en Sevilla. SusanaMoreno Maestro

[ 093 ] La construccin social y poltica de la Ecorregin Eje Cafetero de Colombia y su dinmica territorial. JahirRodrguez

[ 103 ] Proyeactuar microsituaciones urbanas. Cartografas influenciales e intersticialidad conceptual. Miguel AngelVitale; Mnica Rosanna Castillo; Mara Alicia Follonier

[ 113 ] Vuelta de paseo. Recuperacin de un entorno paisajstico a partir de la memoria del lugar. Cortijo de lasColonias, Vznar, Granada. Carmen Moreno lvarez

[ 121 ] Los escondites del territorio andaluz. Esther Ferrer Romn [ 131 ] Acciones hbridas entre arte y arquitectura: la biologa del paisaje Concha Lapayese; Daro Gazapo [ 137 ] Automvil, ciudad y diseo: un fermento estilstico en el paisaje urbano. Pascual Riesco Chueca, TeresaLpez Suero]

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[ 147 ] Ciudad y Arquitectura en Movimiento. Espacios escenogrficos urbanos y relaciones habitante-entorno.Laura Moruno Guillermo

[ 159 ] Espacios Encontrados Juan Jos Lpez de la Cruz

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[ 169 ] Construyendo Convivencia. Casa Palacio Pumarejo. Asociacin Casa Palacio Pumarejo [ 181 ] Habitao Social em reas Centrais e a Dimenso Pblica da Arquitetura. Manoel Rodrigues Alves [ 191 ] Publicidad Vs Simulacro. Miguel Gentil Fernndez [ 205 ] Peatonalizacin y nueva sociabilidad en los centros de Sevilla y Mlaga. Alberto Del Campo; Manuel Flores;Fco. Adolfo Garca

[ 213 ] La fbula de la invisibilidad. Ral Castellanos Gmez [ 223 ] Objetos comunes, imgenes globales: mercancas, estancias e identidades. Mariano Prez Humanes;Carmen Guerra de Hoyos

[ 235 ] Autopoiesis. Reproduccin y Mixtura de Capitales en el Territorio. Eduardo Mayoral Gonzalez [ 245 ] xitos y fracasos: circulacin de los modelos europeos en los primeros proyectos de vivienda social enNueva York (1930-1935). Gaia Caramellino

[ 253 ] Casa + o -. La vivienda como objeto cultural de produccin social. Rubn Alonso Malln;David CaavateCazorla; Eva Morales Soler

[ 261 ] Medicina urbana. Reciclaje de tejidos residenciales. Mara Gonzlez Garca

ESPACIOS MEDIADOS. SEMINARIO 02 GRANADA

[ 273 ] Introduccin al seminario Espacios Mediados[ Conferencia Magistral ]

[ 277 ] Hbitos, herramientas e itinerarios. Reflexiones acerca de habitar. Jos Morales (MGM) [ 287 ] Re-appropriation. Anne Lacaton (Lacaton & Vassal)[ Comunicaciones ]

[ 301 ] Aproximacin a la generacin del espacio geopoltico. Del Voisin a Keaton. Ferrn Ventura Blanch [ 307 ] Del apartamento de verano a la vivienda posible. Juan Gavilanes Vlaz de Medrano [ 317 ] Casas precocinadas. Luis Machuca Casares [ 329 ] Error para produccin. Francisco Garca Trivio [ 337 ] INTENSIFYING.EU (Work European Virtual Scene). Celia Garca; Mara Navascues; Javier Castillo; RamnFrancos

[ 349 ] Interaccin urbana. Vas de participacin. Javier Moreno [ 361 ] Inclusin en integracin de barrio de Jebel Dersa en la Medina de Tetun. Marruecos. Isabel De la Vega;Alejandro Garca; Marta Ivars; Jess Lpez; Ferrn Ventura

[ 371 ] Cambios y continuidades del habitat en el PN Los Alcornocales. Agustn Coca Prez [ 381 ] Vulnerables. M Isabel Barrau; Jos A. Snchez [ 393 ] De la fragmentacin urbana al espacio relacional. Exploraciones sobre el tejido metropolitano granadino.Eduardo Jimnez; Ingrid Carolina Vargas]

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[ 401 ] Espacios fluviales de mediacin para el valle del Ro Genil en Granada. David Cabrera Manzano [ 413 ] Pasa algo, porque pasa algo, porque pasa algo. El capital relacional. Rafael Reinoso Bellido [ 417 ] Los lmites fronterizos como aglutinadores de actividad en el territorio. La frontera del Bidasoa.Marta lvarez; Javier Ubillos; Jon Muniategiandikoetxea; Toms Valenciano; Iigo Garca

[ 425 ] Almera rara. Jos Miguel Gmez Acosta; Daniel Lpez Martnez [ 435 ] El espacio informado y transparente. Descubriendo un espacio pblico nuevo.Jos Mara Romero

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[ 443 ] Paisajes semnticos. Ensayo de visores de laboratorio en el barrio del Albaicn. Javier Fernndez Garca;CwLab

[ 451 ] Habitando la Casa Invisible. Serrano, Eduardo [ 461 ] Articulaciones sociales de nuevos residentes en los entornos de reas metropolitanas andaluzas:aportaciones de los propios actores participantes. Huan Porrah Blanko; Salvador Garca Guerrero

[ 471 ] Del espacio monofuncional a la heterogeneidad. Markus Vorauer [ 481 ] Hacia un parque social de viviendas sostenible. ngel Moge Prez [ 491 ] La Ciudad Cultivada: Manifiesto para la Construccin de un Nuevo Espacio Psicolgico. Jos Aragez [ 501 ] Conflictos y resistencias en torno a la forma de concebir y proyectar la ciudad de Granada. Los movimientosautnomos en la palestra urbana. Grupo Estudios Antropolgicos La Corrala (Juan Rodrguez; scar Salguero)

[ 511 ] Lofts industriales para vivienda, trabajo y ocio, Fbrica de Azcar San Isidro. Juan Domingo Santos [ 521 ] Territorios Urbanos. Barrios. Francisco Montero Fernndez; Juan Giles Domnguez; Zacaras de Jorge Crespo [ 529 ] Crecer por dentro, estrategias de reciclaje urbano para el tercer milenio. Elisa Valero Ramos;Eva Chacn Linares

[ 537 ] Viviendas Sociales en el Pago de Viana. Molvzar. Antonio Jimnez Torrecillas [ 549 ] Territorios colonizados. Juan Giles Domnguez

[ 549 ] CURRCULO COMIT CIENTFICO

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PRESENTACIN HTMHC

A travs de convocatoria pblica ganada mediante proyecto presentado a las ayudas a la investigacin en materia de arquitectura en el ao 07, de la antigua Consejera de Obras Pblicas y Transportes y hoy dependiente de la Consejera de Vivienda y Ordenacin del Territorio de la Junta de Andaluca, se define una lnea de indagacin sobre modos de convivencia y habitacin en el territorio andaluz para un futuro cercano, de entre 20 y 40 aos, que perfile evoluciones y genere posibilidades a tenor de unas variables que hoy, cada da, podemos percibir como determinativas de transformaciones culturales. El marco cultural envuelve la investigacin. Desde esta dimensin se pretende hacer un recorrido integral que dibuje un borde, una silueta que permita diagnosticar la capacidad de adaptacin, absorcin, integracin, hibridacin de las mltiples situaciones que se producen con respecto a los modos de habitar en el seno del territorio objeto de estudio. Los equipos investigadores del Proyecto han generado dos perspectivas de anlisis: desde lo arquitectnico a lo cultural y desde lo antropolgico a lo espacial. Son dos vas que han de enfrentarse y construir un protocolo comn de entendimiento del problema. Pese a pluralidad terico-metodolgica de partida, la intencin es que los estudios disciplinares se disuelvan en una lnea analtica comn y global -lo cual es una aportacin significativa- que se concretar mediante procesos de encuentro que quedarn registrados. Los avances de la investigacin sern peridicamente revisados, reflexionados y confrontados de manera interna y con otros especialistas en los dos seminarios previstos. Los seminarios adems de propiciar un encuentro y debate interdisciplinar, tienen como objetivo prioritario incorporar nuevos actores con investigaciones realizadas o en curso que enriquezcan las planteadas por la Coordinacin del Proyecto. Por ello, casi consecutivamente, en dos localizaciones centrales de la geografa andaluza, se celebrarn sendos seminarios abiertos a la participacin de cuantos colectivos, instituciones, investigadores, legisladores, asociaciones de cualquier ndole, etc. quieran poner a disposicin sus experiencias. Desde la Coordinacin del Proyecto pensamos que un conocimiento colectivo, multidisciplinar y participativo puede redundar exitosamente en una visin prospectiva, generativa y con mayor capacidad productiva. Habitualmente, las investigaciones sirven para evidenciar los fenmenos, aunque, desde nuestros presupuestos deontolgicos de partida, nos interesa destacar aquellas dimensiones que han supuesto una visible mejora en las relaciones sociales y de convivencia, entendidas des-

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de valores como el respeto mutuo, la apertura, la receptividad... Andaluca como pueblo histricamente caracterizado por los intercambios, la mezcolanza y la diversidad, rene las condiciones ptimas para desarrollar un debate sobre cmo adaptarse a las nuevas inserciones a las que, inexorablemente, se ve abocada:

deslocalizacin inmigraciones geogrficas modelos de convivencia globalizacin movilidad europea espacios pblicos (lugares de encuentro y solapamiento) nuevos espacios pblicos (centros comerciales) tipologas: hibridacin en los usos, trabajo, ocupacin desigualdad social y exclusin sostenibilidad, gasto energtico tecnologa ciudad, territorio identidad y cultura modelos de gestin de la vivienda turismo cuerpo y espacio arte y vida cotidianaLa realidad social andaluza ha sufrido una intensa transformacin en las ltimas dcadas que ha revertido en los modos de habitacin, desde sus usos y percepciones hasta su concepcin y planificacin. Los enormes cambios producidos en la estructura productiva bsica con sus consiguientes correlatos en los niveles y hbitos de vida de los distintos sectores de andaluces; los masivos procesos migratorios con la incorporacin visible de nuevas colectividades culturales con diversas cosmovisiones; el turismo en sus mltiples y diversas variantes; los destinos de profesiones y estudios de las nuevas generaciones andaluzas, entre otras muchas, son variables que se cruzan y mixturan personal y grupalmente, conformando un nuevo y complejo escenario que requiere de un anlisis detallado con la intencin de generar ideas y propuestas que puedan converger de manera armoniosa en futuros diseos habitacionales en los nuevos contextos sociales. El desarrollo de la investigacin se expresa grficamente en el siguiente esquema:

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Puede observarse que hay un rea participativa con dos mbitos: los seminarios y el Colector. Los seminarios se describen a continuacin. En cuanto al Colector, es el nombre que recibe el mdulo de la web hibridacionesandaluca.net como base de datos abierta, donde se podr solicitar la introduccin de fichas documentales, como un registro de las aportaciones edilicias, sociales, bajo proyecto o sin l, que sirvan de referente para mantener un observatorio de acciones transculturales. Este observatorio tendr un carcter extendido en el tiempo, ms all de la finalizacin de la investigacin. Ese registro tendr como nico filtro el pertenecer a alguna de las lneas temticas expresadas anteriormente y que la documentacin sea completa y adecuada respecto a las fichas modelo que se pueden descargar de la web. Tendr varias finalidades. La primera ser la ya expresada, difundir aquellas propuestas que indiquen cmo se han planteado y resuelto problemas de cambio cultural por renovacin o por imposicin. La segunda ser aportar ese registro a la institucin financiadora de la investigacin, la Junta de Andaluca, para que pueda obtener sus propias fuentes y conclusiones. Ese material ser objeto de estudio por parte de esta investigacin y siempre quedar salvaguardada la autora. A raz de ese estudio, se podr invitar a participar tanto en partes de la investigacin, mediante un encargo parcial, como a los seminarios.

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TERRITORIOS DE APROXIMACIN. SEMINARIO 01 SEVILLA.

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[ territorios de aproximacin ]

Introduccin al seminario Territorios de Aproximacin

El sentido de la aproximacin. Ir hacia, sera su significacin, tender al acercamiento. Acercarse, pero, a qu?, por qu? Los cientficos que trabajan con la realidad, ya hace tiempo que han advertido sobre la equivocacin que supone modelizar como la nica aproximacin, cuando permanece abierto el camino de comprender desde dentro. Esa conciencia interpretativa interna fundamenta la comprensin de m mismo con mis otros, mis congneres, a quienes reconozco de por s como de mi propia especie, y con los cuales me comunico de mil maneras y a veces de modo tan ntimo como para compartir jbilos y tristezas. Constatada nuestra igualdad, qu mecanismos, soportes, intermediadores comunicativos generamos para relacionarnos cuando nada nos une de partida salvo la convivencia. Se tratara de generar dos aproximaciones, extendidas sobre territorios describibles. La primera, de corte macroscpico, para estudiar ambientaciones sociales complejas vistas en su globalidad, empleando funciones de correlacin y dinmicas cualitativas. Esto es, grupos en sus entornos.

Migraciones, asentamientos, movilidad, deslocalizaciones, turismo.

La segunda, de orden micro, donde son conocidas las condiciones de entorno y su evolucin temporal, las variables son pocas y se pueden aventurar comportamientos que sirven tan slo para promover estrategias mayores. As, la proxmica aqu introducida, se refiere al empleo y a la percepcin que el ser humano hace de su espacio fsico, de su intimidad personal; de cmo y con quin lo utiliza. Espacio pblico, arte para la vida cotidiana, cuerpo y espacio, problemas de identidad, desigualdades, modelos de convivencia.

http://etsa.us.es/obiter/index.php?option=com_seyret&Itemid=2&catid=18

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[ CONFERENCIAS MAGISTRALES ]]

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METROPOLIZACIN, TERRITORIO Y VIVIENDA EN ANDALUCA.UN PROCESO ABIERTO Y ALJAMIADO DE TRANSFORMACIN SOCIOCULTURAL. Fernando Conde

La idea de la ponencia es realizar una reflexin sobre el conjunto de percepciones y representaciones sociales sobre el proceso de cambios en Andaluca, a la luz de un conjunto de investigaciones cualitativas realizadas desde el ao 1993 al 2008. Las principales investigaciones a las que nos vamos a referir han tenido objetivos muy diferentes: el anlisis de la demanda de vivienda en Huelva (1993)1, la aglomeracin urbana de Granada (1999)2, el rea metropolitana de Sevilla; la percepcin de las transformaciones en el territorio andaluz (2007)3 y la realizacin de un Diagnstico Social de la zona de Almanjyar en Granada (2008). Junto a estas investigaciones ms troncales, voy a tener en cuenta, en la medida que sea pertinente, la experiencia de la investigacin cualitativa que he podido desarrollar en Andaluca en estas dos ltimas dcadas, por ms que hayan sido realizadas con unos objetivos muy diferentes a la cuestin del modo de habitar en la Comunidad. Tomando como base la investigacin sobre las transformaciones territoriales y sociales en Andaluca (2007), he tratado de recuperar algunas ideas de las otras investigaciones con el objetivo de realizar una reflexin ms global sobre cmo puede estar siendo vivido, o al menos, representado por la sociedad andaluza, el conjunto de cambios que se han desarrollado en Andaluca en estas dos ltimas dcadas. Reflexin que, quizs, pueda ayudar a alguno de los objetivos de este seminario sobre la Hibridacin y transculturalidad en los modos de habitacin contempornea en Andaluca. La reflexin la he subtitulado un proceso abierto aljamiado de modernizacin y transformacin social para subrayar la dimensin de construccin, siempre inacabada, de Andaluca y para reforzar el carcter mestizode dicho proceso recuperando, para ello, el trmino de aljama, utilizado por Francisco Snchez (1992)4 en su estudio sobre Casarabonela. Dicha expresin que clsicamente sirve para denominar los textos castellanos escritos con grafa rabe, podra ser entendido, segn propone Mara Ctedra en el prlogo a la obra de F. Snchez, como un trmino que expresa grfica y rotundamente la naturaleza de la historia y el contacto intercultural, como una forma singular de caracterizacin de los procesos, que hoy llamaramos de hibridacin cultural, en la medida, siempre segn Maria Ctedra, que dicha expresin expresa tambin unin de contrarios y comunicacin de opuestos. De ah que por mi parte ya hubiera utilizado dicha expresin para designar el proceso de cambios en la aglomeracin urbana de Granada (Conde 1999) en el que coexistan tiempos y espacios urbanos y sociales que, desde una perspectiva de

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Fernando Conde

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una comprensin lineal de la modernizacin urbana, corresponderan a tiempos sociales e histricos aparentemente muy distintos. La reflexin la voy a desarrollar en una diferente escala social y espacial: - La de Andaluca en su totalidad; - La de las grandes ciudades con sus respectivas culturas urbanas. - Las diferentes formas sociales de uso y apropiacin del espacio. - Las experiencias de convivencia ms micro en un barrio. Mltiples escalas relacionadas entre s que, por razn de la linealidad de la escritura, vamos a desarrollar desde la escala ms macro, Andaluca, a la ms micro de la experiencia de convivencia en un barrio. 1. LA PERCEPCIN SOCIAL DE LOS CAMBIOS EN ANDALUCA. La primera cuestin que conviene afirmar con fuerza es la vivencia por parte de la poblacin andaluza de un intenso proceso de cambios en Andaluca en estas ltimas dcadas. Proceso de cambios que est transformando radicalmente la sociedad y el territorio andaluz y que, en las representaciones sociales dominantes tiene dos hitos fundamentales: la conquista de la Autonoma y la Exposicin Universal de Sevilla de 1992. Hitos a los que, probablemente, haya que incorporar la actual crisis con las diferentes repercusiones que sta pueda tener en los ms diferentes mbitos de la vida andaluza. A tiro pasado, desde el 2007, la valoracin del proceso global se carga de una cierta ambivalencia valorativa: En primer lugar, resultan innegables las transformaciones experimentadas por Andaluca en los ms diversos rdenes que se quiera considerar: social, econmico, cultural, poltico, territorial, urbano. En dicho conjunto de procesos de cambios, en la mencionada investigacin del 2005 (publicada en el 2007), se destacaban especialmente la importancia de las siguientes transformaciones: - La transformacin ms directamente territorial impulsada por el desarrollo de una amplia red de grandes infraestructuras viarias: las autopistas y las autovas, as como las lneas de ferrocarriles de Alta Velocidad condensan la imagen de estos cambios. - Un cambio de modelo productivo especialmente visualizado en el salto de la agricultura a un intenso proceso de terciarizacin econmica como resultado, entre otras cuestiones, de la importancia del turismo en el desarrollo andaluz. - La intensa urbanizacin y no menos importante auge inmobiliario que est transformando, que ha transformado ya el paisaje andaluz. - La modificacin del tradicional eje de articulacin y de representacin del territorio andaluz: Frente a la tradicional divisin entre Andaluca Occidental y la Oriental, en las representaciones sociales andaluzas se proyecta un nuevo eje de distincin y de vertebracin del territorio andaluz entre las zonas del litoral, la costa y las zonas del interior. - El salto de Andaluca desde la tradicional sociedad de emigrantes (al Norte) a la ms reciente sociedad de acogida (tanto de los que vienen del Norte, como turistas residentes, como de los que proceden de un Sur an ms profundo que el propio sur andaluz).]

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En segundo lugar, dicho proceso de transformaciones siendo valorado muy positivamente, parece presentar ciertos nubarrones en su horizonte de desarrollo asociado con ciertos interrogantes que, sin cuestionar los avances realizados, s apuntan dudas sobre su solidez y sobre su orientacin ms estratgica, especialmente a la luz de los efectos que puede conllevar la actual crisis socioeconmica, de una crisis que ya por el 2005 apuntaba algunos primeros sntomas. 1.1.- La trasformacin territorial: las grandes infraestructuras viarias.Metropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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[ territorios de aproximacin ]

Mapa elaborado en Crdoba (2005)

La construccin y desarrollo de la red de autovas y de autopistas, entre las que se nombran de forma preferente, la A-92, la autova del Mediterrneo, la autova de La Plata, la autopista de la Costa del Sol y la autova Granada Jan, parece haber tenido un efecto firme, y se puede pensar que irreversible, en la direccin de conseguir una representacin del territorio andaluz como una comunidad mucho ms integrada, como una comunidad autnoma ms articulada y con unas distancias internas fsica, simblica y psicolgicamente mucho ms reducidas que las que podan existir hace una dcada. Por otro lado, la importante incidencia de los fondos FEDER en esta transformacin material del territorio andaluz sita pleno corazn de dicha transformacin uno de los dilemas en los que todava parece moverse una parte importante de la sociedad andaluza: los sentimientos ambivalentes de la integracin en Europa, positivos por lo que conlleva de modernidad, ms negativos por lo que puede significar de dependencia y de cierto dficit de confianza en la capacidad de sacar adelante a Andaluca por el propio esfuerzo de los andaluces. En todo caso, ms all de estas dudas, las mencionadas grandes obras de infraestructuras pblicas, a las que habra que sumar el importante, aunque todava insuficiente desarrollo de la red de ferrocarriles, estaran conllevando una intensa transformacin en la representacin del modelo territorial andaluz en los siguientes sentidos: - Produccin de un espacio regional ms integrado en el que la gran dorsal de la A-92 juega un papel clave como eje articulador de la Andaluca Oriental con la Occidental como se representa, por ejemplo, en algunos de las mapas cognitivos realizados sobre la representacin de Andaluca en el marco de las investigaciones cualitativas anteriormente mencionadas. La produccin de este espacio ms integrado no ha llegado todava a alcanzar un nivel en el que Andaluca se represente como un espacio unitario. En las representaciones sociales dominantes, el territorio andaluz aparece como una especie de evolucin de dos de las constantes de las representaciones ms tradicionales: - La importancia de las localidades, de los pueblos. Tradicionalmente el territorio andaluz se ha percibido como un espacio integrado de tres niveles bsicos de localidades den funcin de su tamao e importancia: los pueblos pequeos, las agrociudades medias y las capitales de provincia. En la actualidad, en las representaciones dominantes, este ltimo nivel alcanza una importancia superior a la del pasado transformndose, adems, en grandes reas metropolitanas. En este sentido, mantenindose el localismo andaluz, ste ha experimentado un importante cambio de escala hacia la metropolizacin que, probablemente, vaya a suponer a medio plazo una de las transformaciones ms decisivas de la Andaluca contempornea. - La modificacin de los ejes de crecimiento y de articulacin del territorio. Frente a la divisin ms tradicional de A. Occidental y Oriental con dos localidades a su cabeza respectiva; Sevilla y Granada, se proyecta una nueva divisin y eje de crecimiento litoral- interior con dos polos en torno a Sevilla y Mlaga. Cambio en los ejes de la articulacin del territorio andaluz y de sus principales ciudades que se ha expresado, por ejemplo, en que dos de las ciudades que tradicionalmente se asociaban con la Andaluca Oriental, en la actualidad se aproximen a la Occidental, tal como hemos

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Fernando Conde

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Mapas elaborados en Crdoba y Jan que permiten constatar la simultaneidad de las diferentes representaciones sociales dominantes sobre este proceso de integracin territorial y social de Andaluca.

tratado de representar en el mapa adjunto.

- Este proceso de cambio en las representaciones sobre los cambios territoriales, tambin se expresa en el ritmo desigual con que se modifican las imgenes sobre Andaluca producidas desde las diferentes ciudades andaluzas. Mientras las imgenes construidas desde el Occidente/litoral tienden a subrayar algo ms enfticamente el proceso de cambios y de integracin regional de Andaluca, en las ciudades de la Andaluca ms oriental sigue predominando una representacin del territorio andaluz en el que la fuerza de las localidades aisladas, en el seno de una cierta divisin Oriente- Occidente, sigue estando ms vigente, como puede observarse en el siguiente mapa elaborado en una reunin de grupo en Jan. 1.2. - El cambio de modelo social y productivo: En las representaciones sociales ms tradicionales sobre Andaluca que se mantienen todava en gran parte vigentes fuera de la Comunidad Autnoma, la agricultura ha ocupado un lugar esencial. Agricultura que, adems, estaba ntimamente asociada a lo que se podra denominar como formas de trabajo tradicionales y precapitalistas. La pervivencia de la imagen del seorito andaluz, la fuerte incidencia simblica del movimiento jornalero se anclan en estas imgenes.]

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En Andaluca y en el ao 2005 dichas representaciones sobre el modelo productivo andaluz se haban modificado en profundidad como resultado de varios procesos parciales relativos a: - la propia transformacin de la agricultura; - el desarrollo y la modificacin del turismo; - la construccinMetropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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- y la industria. En las representaciones sociales dominantes elaboradas por las amplias clases medias andaluzas, la agricultura se encuentra en intenso proceso de cambio. Mientras siguen resonando las imgenes asociadas con la agricultura tradicional (de ah el fuerte impacto de las recientes informaciones periodsticas de cmo las crisis estaba obligando a trabajadores de la construccin y de otros servicios a volver al campo, de jornaleros agrcolas), se seala que los sectores empresariales andaluces estn apostando y defendiendo el desarrollo de una fuerte industria agroalimentaria en la base de algunas experiencias relevantes de desarrollo local (Lucena. Montalban, Antequera, Valle de los Pedroches).. El turismo se percibe como uno de los principales motores de la transformacin de le economa y de la sociedad andaluzas. Iniciado en la Espaa de los aos 60, en la llamada dcada del desarrollismo, en las representaciones sociales dominantes tiene una fecha de actualidad ms reciente asociado con el paso del turismo de masas ms vacacional, al turismo, igualmente de masas, de carcter ms residencial. Cambio tendencial de modelo turstico que ha hecho de las inversiones en segunda vivienda en las zonas de la Costa, uno de los centros del auge inmobiliario en la ltima dcada. Junto con el turismo, el propio crecimiento de las ciudades andaluzas sera el segundo vector de desarrollo del sector de la construccin que con ms fuerza se subraya en los discursos sociales. Crecimiento de las ciudades que es valorado de una forma aparentemente ambivalente: en la reciente memoria histrica de la sociedad andaluza parecera que un rasgo constitutivo de las ciudades es el crecimiento continuo de las mismas en el sentido de que una ciudad que no crece, es una ciudad que va a menos5. Sin embargo y al mismo tiempo, de ah el nacimiento de la mencionada ambivalencia, el crecimiento de las ciudades se percibira como resultado de un fuerte impulso especulativo, en escasa consonancia con el desarrollo de las necesidades sociales reales y, por ello, escasamente sostenible y productivo. En este contexto, la gran ausente en las representaciones sociales sobre el cambio de modelo productivo en Andaluca sera la industria, no en su sentido ms clsico de actividad fabril, sino en el sentido ms contemporneo de creacin sostenible y slida de riqueza. En este sentido, los desarrollos de las empresas andaluzas, por ejemplo, en terrenos de la aeronutica, de las energas renovables o en otros mbitos, todava no han pasado a ser parte constitutiva de las imgenes sociales dominantes sobre el desarrollo andaluz. Conjunto de representaciones sociales sobre el cambio en el modelo productivo de Andaluca que hemos tratado de representar en el siguiente mapa en el que en rojo hemos tratado de sintetizar el eje dominante de las transformaciones en Andaluca en el marco de los discursos sociales dominantes a este respecto:

Ausencia de un espacio central ms vaco que se traduce en dos cuestiones decisivas desde el punto de vista social: - La sensacin de un proceso de cambio social, ms que territorial, todava frgil, todava no asentado de forma slida. - El impulso de una transformacin de las identidades sociales de los andaluces que apunta la existencia de fuertes rasgos de debilidad y de vulnerabilidad en la construccin de las nuevas y

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Mapa elaborado en Cdiz (2007)

ms emergentes identidades sociales vinculadas a dichos procesos de cambios polticos (la autonoma), territoriales (una Andaluca ms integrada) y productivos (una Andaluca ms terciarizada y menos agrcola). En efecto, estrechamente asociado con las imgenes ms tradicionales sobre Andaluca (retraso6, peso de la agricultura, ), la identidad tradicional andaluza posea unos intensos rasgos de marcado carcter social. A diferencia de las identidades nacionales de otros pases y de otras comunidades autnomas espaolas en las que los perfiles identitarios se relacionan ms estrechamente con otros rasgos ms simblicos como la lengua, como ciertos rasgos histricos y culturales, la identidad de los andaluces ha tenido tradicionalmente un fuerte componente social, de pobreza, en el seno de una sociedad escindida y dual con una minora de seoritos y una importante y masiva presencia de las llamadas clases trabajadoras7. De hecho, la importancia del trabajo y la cuestin social tiene todava un peso decisivo en la configuracin de dicha identidad, como puede observarse en el siguiente mapa elaborado en una reunin en Cdiz, ciudad castigada, como es bien sabido, por el paro y en la que la representacin de Andaluca aparece estrechamente asociada con la doble problemtica social de la cuestin de la vivienda y la del trabajo. En este contexto histrico y ms a largo plazo y como resultado de todo el mencionado proceso de cambios polticos, econmicos y territoriales de las dos ltimas dcadas, las clases trabajadoras andaluzas haban vivido de una forma muy positiva su progresiva transformacin en las llamadas (en un sentido lato) clases medias urbanas, ms enriquecidas que las trabajadoras, con el paralelo proceso de transformacin en el imaginario social de Andaluca como una comunidad autnoma social con menos divisin social que en el pasado y con mayor grado de cohesin e integracin social. Sin embargo, este proceso de transformacin (siempre abierto pero representado socialmente como an inacabado) era vivido en el 2005, es decir, antes del estallido de la actual crisis econmica, como un proceso muy frgil y vulnerable en el sentido de que el conjunto de las mencionadas clases medias urbanas, si bien se vean lejos de las representaciones sociales tradicionales como clases trabajadoras ms empobrecidas, tambin se vean lejos de haber asentado sus posiciones sociales prcticamente recin conseguidas. En este sentido, subrayaban como el movimiento de cambio y de modernizacin que tuvo su mximo hito en la Expo 92 (AVE, A-92), pareca haber agostado su fuerza con lo que se pona en peligro la solidez del propio basamento que haba hecho posible el desarrollo andaluz ms reciente y el conjunto de trasformaciones sociales asociadas. De esta forma, las mencionadas clases medias urbanas andaluzas se expresaban como unos sectores sociales que evidenciaban, todava, una identificacin muy precaria con el mencionado modelo de clases medias, proyectndose discursivamente como unas clases temerosas de perder para s mismas y para la generacin de su hijos, el estatus social prcticamente recin conquistado, como unas clases sociales muy frgiles y vulnerables que se mostraban incapaces de proyectar hacia el futuro, de visualizar hacia el futuro de Andaluca un por-venir, un horizonte de mejoras que consolidase el camino de transformaciones ya recorrido8. 2. EL CAMBIO DE ESCALA DE LAS CIUDADES ANDALUZAS. El conjunto de trasformaciones anteriores tienen un soporte y, al mismo tiempo, una expresin determiMetropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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nante en el proceso de cambio de escala de las ciudades andaluzas. Si bien Andaluca constituye una comunidad con una de las redes de ciudades ms antiguas de Europa9, dicha realidad no haba trascendido en la gnesis de una imagen urbana de la misma, por el contrario, la imagen dominante ya mencionada subrayaba su carcter eminentemente rural as como la importancia de los pueblos en la articulacin interna de la comunidad10. La ltima dcada ha hecho pasar a primer plano la importancia de las ciudades y de los procesos de metropolizacin de las mismas mediante la constitucin de grandes reas urbanas multifuncionales, con creciente separacin de los lugares de residencia, de trabajo y de servicios que tienden a superar los lmites y permetros de las ciudades como tericos entes aislados. De este modo, se ha producido una intensa trasformacin de modo que los diferentes niveles locales crecen en envergadura territorial y densidad demogrfica: cada vez ms los pueblos pasan a poder categorizarse como ciudades y las ciudades como aglomeraciones urbanas o reas metropolitanas. Una cuestin importante y decisiva de este cambio urbano en relacin con el anterior proceso de transformacin territorial es cmo en este cambio de escala parece haberse producido una modificacin de los principales actores que la sociedad percibe como motores de los cambios. Mientras en el nivel de Andaluca, lo pblico en sus distintas instancias (el propio nivel poltico de la Junta, las grandes inversiones en infraestructuras, el propio papel de Canal Sur, etc) parece haber jugado un papel central; en el caso de la expansin urbana y metropolitana y en el seno de las representaciones sociales dominantes pareceran haber sido las fuerzas del mercado, en muchos casos en sus variantes especulativas, las que habran primado en su desarrollo. En las imgenes sociales dominantes, el mercado habra marcado la evolucin hacia un crecimiento ms disperso, multifuncional y metropolitano mediante, por ejemplo, la fijacin de unos precios en la vivienda que habran obligado a los sectores ms jvenes y, en general, con menos recursos econmicos a orientarse hacia unos espacios perifricos, a unos espacios semi-urbanizados y semiequipados en las afueras de las ciudades. Las ciudades andaluzas habran experimentado un intenso proceso de expansin urbanstica y de complejizacin funcional y organizativa que habra roto con la misma idea de ciudad compacta, que habra difuminado sus lmites y hecho ms borroso el espacio interurbano, haciendo pasar a un primer plano la problemtica de las reas metropolitanas y el conjunto de nuevas problemticas de infraestructuras, de movilidad, de servicios, etc, asociadas a las mismas. Ahora bien, en el seno de unas culturas urbanas andaluzas que presentan un carcter muy intensamente local y que evidencian un enraizamiento muy profundo, dicho proceso de cambio de escala de las ciudades habra ido asociado con una singular vivencia y representacin de dicha transformacin por parte de los residentes en cada ciudad11. Singularidad que estara marcada por un fuerte desajuste entre la vivencia material y cotidiana de las reas metropolitanas y las representaciones sociales dominantes a este respecto. Por un lado, cada vez ms andaluces trabajan en un lugar, residen en otro relativamente lejano, hacen las compras en una gran superficie ms o menos distante de su residencia, recorren una circunvalacin, sufren los atascos de entrada y salida de las ciudades-centro del sistema. Por otro lado y al mismo tiempo, en las representaciones sociales sigue dominando la imagen de la ciudad central del rea con lo que podramos llamar su capacidad de irradiacin simblica e identitaria, muy superior habitualmente a la producida por otras localidades menos centrales del rea. En este sentido, lo caracterstico del momento actual en el proceso de desarrollo urbanstico andaluz en las grandes reas metropolitanas es que el ciudadano observa cmo los cambios de escala poblacional, las funciones sociales y los agentes implicados tienden a vincularse cada vez ms los unos con los otros, a fomentar ms las relaciones entre ellos. Pero, por otro lado, experimenta cmo esta amalgama se resiente de una escasa consistencia, de una sincrona o articulacin muy dbil, de unos relatos sociales muy deficitarios desde su capacidad de dar un cierto sentido a dicho cambio. Se produce as un salto y una fractura cualitativa en la unidad imaginaria que caracteriza a la ciudad pero que ya no es posible extender al conjunto del rea metropolitana, por ms que se intente, perdindose, de esta forma, el referente simblico, en el sentido ms amplio de la expresin, que proyectaba la imagen de unidad del territorio de vida, de residencia y de trabajo. El momento de transicin actual, tal y como es vivido por los andaluces, pone en evidencia la fragmentacin de la experiencia de la gran ciudad y especialmente de las reas metropolitanas y, a partir de ella, de la coordinacin entre las escalas, las funciones y los actores que impulsan los distintos procesos de crecimiento. De ah que, quizs, en las ciudades y reas metropolitanas andaluzas una va de desarrollo sea la de construccin de unos relatos aljamiados, como sealbamos al principio de la ponencia, que den cuenta

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de la diversidad local, de la diferencia cultural, de la conflictividad social que se integran, sin perder su singularidad. De unos relatos aljamiados que, en lugar de denegar el conflicto y la tensin, la integren dentro de los mismos, como puede ocurrir, a mi juicio y en cierto modo, en la propia cultura local de Sevilla en la que el juego simblico de la dualidad ocupa un papel central. 3. LA PERVIVENCIA Y EVOLUCIN DE LAS CULTURAS URBANAS LOCALES. En el proceso de cambios territoriales, sociales y urbanos que se producen en todas y cada una de las diferentes escalas espaciales que estamos considerando, coexisten dimensiones y planos que apuntan en una direccin del cambio y de la apertura, de la reconfiguracin de las identidades sociales de los andaluces, con otros en los que se evidencia la fuerza de la estabilidad, del mantenimiento de las identidades sociales ms tradicionales. En este sentido y desde este punto de vista, en la escala de los cambios urbanos, en la ciudad, una de las dimensiones que ms modulan el cambio, ya sea para acelerarlo, ya sea para retrasarlo, son las respectivas culturas urbanas de cada una de las ciudades andaluzas, culturas muy singulares de cada una de ellas, culturas muy vivas y, al mismo tiempo, muy enraizadas que, hasta cierto punto, se convierten en un importante actor, si se me permite la expresin, del cambio. Las polmicas de Sevilla en tono a la llamada Torre Pelli y en Granada en torno al restaurante el Rey Chico que se quera hacer en la ladera de la Alhambra ilustran claramente esta fuerza. Por ello, creo que es de inters realizar una breve aproximacin a algunos de los rasgos de dichas culturas en tres de las ciudades andaluzas en las que he podido realizar una investigacin ms en intensidad sobre esta problemtica. Rasgos diferenciales de las culturas urbanas de cada ciudad que, desde otra perspectiva, evidencia la riqueza y multiplicidad de culturas que coexisten bajo el mismo paraguas de cultura andaluza. 3.1. Algunas dimensiones presentes en las culturas urbanas andaluzas. De nuevo, y en primer lugar, hay que subrayar las tensiones que entre lo global y lo local se producen tambin en este terreno de las culturas urbanas locales. Por ejemplo, no hay que olvidar que los imaginarios sociales promovidos por el conjunto de industrias culturales tienden a promover ciertas tendencias sociales trasversales y a homogeneizar formas de vida y gustos sociales en prcticamente todos los mbitos de la vida social. Por ejemplo, en la ltima dcada ha pasado a primer plano de la vida de muchas ciudades la cuestin del miedo y la inseguridad ciudadana que se ha traducido, en muchas ciudades, en la bsqueda y desarrollo de espacios protegidos, desde las comunidades y urbanizaciones cerradas y con vigilancia de las afueras de las ciudades, a las construcciones residenciales en manzana cerrada y con ciertos equipamientos en su interior para que los nios y nias puedan jugar en seguridad, a otras muchas dimensiones de la organizacin de los espacios urbanos y domsticos (cierre de parques y jardines en determinados horarios, proliferacin de la videovigilancia,), etc. Ahora bien, no es menos cierto que, en este contexto ms global, la propia morfologa e historia de las ciudades, muchas veces inscrita en la propia piel urbana, la propia estructura social y productiva de las ciudades ayudan a configurar unas culturas urbanas relativamente especficas que promueven en el conjunto de los actores sociales residentes en cada localidad unos determinados gustos estticos, urbanos y arquitectnicos, unas formas de vida relativamente especficas y unos modos diferenciales de usar y apropiarse del espacio por parte de unos y otros grupos sociales presentes. Rossana Reguillo, (1996)12, siguiendo una propuesta inicial de M. Castells, define la cultura urbana como el conjunto de esquemas de percepcin, valoracin y accin de actores histricamente situados en un contexto especfico, sujeto a un marco de regulacin y ordenamiento de modo que la mencionada cultura urbana aparece, desde esta perspectiva, como una mediacin entre las condiciones objetivas del entorno y la subjetividad de los actores en un proceso co-constitutivo. En esta direccin, en el conjunto de investigaciones realizadas en las ciudades andaluzas, hemos podido observar cmo en las culturas urbanas de las distintas localidades inciden las caractersticas y los rasgos procedentes de la elaboracin social y cultural que se realiza de elementos tan dispares como:

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- La naturaleza que subyace o que rodea la ciudad. (Por ejemplo, el nivel del agua del ro Guadalquivir en Sevilla ha sido determinante en el desarrollo de la ciudad; la existencia de la Vega y su juego con la montaa de La Alambra lo ha hecho en Granada; las marismas en Huelva;) - Los modelos productivos vigentes y dominantes en cada ciudad (el Polo Qumico de Huelva; la Universidad y las delegaciones de las administraciones en Granada; la residencia de la capitalidad de la Junta de Andaluca en Sevilla). - Los momentos histricos en los que la ciudad ms se ha desarrollado, ms hitos ha dejado, ms transformaciones ha experimentado (Por ejemplo, las empresas inglesas en Huelva; la exposicin del 1929 y del 1992 en Sevilla; la Gran Va y el fin de siglo XIX en Granada..) - La morfologa urbana y arquitectnica muy marcadas, en el caso andaluz, por las tradiciones rabes y de las diferentes formas con que se abord la transformacin urbana de dicha arquitectura. - Los hitos y referentes ms relevantes de cada ciudad. - Las formas de nombrar las calles y la memoria viva de las ciudades que se expresa en sus monumentos. - Las fiestas, los rituales y las tradiciones locales entre las que las Fiestas de Semana Santa, de los patrones de la localidad y las Ferias ocupan un lugar decisivo en muchas ciudades andaluzas. - La presencia y la fuerza de unos u otros actores sociales en cada ciudad: movimientos asociativos, empresariales, culturales,.. - Los elementos del imaginario social que han desarrollado en cada ciudad las literaturas locales: la ms potica de Granada; la ms antropolgica de Sevilla; la ms oral de Huelva. - La accin de los medios de comunicacin (tv, radio, prensa). - La actividad de los promotores e inmobiliarias y las intervenciones que realizan, los discursos publicitarios entre ellas, para poner en valor (o en dejar de valorar) unas determinadas zonas de la ciudad, unos determinados estilos constructivos. - Etc, etc, Todo este conjunto de rasgos acaba por precipitar y constituir una cultura urbana que se traduce en cada ciudad en unas formas de vida predominantes, de ocupacin del espacio pblico y privado, en el desarrollo de una cierta mirada local que percibe lo que unos ojos ajenos no ven, que valoriza la ciudad y sus elementos de formas muy diferentes en funcin del sistema de valores y del tipo de mirada que histricamente ha acentuado cada cultura urbana a lo largo de su historia. Uno de los rasgos ms caractersticos de las culturas urbanas es su pervivencia y, al mismo tiempo, su capacidad de adaptacin a los cambios urbanos, integrndolos en su matriz simblica. Capacidad de pervivencia y de adaptacin ms o menos flexible al cambio urbano (en funcin de las caractersticas de cada cultura) que se sostiene sobre un conjunto de planos de muy diversa ndole y significado pero de cuya articulacin ms o menos completa y exitosa depende, en gran medida, su supervivencia. Al menos en mi experiencia de investigacin, la articulacin de dicho conjunto de planos constitutivos de la cultura

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urbana es muy fuerte en Granada (de ah el mayor cierre social de la cultura social de esta ciudad) y mucho ms dbil en Huelva (de ah la mayor apertura al cambio de esta cultura), ocupando la cultura urbana sevillana una situacin ms intermedia a este respecto. Uno de los casos ms extremos que he encontrado en las ciudades andaluzas de cmo cada cultura urbana local educa la mirada de sus vecinos de una forma muy singular, lo puede suministrar un ejemplo extrado de la investigacin en Granada. Presentada una foto de la ciudad fechada hacia finales del siglo XIX, momento en el que la Gran Va granadina no estaba todava construida, la prctica totalidad de los entrevistados fechaba dicha imagen en los aos anteriores al momento de la investigacin. O dicho de otra forma, existen, a veces, formas de culturas urbanas en las que se produce lo que podramos denominar una ciudad imaginada, una ciudad mtica, que se impone sobre los cambios reales que se producen a lo largo de la historia de la ciudad. Cambios que se van sucediendo en la realidad social y material de las ciudades sin que la mencionada articulacin mtica del imaginario local no slo los vaya integrando sino que, a veces, ni siquiera posibilite percibirlos (ej, la destruccin progresiva de La Vega de Granada por la ampliacin de la ciudad en dicho espacio). Pues bien, el conjunto de investigaciones mencionadas nos ha permitido observar la existencia de un amplio sistema de diferencias entre las respectivas culturas urbanas ms locales de Huelva, Granada y Sevilla, Sistema en el que vamos a seleccionar y comentar algunos de sus rasgos ms especficos, para subrayar la importancia que tiene a la hora de investigar las formas de habitar, las aproximaciones ms micro que pueden ayudar a emerger y visualizar la complejidad de cada localidad y de sus respectivas culturas urbanas en lo que se refiere a la vivencia del conjunto de espacios urbanos: los pblicos, los privados y los intermedios. 3.2.- Las formas de articulacin de la naturaleza y la sociedad en tres ciudades andaluzas. En el siguiente cuadro he tratado de sintetizar como en cada una de las ciudades mencionadas y en cada uno de los momentos histricos en que se realiz la investigacin, las respectivas culturas urbanas producan unas formas muy diferentes de articulacin de ambos planos (recordemos que Lvi-Strauss 13 deca que la ciudad es a la vez objeto de naturaleza y sujeto de cultura; es individuo y grupo, es vivida e imaginada: la cosa humana por excelencia) y como el resultado de dicha diferente articulacin era una determinada y singular forma cultural propia de cada localidad que se traduca en muchos planos de aproximacin a la ciudad respectiva, entre otro la dimensin expresiva de cada ciudad a la que se le concede ms importancia y relevancia. DIFERENTES PLANOS DE EXPRESIN DE LA NATURALEZA Y LA CULTURA EN LAS CULTURAS URBANAS DE HUELVA, GRANADA Y SEVILLA

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En este contexto y en el seno de las transformaciones de las ciudades hacia las reas metropolitanas hemos recogido un ejemplo de la modificacin y evolucin de las representaciones sociales sobre las zonas verdes en dichos mbitos en Sevilla, a la luz de la mencionada investigacin del 2001.Metropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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EVOLUCIN DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SEVILLANAS SOBRE EL RIO Y LAS ZONAS VERDES

3. 3.- Las representaciones sociales sobre la ciudad. Los mapas cognitivos. Adems de los relatos orales y de los discursos sociales que en una investigacin cualitativa se producen sobre una ciudad, la prctica de la elaboracin de mapas cognitivos por parte de los interlocutores de la investigacin ayuda, en gran manera, a analizar y a comprender qu cartografa mental, qu sistema de representaciones sociales, qu imaginario se elabora en cada ciudad sobre la aparente materialidad de la misma. De forma significativa y consistente con la existencia de las mencionadas culturas urbanas ms singulares de cada ciudad, los interlocutores de las investigaciones realizadas han desarrollado unos mapas cognitivos (tanto en el propio proceso de su dibujo, como en el resultado ms final del mismo) muy diferenciales que apuntan, ms all de su sencillez (hay que tener en cuenta que los mapas eran slo abordados como pretexto para el desarrollo de la investigacin y que los recursos para dibujar eran, a veces, muy rudimentarios), a unas formas muy diferentes de imaginarse, de ver y de mirar a la propia ciudad en la que se reside. En este sentido, en las tres ciudades en las que hemos podido investigar ms a fondo, Huelva, Granada y Sevilla, los mapas cognitivos urbanos se configuran de forma muy diferente tanto en sus centros articuladores, como en la narratividad de los mismos: - En Huelva, en consonancia con la idea dominante en 1993 de ciudad sin centro, lo que articulaba la imagen de la ciudad en dicho ao eran las carreteras, la carretera que une Huelva con Sevilla en el mapa seleccionado y, tal como puede observarse en dicho mapa, la narratividad verbal expresa del mapa es mnima. - En Granada, el centro era y sigue siendo la Alhambra y es la ciudad en la que la narratividad verbal de los mapas cognitivos es superior, de hecho en Granada los mapas se nombran ms que se pintan. - Por ltimo en Sevilla el ro Guadalquivir es el centro cognitivo recuperado tras la Expo del 1992, expresando los mapas una narratividad concentrada en los grandes nombres emblemticos del centro histrico, ya sean los barrios en el mapa seleccionado, ya sea los hitos en otros de los mapas realizados (La Giralda, la Torre del oro). La elaboracin de los mapas cognitivos14 en las investigaciones tambin permiti subrayar y, en algn caso, desvelar unos rasgos singulares de las culturas urbanas de cada ciudad en relacin a las representaciones sobre el espacio privado, el espacio del trabajo y los espacios pblicos.]

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- En Huelva, ms all del mapa mnimo utilizado anteriormente, los mapas cognitivos trataban de recoger la relacin entre el espacio privado (el hogar) y el espacio del trabajo (el polo qumico) obviando, como si no existieran, los espacios pblicos intermedios y ms emblemticos. - En Granada, los mapas dibujaban los espacios privados y los centros imaginarios de la ciudad (Alambra) olvidando, como si no existieran los espacios del trabajo.

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- En Sevilla, se tenda a representar el centro histrico y los espacios pblicos olvidndose, de forma significativa, la representacin del espacio del trabajo y, sobre todo, del espacio privado, del propio lugar de residencia. 3.3.1.- La dimensin centro periferia. Las representaciones sobre las ciudades suelen articularse sobre algunas dimensiones que imaginariamente designan situaciones muy presentes y dinmicas muy relevantes en el territorio. Dichas dimensiones suelen responder a unas ciertas concepciones ms generales de cada cultura, que tambin se traducen en la produccin de las ciudades (por ejemplo, las ciudades ms lineales y en cruz de las culturas cristianas, frente a las ciudades ms circulares y labernticas de las culturas islmicas) y, a su vez, refuerzan o modifican dichas culturas ms globales en funcin de su grafa sobre el territorio. En el caso de las ciudades andaluzas y en el seno de ese proceso aljamiado que mencionbamos al principio de importante matriz rabe, la cristiandad y, posteriormente la modernidad, introdujo un cierto desarrollo ms lineal que en las representaciones actuales se traduce en una dimensin centro-periferia muy caracterstica de cada ciudad. La habitualmente larga historia de las ciudades andaluzas se suele evidenciar, entre otras expresiones, en la existencia de amplios centros histricos que suelen convertirse en hitos y referencias de las mencionadas representaciones urbanas. Polo central y referencial, de carcter material y fsico, encardinado en muchos casos en los espacios realmente centrales de las ciudades, pero, sobre todo, de importante carcter simblico, que se suele oponer a unas zonas ms perifricas. Ahora bien, al igual que ocurre con el resto de las dimensiones que estamos apuntando, el hecho de compartir esta dimensin centro-periferia como eje articulador y descriptor de las ciudades, no se traduce en que en las tres ciudades que estamos considerando se signifique, se materialice dicho eje de la misma forma. Por el contrario, en Huelva, Granada y Sevilla la dimensin centro periferia se expresa de forma muy diferente, como hemos tratado de recoger en el siguiente mapa cognitivo de Sevilla

Y de sintetizar en el siguiente grfico con las caracterizaciones dominantes sobre las relaciones centroperiferia en los tres diferentes momentos en los que se realiz la investigacin en dichas localidades:

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Anuncio de una promocin de pisos en Triana

Las mencionadas dimensiones centro-periferia no dejan de modificarse y transformarse con el desarrollo urbano. Por ejemplo, Huelva desde el 1993 ha implementado un desarrollo urbano que ha construido el centro imaginario cuya ausencia era destacada en 1993, al mismo tiempo que ha tendido puentes con la naturaleza que la rodea ayudando a superar la escisin anteriormente mencionada. En este proceso de transformaciones urbanas, los agentes promotores e inmobiliarios cuentan con una gran fuerza: no slo transforman el territorio bajo el impulso de la fuerza del mercado, con todo lo que ello conlleva de crecimiento muchas veces desordenado y especulativo, carente de fuertes articulaciones que ayuden a crear ciudad, tambin inciden directamente en la modificacin de los imaginarios sociales sobre las ciudades a travs, entre otros factores, de los discursos publicitarios centrados expresivamente en la promocin y venta de las viviendas pero portadores de un discurso ms amplio sobre la ciudad. Por ejemplo, en el ao 2000 en el que realizamos la investigacin mencionada en Sevilla, el discurso publicitario representaba y segmentaba el anterior eje centroperiferia de la forma siguiente:

Y como muestra de la valoracin de cmo se representaban en duchos discursos algunas de las zonas ms emblemticas del centro sevillano, no puedo evitar recoger el anuncio de una promocin de pisos en Triana representado en la imagen superior. 4.- LOS RELATOS SOBRE LAS CIUDADES. Las ciudades no slo son una morfologa, un espacio ms o menos, mejor o peor construido, tambin son vivencias, son poltica y conflictos sociales y urbanos, son literatura y filosofa, son formas de vivir que se acaban expresando, por ejemplo, en ciertos estereotipos sobre el carcter de sus habitantes o en muchas otras facetas de la vida urbana.

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En este terreno, de nuevo, las tres ciudades no dejan de diferenciarse. Las formas de contar la ciudad evidenciada en las investigaciones realizadas han sido muy distinta. - En Huelva tiene una gran presencia el relato oral de los onubenses sobre la historia mtica de la ciudad. En 1993, no se trataba tanto de hablar sobre la ciudad real y materialmente existente, sino de rememorar su historia mientras se pasea por la naturaleza (playas y sierra) que rodea la ciudad. - En Granada, pareciera que la ciudad hablase por s misma, sin necesidad de que ningn granadino la presente, hable o cuente por ella. El granadino suele ejercer ms de gua que te dirige hacia ciertos lugares, hacia ciertos puntos de vista desde los que se puede contemplar la ciudad mtica (la Alhambra, la Vega, ), sin que prcticamente te sugiera algn relato que vaya aparentemente ms all de lo que se ve. - En Sevilla, parecera que cada sevillano tiene una especie de plano mental de una ciudad secreta muy personal que desvela y descubre a sus (verdaderos) amigos y no a todo el mundo. Ciudad que por su orografa plana no puede verse desde fuera, como Granada, sino slo desde dentro, desde su interior, en los relatos de los sevillanos emerge como una especie de ciudad inicitica y para iniciados, como una ciudad secreta que oculta sus tesoros al extranjero, ciudad hecha de esquinas, de tabernas, de pequeos rincones, de micro espacios pblicos, muchas veces marcados por los hitos y ritos de las procesiones y pasos de la Semana Santa, en los que se teje la leyenda sevillana que te hace descubrir el sevillano en su deambular por su ciudad. 5. LAS DIFERENTES FORMAS DE VIDA URBANAS. 5.1.- Las tensiones internas propias de cada cultura urbana. Las culturas urbanas de Huelva, Granada y Sevilla que en el epgrafe anterior se consideraban como unas totalidades ms o menos uniformes que permiten distinguir, como tales, las culturas de unas ciudades de las de otras, no constituyen, sin embargo, un todo uniforme y atemporal, por muy naturalizadas que estn en las respectivas ciudades las culturas urbanas, stas estn atravesadas por diferencias, son objeto de luchas simblicas, ideolgicas, polticas entre unos y otros sectores sociales que pugnan por escribir, desde su perspectiva social ms particular, la historia, la cultura de una cierta ciudad. Tensiones internas de cada cultura urbana que se relacionan, desde luego, con la estructura econmica y social de cada ciudad, guarda una estrecha relacin con la distribucin de los poderes polticos locales, con los movimientos sociales y asociativos de cada ciudad, con la presencia y el quehacer, con el conjunto de prcticas urbanas de unos y otros actores sociales, pero que no se reduce a ello. El mencionado conjunto de tensiones y conflictos en el seno de una cultura urbana hace tambin del propio plano ms simblico y constitutivo en el que se expresa dicha cultura, un campo de lucha y de conflictos Por ejemplo, las dimensiones ms constitutivas de la cultura urbana de Huelva tienen unos componentes ms industriales, por el peso de las minas, del polo qumico, de las clases trabajadoras y empresariales vinculadas a estas actividades muy diferentes, por ejemplo, a la cultura ms patrimonialista y contenida de Granada, ms vinculada a las clases medias ms patrimonialistas y funcionariales, o a la cultura ms barroca y ostentosa de Sevilla. Ciudad, esta ltima, en la que se el posicionarse a favor o en contra de los ritos y fiestas vinculadas a estas formas de cultura barroca (y a otras tradiciones locales, como los mismos equipos de futbol) constituye uno de sus principales rasgos de su identidad. En este contexto ms polmico y dinmico de cada cultura urbana, unos y otros sectores sociales presentes en las ciudades, unos y otros actores locales15 se reapropian de las mismas, las reescriben, las aceptan, las cambian o las combaten, ms directamente.]

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En el seno de esta gran complejidad, vamos a sealar nicamente un par de perspectivas diferentes de formas de vida y de desarrollo de ciertas identidades sociales en Andaluca, la asociada a la inmigracin y la vinculada con una cierta dimensin social de las clases medias,16 con la pretensin de subrayar la necesidad de realizar anlisis y reflexiones ms micro, como apuntbamos anteriormente, que sepan dar cuenta de la dinamicidad histrica de las ciudades, de sus identidades y de sus culturas, del proceso de cambio que las atraviesan a la hora de reflexionar sobre el porvenir de las formas de habitar en esta comunidad autnoma.

Metropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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Reflexin que muy brevemente vamos a situar en relacin con tres escalas en el abordaje del espacio: - La escala del espacio pblico. - La del espacio privado. - La de los espacios intermedios. 6. LAS TENSIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE USO DEL TERRITORIO, DEL ESPACIO PBLICO. 6.1. La presencia de la inmigracin. En primer lugar, vamos a apuntar a un fenmeno no mencionado hasta el momento y que se relaciona estrechamente con uno de los ttulos de la convocatoria del seminario relacionados con las formas de habitar, nos referimos a la inmigracin. Hasta fechas muy recientes Andaluca ha sido uno de las principales fuentes de emigracin en Espaa17. Desde hace una dcada escasa, Andaluca, al igual que otras zonas de Espaa, se ha convertido en sociedad de acogida de emigrantes. Procesos migratorios que en el caso de Andaluca presenta una mayor complejidad relativa que en otras comunidades autnomas en la medida en que bajo dicho nombre-fenmeno genrico se esconden situaciones muy diferentes: los extranjeros (ms acomodados) que fijan su residencia una gran parte del ao en la Costa del Sol, por ejemplo; los inmigrantes, en gran parte subsaharianos y marroques, ms o menos estables de la zona del poniente almeriense; el trabajo ms ocasional de marroques o de los expases del este de la zona de Huelva; el trabajo ms estable aunque irregular de sudamericanos vinculados a trabajos asociados con los servicios tursticos; la presencia de ciertos colectivos como los marroques en ciertos lugares emblemticos como en el Albaycn de Granada (con su correspondiente mezquita), etc, etc. Dichos diferentes colectivos de extranjeros presentan y desarrollan formas de vida, de ocupacin de los espacios pblicos, del interior de las viviendas muy diferente, en muchos casos, a los que se han ido desarrollados en Andaluca en estos ltimos aos. En algn caso, viven en espacios ms cerrados (urbanizaciones) que reproducen, en cierto modo, los estilos de vida de sus pases de origen; en otros, sus formas de estar en el espacio pblico recuerde lo que poda ocurrir en Andaluca hace unas dcadas. Formas de vida y uso de los espacios pblicos que, sin embargo, desde la mirada actual de los autctonos se percibe como una mezcla de pobreza-atraso y de ocupacin de un espacio, de una acera que tericamente pertenecera a un autctono, a un andaluz de toda la vida. Estas presencias de nacionalidades, culturas y formas de vida diferentes van a constituir, sin duda alguna, parte de los cimientos con los que se va a construir la Andaluca del futuro. Sin embargo, en la actualidad, en muchos sectores de las mencionadas clases medias andaluzas, dicha presencia ha agudizado la sensacin de fragilidad social de las mismas y est cuestionando su identidad social y nacional con mucha intensidad. Las clases medias urbanas andaluzas, social y culturalmente muy enraizadas, como es sabido y hemos subrayado anteriormente, experimentan como un intenso proceso de usurpacin territorial, la presencia simultnea de estos dos tipos de poblaciones extranjeras: la de los turistas residentes y la de los inmigrantes econmicos. Proceso de usurpacin territorial que es vivido con especial intensidad en las zonas de la Costa del Sol en la que ambos proceso coexisten casi en el mismo espacio. Por un lado, un amplio sector de las clases medias y medias bajas de trabajadores andaluces se ven trabajando, de forma subordinada, en empresas de servicios en la que los turistas residentes constituyen casi el principal cliente. Dichos sectores consideran que se les cierran las puertas de determinadas zonas del territorio andaluz que se ven acotadas para el uso prioritario de este tipo de turistas y donde el uso del ingls o del alemn se convierte en un requisito de entrada. Por otro lado, estos mismos sectores sociales contemplan cmo, por abajo, los inmigrantes econmicos ingresan en el mercado de trabajo en zonas crecientemente competitivas con estos mismos grupos sociales autctonos. Grupos que contemplan, desde esta nueva perspectiva, la usurpacin, la invasin, en expresin coloquial muy utilizada, del territorio por otro tipo

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de nuevos extranjeros. El resultado de la vivencia de ambas presencias es que un importante componente de estos grupos sociales, en ausencia de un proyecto, de un horizonte claro de mejora y de promocin social colectiva, como andaluces, e individual, como tales personas/familias, se autoperciben en una especie de bocadillo entre ambas corrientes de migraciones extranjeras, las ms ricas de los turistas residentes, las ms empobrecidas de los inmigrantes econmicos, se sienten ubicados en una zona de mxima vulnerabilidad con las reacciones, de todo tipo, que ello conlleva. En este sentido, los diferentes usos del espacio pblico y la pugna por unos y otros usos del mismo, se convierten en el terreno simblico y poltico en una de las principales fuentes de conflicto y de posible enriquecimiento social y simblico de la actualidad y del futuro de Andaluca. 6.2.- La diversidad de estrategias y de trayectorias sociales y territoriales de las clases medias urbanas. En segundo lugar, vamos a hacer mencin a otro tipo de comportamientos micro en el conjunto de ciudades y de reas metropolitanas andaluzas acudiendo para su descripcin a una diferencia ya clsica en sociologa como es la existente entre las clases medias patrimoniales, que cuentan con pequeas propiedades (comercios, empresas) y las clases medias asalariadas (que trabajan para otros). Dicha diferencia es muy reductora de la complejidad de la problemtica del conjunto de las clases medias, pero nos puede permitir apuntar de partida un primer rasgo diferenciador entre unos y otros sectores sociales y sus formas de vivir el espacio urbano. En efecto, sin entrar a las formas de vida y de ocupacin del espacio del conjunto de sectores y clases sociales andaluzas y considerando nicamente ambos sectores de clases medias, ambos sectores viven de formas muy diferenciadas las ciudades y las reas metropolitanas18. Por apuntar nicamente algunas cuestiones, conviene recordar que: - Las clases medias patrimoniales tienden ms tendencia a residir en el interior de las ciudades, en las proximidades de sus centros histricos en los que un importante contingente de las mismas, tienen sus comercios. Las clases medias asalariadas, por el contrario, tienen tendencia vivir ms en la periferia, en las nuevas urbanizaciones o residenciales que, como setas, pueblan las reas metropolitanas, salvo el sector ms cultivado de las mismas que tiene preferencia a vivir cerca de los centros urbanos, por razones bien distintas a las de los anteriores sectores patrimoniales. - Las clases medias patrimoniales suelen estar ms enraizadas en cada localidad y tienden a considerarse depositarias de las identidades locales ms tradicionales, las clases medias asalariadas tienden a expresar una identidad menos local, expresndose ms abiertas a las formas de vida que pueden cuestionar las tradiciones aparentemente ms enraizadas De este modo, el actual desarrollo de las reas metropolitanas andaluzas, proceso determinante del sistema urbano andaluz, es vivido y representado de forma tendencialmente muy diferente por las amplias clases medias andaluzas situando, desde esta nueva perspectiva, los problemas de los territorios y de sus representaciones simblicas como otro de los grandes ejes de futuro de Andaluca. 7. LAS DIVERSAS FORMAS DE USO DEL ESPACIO PRIVADO. En estrecha relacin con las diferentes formas de vivir unas y otras ciudades en el seno de unas culturas urbanas muy diferenciales entre unas y otras ciudades de Andaluca, la vivencia y la representacin de los espacios de la vivienda-hogar en unas y otras ciudades andaluzas son tambin diferentes:]

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- Por ejemplo, en Huelva, la pieza bsica de la casa es la llamada salita como espacio de vida de la familia y de convivencia con los amigos ms prximos con los que se comparte el espacio ntimo del hogar (hogar vivido). - En Granada, la pieza bsica es el saln como espacio de representacin social del estatus familiar en el que ms que vivir, se escenifica dicho estatus (casa representada). - Por ltimo, en Sevilla la pieza clave de las viviendas son los dormitorios individualizados de cada miembro de la casa, mientras que el saln derepresentacin de la misma se desplaza simblicaMetropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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mente a la casera de feria en la que se recibe a los amigos, que no se reciben en la propia casa a lo largo de todo el ao (vivienda dormitorio). A su vez en el seno de este microsistema de diferencias locales, los diferentes sectores sociales viven y priorizan de forma diferencial los usos de la vivienda. - Las clases medias altas prefieren una distribucin de la casa con habitaciones ms amplias aunque eso conlleve un menor nmero de piezas en la casa. - Las clases medias bajas prefieren, por el contrario, un mayor nmero de piezas aunque cada una de ellas sea de tamao ms reducido. En estrecha relacin con esta divisin, las formas de vida ms funcionales, ms desarrolladas por las clases medias altas asalariadas tienden a destacar la multifuncionalidad de los diferentes espacios de la vivienda, mientras que las formas de vida ms tradicionales desarrolladas por las clases ms patrimoniales tienden a subrayar el carcter y la funcin especfica de cada pieza. Unos y otros sectores sociales ms tradicionalistas y modernizantes tambin valoran de forma diferencial las relaciones que se pueden establecer entre el interior y el exterior del hogar. Los sectores cercanos a las formas de vida ms tradicionales acentan las diferencias entre el espacio del afuera, del exterior a la vivienda, la calle, del espacio interior ms privado e intimo. De ah que valoren positivamente el diseo de alguna pieza, la entrada del inmueble, un recibidor en la propia vivienda, por ejemplo, que permita controlar el posible flujo entre uno y otro espacio. Caso de no disponer de espacio en la vivienda para el recibidor, la diferencia dentro-fuera se puede desplazar al juego entre otras dos piezas, saln/cocina, por ejemplo, de forma que el saln este ms abierto y en la cocina se filtre ms la entrada. Un ejemplo muy claro de estas tendencias lo observamos en la investigacin de Huelva realizada en 1993: mientras los sectores ms tradicionales defendan la divisin en las viviendas entre un saln de representacin, ms que de uso, y una salita de uso, ms que de representacin, los sectores ms modernizantes no vean ningn sentido a dicha diferenciacin que, en la prctica del uso, reduca de manera drstica el uso de una parte de la vivienda. Los sectores ms modernizantes prefieren espacios internos de las viviendas ms homogneos y con menos divisiones-especializaciones, espacios ms multifuncionales que permitan una mayor pluralidad de usos. La preferencia por pieza que hagan de saln-comedor puede ejemplificar este sistema de preferencias. Desde estos puntos de vista, los sectores ms tradicionalistas en el uso de las viviendas se muestran ms contrarios a las zonas comunes dentro de los inmuebles, si estas zonas comunes conllevan compartir algo de la privacidad. Sin embargo, dichos sectores ven con buenos ojos la existencia de zonas comunes en los residenciales, por ejemplo, siempre que sea para compartir la vida social. 8.- LAS TENSIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE USO DE LOS ESPACIOS INTERMEDIOS. Entre el espacio pblico ms abierto y el ms estrictamente privado del interior del hogar, se sitan un conjunto de espacios intermedios en los que se concentra una gran parte de la riqueza de la vida urbana y, tambin, una parte de sus tensiones y de su conflictividad. En las diversas investigaciones que en estos ltimos aos hemos podido realizar en las que esta problemtica del habitar haya podido emerger, podramos sealar que los diversos espacios intermedios existentes dentro de un inmueble, por ejemplo, o entre el inmueble y la calle se expresan como uno de los espacios ms generadores de tensiones entre los vecinos, entre los residentes colindantes con dichos espacios. 1.- En la escala de los espacios interiores a los inmuebles: pasillos, escaleras, ascensores,.hemos podido observar como se producen dos lneas de tensiones diferenciales que apuntan al corazn de muchos de los problemas de convivencia y de una conflictividad social asociada a la misma: - Tensiones derivadas del cuidado de los espacios comunes (luces, escaleras, ascensores) y del

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pago de los gastos del inmueble. - Tensiones derivadas de las concepciones del cuidado, la higiene y la limpieza de las zonas comunes y de la propia casa en relacin con lo que pueda repercutir en el afuera. Sin necesidad de extenderse mucho, cabe sealar que en relacin a este otro tipo de problemtica central en la convivencia en un inmueble se generan algunas de las lneas de segregacin tnico-social ms acentuadas: Tradicionalmente, una gran parte de las quejas sobre las polticas de integracin de ciertos colectivos, los gitanos principalmente, se han centrado en lo que desde el discurso dominante al respecto se ha denominado falta de educacin y de civismo por parte de estos colectivos que se traduca en un mal uso de las viviendas, en un deterioro de las zonas comunes y en un conflicto cotidiano sobre estas formas de entender la higiene y la limpieza. En la actualidad, una de las principales quejas apuntadas desde los discursos de los autctonos que conviven con inmigrantes en los mismos inmuebles ataen, de nuevo, a estas problemticas del cuidado, la higiene, la limpieza y, en general sobre las diferentes formas de uso del espacio privado de la vivienda y de los espacios comunes, de los espacios intermedios dentro del inmueble: ruidos por las msicas y el elevado (se dice) nmero de personas residiendo en las viviendas, olores de unas cocinas, de unas culturas gastronmicas diferentes a las andaluzas, diferentes formas de limpiar, de usar el agua, por ejemplo, se sitan en el centro de las quejas que sealan y apuntan la presencia de una alteridad, de una otredad que se vive como peligro identitario, como invasin del propio espacio y como prdida potencial de status/riqueza por el riesgo de desvalorizacin del precio de las viviendas en zonas con mucha presencia de los inmigrantes. 2. En los espacios intermedios entre las viviendas y el espacio de la calle (microjardines delante de los inmuebles, espacios vacos entre los inmuebles y las acercas, ) se apuntan tambin otra serie de tendencias y de problemticas que sealan, desde estos nuevos lugares, algunos otros centros de tensiones contemporneas en lo que se refiere a las formas de habitar la vivienda y la ciudad. Tradicionalmente, en muchos lugares de Andaluca ha sido una prctica comn el cuidado y el embellecimiento de estos lugares intermedios por los vecinos residentes y colindantes con dichos espacios. No slo dichos vecinos se han encargado de limpiar, de regar dichos espacios, de mantenerlos cuidados sino que, en bastantes ocasiones, la distribucin de una plantas, de unas macetas, por ejemplo, ha servido para crear una cierta frontera, un cierto lmite informal que posibilitaba una cierta apropiacin colectiva, un cierto uso compartido de dichos espacios por parte del conjunto de vecinos de los alrededores de dicho espacio. En algunas ciudades, como la propia Sevilla, dichos cuidados de esos espacios intermedios, de dichos espacios semiprivados-semipblicos se han generalizado a amplias zonas de los barrios. Por ejemplo, con motivo de que el Ayuntamiento de Sevilla no ha recepcionado todava algunos de los barrios construidos en Sevilla en los aos finales del franquismo, los vecinos de dichos barrios han cuidado de los mismos desarrollando una apropiacin y cuidado comunitario de los espacios comunes de dichos barrios.Metropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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Pues bien, frente a estos usos de los mencionados espacios intermedios que primaban la vertiente y uso pblico de los mismos, los ltimos aos han visto desarrollarse la tendencia contraria hacia una intensa privatizacin de dichos espacios y hacia una prctica prohibicin de los usos sociales de los mismos. Como resultado de las tendencias sociales ms generales hacia una individualizacin de las relaciones sociales y espoleado por el creciente clima de inseguridad ciudades y de miedo creciente de muchos ciudadanos, en las ltimas investigaciones realizadas, la de Sevilla del ao 2000 ha sido emblemtica en este sentido, hemos podido comprobar como se ha desarrollado una privatizacin de los espacios pblicos marcado dicha apropiacin, no con las macetas o los parterres de antao sino con sistemas de cadenas (en calles, por ejemplo,) de enrejados acotando totalmente un espacio y, en los lugares de ms estatus, con sistemas de video-vigilancia. De forma muy significativa con lo mencionado anteriormente sobre la importancia de la fuerza de ciertos actores en la construccin de los imaginarios sociales de una localidad, no deja de ser relevante cmo el quehacer de los promotores inmobiliarios y el discurso publicitario promovido por los mismos ha acompaado y reforzado esta tendencia al cierre paranoico por el miedo al supuesto clima de inseguridad ciudadana presente en las ciudades. En las mismas fechas sealadas anteriormente de la investigacin en Sevilla, la principal oferta de viviendas en dicha localidad era en el seno de los llamados residenciales como espacio cerrado y protegido, seguro. Oferta de residenciales que la publicidad se encargaba de adornar con mltiples ofertas de seguridad (ms sofisticadas a medida que el residencial era ms caro) promoviendo un imaginario social al respecto que haca de los residenciales en esos aos de los albores del siglo XXI una sntesis muy eficiente del doble afn de promocin social y de seguridad que atenazaba las clases medias urbanas. En este sentido, no deja de ser paradjico que mientras las clases medias andaluzas se refugiaban, de forma creciente, en sus hogares-vivienda-residenciales refugio, el espacio pblico abandonado por dichos sectores sociales era crecientemente ocupado por los nuevos andaluces, por las decenas de miles de inmigrantes que han accedido a Andaluca en esta ltima dcada. Procediendo en gran parte de sociedades en las que los espacios pblicos tienen mucha presencia en la vida cotidiana y residiendo en viviendas con muy pocas condiciones de habitabilidad, dichos inmigrantes han llenado los espacios pblicos andaluces de nuevos coloridos, focalizando en dicha presencia el movimiento de miedo que conduca a dichas clases medias a refugiarse en sus casas y abandonando los usos ms tradicionales de los espacios pblicos. 9.- LA CONVIVENCIA EN UNA BARRIADA Por ltimo y como ejemplo de cmo la complejidad social se concreta y, al mismo tiempo, se agudiza cuando nos acercamos a un barrio, a un territorio ms micro, queremos hacer mencin a una experiencia de convivencia en la zona de Almanjyar en el distrito norte de Granada. Dicha zona est estigmatizada de forma similar, por ejemplo, a lo que puede ser Las Tres Mil Viviendas en Sevilla. La complejidad social de la zona es muy amplia y las lneas de fracturas y de tensiones por debajo de la apariencia de uniformidad que cualquier tipo de estigma desarrolla son muy diversas. Por ejemplo, en un documento diagnstico elaborado por diversos tcnicos, profesionales y asociaciones del rea se enumeraba el siguiente listado de tensiones y conflictos sobre el territorio.

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Dentro de este amplio conjunto de tensiones, en los discursos sociales de Granada y del Distrito Norte se reducan la complejidad y diversidad de dichas tensiones para condensar todas ellas en un terico enfrentamiento y divisin entre payos y gitanos19. A mi juicio, sin embargo, dichas representaciones sociales dominantes que etnifican y sitan en el plano de las identidades sociales (totales y cerradas) la complejidad de la diversidad social no se ajustan a la complejidad de la situacin en dichas barriadas y, adems, dichas representaciones se convierten en un freno para el cambio social en la medida que el estigma que generan sobre dichas zonas (El Puche en Almera, Las Tres Mil Viviendas en Sevilla, Palma Palmilla en Mlaga)20 dificulta su integracin social y territorial en las ciudades respectivas. A tenor de las investigaciones realizadas en estos territorios cabe pensar, sin embargo, que una gran parte de las tensiones existentes a este respeto en Almanjyar pueden ser explicadas no tanto por las tensiones genricamente (tnicamente) asociadas a payos y gitanos, sino por las tensiones derivadas de: - Los conflictos sociales existentes dentro de la sociedad granadina entre unos y otros sectores y clases sociales (en el sentido amplio de la expresin). - Las tensiones derivadas de las formas de presentacin en sociedad de las clases acomodadas granadinas, formas de presentacin que se han erigido en la referencia simblica dominante dentro de la cultura urbana de Granada, como la forma de ser y de estar de la cultura urbana de Granada. - Las formas de uso y de apropiacin del espacio urbano que de ellas se deriva, con las formas de vida y de uso del espacio urbano por parte de unos y otros sectores sociales, del resto de sectores sociales presentes en la ciudad. Por ejemplo, en la cultura urbana de Granada, hegemonizada tradicionalmente por las clases patrimoniales de la ciudad, se prescriben una serie de comportamientos:]

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- Exigencia de una forma de relacin en pblico aparentemente distante, que prescribe una cierta distancia fsica entre los sujetos, una forma de mirar no concentrada en la otra persona. - Desarrollo de lo que algunos estudiosos del fenmeno de la lengua granadina denominan cdigo de hipercorreccin lingstica que prescribe, sobre todo en las mujeres de las buenas familias granadinas, un uso del lenguaje muy cuidado como mecanismo de expresin y de prestigio social de las familias representadas por dichas mujeres.Metropolizacin, territorio y vivienda en Andaluca. Un proceso abierto y aljamiado de transformacin sociocultural.

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- Desarrollo de un cdigo de distancia formal con las personas que no son de familia, con las personas que no son amigas ntimas que pasa por el mantenimiento de u