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Universidad de los Andes - Facultad de Economía Memoria de Grado PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA APROXIMACIÓN DESDE LA TEORÍA DE JUEGOS 1 Presentado por: Nelson E. Amaya Durán Código: 200215443 Asesorado por: Daniel Mejía Londoño Resumen El papel de los esfuerzos privados en la provisión de seguridad, visto como un complemento de las energías públicas destinadas a disuadir y mitigar las actividades delincuenciales, ha sido generalmente descuidado por el análisis económico del crimen y la protección. Este trabajo busca analizar los vínculos entre los esfuerzos públicos y privados en la disuasión del crimen, para así comprender con mayor profundidad los modos como una sociedad afronta las infracciones en su interior, prestando particular atención a la seguridad de la propiedad privada. Es presentado un modelo para analizar la seguridad de la propiedad en presencia de un conflicto paralelo en la forma de la producción de drogas, exponiendo algunos hechos estilizados y desarrollando algunos ejercicios de calibración para el caso colombiano. Palabras Clave: teoría de juegos, seguridad, bienes públicos, conflicto, economía y crimen. Clasificación JEL: C70, H40, H56, D74, K42. 1 Quisiera agradecer y reconocer la atención, disposición y paciencia que me brindó Daniel Mejía como asesor de este documento. Este trabajo, sin duda alguna, jamás hubiera sido posible realizarlo sin su activa participación. Además, agradezco algunos comentarios de Christian Jaramillo y de Andrés Palacios que me aclararon muchas inquietudes. Las equivocaciones, que espero no sean demasiadas, son todas mías. Cualquier comentario será muy bien recibido en [email protected] Junio 29 de 2007

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Page 1: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

Universidad de los Andes - Facultad de Economía

Memoria de Grado

PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA APROXIMACIÓN DESDE

LA TEORÍA DE JUEGOS1

Presentado por: Nelson E. Amaya Durán

Código: 200215443

Asesorado por: Daniel Mejía Londoño

Resumen

El papel de los esfuerzos privados en la provisión de seguridad, visto como un complemento de

las energías públicas destinadas a disuadir y mitigar las actividades delincuenciales, ha sido

generalmente descuidado por el análisis económico del crimen y la protección. Este trabajo

busca analizar los vínculos entre los esfuerzos públicos y privados en la disuasión del crimen,

para así comprender con mayor profundidad los modos como una sociedad afronta las

infracciones en su interior, prestando particular atención a la seguridad de la propiedad privada.

Es presentado un modelo para analizar la seguridad de la propiedad en presencia de un conflicto

paralelo en la forma de la producción de drogas, exponiendo algunos hechos estilizados y

desarrollando algunos ejercicios de calibración para el caso colombiano.

Palabras Clave: teoría de juegos, seguridad, bienes públicos, conflicto, economía y crimen.

Clasificación JEL: C70, H40, H56, D74, K42.

1 Quisiera agradecer y reconocer la atención, disposición y paciencia que me brindó Daniel Mejía como asesor de este documento. Este trabajo, sin duda alguna, jamás hubiera sido posible realizarlo sin su activa participación. Además, agradezco algunos comentarios de Christian Jaramillo y de Andrés Palacios que me aclararon muchas inquietudes. Las equivocaciones, que espero no sean demasiadas, son todas mías. Cualquier comentario será muy bien recibido en [email protected]

Junio 29 de 2007

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I. INTRODUCCIÓN

La provisión de seguridad ha sido considerada corrientemente como una responsabilidad

inherente y originaria del Estado y, como tal, su caracterización económica corresponde no sólo

al reconocimiento de dicha responsabilidad, sino también a la manera como esta forma de “bien

colectivo” incide de una u otra forma en las actividades económicas. La seguridad de los medios

de producción es un activo que le pertenece a toda la nación y, sobre este rasgo, el análisis

económico ha enfocado sus energías en determinar el alcance gubernamental en la provisión

eficiente de servicios de protección frente amenazas externas y domésticas. Esto, a su vez, ha

conducido a la concentración del objeto de estudio de la seguridad y defensa (en su componente

económico) en su efecto sobre las finanzas públicas. Sin embargo, al ser el carácter público el

foco analítico natural del estudio de la seguridad por las características que entraña su provisión,

el rol del esfuerzo privado en la complementación de la provisión de seguridad nacional ha

recibido escasa atención en la literatura económica; la presencia de actividades apropiativas

ilegales (extorsiones, hurtos, atracos, estafas, etc.), además de demandar en el comportamiento

individual la reasignación de factores productivos hacia la autoprotección, suele instituir una

incertidumbre generalizada sobre la posibilidad de aprovechar el potencial económico de la

propiedad y de los retornos de su utilización, lo que sirve de motivación para el integrar desde lo

económico, lo individual y lo colectivo de la seguridad.

Mientras que el aspecto macroeconómico de la seguridad se ha concentrado especialmente en la

incidencia de los servicios públicos de protección sobre las finanzas públicas, a nivel

microeconómico la atención de los investigadores se ha volcado hacia el aseguramiento y los

diferentes modos en que el crimen afecta las decisiones económicas de los agentes; tras el

análisis pionero de Becker (1968), se abrió el camino al análisis económico del crimen,

particularmente al caracterizar las actividades criminales como decisiones racionales basadas en

análisis de costo-beneficio. Recientemente ha surgido un gran volumen de literatura enfocada en

explotar el lado económico que, no siendo el único, es un determinante frecuente de ciertas

actividades delictivas y es un elemento imprescindible en la criminalidad sobre la propiedad.

Además, este enfoque ha aportado, entre otras cosas, elementos que han servido al estudio de la

practicidad en la aplicación de la ley (Stigler, 1970), ejemplo de que, constantemente, el análisis

económico de la criminalidad ha interrelacionado la trascendencia de lo privado y las

limitaciones de lo público.

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3

En el tema de la seguridad aparece nuevamente, según la aproximación de este documento, la

borrosa frontera entre los esfuerzos públicos y los privados por mantener un nivel óptimo de

protección. El trabajo se desarrolla sobre la idea de una provisión conjunta de seguridad entre el

Estado y los individuos, en un escenario donde el Estado propende por el fortalecimiento de la

seguridad de la propiedad y, simultáneamente, busca mitigar una amenaza nacional en la forma

de producción de drogas, donde un tercer actor internacional, interesado en la labor de reducir el

volumen de narcotráfico, incentiva los esfuerzos gubernamentales por combatir a los productores

de drogas usando dos tipos de incentivos (cuyo objetivo es el mismo): reducir la producción y

tráfico de drogas ilegales. El primer instrumento, el garrote, consiste en la amenaza del actor

internacional de catalogar al Estado como un “narco-estado”, en cuyo caso, éste último debe

afrontar unos costos económicos en términos de menor inversión extranjera, flujos de capital y

de turismo, menores ventajas comerciales para sus productos lícitos, etc.; el segundo

instrumento, la zanahoria, consiste en otorgar un subsidio a los recursos destinados por el Estado

a la lucha contra la producción de drogas (una caracterización análoga a Grossman y Mejía

(2005)). En este artículo se presenta un modelo para analizar las dos coexistentes fuentes de

conflicto: la producción y tráfico de drogas, y la predación ilegal de la propiedad privada,

utilizando tecnologías de conflicto2 como herramientas de interacción estratégica entre los

agentes involucrados.

Contrario a los modelos que se preocupan únicamente por analizar las decisiones óptimas de los

individuos por disminuir la probabilidad de victimización (Ehrlich y Becker (1972), Bartel

(1974) o Shavell (1991), por mencionar algunos) o los que determinan la tenencia y explotación

de la propiedad en un escenario anárquico (Skaperdas (1992), Grossman y Kim (1995) o

Grossman (2000)), el acercamiento presentado aquí integra los esfuerzos privados en la

seguridad con los estatales bajo la consideración de que presentan cierta complementariedad en

la estrategia de disuasión del crimen (es decir, en la producción conjunta de servicios de

protección de la propiedad privada).

El trabajo se centra en la protección de la propiedad, y su aplicación al caso Colombiano, por tres

razones. Primero, los delitos patrimoniales en la historia reciente del país han representado

alrededor de 40% de la totalidad de delitos registrados, lo que evidencia una preocupante inercia

de la criminalidad sobre la propiedad. Segundo, la observación casual de la tendencia de los

2 A diferencia de las tecnologías de producción corrientes usadas en economía, donde los insumos se combinan cooperativamente para producir un producto final de utilidad, con las tecnologías de conflicto se relacionan insumos contendientes entre los agentes involucrados de tal forma que el producto del conflicto pueda pensarse como un set de ganancias y pérdidas para cada contendor. Para una visión general del análisis económico del conflicto, véase Garfinkel y Skaperdas (2006)

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recursos, tanto públicos como privados, destinados en los últimos años a la seguridad y defensa,

advierte sobre la necesidad de analizar con mayor detenimiento la interrelación entre estas dos

fuentes de “oferta de protección” y los objetivos que soportan su creciente comportamiento.

Finalmente, aprovechar el marco presentado para dilucidar con mayor amplitud el tema de la

seguridad, ya que integrar tanto el componente público como el privado puede enriquecer

nuestro entendimiento de un asunto que tantas inquietudes ha generado en el país.

Además de esta introducción, el documento contiene las siguientes secciones. La sección II

muestra brevemente algunos hechos estilizados sobre la criminalidad patrimonial, la producción

nacional de drogas, los recursos públicos destinados a la seguridad y la defensa, así como el

esfuerzo privado por contratar y producir servicios de protección. La sección III analiza con

mayor detalle el carácter público y privado de la seguridad para ilustrar sobre algunos

componentes fundamentales en el estudio de la seguridad y el origen de la complementariedad

entre los esfuerzos públicos y privados en la “producción de seguridad”. La sección IV presenta

el modelo propuesto para examinar las dos fuentes de conflicto mencionadas, seguida por la

presentación de unos ejercicios de calibración que utilizan datos para el caso colombiano. La

última sección presenta las conclusiones del trabajo.

II. ALGUNOS HECHOS SOBRE CRIMINALIDAD PATRIMONIAL, LA DEFENSA

NACIONAL, Y LA PRODUCCIÓN DE DROGAS EN COLOMBIA

A. Evolución del Gasto Público en Defensa y Seguridad (GDS)

Durante la década de los noventas y comienzos de la presente, como respuesta a la

intensificación del conflicto armado, se dio inicio a un incremento en los recursos públicos

destinados a la defensa sin precedentes en la historia colombiana. En la Gráfica 1 se presenta el

comportamiento reciente del GDS como porcentaje del PIB según información divulgada por la

Dirección de Justicia y Seguridad del Departamento Nacional de Planeación (DNP-DJS), donde

es posible determinar que el peso de la defensa dentro de la economía, llegó a duplicarse en

menos de una década3.

3 Según Cárdenas et. al (2005), “…a pesar de que en la actualidad el gasto en defensa y seguridad es el más alto de la historia al compararlo con el tamaño de la economía, el esfuerzo fiscal en términos de carga tributaria y del sacrificio en otros gastos que resulta de priorizar la seguridad por encima de otros propósitos ha sido más pronunciado en el pasado”, lo que sugiere que el aumento en los recursos destinados al GDS no ha implicado sacrificios en el gasto público de otros sectores en comparación con los otros episodios de crecimiento del sector defensa en la historia colombiana.

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Gráfica 1: Gasto en Seguridad y Defensa (GDS) como porcentaje del PIB entre

1990-2006

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GDS Tendencia Lineal Fuente: DNP-DJS y cálculos propios

El GDS puede descomponerse en dos grandes rubros: gastos de funcionamiento (que incluyen

gastos en personal, transferencias y gastos generales) y representan alrededor de 90% del GDS, y

la inversión (recursos destinados a mejorar el armamento, bases militares, etc.) que constituye el

restante 10% (Gráfica 2). La disminución de la participación de la inversión dentro del GDS,

durante la primera mitad de los noventas, se debió a que los compromisos salariales instaurados

por la Ley 4 de 1992, aumentaron la carga presupuestal destinada a gastos personales y

transferencias tal que las correcciones totales implicaban ajustes en la inversión (Cárdenas et. al.

2005). A partir de 1998 la inversión se recuperó y le resto espacio a las remuneraciones.

Gráfica 2: Gastos de Funcionamiento e Inversión dentro del GDS

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Gastos de Funcionamiento Gastos de Inversión Fuente: DNP-DJS y cálculos propios

Como parte de la estrategia de fortalecimiento del sector defensa, el aumento en el pie de fuerza,

tanto en la Fuerzas Militares como en la Policía, ha sido significativo; el número de efectivos en

el total de la fuerza pública pasó de cerca de 191.000 a 391.000 hombres (aumento que explica el

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comportamiento de “gastos generales” en el GDS antes expuesto) entre 1990 y 2006, como se

muestra en la Gráfica 3 por tipo de fuerza.

Gráfica 3: Pie de Fuerza en miles de hombres (1990-2006)

Fuente: DNP-DJS y cálculos propios

En lo que respecta el pie de fuerza, cabe indicar que el crecimiento del pie de fuerza ha sido

desigual entre las FFMM y la Policía. Mientras que el número total de hombres en las FFMM

aumento en 137.486 mil, con una tasa de crecimiento promedio anual durante el periodo

analizado de 5.16% (una tasa de 9.5% promedio entre 2000 y 2005), la Policía vio un aumento

de 62.528 hombres y una tasa promedio de 4.1% (la tasa promedio correspondiente al periodo

entre 2000 y 2005 para la Policía fue de 7.3%).

Lo anterior tiene explicación en que la estrategia de seguridad contemplada y ejecutada en las

últimas administraciones ha considerado el fortalecimiento de las Fuerzas Militares como un

objetivo más inmediato, sin desentenderse del esfuerzo en mejorar la eficiencia de los recursos

designados a la Policía, ya que la recuperación del control del territorio ha sido el objetivo

fundamental de la estrategia del gobierno y la inversión en el fortalecimiento de la Policía es

parte de una estrategia posterior de consolidación de la presencia del Estado4. Esto se refleja con

mayor claridad en la Gráfica 4, que muestra la participación dentro del GDS tanto de las FFMM

como de la Policía en los últimos años, participación que en promedio ha significado una partida

del 67.73% dirigida a las Fuerzas Militares y el 32.27% restante en dirección de la Policía.

4 Un referente del gobierno sobre el tema de la estrategia de Seguridad Democrática, puede encontrarse en http://alpha.mindefensa.gov.co/dayTemplates/images/seguridad_democrática.pdf

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Policía FFMM

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Gráfica 4: Participación de FFMM y Policía en GDS entre 1990 y 2006

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FFMM Policía Fuente: DNP-DJS y cálculos propios

B. Evidencia del Gasto Privado en Seguridad

Debido a la dificultad de medir los esfuerzos privados por autoprotección, que no sólo presentan

dificultades de agregación de información visible (candados, alarmas, vigilantes, etc.) sino que

además, por cuenta del carácter intangible de algunos mecanismos individuales de protección

(como evitar transitar por ciertas rutas o buscar tomar medios de transporte más seguros), es de

esperarse que la información disponible sobre este rasgo de la seguridad sea escasa o inexistente.

Es posible, sin embargo, afirmar que la oferta de servicios de seguridad privada en Colombia ha

evolucionado rápidamente como respuesta a la demanda de la población, respuesta que coincide

con el recrudecimiento del conflicto durante los noventas. La Gráfica 5 muestra cómo el

conglomerado del sector ha aumentado recientemente, promediando un crecimiento anual entre

1994 y 2006 de 6.57%, aun cuando se evidencia una tendencia decreciente a partir de 2001.

Gráfica 5: Empresas de Seguridad Privada según SuperVigilancia (1994-2006)5

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Fuente: Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada

5 Incluye Empresas de Vigilancia Armadas, Empresas de Vigilancia Sin Armas, Cooperativas Armadas, Departamentos de Seguridad, Servicios Especiales Comunitarios, Transportadoras de Valores, Empresas Blindadoras, Empresas Asesoras y Consultoras, Investigadores, Escuelas de Capacitación y Departamentos de Capacitación.

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8

Según la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, el número de vigilantes privados

en el país, en la actualidad, es aproximadamente 175.000 (un poco más del 65% del pie de fuerza

de la Policía en el año 2006) mientras se reporta la existencia de 6700 escoltas y de 9751

vehículos blindados registrados. No obstante, es relevante reconocer que se desconoce con

certeza el verdadero número de personas directamente involucradas en el sector6, pero en

adelante, se trabajarán las cifras oficiales provistas por la Superintendencia.

Como se indicó anteriormente, gran parte de la información sobre los agregados del gasto

privado en seguridad es completamente desconocida (al menos oficial y públicamente). Pese a la

dificultad de concretar información, sobresalen dos estudios; Badel y Trujillo (1998) estimaron

que los costos en seguridad privada entre 1991 y 1996 alcanzaron 2.9 billones de pesos de 1995,

el equivalente al 4.3% del PIB de 1998, indicativo del peso relativo de la seguridad privada en el

total. El otro estudio, que aporta información más reciente pero menos extensa, es un informe de

la Contraloría de Bogotá donde se sostiene que, en 2004, el gasto por razón de servicios y bienes

de seguridad (vigilancia, alarmas, blindajes, e inclusive seguros) de los ciudadanos de la capital,

representó 5.47 billones de pesos7 (aproximadamente 2.15% del PIB de ese año), que no solo es

una cifra sorprendente por su volumen sino por su peso relativo dentro del gasto total en la

seguridad de la ciudad; según el informe, “91.7% del total de gastos es asumido directamente por

la ciudadanía, mientras que el 8.2% lo aporta el sector público, a través de la Nación con el 6.8%

y el distrito con el 1.4%”. Si se excluyen los seguros del anterior cálculo de la Contraloría, la

responsabilidad de la seguridad recae 88.46% sobre los ciudadanos y el 11.54% restante sobre el

Distrito y la Nación, así que la proporción no se modifica extraordinariamente, lo que puede

tomarse como evidencia parcial de que los esfuerzos privados en servicios de seguridad superan

los designios públicos.

C. Crímenes Contra la Propiedad

La criminalidad sobre la propiedad y el patrimonio en Colombia, pese a las energías públicas y

privadas destinadas a su disminución, sigue siendo la modalidad delictiva más frecuente del país,

representando alrededor del 40% de la totalidad de los delitos registrados en el país durante un

6 Varias fuentes han arrojado valores considerablemente diferentes. Por ejemplo, el DANE sostiene que 128.662 personas están ocupadas en el sector, mientras que la Policía Nacional afirma que el número es 170.000. Una encuesta del Sena concluyó que el número oscilaba entre 140 y 200 mil (de las cuales 119.125 son vigilantes), a la vez que otra investigación de la Contraloría Distrital de Bogotá reporta que, entre empresas con registro y empresas informales, sólo en la capital, 280.859 personas están vinculadas al sector. 7 El 74% de este valor se asignó entre la compra de servicios de vigilancia privada y, seguros de vida y de patrimonio.

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9

año8. La Gráfica 6 muestra la participación de los delitos contra el patrimonio en el total

registrado desde 1981 hasta el 2005, donde se observa la persistencia de los delitos que afectan la

propiedad privada. En aras de establecer una semejanza, el Cuadro 1 muestra los promedios en la

participación y el volumen de delitos contra el patrimonio subdivididos por década, en

comparación con los delitos en contra de la vida y la integridad personal (el segundo grupo de

delitos de mayor frecuencia). Mientras se observa una disminución considerable en el segundo

grupo de delitos (el volumen ha decrecido persistentemente desde el año 2002), los delitos contra

el patrimonio siguen representando gran parte del total y sus disminuciones no parecen

sostenerse en el tiempo.

Gráfica 6: Delitos Contra el Patrimonio Económico dentro del total anual (1981-2005)

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Fuente: Revista de Criminalidad de la Policía Nacional, cálculos propios

Cuadro 1: Promedios de Participación y Volumen Total de Delitos Contra el Patrimonio y

Contra la Vida y la Integridad Personal por Década

1980-1989 1990-1999 2000-2005

Participación

en el total

Volumen promedio

anual Participación

en el total

Volumen promedio

anual Participación

en el total

Volumen promedio

anual Contra el Patrimonio Económico

50.27% 105431.6 46.05% 101200 40.11% 112447.3

Contra la Vida y la Integridad 40.07% 83955 37.67% 82230.8 27.68% 76237.3

Fuente: Revista de Criminalidad de la Policía Nacional, cálculos propios

Considerando algunas muestras más puntuales, el comportamiento de los delitos de hurto a

vehículos y hurto a personas aún presentan niveles persistentemente altos y, mientras que el

8 Hay que tener en mente que no todos los delitos perpetrados son debidamente registrados, y que la evidencia presentada, corresponde a una aproximación del volumen real de los crímenes del país. El comportamiento de los registros de delitos también obedece a mejoras en la concentración de información, eficiencia en la recolección de datos y otros determinantes técnicos que no se relacionan directamente con el volumen de delitos perpetrados, pero la persistencia observada del volumen de delitos es muestra de que los registros pueden ser buenas representaciones de la verdadera criminalidad.

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primero ha decrecido en los últimos años, el segundo presenta un importante incremento a partir

de 2004 (Gráfica 7). En el caso de las extorsiones, en 1999 se presentaron 1549 casos

registrados, donde el número de registros aumentó constantemente hasta el 2004 (año en que

reconocen 2351 casos)9 y decreció durante el 2005 (1739 casos reportados).

Gráfica 7: Hurto de Vehículos y Hurtos a Personas entre 1990 y 2006

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Reg

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Hurtos a Personas Hurtos de Vehículos

Fuente: Revista de Criminalidad de la Policía Nacional y Ministerio de Defensa, cálculos propios

Como última referencia en lo que respecta la criminalidad contra la propiedad, la Policía

Nacional, a través de la Comisión de Delitos Contra el Patrimonio Económico, estima el costo

anual de una serie de delitos10 contra la propiedad, los delitos más frecuentes y costosos, que

alcanzaron un valor de 785 mil millones de pesos en 2005 y cuya evolución se presenta en la

Gráfica 8 (el precipitado incremento a partir de 2001 se debe al comportamiento de los hurtos a

automotores y a personas, de los cuales se expuso previamente su comportamiento).

Gráfica 8: Cuantía Estimada por la Comisión de Delitos Contra el Patrimonio Económico

en miles de millones de pesos (1990-2005)

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2005

Fuente: Revista de Criminalidad de la Policía Nacional, cálculos propios

9 Tomado de las estadísticas publicadas por FONDELIBERTAD y disponibles en www.antisecuestro.gov.co 10 Se incluyen en el cálculo: hurto simple, hurto a residencias, hurto a comercio, hurto a personas, hurto a automotores, hurto a motocicletas, extorsión, estafa, emisión/transferencia ilegal de cheques, abuso de confianza, daño en bien ajeno y abigeato.

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11

¿Qué puede decirse sobre las tendencias de victimización y los rasgos de la población que las

motivan? A manera de nota, la literatura económica del crimen ha producido algunos resultados

sobre los determinantes de la probabilidad de victimización, particularmente con respecto a la

posición relativa del ingreso de la víctima dentro de la población (entre mayor sea el ingreso y

capital del individuo, mayor es el beneficio esperado del criminal que buscaría robarlo, por

ejemplificar la idea); esta obvia relación, implica que el grupo de más altos ingresos presentará

usualmente una mayor predisposición a ser víctima de delitos patrimoniales y resulta siéndolo.

En el caso colombiano, por la naturaleza misma del conflicto, no puede afirmarse que la

victimización de los crímenes sobre la propiedad esté concentrada en la población de mayores

ingresos11; la presencia desbordada del desplazamiento forzoso, visto como consecuencia directa

de la usurpación de la propiedad y de la tierra, es muestra de que la delincuencia patrimonial en

el país, es un fenómeno extenso y verdaderamente “nacional”. Más allá de que los registros

identifiquen que los robos, atracos y extorsiones, se presenten reiteradamente entre individuos de

ingresos altos, las expropiaciones a las que los actores armados ilegales han sometido a los

habitantes de zonas rurales del país, no pueden pasarse por alto, y representan una arista del

conflicto que requiere mención, aun cuando supera las pretensiones de este trabajo.

D. Producción de Drogas

Esta subsección se centra en la producción de drogas en el país, particularmente la producción de

cocaína12, para mostrar algunos aspectos de la otra cara del conflicto que se quiere analizar.

Según la UNODC (United Nations Office on Drugs and Crime), el total de cultivos de coca fue

estable durante los noventas, pero su composición entre los tres países productores (Colombia,

Perú y Bolivia), cambio radicalmente; mientras que en 1990 Colombia tenía la menor

participación de los tres productores (18.9%), para 2000 ya representaba el 74%

(aproximadamente 163.000 hectáreas) de la producción mundial (ver Gráfica 9), lo que según

Mejía y Posada (2006) se explica por la participación de las FARC y las AUC en el negocio de

las drogas tras la desaparición de los carteles de Medellín y Cali, y los esfuerzos de erradicación

llevados a cabo en Bolivia y Perú.

11 Esta aseveración aplica si vemos la criminalidad patrimonial en su totalidad. Los resultados teóricos preservarán su validez si nos concentramos en algún crimen en particular (robos, extorsiones, etc.), pero en este documento se ha optado por presentar una visión más amplia de la seguridad de la propiedad. 12 La razón por la que sólo se muestra evidencia de la producción de cocaína, que debe ser suficientemente previsible, es porque este estupefaciente en particular, es la fuente principal de financiamiento de los actores armados ilegales en el país. Según UNODC (World Drug Report de 2006), la producción de amapola para el 2005 en Colombia es insignificante en comparación con los cultivos de coca (menos de una 40 parte); además, el gobierno reportó la erradicación completa de los cultivos de amapola a finales de 2006.

Page 12: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

12

Gráfica 9: Colombia en el Cultivo Mundial de Coca (1990-2005)

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

Participación de Colombia Participación de Perú y Bolivia

Fuente: UNODC

Pese al esfuerzo por disminuir la producción (cuyos detalles se presentarán en la siguiente

subsección), es curioso notar que la disminución de más de 30% de los cultivos de coca en el

país desde el 2001 (una disminución de similar magnitud en el total mundial) no ha implicado un

aumento en los precios de producto final (cocaína) en los países demandantes (ver Gráfica 10):

los precios se han mantenido más o menos estables durante el periodo en que se ha

implementado el Plan Colombia, lo que ha originado serias dudas sobre la efectividad real de las

estrategias para contraer la oferta13.

Gráfica 10: Precios de la Cocaína en Europa y Estados Unidos (1999-2005)14

0

20

40

60

80

100

120

140

160

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

US$

/Gra

mo y

US$

mile

s/K

ilo

l

Europa al por menor Estados Unidos al por menor

Europa al por mayor Estados Unidos al por mayor

Fuente: UNODC

13 Mejía y Posada (2006) presentan una serie de hipótesis para explicar esta paradoja (contracción de la oferta y precios virtualmente inalterados o decrecientes ante una demanda más o menos igual) entre las que se encuentran: sesgos en la estimación de la producción (por entrelazamiento de cultivos lícitos con ilícitos), la implementación de técnicas más eficientes en la producción (mayor densidad de cultivos por hectárea, uso de mejores fertilizantes, plantas modificadas para resistir el glifosato), tendencias en la composición de la demanda, así como la idea que los comercializadores están reduciendo inventarios con la esperanza de que los esfuerzos de las políticas antidrogas no puedan mantenerse por mucho más tiempo. 14 Los valores estimados en US$ miles/Kg. corresponden a los precios de “wholesale”, mientras que los valores en US$/Gramo, se estiman para precios “retail”.

Page 13: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

13

E. Plan Colombia15

La estrategia bilateral para combatir la oferta de drogas ilícitas ha sido un componente

primordial de la seguridad del país en los últimos años. Los objetivos de la estrategia

contemplaban, primordialmente, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, a la vez

que consolidaban metas intermedias como el fortalecimiento institucional, el rol del Plan en la

reactivación económica, y las asistencias destinadas a los procesos de paz y desmovilización.

Según el DNP, la ejecución de la estrategia implicó entre los años 1999 y 2005 un gasto conjunto

entre Colombia y Estados Unidos de 10.732 millones de dólares, donde el esfuerzo fiscal de la

nación correspondió al 64.76%, mientras que el aporte estadounidense significó el 35.24% como

se puede ver en Cuadro 2.

Cuadro 2: Recursos Plan Colombia entre 1999-2005 (Millones de Dólares 2005)

Lucha contra las Drogas Ilícitas y el Crimen Organizado

Fortalecimiento Institucional

Reactivación Económica y

Social

Participación de cada Nación

Total

Colombia 3.378 2.387 1.185 64.76% 6.950

Estados Unidos 2.787 465 530 35.24% 3.782 Total 6.165 2.852 1.715 100.00% 10.732

Fuente: DNP

Aun cuando el Plan integraba numerosos objetivos de mediano plazo, es importante resaltar que

el aporte de los Estado Unidos se ha concentrado en la meta principal de reducir el cultivo de

drogas (disminución de 50% según el objetivo estipulado), ya que de los recursos totales

aportados, los destinados a éste componente del Plan, han representado tres cuartas partes de la

contribución total estadounidense.

Con respecto a los resultados del Plan, en términos de producción y tráfico de drogas, es posible

afirmar progresos favorables en este frente del conflicto. Entre aspersión aérea y erradicación

manual, donde la primera técnica es responsable de la mayor parte de la erradicación, se han

reducido los cultivos de coca entre 2000 y 2005 en alrededor de 75 mil hectáreas (ver Gráfica

11), a la vez que la interdicción al tráfico de cocaína, ha reportado la incautación de 672

15 La atención de esta sección se enfoca en la Fase I del Plan Colombia implementado a partir del 2001. La continuación del plan es conocida como Estrategia de Fortalecimiento de la Democracia y el Desarrollo Social, cuyo objetivo primordial es consolidar los resultados obtenidos por el Plan original y, durante la escritura de este texto, seguía en revisión en el Congreso norteamericano. Los componentes del plan de consolidación pueden consultarse en http://www.dnp.gov.co.

Page 14: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

14

toneladas entre 2000 y 2005 (la última cifra registrada es para el 2005 y corresponde a 169.889

kg.)

Gráfica 11: Cultivos Netos de coca y Erradicación total de cultivos entre 1994 y 2005

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

160000

180000

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

Hec

táre

as

Erradicación Total Cultivación Neta

Fuente: UNODC

En términos de evaluación de resultados del Plan Colombia, sobresale un estudio de Grossman y

Mejía (2005) donde se confrontan alternativas de política para disminuir la producción de

drogas. En particular, son presentados unos ejercicios numéricos donde se estiman los costos

marginales de reducir la exportación de 1 kg. de cocaína a través de interdicción y erradicación

y, como segundo mecanismo, el fortalecimiento de las Fuerzas Pública para control de territorio.

Encuentran que si más recursos fueran destinados al control de territorio, habrían disminuido aún

más, tanto la fracción del territorio controlado por los productores de drogas (de 25% a 19%),

como la producción y exportación neta de cocaína (que se reduciría en 31 toneladas adicionales).

En pocas palabras, los autores sugieren que una mayor discrecionalidad en el uso de los recursos

procedentes del aporte estadounidense, permitiría una asignación más eficiente y

consecuentemente unos mejores resultados.

III. CONSIDERACIONES SOBRE LA SEGURIDAD Y PROTECCIÓN CONTRA EL

CRIMEN

La seguridad es usualmente presentada como uno de los ejemplos más representativos de lo que

constituye un bien público puro. Recordemos que el carácter público de un bien descansa sobre

dos rasgos particulares: la propiedad de no rivalidad, que determina que el consumo por parte de

un agente no impide ni disminuye el consumo de otro, y la propiedad de no exclusión, que

advierte sobre las dificultades de restringir el consumo del bien cuando este ya se suple. Cuando

el Estado provee protección contra el crimen a través de los métodos habituales en la forma de

Implementación Plan Colombia

Page 15: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

15

policía, correccionales, normas para castigar las infracciones, etc., es razonable denominar

“pública” la provisión, siempre y cuando toda la población se beneficie de las disminuciones en

inseguridad ante los aumentos de su provisión; en contraste, cuando el Estado asigna cierta

cantidad de recursos a la seguridad tal que la demanda no encuentre satisfacción suficiente con la

provisión pública del bien y, como consecuencia de la subprovisión, se motive el gasto privado

para completar (o sustituir) el esfuerzo para disminuir la criminalidad, la designación pública de

la seguridad pierde un poco de transparencia analítica.

¿Cómo explicar entonces el alcance de las energías públicas y la trascendencia de las privadas en

la oferta por protección y seguridad? La respuesta se encuentra en la efectiva capacidad de

disuadir16 y castigar las actividades delincuenciales de cada uno de los esfuerzos (públicos y

privados), lo que a su vez permite comprender en qué medida pueden ser sustituibles o

complementarios el uno con el otro.

En los bienes públicos tradicionalmente estudiados por la economía, suele darse que el bien final

provisto, independiente de si su producción es pública o privada, sea tal, que las características

que permiten su realización estén presentes tanto en el ejecutor público como en el privado;

cuando se busca, por ejemplo, la construcción de una represa, o cualquier obra de infraestructura,

para la cual su provisión contemple la intervención del Estado, tanto éste como los agentes

privados interesados en la obra están en capacidad de erigir la misma represa si los mismos

insumos están disponibles para los dos (aun cuando surjan diferencias en los costos, los dos

podrían, en últimas, producir el mismo bien final). En el caso de la seguridad, el producto final

de la provisión privada está restringido por la capacidad de aprehender y castigar a los criminales

(del poder de aplicar la ley) y, por lo tanto, debe delimitar sus intenciones a la identificación y

reporte de las actividades criminales, mientras que la provisión pública de seguridad entraña,

tanto los efectos disuasivos de su presencia, como la capacidad de imponer un castigo. La

seguridad, evidentemente, no es un bien ordinario17.

Esta diferencia entre la sola capacidad de disuadir y la capacidad de hacer efectivos los castigos

impuestos a las actividades criminales, instituye una lógica ventaja estratégica sobre la provisión

16 La disuasión en el comportamiento estratégico, entendida como la capacidad de “influenciar las decisiones de otros a través de las expectativas de cómo sería nuestro comportamiento” (Schelling, 1960) se traduce aquí, como la posibilidad de destinar suficientes recursos para desincentivar las apropiaciones ilegales (reducir los beneficios esperados de los criminales lo suficiente como para que la criminalidad no sea un bien negocio, por así decirlo) sin desconocer que representan un costo de oportunidad para quienes procuran prevenirlas. 17 Una característica adicional de la seguridad que la separa aun más de los demás bienes en su elemento público, es que el tipo de facultades adjudicadas a quienes aplican la ley, bien pueden ser utilizados para atentar contra los que en un principio las confieren. Como señalan Konrad y Skaperdas (2005), “Policías y soldados, por virtud de sus posiciones, pueden extraer aun más que los ladrones y Bandidos de quienes deben proteger”.

Page 16: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

16

pública de protección que robustece la efectividad de ésta en la labor de disuadir el crimen,

ventaja que no exhibe la provisión privada. Debido a que la oferta pública de seguridad

mantendrá una ventaja fundamental sobre la privada, bajo la salvedad de que no se le adjudiquen

las mismas capacidades de fuerza a esta última, la seguridad privada tendería a concentrarse en

coadyuvar, tanto en la identificación de actividades criminales como en la optimización de la

respuesta de las autoridades y, potencialmente, especializarse en fortalecer los mecanismos de

prevención. Esta diferenciación “natural” y observable de las capacidades de los recursos

públicos y privados en la provisión de seguridad, niega la posibilidad de que puedan ser

completamente sustituibles los servicios de protección suplidos por uno o el otro (en oposición a

lo que plantean Mendoza (2001) y Witt y Witte (2001), quienes sugieren que los esfuerzos

públicos y privados en seguridad, pueden ser sustitutos en el consumo). Si se levantara el

supuesto de que las facultades asignadas a los policías, por ejemplo, no son exclusivas a ellos y

privadamente también se presentan (si fuera el caso en donde los vigilantes privados estuvieran

revestidos también de autoridad para aprehender a los delincuentes), la sustitución de un tipo de

protección por el otro dependería finalmente de los costos relativos de su provisión18. Además,

es posible conjeturar que, si los esfuerzos públicos son sustitutos con los privados, el Estado se

recline en el esfuerzo privado mientras procura por la provisión de otros bienes públicos19.

Puesto que el rol de la seguridad privada tiende, a la luz de las anteriores consideraciones, a

especializarse en optimizar los instrumentos por los cuales puede mejorar su propósito

preventivo, no sorprende que gran parte de la totalidad de los esfuerzos anti-criminalidad en la

forma de cámaras, blindajes, rejas, dispositivos de localización de vehículos20, etc. recaigan

sobre los individuos, ya que si se restringen las facultades de disuasión privada a la prevención

(sin aprehensión efectiva) de la criminalidad, todos los recursos privados se orientarán en

tecnologías que busquen detectar y reportar los eventos criminales para que las autoridades

intervengan. Dicho de otra manera, los gastos privados están destinados a disminuir la

probabilidad de victimización que corresponda a cierto nivel dado de la respuesta pública que

hace efectiva la detención de los delincuentes. Si los individuos reconocen que las limitaciones

presupuestales del Estado implican que “la extensión de la aplicación de la ley depende de la

18 Aun cuando no es la intención de este documento presentar las justificaciones de tal asignación de atributos y por lo tanto analizar ciertas implicaciones de la aplicación privada de la ley, se referencia una discusión económica más afín al trasfondo en Landes y Posner (1974). 19 En Mendoza (2001), el autor sugiere que entre más sustitutas sean las dos fuentes de producción de seguridad, el Estado se comportara como free-rider en la provisión privada de protección, pero ese resultado sobrestima la capacidad de sustituir una forma de protección por otra. 20 Ayres y Levitt (1997) presentan un aporte relevante sobre la existencia de externalidades positivas en la producción de protección privada, y desarrollan evidencia de cómo la introducción de una tecnología, puede disminuir totalmente una modalidad delictiva (en el caso de los hurtos de vehículos).

Page 17: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

17

suma de los recursos dedicados a la tarea” (Stigler, 1970) y, consecuentemente, que la aplicación

efectiva de la ley es objeto de congestión, cualquier injerencia que puedan tener los particulares

sobre la criminalidad, debe provenir de herramientas cuya capacidad de bloquear la delincuencia

no requiera del uso de la fuerza que monopoliza el Estado.

Lo anterior sugiere que, para efectivamente lograr la disuasión del crimen a través de los

esfuerzos privados, éstos deben ser integrados con las energías públicas establecidas para

firmemente aplicar los castigos previamente determinados por la ley. En otras palabras, los

esfuerzos privados deben complementarse con los públicos para optimizar los resultados en

materia de criminalidad, donde un incremento en los primeros, demanda una contraprestación en

los segundos.

Asimismo, como consecuencia de la disposición de los individuos a suministrar mecanismos de

disuasión para eludir la victimización, la labor pública de identificación y detección de la

delincuencia también se nutre de los esfuerzos privados, en tanto puede valerse de los

instrumentos de los individuos para mejorar su respuesta ante el crimen21, así que la

complementación en la producción de protección es una relación de doble vía.

Antes de presentar el modelo propuesto para analizar la seguridad nacional, cabe hacer una

anotación sobre la posibilidad de sustituir el tipo de protección producida por el Estado y la

producida por los individuos. En la literatura sobre la demanda por protección ante el crimen22,

se sugiere, que si los individuos presentan una demanda por seguridad mayor en correspondencia

a sus ingresos (individuos con mayores ingresos tendrán una mayor demanda) o si las diferencias

en los ingresos sólo permiten acercarse o distanciarse del nivel óptimo de seguridad (la demanda

es la misma para todos pero sólo los que puedan costear su nivel preferido pueden hacerlo), las

ineficiencias en la provisión pública de seguridad que conducen a la provisión privada pueden

también involucrar consideraciones redistributivas, ya que se produciría un desplazamiento del

crimen desde los hogares que pueden costear la autoprotección hacia los que no (inequidad

vertical de la seguridad), lo que puede generar unas dinámicas sociales con más motivaciones

para ser conflictivas que cooperativas.

21 No sorprende, debido a la especialización de la producción privada de seguridad en la prevención, que el Estado contrate también servicios de seguridad producidos privadamente y, que además, por ejemplo, sean utilizadas con frecuencia las cámaras de seguridad instaladas en recintos privados para identificar potenciales delincuentes que no necesariamente atentan contra los dueños de los dispositivos de seguridad (lo que se menciona como una observación casual, sin ánimos de mostrar sus particularidades) 22 Ver Bartel (1975), Shavell (1990) y algunas anotaciones sobre evidencia empírica en Schneider (1987).

Page 18: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

18

IV. MODELO

Asumiremos que hay cuatro agentes que interactúan estratégicamente. Estos agentes son el

Estado, las Familias Productoras, los Bandidos, y los Productores de Drogas ilegales.

Adicionalmente, asumiremos la existencia de un interesado foráneo con un papel pasivo en

términos de la interacción estratégica, pero que busca disminuir la producción y tráfico de drogas

ilegales. En principio, los Bandidos interactúan directamente con el Estado y las Familias

Productoras, mientras que los Productores de Droga interactúan directamente con el Estado. Los

objetivos de cada uno de los jugadores y su interacción con los otros agentes del juego, se

describirán en detalle en las siguientes subsecciones. Sin embargo, vale la pena aclarar que, a

través de la restricción presupuestal del Estado, todos los agentes terminan interactuando entre sí

(esto quedará más claro en desarrollo del modelo que se presenta a continuación).

A. El Problema del Estado

Consideraremos que el objetivo del Estado es minimizar los costos que se derivan de la

producción y tráfico de drogas y de la apropiación ilegal que hacen los Bandidos de la

producción de las Familias. Es decir, el problema del Estado esta dado por:

donde q representa la fracción de la producción que las Familias logran mantener, Y es la

producción, y C es el costo que percibe el Estado si es catalogado por el interesado foráneo como

un "narco-estado". La probabilidad de ser catalogado como un "narco-estado" se determina de

acuerdo a la producción y exportación de drogas efectiva como proporción de la producción

potencial (una definición tomada de Grossman y Mejía (2005)). Esto implica que L

D

λ=Π , donde

D es la producción y tráfico efectivos de droga, que a la vez es igual a pλL, donde p es la

fracción de drogas que el Estado logra evitar que se produzcan y exporten, y λL es la producción

potencial de drogas (productividad por hectárea al año por el número de hectáreas que

potencialmente pueden producir drogas ilícitas). El presupuesto total para seguridad es M,

mientras que Ω es la fracción del aporte foráneo de la lucha contra las drogas. G y g representan

respectivamente, el gasto del Estado en combatir a los Productores de Drogas y el gasto

(1)

Page 19: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

19

destinado a prevenir la expropiación de la producción privada, es decir, el gasto público en

protección de la propiedad.

La fracción de la producción de drogas que no logra ser producida y exportada exitosamente por

los Productores de Drogas ilegales, p, y la fracción de la producción de las Familias que no logra

ser expropiada por los Bandidos, q, se determinan endógenamente de acuerdo con las siguientes

funciones de conflicto (contest success functions)23:

donde, adicionalmente a las variables y parámetros descritos arriba, d representa el gasto de los

Productores de Droga en prevenir las labores de erradicación e interdicción de cultivos ilícitos

(el esfuerzo destinado a la producción y exportación de drogas).

El parámetro φ mide la eficiencia relativa del gasto de los productores de droga en la guerra que

libran contra el Estado y el gobierno foráneo contra la producción y tráfico de drogas; en otras

palabras, éste parámetro, advierte sobre qué tan buenos son los Productores de Drogas en

combatir a sus contrincantes (entre mayor sea su valor, mejores son los productores de drogas en

combatir al Estado). S(g,r) es la producción de seguridad doméstica, que depende, tanto del gasto

público en seguridad, g, como del gasto privado en protección, r. La variable b denota el gasto de

los Bandidos destinado a la expropiación de la producción de las Familias y el parámetro θ,

captura la eficiencia relativa de los Bandidos en la apropiación ilegal de la producción de las

Familias.

Luego de incorporar la restricción presupuestal del Estado a la función objetivo de éste, la

condición de primer orden esta dada por la siguiente expresión:

donde Sg simboliza la derivada parcial de la función de seguridad S, con respecto a la variable de

decisión del Estado, g. Intuitivamente, el Estado destina recursos tanto a la lucha contra la

23 Una función de éxito en el conflicto (contest success function), es una tecnología donde alguno o todos los contendores por unos recursos, incurren en un costo con el propósito de disuadir o hacer más débiles a los otros contendores (Hirshleifer, 1991). En este caso particular, las funciones de conflicto que usaremos determinan la fracción (ó, si se quiere, la probabilidad) de que cada uno de los contendores logre su objetivo: producir (evitar la producción de) drogas para los Productores de Droga (el Estado), ó, apropiarse (o evitar la apropiación de) el producto para los Bandidos (el Estado y las Familias Productoras). Ver Skaperdas (1996) y Hirshleifer (2001) para una explicación detallada de diferentes formas funcionales de las funciones de éxito en el conflicto.

Sgθb

(S + θb)2Y =

φd(1−Ω)

[M−g(1−Ω) + φd

]2D,

p =G

G+ φd; q =

S(g, r)

S(g, r) + θb, (2)

(3)

Page 20: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

20

producción y tráfico de drogas, como a la protección de la producción de las Familias hasta que

la productividad marginal de destinar una unidad adicional de recursos, sea igual en sus dos usos

alternativos24.

Asumiremos que la producción de seguridad doméstica (es decir, los recursos destinados a

proteger la producción de las Familias, Y) toma la forma funcional descrita por la ecuación 4. Al

asumir una forma funcional CES de la producción de seguridad doméstica, tenemos suficiente

libertad para modelar la complementariedad o sustituibilidad entre el gasto público y el gasto

privado en seguridad, sobre lo que se discutió en la sección anterior. La función de seguridad

doméstica (en función tanto del gasto público, g, como el privado, r) es entonces:

donde se cumple: A > 0, 0 < δ <1, -∞ < ρ < 1 y ρ ≠ 0. Entonces, la condición de primer orden

descrita por la ecuación 3, introduciendo la forma funcional CES (ecuación 4), toma la siguiente

forma:

B. El Problema de los Productores de Droga

El objetivo de los Productores de Droga es maximizar sus beneficios, los cuales están

dados por la diferencia entre los ingresos provenientes de la producción y tráfico de drogas, y los

costos asociados a ésta. Con el fin de simplificar el análisis, asumiremos que el único costo que

deben asumir los Productores de Drogas esta dado por los recursos que deben destinar a prevenir

las labores de erradicación e interdicción que hace el Estado con los subsidios parciales del actor

extranjero. En otras palabras, asumiremos que el costo marginal de producir drogas es cero25.

24 Por supuesto, al tomar esta decisión, el Estado tiene en cuenta que el costo marginal en términos de recursos destinados a la prevención de las actividades de apropiación ilegal es igual a uno, mientras que el costo marginal de destinar una unidad adicional de recursos a la lucha contra las drogas es igual a (1-Ω) < 1, debido a que el interesado foráneo otorga un subsidio por cada unidad de recursos invertida por el Estado en la lucha contra la producción y tráfico de drogas ilegales. 25 Este supuesto permite simplificar el análisis y no altera los resultados cualitativos del modelo que se describirán a continuación.

Aδgρ−1 [δgρ + (1 − δ)rρ]1

ρ−1 θb

(A [δgρ + (1 − δ)rρ]1

ρ + θb)2Y =

φd(1−Ω)

[M−g(1−Ω)

+ φd]2D

[ ]

S = S(g, r) = A [δgρ + (1 − δ)rρ]1

ρ (4)

(5)

Page 21: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

21

Los Productores de Droga toman como dadas las escogencias de los otros actores (b, g, G y r) y

escogen el nivel de gasto en prevenir las labores de erradicación e interdicción, d, para resolver

el siguiente problema:

La condición de primer orden asociada al problema de los productores de droga es la siguiente:

La ecuación anterior, indica que los productores de drogas destinarán recursos para impedir las

labores de erradicación e interdicción del Estado hasta que el beneficio marginal de hacerlo, sea

igual al costo marginal (que es igual a 1), asimilando además la restricción presupuestal del

Estado.

De la ecuación 7 obtenemos la siguiente función de reacción de los Productores de Droga para

todos los posibles niveles de gasto, Ω−

−=

1

gMG que hace el Estado en la lucha contra la

producción de drogas:

C. El Problema de las Familias Productoras

Las Familias Productoras toman como dados b, g, G y d cuando escogen el gasto privado en

seguridad, r, para maximizar la fracción de la producción neta de gastos de seguridad privada y

de las actividades de expropiación que llevan a cabo los Bandidos. Es decir, las Familias

Productoras resuelven el siguiente problema:

La condición de primer orden correspondiente al problema de las Familias es entonces:

Max

rqY − r

[−

]

df r =

[1

φ

(M − g

1 −Ω

)D

] 12

−1

φ

(M − g

1 −Ω

)

φ(M−g1−Ω

)

[M−g1−Ω + φd

]2D− 1 = 0

Max

d(1− p)D − d=

φdM−g(1−Ω) + φd

D − d.

( )

(6)

(7)

(8)

(9)

Page 22: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

22

donde Sr representa la derivada parcial de la función de seguridad S con respecto a la variable de

decisión de las Familias, r. Si reemplazamos por la forma funcional de la producción conjunta de

seguridad doméstica (ecuación 4), la condición anterior se puede reescribir como:

Cabe anotar que la anterior ecuación, es la función de reacción de las Familias a todos los

posibles niveles de gasto que hacen los Bandidos en tratar de apropiarse de su producción, y a

todos los posibles niveles de gasto que hace el Estado en seguridad doméstica.

D. El Problema de los Bandidos

Los Bandidos buscan maximizar los ingresos netos de gastos provenientes de la apropiación

ilegal de la producción de las Familias. Es decir, el problema de los Bandidos esta dado por:

donde la condición de primer orden del problema de los Bandidos es:

De la ecuación anterior, se determina la función de reacción de los Bandidos ante todos los

posibles niveles de gasto conjunto entre el Estado y las Familias para aumentar la seguridad

doméstica (determinada por S), y esta dada por:

A(1− δ)rρ−1 [δgρ + (1 − δ)rρ]1

ρ−1 θb

[A [δgρ + (1 − δ)rρ]

1

ρ + θb]2 Y − 1 = 0

bf r =

[YS

θ

] 12

[S

θ

]=

[YA [δgρ + (1 − δ)rρ]

1/ρ

θ

] 1

2

[A [δgρ + (1− δ)rρ ]

1

ρ

θ

]

(14)

θS

[S + θb]2 Y − 1 = 0

Max

b(1− q)Y − b =

θb

S(g, r) + θbY − b

Srθb

[S + θb]2Y − 1 = 0 (

(14)

(10)

(11)

(12)

(13)

Page 23: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

23

E. Equilibrio del Juego y Calibración del Modelo

El equilibrio del juego estratégico descrito anteriormente, está caracterizado por las variables

**** ,,, rbGg que conjuntamente satisfacen las ecuaciones 5, 8, 11 y 14. Ya que el modelo no

tiene solución analítica, más adelante procederemos a calibrar el modelo utilizando algunos datos

para el caso colombiano tomados de la sección II presentada anteriormente26.

A continuación, describimos brevemente algunos pasos algebraicos que seguimos para

simplificar el modelo lo máximo posible.

i. Reemplazando la función de reacción de los Productores de Droga (ecuación 8) en el

lado derecho de la condición de primer orden del problema del Estado (ecuación 5)

obtenemos la siguiente expresión:

ii. Introduciendo la función de reacción de los Bandidos (ecuación 14) en la condición de

primer orden del problema de las Familias Productoras (ecuación 11) tenemos:

iii. Reemplazando la función de reacción de los Bandidos (ecuación14) en el lado

izquierdo de la condición de primer orden del problema del Estado (ecuación 5)

encontramos:

iv. Combinando los pasos i) y iii) obtenemos la siguiente ecuación:

26 Utilizamos el toolbox dynare de Matlab para resolver el sistema no lineal descrito por las ecuaciones 18 y 19.

A(1− δ)rρ−1 [δgρ + (1 − δ)rρ]1

ρ−1 θbf r

[[δgρ + (1− δ)rρ]

1

ρ + θbfr]2 Y − 1 = 0

Aδgρ−1 [δgρ + (1− δ)rρ ]1

ρ−1θb

(A [δgρ + (1− δ)rρ]1

ρ + θb)2Y =

[D

φ(M − g)(1 −Ω)

]12

−1

φ(1− Ω)

δgρ−1

[(Y A

θ

) 1

2

[δgρ + (1 − δ)rρ]1

2ρ−1 −

A

θ[δgρ + (1− δ)rρ]

1

ρ−1

]

=

[D

φ(M − g)(1− Ω)

] 12

−1

φ(1 −Ω)

[ ]

(15)

(16)

(17)

Page 24: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

24

v. Reemplazando por la definición de S de la ecuación 4 en la ecuación 16, encontramos

la forma extensa:

Las ecuaciones 18 y 19 serán las formas “reducidas” del modelo que utilizaremos para

calibrarlo. Las dos incógnitas de estas ecuaciones son g y r, el gasto público y privado en la

producción de seguridad doméstica (las otras variables endógenas se obtienen por medio de

las demás ecuaciones del modelo).

Vale la pena anotar que en los datos para el caso colombiano, es posible observar g y r (ó, al

menos, podemos hacer supuestos bien informados sobre estas dos variables); en realidad lo

que no observamos (ni podemos dar conjeturas informadas) es sobre los parámetros φ y θ, la

eficiencia relativa de los Productores de Droga en el conflicto con el Estado y, la eficiencia

relativa de los Bandidos en el conflicto por la producción privada con las Familias y el Estado

simultáneamente. Lo que haremos, entonces, es calibrar estos dos parámetros de eficiencia en

las funciones de conflicto tomando como dados algunos valores de g y r y algunos otros

parámetros del modelo que describiremos en la siguiente subsección.

F. Valores de los parámetros y variables utilizadas en el ejercicio de calibración

Para estimar los valores de los parámetros φ y θ (las efectividades relativas en los dos

conflictos), se utilizaron como instrumentos del ejercicio básico, los siguientes valores de los

demás parámetros, resumidos en el siguiente cuadro.

Cuadro 3: Resumen de Valores “base” de los parámetros del modelo para calibración

Parámetro Intuición/Significado Aproximación/Conjetura Utilizada Valor(es)

Y Producción a Proteger (“bienes

muebles” en un año) 10% PIB 10% PIB

D Garrote (costo fijo para el

Estado) Entre 3% y 5% del PIB 4% PIB

M

Presupuesto de la Nación designado a la Seguridad y a la

Defensa (GDS)

Promedio últimos 6 años del GDS como %PIB según DNP

4.02% PIB

1

(1− δ)rp−1=

(Y A

θ

)1

2

[δgρ + (1 − δ)rρ]1

2ρ−1−A

θ[δgρ + (1− δ)rρ ]

1

ρ−1

− − −

δgρ−1

(1− δ)rρ−1=

[D

φ(M − g)(1 −Ω)

] 12

−1

φ(1− Ω)

(19)

(18)

Page 25: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

25

G

Partida del GDS asignada al conflicto con los Productores de

Drogas

Promedio participación de FFMM en el GDS equivalente al 67.73%

Se determina endógenamente por

Ω−

−=

1

gMG

g Partida del GDS asignada al conflicto con los Bandidos

Promedio participación de la Policía Nacional en el GDS equivalente al

32.26% 1.28% PIB

r Gasto Privado en Seguridad 5.47 billones de pesos sólo en Bogotá

(2.15% del PIB nominal de 2004) 2.25% PIB

Ω Zanahoria (Subsidio otorgado por

el gobierno extranjero)

Porcentaje del Plan Colombia aportado por el gobierno estadounidense según

DNP 35.2%

δ Contribución del Gasto Público (g) en la función de seguridad S

Móvil 0.5

Complementos (tiende a -∞) Negativos

Sustitutos (tiende a 1) Cercanos a Uno (1) ρ Parámetro función CES

Cobb-Douglas (tiende a 0) Cercanos a Cero (0)

A Tecnología de la seguridad 1 1

Como consecuencia de que la información sobre algunos parámetros y variables no es

conocida con certeza, como en el caso del gasto privado de los colombianos en seguridad, y

que además es extremadamente difícil determinar práctica y conceptualmente la cuantía del

producto que está sujeta a las apropiaciones de los Bandidos sin recurrir a todo tipo de

arbitrariedades, se anclaron los valores de la mayoría de los parámetros al PIB procurando que

la intuición de los resultados sea más comprensible y al mismo tiempo, utilizando la mayor

cantidad de información disponible.

Por un lado, para la producción objeto de expropiación por los Bandidos (Y), es asumido un

valor como porcentaje del PIB (10%) debido a que se busca representar los “bienes muebles”

privados dentro de un año con mayor propensión a la delincuencia; los inmuebles, son más

difíciles de expropiar, pero como vimos con la anotación sobre desplazamiento forzoso,

también pueden usurparse27. Por el lado del costo impuesto por el gobierno extranjero (D),

utilizando información de la UNODC, se estimó que, en respuesta a las 640 toneladas métricas

de cocaína que pueden ser potencialmente producidas en Colombia, junto con una

productividad por hectárea al año de entre 5 y 7 Kg. de cocaína y considerando además, que la

producción potencial de la hoja de coca seca supera las 200.000 hectáreas, el “garrote” puede

tomar un valor de entre 3% y 5% del PIB de un año (el valor del escenario base (4%) es el

intermedio de los valores anteriores). Sin embargo, cabe resaltar que en los ejercicios de

27 Para una futura ocasión, sería interesante replicar el ejercicio con medidas del stock de capital de la economía colombiana para tener un valor más completo de Y, pero eso supondría también la complicada reorganización de los cálculos de las demás variables (por ejemplo en el caso de r, el gasto privado debería incluir inversión en alarmas, blindajes en puertas y vehículos, rejas, etc. en el pasado)

Page 26: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

26

calibración, se introducen, tanto valores sustancialmente menores (la mitad del valor base),

como mayores (el doble de los valores base) para cada parámetro.

En el caso de M, el presupuesto del gobierno a la seguridad y defensa nacional, se tomó el

promedio de los últimos 6 años de la participación GDS dentro del PIB. Asimismo, para

calcular la participación de G (gasto del Estado en el conflicto con los Productores de Drogas)

y g (gasto del Estado en el conflicto con los Bandidos), se consideraron de los componentes

del GDS los que se destinan a las Fuerzas Militares (FFMM) y a la Policía Nacional a manera

de aproximación28.

Con respecto a los otros dos parámetros fijados (r y Ω), se utilizó para el primero una

correspondencia entre el crecimiento de las empresas de servicios de seguridad privada en los

últimos años con el valor calculado por la Contraloría del gasto privado en seguridad en

Bogotá para 2004 (ver sección II), deduciendo un gasto aproximado de 2.25% del PIB en

servicios y bienes de seguridad adquiridos privadamente durante un año. Para el subsidio del

gobierno extranjero, se consideró la participación de los Estados Unidos en el monto total

destinado a la estrategia del Plan Colombia (3.782 millones de dólares hasta 2005, según

DNP) como porcentaje del total, asumiendo en las calibraciones un valor de 35.2% (como

pudo verse en el Cuadro 2 de éste documento). Al establecer los valores de los demás

parámetros (δ, ρ y A), para los cuales hay libertad de determinación por cuanto la evidencia no

ha dilucidado (o informado) sobre cuánto pueden representar realmente, se presumieron

valores “neutrales” para δ y A (valores que poca incidencia tienen sobre los resultados

cualitativos) y un conjunto de valores de ρ que representan los tres casos que la función CES

nos permite analizar (en el escenario base, se asume ρ = -1 como valor negativo que implica la

complementariedad que se discutió en la sección III) .

Las calibraciones correspondientes al escenario base, arrojaron los siguientes resultados con

respecto a las variables endógenas (Cuadro 4):

28 Debido al tipo de conflicto interno que vive Colombia, las labores y responsabilidades de las fuerzas públicas suelen traslaparse; por ejemplo en el caso de la interdicción de drogas ilegales, la Policía Antinarcóticos cumple un papel fundamental, y recibe recursos del GDS correspondientes a lo que determinamos como g, pero cumple un rol importante en la otra parte del conflicto. Esto puede corregirse en una futura investigación.

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27

Cuadro 4: Calibración del Escenario Base

Objeto Significado Valor

φ Efectividad relativa de los Productores de Drogas en combatir al

Estado 1.28 Calibraciones

θ Efectividad relativa de los Bandidos en apropiar la producción de

las Familias 1.01

P Proporción del Potencial de Producción de Drogas que el Estado

NO permite producir/traficar 0.90

Q Proporción de la Producción o Ingreso de las Familias que NO se

apropian los Bandidos 0.40

S Función de Seguridad Conjunta 0.0163

d Esfuerzo de los Productores de Drogas 0.00342

Variables Endógenas

b Esfuerzo de los Bandidos 0.02403

Debido a que nuestro interés se centra, no en los valores absolutos de los resultados

provenientes de las calibraciones, sino en el comportamiento de las variables endógenas (P, Q,

S, b y d) ante cambios en los parámetros del escenario base, a continuación se presentan los

resultados cualitativos más importantes.

VI. PRINCIPALES RESULTADOS DE LAS CALIBRACIONES DEL MODELO

Los resultados presentados muestran el comportamiento de una o varias variables endógenas

ante cambio en uno de los parámetros, manteniendo todos los demás constantes en los valores

definidos en el Cuadro 3 (escenario base).

i. Ejercicio 1: Función de reacción de los Bandidos ante cambios en Y

0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.08 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3

Y

Q

0

0.005

0.01

0.015

0.02

0.025

0.03

b

Q b

Como puede verse en la gráfica del Ejercicio 1, ante aumentos en la propiedad sujeta a

apropiaciones y hurtos, los Bandidos (b en el eje vertical secundario) responderán destinando

más recursos a sus “actividades” y efectivamente, la seguridad de la propiedad tiende a

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28

disminuir (Q en el eje vertical primario). Esto indica que, como es esperarse, si aumentan los

ingresos y producción de las Familias sin un aumento en los recursos destinados a la

protección, los incentivos para cometer delitos aumentan con ellos.

ii. Ejercicio 2: Función de reacción de los Productores de Drogas ante cambios en D

0.896

0.897

0.898

0.899

0.9

0.901

0.902

0.903

0.904

0.905

0.906

0.02 0.03 0.04 0.05 0.06 0.07

D

P

0

0.001

0.002

0.003

0.004

0.005

0.006

0.007

d

P d

El Ejercicio 2 muestra la dinámica del esfuerzo de los productores de drogas (d) cuando aumenta

el costo impuesto por el gobierno extranjero (D), que para ellos representa un aumento en su

potencial de producción/tráfico observado por el gobierno foráneo quien, como respuesta a tal

aumento, opta por incrementar el costo percibido por el Estado de ser calificado como “narco-

estado” (intuitivamente). Puede deducirse que, entre más alto sea el nivel observado por el resto

del mundo del potencial de la producción de drogas en el país, los productores de drogas

buscarán, dado un nivel de gasto del Estado, incrementar su producción para maximizar sus

ingresos y castigar al gobierno contendiente.

iii. Ejercicio 3: Función de reacción de los Bandidos ante aumentos en el gasto privado

en seguridad (r) o en el gasto público en seguridad (g)

0

0.05

0.1

0.15

0.2

0.25

0.3

0.35

0.4

0.45

0.5

0.01 0.0128 0.02 0.025 0.03

g

Q

0.0225

0.023

0.0235

0.024

0.0245

0.025

0.0255

b

Q b

0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.012 0.014 0.018 0.0225 0.03375 0.035

r

Q

0

0.005

0.01

0.015

0.02

0.025

0.03

b

Q b

Page 29: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

29

El Ejercicio 3 muestra un rasgo recurrente de las funciones de reacción. A medida que las

Familias, o el Estado, aumentan su gasto en seguridad (r) o (g), los Bandidos incrementan

también su esfuerzo (b) en apropiar la producción Y, ya que estos últimos están dispuestos a

contender la propiedad de las Familias incluso cuando éstas (a través de su esfuerzo o del

Estado) se protegen más. Esto tiene una explicación intuitiva simple: si los Bandidos no están

dispuestos a contrarrestar con un incremento propio del esfuerzo ante la ampliada protección de

las Familias, la proporción que efectivamente pueden sustraer de las éstas sería todavía menor,

así que tienen incentivos para seguir incrementando esfuerzos en la extracción de recursos

mientras el beneficio esperado sea positivo.

iv. Ejercicio 4: Función de reacción de los Bandidos frente a incrementos en la misma

proporción en g y r

0.00

0.20

0.40

0.60

0.80

1.00

1.20

0.01 0.02 0.02 0.02 0.03

S con aumentos proporcionales en g y r

Q

-0.005

0

0.005

0.01

0.015

0.02

0.025

0.03

b

Q b

En este penúltimo ejercicio, se calcularon las reacciones de los Bandidos ante incrementos en la

función conjunta de seguridad S como consecuencia de aumentos proporcionales29 en sus

insumos públicos y privados. Es claro que los esfuerzos conjuntos tienen un efecto mucho más

fuerte sobre los incentivos de los Bandidos que los esfuerzos separados, y que la seguridad de la

propiedad de las Familias (Q) mejora rápidamente con el esfuerzo conjunto.

v. Ejercicio 5: Comportamiento de la función de reacción de los Bandidos y de la

seguridad de la propiedad frente a la Sustituibilidad en la Producción Conjunta de

protección

29 En este ejercicio, se hicieron calibraciones con valores de S correspondientes a la mitad, el 1.3, el 1.5, el 1.8 y el doble de los valores de g y r asociados al escenario base.

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30

0.3

0.35

0.4

0.45

0.5

0.55

0.6

-2.5 -1.5 -1 -0.5 -0.2 0.2 0.5 0.8

ρ

Q

0.0232

0.0234

0.0236

0.0238

0.024

0.0242

0.0244

0.0246

b

Q b

Este último ejercicio muestra las implicaciones de la sustituibilidad en la producción de

seguridad entre el Estado y las Familias, sobre lo que se discutió en la sección III. Puede verse

que la proporción del producto/ingreso de las Familias, a medida que se facilita la sustitución en

la producción de seguridad, y pese a que el esfuerzo de los Bandido se reduce, disminuye (Q cae

a medida que ρ aumenta). Intuitivamente, esto se puede explicar porque a medida que el gasto

privado efectivamente logre sustituir al público, el Estado se vale de la disposición de las

Familias a protegerse y puede, con mayor facilidad, destinar más recursos al conflicto con los

Productores de Drogas, lo que en últimas implica que, entre más sustitutos sean los insumos

públicos y privados en la producción de seguridad, el Estado posiblemente prefiera gastar en la

provisión de otros bienes públicos o en otras metas políticas con las que éste se comprometa.

VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

La seguridad de los individuos y activos de una nación, fortalece y estimula el potencial de su

economía. Debido a la importancia que supone la seguridad al interior de una sociedad (y

consecuentemente sobre su economía) el análisis económico ha progresado considerablemente

en la producción de ideas y herramientas que permitan entender las diversas formas como la

incertidumbre que acompaña la presencia del crimen, afecta el porvenir social. Sin embargo, el

análisis tradicional de la seguridad, falla al subestimar el monto y el potencial del gasto privado

en proveer protección frente al crimen, lo que a su vez, impide comprender íntegramente el

modo como una sociedad enfrenta la persistencia de criminalidad.

En este trabajo se analiza la injerencia de los esfuerzos privados en la provisión de protección

frente al crimen, en particular sobre la seguridad de la propiedad privada, en aras de dilucidar

con mayor amplitud la manera como efectivamente se produce protección en la economía. Se

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31

propone un modelo que integra la producción pública y privada de seguridad para analizar la

forma como estas “ofertas de protección” se interrelacionan, y considerando simultáneamente, la

presencia de un conflicto paralelo en la forma de producción y tráfico de drogas. Son

presentados unos ejercicios de calibración para estudiar algunos detalles de la seguridad en

Colombia, además de las implicaciones que resultan de la posibilidad e sustituir un esfuerzo por

otro.

Pese a que los esfuerzos recientes en Colombia por promover la seguridad han representado una

disminución importante en los indicadores de conflicto, la seguridad de la propiedad no presenta

mejoras significativas y con certeza, presenta costos que las autoridades competentes deben

estudiar con mayor atención. Es clave para comprender la seguridad, compilar información

suficiente y de calidad sobre los esfuerzos privados en contratar servicios de protección, porque

de lo contrario, se desmotiva la investigación de un aspecto relevante de la seguridad nacional.

Finalmente, el mensaje que este documento busca transmitir, es que la seguridad de una nación

es mejor entendida como un esfuerzo conjunto del Estado y de sus ciudadanos por confrontar la

perseverancia de la criminalidad en su interior, y que la falta de reconocimiento de esta

“coproducción de protección”, puede estancar las pretensiones de desarrollar mejores políticas

para enfrentar el hostigamiento que produce el crimen en la sociedad.

Page 32: PROVISIÓN PÚBLICA Y PRIVADA DE SEGURIDAD: UNA …

32

VII. BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DE DATOS

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