pronunciamiento 8 de marzo 2015
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Red regional de mujeres de la LagunaTRANSCRIPT
En relación a la situación de avances y retrocesos de las mujeres en los Estado de Coahuila y Durango:
En comparación con años anteriores, la desigualdad de mujeres y hombres ha sido visibilizada en la agenda pública. Las organizaciones de mujeres desde nuestra lucha y quehacer cotidiano hemos contribuido a esto.
Existen diversas instancias cuyo objetivo es atender diversas problemáticas que afectan a las mujeres en una sociedad patriarcal como la nuestra: Centros de Justicia para las Mujeres; Secretarías o Institutos de las Mujeres; Institutos y/o instancias Municipales de las Mujeres, además de oficina de atención a las mujeres en otras instituciones (DIF), mesas del MP especializadas en delitos sexuales y familiares.
Asimismo, tanto en Coahuila como en Durango tenemos un amplio marco jurídico para respetar, promover, proteger y garantizar los derechos de las mujeres
En el sector salud existe la NOM-SSA-046 para atender situaciones de violencia sexual y familiar hacia las mujeres y la pastilla del día siguiente para casos de violación.
En el terreno político la presencia de mujeres está asegurada por una legislación electoral federal que obliga a la paridad en las candidaturas de mujeres en los cargos de senadores y diputados federales y locales, así como a destinar un 2% del presupuesto público para capacitación de liderazgos femeninos.
En el contexto del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer (2015),
la Red Regional de Mujeres de la Laguna emite el siguiente
Pronunciamiento
No obstante la anterior sigue habiendo rezagos, pues
aún:
Hay espacios en que la problemática de género sigue invisibilizada y el enfoque de género no ha transversalizado los procesos de gestión municipal y estatal. Igualmente el sector de la educación superior sigue ajeno a las políticas de transversalidad de la perspectiva de género.
Las instituciones que atienden a las mujeres que sufren violencia utilizan modelos de atención diferentes; la conciliación sigue siendo un recurso utilizado por el MP y los jueces en los casos de violencia familiar, no obstante que está prohibida por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y aun cuando la violencia familiar es un delito.
Son mínimos los programas que aporten al empoderamiento de las niñas, adolescentes y jóvenes, así como de atención a las problemáticas por razón de género presentes en estas etapas de la vida.
Se carece de indicadores de impacto de las políticas y programas estatales
y municipales de atención a las mujeres, ejemplo: ¿cuánto se ha reducido la
violencia hacia las mujeres? ¿Han mejorado los indicadores de impunidad
en delitos de violencia hacia las mujeres? ¿Ha cambiado el tato clientelar de
las mujeres a una política de empoderamiento?
Continúan siendo insuficientes los esfuerzos por reducir los embarazos
adolescentes; los programas de educación sexual siguen sin incorporar una
visión integral desde una perspectiva de juventudes, con atención eficiente
y oportuna a la salud sexual y no solo reproductiva y que garanticen el
acceso real a métodos antifecundativos así como el ejercicio y respeto a los
derechos sexuales y reproductivos.
Las leyes de igualdad y de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia
no han sido adecuadamente traducidas en acciones orientadas a respetar,
promover y garantizar los derechos de las mujeres.
En Durango se tiene una ley electoral que no garantiza la presencia de mujeres en la elección de Ayuntamientos y permite que aún ocurran los casos de “las juanitas”.
Las mujeres de la Región Lagunera de ambos estados se han visto particularmente afectadas por la violencia sexual y feminicida, sin que hasta el momento exista una acción concertada de los gobiernos de ambas entidades para atender esta situación.
Ambos estados tienen leyes punitivas que criminalizan a las mujeres que abortan en lugar de una política adecuada a la salud para las mujeres de todas las etapas de su vida y en particular la sexual y reproductiva.
La cuota de género no es suficiente para llevar a mujeres al poder y en el ámbito local los partidos políticos realizan de manera insuficiente la capacitación de liderazgos políticos femeninos.