problematica de los regadios en castilla … · resumen de una de las comunicaciones presentadas...

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76 PROBLEMATICA DE LOS REGADIOS EN CASTILLA-LA MANCHA Entre los días 27 y 30 de abril de 1983 se celebró en Toledo el «Segundo Encuentro Nacional sobre el Agua», organizado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de su Consejería de Política Territorial y Transportes. El anterior había tenido lugar en Albacete el año pasado. El espíritu y el objetivo a conseguir estaba definido por la palabra «Encuentros». Se pretendía crear un punto de reunión para comunicar, debatir y aportar soluciones a los gra- vísimos problemas que, en torno al agua, tiene planteados nuestro país. El presente artículo es resumen de una de las comunicaciones presentadas este año. Situación actual En un intento de hacer un retrato rápido de la situación actual del regadío en Castilla-La Mancha, comentaremos algunos datos estadísticos. En el cuadro 1, se reflejan los datos oficiales más recientes sobre la superficie regada, así como el porcentaje que ella representa en comparación con la S.A.U. total de cada provincia. Estas ci- fras coinciden, a grandes rasgos, con las obteni- das a partir de otras fuentes de información, sal- vo en el caso de Ciudad Real, para la que se barajan otras inferiores (del orden de 80.000 ha). La discrepancia puede deberse a la inclusión o no de superficies regadas eventualmente, según factores climáticos y disponibilidades de agua (los llamados «mojadíos»). Comparando con la superficie total regada en España, 2.853.000 ha, la de Castilla-La Mancha representa, aproximadamente, el 9,5 por 100. Es posible que esta cifra no sea alta, frente a las que pueden presentar regiones tales como Andalucía, Aragón o Levante. Sin embargo, cualitativamente, es de destacar, la importancia que el regadío ha tenido en el desarrollo de provincias tales como Ciudad Real o Albacete. Otro dato de interés es el de la procedencia de las aguas utilizadas para el riego. El 55 por 100 de los regadíos actuales emplean agua super- ficial, frente al 45 por 100 que se abastecen de Cuadro 1.—SUPERFICIE REGADA EN CASTILLA-LA MANCHA. Prnvincia Superficie regada (ha) S.A.U. (ha) % super regada/ SAU Albacete 59.500 832.400 7,15 Ciudad Real . 102.500 1.078.700 9,50 Cuenca 23.900 852.500 2,80 Guadalajara 20.400 431.300 4,70 Toledo 63.900 1.006.900 6,35 «Total 270.200 4.201.800 6,43 } aguas subterráneas. Pero es de destacar que hay una tendencia a un incremento de la última cifra y es muy probable que en poco tiempo los cita- dos porcentajes se inviertan. En cuanto a sistemas de riego, podemos dar como cifras significativas, que en Ciudad Real, la aspersión abarca el 80 por 100 de la superficie regada, mientras en Albacete este sistema ocupa el 40 por 100, si bien con una fuerte tendencia a incrementarse. Es de destacar también, siguiendo con estas dos provincias, la notable diferencia en cuanto a modernización de sistemas. Mientras en Ciudad Real abundan mucho los riegos por aspersión an- tiguos, que evolucionan simplemente renovando el material, o en todo caso pasando a equipos con mangueras y en pocas ocasiones a cobertu- ra total, en Albacete se observa un dinamismo mayor y además de los equipos antes citados, ha habido una espectacular expansión del sistema Pi- vot en los últimos años. Los caudales suministra- dos por los acuíferos, la estructura de la propie-

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PROBLEMATICA DE LOS REGADIOSEN CASTILLA-LA MANCHA

Entre los días 27 y 30 de abril de 1983 se celebró en Toledo el «Segundo Encuentro Nacionalsobre el Agua», organizado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través desu Consejería de Política Territorial y Transportes. El anterior había tenido lugar en Albacete elaño pasado. El espíritu y el objetivo a conseguir estaba definido por la palabra «Encuentros».Se pretendía crear un punto de reunión para comunicar, debatir y aportar soluciones a los gra-vísimos problemas que, en torno al agua, tiene planteados nuestro país. El presente artículo esresumen de una de las comunicaciones presentadas este año.

Situación actual

En un intento de hacer un retrato rápido de lasituación actual del regadío en Castilla-La Mancha,comentaremos algunos datos estadísticos.

En el cuadro 1, se reflejan los datos oficialesmás recientes sobre la superficie regada, así comoel porcentaje que ella representa en comparacióncon la S.A.U. total de cada provincia. Estas ci-fras coinciden, a grandes rasgos, con las obteni-das a partir de otras fuentes de información, sal-vo en el caso de Ciudad Real, para la que sebarajan otras inferiores (del orden de 80.000 ha).La discrepancia puede deberse a la inclusión ono de superficies regadas eventualmente, segúnfactores climáticos y disponibilidades de agua (losllamados «mojadíos»).

Comparando con la superficie total regada enEspaña, 2.853.000 ha, la de Castilla-La Mancharepresenta, aproximadamente, el 9,5 por 100. Esposible que esta cifra no sea alta, frente a las quepueden presentar regiones tales como Andalucía,Aragón o Levante. Sin embargo, cualitativamente,es de destacar, la importancia que el regadío hatenido en el desarrollo de provincias tales comoCiudad Real o Albacete.

Otro dato de interés es el de la procedenciade las aguas utilizadas para el riego. El 55 por100 de los regadíos actuales emplean agua super-ficial, frente al 45 por 100 que se abastecen de

Cuadro 1.—SUPERFICIE REGADA EN CASTILLA-LAMANCHA.

PrnvinciaSuperficie

regada(ha)

S.A.U. (ha)% superregada/

SAU

Albacete 59.500 832.400 7,15Ciudad Real . 102.500 1.078.700 9,50Cuenca 23.900 852.500 2,80Guadalajara 20.400 431.300 4,70Toledo 63.900 1.006.900 6,35

«Total 270.200 4.201.800 6,43 }

aguas subterráneas. Pero es de destacar que hayuna tendencia a un incremento de la última cifray es muy probable que en poco tiempo los cita-dos porcentajes se inviertan.

En cuanto a sistemas de riego, podemos darcomo cifras significativas, que en Ciudad Real, laaspersión abarca el 80 por 100 de la superficieregada, mientras en Albacete este sistema ocupael 40 por 100, si bien con una fuerte tendenciaa incrementarse.

Es de destacar también, siguiendo con estasdos provincias, la notable diferencia en cuanto amodernización de sistemas. Mientras en CiudadReal abundan mucho los riegos por aspersión an-tiguos, que evolucionan simplemente renovandoel material, o en todo caso pasando a equipos

con mangueras y en pocas ocasiones a cobertu-ra total, en Albacete se observa un dinamismomayor y además de los equipos antes citados, hahabido una espectacular expansión del sistema Pi-vot en los últimos años. Los caudales suministra-dos por los acuíferos, la estructura de la propie-

Cuadro 2.- DISTRIBUCION DE LA SUPERFICIE DE REGADIO EN CASTILLA-LA MANCHASEGUN PRODUCCION (ha).

/-Provincia MaízMaíz Trigo

cebada Patata lacha Girasol Alfalfa Hortalizas Frutales

Albacete 12.920 12.397 3.080 1.317 8.090 6.499 4.918 3.070Ciudad Real 3.475 35 777 3.850 8.297 280 13.082 13.288 (melón-8.337) 809Cuenca 725 4.009 2.342 405 2.778 5.789 2.843 1.023Guadalajara 700 5.250 3.326 250 400 3.800 1.707 241Toledo 6.500

+2.550(maíz fo-

rrajero)

10.103 5.425 1.950 519 12.000 18.617 melón, 4.573tomate, 3.286pimiento, 2.600cebolla, 1.610

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f..

dad y la mentalidad empresarial son condicionan-tes de este proceso.

De todas maneras existe un contraste muy fuer-te, que se pone de manifiesto en especial en laprovincia de Albacete, en la cual, junto con esossistemas citados, tan modernos y complejos,coexisten otros anticuados y poco eficaces, queocupan la mitad de la superficie regada, con par-celas de menos de una hectárea.

La distribución de la superficie de regadío se-gún cultivos se recoge en el cuadro 2.

DESCRIPCION DE LOS PRINCIPALESPROBLEMAS

1) Mejor utilización de los recursos hídricosdisponibles

Una primera dificultad con la que se tropieza ala hora de intentar racionalizar el riego, es el des-conocimiento del volumen de agua empleado. Es-te dato se suele conocer para una zona regable,pero no para una parcela en concreto, con lo cualno se pueden cuantificar las variaciones en lasentregas, ni las pérdidas por transporte, a vecesmuy considerables cuando hay acequias de tierra.La divulgación de métodos de aforo sencillos, pa-ra que el agricultor pueda conocer los volúmenesde agua utilizados realmente, es básica para em-prender otras acciones.

En riego por aspersión parece, en principio, quela cuestión debería ser más fácil, ya que hay unosaparatos calibrados para dar un volumen de aguaen un tiempo determinado. Así pues, midiendo eltiempo, se conocería la dosis de riego. Pero, porlo común, no se hacen comprobaciones sobre lapresión de funcionamiento de los aspersores ycomo consecuencia sobre los caudales arrojados.

Esta situación se podría mejorar con el estable-cimiento de un equipo técnico volante que realiza-se evaluaciones de los regadíos en marcha o re-

cién implantados. Aforar caudales y comprobarlos parámetros fundamentales, tanto en riego porgravedad, como por aspersión y dar recomenda-ciones oportunas para un correcto funcionamien-to, serían sus misiones más importantes.

Sin embargo, nada de lo anterior tendría senti-do, si no fuese acompañado de una red de ensa-yos que determinase, por zonas climáticas y portipos de suelo, las dosis de riego adecuadas. EnEspaña y en Castilla-La Mancha, en concreto,se están llevando a cabo ensayos con el fin cita-do, por parte de diversos organismos o entida-des. Sería muy deseable la coordinación de todosellos, creando un plan general de ensayos sobreeste tema.

Todos estos trabajos deberían ir encaminadosno sólo a determinar las necesidades globales deagua de un cultivo, sino también cuales son losmomentos en que un déficit hídrico puede tenergraves consecuencias sobre el rendimiento, es de-cir, los períodos críticos. También en ellos se de-be introducir el concepto del agua como factor deproducción, de manera que se determine no sólola máxima cosecha que se pueda llegar a obtener,sino el óptimo económico. En definitiva, se trata-ría de llegar a establecer una función de produc-ción con respecto al factor agua, que, además delo ya dicho, proporcionaría información valiosa enmomentos de circunstancias adversas de disponi-bilidades de agua como han sido estos últimosaños.

Disponiendo de esta información se podría dar alos agricultores consejos de este tipo: «Con un30 por 100 de disminución en el aporte de agua,sobre las dosis normales, puede usted esperar un80 por 100 de la cosecha media en remolacha ysolo el 60 por 100 en maíz». Así, el agricultorpuede tener una valoración de riesgos y unos cri-terios para elegir los cultivos más interesantes enesas circunstancias especiales.

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2) Calidad del agua

La escasez de recursos hídricos y la mala cali-dad de los pocos disponibles, lleva a tener queutilizar éstos, a pesar del riesgo que pueda supo-ner. Mediante una tecnología adecuada se puedenpaliar los efectos negativos de tal utilización.

En Castilla-La Mancha hay zonas con calidadesde agua deficientes o muy deficientes. Aparte dealgunos puntos aislados en las provincias de Alba-cete y Guadalajara, los mayores problemas se pre-sentan en el sur de Toledo y norte de CiudadReal, en una franja que podíamos limitar entreel eje Quintanar de la Orden-Villacañas y hacia elsur por debajo de la confluencia del Záncara y elCigüela, algo más allá de Herencia y Alcázar deSan Juan.

Abundan las aguas de mala calidad, con con-ductividades muy altas, pero que no suelen serpeligrosas, porque el mayor contenido en sales loaportan los sulfatos y porque la abundancia decalcio impide la acción nociva del magnesio o delsodio. Sin embargo, también hay casos, menosfrecuentes, que implican grave peligro por los al-tos contenidos en cloruros y en sodio. Como essabido este tipo de aguas, además de los proble-mas de salinidad y toxicidad que plantean, tienenun efecto degradante sobre los suelos arcillosos,siendo muy difícil su recuperación.

En algunos regadíos del IRYDA de la provinciade Toledo tenemos ejemplos de como con aguasde calidad deficiente correctamente manejadas, sepueden obtener producciones satisfactorias, pero

lo habitual es que se esté regando con aguas demala calidad, sin tomar precauciones, ni hacer se-guimiento de las producciones ni de la evoluciónde la salinidad en el suelo.

Más grave aún, es el problema de la contami-nación, en el que la mala calidad del agua se de-be, no a causas naturales, sino a vertidos depoblación o industrias. Los efectos tóxicos sepueden deber entonces a elementos que no sedetectan en los análisis agrícolas habituales.

Hay numerosos ejemplos de estos problemas,en especial en la provincia de Toledo y la solu-ción está en exigir una correcta depuración de losvertidos.

Parece procedente citar aquí también el proble-ma de la contaminación debido a la propia acti-vidad agraria. De hecho, en los acuíferos manche-gos se ha detectado un incremento en conteni-do de nitratos, cuyo origen, según todos los in-dicios, son los abonados excesivos. Junto a laspérdidas económicas que suponen, lo grave es elcarácter irreversible de tal contaminación.

3) Utilización de aguas residuales para riego

Enlazando con el tema anterior, hay que seña-lar que el suelo agrícola, gracias a su gran activi-dad microbiana, tiene un elevado poder depuradorcon respecto a sustancias orgánicas.

La utilización de aguas residuales para riego esinteresante desde un doble punto de vista:

a) Supone un recurso hídrico más en zonasdeficitarias.

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b) Puede representar un adecuado comple-mento a los métodos tradicionales de depuraciónde agua, no sustituyéndolos, pero sí abaratandosu costo y mejorando su eficacia.

Estas razones han hecho despertar un gran in-terés, tanto entre agricultores, como entre res-ponsables municipales. Ahora bien, es necesarioadvertir de los problemas no resueltos que lacuestión plantea, que obligarán a ensayos y estu-dios previos.

En La Mancha, los vertidos de ciertas indus-trias, como bodegas y alcoholeras, así como lanaturaleza caliza del subsuelo, con poca capaci-dad de filtración, pueden representar dificultadesadicionadas a esta cuestión.

4) Sistemas de riego

Ya hemos citado el fuerte contraste que se daen esta región en cuanto a sistema de riego. Sepuede encontrar desde el más moderno equipototalmente automatizado, hasta el riego artesanalque no ha variado en siglos. Por desgracia, estoúltimo es todavía abundante y difícil de transfor-mar por problemas estructurales.

El riego por aspersión se ha ido incrementandocon respecto al riego superficial, a un ritmo cre-ciente durante los últimos quince años. La gamade máquinas regadoras que aparecieron a princi-pio de los años setenta, para reducir mano deobra, se ha esfumado prácticamente del mercado,ante el tremendo incremento de los costes ener-géticos. Solo el Pivot eléctrico, con una renova-

ción constante en su tecnología, para conseguirun funcionamiento con bajas presiones, ha logra-do una fuerte expansión.

El ahorro energético es hoy una condición fun-damental para el desarrollo del riego por asper-sión. A este respecto conviene señalar la impor-tancia decisiva que pueden tener los estudios pre-vios bien realizados, que incluyan organización yhorarios de riego, así como un mantenimientoposterior adecuado.

La crisis energética ha hecho que muchas mira-das se vuelvan hacia el riego por gravedad. Con-viene hacer en este punto algunas consideracio-nes. Primero que, a pesar de que La Mancha seasinónimo de tierra llana, las nivelaciones puedentener tal magnitud que hagan desaconsejable laelección del riego superficial. También hay quetener en cuenta que en una buena parte de laregión, los suelos son poco profundos y la nivela-ción, aunque no sea grande, puede provocar sudesaparición. Por último señalar que en suelosarenosos o de textura ligera el riego por grave-dad es prácticamente inviable.

Pero dadas estas razones, que justificarán elempleo de la aspersión en el futuro, convendríatambién fijarse en las indudables ventajas que elriego por gravedad tiene, en especial desde elpunto 'de vista de ahorro energético. En paísesen los que se han desarrollado técnicas de moder-nización de este sistema, se han conseguido efi-ciencias de aplicación del agua y rendimientos demano de obra, que compiten con las obtenidascon el más avanzado sistema de aspersión. Esto,unido al abandono de los estudios de moderni-

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zación de esta técnica en España durante los úl-timos años, hace urgente poner en marcha unainvestigación que, dada la influencia de los facto-res edafológicos, debe ser de carácter local.

5) Costes del riego

La crisis económica ha repercutido muy fuerte-mente en las explotaciones de regadío, pero te-niendo algunas peculiaridades muy importantes.

Con respecto a las inversiones, los precios deobras y materiales ha crecido enormemente, perola crisis ha desatado entre las empresas una ca-rrera para ofrecer presupuestos a la baja. Esto,que pudiera parecer favorable al agricultor, no loes, porque tal abaratamiento, se hace a base deuna realización de obras deficiente y una malacalidad de materiales.

La situación se da tanto para sondeos comopara los equipos de riego por aspersión y aunqueno es nueva, en los últimos años se ha agudiza-do. Las empresas serias en primer término y elagricultor en definitiva son las víctimas. Los ser-vicios de asesoramiento se ven a menudo incapa-ces de convencer al agricultor de que ese ahorrole saldrá caro a la larga.

En cuanto a gastos de funcionamiento, los in-crementos de los precios de los abonos y de laenergía son los que mayor incidencia tienen sobrelos gastos de cultivo.

Las tarifas eléctricas han experimentado una su-bida, tomando como base las del año 80, de un95 por 100 en el término de potencia y un 71 por100 en el de energía, para medidas en baja ten-

sión y del 183 por 100 en el término de potenciay del 88 por 100 en el de energía, para medidasen alta.

Las posibilidades de ahorro están, por una par-te en mejorar el rendimiento de todos los elemen-tos eléctricos y mecánicos de la instalación, y porotra, en acogerse a las tarifas más convenientes.

Como ejemplo del ahorro que se puede con-seguir con el último punto citado, en un casoconcreto, constatado, se ha pasado de un costede 4,50 pesetas por cada metro cúbico de aguaaplicado a 3 ptas/m3.

Esta posibilidad de ahorro ha despertado ungran interés entre los agricultores, como es lógi-co. Sin embargo, hay que advertir que el simplehecho del cambio de tarifas no es lo que noslleva a conseguir tan satisfactorios resultados. Ellotiene que ir acompañado de una adecuada orga-nización del riego, que permita un funcionamientosólo, o en su mayor parte en las horas de energíabarata. Para lograrlo, puede ser necesaria la cons-trucción de un depósito regulador, el aumento deequipo de riego y su automatización.

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Se ha intentado dar una panorámica de los mu-chos y complejos problemas que afectan a losregadíos de Castilla-La Mancha.

Entre todos ellos y como más acuciante, desta-ca el incremento acelerado de los costes de pro-ducción, propiciado por la crisis energética. No sepuede ser optimista y pensar que en plazo breveesta crisis entrará en regresión. Para las ex-plotaciones punteras, en las que se han alcanzado ose está a punto de alcanzar techos de producción,el problema se presenta aún con mayor crudeza.

La única solución parece estar en la racionali-zación del uso de los factores de producción.Esto requiere casi siempre la asociación de agri-cultores y el tratamiento en común de los pro-blemas.

Otra esperanza está en el desarrollo tecnológi-co. Para que éste se produzca es necesaria unainvestigación, una experimentación y una rápidadivulgación y aplicación de los resultados; todoello centrado sobre temas concretos y acuciantespara sus destinatarios. El potencial humano paraeste fin no es escaso, pero si adolece de defec-tos de organización y coordinación. Los momen-tos actuales de cambio en la Administración Espa-ñola, serán definitivos para el futuro y en su éxitoo fracaso está la posibilidad de vencer o no elgrave desafío planteado.

Alejandro Tomás Espinosa