practicas de autocuidado frente al tratamiento no

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PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO FARMACOLOGICO EN PERSONAS CON DIAGNOSTICO DE INSUFICIENCIA CARDIACA, CLASE FUNCIONAL I, II Y III, HOSPITALIZADAS EN UNA INSTITUCIÓN DE CUARTO NIVEL DE ATENCIÓN DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO DE ENERO A JULIO 2008 PRESENTADO POR ANDREA PAOLA VARGAS CANO PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA CLÍNICA FACULTAD DE ENFERMERIA BOGOTA DC 2008

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Page 1: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

FARMACOLOGICO EN PERSONAS CON DIAGNOSTICO DE INSUFICIENCIA CARDIACA, CLASE FUNCIONAL I, II Y III, HOSPITALIZADAS EN UNA

INSTITUCIÓN DE CUARTO NIVEL DE ATENCIÓN DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO DE ENERO A JULIO 2008

PRESENTADO POR ANDREA PAOLA VARGAS CANO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA CLÍNICA

FACULTAD DE ENFERMERIA BOGOTA DC 2008

Page 2: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

FARMACOLOGICO EN PERSONAS CON DIAGNOSTICO DE INSUFICIENCIA CARDIACA, CLASE FUNCIONAL I, II Y III, HOSPITALIZADAS EN UNA

INSTITUCIÓN DE CUARTO NIVEL DE ATENCIÓN DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO DE ENERO A JULIO 2008

PRESENTADO POR ANDREA PAOLA VARGAS CANO

TRABAJO DE GRADO COMO REQUISITO PARA ADQUIRIR

EL TITULO DE PROFESIONAL DE ENFERMERIA

ASESORAS DIANA MARCELA ACHURY

MAGÍSTER EN ENFERMERIA CON ENFASIS EN EL CUIDADO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR

SANDRA MÓNICA RODRÍGUEZ

ESPECIALISTA EN ENFERMERIA CARDIORESPIRATORIA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA CLÍNICA

FACULTAD DE ENFERMERIA BOGOTA DC 2008

Page 3: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

AGRADECIMIENTOS

Si bien, la realización de esta tesis ha requerido de un gran esfuerzo y mucha

dedicación por parte de la autora y de las asesoras que hicieron parte de ella, sin

su colaboración y cooperación desinteresada no hubiese sido posible su

finalización y también quiero darle mis sinceros agradecimientos a cada una de las

personas que a continuación citaré y muchas de las cuales han sido un soporte en

momentos de angustia y desesperación.

Primero que todo, dar gracias a Dios, por acompañarme en cada paso que doy en

mi vida, por fortalecerme e iluminar mi mente cada día y por haber puesto en mi

camino a aquellas personas que han sido mi compañía durante todo mi proceso

de formación profesional.

Quiero agradecerle a mi familia y especialmente a mi mami Luz Marina por

brindarme su apoyo incondicional en cada momento, trasmitiéndome su fortaleza

para seguir adelante en los momentos difíciles.

De igual manera mi más sincero agradecimiento a Diana Marcela Achury y Sandra

Mónica Rodríguez, mis asesoras de tesis, a Celia Blanco, Zuly Bibiana Suárez,

quienes me ayudaron en su momento lo cual me ayudo bastante para superar

muchas dificultades y me acompañaron durante el proceso de elaboración de la

tesis.

Así mismo, quedo totalmente agradecida con las Jefes de Enfermería de Medicina

Interna del Hospital Universitario San Ignacio, quienes me colaboraron durante el

proceso de recolección de datos.

Page 4: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………...10 1. DESCRIPCION DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACION.....………………………13 1.2. DEFINICIÓN OPERACIONAL DE CONCEPTOS…………...…………...........20 1.3. OBJETIVO GENERAL…………………………...……………....………....….....22 1.3.1. OBJETIVOS ESPECIFICOS……………………………………………...…….22 1.4. PROPÓSITOS……………..………………………………………………………..22 2. MARCO TEORICO…………………….……………………..…………………...….24 2.1. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO……………………………………...…….31 2.2. TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO.……………………………..............35 2.3. PRACTICAS DE AUTOCUIDADO AUTOCUIDADO…………………….…….43 2.4. AUTOCUIDADO EN LAS PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA..49 2.5. ESTUDIOS QUE MIDEN EL AUTOCUIDAO FRENTE AL TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO EN PERSONAS CON INSIFICIENCIA CARDIACA…...51 3. DISEÑO METODOLÓGICO……………...………..……………………….............53

Page 5: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

3.1. TIPO DE ESTUDIO………………………………………………………………...53 3.2. POBLACIÓN……………………...………………………………………………...53 3.3. TIPO DE MUESTREO……………………………………………………………..53 3.5. CRITERIOS DE INCLUSIÓN………………………………….…………..……...54 3.6. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN………………………...…………………………..54 3.7 PROCEDIMIENTO…………………………………………………………………..54 4. ASPECTOS ÉTICOS…………………...…………………...………………............56 5. MARCO DE ANÁLISIS…………………………………………………………...….58 5.1. PRESENTACIÓN Y ANALISIS DE RESULTADOS……….…….....…….……58 5.1.1. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DE LA POBLACIÓN ESTUDIADA…………………………………………………………………………..….59 5.2. NIVEL DE AUTOCUIDADO EN PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA EN RELACIÓN A LAS VARIABLES DEL INSTRUMENTO APLICADO ………………………………..……………………………....................…65 5.3. NIVEL DE AUTOCUIDADO GENERAL ENCONTRADO EN EL ESTUDIO..78 6. CONCLUSIONES…………………………………………………………...………..81

Page 6: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

7. RECOMENDACIONES………………………………………………………………84 8. ANEXOS…………...………………………………..……………….………………..86

8.1. ANEXO A. ESCALA DE AUTOCUIDADO EN PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA………………………………...………………………...86 8.2. ANEXO B. CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA LA APLICACIÓN DE LA ESCALA DE AUTOCUIDADO…………………………………………………….87 8.3. ANEXO C. FOLLETO EDUCATIVO………………………...…………………...88 BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................90

Page 7: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

CONTENIDO DE TABLAS

Pág.

Tabla Nº1. Mecanismos de adaptación de la función cardiaca……………..….25

Tabla Nº2. Síntomas y signos clínicos de la insuficiencia cardiaca......…...…26

Tabla Nº3. Métodos diagnósticos de la insuficiencia cardiaca…...…………...28

Tabla Nº4. Grados de recomendación según la evidencia científica…………32

Tabla Nº5. Niveles de evidencia………………………...……………….………….32

Tabla Nº6. Características definitorias según el nivel de autocuidado, en personas con diagnóstico de insuficiencia cardiaca. ………………..………...56

Tabla Nº7. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación a la edad, género y estado civil …………………………..……………...60

Tabla Nº8. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación a la escolaridad, estrato y ocupación……………………………….…..62

Tabla Nº9. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación a la clase funcional y asistencia a programas educativos…….........63

Tabla Nº10. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación al número de ingresos y el tiempo de diagnóstico………..………64

Page 8: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

CONTENIDO DE GRÁFICOS

Pág.

Gráfico Nº1. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al control de peso diario……………………………………………...………………….65 Gráfico Nº2. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con el médico o enfermera al aumentar 2kgrs de peso en una semana……………………………………………………………………………...……66 Gráfico Nº3. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al descanso en presencia de disnea………………………………………………….67 Gráfico Nº4. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al reposo durante el día…………………………………………………………………..68 Gráfico Nº5. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con el médico o enfermera en presencia de disnea progresiva…...69 Gráfico Nº6. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con médico o enfermera en presencia de fatiga……………….……..69 Gráfico Nº7. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al consumo de una dieta baja en sodio…………………………………………...….71 Gráfico Nº8. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación con la limitación del consumo de líquidos (no más de 1,5-2 l)………………..…….72

Page 9: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

Gráfico Nº9. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con el médico o enfermera en presencia de edema………….………73 Gráfico Nº10. Distribución porcentual del nivel de autocuidado indicado por médico o enfermera en el consumo de medicamentos…………………...…….74 Gráfico Nº11. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación a la aplicación de la vacuna de la influenza………………………………..………..76 Gráfico Nº12. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación a la realización de actividad física………………………………………...…………..76 Gráfico Nº13. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en personas con diagnóstico de insuficiencia cardiaca………………………………..……….78 Gráfico Nº14. Nivel de autocuidado de personas con insuficiencia cardiaca relacionado con el tratamiento no farmacológico……………….……………….85

Page 10: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

10

INTRODUCCIÓN

Las Enfermedades Cardiovasculares se constituyen en un problema de Salud

Pública a nivel mundial, puesto que “el mayor porcentaje dentro del grupo de

Enfermedades crónicas, corresponde el 30% a las Enfermedades

Cardiovasculares” [1], siendo este un alto índice de morbilidad y considerándose

como “la primera causa de muerte en los países en vía de desarrollo” [2], lo cual

ha representado un problema creciente de salud a pesar de las diversas

estrategias que se han implementado en varios países con el fin reducir los

factores de riesgo cardiovasculares y prolongar la supervivencia en los mayores

de 65 años. En especial en esta edad, porque la edad es considerada como un

factor de riesgo para presentar enfermedades cardiovasculares y por que se prevé

un incremento de la enfermedad con el envejecimiento progresivo de la población.

[3]

También se ha “estimado que 4,9 millones de norteamericanos sufren de

Insuficiencia Cardiaca, y se diagnostican aproximadamente 400.000 casos nuevos

cada año” [7]. Además, “se ha convertido en uno de los síndromes más frecuentes

en EEUU, y es actualmente el responsable de más de un millón de

hospitalizaciones anuales. A nivel Nacional, las enfermedades del aparato

circulatorio corresponden al “55.8% [6], siendo la mas prevalente la Insuficiencia

Cardiaca, la cual ha sido considerada actualmente como un problema de Salud

Pública en Colombia. Sin embargo, aunque en la última década “la investigación

clínica sobre la Insuficiencia Cardiaca se ha centrado básicamente en la búsqueda

de nuevos tratamientos, no se ha logrado disminuir la morbimortalidad por esta

causa” [3].

Al mismo tiempo, no solo es considerada como un problema de Salud Pública,

Page 11: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

11

sino que también esta entidad patológica genera implicaciones en el estilo de vida,

causando limitaciones y cambios a nivel físico y psicosocial, dado que los

síntomas en las personas en clase estado funcional alto, es decir, en clase

funcional tres o cuatro, influye de manera significativa en las actividades diarias

que realizan los individuos que tienen esta enfermedad.

Por lo tanto, el manejo de la Insuficiencia Cardiaca requiere de una adherencia

adecuada al tratamiento no farmacológico, lo cual permite el control de los

síntomas, teniendo en cuenta que durante el proceso de un tratamiento las

personas deben adherirse a las actividades establecidas para ejercer control de su

enfermedad y por ende ejercer su autocuidado. Por esta razón, se hace necesario

mejorar el autocuidado en estos pacientes en relación con el tratamiento no

farmacológico, pues esta clase de tratamiento es considerado como uno de los

pilares para el control de la enfermedad y de esta manera lograr influir en el

mantenimiento de la salud y optimizar la calidad de vida de estos individuos. El

manejo del tratamiento no farmacológico es competencia del Profesional de

Enfermería, siendo el directo responsable en promover el autocuidado en cada

individuo y en este caso especialmente en los pacientes con Insuficiencia

Cardiaca, para que logren un adecuado autocuidado frente al manejo del

tratamiento farmacológico y aún más en el tratamiento no farmacológico, puesto

que por medio de este último es posible la disminución de complicaciones y

reingresos, mejorando la calidad de vida de esta población.

Por tal motivo, es conveniente determinar cuales son las prácticas de autocuidado

frente al tratamiento no farmacológico en personas con diagnostico de

Insuficiencia Cardiaca. Por consiguiente, esta investigación se realizó por medio

de un estudio descriptivo de corte transversal en pacientes adultos hospitalizados

en un servicio de medicina interna de cuarto nivel en el periodo comprendido de

Enero - Julio 2008, con el fin de comprender las acciones de autocuidado en este

grupo de individuos.

Page 12: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

12

Para la recolección de datos se utilizó como herramienta el cuestionario

denominado “Escala Europea de Autocuidado en Insuficiencia Cardiaca” [7], la

cual fue validada en 19 hospitales de países bajos, identificando que la población

estudiada tiene un nivel de autocuidado medio en relación al manejo y control de

la enfermedad, puesto que los participantes del estudio, no realizan un óptimo

control de los signos y síntomas, sin embargo, se presenta un nivel de

autocuidado bajo en relación al control de peso diario, a descansar en presencia

de disnea, vacunarse anualmente, y a tener contacto con el Médico o Enfermera

en presencia de disnea, fatiga (cansancio) y edema, en cambio tienen un nivel

medio de autocuidado en los aspectos que contemplan la limitación del consumo

de sodio, de líquidos de 1.5 a 2 litros diarios, en realizar actividad física

regularmente y en reposar durante el día, considerándose de gran importancia

estos resultados puesto que permite concluir que la población requiere ser

intervenida por medio de actividades educativas y formativas, con el fin de mejorar

el nivel de autocuidado en relación a la enfermedad.

Al identificar el nivel de autocuidado en esta población y al realizar intervenciones

que permitan mejorar las prácticas de autocuidado, se ayudar a optimizar e

incrementar el autocuidado frente al tratamiento no farmacológico para controlar

eficazmente los signos, síntomas y progresión de la enfermedad, mejorando de

esta manera la Calidad de Vida.

Finalmente, se quiere contribuir ha aumentar la validez del instrumento y

simultáneamente, favorecer a la Profesión, al brindar una herramienta específica y

validada que permita identificar las prácticas de autocuidado en pacientes con

diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca y a desarrollar estrategias para promover y

enriquecer la calidad del autocuidado.

Page 13: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

13

1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN

Las Enfermedades Crónicas se definen como “un trastorno orgánico funcional que

obliga a la modificación de los estilos de vida de una persona y que tiende a

persistir a lo largo de su vida” [8], en el cual se consideran ciertas entidades

patológicas como las enfermedades no transmisibles (patologías cardiovasculares,

reumáticas, pulmonares, diabetes, cáncer, etc), enfermedades transmisibles

persistentes (el SIDA o la hepatitis B, entre otras), ciertos desórdenes mentales

(depresión y esquizofrenia) e impedimentos o minusvalías como por ejemplo las

amputaciones y ceguera.

A nivel mundial, “el mayor porcentaje del grupo de Enfermedades Crónicas,

corresponde en un 30% a las Enfermedades Cardiovasculares” [1], representando

un alto índice de morbilidad y considerándose “la primera causa de muerte en los

países en vía de desarrollo” [2]. También se ha “estimado que 4,9 millones de

norteamericanos sufren de Insuficiencia Cardiaca, y que se diagnostican

aproximadamente 400.000 casos nuevos cada año” [4]. Además, “se ha

convertido en uno de los síndromes más frecuentes en EEUU, donde es

responsable actualmente de más de un millón de hospitalizaciones anuales” [5].

En Colombia, en el año 2005, el 55.8% de la mortalidad por enfermedades

crónicas por cada 100.000 habitantes fue atribuido a enfermedades del aparato

circulatorio, puesto que en personas de 45 y más años se presentó 25.3% de

enfermedades isquémicas, 12.9% en enfermedades Cerebro vasculares, 6.9% a la

Diabetes Mellitus y el 1.9% correspondió a la cirrosis y a otras enfermedades

crónicas del hígado en personas de 35 y más años de edad” [6]. Ante estas

alarmantes cifras, llama la atención que una de las principales enfermedades

corresponde a los trastornos cardiovasculares, entre los cuales se puede

Page 14: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

14

encontrar la Insuficiencia Cardiaca, considerada actualmente como problema de

salud publica. Además, según el sistema de información RIPS del Ministerio de

Protección Social, la Insuficiencia Cardiaca se relaciona en un “6% de las

hospitalizaciones en adultos, con un promedio de estancia hospitalaria de 5,8 días,

el 7% corresponde a consultas al servicio de urgencias y el 2% a una de las

causas de mortalidad global, teniendo en cuenta que en estas cifras no se

identifican otros diagnósticos como la Enfermedad Coronaria y el Cor Pulmonale,

los cuales corresponden a las enfermedades cardiovasculares y se ubican

globalmente como la primera causa de muerte actual en nuestro país” [9]. Sin

embargo, a pesar del tratamiento proporcionado a las personas con Insuficiencia

Cardiaca, “la tasa de mortalidad a un año se sitúa en un 36% en pacientes con

tratamiento, a los 2 años en 40% y a los 5 años en 50%” [9].

A nivel Nacional, una de las poblaciones más afectadas con esta enfermedad es la

de adultos mayores de 65 años: “aproximadamente entre el 6% y el 10% de la

población mayor de 65 años tiene insuficiencia Cardiaca, y entre los hospitalizados

el 80% son mayores de 65 años. Así mismo, según la Organización Mundial de la

Salud (OMS), se espera una epidemia de enfermedad cardiovascular en los

países subdesarrollados” [4].

Por otro lado, en la Institución de salud donde se realizó el estudio, se encuentra

una considerable población de personas atendidas por Insuficiencia Cardiaca,

cuyo promedio de consulta es de 9 personas por mes, relacionándose

directamente con el grado de autocuidado que tienen estas personas frente a su

salud y al manejo de las implicaciones que conlleva la enfermedad, ya que se

conoce que uno de los aspectos importantes de esta entidad patológica como

problema de salud pública, tiene que ver con “la gran cantidad de implicaciones

físicas y psicosociales, las cuales surgen de las respuestas individuales de los

pacientes, las familias, los amigos y la sociedad, frente al diagnóstico, tratamiento

y pronóstico” [10].

Page 15: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

15

En cuanto a las implicaciones físicas y personales se ha encontrado que “los

síntomas severos como la disnea y el edema aumentan la intolerancia de los

aspectos o actividades importantes en la vida de una persona” [11], refiriéndose

estos aspectos a una serie de acciones de baja complejidad como lo es el

caminar, comer, hablar, entre otras, en el cual “las personas a menudo tienen que

ajustar su estilo de vida adhiriéndose a un régimen de medicación complejo,

cambiando su dieta, adaptando sus actividades y controlando los síntomas que

empeoran la enfermedad” [11], consideradas estas actividades como medidas o

acciones que se llevan a cabo dentro del marco del tratamiento no farmacológico,

las cuales son de gran valor, puesto que existen estudios que muestran la

importancia de este tipo de tratamiento frente a la disminución de la progresión de

los síntomas mas frecuentes de la Insuficiencia Cardiaca [12, 13, 14].

Por otro lado, ésta situación crea en algunas personas un proceso necesario para

aprender a vivir y a sobrellevar la enfermedad, generando la adquisición de

nuevos conocimientos para tener un mayor control de la enfermedad y al mismo

tiempo poder “tolerar una discapacidad grave, y aún así, algunas personas pueden

sentirse afortunadas de recibir una terapia, sin embargo, en otras personas, se

presenta todo lo contrario, al surgir sentimientos de insatisfacción total con una

disfunción mínima” [10].

A nivel social, la enfermedad implica que las personas se aíslen de su entorno

social al conocer que se padece de una enfermedad crónica como la Insuficiencia

Cardiaca; posiblemente se muestra ésta reacción, debido a la presencia o

conocimiento de padecer Insuficiencia Cardiaca, generando algún grado de

depresión en la persona, lo cual dificulta la continuidad y el manejo adecuado del

tratamiento farmacológico, no farmacológico y el apoyo de la familia, amigos,

allegados o personal de salud. Sin embargo, este aislamiento social puede ser

considerado como mecanismo de defensa para afrontar la enfermedad,

Page 16: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

16

imponiendo barreras a causa de la percepción que tiene la persona acerca de la

misma.

Finalmente, no pueden pasar inadvertidas las implicaciones económicas que

genera la insuficiencia Cardiaca puesto que, si bien “no se han publicado estudios

integrales sobre el costo de las Enfermedades no transmisibles en América Latina

y el Caribe, lo único que se sabe es que en Estados Unidos el costo de las

enfermedades cardiovasculares es del orden de un 2% del producto interno bruto.

Otro estudio realizado en Canadá sobre el costo de la enfermedad, arrojó que

21% de todos esos costos son atribuibles a las enfermedades cardiovasculares

como la Insuficiencia Cardiaca, por un total anual de US$ 12.000 millones, en

incluyendo el tratamiento, las consultas y los costos indirectos, como la pérdida de

ingresos por discapacidad y muerte [15], lo que indica que la carga económica de

la enfermedad es muy alta.

El éxito en el manejo de la enfermedad y la disminución del impacto generado a

nivel físico, social, emocional y económico, depende del manejo adecuado del

tratamiento, en especial del tratamiento no farmacológico, es aquí donde el

autocuidado se convierte en una práctica de actividades, que las personas inician

y llevan a cabo en determinados periodos de tiempo, fundamentándose en la

práctica constante de cuidar de sí mismo, refiriéndose no solamente a una actitud

de autoconciencia, sino de autoconocimiento y empoderamiento del individuo

sobre su salud, por iniciativa propia, para mantener su funcionamiento y

bienestar.

Al ejercer el individuo su autocuidado, debe cumplir dos requisitos: Primero, el

control de los síntomas que dificultan el funcionamiento humano, para mantener la

salud y el bienestar personal, y segundo, el realizar la acción más adecuada

encaminada al manejo de esos síntomas” [16], lo que convierte a las prácticas de

auto cuidado en un aspecto fundamental, que se debe tener en cuenta durante el

Page 17: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

17

manejo de la Insuficiencia Cardiaca, ya que si se llevan a cabo las actividades o

medidas generales para el control de los síntomas de la Insuficiencia Cardiaca, se

aumenta la posibilidad de que se presenten menos complicaciones, reingresos, se

aumente la supervivencia y se mejore la Calidad de Vida. Siendo de esta manera,

que el cuidar representa una serie de actos que tiene como objetivo la promoción,

prevención y el mantenimiento de la Salud. Además porque “El autocuidado de la

salud se convierte en un camino a seguir por cualquier persona, familia, grupo

social y centros laborales para que se preserve, mantenga o recupere la salud de

un individuo en forma integral, a un menor costo que bajo cualquier otro sistema”

[17].

Ante la importancia de estos pilares, al hacer revisión bibliográfica, se encontraron

algunos estudios a nivel mundial acerca del autocuidado en general y el

autocuidado en pacientes con enfermedades crónicas [17, 18, 19, 20, 21, 22, 23] y

especialmente con Insuficiencia Cardiaca [7, 11, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32].

A nivel Nacional, se encontraron algunos estudios de auto cuidado relacionados

con la Hipertensión, Diabetes, VIH [18, 19, 22, 23, 33]; igualmente, existen

estudios relacionados con la Insuficiencia Cardiaca [3, 4, 5, 7, 12, 34, 35, 36, 37,

38, 39, 40, 41, 42], los cuales tratan el manejo, la influencia económica y los

efectos de la educación; pero en Colombia se encontraron muy pocos que

permitan identificar el auto cuidado en estos pacientes [43], por lo tanto, es de

gran importancia realizar más investigaciones en relación a las prácticas de auto

cuidado que permitan un análisis del fenómeno en diferentes poblaciones (tamaño

y características) en personas con Insuficiencia Cardiaca, con el fin de determinar

las prácticas de autocuidado, la influencia de las intervenciones realizadas por el

profesional de enfermería y la necesidad de aportar herramientas que permitan

diseñar estrategias que ayuden a motivar y a comprender a la persona en su

autocuidado. Además, durante la práctica que he desarrollado como estudiante de

Enfermería, he identificado muchos reingresos en pacientes con Insuficiencia

Page 18: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

18

cardiaca por presentar complicaciones, seguramente porque el autocuidado que

ejercían estos pacientes no era el mejor, y es por esta razón que me surge la

siguiente pregunta:

¿Cuáles son las prácticas de autocuidado frente al tratamiento no farmacológico

en personas con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca hospitalizadas en una

institución de cuarto nivel de atención durante el periodo comprendido entre Enero

2008 - Julio 2008? Este estudio se realizó con personas que tiene diagnóstico de Insuficiencia

Cardiaca y que son atendidas en un Hospital de Cuarto Nivel, para poder

determinar las prácticas de autocuidado en estas personas.

Además, es un estudio novedoso, puesto que se encontraron muy pocas

investigaciones en Colombia dedicadas específicamente a la descripción de las

prácticas de autocuidado en personas con Insuficiencia Cardiaca, y a que tampoco

se ha realizado en la población Colombiana estudios liderados por las(os)

Enfermeras(os), que permita en primer lugar, identificar la capacidad de auto

cuidado de estos pacientes para que en un futuro próximo se puedan desarrollar

estrategias centradas en mejorar y en segundo lugar fortalecer las prácticas de

autocuidado de las personas con Insuficiencia Cardiaca, logrando de esta forma

mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Por tal motivo, es de gran importancia para los profesionales de la Salud en

especial para las(os) Enfermeras(os), identificar las prácticas de autocuidado,

reconociendo cuales son los limitantes que intervienen en sus prácticas para que

no se presente un óptimo control de la enfermedad; y de tal manera mejorar el

proceso de educación ya que se ha encontrado que “la educación al paciente y el

apoyo, son esenciales para reforzar las habilidades del auto cuidado, mejorando

los resultados y disminuyendo las hospitalizaciones innecesarias” [18]. Además, el

Page 19: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

19

Profesional de Enfermería tendrá directrices para identificar el autocuidado en

pacientes con Insuficiencia Cardiaca, lo que contribuiría a la realización de nuevas

investigaciones, lo que permite identificar aspectos concretos de la práctica clínica

asistencial y del propio paciente los cuales son susceptibles de mejorar, por medio

de la implementación de nuevas técnicas y estrategias de auto cuidado con el fin

de obtener mejores resultados en cuanto al control de los síntomas del paciente.

No obstante, también se beneficiaría a las personas que padecen de la

enfermedad, se les brindaría elementos más eficaces y fáciles de seguir para

evitar incurrir en procedimientos que demandan bastante tiempo y costos. Se ha

encontrado que “el incumplimiento potencial de los consejos y el fracaso para

buscar la asistencia médica cuando ocurren los síntomas, se relaciona con

frecuentes hospitalizaciones” [36], lo que indica que posiblemente el paciente no

conoce la importancia del autocuidado o no tiene los conocimientos suficientes

que le permitan mejorar su autocuidado.

Otras de las razones por las cuales es importante identificar las prácticas de

autocuidado especialmente en personas con Insuficiencia Cardiaca, es el de

contribuir a la reducción de costos en las Instituciones de Salud y mejorar la

calidad en la atención, puesto que en la medida en que se fortalezca el

autocuidado, se disminuye la morbi-mortalidad, los reingresos y las

hospitalizaciones, además se ayudaría a cumplir con las actuales políticas de

salud basadas en la Ley 100, las cuales evalúan permanentemente con el sistema

de auditoria, los resultados, el costo y el consumo de los recursos en las

Instituciones de Salud. Además de contribuir con la validación de la Escala

Europea de autocuidado desarrollada por Jaarsma et al [25]

Finalmente, en el estudio se utilizó el diseño descriptivo de corte transversal,

puesto que se recogió y analizó datos o información cuantificable para describir el

fenómeno estudiado en un periodo determinado, que en este fueron las prácticas

Page 20: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

20

de Autocuidado en las personas con Insuficiencia Cardiaca en un Hospital de

cuarto nivel de atención durante el periodo comprendido entre Enero a Julio 2008,

lo cual facilitó la comprensión de las acciones de las personas respecto al

autocuidado de la salud.

PREGUNTA: ¿Cuáles son las prácticas de autocuidado frente al tratamiento no farmacológico

en personas con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca hospitalizadas en una

institución de cuarto nivel de atención durante el periodo comprendido entre Enero

2008 - Julio 2008?

1.2. DEFINICIÓN OPERACIONAL DE CONCEPTOS:

Prácticas de Autocuidado:

Para este estudio, las prácticas de autocuidado se definen como comportamientos

o acciones ejecutadas de manera conciente frente al tratamiento no

farmacológico, relacionadas con la dieta, actividad física regular, el control de

peso, reposo durante el día, restricción de líquidos, descanso en presencia de

disnea, inmunización, la identificación de los signos de alarma como fatiga

(cansancio), edema, disnea, aumento de peso y acudir al Médico o Enfermera en

presencia de los mismos, de acuerdo con la Escala Europea de autocuidado en

Insuficiencia Cardiaca, realizada por Jaarsma et al [25], traducida al español por

Gonzáles et al [7].

Personas con insuficiencia cardiaca:

Son aquellos pacientes hombres o mujeres adultos hospitalizados, en el servicio

de Medicina Interna de un Hospital de cuarto nivel, en el periodo de Enero a Julio

Page 21: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

21

2008 que presentan signos y síntomas de Insuficiencia Cardiaca, tales como:

“Sobrecarga de volumen intravascular e intersticial manifestándose con disnea,

estertores, edemas e ingurgitación yugular y/o manifestaciones de perfusión tisular

inadecuada [37], y en clase funcional I (no hay presencia de disnea, fatiga ni

palpitaciones), II (presencia de disnea, fatiga, palpitaciones al realizar actividad

física ligera), III (presencia de disnea de pequeños esfuerzos) lo cual dificulta las

actividades de la vida cotidiana.

Institución de Cuarto Nivel de Atención: Una Institución asistencial de Cuarto nivel de Atención se caracteriza por que sus

servicios se enfocan en el “manejo de las Enfermedades Ruinosas o catastróficas

(alto costo)” [44], entre las cuales se encuentra, VIH, Cáncer, las enfermedades

cardiovasculares como la insuficiencia Cardiaca, entre otras.

Estas Instituciones, cuentan con las mejoras instalaciones, equipo necesario y de

alta tecnología para la atención de enfermedades de alto costo, y con suficiente

personal asistencial altamente calificado y capacitado para suplir las demandas de

atención de las personas hospitalizadas.

Page 22: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

22

1.3. OBJETIVO GENERAL:

Describir las practicas de autocuidado frente al tratamiento no farmacológico

en personas con diagnostico de Insuficiencia Cardiaca hospitalizadas en una

institución de cuarto nivel de atención durante el periodo comprendido de enero

a julio 2008

1.3.1. OBJETIVOS ESPECIFICOS:

Identificar las características sociodemográficas de las personas hospitalizadas

con diagnostico de Insuficiencia Cardiaca.

Identificar las prácticas de autocuidado que hacen parte del tratamiento no

farmacológico relacionadas con la dieta, actividad física regular, el control de

peso, reposo durante el día, restricción de líquidos, descanso en presencia de

disnea, inmunización, la identificación de los signos de alarma como fatiga

(cansancio), edema, disnea, aumento de peso y acudir al Médico o Enfermera

en presencia de los mismos, en personas hospitalizadas con diagnostico de

Insuficiencia Cardiaca.

1.4. PROPÓSITOS:

Beneficios para la persona

Incrementar y optimizar las prácticas de autocuidado de las personas con

diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca para controlar eficazmente los signos y

síntomas de la enfermedad, la progresión de la misma y consecuentemente

mejorar su Calidad de Vida.

Page 23: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

23

Beneficios para las Instituciones de Salud

Incentivar, apoyar y generar un manejo adecuado de la enfermedad, lo que

contribuye a la reducción de costos de hospitalización y a mejorar la Calidad en la

Atención.

Beneficios para la Profesión Dar a conocer a la profesión herramientas específicas y validadas, aplicables a

nivel hospitalario y ambulatorio, que permitan identificar el autocuidado en

personas con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca, para promover y enriquecer la

calidad del mismo.

Page 24: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

24

2. MARCO TEORICO

La Insuficiencia Cardiaca es “la incapacidad del corazón para expulsar una

cantidad suficiente de sangre, que permita mantener una presión arterial

adecuada para perfundir de oxígeno a los tejidos del organismo, que puede

deberse a una ineficiente contracción miocárdica o daño intrínseco de la miofibrilla

por una carga hemodinámica excesiva”[39].

Los Factores de riesgo para presentar Insuficiencia Cardiaca incluyen la debilidad

del músculo cardíaco como resultado de un ataque cardiaco (infarto, angina de

pecho), arritmias, problemas en las válvulas cardiacas, exceso de alcohol, la inactividad física, colesterol alto, diabetes, obesidad o sobrepeso, la presión

arterial alta y el tabaquismo, haciendo que el corazón tenga que esforzarse para

bombear sangre [48].

La función del corazón está regulada por 4 factores determinantes que mantienen

el equilibrio hemodinámico del corazón, estos comprende el estado de

contractilidad del miocardio, la Precarga del ventrículo, es decir, el volumen

diastólico final y la longitud resultante de la fibra de los ventrículos antes del inicio

de contracción, la Postcarga aplicada a los ventrículos y la Fuerza cardiaca.

Cuando algunos de estos factores se alteran, se genera un desequilibrio

hemodinámico que desencadena una Insuficiencia Cardiaca. En situaciones de anormalidad de la función Cardiaca, el corazón dispone de

varios mecanismos de adaptación con el fin de mantener su función de bomba.

(Tabla Nº1)

Page 25: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

25

Fuente: Escobar José Antonio. 2000. Insuficiencia cardiaca. Primer Congreso Virtual de Cardiología.

Sin embargo, en algunas ocasiones cuando hay anormalidades de la función

cardiaca, y esta ha respondido o no a los mecanismos compensatorios, la

Insuficiencia Cardiaca se puede clasificar en: Insuficiencia Cardiaca Compensada

e Insuficiencia Cardiaca Descompensada. La primera se caracteriza por el

desarrollo de los mecanismos compensatorios, que regulan el estado

hemodinámico, para que haya un adecuado gasto cardiaco y en Insuficiencia

cardiaca descompensada, los mecanismos compensatorios antes mencionados,

no son suficientes para lograr un adecuado gasto cardiaco. Debido a esta

condición, se presentan una serie de síntomas y signos clínicos propios de la

misma. (Tabla Nº2)

Tabla Nº1. Mecanismos de adaptación de la Función Cardiaca La dilatación ventricular, consecuencia del efecto del aumento de la precarga,

producido por la retención hidrosalina, sobre el alargamiento de las fibras miocárdicas

de acuerdo con el mecanismo de Frank-Starling. (Relación entre la longitud inicial de

las fibras musculares y la fuerza miocárdicas)

La hipertrofia del miocardio, que aumenta la masa de tejido contráctil.

La liberación de catecolaminas por el sistema nervioso simpático del corazón y por las

glándulas suprarrenales.

La activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona.

Page 26: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

26

Tabla Nº2. Síntomas y signos clínicos de la Insuficiencia Cardiaca La falta de aliento particularmente durante actividades o cuando esté acostado o en reposo.

Tos seca y constante, y que puede empeorar durante la noche.

Inflamación de las piernas y los pies, la cual puede extenderse hasta el abdomen.

Despertarse en la noche tosiendo o sin respiración.

Cansancio o debilidad.

Disminución de la orina o tener que levantarse frecuentemente durante la noche para

orinar.

Aumento de peso-generalmente repentino (un kilo al día o más de 3 kilos en una semana).

*Aumento de la presión venosa yugular y la hepatomegalia indican retención de líquidos.

*La auscultación de taquicardia, estertores y de un ritmo de galope por tercer ruido

usualmente indican Insuficiencia Cardiaca severa. (su ausencia no lo descarta,

especialmente en pacientes tratados con beta-bloqueadores).

*Los signos clínicos de hipoperfusión sugieren una reducción abrupta del gasto cardíaco.

(extremidades frías, presión de pulso disminuida, taquicardia en reposo, alteraciones del

estado mental, respiración de Cheyne-Stokes (disminución de la sensibilidad del centro

respiratorio a la PCO2 arterial, donde disminuye la PO2 arterial y aumenta la PCO2 arterial,

produciendo hiperventilación e hipocapnia, seguidas posteriormente de apnea) e

incremento desproporcionado del nitrógeno ureico sanguíneo con relación a la creatinina).

*El latido apical debe estar por dentro de la intersección de la línea media clavicular y del 5º

espacio intercostal izquierdo. En la IC se encuentra desplazado.

*Los estertores crepitantes se localizan en las bases pulmonares y son consecuencia de la

extravasación de líquido en los alvéolos.

*El edema simétrico, especialmente en pies y tobillos, es muy útil cuando aparece, sobre

todo si se acompaña de otros signos de IC. En los pacientes encamados debe buscarse en

la región sacra.

Pueden aparecer otros signos como son: fibrilación auricular, taquicardia, hipertensión

arterial, hipotensión, derrame pleural. *No sensibles en el diagnóstico de la Insuficiencia Cardiaca Fuente: -Dagnovar Aristizábal O. et al. Tópicos selectos en Enfermedades Cardíacas y Vasculares 2006. Cardiología

Clínica Medellín.

- De Mora Martín Manuel, Pérez Boluda María Teresa, Nieves Hevia Ceva, Guerado Zorrilla Carmen. Enero

2002.Guía para el paciente con Insuficiencia Cardiaca.

- López Castro José. 2003. Archivos de medicina. La Insuficiencia Cardiaca: Epidemiología y abordaje

diagnóstico.

Page 27: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

27

Por otro lado, la New York Heart Association estableció una clasificación funcional

de las personas, según el nivel de actividad tolerado o el esfuerzo físico requerido

para producir los signos y síntomas comunes de la enfermedad, clasificándolos en

4 clases funcionales:

Clase funcional I. Es la menos grave, no hay limitaciones. La actividad física

habitual no produce fatiga excesiva, disnea ni palpitaciones.

Clase funcional II. Se presenta una limitación ligera de la actividad física.

Clase funcional III. Se manifiestan los mecanismos compensatorios y el gasto

cardiaco es normal, disnea de pequeños esfuerzos, se presenta congestión

venosa sistémica.

Clase funcional IV. No permite esfuerzo mínimo, disnea en reposo y ortopnea.

Y según la evolución de la Insuficiencia Cardiaca, esta se divide también en 4

estadios:

Estadio A: Son pacientes con alto riesgo de desarrollar Insuficiencia Cardiaca,

debido a que presentan factores asociados al desarrollo de la enfermedad, estos

pacientes no tiene anormalidades estructurales o funcionales identificables del

pericardio, miocardio o valvulares y nunca han tenido signos y síntomas de

Insuficiencia Cardiaca. Por ejemplo, pacientes con hipertensión arterial, diabetes

mellitus, enfermedad coronaria, terapia con drogas cardiotónicas, historia personal

de fiebre reumática e historia familiar de cardiomiopatía.

Estadio B: El paciente presenta enfermedad cardiaca estructural asociada

fuertemente con la presencia de Insuficiencia Cardiaca pero que nunca han

mostrado signos y síntomas de IC. Por ejemplo, pacientes con Hipertrofia

Page 28: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

28

ventricular izquierda o fibrosis; dilatación ventricular izquierda o menor

contractilidad; valvulopatía asintomática; infarto de miocardio previo

Estadio C: Denota al paciente con síntomas actuales o pasados de Insuficiencia

Cardiaca asociados con enfermedad estructural cardiaca subyacente. Por

ejemplo, hay presencia de Disnea o fatiga por disfunción ventricular izquierda

sistólica; pacientes asintomáticos que están bajo tratamiento por síntomas previos

de Insuficiencia Cardiaca.

Estadio D: Designa al paciente con enfermedad cardiaca estructural avanzada y

síntomas marcados de Insuficiencia Cardiaca en reposo a pesar de terapia médica

óptima. Estos pacientes son frecuentemente hospitalizados por Insuficiencia

cardiaca descompensada y requieren medidas terapéuticas especiales, tales

como soporte circulatorio mecánico, infusión continúa de inotrópicos, terapia de

resincronización cardiaca y trasplante cardíaco.

Evaluación Clínica y Métodos Diagnósticos Complementarios: Los síntomas y signos son importantes para determinar la posibilidad de

Insuficiencia Cardiaca. La sospecha clínica de Insuficiencia Cardiaca, debe ser

confirmada por exámenes dirigidos especialmente a analizar la función cardiaca.

(Tabla Nº3).

Tabla Nº3. Métodos diagnósticos de la Insuficiencia Cardiaca

Test no Invasivos Test no Invasivos Adicionales Test Invasivos Electrocardiograma Ecocardiografía de estrés Angiografía coronaria Radiografía de tórax Cardiología Nuclear Monitoreo hemodinámico con

catéter de arteria pulmonar Ecocardiografía Doppler Imagen de Resonancia

Magnética Biopsia Endomiocárdica

Hematología/bioquímica Test de Ejercicio Péptidos Natriuréticos Fuente: Dagnovar Aristizábal O. et al. Tópicos selectos en Enfermedades Cardíacas y Vasculares 2006.

Cardiología Clínica Medellín.

Page 29: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

29

En el electrocardiograma, se realiza un registro de la actividad eléctrica del

corazón, por lo tanto, en personas con Insuficiencia Cardiaca se observan

cambios frecuentes en la misma; por ejemplo, “el valor predictivo negativo de un

ECG normal para excluir disfunción sistólica del ventrículo izquierdo excede el

90%. Además, la presencia de ondas Q en la pared anterior y un patrón de

bloqueo completo de rama izquierda en pacientes con enfermedad coronaria son

predictores de una disminución de la fracción de expulsión. Una amplitud del

complejo QRS > 120 ml o el hallazgo de bloqueo completo de rama izquierda

sugieren disincronía cardiaca” [12].

En cuanto a la Radiografía de Tórax, “el aumento del tamaño cardíaco, evaluado

por una relación cardiotorácica > 0.50 y la presencia de congestión venosa

pulmonar, sugieren falla cardiaca sistodiastólica (fracción de expulsión disminuida

y aumento de la presión de llenado)” [12] además, los signos de derrame pleural,

edema pulmonar alveolar o intersticial sugieren disfunción severa del ventrículo

izquierdo también son hallazgos frecuentes.

La Ecocardiografía Doppler se usa para evaluar las estructuras y el

funcionamiento del corazón, con el fin de determinar el tipo Insuficiencia cardiaca,

la cual puede ser sistólica o diastólica, considerándose una función sistólica

izquierda preservada, con una fracción de eyección en reposo mayor del 50%.

Además, del cálculo de la fracción de expulsión, la ecocardiografía evalúa otros

índices de función sistólica como la fracción de acortamiento, el índice de función

sistodiastólica (índice de Tei), el Doppler de tejidos, el índice de movimiento de la

pared ventricular izquierda (wall motion score index) y el grado de desplazamiento

del anillo AV” [12].

El estudio de la función diastólica generalmente se realiza con la evaluación

ecocardiografía Doppler del flujo diastólico transvalvular mitral, el flujo venoso

pulmonar y el Doppler tisular. La disfunción diastólica se caracteriza por trastornos

Page 30: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

30

de la relajación y/o de la distensibilidad ventricular. Durante el seguimiento de los

pacientes, solo se justifica repetir el ecocardiograma en casos de deterioro o

mejoría significativa de la función cardiaca.

Los exámenes de laboratorio recomendados en la evaluación diagnóstica de los

pacientes con Insuficiencia cardiaca crónica incluyen el hemograma completo,

electrolitos séricos, nitrógeno ureico y creatinina, glucosa sérica,

aminotransferasas, hormona estimulante de la tiroides (TSH) y citó químico de

orina. En exacerbaciones agudas es importante solicitar enzimas cardíacas

(creatin kinasa y/o troponinas) para excluir infarto agudo del miocardio” [12].

Respecto a los métodos no invasivos, encontramos la Ecocardiografía de estrés

que es una técnica de imagen mediante ultrasonidos la cual es “utilizada en el

diagnóstico de la cardiopatía isquémica miocárdica permitiendo valorar las

anomalías regionales que se producen en la contractilidad del ventrículo izquierdo

y también es usada para la valoración de la función sistólica y diastólica” [49]

Otro de los métodos empleados en el diagnostico de la Insuficiencia Cardiaca es

la Cardiografía nuclear, ya que el manejo de la angiografía con radionucleótidos es

posible medir la fracción de expulsión ventricular izquierda y de los volúmenes

cardíacos.

En cuanto a la Imagen de Resonancia Magnética, se considera como una de las

herramientas útiles en el diagnóstico inicial de la enfermedad coronaria, ya que

permite evaluar la morfología, función y tamaño de las cámaras cardiacas y de los

grandes vasos de forma no invasiva, además de valorar la extensión del daño

miocárdico causado por un infarto, con el fin de establecer precozmente un

tratamiento adecuado [50].

Page 31: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

31

El test de ejercicio, tiene una “aplicación es escasa en el diagnostico de

Insuficiencia Cardiaca y la indicaciones principales son la valoración de la

capacidad funcional, la presencia de isquemia miocárdica y el pronóstico,

especialmente mediante la determinación del consumo de O2 durante el ejercicio”

[41]. Por lo tanto, “un consumo pico de oxígeno (VO2) menor de 10 ml/kg por

minuto identifica pacientes de alto riesgo, y un VO2 mayor de 18ml/kg por minuto

identifica pacientes de bajo riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovasculares”

[12].

Y finalmente encontramos los test invasivos para el diagnóstico de la Insuficiencia

Cardiaca como la Angiografía Coronaria, la cual se utiliza con el fin de “observar y

registrar imágenes de las arterias coronarias para saber si los vasos sanguíneos al

corazón están obstruidos” [51], el test del catéter de arteria pulmonar, “sirve para

determinar la presión auricular derecha, las presiones sistólicas, diastólicas y

media de la arteria pulmonar y capilar pulmonar además también es útil para la

medición del gasto cardiaco, determinación de la saturación de oxígeno en arteria

pulmonar y la medición de la temperatura central” [52], entre otros.

Con el fin de tener un adecuado manejo y control de los signos y síntomas de la

Insuficiencia Cardiaca, se han implementado dos clases de tratamiento para lograr

mejores resultados, reflejados en la mejoría de la salud de las personas que

padecen de Insuficiencia Cardiaca, como lo es el tratamiento farmacológico y el no

farmacológico.

2.1. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Los Medicamentos más utilizados en la actualidad para el manejo de la

Insuficiencia Cardiaca, comprende a los siguientes grupos de medicamentos,

descritos según el Grado de Recomendación (Tabla Nº4) y el Nivel de Evidencia

(Tabla Nº5).

Page 32: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

32

*La ESC desaconseja el uso de la Clase III Fuente: Swedberg Karl, Cleland John et al. Actualización 2005.

Guías de Práctica Clínica sobre el diagnóstico y tratamiento de la Insuficiencia Cardiaca crónica.

Fuente: Swedberg Karl, Cleland John et al. Actualización 2005.

Guías de Práctica Clínica sobre el diagnóstico y tratamiento de la Insuficiencia Cardiaca crónica.

Los Diuréticos de Asa, Tiazídicos y Metolazona (Furosemida, Hidroclorotiazida,

Espironolactona), son esenciales para el tratamiento en presencia de

sobrecarga de líquidos. “El uso de diuréticos resulta en un rápida mejoría de la

disnea y en un aumento de la capacidad de ejercicio (grado de recomendación

I, nivel de evidencia A). No se han realizado ensayos clínicos aleatorizados y

controlados para probar los efectos de estos agentes sobre los síntomas y la

supervivencia. Los diuréticos siempre se administrarán en combinación con

IECA y bloqueadores beta, si son tolerados (grado de recomendación I, nivel

de evidencia C).” [40]

Vasodilatadores (Enalapril, Captopri). ”No hay un papel específico para los

agentes vasodilatadores de acción directa en el tratamiento de la Insuficiencia

Cardiaca Crónica (grado de recomendación III, nivel de evidencia A), aunque

Tabla Nº4. Grados de recomendación según la evidencia científicaClase I. Evidencia y/o acuerdo general de que un determinado procedimiento diagnóstico/tratamiento es beneficioso, útil y efectivo Clase II. Evidencia conflictiva y/o divergencia de opinión acerca de la utilidad/eficacia del Tratamiento Clase IIa. El peso de la evidencia/opinión está a favor de la utilidad/eficacia Clase IIb. La utilidad/eficacia está menos establecida por la evidencia/opinión Clase III. Evidencia o acuerdo general de que el tratamiento no es útil/efectivo y en algunos casos puede ser perjudicial

Tabla Nº5. Niveles de evidencia Nivel de evidencia A. Datos procedentes de múltiples ensayos clínicos aleatorizados o meta-análisis Nivel de evidencia B. Datos procedentes de un único ensayo clínico aleatorizado o de grandes estudios no aleatorizados Nivel de evidencia C. Consenso de opinión de expertos y/o pequeños estudios, estudios

Page 33: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

33

se pueden utilizar como tratamiento coadyuvante para la angina o la

hipertensión concomitante (grado de recomendación I, nivel de evidencia A).

Digitálicos (Digoxina, Valsartán, Lorsantán), reducen la frecuencia cardiaca, y

con ello mejoran la función ventricular y los síntomas (grado de recomendación

I, nivel de evidencia B).

Betabloquedores (Carvedilol, Metropolol, Bisoprolol), reduce los ingresos

(todos, los cardiovasculares y por IC), mejora la clase funcional y conduce a un

menor agravamiento de la IC. Este efecto beneficioso se ha observado de

forma consistente en subgrupos de diferente edad, sexo, clase funcional,

fracción de eyección ventricular izquierda y etiología (isquémica o no) (grado

de recomendación I, nivel de evidencia A).

Antiarrítmicos (Propafenona, Amiodarona, Flecainida, Ibutilide, Quinidina,

Sotalol y Propafenona más Verapamilo (grado de recomendación I, nivel de

evidencia B).

Anticoagulantes (Warfarina, Heparina de bajo peso molecular), entre otros.

Debido a la gran cantidad de opciones farmacológicas [3, 34, 40, 13, 14, 53, 54],

es indispensable que los profesionales de Salud, especialmente los profesionales

de Enfermería, expliquen y recuerden a cada uno de las personas que estén con

manejo farmacológico de la Insuficiencia Cardiaca, la forma en que se usa cada

uno de los medicamentos formulados por el médico tratante, teniendo en cuenta

que es necesario que cada persona conozca para que sirve cada medicamento,

como debe ser administrado y los reacciones adversas del mismo, fortaleciendo

no solo el conocimiento farmacológico, sino también el tratamiento no

farmacológico en donde se incluye medidas dietarias, mantenimiento y control del

Page 34: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

34

peso, reconocimiento de signos y síntomas y el ejercicio, entre otros [33], siendo

estas las primeras causas de reingreso [53].

Por otro lado, hay que tener en cuenta que esta es una patología crónica donde el

paciente debe apegarse al tratamiento farmacológico y no farmacológico, puesto

que existen estudios que incluye la importancia del cumplimiento y/o adherencia al

tratamiento farmacológico para alcanzar una mejor calidad de vida [13, 55, 56, 64],

los factores precipitantes del incumplimiento terapéutico como por ejemplo la

edad, nivel de escolaridad, conocimiento de la enfermedad y el tratamiento,

cantidad de medicamentos y frecuencia de administración ya que en la

Insuficiencia Cardiaca se suele utilizar regímenes terapéuticos complejos, debido

a una importante comorbilidad propia de la edad avanzada, lo que provoca que

sean con frecuencia pacientes polimedicados [56], y algo de gran importancia que

también interviene en la adhesión, es la satisfacción con la atención en el servicios

farmacéuticos y la frecuencia de visita Médica, lo cual influye en el control de los

síntomas y a la necesidad de hospitalización [55], sin embargo según Despaigne,

en su estudio afirma que las causas más relevantes del incumplimiento del

tratamiento farmacológico y no farmacológico referidas por los participantes fue el

olvido y el alivio de los síntomas [55].

Por lo tanto, es necesario la presencia de una adhesión óptima frente al

tratamiento farmacológico, así como a unos hábitos de vida saludables, que

corresponde al tratamiento no farmacológico, con el fin de controlar los signos,

síntomas y mejorar la calidad de vida de estas personas, pues se ha demostrado

que el incumplimiento terapéutico, es una de las principales causas de

desestabilización o complicación de la enfermedad y del ingreso hospitalario en

las personas con Insuficiencia Cardiaca [57]

Page 35: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

35

2.2. TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO Las medidas no farmacológicas son fundamentales en el tratamiento de la

Insuficiencia Cardiaca, porque ayudan al control de los síntomas y evolución de la

misma, es muy importante que los profesionales de Enfermería realicen acciones

pertinentes por medio de la Educación y formación para la salud mejorando de

esta manera el nivel de autocuidado y adherencia al tratamiento farmacológico y

en especial el no farmacológico. Se hace necesario incorporar las actividades

educativas dentro del marco del tratamiento de cualquier enfermedad crónica

como lo es la Insuficiencia Cardiaca, porque se requiere que las personas realicen

cambios comportamentales [58], en las que se incluyen llevar a cabo ciertas

medidas dietéticas, control de peso, restricción de líquidos según necesidad o

clase funcional, realización de actividad física regular, inmunización,

reconocimiento de los signos de alarma, buscar ayuda por medio de la consulta al

profesional de Enfermería o médico en caso de presentar los signos de alarma,

entre otros, los cuales influyen de manera directa en el proceso patológico,

considerándose fundamental enseñarle al paciente en un lenguaje sencillo los

principales cuidados o actividades de autocuidado para lograr el control y prevenir

la progresión de la enfermedad.

Por lo tanto, la educación se convierte en una herramienta y estrategia que

permite operacionalizar estos componentes del tratamiento, considerándose

necesario llevar a cabo actividades informativas y educativas, de forma continua y

progresiva por parte de Enfermería, ya que no solo se ayuda a brindar información

sino a formar a las personas para que estas logren y mantengan un estilo de vida

saludable, ”instruyendo al paciente sobre la importancia de respetar rigurosamente

las indicaciones médicas, con el fin de mejorar el conocimiento acerca de la

enfermedad, lograr actitudes y conductas o comportamientos positivos que

conlleven un beneficio para el control de la enfermedad” [58], evitando

Page 36: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

36

complicaciones y potencializando el autocuidado en este grupo de personas.

(Grado de recomendación I, nivel de evidencia C para el manejo no farmacológico,

excepto cuando se indique lo contrario) [40].

Por otro lado, no se debe dejar a un lado el papel tan importante que juega la

familia como apoyo social en la personas con Insuficiencia cardiaca en el

cumplimiento terapéutico, no solo en lo farmacológico sino también lo relacionado

a cambios en hábitos, los cuales proporcionan un gran beneficio en el control de la

enfermedad, por lo tanto debemos potencializar la participación de la familia [58],

ya que esta contribuye a la generación de mecanismos para adaptarse a las

nuevas condiciones de salud, y puesto que se encontró un estudio que indica que

algunos de los beneficios de un adecuado apoyo social se relaciona con la

disminución la depresión, del estrés y la rehabilitación, generándole a estas

personas una mayor seguridad, estima y motivación para adaptarse a nuevos

comportamientos saludables [59], mientras que la presencia de un inadecuado

apoyo social (escasa red social, vivir solo, poco contacto con familiares, amigos o

vecinos, carecer de confidente) y la enfermedad en si, como lo menciona Guallar

Pilar y otros autores se relaciona con el aumento de la morbilidad y por lo tanto

con los reingresos hospitalarios en este grupo de individuos [60, 61].

Finalmente, para reconocer cuales son las practicas de autocuidado que deben

llevar a cabo las personas con Insuficiencia Cardiaca, las cuales corresponden al

tratamiento no farmacológico, a continuación se profundizará en cada uno de los

componentes de este tratamiento.

Dieta Hiposódica Una de las recomendaciones con mayor importancia en el tratamiento de la

Insuficiencia Cardiaca, es el control de la ingesta de sal [12, 57, 62], un mineral

necesario en pequeñas cantidades para algunos procesos del cuerpo, por lo tanto,

Page 37: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

37

demasiado aporte de sal produce un aumento de la presión arterial disminuyendo

el diámetro de las arterias, lo que hace que el corazón tenga que trabajar con más

dificultad. Además, también provoca la retención de líquidos, el cual es

manifestado por medio del edema de miembros inferiores. Debido a su gran

importancia en el control de la enfermedad, es recomendable orientar a las

personas con Insuficiencia Cardiaca, en sustituir la sal por otros condimentos

como el ajo, plantas aromáticas (tomillo, laurel, albahaca, perejil, romero, cilantro),

para mejorar y realzar el sabor de las comidas, evitar comidas con alto contenido

de sal como alimentos enlatados, congelados, embutidos, salsas tipo Ketchup,

queso, leche en polvo, leche condensada, comidas rápidas y beber agua del grifo,

debido a que las aguas minerales embotelladas tienen, en general, alto contenido

en sal. Actualmente, se recomienda una ingesta limitada a 2 a 3 gramos de sal al

día y en los casos más graves puede ser necesaria la restricción hasta alcanzar

cifras inferiores a 2 gramos de Sodio [3, 4, 13, 14, 40, 53, 54, 63].

Es de gran importancia realizar un seguimiento estricto de la dieta en las personas

con insuficiencia cardiaca puesto que se ha encontrado que al tener un mayor

control y adhesión a la dieta se aumenta la calidad de vida y se reduce las

hospitalizaciones por descompensación ya que en el estudio realizado por

Grancelli en el 2007, se evidenció en las personas que recibieron intervención

educativa acerca del tratamiento en general, cambios en la dieta con un 64,9 % en

comparación con el 20,2% del grupo control (p<0,001) [64], lo cual favoreció la

disminución de los ingresos hospitalarios. Por tal motivo, se considera que una de

las causas más comunes de ingreso hospitalario por inestabilización de la

Insuficiencia Cardiaca es el mal cumplimiento de la dieta [53]. Sin embargo,

también se ha encontrado que a pesar de la realización de las intervenciones

educativas, es difícil adherirse a una dieta baja en sodio puesto que en el estudio

elaborado por Lupón en el 2005 [65] se evidencia que al inicio del estudio, en la

primera visita solo el 33%, es decir, 98 de 298 personas, realizaban una dieta sin

sal en comparación a los resultados obtenidos al año, segunda visita, 21.5% que

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38

corresponde a 62 personas, lo que da a entender que se presentan dificultades en

la adhesión de una dieta hiposódica, y “si a ello se adiciona la gran cantidad de

limitaciones o dificultades para la realización del trabajo cotidiano y para tener

relaciones sexuales, la progresiva falta de autonomía, los efectos secundarios de

los medicamentos y los ingresos hospitalarios recurrentes, es fácil darse cuenta de

la mala calidad de vida de las personas que padecen de insuficiencia Cardiaca

[66], por no llevar a cabo las indicaciones terapéuticas.

Restricción de líquidos Para prevenir la retención de líquidos en el cuerpo, evitar el edema y posibles

complicaciones, como medida general deben limitarse [62] de 1,5 a 2,0 litros por

día [12, 13, 14, 40, 57, 63]. Sin embargo, en casos de Insuficiencia Cardiaca

grave, en los cuales la concentración de hormonas diuréticas circulantes puede

estar aumentada y la capacidad de eliminación de agua alterada, la restricción

hídrica se aconseja para evitar que la concentración de sodio plasmático

disminuya a niveles inferiores de 130 m Eq/L. Por otro lado, es muy importante

reconocer que la restricción hídrica causa sed, convirtiéndose en uno de los

síntomas menos tolerados por los pacientes con Insuficiencia Cardiaca moderada

a grave. [3, 42]

Un estudio, realizado por Holst et al. [67] en el cual determinan la utilidad de la

restricción de líquidos diaria de 1.5 litros en las personas con Insuficiencia

Cardiaca, los autores indican que la ingesta hídrica basada en la necesidad

fisiológica, mejora la sensación de boca seca y de sed, y no se convertiría en un

stress del tratamiento no farmacológico para este grupo de personas.

Consecuentemente, es de gran importancia concienciar, educar y fomentar esta

práctica, puesto que en el estudio realizado por García en el 2002, demuestra que

hasta un 50% de las personas incluidas en el estudio, “no consideraban

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39

importante el control de la diuresis ni el de ingesta hídrica” [68], es por esto que al

no ser reconocida la importancia de esta medida como parte de la prevención de

las complicaciones de la Insuficiencia Cardiaca, se generarán mayores ingresos

hospitalarios por retención de líquidos.

Alcohol Se permite el consumo moderado de alcohol, es decir, de 1 cerveza ó 1-2 copas

de vino al día. Según Bryson [69], el consumo moderado de alcohol se asocia a un

menor riesgo de insuficiencia cardiaca entre adultos mayores, excepto en los

casos de miocardiopatía alcohólica, en los que el consumo de alcohol está

prohibido. [40, 12, 13, 53, 54, 62], Ya que se ha demostrado a nivel experimental

que la ingesta de alcohol de forma aguda, tiene un efecto inotrópico negativo, es

decir, causa una disminución de la contractilidad cardiaca [54], lo cual esta

relacionado de forma significativa con el número de ingresos hospitalarios por

Insuficiencia Cardiaca en un estudio publicado por Rejane en el 2000 [42].

Se ha encontrado otro estudio en el cual hacen referencia en que la persistencia

de altas dosis de consumo de alcohol se traduce en deterioro de los músculos y la

función cardiaca, con una elevada mortalidad, debido a arritmias y la progresión

de la insuficiencia cardiaca [70]. Sin embargo, según Rubin en su estudio donde

comprueba los efectos del etanol, concluye que el efecto del mismo es reversible,

puesto que a los 5 minutos de retirar el alcohol se comprueba una total

normalización de la contractilidad [71]. Aunque en general, “estos efectos tienen

poca importancia en las personas abstemias o en los alcohólicos con una función

cardiaca normal, pero en los pacientes con cardiopatía de diferentes etiologías y

en los alcohólicos con miocardiopatía, una sobreingesta aguda de etanol puede

desencadenar una insuficiencia cardíaca” [72]

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40

Por lo tanto, al tener esta evidencia es muy importante que las personas con

Insuficiencia cardiaca conozcan los beneficios de consumir dosis bajas de alcohol

(menos riesgo de arritmias por disminución del efecto inotrópico negativo), lo cual

se puede realizar por medio de la educación por parte de enfermería, para mejorar

conductas de riesgo en esta población.

Control de peso Las personas con Insuficiencia Cardiaca deben pesarse regularmente, por lo

menos una vez al día o dos veces por semana, y en caso de ganancia de peso

rápida mayor de 1kg en un día ó mas de 3Kg en una semana, debe avisar a la

enfermera o médico para que este aumente la dosis del diurético, de acuerdo a las

necesidades del paciente. [12, 13, 14, 40, 53, 62, 63], puesto que el aumento en el

peso habitual debe alertar sobre la posible retención de líquidos, que se reflejaría

en una sobrecarga de volumen al ventrículo y consecuentemente la

descompensación del paciente.

Además, el paciente obeso debe controlar su peso con medidas dietéticas, ya que

el sobrepeso y la obesidad aumenta la disnea y disminuyen la tolerancia al

ejercicio [12], en consecuencia, la reducción del peso nos indica la pérdida de

agua y se acompaña de la disminución de los síntomas [73], por este motivo hay

que insistir en que es necesario realizar el control de peso todos los días a la

misma hora y con la menor ropa posible, para obtener datos confiables [74].

Por lo tanto, es necesario que estos pacientes adopten el control del peso ya que

en un estudio realizado por García, se evidenció que la mayoría de los pacientes

sabía perfectamente que el control de su peso era una medida necesaria para el

manejo de su enfermedad y reconocían como beneficioso la realización de

ejercicio en grado moderado y el uso restringido de sal, pero sin embargo, un

adecuado nivel de información sobre el control de peso, realización de ejercicio

Page 41: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

41

moderado y hábito dietético con restricción de sal, no siempre implicaba que

llevaran a cabo estas medidas [68].

Actividad Física y Reposo El reposo absoluto sólo está indicado en casos de descompensación cardiaca. En

el paciente estable, es decir en clase funcional I, II y III se recomienda el ejercicio

aeróbico y regular como por ejemplo el caminar o montar bicicleta de 30 a 60

minutos, 3 a 5 veces por semana, con la única limitación de la aparición de

síntomas [12, 13, 62]. Sin embargo, en clase funcional IV hay restricción total del

mismo [63]. Se considera que el reposo en cama y la sedación, contribuyen en el

tratamiento, puesto que ayuda a disminuir la frecuencia y el esfuerzo o trabajo

cardiaco. Por lo tanto, se aconseja motivar al paciente a permanecer sentado

mientras lo tolere con el fin de disminuir el retorno venoso [14, 40].

Igualmente, el realizar un ejercido regular es recomendado debido a su gran

cantidad de beneficios, en los que se incluyen prevenir el desacondicionamiento

muscular, mejorar los síntomas, disminuir el estrés, la tensión arterial, controlar el

peso, estimular el entusiasmo y el optimismo, lo cual mejora la calidad de vida [3,

4, 40]. Además, esta indicado en todos los pacientes estables, para evitar la atrofia

muscular y la debilidad por desuso, que pueden condicionar una progresiva

disminución de la tolerancia al ejercicio por causa no cardiaca [53], por lo tanto, es

muy importante que las personas continúen con su actividad laboral, adaptándola

si es preciso a su capacidad física, para contribuir al mantenimiento de la calidad

de vida [53].

Por otro lado, algunos estudios muestran que la actividad física mejora el

pronóstico sintomatológico, aumenta la sobrevida y reduce las hospitalizaciones

por Insuficiencia cardiaca [75, 76]

Page 42: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

42

Finalmente, la evidencia científica ha demostrado que los Programas de

rehabilitación cardiaca repercuten positivamente en la calidad de vida del enfermo

coronario, como consecuencia de la atención integral donde se incluye el control

de los factores de riesgo, entrenamiento físico programado, ayuda psicológica y

asesoramiento de los familiares [77].

Reconocimiento de los signos de alarma Es de vital importancia realizar educación y formar a la familia y al paciente, de

forma progresiva y continua con el fin de que tengan una clara comprensión

acerca del reconocimiento de los signos de alarma, puesto que al enseñar a estas

personas a reconocer los signos y síntomas de la Insuficiencia Cardiaca, se

contribuye a que ellos puedan solicitar ayuda cuando sea necesario, favoreciendo

a la disminución de las complicaciones y hospitalizaciones innecesarias por esta

causa [14, 54, 62, 63]. Considerándose unas de las complicaciones más

importantes las arritmias y el edema pulmonar agudo, puesto que ponen en peligro

la vida [78].

Este aspecto, tiene un gran valor en el manejo de la Insuficiencia Cardiaca puesto

que en el estudio publicado por Achury en el 2007, se encontró que muy pocas

veces el paciente conoce muy bien la enfermedad, generando limitaciones en la

capacidad de reconocer los signos de alarma (disnea, edema, fatiga (cansancio),

aumento de peso) y la forma de actuar frente a los mismos, retardando las

consultas y empeorándose el diagnostico [33]. Además, según Martínez, el

reconocimiento y la corrección temprana de síntomas o signos de alarma pueden

mejorar los resultados en los pacientes reduciendo la incidencia de eventos

adversos [79].

Así mismo, Lupón en el 2003 [80], hizo un estudio en el cual se aplicaba una

intervención educativa a cargo de enfermeras especializadas, el cual evidenció

Page 43: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

43

mejoría en el conocimiento de los signos de alarma presentándose al inicio de la

intervención 66%, en comparación con el conocimiento al final de la misma 86% y

por lo tanto al presentarse una mejor capacidad para el reconocimiento de los

síntomas por medio de la intervención educativa, se contribuía a mejorar la

adhesión al tratamiento y las medidas de autocontrol, aumentar la calidad de vida,

reducir el numero de hospitalizaciones por descompensación y lograr un cuidado

con una mejor relación coste-beneficio.

Inmunización

Los adultos mayores son susceptibles a algunas de infecciones que se pueden

prevenir por medio de la vacunación. De hecho,” las complicaciones a causa de

influenza y neumonía, son la sexta causa principal de muerte entre los adultos

mayores” [81]. Afortunadamente, tener las vacunas recomendadas puede reducir

ampliamente el riesgo de infecciones que se pueden prevenir por vacunación y por

ende reducir la incidencia de infecciones respiratorias que podrían descompensar

al paciente con Insuficiencia Cardiaca. [4, 40, 12, 14, 53, 54, 63]

Por otro lado, en un estudio referenciado por Domínguez en el 2007, se demostró

que el seguimiento de las indicaciones por los pacientes fue del 68%, siendo que

los ancianos y mujeres son los que mas siguen las prescripciones [42]. Sin

embargo, lo ideal seria aumentar la adherencia a este tópico para evitar

descompensación por enfermedades o situaciones prevenibles.

2.3. PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO

El autocuidado es un punto importante como pilar en el manejo de la Insuficiencia

Cardiaca, tanto en el tratamiento no farmacológico como en el farmacológico. El

autocuidado, es definido como comportamientos o acciones que permiten a los

individuos utilizar la razón para estar dispuestos y concientes a desarrollar

Page 44: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

44

acciones operacionalizadas frente al tratamiento no farmacológico (dieta, actividad

física regular, control de peso, reposo, restricción de líquidos e identificación de los

signos de alarma como edema, disnea, aumento de peso y buscar ayuda

profesional en presencia de los mismos), en el cual existe una práctica constante

de ocuparse de sí mismo, refiriéndose no solamente a una actitud de

autoconciencia, sino también de autoconocimiento y empoderamiento del individuo

sobre su salud, por iniciativa propia, con el interés de mantener su funcionamiento

y bienestar.

Además, también el autocuidado es descrito como una contribución que hace el

individuo a su propia existencia, por medio de actividades aprendidas, orientadas

hacia un objetivo, para regular los factores que afectan su desarrollo y

funcionamiento, lo que da a entender que el autocuidado es una acción que tiene

un patrón, una secuencia y cuando se realiza de manera correcta, contribuye a la

integridad estructural, al desarrollo y al funcionamiento humano [96].

Por otro lado, la noción de autocuidado ha sido una construcción social puesto que

muchos años atrás los griegos manejaban una visión integral de lo que debía ser

el cuidado propio, ya que “se enfatizaban en la necesidad de cuidar no sólo el

cuerpo sino también el alma. Para ellos, el cuidado incluía los cuidados del

cuerpo, los regímenes de salud, los ejercicios físicos sin excesos y la satisfacción

mesurada de las necesidades y otras actividades en general” [20].

Así mismo, el concepto de autocuidado se vio influenciado, puesto que “la

Medicina diseñó un sistema de salud para curar la enfermedad y no para

promover la salud y por la división que hace el modelo biomédico del cuerpo, sus

funciones y la separación entre cuerpo y espíritu” [20], generando confusión en

cuanto a las acciones que pertenecían al cuidado y las acciones pertenecientes al

tratamiento, por lo tanto hablar de tratamiento era igual que hablar de cuidado.

Page 45: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

45

Y es de aquí donde surge el concepto de cuidado anticipado, “el cual implica el

desarrollo de actividades dirigidas a prevenir la aparición de determinadas

enfermedades actuando sobre factores de riesgo y detectando los que están en

fase presintomática” [20], en consecuencia a esta ideología, el autocuidado se ha

reforzado mediante procesos de educación para la salud con el fin de influir y

modificar estilos de vida que no contribuyen en el mantenimiento de la Salud. Sin

embargo, esta estrategia se ha basado en frases de prohibición, imposición,

generación de miedo ante las complicaciones, y de la advertencia hasta la

represión.

Es así que el cuidarse se convierte en una serie de actos esenciales para las

personas y la sociedad, ya que son propios y necesarios para la supervivencia de

todo ser vivo. Por lo tanto, todo individuo esta en la capacidad de ejercer su propio

cuidado, ya que este es aprendido por medio de “las comunicaciones que ocurren

en las relaciones interpersonales, durante nuestra vida” [21]. Por cual es muy

frecuente, que sean aprendidas en el entorno más cercano como lo es la familia y

el círculo de amigos.

Puesto que las acciones son aprendidas de personas cercanas, estas tienen un

componente fuertemente arraigado a un sistema de creencias, ritos muy

complejos, que han sido “heredados” de generación en generación, razón por la

cual las personas no reemplazan fácilmente sus creencias por conocimientos

nuevos.

Sin embargo, la situación de enfermedad obliga a los individuos a realizar

modificaciones en sus estilos de vida, para controlar los síntomas evitando

posibles complicaciones. Es necesario que el individuo desarrolle un autocuidado

a partir del hay conocimiento de la enfermedad; sin embargo, el conocer la

enfermedad no asegura que el individuo se apropie de su autocuidado.

Page 46: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

46

Así mismo, debido al gran interés de conocer las implicaciones del autocuidado,

se ha desarrollado la Teoría General de la Enfermería, mencionada por Orem, la

cual describe la esencia del actuar enfermero. Esta teoría comprende la Teoría del

Autocuidado, Teoría del déficit de Autocuidado y la Teoría del Sistema de

enfermería, las cuales se relacionan entre sí.

En cuanto a la Teoría del autocuidado, Orem dice que el autocuidado permite a los

individuos utilizar la razón para estar dispuestos y concientes a desarrollar

comportamientos o acciones en pro de su bienestar. Y que el autocuidado no es

innato, sino que es aprendido a lo largo de la vida, a través de las relaciones

interpersonales y la comunicación en la familia, la escuela y amigos. De igual

forma, Orem define al Agente del Autocuidado como a la persona que lleva acabo

las acciones de autocuidado, es decir, cuando las acciones van desde la persona

que las realiza hacia personas sin capacidad de autocuidado, por ejemplo niños,

ancianos con discapacidad, enfermos en coma, etc. [97]

Igualmente, para llevar a cabo la práctica de autocuidado, son necesarios tres

requisitos importantes mencionados por Orem, en los que se incluyen los

requisitos universales del autocuidado, los requisitos de autocuidado para el

desarrollo, y los requisitos del autocuidado en el caso de desviación de la salud;

los cuales determinan acciones concretas para lograr la salud y el bienestar

propio.

El primero de los requisitos, se relaciona con la satisfacción de las necesidades

básicas o vitales de todo ser humano, en las que se incluyen mantener un ingreso

suficiente de aire, ingesta adecuada de agua y alimentos, efectuar cuidados para

asegurar la eliminación urinaria e intestinal, equilibrio entre las actividades

realizadas y el descanso, interacción social, la prevención de accidentes y daños

[98, 99]. Todas estas necesidades son medidas realizadas por voluntad propia, en

forma deliberada y racional, pero que muchas veces no nos damos cuenta que las

Page 47: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

47

realizamos ya que se han convertido en actividades de la rutina diaria. De igual

manera cada uno de esos requisitos están relacionados entre si, pero también

cada uno es logrado de acuerdo a una serie de factores condicionantes básicos,

los cuales determinan el estado de salud de todo individuo. Estos condicionantes

básicos tienen que ver con la edad, el sexo, el estado de desarrollo o etapa del

ciclo vital en que se encuentre, el medio ambiente, el entorno familiar, los factores

sociales y culturales, la orientación sociocultural y religiosa, los recursos

económicos, el sistema y el estado de salud, y la percepción de la salud,

independientemente si se esta enfermo o no.

En cuanto a los requisitos de autocuidado para el desarrollo, estos varían según

el ciclo vital de la persona, garantizando el crecimiento y desarrollo normal,

desde la concepción hasta la senectud y el enfrentar situaciones que pueden

afectarlo, es decir existen cuidados especiales durante el embarazo, la lactancia,

infancia, adolescencia, edad adulta, la menopausia y la andropausia y el

envejecimiento. Por ejemplo para nadie es desconocido que una alimentación

inadecuada, no sólo afectará el crecimiento del niño, sino que tendría

repercusiones en la etapa de adulto mayor [98].

Finalmente, los requisitos de autocuidado en el caso de desviación de la salud o

enfermedad, corresponden a otros tipos de demanda específicos según la

alteración. Estos requisitos generan una secuencia de acciones que le permiten al

individuo desarrollar prácticas de autocuidado dirigidas al mantenimiento de la

salud. Por ejemplo, existen cuidados concretos para el control y el manejo de

cada entidad patológica, como es el caso de la diabetes, la hipertensión y la

Insuficiencia Cardiaca, lo que lleva a las personas a buscar asistencia médica, a

seguir una terapia, atender los efectos molestos de la alteración en el estado de

salud; a aceptar una nueva imagen corporal y los cuidados necesarios para

fortalecer el autoconcepto o a aprender a vivir con la patología [99].

Page 48: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

48

Ahora bien, con estos tres requisitos, subyace la teoría del Déficit de autocuidado,

de esta Teoría surgen tres conceptos claves que son: la demanda de autocuidado

terapéutico, la agencia de autocuidado, y el Déficit de autocuidado [99]. El primero

hace referencia a la cantidad y el tipo de acciones o actividades que la persona

debería realizar para alcanzar los requisitos de autocuidado, de aquí se deriva la

agencia, en que el individuo por medio de sus capacidades lleva a cabo las

acciones de autocuidado y cuando estas demandas no se suplen en su totalidad,

se genera un déficit de autocuidado, es decir, el individuo por medio de sus

acciones no logra alcanzar el bienestar esperado, siendo en este momento en el

cual la acción de enfermería debe estar presente para compensar la demanda de

cuidado a través del sistema de Enfermería.

El sistema de Enfermería hace referencia al momento en que las personas que

demandan autocuidado y el Profesional de Enfermería establecen una relación

terapéutica para compensar el desequilibrio existente en el autocuidado,

presentándose una secuencia de acciones deliberadas que llevan a cabo las(os)

enfermeras(os) con sus pacientes para conocer y satisfacer los componentes de

las demandas de autocuidado. Esos componentes dependen de las capacidades

del paciente para autocuidarse, en el cual se identifican el sistema de Enfermería

totalmente compensatorio (todos los cuidados son asumidos por el personal de

enfermería), parcialmente compensatorio (se comparten las acciones de

autocuidado entre la persona afectada y el profesional de enfermería) y el de

apoyo educativo (la persona realiza las acciones de autocuidado con la orientación

y supervisión del profesional de enfermería para perfeccionar el mismo) [97]. Así,

el sistema de Enfermería muestra y ubica la forma en que el profesional de

Enfermería contribuye a superar el déficit de autocuidado del paciente, por medio

de la orientación y el control de las acciones realizadas por el individuo, con el

objetivo de recuperar y mejorar su autocuidado.

Page 49: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

49

En este orden de ideas, se puede reconocer que el autocuidado es una conducta

que aparece en situaciones concretas de la vida, el cual contribuye a regular los

factores que afectan el desarrollo, la salud y el bienestar de la persona. De aquí

que existan tres etapas vitales para adoptar un completo autocuidado. En la

primera etapa, la persona se hace consciente de que requiere algún tipo de

acción, en la segunda etapa, la persona toma la decisión de seguir un curso

particular de acción y finalmente en la tercera etapa, la persona realiza la acción

[99] demostrando el verdadero empoderamiento y conciencia de su condición de

salud

Finalmente, el autocuidado implica asumir la responsabilidad de escoger un estilo

de vida adecuado, por lo tanto, una persona que ejerce su práctica de

autocuidado, es aquella que se percibe como un ser valioso en su condición de

ser humano y que está en capacidad de construir su propio proyecto de vida en

las mejores condiciones posibles, por medio de acciones consientes y adecuadas.

2.4. AUTOCUIDADO EN LAS PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA

Debido a la alta complejidad que abarca el autocuidado frente al tratamiento no

farmacológico en personas con insuficiencia cardiaca, es importante reconocer

que si se desea que el autocuidado sea efectivo en relación al tratamiento no

farmacológico, las personas deben asumir una serie de cambios y pautas de

comportamiento, para mejorar y controlar su proceso de enfermedad; sin

embargo, estos cambios de comportamiento no son fáciles de realizar, puesto que

se presentan dificultades para cambiar los estilos de vida muy arraigados, por

falta de conocimiento del entorno o a falta facilidades socioeconómicas de cada

persona, generando un gran impacto en la vida de las personas que se les

diagnostica, ya que no solo demanda cambios en el estilo de vida del individuo,

sino también al interior de la familia, la cual es considerada como un componente

fundamental para motivar el autocuidado en personas con Insuficiencia cardiaca.

Page 50: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

50

Por otro lado, el autocuidado se concibe como “clave en la Insuficiencia Cardiaca y

como uno de los principales objetivos de la labor educativa” [94], haciéndose

énfasis en este caso en el tratamiento no farmacológico, ya que se hace necesario

que las personas hagan cambios en cuanto al estilo de vida y en que reconozcan

los signos de alarma, siendo necesario reforzar constantemente los conocimientos

de estas personas para que tengan claro como debe ser el control de los

síntomas, sin embargo, no solo se trata de brindar conocimientos acerca de la

enfermedad, sino también de formar y motivar a las personas a que sean

consientes de su condición de salud, con el fin de que participen activamente en el

tratamiento, mejoren su estilo y calidad de vida y afronten las limitaciones que le

impone su actual estado de salud en su diario vivir.

En consecuencia, ya que el autocuidado es un valor inherente a cada ser humano

y es percibido por el individuo como un deber y un derecho para consigo mismo,

con las personas que lo rodean y como objetivo del Profesional de Enfermería, es

muy importante realizar acciones dirigidas a promover el autocuidado,

reconociendo la influencia de los factores culturales, socioeconómicos y

educativos que determinan el desarrollo del mismo en las personas,

especialmente en las personas que tienen como diagnostico Insuficiencia

Cardiaca, enfocándose en que cada individuo mejore su autocuidado y se

empodere de su salud, mejorando su nivel de conocimientos con el fin de realizar

acciones pertinentes y eficaces orientadas al tratamiento no farmacológico, de tal

manera que permita el control de síntomas propios de la enfermedad,

contribuyendo al mismo tiempo a disminuir el número de ingresos, las

complicaciones, a mejorar el pronóstico y lo mas importante, a mejorar la calidad

de vida de las personas con Insuficiencia Cardiaca.

Page 51: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

51

2.5. ESTUDIOS QUE DESCRIBEN EL NIVEL DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO EN PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA

El autocuidado en los pacientes con Insuficiencia Cardiaca ha sido un fenómeno

estudiado sobretodo en países desarrollados, por consiguiente, existen estudios

cuyo tema de interés ha sido el diseño de herramientas que permitan medir el

nivel de autocuidado personas con insuficiencia Cardiaca; estos estudios tuvieron

como propósito desarrollar y validar una escala que permitiera evaluar el manejo

del tratamiento farmacológico y no farmacológico. El principal estudio,

corresponde al realizado por Jaarsma et al. en el año 2003 [25], puesto que no

existía ningún instrumento válido ni confiable para medir el nivel de autocuidado

en personas con Insuficiencia Cardiaca, siendo motivo para la creación de la

Escala Europea de autocuidado, con el fin de valorar el autocuidado de las

personas en relación al tratamiento farmacológico y no farmacológico. Esta escala

fue validada en 442 pacientes, en 6 centros europeos de Holanda, Suecia e Italia,

y posteriormente, fue traducida a varios idiomas para ser aplicada en otros países

como Japón, España; de esta manera se ha contribuido con la validación de la

misma. [7, 25, 26, 27, 28, 29, 30]. Durante la validación de la escala en cada

estudio, se llevó a cabo 3 fases así: revisión de los primeros análisis de

construcción, revisión de los temas, respuestas y el formato de puntuación, y

realización de pruebas de la nueva escala. Cada estudio que contribuyó con la

validez de la escala, concluyó que es un instrumento válido, confiable y práctico,

que permite medir el nivel de autocuidado en personas con Insuficiencia Cardiaca,

además, sirve para gestionar programas educativos y medir su impacto en el

mejoramiento del autocuidado.

Otros autores en sus estudios han concluido que el éxito en el manejo del

tratamiento no farmacológico relacionadas con la dieta, actividad física, restricción

Page 52: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

52

de líquidos, entre otras, como pilar central en el control de los síntomas, depende

de la intervención del profesional de enfermería, por medio de estrategias

educativas [7, 30, 32, 64], con el fin de prevenir complicaciones [24], por lo tanto,

las estrategias educativas, no solo deben iniciarse a nivel hospitalario sino

también a nivel ambulatorio y domiciliario, puesto que se ha encontrado evidencia

en algunos estudios como el realizado por Jaarsma, Stromberg [11, 24],

concluyendo que una intervención educativa de forma integral, es eficaz en la

mejoría de las habilidades de autocuidado.

En otros estudios, se ha encontrado que el efecto positivo del las estrategias

educativas sobre el tratamiento no farmacológico y la identificación temprana y

oportuna de las prácticas de autocuidado, reducían el numero de ingresos en este

grupo poblacional [11, 24, 31, 64, 80], pues la identificación de los signos de

alarma y el cumplimiento del régimen terapéutico mejoraba las habilidades de

autocuidado, lo que significa menos contacto con el médico y menos días de

estancia hospitalaria.

Finalmente, la promoción y realización de las prácticas de autocuidado no solo

depende de las intervenciones educativas por parte del profesional, sino también

de los factores sociodemográficos de la persona, tales como el nivel educativo y el

nivel de ingresos [43] además de otras variables que influyen en la adherencia y

en un adecuado autocuidado, como es el caso del régimen terapéutico en donde

se incluye la duración y complejidad del tratamiento relacionado con el numero de

medicamentos, puesto que a mayor numero de medicamentos, menor adherencia

al tratamiento, lo cual hace mas difícil un óptimo autocuidado [63].

Además del nivel educativo y el nivel de ingresos, otra de las variables que influye

de manera significativa en la realización de un adecuado autocuidado, es el difícil

acceso a los servicios médicos en relación con los horarios y disponibilidad de

especialistas y profesionales de la salud [11].

Page 53: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

53

3. DISEÑO METODOLÓGICO:

3.1. Tipo de estudio:

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, aplicado a los personas

adultas con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca, en clase funcional I, II y III,

hospitalizadas en el periodo de Enero a Julio 2008, puesto que se pretendía

recoger y analizar información cuantificable para describir las prácticas de

autocuidado, realizadas por personas con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca, lo

cual facilitó la comprensión de las acciones de autocuidado en este grupo de

individuos.

3.2. Población: La población estuvo constituida por 100 personas adultos con diagnóstico de

Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I, II y III, hospitalizados en el periodo de

Enero a Julio 2008.

3.3. Tamaño de la Muestra El tamaño de la muestra fue constituido por 30 personas con diagnostico de

Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I, II y III, hospitalizadas en el periodo de

Enero 2008 a Julio 2008, asumiendo que el evento del estudio tiene una

distribución normal y se acoge al teorema de limite central.

3.4. Tipo de Muestreo: En este estudio, se escogió la muestra que corresponde a 30 personas, por medio

del muestreo no probabilístico, en donde cada uno de los participantes cumplía

con los criterios de inclusión especificados en el protocolo del estudio.

Page 54: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

54

3.5. Criterios de Inclusión:

Hombres y Mujeres adultos con diagnostico de Insuficiencia Cardiaca

atendidos en un Hospital de 4º nivel

Personas que se encontraban en clase funcional I II y III de la Insuficiencia

Cardiaca.

Personas con capacidad de comprensión y adecuado estado mental.

3.6. Criterios de Exclusión:

Personas con alguna discapacidad física (lesión medular, parálisis cerebral,

distonía muscular, discapacidad motora) que les impida el empoderamiento de

su autocuidado.

Personas que dependan totalmente de su cuidador principal

3.7. Procedimiento:

El trabajo de investigación se realizó en 2 fases así:

En la primera fase, se solicitó en un Hospital de cuarto nivel datos estadísticos

relacionados con el número de hospitalizaciones de personas con diagnóstico

Insuficiencia Cardiaca durante el periodo comprendido entre enero a julio del

2007, con el fin de determinar la demanda del servicio de salud a la institución por

parte de este grupo poblacional para poder seleccionar la muestra. También se

solicitó autorización a la Institución, al Departamento de Enfermería y

coordinadores de piso para la recolección de datos, y se hizo entrega del

anteproyecto, el cual tuvo el aval del Comité de Ética y de investigación de la

facultad y de la Institución de Salud.

Page 55: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

55

En la segunda fase, se realizó la recolección de datos usando como herramienta

la “Escala Europea de Autocuidado en Insuficiencia Cardiaca"[7], traducida al

español y utilizada por González, Lupón, Parajón, Urrutia, Herreros y Valle en el

año 2006, la cual fue aplicada en este estudio a las personas hospitalizadas con

diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I, II y III, en un Hospital de

cuarto nivel durante el periodo de Enero a Julio del 2008, con previo

consentimiento informado para que de esta forma cada participante tuviera

conocimiento de lo que se pretendía lograr con la investigación. La duración de

aplicación de la escala en cada persona fue de aproximadamente 45 minutos y fue

diligenciada por la autora de la investigación en un ambiente adecuado,

generando un espacio de comunicación e interacción con el paciente y con la

familia del mismo en lo posible.

La escala de autocuidado aplicada fue elaborada por “Jaarsma Strömberg,

Martensson y Dracup en el año 2003” [25], para medir el nivel de autocuidado de

personas con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca en relación al tratamiento no

farmacológico. Esta escala se validó inicialmente en 19 hospitales de países

bajos, posteriormente se aplicó a “442 pacientes de 6 centros europeos de

Holanda, Suecia e Italia y fue traducida a varios idiomas en el 2003.

La Escala Europea de Autocuidado, cuenta con 12 preguntas, formuladas como

afirmaciones, distribuidas así: 1 pregunta evaluando el autocuidado frente al

tratamiento farmacológico y 11 preguntas relacionadas con el tratamiento no

farmacológico. Las respuestas se dan en una “escala tipo likert” [45], la puntúa de

1 a 5, donde 1 significa siempre, 2 casi siempre, 3 ocasionalmente, 4 casi nunca y

5 nunca. La puntuación global en la escala es de 12 a 60 puntos, y los valores

inferiores indican un mejor autocuidado así: alto (12 a 27 puntos), medio (28 a 43

puntos) y bajo (44 a 60 puntos) (tabla Nº6), y se define como nivel, a una

valoración cuantitativa y objetiva como una forma de medir el autocuidado en

personas con Insuficiencia Cardiaca. [7]. (Anexo A).

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56

Durante la entrevista, se identificaron muchas dudas en cuanto al tratamiento no

farmacológico, por lo que se decidió en entregar a cada participante, después de

la aplicación de la Escala Europea de Autocuidado, un folleto (ANEXO C) como

estrategia educativa para contribuir al mejoramiento de las prácticas de

autocuidado de cada persona.

Tabla Nº 6. Características definitorias según el nivel de autocuidado frente al tratamiento no Farmacológico, en personas con

Diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca. NIVEL DE AUTOCUIDADO CARACTERISTICAS DEFINITORIAS

ALTO (12 a 27 puntos)

Es aquel nivel de autocuidado en que las personas con Insuficiencia

Cardiaca mantienen un óptimo control de los signos de alarma (fatiga,

disnea, aumento de peso, edema), por medio de acciones propias

dirigidas al control de los mismos, es decir, las personas cumplen a

cabalidad con cada una de las acciones o actividades recomendadas

para prevenir y controlar los síntomas de la enfermedad.

MEDIO (28 a 43 puntos)

Es aquel nivel de autocuidado en que las personas con Insuficiencia

Cardiaca mantienen un adecuado control de los signos de alarma

(fatiga, disnea, aumento de peso, edema), por medio de acciones

propias dirigidas al control de los mismos, sin embargo, no llevan a

cabo todas las recomendaciones brindadas para prevenir y controlar

los síntomas de la enfermedad.

BAJO

(44 a 60 puntos)

Es aquel nivel de autocuidado en que las personas con Insuficiencia

Cardiaca se les dificulta mantener un óptimo o adecuado control de los

signos de alarma (fatiga, disnea, aumento de peso, edema), al no

realizar acciones a favor del control de los síntomas de la enfermedad.

4. ASPECTOS ÉTICOS: Uno de los aspectos fundamentales en el estudio, es el respeto y mantenimiento

de la autonomía de los pacientes que participaran, considerándose necesario

emplear los principios éticos y morales de la Profesión de Enfermería, los cuales

Page 57: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

57

están relacionados con el trato y los derechos que se merecen los individuos que

participan o hacen parte de un estudio.

En este orden de ideas, según El Tribunal Ético De Enfermería, la ley 266 de 1996

y la Resolución 13437 de 1991, en una investigación, se deben contemplar los

principios éticos de la Práctica Profesional, los cuales se basan en la

“confidencialidad, integralidad, dialogicidad” [46], “Justicia, Veracidad, Solidaridad,

Lealtad y Fidelidad” [47] entre otros. Por lo tanto, en ésta investigación, se velará

por la conservación de estos principios, puesto que el nombre del participante no

va a ser revelado en ningún momento, el paciente tendrá el derecho de decidir si

quiere ser parte de la investigación o de su permanencia en la misma y los

resultados de cada encuesta no serán modificados.

Además, por medio de la investigación se orientó el proceso de autocuidado al

participante y familia, generándose un ambiente de interrelación entre enfermera-

paciente, familia, puesto que es un elemento esencial del proceso del cuidado de

enfermería asegurar una comunicación efectiva y respetuosa, basada en

relaciones interpersonales simétricas, convenientes para propiciar un diálogo

participativo, en el cual la persona, la familia y la comunidad, expresan con libertad

y confianza sus necesidades y expectativas de cuidado.

Por otra parte, se utilizó el formato de consentimiento informado, el cual se aplicó

a los pacientes antes de iniciar la recolección de datos, en donde se informará

acerca de los riesgos y beneficios del estudio, por lo tanto, el proceso del

consentimiento informado debe basarse en una relación de confianza y

honestidad, en donde el investigador brinda información clara y precisa, con las

explicaciones pertinentes y necesarias que garanticen el entendimiento del

paciente. (ANEXO B).

Page 58: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

58

5. MARCO DE ANALISIS

5.1. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

Este trabajo de investigación consideró la caracterización de la población objeto

utilizando las variables edad, género, estado civil, escolaridad, estrato, ocupación,

y otras variables como la clase funcional, número de reingresos, tiempo de

diagnóstico y la asistencia a programas educativos, las cuales se describieron por

medio de la estadística descriptiva como las frecuencias absolutas y las

frecuencias relativas (%).

Las variables que se tuvieron en cuenta para medir el nivel de autocuidado en esta

población, fueron descritas mediante la aplicación de la Escala Europea de

Autocuidado y los datos obtenidos fueron procesados en el programa estadístico

SPSS versión 15.0 para Windows, y presentados en tablas y gráficos para una

mejor comprensión del fenómeno estudiado.

En primera instancia, se identifican las características sociodemográficos de las

personas que participaron en el estudio, luego se describen las prácticas de

autocuidado en relación con la dieta, actividad física regular, el control de peso,

reposo durante el día, restricción de líquidos, descanso en presencia de disnea, la

identificación de los signos de alarma como fatiga (cansancio), edema, disnea,

aumento de peso y acudir al Médico o Enfermera en presencia de los mismos,

como actividades que hacen parten del tratamiento no farmacológico en las

personas con Insuficiencia Cardiaca, y finalmente se describe el nivel general de

autocuidado encontrado en la población objeto.

Page 59: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

59

5.1.1. CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DE

LA POBLACIÓN ESTUDIADA

El análisis respecto a la variable edad, mostró que los pacientes presentaron

edades entre los 38 a 83 años, obteniéndose el mayor número de personas entre

los 57 a 65 años de edad (26.7%), muy similar respecto a otras edades que

comprenden los 75 a 83 años (23.3%), lo cual se relaciona con lo mencionado por

la revista Argentina de Cardiología “el incremento de la edad contribuye al

desarrollo y la progresión de la Insuficiencia Cardíaca” [100], puesto que con la

edad se generan cambios estructurales y funcionales a nivel cardiaco,

aumentando así la mortalidad por esta causa. Sin embargo, se pueden encontrar

personas más jóvenes con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca como las

personas de 38 a 56 años encontradas en el presente estudio, indicando que

posiblemente fue este grupo de edad tiene factores de riesgo como la

hipertensión, estilos de vida inadecuados y otras cardiopatías que los hacen

vulnerables para presentar esta enfermedad en edades más tempranas. Así

mismo, en estudios internacionales se encontraron resultados similares, se

evaluaba el autocuidado en personas con Insuficiencia Cardiaca y se identificaba

a la población estudio en el mismo rango de edad, como por ejemplo el estudio de

Gonzáles, Caldwell, Jaarsma, Bastidas y otros [7, 11, 24, 25, 27, 28], lo que da a

entender que independientemente de los estilos de vida y las características de las

poblaciones, es mas frecuente que se presente la Insuficiencia Cardiaca en

personas que se encuentran en la adultez intermedia (40 a 65 años) o en la

adultez tardía (mayores de 65 años) del ciclo vital humano.

Page 60: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

60

Tabla Nº 7. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación a la edad, género y estado civil.

DATO SOCIODEMOGRAFICO CATEGORIAS FRECUENCIA PORCENTAJE

EDAD

38 - 47 3 10,0%48 - 56 6 20,0%57 - 65 8 26,7%66 - 74 6 20,0%75 - 83 7 23,3%

GÉNERO Femenino 9 30,0%Masculino 21 70,0%

ESTADO CIVIL

Soltero/a 5 16,7%Casado/a 19 63,3%

Separado/a 2 6,7%Viudo/a 3 10,0%

Unión Libre 1 3,3%FUENTE: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel en Bogotá. Enero a Julio 2008.

Con relación al género, se encontró un predominio del género masculino (70%)

(Tabla Nº7), al igual que en otros estudios realizados por Gonzáles (73%),

Caldwell (58%), Jaarsma (63.4%) y otros [7, 11, 24, 27, 28, 30, 31, 21, 43], lo que

indica que es una enfermedad predominante en los hombres, puesto que la

prevalencia de enfermedad coronaria es mucho mayor en los hombres que en las

mujeres en cualquier edad, por lo tanto ha influido en que se considere la

enfermedad coronaria como una enfermedad predominante del género masculino

y porque su incidencia entre los 40 y 60 años, es mayor en hombres en

comparación con las mujeres [43]. Además, al realizar la comparación del nivel de

autocuidado entre el género femenino y el masculino, se evidenció que las

mujeres tienen un mayor nivel de autocuidado (36.67 puntos) respecto a los

hombres (40.29 puntos).

Culturalmente, se ha presentado un mayor autocuidado en mujeres, dado que hay

mayor riesgo de enfermar, debido a sus características anatomofisiológicas

(osteoporosis, infecciones urinarias, depresión), presentándose un mayor número

de consultas en las mujeres a los servicios de salud para tener atención sanitaria

cuando lo necesiten, y de esta manera adquirir control y/o manejo de la

enfermedad que cursan. Sin embargo, a pesar de la connotación cultural que se

Page 61: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

61

ha construido a lo largo de la historia acerca del autocuidado, es muy importante

mejorar este aspecto en el sexo masculino. pues al tener un mayor nivel de

autocuidado, se van a mejorar muchas conductas que son pilares en el manejo de

la Insuficiencia Cardiaca, creando una mayor conciencia de la importancia de

realizar actividades en beneficio de la salud, para el control de los signos y

síntomas de la Insuficiencia Cardiaca, asumiendo que estas actividades no solo

están encaminadas a tratar los signos y síntomas, sino también están orientados a

prevenirlos, lo que permite un mejor manejo de la enfermedad, reflejándose en la

disminución de la incidencia de complicaciones y hospitalizaciones por esta causa.

Por otro lado, predominó en la muestra el ser casado (63.6%), siendo un indicador

dominante en la gran mayoría de los estudios realizados a personas con

Insuficiencia Cardiaca [11, 24 ,28 ,31 ,32] (Tabla Nº 7) y muy relevante, puesto

que al tener una red de apoyo social y la presencia del cónyuge en particular,

favorece a una mejor y mayor adherencia de adecuadas prácticas de autocuidado

en las personas, a generar una atmosfera de comprensión, acompañamiento y

ayuda a quien padece de Insuficiencia Cardiaca, estimulándola a realizar acciones

o actividades para conservar la salud, en comparación con las personas que no

tienen una buena base de apoyo social o son solteros (33.4%), lo que genera

aislamiento, desinterés en la realización de acciones que promuevan el control y/o

manejo de los síntomas, puesto que no hay mecanismos que motiven

emocionalmente a las personas con Insuficiencia Cardiaca, para que haya un

mejor empoderamiento de la salud y conservación de la misma, por lo tanto se

hace de gran valor que los profesionales de enfermería motiven a estas personas

a empoderarse de su salud por medio del acompañamiento, educándolos para

que adquieran un mayor conocimiento y habilidad en el manejo de la Insuficiencia

Cardiaca.

Page 62: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

62

Tabla Nº 8. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación a la escolaridad, estrato y ocupación.

DATO SOCIODEMOGRAFICO CATEGORIAS FRECUENCIA PORCENTAJE

ESCOLARIDAD

Primaria 15 50,0%Secundaria 2 6,7%Universitario 12 40,0%

Maestría 1 3,3%

ESTRATO

1 1 3,3%2 7 23,3%3 15 50,0%4 5 16,7%5 1 3,3%6 1 3,3%

OCUPACION Labora 19 63.1%No Labora 11 36,6%

FUENTE: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III, hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel en Bogotá. Enero a Julio 2008.

Respecto al nivel de escolaridad y el estrato socioeconómico, se encontró que el

50% de la población realizaron sus estudios hasta básica primaria, y el 50% de las

personas hacen parte del estrato socioeconómico 3 (Tabla Nº8). Estas dos

variables son consideradas como aspectos importantes a tener en cuenta en la

adopción de conductas adecuadas de autocuidado, puesto que hay una relación

estrecha y asociación significativa entre la educación y el estrato socioeconómico,

porque a un mejor nivel educativo, mayores ingresos, más posibilidad de participar

en comportamientos adecuados para la salud y menos riesgo para enfermar [43].

En relación a la ocupación desempeñada por cada participante, se observó que el

63.1% laboran, con un nivel de autocuidado de 40 puntos y solo un 36.6% no

laboran, nivel de autocuidado de 37 puntos (Tabla Nº8), es decir que las personas

que no laboran tienen un mejor autocuidado, lo que indica que hay mayor

disponibilidad de tiempo para realizar actividades a favor de la conservación de la

salud, como realizar actividad física y/o buscar asistencia médica en el momento

en que identifiquen o consideren un cambio en el estado de la salud, en

comparación con las personas que laboran, quienes ocupan la mayor parte de su

tiempo en actividades laborales y les queda muy poco tiempo disponible para la

Page 63: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

63

realización actividades recreativas o visitar al médico o enfermera en presencia de

signos y síntomas, entre otras.

Tabla Nº 9. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación a la

clase funcional y asistencia a programas educativos.

VARIABLE CATEGORIAS FRECUENCIA PORCENTAJE CLASE FUNCIONAL

(NYHA) I 13 43,3%II 10 33,3%III 7 23,3%

ASISTENCIA A PROG. EDUCATIVOS

NO 27 90,0%Si 3 10,0%

FUENTE: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III, hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel en Bogotá. Enero a Julio 2008.

En cuanto a la clase funcional y la asistencia a programas educativos, el 43.3% de

las personas se encontraba en clase funcional I, a diferencia de otros estudios

donde predominó la clase funcional II y/o III [7, 24, 27, 28, 30, 32] y el 90% de la

población no asisten a programas educativos (Tabla Nº9). La razón por el cual no

asisten a ningún programa educativo, es porque no saben de la existencia de

estos programas o por falta de tiempo, dando a entender, que si no se interviene

pronto en mejorar el nivel de autocuidado de personas en clase funcional I, por

medio de actividades educativas y formativas, va a progresar la enfermedad hasta

llegar a clase funcional II, III y IV, presentándose mayor deterioro de la salud de

forma significativa. El deterioro de la salud se puede prevenir al realizar

seguimiento y actividades educativas de forma continua, pues la educación, es

considerada como herramienta y estrategia que permite operacionalizar de forma

adecuada las prácticas de autocuidado, y lograr conductas positivas que conllevan

un beneficio para el control de la enfermedad” [58].

Page 64: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

64

Tabla Nº 10. Distribución porcentual y de frecuencia de la población estudio en relación al número de reingresos y tiempo de diagnóstico por Insuficiencia Cardiaca.

VARIABLE CATEGORIAS FRECUENCIA PORCENTAJE NUMERO DE

REINGRESOS POR INSUFICIENCIA

CARDIACA

<10 28 93,3%10 - 29 1 3,3%30 - 49 0 0,0%

>50 1 3,3%

TIEMPO DE DIAGNOSTICO

<1 año 19 63,3%2 – 10 años 7 23,3%11 – 20 años 3 10,0%21 – 30 años 1 3,3%

FUENTE: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III, hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel en Bogotá. Enero a Julio 2008.

En cuanto número de reingresos y al tiempo de diagnóstico (Tabla Nº10), son dos

aspectos fundamentales en el tratamiento de la insuficiencia Cardiaca, y aún mas

en este estudio, se identificó en la mayoría de personas un tiempo de diagnóstico

menor de un año (63.2%) y en clase funcional I, lo cual permite influir por medio de

procesos educativos en los estilos de vida y en los comportamientos de

autocuidado en este grupo poblacional, para que adquieran conocimientos y

habilidades acerca del control, manejo y reconocimiento de los signos de alarma

como parte del tratamiento no farmacológico, con el fin de mejorar las prácticas de

autocuidado y prevenir el aumento de las complicaciones por Insuficiencia

Cardiaca o por enfermedades que la exacerban como la Enfermedad Pulmonar

Obstructiva Crónica y el Infarto agudo de Miocardio. Por esta razón es

conveniente incidir en realización de actividades educativas, formativas, brindando

espacios de esparcimiento para compartir las experiencias en cuanto al manejo y

control de la enfermedad, lo que brinda pautas a cada persona para mejorar sus

habilidades y prácticas de autocuidado. Otro punto importante, fue al realizar la

comparación del nivel de autocuidado entre la clase funcional I, II y III, se encontró

que las clases funcionales II y III tenían un mejor nivel de autocuidado (37 puntos),

en comparación a los de clase funcional I (42 puntos), posiblemente porque ya hay

un mayor tiempo de convivencia con la enfermedad por lo tanto tienen una mejor

habilidad para reconocer y prevenir los signos de alarma.

Page 65: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

65

5.2. NIVEL DE AUTOCUIDADO EN PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA EN RELACIÓN A LAS VARIABLES

DEL INSTRUMENTO APLICADO

Grafico Nº1 . Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al control de peso diario

7% 10%

13%

27%

43% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Respecto a cada una de las variables estudiadas en la escala de autocuidado en

personas con Insuficiencia Cardiaca, se evidenció que el 7% de la población

estudiada realiza siempre el control de peso diario, esta cifra es muy alarmante,

puesto que existe un porcentaje muy bajo de personas que controlan su peso

como medida preventiva de complicaciones relacionadas con la enfermedad

(Gráfico Nº1), lo que da a entender que el resto de la población conoce muy poco

acerca de la importancia del control de peso periódicamente o que posiblemente

no le encuentren relevancia a este aspecto y no aplican sus conocimientos en el

manejo de la enfermedad, sin embargo, algunas personas referían no tener un

acceso fácil a una báscula o los suficientes recursos económicos para un control

mas estricto o seguido de su peso.

Al comparar los resultados con otros estudios [25, 28, 30, 32], se observa que el

nivel de autocuidado en este ítem es bajo lo que puede significar que

independientemente de la disponibilidad de los recursos económicos como

Page 66: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

66

limitante para acceder a una báscula, y mantener un mejor control del peso, las

personas no han adquirido aún la conciencia de la importancia de este aspecto

como parte del reconocimiento de los signos de alarma, lo cual puede generar

alguna complicación orgánica si no se detecta a tiempo.

Gráfico Nº2 . Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con el Médico o

Enfermera al aumentar 2Kgrs de peso en una semana.

7%

0%

3%

3%

87%

1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Al evaluar el segundo ítem de la escala de autocuidado, se encontró que solo el

7% de la población estudiada siempre contacta al Médico o Enfermera al

aumentar 2Kgrs de peso en una semana (Gráfico Nº2). Es claro, que si existe

dificultades en el control de peso de forma continua, es difícil tener una referencia

exacta del peso aumentado en una semana, por lo tanto, no hay reconocimiento

de este signo de alarma y no se genera ningún contacto con los profesionales de

la salud, para el manejo del mismo. No obstante, en otros estudios, se presentó un

mayor contacto cuando se aumentaba de peso, en comparación con los

resultados en el ítem de este estudio, como los estudios realizados por Jaarsma,

González, Lupón [7, 25, 30]. Por lo tanto, se define que la población de este

estudio tiene un bajo nivel de autocuidado en relación a este aspecto.

A partir de este análisis, se debe intervenir no solo por medio de la educación para

la identificación de este signos de alarma, sino también, se hace necesario que en

Page 67: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

67

las Instituciones de salud haya disponibilidad de básculas de uso gratuito, con

prioridad a personas con Insuficiencia Cardiaca, lo que permitiría el contacto

oportuno con el médico o enfermera para identificar tempranamente

complicaciones de la enfermedad y actuar de forma inmediata.

Grafico Nº3 . Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al descanso

en presencia de disnea

33%

10%20%7%

30%1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Otra variable estudiada, evidenció que el 33% de las personas descansaban

siempre en presencia de dificultad respiratoria, eso quiere decir gran parte de la

población estudiada, no descansa siempre en presencia de disnea, y referían no

hacerlo, por cumplir las actividades laborales o porque no lo consideraban

necesario, ya que la dificultad para respirar era solo por un lapso de tiempo muy

corto, comparativamente, se encontraron mejores resultados en los estudios de

Gonzáles, Jaarsma y Lupón [7, 25, 30], reflejándose que la población de cada

estudio mencionado, tenía mayor reconocimiento de la presencia de disnea como

signo de alarma y decidían suspender las actividades que se estaban realizando

para descansar, mientras cedía la dificultad para respirar. Por lo tanto, es

necesario enfatizar acerca de la dificultad para respirar como un signo de alarma,

con el fin que cada persona la reconozca y le de la importancia para actuar de

forma adecuada, es decir descansando, en el momento en que se presente la

disnea.

Page 68: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

68

Gráfico Nº 4. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al reposo durante el día

40%

17%20%

10%

13% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

En relación al cuarto ítem de la escala, solo el 40% de los participantes refirieron

reposar siempre durante el día, (Gráfico Nº4), hallándose mejores resultados, con

un nivel alto de autocuidado en los estudios de Gonzáles, Jaarsma y Lupón,

siendo algunas de las razones de no reposar durante el día en la población

estudiada, el cumplimiento de las actividades laborales y domésticas, por tal

motivo, es muy importante influir tanto en personas con Insuficiencia Cardiaca que

tienen un nivel de autocuidado adecuado u óptimo, como las que tienen un

inadecuado autocuidado en este aspecto, explicándoles la importancia de

descansar algún tiempo durante sus actividades diarias, para que no

experimenten fatiga física, lo cual podría afectar en la calidad y productividad del

trabajo realizado por cada persona. Finalmente, el nivel de autocuidado

identificado en relación al reposo durante el día fue medio.

Page 69: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

69

Gráfico Nº 5. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con el Médico o

Enfermera en presencia de disnea progresiva.

30%

0%

13%27%

30% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Gráfico Nº 6. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con Médico o

Enfermera en presencia de fatiga (cansancio).

17%

13%

24%23%

23% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Según los resultados obtenidos en el ítem 5 y 6, no son motivos para este grupo

de personas encuestadas el consultar siempre al médico o enfermera en

presencia de disnea: el 30% consulta siempre en presencia de disnea, y tan solo

(Gráfico Nº5). En cuanto a consultar con el Médico o Enfermera en aumento de

fatiga (cansancio) solo el 17% consulta siempre (Gráfico Nº6), generando dificultad

en el control y manejo de los signos y síntomas, complicaciones por la no

identificación y tratamiento oportuno de la disnea y/o fatiga (cansancio). Aunque el

nivel de autocuidado en este aspecto fue medio, la mayoría de la población

Page 70: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

70

estudio, no tiene una adecuada identificación de la disnea y la fatiga como

síntomas de alarma, probablemente porque no conocen muy bien la enfermedad

ni la forma de actuar frente a esos síntomas, por tal motivo se hizo énfasis durante

las encuestas en la identificación de la fatiga (cansancio), edema, disnea, aumento

de peso y tos como signos de alarma, y como motivos para consultar al médico o

enfermera.

Al comparar la puntuación media de cada ítem con otros estudios se encontró que

hay una gran similitud [7, 25, 28, 30], pero es muy claro que las personas del

presente estudio consultan más cuando hay dificultad respiratoria que cuando

sienten fatiga (cansancio). Sin embargo, estos resultados dan a entender que hay

muy poca consulta en presencia de disnea, fatiga (cansancio), lo que dificulta e

influye de cierta manera en que estas personas no acudan a tiempo a los servicios

de salud antes de presentarse cualquier otra complicación, obstaculizando la

atención oportuna del personal de salud y empeorando el pronóstico. No obstante,

algunas personas referían que cuando se dirigían a urgencias, no eran atendidos

rápidamente puesto que la fatiga y disnea no era considerada como una urgencia

y por tal motivo no volvieron acudir a este servicio, lo cual genera desinterés por

parte de este grupo poblacional, para acudir al médico o enfermera en presencia

de disnea y fatiga aplazando las consultas y el tratamiento oportuno de estos

signos de alarma conllevando a futuras complicaciones.

A partir de los resultados obtenidos en los cuatro últimos ítems, es muy relevante

que el un alto porcentaje de la población estudiada no esta realizando siempre

pausas o descansos en presencia de disnea (Gráfico Nº 3), lo que genera un

esfuerzo del corazón para mantener un adecuado aporte de oxigeno al organismo,

produciendo la sensación de cansancio durante el día, por lo tanto se considera

que es necesario darles a entender en forma clara y en términos sencillos, las

razones por las cuales se presenta dificultad para respirar, y la importancia de

buscar ayuda médica y de los profesionales de enfermería para la prevención de

Page 71: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

71

complicaciones, como por ejemplo los infartos agudos de miocardio, arritmias y

embolias.

Según el rango para determinar el nivel de autocuidado en este estudio, se define

que la población muestra, tiene un nivel de autocuidado bajo en relación al

descanso en presencia de disnea, a buscar ayuda profesional o buscar al medico

o enfermera en presencia de disnea, fatiga (cansancio) y un nivel de autocuidado

medio para descansar durante el día.

Grafico Nº 7. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al consumo

de una dieta baja en Sodio

36%

20%17%

17%10% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

También, se determinó el consumo de sodio en las comidas diarias,

presentándose que el 36% hace siempre el control del consumo de sodio (Gráfico

Nº7). Se encontraron resultados similares en relación a la limitación del consumo

de sodio, en los estudios de Jaarsma, Gonzáles, Naoko [7, 25, 28]. Para la

población estudiada es difícil no adicionarle sal de mesa a las comidas por que

sienten que el sabor de la comida es muy simple si no se le agrega este

condimento. Durante la encuesta, fue posible evidenciar que reconocen muy poco

de la variedad de hierbas o alimentos que realzan el sabor de las comidas, por lo

tanto fue necesario darles a conocer los diferentes alimentos como por ejemplo la

cebolla, ajo, tomillo, limón, laurel, como ingredientes que ayudan a este fin y no

Page 72: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

72

producen ningún efecto adverso al sistema cardiovascular, tanto a los que realizan

el control del consumo de sodio como a los que no. El nivel de autocuidado en

este aspecto fue medio.

Grafico Nº8. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación con la limitacion del consumo

de liquidos (no más de 1,5-2 l)

20%

23%30%

10%

17% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

En cuanto a la limitación del consumo de líquidos de 1.5 a 2 Litros diarios, el 20%

de las personas hacen esta limitación siempre, 23%. Por lo tanto, son muy pocas

las personas que saben y tienen en cuenta la restricción del consumo de líquidos

diario. Se indagó la razón por el cual no realizaban siempre la limitación en el

consumo de líquidos, refiriendo que desconocen este aspecto como un factor para

prevenir los signos y síntomas, y porque el médico o enfermera en ningún

momento les recomendó limitar la ingesta de líquidos a este grupo de estudio.

Otra razón identificada fue la procedencia o el lugar donde residencia, ya que si

viven en un clima cálido, es más difícil controlar la ingesta de líquidos puesto que

referían sentir mucha sed. Finalmente el nivel de autocuidado encontrado en

relación con el consumo de líquidos diario fue medio.

Se sugiere que independientemente de la clase funcional en que se encuentre la

persona con diagnostico de Insuficiencia Cardiaca, se de a conocer la importancia

Page 73: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

73

de la limitación del consumo de líquidos para la prevención de edemas y en

presencia de edema, lo cual beneficia la corrección más rápida del balance de

líquidos.

Gráfico Nº9. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación al contacto con el Médico o Enfermera

en presencia de edema.

13%0%

13%

13%61%

1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

En cuanto al nivel de autocuidado, en relación al contacto con el medico o

enfermera en presencia de edema, tan solo el 13% siempre realiza el contacto con

el personal de salud (Gráfico Nº9). A partir de este resultado, se evidencia que el

nivel de autocuidado en relación al contacto en presencia de edema es bajo,

debido a que no hay conocimiento de las implicaciones de este signo de alarma,

incluyéndose la dificultad respiratoria, puesto que a mayor grado de edema, mayor

dificultad para el retorno venoso y oxigenación de la sangre, generando dificultad

para respirar.

De esta manera, se encuentra una estrecha relación entre la dieta, el control del

consumo de líquidos, y la presencia de edema, porque un consumo alto de sodio

produce retención de líquidos generando edema, inicialmente en miembros

inferiores, y al no haber un adecuado control de líquidos, el edema puede

empeorar hasta ascitis y edema pulmonar. Por esta razón, se hizo conveniente en

este grupo estudio insistirle a cada participante en realizar un consumo de sodio

Page 74: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

74

moderado y a brindarles varias alternativas para reemplazar este condimento por

otros, para realzar el sabor de las comida, explicándoles adicionalmente que un

consumo alto de sodio generaba sed y por ende consumo de líquido, lo que

favorecía la presencia de edema por un inadecuado control de líquidos.

Gráfico Nº10.Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación con la forma como le han

indicado la medicación

56%20%

10%7% 7% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

En cuanto al consumo de los medicamentos según las indicaciones o

recomendaciones brindadas por el médico o enfermera, se encontró que el 56%

de las personas seguían siempre las indicaciones, es decir, un porcentaje bajo de

la población no tenía en cuenta siempre todas las recomendaciones dadas por el

personal de salud, como por ejemplo tomar el medicamento a la misma hora, con

un espacio mínimo de 30 a 45 minutos entre la toma de cada medicamento

(Gráfico Nº10). Dos personas 7% refirieron no tomar los medicamentos prescritos

por el médico. Se encontraron mejores resultados en los estudios de otros autores

como el de Gonzáles, Jaarsma y Lupón [7, 25, 30].

A partir de la respuesta de estas dos personas, fue importante y necesario

conocer el motivo por el cual no tienen una adecuada adherencia a las

recomendaciones ofrecidas por el médico o enfermera en relación al tratamiento

farmacológico, y al indagar, se encontró que la concepción de estas personas

Page 75: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

75

respecto al consumo de los medicamentos formulados era que “eso no sirve para

nada, yo no se para que me mandan eso”, y por lo tanto decidieron no

consumirlos. A pesar de esta idea se les dio a conocer la importancia de cumplir

con las recomendaciones, considerando los beneficios de los medicamentos

formulados, sin embargo con uno de ellos fue realmente difícil hacerle entender

que al cumplir con el tratamiento farmacológico iba a tener un mayor control y

manejo de la enfermedad y por ende iba a evitar las complicaciones y las

hospitalizaciones, motivo por el cual estaba un poco apático por lo que refería “no

quiero estar aquí, me quiero ir”.

Se recomienda para próximas investigaciones, en donde se establezcan planes

educativos para mejorar el nivel de autocuidado en cuanto al tratamiento

farmacológico en personas con Insuficiencia Cardiaca, brindarles una herramienta

útil para que cada persona recuerde la toma del medicamento, por medio de una

tabla que contenga el nombre del medicamento, la dosis y la hora en que se debe

consumir, con el fin de hacerles un recordatorio para que no olviden la toma de los

medicamentos y hacerles énfasis en el tiempo mínimo que debe transcurrir entre

las dosis de los diferentes medicamentos, aconsejándolos que dejen esta tabla en

un lugar visible. También es muy importante, que este grupo poblacional conozca

los posibles efectos secundarios de cada medicamento además de la importancia

de no consumir medicamentos no prescritos, puesto que puede haber

interacciones medicamentosas lo cual puede empeorar el cuadro clínico de la

Insuficiencia Cardiaca.

Page 76: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

76

Gráfico Nº11. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación a la aplicación anual

de la vacuna de la Influenza.

0%0% 7%17%

76%

1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Respecto a la vacunación anual contra la influenza, se determinó un nivel bajo de

autocuidado, encontrándose que ningún participante realiza siempre esta práctica

(Gráfico Nº 11). En otros estudios el resultado fue mejor [7, 25, 28, 30], mientras

en este estudio, predominó la clase funcional I. Sin embargo, a pesar de esto, se

les recomendó la aplicación de la vacuna de la influenza, explicándoles que por

medio de esta, se previenen problemas respiratorios, ya que son un grupo

susceptible a las infecciones, las cuales en algún momento pueden empeorar la

Insuficiencia Cardiaca, generando una mayor dificultad respiratoria y por lo tanto

descompensación de la enfermedad.

Gráfico Nº12. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en relación con realización

de actividad física regular.

17%

23%

20%

23%

17% 1. Siempre

2. Casi siempre

3. Ocasionalmente

4. Casi Nunca

5. Nunca

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Page 77: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

77

Finalmente, se consideró en la escala de autocuidado, la actividad física como

parte del tratamiento no farmacológico, encontrándose que solo el 17% realizan

actividad física siempre, es decir, que muy pocas personas realizan esta práctica

siempre (Gráfico Nº12). Datos similares fueron encontrados en los estudios de

Gonzáles Jaarsma, Lupón [7, 25, 30].

Durante la evaluación de este ítem fue posible determinar que en la mayoría de la

población estudiada predomina el sedentarismo puesto que se confunde salir a

hacer compras o caminar unas pocas calles, con realizar actividad física

constante durante un periodo de tiempo, y en adecuadas condiciones, haciendo

referencia a llevar ropa cómoda, tenis y salir dispuestos solo a realizar ejercicio

cardiovascular, teniendo en cuenta la capacidad de cada persona para realizar

una actividad especifica sin hacer un esfuerzo que demande mucho consumo de

oxigeno o energía. La población estudiada tiene un nivel de autocuidado medio en

relación a la práctica de actividad física periódica. Se cree necesario brindarles

una rutina de ejercicios, especificando cuales actividades físicas pueden realizar

con el fin de que cada persona tenga una guía para la realización de ejercicio

físico, puesto que muchas veces no salen a realizar actividades porque no saben

que hacer o que ejercicios les favorece sin que se les presente alguna clase de

inconvenientes, como por ejemplo fatiga, disnea.

Page 78: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

78

5.3. NIVEL DE AUTOCUIDADO GENERAL ENCONTRADO EN EL ESTUDIO

Gráfico Nº 13. Distribución porcentual del nivel de autocuidado en personas con diagnóstico de

Insuficiencia Cardiaca.

3%

74%

23%

Alto

Medio

Bajo

Fuente: Encuesta realizada a personas con Insuficiencia Cardiaca en clase funcional I a III,

hospitalizadas en una Institución de cuarto nivel. Enero a Julio. 2008.

Según el análisis de datos de cada ítem especificado en la escala de autocuidado

en personas con Insuficiencia Cardiaca, los participantes en este estudio tuvieron

una puntuación media de 39.20 puntos, (Grafico Nº13), según la clasificación

mencionada con anterioridad, el tener entre 12 a 27 puntos significa un nivel de

autocuidado alto, 28 a 43 puntos, nivel medio y de 44 a 60 puntos, nivel bajo; la

población estudiada tuvo un nivel de autocuidado medio, ya que realizaba algunas

de las recomendaciones brindadas por el médico o enfermera para prevenir y

controlar los síntomas de la enfermedad como por ejemplo el uso moderado del

sodio en las comidas diarias, la limitación de líquidos, el control de peso, realizar

ejercicio físico regular, tomar los medicamentos recomendados adecuadamente y

buscar ayudada profesional en caso de disnea, fatiga, edema, entre otros.

Considerándose estas actividades esenciales para mantener el control de los

signos y síntomas de la Insuficiencia Cardiaca.

Solo un 3% de la población (Grafico Nº13), tiene un óptimo o alto nivel

autocuidado, sin embargo, no se excluye la necesidad de seguir reforzando en

Page 79: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

79

este pequeño grupo las habilidades y conocimientos de autocuidado, para lograr

una mejor calidad de vida.

A partir de los resultados obtenidos, fue posible identificar que a pesar de tener un

nivel medio de autocuidado, fueron muchas las personas con falencias en relación

al conocimiento de la enfermedad, pues no realizan constantemente ciertas

acciones de autocuidado en relación al control de peso diario, de limitar el

consumo de sodio y de líquidos, lo cual se manifiesta con episodios de edema por

falta de reconocimiento del aumento de 2 Kgrs de peso en una semana como

signos de alarma.

Siendo muy importantes estos aspectos mencionados, ya que una de las

principales causas de descompensación encontradas en el grupo estudio fue la

presencia de edema en miembro inferiores, motivo por el cual este grupo

poblacional consultó a la Institución de salud. Tampoco reconocen la importancia y

el beneficio de la realización de actividad física, no por falta de conocimiento sino

porque no lo aplican a la vida diaria, por tiempo o porque no les gusta, además no

acuden oportunamente al médico o enfermera cuando inician los síntomas sino

cuando estos se han exacerbado, por lo tanto, es necesario en darles a conocer

que el acudir oportunamente al Médico o Enfermera, contribuyen a mantener un

buen pronóstico ya que no se dejaría avanzar la enfermedad.

Algo significativo en el tratamiento o manejo de la enfermedad es la motivación y

el apoyo emocional que se le puede bridar a estas personas, por tal motivo es

recomendable incluir a la familia del paciente en el proceso de educación para que

contribuyan en el mantenimiento de la estabilidad clínica de la Insuficiencia

Cardiaca, brindándole apoyo moral y motivación.

En este orden de ideas, para las personas que tienen diagnóstico de Insuficiencia

cardiaca mejoren su autocuidado y estilo de vida, es muy importante la labor de

Page 80: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

80

los profesionales de Enfermería, puesto que son un medio de motivación en estas

personas y porque además de transmitir sus conocimientos, son una fuente de

compañía durante el proceso de enfermedad, lo que facilita dar un manejo integral

al paciente y su familia, es decir, a nivel no solo biológico sino espiritual y social.

Por lo tanto, es muy valioso que para alcanzar un óptimo autocuidado en estos

pacientes haya un control y seguimiento frecuente que permita evaluar las

capacidades del individuo en el mantenimiento de la salud, reforzando en cada

encuentro o contacto con la Enfermera los conocimientos y habilidades.

Al promover el autocuidado, el individuo no solo contribuye al mantenimiento de su

salud sino que aprende a manejar el síntoma que presenta, por ejemplo, contactar

al médico o enfermera en caso de aumento de peso, disnea, edema o fatiga, sino

también de esta manera ayuda a regular los factores que afecta su desarrollo y

funcionamiento, por medio de la ayuda profesional.

Finalmente al brindar un manejo integral y con un mayor seguimiento, se logrará

compensar el desequilibrio existente en el autocuidado, contribuyendo a superar

este déficit autocuidado por medio de la orientación y control de las acciones

realizadas por cada individuo, mejorando su estilo y calidad de vida., sin embargo,

es importante reconocer que si se desea que las acciones frente al tratamiento no

farmacológico sean efectivas, las personas deben asumir cambios y conductas

óptimas para mejorar y controlar su proceso de enfermedad, las cuales no son

fáciles de realizar por las personas con Insuficiencia Cardiaca, puesto que se

presentan dificultades para cambiar los estilos de vida muy arraigados, por la falta

de conocimiento y por dificultad socioeconómicas de cada una de las personas

que presentan esta enfermedad, generando un gran impacto en el estilo de vida

no solo de la persona con diagnostico de Insuficiencia Cardiaca, sino también a la

familia que lo acompaña durante el proceso de enfermedad.

Page 81: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

81

6. CONCLUSIONES

En la población estudio predominó la edad mayor a 55 años, ser hombre

masculino y casado, tener un nivel de escolaridad primaria, estar en estrato

socioeconómico 3, ser de clase funcional I y con un tiempo de diagnóstico menor a

un año, tener menos de 10 reingresos en el año y no asistir a programas

educativos.

El nivel de autocuidado identificado en la población estudio en relación al

tratamiento no farmacológico fue medio, puesto que los participantes del estudio,

no realizan un óptimo control de los signos y síntomas, sin embargo, se presenta

un nivel de autocuidado bajo en relación al control de peso diario, a descansar en

presencia de disnea, vacunarse anualmente, y a tener contacto con el Médico o

Enfermera en presencia de disnea, fatiga (cansancio) y edema, en cambio tienen

un nivel medio de autocuidado en los aspectos que contemplan la limitación del

consumo de sodio, de líquidos de 1.5 a 2 litros diarios, en realizar actividad física

regularmente y en reposar durante el día, lo que refleja la necesidad de influir por

medio del proceso educativo para aumentar el nivel de autocuidado en cada uno

de los aspectos del tratamiento no farmacológico.

En cuanto a los resultados obtenidos en relación a los aspectos

sociodemográficos, se puede concluir que la Insuficiencia Cardiaca se presenta

más en personas mayores de 55 años y en el género masculino.

Más de la mitad de los participantes eran casados lo que posiblemente pudo haber

influido en que se presentara un nivel de autocuidado medio, porque al tener una

red de apoyo social y la presencia del cónyuge en particular, genera una

atmósfera de comprensión, acompañamiento y ayuda.

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Se identificó un número considerable de personas que no asisten a programas

educativos y aunque se obtuvo un nivel medio de autocuidado en general, se cree

útil y de gran valor la realización de talleres educativos y formativos dirigidos a

este grupo poblacional, el cual proporcione las herramientas necesarias para el

control de la Insuficiencia Cardiaca, con el fin de mejorar la calidad de vida,

prevenir complicaciones y disminuir la progresión de la enfermedad. Sin olvidar la

importancia de la motivación y el apoyo familiar para mejorar y fortalecer las

prácticas de autocuidado.

Hay poco reconocimiento de la importancia del control y aumento de peso

periódico, como medida de control de las complicaciones de la Insuficiencia

Cardiaca, al igual que la presencia de edema, disnea y fatiga, lo cual retrasa el

contacto oportuno con el Profesional de la salud.

Se presenta un inadecuado autocuidado en relación al reposo durante el día y a

buscar ayuda profesional en presencia de disnea, fatiga; puesto que son muy

pocas las personas que realizan constantemente estas acciones para el control de

la enfermedad.

La población objeto refiere el consumo de una dieta baja en sodio, sin embargo,

es muy importante incidir más en este en este aspecto porque no conocen

exactamente otras formas de realzar el sabor de las comidas, lo cual es muy

importante, porque el éxito del tratamiento se relaciona con la dieta.

No hay reconocimiento de la cantidad de líquido que hay que limitar para evitar la

aparición de edemas y demás síntomas como la disnea.

La mayoría de la población estudiada maneja un control adecuado en el consumo

de los medicamentos de acuerdo a las recomendaciones brindadas por el médico

o enfermera.

Page 83: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

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No se reconoce la importancia de la vacuna de la influenza como un medio para

evitar enfermedades respiratorias y por ende complicaciones de la Insuficiencia

Cardiaca.

Las personas a pesar de reconocer los beneficios del ejercicio físico, no tienen la

suficiente disposición para generar esta acción ya sea por falta de tiempo o porque

no les agrada, además de confundir la actividad física con ir de compras o solo

caminar pero sin una adecuada ropa o zapatos para que haya mayor comodidad.

Finalmente, cuando la persona se apropia de su autocuidado, asume la

responsabilidad del mantenimiento de su salud y contribuye por medio de sus

acciones a generar un óptimo proceso en el curso de la enfermedad, favoreciendo

en que haya un mejor pronóstico, porque construye su proyecto de vida en las

mejores condiciones posibles, con acciones consientes y adecuadas, las cuales

son propias de un óptimo autocuidado.

Page 84: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

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7. RECOMENDACIONES

- Se recomienda continuar con la aplicación de la Escala Europea de autocuidado,

para contribuir con su validación, puesto que ha demostrado que es una

herramienta útil para identificar el nivel de autocuidado en personas con

Insuficiencia Cardiaca, y permite conocer las necesidades de autocuidado de cada

individuo, con el fin de orientar las intervenciones de Enfermería para mejorar las

prácticas de autocuidado en este grupo poblacional.

- Es muy importante que a partir de la identificación del nivel de autocuidado, se

implementen c estrategia educativa, que permitan mejorar la compresión de las

recomendaciones brindadas para el manejo y control de la enfermedad.

-Es necesario, tener en cuenta el contexto económico y social de las personas,

con el fin de brindar un abordaje integral al paciente y la familia, para favorecer la

suplencia de la demanda de autocuidado.

Page 85: PRACTICAS DE AUTOCUIDADO FRENTE AL TRATAMIENTO NO

85

A continuación, se presenta el resumen general de los resultados de la escala de

autocuidado aplicada a personas con Insuficiencia Cardiaca, en la cual se ve

mejor reflejado el autocuidado entre cada una de las variables estudiadas (Gráfica

Nº 14).

6,7 10 13,3 26,7 43,3

33,3 10 20 6,7 30

30 0 13,3 26,7 30

13,3 0 13,3 13,3 60

6,7 0 3,3 3,3 86,7

20 23,3 30 10 16,7

40 16,7 20 10 13,3

16,7 13,3 23,3 23,3 23,3

36,7 20 16,7 16,7 10

56,7 20 10 6,7 6,7

00 6,7 16,7 76,7

16,7 23,3 20 23,3 16,7

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

Gráfico Nº14. Nivel de autocuidado de personas con Insuficiencia Cardiaca relacionado con el tratamiento no farmacológico.

1. Siempre 2. Casi siempre 3. Ocasionalmente 4. Casi Nunca 5. Nunca

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8. ANEXOS

8.1. ANEXO A. ESCALA DE AUTOCUIDADO EN PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA

ESCALA DE AUTOCUIDADO EN PERSONAS CON INSUFICIENCIA CARDIACA

DATOS SOCIODEMOGRAFICOS

GÉNERO: M__ F__ EDAD: ESTADO CIVIL: ESCOLARIDAD: CLASE FUNCIONAL: I__ II___ III__ Nº REINGRESOS: TIEMPO DE Dx:

ASISTENCIA A PROGRAMAS EDUCATIVOS: ESTRATO: OCUPACION:

PREGUNTA 1 2 3 4 5 1. Me peso cada día 2. Si siento ahogo (disnea), me paro y descanso 3. Si mi dificultad respiratoria (disnea) aumenta, contacto a mi Doctor o Enfermera

4. Si mis pies/piernas comienzan a hincharse más de lo habitual, contacto con mi doctor o enfermera

5. Si aumento 2 kg en una semana, contacto con mi doctor o enfermera 6. Limito la cantidad de líquidos que bebo (no más de 1,5-2 l) 7. Reposo un rato durante el día 8. Si experimento aumento de fatiga (cansancio), contacto con mi doctor o enfermera

9. Realizo una dieta baja en sal 10. Tomo toda la medicación como me han indicado 11. Me vacuno contra la gripe todos los años 12. Hago ejercicio regularmente

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8.2. ANEXO B. CONSENTIMIENTO INFORMADO

CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA APLICACIÓN DE LA ESCALA DE AUTOCUIDADO

Estimado participante: Soy estudiante de octavo semestre del programa de enfermería en la Pontificia Universidad Javeriana, como parte de los requisitos para recibir el Titulo de Enfermera se debe llevar a cabo una investigación. La misma trata sobre la aplicación de una escala de autocuidado en pacientes con diagnóstico de insuficiencia cardiaca. Usted ha sido seleccionado para participar en esta investigación la cual consiste en contestar un cuestionario que le tomara aproximadamente 30-45 minutos. Usted puede contestar solamente las preguntas que así desee. La información obtenida a través de este estudio será mantenida bajo estricta confidencialidad y su nombre no será utilizado. Usted tiene el derecho de retirar su consentimiento para la participación en cualquier momento. El estudio no conlleva ningún riesgo, pero lo va a beneficiar ya que se pretende incrementar y optimizar las prácticas de autocuidado para controlar eficazmente los signos y síntomas de la enfermedad, la progresión de la misma y consecuentemente mejorar su Calidad de Vida. Yo __________________________ identificado ______________ de _________ He leído el procedimiento descrito arriba. La investigadora me ha explicado el estudio y ha contestado mis preguntas. Voluntariamente doy mi consentimiento para participar en el estudio de. He recibido copia de este procedimiento. ___________________________ Firma del participante Fecha

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8.3. ANEXO C. FOLLETO EDUCATIVO

LADO A

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8.3. ANEXO C. FOLLETO EDUCATIVO

LADO B

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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