potencialidaes agroecologicas
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA DE LOS LLANOS
VALLE DE LA PASCUA- ESTADO GUÁRICO
P.N.F AGROALIMENTACION
SECCIÓN: I TURNO: TARDE, TRAYECTO IV, TRIMESTRE III
PROFESOR: INTEGRANTES:
Eleazar Ramos Gómez Egduar
Marabel Clara
Piñango Juan
Goyo Gheison
Noviembre de 2013
Índice
Portada
Introducción
Desarrollo
Analizar las potencialidades agroecológicas de las
ecorregiones
Ubicación en el espacio y el territorio la dinámica
agroalimentaria de las ecoregiones
Identificación de los espacios y territorios en los cuales
actúan los movimientos campesinos
Conclusión
Introducción
El objetivo del trabajo dar conocer a fondo de lo
importantes que analizar las potencialidades de la agroecología
de las ecorregiones. No solo eso sino que por medio de la
investigación a medida que se va construyendo se va
descubriendo cuáles son sus ubicaciones en el espacio y el
territorio agroalimentarias. Sin dejar de mencionar como
identificar o reconocer los espacios en los cuales actúan los
movimientos campesinos entre otros.
Para cumplir con tan interesante y oportuna solicitud,
nuestra contribución la hemos orientado, partiendo de la
importancia que está teniendo la agroecología entre diferentes
espacios productivos, académicos, investigativos y políticos. Por
ello, revaloramos el carácter científico de la agroecología
tomando en cuenta los principios que en ellas se sustentan y las
propiedades agroecológicas de las ecorregiones, las cuales nos
permitirán demostrar el carácter multifuncional, multifactorial y
multidimensional que dicha ciencia manifiesta de forma
concreta en la sociedad mediante sus prácticas.
Sin más que hacer referencia cada uno de los temas que se
han mencionado a continuación se irá desarrollando a medida
que se desarrolle el presente trabajo
1- Analizar las potencialidades agroecológicas de las
ecorregiones:
En general, el análisis es la parte de un proceso de
investigación o una etapa en el proceso de planificación. En el
proceso de planificación, luego de la caracterización o recojo de
información, se produce el análisis de la información y de los
datos con la finalidad de realizar estimados, proyecciones o
hipótesis que puedan servir para la elaboración del diagnóstico,
el cual es un juicio de valor sobre una situación social,
económica o ambiental específica. Por supuesto que hay también
una definición tradicional como aquella que dice que el análisis
es la “distinción y separación de las partes de un todo para
conocer los principios y elementos que lo configuran. En ambos
casos, las definiciones de análisis son eminentemente operativas
y responden a la aplicación de un método o métodos específicos.
Si tomásemos cualquiera de los conceptos mencionados y lo
aplicáramos a una ecorregión, entonces el análisis ecorregional
se reduciría al uso de algunas metodologías y criterios de
análisis. Ello, por supuesto, con el conocimiento de que el
análisis es una etapa. Es decir, se realiza el análisis para algo,
para tomar una decisión o preparar una propuesta específica,
pero ¿es el análisis ecorregional una manera de intervenir en el
territorio?, ¿es el análisis ecorregional un criterio en el
desarrollo de nuevas investigaciones o nuevos proyectos?
Cuando el alcance del análisis ecorregional no llega a responder
estas interrogantes encontramos que tiene limitaciones. Se
requiere, pues, un concepto más amplio que pueda definir una
intervención o convertirse en un criterio para su posterior
desarrollo. Es entonces cuando se está hablando de un enfoque.
El análisis, por sí mismo, no plantea un asunto de manera
determinada para resolverlo correctamente, ello corresponde a
la utilización de un enfoque y sus metodologías.
En la primera parte de este documento se ha optado por
orientar la investigación a identificar los alcances del ‘enfoque
ecorregional’ y, posteriormente, el del ‘análisis ecorregional’
pues es el primero el que mantiene las condiciones para ser
aplicado de manera más amplia, no sólo en el proceso de
investigación o planificación de un proyecto, sino que también
puede constituirse en la manera de intervención de una
organización sobre el territorio, así como también convertirse en
un marco de desarrollo de políticas en distintos niveles.
El análisis de las ecorregión se constituye, acorde con lo
descrito anteriormente, en una etapa previa para lograr
sostenibilidad en el desarrollo ecorregional. Mientras el término
‘análisis’ es utilizado por todos los sectores y disciplinas y con
distinto énfasis en cada uno de ellos, en el caso ecorregional
adopta particularidades que lo diferencian de sus demás
aplicaciones.
En términos generales, el análisis se puede definir como “el
proceso de clasificación e interpretación de hechos, diagnóstico
de problemas y empleo de la información para recomendar
mejoras del sistema”43 y también como la generación de
conocimiento derivado de la evaluación de los elementos, sus
relaciones y procesos en distintos espacios y tiempos para
entender, manipular, mejorar o intervenir, de distintas maneras,
con determinada duración y con la utilización deliberada de este
conocimiento, en las condiciones de un sistema. Dicho
conocimiento está constituido también por la síntesis de los
procesos de experimentación, validación, extensión, modelación,
investigación y desarrollo conceptual en una ecorregión o
conjunto de ecorregiones (síntesis ecorregional). En otras
palabras, el análisis ecorregional busca desarrollar conocimiento
para actuar ecorregionalmente. Este conocimiento se forma de la
síntesis ecorregional. Cada metodología de análisis aplicada a
una ecorregión puede dar distintos resultados, pues puede variar
la escala en la que se realiza el análisis y ello determinará la
inclusión o exclusión de nuevas variables y relaciones, así como
también puede variar el tiempo del análisis, tanto en términos de
duración como si se refiere a un asunto pasado, presente o
futuro.
La generación de conocimiento derivado de la evaluación de
los elementos, relaciones y procesos que tienen lugar en una
ecorregión es muy amplia. Pueden ‘analizarse’ elementos
puramente ‘naturales’, en los que la dinámica es controlada por
leyes de la naturaleza y en los que no existe intervención
humana, como también se puede hacer análisis ecorregional en
aquellos espacios en los que existe intervención antrópica, o en
aquellos espacios en que la dinámica biofísica de la ecorregión
involucra actividades productivas .
2 -Ubicación en el espacio y el territorio la dinámica
agroalimentaria de las ecoregiones:
Un plan nacional de desarrollo (PND) con enfoque regional
parte de reconocer las diferencias regionales como marco de
referencia para formular políticas públicas y programas acordes
con las características y capacidades de cada región, teniendo en
cuenta las particularidades de sus diversos grupos poblacionales.
1 El enfoque regional busca reducir los desequilibrios sociales,
mejorando la calidad de vida de la población, y movilizar las
capacidades de desarrollo endógeno, aprovechando los efectos
de vecindad y sus externalidades positivas para alcanzar mayor
crecimiento y competitividad regional. Para ello se requiere
definir incentivos en materia de localización de actividades
productivas y de asignación de inversiones y recursos, y
aprovechar de manera sostenible los recursos naturales.
Así mismo, el enfoque regional facilita la articulación de éste
y de futuros planes nacionales de desarrollo con los procesos de
planificación territorial, lo cual a su vez contribuye al
fortalecimiento de las relaciones Nación‐territorio y al logro
conjunto de los objetivos de crecimiento económico, ampliación
de oportunidades sociales y buen gobierno. Para definir
estrategias y políticas diferenciadas regionalmente en este PND,
se realizó un ejercicio medición de las capacidades municipales
de desarrollo endógeno, a partir de un índice (IENDOG)2 que se
calcula con base en variables asociadas a condiciones sociales,
densidad poblacional y financiera y factores de crecimiento.
Este ejercicio condujo a la identificación de seis zonas
homogéneas de escala microrregiones cada una como
agregación de municipios de varios departamentos, con
capacidades de desarrollo endógeno similares. Es importante
enfatizar que esta zonificación no pretende ser un instrumento
ni propuesta para el ordenamiento territorial. Como lo plantea la
Constitución Política de 1991, la conformación de regiones y los
esquemas asociativos que se generen en el país como propuestas
de organización del Estado, deben darse de manera voluntaria
entre las partes.
Las seis zonas homogéneas identificadas (figura III‐1) son en
general similares en su interior y heterogéneas entre ellas,
presentando diferentes dinámicas de articulación interregional.
La homogeneidad relativa se establece en la medida en que los
municipios de cada zona comparten valores similares del
IENDOG; no obstante, a su interior se presentan algunos
municipios y/o subregiones distintas por sus capacidades
institucionales, sus necesidades y su interés estratégico para el
país, como en los casos del Caribe con la subregión de La
Mojana; en la zona Nororiental entre el Norte de Santander y la
Altillanura, y en la zona Sur entre la frontera y el Macizo
Colombiano.
Como insumo para lograrlos objetivos de enfoque regional
de este y futuros planes nacionales de desarrollo, esta
macroregionalización se utilizará como línea de base para
identificarlos atributos particulares de cada región, los factores
clave o determinantes para su desarrollo endógeno, así como
objetivos y lineamientos estratégicos que guíen y permitan
articular las decisiones de políticas e inversiones nacionales en
los territorios.
3. Identificación de los espacios y territorios en los cuales actúan
los movimientos campesinos:
El espacio social es la materialización de la existencia
humana. Esta definición, extremadamente amplia de espacio fue
elaborada por Lefebvre, (1991, p 202). El espacio, así
comprendido, es una dimensión de la realidad. Esta amplitud, de
hecho, ofrece diferentes desafíos para la geografía que tiene al
espacio como categoría de análisis y precisa estudiarlo para
contribuir a su comprensión y transformación.
Dentro de los mayores desafíos, sin dudas, están los trabajos
de elaboración del pensamiento geográfico para la producción de
un cuerpo conceptual, a partir de un diálogo permanente de la
geografía con las otras ciencias. Por su amplitud, el concepto de
espacio puede ser utilizado de distintas maneras. Sin embargo,
muchas veces su utilización es incomprensible porque no se
define el espacio del que se está hablando. Es así, que el espacio
se vuelve una panacea. Para evitar equívocos, es necesario
aclarar que el espacio social está contenido en el espacio
geográfico, creado
originalmente por la naturaleza y transformado continuamente
por las relaciones sociales, que producen diversos tipos de
espacios materiales e inmateriales, como por ejemplo políticos,
culturales, económicos y ciberespacios, por lo tanto, forma parte
de la realidad multidimensional. Para un análisis conceptual
eficaz es necesario definir al espacio como composicionalidad, o
sea, comprende y sólo puede ser comprendido en todas las
dimensiones que lo componen. Esta simultaneidad en
movimiento manifiesta las propiedades del espacio en ser
producto y producción, movimiento y estabilidad, proceso y
resultado, lugar del que se parte y adonde se llega. Por
consiguiente, el espacio es una completitud, o sea, posee la
cualidad de ser un todo, aun siendo parte. De esta manera, el
espacio geográfico está formado por los elementos de la
naturaleza y por las dimensiones sociales, producidas por las
relaciones entre las personas, como la cultura, la política y la
economía. Las personas producen espacios al relacionarse en
forma diversa y son frutos de esa multidimensionalidad.
El espacio geográfico contiene todos los tipos de espacios
sociales producidos por las relaciones entre las personas, y entre
estas y la naturaleza, que transformaron el espacio geográfico,
modificando el paisaje y construyendo territorios, regiones y
lugares. Por lo tanto, la producción del espacio se da por
intermedio de las relaciones sociales, en el movimiento de la
vida, de la naturaleza y de la artificialidad, principalmente en el
proceso de construcción del conocimiento. El espacio social es
una dimensión del espacio geográfico y contiene la cualidad de
la complectividad. Debido a esa cualidad, el espacio social
complementa al espacio geográfico. Lo mismo sucede con todos
los otros tipos de espacios. Este es el carácter de la
composicionalidad, en el que las dimensiones son igualmente
espacios completos y completivos. Esas cualidades de los
espacios desafían los sujetos que viven en ellos y pretenden
comprenderlos. El espacio es multidimensional, pluriescalar o
multiescalar, en intenso proceso de completibilidad,
conflictualidad e interacción. Las relaciones sociales, muchas
veces realizan lecturas y acciones que fragmentan el espacio.
Son análisis parciales, unidimensionales, sectoriales, lineares,
uniescalares, incompletos y, en consecuencia, limitados, porque
precisan delimitar. Esas lecturas espaciales fragmentarias
promueven desigualdades y diferentes formas de exclusión. La
superación de esa visión del mundo exige ponderabilidad en la
creación de métodos que desfragmenten el espacio y que no
restrinjan las cualidades composicionales y completivas de los
espacios. De esa forma es producido un espacio geográfico y/ o
social específico. El territorio es el espacio
apropiado por una determinada relación social que lo produce y
lo mantiene a partir de una forma de poder. Ese poder, como fue
afirmado anteriormente, es concedido por la receptividad. El
territorio es, al mismo tiempo, una convención y una
confrontación. Precisamente porque el territorio posee límites,
posee fronteras, es un espacio de conflictualidades.
Los territorios son formados en el espacio geográfico a
partir de diferentes relaciones sociales. El territorio es una
fracción del espacio geográfico a partir de diferentes relaciones
sociales. Mientras tanto es importante recordar que el territorio
es un espacio geográfico, así como la región y el lugar, y posee
las cualidades composicionales y completivas de los espacios. A
partir de ese principio, es esencial enfatizar que el territorio
inmaterial es también un espacio político, abstracto. Su
configuración como territorio se refiere a las dimensiones de
poder y control social que les son inherentes. Desde esa
comprensión, el territorio aun siendo una fracción del espacio,
es también multidimensional. Esas cualidades de los espacios
evidencian en las partes, las mismas características de la
totalidad.
El territorio fue definido Raffestin (1993, p 63), como
sistemas de acciones y sistemas de objetos. Esa similitud de las
definiciones de Claude Raffestin y Milton Santos significa
también que espacio geográfico y territorio, si bien diferentes,
son lo mismo. Se puede afirmar, sin dudas, que todo territorio es
un espacio (no siempre geográfico, puede ser social, político,
cultural, cibernético, etc.). Por otro lado, es evidente que no
siempre y no todo espacio es un territorio. Los territorios se
mueven y se fijan sobre el espacio geográfico.
El espacio geográfico de una nación es su territorio. Y en el
interior de este espacio hay diferentes territorios, constituyendo
lo que (Haesbert, 2004), denominó multiterritorialidades. Son
las relaciones sociales las que transforman el espacio en
territorio y viceversa, siendo el espacio un a priori y el territorio
un a posteriori. El espacio es perenne y el territorio es
intermitente. De la misma forma que el espacio y el territorio
son fundamentales para la realización de las relaciones sociales,
estas producen continuamente espacios y territorios de formas
contradictorias, solidarias y conflictivas. Esos vínculos son
indisociables.
La contradicción, la solidaridad y la conflictividad son
relaciones explícitas cuando comprendemos el territorio en su
multidimensionalidad. El territorio como espacio geográfico
contiene los elementos de la naturaleza y los espacios
producidos por las relaciones sociales.
El seno de las Aulas Agroecológicas se trabaja con una
metodología denominada: “De Campesino a Campesino”, en la
cual subyacen un conjunto de principios que se enuncian a
continuación: Partir de la experiencia de los propios
participantes del proceso formativo, aplicando la metodología:
“acción-reflexión-acción” o “práctica-teoría-práctica”. Este es un
principio que guía u orienta todas las actividades técnicas,
didácticas y organizativas que se ejecutan en el marco de la
programación formativa.
- Lograr éxito rápido y reconocible por parte de los(as)
productores(as).
- Empezar: “despacio y en pequeño”.
- Limitar la introducción de tecnología invasiva que produzca
un impacto negativo en el medio ambiente.
- Experimentar en pequeña escala, apuntando al logro de un
efecto multiplicador.
- Los procesos de formación contemplan los siguientes
componentes o áreas temáticas:
Elementos de contenido sociopolítico: se trata de ubicar al
participante en el contexto sociopolítico que vive nuestro país.
Asimismo, en aspectos vinculados a la historia política
venezolana, manejo de la constitución y de las leyes relacionadas
con el sector agrícola.
Elementos de contenido agroecológico: conjuntamente con
los(as) campesinos(as) se definen las prioridades de formación.
Se comienzan a desarrollar desde una perspectiva práctica y
teórica, los contenidos relacionados con el desarrollo de cultivos
agroecológicos. Se van impartiendo los conocimientos en la
misma medida en que se ponen en práctica. Ello permite la
observación y el análisis de los resultados directamente en la
realidad.
Conclusión
El presente trabajo tiene como finalidad de conocer lo
importantes que es analizar las potencialidades agroecológicas
de las ecorregiones del país, sin dejar de mencionar, la ubicación
en el espacio y el territorio la dinámica agroalimentaria de las
ecorregiones, sobre todo la identificación de los espacios y
territorios donde o las cuales actúan los movimientos
campesinos.
Para cumplir con tan interesante y oportuna solicitud,
nuestra contribución la hemos orientado, partiendo de la
importancia que está teniendo la agroecología entre diferentes
espacios productivos, académicos, investigativos y políticos. Por
ello, revaloramos el carácter científico de la agroecología
tomando en cuenta los principios que en ellas se sustentan y las
potencialidades agroecológicas de los productivos, las cuales
nos permitirán demostrar el carácter multifuncional,
multifactorial y multidimensional que dicha ciencia manifiesta
de forma concreta en la sociedad mediante sus prácticas.