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Políticay

Estrategia

Nº 83SANTIAGO, CHILE, ENERO - ABRIL 2001

Publicación de la

ACADEMIA NACIONAL DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS

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REVISTA“POLÍTICA Y ESTRATEGIA”

ISSN-0716-7415

CONSEJO EDITORIAL

Presidente

Contraalmirante Jorge Huerta Dunsmore

Vocales

Rodrigo Atria Benaprés Manuel Concha MartínezArturo Contreras Polgatti Enzo Di Nocera GarcíaHumberto Julio Reyes Francisco Le Dantec GallardoGustavo Urzúa Lira Renato Valenzuela Ugarte

Julio Von Chrismar Escuti

DIRECTOR RESPONSABLEDE LAS PUBLICACIONES

OFICIALES DEL INSTITUTO

Coronel (Av.) Enzo Di Nocera García

DIRECCIÓN DE LA REVISTA

Director

Contraalmirante Renato Valenzuela Ugarte

Editor

Coronel (E) Julio Von Chrismar Escuti

Secretario

E.C. Iván Rojas Coromer

La Academia Nacional de Estudios Políticosy Estratégicos “ANEPE” es una Institución deEducación Superior reconocida por el Estado,dependiente del Ministerio de Defensa Nacional.

Tiene como misión acrecentar en el país,a través de la investigación, la docencia y laextensión académica, los niveles de conocimien-to y comprensión de las materias propias de laSeguridad y Defensa Nacional, considerando suinteracción con el desarrollo nacional.

Sus características de Instituto formador y deperfeccionamiento, la variedad y niveles de loscursos que imparte, la rigurosa selección de su

cuerpo académico y el amplio ámbito deprocedencia de los profesionales que integran suscursos, perfilan a la Academia como un centronatural de encuentro civil y militar en el país.

En sus fructíferos 25 años de vida, elInstituto ha graduado más de dos mil alumnosque hoy se desempeñan en la AdministraciónPública, en los servicios del Estado, en lasInstituciones de la Defensa Nacional, en losmunicipios, en el área privada, en los partidospolíticos y en otros ámbitos del quehacernacional y extranjero.

Lo anterior permite a la Academia unamplio accionar en el país y en el exterior enmaterias de difusión del pensamiento y de losprincipios y normas que rigen los aspectos dela Seguridad y Defensa de Chile; materias queson el principal contenido intelectual de surevista “Política y Estrategia” , órgano dedifusión oficial y de enlace con sus graduadosy con la comunidad académica y militar en elpaís y en el mundo.

Los conceptos, puntos de vista e ideasexpuestos por los autores de los artículos quese publican son de su exclusiva responsabilidad,por lo tanto no representan, necesariamente, ladoctrina y/o pensamiento de la AcademiaNacional de Estudios Políticos y Estratégicos.

La revista “Política y Estrategia” brindasus páginas a los académicos, profesionalesuniversitarios, investigadores, docentes y, engeneral, a todos los lectores y personas chilenasy extranjeras, estudiosos de los temas relacio-nados con la Seguridad y Defensa Nacional ylos altos niveles de la política y estrategia,invitándolos a colaborar en la misión de difundirestos importantes temas a través de sus páginas.

Los interesados en participar con publicacio-nes en la revista pueden hacerlo conforme a lasindicaciones que se detallan en “A NUESTROSLECTORES Y COLABORADORES”.

ANEPE.

Eliodoro Yáñez 2760 - ProvidenciaTeléfono: (56-2) 2315021 anexos 33-63

Fax: (56-2) 3352208Página Web: www.anepe.cl

Correo electrónico: [email protected]@[email protected]

IMPRESIÓN: INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR

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Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos3

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A NUESTROS LECTORES Y COLABORADORES

1. La Revista “Política y Estrategia” ofrece sus páginas a los académicos,profesionales universitarios, investigadores, docentes y, en general, a todoslos lectores y personas, chilenas o extranjeras estudiosos de los temasrelacionados con la seguridad nacional y la defensa nacional y los altosniveles de la política y estrategia, invitándolos a colaborar en la difusión deestos importantes temas a través de esta publicación oficial de la AcademiaNacional de Estudios Políticos y Estratégicos.

2. Nuestra Academia tiene como función, en el ámbito de sus actividades deextensión, “difundir, de una manera amplia y participativa, las materias deseguridad y defensa nacional desde sus distintas perspectivas”. Dentro deesa línea general, que sirve de eje orientador a nuestra publicación, estáncomprendidos todos los temas que tienen relación con la seguridad ydefensa nacional, privilegiándose aquellos vinculados con las siguientesciencias y disciplinas que se investigan y/o enseñan en las aulas delInstituto:

Ciencia Política, Relaciones Internacionales, Geopolítica, SeguridadNacional, Economía, Economía de Defensa, Políticas Económicas,Tecnología de Defensa, Evaluación de Proyectos, Administración deProyectos, Teoría Administrativa, Gestión Estratégica Empresarial,Desarrollo Social, Administración Pública, Planificación Estratégica,Inteligencia Político-Estratégica, Política de Defensa, Política Militar yLogística.

3. Los trabajos o artículos que se remitan para ser publicados en nuestra Revistadeben ser: originales, inéditos y exclusivos. La exclusividad durará un añodesde su publicación, salvo autorización expresa de la Dirección de la Revista,para acortar este plazo.

4. Los conceptos, puntos de vista e ideas expuestos por los autores de losartículos que se publican, serán de su exclusiva responsabilidad.

5. Con el objeto de lograr una mayor eficiencia y precisión en la publicaciónde los trabajos que se reciben, es conveniente que sus autores considerenlas siguientes pautas:• Escritos a máquina, e idealmente en computador (sistema Word, letra Arial

tamaño Nº 12), adjuntando el diskette correspondiente.• Original en tamaño carta, con una extensión, en lo posible, de no más

de 20 páginas, doble espacio; y de 30 páginas, en caso de estudios másamplios que incluyan, dentro de este límite, algunos anexos.

• Los gráficos deben ser también tamaño carta y estar dibujados o diseñadosen computadora o, en su defecto, en papel de dibujo transparente, con

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tinta negra. Todos los gráficos, mapas y fotografías que incluya el autordeben ser publicables (sin restricciones de derechos de autor nicondiciones que necesiten autorizaciones especiales de la Dirección deFronteras y Límites del Estado).

• Señalar a pie de página las citas textuales y las referencias, comoasimismo la bibliografía consultada (al final del trabajo).

• Adjuntar un breve resumen (abstract) del tema, de una extensión máximade media página tamaño carta.

• Adjuntar fotografía personal, a color, tamaño carné y un breve currículumdel autor (principalmente con sus títulos y grados académicos), ademásde sus datos de dirección, casilla postal, correo electrónico o teléfono,para efectos de que se puedan realizar los contactos entre la editorialy los autores que remiten artículos.

6. Los autores de trabajos publicados en nuestra revista recibirán comocompensación material 3 ejemplares de la revista en que se publique sutrabajo.

7. Los trabajos que, por alguna razón, no sean aprobados por el ConsejoEditorial de nuestra revista, serán devueltos a sus autores, quedando a sutotal disposición.

8. Los escritos deberán ser remitidos al Director de la Revista “Política yEstrategia ”.

Eliodoro Yáñez 2760

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SUMARIO

Página

La Agenda de Defensa ________________________________________ 9Sr. M.D.N. Mario Fernández Baeza

Desarrollo Institucional de la Armada ____________________________ 25Almirante Sr. Jorge Patricio Arancibia Reyes

El gobierno limitado y sus reformas en la Constitución de Chile _____ 37Sr. José Luis Cea Egaña

Seguridad y políticas públicas __________________________________ 51Sr. Patricio Tudela Poblete

El proceso de reconciliación de la sociedad nacional después de laGuerra Civil de 1891 __________________________________________ 65Sr. José Luis Díaz Gallardo

La persistente vigencia del enfoque realista en el estudio de la Seguri-dad Nacional en las relaciones internacionales de la posguerra fría __ 73Sr. Luis V. Pérez Gil

El conflicto interno de Colombia ________________________________ 91CA. Sr. Renato Valenzuela Ugarte

La intervención humanitaria _____________________________________ 110Sr. Cristián Garay Vera

Fundamentos económicos de la economía de defensa _____________ 130BGL. Sr. Manuel Concha Martínez

El rol profesional de las FF.AA. De quoi s’agît-il? _________________ 146CRL. Sr. Eduardo Aldunate Herman

Comentario del libro “Aléxandros” El hijo del sueño ________________ 159BGL. Sr. Manuel Concha Martínez

Acontecer Académico __________________________________________ 165

Círculo de Graduados _________________________________________ 171

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Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos9

Hace un año, con ocasión deinaugurar mi gestión como Ministro deDefensa, señalé que esta ceremonia sehabía transformado en una importanteinstancia para exponer, ante los altosmandos institucionales y los estudian-tes de las academias de Guerra yPolitécnicas, tanto la política ministerialcomo las convicciones en que ella sefunda.

En consecuencia, presentaré anteustedes la agenda que hemos venidodesarrollando desde el inicio del gobier-no del Presidente Lagos y las priorida-des para el 2001 en el contexto denuestra primera misión constitucional,la defensa de la patria, razón de serde las Fuerzas Armadas y, por lo tanto,obligación básica del Ministerio del queellas dependen.

La misión de la defensa es elfundamento de nuestro quehacer comoMinisterio y como Fuerzas Armadas.Constituye mi deber sectorial comoMinistro dentro del Gobierno y el deberprofesional de las Fuerzas Armadasdentro del Estado. Ambos, el Ministroy las Fuerzas Armadas, deben darcuenta ante todos los chilenos delcumplimiento de este deber jurídico ymoral. A la tarea de la defensa nosdebemos, a pesar del contexto en elque actuamos y del impacto que en

* Clase Magistral del señor Ministro de Defensa Nacional don Mario Fernández Baeza, en lainauguración del año académico de las Academias de Guerra y Politécnicas de las FF.AA.,dictada el 14 de marzo de 2001 en el Edificio Diego Portales.

LA AGENDA DE DEFENSA*INAUGURACIÓN DEL AÑO ACADÉMICO DE LAS FF.AA.

MARIO FERNÁNDEZ BAEZAMinistro de Defensa Nacional

nosotros producen tanto la historia y lascontroversias sobre su tratamiento,como las dificultades y frustracionesque enfrentamos en tales afanes.

Vamos a dedicarnos a nuestrastareas sectoriales y profesionales. Conello, asumo las expresiones de los tresComandantes en Jefe en orden aconcentrarse en sus misiones estricta-mente profesionales, después del his-tórico esfuerzo que han desplegadodurante este año para contribuir a la

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reconciliación entre los chilenos conjusticia y dignidad.

En este mismo lugar, y ante lamisma audiencia, hace un año apelé aenfrentar el drama de nuestra historiareciente con la verdad y la justicia. Yosabía que este desafío significaba unapesada carga para los Comandantesen Jefe y las instituciones a su cargo.Deberían enfrentar incomprensiones,cumpliendo con lealtades y deberes, yconduciendo a sus subordinados condisciplina y sabiduría.

Después de un año difícil, quieroexpresar aquí, solemnemente, mi pro-fundo agradecimiento a los Comandan-tes en Jefe de las Fuerzas Armadas deChile. He sido testigo del coraje, ladignidad y lucidez con que hanafrontado esta tarea histórica y, por ello,tan difícil de entender en medio de losacontecimientos.

Ustedes, señores Comandantes enJefe, han dado en el último año unpaso gigantesco en el proceso deengrandecimiento de Chile en queestamos empeñados; un paso gigan-tesco para la unidad del país; un pasogigantesco para vuestras instituciones;y, también, ciertamente, un paso gigan-tesco para las tareas ministeriales dela defensa que debemos acometer.

Lo que hemos hecho en este sectorno puede ser empañado por lamezquindad ni la crítica fácil de cortoplazo. No se puede ocultar el sol conla mano ni confundir a la gente conartilugios.

Lo que nos propusimos hace unaño en este lugar lo cumplimos y tal

logro se lo debemos a la integridad yel honor de los Comandantes en Jefe,con quienes me honro de habertrabajado durante esta etapa.

Decíamos que hay una actividadprofesional, específica y única de lasinstituciones de la defensa a la queéstas, por decisión de la nación, pormisión constitucional y por deber moral,tienen que dedicarse. En cumplimientode esta tarea básica, para la cualexisten desde el nacimiento de lapatria, las Fuerzas Armadas siemprehan buscado perfeccionar sus capaci-dades materiales, profesionales y hu-manas, y lo han hecho según el dictadode un cuerpo de orientaciones éticas yprofesionales tempranamente plasma-do en el desarrollo de cada rama enlo que se conoce como doctrinasinstitucionales, a cuya constante actua-lización sus jefes institucionales se hanreferido en diversas exposiciones du-rante el año.

De la búsqueda del perfecciona-miento profesional de sus hombres esuna muestra este mismo acto acadé-mico-militar, cuando damos inicio a unnuevo año de preparación para losoficiales en sus respectivos institutos,cada uno de ellos reconocido interna-cionalmente por la exigencia de susplanes de estudios y la calidad de losprofesionales que forman.

Del deseo de satisfacer losestándares de capacidad técnica queexige la defensa moderna de unterritorio con las peculiaridades delnuestro, y en consonancia con losdesafíos de un país con muchasdemandas sociales aún por satisfacer,son prueba los esfuerzos que las

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instituciones hacen por ajustar susaspiraciones de equipamiento a talesrealidades y por generar los ahorrosinstitucionales que alivien la cargafinanciera del Estado.

Es en función del mejor cumpli-miento de la tarea específica para laque las instituciones de la defensaexisten, que las necesidades de con-tinuo ajuste a las demandas de unarealidad compleja y dinámica requierende su expresión en una agenda detrabajo programada en plazos, objeti-vos y prioridades. Ya en marzo del añopasado puse en conocimiento de SuExcelencia el Presidente de la Repú-blica las grandes metas que, según susdirectrices, me proponía alcanzar en migestión como Ministro de Defensa enel corto plazo, durante el mandato delgobierno y para el final del mismo.

Hay, por tanto, una agenda propiade la defensa que sacar adelante y esella el tema al que hoy quiero referirmeen detalle. Primero, porque es propiode la función pública en democracia eldar cuenta de lo que se ha hecho yde lo que resta por hacer; segundo,porque es necesario que la ciudadaníacomparta nuestra convicción de que unambiente de transparencia democráticadebe conjugarse con el requisito dedebatir y trabajar los temas profesiona-les de la defensa con seriedad y alturade miras, sin hacer de ellos un terrenopara la obtención de éxitos mezquinoso parciales; y, finalmente, porque lasdecisiones adoptadas por las FuerzasArmadas para despejar el peso delpasado deben también ser juzgadas ala luz de sus anhelos por cumplir lastareas profesionales que les han sidoasignadas por la nación, en el marco

del esfuerzo que el conjunto del paíshace por acceder a grados más altosde desarrollo en todos los ámbitos.

Como dije en otra ocasión, tene-mos desafíos importantes que enfren-tar y no es el menor de ellos el retode hacer comprender a la sociedadque la defensa del país constituye unquehacer que, por su misma natura-leza, está al margen de las visionesparticulares sobre la historia y susprotagonistas.

Es por todo lo anterior, entonces,que considero la inauguración de esteAño Académico de las academias deGuerra y Politécnicas de las FuerzasArmadas como un inmejorable mo-mento para abordar la agenda de ladefensa, resumir los compromisos queasumimos en el 2000 y explicar, enfunción de ellos, lo que estamoshaciendo por dar a Chile gradosrazonables de seguridad y perpetuar lapaz en que hemos vivido y en quedeseamos que viva nuestra descen-dencia.

LA AGENDA DE LA DEFENSA

Hace un año, junto con describir losobjetivos trazados en los períodosinmediatamente precedentes al actual,presenté un catálogo de tareas quedebíamos afrontar con políticas ypropuestas específicas durante el año2000. Quisiera concentrar mi exposi-ción en cuatro tareas cuya ejecución seencuentra ya muy avanzada, y en doscuyo tratamiento iniciaremos pronta-mente:

1. La modernización del ServicioMilitar Obligatorio.

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2. La política de adquisiciones.

3. La modernización presupuestariadel sector.

4. La dimensión internacional de ladefensa.

5. El Libro de la Defensa Nacional.

6. La Ley Orgánica del Ministeriode Defensa.

1. La modernización del SMO

Durante los cien años de vigenciadel Servicio Militar Obligatorio, aúnvigente en Chile, nuestra sociedad haexperimentado frecuentes y significati-vos cambios, a los que este servicio hadebido adaptarse periódicamente. Nue-vas realidades sociales, económicas yculturales, así como las necesidadespropias de la defensa de Chile -quecorresponde a una tarea de todos- yel contexto de un siglo que se inicia coninéditos desafíos asociados, aconseja-ron hacer un esfuerzo para modernizarel Servicio Militar Obligatorio.

Respondiendo a esta necesidad, elaño pasado se realizó un foro nacional,con una amplia participación de orga-nizaciones ciudadanas interesadas enel tema y de las instituciones de ladefensa, que permitió allegar importan-tes opiniones y observaciones altrabajo de diseñar un conjunto demedidas que renovaran profundamenteel servicio militar.

No todas las aspiraciones de todoslos participantes pudieron ser satisfe-chas, puesto que muchas eran conver-gentes, pero algunas de ellas resulta-

ban contradictorias. Sin embargo, setrabajó en la búsqueda de una fórmulaque permitiera expresar un comúndenominador entre las posiciones exhi-bidas en el foro, dándose así forma ala propuesta de modernización aproba-da por S.E. el Presidente de laRepública en septiembre del año 2000.

En los meses siguientes se trans-formó esa propuesta en un Plan deAcción gubernamental para modernizarel Servicio Militar Obligatorio, el cualfue también aprobado en diciembreúltimo.

Esto nos permite estar en condicio-nes de iniciar los diferentes trabajos yproyectos programados para un perío-do de cinco años, de modo que elconjunto de reformas esté en plenofuncionamiento a partir del año 2005.La tarea es larga y compleja, toda vezque en ella participan los más diversosorganismos del Estado, de diferentenaturaleza y jerarquía. Ya están cursa-das las disposiciones para que elproceso se inicie este año, lapso en elcual todos los organismos involucradostienen misiones específicas que cum-plir. En general, en el curso del año2001 se pretende acabar el diseño dedetalle de los distintos aspectos amodernizar y adoptar las medidasnecesarias para su implementación,incluidos los correspondientes ejerci-cios de comprobación y simulación.

El Plan de Acción considera que lasmedidas fundamentales de moderniza-ción entren en vigor el próximo año, demanera que el contingente de conscrip-tos que debe acuartelarse en el 2003sea masivamente voluntario, haya pa-sado a conformar el registro militar sin

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pasar previamente por la inscripciónobligatoria en los cantones, sino por elsolo hecho de nacer en Chile o serchileno, y reciba una retribución mone-taria notoriamente mejorada en relacióncon la actual.

Entre los años 2002 y 2004 deberáaprobarse el cambio de las normaslegales que falten e implementarse elresto de las nuevas medidas, inclusolas que resulten de la paulatinaampliación de la conscripción a mujeresvoluntarias. Finalmente, al año 2005 seespera estar en condiciones de que lamodernización haya culminado, consi-derando que para entonces estarán enpleno funcionamiento los diversos in-centivos a la voluntariedad diseñadosy una retribución mensual que hayapodido situarse en los niveles que sedesea.

En lo que hace a las remuneracio-nes de los soldados conscriptos,elemento decisivo para el éxito de lamodernización, las alternativas diseña-das están ya en conocimiento delMinisterio de Hacienda, el que estáabocado a su estudio. Del mismomodo, las tareas correspondientes alprimer semestre de este año están enmarcha en cada una de las reparticio-nes públicas a las que se asignómisiones en el mencionado Plan deAcción.

Para los efectos de coordinación yseguimiento del conjunto de las tareasen desarrollo, he designado un equipoespecial de trabajo responsable de queellas culminen satisfactoriamente den-tro de los plazos establecidos. Ya hayactividades avanzadas y próximamentese firmarán acuerdos de convenios

educacionales entre el Ejército, laFuerza Aérea y el Ministerio deEducación, así como un convenio entreel Servicio de Registro Civil e Identifi-cación con la Dirección General deMovilización Nacional para automatizarel proceso de inscripción en losregistros militares de los jóvenes quecumplen 18 años, evitando así laconcurrencia a los cantones de reclu-tamiento.

Con todo esto se espera lograr unServicio Militar cuya principal caracte-rística sea la de aunar las necesidadesde la defensa con voluntariedad,capacitación orientada hacia una mayorigualdad de oportunidades para todoslos jóvenes en la vida civil y transpa-rencia en todo el proceso.

2. La política de adquisiciones

Chile es un país con vocación depaz, cuya política de defensa esintrínsecamente defensiva y disuasiva.

Nuestros programas de adquisicio-nes tienen por objeto reemplazarsistemas obsoletos, situarnos en elnivel tecnológico que el mundo moder-no requiere y racionalizar el uso de losrecursos que el país asigna a nuestrastareas.

Toda crítica y debate es bienvenidoen una sociedad democrática como lanuestra. Pero igualmente es legítimoresponder a las observaciones y formu-lar nuestros planteamientos.

Rechazamos como ligera la acusa-ción de promover una carreraarmamentista en la región con el iniciode nuestros proyectos de adquisición.

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Tal aseveración no tiene base empíricani política, dada la envergadura de lasadquisiciones y la transparencia conque han sido ejecutadas. No tienenasidero por el contexto vecinal en quenos encontramos, con excelentes rela-ciones no sólo políticas y económicas,sino castrenses. No tienen asidero porel rumbo de inserción que Chile hatomado en el mundo globalizado enque vivimos.

Desde esta perspectiva podemosdeclararnos y satisfacernos de haberavanzado decisivamente en este añoen los proyectos Tridente y Bicentena-rio, de la Armada y la Fuerza Aérea,respectivamente.

Después de haber concluido la fasepreliminar en noviembre de 1999, laArmada se abocó al anteproyectodefinitivo para la construcción defragatas que vendrían a reemplazar lasunidades de superficie oceánicas, cuyaobsolescencia tendrá lugar en la próxi-ma década. Junto con una serie deventajas operativas y estratégicas, esteproyecto significa un salto histórico enel nivel profesional de nuestra Marinay en las capacidades instaladas denuestra industria naval, con todo elimpacto consecuente para el desarrollonacional. Esperamos que las negocia-ciones con la contraparte alemanaconcluyan en unos meses, de tal modoque el contrato de esta significativaoperación sea suscrito antes de que elAlmirante Arancibia, gestor de esteproyecto, termine con su mando ennoviembre próximo.

Por otra parte, hemos iniciado lasnegociaciones con la empresa LockeedMartin y con las autoridades respecti-

vas de Estados Unidos de Américapara la adquisición de diez aviones F-16. Dada la controversia pública que hadespertado este proyecto, quisiera sermuy enfático en responder por laseriedad, profesionalismo y transparen-cia con que lo hemos llevado a cabo.

La Fuerza Aérea definió losparámetros para un nuevo avión decombate capaz de enfrentar losestándares tecnológicos con un hori-zonte no menor a 20 años. Estaproblemática obligó a que el proceso deselección cumpliera con requisitos deinteroperabilidad, como también bajocosto de operación, acorde con elpresupuesto de la institución y capazde llenar la brecha tecnológica que losactuales sistemas van a generar en elcorto plazo, al tener que ser retiradosdel servicio por completar su vida útil.

Tras varios años de una exhaustivaevaluación, un grupo técnico altamentecompetente, analizó cuatro sistemasque cumplían con los requisitos esta-blecidos anteriormente. La Fuerza Aé-rea, en su oportunidad, presentó elestudio realizado a Su Excelencia elPresidente de la República y al Ministroque habla, incorporando la recomenda-ción técnica institucional, con el fin deque el Ejecutivo definiera las variablesque estimara conveniente para ladecisión final.

Este proceso a través del tiempo secaracterizó por su transparencia, refle-jada en las exposiciones y análisispermanentes que se hicieron en elParlamento, en diferentes oportunida-des, junto con exposiciones anteacadémicos y medios de comunicación,con el objeto de mantener informada a

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la opinión pública nacional de losavances en estas materias.

El Presidente de la República, afines del año 2000, se manifestóconforme con la recomendación de laFuerza Aérea de Chile y autorizó lainiciación de negociaciones con laempresa Lockeed Martin para adquirirel avión F-16. Consecuente con estemandato presidencial, la Fuerza Aéreainició el proceso de negociación parala adquisición del nuevo sistema dearmas.

Este avión ha sido seleccionadopor muchas otras fuerzas aéreas delmundo, lo que indica su efectividad,confiabilidad y soporte en el tiempo,satisfaciendo plenamente los requeri-mientos del país.

Los sistemas adicionales que seestán considerando a bordo de estaaeronave han sido estudiados para sercompatibles con los actuales sistemasde mando y control, armamento en usoy en desarrollo a nivel nacional, quecumple con los objetivos de defensa deChile. Para la materialización de estaadquisición, tanto el proceso de evalua-ción como el de negociación fue, y estásiendo llevado a cabo por una institu-ción técnicamente competente paralograr nuestro objetivo.

Junto con lo anterior, la negociaciónen Estados Unidos incluye la aproba-ción, por parte del Congreso de esepaís, de la venta de los aviones. Esteproceso, más que complicarnos, nospermitirá agregar otro factor de transpa-rencia y de seriedad a la negociación,que esperamos concluir con la firma delcontrato a fines del presente año.

En el Ejército, la renovación dematerial blindado ya se había producidoa partir de 1997, por lo que losesfuerzos institucionales en este ámbitose han concentrado en la operación deesas unidades, incorporando los siste-mas y equipos que apoyan su funcio-namiento.

3. La modernización presupuestariadel sector

Durante la exposición que hice antesimilar auditorio el año pasado, mereferí a la necesidad de revisar elsistema presupuestario del sector. Esteenunciado programático engloba todosaquellos temas que constituyen laasignación de recursos para la defensay su adecuado uso en la operacióndiaria: la adquisición de sistemas dearmas, el pago de las remuneracionesy pensiones, la atención médica y debienestar del personal, y todas lasdemás necesidades de las institucionesdel sector para cumplir con las misio-nes que la ley les entrega.

En el cuadro del esfuerzo realizadopor Chile con otros Estados, particular-mente los de su entorno vecinal, paradisminuir el peso de los antagonismoshistóricos y en una situación interna congrandes necesidades sociales que en-frentar, es difícil obtener recursos adicio-nales para la defensa. Resulta urgente,por lo tanto, mejorar todo lo relativo aladecuado uso de los recursos, los queserán siempre escasos para las nece-sidades del sector, a fin de sacar elmejor provecho de los montos que elpaís asigna a su defensa.

El sistema presupuestario incluye,además del volumen de recursos

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financieros a asignar, todo aquello quese relaciona con la forma en que estosrecursos se asignan y se utilizan, esdecir, con procedimientos legales, re-glamentarios y de uso corriente, quedeterminan el volumen de los recursosa utilizar, el destino que ellos tendrán,la forma en que se gastarán y losprocedimientos de relación con losproveedores.

Durante el año pasado avanzamosen dos aspectos que nos parecencruciales para hacer la asignación y laadministración de recursos más clara yasí disponer de herramientas que nospermitan medir adecuadamente el es-fuerzo económico que se está realizan-do en el sector.

Lo primero fue determinar en formatransparente cuánto gastamos en de-fensa. Para esto no es suficientepublicar cifras, sino que, además, ellasdeben interpretar la realidad calculadamediante una metodología clara, acep-tada internacionalmente y que refleje,para las realidades de nuestros países,los esfuerzos económicos efectivamen-te hechos por todos los chilenos parafinanciar nuestra defensa.

Con ese propósito, en conjunto conArgentina, solicitamos a la ComisiónEconómica Para América Latina y elCaribe, CEPAL, el desarrollo de unametodología que permitiera determinarcon precisión el gasto de cada país endefensa. Esta iniciativa tiene efectospolíticos y económicos evidentes, portratarse de un esfuerzo conjunto quecoadyuva significativamente al fortale-cimiento de la confianza mutua y porconstituir la metodología un aporteconcreto a toda la región. Significa

decirle a la comunidad internacional:“Estos son nuestros gastos en defensa,claramente presentados y analizados,sin duplicaciones e incluyendo todo loque corresponde, con cálculos hechosmediante una metodología adecuada yreconocida por la comunidad económi-ca internacional”. En el plano interno,la iniciativa permitirá entregar a todoslos sectores del país datos claros, queserán de importancia al momento deasignar los recursos públicos entretodas las necesidades del país.

Un segundo esfuerzo ha sidoestablecer mecanismos abiertos y trans-parentes para la adquisición de nues-tros principales sistemas de defensa,estableciendo las responsabilidades encada nivel de decisión, sea técnico,estratégico, económico o político. Estotiene efectos que van más allá de unalicitación honesta y transparente, puessignifica estar en condiciones deobtener lo más adecuado a cambio denuestros recursos; asimismo, garantizaque cada estamento entregue la mejorresolución al nivel que le corresponda,a la vez que muestra a la comunidadinternacional, y particularmente a nues-tros vecinos, hacia dónde se dirigennuestros esfuerzos, mejorando nuestraimagen y facilitando la inserción deChile en la comunidad financierainternacional. En síntesis, ello refuerzala imagen de un país eficiente yhonesto.

Este es un camino ya iniciado,pero que falta por recorrer en su partemás compleja, porque si bien tene-mos herramientas importantes quenos permiten mejorar la asignación yuso de recursos, aún debemos avan-zar en medidas legales, reglamenta-

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rias y de uso corriente para, comosector defensa, llevar esa mejoría asu nivel óptimo.

4. La dimensión internacional de ladefensa

Como consecuencia del proceso deintegración bilateral y subregional, asícomo de la participación de Chile enoperaciones de paz bajo mandato dela ONU y de nuestra participación enforos internacionales de defensa -comolas Conferencias de Ministros deDefensa Americanos, que se celebrandesde 1996- es cada vez más evidentela necesidad de estrechar la relación ycoordinación de las políticas de Defen-sa y de Exterior. En este contexto, lacontribución académica resulta impor-tante, en especial la que puedadesarrollarse entre la Academia Diplo-mática y la ANEPE, a través deseminarios y convenios que permitanunificar criterios a partir de un marcopolítico-estratégico explicitado por elSupremo Gobierno.

Operaciones de Paz

En el ámbito de las operaciones depaz, adquiere especial relevancia laparticipación de Chile en operacionesde paz. Como se sabe, Chile tiene unalarga trayectoria en este tipo deactividades dentro del marco de lasNaciones Unidas, así como también enel marco institucional de la región.Nuestra contribución a la paz mundialse ha materializado en El Chaco, lafrontera entre India y Pakistán, elMedio Oriente, el Golfo Pérsico, laCordillera del Cóndor, Centroamérica,Kampuchea, Bosnia-Herzegovina yTimor Oriental.

Sin embargo, hasta 1996, nuestraparticipación se había centrado espe-cialmente en misiones de observación,pero a partir de ese año se inscribióexplícitamente, a través de la formula-ción de una política al respecto, dentrodel marco del Capítulo VI de la Cartade la ONU, es decir, restringida sólo aoperaciones apuntadas a mantener lapaz en zonas de conflicto donde ellahubiere sido acordada entre las partesbeligerantes.

A raíz de la experiencia adquirida,y en virtud de los más amplioscompromisos de Chile en el ámbitointernacional, a fines de 1998 sepromulgó la ley que faculta al Estadochileno para participar en otros tipos deoperaciones de paz, ampliando sucobertura hacia operaciones próximas alCapítulo VII, es decir, actuaciones enoperaciones de imposición de la paz auna o todas las partes beligerantes. Ellotrae consigo ventajas y riesgos, perohasta el momento los hemos asumidode un modo más que satisfactorio, talcomo lo ha demostrado la participaciónde fuerzas chilenas en difíciles escena-rios internacionales, específicamente labrigada de Aviación del Ejército comoparte de las fuerzas que mantienen lapaz en Timor Oriental.

La presencia del pabellón nacionalen esas lejanas tierras, además deconstituir un acto lleno de simbolismo,supone el reto de mantener laoperacionalidad de la fuerza, constitu-yendo un verdadero y complejo ejerci-cio logístico y de apoyo de personal.Es gracias a la capacidad profesionalalcanzada, en este caso, por el Ejército,que un conjunto de soldados chilenos,con todos sus equipos, pueden perma-

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necer lejos del país en un alto gradode alistamiento operacional. Envío des-de aquí mi profundo reconocimiento atodos ellos y felicito a sus mandos porel cumplimiento de una misión quealivia el dolor de otros pueblos y queenaltece el nombre de Chile entre lasnaciones del mundo.

En la medida en que la voluntad dela autoridad política del Estado esincrementar paulatinamente nuestraparticipación en operaciones de paz,que al implicar riesgos serios paranuestros soldados deben ser cuidadosa-mente analizadas, se ha decidido creareste año un Centro de EntrenamientoConjunto para Operaciones de Paz.Esta iniciativa nos permitirá contar conun centro que imparta la instrucción yel entrenamiento necesarios para nues-tras fuerzas, abierto a futuro a fuerzasde otros países dentro de un marcode cooperación militar. Complementaria-mente, también será necesario que enlos institutos docentes castrenses ypoliciales se integren materias específi-cas que sirvan de base común alpersonal militar para su eventual parti-cipación en este tipo de operaciones,conocidas también como operacionesmilitares que no son guerra.

La tarea está en marcha. Todosdebemos ser partícipes ahora en estanueva forma de empleo de nuestrosmedios militares, lo que permite proyec-tar una imagen positiva de nuestro paísal resto de la comunidad de naciones.

Conferencia de Ministros de Defen-sa de las Américas

Chile ha participado en las diferen-tes Conferencias de Ministros de

Defensa de las Américas desde laprimera, celebrada en Williamsburg,Estados Unidos, el año 1995. En estascitas se abordan temas que, en unaforma u otra, inciden en el ambientepolítico-estratégico del continente ame-ricano y sirven como un elementoorientador de las relaciones internacio-nales entre nuestros países, así comoentre sus respectivas fuerzas armadas.

Temas como las Medidas sobretransparencia y confianza militar, elmejoramiento de la Seguridad y Coope-ración en Defensa y el papel de lasFuerzas Armadas en democracia en elsiglo XXI, aparecidos ya en 1995,constituyen un marco conceptual dereferencia permanente para nuestrotrabajo.

También se han abordado mate-rias que ayudan a perfilar a lasdiversas fuerzas armadas dentro de unambiente internacional donde hansurgido nuevos problemas, distintos delas amenazas tradicionales que repre-sentan un grado variable de dificultadpara cada Estado americano, pero queobligan al análisis de la cooperacióncontinental con vistas a enfrentarlos dela forma más adecuada.

La evaluación del actual Sistema deSeguridad Hemisférico, para buscar superfeccionamiento y el análisis de laConfianza Mutua en el continenteamericano han tenido presencia conti-nua en estas conferencias. En fin,tampoco han quedado fuera asuntoscomo el fortalecimiento de las relacionesentre civiles y militares, los vínculosentre defensa y desarrollo y las posibi-lidades de cooperación regional antesituaciones de catástrofes naturales.

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Como se ve, se trata de un foro queha venido adquiriendo consistencia yrelevancia, y cuya quinta versión serealizará en Chile el próximo año 2002.Esto significa un compromiso de enver-gadura tanto para el país, como parasus Fuerzas Armadas, pero a la vez lainusual oportunidad de asumir unliderazgo en materias de políticas dedefensa. La responsabilidad de organi-zar una discusión amplia sobre temasde interés general y materias departicular significación para nosotrosnos exige trabajar con suficiente ante-lación, por lo que ya está configurado,y en plena actividad, el equipo a cargodel tema. Será, sin duda, una instanciaúnica para estrechar la relación civil-militar y la cooperación institucionalentre nuestra cartera y el Ministerio deRelaciones Exteriores.

5. El libro de la Defensa Nacional

Como es de público conocimiento,la primera versión del Libro de laDefensa Nacional, publicada en 1997,se hizo con el propósito de disponer deun documento que, conteniendolineamientos centrales de nuestra po-lítica de defensa, estuviera vigentedurante cinco años.

El rico debate que se sostuvo paraelaborarlo congregó, en 1996, a ungrupo de oficiales en representación decada una de las instituciones armadasy a un conjunto de actores civiles quecubrían una amplia gama de posicionespolíticas, teóricas y doctrinarias. La ideafue producir, por primera vez en lahistoria de nuestro país, un intercambiode puntos de vista entre profesionalesy expertos en diversas disciplinas,vinculados con asuntos afines a la

defensa, para establecer consensosbásicos en materias características deesta función de Estado y hacerlosexplícitos, es decir, conocidos tanto porla opinión pública interna como interna-cional.

Al establecer este período no sequiso insinuar que todo su contenido,y en particular los fundamentos quesirvieron para inspirarlo, deberían so-meterse a su completa revisión, par-tiendo desde cero, para cualquiernueva versión que se deseara hacer.No cabe duda de que hay cuestionesque tienen una proyección mayor acinco años de vigencia y, por tanto, nopuede sujetárselas a examen en unperíodo tan breve. Sin embargo, unhorizonte temporal de cinco añosparecía un tiempo suficiente para quelos positivos efectos de un documentode esta naturaleza se asentaran, y untiempo necesario para hacerse cargode la evolución que previsiblementesufrirían los distintos escenarios consi-derados, así como del desarrollo dediversos aspectos de la Defensa en eseperíodo.

No se nos escapó entonces, talcomo es manifiesto en diversas partesde su contenido, que en el propósitode explicitar la política de defensa ellibro debía responder a dos desafíosbásicos, a lo menos: por una parte,considerar que la política de defensa sebasa en principios y objetivos decarácter más permanente, es decir, quese requería combinar fundamentos conelementos que, por ser propios de unapolítica pública, eran susceptibles demayor fluidez; y, por otra parte, hacersecargo de un proceso de cambios dealcance mundial generado a partir del

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fin de la Guerra Fría y la consecuenteserie de ajustes en los conceptos,planes, fuerzas e instituciones de laspotencias directamente involucradas enese escenario. En este sentido, el libroactual tiene la virtud de haber halladofórmulas adecuadas para abordar latensión entre términos aparentementeantinómicos como globalización y Es-tado-nación, o integración y conflicto.Se trata, en síntesis, de un documentoque refleja, quizás con cierta cautela,los efectos sobre nuestro país de latransición que en el plano global yregional se comenzó a vivir en diversosámbitos de las relaciones establecidasdurante décadas por los distintosEstados.

En los últimos cinco años, estoscambios han generado nuevas realida-des, con distinto grado de cristalización:hay procesos aparentemente decanta-dos, otros en plena evolución y otros,en fin, en los inicios de su desarrollo.

Por ejemplo, la fragmentación deantiguos Estados en otros nuevos, máspequeños, que afectó particularmente,pero no únicamente, a Europa orientaly meridional, parece estar entrando ensu última fase. Para sólo mencionarlugares donde Chile está presenteintegrando fuerzas de paz internaciona-les, puede decirse que en el caso delos Balcanes queda una situacióninestable en Kosovo y se insinúandificultades adicionales en Macedonia,relacionadas también con la situaciónde la étnia albanesa y sus aspiraciones,pero el proceso generalizado de frag-mentación en esa parte de Europaparece haber perdido fuerza. A su vez,en el caso de Timor Oriental, elmomento más duro y complejo del

surgimiento de un nuevo Estado tras elplebiscito que consagró la independen-cia de ese territorio respecto deIndonesia también parece haber supe-rado su cenit.

En el plano económico, el procesode transformación de las economíasplanificadas de Rusia y China eneconomías de mercado ha seguidocursos dispares en cada caso, perocontinúa en plena evolución, anuncian-do lo que ya se describe como lamultipolaridad económica del mundo,con poderosos centros o polos depoder en Europa, Asia oriental, conChina incluida, y Estados Unidos, conla perspectiva de configuración de unmercado continental de más de 500millones de habitantes en la próximadécada.

En fin, el antiguo esquemaWestphaliano de Estados-nación seenfrenta a cada vez más complejosfenómenos supranacionales y al surgi-miento de regímenes internacionalesque lo tensan. Dentro de nuestra propiaregión, las presiones por cambiarpatrones de discriminación asociados almestizaje, que desde años recientesaquejan a las sociedades latinoameri-canas, se suman a procesos ya enevolución relacionados con los desafíosque nuestros países enfrentan paraavanzar hacia mayores grados deintegración.

Como se ve, la dinámica de todosestos procesos no se ha detenido enestos últimos cinco años, sino que hacontinuado, aunque, eso sí, con disparritmo de marcha. Lo cierto, en todocaso, es que ella nos obliga aconvocar de nuevo este año a

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profesionales y expertos en defensapara constatar nuevas realidades,evaluar las políticas con que respon-demos a ellas y consignar en un nuevodocumento los cambios que se requie-ra introducir.

A la luz de todo lo anterior, elhorizonte establecido en 1997 parapublicar un segundo Libro de laDefensa en el año 2002 escapa a unmero compromiso formal para transfor-marse en una tarea sustantiva. Comodije, el objetivo será elaborar un libroque exprese los ajustes que necesitennuestras orientaciones y, por de pronto,dar cuenta de los cambios ya hechoso decididos en este período. La firmade la Convención de Ottawa sobreminas antipersonal, la ampliación denuestra política de participación enoperaciones de paz, donde hemospasado a actuar según mandatos queno se ciñen estrictamente a las purascondiciones del mantenimiento de lapaz, o el proceso de modernización delServicio Militar Obligatorio, que se inicióel año pasado, son tres buenosejemplos de materias que requieren seractualizadas en una nueva versión dellibro.

Fundado en el hecho de que lapublicación de un documento de estanaturaleza necesita de un arduo trabajoprevio, es que resolví fijar, entre losobjetivos del Ministerio de DefensaNacional para este año 2001, el iniciode su elaboración. En esta perspectiva,se ha previsto realizar en los próximosdías un seminario preparatorio a bordodel transporte “Aquiles” de la ArmadaNacional. Esto permitirá a los partici-pantes dedicarse de manera exclusiva,y en condiciones que promueven la

concentración y la confianza entreellos, a debatir los temas que compon-drán la agenda del encuentro.

6. La Ley Orgánica del Ministerio deDefensa

Un segundo macro-objetivo en laagenda ministerial de este año es laelaboración de un proyecto de LeyOrgánica del Ministerio de Defensa.Esta aspiración, que desde 1994 hapasado por varias etapas, responde alinterés de llenar un vacío legislativoque atenta contra la función de unMinisterio de Defensa moderno y enforma para enfrentar los desafíosactuales y futuros del sector.

En el curso de los años, el Estadologró organizar la función defensa,proveer recursos para su financiamien-to y orientar las misiones de susórganos de ejecución según las nece-sidades de protección del país. Laexistencia de paz por un períodosuperior a un siglo muestra que, desdeel punto de vista de su objetivoesencial, esa organización, en conjuntocon las demás capacidades del país,ha sido efectiva. Sin embargo, tenemosel deber de preguntarnos si lo seguirásiendo en el futuro para enfrentar lasdificultades que nos depare el siglo querecién comienza.

Si bien las principales normas deorganización y funciones del Ministerioestán contenidas en el Decreto Supre-mo (G) 244, de abril de 1976, laestructura básica de esta cartera deEstado se remonta al año 1947. Esdecir, permitió cubrir de manera razo-nablemente adecuada la totalidad de laGuerra Fría, aunque se haya tratado de

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un período caracterizado por la inerciade la contenida rivalidad entre dossuperpotencias más que por el dinamis-mo de una situación libre de lasataduras de la ideología y de las zonasde influencia.

Naturalmente, el Ministerio de De-fensa ha evolucionado en el tiempoadaptándose a nuevas necesidades.Sin embargo, un diagnóstico preciso denuestra actual estructura nos revelaráque la adaptación ya no es suficientepara solventar carencias y dar máseficacia a nuestros recursos humanosy materiales. Por esta vía caminaría-mos hacia continuas reformas ad hocque no harían más que obstaculizaruna gestión racional del sector.

Como lo describí antes, el mundode hoy es distinto y el tipo depreguntas con las que debemosevaluar nuestra organización ministe-rial tiene que ver con las caracterís-ticas del órgano político de conducciónde la defensa en un escenario regionalde creciente interdependencia, masifi-cación de complejas tecnologías yaparición de nuevos problemas, todolo cual incide en la lógica de losantagonismos históricos entre los paí-ses americanos.

Sólo por mencionar dos ejemplos,hoy, más que nunca, la conducción dela defensa exige obtener el máximorendimiento de los recursos que lasociedad nos entrega e integrar ade-cuadamente los componentes políticosy militares.

El primer aspecto se relaciona conla adopción de economías de escala,la eliminación de funciones duplicadas

y, en general, con la racionalización derecursos humanos y materiales.

El segundo aspecto alude a la faltade una estructura adecuada que facilitela interacción orgánica entre civiles ymilitares para abordar conjuntamentelos problemas de seguridad y defensaen el ámbito ministerial. Esto se debeen parte a la carencia de personal civilde procedencia política y técnica quepueda incorporarse a funciones minis-teriales y, también en parte, a laorganización castrense que histórica-mente se ha dado a tales funciones.Por lo demás, disponer de personal civilidóneo requiere de una política deformación de civiles, cuya responsabi-lidad debe recaer en el Estado a travésde un sistema que coordine mejor lascapacidades públicas y privadas.

Todas estas cuestiones forman partedel conjunto de materias que demandanla modernización del funcionamiento deesta cartera de Estado. Para ello se haconstituido en el seno del Ministerio unequipo de trabajo que ha avanzado enel diagnóstico de sus virtudes y falenciaspara encaminarse este año hacia laelaboración de un proyecto de ley queadecue la gestión ministerial a lasexigencias de hoy y de mañana.

Estimados alumnos de las Acade-mias:

En el año 2010, cuando Chilecumpla 200 años como Repúblicaindependiente, ustedes tendrán envuestras manos las instituciones de laDefensa Nacional. Ustedes seránresponsables de unidades, bases,servicios, escuelas, academias yagregadurías. Desde hoy hasta ese

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momento serán partícipes del esfuer-zo nacional que hacemos para llegaral bicentenario con un país desarro-llado, democrático, moderno.

Ustedes tienen derecho, comotodos los chilenos de vuestra genera-ción y de los que les siguen, a vivir enese Chile, reencontrado, en paz con su

historia, y comprometido y unido con suporvenir.

Ese Chile, nuestro Chile, merecetodos los sacrificios.

En eso estamos, para allá vamos.

Muchas gracias.

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DESARROLLO INSTITUCIONAL DE LA ARMADA*INAUGURACIÓN DEL AÑO ACADÉMICO DE LA ANEPE

JORGE PATRICIO ARANCIBIA REYESAlmiranteComandante en Jefe de la Armada

Señor Ministro de Defensa Nacio-nal, Excelentísimo Señor Embajador deTurquía, Honorables Senadores de laRepública, Señores Subsecretarios,Señores Representantes de los Co-mandantes en Jefe del Ejército, FuerzaAérea y Carabineros de Chile, SeñorRepresentante del Señor Director Ge-neral de Investigaciones de Chile,Señores Oficiales Generales de lasFuerzas Armadas, Señores OficialesSuperiores, Directores de Centros Aca-démicos, Señores Académicos, seño-ras y señores.

Deseo agradecer en primer términola presencia de ustedes esta mañanaen esta Academia. Es, para el Coman-dante en Jefe de la Armada que leshabla, un desafío el expresar y exponerlos pensamientos de su Instituciónfrente a tan distinguido auditorio, enesta Conferencia Inaugural del añoacadémico que ustedes están porcomenzar.

Para iniciar mi presentación, quierohacer una mención especial a unpequeño libro que leí este fin desemana y que me regaló un muyapreciado amigo mío. El libro tiene unnombre que a ustedes les puede llamarla atención: “¿Quién se ha llevado miqueso?”. Es un cuento en el cual sehabla de dos ratoncitos y de doshombrecitos, que son más o menos del

* Conferencia dictada en la ceremonia de inauguracion del año académico de la AcademiaNacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), el día 19 de marzo de 2001.

mismo tamaño; el queso que ellosbuscan, puede ser un objetivo cualquie-ra de cualquier persona, y en esecuento se habla de la actitud y lareacción de los ratoncitos que trabajanen equipo y de los hombrecitos quetambién trabajan en equipo. Cómo unosy otros van percibiendo el cambio,ambos grupos encuentran una mina dequeso y empiezan a disfrutarla plena-mente, pero unos van analizandopermanentemente el entorno para vercómo la mina va evolucionando y losotros se dedican a consolidar laposición a completar sus análisis y aasentarse en sus proximidades paraobtener el máximo beneficio y la

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máxima explotación; pasa el tiempo yla mina se empieza a agotar, situaciónque los ratoncitos van percibiendo ensu inspección diaria, en tanto loshombrecitos, que estaban empeñadosen su tarea, no se dan cuenta de esecambio; cuando se produce el agota-miento de la mina, los ratones yaestaban preparados para emigrar deese sector y, a través de un laberinto,buscando nuevas alternativas de ali-mentación y lo hacen rápidamente,porque el instinto es de respuestainmediata; los hombrecitos en cambio,inician una profunda discusión de:¿cuáles serían los motivos por loscuales se agotó el queso?, ¿cuálesserían los factores?, ¿cuáles serían lasexpectativas? e inician un largo proce-so de debate y análisis, y después demucho tiempo, no logran llegar aningún acuerdo por lo que decidensepararse, uno inicia, igual que losratoncitos, la búsqueda de nuevasfuentes hasta que lo logra, y el otrodecididamente no es capaz de moverse.

En este breve relato hemos presen-tado a ustedes tres respuestas diferen-tes, situación que conduce a una seriede análisis frente a la percepción delcambio y la habilidad para enfrentarla.Yo se los recomiendo sin ningunareserva; parece un cuento de niños,pero es una lección magistral para todotiempo, incluido el presente.

Con esa introducción, porque yo novenía a hablarles ni de ratoncitos ni dehombrecitos, es que voy a entrar enmateria, y a hablarles de algo quepersonalmente me apasiona, “la Arma-da de Chile”, una Institución profesio-nal, que existe para la defensa de laPatria.

Lo primero que debiéramos desta-car es la expresión: “Institución Profe-sional”. La Armada de Chile tiene eneste momento aproximadamente 26 milhombres en sus filas y solo uncontingente promedio de 2 mil conscrip-tos, por lo tanto, la expresión “profesio-nal”, más allá de la actitud con quepueda actuar, está asentada en lacalidad, preparación y especializaciónde nuestro personal.

La Armada es integrante de lasFuerzas Armadas y junto a ellas, y aCarabineros de Chile, garantiza elorden institucional de la República.Aquí hay un tema que ciertamente noestá ni ha estado ajeno al debatenacional: el tema de la “Garantía delOrden Institucional”. Yo quisiera apro-vechar esta excelente oportunidad paraprecisar la visión que tenemos de estecompromiso de ser garantes de lainstitucionalidad, compromiso que es,tan potente, como el juramento quehacemos cuando somos investidoscomo Oficiales, oportunidad en quejuramos respetar la Constitución y lasleyes, normas que constituyen loselementos fundamentales del ordeninstitucional de la República.

¿Qué mayor compromiso con eseorden institucional que el que quiendetenta el monopolio de la fuerza, secomprometa a este respeto espiritual,como una norma que oriente todo suaccionar?

No cabe duda de que la exclusiónde otros sectores frente a la garantíainstitucional es algo que, ciertamente,debe herir algunas sensibilidades, ypor eso es absolutamente comprensi-ble el planteamiento que no sólo las

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Fuerzas Armadas tienen esta respon-sabilidad, sino que es algo querealmente debiera llegar a los másamplios sectores de la ciudadanía, peroen el mismo orden de cosas, no hayduda de que las Fuerzas Armadas, porlas mismas características que lesmencioné anteriormente, han tenido,tienen y seguirán teniendo un rolfundamental en este sentido.

La Armada es la expresión delEstado de Chile en el mar, pero comonormalmente opera más allá del hori-zonte, no es percibida por la opiniónpública en la enorme y complejadimensión de su accionar, en elconocimiento de la gente, es más bienuna institución algo romántica, concaracterísticas muy especiales, apre-ciadas en general por la sociedad, perono conocidas a fondo en la esencia desu quehacer.

Operamos en el mar y desde elmar, un inmenso escenario, y en él,somos expresión del país en el ámbitointernacional, en el amplio campo de laautoridad marítima nacional. Es unenorme accionar, una tremenda res-ponsabilidad, en un gigantesco escena-rio que, lamentablemente, no se perci-be a simple vista.

Finalmente, la Armada es uninstrumento de la política de defensa yde la política exterior del Estado, esdecir, es uno de los vectores que elEstado tiene para hacerse presente enel orden internacional, donde lo estimepertinente.

En el ámbito operativo, nuestroesfuerzo apunta a dotar al país de unpoderío marítimo efectivo y eficiente,

que resguarde los intereses nacionalesen cualquier parte donde éstos se veanafectados. El poderío marítimo, que esuna expresión más amplia que el podernaval, término que con mayor frecuen-cia se usa, se sustenta en dos grandespilares: por un lado la fuerza, que leda respaldo al derecho, y por otro, losintereses marítimos, que guardan rela-ción con el desarrollo nacional y queson el origen y el punto de atención yfoco de la Fuerza Naval. Así, losintereses marítimos, el desarrollo, elcomercio y todo el tipo de acciones quealrededor de éstos se generen, son losque respaldan el accionar de la fuerzaen resguardo de esto mismo, y esecapital es el que se llama los interesesmarítimos del país.

Este es, en términos generales, elfundamento conceptual del accionar dela Armada, lo que hace y hacia dóndeorienta sus objetivos.

Esta conceptualización de la Arma-da nos genera tres áreas de misión: laprimera de ellas guarda relación con ladefensa territorial; la segunda, con lavigilancia y control de los espaciosacuáticos, y la tercera, con la protec-ción del interés nacional y su compro-miso con el desarrollo nacional.

Hablemos de la primera de ellas:la de defensa territorial. Esta esciertamente, la función primaria de lasFuerzas Armadas y desde luego denuestra Institución, como parte de ellas.Es la función primaria, la más impor-tante, la básica, aun cuando pueda nollegar a ser en un momento determi-nado la de más común ocurrencia, peroes indudablemente la que tiene elmayor peso específico.

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He leído y escuchado comentariosde algunos sectores que en ciertamedida han visto afectado su conceptodel rol que corresponde jugar al Estado- Nación, en un mundo que camina ala globalización y la integración de laseconomías y pareciera que para estosanalistas, este sujeto, el Estado, que dehecho, en ciertos aspectos, ha perdidopotestades, está llamado a jugar un roldistinto al que le ha correspondidohasta este momento.

En ese sentido, quisiera precisarque el territorio como base y asientofísico del Estado - Nación, continúasiendo consustancial a éste y decirlofrente a ustedes parece casi unaofensa, pero como hay ideas quevuelan con aires de modernidad y quepueden llamar a confusión, he estima-do oportuno ratificarlo esta mañana. Elterritorio es esencial al Estado y a lanación. Es el elemento físico, en elcual estas dos concepciones se apo-yan y se sustentan. No existe Estadosin territorio en el cual ejerza suspotestades. El Estado es el sujeto dela integración; los actores son losagentes económicos que se movilizande un sector a otro, pero es el Estadodonde estos agentes económicos lle-gan, el que impone las normas, lasmedidas de aduana, las medidasimpositivas, las medidas legales, lasmedidas de contribuciones, etc. y esolo lleva a ser el verdadero actor de laintegración. Los sujetos son los que semueven de acuerdo a las posibilidadesque el mercado abra.

Consecuente con lo anterior, yoquisiera llevarlos nuevamente a resca-tar la idea de que el Estado va a seguirsiendo un actor fundamental en el

quehacer internacional y que estapermanencia del Estado - Nación, yciertamente, de su territorio, le serávital para su sustento.

En esta defensa territorial, elaccionar de las FF.AA. obedece esen-cialmente a una actividad conjunta y miInstitución participa con toda intensidaden el desarrollo, en la capacitación, enla profundización y en la complemen-tación de esa actividad conjunta entodos sus ámbitos.

Otro escenario y otra actividad queenfrenta la Institución es la actividadmarítima. Yo aquí voy a cansarlos unpoco con algunas cifras, porque meinteresa particularmente que ustedessean capaces de visualizar aquello queno se ve. En la actividad marítima, laArmada tiene que ver con el manejo,control, administración, vigilancia, pro-yección, prospección e investigación delos espacios acuáticos de jurisdicciónnacional, todo lo cual conduce a unaserie de actividades de alto interésnacional. La primera de ellas quepodría mencionar, es la pesca y laacuicultura.

En la pesca, en Chile tenemos unacaptura anual de 6.600 millones detoneladas lo que produce 1.090 millo-nes de dólares por exportaciones; estaactividad nos demanda un control, porparte nuestra, de 38.000 lanchas quese dedican a la extracción de peces yotros productos del mar y 547 buquespesqueros de tamaño mediano; a todoslos cuales hay que vigilar en suszarpes, en su recalada, en su seguri-dad y en sus rescates, lo que es noticiapermanente en los medios de comuni-cación.

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En acuicultura, en cambio, tenemosuna producción de 395 mil toneladas,es decir, mucho menor que la anterior,hasta el momento; y el ingreso porconcepto de acuicultura está llegandoa la cifra de 1.020 millones de dólares.Aquí hay un fenómeno importante, lacaptura de peces representa un esfuer-zo y una cifra gigantesca de extracción,que produce 1.090 millones; en tanto,la acuicultura, que es una cifra aproxi-madamente la quinta parte de laanterior, produce aproximadamente elmismo resultado, sin depredar y con unesfuerzo sustentable y en francocrecimiento.

En otro ámbito en que la Marinatiene un accionar definitivo en estetema de la actividad marítima, es en elmovimiento portuario; nosotros tene-mos aproximadamente 12.573 recala-das de unidades mayores y 50.300recaladas de un registro bruto bajo 50toneladas. Controlamos en general92.570 personas que participan en estaactividad.

Pienso que esta oportunidad esbuena para hablarles de un fenómenoque, ciertamente, parece de otrotiempo: me voy a referir a la piratería.En la última reunión de la Convencióndel Mar, donde se hacen los análisisrespecto al avance de estas materias,se comprobó y se estableció en uninforme de la comisión, que durante elaño 1999 habían ocurrido 320 casos depiratería; los casos ocurridos a octubredel 2000 van en 288; es decir, no esuna cifra que vaya en descenso. Setrata de piratería en el mar, en la cualse asaltan los buques y se roban lacarga y en otros casos se asaltan y seroban el buque completo; le cambian

la fachada -porque hay países dondeesto se puede hacer- lo modificanlevemente y lo sacan nuevamente almercado con una bandera de conve-niencia, con todas las ganancias queello implica. Estoy hablando de 320 deestos casos ó 288 en el último año. EnAmérica del Sur ocurrieron 21 de estoscasos, en África, 45 y en Asia, 222.Particularmente intenso es el accionaren los estrechos de Málaga y otros delárea.

Les quería mencionar esto, porquehabla un poco del tamaño, de laintensidad y del esfuerzo institucionalen controlar y manejar un área que vaen un proceso de expansión exponen-cial, lo que nos obliga a enfrentar undesafío gigantesco y que normalmenteno es muy conocido o se da porsentado que esto funciona y, como nose han producido expresiones depreocupación, asumimos que la per-cepción de ustedes es que estofunciona bien. Para nosotros funcionacon un gigantesco esfuerzo y quisiéra-mos que funcionara mucho mejor.

Esta es una actividad exclusivainstitucional, que para nosotros es decarácter vital y guarda relación con elcomercio internacional del país. Nues-tro comercio exterior en este momentofluctúa en exportaciones con 32 millo-nes de toneladas al año y el 93,7% delmismo va por la vía marítima.

En importaciones, la cifra es de19.500.000 toneladas y el 97,7% deéstas viaja por la vía marítima; el valorde estas cargas que surcan los mares,es de 23.000 millones de dólares. Esaes una cifra ante la cual el país tieneque tener una especial atención,

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porque constituye un elemento vital denuestro desarrollo y estas mercaderíascirculan por todos los mares del mundopero que nosotros podemos descompo-ner en tres ejes principales de acción:el primero de ellos es hacia el Asia,donde va aproximadamente un terciode este flujo; un segundo tercio delmismo se dirige, pasando a través delCanal de Panamá, en su mayoría,hacia América del Norte; y el tercertercio va, atravesando el Canal dePanamá, hacia Europa. Les mencionoesto, porque cualquier problema quepudiese ocurrir, en el Canal de Pana-má, de cualquiera índole que sea, anosotros nos genera una debacle detipo económico por el tráfico y laintensidad de la carga que a través deese punto focal se moviliza. Lo mismonos ocurre en cuanto a la inquietud dela evolución que pueda tener elcomercio asiático. Todo lo anterior, porel impacto que tiene esta actividad, queviene a representar una cifra del ordeno próximo al 50% del producto geográ-fico bruto del país; es decir, cuandohace un tiempo tuvimos nosotros queenfrentar el problema de la crisisasiática, me permito recordarles que elremezón que produjo aquel suceso,sería una caricatura, comparado con elremezón que tendría si de algunamanera este comercio internacional seviese afectado en forma más seria opor más tiempo.

Las misiones de paz es otra de lasactividades que nos demanda estaresponsabilidad de proteger el interésnacional fuera de nuestro territorio. Eneste caso en particular, este tipo demisión es generalmente una actividadque nosotros debemos desarrollar en elámbito de las operaciones combinadas;

es decir, aquellas que se hacen conmarinas o fuerzas de otros países. Lesplanteo esto, porque es interesanterescatar ahora, en forma de resumenlo que acabo de decir. Nosotrostenemos, en el aspecto de defensaterritorial: un quehacer eminentementeconjunto, en el ámbito de la proteccióndel medio marítimo: uno eminentemen-te institucional, exclusivo y excluyentey; en el tercero, el del interés nacionalen cualquier parte del mundo, asociadoal comercio, que es una viga maestrade nuestra economía, un interés que eseminentemente combinado.

Para nosotros el accionar conjunto,siendo importantísimo, porque obedecey sirve a un servicio vital, no es el únicocentro de atención que tenemos quebrindar, sino que debemos compartirlocon dos tremendas responsabilidades,como lo es la actividad propia de laInstitución o esta otra de tener queoperar con marinas de distintas mag-nitudes, de distintas capacidades yciertamente muy avanzadas tecnológi-camente.

¿Cómo estamos enfrentando estedesafío?, Lamentablemente con unpresupuesto que ha ido perdiendo suposicionamiento con respecto al pro-ducto interno bruto desde un 0.65 enel año 1989 a un 0.45 en el año 1999;es decir, la presencia del presupuestoinstitucional frente al desarrollo nacio-nal ha perdido 0.2 % en los últimos 10años, para enfrentar estas tareas queyo les acabo de mencionar.

Se habla mucho de las leyesreservadas, de cómo se manejan y decómo vienen a apoyar el accionar de lasinstituciones en lo que es desarrollo y

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adquisición de material. En el caso delas leyes reservadas, éstas han bajadodesde un significativo 0.4 al 0.1 delproducto interno bruto en el mismoperíodo, es decir, esta viga maestra deldesarrollo institucional también ha tenidouna caída enorme, y el accionar que lesacabo de plantear está asociado al paísde hoy día, que es enormemente másgrande al que teníamos hace 10 añosy la actividad marítima que enfrentamoses 100 veces mayor que la queteníamos hace 10 años, pero estos sonhechos que tenemos que enfrentar, sinque la sociedad perciba el esfuerzodesarrollado y, lo que es peor, conexpresiones esporádicas de reorientarrecursos presupuestarios en desmedrode los cada día más exiguos otorgadosal sector defensa.

Un punto adicional que seríaimportante plantear en este análisis delos aspectos financieros institucionaleses que el aporte fiscal libre en dólares,es decir, aquella parte del presupuestoen dólares que viene a permitirnosoperar, se ha mantenido por ley,básicamente estable; ha habido induda-blemente algunos esfuerzos y algunosaportes de las autoridades de gobiernoen este sentido, pero la ley no fija unfactor de corrección, por lo que semantiene estable en el tiempo. Esalegislación es del tiempo del GobiernoMilitar y ha sido respetada y cumplidaen forma cabal por las autoridades delpaís, a partir de ese momento, y es asícomo tenemos un ingreso estable enel tiempo, sin ningún tipo dereajustabilidad.

¿Qué está haciendo la Marinaentonces para poder operar en esteescenario que les estoy planteando?

Primero: hace ya tres años hicimosuna reunión del más alto nivel parapoder analizar y definir los alcances dela situación que estábamos viviendo yproducto de ella se tomaron tresgrandes decisiones: La primera, sa-biendo que los recursos eran escasosy que las demandas eran sin límites porparte de todos los administradores deprogramas, se les entregó lo queestaba previsto y que era tradicionalentregarles y se les exigió, a partir deese momento, desarrollar una gestiónde administración que les permitieradevolverle a la Institución, al términodel año, un 3% de la totalidad de losrecursos que se le habían entregado,ya fueran recursos financieros, huma-nos o de otra índole; y la verdad esque esa fue quizás una de lasresoluciones más importantes que pu-dimos haber tomado en ese momento,porque de una Marina brutalmentedemandante de mayores recursos, sepasó a una actitud de administración,de cada uno tener que encuadrarse ensu tema y responder al final del añocon una devolución de recursos a laInstitución, porque fuimos capaces degenerar la conciencia de que con esosrecursos íbamos a poder enfrentar losdifíciles escenarios que yo les acabo deexponer.

El segundo aspecto, que fue muchomás doloroso que el anterior, significóel retiro del servicio de 16 unidades aflote, lo que representó un total de51.852 toneladas que estaban operan-do al servicio de la Marina y que nosvimos forzados a retirarlas para poderconcentrar los recursos que teníamosen una muy buena, eficiente y efectivaoperación y sostenimiento de lo que laMarina iba a conservar.

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Y el tercer aspecto, que es otro delos elementos fundamentales que nosha permitido mirar el futuro de unamanera diferente, es la decisión de ira una modernización de la Instituciónen cuanto a su equipamiento y a suestructura y, consecuentemente, a unareducción de sus efectivos de personal,desde aproximadamente 30.000 hom-bres que existían en ese momento,tener un primer plan que los llevaría a26.000. Lo anterior, ciertamente, sobrela base de la modernización que laInstitución iba a tener y lo que ledebiera significar, no una pérdida de sucapacidad y potencia, sino un reacon-dicionamiento y redimensionamientodel esfuerzo. Eso es lo que hicimos. ¿Yqué hemos logrado con esto quehemos hecho? Esencialmente hemosequilibrado nuestro presupuesto. Hoyen día, el presupuesto de la Instituciónestá en azul y está enfrentando todaslas tareas que ha previsto hacerdurante el año en forma que estimamosadecuada. Hemos incrementado nues-tra actividad operacional casi en un40%; hemos desarrollado más tiempoen la mar que el que nunca habíamoshecho antes, llegando a estar en unaposición realmente destacada en elámbito regional.

Hemos generado recursos pararecuperar y renovar unidades, hay unaserie de planes y proyectos que yo lesvoy a mencionar para que sepan quéestá haciendo la Marina, pero esfundamental tener en cuenta que lostres elementos fundamentales que losestán permitiendo son: la generaciónde recursos que nos permiten ver elfuturo con optimismo, el equilibriopresupuestario y una estricta disciplinapara llevar a buen término nuestra

actividad operacional de acuerdo anuestras capacidades y recursos.

Si llegase a revertirse esta condi-ción tan negativa, de ir perdiendoposición frente al producto internobruto, es de esperar que estemos comolos “ratoncitos” del cuento que les cité,en condiciones de explotar al máximoeste éxito. Esta sería una situación antela cual debemos estar listos para actuarcon el máximo de oportunidad, eficien-cia y eficacia.

¿Qué hemos hecho entonces conestos logros?

Hemos apuntado nuestros esfuer-zos a un desarrollo de fuerza que entérminos generales consiste en losiguiente:

Una fuerza de acción de superficie,que estará representada por el proyectoque se le ha propuesto al país, cuyonombre ya todos conocen: “TRIDENTE”.Nosotros a través de Tridente vamos apasar, de la actual flota de 8 unidadesde superficie que, aun cuando su valermilitar es significativo dado los sistemasde armas y la tecnología moderna quese les incorporó, representan un soportede plataformas muy antiguas, caras deoperar y mantener, a una flota de 8nuevas unidades de superficie. Lapropuesta se ha ido trabajando; estamosllegando en tiempo a las resolucionesbásicas, hemos establecido los contac-tos con las autoridades de gobierno, leshemos planteado los alcances delproyecto y hemos planteado al mismotiempo el impacto que el proyecto tiene,no sólo para el funcionamiento de laArmada y para las Fuerzas Armadas encumplimiento a las misiones que les he

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dicho, sino que hemos generado unsistema que va a transformarse real-mente en un polo de desarrollo:transformar el gasto en defensa, eninversión en desarrollo, que fue uno denuestros primeros desafíos cuandoasumimos la conducción institucional; eltraer un mensaje que llevase uncontenido nuevo a la sociedad, quefrente al tema del gasto en defensa, lovalora con una prioridad disminuidafrente a otras necesidades generadaspor las sucesivas crisis en que semueve la economía actual.

Y es en este escenario dondenuestra propuesta viene a plantear uncambio trascendente al darle un sentidodistinto al tradicional gasto en defensa,para transformarlo en una verdaderainversión en desarrollo.

Tenemos previsto desarrollar elproyecto TRIDENTE en dos etapasdistintas: una primera de construcciónde 4 fragatas; y una segunda, de otras4, que vendrían a continuación, apro-vechando la experiencia adquirida.Construir 8 fragatas al mismo tiempo esno recomendable, de acuerdo a nuestroflujo de caja y a la forma en que vamosa ir generando la entrega de losbuques, considerando adicionalmenteque si hoy día resolviésemos elequipamiento de las 4 últimas, éstasrecibirían material que sería obsoleto almomento de la implementación, así esque obedece a toda lógica el hacer esteproyecto en dos fases: invertir todasnuestras capacidades y la tecnologíamoderna en las 4 primeras y dejar las4 últimas para una segunda fase.

Estas fragatas, entre otras cosas,van a tener una dotación que es menor

al 50% de las dotaciones que tienen losbuques que actualmente están enservicio y de ahí viene entonces todaesta proyección que nos permitereducir los efectivos sin reducir lapotencia, que es un elemento funda-mental a considerar.

Estamos desarrollando una fuerzade submarinos que va a contar con 4unidades submarinas: las dos clase209 que están en su período medio devida y que han sido sometidas a todaslas recuperaciones y a todas lasacciones de mantenimiento que esasunidades merecen tener, que sonunidades de gran calidad y prestigio alas que vamos a sumar dos unidadesnuevas, que se están construyendo enEspaña y Francia, dos submarinos dela clase Scorpene, que tendrán unarmamento de tecnología de punta deúltima generación. Con 4 submarinos,nosotros estamos manteniendo unacapacidad importante y al mismotiempo, inyectándole una tecnologíaque va a producir un elemento muysustantivo a la estrategia de la disuasión.Mucho se habla de la disuasión, puesbien, esta es un arma que es muy difícilde detectar, de interceptar y de anular.Quizás sea la más difícil de neutralizarque tenga el país frente a un agresorde cualquier tamaño o de cualquiertecnología que nosotros nos podamosimaginar. Estos cuatro submarinosrepresentan una amenaza que cual-quiera fuerza naval adversaria tendráque tener en cuenta en sus primerasconsideraciones.

Estamos también desarrollando yredimensionando nuestra infantería demarina en dos versiones: la expedicio-naria, que es aquella que se manda a

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cualquier parte del mundo y sudesembarco lo hace en forma adminis-trativa, en un puerto que ya estácontrolado por el país que estásolicitando este requerimiento; o aque-lla fuerza de desembarco, que lo haceen fuerza, con las características quele son propias. Nuestro dimensiona-miento de la infantería de marinaapunta a tener una brigada de 6compañías, de las cuales inicialmentevamos a desarrollar cinco, para lo cualestamos llevando adelante un plan enque en cada año se completa unacompañía, y se la equipa a máximatecnología y capacidad. Al completarlos 5 años, hacemos lo mismo quehacemos con los buques, lo que sellama un refit, en este caso le hacemosa cada una de estas compañías unreequipamiento completo, con lo cualvamos a mantener realmente concen-trado nuestro poder, con una grancapacidad de respuesta y con unadisponibilidad inmediata. Antiguamente,nuestros planes apuntaban a ir avan-zando en paralelo, en equiparlas conarmamento, con botas, con visores, congorros y nunca teníamos una cosa queestuviera terminada-lista; en este mo-mento estamos completando la tercerade esas compañías y estamos muyorgullosos del esfuerzo.

Adicionalmente a esta brigada,tenemos tres compañías reforzadas depresencia territorial: una en la zona deMagallanes, que es una compañía deInfantería de Marina con refuerzos deArtillería, una en la zona de Iquique,con refuerzos de Artillería y una en lazona de Talcahuano que constituyenuestro Centro de Instrucción. Estamosmuy satisfechos con nuestro plan.Hemos repotenciado todas las piezas

de artillería adquiridas por la Marina, alas que hemos dotado de los sistemasde tracción militar recientemente com-prados en Italia.

En cuanto a las unidades misileras,que son las de protección del frenteterritorial marítimo, resolvimos dejar 7unidades misileras operando en laArmada de Chile, 4 en la zona nortey 3 en la zona sur. En el norte estánlas misileras de origen alemán. Por eltamaño que tienen son particularmenteconvenientes para operar en esa zona.En el sur, por las condiciones climáticasy de mar, están las de origen israelita,que son de mayor tamaño y por suarmamento también son mejores paraoperar en ese sector; de acuerdo alplan que se había establecido desdehace tiempo en la Institución, estasmisileras están siendo remotorizadas yrecuperadas integralmente en sus sis-temas de control de fuego. Estasunidades muestran la capacidad desa-rrollada por nuestra institución de caraa materializar recuperaciones mayores,a unidades que por sus capacidades ydotación bien valía recuperar.

En la Aviación Naval vamos amantener nuestra capacidad de explo-ración aeromarítima con los avionesP3, mejorándoles el sistema de misión.Vamos a mejorar los radares dedetección para identificación de blancoy vamos a mantener nuestra capacidadcon los helicópteros de ataque encantidad y en calidad, a lo que vamosa agregar un plan de renovación detodos los helicópteros de serviciogeneral, de los que teníamos unaamplia gama, lo que nos generabaproblemas de mantenimiento; pero másque eso, eran helicópteros de una

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capacidad limitada en cuanto a levante.Con los nuevos helicópteros podremosllegar al lugar de la emergencia yefectuar el rescate de los náufragos. Elnuevo material que pensamos obtenerlo vamos a estandarizar con el materialque está adquiriendo la Fuerza Aéreade Chile, los Bell 412. Estos helicóp-teros van a tener un mayor radio deacción, una mayor capacidad de levan-te y una mayor capacidad de transportede gente, en general. Creemos que eseva a ser un paso muy importante, tantoen la estandarización de nuestroequipamiento, lo que va a facilitar sumantenimiento, como en el cumplimien-to de la misión.

En cuanto a las unidades auxilia-res, en términos generales, vamos amantener lo que tenemos. Nuestrapreocupación está centrada en larenovación del petrolero, proyecto quehasta el momento no está resuelto,pero que está dentro de los objetivosinstitucionales.

En lo que se refiere a infraestructuraterrestre, hemos hecho un esfuerzo muyimportante para continuar el desarrolloque se había iniciado hace ya tiempo;en cuanto a los planes habitacionales,específicamente en la zona deMagallanes, hemos construido en losúltimos años 8 edificios de departamen-tos para gente de mar y en este añoestamos construyendo 4 adicionales,más 12 casas para Oficiales. En PuertoWilliams se completaron los planes queestaban determinados desde antes y eneste momento no hay ninguna necesi-dad no satisfecha en ese puerto. Lomenciono, porque estos planeshabitacionales, que se hacen con elpresupuesto de la Institución, son

ciertamente un aporte adicional a lagestión de gobierno en el campohabitacional. Nosotros estamos gene-rando trabajo, estamos dando solucio-nes habitacionales a chilenos en distin-tas partes del territorio y el esfuerzo quela Institución ha hecho en ese sentidoha sido realmente enorme y comenzócon particular intensidad en la gestiónde mi antecesor, el señor AlmiranteMartínez, esfuerzo que hemos podidosostener a lo largo del tiempo.

Estamos administrando 4 hospita-les, de los cuales uno se estáconstruyendo en este momento enPunta Arenas. En realidad se estáreconstruyendo, porque lo estamosrecuperando de un hospital que yaestaba obsoleto. Esto va a ser posiblegracias a un aporte especial que nos hahecho el Ministerio de Defensa a travésdel CONSUDENA, de los fondostridimensionales, porque se trata de unhospital que sirve a todas las Institucio-nes de la Defensa y de Orden en lazona de Magallanes. Este proyecto vaa estar completado en 3 años, y en elpróximo mes de julio vamos a inaugurarla primera etapa del mismo; por lo tanto,en el ámbito de la salud como en elhabitacional, nuestra Institución y lasFuerzas Armadas también juegan un rolmuy importante de cara al país.

Otro aspecto en que la Armadadesarrolla un esfuerzo importante es enel campo educacional, esfuerzo querepresenta un gran aporte al desarrollonacional, dado que nuestra AcademiaPolitécnica, como se puede comprobarcada año, gradúa aproximadamente3.800 especialistas de muy alto nivel,desde nivel técnico mecánico hastaingenieros en distintas especialidades,

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y esto representa un aporte al país entoda su profundidad y en todo susignificado, así es que: en la partehabitacional, en la parte educacional yen la parte salud, entregamos un aportemuy importante, que hoy día noquisiera dejar de mencionar.

Señor Ministro, Excelentísimo Se-ñor Embajador, Honorables Senadoresde la República, Señores Subsecreta-rios, distinguido auditorio. Esto es, entérminos generales, el accionar denuestra Institución. Así es como vemosel presente y el próximo futuro, en unescenario que guarda relación con ladefensa de nuestros intereses vitales,como es el territorio de nuestrodesarrollo, como es el ámbito marítimoy nuestra presencia y compromiso conel accionar mundial, como sujetosactivos del mismo.

Esta es nuestra visión de laproblemática que enfrentamos y decómo vemos que pueden ir evolucio-nando estos escenarios. Espero haberexpuesto a ustedes cuáles han sido lasdificultades principales que hemosenfrentado para llevar adelante estavisión y este proyecto, cuáles han sidolas medidas que hemos tomado parapoder compensar el escenario queacabamos de plantear y cuál ha sidoel resultado que hemos logrado coneste esfuerzo, del cual, ciertamente,estamos muy satisfechos.

Esta es, señores, la Marina de hoy.Esta es la Marina orgullosa, herederade su pasado y potentemente compro-metida con el futuro de nuestra Patria.Esta es la Armada de Chile.

Muchas gracias.

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EL GOBIERNO LIMITADO Y SUS REFORMASEN LA CONSTITUCIÓN DE CHILE*

JOSÉ LUIS CEA EGAÑA**

INTRODUCCIÓN

Agradezco haber sido invitado paraexponerles mi punto de vista en eltema, siempre importante pero hoy y,sobre todo, en el futuro creo que muchomás aún por el análisis, parcial osesgado, que suele efectuarse de él.

Expreso, además, que me sientohonrado por hallarme en esta prestigio-sa Academia. Es la tercera oportunidadque tengo de plantearles mi posición enel tema. Espero que las ideas quepresentaré sean útiles para el desem-peño profesional en las instituciones de

* Versión escrita de la disertación del autor, hecha el 22 de noviembre de 2000, en la AcademiaNacional de Estudios Políticos y Estratégicos, del Ministerio de Defensa Nacional. Se aclaraque la información sobre reformas a la Constitución ha sido actualizada al 10 de enero de2001.

** Profesor de Derecho Constitucional y Ciencia Política P. Universidad Católica de Chile yUniversidad de Chile.

la Defensa Nacional en que ustedessirven a nuestra Patria. Advierto, sinembargo, que en la exposición de hoyhe introducido ideas nuevas. Algunasde ellas son aclaratorias, otras comple-mentarias de las que fueron publicadasen la revista de esta Institución un añoatrás, pero, en definitiva, desarrollaréplanteamientos sustanciales que nohice antes y con los cuales yo mismoestimo acercarme más a una visión,moderna y real, en la materia.

El tema que debo analizar abarcados tópicos que será necesariorelacionar , pues existen diversos y

La democracia constitucional se caracteriza por el reconocimientoy respeto de la dignidad de la persona, así como de los derechosesenciales que emanan de la naturaleza y de las garantías destinadasa defenderlos. El poder o soberanía se hallan al servicio de eseprincipio fundamental. De ello resulta que el gobierno del Estado seencuentra siempre limitado por el acatamiento que debe a eseprincipio. Están en trámite parlamentario varias reformas a laConstitución de 1980. El autor plantea en este artículo que esasenmiendas pueden ser aprobadas, pero que los cambios se haganpara fortalecer ese principio y no con el propósito de debilitarlo.

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vigorosos ligámenes entre ellos. Co-menzaré aludiendo a los equilibrios obalances institucionales, para referirmedespués a las reformas constituciona-les, cuidando de excluir aquellasenmiendas que son ajenas a loscontrapesos sistémicos.

I. PODER Y AUTORIDAD

¿Qué son , podemos preguntarnosdesde luego, los frenos y contrapesosen el constitucionalismo y cuál es suimportancia teórica y práctica?

Antes de revisar el texto y contextode la Carta Fundamental vigente enChile debemos situar este primerasunto en una visión de principiosdoctrinarios y de perspectiva histó-rica , no sólo de nuestro país sino quede la civilización occidental , pues deella venimos y a ella pertenecemos.

En esa labor, afirmo que dichacivilización fue, es y debe ser enten-dida, principalmente, como unacosmovisión o imago mundi humanis-ta, es decir, centrada en el reconoci-miento de la dignidad de la personahumana con la jerarquía de valorsupremo. Tal dignidad es una cualidadsingularísima del hombre, de la quefluyen los derechos esenciales einalienables que emanan de nuestranaturaleza y las garantías, acciones orecursos, más que nada judiciales,destinados a defenderlos y promover-los, ante amenazas o de frente ahechos ya consumados.

Pues bien, para asegurar, en lamayor y mejor medida posible, nuncaplena o totalmente alcanzable, porsupuesto, cuanto implica el humanismo,

nuestra civilización ha venido elabo-rando, formulando, implantando y per-feccionando, casi siempre con esfuerzopor la resistencia y el largo tiempo quesupone vencerla, una concepción oidea y una organización del poder ,soberanía, dominación o mando muyespecífica e inconfundible, quiero decir,que sea racional o legítima. En otraspalabras, trátase del gobierno de unospocos hombres sobre la inmensamayoría de ellos, pero un gobierno opoder de dirección que posea el rasgocapital que se estructura con los doselementos siguientes: Primero, que losgobernados reconozcan, libre y reflexi-vamente, esa energía de conducción yque la obedezcan con idénticos rasgos;y segundo, que tal actitud del pueblosea consecuencia de hallarse demos-trado en los hechos, con anterioridady también en el presente, el respeto delos gobernantes a la dignidad, losderechos y las garantías de la pobla-ción, sin excepción y exclusión deninguna especie.

Cuando existe, realmente, esarelación constante de apoyo recíproco,de sinergia política, social y económicaentre quienes mandan y los llamadosa obedecerlos, entonces puede hablar-se que el sistema político es legítimo .Este adjetivo califica, en resumen, laesencia del gobierno desempeñado conautoridad, a la vez que descalifica algobierno ejercido con pura o primordialfuerza, e incluso violencia.

II. RELACIÓN BINARIA DE MANDO

El poder, por consiguiente, no esuna posesión que quien lo ostentapuede ejercer a su arbitrio. Lo legítimoes insertar el poder en una relación

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bilateral de mando y obediencia entresujetos libres, conscientes, informadosy evaluativos.1

Insisto en la bilateralidad de larelación de mando y obediencia: quelos gobernantes respeten a los gober-nados cuando ejercen el gobierno o,lo que es igual, que exista correspon-dencia y armonía entre ambos grupos,de manera que los gobernantes cum-plan la voluntad de los gobernados;y que estos últimos se esfuercen porcontribuir al bien común del Estado-Nación.

Dejando de lado los infaltablescasos extremos, cuanto ha sido ex-puesto no es, probablemente, difícil deentender ni de aceptar. Empero, apesar de esa cualidad de evidencia,deseo subrayarlo para que se descu-bran las implicancias que ello tiene ennuestro tiempo.

Por ejemplo, la gobernabilidad 2

de las comunidades humanas, tanfrecuentemente aludida, es un proce-so cuyo éxito depende del grado quetenga la legitimidad de la relación aque me he referido. Siendo variableo fluctuante esa legitimidad, resultaque también lo es la gobernabilidadrespectiva, esto es, la capacidad de

la autoridad para gobernar a lapoblación en función del bien comúnde ella.

Indudablemente, muchas veces yen todos los tiempos , nuestra civili-zación ha comprobado, pero consufrimiento y siempre críticamente, elincumplimiento del objetivo o postula-do descrito. Ello, sin embargo, noinvalida la justificación de tal objetivoni del esfuerzo para que pueda serrealizado cabalmente, en todas partesy en la mayor medida factible, como yalo advertí.

III. PODER VIGILADO YRESPONSABLE

Llamamos, aproximadamente des-de hace 2.300 años, democracia alrégimen político que se propone con-cretar los ideales resumidos.3 Y deno-minamos constitución al texto ycontexto, a la historia y espíritu queorganiza y regula, sobre bases y confinalidades jurídicamente previstas, aese peculiar régimen político.4

Imperativo es realzar, sin embargo,que el segundo de los vocablosmencionados no tiene más de 220 añoscon el significado referido. Es asuntodel mayor interés, en el cual no puedo

1 Continúa insuperada la originalidad, lucidez y precisión con que describe esta relaciónFRIEDRICH Carl J. en El Hombre y el Gobierno (Madrid, Ed. Tecnos, 1968) Pág. 181.

2 Véase, por ejemplo, DROR Yehezkel: La Capacidad de Gobernar. Informe al Club de Roma(México DF., Ed. Fondo de Cultura Económica, 1996) Pág.127; y TOMASSINI Lusiano:“Gobernabilidad y Políticas Públicas ”, en URZÚA Raúl y AGÜERO Felipe (editores): Fracturasen la Gobernabilidad Democrática (Santiago, Centro de Análisis de Políticas Públicas -Universidad de Chile, 1998) Pág. 31.

3 LOEWENSTEIN Karl, Teoría de la Constitución (Barcelona, Ed. Ariel, 1970) Pág. 89.4 MURPHY Walter, “Constitution, Constitutionalism and Democracy”, en GREENBERG Douglas,

KATZ Stanley y BETH OLIVIERO Melanie (editores): Constitutionalism and Democracy.Transitions in the Contemporary World (Oxford, Oxford University Press, 1993) Pág. 3.

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detenerme aquí, examinar las razonesque explican, o tal vez fracasan en elesfuerzo de hacerlo, la ausencia de unaconstitución con anterioridad a la épocaindicada, como asimismo, las secuelasde ello.5

Lo cierto y práctico es que lademocracia constitucional es la fór-mula resultante de la fusión o conju-gación armónica de los ideales dedemocracia y constitución, de régimenpolítico humanista y generado, ejercido,controlado y responsable con sujeciónal derecho.

Esa fórmula de la libertad conigualdad, en orden y paz, tiene, entrelas técnicas destinadas a infundirleeficacia, una que nos preocupa en estaexposición. Se trata, efectivamente, delprincipio de separación de órganosy funciones estatales con frenos ycontrapesos entre ellos.

Tal principio es muy antiguo, conantecedentes en la filosofía griegaclásica.6 Pero él es atribuido, principal-mente, al Barón de Montesquieu (1689-1755) en su libro “El Espíritu de lasLeyes”, publicado en 1748. La elabo-ración de ese filósofo y político francéstiene, empero, que ser vinculada al libro“El Federalista” de James Madison,Alexander Hamilton y William Jay,resultante de la recopilación de artícu-los publicados en la prensa de NuevaYork en 1787-1788, porque en élhallamos otro principio: el de los

frenos y contrapesos entre esosórganos y funciones.

Es decir, fue y sigue siendo hoyinútil referirse sólo a la teoría deseparación de los organos y funcionesestatales enunciada por Montesquieu,como técnica de la democracia cons-titucional, aislándola de los supuestossubyacentes a ese proceso cultural yno de ingeniería institucional. Así es,porque considerada en sí misma, setrata, más que nada, de ciertosprocedimientos que los diversos órga-nos integrantes del ideal clásico delgobierno mixto deben seguir pararespetar la libertad. Empero, es claroque tales procedimientos nunca hansido suficientes para asegurar el cum-plimiento del objetivo aludido. Era ysigue siendo necesario algo mássustantivo. Trátase de los controlesentre esos órganos, el equilibrio en laspotestades de cada uno de ellos y laresponsabilidad subsecuente a talfiscalización, serie de supuestos concuyo cumplimiento es posible infundircarácter, más real y práctico, a lateoría.

IV. SOCIEDAD CIVIL Y SISTEMAPOLÍTICO

Los dos principios nombrados sefundan en una máxima común a ambosy cuya consecución se procura lograrcon ellos. Tal máxima dice que elpoder tiende a ser abusivamenteejercitado , apartándose de cuanto

5 Consúltese, en general, HINTZE Otto, Historia de las Formas Políticas (Madrid, EdicionesRevista de Occidente, 1968).

6 Aristóteles (ca. 384-322 AC), La Política (Barcelona, Editorial Iberia, 1962) Libro Tercero,Capítulos V y VI.

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exigen de él la democracia y elconstitucionalismo.7 Para prevenir eimpedir, en la mejor y mayor medidaposible que suceda así, o bien, que siocurre de tal modo operen controles ysanciones, oportunas y eficaces, sepresume que es indispensable dividiro fragmentar el ejercicio del poder osoberanía, disponiendo que el Podervigile al poder.

Trátase, entonces, que unos órga-nos del Estado-Gobierno fiscalicen aotros órganos del mismo aparatopúblico y que, en definitiva, ningunoquede fuera de crítica, control, denun-cia y responsabilidad, sea ante ciertosórganos o, en definitiva, ante el cuerpoelectoral o ciudadanía.

Tradicionalmente se entendió quelos “Poderes”, es decir, los órganos delEstado-Gobierno o sistema políticoeran sólo tres , cada uno a cargo dela función respectiva, adjudicada a élpor la constitución. Era una divisióntriple del “Poder”, concebida horizontal-mente, entre iguales o pares, con flujodescendente desde la cima de laautoridad hacia la población goberna-da.

Primeramente, cabe recordar queel órgano Legislativo era el máximo osupremo; luego, lo seguía en relevanciael órgano Ejecutivo; y por último, secontemplaba un órgano nulo, dotado de

una facultad de impedir o de oponersea los otros dos poderes, que era elPoder Judicial.

El primero de tales órganos dictabala ley, expresión de la voluntad generalo soberana, fijando así el marco deactividad de los otros dos poderes. Elsegundo materializaba las normas lega-les, aplicándolas en casos concretos. Eltercero se encargaba de resolver loslitigios provocados por esa aplicación dela ley, sea entre las autoridades o losgobernados, pero siguiendo fielmente eltexto articulado por el legislador en suobra.8 Era, como ha sido reiteradamenteadvertido en la doctrina, una concepciónmecanicista del gobierno.

La visión clásica y más simple delasunto hoy se halla superada. Habién-dose entronizado la democracia comogobierno del pueblo, efectiva ycrecientemente ejercida por la ciudada-nía, en la misma medida ha idoquedando obsoleta, o en todo casoreducida, la fórmula democrática fundadaen la representación. Esta, en la práctica,llegó a convertirse en delegación en favorde los mandatarios, los cuales sedesempeñan en las instituciones delEstado-Gobierno, pero, en verdad, casisin rendir cuenta a sus mandantes.

Por otra parte y como nota aún máscardinal, en la teoría se supone que lasociedad civil, si bien detenta un

7 Una exposición sobre el punto se halla en el Espíritu de las Leyes y El Federalista ,respectivamente, en CHEVALLIER Jean Jacques, Los Grandes Textos Políticos desdeMaquiavelo a nuestros días (Madrid, Ed. Aguilar, 1965) Pág. 104 y CEA EGAÑA José Luis,Teoría del Gobierno. Derecho Chileno y Comparado (Santiago, Ediciones P. UniversidadCatólica de Chile, 1999) Pág. 46.

8 NEUMANN Franz, The Democratic and the Authoritatian State. Essays in Political and LegalHistory (New York, Free Press, 1957) Pág. 96. Hay traducción castellana de este libro hechopor Ed. Paidós (Buenos Aires, 1973).

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consenso en lo fundamental queexplica su existencia y proyección, ellose conjuga con el pluralismo de grupos,ideas y recursos de toda índole,pluralismo que se manifiesta en el voto,los partidos, los medios de comunica-ción, las agrupaciones socio-económi-cas y culturales, todas gozando deautonomía en el cumplimiento de susfines propios.9

V. PODER LIMITADO Y GOBIERNOREGULADO

La teoría de separación de órga-nos y funciones con frenos y contra-pesos continúa siendo, sin duda,válida para la defensa de la democra-cia constitucional. Empero, ella haexperimentado, al tenor de lo yasugerido, varios cambios trascenden-tales para adecuarse a la naturalezadel proceso gubernativo de nuestrotiempo.

El primero de esos cambios loresumo en los términos siguientes: lasoberanía ya no es absoluta niinfalible, porque lo impide el garantismoconstitucional , nacional e internacio-nalmente asegurado, de la dignidad ylos derechos humanos. La mayoríaciudadana, en otras palabras, poramplia que sea, no puede desconocerni vulnerar los derechos esenciales dela minoría. La ley, por ende, dejó deser la voluntad general omnipotente einfalible. Corresponde al Poder Judicialasí declararlo cuando el legislador

quebranta la constitución, potestadcuya relevancia deja de manifiesto laindependencia y rectitud con que debeser desempeñada.

Por otra parte, la modernizacióndel Estado ha llevado, en los últimoscincuenta años, aproximadamente, aconcebir, materializar y normar unaestructura más compleja del sistema deórganos públicos.10

Efectivamente, ya es indiscutiblela primacía del poder u órganoconstituyente y de la funciónhomónima , de modo que la leycarece de valor si no coincide, encontenido y forma, con lo dispuestoen el código político.

Ahora también se reconoce elpoder de vigilancia o revisión de lasupremacía de la Carta Fundamentala través del Tribunal Constitucional,distinto del Poder Judicial e inconfun-dible con la Corte Suprema.

Tampoco ya se discute la ereccióndel órgano monetario, cambiario ycrediticio , llamado por lo comúnBanco Central , el cual tiene caráctertécnico y es autónomo con respecto alPoder Ejecutivo. En nuestra época,caracterizada por la globalización delos problemas, de las comunicacio-nes y de los mercados , la economíase ha vuelto esencialmente monetariay, con ello, realzado la importancia delBanco Central.

9 MATTEUCCI Nicola, “Constitucionalismo”, en BOBBIO Norberto et al.: Diccionario de Política(México, DF., Ed. Fondo de Cultura Económica, 1997) Pág. 337.

10 Consúltese, en general, ARAGÓN Manuel: Constitución y Control del Poder (Buenos Aires,Ed. Ciudad Argentina, 1995) Pág. 11. Para el caso chileno véase PANTOJA BAUZÁ Rolando:La Organización Administrativa del Estado (Santiago, Ed. Jurídica de Chile, 1998),especialmente Pág. 136.

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El control , por último, se hadiversificado, configurándose una redque opera en los más diversosaspectos y de la cual el pueblo esagente principalísimo, obrando por sí oa través de sus representantes legíti-mos.

VI. DEMOCRACIA YSUBSIDIARIEDAD

Por idéntica circunstancia, cada díase avanza más al reconocimiento delpoder de participación y decisiónciudadana a través de los métodos dela democracia semidirecta . Por ello,la ciudadanía hoy vota, de modohabitual, en referendos y plebiscitoscomunales, regionales y nacionales, sinperjuicio de hacerlo en las eleccionesde las autoridades de cada una de esasdivisiones territoriales. Además, la ini-ciativa popular y la revocación deciertos mandatos forman parte deaquella democracia directiva .

Por eso, se afirma, con acierto, quea la división horizontal del poder lasucede ya otra vertical, comprehensivadel Estado-Gobierno y de la sociedadcivil.

Citando con aprobación a NorbertoBobbio,11 decimos, por consiguiente,que “si queremos tomar hoy un índicede desarrollo democrático, éste nopuede ser ya el número de personasque tiene derecho a votar, sino elnúmero de sedes, distintas de la

política, en las que se ejerce el derechoa voto (...), el criterio no debe ser yael de “quien” vota, sino el de “donde”se vota”.

Lo mismo está sucediendo con lagestión de asuntos públicos, de índolesocial y económica, por el no Estadoo sociedad civil , a través del principiode subsidiariedad . Lo público, enotras palabras, ya no es dominioexclusivo del Estado,12 ni puede o debeser controlado por sus órganos comosi se tratara de servicios públicos.

VII. MÁS EVIDENCIAS DE LAMODERNIZACIÓN

En ese contexto, de mayor diver-sidad y dificultad en las decisionescolectivas por la complejidad que tieneahora la trama social, deben sersituadas las Fuerzas Armadas y laFuerza Pública . Ellas son órganos delEstado Democrático Constitucional alservicio de la sociedad civil y delEstado-Gobierno, de la democracia yde la constitución. No son, por ende,instituciones subordinadas sólo al man-do político supremo, sino que tambiénal Estado de Derecho y al telos de laCarta Fundamental.

Sin agotar el catálogo de cambiosque vivimos incluyo, por último, unareferencia a la constitucionalizacióndel derecho internacional o interna-cionalización del derecho constitu-cional . Esta innovación se halla evi-

11 BOBBIO Norberto, El Futuro de la Democracia (Barcelona, Ed. Plaza y Janés, 1985) Págs.33 y 71.

12 Revísese BRESSER PEREIRA Luis Carlos y CUNILL GRAU Nuria (editores), Lo Público noEstatal en la Reforma del Estado (Buenos Aires, Ed. Paidós, 1998); y Universidad delBío-Bío - ILPES: Instituciones y Actores del Desarrollo Territorial en el Marco de laGlobalización (Talcahuano, Impresora Trama, 1999).

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denciada en los tratados sobre dere-chos humanos y los órganos, sobretodo jurisdiccionales, destinados a tu-telarlos, de manera complementaria ocoadyuvante solamente, de lo queincumbe hacer a los órganos internosde cada Estado-Nación.13

De cara a tan rico y dinámicopanorama puede afirmarse, en resu-men, que resulta insostenible, porequivocado, parcial y obsoleto, seguirrazonando con base en la divisióntripartita del poder que propugnaba lateoría comentada en su versión clási-ca.

Semejantes calificativos mereceninsistir, aunque sea con incidencia enun tema muy preciso, en la expansióndel concepto de administración delEstado , hecha con el propósito deseguir incluyendo órganos constitucio-nales autónomos, como el BancoCentral, en los cuadros de esa sumade servicios y empresas públicas.

VIII. EL CASO CHILENO

Es un mérito de la Constitución de1980, cada día más amplia y categó-ricamente admitido,14 haber articulado

varios de esos nuevos órganos con susrespectivas funciones, los cuales ope-ran como frenos y contrapesos.

Concretamente, pensamos en el rolimportantísimo del Tribunal Constitu-cional , aclarando que, si bien ya habíasido incorporado al sistema institucionalen 1970, su fracaso al cabo de tres añosllevó a reorganizarlo por completo -y conéxito- siete años después.15 Lo mismoseñalamos a propósito del BancoCentral , institución de la cual subsistennúcleos críticos que no se allanan aaceptar la necesidad de contemplarlo,con autonomía y carácter técnico, ennuestro sistema de gobierno.

En tal perspectiva hallamos, igual-mente, la separación de lo social yestatal , garantizando a los múltiplesgrupos de la sociedad civil la autono-mía o libertad necesaria para gestionarvariados servicios públicos por entes noestatales, materializando el principiode subsidiariedad .16

Asimismo, una real y efectivaregionalización de los sectores públicoy privado, no únicamente el primero,debe ser incluida en la nómina,avanzando, muchísimo más allá de lo

13 El preámbulo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos proclama que “Los EstadosAmericanos signatarios: Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen delhecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributosde la persona humana (...), justifican una protección internacional, de naturaleza convencionalcoadyuvante o complementaria de la que ofrece el Derecho Moderno de los EstadosAmericanos”. Corroborando lo antes señalado se hallan los artículos 46º Nº 2 letra a) y 61ºde la misma convención.

14 Véase del autor El Sistema Constitucional de Chile. Síntesis Crítica (Santiago, ImprentaAlfabeta, 1999) Pág. 100.

15 DIEZ URZÚA Sergio, Personas y Valores. Su Protección Constitucional (Santiago, Ed.Jurídica de Chile, 1999) Pág. 363.

16 Hoy, la invocación de este principio es transversal por la doctrina, como puede apreciarse,v.gr., en el pensamiento socialdemócrata renovado de GIDDENS Anthony en La Tercera Vía(Madrid, Ed. Taurus, 1999).

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que se dejó plasmado, sin verdaderoéxito, en la reforma de 1991 a nuestraCarta Fundamental.

Menciono el Consejo de Seguri-dad Nacional , integrado paritariamentepor civiles y uniformados, porque tieneque ser destacado como nuevo órganoconstitucional autónomo, cuya finalidades patente, en cuanto freno y contra-peso singularizado por la prudencia yvisión de Estado o de largo plazo delbien común, de ciertas autoridadesestatales de máxima jerarquía en elsistema político.17 También puede ha-llarse cierto sentido de contrapesoinstitucional en la inamovilidad relativade los Comandos de las InstitucionesArmadas para contribuir a su desen-volvimiento profesional.

Ahora y más recientemente, elcatálogo incluye el ministerio público ,desgajado del Poder Judicial paraasumir, con carácter exclusivo, ladirección de la investigación, racional yjusta, de los hechos constitutivos dedelito, de los que determinen laparticipación punible y de los queacrediten la inocencia del imputado,ejerciendo, en su caso, la acusaciónpenal pública en contra de los respon-sables por ellos.18

Puede concluirse que, en Chile ynuestra civilización occidental entera,está en curso un proceso de crecientecomplejidad o diversificación de los

órganos y funciones estatales . Puesbien, entre todos esos órganos existeuna red de competencias y contro-les , cuyo ejercicio requiere la interven-ción de dos o más de ellos, configu-rándose los que se llaman actoscompuestos . Eso lleva a frenos ycontrapesos recíprocos. Además, herealzado la participación ciudadana y lainstauración de órganos técnicos, nopolítico contingentes, de control.

Por eso, y para terminar este rubro,pienso que al rasgo de complejidaddebo agregar el de tecnicismo en eldesempeño de las funciones públicas,apartando muchas de ellas de lasoscilaciones que conlleva la contingen-cia política, para asegurar la continui-dad o estabilidad de las decisionespertinentes.

IX. DILEMAS SUPERABLES

Como siempre surgen problemaspara institucionalizar , quiero decir,para arraigar en la cultura nacional talsistema de órganos y funciones, infun-diéndole cualidad perdurable , o sea,segura y estable a su desempeño.19

Personalmente, me parece ostensi-ble en nuestra Constitución eldesbalance , al menos formal, enbeneficio del Presidencialismo , conperjuicio de la descentralización políticay administrativa,20 como también endesmedro de la fiscalización política

17 Constitución de 1980, artículo 96º, especialmente en su letra b).18 Id., nuevo artículo 80º A, introducido por la ley de reforma constitucional Nº19.519 de 1997.

Véanse, a mayor abundamiento, los artículos 1º y 63º letra d) de la ley Nº19.640 de 1999,Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público.

19 BURDEAU Georges, Instituciones Políticas y Derecho Constitucional (Madrid, Ed. Nacional,1981) Pág. 113.

20 Véase del autor El Sistema Constitucional supra nota 13. Pág. 214.

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que incumbe ejercer a la Cámara deDiputados sobre los actos del Gobierno.

También pienso que los partidospolíticos siguen gravitando, excesiva-mente, en la operación real del sistema,porque distorsionan el Presidencialismoy los roles del Congreso, habiéndosedemostrado, además, capaces de ree-ditar sus ligámenes dominantes sobrealgunos gremios y sindicatos.

Tampoco puedo callar el resurgi-miento de los corporativismos , através, precisamente, de gremios ysindicatos, de asociaciones profesiona-les y otros entes sociales que, actuan-do como grupos de presión, o, incluso,de tensión, buscan la satisfacción dereivindicaciones sólo sectoriales,doblegando a los órganos constituidos.

En fin, repito que no es real, enmi concepto, la descentralizaciónestatal , ni siquiera en la subfunciónadministrativa que hoy se contempla ennuestro ordenamiento jurídico,21 siendopatente ya el clamor por unaregionalización integral y efectiva, comoquedó demostrado en los programaspresidenciales de las dos principalescandidaturas en 1999-2000. A mayorabundamiento, recuérdese que en suprimer discurso como nuevo Jefe deEstado, en Concepción el 11 de marzode este año, el Presidente Lagosanunció su compromiso con laregionalización, v.gr., mediante la elec-ción popular de las autoridades de lasrespectivas divisiones territoriales y el

nombramiento, por los Intendentes,de los Secretarios Regionales Minis-teriales respectivos.

X. CAMBIOS AL SISTEMA

Doy un paso adelante y paso alsegundo de los tópicos de mi exposi-ción. Lo introduzco con las preguntassiguientes: ¿Cuáles son las reformasa nuestra Carta Fundamental rela-cionadas con los frenos y contrape-sos? ¿qué trascendencia tienenellas?

Llevamos ya catorce reformas , laúltima de las cuales se refiere a los exPresidentes de la República, comosenadores vitalicios, reconociéndolesun estatuto de ex Jefe de Estadocoherente con la jerarquía de la funciónservida por ellos.22

Sin embargo , de esas reformassólo unas pocas se refieren al puntoque me ocupa. Exactamente, piensonada más que en la gran reforma de1989; en la semi fracasada enmiendade 1991 sobre regionalización; y en lapromisoria modificación concerniente alMinisterio Público, del 16 de septiembrede 1997.

Está pendiente , en consecuencia,el conjunto de cambios que mástiempo, debate y divergencia ha susci-tado.

En efecto, me refiero, primeramen-te, a la reorganización del Senado para

21 Id., Pág. 297.22 Ley Nº 19.672, aprobada, tras acalorado debate, por mayoría amplia de votos en el Congreso

Pleno celebrado el 25 de marzo de 2000, publicada en el Diario Oficial el 28 de abril delmismo año.

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suprimir los Senadores Vitalicios y losnueve Senadores Designados. En se-guida, a la modificación de la LeyOrgánica Constitucional de Eleccionespara abolir el régimen binominal,aplicado en los comicios parlamenta-rios. Incluyo, en tercer lugar, a laalteración de la composición del Tribu-nal Constitucional y del Consejo deSeguridad Nacional.23

También aparece en dicha agendala supresión de la facultad de garantizarel orden institucional de la República,cuyo ejercicio incumbe, con carácterexclusivo y excluyente, a las cuatroautoridades máximas de las FuerzasArmadas y Carabineros de Chile.

XI. TÉCNICAS AL SERVICIO DE LADEMOCRACIA

En otro orden de ideas, de singularinterés resulta interrogarse sobre lasimplicancias de las nuevas reformasque han venido emergiendo en eltópico, aún no suficientemente decan-tadas y menos debatidas. Entre ellasmenciono las siguientes.

En primer lugar, el plebiscito oreferendo nacional para superar elbloqueo que, la minoría en el Congre-so, oponga a los proyectos de reformade la Constitución presentados por elPrimer Mandatario. Se trata, por ende,de permitir al Jefe de Estado queconvoque a la ciudadanía, para eseúnico efecto, cuando un mensaje dereforma constitucional sea rechazado,

en primer o segundo trámite, porcualquier rama del Parlamento. Pensa-mos, sin embargo, que para evitar quetal reforma aumente todavía más elPresidencialismo podría también con-vocar a la ciudadanía una mayoríacalificada de los miembros en ejerciciode ambas Cámaras reunidas en Con-greso Pleno. En todo caso, debencircunscribirse, en la Carta Fundamen-tal, las materias susceptibles dereferendo, excluyéndose así y expresa-mente todas las demás.

El bosquejado es, en suma, unmétodo de arbitraje democrático ,puesto que lo desempeña el pueblo, encaso de conflicto de los dos órganosmencionados.

Por otra parte, se menciona, aun-que cada vez menos, la fiscalizacióny acusación política de los Conseje-ros del Banco Central . Quienes asípiensan lo hacen en relación con losplanes de desarrollo económico y plenoempleo, y no solamente, como loprescribe hoy la Ley Orgánica Consti-tucional respectiva,24 a propósito de lasfunciones de velar por la estabilidad dela moneda y la normalidad de los pagosinternos y externos.

Se tramita, además, una reformaque suprime la legislatura extraordi-naria , dando mayor igualdad al Pre-sidente de la República y al Congresoen la iniciativa y tramitación de lasleyes. Se orienta también a unequilibrio razonable entre esos órga-

23 En una de las mociones en trámite, la formulada por parlamentarios de la Concertación, seplantea una alteración más radical de este Consejo: reducirlo a un rol sólo asesor del Presidentede la República.

24 Ley Nº 18.840 de 1989 y sus reformas, artículo 3º.

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nos supremos la reducción a cuatroaños del mandato presidencial , sinreelección para el período siguiente.Este cambio permitiría, además, res-taurar la elección simultánea delPrimer Mandatario, de un lado, y dela Cámara de Diputados con el 50%del Senado, de otro, incentivando asíel funcionamiento fluido de las relacio-nes entre esos órganos constituciona-les.

Otra enmienda, igualmente encurso, elimina el indulto presiden-cial en favor de los condenados porciertos delitos gravísimos, buscandoasí un mayor equilibrio entre lasfacultades del Jefe de Estado y delParlamento. Se halla planteada, asi-mismo, la inclusión del narcotráfico enel régimen constitucional aplicable alterrorismo.

Existen mociones más puntuales ,pero sistematizables en torno del yarealzado equilibrio de poderes. Porejemplo, una de esas mociones buscarestaurar la facultad del Senado,prevista en la Constitución de 1925, enpunto a aprobar o no el nombramientode los embajadores que debe propo-nerle el Presidente de la República. Enesa misma perspectiva se ubica, comoya lo advertí, la elección popular delos intendentes, gobernadores y conse-jeros regionales.

Por último, hay reformas en calmaaparente, podría decirse que diferidaso postergadas para una ocasión máspropicia y que aún ni siquiera se divisa.Tal ocurre con la supresión de lainamovilidad parcial que hoy caracte-riza a los Comandos Supremos de lascuatro instituciones armadas.

XII. MÁS INDEPENDENCIA PARA LAJUDICATURA

Los frenos y contrapesos son deíndole orgánica , es decir, se estable-cen y deben funcionar entre lasinstituciones de jerarquía constitucio-nal. Ellos se traducen en procedimien-tos y controles constitucionales que losórganos supremos del Estado deDerecho deben cumplir para obrarválidamente.

Sin embargo, no cabe duda que lasreformas de la parte dogmática, o sea,la pertinente a la dignidad de lapersona, a sus derechos fundamenta-les y a las garantías destinadas aprotegerlos se hacen por el sistema deórganos constitucionales, en concreto,el Poder Constituyente y, después, elPoder Legislativo, especialmente.

La pregunta o el problema crucial,entonces, estriba en saber -y respon-der bien- si la aprobación de lasreformas sobre frenos y contrapesostendrá, como consecuencia, cambiosmedulares a la parte dogmática, loscuales hoy se hallan silenciados. ¿Esesilencio es, me pregunto, una actitudtáctica o estratégica, pues no convie-ne, por ahora, revelar las intencionesreales en el tema? ¿qué circunstanciasexplicarían tal actitud de cautelosaespera? ¿es sensato obrar con tantabruma o ya es tiempo de plenatransparencia?

Habiendo llegado al planteamientode esa clase de interrogantes, surgeotro problema, esto es, el de lacerteza legítima o seguridad jurídicaque, sobre todo en el orden públicoeconómico , debe garantizar la Cons-

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titución y la legislación que se dictecon sujeción a sus principios yreglas.25

¿Son, en consecuencia, las refor-mas de la parte orgánica el comienzodel cambio en ese orden socioeconó-mico articulado en la parte dogmáticadel código político? ¿se oponen mu-chos a las reformas institucionales,precisamente porque intuyen que, sison aprobadas, ello marcaría el princi-pio del desmantelamiento de la cons-titución económica y, por ende, eltérmino de lo que ha sido un procesosostenido de desarrollo socioeconómi-co en Chile? ¿hasta qué punto puedeChile, en definitiva, empeñarse enllevar adelante, y con éxito, unapolítica, final y monetaria, incompatiblecon las exigencias, ineludibles por lodemás, de la globalización?

Retornando a lo que advertí entrelas primeras ideas de esta exposición:Es claro que enfrentamos cuestionesde fondo y trascendentales, en que losfrenos y contrapesos adquieren unaimportancia todavía mayor y, por lomismo, más polémica.

Pues bien, el Poder Judicial es elmás importante en las instituciones delsistema que se conoce como Estado deDerecho. Cuanto más independiente lamagistratura, incluso en lo económicoy operativo, más airosa saldrá de estadura prueba.

Por eso y de cara a la experienciahistórica de Chile, la cual prueba quees riesgoso conferir, a un órganopúblico, potestades amplias y discrecio-nales, sin controles efectivos, lamentoque haya sido reducida la procedenciadel recurso de protección de losderechos públicos subjetivos. Más sen-sible todavía es esa reducción cuandose sabe que fue efectuada mediante unautoacordado de la Corte Suprema,objetable en su constitucionalidad defondo, con sujeción a los artículos 1ºinciso 4º, 5º inciso 2º, 19º Nº 3º incisos5º y 61º del Código Político.

Cierro estas observaciones con unaevaluación general. Digo entonces quehay quienes anhelan alterar la fórmulapolítico-constitucional hoy presente enla Carta Fundamental buscando, en sulugar, implantar un mayor equilibrio depoderes, v. gr., a través del semipresi-dencialismo de raigambre especialmen-te francesa.26 Pero tampoco faltandeseos de ir más allá, alterando lafórmula socioeconómica , con el pro-pósito de volver, aunque sea en parte,a reintentar experiencias ya vividas,fracasadas, y que culminaron en elagotamiento de nuestra democraciaconstitucional en septiembre de 1973.

Pocos, en esa perspectiva, sepercatan de la trascendencia que para lademocracia constitucional, en su vertien-te humanista, tiene un Poder Judicialpleno y realmente independiente.

25 Revísese MEZQUITA DEL CACHO José L., Seguridad Jurídica y Sistema Cautela. Teoríade la Seguridad Jurídica (Barcelona, Ed. Bosch, 1989).

26 Cámara de Diputados. Comisión Especial de Régimen Político Chileno: Informe de la ComisiónEspecial de Estudio del Régimen Político Chileno, reproducido en XIV Revista de CienciaPolítica de la P. Universidad Católica de Chile Nº2 (1992) Pág. 148.

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PERSPECTIVAS

Por supuesto, el exceso de teoríaque puede adjudicarse a los miembrosdel primero de los grupos aludidos enel párrafo anterior no tiene la gravedadque singulariza al segundo de ellos.

Más aún, estimo que mientrasquienes desean instaurar una nuevafórmula político-institucional lo hacenpara consolidar la democracia constitu-cional, no es sensato suponer lo mismocon respecto a los que buscan reem-plazar la fórmula socioeconómica enChile.

Empero, siendo la Constitución unsistema de principios y preceptos y, porlo mismo, resultando lógica y política-mente inconcebible propugnar sólo lasustitución de la fórmula gubernativasin que, más temprano que tarde, sehaga lo mismo con la fórmula de lasubsidiariedad estatal, me pregunto ylos dejo con las inquietudes siguientes:¿Es posible estabilizar en Chile hoy laplenitud del régimen constitucional,incluyendo la revisión de las dosfórmulas mencionadas, sobre la basede introducirle, únicamente, los cam-

bios que sean consecuencia de unconsenso, amplio y profundo, de losórganos que ejercen el poder constitu-yente? ¿es concebible acaso tal con-senso?

Últimamente me he referido, coninsistencia, a mi temor en el sentidoque en nuestro país parece que, apesar de casi doscientos años detrayectoria republicana, aún no enten-demos bien qué es y cuánto cabeesperar de una constitución . Analizareste tópico es ajeno a la presenteconferencia. Pero aquí digo al menosque, ojalá, del debate y los acuerdosque comienzan a desarrollarse en elSenado, en punto a las dos mocionesde reforma constitucional presentadasa mediados de este año,27 surjan losconsensos anhelados. Anhelo que esosconsensos sean, a su vez, representa-tivos del propósito de estabilidad yprogreso que señalé. En definitiva,espero que ellos sean expresivos de unmejor concepto de lo que es elconstitucionalismo y su articulación ennuestro Código Político, es decir, delgobierno limitado por el respeto de ladignidad y los derechos de la personahumana.

27 Boletines del Senado Nº 2434-07 y 2526-07 de 2000. El texto de ambas mociones se hallareproducido, además, en el Diario de Sesiones del Senado correspondiente a la sesión 7ª de2000, Anexo de Documentos, Pág. 1265.

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La seguridad ciudadana es uno de los elementos fundamentales yprioritarios del desarrollo de toda sociedad y consecuentemente delEstado, cuya función primaria es la promoción del bien común y de laintegridad de todos y de cada uno de sus habitantes.

Ella constituye un objetivo sustantivo y permanente y, por lo tanto,una de las preocupaciones principales propias de todo país encrecimiento, especialmente en aquellas áreas geográficas de mayoresconcentraciones poblacionales y urbanas. La generación y mantenciónde un ambiente vital social seguro, debe realizarse a través de una políticade Estado que comprometa al conjunto de la sociedad nacional y queincentive la participación de todos los ciudadanos en la prevención deldelito, el auxilio a las víctimas y la eficaz y justa sanción a losdelincuentes, como también su efectiva rehabilitación.

Resulta difícil distinguir entre causas y efectos, dentro de la complejared de factores e interrelaciones que afectan la seguridad de las personas.Por ello, es muy importante desarrollar políticas comprensivas queintervengan simultáneamente en los diversos factores.

La experienca nacional e internacional indica que es necesarioenfatizar la prevención, como política y estategia permanentes, ya quedadas las condiciones multivariantes de la violencia, de la delincuenciay, en general, de la inseguridad, las posibilidades de acciones y medidaspreventivas pueden ser muchas, pero el grado de éxito que alcancendependerá en gran parte, de la eficiente coordinación de las mismas.

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PATRICIO TUDELA P. (Ph.D.)*

INTRODUCCIÓN

La seguridad es una perentorianecesidad humana que se guía por el

* Doctor en Antropología de la Universidad de Bonn, República Federal Alemana; Prof. de Pre-y Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Coordinador delPlan Integral de Seguridad Ciudadana, Ministerio del Interior. E-mail [email protected]

interés de sobrevivir. La necesidad deprotección y certeza son algunos de losprincipales resortes de la vida socialorganizada.

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Cada cierto tiempo, las cienciassociales se ven desafiadas a darrespuesta a problemas candentes. En ladécada de los noventa e inicios del sigloXXI, una de las materias que másdemanda un tratamiento urgente yamplio es la crisis de la seguridad o“época de la inseguridad”, tiempo en elcual cuestiones y situaciones tanpreocupantes y peligrosas como éstasse han transformado en parte de nuestro“sentido común social” o cotidianidad.

Sin embargo, hasta el momento, enmi opinión, somos testigos de unaaparente “complicidad involuntaria” queobedece a una falta de preocupaciónpor estas materias. Esto es relevante,porque el conocimiento social mide surentabilidad en la medida que pone adisposición de la propia sociedad de lacual surge, herramientas y conocimien-tos útiles para la solución de susproblemas más urgentes.

La seguridad, desde una perspec-tiva amplia, se relaciona con el conjuntode sistemas de protección de la viday los bienes de los ciudadanos ante losriesgos o amenazas provocadas pordiversos factores, tanto urbanos comopsicosociales. Así, se vincula a valoressociales como el respeto de la vida, laintegridad física y patrimonio de losotros, sus libertades económicas, polí-ticas y sociales. La seguridad, de estamanera, depende de condiciones jurí-dicas, sociales y culturales necesariaspara el adecuado y normal funciona-miento de la comunidad y la sociedaden su conjunto.

Abordar la seguridad desde estaóptica -una perspectiva integral- requie-re poner atención tanto en los factores

objetivos de riesgo frente a la violencia,la delincuencia y la vida urbana, comola dimensión subjetiva de la inseguridadciudadana, afectada muchas veces porconstrucciones y representaciones co-lectivas que confirman la naturalezasocial y cultural de la seguridad.

Los desafíos que enfrenta unapolítica intersectorial de seguridad ciuda-dana exigen poner el acento, entonces,en la generación de sistemas deinformación más acabados que permitancontar con diagnósticos focalizados yoportunos sobre una realidad localparticular y las variables asociadas.Además, requiere necesariamente elmejoramiento de la coordinación detodos los órganos del Estado, especial-mente aquellos que cumplen labores deprevención y control, entendiendo quese deben potenciar estrategias parafortalecer la relación entre las policías,los municipios y los propios vecinos. Porúltimo, hace urgente lograr una mayorfocalización en la detección de necesi-dades de seguridad y en la implemen-tación de los planes que las satisfagan,aspecto en el que también la participa-ción comunitaria resulta prioritaria.

En síntesis, la búsqueda de segu-ridad plantea la necesidad de imple-mentar modalidades y mecanismos quefortalezcan la seguridad de las perso-nas, independientemente de sus bienesy recursos, y de su grado de integra-ción social. En otras palabras, planteanla necesidad de una política públicatanto a la hora de diseñar e implemen-tar formas de participación y descen-tralización de las acciones.

La seguridad ciudadana, entendidacomo una política pública, significa que

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no es fruto exclusivo de la acción delEstado y de los servicios policiales,sino que implica una tarea en la cualtodos están llamados a colaborarresponsablemente. Alcanzar mayoresniveles de seguridad ciudadana estarea de todos. En Chile las políticaspúblicas relacionadas con la seguridadciudadana son una temática reciente.

RECONCEPTUACIÓN DE LASEGURIDAD

Toda sociedad tiene mecanismospropios para definir, producir y garan-tizar la seguridad. Como se señaló, setrata de una exigencia propia de lacondición humana que se hace másevidente cuando reconocemos que susatisfacción varía según la historia, lasociedad y la cultura. Todos estos sonsubstratos básicos para entender lasexpresiones sociopolíticas y las formasde convivencia social que seautoimponen los grupos humanos.

Esto es relevante, pues permiteafirmar que no existe una única forma,ni menos una sola manera válida degarantizar o alcanzar la seguridad. Lacultura, las historias sociales, losdiferentes ordenamientos jurídico-políti-cos son variables fundamentales queinfluyen en la valoración social ydeterminan los escenarios que hacenposible una estructuración u otra de losmecanismos institucionalizados paraeste efecto. En consecuencia, la res-puesta de la sociedad a esa demandaes variable y, por ello, sujeta ainnovación.

En segundo término -¡nuevamenteuna obviedad!- la seguridad puedeentenderse en dos sentidos, igualmente

importantes. Uno, como sinónimo decerteza y ausencia de duda; y el otro,como ausencia de temor, riesgo oamenaza. Según esto, la seguridad nose restringe al hombre como serbiológico (protección y subsistencia).Por el contrario, se extiende a todosaquellos planos de la naturaleza huma-na que resultan de su cohabitación yconvivencia con “otros” (certeza, con-fianza, paz o “no-violencia” y tranqui-lidad o “no-amenaza”, entre otros).Desde esta perspectiva, la seguridades un problema político, en cuanto dicerelación con un interés colectivo; ysocial, en cuanto implica un diseño desociedad, de convivencia, de orden yde legalidad.

De lo anterior se desprende unatercera afirmación: el objeto de laseguridad puede variar, esto es, lasacciones orientadas a dar protecciónpueden tener distintos destinatarios. Enalgunos casos, se le otorgará seguridado “protección” a las personas o a ungrupo de personas; a las institucioneso al conjunto de éstas; a un Estado oa un conjunto de éstos; a una nacióny a un territorio u otras entelequias oconvencionalismos necesarios paramantener la unidad de ésta.

Compartir esta afirmación ayudaráa estar de acuerdo en que -inicialmen-te- no es de suyo propio o intrínsecoa la seguridad un componente ético omoral. Por ello, atendida su naturaleza,la seguridad demanda entonces unaexigencia adicional, cual es: su valora-ción como “un medio para”, comorecurso; y no como “un fin en símismo”. La respuesta del hombre a esavaloración -según nos enseña nuestrahistoria personal y social- tiene que ver

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con el “sujeto”, con quien la ejerce yla busca, con quien la demanda y laotorga.

La seguridad, como todo objetivohumano y social, no se construyeaisladamente del resto del sistema encual éste se inserta. Es un componentede un sistema mayor -del sistemasocial o de la nación-, cualquiera seala perspectiva desde la cual observe-mos nuestro “sistema”. Es una parte deuna totalidad mayor, más amplia ymenos concreta. Por ello, podemosdefinirla como un fenómeno multicausaly multifacético. Esto es, no tiene unaúnica fuente de origen ni menos admiteuna única lectura por parte del sujeto.

Su naturaleza es polivalente. Enefecto, podemos hablar de “seguridad”,pero sería difícil un consenso sobre losénfasis, los valores asociados, o el“objeto beneficiado”, si no recurrimos alos adjetivos ya conocidos, como son:“humana”, “de los habitantes”, “perso-nal”, “nacional”, “pública”, “ciudadana”,“integral”, “jurídica”, “económica”, “urba-na”, “social”, “ecológica”, “interna”, “ex-terna”, “industrial”, “empresarial”, entreotros términos.

Estos adjetivos expresan el objetoy el sujeto de la seguridad, el locus,el focus y el modus de la seguridad.Así, la seguridad se centra en lapersona o en una entidad superior ymás abstracta (objeto); aborda unafaceta de la vida del hombre o diversosaspectos del individuo o el colectivo (el

locus y el focus); varía según la manerade alcanzarla y garantizarla (proactivao reactivamente; el modus); y, finalmen-te, quien o quienes la promueven obuscan (el sujeto).

PERSPECTIVAS SOBRE LASEGURIDAD

El tratamiento de la seguridad esuno de los más profundos en el debatepúblico, ya que en esa temáticaconfluyen una gama de factores eintereses de tipo social, político, insti-tucional y económico, así como laresponsabilidad de los actores políticos,desafiando desde ya la capacidad paraponerse de acuerdo, pues en la basede este desencuentro subyace lapermanente pugna entre el poder y losindividuos, el Estado y derechos de losciudadanos.1

Sólo la adopción de un enfoqueholístico y multicausal, que reconoce,por un lado, la intervención de diversasvariables, tanto estructurales comohistórico-políticas -que influyen o con-dicionan la forma cómo la sociedad yel Estado se organizan-; y, por el otro,que reconoce o asume las caracterís-ticas de nuestra sociedad -cuya confi-guración refleja una heterogeneidadproducto de una historia social ycultural no exenta de traumas yfrustraciones-, permite comprender yenfrentar los desafíos que impone laseguridad de las personas, la seguridadpública y la seguridad del Estado-Nación.

1. La superación de esta aparente confrontación obliga, necesariamente, a explicitar los fundamentosde una política de seguridad ciudadana en democracia. Un intento de respuesta a esta inquietudhemos formulado en: TUDELA Patricio “Prevención del delito y seguridad ciudadana....” ,1998, Págs. 87-111.

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Una visión más renovada, y acordecon los desarrollos políticos de lassociedades de fines del siglo XX,asume la seguridad humana, comoconcepto o doctrina que revela lamutación o transformación valórica queconsignamos desde hace un tiemposobre el enfoque de la seguridad.Desde la perspectiva del desarrollohumano, ella se asocia con cambios ycondiciones sociales, políticas, cultura-les y económicas. Brevemente expre-sado, este enfoque -formulado por elPrograma de las Naciones Unidas parael Desarrollo (PNUD)- pone la seguri-dad en directa relación con el desarrolloglobal de la sociedad.

En síntesis, la seguridad humanadestaca la relevancia de diversasdimensiones y niveles de la seguridad,en especial el carácter subjetivo vincu-lado a la calidad de vida, la dignidadhumana en términos de libertad, elacceso al mercado y las libertadessociales.2 De la misma forma, tiene quever con factores ligados a la crimina-lidad y la violencia, como también conel actuar de las instituciones delderecho y sus auxiliares. Desde estaperspectiva, la seguridad humana im-plica las nociones de “seguridad ciuda-dana”3 y de “seguridad jurídica”.

De ahí que el éxito de los esfuerzosencaminados a una mayor seguridadsea visto como variable dependiente de

la implementación de soluciones com-prensivas o integrales, abordando losdiversos aspectos o factores substan-tivos, y que plantean amenazas oriesgos de naturaleza compleja ydiversa.

Las tensiones sociales, los conflic-tos y las inequidades son factores queamenazan la seguridad de las perso-nas, tal como lo hacen desde hacedécadas diversas formas de explota-ción humana y fenómenos como ladelincuencia, el crimen organizado, laviolencia, el vandalismo o la drogadic-ción. La mayoría de estos problemasestán vinculados y ninguno de ellos esde solución simple. Por el contrario,cada uno demanda una visión ampliay holística, una acción desde diversosángulos y sobre diversos frentes,pormenorizada, reconociendo y focali-zando las respuestas al amparo de unenfoque integral y preventivo, como almismo tiempo innovador en cuanto asus actores.

Es así como del propio anhelo porseguridad se desprenden diversosámbitos interrelacionados y que tienenque ver con la calidad de vida y losproblemas surgidos de la vida modernaen una sociedad.

Hoy nadie discutiría que el espacio(locus) donde estos problemas sehacen evidentes es la ciudad. Los

2. ARRIAGADA y GODOY, “Seguridad ciudadana y violencia...” , CEPAL-ECLAC, 1999, Pág. 9.3. “La seguridad ciudadana dice relación con el conjunto de sistemas de protección de la vida

y de los bienes de las personas, frente a los riesgos que conlleva la vida en sociedad,especialmente la vida urbana. En un sentido amplio, tiene mucho que ver con el conjunto delas condiciones sociales, políticas, económicas, culturales, ecológicas e institucionales quegarantizan el adecuado y normal funcionamiento de la comunidad y convivencias ciudadanas”AFANADOR Miguel A., “Seguridad ciudadana en Colombia” , en: Persona y Sociedad. ILADES,Vol. 9, Nº 3, Santiago, 1995.

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grandes centros urbanos generan con-diciones propicias para la violenciaurbana y la inseguridad de sushabitantes.

La ciudad de hoy es un espaciourbano que conjuga diversas formas devida. Nuestras ciudades latinoamerica-nas son altamente heterogéneas, social,económica y culturalmente hablando. Enellas las relaciones tienden a ser cadavez más impersonales. El desarrollo, ladesigualdad y la pobreza, la marginali-dad, la estigmatización y segregaciónsocial, la individualidad y la falta desolidaridad encuentran variadas formas.Los centros urbanos tienen expresionesdiferentes, pero al mismo tiempo tienenalgo en común: desintegración, cesan-tía, drogadicción, violencia, delincuenciay vandalismo, entre otros riesgos ypeligros. La violencia y la inseguridad enlas grandes ciudades y a través de susdiferentes formas es la resultante de unamulticausalidad, donde intervienen fac-tores individuales y colectivos, socioló-gicos y culturales4 que influyen en laconducta de las personas.

La desigualdad en los ingresos; lapobreza de los hogares urbanos; lastasas de desempleo; el porcentaje dejóvenes urbanos que no estudian nitrabajan; el déficit educacional y la bajaescolaridad, entre otros, son factoresde riesgo asociados a la violencia einseguridad urbana.

Más allá de lo señalado, estarevisión sería incompleta si no abando-namos nuestra postura “desde afuera”y nos desplazamos “hacia adentro”;esto es, si no reconocemos la dimen-sión más relevante de la seguridad: lavisión del propio “actor social”.

En efecto, el PNUD reconoce enla seguridad dos sentidos: un sentidoobjetivo, que consiste en que “cadapersona disponga de mecanismos,redes o vínculos que le permitanaprovechar las oportunidades socia-les, manteniendo cursos de acciónestables, protegidas de las amenazassociales por la vía de la disposiciónde mecanismos reparadores de loscursos de acción súbitamente inte-rrumpidos; mientras que, por otraparte, en un sentido subjetivo, laseguridad humana se refiere a laevaluación que las personas hacenrespecto de su existencia y eficaciade los mecanismos de seguridad deque disponen y que sedimenta en unparticular estado psicológico” (temor,inseguridad, etc.).5

En efecto, la antropología, recono-ciendo lo aprendido por las ciencias delhombre, sobre la construcción de lapercepción humana, enseña que lasnociones de riesgo no se basanúnicamente en razones prácticas o enjuicios empíricos y objetivos. Sonnociones construidas culturalmente que

4. GARTNER Rosemary “Cross-cultural Aspects of Interpersonal Violence: A Review ofInternational Empirical Evidence” . Texto preparado para la Conferencia Internacional “Crimeny violencia: causas y políticas de prevención” . Bogotá, Colombia, Mayo de 2000. BancoMundial y Universidad de los Andes de Colombia. 43 Págs. Ver también COOPER Doris “Teoríadel continuo subcultural de la delincuencia” . Revista de Sociología Nº 4. Universidad deChile. Santiago, 1989.

5. PNUD, “Desarrollo Humano en Chile. Las paradojas de la modernización” , Santiago, 1998,Págs. 79 y 128.

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enfatizan algunos aspectos del peligroe ignoran otros.

Es en el mundo social, entonces,donde se construyen las nociones parapensar nuestro entorno. La percepciónde peligro y la forma en que la gentese explica las desgracias tiene uncomponente subjetivo, resultante de lapercepción social. En consecuencia, nopuede desconocerse un sesgo social ycultural, o filtro, a través del cualpercibimos los peligros. Existen, así,limitaciones socioambientales -cons-trucción social de la realidad- en laidentificación de los riesgos; lo queexplica que en determinadas circuns-tancias las personas sobrestimen algu-nas categorías de riesgo y subestimenotras. De ahí que la seguridad sea,también, una construcción imaginariade un medio social particular.

Esta perspectiva es muy útil, puesintroduce un elemento a la discusiónpocas veces considerado en su realdimensión: la “cultura del riesgo”; yayuda a comprender por qué ladefinición de riesgo, peligro o amenazaque emplea un sujeto, varíe según suposición social.6 De ahí que puedasostenerse que la seguridad es unacreación cultural y social.

Un ejemplo de lo que estamosseñalando es el caso de lasobreestimación de riesgos o peligrosde sucesos poco o menos frecuentes,como los robos y el hurto. En efecto,

según la estadística más reciente,presentada por el Ministerio del Interior,en el tercer trimestre de 2000, lasdenuncias por robo con violenciaconstituyen el 16,5%; el robo confuerza un 68,5%; mientras que el hurtoun 31,4%. En términos generales, lastasas de denuncias, aún cuando sóloreflejan una parte de la realidad, ya queno considera la “cifra negra”, indicanque es más probable ser víctima derobo con fuerza y hurto, que de robocon violencia. Algo similar ocurre, porejemplo, con el hurto y la violenciaintrafamiliar. No obstante, las preocupa-ciones o inquietudes van en otradirección.

Profundizando aún más en elaporte de las ciencias sociales, si bienla cultura y el entorno social codificanlos peligros, también debemos asumirque ambos hablan en favor o en contrade las soluciones de cuestiones yproblemas sociales. En efecto, laciencia social enseña que el “interfaz”entre el individuo y la sociedadacontece a través de las relaciones ylas representaciones colectivas, estoes, a través de las ideas, imágenes,concepciones y visiones del mundo quelos actores poseen sobre la realidad,las que están vinculadas a prácticassociales. Es decir, estas representacio-nes emergen de sus intereses especí-ficos y de su propia dinámica de la vidacotidiana, las que cumplen una funciónidentitaria, cognitiva, orientadora yjustificadora.7

6. DOUGLAS Mary, “La aceptabilidad del...” , 1996, Pág. 127. Ver también BESTARD Joan“Prólogo” , en la misma obra de Mary Douglas, Pág. 11.

7. ABRIC Jean-Claude “A abordagem estructural das representaçoes sociais” , en EstudosInterdesciplinares de Representaçao Social, SILVA PAREDES MOREIRA Antonia y DE OLIVEIRADenize Cristina (Edit.). A & B Editora, Goiania, Brasil, 1998, Págs. 27-46.

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La importancia de la dimensiónsubjetiva del fenómeno es tan cierta,real y trascendente, que muchosesfuerzos de las autoridades y unabuena política criminal -integral ypreventiva- pueden resultar “ineficaces”si no logran reducir la “inseguridad” ylas representaciones o imágenes dedesconfianza, ineficacia y corrupción delas instituciones del sistema de admi-nistración de justicia (alentando unsentimiento de desprotección y orfan-dad), resultantes de la propia experien-cia individual, terceros cercanos, me-dios de comunicación, actores políticos,u otros factores. En otras palabras, esperfectamente factible que losindicadores de criminalidad -estadísti-cas de denuncia, victimización, pobla-ción penal, calidad de los servicios ala comunidad, entre otros- sean ópti-mos; y, al mismo tiempo enfrentemosa la paradoja de que la gente, laciudadanía, simplemente “no crea” quela situación sea positiva, y por esosiente temor -o a la inversa-, llegandoa pensar que a las autoridades no lespreocupa el problema o no les interesa.¿Quién tiene la razón? La verdad esque ambos, dado que existe unapercepción diferenciada.

En consecuencia, resultaría incom-pleto -desde todo punto de vista-pretender “acotar” la seguridad a ladimensión puramente “objetiva” u “ex-terna” del problema social.

Sólo después de haber asumido elverdadero significado de lo que hemosseñalado, sobre la construcción culturaly social de realidades, entonces esposible comprender por qué la necesi-dad de “adjetivar” la seguridad y susdiversas conceptuaciones.

Parámetros culturales diferentes,coyunturas históricas, políticas, econó-micas y comunicacionales, entre otrasvariables también relevantes, ayudarána establecer para una determinadasociedad qué “eventos” constituyen“amenaza” o “riesgo”, así también quégrados de inseguridad o riesgo setoleran. De esta forma, la percepcióny aceptabilidad del riesgo en unasociedad son elementos unidos einseparables.

MODERNIZACIÓN, POLÍTICASPÚBLICAS Y EFICACIA DEL ESTADO

En la actualidad, el diseño eimplementación de políticas públicaspara la seguridad acontece en uncontexto de transformación y moderni-zación del Estado. Desde esta perspec-tiva, la construcción de un Estadomoderno implica reconocer y valorar elprincipio de un desarrollo armónico desus capacidades. El modelo actualpone énfasis en el mantenimiento de unclima apropiado para los negocios pormedio de la administración y controlmacroeconómico; pero, al mismo tiem-po, también pone énfasis en elperfeccionamiento de sus capacidadespolíticas (intermediación y resoluciónde conflictos) y su compromiso activoen la disminución de los déficitssociales. En ese sentido, el acrecenta-miento de esta función política esnecesario para aproximarse efectiva-mente al desarrollo integral a que seaspira.

Un componente fundamental deese giro radica en el fortalecimiento yperfeccionamiento de la capacidadgestora, reguladora y productora deservicios sociales y de apoyo, a fin de

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garantizar la estabilidad del crecimientoy la democracia (sustentabilidad socialal desarrollo o sustentabilidad social delmodelo político económico).8 Por ello,modernización del Estado es igual a laampliación y concreción de su compro-miso con la inversión social y eldesarrollo del capital humano.

La modernización del Estado tieneefectos sociopolíticos, pero, al mismotiempo, también requisitos de igualnaturaleza, fundamentales desde elpunto de vista de su gestión, como sonlas variables relacionadas con ladimensión territorial, las particularida-des locales, las instancias de gobierno,las posibilidades de participación en elproceso, la contundencia de las accio-nes de descentralización, así como lalegitimidad del proceso ante la ciuda-danía.

Modernización y desarrollo políticoson procesos relacionados que debenmarchar a la par y que tienen comodenominador común la participaciónciudadana, ya sea como medio paraelevar los niveles de desarrollo econó-mico y social o como un fin que buscael mejor aprovechamiento de lascapacidades individuales y colectivas.Por ello, es necesario potenciar a losactores políticos y a los actoressociales autónomos como únicos ga-rantes de un desarrollo y una democra-cia estables, a través del fortalecimien-

to de la participación. Este es unconcepto fundamental para una políticapública en seguridad ciudadana.

Desde esta perspectiva, la cadavez más evidente relación entre políti-cas públicas, participación y seguridadciudadana emerge del propio contextoy anhelo por alcanzar un estadomoderno, eficiente y eficaz en lasatisfacción de las necesidades ydemandas sociales.

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Tradicionalmente la gestión enmateria de seguridad ha radicadofundamentalmente en manos del Esta-do y sus órganos, como actoresexcluyentes y únicos. Sin embargo, losavances en la comprensión de lanaturaleza de los problemas queaquejan a la ciudadanía, así como enlas estrategias de solución, han termi-nado por sacar la seguridad de untratamiento reduccionista, poniéndolaen un plano y dimensión que involucraun tratamiento más colectivo.

El paradigma actual no descarta nipretende desconocer el rol y el deberdel Estado y sus autoridades en estamateria. No obstante, como se señaló,del interés de contar con un estadomoderno y eficiente se desprende lanoción de introducir y fortalecer el rolde la sociedad civil en propósitos de

8. La sustentabilidad social del desarrollo tiene una estrecha relación entre los logros de un procesosocial, económico, político o cultural y las demandas de la subjetividad de los actores, seanellos personas o grupos, comunidades o países. Cuanto más se aproximen estos términos(subjetividad y sistemas funcionales), más sustentabilidad o legitimidad social tendrá un modelopolítico-económico. ORTEGA Eugenio “Sociedad, política y mercado en un mundoglobalizado” ; en: Desafíos para Chile en el Siglo XXI. Reformas pendientes y desarrolloeconómico. Konrad Adenauer Stiftung y Universidad Alberto Hurtado, Santiago, 1999, Pág. 227.

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interés común y en tareas que anteseran exclusivamente atendidas pororganismos públicos especializados.Hoy, el Estado moderno trata de crearuna forma de organización einstitucionalidad adecuadas a la nece-sidad de la sociedad de abordar ymanejar problemas “comunes”, lo quepodemos calificar como una nuevaforma de entender la relación entreEstado y sociedad civil. Ejemplo de elloes el programa “Comuna Segura-Compromiso 100”, que impulsa laSubsecretaría del Interior.

En efecto, en la actualidad, tanto enotros países como en la sociedadchilena, se observan cambios en elmodo en que se entiende el rol y laparticipación de la ciudadanía. En estecontexto, ambas materias han comen-zado a ser vinculadas. Así, la expresiónseguridad y políticas públicas no debeser motivo de sorpresa. Lo que sípuede llamar a reflexión es que estoimplica una innovación en la estrategiay accionar del Estado en la construc-ción de la seguridad de las personas,por cuanto desde ese momento se harácomo implementación de “políticaspúblicas” ya no para la gente, sino conla gente.

Si bien la Constitución Política deChile garantiza el acceso a la partici-pación ciudadana, señalando que elEstado reconoce y ampara gruposintermedios autónomos para sus finesespecíficos y el deber de asegurar elderecho de las personas a participar enigualdad de oportunidades en la vida

nacional (Art. 1, Incisos 3 y 5 Basesde la Institucionalidad), en la práctica,su implementación requiere de unaingeniería social compleja y difícil.9

Por un lado, observamos el riesgopermanente de un discurso oportunistade la participación, que obedezca mása una coyuntura político-social y preten-da instrumentalizarla; mientras que, porel otro, están las complejidades queplantea la intervención en un ámbito odominio donde la subjetividad y lasvariables vinculadas a la cultura políticalocal juegan a favor y/o en contra. Enefecto, en este contexto la evaluacióncosto-beneficio juega un papel funda-mental. En ambos casos se trata defactores que, al menos, deben serconsiderados, no sólo por las limitacio-nes que imponen, sino también por elhecho que cualquier acción en favor dela participación será evaluada particu-larmente, así como desde la perspec-tiva de cuánto aumenta o no lacapacidad de las personas para con-trolar sus vidas, reduciendo el temor yganando en seguridad. El interés enparticipar depende de la eficiencia delos mecanismos y de sus resultados, esdecir, del grado en que se contribuyaa dar soluciones concretas a losproblemas que afectan a las personas,como ocurre con la seguridad. De nocumplirse esta condición, entonces,“participar” no es más que un discursode algunos.

Pero, tampoco puede desconocer-se que la promoción de la participaciónciudadana debe ser entendida como

9. Ver, por ejemplo, ARAYA Jorge “Experiencias de participación ciudadana en la prevenciónlocal del delito. Éxitos y dificultades” . Cuadernos del CED, Nº 30, Santiago, 1999, Págs.40-61.

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una acción estratégica que en sí aportaenormes dividendos para la democraciay sus instituciones. La construcción deuna red variada y masiva de organiza-ciones, especialmente en los sectoresmarginales y de escasos recursos,obedece al interés por resituar al“ciudadano común” como “interlocutor”,y no sólo como “destinatario”. A estose agregan otras dos razones importan-tes.

Por un lado, está el interés obúsqueda de un Estado moderno yeficiente, comprometido con el desarro-llo de las personas, y que adecúa lasofertas de políticas públicas a lasdemandas e intereses de los ciudada-nos (escrutinio público), para -por estavía- crear un mayor nivel de desarrolloy bienestar en ellos. Para ello, recono-ciendo que una mayor participaciónciudadana difícilmente se dará enforma autónoma y natural, es necesarioun rol activo del propio Estado en supromoción y en el fortalecimiento de lasociedad civil, tanto a través delreconocimiento de diversos canales departicipación no institucionalizados comoen la revalorización de las institucionestradicionales.

Por otra parte, desde una perspec-tiva económico-social, está la creencia

y confianza de que en la sociedadexiste un recurso (“capital social”) quepuede ser empleado en pos de uninterés colectivo, como ocurre con laseguridad y otras problemáticas igual-mente complejas. En efecto, diversosanálisis comienzan a señalar la relaciónentre violencia y “capital social”.10

En síntesis, la participación en elmarco de una política pública deseguridad ciudadana, supone involucrara la población en el problema social,asumiendo roles más protagónicos enla búsqueda de soluciones prácticas yefectivas. Implica promover la creaciónde redes, reconocer el “capital social”disponible, fortalecer las relaciones yvínculos de confianza entre pares ygrupos, y organizar la comunidad parala prevención y la denuncia de losdelitos; la construcción de un vínculoestrecho entre la policía y la comuni-dad, entre los organismos estatales yla sociedad.

La política de seguridad debe estarorientada y focalizada a situacionesconcretas en barrios y comunas. Elmejor contexto organizativo se hallaallí, puesto que la magnitud y lanaturaleza de la delincuencia y lainseguridad difieren significativamentede un sector de la ciudad a otro,

10. NARAYAN Deepa “Voices of the Poor : Poverty and social capital in Tanzania” , en:Environmentally Sustainible Studies and Monograph Series. Nº 20, 1997, Pág. 90; citado porLEDERMAN Daniel, LOAYZA N. y MENÉNDEZ A. M. “Violent Crime: Does Social CapitalMatter?” Manuscrito del 28 de julio de 1999, sin publicar. Pág 8.; PUTNAM Robert, MakingDemocracy Work: Civic traditions in modern Italy . Princeton University Press, Nj. 1993, Pág.167; citado por LEDERMAN Daniel, LOAYZA N. y MENÉNDEZ A. M. “Violent Crime: DoesSocial Capital Matter?” Manuscrito del 28 de julio de 1999, sin publicar. Pág 7.; MOSERMCIIWAINE Caroline y Cathy “Violence in Colombia and Guatemala: CommunityPerceptiones of Interrelationships with Social Capital” texto preparado para la ConferenciaInternacional “Crimen y violencia: causas y políticas de prevención” . Bogotá, Colombia,mayo de 2000. Banco Mundial y Universidad de los Andes de Colombia. 20 Págs.

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Revista Política y Estrategia

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explicando muchas veces el carácterlocal de algunos problemas.

No obstante, cabe advertir que lasamenazas a la seguridad de laspersonas surgen no sólo de situacionesligadas a la violencia y la delincuenciaen las grandes urbes, sino también aproblemas estructurales de mayor com-plejidad. Una política de seguridad queno considere el desempleo, la pobreza,el déficit en la educación y la falta deoportunidades y de vivienda, así comoespacios comunitarios, con los resul-tantes problemas de seguridad social,marginalidad, exclusión y estigmatiza-ción social, está condenada a tenersólo efectos limitados.

CONCLUSIONES

La necesidad de diseñar e imple-mentar políticas públicas para laseguridad ciudadana surge tanto des-de el Estado mismo (modernización),como de los desafíos que involucra laconstrucción de un clima de seguridady tranquilidad adecuado para el desa-rrollo de las personas y el normaldesenvolvimiento de las institucionesde la democracia, donde todos lossectores de la sociedad puedan cola-borar. La urgencia de una estrategiade esta naturaleza se debe al crecien-te aumento del sentimiento de vulne-rabilidad y temor, como también a lamayor exposición de la población amayores grados de violencia y crimi-nalidad.

La seguridad ciudadana es una delas prioridades del desarrollo, constitu-yéndose en un objetivo sustantivo ypermanente; es una preocupación pro-

pia de todo país en crecimiento y,especialmente de las grandes y media-nas concentraciones urbanas. La gene-ración y mantención de un ambientevital social seguro, debe hacerse através de una política de Estado, quecomprometa al conjunto de la sociedadnacional, incentivando la participaciónresponsable y solidaria de todos en laprevención del delito, el auxilio a lasvíctimas, la sanción a los delincuentesy su rehabilitación.

Dentro de la compleja red defactores e interrelaciones que afectanla seguridad de las personas, general-mente resulta difícil distinguir entrecausas y efectos de los mismos. Porello, es fundamental el desarrollo depolíticas comprensivas, interviniendosimultáneamente en los diversos facto-res. De igual forma, es esencialalcanzar un desarrollo social, humanoy económico para abordar exitosamenteel desafío de la seguridad, dado queella aparece asociada a factores comola pobreza, la falta de oportunidades,las desigualdades socioeconómicas, laanomia y la falta de confianza, entreotros.

Por ello, sin olvidar que todas lascausales y factores de riesgo deben serestudiados y considerados, la complejatemática de la seguridad, y susimplicaciones para la sociedad tieneque ser abordada al menos desde tresámbitos: el socioeconómico, el jurídico-político, y el cultural, cada uno de estosámbitos involucra problemas específi-cos, dada su naturaleza, y estrategiasde solución distintas pero complemen-tarias. Esto justifica, desde ya, unenfoque integral.

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SEGURIDAD Y POLÍTICAS PÚBLICAS

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La experiencia internacional ynacional indica que es necesarioenfatizar la prevención, como políticay estrategia permanente, dada laexistencia de una multivariabilidad decausas, lo cual dificulta el aislamien-to de factores concretos y definitivos.En un campo multivariante como elde la violencia, la delincuencia y lainseguridad, las posibilidades deacciones preventivas son muchas, elgrado de éxito que alcancen se daráen función de la coordinación de lasmismas.

La prevención debe hacerse enforma estructurada, dirigida y estable-ciendo diferentes niveles relacionadoscon la aparición del problema. El actopreventivo puntual y aislado no resuel-ve el problema.

Otra vía, complementaria a laanterior, es que la sociedad debemejorar la capacidad para manejar losproblemas a través del capital socialy participación a fin de recomponer lafragmentación social en las comuni-dades y fortalecer los lazos deconfianza.

La inseguridad, así como la violen-cia y la criminalidad, afectan muydirectamente a la comunidad, por loque es fundamental hacer de ésta una“comunidad organizada”, por ello debenimpulsarse modalidades de estrechacoordinación entre las fuerzas policialespor una parte, y las juntas de vecinos,autoridades comunales, organizacionesreligiosas, organizaciones juveniles ydiversos actores sociales, por la otra,con el propósito de desarrollar unacampaña educativa dirigida a la opinión

pública, focalizándose en grupos demayor riesgo, para ir paulatinamenteconformando hábitos que se traduzcanen una cultura de prevención.

La intención es otorgarle protago-nismo a los dirigentes sociales, de lasorganizaciones comunitarias y de losdistintos sectores sociales que aportanen la implementación de accionespreventivas, en conjunto a la labor queefectúan las instituciones que pormandato legal les corresponde respon-der ante las situaciones de inseguri-dad.

Abordar la seguridad desde estaóptica -una perspectiva integral- requie-re atender tanto los factores objetivosde riesgo frente a la violencia, ladelincuencia y la vida urbana, como ladimensión subjetiva de la inseguridadciudadana, afectada muchas veces porconstrucciones y representaciones co-lectivas, que confirman el caráctersocial y cultural de la seguridad.

Asimismo, exige una atenta miradatanto sobre la ineficacia del sistema deadministración de justicia, como sobrela precariedad de los mecanismos deayuda, apoyo y formación de unacultura “preventiva” frente a cada unade las formas de inseguridad urbana.La correcta y eficiente implementaciónde medidas administrativas, preventi-vas y de control, legislativas y judicialeses la única vía para que sectores másdesposeídos puedan acceder a estederecho. De no mediar un principio dedistribución equitativa de este bienpúblico, los avances en el perfecciona-miento de nuestras democracias seráninsuficientes.

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EL PROCESO DE RECONCILIACIÓN DE LA SOCIEDAD NACIONALDESPUÉS DE LA GUERRA CIVIL DE 1891

JOSÉ LUIS DÍAZ GALLARDO*

* Licenciado en Historia, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Magíster en Ciencias Militaresde la Academia de Guerra del Ejército, con mención en Política de Defensa, autor de numerosasinvestigaciones, actualmente se desempeña como asesor del Ministro de Defensa Nacional.

1 Estado Mayor General del Ejército, “Historia del Ejército de Chile”, Santiago 1982, Tomo VII.

En los debates contemporáneos sobre el tema de la reconciliación, escomún recurrir a ejemplos históricos para apoyar o refutar alguna tesis. Elcaso más socorrido suele ser el proceso acontecido con posterioridad a laGuerra Civil de 1891. De este modo, el proceso de reencuentro vivido enlos años posteriores al sangriento conflicto es descrito como el paradigmade una reconciliación rápida y profunda, producto de un exitoso diseño depolíticas de perdón y olvido.

Este trabajo se refiere a los hechos vinculados al enfrentamientoproducido a fines del siglo XIX, entre quienes se denominan tradicionalmentecomo las fuerzas congresistas (partidarias de la posición del Congreso) ylas balmacedistas (o partidarias del Presidente José Manuel Balmaceda).

Esta confrontación será especialmente sangrienta en los campos debatalla, en donde se enfrentaron en la práctica dos Ejércitos regulares; unoimprovisado (el congresista) y otro que correspondía al legítimo herederodel Ejército republicano (el balmacedista). Algunos cálculos indican que elcosto en vidas de las batallas de Concón y Placilla, sumando ambos bandos,es mucho más alto que el de las batallas de Chorrillos y Miraflores (ocurridasdurante la Guerra del Pacífico). Las pérdidas fueron superiores a los 2.599soldados. Por ejemplo, en el caso de Placilla (28 de agosto de 1891) elEjército congresista contabilizó 1.880 bajas, vale decir el 20% de las fuerzasparticipantes. En tanto que el Ejército presidencial sufrió la baja de casi el30% de las fuerzas empleadas.1

1. SOBRE EL CONCEPTO DERECONCILIACIÓN

Las reconciliaciones políticas se cons-truyen mediante acuerdos políticos, instru-

mentos jurídicos y medidas de diversoorden, incluso simbólicas, las que tienena su vez dimensiones psicosociales yéticas que responden a las particularida-des de los conflictos en cada país.

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VÍA CHILENA DE RECONCILIACIÓN POLÍTICA

VARIABLES DETALLES

Conflicto y crisis Lucha por poder. Disputas constitucionales, componentes fratricidasde las disputas. Represión, muertes, cárcel, torturas, exilio,exoneración de cargos públicos, allanamientos de casas y otros,censura y cierre de medios (prensa), confiscaciones.

Ruptura Golpe de Estado. Guerra Civil para “salvar la Patria”.

Condiciones Reconocimiento del conflicto. Marco político basado en supuestaconciliación previa (familia chilena). Verdad-vindicación, comisionesparlamentarias y presidenciales. Leyes de amnistías, retorno deexiliados. Medidas de reparación. Perdedores reingresan gobierno ysistema reincorporación cargos, otras reparaciones, actos simbólicos.

Resumen Reconocimiento del origen del conflicto. Marco político negociado,intento de verdad oficial, amnistía (olvido jurídico). Impunidad,medidas de reparación, reincorporación parcial de los vencidos.

Utopía Olvido “en la medida de lo posible”. Extinción de la memoria realo ficticia, versión común y oficial del pasado. Gobernabilidad, pazsocial.

2 LOVEMAN Brain, LIRA Elisabeth, “Las Suaves Cenizas del Olvido”, Vía chilena dereconciliación política 1814-1932 , LOM Ediciones DIBAM 1999; y también “Las ArdientesCenizas del Olvido: Vía Chilena de Reconciliación Política”, 1932-1994 , Santiago 2000 LOMEdiciones, Pág.12, nota Nº 1.

3 Ibídem, Pág. 307.

El llamado a la reconciliación seconstituye, pues, en un tema moral,religioso, teológico, jurídico, político ypragmático, a nivel personal y social. Lareconciliación es diferente dentro de unasociedad en comparación a la reconci-liación entre distintas sociedades, tribus,naciones y estados-nacionales, porejemplo el modelo de “parlamentos” ypactos celebrados entre los mapuchesy los colonizadores desde el siglo XVIhasta el siglo XX en Chile.

Históricamente, los indultos y lasamnistías se conceden a los vencidospor las autoridades imperantes, parapacificar los ánimos y obtener la “pazsocial”. A veces, los indultos y amnistías

son condiciones de las negociacionesde paz. Otras veces, los indultos,conmutación de penas y amnistías seconceden a presos comunes y políticos,con fines de reconciliación, especial-mente días festivos, tales como laNavidad o la Independencia Nacional,demostrando así la generosidad de laautoridad. Otro uso de los indultos y lasamnistías, menos común, es la“autoamnistía” conferida por la autoridadpara absolver de responsabilidad civil ycriminal a funcionarios de gobierno.2

A continuación se reproduce elCuadro de Loveman y Lira,3 el cualsintetiza sus análisis sobre el casonacional:

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4 HEISE G. Julio, “Historia de Chile. El período parlamentario 1861-1925” , Editorial AndrésBello, 1974, y, “El Período Parlamentario 1861-1925. Democracia y Gobierno representativoen el período parlamentario” , Editorial Universitaria, Instituto de Chile 1982, Tomo II. En generaleste período ha sido objeto de análisis desde una perspectiva jurídico-institucional, como esel caso de los trabajos detallados en la presente cita.

5 SUBERCASEAUX Bernardo, “Fin de Siglo, La Época de Balmaceda” , (Enfoque Clásico),Santiago 1988, Editorial Aconcagua.

6 RAMIREZ N. Hernán, “Balmaceda y la Contra-revolución de 1891” , Editorial Universitaria,Santiago, 1958, y, BLAKEMORE Harold, “Gobierno Chileno y Salitre Inglés, 1886-1896:Balmaceda y North” , (Enfoque crítico), Santiago, Editorial Andrés Bello.

7 VIAL CORREA Gonzalo, “Historia de Chile” , Editorial Santillana, Santiago, Volumen I, Tomo II.

2. CARACTERÍSTICAS POLÍTICASY SOCIALES DEL PERÍODO 4

En términos globales, la mayoríade los autores que han investigadolas “causas” de la guerra civil de1891 coinciden en afirmar que soncomplejas. Se deben incluir unamultiplicidad de conflictos: político-institucionales (control de las próxi-mas elecciones y la sucesión presi-dencial), económicos (diferencias so-bre la política del salitre y con gruposde inversionistas británicos), sociales(la disputa intra elite respecto al gastode los crecientes ingresos del salitre).También se trató de problemas pura-mente políticos: crisis de gabinete yexpansión de la administración públi-ca. Los conflictos de personalidad ylos de la “casta” tampoco estuvieronausentes.5

• Un Conflicto Político al Interiorde la Aristocracia 6

La crisis constitucional de 1890-1891, que derivó en consecuen-cias rupturistas, tendrá un escasocomponente social. Será, esen-cialmente, un conflicto sobre lanaturaleza del régimen político

que derivó en una guerra fratrici-da sangrienta, pero que nocomprometerá un proyecto histó-rico de transformación socialcomo los presenciados durante elsiglo XX.

En términos sociales, el desenla-ce de la guerra civil de 1891significará el triunfo total de laaristocracia de la época, enfoqueque es aceptado incluso por loshistoriadores contemporáneos másconservadores, como es el casode Gonzalo Vial.7

Luego de 1891, se acelerará elproceso de fusión de la viejaaristocracia de raíz agraria congrupos plutócratas que habíanlogrado fortuna en el comercio deexportación, en la banca, en laminería y en la industria. Elsistema parlamentario conformóun marco de negociación alinterior de la aristocracia queestimuló dicha fusión. La libertadelectoral y la ley de la ComunaAutónoma, traerán aparejada lapráctica indiscriminada del cohe-cho y un alto grado de corrupcióncívica.

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8 VIAL CORREA Gonzalo, “Historia de Chile. Triunfo y Decadencia de la Oligarquía. (1891-1920)” , Volumen II, Capítulo Nº 1, El Interregno, Págs. 28 a 80.

9 BALMACEDA VALDÉS Eduardo, “Del Presente y del Pasado. Una página más para la historiade la revolución de 1891” , Santiago 1941, Editorial Ercilla, Pág. 267.

10 Op.Cit. SUBERCASEAUX B., Pág. 62.11 Op. Cit. BALMACEDA E., Pág. 270.

3. CARACTERÍSTICAS DE LAVIOLENCIA Y LA REPRESIÓN

• La Represión a los Balmacedis-tas después de Placilla

La entrega del mando por partedel Presidente José Manuel Bal-maceda Fernández al generalManuel Baquedano González nosignificó un tránsito ordenado delpoder. En parte fue producto delas acciones de venganza delsector vencedor, pero también sedebió al vacío de poder dejado porlas autoridades balmacedistas, loque será aprovechado por turbasy delincuentes e incluso por robosefectuados por el ejército vencido,al quedar sin jefes responsables.8

Los peores excesos tendrán comoescenario las ciudades de Santia-go y Valparaíso, pero tambiénidénticas acciones ocurrieron enConcepción, Talca, Chillán, SanFelipe, Lautaro, Victoria, Trai-guén, entre otras ciudades.

La persecución durante los prime-ros días tuvo expresiones clarasentre la máxima dirigencia con-gresista como las emitidas porManuel J. Irarrázabal, que propo-nía la formación de un tribunalsemejante al Santo Oficio. Por suparte, El Ferrocarril, el periódicomás influyente en esa época,pedía la supresión para siemprede los derechos políticos de los

vencidos. El Ministro de Justicia,Isidoro Errázuriz, efectuaba ges-tiones para ordenar el inicio de unproceso a los partidarios delrégimen balmacedista.9

Aunque en la esfera de la política,el retorno a la convivencia seríarápido, como el caso de algunospersoneros que habían visto de-vastadas sus mansiones y, a lospocos años ocuparon cargos enel gobierno; en el plano de lasociabilidad la situación fue dife-rente. El recuerdo de los ultrajesse mantuvo fresco en la eliteilustrada por décadas, el rencorentre familias sería mucho máslargo que el rencor entre partidos.Estará presente en la concienciay en la memoria de los persegui-dos, en su vida cotidiana y en sucultura.10

El clima de encono contra elbando derrotado en los camposde batalla se expresó, incluso, enla interpretación que hizo laprensa partidaria del nuevo Go-bierno del suicidio del PresidenteBalmaceda, considerándolo como“un hecho vulgar y cobarde”,carente de “honor ni moralidad”.11

El relato sobre las acciones queprecedieron la sepultación del exPresidente también son expresio-nes de este clima de miedo.

El conjunto de factores menciona-dos más arriba se constituyó en

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12 Op. Cit. VIAL G., Capítulos 2 y 5.13 Op. Cit. LOVEMAN y LIRA, Introducción y Capítulo Nº 1.

el elemento importante de unfenómeno que tendría una tras-cendental incidencia en el desa-rrollo político de fines del siglo: elrenacer balmacedista.12

4. RESULTADOS DE LAS MEDIDASDE AMNISTÍA

• Camino a la Reconciliación

La reconciliación de los encarni-zados ex antagonistas armoniza-ba con la tradición político chile-na. En el curso del siglo XIX, losconflictos políticos que habíanderivado en enfrentamientos ar-mados, que causaron víctimasfatales y arbitrariedades propiasde un conflicto bélico, no habíansido escasos; pero todos habíansido resueltos en el curso de unpar de años.13 Las denominadas“guerras civiles” anteriores a la de1891, sin embargo, no tuvieron nila envergadura ni la importanciapolítica de ésta, pero tambiéndejaron a sectores políticos pro-fundamente heridos en sus per-sonas y patrimonios.

Las disposiciones que posibilita-ron los avances en el plano delreencuentro de los bandos endisputa fueron múltiples. Un aná-lisis somero indica que se trata deuna legislación progresiva, quefue abordando los ejes de conflic-tos en forma paulatina y estable-ciendo algunas prioridades. Tam-bién se puede señalar que eltiempo en que terminan lashostilidades bélicas y la imple-

mentación de las normas fuerelativamente breve.

• Las Medidas Legales y Políti-cas de Reconciliación

Respecto a las medidas reconcilia-torias, es necesario señalar que lasprimeras decisiones de las nuevasautoridades no serían dictadas conun claro espíritu de pacificación. Deeste modo, con fecha 4 deseptiembre de 1891 se dispuso quese abonara una pequeña indemni-zación y el pase libre a lossoldados desmovilizados. El 17 deseptiembre de 1891 se dictarondos decretos que no se compade-cían con el espíritu de reunificaciónnacional. El primero ordenaba eljuicio de los oficiales del antiguoEjército de Línea (o balmacedista)y el segundo establecía que seríanreconocidos como miembros delEjército y de la Armada únicamentequienes hubiesen servido bajo lasórdenes de la Junta de Gobiernoy a los que fuesen absueltos en eljuicio político que se avecinaba.Una comisión calificó los antece-dentes de los Jefes y Oficiales quedeberían ser respetados en susempleos. Fueron dados de alta“por no haber tenido responsabi-lidad en los actos del Gobierno”,los generales Manuel Baquedanoy Marco Aurelio Arriagada, comotambién el Contraalmirante Galva-rino Riveros.

“Muchos otros destacados jefesfueron perseguidos cruelmente ensus personas y bienes, tal es el

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14 Estado Mayor General del Ejército, “Historia del Ejército de Chile” , Tomo VII, Pág. 171.15 Op. cit., VIAL G., Volumen II, Pág. 86.

caso del general José VelásquezBórquez y otros”.14

Una revisión inicial de las normaslegales aplicadas para obtener elreencuentro nos señala en formaconcluyente que durante el go-bierno del almirante Jorge Montt(1892-1896) la autoridad presi-dencial se esforzó por superar lassecuelas del conflicto de 1891. Lamáxima autoridad de la Armadainsurrecta y posterior Presidentede la República habría estadosiempre por la reconciliación, porcerrar las heridas del 91, rechazólas violencias y venganzas de supropio bando vencedor, impulsan-do amnistías cada vez másamplias para el balmacedismo. Lapersonalidad de la máxima auto-ridad política de la posguerra civil

influyó en la forma de resolver elproblema.15

Asimismo, se puede señalar queel sucesor del Presidente Montt,Federico Errázuriz Echaurren, tam-bién estuvo animado de estemismo espíritu. En 1898 el Presi-dente Errázuriz, buscando liquidarlas secuelas de la guerra civil,ofreció una cartera en el nuevoMinisterio a José Balmaceda (her-mano del ex presidente), quien larechazó. No obstante, fue ocupa-da por el yerno del ex presidente,Emilio Bello Codesido, figura des-tacada del balmacedismo.

A continuación enumeramos lasprincipales disposiciones que per-mitieron el proceso de acerca-miento:

LEYES DE AMNISTÍA VINCULADAS A LA GUERRA CIVIL DE 1891

FECHA CARÁCTER DESCRIPCIÓN

Diciembre de 1891 Amnistía parcial. Primera norma favorece a per-sonal subalterno.

Febrero de 1893 Amnistía ampliada. Los beneficios anteriores seamplían a Oficiales Superiores.

Agosto de 1893 Vindicación de las víctimas Se amplió aún más el sector dede “Lo Cañas”. beneficiados, pero se excep-

tuaron los involucrados en loshechos de “Lo Cañas”.

Agosto de 1893 Amnistía ampliada. Favorece a ambos bandoshasta el 28 de agosto.

Diciembre de 1895 Pensiones a empleados públicos. Favorece a funcionarios con-gresistas expulsados de suspuestos.

Julio de 1926 Reparaciones monetarias a Favorece la jubilación deexonerados. personal balmacedista que te-

nía dificultades para acogersea retiro.

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5. CONCLUSIONES

Desde los tiempos de la reconquis-ta española (1814-1817), la reconcilia-ción nacional ha sido un tema históricoen nuestro país. Después de cadaruptura se ha debatido cuál política esla más adecuada: la que privilegia ¿elolvido por sobre la verdad? ¿el perdónsobre el castigo? y ¿la impunidad sobrela justicia? En fin, qué mecanismos sonlos más adecuados para el deseadoreencuentro.

La presente investigación indagósobre los factores, variables o elemen-tos que posibilitaron el proceso dereencuentro de los bandos que sehabían enfrentado en la guerra civil de1891. Más que respuestas taxativas loque hemos encontrado han sido parti-cularidades del período histórico enestudio. En la época, los conflictosentre bandos políticos tenían unaresolución que contemplaba las carac-terísticas de los sectores socialesenfrentados. En el caso en estudio,existían tensiones entre los gruposdominantes, pero no contradiccionesinsalvables. El contexto general que sevivía también favoreció un proceso dereencuentro: las diferencias entre losbandos en lucha no eran de tiporeligioso o ideológicas.

La rápida incorporación de lospolíticos balmacedistas al ordenamien-to creado por los vencedores, dacuenta que el conflicto fue oficialmentesuperado en cosa de una década. Elhecho que durante la propia adminis-tración del sector vencedor se incorpo-raran, después de algunos años, perso-najes que habían estado en el otrobando, es la mejor demostración que la

elite política superó la división genera-da por la guerra civil.

Sin embargo, para algunas institu-ciones especialmente involucradas enel conflicto, como el Ejército, les costómás incorporarse al proceso de “recon-ciliación”; el homenaje a los generalesBarbosa y Alzérreca, que sabemosfueron muertos en combate en labatalla de Placilla, demoró 31 añospara concretarse. Se debe subrayarque el “Ejército” que hizo este home-naje era el heredero de las fuerzasorganizadas por el bando congresistatriunfante.

Otro factor, o variable importante,es el constituido por la valoración quelas autoridades políticas victoriosas danal tema de la reconciliación. Se hablede pacificación, reencuentro o reconci-liación, la implementación de unapolítica especialmente diseñada paraavanzar en la superación de losproblemas heredados por una sociedadfracturada por un conflicto interno,parece fundamental para el éxito deeste proceso.

De algún modo, la relativa rapidezen que el tema de la reconciliación essuperado después de la guerra civil de1891, parece tener relación con unatemprana sensibilidad de las autorida-des políticas de la época por el tema:en particular del Presidente Jorge Montty el Presidente Federico ErrázurizEchaurren.

En su origen, el renacer político delsector derrotado (el denominado rena-cer balmacedista) parece tener comocatalizador los agravios sufridos enmanos de las fuerzas congresistas y el

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descontrol subsiguiente. Sin embargo,con posterioridad, esta reivindicaciónpasa a segundo plano, ya que lalegislación en su favor actúa como unaespecie de bálsamo. Paradójicamente,con el pasar de los años, la homoge-neidad de vencedores y vencidosdesaparece respecto a uno de lospuntos esgrimidos como causa delconflicto: el carácter parlamentario opresidencialista del sistema políticochileno.

Finalmente, se privilegió ¿el olvidopor sobre la verdad? Es difícil respon-der esta pregunta; pero se puede

señalar que las medidas legales adop-tadas por los gobiernos posteriores ala guerra civil tendieron a cubrir con unmanto de olvido los sucesos quehabían dividido a la sociedad chilena dela época. Se trató de medidas quefavorecieron a unos y otros. Cada vezhubo más preocupación especial porpaliar los daños y perjuicios sufridospor los balmacedistas. Sin embargo, lavindicación de las víctimas fue unproceso desigual: como ya se señaló,el Ejército fue uno de los actores quemás tardíamente se reconcilió con elpasado (después de tres décadas deocurridos los hechos)

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LA PERSISTENTE VIGENCIA DEL ENFOQUE REALISTA EN EL ESTUDIODE LA SEGURIDAD NACIONAL, EN LAS RELACIONES

INTERNACIONALES DE LA POSGUERRA FRÍA

LUIS V. PÉREZ GIL*

Dentro del enfoque realista del estudio de las relacionesinternacionales, corresponde al Estado el papel de proporcionarseguridad a una sociedad, y esto es y será así mientras el Estadosea el actor fundamental de las relaciones internacionales.

El Estado surgió como un sistema de control y ejercicio delmonopolio del uso legítimo de la fuerza tanto en el interior como haciael exterior de las fronteras .

De hecho, no existe en la actualidad otra entidad más adecuadapara cumplir esa función. El concepto de seguridad nacional estáformulado con gran claridad, en el marco del realismo político, enel pensamiento de Lippman, entre otros, quien expresa: “una naciónestá segura cuando no tiene que sacrificar sus legítimos interesesnacionales para evitar la guerra y cuando es capaz, si fuera necesario,de mantenerlos a través de la guerra”.

Siendo ese un concepto central en la teoría de las relacionesinternacionales, no hay consenso acerca de su definición, ya que suimportancia no es sólo teórica sino práctica, como justificación ylegitimación de políticas nacionales específicas.

Los elementos esenciales que permiten situar la noción deseguridad en sus términos precisos son: la determinación de laamenaza, la definición de los bienes y valores por proteger y el margende cobertura que se desea conseguir.

La noción de seguridad nacional no permite un análisis sencillo,ya que esta materia se ha prestado para todo tipo de manipulacionespolíticas, especialmente en la historia reciente.

* Doctor en Derecho por la Universidad de La Laguna (España). Investigador visitante en elInstituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (1998) y en el Instituto deEstudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile (1999).

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INTRODUCCIÓN

Desde la conformación de unsistema europeo de Estados y, princi-palmente en el siglo XX, como conse-cuencia de la agudización de losconflictos internacionales, la seguridadnacional se convirtió en referenteprimario de la política exterior de losEstados o, en otros términos, en ladeterminación de sus actitudes ante losasuntos internacionales. Con todo, elestudio teórico de la seguridad nacionalno es exclusivo del presente siglo.Maquiavelo y Hobbes ya la pensaroncomo la ausencia de amenazas exte-riores a la existencia de la comunidadpolítica primaria, en este período elEstado. Básicamente, se referían a loscomponentes esenciales de la seguri-dad nacional: la defensa del territorioy la soberanía.1

Entendemos por soberanía el con-junto de competencias inherente a lacondición de Estado que posibilita quepueda decidir por sí solo cómo enfrentarlos asuntos internos y externos. ElEstado posee competencias internas yexternas; por las primeras hace laordenación de conductas en su territorioy sobre sus nacionales; por las segun-das actúa hacia el exterior con plenacapacidad de obrar, si la tiene. Habla-

mos, en suma, del poder del Estado.Esto es así porque el conjunto de losEstados forman un sistema predominan-temente individualista y estructuralmentesustentado por el principio de coordina-ción, que tiende al equilibrio y a lavigilancia mutua, como se reconoció enel Tratado de Westfalia (1648), y ha sidoconfirmado posteriormente en el Tratadode la Santa Alianza (1815), la Paz deVersalles (1919) y los Acuerdos de Yalta(1945).2 Pese a esta realidad, los quesustentan las tesis del transnacionalismoseñalan la continua erosión del conceptowestfaliano que, suponen, está ocurrien-do en la actualidad.

En paralelo, y consecuentementecon la historia, ninguna autoridad legalo legítima parece que pueda estarrevestida de poder para controlar elcomportamiento de los Estados sobera-nos. Una consecuencia de todo esto esque cada uno debe velar por su propiaseguridad, protección y supervivencia.La autotutela significa, entonces, quecada Estado adopta por sí mismo lasmedidas que considera oportunas oadecuadas para proveer su propiadefensa. Desde este punto de vista, laseguridad de un Estado lleva aparejadala inseguridad de los otros y lanecesidad del poder militar es unaconsecuencia, irrebatible, de la situación

1 MAQUIAVELO: El Príncipe . Sarpe. Madrid, 1983, esp. Págs. 141-143; HOBBES: Leviatán ola materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil (2 Vols.). Sarpe. Madrid,1983, vol. 1, esp. Págs. 136-138 y 175-180.

2 Sobre esta cuestión, las obras generales de los autores más calificados del realismo políticootorgan una visión completa: ARON: Paz y guerra entre las naciones (2 Vols.). Alianza Editorial.Madrid, 1985 (Trad. de Paix et guerre entre les nations . Calmann-Lévy. París, 1984; 1ª Ed.,París, 1962); BULL: The anarchical society. A study of order in world politics . MacMillan.Londres, 1977; MORGENTHAU: La lucha por el poder y por la paz . Editorial Sudamericana.Buenos Aires, 1963 (Trad. de Politics among Nations. The Struggle for Power and Peace .A. Knopf. Nueva York, 1960; 1ª Ed., 1948); WALTZ: Teoría de la política internacional . GrupoEditor Latinoamericano. Buenos Aires, 1988 (Trad. de Theory of International Relations .Addison-Wesley Publishing. Massachusetts, 1979).

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de anarquía internacional y de ladesigualdad entre los Estados.3 Ciertoque, como reconocen Russett y Starr,“la anarquía y el dilema de la seguridadhan sido atemperados por los principiosde la organización internacional”, parti-cularmente en el siglo XX.4

Parece incontrovertible, pues, quecorresponde al Estado el papel deproporcionar seguridad a una sociedady mientras esta singular comunidadpolítica continúe como actor fundamen-tal de las relaciones internacionalesesto será así.5 Al fin y al cabo, el Estadosurgió como un sistema de control yejercicio del monopolio del uso legítimode la fuerza hacia el interior de lasfronteras, pero también como medio dehacer frente, de forma centralizada ycohesionada, a las agresiones exterio-res, con lo que aumentó el podereconómico y militar del conjunto. Portanto, los Estados deben procurarseguridad a la población, a la Nación,porque no existe en la actualidadentidad más adecuada para hacerlo. Espreciso aclarar que empleamos eltérmino “Nación” conscientes de lacomplejidad política y teórica quearrastra, en el sentido de que evoca al

Estado nacional surgido a principios dela Edad Moderna, ya que constituyeuno de los elementos esenciales delmismo junto con el territorio y el podersoberano.

No obstante, el concepto de segu-ridad nacional adquirió su dimensiónteórica y política actual en el inicio dela Guerra Fría, específicamente en elmarco del realismo político. En estecontexto, Lippmann expresó que “unaNación está segura cuando no tieneque sacrificar sus legítimos interesesnacionales para evitar la guerra ycuando es capaz, si fuera necesario, demantenerlos a través de la guerra”.6

Pero aun cuando se trata de unconcepto central en la teoría de lasrelaciones internacionales, es un térmi-no de manejo difícil porque no hay, nide lejos, consenso acerca de sudefinición. Claro que su importancia noes sólo teórica, sino también práctica,es decir, como justificación y legitima-ción de políticas nacionales concretas.De este modo, como veremos acontinuación, fue en esta etapa de laGuerra Fría cuando el concepto sedesarrolló en toda su amplitud, llegando

3 BOTH: “Security in anarchy: Utopian realism in theory and practice” , International Affairsnúm. 3, 1991, Págs. 527-545

4 World Politics. The Menu for Choice . Freeman and Co. (5ª ed., 1ª ed., 1981). Nueva York,1996, Pág. 61. En todo caso, WALTZ afirma que “los elementos jerárquicos de las estructurasinternacionales limitan y restringen el ejercicio de la soberanía, pero sólo de maneras fuertementecondicionadas por la anarquía del sistema mayor. La anarquía de ese orden afecta fuertementela probabilidad de cooperación, la profundidad de los acuerdos de desarme y la jurisdicciónde las Organizaciones internacionales.” (Teoría de la política internacional, op. cit., Págs. 170-171). GLASER señala, más recientemente, que el realismo puede implicar, después de todo,la cooperación más bien que el conflicto y la desconfianza (“Realist as Optimist: Cooperationas Self-Help”, International Security, Núm. 3, 1994-95, Págs. 50-90).

5 En este sentido, MORGENTHAU: “Otro “gran debate”: El interés nacional de los EstadosUnidos” , en HOFFMANN: Teorías contemporáneas sobre las relaciones internacionales. Tecnos(1ª ed., 1963, reimp.). Madrid, 1979 (Trad. de Contemporary Theory in International Relations .Prentice-Hall. Englewood Cliffs (N.J.), 1960), Págs. 107-113, en concreto Pág. 108.

6 U.S. Foreign Policy: Shield of the Republic. Little Brown. Boston, 1943, Pág. 5.

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a dominar, en el caso de las superpo-tencias, sus opciones de política exte-rior.7 El final de este período otorgó unrenovado impulso a su estudio, situan-do el concepto de seguridad nacionalcomo un elemento central de análisispara los teóricos de las relacionesinternacionales, aunque no con resul-tados positivos, si es que alguna vezse intuyó que los tuviere.

Problemas teóricos asociados a ladefinición de la seguridad nacional

La conceptualización de la seguri-dad nacional no resulta tarea sencillapues la noción misma de “seguridad”plantea bastantes dificultades. La acep-ción común del término es la cualidadde estar “libre y exento de todo peligro,

daño o riesgo”.8 La seguridad constitu-ye una necesidad derivada de laexistencia real o potencial de unaamenaza o riesgo procedente de unagente que se opone o pretendeoponerse a otro y, por tanto, ostentauna consideración anterior a cualquierotra necesidad vital, es decir, disfrutade un carácter primario en función dela cobertura que supone para eldesarrollo posterior del resto de activi-dades del sujeto en cuestión.9

Así, la noción de seguridad haestado siempre vigente en la naturaleza,tanto en el plano biológico como en elsocial, pues desde que el hombre seirguió sobre la tierra, ha distinguido surelación con sus semejantes como deconflicto,10 y la misma constitución de

7 En los Estados Unidos, la National Security Act de 1947 creó el Consejo de Seguridad Nacionalpara asesorar al Presidente en la coordinación de las políticas interior, exterior y de defensa,otorgando al Presidente el control de todos los aspectos de la seguridad nacional. Al mismotiempo, se impulsó la investigación en esta materia en Universidades, Instituciones privadasy Organismos oficiales (en la terminología anglosajona, “think tanks”). Vid. al respecto, JORDAN,TAYLOR y KORB: American National Security. Policy and Process . John Hopkins UniversityPress (3ª ed.). Baltimore, 1989, Págs. 89-94; REVENGA SÁNCHEZ: El imperio de la política.Seguridad nacional y secreto de Estado en el sistema constitucional norteamericano . Ed.Ariel. Barcelona, 1995, Esp. Págs. 56-62. Sobre estos organismos de estudios estratégicos,vid. BARDAJÍ: “El papel de los think tanks y su influencia”, conferencia pronunciada el 20 deenero de 1998 en el seminario Los estudios de seguridad y defensa en España. INCIPE(transcripción de las ponencias). Madrid, 1998, Págs. 7-20; y “Los think-tanks y lademocratización de la defensa”, Revista Española de Defensa Núm. 144, 2000, Págs. 56-59.

8 Diccionario de la Lengua Española . Real Academia Española (21ª ed.). Madrid, 1992.9 Como dijo HOBBES: “la causa final, fin o designio de los hombres (que naturalmente aman

la libertad y el dominio sobre los demás) al introducir esta restricción en sí mismos (en laque los vemos vivir formando Estados) es el cuidado de su propia conservación y, por añadidura,el logro de una vida más armónica.” (Leviatán o la materia, forma y poder de una repúblicaeclesiástica y civil, op. cit., Vol. 1, Pág. 175).

10 Según ARON, el conflicto en el sentido más general, surge cada vez que los individuos, grupossociales o unidades codician unas propiedades o buscan metas incompatibles (Paz y guerraentre las naciones, op. cit.). Para BARBÉ, “el conflicto es una situación en la que los actorestienen intereses incompatibles que les llevan a oponerse, bien sea por la posesión de bienesescasos o por la realización de valores incompatibles, llegando incluso al uso de la fuerzapara alcanzar sus objetivos.” (Relaciones internacionales . Tecnos. Madrid, 1995, Pág. 208).NICHOLSON dice que el conflicto es un aspecto general de la actividad humana y “existecuando dos personas desean llevar a cabo acciones que son mutuamente incompatibles»(Análisis del conflicto . Instituto de Estudios Políticos. Madrid, 1974 (Trad. de Conflict Analysis .English, Universities Press. Londres, 1970), Pág. 15).

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comunidades humanas en grado superiora la familia se ha caracterizado por unabúsqueda permanente de la seguridad.Hay una mutua y recíproca relación entresociedad y seguridad de manera tal que,sin una sociedad resuelta y decidida apermanecer y prosperar libremente, esimpensable su seguridad y, sin unaseguridad eficaz, es inviable la existenciao la continuidad de la Nación.

En un escalón superior podemosconsiderar que la seguridad ostenta unvalor gradual y comparativo en relacióna agentes y amenazas, grados ycapacidades que puede adoptar laagresión, valores a proteger y grado devulnerabilidad que se acepta o seimpone por el contexto político interna-cional.

De esta manera, la seguridad serevela como un compromiso entre elgrado de invulnerabilidad que sepretende obtener y el riesgo que seestá dispuesto a aceptar. En estesentido, expresa Zaldívar que “crearseguridad es reducir amenazas. Elalcance de una amenaza es igual alproducto de la probabilidad de sufriruna agresión, por los daños previsiblesen caso de que la agresión seproduzca. Así pues, se pueden reducirlas amenazas, es decir, crear seguri-dad, mediante todo tipo de medidastendentes a disminuir la probabilidad deuna agresión y/o el alcance de losdaños en caso de que la agresión seproduzca”.11 Podemos concretar loselementos esenciales que permiten

situar la noción de seguridad en sustérminos precisos: la determinación dela amenaza, la definición de los bienesy valores a proteger y el margen decobertura que se desea conseguir.

Establecidos estos elementos esposible formular el grado de seguridadque la comunidad pretende alcanzar y,paralelamente, el riesgo que asume.Esta formulación es de naturalezapolítica pero, por su vigencia en eltiempo, es preciso que responda a unamplio consenso nacional al constituiruna auténtica política de Estado. Enparticular, la disponibilidad tanto derecursos materiales como de intangiblesconstituye uno de los elementos deter-minantes en la formulación de laseguridad, de suerte que el margen decobertura es siempre relativo y seencuentra en relación con las amena-zas y los recursos disponibles,12 apartede la voluntad de sustentar eseesfuerzo de forma continuada.

Todas estas consideraciones seoponen, por tanto, a una concepciónabsoluta de la seguridad y obligan aconcebirla en una dimensión relativa,que permita comparar el nivel deseguridad de una situación en relacióncon otra en función de un conjunto devariables internas e internacionales,con la persistencia de un cierto margende incertidumbre en la planificación delas políticas correspondientes.

La reflexión desarrollada acerca dela noción abstracta de seguridad puede

11 “Política española de paz y seguridad”, Cuadernos y Debates Núm. 4, 1987, Págs. 11-71, enconcreto Pág. 15.

12 La relación de los recursos tangibles e intangibles en la cuantificación del poderío de los Estados,en NYE: Bound to lead. The changing nature of American Power . Basic Books. Nueva York,1990.

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ser aplicada a cualquier sistema sinmás que ampliar la gradación de loselementos que la fijan y, de estamanera su significado en el debatepolítico y en la investigación académicadepende del adjetivo que lo modifique.13

Así, en relaciones internacionales po-demos hablar de “seguridad nacional”,“seguridad internacional”, “seguridadcolectiva”, “seguridad común” e, inclu-so, “seguridad compartida”.14 En parti-cular, la noción de seguridad nacionalno permite un análisis sencillo, como hapuesto de manifiesto la generalidad delos autores, pues la materia, en símisma, se ha prestado a todo tipo demanipulaciones políticas, especialmen-te en la historia reciente. Veremos acontinuación en qué grado esto es así.

El concepto de seguridad nacionalen el período de la Guerra Fría

Desde el final de la SegundaGuerra Mundial, los debates académi-

co y político sobre la seguridadnacional han tenido como referenteprincipal los supuestos, percepcionese intereses de los funcionarios yacadémicos americanos, siempre des-de un planteamiento realista de lasrelaciones internacionales. Así, elenfrentamiento con la Unión Soviéticallevó a que la seguridad de losEstados Unidos se conceptualizaradesde aquellas posiciones teóricas.15

Morgenthau señaló que la seguridadnacional “debe ser definida como laintegridad del territorio nacional y susinstituciones”.16 Fue Laswell quien, enun marasmo de aportaciones deescaso valor teórico del período,avanzó un poco más al definirla como“la ausencia de coacción procedentedel exterior”; y continuaba: “la finalidadbásica es la prevención de la guerraa través de medios legítimos yequitativos, y la disposición de fuerzaspara vencer en aquellas guerras queno pueden evitarse”.17 Por su parte,

13 Así, ROCKWELL y MOSS: “La reconceptualización de la seguridad: un comentario sobrela investigación” , En busca de la seguridad perdida (Aguayo y Bagley comp.). Siglo XXIEditores. México, 1990, Págs. 43-68, en concreto Pág. 43.

14 En particular, BUZAN: People, States and Fear. An Agenda for International Security Studiesin the post-Cold War Era. University of North Carolina Press. Chapel Hill, 1983 (citaremos porla 2ª ed., Lynne Rienner Publishers. Boulder (Col.), 1991). El término seguridad común fueintroducido por Bahr en el Informe “Seguridad común. Programa para la supervivencia”, conocidocomo Informe Palme (PALME COMMISSION: Common Security. A blueprint for survival. Witha prologue by Cyrus Vance. Simon and Schuster. Nueva York, 1982), aunque no ha sidoacompañado por un análisis teórico de las implicaciones del concepto. Sobre la noción deseguridad global, vid. ARENAL: “El nuevo escenario mundial y la teoría de las relacionesinternacionales”, Hacia un nuevo orden internacional y europeo. Homenaje al profesor ManuelDiez de Velasco. Tecnos. Madrid, 1993, Págs. 79-99, en concreto Págs. 87-88; también nuestrostrabajos “Hacia un nuevo sistema de seguridad global”, Anales de la Facultad de Derecho dela Universidad de La Laguna Núm. 14, 1997, Págs. 219-240; y “Un nuevo esquema de seguridadglobal para el siglo XXI”, Diplomacia Núm. 77, 1998, Págs. 61-66.

15 Sobre el inicio de la Guerra Fría, vid. KISSINGER: Diplomacia . Ediciones B-Grupo Zeta.Barcelona, 1996 (Trad. de Diplomacy, 1994), en especial Págs. 449-502; THOMAS: Paz armada.Los comienzos de la guerra fría (1945-1946). Ed. Grijalbo. Barcelona, 1988 (Trad. de ArmedTruce. Hamish Hamilton. Londres, 1986).

16 La lucha por el poder y por la paz, op. cit., Pág. 743.17 National Security and Individual Freedom . Da Capo Press. Nueva York, 1950, Págs. 51-52.

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Wolfers expuso que “la seguridad, en unsentido objetivo cuida la ausencia deamenazas a los valores adquiridos, enun sentido negativo, la ausencia detemor sobre el ataque a dichos valo-res”.18 Cierto que estas definiciones noresuelven el problema central de laseguridad, es decir, concretar cómo sedefinen las amenazas que proceden delexterior.

Pero resulta claro que la defensadel territorio, el mantenimiento de unafuerza militar poderosa y la protecciónde los ciudadanos constituían loscomponentes esenciales de la seguri-dad nacional. Es decir, una Nación estásegura cuando su gobierno tienesuficiente poder y capacidad militarpara impedir el ataque de otros a susintereses vitales y, en caso de agresión,defenderlos por las armas. De estemodo, el concepto tradicional de segu-ridad se elaboró en torno a problemasde defensa militar y de seguridadinterna.

En este contexto, Herz introdujo laidea del denominado “dilema de laseguridad”, tema recurrente entre losteóricos, en especial de la escuelarealista.19 Resumida por Buzan, cons-tituye “una noción estructural en la cuallos intentos de ayudarse a sí mismosde los propios Estados en la búsquedade sus necesidades, tienden automáti-

camente (sin tomar en cuenta si esintencional) a despertar la inseguridadpara otros en la medida en que cadauno interpreta sus propias medidascomo defensivas y las medidas de losotros como amenazadoras”.20 ParaWaltz, tal dilema describe “la situaciónen la que los Estados inseguros de lasintenciones de los otros, se arman ennombre de la seguridad y, al hacerlo,ponen en marcha un círculo vicioso.(...) Sean cuales fueran las armas y elnúmero de Estados de un sistema, losEstados tienen que vivir con su dilemade seguridad, que no está producidopor su voluntad, sino por la situaciónen que se hallan”.21

Pese a las críticas recibidas setrata de una teoría coherente y limitadade la seguridad nacional, acaso laúnica merecedora de tal calificaciónhasta el momento. No hay que olvidarel impacto de las armas nucleares,recién inventadas, en el pensamientopolítico-estratégico del período. Porprimera vez en la historia de laHumanidad era posible para unacomunidad destruir completamente aladversario en el sentido más literal dela expresión, en términos gráficos:arrasarlo de la faz de la Tierra. Laextensión en la posesión de dichasarmas supuso el establecimiento de unsentimiento de inseguridad permanenteen las elites dirigentes de las dos

18 “National security as an ambiguous symbol” , en Discord and Collaboration. Essays onInternational Politics. John Hopkins University Press. Baltimore, 1962 (publicado por primeravez en 1952), Págs. 147-165, en concreto Pág. 150.

19 “Idealist internationalism and the security dilemma”, World Politics Núm. 2, 1950, Págs. 157-180.20 People, States and Fear . An Agenda for International! Security Studies in the post-Cold War

Era. Lynne Rienner Publishers. Boulder (Col.), 1991, Pág. 4.21 Teoría de la política internacional, op. cit., Pág. 273.

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superpotencias.22 De hecho, como seña-ló también Walts, “en la política de granpoder nunca está en duda quién correpeligro a causa de quién”.23 Por tanto, suinfluencia en la definición de la seguridadnacional ha sido incomparable.24

Posteriormente, en los años seten-ta, en la etapa de la detente, el

concepto fue objeto de estudio pordiversos autores que pretendieronreformularlo, ampliando su definiciónpara incluir aspectos económicos ysociales, aunque las connotacionesestrictamente político-estratégicas ymilitares no permitieron un resultadoadecuado a las pretensiones iniciales.25

Con el comienzo de la denominada

22 ART y JARVIS señalan que “dado que la seguridad es la base de la existencia, y prerrequisitopara el logro de otras metas, los estadistas deben ser muy sensibles a las acciones de otros.Por lo tanto, el dilema de la seguridad implica que los estadistas no pueden arriesgarse ano reaccionar ante las acciones de seguridad de otros Estados, pero cuando lo hacen puedencrear circunstancias que les dejen peor de lo que estaban (...) Debido a estos efectos deldilema de la seguridad, los esfuerzos de los estadistas de proteger a sus nacionales puedenprovocar tensiones graves y hasta guerra, aun cuando todas las partes deseen sinceramentela paz.” (“The meaning of anarchy”, International Politics: Anarchy, Force, Political Economyand Decision Making. Little Brown. Boston, 1985, Pág. 3, la cursiva en el original). Comoreconoció ROSECRANCE, “tiende a haber una correlación entre la inestabilidad internacionaly la inseguridad de las elites internas” (Action and reaction in World Politics. International systemsin perspectives. Little Brown. Boston, 1963, Pág. 304).

23 Teoría de la política internacional, op. cit., Pág. 250.24 Como escribió OSGOOD, “en el “gran debate” de los primeros años de la posguerra sobre

el papel del poder y de los ideales, el mensaje de Morgenthau fue chocante para losformuladores y los justificadores de la política exterior norteamericana. Más adelante, cuandola guerra fría alcanzó su cima, el énfasis puesto por su mensaje en los imperativos de laseguridad y del equilibrio del poder se convirtió en parte de la ortodoxia, dejando de provocarcontroversias.” (cit. en BARBÉ: “Estudio preliminar”, en MORGENTHAU: Escritos sobre políticainternacional. Tecnos. Madrid, 1990, Págs. XIX-LV, en concreto Pág. XLVI). Vid. al respecto,BRODIE: Strategy in the Missile Age. Princeton University Press. Princeton, 1959; Guerra ypolítica. Fondo de Cultura Económica. México, 1978 (Trad. de War and Politics. MacMillan Press.Nueva York, 1973), Págs. 362-415; BUNDY: Danger and Survival: Choices about the Bombin the First Fifty years. Vintage. Nueva York, 1988; GLASER: Analysing Strategic Nuclear Policy.Princeton University Press. Princeton, 1990; KAHN: On Escalation: Metaphors and Scenarios.F. Praeger Publishers. Nueva York, 1965; KEMP, PFALTZGRAFF y RA´ANAN: The Superpowersin a Multinuclear World. D.C. Heath. Lexington (Mass.), 1974; KISSINGER: Armas nuclearesy política internacional. Madrid, 1962 (Trad. de Nuclear Weapons and Foreign Policy. Harper.Nueva York, 1957); WOHLSTETTER: “The delicate Balance of Terror”, Foreign Affairs Núm.2, 1959, Págs. 211-234. La exposición de las teorías de la disuasión nuclear de estos autores,en DOUGHERTY y PFALTZGRAFF: Teorías en pugna en las relaciones internacionales. GrupoEditor Latinoamericano. Buenos Aires, 1993 (Trad. de Contending Theories of InternationalRelations: A comprehensive Survey. Harper Collins Publishers. Nueva York, 1990), Págs. 399-442. La perspectiva soviética en CATUDAL: Soviet Nuclear Strategy from Stalin to Gorbachev:a Revolution in Soviet Military and Political Thinking. Mansell. Londres, 1988.

25 En particular, desde el enfoque de la Investigación para la Paz, GALTUNG: Peace: Research,education, action. Essays in peace research. Christian Ejlers Forlag. Copenhague, 1975, vol.I; BOULDING: Stable peace. University of Texas Press. Austin, 1978. BUZAN señala que “hubonegligencia en el estudio de la seguridad por el gran trasfondo metodológico de fin de los50 hasta mediados de los 70. El conductismo con sus intereses científicos, libres de valoresy cuantitativos, era por definición no apto para el universo de los conceptos disputados porsu esencia.” (People, States and Fear. An Agenda for International Security Studies in the post-Cold War Era, op. cit., Págs. 3-12, cita en Pág. 10).

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segunda etapa de la Guerra Fría, enlos años ochenta, el término retomó sudimensión y relevancia política anterio-res.26 En palabras de THORUP, seprodujo un “regreso a la definicióntradicional de la seguridad nacional”.27

En este momento se abrió unimportante debate académico y político,particularmente en los Estados Unidos,que postulaba la necesidad de incorpo-rar aspectos económicos, sociales y dederechos humanos a la definición de laseguridad.28 Incluso algunos autoresindicaron la inadecuación del análisistradicional y alegaron la convenienciade fijar nuevos niveles en la investiga-ción, atendiendo a la seguridad indivi-

dual, la seguridad económica, la segu-ridad regional y la seguridad internacio-nal.29 Pero se puede hablar de unarevitalización del enfoque realista aremolque de la contendiente posiciónadoptada por el presidente Reagan enlas relaciones internacionales.30

La seguridad nacional en la pos-guerra fría, ergo el triunfo del enfoquede la potencia hegemónica

La desaparición del imperio sovié-tico y, más tarde, de la misma UniónSoviética, produjo el hundimiento deuna de las dos grandes potencias delsistema bipolar y, paralelamente, de laideología que la sostenía.31 Esta nueva

26 Así, TUCKER: “The purposes of America power” , Foreign Affairs Núm. 2, 1980-1981, Págs.241-274.

27 THORUP: “La formulación de la agenda de la seguridad nacional para la década de los noventa:el dilema de la redefinición”, En busca de la seguridad perdida (Aguayo y Bagley comp.).Siglo XXI Editores. México, 1990, Págs. 97-103, en concreto Pág. 97.

28 ROCKWELL y MOSS: “La reconceptualización de la seguridad: un comentario sobre lainvestigación”, op. cit., Págs. 53-54. En torno a este debate, BRITTAIN: “A very painful worldadjustment”, Foreign Affairs Núm. 3, 1983, Págs. 541-568; BROWN: “Economic Policy andNational Security”, ORBIS Núm. 3, 1982, Págs. 381-390; Thinking about national security:defense and foreign policy in a dangerous world. Westview Press. Boulder (Col.), 1983, enespecial Págs. 1-9; BUZAN: People, States and Fear. An Agenda for International SecurityStudies in the! post-Cold War Era, op. cit.; “Economic structure and international security”,International Organization Núm. 4, 1984, Págs. 597-624; CARTEN: “Gunboat economics”,Foreign Affairs Núm. 3, 1985, Págs. 538-559; LAKE: “American trade strategy in the pre-hegemonic era”, International Organization Núm. 1, 1988, Págs. 33-58; MASTANDUNO: “Tradeas a strategic weapon: American and alliance export control policy in the early postwar”,International Organization Núm. 1, 1988, Págs. 121-150; ULLMAN: “Redefining security”,International Security Núm. 1, 1983, Págs. 162-177.

29 En particular, BUZAN: People, States and Fear. An Agenda for International Security Studiesin the post-Cold War Era, op. cit., esp. págs. 35-56, 186-269 y 328-362.

30 Esta concepción en JORDAN, TAYLOR y KORB: American National Security. Policy andProcess . John Hopkins University Press (3ª ed.). Baltimore, 1989.

31 ARBATOV, Consejero del presidente Gorbachov y Director del Instituto Soviético de AsuntosAmericanos, anunció, de forma premonitoria, en 1988: “Estamos a punto de hacerles algohorrible. Vamos a dejarles sin enemigo (sic).” (Time , 23 de mayo de 1988). Sobre el impactode la desaparición de la Unión Soviética, vid. DUNLOP: “Russia confronting a loss of Empire,1987-1991”, Political Science Quaterley Núm. 4, 1993-94, Págs. 603-634; GARTHOFF: TheGreat Transition: American-Soviet Relations and the End of the Cold War . The BrookingsInstitute. Washington, 1994; MANDELBAUM: “Coup de Grace: The End of the Soviet Union”,Foreign Affairs Núm. 1, 1992, Págs. 164-183.

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situación internacional propició un reno-vado debate académico en los EstadosUnidos y una lucha entre diferentesgrupos ideológicos por mantener elcontrol de la definición de la seguridadnacional. Sin embargo, a nuestro juicio,esta etapa de posguerra fría contemplael triunfo de una orientación que hagenerado un excepcional consensosobre una variedad de temas queparecen conformar las amenazas a laseguridad nacional,32 que postula poruna definición amplia del concepto y,

por tanto, supone abarcar asuntoseconómicos, acceso a los mercados,control de las materias primas, terroris-mo, narcotráfico, democratización, de-rechos humanos, migración ilegal, medioambiente.33 Pero, claro está, desde laperspectiva de la potencia hegemónicadel sistema internacional: EstadosUnidos.

Este pensamiento quedó reflejado,en una renovación de la “doctrina deldestino manifiesto”,34 en el documento

32 Desde una perspectiva crítica, HOFFMANN: Jano y Minerva. Ensayos sobre la guerra y lapaz. Grupo Editor Latinoamericano. Buenos Aires, 1991 (Trad. de Janus and Minerva: essaysin the theory and practice of international politics. Westview Press. Boulder (Col.), 1987), págs.303-313. No obstante, BRZEZINSKI señala que “una vez finalizada la Guerra Fría, la energíade los Estados Unidos, como único poder global no dio lugar a grandes manifestaciones desatisfacción pública que más bien reforzó las preferencias por una definición más limitada delas responsabilidades estadounidenses en el exterior.” (El gran tablero mundial. La supremacíaestadounidense y sus imperativos geoestratégicos . Ed. Paidós. Barcelona, 1998 (Trad. deThe Grand Cheessboard. American Primacy and its Geostrategic Imperatives . BasicBooks,1997, Pág. 34.

33 En este debate, ARIAS: “La seguridad humana: nuestra responsabilidad común”, Desarme núm.3, 1996, Págs. 6-15; CROWE y ROMBERG: “Rethinking security in the Pacific”, Foreign AffairsNúm. 2, 1991, Págs. 123-140; ECKES: “Trading American Interests”, Foreign Affairs Núm. 4,1992, Págs. 135-154; HUNTINGTON: “Why international primacy matters”, International SecurityNúm. 4, 1993, Págs. 68-83; LEBERSTADT: “Population change and National Security”, ForeignAffairs Núm. 3, 1991, Págs. 115-131; LEVY: “Is the environment a national security issue?”,International Security Núm. 2, 1995, Págs. 35-62; MATHEWS: “Redefining security”, ForeignAffairs Núm. 2, 1989, Págs. 162-177; MORAN: “International Economics and National Security”,Foreign Affairs Núm. 5, 1990, Págs. 74-90; ROMM: Defining National Security. The NonmilitaryAspects. Council of Foreign Relations Press. Nueva York, 1993; SORENSEN: “RethinkingNational Security”, Foreign Affairs Núm. 3, 1990, Págs. 1-18; TALBOTT: “Democracy and nationalinterest”, Foreign Affairs Núm. 6, 1996, Págs. 47-68; THOMAS, C.: The environment in theinternational relations. Royal Institute of International Affairs. Londres, 1992, en especial Págs.115-151; TONELSON: “Superpower without a Sword”, Foreign Affairs Núm. 3, 1993, Págs. 166-181; WIENER: “Security, stability and international migration”, International Security Núm. 3, 1992/1993, Págs. 91-126.

34 La evolución de esta doctrina política, en MERK: Manifest Destiny and Mission in AmericanHistory . A. Knopf. Nueva York, 1963; recientemente, PALOMARES LERMA: Política y Gobiernoen los Estados Unidos (1945-1999) . Historia y doctrina de un espíritu político. Tirant lo Blanch.Valencia, 1999. STOESSINGER, al tratar de la ideología como recurso de poder de los Estadosy como justificación de las políticas exteriores, señala que las democracias pueden tener metaso ideales, pero no ideología, recurso propio de los Estados totalitarios. Este planteamiento carecede sentido cuando, de hecho, la “doctrina del destino manifiesto” no es sino una formulaciónde la ideología del excepcionalismo americano, reafirmada en la etapa presente de las relacionesinternacionales por los logros sin parangón de la Nación americana en el sistema internacional(“The anatomy of the nation-state and the nature of power”, Perspectives on World Politics(Little y Smith eds.). Longman (2ª ed.). Londres, 1991, Págs. 23-35, en concreto Págs. 32-33.

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A National Security Strategy of theUnited States del presidente Bush(agosto de 1991): “Tenemos al alcancede nuestra mano una extraordinariaposibilidad que pocas generacioneshan disfrutado: edificar un nuevosistema internacional conforme connuestros propios valores e ideales”.35

Esta confianza en el excepcionalismoamericano fue refrendada por el presi-dente Clinton en la A National SecurityStrategy of the United States de 1993al expresar: “Vivimos en un paísresplandeciente en libertad, donde lagente de todas las religiones, razas,credos y colores pueden esperar viviren paz y armonía; donde los éxitos ylos logros son determinados por lainiciativa individual y la imaginación;donde hay una creencia ilimitada en ladignidad y en el potencial humano;donde siempre existe la esperanza deun mañana mejor. Debemos continuarcompartiendo nuestras esperanzas ynuestros sueños con el mundo”.36 Enparticular, en el discurso sobre el“Estado de la Unión” (enero de 1994)se extendió en consideraciones acercade la renovación de determinadosaspectos del planteamiento de laseguridad nacional:37

“Nos enfrentamos hoy a un mundode cambios tan profundos y rápidos

que someten a prueba a todas lasNaciones. Nuestra herencia americanasiempre ha servido para situarnos a lacabeza de dichos cambios, utilizándo-los para ampliar nuestras propiasoportunidades y nuestro liderazgoexterior (...) No podemos eludir nues-tra obligación de renovar tal liderazgo(...) Mientras algunos arguyen que, conel final de la guerra fría, deberíamosdar la espalda al resto del mundo, haymucha gente a lo largo y ancho delmundo temerosa de que les abando-nemos a su suerte (...) En últimoextremo, nuestra mejor estrategia parasalvaguardar nuestra seguridad y cons-truir una paz duradera es apoyar elavance de la democracia en todo elmundo”.

Este programa adquirió carta denaturaleza en la A National SecurityStrategy for a New Century, cuyospostulados esenciales de hegemoníaamericana han sido incorporados enuna definición increíblemente ampliadade la seguridad nacional, que trata deenfrentar un conjunto de amenazas asus intereses esenciales “y, por tanto,a nuestra seguridad”. Tales amenazasquedan agrupadas en tres categorías:estatales, transnacionales y, en unapartado distinto, con armas de des-trucción masiva. Así se extiende:38

35 The White House. Washington, 1991, Pág. v.36 The White House. Washington, 1993, Pág. 21.37 Texto en New York Times, 26 de enero de 1994 (la cursiva es nuestra).38 The White House. Washington, 1997, cita en pág. 10. CARTER y PERRY, en la línea del

planeamiento oficial de la seguridad nacional, han clasificado los riesgos en tres grupos. Los“Riesgos A” representan aquellas amenazas que se sitúan en la misma escala que la querepresentaba la Unión Soviética a lo largo de la Guerra Fría; los “Riesgos B”, las amenazasinminentes para los intereses occidentales; y los “Riesgos C”, las contingencias importantesque puedan afectar a la seguridad occidental, si bien no amenazan “directamente” a estosintereses (Preventive Defense: A new security strategy for America. The Brookings Institution.Washington, 1999).

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“Amenazas regionales o estatales:un número de Estados todavía conser-va las capacidades y el deseo deamenazar nuestros intereses vitales, através de la coerción o de la agresiónexterna. En muchos casos, estosEstados se encuentran desarrollandoactivamente nuevas capacidades ofen-sivas, incluidos los esfuerzos porobtener armamentos nucleares, biológi-cos o químicos. En estos casos,Naciones inestables, conflictos internoso Estados frustrados podrían amenazarcon la desestabilización de regiones enlas que mantenemos intereses vitales.

Amenazas transnacionales: algu-nas amenazas trascienden las fronterasnacionales. Estas amenazas transna-cionales, tales como el terrorismo, eltrafico ilegal de drogas, el comercioilícito de armas, el crimen internacionalorganizado, las migraciones y refugia-dos incontrolados y los dañosmedioambientales, amenazan los inte-reses americanos y a sus ciudadanos,tanto directa como indirectamente. Notodas ellas son amenazas nuevas, perolos avances tecnológicos han provoca-do, en muchos casos, su potenciación.

Amenazas con armas de destruc-ción masiva: los armamentos de des-trucción masiva plantean la mayoramenaza a la seguridad global. Debe-mos continuar con la reducción de laamenaza planteada por la existencia dearsenales de tales armas, así comotrabajar para impedir la proliferación detecnologías avanzadas que puedancolocar tales capacidades destructivasen manos de elementos hostiles a los

Estados Unidos y a sus intereses deseguridad global. El peligro provocadopor la existencia de Estados fuera dela ley, opuestos a los esfuerzos deseguridad global y regional, y otrosactores transnacionales como terroris-tas u organizaciones del crimen orga-nizado, potenciales usuarios de armasnucleares, químicas o biológicas contragobiernos y pueblos desprotegidos”.

El Documento continúa afirmandoque ningún Estado puede hacer frentea tales amenazas por sí solo, por tanto,un elemento central de la estrategiaamericana radica en el fortalecimientode las relaciones de seguridad conpotencias “claves” alrededor del mundo“para combatir estas amenazas a losintereses comunes”, buscando una“cooperación reforzada con nuestrosamigos y aliados para enfrentar estasamenazas”. Cierto que, paralelamente,expresa que “para mantener la segu-ridad de la Nación, los Estados Unidoscontinuarán su aproximación integradapara enfrentar las numerosas amena-zas a nuestros intereses y preservar almás alto nivel los instrumentos denuestra política exterior. Debemosmantener unas fuerzas militares supe-riores. Igualmente, debemos retener unsólido Cuerpo Diplomático y un progra-ma de asistencia exterior suficientepara mantener el liderazgo america-no”.39

Por tanto, dos premisas configuranla estrategia para los años venideros:que sólo los Estados Unidos soncapaces de proteger la paz y laestabilidad internacionales, y que una

39 Ibídem (el énfasis es nuestro).

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potencia militar adecuada y visiblepodrá disuadir el surgimiento de nuevosenemigos en el futuro. En otraspalabras, nada nuevo bajo el sol.40

Como no podía ser de otra manera,esta concepción ha sido incorporada alnuevo Concepto Estratégico de laAlianza Atlántica, aprobado por losJefes de Estado y de gobierno de losEstados miembros que participaron enla reunión del Consejo del AtlánticoNorte, celebrada en Washington losdías 23 y 24 abril de 1999. El ConceptoEstratégico expresa (párr. 20):41

“La seguridad de la Alianza conti-núa expuesta a gran variedad deriesgos militares y no militares queson multidireccionales y, con fre-cuencia, difíciles de predecir. Estos

riesgos comprenden la incertidum-bre y la inestabilidad en la regióneuroatlántica y sus alrededores y laposibilidad de que en la periferia dela Alianza surjan crisis regionalessusceptibles de evolucionar rápida-mente. Algunos países del áreaeuroatlántica y sus alrededores seenfrentan a graves dificultadeseconómicas, sociales y políticas.Las rivalidades étnicas y religiosas,disputas territoriales, la inadecua-ción o el fracaso de los esfuerzosde reforma, las violaciones de losderechos humanos y la disolucióndel Estado pueden producirinestabilidades locales e inclusoregionales. Las tensiones resultan-tes pueden desembocar en crisisque afecten a la estabilidadeuroatlántica, dar lugar al sufrimien-

40 De hecho, los Estados Unidos continúan consagrando una proporción elevada de la rentanacional a su Organización militar (3,4% del PIB anual), mayor que la de cualquier otro Estadoimportante y, en términos absolutos, más que la suma de las cantidades invertidas por todaslas grandes potencias juntas (Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Japón, China e India.Vid. los datos en The Military Balance 1999-2000. The International Institute for Strategic Studies/Oxford University Press. Londres, 1999. Con todo, el congresista SKELTON afirmaba,recientemente, que “hoy en día, luego de la victoria occidental en la Guerra Fría, hemos dadoinicio a un proceso igualmente equivocado de debilitamiento militar. (...) Si continúan lascondiciones actualmente imperantes se desgastarán nuestras capacidades militares hasta talpunto que, ausente nuestra presencia militar en las regiones claves del globo terráqueo, nopodremos contrarrestar importantes amenazas a la paz, lo cual les incitará a otros adversariosa desafiarnos en diferentes lugares de importancia estratégica.” (“La función constitucional delCongreso: Lecciones sobre la falta de preparación”, Military Review Núm. 4, 1998, Págs. 2-21, cita en Págs. 4 y 9). Como indicamos en otro lugar, parece que algunos no se han enteradodel final de la Guerra Fría, a menos que se considere que ésta no concluirá hasta el derribodefinitivo del orden internacional en el que se desarrolló, singularmente los Acuerdos de Yaltay la Conferencia de San Francisco. La analogía con la crisis del sistema europeo de los añostreinta es más que aparente.

41 Texto completo en Revista de la OTAN Núm. 2, 1999, Págs. D7-D13. Los panegíricos enAXWORTHY: “La nueva vocación de seguridad de la OTAN”, Revista de la OTAN Núm. 4,1999, Págs. 8-11; CARACUEL RAYA: “La Cumbre de la OTAN de 1999: Retos y desafíos”,Estudios Internacionales de la Complutense Vol. 1, 1999, Págs. 67-87; CRAGG: “Un nuevoConcepto Estratégico para una nueva era”, Revista de la OTAN Núm. 2, 1999, Págs. 19-22;aps Solana: “La OTAN y el futuro de la seguridad europea”, Política Exterior Núm. 72, 1999,Págs. 61-79. La visión crítica de tal programa, que compartimos plenamente, en REMIROBROTONS: “Universalismo, multilateralismo, regionalismo y unilateralismo en el nuevo ordeninternacional”, Revista Española de Derecho Internacional Núm. 1, 1999, Págs. 11-57, enespecial Págs. 44-56.

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to humano y provocar conflictosarmados”.

Y continúa: “la seguridad de laAlianza debe contemplar el contextoglobal. Los intereses de seguridad dela Alianza pueden verse afectados porotros riesgos de naturaleza más amplia,incluidos los actos de terrorismo,sabotaje y delincuencia organizada, ypor la interrupción del flujo de recursosvitales. Los grandes movimientosincontrolados de población, particular-mente como consecuencia de losconflictos armados, pueden plantearproblemas de seguridad y estabilidadque afecten también a la Alianza” (párr.24). Pero ante este escenario caóticola Alianza y sus Estados miembrosproveen el máximo de cooperación enla búsqueda de la supuesta seguridadcomún pues, como ha señalado NYErecientemente, la identidad de riesgosa la seguridad nacional de los EstadosUnidos y a los intereses estratégicos dela Alianza es más que sospechosa.42

Paradójicamente, esta definiciónamplia de la seguridad conlleva mayo-res amenazas para la seguridad de losEstados y, por tanto, para la estabilidadinternacional. De suerte que se convier-te en basamento intelectual e instru-mento político para lograr objetivosajenos a la propia seguridad nacional,sirviendo a los intereses de la potenciahegemónica del sistema global.43 Enparticular porque esta concepción su-pone el intento de derogación denormas fundamentales que configuranel ordenamiento jurídico internacional:la igualdad jurídica entre los Estados,el respeto mutuo a la soberanía eindependencia, el derecho de cadasociedad a otorgarse el sistema políticoque tenga por conveniente, la noinjerencia en los asuntos internos, laprohibición del recurso a la amenaza oal uso de la fuerza en las relacionesinternacionales y su correlato de reso-lución de las controversias por mediospacíficos o el derecho de los pueblosde disponer de sus propios recursos.44

42 “Una redefinición de la misión de la OTAN en la era de la información”, Revista de la OTANNúm. 4, 1999, Págs. 12-15.

43 Como no podía ser de otra manera, en el último Informe del Secretario General de las NacionesUnidas sobre las actividades de la Organización se recoge un planteamiento idéntico: “lasnecesidades que ha debido atender las Naciones Unidas evidencian un cambio en la índolede las amenazas a la paz y la seguridad ocurrido a partir de la finalización de la guerra fría”,enumerando como tales “los conflictos entre los Estados, la intolerancia étnica y religiosa, laambición y la codicia políticas, el tráfico de armas, piedras preciosas y drogas (...) los abusosmanifiestos de los derechos humanos, los desplazamientos en gran escala de poblacionesciviles, el terrorismo internacional, la pandemia del SIDA y los desastres ambientales” (ANNAN:Un destino común, un compromiso renovado. Memoria anual sobre la labor de la Organización2000. Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas. Nueva York, 2000, enconcreto págs. 9-10). Así REMIRO BROTONS no duda en afirmar que “una vez que “los pueblosde las Naciones Unidas” han acatado la pretensión de los Estados Unidos, solos o en compañíade sus aliados, de representar a la “comunidad internacional”, la Carta interesa menos queel nuevo “concepto estratégico”.” (“Universalismo, multilateralismo, regionalismo y unilateralismoen el nuevo orden internacional”, op. cit., pág. 53).

44 El presidente de la Federación de Rusia, Putin, denunciaba recientemente que “es inaceptablepretender abrogar principios básicos del Derecho Internacional como la soberanía nacional yla integridad territorial bajo el eslogan de una denominada “intervención humanitaria”.” (RussiaToday, 2 de febrero de 2000).

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El mal llamado deber de intervenciónarmada por razones humanitarias res-ponde a la concepción vigente.45

De hecho, ya en 1990, Thorupplanteó la necesidad de “rescatar” lanoción de seguridad nacional de manosde los planificadores militares y ampliarsu significado. Pero inmediatamenteadvirtió que “los resultados pueden serpeligrosamente decepcionantes”.46 Acontinuación enumeraba los peligrosasociados a la ampliación de losasuntos de la seguridad:47

1) el creciente riesgo de dar respues-tas armadas a todo tipo deproblemas (por ejemplo, narcotráfi-co, terrorismo, acceso a materiasprimas, derechos humanos);

2) olvidar que la definición de laseguridad nacional es específica

de cada Estado, de modo que elcontenido de la misma va a serun reflejo de sus diferentes inte-reses nacionales. El choque deintereses siempre genera conflic-tos que, en la generalidad de loscasos, se resuelven por mediospacíficos, pero la preeminencia delos aspectos estratégicos de laseguridad lleva al primer peligroapuntado: el recurso indiscrimina-do a la fuerza. De modo que seconfirma la regla de que losEstados consideran la fuerza comoun medio válido para dirimir lascontroversias;

3) el problema de un exceso en lossignificados, es decir, si se dan alconcepto de seguridad nacionalmuchos significados se tornainmanejable y se confundirán losmedios con los objetivos; “cuando

45 PASTOR RIDRUEJO ha dicho al respecto que “muchos Estados temen con razón que unaintervención pretendidamente encaminada al respeto de los derechos humanos más elementales,decidida unilateralmente por un Estado o un grupo de países, pueda convertirse fácilmenteen instrumento de cobertura del despliegue de la política de poder de la superpotencia y lasgrandes potencias, y dar lugar en este contexto a comportamientos impregnados de este estigmatan usual en las relaciones internacionales como es la doble moral o el doble estándar, esdecir, a intervenciones en unos casos y pasividad en otros, según convenga a los interesesde los grandes.” (Curso de Derecho Internacional Público y organizaciones internacionales.Tecnos (6ª ed.). Madrid, 1996, Pág. 306). La discusión en este controvertido punto, en BERMEJOGARCÍA: “Cuestiones actuales referentes al uso de la fuerza en el Derecho internacional”,Anuario de Derecho Internacional Núm. XV, 1999, Págs. 3-70; BETTATI y KOUCHNER: Ledevoir d´ingérence. Peut-on les laisser mourir? Éditions Denöel. París, 1987; HOFFMANN: Theethics and politics of humanitarian intervention. University of Notre Dame Press. Notre Dame,1996; MAZARR: “The military dilemma of humanitarian intervention”, Studia Diplomatica Núm.2, 1993, Págs. 151-162; RAMÓN CHORNET: ¿Violencia necesaria? La intervención humanitariaen Derecho internacional. Ed. Trota. Madrid, 1995; REMIRO BROTONS: “Civilizados, bárbarosy salvajes en el nuevo orden mundial”, Cursos de Derecho Internacional de Vitoria / Gasteiz1994. Universidad del País Vasco. Vitoria, 1995, Págs. 19-84, en concreto Págs. 29-35;ROBERTS: “Humanitarian war: military interventions and human rights”, International Affairs Núm.3, 1993, Págs. 429-450. Nuestra crítica al respecto, en PÉREZ GIL: “Socavando el principiode no injerencia en los asuntos internos de los Estados: la intervención de la Alianza Atlánticaen Yugoslavia”, Ius Publicum Núm. 4, Universidad Santo Tomás, Santiago de Chile, 2000.

46 “La formulación de la agenda de la seguridad nacional para la década de los noventa: el dilemade la redefinición”, op. cit., Pág. 99.

47 Ibíd., Págs. 99-102.

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todo es crítico, nada es “verdade-ramente” crítico”;48

4) la necesidad de especificidad delos temas de la seguridad;49

5) la determinación de los actores alos que corresponde la definiciónde la seguridad nacional, problemá-tica que se agrava con unadefinición ampliada, pues “si segu-ridad nacional se convierte ensinónimo de “lo que es bueno parala sociedad”, ¿de quién será lavisión válida de “lo que es bue-no”?”;50

6) tiende a destacarse el aserto deque la seguridad de un régimen ogobierno particular no es sinónimode la seguridad nacional -el ejem-plo reciente de lo sucedido en laRepública Federal de Yugoslavianos exime de otras referenciashistóricas-.

Por su parte, Rockwell y Moss yaseñalaron dos cuestiones de granrelevancia.51 Por un lado, que estosintentos de redefinición de la seguridadno desarrollan una teoría alternativa.En esta reflexión consideran que

incluso el concepto tradicional resultainadecuado como guía para la inves-tigación. De hecho, los intentos dereconceptualización han sido impulsa-dos por acontecimientos y objetivospolíticos, por códigos de valores, y nopor la búsqueda de una mayor claridadcientífica o explicativa. Los documentosoficiales citados prueban sobradamenteesta afirmación.

En segundo lugar, que la lista delas amenazas podría alargarse indefi-nidamente. De este modo, si se añadenlos asuntos comerciales o el acceso alas materias primas, ocurre que seeleva el interés económico de lasempresas y sociedades privadas almáximo nivel de prioridad nacional,abriendo la veda a intervencionesmilitares en otros Estados, en aras deuna seguridad nacional mal entendi-da.52

Con todo, no podemos obviar queel concepto de seguridad nacional esfundamentalmente político, representalos valores de los dirigentes e investi-gadores que lo definen, de manera quelo que ha ocurrido es que se aplica laetiqueta “seguridad nacional” en cual-quier ocasión, sin ningún rigor. Incluso

48 Ibíd., pág. 100.49 MOLLER advierte, en particular, que “expandir el concepto de seguridad demasiado lejos, como

para abarcar la ausencia de todas las clases de problemas, no sería práctico, puesto quesimplemente crearía la necesidad de un término adicional para la “seguridad tradicional”,entonces relegada a ser una especie del género “seguridad”.” (“Conceptos sobre seguridad:nuevos riesgos y desafíos”, Desarrollo Económico Núm. 143, 1996, Págs. 769-791, en concretoPág. 771).

50 SHARP: “En torno a la definición de seguridad nacional”, En busca de la seguridad perdida(Aguayo y Bagley comp.). Siglo XXI Editores. México, 1990, Págs. 91-96, en concreto Pág.92.

51 ROCKWELL y MOSS: “La reconceptualización de la seguridad: un comentario sobre lainvestigación” , op. cit., Págs. 55-58.

52 En este sentido se expresa la A National Security Strategy for A New Century, op. cit., Págs.17-33.

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Elguea señaló que la disciplina parecehaber iniciado un período de “crisiscientífica”, en la que los paradigmas oprogramas de investigación tradicionalse enfrentan con modelos e ideasnuevos, en “una lucha intelectual en laque los mejores programas y teoríasdeben salir victoriosos, como ocurre entodo debate intelectual que aspira acontribuir al progreso de la ciencia”.53 Setrata, por tanto, de una época de“confusión en busca de un paradigma”,lo que debe llevar a una nueva“revolución científica” y al hallazgo de unparadigma omnicomprensivo y único,que diría KUHN.54

CONCLUSIONES

Aun cuando el término analizado esbastante ambiguo (“peligrosamenteambiguo”, como advertía Wolfers), sudefinición es un tema central en lateoría de las relaciones internacionales.Una definición amplia conlleva conse-cuencias no aceptables pues, porejemplo, justifica la represión de gruposinternos, y la historia demuestra queesto ha ocurrido de forma reiterada, oel recurso a la amenaza o al uso dela fuerza de forma indiscriminada, loque supone la violación del DerechoInternacional general. Por otra parte,toda definición debe satisfacer dosrequisitos: poder explicativo (qué es laseguridad) y utilidad práctica (cómoenfrentar la seguridad/inseguridad). Portanto, no se puede dar cuenta de lasparticularidades en todos los casos.

La mejor solución, a nuestro juicio,supone limitar el significado de “segu-ridad nacional” e incluir otros principiosy objetivos de gran importancia dentrode conceptos más amplios, como“interés nacional” u “objetivos de lapolítica exterior”. La seguridad nacionalsería, por tanto, un concepto acotado.

De este modo, podemos definirlacomo la condición en la que un Estadose encuentra relativamente a salvo deagresiones externas y en disposiciónde dar respuesta adecuada a losintentos de cercenar su independenciae integridad territorial y la vida ybienestar de sus ciudadanos.

Empleamos el término “relativo” porcuanto sólo desde un punto de vistateórico es posible hablar de seguridadabsoluta. Este estado implicaría lainseguridad absoluta del resto de losactores del sistema internacional, talcomo destacó Kissinger. Pero la ausen-cia total de amenazas es una ilusióninalcanzable, al menos en el sistemainternacional vigente, y su existencia esindependiente de la voluntad nacionaly de la propia formulación de seguri-dad. De suerte que la aspiración a laseguridad absoluta por parte de unEstado (se entiende que sólo lasgrandes potencias) lleva a una pérdidade seguridad proporcional para el restode las partes del sistema. Por eso setrata de una “aspiración”, que seprocura contrarrestar rápidamente me-diante sistemas de alianza para equi-

53 “Seguridad internacional y desarrollo nacional: la búsqueda de un concepto”, En busca dela seguridad perdida (Aguayo y Bagley comp.). Siglo XXI Editores. México, 1990, Págs. 79-90, en concreto pág. 78.

54 La estructura de las revoluciones científicas . Madrid, 1981 (Trad. de The structure ofscientific revolutions . University of Chicago Press. Chicago, 1962).

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librar, aunque sea parcialmente, lapretensión de absolutismo y preservarla estructura. Siempre con todo lorelativo que son estas cuestiones. Lapermanencia estable de la estructuraes compatible con la aspiración a laseguridad total. Cualquier detentadorde la pretensión no olvida nunca quesu seguridad depende de que laestructura existe y, por tanto, es supreocupación primera. Cuando olvida elmantenimiento de la estructura seproducen disfunciones y conflictos y el

inicio de un período de crisis que llevaa un reajuste del sistema.

Con todo, una seguridad nacionalque no consiga proteger es unacontradicción en sus términos, endefinitiva, un mal uso del poder. Estoes así tanto para las grandes potenciascomo para el resto de los Estados. Demodo que el concepto dado presuponeque las amenazas seguirán existiendoy que será necesario prepararse pararechazarlas y contrarrestarlas.

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EL CONFLICTO INTERNO DE COLOMBIA

RENATO VALENZUELA UGARTE*

El artículo efectúa un análisis político-estratégico del conflicto internoque sufre Colombia. Primeramente, en un contexto histórico se haceuna síntesis de los orígenes de la violencia política como también deldesarrollo y proliferación de los movimientos subversivos en el país.

La internacionalización del conflicto, principalmente por la vinculaciónde la guerrilla con el narcotráfico, el status político que han alcanzadolos movimientos subversivos, su reconocimiento por parte de actoresexternos y la preocupación de Estados Unidos y de los países andinospor la radicalización y extensión de la lucha armada hace posible comprobarla complejidad para el gobierno de Colombia de encontrar una prontasolución que permita alcanzar en lo inmediato una paz estable y duradera.

Desde que asumió el cargo el Presidente Pastrana, su gobiernoha estado esforzándose en resolver el conflicto a través de una mesade conversaciones. Una y otra vez interrumpido este diálogo, en febrerode este año se firmó un acuerdo con las FARC en el cual en trecepuntos se establecen las condiciones para continuar negociando.

Paralelamente, el gobierno ha venido desarrollando el “PlanColombia” que contiene orientaciones sociales, políticas y económicasque permitan alcanzar la paz y crear condiciones favorables para sumantención en el largo plazo. En el intertanto, las Fuerzas Armadas noabandonan las acciones militares, pero su intensidad está limitada porel ritmo de las conversaciones de paz lo que las hace perder libertadde acción.

El artículo concluye con un análisis de la implementación del PlanColombia y de los posibles escenarios que se generarían, ningunode los cuales considera que se alcanzaría la paz en el corto plazo.

* Contraalmirante, Oficial de Estado Mayor, se desempeña como profesor en la Academia Nacionalde Estudios Políticos y Estratégicos y es profesor asociado de la Universidad de Concepción.Presidente de la Academia de Historia Naval y Marítima de Chile. Magíster en Ciencias Navalesy Marítimas de la Academia de Guerra Naval, y de Historia de la Universidad Católica deValparaíso.

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I. ANTECEDENTES GENERALES

El conflicto en que está sumida laRepública de Colombia es de largadata y tiene profundas raíces históricas,sociales y políticas, que no sólo afectana la nación hermana, sino tambiénhacen sentir sus repercusiones congran relevancia en una vasta región deAmérica.

En el último tiempo, de una u otramanera, diversos Estados y organiza-ciones de carácter internacional, hanhecho sentir su parecer y emitidodiferentes opiniones demostrando uncreciente nivel de preocupación debidoa que el conflicto de Colombia seextiende y profundiza comprometiendola paz y estabilidad en la región. Estapreocupación internacional ha genera-do algunas iniciativas y compromisostendentes a encontrar soluciones paralograr el término de la lucha armada,como asimismo para eliminar el narco-tráfico sin haberse logrado un cambiode real significado en la situaciónpolítico-estratégica general ni en elaccionar de los principales grupossubversivos o de narcotraficantes quedesestabilizan al gobierno.

El presente artículo considera en-tregar una visión general de susprincipales aspectos, teniendo en con-sideración que en el limitado espaciode una publicación de esta naturalezano es posible elaborar un detalladoensayo sobre la compleja gama delacontecer en Colombia y que, enmuchos aspectos, tiene paralizada larealización de las actividades normales

del país, amenazando las bases delEstado-Nación.

II. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

a) Antecedentes previos

El germen de la violencia política deColombia se remonta a comienzos delsiglo XX cuando en el país las revueltasy levantamientos, organizados y condu-cidos por la influencia de los partidospolíticos, terminan por vincular a todoslos habitantes con algunas de lasfacciones partidistas en pugna; entoncesser liberal o conservador se hacenecesario para vivir y ser protegido.1

Décadas más tarde, cuando en 1946 elPartido Liberal hizo entrega del poder alConservador, se inició un período derepresalias hacia los perdedores losque, sin embargo, mantuvieron por untiempo el apoyo en varios sectores dela población sin que se llegara a desatarun clima de violencia incontrolado.

El verdadero inicio de la tragediaque tiene hoy sumida a Colombia ensu más grave crisis institucional, seremonta al año 1948 cuando el 9 deabril de 1948, a raíz del asesinato deldirigente liberal, Jorge Eliecer Gaitán,se produjo una revuelta popular que seconoce como “El Bogotazo” y que, conmotivo de la reacción que se desenca-denó, se inició un largo período deviolencia liberal-conservadora que dejóun saldo de cerca de 300.000 muertos.

Con el correr de los años, la frágilestabilidad institucional del país, lasdificultades económicas de la población

1 Para verificar los antecedentes más remotos del acontecer político que da origen a la guerrasubversiva véase a SALAZAR E., Samuel en: Revista de Estudios Internacionales, Nº 127-128, septiembre-diciembre 1999, Santiago, Chile, Págs. 145- 168.

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y los postulados reivindicacionistas decarácter internacional que emergieroncon mucha fuerza en varios lugares deLatinoamérica y del mundo, fueron loscimientos para la proliferación dediversas organizaciones de caráctersubversivo o guerrillero, primero inspi-radas por los postulados del movimien-to comunista internacional que seoriginó en Europa y después, por losejemplos de las Revoluciones de Cubay China.

El ambiente de violencia que ya sehabía hecho crónico en Colombia pormotivos políticos, se agudizó en latotalidad del país en los años ochentacuando los narcotraficantes iniciaronuna política sistemática de asesinatosen contra de personalidades de vastossectores de la vida nacional: el 17 deoctubre de 1987 fue asesinado elpresidente de la Unión Patriótica,doctor Jaime Pardo Leal; el 25 deenero de 1988, el Procurador Generalde la Nación, doctor Carlos MauroHoyos; el 4 de julio de 1989, elGobernador de Antioquia, doctor AntonioRoldán Betancur; el 18 de agosto de esemismo año, el Comandante de la Policíade ese departamento, coronel WaldemarFranklin Quintero y el 18 de agosto de1989 el candidato presidencial, LuisCarlos Galán Sarmiento, en circunstan-cias que presidía una multitudinariamanifestación durante la campaña,hecho que fue transmitido por latelevisión nacional y reproducido luegoa nivel mundial, concitando la atenciónde la opinión pública internacional.

La violencia desencadenada y ge-neralizada en los años ochenta con laproliferación delictiva del narcotráfico,no se detuvo con el asesinato delcandidato Carlos Galán; por el contra-rio, continuaron los asesinatos, secues-tros y atentados con explosivos, llegán-dose a derribar un avión de la líneaaérea Avianca con 111 personas abordo. A comienzos de la década delos noventa, Colombia se convirtió enun asunto de interés internacional alcomprobarse que la guerrilla no era elúnico factor de inestabilidad de esepaís ya que la acción del narcotráficoy su vinculación con la guerrillasignificaba una grave perturbación parala paz en la región y en el mundo.2

Colombia había dejado de ser un paísenvuelto en un conflicto con repercu-siones solamente de carácter interno yla comunidad mundial no podría man-tenerse indiferente.

Si se pudiera considerar un puntode inflexión de la situación de Colombiaen cuanto a que distintos actoresinternacionales abandonaron la actitudun tanto pasiva que habían observadohasta entonces, éste habría que situar-lo en febrero de 1990, cuando seorganizó la reunión de Cartagena en laque participaron los gobiernos deEstados Unidos, Colombia, Perú, Boli-via como expresión de la preocupaciónmundial y de Latinoamérica. Desde esareunión, la comunidad internacional,principalmente Estados Unidos y lospaíses vecinos de Colombia asumieronuna actitud más activa.

2 Una síntesis de la acción del terrorismo y del narcotráfico puede verse en: OCAMPO López,Javier, Historia Básica de Colombia , Plaza & Janés Editores, tercera edición, Bogotá 1990.

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La guerra interna que afecta a laRepública de Colombia no tiene unparalelo en la historia de la humanidad,porque al accionar de los grupos quepropugnan la lucha armada se haagregado el quehacer de los producto-res de cocaína que, en una verdaderasimbiosis con la guerrilla, se proporcio-nan apoyo mutuo en detrimento de lapaz social.

La violencia ha llegado a extremoscasi inimaginables. Según estadísticasque maneja el gobierno de Colombia,3

en el país se registran alrededor de26.000 homicidios por año, es decir, 70por cada 100.000 habitantes. Ello ubicaa Colombia entre los países másviolentos del mundo, con una tasa dehomicidios superior en cuatro veces elpromedio de Latinoamérica, dieciséisveces al de Europa, y sesenta vecesal de Asia.

Junto con el inestimable valor delas vidas que se pierden, los costoseconómicos que trae la violencia sonenormes, no sólo por la pérdida decapital humano, físico y natural, sinotambién por el estado de incertidumbre,inseguridad y desconfianza de lasociedad, que deteriora las bases de lacohesión social, y produce el desvío dela inversión pública y privada y laasignación de recursos que deben serutilizados para combatir la violencia, endesmedro de la inversión social. Deigual modo, la violencia contribuye a

encarecer los costos de transacción dela economía y disminuye su producti-vidad, convirtiéndose en un severofreno al crecimiento. En la actualidadpuede afirmarse que la economía, entérminos del PIB, deja de crecer entre1% y 1.5% anual como consecuenciadel conflicto armado.

Por otra parte, la guerra internainfluye también sobre las condicionesambientales ya que la presencia deactores armados incide directa eindirectamente en el ordenamientoambiental del territorio y, por ende, enel uso de los recursos naturales.Por suparte, acciones de guerra, como lavoladura de oleoductos, atenta contralos ecosistemas, la calidad de vida delos pobladores y la economía del país,afectando a más de 10.000 hectáreascon potencial agrícola y pecuario comotambién a ríos, quebradas y valles, todoen 70 municipios correspondientes a 13departamentos.

b) Los grupos guerrilleros 4

Las Fuerzas Armadas Revolucio-narias de Colombia (FARC)

Durante el estallido revolucionariode 1948, y la posterior represión quese originó, el Partido Comunista Colom-biano (PCC), en su intento por capita-lizar el caos que cubría gran parte delpaís, lanzó la consigna de organizar lamasa campesina para que sirviera de

3 Una completa información sobre los problemas que ha traído la guerrilla para la paz socialy economía de Colombia puede verse en Internet en la página Web del gobierno: http://www.presidencia.gov.co.pag1/todo/index3.htm

4 El Ejército de Colombia dispone de una completa información de las actividades operativasque realiza para combatir a la subversión, como asimismo de los grupos violentistas que enfrenta.Para mayor información puede verse la página Web: http://www.ejercito.militar.co/index.html

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apoyo en la conducción de la Resisten-cia Armada dándose nacimiento almovimiento insurgente. En 1953, con laamnistía del 13 de junio, otorgada porel entonces Presidente de la República,General Gustavo Rojas Pinilla y lainstalación del nuevo gobierno, seprodujo la evacuación campesina hacialas regiones seleccionadas por el PCC(Región El Davis, Departamento deTolima), para instalar en ellas el mayornúmero de familias campesinas afilia-das al Partido.

En el año 1954 se amplía el ámbitoterritorial de las FARC, cuando fueorganizada la Resistencia Armada, enCunday y Villarrica, bajo el mando dePedro Antonio Marín (alias Tirofijo oManuel Marulanda, actual líder delmovimiento) y Ciro Trujillo Castaño(Mayor Ciro). Sin embargo, la accióndel Ejército obliga al movimiento insur-gente a replegarse hacia la región deMarquetalia, Guayabero y Río Chiquito,culminando la fase de extensión delmovimiento en 1959, cuando se decidela organización de autodefensas en lasáreas señaladas. Esta primera etapadel proceso revolucionario estuvo ca-racterizada por la falta de coordinaciónen las acciones y la carencia de unadirección “político-militar” centralizada.

En enero de 1960, el PCC, lanzóel “Movimiento de Autodefensas deMarquetalia”, organizado y entrenadoen la contienda armada por PedroAntonio Marín e Isauro Yosa, jefesarmado y político respectivamente,quienes proclamaron la zona como“República Independiente de Marqueta-lia”, estructurando y difundiendo elPrograma Agrario de los Guerrilleros.En esta etapa, las guerrillas son

obligadas a pasar a la defensiva, porla acción del ejército colombiano.

El movimiento guerrillero se expan-dió hacia las zonas del Quindio, Valley Risaralda, pero las aspiracionesfueron luego frustradas por tropas dela VIII Brigada, que las obligó aregresar a sus bases de operacionesiniciales, a revisar sus tácticas dedirección y a definir nuevas estrategias,dispersándose a las zonas del Tolima,Huila, Quindio, Risaralda y Valle, asícomo a la Región del Sumapaz yCundinamarca.

Para operar en territorio colombia-no, las FARC han creado una estruc-tura que le permite actuar política ymilitarmente en gran parte del paíscomo, asimismo, han logrado concitarel interés de la opinión pública interna-cional en el exterior y, no pocas veces,el apoyo económico y político deorganizaciones extranjeras.

La dirección general del movimien-to subversivo la ejerce el Estado MayorCentral, conformado por veinticincomiembros, el cual emite acuerdos yemana órdenes de carácter obligatoriopara los órganos subordinados. ElSecretariado lo componen nombres deconocidos líderes, siendo el másconnotado Pedro Antonio Marín, másconocido por su seudónimo de Tiro-fijo que representa al departamento deCaquetá.

El Frente Internacional de lasFARC está comandado por narcoterro-ristas y su principal misión es concitarla atención pública internacional ydespertar la inquietud en sectores dela Unión Europea, en Norteamérica y

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en Centro y Sudamérica sobre elacontecer de Colombia haciendo én-fasis en la vulnerabilidad de losderechos humanos por el accionar delEstado, de sus organizaciones yespecialmente de las Fuerzas Arma-das. Esta facción del movimientoguerrillero tiene representantes envarios países de América y de Europa,donde las campañas de desinformaciónhan logrado impedir la ayuda interna-cional contra la guerrilla.5

La estructura armada la conformanlas escuadras (12 hombres), la guerrilla(24 integrantes), la compañía (48), lacolumna (96) y el Frente (más de unacolumna) y tienen cubierto gran partedel territorio nacional localizándoseprincipalmente a lo largo de la Cordi-llera Oriental y en áreas de relevanciapara la economía nacional, especial-mente por ser una zona agrícola yganadera como son los departamentosde Meta, Antioquia, Santander, Boyacá,Huila, Arauca, Casanare, Caquetá yPutumayo.

Ejército de Liberación Nacional(ELN)

Este movimiento revolucionarionació por el entusiasmo causado por eltriunfo de la revolución cubana de 1959cuando, grupos de universitarios con-currieron a la isla caribeña paraparticipar en cursos de “guerra deguerrillas”. Al regreso a Colombia, losjóvenes idealistas se convirtieron en losfundadores del FLN y escogieron lapoblación de Simacota para firmar la

fundación de su ejército guerrillero el 7de enero de 1965. El objetivo que seestableció fue la toma del poder por lasarmas, como única vía para alcanzarlos cambios sociales, políticos y eco-nómicos que consideraron que el paísrequería.

El movimiento lo conformaron bri-llantes jóvenes de la generación univer-sitaria de la época y líderes como lossacerdotes Camilo Torres y DomingoLaín, ambos caídos en combate encircunstancias muy similares. Adquirie-ron un gran auge político entre 1966y 1972, cuando muchos universitariostomaron el camino de las armas. Eneste último año, el movimiento entró encrisis, muchos dirigentes cayeron pre-sos y sus redes urbanas fuerondesmanteladas. A finales de 1973,estuvieron al borde del aniquilamientototal, cuando la acción del ejércitoregular dio de baja en combate a susmáximos jefes.

Más tarde, en la década del 80, elFLN se fortaleció económicamentegracias a la bonanza petrolera del paíscuando recibió los aportes de contra-tistas multinacionales de la infraestruc-tura petrolera, que se vieron obligadosa pagar verdaderos tributos de guerra.El accionar violento del FLN se ubicaen el nororiente del país, departamentodel César, Santander, Norte Santandery Arauca, con presencia menos intensaen otros del centro y occidente. Supresencia en la costa atlánticacentrooccidental ha disminuido notable-mente en los dos últimos años.

5 Para verificar el éxito de la campaña de desinformación, véase a POSADA Miguel en: DiarioEl Mercurio de Santiago, 26 de enero de 2000, Pág. 2.

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A partir de 1986, el movimientoacordó el esquema de guerra popularprolongada (GPP), definida como laestrategia global para derrotar alEstado y sus instituciones en todos losaspectos. El ELN cuenta con unaorganización nacional que ha logradoubicar sus estructuras hacia elsuroccidente, noroccidente, nororientey norte del país, mostrándose comoamenaza contra los sectores másneurálgicos de la economía nacional,los principales ejes viales y las zonasfronterizas de Venezuela y Ecuador.Cuentan en la actualidad con alrededorde 8.500 hombres.

El FLN también ha creado unapoderosa estructura, la que en términosgenerales es la que se indica:

• La máxima autoridad es el Congre-so Nacional (CN) que se reúnecada tres años concitando laparticipación del mayor número derepresentantes de todos los nivelesde la organización, tanto de carác-ter urbano como rural.

• La Dirección Nacional (DN) es decarácter permanente y actúa pordelegación de los poderes delCongreso. Integrado por 25 miem-bros, cuenta con 11 equipos ase-sores: comunicaciones, salud, pro-paganda, masas, formación, logís-tica, finanzas, relación con otrasorganizaciones, constructores (pas-toral social) y relaciones internacio-nales e investigación.

• El Comando Central (CC) es elorganismo ejecutivo. Integradopor 5 miembros delegados decada frente de guerra; organismo

permanente de orientación políti-ca y terrorista. Desarrolla planesde trabajo determinados por laDN.

• Estado Mayor Nacional (EMN) quelo integran el responsable militardel CC y los cinco responsablesmilitares de los Frentes de Guerra.Depende del CC.

• Comisiones de Dirección Nacional:Integradas cada una por 4 indivi-duos, y lo componen 11 equiposauxiliares o especializados depen-dientes de la DN o CC que seresponsabilizan de las acciones depropaganda, de recolectar informa-ciones, de enlace con otras orga-nizaciones subversivas y de reunirfondos para el movimiento entreotras tareas de apoyo.

• Frentes de Guerra: Son de alcanceregional y a través de los cuales laorganización ha sectorizado al paísen regiones del interior, zonasrurales y principales ciudades. EstosFrentes están integrados por cua-drillas rurales y regionales en lourbano. Contiene grupos con capa-cidad para ejecutar acciones arma-das contra objetivos selectos. Susintegrantes están preparados military sociológicamente para la luchaarmada en el campo y en laciudad (Barranquilla, Bucaramanga,Medellín, Pereira, Cali, Bogotá,etc.). Estas tropas de combate sonapoyadas por las Milicias Popula-res, estructuras con capacidadmilitar, que cumplen tareas deinteligencia y apoyo logístico y sonutilizadas en acciones de protestasocial y hostigamiento a las tropas.

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Ejército Popular de Liberación(EPL)

Este movimiento firmó la paz en1991 y había nacido en 1964 como ungrupo armado de inspiración marxista.En la actualidad no tiene participaciónen la lucha interna.

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Este movimiento también firmó lapaz el 9 de marzo de 1990, y no tieneparticipación en la guerra interna; se lerecuerda por haber estado formado porprofesionales y líderes de movimientospopulares, sus principales actividadesfueron acciones subversivas, desarro-lladas en zonas urbanas, siendo la másrecordada la toma del Palacio deJusticia, donde murieron la mayoría delos magistrados de la Corte.

Milicias Bolivarianas

Esta facción del movimiento guerri-llero es de más reciente creación, yaque fue fundada en el “Plenum delEstado Mayor Central”, realizado en LaUribe (Meta), entre el 10 y el 17 demayo de 1989, como una respuesta,según el grupo subversivo, a la “guerrasucia y al terror militarista”, y en apoyodirecto a las cuadrillas para que sirvande base para el desarrollo de la tercerafase del plan estratégico de OfensivaGeneral.

Las Milicias Bolivarianas operan nosólo en las principales ciudades delpaís, sino también en las áreas dondedelinquen las cuadrillas, ya que en suorganización y entrenamiento estribanlas aspiraciones del grupo subversivode conformar un ejército de 32.000

hombres para la toma del poder, deacuerdo a los planes trazados en la“Campaña Bolivariana por una NuevaColombia”, los cuales fueron ratificadosdurante el desarrollo de la 8ª Conferen-cia Nacional Guerrillera, realizada des-de el 11 al 18 de abril de 1993.

La primera acción armada significa-tiva se produjo en diciembre de 1991,mediante la voladura de un Centro deAtención Inmediata (CAI) en la ciudadde Cali, donde murieron agentes depolicía. Su accionar es bastante amplioya que cubre el ámbito rural y urbanoempeñándose además en la recolec-ción de informaciones; en el aspectomilitar, combate a los grupos deAutodefensa Campesina y organiza lamasa campesina del área rural ysuburbana, en torno a las cuadrillas delas FARC, en sus respectivas áreas deinfluencia.

La Milicia Bolivariana también en-trena a sus reclutados para realizaractividades de tipo armado y terroristas,en apoyo a las proyecciones delconjunto subversivo y cuenta con unafuerza disponible capaz de asumir elcontrol de sitios estratégicos en el áreaurbana en determinado momento;adicionalmente, puede desempeñarsecomo enlace logístico de la organiza-ción. Siguiendo la doctrina de Mao,tiene como objetivo trasladar la insu-rrección del campo a la ciudad.

Su organización es similar a la dela FARC, pero está entrenada paraactuar con equipos subversivos meno-res, formados por 6 hombres lo que lashace muy aptas para actuar en laciudad, donde se movilizan en vehícu-los pequeños, particularmente motos,

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para atacar con rapidez explotando elfactor sorpresa. Se han especializadoen efectuar secuestros y extorsionar adiferentes sectores de la sociedad.

Autodefensas

Como respuesta al accionar de losgrupos guerrilleros, han surgido enColombia grupos armados que se handesarrollado en diversas regiones conel propósito de intervenir en la defensade intereses económicos, de sectoresvinculados a la actividad agropecuariae incluso al narcotráfico que hanrecibido distintas denominaciones talescomo “justicia privada” o “paramilitares,”pero que últimamente se les conocecon el nombre de “Autodefensa deColombia” (“AUC). Su fuerza se estimaen 7.000 efectivos.

III. DESARROLLO DEL CONFLICTO

a) La guerra irregular

Con el propósito de combatiracertadamente a las FUERZAS ARMA-DAS, la guerrilla ha venido diseñandoy poniendo en práctica, a través de laguerra revolucionaria, procedimientostácticos que le ha redituado muchoséxitos en los diferentes campos de laguerra irregular, como ha quedado demanifiesto en la obtención de objetivosde importancia geográfica, política yeconómica en los últimos años, espe-cialmente a contar de la década de losnoventa.

En 1999, en víspera de la instala-ción de la mesa de negociación dentrodel proceso de paz colombiano, la quepretendió ser la más grande escaladaterrorista de las FARC, se convirtió en

uno de los más encarnizados combatesdebido a la contraofensiva militar quelanzó el Ejército, con el apoyo demedios de la Fuerza Aérea. La guerrillabuscaba extender el área de influenciade la zona de distensión hacia losmunicipios aledaños con el fin demostrarse ante el mundo como unafuerza consolidada y con “méritos” paraadquirir el status de beligerancia.

La estrategia subversiva se inició el8 de julio cuando las fuerzas de lasFARC salieron de la zona de distensiónpara asaltar los municipios de Gutiérrez,Fosca, Une y Chipaque, ubicados a tansólo 60 kilómetros de Bogotá. Suobjetivo era obligar al movimiento delas tropas responsables a proteger laentrada sur de la ciudad para facilitarun ataque a la cárcel la Picota,generando caos y facilitando a lasmilicias urbanas el desarrollo de todauna serie de atentados terroristas en lacapital del país. Sin duda, era la másambiciosa de las ofensivas planificadaspor la guerrilla, porque además deoperar a las puertas de Bogotá, lasubversión necesitaba crear una ima-gen de superioridad en el área.

Al finalizar los ataques, las FARCesperaban demostrarle al país quepodían tomarse impunemente las po-blaciones que quisieran y derrotar alEjército en sus propias guarniciones,circunstancia que dejaría al gobierno amerced de todas sus exigencias en lamesa de negociación. No obstante, lamuerte de 36 soldados del Ejército yel despliegue dado por los medios decomunicación que presentaron en uncomienzo la noticia como un triunfo delas FARC, la acción coordinada de lasFuerzas Militares y el apoyo de la

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comunidad convirtió a la acción terro-rista en una derrota.

La Operación Independencia, comose le llamó, demostró capacidad militardel Estado y su voluntad política deemplear los medios con el máximo derigor. Se logró neutralizar la arremetidaterrorista lanzada por más de 4.000guerrilleros, amparados por la “inmuni-dad” que adquieren al refugiarse en unárea de 42.000 kilómetros cuadradosdonde las Fuerzas del orden no tienenacceso. El planeamiento acertado de laoperación, su coordinación y la partici-pación efectiva de la Fuerza Aéreahicieron posible que se enfrentara alenemigo con los resultados obtenidos.

Gracias a la precisión de lainformación suministrada por Inteligen-cia Militar, cuando se inició la arreme-tida guerrillera, el Ejército y la FuerzaAérea lograron distribuir las tropasestratégicamente en el área de opera-ciones, buscando evitar el avance hacialas poblaciones, objetivos del accionarterrorista, y a su vez bloquear laretirada hacia la zona de distensión. Lamaniobra dejó al enemigo enfrentado alfuego cruzado de las tropas y a unataque preciso y permanente de lacomponente aérea lo cual permitióreducir a más de mil guerrilleros,obligándolos a dispersarse con dece-nas de muertos y heridos.

Después de la Operación Indepen-dencia, en noviembre de 1999, elejército logró que una unidad decombate retomara el control de lalocalidad de Covarachía que llevabatres años bajo el dominio de las FARC.Aquel domingo 24 de noviembre,mientras Colombia se movilizaba ma-

sivamente para exigir a la guerrilla elfin de las hostilidades, en esta impor-tante localidad limítrofe situada entreBoyacá y Santander, las tropas delEjército recuperaban el control total deun área que por tres años había sidoconsiderada crítica, por cuanto erazona de dominio compartido por losgrupos de las FARC y del ELN.

Según ha informado el Ejército, enCovarachía, casa por casa los soldadosanunciaron a los pobladores quehabían llegado para quedarse y garan-tizar a todos el libre ejercicio de susderechos y deberes; era el premio alesfuerzo de un año de trabajo deinteligencia y a la acción coordinada delas tropas lo que había sido bautizadocomo operación “Reconquista II” permi-tiéndose restablecer el principio deautoridad legítima y, por ende, deseguridad y orden en un área estraté-gica de vital importancia.

Esta victoria militar del gobiernopermitió que se capturara material deinstrucción, cartografía aérea, croquisy planos de los municipios de Onzaga,San Joaquín y Mogotes (Santander),instrucciones para operación de comu-nicaciones y órdenes de batalla de laguerrilla en las que se especificaba unlistado de los alias que utilizan variosintegrantes del movimiento subver-sivo.

En el complejo contexto de lavirtual guerra interna que padeceColombia, el Ejército ha asumido, comoparte de la estrategia coordinada delEstado, la lucha contra el narcotráficoy la misión de liderar las operacionespara combatir el cultivo, producción ytráfico de estupefacientes.

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Integrado por mil de los mejoreshombres del Ejército, el primer BatallónContra el Narcotráfico -entrenado en labase de Tolemaida con el apoyo delEjército de Estados Unidos- actuará enestrecha coordinación con las unidadesde la Armada, la Fuerza Aérea y laPolicía Nacional, que se encuentrancumpliendo misiones afines. Apoyará lalocalización, fumigación, destrucción decultivos ilícitos y de laboratorios para elprocesamiento de alcaloides.

La activación de esta fuerza espe-cializada facilitará las acciones militarescontra las bandas, carteles y demásorganizaciones dedicadas a la produc-ción y tráfico de las drogas ilícitas, ala vez que fortalecerá y ampliará lacobertura operacional del Ejército, porcuanto le permite atender con mayoreficiencia las diferentes situaciones deorden público en el territorio nacional.La primera base fija de este Batallónestará en Tres Esquinas (Caquetá),posteriormente se ubicará acorde conlas necesidades de la Fuerza.

La Armada de Colombia participaen la lucha contra la subversión y elnarcotráfico con aproximadamente 8.000efectivos que actúan directamente ytiene por función principal el controlfluvial y marítimo en las zonas jurisdic-cionales. Mediante la inspección de lasembarcaciones que navegan por losríos, impide el tráfico de precursores yde cocaína como también de armamen-to para abastecer a los grupos guerri-lleros. Durante 1998, último año de quese dispone de datos estadísticos,6 laArmada requisó los siguientes elemen-

tos: 5.100 kilos de cocaína, 13.500 depasta base, 2.100 de cocaína líquida,343 de pasta de coca, 6.135 de hojade cocaína en proceso, y 7.345 de hojade coca, 27.000 galones de gasolina,432 de kerosene y desmanteló 50laboratorios, 15 cocinas portátiles y 5campamentos.

En la lucha en contra de la guerrilla,el objetivo de la Armada es mantenerlas rutas fluviales libres de amenazas,facilitando el transporte de hidrocarbu-ros y carga a granel. En cumplimientode esta misión logró en el mismo añodecomisar 195 armas largas, 130cortas, capturando o dando de baja acasi un centenar de subversivos.Asimismo, la Armada ha incrementadoel control en la zona jurisdiccionalmarítima, especialmente después queen agosto de 2000 se descubrió laavanzada construcción de un submari-no para sacar cocaína desde el país.

Al entrar al siglo XXI, la confron-tación interna que afecta a Colombiaestá atravesando por un período deprofundización ideológica, extensiónterritorial y de radicalización de lasposiciones de las partes en pugna.Como toda guerra de larga duración,ninguna de las partes ejerce un dominiomarcado sobre la otra, pero estasituación de aparente estabilidad no estal, ya que la guerrilla crece y sefortalece con el transcurso del tiempo.

Hay dos factores que inciden en laexpansión del movimiento guerrillero:por un lado ha habido una carencia deuna política de Estado -por lo menos

6 Véase en Internet: http://wwwarmada.mil.co/1998.htm

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hasta la promulgación del Plan Colom-bia- para enfrentar a la subversión y porotra, la guerrilla se ha integradopolítica, militar, social y económicamen-te en zonas marginales o que en elpasado no fueron productivas. En estaszonas, donde predominan los cultivosilícitos, la guerrilla se ha hecho fuertellegando a controlar gran parte de esosterritorios.

En el conflicto surge otro actor, losparamilitares, los que se afianzan comogrupos de combate, desarrollando ca-pacidades militares para atacar yamedrentar a la guerrilla y a lapoblación civil con distinto fundamento.El fenómeno de los grupos paramilita-res es de distinto origen ya que algunosobedecen a los intereses de grandesconglomerados, otros corresponden alas demandas de autodefensa de loscampesinos y no pocos son gruposarmados que protegen la acción delnarcotráfico.

b) Vinculación de la guerrilla conel narcotráfico

El conocimiento más remoto de larelación de la guerrilla con el narcotrá-fico se tuvo el 10 de marzo de 1984,cuando fue desmantelado un gigantes-co complejo destinado al procesamien-to de coca en los Llanos de Yarí(Caquetá), zona de asentamiento delBloque Sur, donde entre otros elemen-tos se incautaron documentos quepermitieron establecer la alianza entrelos narcotraficantes y las FARC.

Los Departamentos de Caquetá,Guaviare, Vichada, Meta y Putumayoentre otros, se han convertido enregiones de privilegio para la

narcoguerrilla, porque las condicionestopográficas e hidrográficas les permi-ten desarrollar todas sus actividades.En tal sentido, estas regiones hanvenido siendo azotadas por los bloquesguerrilleros Sur y Oriental, especial-mente en el área general de los ríosCaquetá, Caguán y Orteguaza dondemantienen un control permanente delas actividades relacionadas con elcultivo, producción, procesamiento ydistribución de cocaína, donde seutilizan un sinnúmero de pistas clan-destinas.

Estas zonas se han convertido enun fortín para los narcotraficantes ynarcoguerrilla ya que allí están concen-trados la gran mayoría de laboratoriosque cuentan con la protección de lossubversivos, quienes además poseenlaboratorios propios. Por otra parte,durante la VII Conferencia NacionalGuerrillera de Mayo de 1982, manifes-taron su interés en extender la subver-sión y efectuar un trabajo de masas conlos cultivadores de coca y ganarlospara la revolución.

Se estima que del ingreso anual de1.000 millones de dólares que tienenlas FARC, el 50% corresponde alnarcotráfico.

c) Financiamiento de los gruposguerrilleros

Es un principio básico que losterroristas rasos no reciban ningunaclase de sueldos. Sólo excepcional ytransitoriamente cuando están efec-tuando apertura de zona o cuando sonenviados a cumplir misiones específi-cas. La organización debe conseguirrecursos en tal cantidad que pueda

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asegurar la subsistencia del grupocomo fuerza armada. Toda estructurapor pequeña que sea debe proveersepara su sostenimiento y está autorizadapara invertir en negocios y propiedadesque no sólo generen una renta, sinoademás tengan utilidad logística, estra-tégica y política.

En las FARC existe una comisiónde finanzas que recoge el dinero, elcual es distribuido por instruccionesdel Secretariado, considerando dejarlea quien lo obtuvo un 20% del total loque estimula el pillaje en las másvariadas formas. Los dineros provie-nen de la extorsión, secuestro, “cuotasvoluntarias”, “impuesto de guerra”,asalto a entidades financieras y deentradas de entidades propias de laorganización.

El dinero capitalizado por la guerri-lla se invierte en la adquisición devehículos de servicio público y privado,creación de entidades, empresas, clíni-cas, centros médicos, farmacias, com-pra de predios para la cría de ganadoy siembra, compra y comercializaciónde ganado, inversión en empresasnacionales o extranjeras, utilizando aterceros para ocultar las actividadesfraudulentas bajo una pantalla delegalidad. A partir de 1982, la organi-zación creció significativamente, apro-vechando el auge de la coca y algunasventajas otorgadas por el gobierno deturno, contando actualmente con capa-cidad de generar su propio financia-miento y acumular excedentes conside-rables.

A raíz de la lucha frontal delgobierno contra los carteles de la droga,las FARC obtuvieron un mayor espaciode maniobra para obtener recursos delnarcotráfico e incluso para constituir supropio cartel, constituyéndose en elgrupo más poderoso en el cultivo,proceso y comercialización de la droga.

De los US $ 1.000 millones al añoque administra la guerrilla, se estimaque alrededor de 500 millones provie-nen de las actividades del narcotráfico:cultivos propios e impuestos a losproductores de coca y traficantes; elresto corresponde a los dineros prove-nientes de los secuestros y extorsiones.

d) El escenario regional y elconflicto

Desde que en 1999 Estados Uni-dos hiciera conocer a la comunidadinternacional que especialistas delPentágono habían diseñado posiblesescenarios en que podría derivar elconflicto de Colombia, la prensa inter-nacional ha venido especulando sobreuna eventual intervención militar de laprincipal potencia mundial, lo que seacrecentó después que el Jefe delServicio de Inteligencia del Perú sereuniera con corresponsales de prensaextranjera en Lima y en una conversa-ción off de record, que apareció envarios periódicos, entre ellos “Clarín”,de Buenos Aires, se difundiera unadescripción detallada para intervenirmilitarmente en Colombia, con la ayudade otros ejércitos, mencionando los deEcuador y Perú.7 Es muy posible que

7 VARGAS Mauricio “La situación en Colombia y forma como los medios de comunicación laasumen” en: Estudios Internacionales, Nº 127-128, Santiago, septiembre diciembre 1999, Pág.198.

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el Departamento de Defensa de losEstados Unidos tenga elaborados pla-nes para intervenir militarmente con laayuda de otros ejércitos de Latinoamé-rica, pero esto no quiere decir que seestá frente a una invasión inminente.

El aporte de US$ 1.300 millones dedólares que el gobierno del PresidenteClinton comprometió al Plan Colombiay que fuera anunciado en la visita deocho horas que efectuó en agosto de2000 para respaldar al gobierno dePastrana, ha despertado temores en laopinión pública norteamericana, queargumenta que la política de EstadosUnidos en Colombia puede llevar a“vietnamizar” el conflicto. Sin embargo,funcionarios norteamericanos se hanadelantado e informado que, pese aque la ayuda considera un importantecomponente militar, el destino de ellaes para combatir al narcotráfico y noa la guerrilla.

El gobierno de Venezuela haintervenido activamente en el acontecercolombiano lo que daña la relaciónbilateral, siempre sensible por históri-cas desavenencias de carácter limítro-fe. Existe una relación de intercambioentre la guerrilla y el gobierno deCaracas que en esta etapa del procesomantiene un fluido y permanentediálogo con los grupos subversivoscolombianos con el fin de reunirantecedentes, informarse y esperar elmomento para ofrecerse para mediaren el conflicto, haciendo resaltar elespíritu bolivariano de la medida,aspiración que no suele ocultar elPresidente Chávez.

Con respecto a la aplicación delPlan Colombia, Hugo Chávez seopone radicalmente a la militarizaciónde la lucha antinarcóticos, debido aque esto podría “vietnamizar” el pro-blema de la droga y ampliar el conflictoa nivel regional. Por su parte, elgobierno panameño oficialmente no vemayores problemas con el Plan Co-lombia, sin embargo, exige una ayudaadicional para el reforzamiento de lospatrullajes de la provincia fronteriza delDarién.8

Brasil ha dado un no diplomático,pero muy firme a la petición de laSecretaria de Estado norteamericana,Madeleine Albright, para que se integrea una eventual fuerza de paz paraintervenir en Colombia, pero ante eltemor de que la guerra en Colombiacruce sus fronteras, sobre todo en lazona de Amazonia, el gobierno deFernando Henrique Cardoso ha toma-do una serie de medidas militares,entre las que se incluye el refuerzocon 6.000 soldados a esa región.Asimismo, el Ejército de este paísadelantó la compra de ocho helicóp-teros de fabricación francesa paravigilar las fronteras que por su longitudy características son difícilmente con-trolables, pero a la vez, ha negadotambién el apoyo logístico al uso debases aéreas y radares brasileños porparte de colombianos. El temor deBrasil radica en que los traficantescolombianos, perseguidos por los es-fuerzos de Colombia y de la DEA,podrían abrir plantaciones de coca enRoraima y en la región Cabeça deCachorro en Amazonia.

8 Para comprobar la reacción de los países de la región frente a la iniciativa del Plan Colombiavéase Diario “La Tercera”, Santiago de Chile, 25 de agosto 2000. Pág. 31.

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e) Iniciativas para lograr la paz

Diferentes gobiernos han iniciadoconversaciones con el fin de lograr lapaz en Colombia, pero es con los dosúltimos presidentes donde se han dadopasos concretos, pero con disímilesresultados.

En 1991, el gobierno acordó conlos miembros de las FARC y ELN,asilados en Venezuela, el comienzo deldiálogo, estableciéndose algunos pun-tos, entre los que se indicaron el cesedel fuego, participación de representan-tes de la guerrilla en la AsambleaConstituyente que se reuniría, aplica-ción de medidas efectivas contra losparamilitares, respeto a los derechoshumanos, etc. En esa oportunidad, yluego de una ronda de conversaciones,se determinó continuar con el procesodel diálogo en México (Tlaxzcala), loque aconteció a partir de marzo de1992. Esta segunda fase de lasnegociaciones se interrumpió el 2 demayo de ese año, sin haberse alcan-zado ningún avance de relevancia, yaque continuaron los actos de hostiga-miento de la guerrilla.

Durante el mandato del PresidentePastrana se reanudaron las conversa-ciones para alcanzar acuerdos con laguerrilla, pero en esos momentos ya laFARC tenía un considerable poder yexigió, que previo al inicio del diálogoque se iba a establecer, se despejarael área, de fuerzas militares, en unaextensa zona (43.000 km.), lo queocurrió en 1998. El área despejadacorresponde a los municipios de Uribe,

Mesetas, Vista Hermosa, La Macarena,y San Vicente del Caguán. Posterior-mente, en marzo de 2000, por reque-rimientos del ELN, se agregó una zonade 5.000 km. (que equivale al área delas V y VIII regiones de Chile)9 lo queoriginó la pérdida de soberanía delEstado sobre parte importante de suterritorio al haberse creado una zona dedistensión, sin la presencia de repre-sentantes del Estado.

En el marco de las negociacionesdel gobierno de Pastrana, a los gruposguerrilleros se les ha otorgado unstatus político, con la intención de llevarla solución del conflicto por esta vía,llegándose a entablar conversacionesen el extranjero bajo una masivacobertura internacional, como la citarealizada en Ginebra en julio de 2000.En los hechos, la subversión actúa bajoel status de beligerantes, aprovechandotodas las ventajas que le otorga estacategoría para realizar acciones decarácter irregular.

Varias veces interrumpidas, lasconversaciones del gobierno de Colom-bia con las FARC han sido reanudadas;en febrero de este año Pastrana y “Tiro-fijo” Marulanda, ante un gran desplie-gue publicitario, pusieron su firma al“Acuerdo de los Pozos” en el que, en13 acápites, se comprometen a seguirnegociando. El acuerdo incluye lapresencia de observadores de nacionesamigas, entre otras, Chile.

Lo que se presentó a la opiniónpública como muy esperanzador no hasido tal, ya que en los mismos días que

9 El Mercurio de Santiago, Crónica Internacional, 29 de abril de 2000.

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se celebraba el acuerdo, la subversiónvolvió a desatar su furia. En la vísperade la firma, fue asesinado un abogadode Cúcuta y se produjeron matanzas enlas áreas rurales de Cauca y Antioquia,con un saldo de 14 muertos. Pese aque los hechores de estos asesinatospuedan ser subversivos de otrosmovimientos guerrilleros o de lasfuerzas paramilitares y no de las FARC,su acción demuestra la fragilidad de lasiniciativas para lograr la paz.

Así, entonces, la guerrilla utiliza lasnegociaciones, pero simultáneamenterealiza acciones de guerra lo quedificulta la solución negociada y remecelas bases del “Plan Colombia”, que ideóel gobierno de Pastrana, cuandoasumió el gobierno hace más de dosaños, teniendo como objetivo encararel conflicto desde una perspectiva másamplia, incluyendo consideracionessociales, económicas e institucionales.

IV. EL PLAN COLOMBIA

a) Antecedentes generales delPlan Colombia

El Gobierno reconoce que laresolución del conflicto armado ydisminución de la violencia debe rea-lizarse en un marco integral queconsidere la posibilidad de realizarinversiones y cubrir una serie de gastosparalelos al proceso de paz, antes,durante y después de eventuales nego-ciaciones con los grupos guerrilleros.

Asimismo, reconoce que lograr lapaz y sostener posteriormente elproceso puede requerir de recursos desimilar cuantía a los que correspondena los costos que actualmente genera la

violencia; por estas razones, el Gobier-no ha propuesto la creación del “Fondode Inversiones para la Paz, FIP”considerándolo imprescindible para lo-grar la paz. El costo de la inversióndebe ser asumido por el conjunto dela sociedad de Colombia, puesto quelas implicancias sociales y económicasafectan de manera generalizada a todala población y los beneficios de lograrla paz tendrán como principal benefi-ciario a la sociedad civil como un todo.

El Fondo de Inversiones para laPaz es también la herramienta adecua-da para concretar y canalizar buenaparte del compromiso de la comunidadinternacional con la paz en Colombiay ayudará a financiar los programaspresentados anteriormente para el PlanColombia, al igual que para acompañarel desarrollo del proceso de resolucióndel conflicto armado. El gobiernoestima que en las etapas previas a lasnegociaciones con los actores delconflicto, es necesario focalizar accio-nes e inversiones en aquellas zonasque han sido más gravemente afecta-das por el carácter crítico de éste.

El Plan Colombia es ambicioso, yaque considera que el proceso dediálogo y de negociaciones requiereigualmente de recursos que garanticensu estabilidad, tales como desmoviliza-ción temporal de combatientes, estable-cimiento de zonas de distensión yerradicación de los cultivos de coca. Deeste modo, sin limitarse a la soluciónmilitar del conflicto armado, el plancontempla utilizar los recursos del FIPen apoyo a programas dirigidos acontrarrestar otras manifestaciones dela criminalidad y la violencia, talescomo las que ocurren en el contexto

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urbano. En síntesis, tal como lo señalael propio gobierno a través de supágina Web de Internet, “reconoceque la paz en Colombia no se lograsimplemente con la negociacióndirecta con los grupos alzados enarmas, sino enfrentando integral-mente el problema de violencia en elpaís. Bajo esta premisa, el FIP hasido diseñado de manera tal queotras manifestaciones de violenciano estrictamente relacionadas con elconflicto armado, pero que puedanser exacerbadas por éste, debanrecibir tratamiento especial dentrodel marco de acción del Fondo” .10

El gobierno colombiano estima quetodos los sectores de la vida económicadel país se comprometerán directamen-te con el proceso de paz, especialmen-te porque el sector privado deberáaportar importantes recursos financie-ros para el Fondo de Inversión para laPaz según lo dispone la estrategia deimplementación, que ha consideradolas siguientes fuentes:

• Emisión de Bonos de Paz. Docu-mentos de suscripción obligatoriapor parte de personas naturales oempresas cuyo patrimonio seasuperior a US$ 210 millones. Através de los bonos se estimarecaudar US$ 1.000 millones.

• Complementariamente, se esperarecaudar recursos provenientesde aportes voluntarios, especial-mente de aquellos agentes econó-micos y sociales que no estaránobligados a realizar aportes obli-gatorios.

• Incentivos a la participación perma-nente del sector productivo enproyectos específicos, reconocidoscomo prioritarios por la comunidada nivel regional y local.

• Captación de recursos provenien-tes del extranjero como donaciones,créditos blandos y preferenciasarancelarias. Al respecto, el gobier-no estima que los recursos prove-nientes de créditos externos corres-ponderán a entidades de caráctermultilateral o bilateral.

• En el mediano plazo, el gobierno hadeclarado la intención de nutrir alFIP con recursos provenientes delpresupuesto general de la nación,redestinando partidas hacia regio-nes más vulnerables en el marcode la estrategia para la paz.

• Como principal estrategia parafinanciar el FIP, se prevé lacreación de un grupo consultivoque convocaría a un grupo degobiernos de países desarrollados,al sector financiero internacional ya determinados sectores producti-vos, con el fin de escuchar lapresentación de un tema específi-co, plantear soluciones y coordinaresfuerzos, tanto económicos comotécnicos para la implementación desoluciones. El gobierno ha expresa-do que “En una primera etapa delgrupo consultivo se podría iden-tificar los donantes (recursos sincostos) y en una segunda etapase podría negociar la contrata-ción de créditos con bancos,gobiernos y el sector privado” .11

10 Véase (n. 3) Principios del Plan Colombia.11 Información del gobierno de Colombia en: Internet, http://www.presidencia.gov.co.pag1/todo/

index3.htm Marco Institucional y Aspectos Administrativos, Pág. 2.

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Adicionalmente, el gobierno deEstados Unidos comprometió al PlanColombia la asignación del equivalentea US$ 1.300 millones entre pertrechosmilitares (60 helicópteros artilladosHueys y Black Hawks, equipamiento dedetección y otros aportes), ayuda a laPolicía Nacional, programas de desa-rrollo alternativos y erradicación decultivos de coca de acuerdo al progra-ma del gobierno de Colombia.12

b) Consecuencias de la aplica-ción del Plan

Si el Plan Colombia diera losresultados que se esperan, no sóloColombia recuperaría su estabilidad enla región, sino que además EstadosUnidos estaría compelido a disminuirsu presencia militar en esa parte deLatinoamérica ya que no tendríasentido la permanencia y funciona-miento de las bases de Manta, Tolimay Tres Esquinas, como tampoco laEscuela de Jungla, todo lo cualsignificaría que se produciría unapérdida de influencia y de poder en laregión para la principal potencia delmundo.

Si por el contrario, el Plan Colombiano diera los resultados que se tienenprevistos, el gobierno del PresidentePastrana entraría a un período dedeterioro progresivo, los grupos guerri-lleros se verían fortalecidos y laestabilidad interna caería a los nivelesmás precarios con graves consecuen-cias para la región.

Según un análisis que hicieranespecialistas del Pentágono cuando seestaba gestando el Plan Colombia, esposible construir cuatro escenariosprobables en los que podría derivar lacrisis de la guerrilla y del narcotráficoen Colombia: el triunfo de la paz;guerra total o triunfo de la extremaderecha; desmembramiento del país, ola prolongación indefinida del conflic-to.13 En el desarrollo de estas hipótesisse descartó la toma del poder por partede la guerrilla. De los cuatro escenariosdiseñados y de las posibles variablesen ellos contenidas, la mayoría de losanalistas del Pentágono creen que eltriunfo de la paz no pasa de ser unautopía, especialmente porque las se-cuelas de la guerra impedirían lareinserción de los guerrilleros a unavida normal. De los restantes escena-rios que se originarían, ninguno de ellosgenera consecuencias de carácterpositivo para la política de EstadosUnidos en la región.

Cualquiera sea el resultado delPlan Colombia, debido a la presión queejercen las fuerzas militares, los gruposguerrilleros no han descartado surepliegue temporal o parcial a losterritorios de los países vecinos, losque se han vistos obligados a reforzarsus fronteras con el inminente peligroque el conflicto se extienda y abarqueuna zona mayor que la correspondienteal territorio colombiano. Esta última esuna preocupación que ha hecho sentiren el último tiempo con mucha fuerza,principalmente el gobierno de Brasil,

12 Una estimación del destino de los US$ 1.300 millones asignados por EE.UU. al Plan Colombiapuede verse en: El Mercurio de Santiago, jueves 31 de agosto de 2000, Pág. 4.

13 Véase a GÓMEZ MASERI Sergio, corresponsal del diario El Tiempo en : El Mercurio de Santiago,22 de mayo de 1999, Crónica Internacional.

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como también los de Perú, Ecuador yVenezuela.14

V. CONCLUSIONES

1. El conflicto de Colombia tieneprofundas raíces históricas, socia-les y políticas; sus implicanciasdejaron de ser un asunto quecompeta sólo a este país. Laradicalización de las posiciones, elreconocimiento al status político dela guerrilla por parte del gobierno,la profundización de confrontaciónarmada y la puesta en marcha delPlan Colombia, son todos elemen-tos que tienden a abrir sus puertasa otros actores y a ampliar elámbito de las operaciones delnarcotráfico y de la guerrilla.

2. Con respecto al Plan Colombia, lacreación del Grupo Consultivo conrepresentantes de gobiernos depaíses en desarrollo, admite laposibilidad de estudiar fórmulas desolución integral lo que en lapráctica acepta la adopción deacciones concretas tendentes aadministrar los recursos que selogren captar desde el extranjero.

3. La ayuda militar que Estados Unidoscomprometió al Plan Colombiareforzará el combate al narcotráficodesde el punto de vista militar, loque llevará a los carteles de ladroga a buscar nuevas alianzascon la guerrilla y distintas fórmulasde producción y de distribución de

la coca sin descartarse que extien-dan sus áreas de operaciones aregiones de países vecinos.

4. Desde que se supo que el PlanColombia implicaba aporte militar,la guerrilla se ha estado preparan-do para lo que espera sea unrecrudecimiento del cruento conflic-to, actitud que sintetizara uno delos principales comandantes de lasFARC cuando hizo una severacrítica a la visita del PresidenteClinton declarando su presencia enel país “non grata”.

5. De los escenarios posibles queorganismos especializados hanvenido diseñando para el conflicto,el establecimiento de la paz en elcorto plazo es el menos probabley todo parece indicar que laprolongación del conflicto es el quela comunidad internacional debeesperar, sin descartarse que suprofundización y extensión compro-metan seriamente la paz en laregión. El mundo, especialmentelos países vecinos y Latinoaméricaen general, deberán hacer unseguimiento muy detallado de losresultados que eventualmente sevayan produciendo con la aplicacióndel Plan Colombia, ya que de suéxito depende en gran medida quese logre una suerte de distensióny en el largo plazo una pazverdadera que le otorgue estabili-dad a Colombia, país sacudido pormás de 40 años de luchas internas.

14 Ante las acusaciones hacia el gobierno de Venezuela que a menudo surgen en Colombia conrelación del apoyo que le otorga a la guerrilla, el canciller de ese país aseguró que no escierto que el gobierno del Presidente Chávez mantenga algún pacto con el ELN como tampococon las FARC. Diario La Segunda, Lunes 21 de agosto de 2000, Pág. 27.

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LA INTERVENCIÓN HUMANITARIA

CRISTIÁN GARAY VERA*

“La humanidad no es un concepto político y a ella nocorresponde ninguna unidad o comunidad política

y ningún status”,Carl Schmitt, La esencia de lo político , págs. 51-52.

La intervención humanitaria sobre el Estado se ha abierto pasolentamente, por medio de métodos de presión de todo tipo, emanadosdesde otros Estados. Esa intervención se aprecia como ilícita, ya queimplica interferir la soberanía interna de un Estado y desafiar elsistema de estados naciones existentes.

En las relaciones internacionales se concibe al Estado como titularde derechos que no contemplan al individuo y en consecuencia seestablece una distinción entre los derechos de las personas y los delEstado y sus obligaciones.

La intervención a un Estado, con propósitos humanitarios, suponela corporización de la Humanidad en un Estado o grupo de ellos.Sin embargo, la intervención humanitaria está tan ligada al equilibriode poder, y en general, al ejercicio del poder, que ello sólo ha podidohacerse realidad tras el término de la Guerra Fría y sólo en aquelloscasos en que la potencia superdominante ha establecido suconveniencia, pues cuando ello no ha sido posible el tema se convierteen letra muerta.

Como lo expresa LYONS Y MASTANDUNO, “las grandespotencias suelen envolver sus intereses particulares en el lenguajede los principios universales, para persuadir a los demás de que losacepten”.

Es así como algunos analistas de estos temas pretenden justificarla intervención respecto de ciertos regímenes solamente, de modode exculpar las “circunstancias” o la ideología en la violación de ciertosderechos humanos, en algunos casos específicos, como por ejemploen Cuba.

* Licenciado y Magíster en Historia por la Universidad de Chile. Profesor asistente del Institutode Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile. Investigador de la Academiade Guerra y correspondiente de la ANEPE.

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I. La construcción del derecho deinjerencia. 1

El auge del idealismo en lasrelaciones internacionales, a fines delsiglo XX se ha traducido en laproclamación del sentimiento generali-zado de pertenencia a una humanidadúnica, sin fronteras, un orden quepermite en nombre de “todos” interferirla soberanía nacional que se estima envías de extinción o por lo menos detransformación.

En el caso del llamado “derecho deinjerencia” o también denominado porlos franceses “deber de injerencia”,encuentra su cristalización en los 90con las intervenciones en zonas de laRepública Yugoslava. Las primerasformulaciones, sin embargo, se debena la década de los 70, cuando elfrancés Bernard Kouchner, actual admi-nistrador civil de Kosovo, habló delderecho a intervenir en los países conocasión del establecimiento de uncorredor humanitario en la Guerra deBiafra. Recientemente el Papa JuanPablo II, Naciones Unidas, el Presiden-

te Bill Clinton y ahora su vicepresidenteAl Gore, así como los Presidentesfranceses han hablado de este derechode injerencia como puntal del nuevoorden mundial.

Por ello, Alfonso Ruiz Miguel,profesor de la Universidad Autónomade Madrid y autor de La justicia de laguerra y de la paz (1988)2 subraya que

“... el caso de las intervencioneshumanitarias ocupa un lugar relevante,que ha pasado a ser preferente tras laquiebra de la bipolaridad por elderrumbamiento del sistema soviético”.3

El desarrollo de la idea de laintervención humanitaria se ha abiertopaso lentamente, confinando al Estadoa soportar medidas de presión de todotipo, emanadas de otros estados o decolectivos de ellos. Sin embargo, apesar de su apoyatura teórica, siguereconociéndose en ella una dimensiónilícita, en tanto incluso en su dimensiónno armada implica interferir con lavoluntad soberana interna y desafiar elsistema de estados-nación existente.4

1 El siguiente es un avance del libro En nombre de la Humanidad. De Pinochet a Kosovoy de vuelta , en elaboración.

2 Centro de Estudios Constitucionales y en libro ya citado de Roberto Bergalli y Eligio Resta,compiladores, Soberanía: un principio que se derrumba , en su artículo “Soberanía eintervención bélica humanitaria”, Págs. 56-71.

3 En BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio que sederrumba , Pág. 58. Hay varios otros autores españoles que han tratado esta problemática,por ejemplo, PEÑAS Francisco Javier, “Liberalismo y relaciones internacionales. La tesis dela paz democrática y sus críticos” en Isegoria N° 16, mayo 1997; y RAMÓN CHORNET Consuelo,¿Violencia necesaria? La intervención humanitaria en el derecho internacional , EditorialTrotta, Madrid, 1995. Una mirada más crítica a estas tesis puede consultarse en LYON GeneM. y MASTANDUNO Michael, Beyond Westphalia? State souvereignty and internationalintervention , John Hopskins University Press, Baltimore, 1995.

4 RUIZ MIGUEL Alfonso, por ejemplo, reconoce que “la imposición de condiciones y exigenciasbajo formas de presión económica, las ayudas materiales a grupos de oposición y hasta ciertaspresiones diplomáticas para cambiar el régimen político de otro Estado han sido consideradasen unas u otras ocasiones de la práctica de las relaciones internacionales como intervencionesilícitas”, en BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio quese derrumba , Pág. 59.

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Asimismo hay una discusión ampliaacerca de los límites de la coacción,aunque para una escuela española deautores españoles, como Alfonso RuizMiguel, Juan Antonio Carillo y sobretodo Antonio Remiro Brotons, lasdebidas a los derechos humanostendrían asegurada su aplicación. Esdecir, todo lo relativo a derechoshumanos no reconoce, por este argu-mento, limitación alguna en el tema delas soberanías y las fronteras estatales.Ruiz Miguel sostiene, por ejemplo,

“... así como no es coactiva unasimple declaración de un ministrocriticando la ausencia de institucionesdemocráticas en otro Estado, tampocopertenece a la jurisdicción interna delos Estados el genocidio, la imposiciónde relaciones de esclavitud, la adopciónde medidas racistas de apartheid o ladeportación en masa de colectivoshumanos”.5

Por cierto, existe un argumentofuerte a favor de la doctrina deintervención humanitaria. Este se pue-de relacionar, como lo hace RuizMiguel, con la distinción de IsaiahBerlin de entender la autonomía delestado como una forma de darse reglasa sí mismo y no ser interferido por otro.Sin embargo, dicho argumento, podríaser contradicho, afirmándose que elEstado no tiene esa plena autonomía,

no puede aplicar cualquier tipo depolítica en lo internacional y menospuede extender su territorialidad a otrasunidades similares. El caso es que, seacomo fuere, en las relaciones interna-cionales se concibe al Estado comotitular de derechos que no contemplanal individuo y en consecuencia seestablece una distinción entre losderechos de las personas y los delEstado y sus obligaciones.6

En suma, para el profesor RuizMiguel,

“Los derechos internacionales delos Estados, aquí, no son una funciónde los derechos de los individuos y, portanto, se fundamentan con independen-cia de ellos. La exclusión de lasintervenciones armadas para protegerlos derechos humanos, en cambio, seplantea como problema para quien,como el que suscribe, no acepta lospresupuestos transpersonalistas de laanalogía fuerte entre Estados e indivi-duos, que compartan una visión éticade carácter comunitarista fuertementeantiindividualista”.7

Como recalca y con razón AlfonsoRuiz Miguel, esta posición está, asimis-mo, vinculada a un conjunto de autoresque han pretendido limitar desde losderechos individuales la posición de losEstados en el orden internacional como

5 RUIZ MIGUEL Alfonso, “Soberanía e intervención bélica humanitaria” en BERGALLI Robertoy RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio que se derrumba , Pág. 59.

6 Dice RUIZ MIGUEL, “En tal concepción, en la que los sujetos relevantes y con sustantividadpropia son las colectividades, no resulta un problema especial dar razón de por qué es ilegítimauna intervención armada de carácter humanitario, esto es, en defensa de los derechos básicosde los individuos sometidos a un régimen político dictatorial”, en BERGALLI Roberto y RESTAEligio, compiladores, Soberanía: un principio que se derrumba , Pág.61.

7 Dice RUIZ MIGUEL, en BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: unprincipio que se derrumba , Pág. 61.

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Michael Walzer en Just and unjust war.A moral argument with historicalillustration (Londres, 1977),8 DavidLuban, en “Just War and HumanRights”, publicado en Philosphy andPublic Affairs (Vol.9, N° 2, 1980),Fernando R. Tesón, Humanitarianintervention: an inquiry into law andmorality (1988); y el jurista John Rawls,en “The law of Peoples” en CriticalInquiry (1993, otoño, Vol. 20, N° 1). Laprofesora de la Southwest Texas StateUniversity, Lydia M. Garner, por suparte, alude a las tesis de KorwaCombe Adar y Catherine I. Harries, ensu artículo “Dual nature of soverignty anits application to foreing policy-making:The case or the U.S. intervention in the1980s” en Journal of Third WorldStudies, Vol. X. N.2, Fall, 1993,págs.323-342.9

Walzer privilegia la tesis del indivi-duo sobre los derechos compartidos encomunidad, por lo cual limita laintervención humanitaria a la rebelióninterna. Walzer considera que sólocuando se enfrentan el Gobierno y losciudadanos se justifica la intervenciónarmada, pero no en otro tipo deconflictos, donde hay consenso interno.Y en el caso de producirse laintervención, la fórmula más auténticade ella será “que la intervención separezca todo lo posible a la no

intervención”.10 De hecho, para Walzer,“La invasión india de Pakistán Oriental(Bangladesh) en 1971, es un ejemplomejor de pureza de intervención huma-nitaria; no a causa de la singularidado pureza de los motivos del gobierno,sino porque sus varios motivos conver-gieron en un solo curso de acción [laautodeterminación] que era también elcurso de acción pedido por losbengalíes”.11

Luban, por su parte, preconiza laintervención en nombre de la humani-dad, sobre la base de la idea que ladefensa de sus derechos se posicionadentro de los derechos sociales básicos(seguridad y subsistencia), que seríanaquellos de los cuales dependen losdemás y cuya custodia es exigible alEstado. Luban va más allá de Walzer,pues extiende el número de casos,aunque no aparentemente el tipo decompetencia.

El tercero, Tesón, parte de la ideaque los gobiernos no representativosson “internacionalmente ilegítimos”.12 Eneste contexto, es necesaria la aproba-ción de la población para actuar y Tesónsólo omite la causalidad de subsistencia,porque a su juicio, intervenir pararestaurar derechos socioeconómicos enlos Estados, donde hay derechos civilesy políticos, viola la soberanía estatal.

8 Ver traducción argentina: Guerras Justas e Injustas , Goyanarte Editor, Buenos Aires, 1980.9 GARDNER Lidia M., Amazônia e os intereses estrangeiros, do segundo reinado ao desafio

da Nova Ordem Mundial”, en revista A Defesa Nacional Nº 777, Rio de Janeiro, 3er trimestre,1997, nota 29, Pág. 30

10 “La consideración hacia los propósitos de los oprimidos es directamente análoga al respetode la autonomía local que es una característica necesaria de la contraintervención”, WALZERMichael, Guerras Justas e Injustas , Pág.137.

11 WALZER Michael, Guerras Justas e Injustas , Pág.138.12 En BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio que se

derrumba , Pág. 64.

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Rawls, por su parte, supone quehay necesidad de defender a losciudadanos cuando ellos son víctimasinocentes y sus propiedades, la vida,la libertad de conciencia, de asociacióny el derecho a emigrar son violados.Este listado nos muestra cómo el autorse vincula a las proposiciones másliberales y aplica dicho razonamiento alos estados expansionistas y a los queno garantizan los derechos de laspersonas.13

Combe Adar y Harries, por suparte, aluden a una soberanía delpueblo, deducida de Jean JacquesRousseau, sobre la cual se puedejustificar la restricción de la soberaníanacional perfecta, reduciendo así a unestado al orden internacional (Irak-Kuwait) y a imponer una protecciónespecial sobre una etnia determinada(zona de exclusión aérea en Irak paraproteger a los kurdos). Pero todavíamás, sostienen que es posible sobre-pasar este límite y postular los “dere-chos de la humanidad” que seríansuperiores a los dos anteriores y quese aplicarían, por ejemplo, en casoscomo la constitución de un santuariointernacional en el Amazonas.

Es evidente, que tras esta exposi-ción, queda en claro que el asalto alEstado en nombre de la humanidadsupone la corporización de la Humani-dad en un Estado o grupo de ellos,condicionado siempre a la evaluacióndel contexto, que termina por convertir

el pretexto moral en excusa, dondeunas veces se invoca y otras no, dondeunas veces se aplica o no. Tanto es así,que como reconocen todos los promo-tores de esta idea, la intervenciónhumanitaria está tan ligada al equilibriode poder, que ella sólo ha podidohacerse realidad tras el fin de la GuerraFría y sólo en aquellos casos en quela potencia superdominante ha estable-cido su obligatoriedad, pues cuandoello no ha sido posible -por ejemplo enel asunto chechenio con los arrestos deFrancia y Gran Bretaña contra laFederación Rusa-, el tema se convierteen letra muerta si Bill Clinton, como hasucedido, no lo autoriza.

Pero sobre todo, la invocación de lafórmula humanitaria se vuelve más ymás precaria en su sustentación cuan-do se verifican los ejemplos históricosque se dan como modelo. MichaelWalzer, dada la dificultad de presentarcasos concretos, remite a dos casos“benévolos”: la Guerra de 1898 entreEstados Unidos y Cuba, por Cuba, yla intervención india en Bangladesh en1971.14 Dada la precariedad del primerejemplo, cuya moralidad es más quedudosa, Walzer argumenta que:

“Los juicios formulados en casoscomo éste [la guerra de Cuba], nodependen del hecho que otras consi-deraciones aparte de la humanidadfiguraran en los planes del gobierno, nisiquiera en el el hecho que lahumanidad no fuese la consideración

13 Sin embargo, como anota Ruiz Miguel, hay un espacio intermedio para los Estados nodemocráticos, pero que respetan algunas libertades, que serían estados jerárquicos, los queserían diferenciados de los proscritos.

14 Bajo el rubro de liberación nacional” y “contraintervención”, WALZER Michael, Guerras Justase Injustas , Pág.135.

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principal”... “La intervención humanita-ria implica la acción militar a favor delpueblo oprimido y requiere que elestado interviniente siga hasta ciertopunto los propósitos de ese pueblo”...“No quiere decir que los propósitos delos oprimidos sean necesariamentejustos o que hay que aceptarlostotalmente. Pero me parece que se lesdebe prestar más atención de la queEstados Unidos estuvo dispuesto ahacerlo en 1898.15

Dada la pluralidad de la sociedaddemocrática, prosigue Walzer, el motivohumanitario es sólo una de las dimen-siones de esta intervención humanita-ria, que en el caso de 1898 -malejemplo por cierto- se subordinaba,como todos saben, al interés estado-unidense por controlar la economía yel territorio de Cuba directamente y no,como hasta entonces, tolerando a ladébil España.16 Pese al tropiezo, Walzerno cesa de proclamar la necesidad deconsiderar la intervención humanitariacomo legítima y posible.

Ahora bien, este abuso se puedeinterpretar de dos maneras. Una, comolo hace Ruiz Miguel, como unasuplencia de la justicia universal. Otra,a la que nos adherimos, como laexpresión de la ausencia de universa-lidad del tema mismo de los derechoshumanos y como la constatación queestamos hablando en suma de fuerza,mejor adjetivada que antes, pero fuerzaque depende de un equilibrio y delpoder de los Estados, ya que la fuerza

armada sigue siendo monopolio deéstos y no, como desearían losidealistas, de una forma políticasupraestatal, distinta del Estado.

Así visto, nuestra objeción fuerte sedivide en dos. Una de corte absoluto:es decir, que la vigencia universal delos derechos humanos en las relacio-nes internacionales no pasa de ser unideal inconcluso, contradicho inclusopor aquellos que pretenden imponerlacomo regla internacional. Lo peculiar deeste motivo es que esa ausencia denormatividad universal, obliga a aceptartodas las excepciones, que se convier-ten en su segunda y real naturaleza,toda vez que en todos los casos deintervención humanitaria se invocanotros intereses, que tienen connotacio-nes, ventajas y perfiles para lasgrandes y medianas potencias quedesean intervenir.

El segundo aspecto se deriva delanterior: para aplicar ese criterio discre-cional, particular, ese análisis caso acaso, no hay más remedio querevestirse de la humanidad para actuarde suyo casi siempre al margen de lasmotivaciones oficiales. Estableciendoese otro interés, tan lejano siempre ala de inexistente Humanidad que seinvoca. Es así que como recuerdanLyons y Mastanduno:

“Las grandes potencias suelenenvolver sus intereses particulares enel lenguaje de los principios universa-les, para persuadir a los demás de que

15 WALZER Michael, Guerras Justas e Injustas , Pág.137.16 Remito, entre otros, al libro de mi buen amigo, el profesor argentino y miembro de CONICET,

CAGNI Horacio, La guerra Hispanoamericana y el inicio de la Globalización , C.A.E.E. /Ixbilia (Universidad de Sevilla), Buenos Aires, 1999.

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los acepten. Sin embargo, para losrealistas lo fundamental es que lo quepodría parecer una acción de lacomunidad internacional consiste dehecho en un reflejo de los intereses delos Estados dominantes, y quizás en unvehículo para la consecución de esosintereses”.17

Si algo hubiera que decir, enconsecuencia, sería simplemente, quela intervención humanitaria depende dela fuerza de los Estados que imponensu fórmula, sindicados como los que searropan de la legitimidad valórica ycomunicacional frente a los Estadosproscritos de la ortodoxia pública.

II. El argumento de la Humanidadcontra el Estado-Nación: Brasil yla Amazonia 18

La invocación de la humanidad eneste momento se extiende no sólo a losderechos de las personas frente alEstado. Ahora se incluye, además, lasde los seres inanimados, la naturalezacomo un todo, como se tratan en losargumentos para internacionalizar laAmazonia a los Estados que sonsoberanos de esa región y partes delTratado homónimo.

Hay que recordar que si bien Brasiles el principal Estado que ejercedominio no es el único, pues compartendicha soberanía, además: Ecuador,Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela ylas tres Guayanas. El solo territorioamazónico brasileño se estima en 5,2millones de kilómetros cuadrados yconcentra el 30% del patrimoniogenético de la humanidad. Asimismo,corresponde al 54% del territorio totalcitado y contiene el 5,4% de las tierrascontinuas del mundo. De su importan-cia biológica da una idea saber que enun solo río amazónico hay másdiversidad de peces que en todos losríos de Estados Unidos.

Desde hace unos años, las corrien-tes ambientalistas han declarado supreocupación por la catástrofe ecológicaque supondría la ocupación de laAmazonia, entre las cuales destacan laquema de bosques (que sería respon-sable del 15% del dióxido de carbonoliberado a la atmósfera en el mundo),la contaminación de los ríos pormercurio por los buscadores de oro, laproliferación de la malaria, el avancesobre tierras y población indígena, eluso inadecuado de la tierra y de losrecursos forestales y la amenaza sobre

17 LYONS Gene M. y MASTANDUNO Michael, “Intervención internacional y soberanía”, Pág. 7en www.uyweb.com.uy/relaciones/9704/1554.htm Este artículo es parte de un libro mayor, delque son editores, titulado Beyond Westphalia? State sovereignty and internationalintervention , John Hopkins University Press, Baltimore, 1995.

18 Como base de este análisis hemos consultado el artículo de PAUL Wolf, profesor de lasUniversidades de Francfort del Meno / Universidad de Belém, titulado “Internacionalización ysoberanía limitada (apuntes del debate sobre la internacionalización de la Amazonia en el Brasil”,en BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio que sederrumba , Paidós, Barcelona, 1996, Págs. 177-189; GARDNER Lidia M., “A Amazônia e osintereses estrangeiros, do Segundo Reinado ao Desafio da Nova Ordem Mundial” en revistaA Defesa Nacional N. 777, Rio de Janeiro, Trimestre 3 de 1977, Págs. 21-40; y LOURENÇÃOHumberto José, “O sistema de Vigilancia da Amazônia (SIVAM) e a Defesa Nacional” en revistaA Defesa Nacional N. 784, 2 Quadrimestre de 1999, Rio de Janeiro, Págs. 94-95.

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la reserva de agua dulce más grandedel planeta.

Al mismo tiempo, los gruposambientalistas, financiados desde lospaíses desarrollados, que acusan algobierno brasileño de ineficacia para laprotección de este espacio, han postu-lado en los 80 pasados la tesis deejercer sobre esa área geográfica unasoberanía internacional. Paralelamente,los miembros de la UE y de Canadáy Estados Unidos han establecidocondiciones para la ayuda financiera.De hecho, en 1991, el gobierno deCollor de Melo rectificó una delimitaciónanterior, hecha bajo Sarney, de lastierras de los indígenas ianomâmi, queprovocó primero la protesta de lasONGs situadas en Londres y luego elenvío de una misión británica parademostrar su inquietud frente al tema,precedente a la idea de boicotear lareunión “Río 92” e influir en el discursodel Presidente francés FrançoisMitterrand en el sentido de impulsar laintervención de la Amazonia.

De acuerdo a la tesis más radical,Brasil debería renunciar o entregar laAmazonia a un complejo no determi-nado de países (por ausencia deorganismos supranacionales) parapermitir al mundo disfrutar del recursoaire.

Paralelamente, cada vez más seescucha hablar de la “internacionaliza-ción de la Amazonia”. De hecho, cadavez más, en los países desarrolladosse sostiene que los futuros confictos

entre países desarrollados y subdesa-rrollados se dará por recursos como elagua y el aire. No es descaminadopensar, entonces, que esta preocupa-ción es más por controlar esos recursosque por el bienestar colectivo delgénero humano. Por lo demás, pese aque el grueso de la campaña la hacenONGs radicadas en los países desarro-llados, son los Estados huéspedes deesas entidades los que decidirán sobreeste punto.

La invocación del interés globalllevó al entonces Canciller soviético,Edward Shevardnadze, a adherir a la“agenda global verde” durante suintervención ante la ONU el 27 deseptiembre de 1988 y afirmar entoncesque:

“La biosfera no reconoce divisionesen bloques o alianzas o sistemas ...nadie está en posición de edificiar supropia línea de defensa ambientalindependiente y aislada”.19

En 1989, Holanda promovió dosreuniones en La Haya para consagrarel condicionamiento de la deuda exter-na a la “concesión de parcelas desoberanía”, moción que recibió elapoyo francés.

“Em 1989, o então presidente daFrança, François Mitterrand, levantoua tese da soberania relativa- no quefoi apoiado por Mikhail Gorbatchev,da então URSS- segundo a qual oBrasil e os demais países onde háflorestas tropicais passariam a admitir

19 Citado por LA ROUCHE Lyndon H., El complot para aniquilar a las Fuerzas Armadas ya las naciones de Ibeoramérica , EIR, Washington, 1993, Pág. 142.

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a ação de organismos internacionaisna Amazônia”.20

Lógicamente esto provocó alarmaen Brasil, que desde la época de losgobiernos militares pos 64 habíasustentado la tesis de una conspiracióninternacional para convertir a laAmazonia en una nación independientedenominada Ianomâmi, a partir de lacreación de un parque indígenabinacional sobre este pueblo.21 Estaapreciación llevó al Ejecutivo brasileñoa entregar a las Fuerzas Armadas laoperación del SIPAM o Sistema deProteção da Amazônia, que desde el 21de septiembre de 1990 vigila y monitoreaun 14% del territorio brasileño integradoal proyecto desde 1989, y que sucedióal proyecto Projeto Calha Norte (1985).

Por otra parte, en las audienciasparlamentarias sobre el caso de laAmazonia se hizo notar cómo elprograma de internacionalización iba aparejas a la política de Estados Unidos(y ahora de la Unión Europea) depromover el desmantelamiento de lasFuerzas Armadas, lo que facilitaría sucontrol internacional por terceros países.

Desde luego, frente a estas conclu-siones, es evidente la funcionalidad

argumental de las ONGs a las deman-das de los Estados intervencionistas:por ejemplo, éstas argumentan que laAmazonia está ya entregada a lasoberanía económica exterior, por locual sólo habría que completar latransferencia de ella a un mandatointernacional. No resulta extraño, eneste panorama, observar, como recuer-da el profesor Paul, que las actividadesde los ecologistas convergen a ampliar

“ ... las funciones del Consejo deSeguridad de la ONU para asegu-rar la implementación de los obje-tivos ecológicos por vías pacíficasdel Derecho Internacional. Sinembargo, se encuentran en discu-sión las sugerencias de un “sistemade emergencia” compuesto demedidas de “seguridad colectiva”como de “misiones especiales defuerzas militares colectivas”.22

Indisoluble a la propuesta seañadían la presencia de contingentesde Naciones Unidas y una política depresión ante Brasil, conducida porpréstamos ante el Banco Mundial y elBanco para el Desarrollo. Por ejemplo,pagos compensatorios para no usar laselva; financiamiento con control inter-nacional de zonas naturales protegidas

20 LOURENÇÃO Humberto José, “O sistema de Vigilancia da Amazônia (SIVAM) e a DefesaNacional” en revista A Defesa Nacional N. 784, 2 Quadrimestre de 1999, Rio de Janeiro, Págs.94-95. Ver también en la misma revista, pero N. 777, julio-septiembre de 1997, el artículo deCYRILLO Luiz Claudio, “Sistema de Vigilancia da Amazônia: Implantação e reflexos no CampoEstratégico e na integração nacional”, Págs. 47-60.

21 Si bien, como dice GARDNER Lidia, “Ate a Segundo Guerra Mundial, a soberania brasileirasobre a Amazônia foi sempre reconhecida”, hubo intentos de Estados Unidos, conducidos porMaury en el siglo XIX de intentar convertir la región en una zona de libre tránsito, ver GARDNERLidia M., “A Amazônia e os intereses estrangeiros, do Segundo Reinado ao Desafio da NovaOrdem Mundial” en revista A Defesa Nacional N. 777, Págs. 22-27.

22 En BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio que sederrumba , Pág.184.

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y demarcación con presencia extranjerade reservas indígenas.

Por lo tanto, cada vez más sevincula el tema ecológico con el étnico,lo que se ha traducido en programasque condicionan la ayuda económica aprogramas humanitarios para los indí-genas ianomami. Estados Unidos ySuiza han proveído directamente fon-dos con este fin, mientras que Franciaha sustentado la tesis de que losatentados contra los derechos huma-nos subvierten la capacidad soberanade los estados.

Aquí se verifica cómo la ortodoxiapública, esta vez sustentada en el temaecológico, permite a los Estadoshegemónicos bombardear la soberaníaestatal en nombre del género humanoy anticipando la catástrofe que ellos nofueron capaces de evitar ni reparar.

Anticipando ese traspaso, orga-nismos como el Banco Mundial, en1989, no admitieron la concesión depréstamos para la construcción de145 centrales hidroeléctricas en lazona. Cada vez más, asimismo, losestados desarrollados exigen garan-tías de Brasil con respecto a laadministración de la Amazonia. Enrespuesta, el Estado de Brasil acabade desplazar las fuerzas tradicional-mente situadas en la frontera conArgentina, al interior y desde 1991 seha puesto en actividad una ComisiónParlamentaria destinada a investigarel fenómeno de la campaña, en la queha tenido un lugar destacado elsenador José Sarney, ex presidente,

y nada sospechoso de derechista niimperialista.

En segundo lugar, dado que Brasilno fue el único Estado presionado en1989, los Ministros de RelacionesExteriores de los Estados limítrofes alRío Amazonas,23 suscribieron la Decla-ración de San Francisco de Quito,destinada a condenar las intervencio-nes extranjeras respecto del asunto.

Sin embargo, Brasil, en abril de1998, acordó resguardar 62 millones deacres de bosque con apoyo del BancoMundial y del grupo WWF International(Fondo Mundial de la Vida Silvestre),respondiendo a una campaña interna-cional para que todos los países delglobo pongan el 10% de sus bosquesbajo protección y cuyo predicamentoaceptó Fernando Henrique Cardoso.

El Presidente del Banco Mundial,James D. Wolfensohn, fundamentó suactuación diciendo,

“Estamos preocupados por lasselvas”... “Estamos preocupados por labiodiversidad. Si no hacemos algoacerca de ello, si no trazamos una líneaentonces nuestros hijos no tendránbosques y el ambiente va a ser muchopeor de lo que es actualmente”.24

III. La injerencia según la ONU

a) La propuesta de NacionesUnidas

A contrapelo de la debilidad político-militar de Naciones Unidas, durante el

23 Ecuador, Guyana, Surinam, Perú, Venezuela, Bolivia, Colombia, Brasil.24 CUSCHMAN John H. Jr., “Brasil promete conservar área extensa en la Amazonia”, 29-IV-1998.

www.latinolink.com/new/news98/0502 nbra.htm

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mandato del Secretario General BoutrosBoutros-Ghali se propició, desde el fin dela Guerra Fría, una drástica limitación dela soberanía (acorde a la tesis francesa)que se incluyó en su relato del 31 deenero de 1992 cuando bajo el nombrede Agenda de la Paz proclamó, en surecomendación Nº 27, que la época dela soberanía nacional, entendida comouna atribución absoluta ya había pasadoy que se necesitaba equilibrar lasnecesidades domésticas con un mundocrecientemente interdependiente.25

Nuevamente este tema aflorócuando durante la 54ª sesión de laAsamblea General de las NacionesUnidas, el 20 de septiembre de 1999,se produjo un inusual debate acerca dela soberanía de los Estados y elderecho a las intervenciones colectivas.Fue el propio secretario general, elafricano Kofi Annan, en un apoyoindisimulado del juicio a Pinochet, quienafirmó la doctrina onusiana de laintervención humanitaria si los Dere-chos Humanos eran violados de modoevidente en un Estado determinado.

En efecto, reflexionando sobre laintervención en Timor Oriental, dondela ONU era garante del plebiscito parasu independencia, Annan hizo un dolidocontraste con la masacre de 500.000ruandeses en 1994 cuando la inaccióndel Consejo de Seguridad impidiótomar medidas al respecto. Por con-traste, afirmó:

“Una era global exige intervencionesglobales en las cuales coincide el interéscolectivo con los intereses nacionales”.“En ese marco, las violaciones masivasy sistemáticas de los derechos humanosno deben ser más toleradas”.26

Por eso había que poner, ahora, enmarcha dos principios:

— la legitimidad universal, y— la eficacia de la defensa de los

Derechos Humanos.

Por ello,

“... si el mero empeño frente a lascrisis humanitarias debe recoger elrespaldo de los pueblos del mundo,también debe ser juzgado en formauniversalmente justa y aplicadosistemáticamente sin comenzar adiscriminar entre áreas regionales onacionales”.27

Para refrendar la supuesta univer-salidad, Annan agregó que:

“... si los estados proclives aacciones criminales saben que susfronteras no representan una de-fensa absoluta, y si tienen claro queel Consejo de Seguridad adoptarámedidas para detener los crímenescontra la humanidad, no se embar-carán tan fácilmente en ese cursode acción con la esperanza dequedar impunes”.28

25 Ver An Agenda for Peace. Preventive diplomacy peacemaking and peace-keeping. Report of theSecretary-General, 31-I-1992. A/47/277-S/2411. En: http://www.un.org/Docs/SG/agpeace.html

26 El Mercurio, Santiago de Chile, 21-IX-1999, Pág. A 10.27 El Mercurio, Santiago de Chile, 21-IX-1999, Pág. A 10.28 El Mercurio, Santiago de Chile, 21-IX-1999, Pág. A 10. Otra traducción dice: “Las fronteras

no son una defensa absoluta. Si saben [los Estados] que el Consejo de Seguridad adoptarámedidas para detener los crímenes contra la humanidad, no emprenderán ese tipo de acciones”,El Metropolitano, Santiago de Chile, 21-IX-1999, Pág.17.

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El carácter prescriptivo de estadoctrina enlaza notablemente con eldiscurso del Ministro de RelacionesExteriores de Francia, Lionel Jospin,quien afirmó que la comunidad interna-cional debía imponer la tesis de lasoberanía limitada.

“La misión de la ONU no estálimitada a la solución de conflictosentre los Estados, pero se extiendea la defensa de la dignidad humanaen el seno de cada uno de losestados y, de ser necesario, contralos mismos Estados”.29

b) La propuesta estadounidense

Bill Clinton aprovechó la tribuna dela ONU para criticar al SecretarioGeneral de Naciones Unidas, KofiAnnan, para decir que apoyaba lasinjerencias unilaterales cuando se poneen riesgo la credibilidad de la comuni-dad internacional para actuar en ciertoscasos de violaciones graves a losderechos humanos.

“Haber elegido no hacer nada anteesa brutalidad, no creo que hubierareforzado a las Naciones Unidas. Alcontrario, nos hubiéramos arriesga-do a desacreditar todo por lo quelucha la ONU”.30

Si bien, precisó a continuación, ellono significa una actuación idéntica deEstados Unidos en cualquier casofuturo, se ha dejado sentado unprecedente al respecto:

“No podemos hacer todo, en todoslos sitios, pero eso no significa queseamos indiferentes ante la des-trucción de inocentes en cualquierparte del mundo”.31

c) Las objeciones.

Otra objeción fue mexicana, expues-ta por la delegado Rosario Green. Esta,teniendo de telón de fondo las interven-ciones estadounidenses (y tambiéneuropeas) en México y América Central,rechazó el supuesto derecho de injeren-cia, manifestando que la convivenciainternacional debía descansar sobre lapaz y no sobre la guerra. Si se queríaconstruir un orden internacional debíanestablecerse relaciones adecuadas en-tre los países y sin un contrato entre lospaíses no podía imponerse un derechoa la injerencia, pues tampoco había underecho internacional que lo respaldara.

Sin embargo, la objeción funda-mental radicaba en la ausencia de unpacto entre las naciones, que hubieraconstituido de modo oficial una comu-nidad. Sin ese pacto, el único conjuntode normas invocables es la propiaCarta de San Francisco.

“ante la ausencia de un nuevocontrato político que tenga el apoyode todos los países miembros de laONU, México mantendrá con firme-za la posición de que la búsquedade soluciones a controversias debeajustarse a la letra y al espíritu dela Carta de San Francisco”.32

29 El Mercurio, Santiago de Chile, 21-IX-1999, Pág. A 10.30 El Mercurio, 22-IX-1999, Pág. A 5.31 El Mercurio, 22-IX-1999, Pág. A 5.32 El Mercurio, Santiago de Chile, 24-IX-1999, Pág. A 10.

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Sin ella, ni siquiera el uso de lafuerza con fines humanitarios represen-ta una solución, sino sólo una “fuentede mayor inestabilidad, incertidumbre yviolencia”.33

El segundo gran contradictor fue elvocero ruso, el Canciller Igor Ivanov,quien refiriéndose a la rebeliónchechenia y a los fundamentalismosislámicos en la Federación Rusaadvirtió que Naciones Unidas debe:

“defender con fuerza los principiosde soberanía, de integridad territo-rial y de inviolabilidad de lasfronteras nacionales”.34

Esencialmente, este planteamientoes coincidente con el de BenjamínSchwarz y Christopher Layne en “Sinenemigos: la nueva hegemonía norte-americana” (1993). En efecto, ambossostienen que, dada la estrategia deenclaves, Estados Unidos no necesitaintervenir en cualquiera guerra, sinosólo controlar los puntos o procesosque estime lesivos para sus intereses,ya que esencialmente su seguridadinterna no está en discusión.

Salvo para la izquierda y lossedicentes europeístas, la tesis delcontenido americano del nuevo ordenmundial es la más razonable y factible.Así lo entiende el presidente deChechenia, Aslan Masjedov, cuandoquejándose de la intervención soviéticaen su territorio para reprimir el terroris-

mo islámico, dice a la comunidadinternacional, tras la serie de atentadosfundamentalistas en Moscú que desdeel 31 de agosto al 8 de octubre de 1999causaron 293 muertos, que exige laintervención humanitaria,

“.... de acuerdo con las normas delDerecho Internacional y del nuevoorden mundial instalado en laOTAN”.35

Hacemos esta precisión de laclaridad con que se entiende el rol deEstados Unidos, porque la OTAN esante todo la organización de seguridadafín a sus intereses, de la cual hay unbrazo atlántico y otro europeo, subor-dinado -no diremos sometidos para noherir susceptibilidades- en las cuales seinfiere dónde y cómo administran susáreas de interés.

Es un escenario global, en el cualEstados Unidos puede conjurarselectivamente -según su doctrina mi-litar- las amenazas:

“Si es necesario, nos reservamos elderecho de atacar las instalacionesdel país que les sirve de refugio alos terroristas”.

Como sostuvo el coordinador de lalucha antiterrorista de la Casa Blanca,Richard Clarke, cuando justificó elbombardeo de supuestas basesislámicas en Sudán y Afganistán el 20de agosto de 1998, a propósito de los

33 El Mercurio, Santiago de Chile, 24-IX-1999, Pág. A 10.34 El Mercurio, Santiago de Chile, 22-IX-1999, Pág. A 5. Más adelante dijo: “El separatismo

agresivo, convertido en un terreno fértil para diversas fuerzas extremistas, es una de lasprincipales fuentes de conflictos internos y de inestabilidad regional”.

35 El Mercurio, Santiago de Chile, 8-X-1999, Pág. A 6.

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atentados contra las representacionesestadounidenses en Kenia y Tanzaniaque se atribuían a un conocidoextremista musulmán:

“Lamentablemente para el Presi-dente de Chechenia, los interesesoccidentales están lejos de suterritorio. Del mismo modo quecomo Tíbet, de acuerdo a Mecanoen Dalai Lama: “A falta de petróleono hubo amigos en el mar/ Dejandolas naciones su barquito naufragar”.Sin ese interés, todo signo pordefender la autodeterminación delos pueblos, la democracia osimilares, se disuelve como TonyBlair en el respeto obsequioso aldictador amigo...”

Sin duda, que lo esencial delequilibrio de poderes impone “realismo”para los idealistas del Nuevo OrdenMundial. O algo de impúdica hipocresíapara quienes se revisten de la Huma-nidad para seleccionar objetos fácilesde atacar que les rindan beneficioscomunicacionales y políticos.

Si consideramos este análisis, pa-rece difícil que la tesis onusiana genereuna policía capaz de hacer de la justiciauniversal una realidad. O si lo hace,creará gigantescas conmociones que laharán rápidamente inviable. Esta cues-tión permite predecir que la pretendidajusticia universal se transformará en lajusticia estadounidense, y que será la

justicia de ese país y no la justiciacomunitaria (europea) la que habrá detriunfar, siempre y cuando la resistenciade las potencias grandes y medianasno sea lo suficientemente fuerte paradesechar de raíz toda pretensiónuniversalista.

En medio de esto, queda claro quejuicios como el de Pinochet o interven-ciones en Kosovo sólo son posiblescuando el costo es tan bajo y el Estadotan impotente como lo son Chile o laRepública Federal de Yugoslavia. Al finy al cabo, sólo la ideología podráproporcionar vestidura ética a actosque como ésos emergen del desequi-librio de fuerzas, que es la única fuentede la cual la función policial puede serrealidad y no mero deseo.

IV. Recapitulación.

Siendo que la intervención enKosovo y el procesamiento del senadorPinochet constituyen signos de unmismo proceso globalizador, algunosanalistas quieren justificar la interven-ción respecto de ciertos regímenessolamente, de modo de exculpar porlas “circunstancias” o la ideología laviolación de ciertos derechos -porejemplo en Cuba-, a veces sólo porqueel que lo propugna es Estados Unidos.

Esta parcialidad caótica y por sobretodo discrecional36 legitima al másfuerte, Estados Unidos. Al fin y al cabo,

36 MENCHÚ Rigoberta, aprovechando el caso Pinochet, remitió al juez Garzón los antecedentespara juzgar a los ex Presidentes Fernando Lucas García, los ex Jefes de Estado, Efraín RíosMontt y Oscar Humberto Mejías y dos ex ministros, bajo los cargos de genocidio, torturas yterrorismo de Estado en Guatemala, basada en el informe de la Comisión para el EsclarecimientoHistórico, que culpa a la policía y a las FF.AA. de desaparecer a 200.000 personas en 36años. Ver La Vanguardia Digital, 3-XII-1999. El 27 de marzo del 2000 la Audiencia Nacionalespañola aceptó su tramitación y lo remitió al juez Garzón.

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es ese país el único que ejerce sin másla tutela de los Derechos Humanosmediante un informe del cual el únicoexcluido es justamente el propio redac-tor. De acuerdo a éste se califican lospaíses que recibirán más o menosayuda económica, más o menos apoyoy respaldo político. En la presentacióndel Informe de 1999, el 25 de febrero,el Departamento de Estado, a través deMadelaine Albright, explicaba una tesisque derivaba directamente de la audi-ción de los fallos del caso Pinochet, alsostener que los Derechos Humanoseran parte esencial de la políticaexterior de su país, y que sostenía:

“Los abusos graves y repetidos alos derechos humanos le concier-nen a todo el mundo. En eltransformado mundo actual, elpasar por alto las atrocidades essimplemente imposible”.

“La soberanía conlleva muchosderechos, pero el de matar otorturar gente inocente no estáentre ellos.37 Es simplemente erró-neo sugerir ... que las violacionesa los derechos humanos sonsimplemente un subproducto inevi-table de la naturaleza humana”.38

Hecha esta exposición de losalcances jurídicos y políticos sobre el

orden internacional, tanto a nivel depersonas concretas como de estados“delincuentes”, cabe preguntarse de susentido último. Es decir, de aquello queSchmitt, el célebre y controvertidojurista alemán, calificaba de potencialexcluyente del concepto de humanidad.Porque, a todas luces, no es la“Humanidad” la que como tal interviene,sino personas y estados concretos.

“La humanidad en cuanto tal nopuede realizar ninguna guerra,puesto que no tiene enemigos, almenos sobre este planeta. Elconcepto de humanidad excluye elde enemigo, puesto que también elenemigo no deja de ser hombre yen éste no presenta ningunadiferencia específica”.39

Ahora bien, la Humanidad incrimi-nadora -traducida al escenario interna-cional donde las personas importanmenos que los colectivos- concebidacomo actor castigador supone por lomismo la exclusión de la mancomuni-dad de los inculpados y, por ende, suapartamiento e incluso aniquilación.

La consecuencia más obvia de esterazonamiento es la naturalezacompulsiva de la “comunidad de demo-cracias” como lo acaba de postular laInternacional Socialdemócrata en Var-

37 Hay que hacer mención que esta idea conecta la intervención en Kosovo con el procesamientodel senador Augusto Pinochet; de hecho este párrafo es una versión sui géneris del fallo quenegó la inmunidad del senador Pinochet para cierto período entre 1988 y 1989 en la justiciabritánica.

38 El Mercurio, Santiago de Chile, 26-II-2000, D15.39 SCHMITT Carl, El concepto de lo político, pág. 51. Hay que hacer notar que efectivamente

la teoría democrática efectivamente no se concibe como conflictiva y, por ende, no perfilaenemigos, pese a que las evidencias empíricas de la política de los Estados democráticossugiere lo contrario. Ver por ejemplo SALGADO Juan Carlos, Democracia y Paz. Ensayo sobrelas causas de la guerra , Biblioteca Militar, Santiago de Chile, 1998.

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sovia (junio, 2000). Es decir, elactivismo militar, político y jurídico. Laintervención en Kosovo, guerra unilate-ral contra un Estado, se concibe asícomo “la guerra contra las guerras”, esdecir como la expresión lingüística másacabada del potencial político de laexclusión democrática en manos de losEstados más poderosos que dicenencarnar el colectivo internacional.

Pero la interpretación del fenómenoestá lejos de dar por superado elenfoque realista. El réquiem que algu-nos han dado al enfoque estatal y porextensión al realismo en todas susversiones, incluso en el neorrealismono ha supuesto la eliminación de lalógica del poder. La discriminación endónde y por qué intervenir, qué razoneselegir para hacerla viable es la médulade esta reformulación, en la cual elpoder es además de político, militar yeconómico, también mediático, valóricoe ideológico.

Esto es algo que han advertido losespecialistas. Ruiz Miguel señala quesi bien la intervención humanitaria sejustifica en nombre de los derechosindividuales está amarrada a la propor-cionalidad:

“... lo consecuente en principio esjustificar todas las intervencionesarmadas humanitarias que, demanera proporcionada, sirvan para

salvaguardar los derechos indivi-duales de todos los afectados”.40

De modo, que, según nos informa-mos, no se trata de aplicar laintervención humanitaria en cualquiercircunstancia y relación. Por el contra-rio, cada caso, se estima, merece unanálisis propio, en el cual las potenciasinterventoras predicen el éxito de laoperación. Lyons y Mastanduno hanpercibido lo que se esconde detrás deesta formulación:

“Hedley Bull habla de una interven-ción “vicaria” en la cual puedenparticipar otros Estados, pero queinician y organizan una o variaspotencias. Añade este autor queuna gran potencia es por definiciónuna potencia contra la cual no sepuede intervenir”.41

O sea, por definición, la interven-ción la hacen los grandes y se refierea todos, excepto a los que se otorganpor sí mismos el derecho a ejecutarla,ya sea jurídica o militarmente.42 Laaplicación de este criterio ha sidoexpuesta por el Embajador de EstadosUnidos y negociador de los acuerdosde Dayton, Richard Holbrooke, cuandodice:

“A medida que nos aproximamos aldécimo aniversario de la caída delMuro de Berlín, la comunidad de

40 En BERGALLI Roberto y RESTA Eligio, compiladores, Soberanía: un principio que sederrumba , Pág. 63.

41 Gene LYONS M. y MASTANDUNO Michael, “Intervención internacional y soberanía”, Pág. 7en www.uyweb.com.uy/relaciones/9704/1554.htm

42 Esto se prueba, por ejemplo, en las objeciones españolas a tratar las violaciones de los derechoshumanos en la Guerra Civil española, alegando su jurisprudencia interna o las negativas aestándares distintos de los propios en DD.HH. de Estados Unidos o la Unión Europea alegandoleyes y motivos de seguridad internos.

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naciones ve ahora claramente elmundo de post Guerra Fría comoun lugar más caótico y peligrosoque como una mayoría esperaba.Habrá otras Bosnia, Kosovo yTimor Oriental en el futuro. No sepuede tratar a todos en formaidéntica porque cada uno tendrásus propias características únicas;geográficas, políticas, estratégicasy morales”.43

En el caso de Kosovo, por ejemplo,todas las densas razones humanitariasde una “guerra justa”, “guerra por lacivilización” según dijo el representantefrancés, tiene por condición previa ladebilidad del enemigo malvado que seha señalado. Sin ese requisito se

carece de viabilidad. De ese modo esposible acudir en auxilio de Kosovo oTimor Oriental, pero ignorar al Tíbet;imponer la democracia en Haití peroignorarla en Cuba. Tratar la secesióncroata o bosnia como un asuntointernacional y decir por boca de laUnión Europea en octubre de 2000 queel asunto vasco es un problema internoespañol no sometido al principio deautodeterminación de los pueblos cuan-do el Gobierno de esa autonomíasomete el problema de una eventualindependencia a su consideración. Unadiscrecionalidad que se explica porquela invocación humanitaria es política yrepresenta intereses mediáticos y po-líticos bien precisos de las potenciascapaces de hacerla operativa.

43 El Mercurio, Santiago de Chile, 24-IX-1999, Pág. A 7.

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FUNDAMENTOS ECONÓMICOS DE LA ECONOMÍA DE DEFENSA

MANUEL CONCHA MARTÍNEZ*

La Defensa Nacional, definida económicamente, es un BienPúblico, de tal manera que toda la ciudadanía recibe el beneficio desu quehacer, aun cuando haya participado o no de su financiamiento.Como las personas no están dispuestas a financiar algo por lo cualno reciban directamente un beneficio, el mercado no es capaz dedeterminar cuánta es la cantidad ni cuál es el precio que se estádispuesto a pagar por ella. Sin embargo, las personas revelan suspreferencias por este bien en forma colectiva y lo hacen a través desus representantes políticos. Este artículo pretende llegar a determinarlas condiciones colectivas que se deben cumplir para un equilibriogeneral de la economía, considerando dos bienes, la DefensaNacional, que brinda protección a la sociedad, y el resto de los otrosbienes de la economía.

Este análisis se iniciará supo-niendo que las personas considerana la Defensa como un Bien Privadoque lo intercambian libremente porotros bienes y servicios de laeconomía con el fin de alcanzar undeterminado nivel de bienestar. Ve-remos cuáles son las condicioneseconómicas y de preferencias que sedeben cumplir para ello. Más adelan-te y en otro artículo se levantará estesupuesto a fin de llegar a lademostración de las condicionesinicialmente señaladas.

La economía trata sobre los proble-mas de la escasez de recursos produc-tivos en la sociedad y la forma deresolver los problemas para la satisfac-ción de las ilimitadas necesidades del serhumano, en la “mejor forma posible”.1 Delo anterior se desprende entonces que laEconomía de Defensa trata sobre lamejor forma posible de brindar proteccióna la nación, no tan sólo durante elperíodo de conflicto sino que también, ymuy especialmente, durante el períodode paz, considerando que la escasez esuna situación permanente.

* Ingeniero Politécnico Militar (APM, 1969), Magíster en Ciencias con Mención en Economía (U.de Chile, 1983), Profesor de Economía y Economía de Defensa en la Academia Nacional deEstudios Políticos y Estratégicos (ANEPE, 1981-2001).

1 Por “mejor forma posible” se entiende la solución del problema, minimizando el empleo delos recursos involucrados en la disyuntiva de solución, o alternativamente satisfacer la mayorcantidad de necesidades con los recursos de que se dispone.

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Este artículo trata sobre las condicio-nes que deben cumplir, tanto la cantidadde recursos productivos empleados en laproducción, como la distribución entre losconsumidores de los bienes y serviciosproducidos para lograr el nivel debienestar social que se ha propuesto lacomunidad. En otras palabras, encontraraquella condición que permite determinarcuál es la cantidad (combinación) derecursos productivos y de bienes yservicios que permiten optimizar dichaasignación. Todo lo anterior, en uneficiente equilibrio productivo, de consu-mo y de bienestar social.

1. OBJETO

Desarrollar un modelo teórico paraestablecer las condiciones marginalesde equilibrio general, de consumo y deproducción, que se deben cumplir parala asignación óptima de recursosnacionales a la Defensa Nacional y queal mismo tiempo maximicen el bienes-tar de la comunidad.

Trataremos de establecer la formacómo interactúan los agentes económi-cos tomadores de decisiones cuandose comportan bajo ciertas condicionesde elección de alternativas.

2. METODOLOGÍA

Se hará una aplicación al modelode “Equilibrio General” y al de “Econo-mía del Bienestar”.

Como método de razonamiento seusará la herramienta matemática, para locual se usará el método de “optimizaciónde una función sujeta a restricciones”,aplicando el método de Lagrange delMultiplicador Indeterminado.2

Como todo modelo3 que simplificala realidad, en nuestro caso seconsiderará el consumo de sólo dosbienes y servicios, que serán definidosmás adelante (la Defensa Nacional y elResto de los Bienes y Servicios de laEconomía) por parte de sólo dosgrupos de consumidores y la produc-ción de estos dos bienes empleandosólo dos recursos productivos.

Se desarrollará un modelo queresponda a tres preguntas:

– ¿Cómo deberían distribuirse,eficientemente, los bienes y ser-vicios entre las personas, dadaslas preferencias de cada una deellas y dado un cierto nivel debienestar por alcanzar?

– ¿Cuál sería la asignación eficientede los recursos productivos de quedispone la sociedad, en la produc-ción de los dos bienes y serviciosanteriormente mencionados?

– ¿Cómo reaccionan las personascuando se les da la oportunidadde intercambiar bienes y serviciosy desean alcanzar un cierto nivel

2 Ver: HENDERSON J.M. y QUANDT R.E. (1975) “Teoría Microeconómica” , 2ª edición, Capítulo7, Ariel, España y FRANK Robert (1999) “Microeconomía y Conducta” , traducción 1ª. Edición.Capítulo 18, Madrid: McGraw Hill, España.

3 Un Modelo es una construcción teórica que intenta representar lo esencial de las relacionesentre las variables que tratan de interpretar el mundo real, constituyendo una abstracciónsimplificada de la realidad.

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de bienestar individual y colectivoa la vez, de tal forma de buscaruna combinación óptima de con-sumo, tanto de bienes como defactores productivos?

– ¿Cómo resuelve la sociedad esteproblema cuando las personas noreflejan individualmente sus prefe-rencias por la Defensa Nacional?

En los supuestos que se harán acontinuación se describirán las conside-raciones restrictivas o simplificacionesrespecto de la realidad, que no necesa-riamente constituyen errores. Dichassimplificaciones permitirán sacar algunasconclusiones que ayudarán a predecir larealidad de acuerdo a la bondad ycorrección del modelo desarrollado y ala racionalidad de su planteamiento.

3. SUPUESTOS

Se considerarán los siguientessupuestos simplificadores del modelo:

3.1. Existe una economía cerradaen equilibrio general.4

3.2. Modelo estático: 1 período deanálisis.5

3.3. Existen 2 grupos de consumi-dores: el 1 y el 2, que se

intercambian libremente los bie-nes en competencia perfecta.

3.4. En el período existen solamen-te 2 grupos de bienes,6 confor-mados por:

- Defensa Nacional (D) entendi-da como los bienes y serviciosque la conforman, y el

- Resto de los bienes y serviciosque necesita la sociedad (R):vivienda, educación, salud, etc.

Ambos bienes son homogé-neos y divisibles y no haybienes públicos.7

3.5. En el período de análisisexisten 2 recursos (factores)productivos8 en la economía,con oferta inelástica (sólo exis-te una dotación fija de ellos) enel período a analizar.

- Capital (K)con dotación fija = K

- Trabajo (L)con dotación fija = L

Ambos factores productivos sonhomogéneos y perfectamentedivisibles y pueden usarse,

4 No hay intercambio con el exterior y las soluciones encontradas permiten un equilibriosimultáneo.

5 Se analiza el tema en un solo intervalo de tiempo; en una sola fase temporal, por ejemplode disponibilidad de cierta cantidad de bienes y servicios.

6 A pesar de que la Defensa Nacional y el resto de los bienes están conformados por bienesy servicios, en este trabajo sólo se hablará de bienes en términos genéricos.

7 Por “homogéneo y divisible” se entiende que todas las unidades son idénticas en suscaracterísticas y que se pueden subdividir en las cantidades que se desee. La no existenciade bienes públicos significa que sólo existen bienes privados, entre ellos la Defensa Nacionalque es un bien público puro. La consecuencia de este supuesto se verá a lo largo del trabajo.

8 Se emplearán los vocablos Factores Productivos o Recursos Productivos, indistintamente, comolos recursos empleados en la producción de los bienes.

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indistintamente, para produciruno u otro grupo de bienes.

Existe un pleno empleo de losfactores productivos, de talforma que se cumpla la condi-ción de que (ambos se agotanen la producción):

K = KD + K

R

L = LD + LR

3.6. Las “Funciones de Producción”(forma de producir) para cadagrupo de bienes son:

D = D (KD ; LD)

con D' y D' > 0;K LD D

D" y D" < 0K LD D

D" > 0K ,LD D

R = R (KR ; LR)

con D' y D' > 0;K LD D

R" y R" < 0K LR R

R" > 0K ,LR R

Es decir, para la producción deDefensa Nacional y de resto delos bienes se emplean cantida-des de capital y trabajo.

Nota: más adelante en elpárrafo 3.10. se explican lossignificados de la “coma” y las“cremillas”.

Las funciones son continuas ydiferenciables, con rendimien-tos decrecientes al factor pro-ductivo variable. Significa quellega un momento en que lacombinación de factores pro-ductivos hace que la produc-ción disminuya en vez de queaumente.

La sustitución entre factores esimperfecta, lo que significa quelas tasas marginales de susti-tución entre factores producti-vos es decreciente a lo largo delas isocuantas de producción.

3.7. La totalidad de la producciónreal se reparte entre los 2grupos de consumidores, de talforma que se cumpla que:

D = D1 + D2

R = R1 + R2

D1 y D2 son los bienes yservicios de Defensa Nacionalasignados a los grupos 1 y 2,de la economía, esto implicaque no hay grupos que sequeden sin Defensa Nacional ylo más que consuma un grupoes lo menos que consume elotro (“Juego de Suma Cero”)

3.8. Las preferencias de los gruposestán representadas por sus“Curvas de Indiferencia” indivi-dual o de grupo, de tal formaque las funciones de utilidad delos consumidores son:

U1 = U1 (D1 ; R1)

U2 = U2 (D2 ; R2)

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o sea, el beneficio o utilidad quereciben los grupos depende sólode cuánta es la cantidad deDefensa Nacional y de resto delos bienes y servicios de laeconomía que son capaces deobtener. Podría ser de otramanera, como que la utilidaddependiera en forma directa-mente proporcional de la canti-dad de bienes consumidos porel otro grupo (sociedad altruistaque se complace con el bienes-tar ajeno, aun a costa delpropio) o inversamente propor-cional, es decir que el nivel deutilidad propio disminuya amedida que aumenta el consu-mo del otro; por simplicidad delmodelo dejamos a un lado estasdos últimas conductas y adop-taremos lo supuesto inicialmen-te; además, se supone que lascurvas de indiferencia confor-man un mapa denso, se cumplela transitividad y la tasa margi-nal de sustitución entre gruposde bienes es decreciente; noexisten externalidades respectode los individuos.

Es necesario hacer presente enesta parte que, por tratarse dedos tipos de bienes con carac-terísticas de bienes privados,los consumidores revelan efec-tivamente sus preferencias porlos bienes y ello permite usarel método de maximizacióncondicionada; de lo contrario, sise considerara que uno de losbienes es un bien público no se

contaría con las preferenciasde los consumidores en estetipo de bienes, lo que haría queel mercado fracasara en laóptima asignación de recursosproductivos y también en ladistribución de los productos, osea, en la distribución delingreso real. Esta situaciónserá incorporada más adelanteen el modelo.

3.9. La determinación de la Funciónde Bienestar Social (FBS) va adepender de la forma deorganización y representaciónpolítica que adopte la sociedad;asumiremos que por algúnsistema, dicha sociedad hahecho un juicio ético o devalores, de tal forma que escapaz de representar los nive-les de bienestar social quedesea lograr.

La FBS será función de losniveles de utilidad (U) de losgrupos que conforman estasociedad, es así como:

W = W (U1 ; U2)

La Función de Bienestar Social(FBS) se representa por curvasde indiferencia social que mues-tran las diversas combinacio-nes de utilidad de los gruposque le dan a la sociedad elmismo nivel de satisfacción obienestar; el mapa de curvas esdenso y las preferencias sontransitivas.9

9 Existe transitividad si A se prefiere por B y B por C, entonces A se prefiere por C.

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a. Se considerará como criteriopara definir eficiencia social, elllamado Óptimo de Pareto, elcual establece que:

Una situación es eficiente si esimposible lograr que una perso-na pueda mejorar sus condicio-nes, salvo si lo hace a expensasde la situación de otra persona.10

3.10.Supuestos matemáticos

Tanto las curvas de indiferenciacomo las isocuantas permitenentregar soluciones de equili-brio (están bien comportadas);en otras palabras, la solucióngeneral se caracteriza por laigualdad de tasas marginalesmás que por sus desigualdadesque son las que distinguen las“soluciones de esquina”. Paraque se cumpla lo anterior esnecesario que:

1º Todas las funciones seanestrictamente convexas alorigen.

2º Todas las funciones sean dependiente “suave”, no dis-continua en algún punto;matemáticamente ello signi-fica que todas las funcionestienen definida la 2ª derivadapara todos los valores de lasvariables (significado de lascremillas en las ecuacionesdel párrafo 3.6.)

3º En cada función todas lasvariables son mayores quecero (positivas), en otraspalabras no hay “insumos”(sean bienes o factoresproductivos) que tomen unvalor cero o negativo.

3.11. Supuestos respecto de laDefensa Nacional

a)Es un bien económico queentrega una utilidad a los dosgrupos de individuos señala-dos; podría darse el caso enque para un grupo sea unbien y para el otro, undesbien, con lo cual seríadifícil o casi imposible encon-trar puntos de equilibrio osituaciones de intercambioya que uno de ellos no severía incentivado al intercam-bio, ya que su utilidad dismi-nuiría o alternativamente tra-taría de traspasar todo aqueldesbien al otro grupo a fin dealcanzar el máximo de utili-dad (solución esquina). Paranuestro modelo, ambos gru-pos consideran a la DefensaNacional como un bien.

b)Se entiende como la canti-dad real de bienes y servi-cios la que, dada la tecnolo-gía, se puede combinar paraproducir “protección” y que,dadas las preferencias de lacomunidad se demandan

10 Otra definición, más general, dice que: el Óptimo de Pareto es la condición en que la produccióny la distribución no pueden reorganizarse para aumentar la producción de un bien o la utilidadde una persona, sin reducir la producción de otro bien o la utilidad de otra persona. SCHAUM“Microeconomía”, 3ª.edición.

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para satisfacer cierta necesi-dad.

c) Se mide en términos de“unidades coherentes deDefensa Nacional” que cum-plen con un cierto propósitodeseable para la comunidad.La unidad coherente estáconformada como un todoorgánico supuestamente for-mado por componentes decapital y trabajo (incluido elmando) de las fuerzas deaire, mar y tierra, cuyo uso enpoder de los grupos permitesatisfacer el requerimientodefensivo de ellos mismos.

d)El consumo y producción deequilibrio no va a estardeterminado exógenamentepor alguna necesidad mínimade defensa, sino que por loque las fuerzas internas delmercado (oferta y demanda)determinen.

e)La Defensa Nacional, comoconcepto, constituye uno delos medios más importantespara lograr la SeguridadNacional y está contenida enella. La Seguridad Nacionaltiene por finalidad garantizara la nación que está prote-gida adecuadamente de lasamenazas que pongan enpeligro el logro de los obje-tivos que ésta persigue.

La Defensa Nacional se re-fiere a que debe ser capaz

de garantizar, en todo tiempoy circunstancias y contratoda forma de agresión, ladefensa del territorio nacio-nal, su integridad, la vida dela comunidad que habita elterritorio y la tranquilidadpara desarrollar una activi-dad económica.

f) Se supone que el modeloestá describiendo la situaciónen que cada grupo de indi-viduos demanda el bienDefensa Nacional para suuso, de tal forma que se leotorga a los consumidores lacapacidad de que, de sudefensa grupal se deriva ladefensa de ambos grupos ala vez.11

O sea, los mismos quedemandan los bienes y ser-vicios de Defensa Nacionalestán produciendo la defensadel conjunto; todos los con-sumidores serían especialis-tas en hacer uso de losbienes que se le entregan afin de defenderse de laagresión interna o externa.

4. MAXIMIZACIÓN DE LA FUNCIÓNDE BIENESTAR SOCIAL EN ELESPACIO DE LAS UTILIDADES

La idea es averiguar cuáles son lascondiciones que deben cumplirse paraque los consumidores, en la búsquedade su máximo bienestar, logren obteneruna combinación de bienes que satis-faga sus propias preferencias.

11 Esto podría generar un empleo ineficiente de los medios. No una asignación ineficiente.

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Función de Bienestar Social aMaximizar:

W = W (U1 ; U2)

Restricciones:

1) Dotación de factores productivoses fija, esto significa que lo másque se emplee en una industriaserá lo menos que se puedaemplear en la otra. (“Juego deSuma Cero”)

K = KD + KR

L = LD + LR

2) Hay dos empresarios que utilizandos factores productivos para pro-ducir dos bienes con las siguientesfunciones de producción (ver párra-fo 3.7.):

D = D1 + D2 = D (KD ; LD)

R = R1 + R

2 = R (K

R ; L

D)

capital y trabajo son los insumos yDefensa Nacional y resto son losproductos que van a ser producidosen una cantidad fija.

3) Preferencias de los consumidores: 12

U1 = U1 (D1 ; R1)

U2 = U2 (D2 ; R2)

Los dos grupos tienen preferen-cias diferentes por uno u otro bien; le

dan diferentes valores relativos sub-jetivos a los bienes. Por ejemplo, ungrupo podría estar dispuesto a obte-ner 2 unidades más de Defensa acambio de una unidad del resto de losbienes y viceversa. Sin embargo, esnecesario reconocer también que enla medida en que van consumiendomás de cada bien, sus preferenciasse van modificando, lo cual permitiríallegar a encontrar un punto en el cuallas preferencias de ambos se iguala-ran.

Siguiendo a Lagrange, la función Za maximizar sería:

Z= W(U1;U2) + λ1(K-KD-KR) + λ2(L-LD-LR) +λ3[D1+D2-D(KD;LD)] + λ4[R1+R2-R(KR;LR)]

Aplicando a esta función el Métodode maximización condicionada deLagrange de los multiplicadores inde-terminados, se tiene que:

W(U1;U2) + λ1(K-KD-KR) +λ

2(L-L

D-L

R) +

Max Z = Max{λ3[D1+D2-D(KD;LD)] + }λ4[R

1+R

2-R(K

R;L

R)]

reemplazando las ecuaciones para U1y U2 se tiene que:

W[U1(D

1;R

1);U

2(D

2;R

2)] +

λ1(K-KD-KR) + λ2(L-LD-LR) +Max Z = Max{λ3[D1+D2-D(KD;LD)] + }λ4[R1+R2-R(KR;LR)]

Se trata de determinar las condicio-nes marginales de equilibrio parafunciones matemáticamente bien com-

12 No confundir preferencias de los consumidores con la función de bienestar social, la primeraes de características “individuales” y la segunda responde a un sentir de la sociedad en suconjunto.

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138

portadas y como consecuencia de elloresolver las siguientes incógnitas:

K*D - K*

R - L*D - L*

R - D*1 - D*

2 - R*1 - R*

2- U*1 - U*

2

El asterisco significa que las cantida-des son niveles “justos”, es decir, quesatisfacen la función de bienestar socialde la comunidad (W) y sus restricciones.

El procedimiento de Lagrange es-tablece que las primeras derivadas deZ respecto de las variables involucradasson iguales a cero. Entonces:

6Z=

6W 6U1 + λλλλλ3 = 0 (1)6D1 6U1 6D1

6Z=

6W 6U1 + λλλλλ4 = 0 (2)6R1 6U1 6R1

6Z=

6W 6U2 + λλλλλ3 = 0 (3)6D2 6U2 6D2

6Z=

6W 6U2 + λλλλλ4 = 0 (4)6R2 6U2 6R2

6Z= −λ−λ−λ−λ−λ1 −λ−λ−λ−λ−λ3

6D= 0 (5)

6KD 6KD

6Z= −λ−λ−λ−λ−λ1 −λ−λ−λ−λ−λ4

6R= 0 (6)

6KR 6KR

6Z= −λ−λ−λ−λ−λ2 −λ−λ−λ−λ−λ3

6D= 0 (7)

6LD 6LD

6Z= −λ−λ−λ−λ−λ2 −λ−λ−λ−λ−λ4

6R= 0 (8)

6LR 6LR

De estas 8 ecuaciones se derivaránlas 4 condiciones marginales necesa-

rias para un equilibrio eficiente yequitativo, según sean las preferenciasy los valores éticos de la sociedad(representados en la función de bien-estar social)

Además:

6Z = K - KD - KR = 0λλλλλ1

6Z= L - LD - LR = 0

6λλλλλ2

6Z= D1 + D2 - D (KD ; LD) = 0

6λλλλλ3

6Z= R1 + R2 - R (KR ; LR) = 0

6λλλλλ1

De las ecuaciones anteriores sededuce que:

Capital K =KD + KRTrabajo L =LD + LRDefensa Nacional D1 +

D2 =D (KD ; LD)Resto Bs. y Ss. R

1 + R

2=R (K

R ; L

R)

4.1. 1ª CONDICIÓN MARGINALDE EQUILIBRIO EN ELCONSUMO.

Para esta 1ª condición seconsidera que la Defensa Na-cional y el resto, son bienesque ya están producidos (estándeterminados externamente) yque sólo queda repartirlos. Noson producidos en esta econo-mía, sino que van llegandoperíodo a período. Los consu-midores determinan su nivel debienestar o utilidad buscando

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intercambiar bienes, llegandohasta la combinación que lespermite estar en equilibrio.

De las ecuaciones (1) y (3)anteriores se tiene que:

λλλλλ3= -6W 6U1

6U1 6D1 ➔ -6W 6U1 = -

6W 6U2 (9)λλλλλ3= -

6W 6U2 6U1 6D1 6U2 6D2

6U2 6D2

De las ecuaciones (2) y (4)anteriores se tiene que:

λλλλλ4=

- 6W 6U1

6U1 6R1 ➔ - 6W 6U1 = - 6W 6U2 (10)

λλλλλ4=

- 6W 6U2 6U1 6R1 6U2 6R2

6U2 6R2

Dividiendo la ecuación (9) porecuación (10) se tiene que:

-

6W 6U1 -

6W 6U2

6U1 6D1 =6U2 6D2

-6W 6U1 -

6W 6U2

6U1 6R1 6U2 6R2

(UMgD)1

= (UMgD)2

(11)UMgR UMgR

TMS 1 = TMS 2 (12)R,D R,D

Las expresiones (11) y (12),que son equivalentes, corres-ponden a la primera condiciónmarginal, llamada la condiciónnecesaria para la “Eficiencia

en el Consumo” , ella nosindica que de acuerdo a laspreferencias de los 2 grupos deconsumidores, para que elconsumo sea eficiente se re-quiere que las tasas marginalesde sustitución entre “Resto delos Bienes y Servicios” y la“Defensa Nacional” para los 2grupos de consumidores, sea lamisma. Es decir que los 2grupos han llegado a un puntotal de intercambio de losbienes, que están dispuestos aentregar la misma cantidad de“Resto de los Bienes” paraobtener una unidad adicionalde “Defensa Nacional” y vice-versa13 (ver párrafo 3. Preferen-cia de los Consumidores). Deacuerdo a sus preferencias,ambos grupos han alcanzadouna combinación tal en que noestán motivados para seguirintercambiándose bienes mu-tuamente ya que, si lo hicieran,no aumentarían su utilidad(satisfacción).

En términos de la DefensaNacional, los consumidores hanllegado a obtener los bienes yservicios suficientes para con-formar la protección que lasociedad estima necesaria. Estenivel de “protección” podríaestar definido por la comunidadtoda o por representantes dedicha comunidad. El efectoprotector que genera esa com-binación de bienes va a estardado por la forma cómo éstos

13 En otras palabras, el “consumo eficiente” se da cuando ambos consumidores le otorgan elmismo valor relativo a todos los bienes (medido en el margen).

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sean combinados y dependeráde cada grupo. El nivel deprotección deseado de ambosgrupos no son necesariamenteiguales.

A modo de ejercicio, si ambosgrupos parten desde un puntode desequilibrio,14 es decir, enque cada uno no tiene o no seencuentra satisfecho con lacombinación de bienes quetiene o con el nivel de utilidadalcanzado, van a estar dispues-tos a intercambiarse bienes enla medida de las valoracionesque cada uno de ellos lesotorgue a dichos bienes. Elgrupo que estima que sudotación de Defensa no leotorga el nivel de utilidaddeseado intentará alcanzar unnivel de utilidad mayor (maximi-zar el nivel de utilidad) yprocederá a intercambiar con elotro grupo, que pudiera estarsatisfecho con el nivel deutilidad alcanzado, pero no asícon la combinación de bienesque tiene. El primer grupoentregará resto de bienes acambio de mayor Defensa,hasta llegar a un punto tal queel intercambio se detendrá,porque ambos grupos estimanque la combinación de bieneslograda les otorga el nivel deutilidad deseado y la valoraciónrelativa que le otorgan a losbienes es la misma para ambosy por lo tanto no se sienten

motivados a continuar con elintercambio. En ese punto seestima que se ha logrado unpunto de “consumo eficiente”tanto de Defensa Nacionalcomo de resto de los bienes.

Es necesario hacer notar queesta es una economía de“trueque”.

4.2. 2ª CONDICIÓN MARGINALDE EQUILIBRIO EN LAPRODUCCIÓN

En este caso se levanta elsupuesto anterior de que losbienes están dados; por elcontrario en esta parte seconsidera que los bienes son“producidos” usando los facto-res productivos disponibles y latecnología implícita en la fun-ción de producción. Se exclu-yen las preferencias de losconsumidores. Se trata deencontrar las condiciones quese deben cumplir para ladistribución eficiente de losfactores productivos existentesen la economía.

De las ecuaciones (5) y (6) setiene que:

λλλλλ1 = −λ−λ−λ−λ−λ3

6D (13)6KD

λλλλλ1 = −λ−λ−λ−λ−λ3

6D(14)

6KD

14 El grupo 1 tiene más de lo que “no desea” y el grupo 2 tiene menos de lo que “sí desea”.

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De las ecuaciones (7) y (8) setiene que:

λλλλλ2 = −λ−λ−λ−λ−λ3

6D(15)

6LD

λλλλλ2 = −λ−λ−λ−λ−λ

4

6D (16)6LR

Igualando las ecuaciones (13)=(14) y (15)=(16) se obtiene losiguiente:

λλλλλ3

6D = λ= λ= λ= λ= λ4

6R (17)6KD 6KR

λλλλλ3

6D = λ= λ= λ= λ= λ4

6R(18)

6LD 6LR

Dividiendo la ecuación (18) porla (17) se tiene:

6D 6R6LD ===== 6LR (19)6D 6R6KD 6KR

(PMgL )D

= (PMgL )R

(20)PMgK PMgK

TMST D = TMST R (21)K,L K,L

Las expresiones (20) y (21), queson equivalentes, correspondena la segunda condición marginalde equilibrio, llamada la condi-ción necesaria para la “Eficien-cia en la Producción” , ella nosdice que según la tecnologíaempleada, los factores produc-

tivos han sido asignados hastaalcanzar un punto tal en que secumple que sus respectivas“Tasas Marginales de Sustitu-ción Técnica entre Capital yTrabajo” son las mismas, esdecir, cuando la cantidad decapital que se deja de usar porcada unidad adicional de trabajoes la misma para la producciónde uno u otro grupo de bienes.

Esto significa que la dotaciónde capital y trabajo existente enla economía ha sido distribuidatotalmente para la producciónde ambos bienes.

Las cantidades asignadas defactores productivos para laproducción de cada bien vana depender de la tecnologíaempleada por cada industria. Eneste sentido la industria produc-tora de uno u otro bien aprove-chará las ventajas comparativasque pueda tener tanto en capitalcomo en trabajo. Esta diferenciagenerará las condiciones paraintercambiarse factores produc-tivos y en la medida en que unade ellas vaya completando susrequerimientos va a ir valorandocada vez menos a dicho factor(ley de los rendimientos decre-cientes) hasta llegar a un puntoen que no le va a convenirseguir intercambiando más oque ambas industrias le otorganigual valor relativo a dichosfactores con lo cual se acaba lamotivación para intercambiar.15

15 Si una industria tiene una dotación inicial de factores productivos que sobrepasa o carece delos factores productivos deseados, buscará el intercambio con la otra industria.

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Sin embargo, esta asignacióntambién va a verse influenciadapor la preferencia que losgrupos consumidores tenganvistos anteriormente. Es asícomo, por ejemplo, si un grupotiene mayor preferencia por laDefensa que el otro, ya seaporque la sociedad es másbelicista o porque necesita deuna mayor protección (porejemplo debido a razones desupervivencia) y emplea unacierta tecnología (combinaciónde factores productivos) que esmás intensiva en capital que laque emplea el otro grupo,podría llegar a preferir máscapital y menos trabajo, perocomo la dotación de factoresproductivos es fija, necesaria-mente este grupo emplearámás capital que el otro.

4.3. 3ª CONDICIÓN MARGINALDE EQUILIBRIO EN LAPRODUCCIÓN Y EL CONSUMO

Debido a la razón recientemen-te dada, también van a influiren la distribución de los facto-res productivos las preferenciasde los consumidores, por lotanto agregaremos dichas pre-ferencias a la 2ª condición deeficiencia. Por lo tanto nuestra3ª condición considerará nosólo las características de lastecnologías usadas sino quetambién las preferencias de losque van a consumir dichosproductos. Así es como:

Dividiendo las ecuaciones (1) :(2) se tiene que:

- 6W 6U1

λλλλλ3 =

6U1 6D1

λλλλλ4 -6W 6U1

6U1 6R1

6U1

λλλλλ3 =

6D1 (22)λλλλλ4 6U1

6R1

Dividiendo las ecuaciones (3) :(4) se tiene:

- 6W 6U2

λλλλλ3 =

6U2 6D2

λλλλλ4 -6W 6U1

6U2 6R2

6U2

λλλλλ3 =

6D2 (23)λλλλλ4 6U2

6R2

De las ecuaciones (5) y (6) setiene que:

λλλλλ1 = −λ−λ−λ−λ−λ

3

6D6KD

λλλλλ1 = −λ−λ−λ−λ−λ4

6D6KR

dividiéndolas se obtiene:

λλλλλ3

6D

1 =6KD

λλλλλ4

6R6KR

6Rλλλλλ3

=6KR (24)

λλλλλ4 6D6KD

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De las ecuaciones (7) y (8) setiene:

λλλλλ2 = −λ−λ−λ−λ−λ3

6D6LD

λλλλλ2 = −λ−λ−λ−λ−λ4

6R6LR

dividiéndolas se obtiene:

λλλλλ3

6D

1 = 6LD

λλλλλ4

6R6LR

6Rλλλλλ3

=6LR (25)

λλλλλ4 6D6LD

Entonces igualando las ecua-ciones (22)=(23)=(24)=(25), seobtiene:

6U1 6U2 6R 6R6D1 =

6D2 =6KR =

6LR (26)6U1 6U2 6D 6D6R1 6R2 6KD 6LD

(UMgD)1

= (UMgD)2

= (PMgKR) = (PMgLR) (27)UMgR UMgR PMgKD PMgLD

TMS1 = TMS2 = (PMgKR) = (PMgL

R) (28)16R,D R,D PMgKD PMgLD

Estas dos últimas expresiones,equivalentes, corresponden ala tercera condición marginal deequilibrio, llamada la condición

necesaria para la “Eficienciaen la Producción - Consumo”y ella nos indica que lo que losgrupos de consumidores 1 y 2están dispuestos a sacrificardel “resto de los bienes” paraobtener una unidad adicionalde “defensa nacional” es iguala lo que efectivamente, latecnología puede transformartrasladando el factor productivocapital (o trabajo) de unaindustria a otra.

En otras palabras si los consu-midores consideran que debe-rían tener más (o menos)Defensa Nacional para mejorarsu nivel de bienestar, la indus-tria productora debería estardispuesta a trasladar capital y/o trabajo a la producción deese otro bien, reduciendo nece-sariamente la producción deéste en las cantidades que latecnología lo permite.

Generalizando, podríamos decirque en una situación de empleototal de los recursos productivosla preferencia por una mayorcantidad de Defensa Nacionalsignifica el traslado o empleo dealgunos de los factores produc-tivos desde la industria produc-tora del resto de los bienes ala de defensa, lo cual reduce laproducción de bienes que satis-facen otro tipo de necesidades(diversión, alimentación, vivien-das, salud, etc...). El razona-miento inverso también es váli-

16 Esta expresión es importante de tener en consideración para resultados posteriores másdefinitivos.

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do, con la consecuencia de quelos consumidores pierden capa-cidad de generarse protección.

Como lo veremos más adelan-te, los dos últimos términos dela expresión (28) correspondena la pendiente de la curva detransformación de la economía(es el lugar geométrico queindica el nivel de producción deun bien que se puede obtenercomo máximo, cuando el nivelde producción del otro bienestá dado, al igual que lacantidad de factores producti-vos y la tecnología).

4.4. 4ª CONDICIÓN MARGINALDE EQUILIBRIO PARALOGRAR EL ÓPTIMO SOCIAL

Hasta el momento no hemostomado en consideración laspreferencias colectivas repre-sentadas en la Función deBienestar Social (W), es decirpodríamos hacernos las pre-guntas ¿son “justas” las com-binaciones de bienes y factoresproductivos que se han alcan-zado? ¿responden al sentir yaspiraciones de todos? Paraconsiderar esto haremos losiguiente:

De las ecuaciones (1) y (3) setiene que:

-λλλλλ3 =6W 6U1

6U1 6D1

-λλλλλ3 =6W 6U2

6U2 6D2

e igualando ambas y traspo-niendo términos:

6W 6U1

6U2 =6D1 (29)

6W 6U2

6U1 6D2

De las ecuaciones (2) y (4) setiene que:

−λ−λ−λ−λ−λ4 = 6W 6U1

6U1 6R1

−λ−λ−λ−λ−λ4 =6W 6U2

6U2 6D2

igualando y trasponiendo térmi-nos:

6W 6U1

6U2 =6R1 (30)

6W 6U2

6U1 6D2

De las ecuaciones (29) y (30)se deduce que:

6W 6U1 6U1

6U2 =6D1 =

6R1 (31)6W 6U2 6U2

6U1 6D2 6R2

UMgSoc2

=UMgD

1 =UMgR

1 (32)UMgSoc1 UMgD2 UMgR2

Las expresiones equivalentes(31) y (32) corresponden a lacuarta y última condición margi-nal de equilibrio y ya nocorresponde a una condición deeficiencia sino a una condiciónde “óptimo Social” o justicia

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FUNDAMENTOS ECONÓMICOS DE LA ECONOMÍA DE DEFENSA

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social, de acuerdo a los juiciosy valores éticos de la sociedaden su conjunto; ella nos indicaque lo que la sociedad estádispuesta a sacrificar del nivelde utilidad de un grupo porunidad adicional de utilidad parael otro (o para mejorar al otro

grupo) es igual a lo que varíanlos respectivos niveles de utili-dad de cada uno de los grupos,cuando se transfiere una unidadde un determinado bien desdeun grupo a otro. Es decir,coinciden las preferencias rela-tivas individuales y colectivas.

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Al dar una mirada retrospectiva a los años 90, uno de los aspectosque destacan positivamente en la relación Político-Militar la constituyela integración de civiles a la temática de la Defensa Nacional, lo quese evidenció en el trabajo realizado en conjunto entre civiles y militaresen la elaboración del Libro de la Defensa Nacional.

Un elemento central que explica el avance logrado lo constituyeel que los diversos actores vinculados con el tema hayan superadodesconfianzas tradicionales y abandonado posiciones extremas oideologizadas, dando paso a variables técnicas y debates útiles.

En el próximo escenario resulta conveniente para enfrentar lastareas pendientes seguir el mismo curso, y respecto al rol profesionalde las FF.AA. el presente artículo presenta una dimensión del autora la luz de la doctrina del Ejército.

EL ROL PROFESIONAL DE LAS FF. AA.¿DE QUOI S`AGÎT-IL?

EDUARDO ALDUNATE HERMAN*

No hay duda que hemos mejoradoen el tema de la relación civil militardesde 1990 a la fecha.

Pese a que aún persisten elementospropios de la transición política, a loscuales sólo el tiempo disipará, nuestrasociedad ha avanzado notablemente enel conocimiento de temas de la Defensay hoy encontramos numerosos profesio-nales civiles que se han especializadoen temas de las ciencias militares.

Atrás quedaron muchos de lostemas propios de los primeros momen-tos de la transición, algunos que poco

aportaban al debate serio sobre el temade la Defensa. Entre los que recuerdo,destacaban en la agenda, la democra-tización de las FF.AA., (lo que por ciertonunca entendí bien de qué se trataba);en otros casos más extremos, sutérmino y, por cierto, algunos clamabanpor el fin del servicio militar; en mipercepción, sin mayor explicación quemotivaciones políticas.

Bueno, eso creo que era entendiblepara el momento que se vivía, auncuando no resultaba conveniente, nientonces ni ahora, mezclar temas tandiversos.

* Coronel de Ejército, Oficial de Estado Mayor y alumno del 1er Curso de Alto Mando, año 2001,en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE).

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Me atrevería a señalar que en losasuntos vinculados al quehacer military más específicamente, a la Defensa,que no están cruzados por el acontecerpolítico, en la actualidad existen nume-rosos puntos de encuentro y coinciden-cias en temas profesionales que nodistinguen color político ni vestimentade quienes los plantean, lo que essumamente positivo para el país y creo,que aún podemos seguir avanzandomás en esta materia, ya que, en el casode los militares, creemos que laDefensa Nacional es un asunto deresponsabilidad de toda la sociedad yasí lo señala el propio Libro de laDefensa Nacional, como un tema detodos los chilenos.

Ciertamente, aunque no en todonecesariamente debemos estar de acuer-do: civiles y militares e incluso entreestos mismos estamentos, sin duda queen la actualidad se ha difundido unmayor conocimiento técnico sobre es-tas materias por parte de analistasciviles y militares, lo que contribuye amejorar nuestro sistema de Defensaaun cuando creo, debemos incrementarlos esfuerzos en este campo.

Por otra parte, también se hacomprendido en el ámbito militar queexiste un nivel en el cual es propio,pertinente y conveniente aunar esfuer-zos entre civiles y militares y estotambién soluciona un histórico recelode los uniformados, por ampliar elámbito de la discusión de temas deDefensa con civiles, lo que en sudefensa, también era una consecuenciadel desinterés de los primeros respectoa estos temas y de la progresivadesconfianza de los uniformados alambiente político.

Creo que subyacen en este avancedos elementos claves conseguidos eneste período.

Primero, la necesidad de aportarconocimiento técnico, especializado yajeno a otras consideraciones quedistraigan la atención sobre lo esencial,por parte de todos los actores de lasociedad, es decir, un debate útil ypertinente al tema de la Defensa; ysegundo, el respeto mutuo entre quie-nes participen en el debate, lo cual esimportante, especialmente cuando sedan los primeros pasos de un procesoen el cual no podíamos seguir perdien-do el tiempo.

Importante es destacar esto en unpaís en el que normalmente, o bien noscentramos en aquellos puntos que nosdividen o en último término, lo que esigualmente pernicioso, se descalificanlas ideas, no por el mérito de ellas, sinoque muchas veces por la procedenciade quienes las postulan.

Sin ánimo de reclamar los honores,el Ejército fue precursor en estamateria, al abrir en 1991 los programasde perfeccionamiento para civiles entemas de Defensa, a tan sólo minutosde haberse iniciado la transición polí-tica, lo que si bien no fue plenamentecomprendido en su momento, creo quecumplió plenamente con los objetivospropuestos de subsanar la ya referidafalencia de nuestra sociedad.

Se definió entonces el ámbitoconceptual donde era necesario com-partir e intercambiar ideas y por cierto,también se esclareció el escenariodonde le correspondía actuar a cadacual.

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Entre otras, una de las consecuen-cias de ello, fue que a los propiospartidos políticos les surgió la necesi-dad de estudiar el tema de la Defensay presentar en sus programas políticosplanteamientos acordes a sus postula-dos.

De hecho, hoy, muchas organiza-ciones cuentan con especialistas enestas materias; y en algunas corrientesde opinión ya se esbozan lineamientospropios sobre el tema como el ServicioMilitar, al igual que anteriormente losconsideraban para otras esferas delquehacer nacional.

Atrás quedaron los planteamientospreñados de ideologías y de imágenespara dar paso progresivamente adebates técnicos basados más en elconocimiento que en otras considera-ciones.

Un paréntesis en este tema es lapregunta: si todos los sectores políticosestán actuando con la misma seriedady presteza.

A mí me parece que unos van másadelantados que otros.

Qué distinta era la situación hacealgunos años.

La publicación del Libro de laDefensa Nacional, en 1997, es sin dudaun logro fundamental y en ese cometidotrabajaron en conjunto civiles y militares,lo que es necesario destacar, finalizandoen un texto que refleja la política deDefensa del Estado de Chile.

El propio Ministro de DefensaNacional, recientemente, ha señalado

la necesidad de evaluar, a cinco añosde su publicación, la vigencia ypertinencia de algunos conceptos, loque sin duda potencia a nuestro paíshacia los próximos desafíos, ya quenos actualiza frente a los dinámicosescenarios que enfrentamos comosociedad y nuevamente se ha concita-do el concurso de militares y civilespara enfrentar esta nueva etapa.

Si bien el crecimiento del país esimportante, este avance en un aspectoesencial de nuestra sociedad no le vaen saga en cuanto a su relevancia.

Las FF. AA. desde 1990 a la fechase han abocado a sus respectivosprogramas de modernización institucio-nales, en los cuales el apoyo de losrespectivos gobiernos ha sido decisivopara alcanzar las metas de perfeccio-namiento.

De hecho, la declaración expresaque el país sustenta una política dedisuasión presupone la existencia deFuerzas Armadas entrenadas y equipa-das para cumplir con su función, a laque se han dedicado con el profesio-nalismo que las caracteriza y queresponde, entre otros aspectos, a unahistoria que nos compromete y a unescenario que así lo exige.

Sin duda que algunos elementospropios del momento que se vive handificultado que sobre esta materia seavance a paso más resuelto, auncuando las FF.AA. han desarrollado susfunciones conforme a lo dispuesto porsus respectivos mandos.

Mas quisiera, en este breve trabajo,enfrentar un tema que a mi modo es

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esencial, del cual se habla y escribe enforma poco clara y que puede tendera confundir a algunos.

Como se titula este trabajo, recla-mo, parafraseando al Mariscal Foch,saber de qué se trata el tema de laprofesionalización de los militares.

Este insigne conductor militar inicia-ba sus presentaciones a los alumnosenfrentándolos ante un problema estra-tégico señalándoles la necesidad deresponder primero de qué se trata eltema.

Es recurrente escuchar de untiempo a la fecha la afirmación porparte de algunos sectores, que lasFF.AA. se deben enfocar a su rolprofesional, dando por sentado quetodos entendemos lo mismo en cuantoa este término.

Me pregunto. ¿Querrán decir quelos militares sólo se aboquen a susfunciones de Defensa en cuanto a laprotección de nuestras fronteras?

De ser así, asumo que se enten-derá, en consecuencia, que se dejen decumplir los numerosos roles que lesasigna la propia sociedad a losuniformados.

¿Se entenderá acaso que losmilitares no intervengan en los temaspolíticos contingentes?

La verdad es que al igual que enlos primeros años de los noventa,nuevamente me parece que se está enpresencia de frases aparentementebien dichas, pero con un contenido muyimpreciso.

Me gustaría que pudiésemos entrarmás en detalle sobre este punto.

Ciertamente que a un joven solda-do, nada lo motiva más que eldedicarse solamente a prepararse comoejecutante, instructor o comandante deuna unidad militar en el terreno y paraello sus sueños de perfeccionamientoy lo que las propias instituciones leentregan satisface en medida impor-tante su aspiración profesional dehaber optado vocacionalmente paraservir a su Patria en el ámbito de suDefensa.

El profundo avance en el procesode modernización del Ejército seevidencia, especialmente, en temascomo la especialización y el perfeccio-namiento en materias tácticas y técni-cas de nuestra profesión, incorporandonuevos armamentos y equipos y pro-cedimientos más dinámicos a la instruc-ción militar, siempre en el ámbito denuestra principal función, cual es, lapreparación como soldados.

La propia doctrina institucionalrecientemente resumida por el propioComandante en Jefe del Ejército haseñalado nuestro deber ante la socie-dad de garantizar la Defensa y lasoberanía, y por ello prepararnosadecuadamente, es un deber ineludiblepara los soldados.

Mas, esa misma doctrina tambiénnos señala que nuestra vocación deservicio no se limita solamente a ladefensa de nuestras fronteras, y sededuce de la propia normativa vigentey de nuestra historia que la idea desoldados solamente para la guerra noes más que retórica.

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Esa amplia vocación de servicio ala Patria, representada en toda lasociedad y en múltiples funciones debien, la asume todo aquel que ingresaa las filas del Ejército.

En efecto, jamás, y quiero serenfático, jamás, las FF.AA. han estadosolamente orientadas a proteger susfronteras, lo que de paso, 100 años depaz con numerosos conflictos potencia-les nos indican que en este plano lohemos hecho bien.

No hay ningún historiador nacionalo extranjero que haya estudiado nues-tra historia -ni existe en la prácticaningún analista civil en temas dedefensa- que pueda afirmar que nues-tras FF.AA. no hayan tenido otros rolesen el marco de su función profesional.

Tampoco resultaría creíble afirmarque solamente a partir de la normativapropia del gobierno militar, los militareshayan asumido roles ajenos a sufunción de Defensa, ya que la solalectura de la fecha de dictación de lamayoría de los textos legales muestraque a los propios militares la sociedadchilena les asignó numerosas activida-des, que poco o nada tenían que vercon este rol puro de protección denuestras fronteras.

No quisiera entrar en un detalle dehechos históricos al respecto, pero laevidencia es incontestable en defensade dicha afirmación.

Cada país encuentra un rol parasus FF.AA. acorde a su propia situacióny nuevamente, tal como lo señalába-mos en los debates iniciales de losnoventa, es necesario dejar afuera de

nuestro análisis del rol de las FF.AA.aquello que, si bien es aplicable a otrasrealidades, no siempre es bueno paranosotros como país, ya que a veces sepueden satisfacer necesidades que nocoincidan precisamente con las nues-tras y en los temas de Estado, estádemostrado que es prudente actuarseriamente.

Ha sido precisamente la propiasociedad, a través de sus autoridades,las que han involucrado al Ejército ennumerosas labores internas, las quehemos asumido con mucha responsa-bilidad y profesionalismo, lo que ya heseñalado que también es parte denuestra doctrina y por ello mi curiosidaden cuanto al planteamiento de que lasFF.AA. se orienten a un rol que no seha definido claramente, pero que intuyose referiría a que éstas se dediquensolamente a su preparación para laDefensa Nacional.

Doy por sentado que no se refierena la apolitización de éstas, lo cualaparecería ajeno a nuestra realidad, yaque la lectura de nuestra conducta ya mayor claridad, de nuestra doctrina,permite establecer que nada está másalejado de nuestra profesión que laparticipación en la coyuntura política.

En este orden, es bueno recordarque esto ha sido demandado a lasociedad por el propio Comandante enJefe del Ejército, más que por parte dealgunos que toman actitudes quepretenden llevarnos a ese plano.

Nos oponemos a ello, por unaparte, porque es ajeno a nuestraesencia de Ejército: de Chile y paraChile. Segundo, porque lesiona la

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Unidad Nacional y, finalmente, porquenos distrae de nuestras labores profe-sionales.

Cumplimos nuestra parte actuandoen consecuencia con nuestra doctrinainstitucional.

De esta esfera menor de la políticaqueremos estar no un poco, sino muyausentes y la transición política, almenos en esta materia, ya deberíaestar superada, pero, en ese tema,nosotros ya hemos aportado lo nuestroy nuevamente, a la luz de la historia,es la propia sociedad civil la quedebería evitar, por las mismas causasseñaladas precedentemente, introducira los uniformados en temas ajenos asu esencia.

Somos un Ejército al servicio detoda la Patria, alejados por doctrina deunos u otros sectores ideológicos, yaque creemos que nos debemos a lasociedad toda, sin exclusiones y actua-mos en consecuencia.

Resultaría tan clarificador sobreesta materia que la comunidad leyeraatentamente nuestra doctrina institucio-nal, la que será próximamente difundi-da, aun cuando a través de los mediosde comunicación social se ha destaca-do lo esencial de ella, a la queesperamos también que se agregueuna evaluación desapasionada de nues-tros actos.

Volvamos al tema de este trabajo.

¿Significa entonces este supuestorol profesional, de prepararnos exclusi-vamente para la Defensa, derogartodas las disposiciones existentes que

establecen diversas misiones al Ejércitoen beneficio de la sociedad?

Creo importante entrar en el debatesereno de las múltiples funciones que enla actualidad se le asignan a las FF.AA.y que de una necesaria reflexiónpodamos concluir al respecto, en formaclara y precisa y quizás, establecerposteriormente, una línea de acciónsimilar a la que se ha llevado a caborespecto a la función de Defensa encuanto a su dimensión clásica.

Ejemplifiquemos nuestra duda cen-tral.

Por ejemplo, ¿qué se puede decir delas funciones que se les asignan a lasFF.AA. en cuanto a la Ley de Eleccio-nes?, en esta dimensión reduccionista¿las dejaremos de cumplir?

Quisiera señalar algo que a vecesse desconoce, pero de lo cual estoyseguro de que todos quienes hantenido funciones en los actos electora-les pueden dar fe.

A las FF.AA. se les asigna la misiónde dar seguridad al acto electoralconforme a la ley O.C. Nº 18.700.

Estoy seguro de que todos losOficiales y Suboficiales que han cum-plido funciones en los locales devotación saben que nuestra labor hasido mucho más que eso, y parteimportante del éxito de dichos actoscívicos se ha debido al aporte de losmilitares, en muchos más aspectos quesolamente cuidar el orden público.

En cuanto al aporte a la formacióny capacitación profesional y de civismo

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que le entregamos al contigente quecumple su servicio militar, ¿la dejare-mos de realizar y nos dedicaremos aformar solamente buenos combatien-tes?

De hecho, esto último lo hacemos,pero marginalmente hacemos más ycuriosamente, en el pasado nos inicia-mos en la campaña de alfabetizacióndel contingente, lo que hoy tiene otrasdimensiones similares como un aportea la sociedad.

A ellos les enfatizamos el amor ala familia, el respeto por nuestrosvalores patrios, la responsabilidad, elcumplimiento del deber y la disciplina,como herramientas necesarias parareinsertarse posteriormente a la vidacivil para aportar y lograr sus propiosobjetivos y para la grandeza de lapatria.

Tampoco resulta menor la laborformativa que ejercemos sobre nuestrocontingente, respecto a cómo enfrentarlas lacras del alcoholismo, la delincuen-cia y la drogadicción, formándoleshábitos de vida que les permitan serplenamente felices.

Todo ello, insisto, en un marcovalórico de principios espirituales sóli-dos y profundos, en los que el apoyoy énfasis en la formación espiritual estápresente transversalmente en todo elproceso formativo.

Ajena, aparentemente a nuestraformación netamente militar, les entre-gamos una capacitación laboral quecontribuya a su posterior retorno a lavida civil, lo que es un producto nomenor en una sociedad como la

nuestra que basa su salto al mundo deldesarrollo en mejorar la educación.

¿Deberemos también detener nues-tro trabajo, abriendo caminos y rutas dedifícil acceso por ser ajeno a nuestracapacitación para el combate?

Diría que así cooperamos a que seintegre el país y se fortalezca la UnidadNacional.

La presencia de uniformados enzonas extremas y aisladas dándolesentido de unidad y soberanía al país,¿deberá cesar y habrá que retirar lasUnidades militares que en aquelloslugares se encuentran?

Me pregunto qué diría en esospoblados la propia comunidad.

En efecto, numerosos lugares deChile tricontinental encuentran que lasoberanía se hace carne especialmentepor la presencia de nuestros soldados,asunto importante a considerar en untiempo como el actual, donde la globa-lización y la permeabilidad de nuestracultura nos obliga a mantener presenciafísica y espiritual en todo aquel lugardonde pretendamos mantener el concep-to de unidad e integración nacional.

Desafío a quienes plantean dejareste rol, a pensar qué pasaría ennuestro país si los propios uniformadosse alejaran de estos sectores.

Más bien los invito a aportar ideasque contribuyan a lo que las FF.AA.están haciendo en beneficio de dichaszonas, que al parecer requieren que altrabajo de los militares, concurran otrosactores a sumarse al esfuerzo.

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La participación en labores deauxilio en momentos de catástrofesnaturales, también aparentemente aje-nas a la función militar ¿deberán serexcluidas de nuestro quehacer?

Espero no tener la oportunidad anteuna catástrofe de dilucidar qué pasaríacon unas FF.AA. ausentes en tancomún situación en nuestro país, dondesi no es el exceso de lluvia, es lasequía, donde si no es un terremoto,es la presencia del invierno blanco ola llegada de enfermedades infecciosasque cruzan nuestra cordillera, pero antelas cuales ineludiblemente se presentala mano del soldado en ayuda de suscompatriotas con una conducta másque centenaria de los uniformados,pero que nuevamente, pocas veces seaprecia con la debida justicia.

La sola presencia del PresidenteRicardo Lagos junto a los ingenierosmilitares en Arica, observando cómo setendía un puente de emergencia hacepocos días, contradice a quienespretenden solamente un buen soldadopara la guerra.

Ni hablar de la presencia de Chileen organismos internacionales en apo-yo a la paz que encuentran a militareschilenos prestigiando al país y poten-ciando su política exterior, ¿se tendrántambién que retirar?

Hemos adquirido un sólido prestigiointernacional a través de numerosasmisiones de paz, que ha sido valoradono solamente por los países involucra-dos, sino además por los propiosorganismos internacionales, que cadavez más solicitan una mayor presencianuestra en beneficio de la paz mundial.

En fin, son numerosas las esferasque la propia sociedad demanda de lapresencia de sus FF.AA. que aparen-temente poco tienen que ver con el rolclásico de la Defensa, pero que hanplasmado un rol para los uniformadosen nuestra cultura nacional, formandouna simbiosis entre el soldado y elciudadano civil que está por sobreconsignas o planteamientos teóricos yque, por sobre transitorias coyunturas,hacen sentirse orgullosos y confiadosa nuestros conciudadanos de susFF.AA. en el conjunto de las misionesque ellas cumplen.

Tenemos un rol interno, claramentedefinido en nuestra legislación respectoal rol de las FF.AA., el que ha surgidode las necesidades de nuestra socie-dad y al cual hemos aportado no sóloeficiencia, sino más de alguna cuota desangre de mártires militares vertida alservicio del desarrollo del país.

Quisiera destacar que de cada unode ellos nos sentimos tan orgullososcomo de aquellos soldados que en elcampo de batalla llevaron el invictopabellón patrio.

No es improbable que parte deéstas y otras funciones sean objeto derevisiones y nuevas disposiciones,pero es importante basar nuestrofuturo proceder amparado en nuestrahistoria.

Me pregunto, a veces, si estereconocimiento está asentado en todasnuestras esferas sociales, políticas yacadémicas o sólo se aquilata ante lasemergencias y, posteriormente, se olvi-da o se confunden en el tráfago de lacoyuntura.

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Como somos una sociedad másdada a ver lo urgente que lo importante,me parece que a veces nos quedamosen los temas periféricos.

Parte importante de nuestro pres-tigio internacional como país ha sidoprecisamente labrado por la eficientefunción de los uniformados en estas yotras labores en beneficio del país.

Me parece entonces que se debeprecisar un poco más qué se entiendepor rol profesional de las FF.AA. paraasí alejar las distorsiones que sobreesta materia se pueden presentar.

Nada más pernicioso que, al igualque en los primeros años de losnoventa, introduzcamos en el debateelementos ajenos y distractivos a temasde Estado.

Aventuro una idea.

Tal como lo señalara el propioComandante en Jefe del Ejército, lossoldados somos cumplidores de lapromesa de servicio a la Patria,refrendada en el juramento a labandera, en orden a cumplir connuestras obligaciones militares confor-me a las leyes y reglamentos vigentes.

Nuestro rol profesional es precisa-mente eso: cumplir nuestro cometido,aquel que la propia institucionalidadnos asigna.

Cualquiera otra disquisición teóri-ca me parece ajena a nuestrarealidad e historia, ya que aportar aldesarrollo del país es tarea de todos,es decir, civiles y militares y la funciónmilitar es primero su Defensa y

coincidentemente, aportar a su desa-rrollo.

Si los militares han asumido deter-minados roles, ha sido precisamentepor necesidades de nuestra sociedad ydispuesto por sus autoridades; esodigámoslo en forma clara y dejemosatrás otra de las consignas vagas eimprecisas que no van con los tiemposque se viven y que nos distraen de lostemas importantes.

Ciertamente que lo primero essiempre lo primero y en nuestro caso,instruirnos y entrenarnos para la Defen-sa, capacitarnos en materias castren-ses tácticas y técnicas debe ser comolo es, nuestro primer cometido y en esonuevamente, nuestra doctrina nos se-ñala el compromiso que tenemos conmantener una capacidad operativa quenos garantice un Ejército “siemprevencedor y jamás vencido”.

Mas, esa capacidad organizativa ypresencia en todo el territorio nacional,de dura preparación a través de unalarga y formativa carrera ¿no es conve-niente que esté al servicio del país? ¿noes eso, una mejor utilización de lospotenciales de toda nuestra sociedad?

La preparación del personal delEjército, por la dinámica propia de losescenarios en que se desenvuelve laInstitución, ha derivado en una dinámi-ca de preparación en ciencias ytecnologías que hacen de este punto,el de la preparación de su personal,uno de los elementos centrales delproceso de modernizacion en curso.

En efecto, hoy se cuenta ennuestras filas con personal calificado

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no solamente en temas netamentecastrenses en su dimensión técnica,sino que además, en numerososámbitos que creo, pocas institucionesen nuestra región pueden presentar.

Una acabada formación en plani-ficación, estudios de escenarios inter-nacionales, administración de recursoshumanos y materiales, ingeniería,formación pedagógica, gestión y mu-chos otros ámbitos del conocimiento,más bien me hacen preguntarme: ¿porqué no se utilizan más y mejornuestras capacidades al servicio delpaís?

Soy escéptico o más bien cuidado-so para analizar los modelos externos,pero, si uno observa lo que hacen enlos países desarrollados al respecto,veremos que la interacción entre civilesy militares es mucho mayor.

De hecho, fuera de las 10 manza-nas de Santiago, en lo que algunosllaman el “Chile real”, eso sí sucede oal menos se insinúa, a través de lasexcelentes relaciones que se dan entrelas autoridades civiles y militares,donde normalmente éstas mantienenun fluido intercambio informal sobredistintas materias en beneficio de lacomunidad.

Al igual que muchos uniformados,serví fuera de la capital en añosrecientes, donde siempre la relacióncon la comunidad entre civiles ymilitares fue no sólo fructífera sinoque muy cordial; donde algunos delos temas que a veces nos distraen,acá en la capital, nunca fueron óbicepar trabajar en conjunto con lacomunidad.

Todo me indica que la reconcilia-ción en el Chile real, hace tiempo quese consolidó.

Sin embargo, debo destacar queello, en la actualidad es más bienproducto de las buenas relacionespersonales, más que de estructurasdebidamente definidas, donde puedaninteractuar en forma metódica y perma-nente civiles y militares.

¿Estamos todos dispuestos a asu-mir plenamente esto?

Creo que en este tema, en unasociedad que desea ser moderna, aúnestamos como se dice al debe.

Pareciera que algunos de losfantasmas del pasado aún estánpresentes, pero no por nuestra parte.

Recuerdo una conversación hacealgunos años con el historiador inglésJohn Keegan, de visita en Chile.

Le pregunté cómo veía el rol de losEjércitos en un escenario como el actual,de globalización e interdependencia delos escenarios internacionales.

Fue más enfático de lo queesperaba. Me señaló que considerabasu rol imprescindible, especialmentepor su contribución a la unidad eintegración del Estado.

Chile tiene mucho camino querecorrer para avanzar al pleno desarro-llo, donde nadie sobra y todos sonnecesarios.

El potencial de las FF.AA., lacapacidad de su personal y la eficiencia

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Revista Política y Estrategia

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de su organización, ciertamente quesirve mucho más que solamente paragarantizar nuestra soberanía y nuestrasfronteras.

No eludo el desafío de analizar quéhacemos en este sentido y cómo lopodemos hacer mejor, teniendo siem-pre presente el beneficio del país, perocreo importante hablar claro y conmayor precisión en este tema y estimoque la cooperación de los uniformadospuede ser aún mucho más que aquellaque hoy se presenta.

Ese es un tema que se lo insinúo alos especialistas en temas de la Defen-sa, pero también a la sociedad toda.

También forma parte de nuestraforma de actuar acometer con igual

entusiasmo y patriotismo aquellas mi-siones y funciones que la normativanos señala al interior de nuestrasfronteras y pueden estar seguros quelos soldados así lo seguiremos hacien-do.

Así se desprende de nuestrahistoria como país, y de nuestraDoctrina Institucional.

Las FF.AA. están formadas porchilenos, sirven a toda la sociedad enla forma que aquella dispone y nosaniman en nuestra conducta los mis-mos valores de quienes estamosdispuestos a servir, sin esperar otrarecompensa que el deber cumplido.

“Chile primero. Al Ejército; gloria yhonor”.

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MASSIMO MANFREDI, VALERIO:“ALÉXANDROS”, (1999) traducción, 1ªedición de MITOS bolsillo, GrijalboMondadori, 3 tomos: El hijo del sueño(308 páginas), Las Arenas de Amón (341páginas) y El confín del mundo (390páginas), mapas, Barcelona, España.

Alejandro III el Magno (356-323a.C.), rey de Macedonia (336-323 a.C.),conquistador del Imperio Persa, y unode los líderes militares más importantesdel mundo antiguo.

Es la historia de Alejandro Magno,desde su nacimiento hasta su muerte,sin embargo, el autor nos lleva a travésde la historia desde antes del nacimien-to de éste y los últimos años de supadre.

Alejandro nació en Pela, la antiguacapital de Macedonia; era hijo de FilipoII, rey de Macedonia, y de Olimpia,princesa de Epiro. Aristóteles fue sututor, enseñándole retórica y literatura,y estimuló su interés por la ciencia, lamedicina y la filosofía. En el verano delaño 336 a.C. Filipo fue asesinado yAlejandro ascendió al trono de Mace-donia.

Se destacan los siguientes aspec-tos:

• La atomización del mundo antiguo.

• La falta de concepto unitario denación.

• La confusión entre los (sanos)intentos de reunir diferentes gruposétnicos en organizaciones máspoderosas con las ambiciones depoder. La confusión entre la visiónfuturista de crear nuevas organiza-ciones humanas a través de launión entre ciudades, con losdeseos de poder y de trascenden-cia histórica.

• Las permanentes y variadas alian-zas entre grupos humanos (ciuda-des) que hacían alianzas entre sí

COMENTARIO ACERCA DEL LIBRO “ALÉXANDROS”“EL HIJO DEL SUEÑO”

DE VALERIO MASSIMO MANFREDI

MANUEL CONCHA MARTÍNEZ

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para derrotar al otro, sin tener unconcepto de unidad geográfica.

• La permanente lucha entre pueblosque trataban de desquitarse poracciones pasadas.

• La necesidad de protegerse de laspermanentes e inesperadas ame-nazas.

• La creación de un primer ejércitopermanente.

• El cambio tecnológico en la formade hacer la guerra.

• El pensamiento democrático versusel autoritario.

• La toma de decisiones en unmundo “democrático” y en unoautoritario.

• La importancia de la visión táctico-estratégica del conductor que sinabandonar los grandes objetivospolíticos usaba la maniobra tácticapara lograrlos.

• La importancia del servicio deespionaje.

• La importancia de Aristóteles en laformación y educación de AlejandroMagno.

• Las intrigas de palacio, incluyendola de la reina Olimpia.

El autor ha elegido un lenguaje, enconjunto, bastante moderno, porque elmundo helenístico fue, en muchos aspec-tos, moderno en su expresión artística,en sus innovaciones arquitectónicas, en

su progreso técnico y científico, en sugusto por lo nuevo y lo espectacular,tratando no obstante de evitar expre-siones gratuitamente anacrónicas.

Para la ambientación antropológicay de costumbres se ha basadoprincipalmente en las anécdotas másanimadas de determinados pasajes dePlinio, Valerio Máximo, Teofrasto,Pausanias, Diógenes Laercio y en unavariedad de fuentes dispares, talescomo Jenofonte, Eliano, Apolodoro,Estrabón y, naturalmente, Demóstenesy Aristóteles, aparte de fragmentos dehistoriadores griegos cuyas obras sehan perdido.

La mayor aspiración de Filipo,desde que se convirtiera en rey, habíasido llevar a Macedonia al mundogriego, pero sabía que para conseguirlotenía que imponerse por la fuerza. Pordicho motivo había dedicado en primerlugar todas sus energías a hacer de supaís una potencia moderna, sacándolode su condición de estado tribal depastores y agricultores.

“Por esto he luchado, para ence-rrar a Macedonia dentro de unasfronteras seguras e inexpugnables, ypor esto haré cuanto esté en mismanos para que mi hijo aparezca antelos griegos como un griego, en lamentalidad y las costumbres, hasta ensu misma imagen física. Tendrá laeducación más refinada y completa queun hombre pueda recibir en la actua-lidad. Podrá beber de una de lasmentes más capaces de elaborarpensamientos de cuantas existen entodo el mundo griego tanto de Orientecomo de Occidente. Es el hijo deNicómaco, el médico que lo ayudó a

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venir al mundo, el más célebre ybrillante de los discípulos de Platón. Sellama Aristóteles”.

Por el lado materno era descen-diente de Aquiles, el héroe de la Ilíaday por esta razón leía con avidez lasobras de Homero: “La Ilíada y la Odisea-exclamó con entusiasmo- un maravi-lloso regalo. Gracias. Es un regalo quedeseaba desde hacía tiempo”.

Sus conversaciones con Aristóteles:“Hay una cosa, sin embargo, quequisiera saber por ti. ¿Por qué debo sereducado como los griegos? ¿Por quéno puedo ser simplemente unmacedonio?”. Aristóteles: “Ser griego,Alejandro, es el único modo digno devivir de un ser humano. Así es, enefecto. Ahora bien, cuando los hombresse emanciparon de su condición debrutos, trataron de organizarse paravivir en comunidad y desarrollaronsustancialmente tres formas de hacerlo:aquélla en la que manda un solohombre y que se conoce comomonarquía, aquélla en la que mandanunos pocos llamada oligarquía y aqué-lla en que todos los ciudadanos ejercenel poder que se denomina democracia.Y ésta es la realización más grande delser griego”. “Creo haberte ayudado ahacerte un hombre, pero sobre todo hecomprendido una cosa: que no serásnunca ni griego ni macedonio. Serásúnicamente Alejandro. Te he enseñadotodo cuanto me ha sido posible: ahoraseguirás tu camino y nadie puede deciradónde te conducirá. Sólo sé una cosade cierto: que cualquiera que quieraseguirte deberá abandonarlo todo, sucasa, su hacienda, su patria, yaventurarse a lo desconocido. Adiós,Alejandro, que los dioses te protejan.

-Adiós, Aristóteles, que los dioses teguarden también a ti, si quieren quebrille un poco de luz en este mundo”.

Su padre Filipo era un granestratega y creador tanto de formacio-nes guerreras, como la legendaria“falange”, como de maquinarias deguerra: “He cogido al mejor ingenieromilitar actualmente disponible, que estáproyectando para mí máquinas mons-truosas, de noventa pies de altura. Mecuestan una fortuna, pero valen lapena”.

Alejandro fue presentado ante elejército formado, tres días después desu regreso de Mieza donde había sidoeducado en compañía de sus amigos.Pasó revista a las tropas, revestido desu armadura. Su padre Filipo le dijo-“Hijo mío, la falange es el yunque yla caballería el martillo. Cuando unejército enemigo es empujado pornuestros jinetes contra esa barrera depuntas, no tiene escapatoria”.

Fue en las llanuras de Queroneadonde Alejandro mostró sus habilidadesde guerrero, su valentía y sus innatasdotes de gran liderazgo, cuando,gracias a su arrojo y al mando de launidad más importante del ejércitomacedonio “La Punta”, los macedoniosderrotaron a los atenienses. Dos milatenienses cayeron en combate y otrosmuchos fueron hechos prisioneros.Demóstenes, enemigo acérrimo deFilipo, se había escapado a través delos puertos que conducían al sur endirección a Platea.

Alejandro debió partir al exilio poruna discusión sostenida con su padreel día en que éste se casara, por

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conveniencia, con la hija de un reyvecino. La discusión se produjo porqueéste expresó que el nuevo hijo,producto de esta unión, sería el nuevorey de Macedonia, a lo cual Alejandroreaccionó con indignación e insultandoa este rey. Como consecuencia de ello,se enfrentó verbalmente con su padrequien le exigió se disculpara, cosa queAlejandro no hizo. El exilio fue muyduro, vivió en condiciones durísimaspero le sirvió para que templara sucarácter y su voluntad. Tiempo despuésambos se reconciliaron, pasando a serAlejandro el verdadero y único descen-diente de Filipo. Sin embargo el día delcasamiento de su hermana Cleopatracon el rey de Epiro, el jefe de laguardia, llamado Pausanias, asesinó alRey Filipo debido a una deshonra queéste le causara un tiempo atrás. A partirde ese trágico momento y sin queAlejandro se lo esperara, debió echarsobre sus hombros la responsabilidadde ser el Rey de Macedonia, a unaedad muy temprana (20 años), perocon el respaldo y admiración de todoslos súbditos macedonios.

A partir de ese momento comienzala aventura de Alejandro Magno encompañía de sus amigos de infancia,educados junto a él en Mieza, llama-dos: Tolomeo, Crátero, Lisímaco,Seleuco, Pérdicas, Eumenes, Filotas ysu predilecto Hefestión. Posteriormentey a la muerte de Alejandro serían losherederos de los territorios conquista-dos.

Hacia finales del verano del 336a.C. había restablecido su posición enGrecia y un congreso de estados enCorinto lo eligió comandante del Ejér-cito griego para la guerra contra Persia.

Después de unir a la Hélade, aexcepción de Esparta, partió con suejército al Asia en la primavera del 334a.C. a cruzar el Helesponto con unejército de 365.000 hombres.

Libró innumerables batallas al ladode sus condiscípulos y amigos ymontado en su legendario caballoBucéfalo. No rechazó la colaboraciónde los viejos Generales que combatie-ron junto a Filipo, muy por el contrario,los respetó, escuchó sus consejos y losnombró comandantes de algunas im-portantes unidades macedonias.

Fue uno de los primeros enemplear a la marina, al mando delAlmirante Nearcos, como un arma decomplementación en sus conquistaspermitiéndole bloquear puertos, llevarbastimentos y máquinas de guerra enla medida de su avance y lejanía dela Hélade. La mayoría de sus triunfosse desarrollaron bajo una significativaminoría de fuerzas, debido a estarluchando en territorio enemigo y bajoun ambiente hostil, sin embargo sudestreza táctica compensó esa desven-taja. Empleó, al igual que su padre, unservicio de espionaje que le permitiósacar ventajas de las divisiones entrelos persas. Con su amigo Eumenes,supo manejar adecuadamente el abas-tecimiento logístico proveniente del otrolado del Mar Egeo.

“Poco antes de la puesta de sol elrey convocó al Consejo de Guerra en sutienda de campaña y expuso el plan debatalla. …No encenderemos fuegos ymañana por la mañana los jefes debatallón y los de los escuadronesllamarán a diana sin toques de trompeta.Si el camino está despejado, la caballería

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será la primera en cruzar el río. -¿Quiénmandará la caballería señor?- preguntóParmenión. -Yo- repuso Alejandro”.

La batalla del río Gránico y poste-riormente la de Issos en el 333 a.C. lepermitieron derrotar al Ejército persa,poniendo en retirada al rey Darío. Lavictoria fue tan fulminante que en suhuída Darío debió dejar abandonadas asu madre, a su esposa y a sus hijos.La nobleza de Alejandro permitió que serespetara a la familia de Darío, en sucondición de familia real.

En el 332 a.C. conquistó lasciudades fenicias de Trípoli, Biblos,Sidón y Tiro. En Gaza fue seriamenteherido: “El rey, a pesar de que la viejaherida de Issos todavía le doliese,ocupó su sitio en primera línea enmedio de sus infantes y buscó elenfrentamiento directo con Batis, ungigante negro y reluciente de sudor quehacía estragos a la cabeza de susetíopes. Alejandro abatió a golpes deespada a los enemigos que se habíanlanzado contra él. Un guerrero desdelo alto de una torre descubrió supenacho rojo y le apuntó consu catapulta. El proyectil traspasó elescudo y la coraza y se clavó en elhombro de Alejandro, que cayó alsuelo. -Extráeme inmediatamente laflecha. Te lo ordeno-. El rey mordía elcuero de su cinto, el médico sajó elhombro y extrajo la punta. -Cose -aullóentre dientes. El médico suturó, tapó yaplicó un estrecho vendaje. -Y ahoravolverás a ponerme la armadura-. Alver al rey los soldados gritaron ¡Alalalai,el rey está vivo!

Egipto fue conquistado casi sinluchar, porque los egipcios lo recibieron

como un libertador y como un dios, hijode Amón-Ra, de acuerdo a lo que decíala profecía.

En la batalla de Arbela (Gaugamela)el 1 de octubre del 331 a.C. Daríohuyó al igual que lo hizo en Issos yun año más tarde fue asesinado poruno de sus propios colaboradores.Babilonia se rindió después deGaugamela, y la ciudad de Susa, consus enormes tesoros, fue igualmenteconquistada. Más tarde, hacia mitaddel invierno, se dirigió a Persépolis, lacapital de Persia. Después de robarlos tesoros reales y apropiarse de unrico botín, quemó la ciudad, lo cualcompletó la destrucción del antiguoImperio Persa. “¿Por qué lo hashecho? ¿Por qué has destruido estamaravilla? -He destruido el símbolo dePersia y de sus reyes y he demostradoa los griegos y a los bárbaros de todoel mundo quien es el nuevo amo yseñor -respondió Alejandro”.

En el año 326 a.C. el Ejércitomacedonio alcanzó la frontera conIndia, llegando y atravesando el ríoIndo. Alejandro se preparaba paracontinuar, mas su ejército le pidióregresar a casa. Alejandro insistió y suejército le manifestó que si él se lospedía lo acompañarían. ¡Recordemoslo que le dijera Aristóteles! Sin embar-go, más pudo la lealtad hacia suejército que lo acompañara durantetantos años respondiendo a los másgrandes sacrificios. “-Me han dicho queno queréis seguir adelante ¿Es cierto?¡Sé que sois los mejores soldados delmundo y que no os volveréis nuncacontra vuestro rey! Preparaos porqueha llegado la hora de que disfrutéis deaquello a lo que os habéis hecho

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merecedores y habéis conquistado.¡Volvemos a casa! Un veterano se salióde las filas, se acercó al rey y le dijo:¡Gracias, rey, por haber aceptadodejarte vencer sólo por tus soldados!”.

A lo anterior también se sumó eldeterioro progresivo de las relacioneshumanas y las encontradas circunstan-cias y malentendidos que se fueronproduciendo a lo largo de los años,tanto así que en algunas ocasionesAlejandro debió actuar en contra de suspropios amigos y compañeros.

Llegó a Babilonia en la primaveradel 323 a.C., pero en junio contrajofiebre y murió. Dejó su Imperio, segúnsus propias palabras, “a los másfuertes”, no obstante este ambiguotestamento provocó terribles luchasinternas durante medio siglo.

Hasta aquí los comentarios sobreeste libro. Como un resumen de cierrese presenta el siguiente párrafo:

Alejandro fue uno de los mayoresconquistadores de la historia, destacópor su brillantez táctica y por lavelocidad con la que cruzó grandesextensiones de terreno. Aunque fue

valiente y generoso, supo ser cruel ydespiadado cuando la situación políticalo requería, aunque cometió algunosactos de los que luego se arrepintió,caso del asesinato de su amigo Clitoen un momento de embriaguez. Comopolítico y dirigente tuvo planes grandio-sos; según muchos historiadores abrigóel proyecto de unificar Oriente yOccidente en un imperio mundial, unanueva e ilustrada hermandad mundialde todos los hombres. Hizo que unos30.000 jóvenes persas fueran educa-dos en el habla griega y en tácticasmilitares macedónicas y los alistó en suejército. Él mismo adoptó costumbrespersas y se casó con mujeres orienta-les: con Estatira (o Stateira; que murióhacia el 323 a.C.), la hija mayor deDarío III, y con Roxana (que murióhacia el 311 a.C.), hija del sátrapa deBactriana Oxiartes; además animó ysobornó a sus oficiales para quetomaran esposas persas. Poco des-pués murió. Alejandro ordenó que lasciudades griegas le adoraran como aun dios. Aunque probablemente dio laorden por razones políticas, según supropia opinión y la de sus contempo-ráneos, se le consideraba de origendivino. Tras su muerte, la orden fue engran parte anulada.1

1 “Alejandro III el Magno,” Enciclopedia Microsoft(r) Encarta(r) 2000. (c) 1993-1999 Microsoft

Corporation. Reservados todos los derechos.

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Académicocontecer

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ACONTECER ACADÉMICO

VISITA DEL SECRETARIO DE POLÍTICA, ESTRATEGIA Y ASUNTOSINTERNACIONALES DEL E.M.D.N. DE BRASIL

El día 13 de di-ciembre realizó una vi-sita a la Academia elSecretario de Política,Estrategia y Asuntos In-ternaciones del E.M.D.N.de Brasil, General deEjército señor Joelciode Campos Silveira.

En la oportunidad serealizó una presentaciónsobre la situación econó-mica, política y estratégi-ca nacional por parte delos académicos señoresGuillermo Holzman Pérez, General deAviación Marcos Meirelles Guizman yAndrés Passicot Callier. En esta actividadparticiparon académicos de nuestra casade estudios.

Los Académicos Holzman,Meirelles y Passicot.

Llegada del General de Ejército señor Joelcio de Campos Silveira,quien es acompañado por el Director de nuestro Instituto.

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VISITA DEL AIR WAR COLLEGE

El 5 de marzo visitó la Academiauna delegación del Air War College dela Fuerza Aérea de Estados Unidos.

En esta oportunidad fueron recibi-dos por el Subdirector de la Academia,

Coronel señor Arturo Contreras Polgatti,y recibieron exposiciones sobre lasituación política, económica y estra-tégica nacional. A esta actividadasistieron académicos de nuestro Ins-tituto.

Llegada de la delegación, la cual es recibida por el Subdirector, Coronel señor Arturo ContrerasPolgatti y el Jefe del Departamento de Extensión, Coronel de Aviación señor Enzo Di Nocera García.

Delegación extranjera yacadémicos de nuestroInstituto.

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ACONTECER ACADÉMICO

INAUGURACIÓN DEL AÑO ACADÉMICO

El día 19 de marzo a las 11:00horas, se realizó en nuestra Casa deEstudios la inauguración del añoacadémico. En esta oportunidad dictóuna conferencia el Comandante enJefe de la Armada, Almirante señorJorge Patricio Arancibia Reyes, sobre

el tema Desarrollo Institucional de laArmada .

Presidió el acto académico elseñor Ministro de Defensa Nacional,don Mario Fernández Baeza, al queademás concurrieron importantes auto-ridades de Gobierno, civiles y militares.

Autoridades e invitados a esta actividad académica.

El Comandante en Jefe dela Armada, Almirante donJorge Patricio ArancibiaReyes se dirige al auditorio.

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VISITA DEL DIRECTOR DE ESTRATEGIA, POLÍTICAS Y PLANIFICACIÓNDEL COMANDO SUR DE ESTADOS UNIDOS

El Lunes 9 de abril realizó unavisita a nuestra Academia el Director deEstrategia, Políticas y Planificación delComando Sur de Estados Unidos,Mayor General de la Fuerza Aérea deese país señor JamesN. Soligan, oportuni-dad en que presentóel tema:

“Estrategia deSeguridad Nacionalde Estados Unidosde América, durantela administración delPresidente Bush”.

Al evento asistie-ron la totalidad de los

alumnos y académicos de nuestraCasa de Estudios, lo cual permitió,posteriormente, realizar un interesanteforo sobre el tema expuesto.

El MGL. señor Soligan durante la presentación de su tema ante lasautoridades de nuestra Academia, profesores, alumnos e invitados.

Instantes en que el Director de la Academia, Contraalmirante señorJorge Huerta Dunsmore, recibe al MGL. señor James N. Soligan.

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ACONTECER ACADÉMICO

Círculo de Graduados

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CÍRCULO DE GRADUADOS

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VISITA PROFESIONAL AL ARCHIPIÉLAGO JUAN FERNÁNDEZ

Como se informara en la Revista Nº 82, finalmente fue posible llevara cabo nuestro primer viaje de conocimientos a la isla Robinson Crusoe,del archipiélago Juan Fernández, visita que fue realizada en la BarcazaLST “Valdivia”, de la Armada, entre los días 25 y 28 de febrero del presenteaño.

Tanto la travesía, como la estadía en la isla las podemos calificar desobresalientes, ya que tuvimos inmejorables condiciones climáticas en lamar y las atenciones recibidas durante el viaje por el Comandante delBuque, Oficiales y personal sobrepasó nuestras mejores expectativas.

En la Isla contamos con la valiosa colaboración de Carabineros deChile, a través del Comisario de la 2ª Comisaría “Central” Valparaíso, quienviajó con nosotros y muy integrado al grupo, además del Jefe del ReténJuan Fernández, y personal a su mando, quienes hicieron que nuestraestadía en ese territorio insular estuviera enmarcada por una agradablecamaradería, al albergarnos en su cuartel policial, que se transformó ennuestro cuartel general durante las más de 24 horas de permanencia enla isla.

La delegación estuvo integrada por un selecto grupo de 21 graduados,entre los cuales contamos con la grata compañía de seis de nuestrasdistinguidas ex alumnas. Desde el primer momento se generó unaagradable dinámica de camaradería que nos permitió conocernos aún másprofundamente, todo ello en el entorno de una buena conversación tantoen los comedores del buque, como en la cubierta del mismo, o en nuestrospaseos por los bellos parajes de la isla; por cierto que la reunión socialy el excelente asado que compartimos en las instalaciones de Carabinerosfue otro elemento cohesionador del grupo.

El éxito alcanzado con este viaje de conocimientos impulsa a laDirectiva del Círculo a esmerarse para lograr que dentro del año en cursopodamos repetir la actividad, permitiendo así que el máximo de miembrosde nuestro Círculo pueda disfrutar de esta grata experiencia.

Es necesario destacar por último que el excelente resultado de laactividad realizada se pudo concretar gracias al apoyo de la ArmadaNacional, a través del señor Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval,quien dispuso que fuéramos considerados en el viaje.

Asimismo, agradecemos a cada uno de los que hicieron posible estaactividad, no nombrando a cada uno de ellos en particular, ya que noqueremos dejar algún nombre en el olvido.

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Embarque de losgraduados en la LST“Valdivia”.

A bordo de la LST “Valdivia”.

Graduados en el muelle en momentos de su embarque para regresar al continente.

C M A N

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CÍRCULO DE GRADUADOS

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PRIMERA REUNIÓN DE GRADUADOS DEL AÑO

El día lunes 16 de abril del presente año, siendo las 18:30 horas, se llevóa efecto nuestra primera reunión del año, ocasión en la cual se constituyó laAsamblea General Anual, con asistencia de más de 40 Graduados.

Nuestro Director designado por el Instituto, Coronel (AV) Enzo Di NoceraGarcía, hizo la introducción a los objetivos de la Asamblea, para dar pasoposteriormente al señor Presidente don Edmundo Castro Riquelme, quien serefirió a las actividades y objetivos cumplidos durante su período.

Posteriormente, el señor Tesorero hizo una exposición de la situaciónfinanciera del Círculo, en razón a los Ingresos y Egresos de fondos, por conceptode cancelación de cuotas y actividades donde ha quedado excedente a favor.

Después de estas intervenciones, la Directiva en pleno presentó su renunciapara facilitar la elección del nuevo Directorio del período 2001-2003.

Se procedió a la elección entre los asistentes, presentándose 13 miembrosdel Círculo como postulantes a un cargo en el Directorio. Realizada la votacióny el recuento formal de votos, la nueva Directiva quedó conformada por cincoDirectores antiguos, quienes con su experiencia fortalecerán los cimientos delproceso y por cuatro nuevos Directores que serán el andamiaje para que consu aporte podamos tener el mismo éxito alcanzado con la pasada Directiva. Estaserá una dura tarea para las nueve personas que dirigen los destinos del Círculo,pero estamos ciertos de que cada uno de nosotros pondrá lo mejor de sí mismopara lograr esas metas.

LA DIRECTIVA.

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Nuestros

Auspiciadores son:

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FAMAE 200... años de Ingeniería...

Desde 1811 FAMAE ha contribuido al desarrollo industrial de Chile,caracterizándose por la garantía de sus productos.

Como empresa más antigua de Latinoamérica ha establecido un liderazgo en elcampo de las Armas y sus Municiones.

FAMAE durante las últimas décadas ha tenido un sostenido crecimiento en diferentesáreas, tanto de carácter militar como policial y civil.

En la actualidad, dado los requerimientos operacionales cada vez más exigentesy especializados de los usuarios finales, FAMAE ha diseñado y fabricado una ampliagama de armas para la Defensa, como son:

Fusiles SIG 5.56 mm y 7.62 mm., Subametralladoras SAF y Mini SAF, 9 mm. PB.,Pistola FN 750, 9 mm. PB., Municiones de armamento mayor y menor, Bombas demorteros, Cartuchería de caza, Granadas de mano, Concertina para cierres perimetralesde recintos; Cohetes, Sistema lanzador de cohetes “RAYO”, fabricación carro PirañaMOWAG 8x8 y 6x6.

Por lo tanto, FAMAE ha demostrado a través de los años su constante esfuerzopor mantener el posicionamiento obtenido, desarrollando toda su capacidad creadora enla satisfacción de las necesidades de sus clientes.

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do, con la consecuencia que losconsumidores pierden capaci-dad de generarse protección.

Como lo veremos más adelantelos dos últimos términos de laexpresión (28) corresponden ala pendiente de la Curva deTransformación de la Economía(es el lugar geométrico queindica el nivel de producción deun bien que se puede obtenercomo máximo, cuando el nivelde producción del otro bienestá dado, al igual que lacantidad de factores producti-vos y la tecnología).

4.4. 4ª CONDICIÓN MARGINALDE EQUILIBRIO PARA LO-GRAR EL ÓPTIMO SOCIAL

Hasta el momento no hemostomado en consideración laspreferencias colectivas repre-sentadas en la Función deBienestar Social (W), es decirpodríamos hacernos la pregun-ta ¿son “justas” las combinacio-nes de bienes y factoresproductivos que se han alcan-zado? ¿responden al sentir yaspiraciones de todos? Paraconsiderar esto haremos losiguiente:

De ecuaciones (1) y (3) se tieneque:

−λ−λ−λ−λ−λ3 =6W 6U1

6U1 6D1

−λ−λ−λ−λ−λ3 =6W 6U2

U2 6D2

e igualando ambas y traspo-niendo términos:

6W 6U1

6U2 =6D1 (29)

6W 6U2

6U1 6D2

De ecuaciones (2) y (4) se tieneque:

λλλλλ4 = 6W 6U1

6U1 6R1

λλλλλ4 = 6W 6U2

6U2 6D2

igualando y trasponiendo térmi-nos:

6W 6U1

6U2 =6R1 (30)

6W 6U2

6U1 6D2

De ecuaciones (29) y (30) sededuce que:

6W 6U1 6U1

6U2 =6D1 =

6R1 (31)6W 6U2 6U2

6U1 6D2 6R2

UMgSoc2

=UMgD1 =

UMgR1 (32)UMgSoc2 UMgD2 UMgR2

Las expresiones equivalentes(31) y (32) corresponden a lacuarta y última condición margi-nal de equilibrio y ya no

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corresponde a una condición deeficiencia sino a una condiciónde “Optimo Social” o justiciasocial, de acuerdo a los juiciosy valores éticos de la sociedaden su conjunto; ella nos indicaque lo que la sociedad estádispuesta a sacrificar del nivel

de utilidad de un grupo porunidad adicional de utilidad parael otro (o para mejorar al otrogrupo) es igual a lo que varíanlos respectivos niveles de utili-dad de cada uno de los grupos,cuando se transfiere una unidadde un determinado bien desdeun grupo a otro. Es decir,coinciden las preferencias rela-tivas individuales y colectivas.

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