poesia modernista

4
RUBÉN DARÍO CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA Yo soy aquel que ayer no más decía El verso azul y la canción profana, En cuya noche un ruiseñor había Que era alondra de luz por la mañana El dueño fui de mi jardín de sueño, Lleno de rosas y de cisnes vagos; El dueño de las tórtolas, el dueño De góndolas y liras en los lagos; Y muy siglo diez y ocho y muy antiguo, Y una sed de ilusiones infinita. Yo supe de dolor desde mi infancia, Mi juventud… ¿fue juventud la mía? Sus rosas aún me dejan su fragancia,- Una fragancia de melancolía. Potro sin freno se lanzó mi instinto, Mi juventud montó potro sin freno; Iba embriagada con puñal al cinto; Si no cayó, fue porque Dios es bueno. En mi jardín se vio una estatua bella; Se juzgó mármol y era carne viva; Una alma joven habitaba en ella, Sentimental, sensible, sensitiva. Y tímida ante el mundo, de manera Que encerrada en silencio no salía, Sino cuando en la dulce primavera Era la hora de la melodía… Hora de ocaso y de discreto beso; Hora crepuscular y de retiro; Hora de madrigal y de embeleso, De “te adoro”, de “!ay!” y de suspiro. CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA (Rubén Darío) ¡Juventud, divino tesoro, Ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro… Y a veces lloro sin querer… Plural ha sido la celeste Historia de mi corazón. Era una dulce niña, en este Mundo de duelo y aflicción. Miraba como el alba pura; Sonreía como una flor. Era su cabellera obscura Hecha de noche y de dolor. Yo era tímido como un niño. Ella, naturalmente, fue. Para mi amor hecho de armiño, Herodías y Salomé… ¡Juventud, divino tesoro, Ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro, Y a veces lloro sin querer… Y más consoladora y más Halagadora y expresiva, La otra fue más sensitiva Cual no pensé encontrar jamás. Pues a su continua ternura Una pasión violenta unía. En un peplo de gasa pura Una bacante se envolvía… En sus brazos tomó mi ensueño, Y lo arrulló como a un bebé… Y le mató, triste y pequeño, Falto de luz, falto de fe… LO FATAL ¡Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo; y más, la piedra dura, porque esa ya no siente: pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente! Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, Y el temor de haber sido y un futuro terror… Y el espanto seguro de estar mañana muerto, Y sufrir por la vida y por la sombra y por Lo que no conocemos y apenas sospechamos, 46 JORGE ROLANDO ORTEGA MENDOZA LITERATURA UNIVERSAL

Upload: stephanie-benites

Post on 03-Oct-2015

4 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

POESIA MODERNISTA

TRANSCRIPT

POESIA MODERNISTA

RUBN DARO

CANTOS DE VIDA Y ESPERANZAYo soy aquel que ayer no ms decaEl verso azul y la cancin profana,

En cuya noche un ruiseor haba

Que era alondra de luz por la maana

El dueo fui de mi jardn de sueo,

Lleno de rosas y de cisnes vagos;

El dueo de las trtolas, el dueo

De gndolas y liras en los lagos;

Y muy siglo diez y ocho y muy antiguo,Y una sed de ilusiones infinita.

Yo supe de dolor desde mi infancia,

Mi juventud fue juventud la ma?

Sus rosas an me dejan su fragancia,-

Una fragancia de melancola.

Potro sin freno se lanz mi instinto,

Mi juventud mont potro sin freno;

Iba embriagada con pual al cinto;

Si no cay, fue porque Dios es bueno.

En mi jardn se vio una estatua bella;

Se juzg mrmol y era carne viva;

Una alma joven habitaba en ella,

Sentimental, sensible, sensitiva.

Y tmida ante el mundo, de manera

Que encerrada en silencio no sala,

Sino cuando en la dulce primavera

Era la hora de la meloda

Hora de ocaso y de discreto beso;

Hora crepuscular y de retiro;

Hora de madrigal y de embeleso,

De te adoro, de !ay! y de suspiro.

CANCIN DE OTOO EN PRIMAVERA

(Rubn Daro)Juventud, divino tesoro,

Ya te vas para no volver!Cuando quiero llorar, no lloro

Y a veces lloro sin querer

Plural ha sido la celeste

Historia de mi corazn.

Era una dulce nia, en este

Mundo de duelo y afliccin.

Miraba como el alba pura;

Sonrea como una flor.

Era su cabellera obscura

Hecha de noche y de dolor.

Yo era tmido como un nio.

Ella, naturalmente, fue.

Para mi amor hecho de armio,

Herodas y Salom

Juventud, divino tesoro,

Ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro,

Y a veces lloro sin querer

Y ms consoladora y ms

Halagadora y expresiva,

La otra fue ms sensitiva

Cual no pens encontrar jams.

Pues a su continua ternura

Una pasin violenta una.

En un peplo de gasa pura

Una bacante se envolva

En sus brazos tom mi ensueo,

Y lo arrull como a un beb

Y le mat, triste y pequeo,

Falto de luz, falto de fe

LO FATALDichoso el rbol, que es apenas sensitivo;

y ms, la piedra dura, porque esa ya no siente:

pues no hay dolor ms grande que el dolor de ser vivo,

ni mayor pesadumbre que la vida consciente!

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,

Y el temor de haber sido y un futuro terror

Y el espanto seguro de estar maana muerto,

Y sufrir por la vida y por la sombra y por

Lo que no conocemos y apenas sospechamos,

Y la carne que tienta con sus frescos racimos,

Y la tumba que aguarda con sus fnebres ramos

y no saber a dnde vamos,

Ni de donde venimos, ..POESA POST-MODERNISTAJUANA DE IBARBOUROUTE DOY MI ALMAde Las lenguas de Diamante 1919Te doy mi alma desnuda

Como estatua a la cual ningn cendal escudo.

Desnuda como el puro impudor

De un fruto, de una estrella o de una flor.

De todas esas cosas que tienen la infinita

Serenidad de Eva antes de ser maldita.

De todas esas cosas,

Frutos, astros y rosas.

Que no sienten vergenza del sexo sin celajes

Y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.

Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena

Que tuviera una intensa blancura de azucena!

Desnuda, y toda abierta de par en par

Por el ansia de amar!

PABLO NERUDA(Ricardo Neftal Reyes)POEMA 10Hemos perdido aun este crepsculo.

Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas

Mientras la noche azul caa sobre el mundo He visto desde mi ventana

La fiesta del poniente en los cerros lejanos

A veces como una moneda

Se encenda un pedazo de sol entre mis manos

Yo te recordaba con el alma apretada

De esa tristeza que t me conoces.

Entonces dnde estabas?

Entre qu gentes?

Diciendo que palabras?

Por qu se me vendr todo el amor de golpe

Cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cay el libro que siempre se toma en el crepsculo,

Y como un perro herido rod a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes

Hacia donde el crepsculo corre borrando estatuas.

POEMA 12

Para mi corazn basta tu pecho,

Para tu libertad bastan mis alas.

Desde mi boca llegar hasta el cielo

Lo que estaba dormido sobre tu alma

Es en ti la ilusin de cada da.

Llegas como el roco a las corolas

Socavas el horizonte con tu ausencia

Eternamente en fuga como la ola

He dicho que cantabas en el viento

Como los pinos y como los mstiles

Como ellos eres alta y taciturna

Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.

Te pueblan ecos y voces nostlgicas.

Yo despert y a veces emigran y huyen

Pjaros que dorman en el alma.

POEMA 13

He ido marcando con cruces de fuego

el atlas blanco de cuerpo.

Mi boca era una araa

que cruzaba escondindose.

En ti, detrs de ti, temerosa, sedienta.

Historias que contarte a la orilla del crepsculo,

mueca triste y dulce, para que no estuvieras triste.

Un cisne, un rbol, algo lejano y alegre.

El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.

Yo que viv en un puerto desde donde te amaba.La soledad cruzada de sueo y de silencio.

Acorralado entre el mar y la tristeza.

Callado, delirante, entre dos gondoleros inmviles.

Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.Algo con alas de pjaro, algo de angustia y de olvido.

As como las redes no retienen el agua.

Mueca ma, apenas quedan gotas temblando.

Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces.

Algo canta, algo sube hasta mi vida boca.

POEMA 15Me gustas cuando callas porque ests como ausente.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

Y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas estn llenas de mi alma,

Emerges de las cosas llenas del alma ma.

Mariposa de sueo, te pareces a mi alma,

Y te pareces a la palabra melancola.

Me gustas cuando callas y ests como distante,

Y ests como quejndote, mariposa en arrullo,

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza,

Djame que me calle con el silencio tuyo.

Djame que te hable tambin con tu silencio,

Claro como una lmpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque ests como ausente

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

POEMA 20

Puedo escribir los versos ms tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: La noche est estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos ms tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella tambin me quiso.

En noches como sta la tuve entre mis brazos.

La bes tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo tambin la quera.

Cmo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos ms tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Or la noche inmensa, ms inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el roco.

Que importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche est estrellada y ella no est conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta.

A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazn la busca, y ella no esta conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos rboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su odo.

De otro, ser de otro, como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido,

Porque en noches como sta la tuve

Entre mis brazos,/ mi alma no se contenta con haberla perdido./ aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,/ y estos sean los ltimos versos que yo le escribo.

LA CANCION DESESPERADA

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy,

El ro anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.

Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazn llueven fras corolas.

Oh sentina de escombros, feroz cueva de nufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.

De ti alzaron las alas los pjaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejana.

Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.

La hora del estupor que arda como un faro.Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,

Turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida

Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceiste al dolor, te agarraste al deseo,

Te tumb la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,

Anduve ms all del deseo y del acto.

Oh carne, carne ma, mujer que am y perd,

A ti en esta hora hmeda, evoco y hago canto,

Como un vaso albergaste la infinita ternura.

Y el infinito olvido te triz como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,

Y all, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y t fuiste la fruta.

Era el duelo y las ruinas, y t fuiste el milagro

Ah mujer, no s cmo pudiese contenerme

En la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el ms terrible y corto,

El ms revuelto y ebrio, el ms tirante y vido. Cementerios de besos, an hay fuego en tus tumbas. An los racimos arden picoteados de pjaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros.

Oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cpula loca de esperanza y esfuerzo

En que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina

Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ese fue mi destino y en l viaj mi anhelo.

Y en l cay mi anhelo, todo en ti fue naufragio!.

Oh, sentina de escombros, en ti todo caa.

Que dolor no exprimiste, que olas no te ahogaron!

De tumbo en tumbo an llameaste y cantaste

De pie como un marino en la proa de un barco.

An floreciste en cantos, an rompiste en corrientes

Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Plido buzo ciego, desventurado hondero.

Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fra hora

Que la noche sujeta a todo horario.

El cinturn ruidoso del mar cie la costa.

Surgen fras estrellas, emigran negros pjaros.

Abandonado como los muelles en el alba.

Solo la sombra trmula se retuerce en mis manos.

Ah ms all de todo. Ah ms all de todo

Es la hora de partir. Oh abandonado! JORGE ROLANDO ORTEGA MENDOZA

46

LITERATURA UNIVERSAL

47

JORGE ROLANDO ORTEGA MENDOZA

48

LITERATURA UNIVERSAL

49

JORGE ROLANDO ORTEGA MENDOZA

50

LITERATURA UNIVERSAL

12

51