Playa de La Babilonia: Orígenes e Historia Clara Isabel Pérez Ortiz. Asociación de vecinos Playa de Guardamar-Babilonia

Este dossier es un breve extracto del trabajo de investigación que se realizó para dar a conocer la historia real de las Casas de La Babilonia y que se expone en forma de paneles en las fachadas de las viviendas. Fuentes: Gazeta- colección histórica (Ministerio de la Presidencia-Gobierno de España), Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (Ministerio de Educación, Cultura y Deportes-Gobierno de España), Archivo Histórico Provincial de Alicante, Archivo Histórico Municipal Guardamar del Segura, Museo Arqueológico de Guardamar. Testimonios: Alejo García Aracil (DEP), Carmen García Rondán, Rosalía y Jesús Zapater Ríos. Fotografías familiares: Familias Bertomeu, Cartagena, García Maestre, Maestre Tortosa, Ortiz y Vera.

Guardamar finales S.XIX: la población se ve amenazada por el avance de dunas móviles. Se encarga al Ingeniero de montes del Estado Don Francisco Mira y Botella buscar una solución, quien propone fijar las arenas con vegetación. En 1897 se aprobaba por Real Orden el “Proyecto de Defensa y Repoblación de las Dunas de Guardamar”.

Fotografía de F Mira y Botella. Enormes dunas con el mar al fondo. Fotografía de F Mira y Botella. Dunas invadiendo las calles

La primera labor consistió en detener la arena de la playa creando una barrera, una duna litoral levantada mediante tablestacas y que sería fijada posteriormente con vegetación. Los trabajos de repoblación del Ingeniero Mira fueron ampliamente reconocidos a nivel nacional, difundidos en prensa y recogidos en su álbum fotográfico. En 1905 nombra en una de sus fotos la “Caseta Babilonia”. Se trataba de un merendero construido junto a un pozo de agua dulce, que era utilizado por los habitantes de Guardamar como lavadero y para abastecimiento de agua.

Fotografía de F Mira y Botella. Formación de la duna litoral. Fotografía de F Mira y Botella. Apertura del camino a la playa

A finales del s XIX y principios del s XX en España se extiende el hábito de frecuentar balnearios y playas, buscando las propiedades curativas de las aguas termales o el mar. Sería el origen del novedoso e incipiente fenómeno del veraneo. En Guardamar, comienza a delimitarse una zona de afluencia de bañistas próxima a la caseta Babilonia, donde depositaban sus bicicletas o carros con animales. Se crea la línea regular de autos a Elche. Se va conformando así una colonia estable que pasaba los meses de verano y fijaba sus casetas, inicialmente realizadas con maderas y posteriormente de obra, en zona perteneciente a la Jefatura de Montes Públicos. Dicha colonia pasaría a ser conocida como las “Casas de La Babilonia”

Fotografía de F Mira Casas de la Babilonia. Fotografía de F Mira y Botella. Pueblo, dunas y mar.

En el Ayuntamiento se proponen nuevos servicios e infraestructuras, como iluminación del pueblo y playa o del camino de acceso a la playa. También obras de mejora para embellecer el pueblo, presupuestando proyectos como el mercado de abastos, templete de música, pavimentación, portal y escalera del ayuntamiento. (actas municipales 02/04/2027, 15/01/1928, 28/07/1929, 20/07/1933) A estos “veraneantes”, se destinan orquestas y actos en la programación de fiestas al Patrón Santiago (1926).

Aparece la primera serie de Tarjetas Postales de Guardamar, que refleja las imágenes más representativas del pueblo. Una de ellas es la playa de las “Casas de La Babilonia”, con su imagen característica y peculiar de terrazas porticadas.

En 1930 finaliza la repoblación. El piloto Julio Ruiz de Alda realiza vuelos fotografiando la Cuenca Hidrográfica del Río Segura. Tanto en sus planos y como en las tomas aéreas se señala y aprecia el pequeño y hermoso pueblo de Guardamar y las ”CASAS DE BABILONIA”.

También en 1930 se realiza el deslinde de la zona marítimo-terrestre, remitiéndose al Ministerio de Obras Públicas un plano de situación y la relación de los 50 propietarios de casas de obra y 12 de madera. A partir del año 1934, el Ministerio de Fomento publica la autorización de las concesiones en La Gaceta de Madrid.-Diario de la República (actual Boletín Oficial del Estado). En las concesiones se detalla su finalidad: “contribuirán al embellecimiento de la Playa de Guardamar, en la que desaparecerán paulatinamente las barracas de madera que se instalan en épocas de baños y así mismo que servirán como barrera para sostener los movimientos de las arenas tan peligrosos en ella y además para proporcionar trabajo a los obreros, evitando su paro”.

Las obras contaban con acta de replanteo, memoria de materiales, presupuesto de gastos, planos de situación, y planos a escala de fachada principal, sección lateral y planta, informe del Jefe de Puertos, así como actas de reconocimiento y verificado “in situ”.

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El efecto barrera ejercido por las casas, de protección para el avance de las dunas y de la vegetación plantada, se refuerza si consideramos que una de las primeras concesiones fue otorgada al Ingeniero Francisco Mira, cuyos planos y proyecto fueron trazados de su puño y letra.

Los propietarios fueron familias que provenían de las comarcas de la Vega Baja y del Medio y Bajo Vinalopó, fundamentalmente de las poblaciones de Guardamar, Elche, Elda y Almoradí. Se trata sobretodo de profesionales liberales, trabajadores de la incipiente industria textil y del calzado y comerciantes.

No sólo se otorgaron concesiones para vivienda y baño. También para los Restaurantes Alicante (después Hotel Miramar), Moñino (después Hotel Valentí), el Kiosko Rastoll y el desaparecido Balneario, situado en el acceso a la playa entre los dos hoteles mencionados. También seguía habiendo casetas de madera y otras como el Pósito de Pescadores. Aunque el balneario fue conocido como “La Babilonia”, su verdadero nombre fue “Ideal Levantino”.

Después vendría la Guerra Civil. Estos años Guardamar permaneció a la retaguardia, sin producirse enfrentamientos sangrientos como en otras poblaciones cercanas. Cuentan que muchas casas estuvieron habitadas todo el año por familias que huían de lugares más conflictivos, sirviendo de escondite durante el conflicto. Entre sus propietarios se encontraban destacados miembros de la “Logia Masónica Amor de Elda”. En la playa continuaba el trabajo diario de los pescadores

Los veraneantes mantenían una especial relación con los pescadores, que seguían varando sus barcos delante de las casas. Dicen que el mejor pescado se compraba allí.

Tras la Guerra Civil se siguen solicitando nuevas concesiones hasta 1956. En 1955 se aprueba un nuevo Plan de Ordenación Urbana con la intención de continuar el sistema de concesiones hacia el sur y ampliar las Casas de La Babilonia, modelo de habitaje y tejido social que compartía tradiciones con el pueblo. Una parte de sus vidas transcurría todos los años en Guardamar. Finalmente no se aprobó y en su lugar se desarrolló un nuevo modelo conocido como “La Urbanización”.

El turismo siguió creciendo con veraneantes que venían de otras provincias y países, convirtiéndose en el principal motor de la economía en Guardamar: nuevos servicios, hoteles, “La Pista”... Aunque los turistas traían nuevos aires y costumbres, gracias la fidelidad de los visitantes habituales siguió manteniéndose en gran medida la imagen de playa familiar.

Hoy Guardamar ha cambiado: es tanto destino de vacaciones como residencia habitual de miles de personas. Todos aprecian este bello pueblo con sus tradiciones y ambiente familiar, la pinada y las maravillosas playas. Los veraneantes de la Playa de la Babilonia, manteniendo la imagen de las casas, forman parte viva de su historia y su paisaje, como también Guardamar forma parte de la historia de sus vidas y de sus casas, en las que han convivido cinco generaciones.