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Planificación para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad en las Reservas de la
Biosfera – avances en Colombia
Autor: García D R. 2002.
Palabras Claves: Reservas de la Biosfera, Planificación, Participación comunitaria, Desarrollo
Sostenible, Conservación, Estado legal, Ordenamiento territorial
Introducción
Las Reservas de la Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres, costeros o marinos, o una
combinación de éstos, que han sido reconocidas internacionalmente como tales en el marco del
Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MaB) de la UNESCO. Se las ha creado para promover y
demostrar una relación equilibrada entre los seres humanos y la biosfera. Las Reservas de la
Biosfera son designadas por el Consejo Internacional de Coordinación del MaB a solicitud del
Estado interesado. Cada Reserva de la Biosfera permanece bajo la jurisdicción soberana del Estado
en que está situada. Colectivamente, todas las Reservas de la Biosfera constituyen una Red Mundial
en la que los Estados participan voluntariamente.
La creación de las reservas de la biosfera se basa en el programa Man And the Biosphere (MaB) de
la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization) creado en 1971
durante la vigésima sexta Asamblea, bajo resolución 2313. En la definición de creación se cita: “Se
crea el programa sobre el Hombre y la Biosfera – MaB, como un programa científico internacional,
intergubernamental e interdisciplinario de investigación, formación y difusión, cuyo interés se
dirige, primordialmente, hacia el mejoramiento de la relación entre el ser humano y su medio
ambiente”. En Colombia existe el Comité MaB encargado del programa desde 1974.
Las reservas de la biosfera tienen como objetivo principal, que se relaciona estrechamente con el
Convenio de Diversidad Biológica, la promoción y aplicación del objetivo del Programa MaB:
Lograr un equilibrio sostenible entre las necesidades, a veces en conflicto, conservar la diversidad
biológica, fomentar el desarrollo económico y conservar los valores culturales a este vinculados.
Para lograrlo cuentan con tres funciones fundamentales:
- Conservación de la diversidad biológica
- Soporte logístico para investigación, educación y observación permanente
- Desarrollo económico y humano sostenible.
Los criterios generales que habrá de satisfacer una zona para ser designada Reserva de la Biosfera
son los siguientes:
1. Contener un mosaico de sistemas ecológicos representativo de regiones biogeográficas
importantes, que comprenda una serie progresiva de formas de intervención humana.
2. Tener importancia para la conservación de la diversidad biológica.
3. Ofrecer posibilidades de ensayar y demostrar métodos de desarrollo sostenible en escala
regional.
4. Tener dimensiones suficientes para cumplir las tres funciones
5. Cumplir las tres funciones mencionadas mediante el siguiente sistema de zonificación:
Una o varias zonas núcleo jurídicamente constituidas, dedicadas a la protección a largo
plazo que permitan conservar la diversidad biológica
Una o varias zonas amortiguadoras claramente definidas, circundantes o limítrofes de
la(s) zona(s) núcleo, utilizadas para actividades cooperativas compatibles con prácticas
ecológicas racionales
Una zona exterior de transición flexible (o área de cooperación) donde se fomenten y
practiquen formas de explotación sostenible de los recursos que puede comprender
variadas actividades agrícolas, de asentamientos humanos y otros usos.
6. Aplicar disposiciones organizativas que faciliten la integración y participación de una gama
adecuada de sectores.
7. Haber tomado además, medidas para dotarse de:
Mecanismos de gestión de la utilización de los recursos y de las actividades humanas en
la(s) zona(s) tampón.
Una política o un plan de gestión de la zona en su calidad de reserva de la biosfera.
Una autoridad o un dispositivo institucional encargado de aplicar esa política o ese plan.
Programas de investigación, observación permanente, educación y capacitación.
Participación de la comunidad local en la planificación y la administración de la reserva
Las Reservas de la Biosfera en Colombia y su revisión
Nombre Año de Creación
1. Cinturón Andino 1979
2. El Tuparro 1979
3. Sierra Nevada de Santa Marta 1979
4. Ciénaga Grande de Santa Marta 2000
5. Seaflower 2000
La UNESCO hizo comentarios sobre la revisión de las Reservas de la Biosfera en Colombia que
contaban con más de diez años de creación y a través de carta enviada por el Embajador, Delegado
permanente ante la UNESCO con fecha 23 de septiembre del 2001; se hicieron al ministerio del
Medio Ambiente las recomendaciones necesarias para mejorar el funcionamiento de aquéllas. Se
resalta la importancia para la conservación de las Reservas de la Biosfera de El Tuparro, Cinturón
Andino y Sierra Nevada de Santa Marta, sin embargo, estas no han cumplido con las
especificaciones requeridas, en especial lo que se refiere a zonificación y administración. Aún no se
conoce una respuesta oficial del Ministerio del Medio Ambiente.
Principales problemas de las Reservas de la Biosfera en Colombia y Latinoamérica
Adaptado de De la Masa, C. L., 1994. Manejo de las Reservas de la Biosfera. FAO, Programa de
las Naciones unidas para el Medio Ambiente. Santiago de Chile.
- Falta de una política y normatividad concretas
- Falta de una política de ordenamiento territorial que incluya a las Reservas de la Biosfera
- Carencia de una base jurídica específica para la gestión, manejo y funcionamiento de las
Reservas de la Biosfera
- Falta de coordinación interinstitucional entre las entidades encargadas del manejo de las
áreas protegidas y las de las reservas
- Falta de visión de la participación comunitaria y social
- Falta de un rol efectivo y apoyo del comité internacional del MaB
- Problemas financieros
- Baja capacidad institucional, de recursos humanos y para investigación
- Falta de un mecanismo de evaluación y monitoreo del funcionamiento de las reservas
- Falta de divulgación en general
Contexto legal en Colombia y su relación con las Reservas de la Biosfera.
La ausencia de normas y políticas claras en los países latinoamericanos frente a las Reservas de la
Biosfera, ha conducido a la falta de respaldo para su manejo y desarrollo.
El concepto de Reserva de la Biosfera implica una relación estrecha entre la sociedad y la
naturaleza, que debe estar explícita en las normas que guían al país; sin embargo, en la normatividad
actual no está manifiesta esta relación. Fandiño menciona: “El por qué es deseable conservar la
naturaleza no se consigna en la constitución y, por ende, no forma parte del deber ser reconocido por
nuestra sociedad. Sin esta base normativa resulta difícil formular objetivos precisos de
conservación, también ausentes en la constitución y otras normas. Y sin ellos resulta improbable
identificar cuáles son las acciones requeridas”. “Dada la imprecisión en la definición de los
objetivos de conservación, es imposible discernir los niveles de interés general / bien común /
interés colectivo en conservación.”
La figura de reserva de la biosfera no se encuentra en alguna de las categorías del sistema de áreas
protegidas en Colombia y como en la mayoría de países latinoamericanos, no hay normas que
respalden esa figura (a excepción de la Reserva de la Biosfera de Seaflower) (Ley 99/93, Art. 37 –
Parágrafo 2).
Ya considerando el nivel particular de cada reserva, es imprescindible elaborar un plan de manejo de
la misma en el cual se definan los lineamientos de cada zona, formas de producción adecuadas, el
rol de cada organización dentro de la reserva, planes y programas para desarrollar en el mediano y
largo plazo y las formas de interacción y participación de cada actor involucrado.
En último término, se puede decir que los problemas que enfrentan las Reservas de la Biosfera
derivan de una ausencia de políticas públicas – entendidas en su amplio significado y no solo como
acción estatal- frente a cambios demográficos y económicos que originan desequilibrios negativos
en los recursos naturales (De la Masa, 1994).
Actores en la conservación
Hasta el momento las acciones desarrolladas en las Reservas de la Biosfera se han centrado en las
zonas núcleo, administradas por las instituciones de parques nacionales, dejando de lado la gestión y
administración en las zonas amortiguadoras y de transición. Según la UAESPNN, dado que no
existen equivalencias en la legislación nacional para estas categorías internacionales, las Reservas de
la Biosfera se manejan dentro del concepto de Parque Nacional, pero sin realizar actividades
tendientes a consolidar la figura de “reserva”.
No hay claridad sobre el papel de cada organización dentro de las reservas, la falta de normatividad
que defina un plan de manejo y delegue funciones, se ha convertido en otro obstáculo para la
administración y gestión. Esto implica que falta divulgación, capacitación y organización social en
torno a las reservas, pues el papel de administración y gestión en las otras zonas, debería ser liderado
principalmente por organizaciones no gubernamentales y organizaciones comunitarias, debidamente
capacitas por la institución gubernamental y a través del intercambio de experiencias con otras
organizaciones del resto del planeta y de la red mundial de Reservas de la Biosfera.
Uno de los aspectos más importantes del concepto de reserva de la biosfera es que se basa
principalmente en la interacción entre diferentes actores que viven dentro o en los alrededores de la
reserva, el intercambio de información y de experiencias en diferentes partes del mundo y que
puedan ser aplicadas en otras reservas. Para lograr esto se requiere un alto nivel de organización
comunitaria y social que ha sido difícil de alcanzar en diversas partes de Latinoamérica y
especialmente en Colombia. Cuál debe ser el papel del sistema de parques nacionales en este
asunto? Debido a las limitaciones con que cuenta el Sistema de Áreas protegidas en Colombia, se
hace aún más relevante que la institución encargada delegue funciones en diferentes actores
regionales y apoye el crecimiento organizacional a través de la educación, capacitación y promoción
de las experiencias exitosas; esto “liberaría” recursos de funcionamiento en muchas zonas y
convertiría en socios de la conservación y el desarrollo, a los habitantes directamente involucrados
en las reservas. Lo anterior implica un cambio de orientación en el sistema de parques que se viene
dando actualmente a través de la Política “Parques con la gente” (Política de participación social en
la conservación); esta se basa principalmente en los siguientes lineamientos:
- Construcción conjunta de largo plazo
- Construcción de abajo hacia arriba
- Construcción conjunta con base en propuestas y/o procesos sociales en marcha
- Recursos como resultado de procesos y no como punto de partida de proyectos
- Formulación y nivelación de actores sociales e institucionales
- Fortalecimiento organizativo como fin y como medio para el logro de objetivos de
conservación
- Interdependencia entre diversidad biológica y cultural con grupos étnicos
- Estrategias de validación de beneficios y generación de alternativas económicas
Es importante retomar el hecho de que las soluciones a los problemas regionales surgen en varias
ocasiones de la participación activa de las comunidades involucradas, entendida esa participación
como “darle poder a la gente para movilizar sus propias capacidades, para que sean actores sociales
en vez de sujetos pasivos, tomen decisiones y controlen las actividades que afectan sus propias
vidas” (Cernea, 1985, en De la Rosa)
Las Reservas de la Biosfera y el Ordenamiento Territorial
El establecimiento de una Reserva de la Biosfera implica un ordenamiento diferente de la
administración, gestión y desarrollo del territorio; esto implica un reordenamiento de la tenencia de
la tierra en la mayoría de casos, que involucra conflictos profundos entre diferentes actores con
intereses encontrados. En este aspecto se hace más delicada la coordinación interinstitucional ya
que las acciones se salen del ámbito de una sola institución y requiere objetivos comunes en todos
los niveles; es allí donde la participación de la comunidad debe ser entendida como un derecho
fundamental y no una concesión de la institución.
El ordenamiento de las zonas amortiguadoras y de transición implica reorganizar el uso de la tierra,
restringir ciertas actividades productivas o eliminar unas definitivamente; requiere capacitación
efectiva en el aprovechamiento de los recursos de forma tal que no se agote la base productiva y
realizar investigación sobre las alternativas de producción que lleven a concretar las expectativas del
desarrollo sostenible.
Evaluación y Monitoreo
En el año de 1995 se llevó a cabo la conferencia de Sevilla, en la cual se recomendó hacer una
revisión periódica de las reservas de la biosfera que cumplen más de 10 años de funcionamiento para
evaluar su efectividad en las funciones básicas. Adicionalmente, debido a que no se contaba con una
forma de evaluación del funcionamiento de las reservas de la biosfera, la UNESCO en sus sesión
número 16 (Paris, Noviembre 2000), reorganizó el trabajo del Programa BRIM (Biosphere Reserves
Integrated Monitoring) para evaluar la especificidad de las reservas sobre la gente y su medio
ambiente. Este programa tiene las siguientes funciones al nivel local y al nivel de red mundial de
reservas (ICC, 2002):
Al nivel local:
- Evaluación y monitoreo de las amenazas y presiones sobre los servicios ecológicos y valores
establecidos en cada sitio
- Evaluación e inventario de los recursos locales y la biodiversidad a través de la investigación
y evaluación de su estado
Para llevar a cabo esto se debe promover el acceso y la participación en las investigaciones más
importantes, programas de evaluación y monitoreo, con foco en el cambio global, biodiversidad,
bienes y servicios de los ecosistemas y sostenibilidad.
Al nivel de la red mundial de reservas
- Proveer asistencia técnica en la selección de metodologías apropiadas de monitoreo
- Servir de plataforma para compartir información, conocimiento y datos sobre diferentes
temas, a través de bases de datos, lecciones aprendidas y “mejores prácticas” disponibles
- Facilitar la integración de los hallazgos que surjan del monitoreo natural y social y sus
iniciativas
- Mejorar la comunicación y promover la cooperación entre lugares y diferentes redes
temáticas o regionales
- Educar y difundir los avances sobre desarrollo sostenible y el ambiente
Esto se alcanzaría a través de los siguientes mecanismos:
Talleres, desarrollo de sistemas de información apropiados, un sitio web, publicaciones electrónicas,
actividades de Sistemas de Información Geográfica, foros electrónicos y eventos de capacitación.
Las Reservas de la Biosfera y su relación con el Convenio de Diversidad Biológica
La relación entre los principios básicos del Convenio de Diversidad Biológica y el concepto de
Reserva de la Biosfera, se muestra cada vez más clara en el sentido de que las reservas de la biosfera
corresponden adecuadamente con los doce principios de la Aproximación Ecosistémica establecidos
por la convención. Esto es ejemplificado elocuentemente por la UNESCO en el 2000 y en el
congreso de Amman de la UICN, 2000 : “Las Reservas de la Biosfera fueron la mejor ilustración de
la aproximación ecosistémica o lo que se conoce como Aproximación Biorregional” (Batisse, M,
2000).
La aproximación ecosistémica es una estrategia para el manejo integrado de la tierra, agua y
recursos vivientes, que promueve la conservación y el uso sostenible de forma equitativa. Por lo
tanto el manejo ecosistémico implica el reconocimiento de la diversidad social y cultural que afectan
el uso de los recursos naturales. Es obvio desde esta descripción que, el programa del Hombre y la
Biosfera es plenamente consistente con la visión ecosistémica; adicionalmente, anticipó hace más de
veinte años elementos importantes de esta aproximación:
- La integración de la conservación y el uso
- Reconocimiento del rango de los bienes y servicios proveídos por los ecosistemas
- Poner a la gente en el centro del manejo de las áreas protegidas
Esto hace que las reservas de la biosfera tengan potencial para ofrecer al Convenio de Diversidad
Biológica, casos de la aproximación ecosistémica en la práctica, incluyendo “lecciones aprendidas”
de su experiencia, ya hayan sido exitosas o limitantes (Zedan, H, 2000).
Perspectivas y Propuestas desde el Instituto
Hasta el momento el papel del Instituto ha sido la asistencia a las reuniones del Comité MaB y a los
comités de Reservas de la Biosfera, haciendo algunas recomendaciones (Comentario personal
Natalia Arango).
En cuanto a las perspectivas y propuestas de trabajo del Instituto en el tema, sería relevante
considerar la posibilidad de participar activamente en lo que atañe a las actividades del BRIM tanto
al nivel regional como internacional. Al nivel regional, el Instituto cuenta con las metodologías
necesarias a través de los inventarios de biodiversidad y el sistema de indicadores, para contribuir en
la evaluación y monitoreo de las amenazas y presiones sobre los recursos naturales en las reservas.
Al nivel internacional podría integrarse con las plataformas informáticas de la red mundial de
reservas, aportar experiencias exitosas en cuanto a desarrollo sostenible y manejo de los recursos y
apoyar al comité internacional en la asistencia técnica a otros países interesados en sus metodologías
y experiencias. Específicamente existe una actividad del programa BRIM en la cual el instituto
podría apoyar decididamente: Identificación de metodologías apropiadas para el monitoreo de
factores abióticos y para monitoreo de la biodiversidad, esta actividad está programada inclusive
hasta el año 2003.
Conclusiones
- No hay un status legal en la mayoría de países latinoamericanos que respalde el
funcionamiento de las Reservas de la Biosfera
- El componente de participación social es imprescindible para poner en marcha una reserva
de la biosfera, la interacción entre las poblaciones locales dentro y adyacentes a la reserva, es
uno de los factores establecidos por el MaB para concretar sus objetivos
- Existe un vacío normativo en cuanto a los actores que deben manejar las reservas,
generalmente solo está clara la función dentro de las áreas núcleo a cargo de las instituciones
de parques nacionales; no es claro quién debe manejar las zonas amortiguadora y de
transición.
- La situación en América latina es muy compleja porque involucra reorganización de la
tenencia de la tierra con sus conflictos, reforma agraria y ordenamiento territorial. En estos
procesos existen muchos intereses encontrados y en conflicto (guerrilla, paramilitares,
narcotráfico, en el caso colombiano) que escapan muchas veces al campo de una sola
institución
- El concepto de reserva de la biosfera fue en su momento (1974) un concepto visionario, al
proponer la conservación de la mano con el desarrollo; sin embargo los procesos de
conservación han estado basados tradicionalmente en una visión conservacionista estricta,
alejada de la realidad de países como los latinoamericanos. Por otra parte, las Reservas de la
Biosfera resaltan la visión total, holística de la realidad; tratan en conjunto los aspectos
sociales y ambientales; sin embargo, el modelo cultural, económico y político del país no
está implementando efectivamente la relación naturaleza – sociedad de forma sostenible ni
los principios propuestos por el programa MaB.
Agradecimientos
A Milton Romero R., Juanita Aldana, María Isabel Vieira, Dafna Camila Ángel
Bibliografía
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económico en América Latina y el Caribe.
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Naciones unidas para el Medio Ambiente. Santiago de Chile.
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Diversidad Biológica. En UNESCO, 2000. Seville + 5