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PLAN DIOCESANO DE PASTORAL

“Creyentes en Cristo para ser sus testigos”

1. Plan Diocesano de Pastoral 2007-2010.

En 2007 iniciamos un Plan de Pastoral con un lema muy enlínea con lo que se está trabajando en tantas y tantas Iglesias de cercay de lejos: CREYENTES EN CRISTO PARA SER SUS TESTIGOS.

El tema que este lema contenía era y es lo suficientementeamplio como para no tener ni de lejos la pretensión de que bastara unCurso para ocupar nuestra atención pastoral. Se trataba de la TRANS-MISIÓN DE LA FE DESDE LA VIVENCIA DE LA FE. Nos propusimos tra-tarlo en tres cursos, y asignamos a cada uno de esos Cursos una ideacentral:

- Curso 2007-2008: Las ideas, los conceptos.¿Qué es ser creyente? ¿Qué es transmitir, proponer la fe?

- Curso 2008-2009: Las personas¿Quién vive y transmite la fe? ¿A quién se transmite la fe?

Lo que nos habíamos propuesto tratar en un curso se convir-tió en dos: uno para los creyentes y transmisores de la fe (¡Acérca-te!), y otro para los destinatarios (¡Acoge al que se acerca, acércalo aCristo!).

Se preveía un último objetivo que se desglosaba de la si-guiente manera:

“Revisamos estructuras y métodos. Dónde se vive y se trans-mite la fe: Familia, Escuela, Parroquia, Grupos… Cómo se vive y setransmite la fe: Catequesis, Celebración, Caridad, Testimonio de vi-da diaria, medios de Comunicación…”.

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2. Ampliación del Plan Diocesano de Pastoral:

Cursos 2010-2013

“La parroquia sigue siendo el núcleo fundamental en la vidacotidiana de la diócesis” (Juan Pablo II, Exhortación Apost. PastoresGregis nº. 45). Por eso, para poder trabajar con un tema al alcance dela mano, nos hemos centrado en una realidad, la Parroquia, y nosproponemos contemplar que la fe se vive y se transmite cuando cele-bramos, cuando entramos en los procesos de formación que llama-mos de forma abreviada Catequesis, y cuando vivimos la Caridadcon todos y en especial con los más necesitados. Sí, la consideracióndel triple ministerio: Liturgia, Enseñanza-Anuncio, Servicio, queconfiguran la vida y la misión de la Iglesia, puede ser vista como uninstrumento pedagógico de revisión y adaptación de la misma comu-nidad Iglesia a la que el Señor le invita a asumir como misión en elmomento presente.

Reasumimos, así, el subrayado de Benedicto XVI cuando nosdice que “la naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una tripletarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerigma-martyria), celebraciónde los sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia).Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse unade otra” (Benedicto XVI, Deus caritas est, nº. 25), por ser mas ope-rativos se ve adecuado realizar una ampliación de este último objeti-vo del Plan Diocesano de Pastoral para los próximos tres años(2010-2013), que se distribuye de la siguiente forma:

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1º. NUESTRA PARROQUIA CELEBRA LA EUCARISTÍA(Curso 2010-2011).

La revisión de la dinámica celebrativa (sentido del misterio,escuela de comunión…) debe ofrecer la ocasión de contemplar, ade-más, el sentido de pertenencia eclesial, la corresponsabilidad, la mis-ma configuración de la comunidad eclesial como comunidad de mi-nisterios, y otros posibles aspectos, que debemos pensar

2º. NUESTRA PARROQUIA ACOGE Y ANUNCIA LA PALA-BRA (Curso 2011-2012).

Entra en este objetivo la consideración de las distintas diná-micas de acogida y anuncio de la Palabra como son: la Catequesis, laEnseñanza, el Testimonio de vida diaria de los creyentes, la Predica-ción, la presencia en los Medios de Comunicación Social…

3º. NUESTRA PARROQUIA, VIVE DEL AMOR DE DIOS,MANIFIESTA Y VIVE LA CARIDAD PARA CON TODOS, EN ES-PECIAL CON LOS MÁS DÉBILES (Curso 2012-2013).

Se profundizará en la dimensión de la caridad, en la parro-quia que vive el amor en el servicio a los más pobres y a los que su-fren. Se trata de potenciar la dimensión caritativa-social de toda lacomunidad.

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OBJETIVO DIOCESANO DEL PLAN PASTORAL.CURSO 2010-2011

Introducción.

La Parroquia ha de entenderse como comunidad eclesial, am-plia, capaz de aglutinar, coordinar y dinamizar diversos grupos de ta-lla humana. Hay, por tanto, que encontrar alternativas, construir unaparroquia que responda a los nuevos retos que demanda la socie-dad.

En este contexto, “la comunidad cristiana” aparece como lanueva imagen-guía capaz de poner los cimientos de un nuevo pro-yecto de parroquia. La Parroquia podrá ser de verdad “comunidad decomunidades”, de cara también a plantear desde su realidad renova-da una nueva pastoral en respuesta de la realidad circundante.

Pero es, además, que la Parroquia, “la Iglesia vive de la Euca-ristía… Del misterio pascual nace la Iglesia. Precisamente por eso laEucaristía… está en el centro de la vida eclesial… La Eucaristía,presencia salvadora de Jesús en la comunidad de los fieles y su ali-mento espiritual” (Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia, nos.1.3.9).

Por todo esto, el objetivo diocesano que nostrazamos es el de:

“NUESTRA PARROQUIA CELEBRA LA EUCARISTÍA”

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Indicaciones pastorales y catequéticas.

Se trata de que este objetivo diocesano esté presente en todaslas actividades pastorales de la Diócesis:

- parroquiales, movimientos y asociaciones (consejos,encuentros, celebraciones, etc.),

- arciprestales (consejo, vigilias, etc.)- y diocesanas (encuentros, retiros, formación, etc.).Se pueden, además, realizar otras actividades complementa-

rias.

Con ello, se ofertan las tres catequesis siguientes, tratando dehacerlas coincidir con los tiempos litúrgicos.

▪ La Parroquia es congregada por Cristo en la Eucaristía.“La Eucaristía hace la Comunidad”[tiempo de adviento y navidad].

▪ La Parroquia, confiesa y celebra su fe en la Eucaristía.“La Comunidad celebra la Eucaristía”[tiempo de cuaresma].

▪ La Parroquia, manifiesta con gozo su identidad en eldomingo, día del Señor.

“El Domingo día de la Comunidad” [tiempo de pascua].

- Todo el material ofertado, textos y cuestionarios, son propuestasal servicio del objetivo de cada catequesis, que serán utilizados se-gún la adaptación catequética adecuada a cada grupo concreto.

Calendario.

▫ Septiembre 2010: Carta pastoral, cartel.

▫ Octubre 2010: Presentación por arciprestazgos del Objetivo.

▫ 30 Octubre 2010: Celebración del Objetivo Diocesano.

▫ 31 Mayo 2011: Recogida de aportaciones y evaluación.

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PRIMERA CATEQUESIS

LA PARROQUIA ES CONGREGADA POR CRISTOEN LA EUCARISTÍA.

“La Eucaristía hace la Comunidad”.

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LA PARROQUIA ES CONGREGADA POR CRISTOEN LA EUCARISTÍA.

“La Eucaristía hace la Comunidad”.

Objetivo: Fortalecer, revitaliza la vida comunitaria de la Parroquiadesde a la Eucaristía.

1. Oración inicial.

Plegaria:“Donde están dos o tres reunidos, en mi nombre,Allí, en medio de ellos, estoy yo”.Estas palabras son nuestra fuerza.Nosotros nos reunimos en tu nombre.Somos grupo, porque nos has llamado tú.

Tú nos has agrupado en una comunidad.Ustedes son mis amigos.Tú nos has enseñado lo alto de la montaña.Animo, que mi yugo es llevadero y mi carga es ligera.

Tú te has puesto en cabeza de nuestro grupo.Estoy con ustedes día a día.Ahora, en medio de la marcha,Te decimos con toda el alma:Acaba en cada uno de nosotrosLa obra que has empezado.

Oración:“Sentados a la mesa de la Pascua, esperanzados, libres y festivos,

se pasa una copa de alegría y Cristo está con ellos como amigo. Yoestaré con ustedes para siempre, ustedes estarán también conmigo.Viviré desde dentro de sus vidas, alentaré mi soplo en lo más íntimo.Beban, amigos, de esta dulce copa, porque de otra bebida es antici-po, anuncio del otra fiesta interminable En el reino del Padre por lossiglos”.

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2. Desde nuestra experiencia.

Partimos desde la experiencia y vivencia que tenemos de pa-rroquia. Nos podemos situar de distintas maneras: Sentir la parroquiadesde lejos, como algo que no nos incumbe; o como algo que nosaporta determinados servicios. Hay quien quiere encontrar respuestay hay quien vive su compromiso comunitario.

Hemos de descubrir juntos lo que se piensa de la parroquia, loque nosotros pensamos de ella, la imagen que se tiene, la que damosy la que nosotros vivimos entre los grupos que la configuramos. Poreso, ante estos tipos de posicionamientos nos preguntamos:

Identificar con números aproximados los que pertenecen a ca-da uno de los círculos anteriores. ¿Cuál sería el mayoritario en-tre la gente que conocemos? ¿Con cuál se identifican la genteque viene a la parroquia? ¿Con cuál te identificas tú?

¿Qué opinión tienen de la parroquia los de fuera? ¿Cómo es nuestra parroquia? Describe las características que

ves de ella. ¿Qué hacer para posibilitar e ir dando pasos a círculos más cen-

trales?

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Para reflexionar sobre la realidad de la parroquia:

SI NO- ¿Existe Consejo Pastoral Parroquial?- ¿Existe Consejo Económico Parroquial?- ¿Existe Equipo de Cáritas?- ¿Se reúnen los Catequistas a preparar las cateque-

sis?- ¿Existen grupos de Adultos?- ¿Existen grupos de Jóvenes?- ¿Continúan los grupos de niños después de la pri-

mera comunión?- ¿Existe Asamblea Parroquial?- ¿Se hacen encuentros de oración y retiros?- ¿Hay algún tipo de encuentro lúdico-festivo?- ¿Se participa en los distintos espacios Arcipresta-

les?- ¿Existe un espacio de formación?- ¿Existe coordinación entre los distintos grupos?

A la luz de los resultados de esta reflexión, ¿qué llamadas nosestá haciendo esta realidad?

3. Iluminación desde la Palabra de Dios y del Magisterio.

A la hora de afrontar la realidad de la parroquia, nos puedeservir de referencia, el Libro de los Hechos de los Apóstoles, que nosdescribe la experiencia vivida por las primeras comunidades cristia-nas, congregadas en torno a la ‘fracción del pan’. Experiencia que esrecogida en el Magisterio de la Iglesia, que nos permite confrontarcon la identidad de la parroquia y el deber ser de la misma:

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▪ “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a lacomunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apode-ró de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y seña-les. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; ven-dían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, se-gún la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días conperseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas ytomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan aDios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregabacada día a la comunidad a los que se habían de salvar” (Hch 2,42-47).

▪ “La comunión eclesial, aún conservando siempre su dimen-sión universal, encuentra su expresión más visible e inmediata en laparroquia. Ella es la última localización de la Iglesia; es, en ciertosentido, la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y desus hijas. Es necesario que todos volvamos a descubrir, por la fe, elverdadero rostro de la parroquia; o sea, el ‘misterio’ mismo de laIglesia presente y operante en ella… En definitiva, la parroquia estáfundada sobre una realidad teológica, porque ella es una comunidadeucarística” (Juan Pablo II, Christifideles laici, nº. 26).

▪ “Es necesario ver ahora en un sentido profundo qué es enrealidad la parroquia. Vosotros conocéis bien la frase de Jesús quedice: ‘donde dos o más están reunidos en su nombre allí estoy yo enmedio de ellos’ (Mt 18,20). No es que aquí sois uno o más, vosotrossois miles. Por tanto aquí Jesús está místicamente presente en mediode nosotros… ¿Qué es entonces la parroquia? Es Jesús. ¿Qué soisvosotros?, sois Jesús. La parroquia es Jesús hoy que pasa por el mun-do. Jesús en este barrio, Jesús en otro barrio, Jesús en otro barrioaún” (Pablo VI, Discurso a la Parroquia de Ognissanti, 7 marzo de1965).

¿Qué llamadas y sugerencias nos hacen estos textos?

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4. Reflexión para ayudar a profundizar.

La parroquia es el espacio natural donde recibimos, crece-mos, celebramos y compartimos la fe. Gracias a la parroquia pode-mos ofrecer el aliento y el alimento que nos permite vivir la vidacristiana comunitaria. Sin embargo, no siempre y no para todos, laparroquia es descubierta como el ámbito concreto donde se vive lafe, donde se asume el compromiso y la misión de la comunidad. Espor eso necesario, redescubrir la parroquia para revitalizarla, vi-viendo el Evangelio y construyendo la Comunidad.

La Comunidad Parroquial es una realidad que tenemos queconstruir entre todos y que requiere que cada uno ponga sus cualida-des al servicio de la misma. ¡Urge la construcción de la Iglesia vivaparroquial!

El centro de la parroquia es Jesús, vive de él, con él y pa-ra él. En ella aprendemos a seguir a Jesús, a imitarle y a amarle. Loque nos hace ser comunidad cristiana es la reunión en torno a la me-sa, en efecto, la parroquia como la Iglesia nace, crece y es edificadapor la Eucaristía, “todos compartimos un único pan, todos formamosun solo cuerpo” (1Cor 10,17). Éste es el origen último de cada comu-nidad parroquial concreta. Como afirma el Concilio, “no se constru-ye ninguna comunidad cristiana si ésta no tiene su raíz y su centro enla celebración del sagrada eucaristía” (Presbiterorum Ordinis, nº. 6).No puede haber parroquia si no hay Eucaristía.

La comunidad cristiana se convierte así en el cuerpo visiblede Jesús en el mundo. Por eso, nuestra comunidad es ante todo, lafamilia de Jesús porque escucha su palabra y la cumple. Porque Je-sús es el centro de la parroquia, debemos ser comunidades vivas decreyentes, donde compartimos fraternalmente la fe y los bienes, nosinterpelamos y enriquecemos mutuamente, celebramos juntos la es-peranza común y nos sentimos corresponsables de la tarea evangeli-zadora.

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Convocados a vivir en familia y a establecer por tanto rela-ciones fraternas, estamos llamados todos. Esta familia parroquial,que celebra la fe en la eucaristía, manifestando su fe más profundaen Jesús, está llamada a construir y ofertar la vida comunitaria ecle-sial, donde cada uno tiene un puesto insustituible. Esta construccióncomunitaria, de la familia de Dios entre las gentes, quiere acercar ala experiencia vital y concreta de todos los hombres. Se quiere hacervecino de todos, compartiendo sus dificultades y esperanzas.

5. Actitudes cristianas y compromiso.

1. A nivel personal, ¿qué aportaciones concretas vas a reali-zar tú para promover la vida de la parroquia?

2. A nivel de grupo, ¿qué tenemos que hacer los distintos gru-pos para potenciar la realidad comunitaria de la parroquia?

3. A nivel parroquial, ¿qué espacios o cauces tendríamos quepotenciar para revitalizar la parroquia y hacer de ella una comunidadcentrada en Jesús y en la Eucaristía?

4. En el ámbito pastoral, ¿cómo nos vinculamos desde losdistintos ámbitos en la parroquia para hacer de ella una verdadera co-munidad que nos congrega a todos?

Como conclusión a nuestra reflexión, ¿qué propuestas con-cretas señalarías para promover la revitalización de la parroquia?

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6. Oración final.

Jesús, ésta es hoy mi oración:Gracias por mi parroquia.¡Estoy recibiendo tanto de ella!¡Tengo tanto que agradecerle!

En ella te estoy descubriendo,en ella estoy aprendiendo a amarte y a seguirte.Desde ella escucho tu Buena Noticia,desde ella recibo el pan necesario para el camino.

Gracias, Jesús, por mi parroquia,Gracias por los niños y los jóvenes,por los mayores y los ancianos.Todos, formamos tu Comunidad, tu Iglesia.

Que seamos un rincón cálido,un lugar donde nos queramos y respetemos,un espacio donde vivamos como hermanos,donde, unidos, nos esforcemos por tu Reino.

Y te ruego algo más,con la fuerza de que soy capaz.Que mi parroquia no luche por sí y por su causa.Se empeñe, más bien, en Ti y en tu causa.

Que no destaquemos por hacer muchas cosas,por ser muchos e importantes.Que nos conozcan, Señor, por vibrar y soñarcon lo que tú vibraste y soñaste.

Jesús, te doy gracias por mi Parroquia.Jesús, te pido por mi Comunidad.Ella es el camino,Tú, la meta y el horizonte. Amén

7. Celebración.

Sugerimos una Celebración de la Palabra, con todos los gru-pos, en la que se comparta la experiencia vivida, así como los retosque nos planteamos de cara la parroquia.

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SEGUNDA CATEQUESIS

LA PARROQUIA, CONFIESA Y CELEBRA SU FEEN LA EUCARISTÍA.

“La Comunidad celebra la Eucaristía”.

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LA PARROQUIA, CONFIESA Y CELEBRA SU FEEN LA EUCARISTÍA.

“La Comunidad celebra la Eucaristía”.

Objetivo: Valorar la Eucaristía como generadora de la comunidaden la Parroquia.

1. Oración inicial.Salmo:Para alabarte, Señor, como mereces,para darte gracias como es preciso,para cantar dignamente tus amores y favores,Alzare la copa de la salvación,invocando tu santo nombre.Para pedir nuevamente tu auxilioy cantar tu perdón asegurado,para hablarte de los miedosy deseos de los hombres.Alzaré la copa de la salvación,invocando tu santo nombre.Copa de salvación, vino de Cristo,sacramento nuclear de la Iglesia santa,garantía del amor divino,bautismo en sangre,expresión del amor más generoso,obediencia sin límite al Padre.

Oración.“Condúcenos y defiéndenos, Señor. Protege tu casa y tus ca-

minos, haznos para ti Casa y Camino y por nosotros, bendice a tushijos y a tus obras. Glorifica Señor, a la tierra entera. Aliméntanos,Señor, con la miel de tu Palabra, En la mesa nos das el pan partidoy la copa rebosante. Eres tu Palabra y tu Alimento, Pan vivo y Vinodesramado. Anuncia este Evangelio a todos tus hermanos, pues hazque todos conozcan tu amor y tu palabra”.

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2. Desde nuestra experiencia.

¿Qué subrayarías tanto del testimonio positivo como del ne-gativo?

Es en la Eucaristía donde la Iglesia expresa y simboliza suidentidad más profunda. La Iglesia es comunión y hunde sus raícesen el testimonio de Dios que es amor y comunión. Mirando nuestrarealidad se constatan en la realidad parroquial distintas formas departicipación en la Eucaristía:

Desde los que participan sólo por cumplir el precepto, losque se reducen a una participación individualista, quienes se hacenpresentes desde las tradiciones culturales y religiosas, o quienes sevinculan desde sus preferencias y espiritualidades particulares.Otros, celebran desde su compromiso y desde la propia vinculacióna la vida de la Comunidad.

La identidad de la celebración eucarística es ser generadorade Comunidad: “La Eucaristía edifica la Iglesia y la Iglesia hace laEucaristía… La Eucaristía crea comunión y educa en la comunión”(Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia, nº. 26.40). Esta fundamen-tación en Cristo-eucaristía, exige replantearnos nuestra vivencia deél:

¡Me encanta como ce-lebran aquí la misa!

¡Es un sitio donde nosencontramos con los

conocidos!

¡La misa me aburre, no le en-cuentro sentido! ¿Por qué tie-

ne que ser en domingo?¡No entiendo lo que dicen!

¡Siempre cantando, muchagente subiendo y bajando…

no me gusta, me aburre!

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¿Cómo se están celebrando las eucaristías en tu parroquia? ¿Qué dicen los que participan ocasionalmente sobre la cele-

bración en la parroquia? ¿De qué manera participa la Comunidad en la celebración? ¿En qué ayudan las celebraciones a la vida de la Comunidad?

Para reflexionar sobre la Celebración Eucarística:

SI NO- ¿Existe Equipo de Liturgia?- ¿Participa en el equipo el Sacerdote?- ¿Se preparan las Celebraciones?- ¿Hay equipo de lectores?- ¿Hay quien lea las moniciones?- ¿Suelen variar los lectores y participantes?- ¿Hay grupo de canto?- ¿Participa en el canto la Asamblea?- ¿Se predica en todas la Celebraciones?- ¿Hay momentos de silencio en las Celebraciones?- ¿Hay ministros extraordinarios de la comunión?- ¿Se oye adecuadamente las participaciones?

A la luz de los resultados de esta reflexión, ¿qué llamadasnos está haciendo la situación de nuestra celebración Eucarística?

3. Iluminación desde la Palabra de Dios y del Magisterio.

A la hora de profundizar que la parroquia confesa y celebrasu fe en la eucaristía, nos pueden servir de referencia, el texto de losdiscípulos de Emaús, que nos describe la experiencia vivida por losseguidores de Jesús, que descubren su presencia en la ‘fracción delpan’. Experiencia que es recogida en el Magisterio de la Iglesia, quenos permiten confrontar y reflexionar la vida de nuestras parroquias:

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▪ “Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que ibamás lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate connosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues,a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a lamesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dió. Entonces les fue-ron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de suvista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en noso-tros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escri-turas? Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y ha-llaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían:Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. En-tonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el cami-no, y cómo le habían reconocido al partir el pan” (Lc 24, 28-35).

▪ “La Eucaristía es, pues, constitutiva del ser y del actuar dela Iglesia… La unidad de la comunión eclesial se revela concreta-mente en las comunidades cristianas y se renueva en el acto eucarís-tico que las une y las diferencia en Iglesias particulares… Precisa-mente la realidad de la única Eucaristía que se celebra en cada dióce-sis en torno al propio Obispo nos permite comprender cómo las mis-mas Iglesias particulares subsisten in y ex Ecclesia. En efecto, «launicidad e indivisibilidad del Cuerpo eucarístico del Señor implica launicidad de su Cuerpo místico, que es la Iglesia una e indivisible.Desde el centro eucarístico surge la necesaria apertura de cada comu-nidad celebrante, de cada Iglesia particular: del dejarse atraer por losbrazos abiertos del Señor se sigue la inserción en su Cuerpo, único eindiviso». Por este motivo, en la celebración de la Eucaristía cadafiel se encuentra en su Iglesia, es decir, en la Iglesia de Cristo. En es-ta perspectiva eucarística, comprendida adecuadamente, la comunióneclesial se revela una realidad católica por su propia naturaleza” (Be-nedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal, Sacramentum ca-ritatis, nº. 15).

● ¿Qué llamadas y sugerencias nos hacen estos textos?

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4. Reflexión para ayudar a profundizar

La comensalidad, como dinámica fundamental del anuncio delreinado de Dios, caracterizó a Jesús y a su predicación: “muchosvendrán a ponerse a la mesa” (Mt 8,11). La comida se muestra comoámbito de acogida gratuita y generosa: “acoge a los pecadores y co-me con ellos” (Lc 15,1s). Así el comer juntos expresa el perdón, ám-bito de reconciliación, de comunión de fe y de vida. Por eso, el man-dato del amor expresado en la última cena, constituyó la ‘fraccióndel pan’ (Hch 2,42.46), como permanente memoria de Jesús. La eu-caristía define de esta forma a la Iglesia, pues en esa Comida festivaes en la que se vive el gozo pascual en el Señor Jesús, reconociendosu presencia en la fracción del pan (Lc 24,35).

Participar en la Eucaristía es entrar en profunda comunión conJesús y entre nosotros (Jn 15,4). La eucaristía es sacramento de fey de amor, dicho amor expresa el deseo supremo de la unidad mani-festado en la misma presencia de Jesús, como principio generador decaridad y comunión fraterna.

Pues, “nadie puede decir: ‘Jesús es Señor’, si no está movido porel Espíritu Santo. Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es elmismo” (1 Cor 12, 3s). El Espíritu es el origen de la unidad y de ladiversidad, y es Espíritu de sin-fonía.

Así como uno solo es el cuerpo éste tiene diversos miembros, portanto, dones, cualidades, carismas de todos los miembros de la co-munidad parroquial tienen que estar puestos al servicio de la comu-nión y vinculados a la celebración de la eucaristía, “todos los minis-terios eclesiásticos y obras de apostolado, están íntimamente traba-dos con la Sagrada Eucaristía y a ella se ordena” (Prebyterorum Or-dinis, nº. 5).

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La misma celebración eucarística es una muestra de la unidad yde la diversidad de ministerios en la Iglesia. En la celebración la co-munidad ‘hace’ muchas cosas distintas, y ‘varios’ miembros de la co-munidad la ayudan para que las haga: leer-escuchar, cantar-dirigir-animar, presidir-participar…

La celebración de la Eucaristía no es sólo expresión de la comu-nión de vida en la parroquia, sino que es también proyecto de solida-ridad, caridad, testimonio y anuncio evangelizador para toda la hu-manidad. De esta forma la celebración no sólo genera una ‘cultura dela eucaristía’ que promueve el diálogo fraterno universal, sino queademás suscita la exigencia de evangelizar.

5. Actitudes cristianas y compromiso.

1. A nivel personal, ¿qué cambios se han de dar en ti paraque la eucaristía sea centro de tu vida?

2. A nivel de grupo, ¿qué tenemos que hacer como grupo pa-ra que la eucaristía sea la celebración que nos integre a to-dos?

3. A nivel parroquial, ¿qué tenemos que hacer para quenuestras eucaristías se celebren de forma festiva, acoge-dora, fraterna, participativa, misionera…?

4. En el ámbito pastoral, ¿qué hacer para que las celebracio-nes de la eucaristía sean espacios de participación de todoslos ámbitos pastorales?

5. Como conclusión a nuestra reflexión, ¿qué propuestasconcretas señalarías para que la eucaristía sea el centro dela vida que revitalice la parroquia?

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6. Oración final.

Gracias Señor, porque en la última cena par-tiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciarnuestra hambre y nuestra sed...

Gracias Señor, porque en el pan y el vino nosentregas tu vida y nos llenas de tu presencia.

Gracias Señor, porque nos amaste hasta el fi-nal, hasta el extremo que se puede amar: morirpor otro, dar la vida por otro.

Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu en-trega, en torno a una mesa con tus amigos, paraque fuesen una comunidad de amor.

Gracias Señor, porque en la eucaristía nos ha-ces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la me-dida en que estamos dispuestos a entregar lanuestra...

Gracias, Señor, porque todo el día puede seruna preparación para celebrar y compartir la eu-caristía...

Gracias, Señor, porque todos los días puedovolver a empezar.., y continuar mi camino defraternidad con mis hermanos, y mi camino detransformación en ti...

7. Celebración.

Sugerimos una celebración de la eucaristía donde se impli-quen y participen activamente todos los grupos de la parroquia.

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TERCERA CATEQUESIS

LA PARROQUIA, MANIFIESTA CON GOZO SUIDENTIDAD EL DOMINGO, DÍA DEL SEÑOR.

“El Domingo día de la Comunidad”

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LA PARROQUIA, MANIFIESTA CON GOZO SU IDENTIDADEL DOMINGO, DÍA DEL SEÑOR.

“El Domingo día de la Comunidad”.

Objetivo: Celebrar y dar importancia al día del Señor en la comuni-dad Parroquial.

1. Oración inicial.

Himno:

Es domingo, una luz nuevaresucita la mañanacon su mirada inocente,llena de gozo y de gracia.

Es domingo, la alegríadel mensaje de la Pascuaes la noticia que llegasiempre y que nunca se gasta.

Es domingo, la purezano sólo la tierra baña,que ha penetrado en la vidapor las ventanas del alma.

Es domingo, la presenciade Cristo llena la casa:la Iglesia, misterio y fiesta,por él y en él convocada.

Es domingo: “este es el díaque hizo el Señor”, es la Pascua,día de la creaciónnueva y siempre renovada.

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Es domingo, de su hoguerabrilla toda la semanay vence oscuras tinieblasen jornadas de esperanza.

Es domingo, un canto nuevotoda la tierra le cantaal Padre, al Hijo, al Espíritu,único Dios que nos salva. Amén.

Oración.

“Señor, tu familia, reunida en la escucha de tu Palabra y en lacomunión del pan único y partido, celebra el memorial del Señor re-sucitado, mientras espera el domingo sin ocaso en el que la humani-dad entera entrará en tu descanso. Entonces contemplaremos tu ros-tro y alabaremos por siempre tu misericordia” (Prefacio X del T. Ordi-nario).

2. Desde nuestra experiencia.

“En un grupo que se reunía todas las semanas uno de losmiembros empezó a faltar sin explicación alguna. Después de va-rias semanas el responsable del grupo fue a su casa, era invierno,hacía frío…y cuando llegó, el que faltaba estaba sentando delantede la chimenea que tenía un hermoso fuego. El visitante se sentó asu lado sin decir nada. Después de un rato de silencio tomó el atiza-dor y separó la brasa más grande que había en la chimenea. Al ratose fue poniendo gris y perdiendo su brillo. Después de otro largo si-lencio, tomó el atizador y acercó la brasa, casi apagada, al fuegocentral y al poco aquella brasa volvió a tomar su brillo y su fuerza.El visitante no dijo nada y el visitado le dijo: No hace falta que digasnada está claro el problema y la solución. Hasta el próximo día enla reunión que nos veremos”.

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La vivencia del Domingo está muy afectada, en la teoría y enla práctica, por la influencia de las costumbres sociales, los plantea-mientos laborales. Por ello a veces se queda como día de descanso,es decir de recuperación para el trabajo, que es ‘lo propio del hom-bre’. Hay que descansar para poder seguir trabajando.

El domingo es el día de la Comunidad, el día en que la Co-munidad celebra el día del Señor por excelencia. También el domin-go, socialmente, es un día festivo, no laborable, que puede ser vividode diferentes formas: día de descanso, de encuentro en la familia, lú-dico, de quedarse en casa,… Para los cristianos es el día de la cele-bración comunitaria, día del encuentro con el Señor resucitado y conlos hermanos en la Celebración de la Eucaristía. Sin embargo, haycristianos que no consideran el domingo día de la Eucaristía y centrode su vida cristiana, sino como algo ocasional, discontinuo, desvin-culado de la vida. Por eso, en la pastoral de estos últimos años, el díadel domingo se ha convertido en un grave problema, no sólo en losplanos religioso y pastoral.

Ante tal panorama nos preguntamos:

¿Cómo se vive realmente el domingo en tu ambiente? ¿Cómo se vive en tu familia? ¿En la parroquia? ¿Celebra la comunidad parroquial el domingo? ¿Cómo y de qué manera los cristianos vivimos el domingo

como día del Señor?

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Para reflexionar sobre el domingo:

SI NO- ¿Se preparan especialmente las celebraciones de

los domingos?- ¿Existe alguna misa especial en la que participen

los distintos grupos de la parroquia?- ¿La celebración anterior es en domingo?- ¿Celebra una misa especial para niños?- ¿Ha disminuido la asistencia a misa los sába-

dos/domingos?- ¿Se entienden las homilías proclamadas?- ¿Te sientes participe activo de la celebración?

A la luz de los resultados de esta reflexión, ¿qué llamadasnos está haciendo la situación de la celebración del domingo?

3. Iluminación desde la Palabra de Dios y del Magisterio.

A la hora de afrontar la realidad del domingo, día del Señor,nos puede servir de referencia, el texto de la aparición de Jesús a losdiscípulos, que nos describe la experiencia vivida y el gozo del en-cuentro con él en el día primero del semana. Experiencia que es reco-gida en el Magisterio de la Iglesia, que nos permiten confrontar elsentido que tenemos y vivimos del domingo:

▪ “Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana,estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discí-pulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio deellos, les dijo: ‘¡La paz esté con ustedes!’. Mientras decía esto, lesmostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegríacuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: ‘¡La paz esté con us-tedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a uste-des’. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: ‘Reciban el Espíri-tu Santo” (Jn 20,19-21).

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▪ “En la Misa del domingo es donde los cristianos reviven demanera particularmente intensa la experiencia que tuvieron los após-toles la tarde de Pascua, cuando el Resucitado se les manifestó estan-do reunidos (Jn 20,19). En aquel pequeño núcleo de discípulos, pri-micia de la Iglesia, estaba en cierto modo presente el Pueblo de Diosde todos los tiempos… En las misas dominicales de la parroquia co-mo ‘comunidad eucarística’ lo normal es que se encuentren los gru-pos, movimientos, asociaciones y las pequeñas comunidades religio-sas presentes en ella... Por eso, en domingo, día de la asamblea, nodeben fomentarse las Misas de los grupos pequeños.... pues se ha desalvaguardar y promover plenamente la unidad de la comunidadeclesial” (Juan Pablo II, Dies Domini, nº. 33.36).

▪ “Es preciso insistir en este sentido, dando un realce particu-lar a la Eucaristía dominical y al domingo mismo, sentido como díaespecial de la fe, día del Señor resucitado y del don del Espíritu, ver-dadera Pascua de la semana… Por tanto, quisiera insistir,… para quela participación en la Eucaristía sea, para cada bautizado, el centrodel domingo. Es un deber irrenunciable, que se ha de vivir no sólopara cumplir un precepto, sino como necesidad de una vida cristianaverdaderamente consciente y coherente... La Eucaristía dominical,congregando semanalmente a los cristianos como familia de Dios en-torno a la mesa de la Palabra y del Pan de vida, es también el antído-to más natural contra la dispersión. Es el lugar privilegiado donde lacomunión es anunciada y cultivada constantemente. Precisamente através de la participación eucarística, el día del Señor se conviertetambién en el día de la Iglesia, que puede desempeñar así de maneraeficaz su papel de sacramento de unidad (Juan Pablo II, Novo millen-nio ineunte, nº. 35s).

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4. Reflexión para ayudar a profundizar.

“Por tanto, este día se muestra como fiesta primordial… Enefecto, de este día brota el sentido cristiano de la existencia y un nue-vo modo de vivir el tiempo, las relaciones, el trabajo, la vida y lamuerte. Por tanto, es bueno que en el día del Señor los grupos ecle-siales organicen en torno a la Celebración eucarística dominical ma-nifestaciones propias de la comunidad cristiana… Ante estos valorestan importantes -aún cuando el sábado por la tarde, desde las prime-ras Vísperas, ya pertenezca al domingo y esté permitido cumplir elprecepto dominical- es preciso recordar que el domingo merece sersantificado en sí mismo, para que no termine siendo un día «vacío deDios»”. (Benedicto XVI, Exhortación Apost. Sacramentum Carita-tis, nº. 73).

El domingo la parroquia se reúne en asamblea para celebrarel memorial del Señor: Es normal, puesto que el domingo por defi-nición es el “día del Señor”, es decir, el día del Resucitado. “El do-mingo es el día de la resurrección; es el día de los cristianos; es nues-tro día” (S. Jerónimo, citado por Juan Pablo II, Dies Domini, nº. 2).Pensar en un domingo sin Eucaristía sería como querer un “día delSeñor” sin Señor. Porque “Día del Señor” y Eucaristía son insepara-bles.

“En este día, los fieles deben reunirse a fin de que, escuchan-do la Palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden lapasión, la resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias aDios, que los ‘hizo renacer a la esperanza viva por la resurrección deJesucristo de entre los muertos’ (1Pe 1,3). Por consiguiente, el do-mingo es la fiesta primordial” (Sacrosanctum Concilium, nº. 106).

Por eso, como característica fundamental del domingo, se ma-nifiestan el gozo interior y la alegría. Si el domingo, cualquier do-mingo, es la celebración de la Pascua, toda la celebración debería re-vestir una actitud dominante de alegría y festividad. Pero como con-

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trapunto de esta dimensión festiva, no podemos olvidar nunca que eldomingo celebra la ‘vida nueva’ del que ha sido crucificado.

Si, además, el domingo es clave para la comunidad cristiana,lo es también para nuestra parroquia. Si no hay comunidad cristianasin Eucaristía, ni Eucaristía sin comunidad, tampoco hay parroquia.No se trata sólo de asumir una praxis funcional, sino un estilo, unamística que arranca de esa praxis y nos lleva a ella. Es vivir “segúnel domingo”, que es algo más que cumplir un precepto. Es ante todoy sobre todo, vivir según un estilo.

Esa es también nuestra plegaria: “Acuérdate, Señor, de tuIglesia extendida portada la tierra y reunida aquí en el domingo, díaen que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de suvida inmortal” (Plegaria Eucarística II).

6. Actitudes cristianas y compromiso.

1. A nivel personal, ¿cómo vives personalmente el domingo?

2. A nivel de grupo, ¿cómo se implican todos los agentes de lapastoral en la preparación y celebración dominical del día del Señor?

3. A nivel parroquial, ¿qué se puede hacer en tu parroquia para re-cuperar la centralidad del domingo en la vida cristiana?

4. En el ámbito pastoral, ¿cómo mejorar, la calidad, la vivencia,el compartir, la festividad, el entusiasmo, la alegría, la interioridaden la celebración dominical?

Como conclusión a nuestra reflexión, ¿qué propuestas concre-tas señalarías para que el domingo sea el centro de la vida de la pa-rroquia?

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6. Oración final.

“Padre, te damos gracias porque cada domingo llenas degozo nuestro corazón al reunirnos y sentarnos alrededor de la mesaeucarística. Nos enseñas a amar y servir a nuestros hermanos, a darnuestra vida por ellos y a dar testimonio de lo que creemos y espe-ramos. Haz de nosotros una verdadera familia en que reine la paz yla justicia, danos entrañas de misericordia ante toda dolencia huma-na para que todos los hombres encuentren en nosotros razones paraseguir esperando, lleguen un día a sentarse en la mesa de la Euca-ristía y bendigan tu nombre para siempre”.

7. Celebración.

Se propone una preparación especial de una celebración do-minical, donde compartamos con toda la asamblea lo que ha sido lareflexión y las conclusiones de este curso a partir de las catequesis.Esta misma celebración se puede realizar a nivel arciprestal y de vi-caría.

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Al concluir esta actividad catequética, la referencia a nuestroSínodo Diocesano, puede ser un nuevo estímulo para replantearnos yrevitalizar la vida comunitaria en nuestras parroquias en torno a lacelebración de la Eucaristía:

“Para que la parroquia pueda ayudar a descubrir lascapacidades, aptitudes y carismas de sus feligreses, tieneque reestructurarse, creando cauces de participación paraaquellos se pongan a su servicio ejerciendo una auténticacorresponsabilidad en la acción misionera. En las parro-quias se debería caminar hacia un estilo más comunitariocomo cauce de la corresponsabilidad de toda la comuni-dad… Los grupos que se vayan formando en las parroquiashan de ser espacios en los que se ejercite el diálogo, el res-peto, la comunicación y la solidaridad, se viva, se compartay se celebre la experiencia de fe, cuya expresión máxima es-tá en la Eucaristía, y se revisen las responsabilidades de laspersonas y las del mismo grupo” (Sínodo Diocesano, nº158ss.162).

CONCLUSIÓN

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A la hora de plantear la revisión de las tres catequesis se pue-de partir de estos tres objetivos de cada una de las catequesis:

1. ¿Qué hemos hecho para fortalecer, revitalizar… nuestra co-munidad parroquial en este curso? Se pueden revisar las accio-nes planteadas que hayan salido de la primera catequesis yaportar-compartir dichas acciones a la Diócesis.

2. ¿Qué acciones hemos visto para que todos, agentes de pas-toral, miembros de la comunidad, personas que se acercan a laparroquia valoren la Eucaristía? Como en la anterior preguntase puede revisar dichas acciones y aportarlas.

3. Estas tres catequesis que hemos ido realizando a lo largodel curso, ¿han ayudado a los agentes de pastoral, miembros dela comunidad, personas que vienen a la parroquia… a dar im-portancia para celebrar como Comunidad el Día del Señor?

4. Revisar las tres celebraciones que se proponían en cada unade las catequesis.

Evaluación del objetivo del curso. Indicar logros y deficien-cias.

Conclusiones y propuesta concretas.

Nota: Las aportaciones se enviarán a la Vicaría General a fi-nales del mes de mayo de 2011. Indicando si son a nivel individual,de grupo, o de una parroquia.