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PLAN DIOCESANO DE PASTORALCURSO 2019 - 2020
INTRODUCCIÓNIniciábamos nuestro Plan Diocesano de Pastoral en el año
2015 con el Lema: “La Diócesis de Canarias en Conversión Pastoral y en Salida Misionera” y como subtítulo “Jesús y su Evangelio nos cambian, nos reúnen y nos envían”. Ha sido un recorrido con sus luces y sus sombras según las distintas situaciones de las Parroquias y de los Arciprestazgos, pero que ha servido para marcar una línea de trabajo o dirección común en toda la Diócesis. En este tiempo hemos estado profundizando en las tres dimensiones básicas de nuestra fe: el encuentro personal con el Señor, la vivencia comunitaria y la misión como tarea inherente a todo cristiano en razón de su bautismo. El curso pasado estuvimos trabajando la dimensión misionera, con el lema: “Laicos para la misión”, concretando nuestra reflexión en cinco grandes retos que nos preocupan en estos momentos: La Soledad de las Personas - La Familia - La Juventud - La Pobreza, Marginación y Exclusión - La Sociedad y Cultura.
Una vez que hemos tomado conciencia de esa tarea misionera tenemos que dar los pasos oportunos para encontrar caminos y medios que nos ayuden a llevarla a la práctica. Para ello, hemos encontrado un pasaje evangélico que nos va a servir de referencia para el Plan Diocesano de Pastoral de este curso 2019-2020: la Parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37).
Esta parábola nos dice de forma muy sencilla como tiene que ser nuestra tarea misionera. El curso pasado decíamos “Laicos para la misión” y definíamos el perfil del laico que necesitamos para llevar adelante esa tarea. Creemos que esta parábola nos ayuda a descubrir cómo tenemos que hacerla. Cuando le preguntan a Jesús: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”. Él le dijo: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?”. Él respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo” Y cuando le preguntan “¿Quién es el prójimo?” la respuesta es
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clara: el próximo, el inmediato, cualquier persona concreta que nos encontramos en el camino de la vida, con sus alegrías y sus tristezas, con sus gozos y sus angustias.
A esa persona concreta tenemos que encontrarla en el camino, compadecernos, sanar sus heridas y llevarla a la posada”.
Este texto es un ejemplo más “del estilo pastoral de Jesús”, de los procesos que seguía con las personas, de la forma como las trataba, de sus actitudes y gestos hacia ellos, tanto hacia los que se acercaban espontáneamente a Él, como a los que Él buscaba en el camino.
En este texto de Lucas destacan 4 verbos que han de orientar nuestra tarea pastoral y nos darán pistas muy concretas para avanzar y llevar a la práctica la conversión pastoral y la salida misionera, tal y como nos pide el Papa Francisco y que es el objetivo de Plan Pastoral de nuestra Diócesis (2015-2020)
Jesús, con la Parábola del Buen Samaritano, nos invita a salir al camino de la vida, a compadecernos con las heridas de nuestra gente, a sentirnos sensibles ante ellos, a sanar sus heridas, a acompañarlos en su realidad y a llevarlos a la posada, es decir a la comunidad (como hizo el samaritano con el que se encontró en el camino.)
Por eso, el Lema para este curso 2019 – 2020 es:
Este lema quiere ser la aplicación y puesta en práctica del compromiso asumido por todos en el pasado Pentecostés (junio de 2019), en donde salíamos desde nuestra Catedral a la Plaza de Santa Ana, para hacer realidad el compromiso de ser Luz y Sal con los que nos encontráramos en el camino.
Por ello, en este curso queremos conjugar juntos estos cuatro verbos para así responder a los retos que trabajamos el pasado curso.
“Sanó sus heridas y lo llevó a la posada”
“An�a � �a� �� �o mi�mo”
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El verbo encontrar viene del latí n “in-contra”, que signifi ca estar una persona frente a otra, verse frente a frente, descubrir lo que está en frente.
Vivimos una época en la que pasamos de las personas y cada uno va la suyo, sin importarnos nada el próximo. Mantenemos unas relaciones muy superfi ciales con los demás. No sabemos “encontrarnos” y “descubrir” a los otros. Y lo que es más grave aún, a veces no nos encontramos ni a nosotros mismos.
Sin embargo, mirando al Evangelio descubrimos como trata Jesús a las personas: siempre le da importancia a cada una de ellas y a sus situaciones.
Se acerca y conversa con desconocidos y siente interés por ellos. En Jesús destaca la cercanía, la acogida, la preocupación por la situación personal, el diálogo, la escucha, la empatí a, la compasión…No juzga ni condena sino que invita al cambio. “Vete y no peques más”
Muchas veces nuestra tarea pastoral se limita a atender a los que tenemos ya cerca, a los que son de nuestra comunidad parroquial, a “los de casa”, nos conformamos con eso y nos olvidamos de los que están fuera, los alejados.
Sin embargo, mirando el Evangelio, vemos que Jesús no hacía eso. No se encerraba en ningún siti o, su vida era en la calle, buscando a “las ovejas descarriadas de Israel”.
El Papa Francisco nos insiste en esa idea: no podemos quedarnos encerrados en nuestros templos, en nuestras dependencias parroquiales. En estos años hemos trabajado en el encuentro personal con Jesús y la comunidad para vivir en una Iglesia en salida que busque a las personas heridas por disti ntos moti vos fí sicos, personales o sociales.
“Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo… Prefi ero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”. (EG 49)
1. “Lo encontró en el camino”
1. “Lo encontró en el camino”
1. “Lo encontró en el camino”
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“La Iglesia necesita la mirada cercana para contemplar, conmoverse y detenerse ante el otro cuantas veces sea necesario… Tendremos que darle a nuestro caminar el ritmo sanador de projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión pero que al mismo ti empo sane, libere y aliente a madurar en la vida cristi ana” (EG 169)
Toda esta reflexión anterior la concretamos en este
Con la finalidad de conseguir este Objetivo sugerimos las siguientes acciones:
1.- Para ayudar al encuentro personal y comunitario con Jesús:
1.1. Las Parroquias y Arciprestazgos programarán espacios de lectura y estudio del Evangelio, exposición del santísimo, momentos de oración y cuidarán las celebraciones litúrgicas….
2.- Para actuar en la realidad social de las personas solas, de los jóvenes, de las familias, de los pobres,… que analizábamos el pasado curso, las Parroquias y los Arciprestazgos asumen el compromiso de:
2.1. Detectar personas que sean sensibles a estas realidades
2.2. Coordinarse con los Servicios Sociales de los pueblos o barrios
Primer Objetivo Operativo
La Iglesia sale al encuentro del otro.
Nuestra Iglesia Diocesana, nuestras Parroquias, nuestros Movimientos y Asociaciones, tienen que convertirse en Iglesia presente en la calle para poder encontrarse con la gente, compartir la vida con ellos y descubrir sus heridas. Como nos dice el Papa, tenemos que ser un hospital de campaña.
La conversión pastoral que pretendemos pasa por ser una Iglesia en salida, que nos exige humanizar nuestras relaciones personales y las de nuestra sociedad.
“La Iglesia sale al encuentro del otro”
Primer Objetivo Operativo
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2.3. Reflexionar la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” para llevarla a la práctica y aplicarla a las familias
2.4. Reflexionar y poner en práctica lo que nos dice el documento final del Sínodo sobre la juventud: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
2.5. Apoyar a los organismos que tienen como objetivo la erradicación de la pobreza y exigir respuestas a las Administraciones Públicas para que cumplan con sus responsabilidades
3.- Para tomar conciencia de la dimensión social de la fe y de la necesidad del compromiso de los cristianos en la transformación de la sociedad:
3.1. Las Parroquias y los Arciprestazgos organizarán charlas, debates, testimonios, análisis de la realidad, estudios de estadísticas oficiales, mesas de experiencias, cursos sobre el acompañamiento...
4.- Para vivir y visualizar una Iglesia en salida:
4.1. Las Parroquias establecerán y programarán visitas a las casas, a los enfermos, a los mayores, a las residencias, a los Centros de Acogida, a las realidades juveniles, a las Asociaciones de Vecinos, etc.
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El verbo compadecer significa “padecer con”, sufrir con el que sufre.
Compasión es la capacidad de meterse en la piel del otro para ver las cosas como él las ve y senti rlas como él las siente.
No es un senti miento superfi cial y efí mero, como sería una lásti ma pasajera, sino algo profundo que conmueve a la persona y la lleva a una acción efi caz, haciendo todo lo que esté de su mano para aliviar la necesidad del otro que sufre. Como dice el Papa Francisco, “la compasión es mirar al otro con el corazón”
El Buen Samaritano vio las heridas que tenía el hombre asaltado, hizo suyo su dolor y sufrimiento. Empati zó con él, se sinti ó en sintonía con él.
Es la acti tud que siente Jesús ante los que sufren.
También para el Papa Francisco esa debe ser una acti tud básica del creyente:
“La aceptación del primer anuncio, que invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los demás” (EG 178).
“¡Cuánta pobreza y soledad lamentablemente vemos en el mundo de hoy! ¡Cuántas personas viven en gran sufrimiento y piden a la Iglesia ser signo de la cercanía, de la bondad, de la solidaridad y de la misericordia del Señor! Esta es una tarea que de manera parti cular compete a cuantos ti enen la responsabilidad de la pastoral” (Palabras del Papa Francisco a los parti cipantes del “Proyecto Pastoral Evangelii Gaudium” – 19 septi embre 2014).
Esta reflexión anterior la concretamos en este
Para conseguir este Objetivo sugerimos las siguientes acciones:
1.- Para tomar conciencia, despertar y profundizar en algunos valores humanos o actitudes evangélicas que se están olvidando en la cultura actual, como la solidaridad, la compasión, el amor, el perdón, la justicia, la sensibilidad, la empatía… las Parroquias o Arciprestazgos organizarán:
1.1. Espacios de reflexión, debates, análisis de la realidad, mesas redondas, cine fórum,… sobre la sociedad actual, los Derechos Humanos, etc.
Todos estos espacios de reflexión deben llevar a la toma de conciencia de que estos problemas no se solucionan con ayudas económicas puntuales, sino que exigen un cambio de estructuras sociales en el que todos debemos implicarnos desde nuestra fe.
1.2. Momentos de reflexión y estudio sobre las Obras de Misericordia y las Bienaventuranzas. Puede servirnos de ayuda la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate”
1.3. La Pastoral de la Salud y el Movimiento “Vida Ascendente” como respuesta a la situación de muchos enfermos y mayores
1.4. Sesiones de Estudios de Evangelio para profundizar en estas tres actitudes claves de la vida de Jesús: la compasión, la misericordia y su opción preferencial por los pobres y por los que sufren.
Segundo Objetivo Operativo
La Iglesia se compadece del otro.
La tarea pastoral de nuestra Iglesia Diocesana debe potenciar en todos los creyentes una especial sensibilización y compasión ante el dolor y el sufrimiento del próximo.
2. “Se compadeció”
2. “Se compadeció”
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Para conseguir este Objetivo sugerimos las siguientes acciones:
1.- Para tomar conciencia, despertar y profundizar en algunos valores humanos o actitudes evangélicas que se están olvidando en la cultura actual, como la solidaridad, la compasión, el amor, el perdón, la justicia, la sensibilidad, la empatía… las Parroquias o Arciprestazgos organizarán:
1.1. Espacios de reflexión, debates, análisis de la realidad, mesas redondas, cine fórum,… sobre la sociedad actual, los Derechos Humanos, etc.
Todos estos espacios de reflexión deben llevar a la toma de conciencia de que estos problemas no se solucionan con ayudas económicas puntuales, sino que exigen un cambio de estructuras sociales en el que todos debemos implicarnos desde nuestra fe.
1.2. Momentos de reflexión y estudio sobre las Obras de Misericordia y las Bienaventuranzas. Puede servirnos de ayuda la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate”
1.3. La Pastoral de la Salud y el Movimiento “Vida Ascendente” como respuesta a la situación de muchos enfermos y mayores
1.4. Sesiones de Estudios de Evangelio para profundizar en estas tres actitudes claves de la vida de Jesús: la compasión, la misericordia y su opción preferencial por los pobres y por los que sufren.
Segundo Objetivo Operativo
La Iglesia se compadece del otro.
La tarea pastoral de nuestra Iglesia Diocesana debe potenciar en todos los creyentes una especial sensibilización y compasión ante el dolor y el sufrimiento del próximo.
“La Iglesia se compadece del otro”
Segundo Objetivo Operativo
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2.- Al mismo tiempo, las Parroquias y los Arciprestazgos:
2.1. Procurarán ser una familia, una comunidad de talla humana, acogedoras, que sirvan de escuela de tolerancia y convivencia, con mirada fraternal y compasiva ante las situaciones de sufrimiento de la gente, integradoras, espacios de diálogo…
2.2. Cuidarán que en los espacios de oración y celebraciones litúrgicas se experimente y celebre la misericordia, la compasión y la gratuidad del amor de Dios hacia cada uno de nosotros y hacia la comunidad, como experiencia fundamental de nuestra fe (preparar con exquisitez las celebraciones de entierros y funerales, programar presencia y acompañamiento del sacerdote y del equipo de pastoral de la salud con los enfermos de la Parroquia…)
2.3. Aprovecharán el trabajo y la experiencia pastoral de Cáritas para tomar conciencia de la realidad sufriente de vecinos y personas cercanas: pobres, enfermos, parados, personas en soledad, familias rotas, jóvenes sin perspectivas de futuro, etc. y desde ahí despertar la empatía y compasión poniéndonos en su lugar.
2.4. Procurarán que todos los procesos catequéticos (con niños, jóvenes, adultos, presacramentales…) ayuden a tomar conciencia del sufrimiento ajeno y a ver todo eso “con el corazón”.
2.5. En todos los procesos formativos que se llevan a cabo educarán el trato que damos a las personas: a los migrantes, a los que viven en la calle, a los que se ponen en las puertas de las Iglesias, en las acogidas de Cáritas, etc. y para que las ayudas económicas salgan desde el corazón.
2.6. Educarán en la compasión apoyando acciones solidarias (con realidades cercanas o del tercer mundo), educando en el consumo responsable, en el cuidado de la naturaleza, en acciones sociocaritativas a través de Cáritas Parroquial o Diocesana,…
2.7. Cuidarán la presencia de la Iglesia en las Instituciones Públicas que atienden distintas realidades sufrientes: Hospitales, Residencias de Mayores, Centros de Menores y de Acogida...
2.8. Para ayudar a que la sociedad también despierte hacia la compasión y la solidaridad animarán la presencia en los medios de comunicación, denunciando las situaciones de injusticias concretas que se dan en su alrededor y proponiendo y exigiendo soluciones a quien le corresponda.
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El verbo sanar proviene del latí n “sanare”, que signifi ca restaurar o restablecer la salud de un organismo enfermo, dañado o desequilibrado para que reanude su funcionamiento.
La curación puede ser fí sica o psicológica. Hay que entender la palabra “salud” no solamente en su senti do fí sico, sino también en su senti do más amplio de bienestar general de toda la persona.
El samaritano no se quedó indiferente (como el sacerdote o el levita que pasaron de largo para no complicarse la vida). Se acercó a él, le ayudó a suavizar sus dolores.
No bastan los buenos senti mientos ni los buenos deseos. El amor efecti vo es un lenguaje universal que todo el mundo enti ende. Una Iglesia samaritana es aquella que une en un todo el mensaje y el gesto, que explica lo que es mediante lo que hace, de lo contrario la obra evangelizadora de la Iglesia carecerá de credibilidad
“El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testi gos que a los maestros, o si escucha a los maestros es porque son testi gos” (EN.41)
“La Iglesia se parece a un hospital de campaña a donde llegan personas heridas buscando la bondad y cercanía de Dios”. (Papa Francisco)
Iglesia “samaritana”, es igual a decir “iglesia con entrañas de misericordia”. La Iglesia debe releer la parábola del buen samaritano que fue capaz de olvidarse de sí mismo y supo atender con misericordia y generosidad al hombre herido y abandonado.
Existe una Iglesia caminante que no pasa de largo y se para en el camino a socorrer al más débil en lo material, lo moral y lo espiritual; una Iglesia samaritana que ha entendido el Evangelio, escuchando y comprometi éndose con el pobre. Sin relumbrón social, ni afanes de grandeza ni de poder, que da testi monio y manti ene el testi go entregado por Jesús de Nazaret. Es una Iglesia que convence y entusiasma, que
2.- Al mismo tiempo, las Parroquias y los Arciprestazgos:
2.1. Procurarán ser una familia, una comunidad de talla humana, acogedoras, que sirvan de escuela de tolerancia y convivencia, con mirada fraternal y compasiva ante las situaciones de sufrimiento de la gente, integradoras, espacios de diálogo…
2.2. Cuidarán que en los espacios de oración y celebraciones litúrgicas se experimente y celebre la misericordia, la compasión y la gratuidad del amor de Dios hacia cada uno de nosotros y hacia la comunidad, como experiencia fundamental de nuestra fe (preparar con exquisitez las celebraciones de entierros y funerales, programar presencia y acompañamiento del sacerdote y del equipo de pastoral de la salud con los enfermos de la Parroquia…)
2.3. Aprovecharán el trabajo y la experiencia pastoral de Cáritas para tomar conciencia de la realidad sufriente de vecinos y personas cercanas: pobres, enfermos, parados, personas en soledad, familias rotas, jóvenes sin perspectivas de futuro, etc. y desde ahí despertar la empatía y compasión poniéndonos en su lugar.
2.4. Procurarán que todos los procesos catequéticos (con niños, jóvenes, adultos, presacramentales…) ayuden a tomar conciencia del sufrimiento ajeno y a ver todo eso “con el corazón”.
2.5. En todos los procesos formativos que se llevan a cabo educarán el trato que damos a las personas: a los migrantes, a los que viven en la calle, a los que se ponen en las puertas de las Iglesias, en las acogidas de Cáritas, etc. y para que las ayudas económicas salgan desde el corazón.
2.6. Educarán en la compasión apoyando acciones solidarias (con realidades cercanas o del tercer mundo), educando en el consumo responsable, en el cuidado de la naturaleza, en acciones sociocaritativas a través de Cáritas Parroquial o Diocesana,…
2.7. Cuidarán la presencia de la Iglesia en las Instituciones Públicas que atienden distintas realidades sufrientes: Hospitales, Residencias de Mayores, Centros de Menores y de Acogida...
2.8. Para ayudar a que la sociedad también despierte hacia la compasión y la solidaridad animarán la presencia en los medios de comunicación, denunciando las situaciones de injusticias concretas que se dan en su alrededor y proponiendo y exigiendo soluciones a quien le corresponda.
3. “Sanó sus heridas”
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no pasa de largo como el sacerdote y el levita de la parábola.Esa iglesia sí que realiza el mandamiento nuevo del Señor: “que
os améis”.Desde esta reflexión anterior concretamos el
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Para conseguir este Objetivo sugerimos las siguientes acciones:
1.- Para sanar las heridas de las personas que se sienten solas, podemos llevar a la práctica las siguientes acciones en las Parroquias o Arciprestazgos:
1.1. Crear grupos de acogida, escucha y acompañamiento
1.2. Crear grupos de duelo
1.3. Organizar o potenciar la Pastoral de la Salud, el Movimiento de Vida Ascendente y la Pastoral de Migraciones
1.4. Organizar grupos que identifiquen a las personas que están solas
1.5. Organizar actividades que se ocupen de dar respuesta a los niños que están solos toda la tarde
1.6. Crear estructuras sociales que generen vínculos entre las personas
1.7. Fomentar espacios con acciones que promuevan el envejecimiento activo, aprovechando para ello los grupos de Cáritas
Tercer Objetivo Operativo
La Iglesia sana las heridas del otro.
La tarea pastoral de nuestra Iglesia Diocesana tiene que procurar que los creyentes, desde un amor efectivo, sane las heridas del otro asumiendo un mayor compromiso social y político que produzca un cambio en las situaciones y estructuras que hacen sufrir a la gente
Cuarto Objetivo Operativo
La Iglesia se hace posada para el otro.
Tercer Objetivo Operativo
“La Iglesia sana las heridas del otro”
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1.8. Fomentar el acompañamiento a través de los medios de comunicación actuales: móviles, skipe, etc….
2.- Para sanar las heridas de las Familias, en las Parroquias o Arciprestazgos podemos llevar a la práctica las siguientes acciones:
2.1. Organizar Equipos, Escuelas y Encuentros de Matrimonios y Familias
2.2. Organizar Escuelas de Padres
2.3. Crear grupos de acogida, asesoramiento y orientación a las familias. Para ello se puede aprovechar más el servicio y la experiencia del COF
2.4. Propiciar redes de apoyo a las familias a través de un trabajo conjunto entre Parroquia, Colegios, Institutos, Asociaciones, etc.
2.5. Celebrar las bodas de plata o de oro…
3.- Para sanar las heridas de la juventud, podemos llevar a la práctica las siguientes acciones en las Parroquias o Arciprestazgos:
3.1. Apostar decididamente por la pastoral juvenil, y por la pastoral vocacional con los jóvenes.
3.2. Organizar actividades que atraigan y motiven a los jóvenes: campamentos, talleres, encuentros, convivencias, retiros, caminatas, voluntariado, etc.
3.3. Ofrecerles espacios formativos sobre temas muy concretos que les preocupen: consumismo, política, deportes, corrupción, amistad, botellón, drogas, sexo, feminismo, familia, matrimonio, ecología, igualdad, tolerancia, música, etc.
3.4. Cuidar el mensaje evangélico que damos: presentar a Jesús como alguien que da respuesta a las expectativas y anhelos de la persona humana
3.5. Cuidar las celebraciones litúrgicas para que los jóvenes la vivan como experiencia gozosa y no como obligación
3.6. Implicar más en las Parroquias al Profesorado de Religión
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3.7. Utilizar los medios de comunicación que ellos usan: whatsApp, correos,…
4.- Para sanar las heridas de los pobres, podemos llevar a la práctica las siguientes acciones:
4.1. Que funcione correctamente el Equipo de Cáritas Parroquial y Arciprestal
4.2. Que el grupo de Cáritas tenga un estudio, lo más exhaustivo posible, de la realidad del pueblo o del barrio sobre la pobreza, sus tipos, necesidades, etc.
4.3. Potenciar la coordinación de todos los que trabajan por los pobres (administraciones públicas, sindicatos, empresarios, agentes sociales, grupos de Iglesia, etc.)
4.4. Darle preferencia y protagonismo a los pobres
4.5. Aprovechar la celebración de los días más importantes del mundo obrero para tomar conciencia y despertar el compromiso: Trabajo Decente (7 de octubre), Mujer Trabajadora (8 de marzo), Seguridad y Salud en el Trabajo (28 de abril), Día Internacional del Trabajo (1 de mayo)…
4.6. Organizar Proyectos de trabajo a pie de barrio con las personas en riesgo de exclusión social
4.7. Implicar a profesionales cristianos para que ofrezcan su trabajo cuando sea necesario: médicos, abogados, educadores, trabajadores sociales, etc.
4.8. Potenciar desde la Parroquia el intercambio generacional de ropa, la cultura del potaje… es decir, a saber aprovechar mejor los recursos que tenemos y no vivir en el consumismo ni en el despilfarro.
4.9. Aprender a trabajar en redes, es decir, unidos a todas aquellas personas o instituciones que también se esfuerzan y trabajan por hacer un mundo mejor, aunque tengan unas motivaciones distintas de las nuestras
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5.- Para sanar las heridas de la sociedad, podemos llevar a la práctica las siguientes acciones:
5.1. Apoyar a los organismos que tienen como objetivo la erradicación de la pobreza y exigir respuesta a las administraciones públicas para que cumplan con sus responsabilidades.
5.2. Potenciar la participación y la corresponsabilidad en la Parroquia y en la sociedad.
5.3. Provocar una actitud de Iglesia en salida para llevar la Alegría del Evangelio hasta las periferias de nuestra sociedad
5.4. Mantener abiertas durante más tiempo las Iglesias o despachos parroquiales
5.5. Crear grupos formativos y de crecimiento humano
5.6. Apostar por los Movimientos especializados, por la experiencia que tienen en este tipo de trabajo
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El verbo llevar viene del latí n “levare” que signifi ca levantar, mover o trasladar a algo o a alguien de un lugar a otro.
El buen samaritano llevó al herido a la posada, caminó con él, le acompañó, comparti ó su momento, dejó pendiente sus ocupaciones y atendió a aquel prójimo, le dejó su cabalgadura...
La posada es lugar de reposo, de tranquilidad, de curación,… lo que más necesitaba aquel hombre en aquel momento.
Es imagen de la comunidad cristi ana que acoge al herido y le ofrece todo lo que necesita. Es también imagen del Reino, donde la persona encuentra la felicidad.
Jesús no ti ene solamente una acti tud pasiva de escuchar y acoger, sino que también levanta a la persona, le ayuda y acompaña para que descubra y encuentre el senti do de su vida, las razones para vivir.
El Papa Francisco nos insiste también en esa idea:
“La Iglesia tendrá que iniciar a sus hermanos en este “arte del acompañamiento” para que todos aprendan siempre a quitarse las sandalias ante la ti erra sagrada del otro (Ex 3,5)” (EG 169)
“Más que nunca necesitamos de hombres y mujeres que, desde su experiencia de acompañamiento, conozcan los procesos donde campea la prudencia, la capacidad de comprensión, el arte de esperar, la docilidad al espíritu, para cuidar entre todos a las ovejas que se nos confí an de los lobos que intentan disgregar el rebaño” (EG 171)
Desde esta reflexión anterior concretamos el
Para conseguir este objetivo sugerimos las siguientes acciones pastorales:
1.- Lo primero que tenemos que hacer es ofrecer un nuevo rostro de comunidad parroquial para que sea “la posada” que atraiga, invite y acoja a las personas.
Para ello es necesario:
1.1. Funcionamiento efectivo y renovado de todos los órganos de corresponsabilidad: Consejo Pastoral Parroquial, Consejo de Asuntos Económicos, Equipos de los tres ministerios básicos: Catequesis - Liturgia - Cáritas con sus Coordinadores correspondientes, Asociaciones, Movimientos…
1.2. Respecto a los Arciprestazgos, apostar por zonas de trabajo pastoral (fundamental en nuestra tarea pastoral) y su coordinación a través del Consejo Pastoral Arciprestal y de los Equipos de los tres ministerios: Catequesis - Liturgia - Cáritas y de las Asociaciones y Movimientos.
2.- Hacer efectivo el encuentro de todos los grupos de la Parroquia con el objetivo de ser una gran familia, una comunidad de talla humana, acogedora, que sirva de escuela de tolerancia y convivencia y con una mirada fraterna ante el dolor de los hermanos.
Para ello sugerimos las siguientes acciones.
2.1. Organizar espacios de encuentros comunitarios para compartir lo que somos y hacemos.,
Cuarto Objetivo Operativo
La Iglesia se hace posada para el otro.
La tarea pastoral de nuestra Iglesia Diocesana debe tener como objetivo crear comunidades cristianas que sean auténticas posadas que acogen y acompañan al próximo. En ellas podrán experimentar el calor fraternal y a Jesús que le sienta a la mesa y les dice cual es el camino de la felicidad.
4. “Lo llevó a la posada”
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Para conseguir este objetivo sugerimos las siguientes acciones pastorales:
1.- Lo primero que tenemos que hacer es ofrecer un nuevo rostro de comunidad parroquial para que sea “la posada” que atraiga, invite y acoja a las personas.
Para ello es necesario:
1.1. Funcionamiento efectivo y renovado de todos los órganos de corresponsabilidad: Consejo Pastoral Parroquial, Consejo de Asuntos Económicos, Equipos de los tres ministerios básicos: Catequesis - Liturgia - Cáritas con sus Coordinadores correspondientes, Asociaciones, Movimientos…
1.2. Respecto a los Arciprestazgos, apostar por zonas de trabajo pastoral (fundamental en nuestra tarea pastoral) y su coordinación a través del Consejo Pastoral Arciprestal y de los Equipos de los tres ministerios: Catequesis - Liturgia - Cáritas y de las Asociaciones y Movimientos.
2.- Hacer efectivo el encuentro de todos los grupos de la Parroquia con el objetivo de ser una gran familia, una comunidad de talla humana, acogedora, que sirva de escuela de tolerancia y convivencia y con una mirada fraterna ante el dolor de los hermanos.
Para ello sugerimos las siguientes acciones.
2.1. Organizar espacios de encuentros comunitarios para compartir lo que somos y hacemos.,
Cuarto Objetivo Operativo
La Iglesia se hace posada para el otro.
La tarea pastoral de nuestra Iglesia Diocesana debe tener como objetivo crear comunidades cristianas que sean auténticas posadas que acogen y acompañan al próximo. En ellas podrán experimentar el calor fraternal y a Jesús que le sienta a la mesa y les dice cual es el camino de la felicidad.
Cuarto Objetivo Operativo
“La Iglesia se hace posada para el otro”
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2.2. Organizar momentos donde los grupos, Asociaciones y Movimientos puedan rezar y celebrar juntos.
2.3. Programar todas las actividades posibles que ayuden a que la Parroquia sea una verdadera comunidad donde todos se sientan acogidos y en familia: excursiones, actividades formativas, convivencias, celebraciones festivas,…
3.- Cuidar las celebraciones litúrgicas para que sean expresión de la vivencia comunitaria y al mismo tiempo ayuden a hacer comunidad.
Para ello sugerimos las siguientes acciones
3.1. Crear los Equipos de Animación Litúrgica.
3.2. Cuidar y potenciar las eucaristías familiares.
3.3. Cuidar en los jóvenes los espacios de encuentro con el Señor mimando los momentos celebrativos
Nuestra acción pastoral diaria debe caminar en la línea de conseguir una “iglesia samaritana” que, ante las “heridas” y situaciones de la vida de la gente, “se aplica, se implica y se complica”
Programación
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