plan de producción sostenible de jengibre orgánico en la región junín. perú. 2011

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Jengibre

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    PLAN DE PRODUCCION SOSTENIBLE DE JENGIBRE ORGANICO EN LA

    REGION JUNIN: REDUCCION PROGRESIVA DE TALA DE SUPERFICIES CON

    ALTO VALOR DE CONSERVACION PARA USO AGRICOLA

    Actualizado a: Junio 2011

    _________________________________________________________________ Autor: Diego Del Solar Escard Colaboradores: Arafat Antonio Espinoza Ortiz Grober Gilberto Galindo Chacn Renzo Portugal Servn _________________________________________________________________

    Indice

    1. Introduccin . 2

    2. Antecedentes . 5

    3. La Grama en este contexto 13

    4. Criterios de seleccin de productores Biosuisse 25

    5. Estrategias especficas y acciones a futuro . 34

    6. Plan de accin: objetivos y metas .. 65

    7. Glosario . 68

    8. Bibliografa .. 72

    9. Anexo 1: Plan de manejo del cultivo de jengibre segn fenologa . 74

    10. Anexo 2: Otras especies forestales nativas recomendadas . 75

  • 2

    1. Introduccin

    La manera de hacer agricultura en el mundo ha ido modificndose a lo largo de la

    historia. Cada regin del planeta recibe mltiples influencias que motivan cambios en los

    sistemas de produccin agrcola, las cuales pueden ser desde aspectos sociales, econmicos y

    tecnolgicos, hasta climticos y ambientales. Estos impulsores de cambio, sumados al carcter

    esencial de la agricultura como garante para la seguridad alimentaria de una poblacin, hacen

    de esta actividad una sumamente dinmica en el espacio y en el tiempo. Este dinamismo tiene

    su ejemplo ms representativo en la llamada revolucin verde, ocurrida entre 1940 y 1970,

    cuando el desarrollo de variedades seleccionadas, conjuntamente con la introduccin masiva

    de insumos, permiti incrementar las productividades por hectrea en hasta cinco veces ms

    de lo conocido, pensndose en su momento que sera la solucin a los problemas de

    hambruna mundial. El tiempo ha demostrado que no ha sido as e incluso los problemas

    generados han sido mayores a las soluciones brindadas. En primer lugar, esta revolucin se

    bas energticamente no en una mayor eficiencia en el uso de energas renovables (como la

    solar) para aumentar los rendimientos sino en la extraccin de combustibles fsiles para

    producir insumos, dependiendo de esta manera del petrleo, gas natural y otros recursos no

    renovables y caros. Asimismo, el aumento de los costos de produccin no fue de la mano con

    el aumento de los retornos a los agricultores. Es un hecho que, incluso dcadas despus del

    lanzamiento de la revolucin verde, la agricultura en la India se mantiene, en la mayor parte,

    como de subsistencia. De hecho, los excedentes contabilizados en 1980-1996 muestran que el

    incremento de produccin result esencialmente del trabajo y activos de un nmero cada vez

    mayor de campesinos (ms de 29% en 15 aos) obligados a sobrevivir en la misma parcela

    agrcola. El excedente de productividad total es, entonces, muy modesto, e incluso negativo

    sin los subsidios del gobierno (Dorin, 2000). Por otro lado, la mayor produccin de alimentos

    ha ido en detrimento de la calidad de los mismos. Como menciona Bruno Dorin, las grandes

    hambrunas pueden ser cosa del pasado pero la desnutricin (falta de protenas, vitaminas,

    hierro, etc.) se mantiene dramticamente expandida. Esto porque la revolucin verde prioriz

    el monocultivo de especies como trigo, maz, arroz y soya como base de la alimentacin

    mundial, siendo productos muy limitados nutricionalmente. Hoy en da cuatro plantas, alguna

    vez raras (maz, arroz, trigo y cebada), se han convertido en las dominantes del planeta,

    ocupando aproximadamente el 40% de la superficie agrcola mundial (Thompson J, et al.

    2007). Sumado a esto, el incremento masivo en el uso de agroqumicos debido a la

    dependencia de los cultivos por estos, aument dramticamente la residualidad de sustancias

  • 3

    nocivas en el los productos y por ende en las personas. La falla crnica renal (FCR) se volvi

    endmica en 2002 en las provincias agrcolas de Sri Lanka. Un estimado de la ingestin de

    cadmio diettico estaba entre 15 y 28 g / kg de peso corporal por semana. El promedio del

    contenido de cadmio urinario, en pacientes diagnosticados con falla renal de nivel cinco, fue

    de 7,6 g / g de creatinina y 11,6 g / g para personas asintomticas. El fertilizante

    agroqumico superfosfato triple, conteniendo 23,5 71,7 mgCd / kg fue la fuente de cadmio

    adicionado a los suelos. El promedio de contenido de Cd en suelos cultivados vs no-cultivados

    en el distrito de Anuradhapura fue de 0.02 0.01 vs. 0.11 0.19 mg / kg mientras que en el

    distrito de Polonnaruwa, fue de 0.005 0.004 vs. 0.016 0.005 mg / kg. Antes de la revolucin

    verde, la cantidad de fertilizante usado en el cultivo de arroz en 1970 era de 32 mil toneladas

    mtricas y para 1975 aument a 74 mil TM. Se estima que hasta 68,9 TM de Cd pudieron haber

    ingresado al medioambiente del arroz a causa del uso del superfosfato triple desde 1973

    (Bandara). Las secuelas medioambientales no dejan de ser igualmente graves, como seala

    Jonathan Foley: a pesar que el cambio climtico recibe amplia atencin, la prdida de

    especies y la polucin nitrogenada exceden los lmites seguros por mrgenes mayores. Otros

    procesos medioambientales tambin estn encaminados hacia niveles peligrosos. Cambiar

    pronto hacia fuentes energticas que demanden poco carbono, reducir la tala y revolucionar

    las prcticas agrcolas son aspectos cruciales para hacer la vida humana en la tierra ms

    sostenible. Analizar el enorme impacto medioambiental, social, econmico, comercial,

    demogrfico, nutricional, cultural y de salud mundial que ha generado la revolucin verde

    abarcara estudios enteros. Lo que queremos rescatar es cmo una serie de innovaciones

    tecnolgicas, en un contexto de incertidumbre malthusiana e impulsados por intereses

    comerciales, pueden tener un impacto tan grande en todos los aspectos de la vida cotidiana

    alrededor del mundo. Estas revoluciones han venido ocurriendo a lo largo de la historia, en

    menor medida e impacto, pero igualmente modificando la manera de hacer agricultura

    alrededor del mundo, al incorporar; y en algunos casos imponer, nuevas tecnologas agrcolas.

    La tecnologa es un componente fundamental en todos los sectores productivos y el

    sector agrario no escapa a esta premisa. Por definicin del diccionario de la Real Academia,

    tecnologa es el conjunto de teoras y de tcnicas que permiten el aprovechamiento prctico

    del conocimiento cientfico. Dicho en otras palabras, es el conjunto de conocimientos

    tcnicos, ordenados cientficamente, que permiten disear y crear bienes o servicios que

    facilitan la adaptacin al medio y satisfacen las necesidades de las personas. Si entendemos el

    mtodo cientfico como la formulacin de una hiptesis que mediante una secuencia de

    acciones y observaciones puede ser aceptada o refutada (susceptible de ser falsa) y cuyos

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    resultados pueden ser replicados en otras condiciones, entonces podemos inferir de que la

    tecnologa, en cualquier sector al que deseamos referirnos, nace de la observacin,

    experimentacin y consecuente implantacin de tcnicas que tuvieron el objetivo de

    beneficiar a sus usuarios.

    Siguiendo este razonamiento y aplicndolo al sector agrario, entendemos por

    tecnologa cualquier metodologa que tenga un objetivo concreto de mejora en aspectos como

    produccin, calidad, sostenibilidad. Entonces, la tecnologa existe desde pocas primitivas:

    cuando el hombre aprendi hace 10 000 aos, en pleno Neoltico, de que poda pulir la piedra

    y utilizarla para labrar la tierra, cuando empez a seleccionar las semillas de las mejores

    plantas de cebada y maz (las primeras en ser cultivadas), cuando posteriormente se dio

    cuenta de que el uso de animales poda facilitar sus labores de labranza, cuando las culturas

    pre-incas en el Per construyeron andenes para aprovechar la pendientes escarpadas de las

    montaas y crear microclimas favorables al cultivo y disminuir la erosin o cuando se basaban

    en la astrologa para determinar calendarios agrcolas, estamos hablando de tecnologa

    agraria. Es un error asociar tecnologa a tiempos modernos o a artefactos complejos y/o

    electrnicos. Un ejemplo ilustrativo de esta concepcin la da el doctor Nol Pallais, cuando

    comenta sobre cmo los antiguos peruanos regaban por inundacin, abriendo violentamente

    las compuertas para provocar una ola a lo largo del surco, lo que permita regar

    uniformemente y controlar afloramiento de sales. Tecnologa de hace miles de aos. En la

    vereda del frente tenemos las tecnologas actuales de riego por goteo que si bien es cierto

    permiten regar uniformemente tienen el costo de salinizar los suelos hasta el punto de

    dejarlos inservibles. Es ms tecnologa el riego por goteo por tratarse de un sistema ms

    complejo y moderno? Segn las definiciones planteadas la respuesta es definitivamente no.

    El Per no ha sido ajeno a la influencia de tecnologas externas a lo largo de su historia.

    De hecho, si uno compara los mtodos de cultivo pre-incas con los utilizados actualmente, la

    diferencia es abismal. Ha habido una erosin tecnolgica donde paulatinamente se ha

    reemplazado el conocimiento ancestral (hasta casi desaparecerlo) por uno moderno, basado

    en los principios de la revolucin verde. Otros factores sociales, polticos, culturales y

    econmicos han entrado a la ecuacin para degenerar finalmente en sistemas agrarios

    insostenibles en la mayora del pas, que depredan los recursos, degradan el medioambiente,

    generan dependencia en insumos y semillas y finalmente no contribuyen a incrementar los

    ingresos del agricultor y mejorar su calidad de vida.

  • 5

    En el ao 2006 Agronegocios La Grama encontr esa realidad en el valle de

    Chanchamayo, departamento de Junn, en la selva central del Per, al iniciar sus operaciones

    de procesamiento y exportacin de jengibre orgnico trabajando de la mano con pequeos

    productores. Su trabajo de extensin y promocin tcnica agrcola con enfoque orgnico,

    utilizando estndares de calidad desconocidos para los agricultores durante estos aos ha

    rendido frutos, sin embargo an queda mucho camino por recorrer, especialmente en lo

    referente a la eleccin de los terrenos correctos para las siembras y la rotacin de cultivos, en

    desmedro de la tala de bosques primarios[1] y secundarios[2] que es moneda corriente no solo

    en Junn, sino en la selva peruana en general. La Grama cree firmemente que a pesar de las

    fuertes costumbres, resistencia cultural e influencias externas negativas, es posible expandir

    tecnologas como la agroforestera[3], el mantenimiento de la fertilidad de suelos, la

    recuperacin de suelos degradados, la rotacin de cultivos, la conservacin de bosques y en

    definitiva la sostenibilidad[4] del sistema, entre todos sus productores de jengibre; buscando

    finalmente generar un impacto positivo en la comunidad, la regin y eventualmente en el pas.

    El presente trabajo tiene el objetivo de servir de plataforma para el cumplimiento de

    los requisitos de Biosuisse por parte de todos los miembros del grupo de certificacin de

    jengibre orgnico de La Grama, teniendo como eje central la presentacin de un plan

    orientado al alcance paulatino de metas concretas y realistas de manejo sostenible, las cuales

    sern verificadas no solamente en las inspecciones externas sino en las realizadas

    internamente por los ingenieros agrnomos de La Grama.

    2. Antecedentes

    El jengibre es un producto tradicionalmente marginal y subvalorado en el Per,

    ubicndose en los ltimos lugares de importancia econmica para los productores, por debajo

    de cultivos como caf, cacao, maz, pltano, yuca, ctricos y otros. Esta situacin se da por

    caractersticas muy particulares del producto:

    a) No es ni por asomo un producto tradicional de exportacin, limitndose su destino al

    mercado local, por lo que no tiene condiciones para competir en atenciones con

    productos rentables y consolidados de la talla del caf o del cacao.

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    b) Por esta razn, los productores destinan sus reas de cultivo en sus propios terrenos al

    cultivo de productos atractivos en precio y mercado como los mencionados,

    destinando el cultivo de jengibre a los terrenos alquilados a las comunidades nativas[5].

    c) Es muy rstico, significa que no requiere de mayores cuidados ni labores de campo o

    postcosecha, por lo que el productor no le presta tanta atencin como a productos

    ms perecibles y que demandan mayores labores culturales como el caf, cacao,

    pltano, maz o la yuca.

    d) Por sus caractersticas botnicas, es posible almacenar en campo el jengibre por

    perodos prolongados, sin que sufra deterioros o mermas significativas. Una vez que

    est maduro y apto para cosecharse, es posible dejarlo en campo hasta por un ao y

    medio adicional. Significa que no existe premura para cosecharlo en una determinada

    poca, ya que el agricultor puede escoger el momento en que desea cosecharlo y

    venderlo. Esto generalmente ocurre cuando necesitan dinero en efectivo para cubrir

    los costos de labores en sus cultivos principales como caf y cacao.

    e) Las condiciones edafoclimticas para un ptimo desarrollo del cultivo de jengibre se

    presentan en la selva central del Per, regin tradicionalmente olvidada por los

    gobiernos centrales (pobre infraestructura, educacin, servicios y calidad de vida) y

    muy golpeada en las dcadas de los 80s y 90s por el terrorismo, lo que dej secuelas

    que hasta el da de hoy se sienten y obstaculizan el desarrollo de la regin.

    Este ltimo aspecto es de suma importancia considerar para entender la coyuntura

    actual en torno al cultivo de jengibre. La mayora de la tenencia de la tierra est en manos de

    los pobladores nativos, de acuerdo a numerosos decretos y leyes que definen su existencia y

    derechos, a la vez que delimitan sus fronteras. Existen, solamente en el departamento de

    Junn, 176 comunidades nativas inscritas, integradas por 6 187 familias. De estas, 158

    comunidades tienen ttulo de propiedad y ocupan un rea total de 697 193 hectreas

    (COFOPRI, 2006). A lo largo de la historia dichas comunidades nativas, entre las que se

    destacan los Ashninkas y los Yaneshas, han sufrido la incursin forzosa de distintos

    colonizadores en su territorio, lo que result en la mayora de casos en violentos

    enfrentamientos, esclavitud y matanzas. Desde la primera misin evangelizadora europea en

    1635 hasta la fiebre del caucho de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, los nativos

    sufrieron numerosas bajas en su poblacin debido a los abusos a los que fueron sometidos

  • 7

    como parte del proceso evangelizador y a la explotacin como fuerza laboral de los colonos[6].

    Esta situacin histrica ha generado numerosos intentos de reivindicacin por parte de varios

    gobiernos, ya en plena poca republicana, al reconocerlos como peruanos de pleno derecho

    sobre el territorio y los recursos que se encuentran en su zona de influencia. Como seala el

    decreto ley N 22175 sobre comunidades nativas de 1978, en su artculo 10: El Estado

    garantiza la integridad de la propiedad territorial de las Comunidades Nativas, levantar el

    catastro correspondiente y les otorgar ttulos de propiedad. Para la demarcacin del territorio

    de las Comunidades Nativas, se tendr en cuenta lo siguiente:

    a) Cuando hayan adquirido carcter sedentario, la superficie que actualmente ocupan

    para desarrollar sus actividades agropecuarias, de recoleccin, caza y pesca; y

    b) Cuando realicen migraciones estacionales, la totalidad de la superficie donde se

    establecen al efectuarlas.

    c) Cuando posean tierras en cantidad insuficiente se les adjudicar el rea que requieran

    para la satisfaccin de las necesidades de su poblacin.

    Asimismo, la ley orgnica para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales

    de 1997 establece en sus artculos 17 y 18: Los habitantes de una zona geogrfica,

    especialmente los miembros de las comunidades campesinas y nativas, pueden beneficiarse,

    gratuitamente y sin exclusividad, de los recursos naturales de libre acceso del entorno

    adyacente a sus tierras, para satisfacer sus necesidades de subsistencia y usos rituales, siempre

    que no existan derechos exclusivos o excluyentes de terceros o reserva del Estado. Las

    modalidades ancestrales de uso de los recursos naturales son reconocidas, siempre que no

    contravengan las normas sobre proteccin del ambiente. Las comunidades campesinas y

    nativas tienen preferencia en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de sus

    tierras, debidamente tituladas, salvo expresa reserva del Estado o derechos exclusivos o

    excluyentes de terceros.

    Estos dos ejemplos de intentos de integracin mediante la legislacin estuvieron

    separados en el tiempo por uno de los episodios ms oscuros de la historia del Per: el

    terrorismo. La zona de selva central en la provincia de Chanchamayo fue una de la ms

    golpeadas del Per durante estos aos y sus pobladores sufrieron terribles abusos tanto de las

    facciones terroristas, principalmente Sendero Luminoso, como de los propios militares del

  • 8

    gobierno. Se encontraban en constante estado entre la espada y la pared, donde en la

    ecuacin de violencia y caos entraba un componente adicional en las acciones senderistas: el

    narcotrfico. Durante la dcada de los 80s y comienzos de los 90s que dur el conflicto

    interno, la selva central fue prcticamente abandonada por los gobiernos, limitndose su

    presencia en la misma a combatir a los terroristas y narcotraficantes. Esto sumi a la regin en

    un retraso notable con respecto a un pas ya de por s golpeado por la guerra interna.

    A raz del terrorismo la gente huy de las zonas ms difciles, principalmente en la

    sierra central del pas y se gener una ola de migracin principalmente hacia la capital, Lima.

    Sin embargo, existi un gran desplazamiento de gente desde la sierra (Ayacucho,

    Huancavelica, Junn) hacia la selva. Como seala un estudio del instituto nacional de estadstica

    e informtica (INEI), Junn es la segunda regin ms afectada por el terrorismo y a la vez la que

    recibi mayor inmigracin despus de Lima. Esto se explica por el desplazamiento de la gente

    desde la sierra hacia las zonas urbanas y hacia la selva del departamento de Junn: La

    violencia terrorista se focaliz en la sierra central del pas. Se estima que aproximadamente

    200 mil familias (alrededor de 1 milln de personas) han sido desplazadas por la violencia

    entre 1980 y 1992. Los 5 primeros aos de la dcada del 80, los atentados violentistas

    estuvieron focalizados principalmente en el departamento de Ayacucho y en menor medida

    Junn, Huancavelica, Cusco, Arequipa y Apurmac. Entre 1983-85 se habran producido el 23%

    del total de desplazados, esencialmente de procedencia ayacuchana. Entre 1986 y 1989 los

    desplazamientos se elevan al 45 %. Las reas de recepcin ms importantes de los desplazados

    despus de Lima son Junn, Cusco, Ica, y los mismos departamentos de Huancavelica,

    Apurmac y Ayacucho. La inmigracin se orienta principalmente hacia el rea urbana

    especialmente a sus capitales departamentales (INEI 1995).

    Por otro lado, desde muchos aos antes del terrorismo, se vena dando un proceso

    denominado selvatizacin, analizado de esta manera por el estudio del INEI: La Selva, a

    partir de 1940 comienza a crecer significativamente. En ese ao representaba cerca del 7 % de

    la poblacin nacional; en 1972 aumenta al 10 %, llegando en 1993 al 12,1 %. Su dinmica

    demogrfica se expresa tambin en tasas de crecimiento, muy superiores a las del pas y en

    evidente detrimento de la regin serrana. Esta rpida expansin selvtica en el curso de medio

    siglo, es resultado del desplazamiento de amplios sectores de poblacin serrana, generando

    mayormente las denominadas colonizaciones espontneas y en menor medida las

    colonizaciones dirigidas. Al igual que en otras regiones del pas, la selva experimenta un rpido

    proceso de concentracin urbana, pero que no hace perder la importancia de las reas rurales.

  • 9

    La presencia significativa de la poblacin urbana sera mayor, si no estuviera la rural

    nutrindose continuamente con el arribo de cientos de nuevos colonizadores. El proceso de

    selvatizacin involucra el crecimiento de la poblacin urbana y rural. Esta ltima sigue

    creciendo en trminos absolutos contribuyendo a expandir la frontera agrcola. La insercin de

    los inmigrantes en las ciudades selvticas, en general, es precaria y desordenada, la barriada

    resulta siendo el inevitable lugar de asentamiento poblacional (INEI, 1995).

    El tercer motor de la colonizacin moderna de la selva central fue el narcotrfico,

    abordado de la siguiente manera por el estudio: En la dcada del 80 y los primeros aos del

    90 varias actividades econmicas de la Selva, especialmente de la parte alta, se encuentran

    influenciadas por el narcotrfico, el mismo que ha contribuido significativamente a un mayor

    crecimiento demogrfico especialmente de sus ciudades. En esta dcada, de 20 importantes

    productos tropicales, la coca ocupaba formalmente el sexto lugar con 26 mil hectreas de

    cultivo. Los primeros lugares se reservaban para el caf, maz y arroz con 249 mil, 163 mil y 127

    mil hectreas de cultivo respectivamente. Sin embargo, por estos aos la superficie cocalera

    era realmente mayor. Segn la ENACO (Empresa Nacional de la Coca), los cultivos de coca en

    1980 se estimaron en 35 mil hectreas, aumentando en 1986 a 135 mil. Segn fuentes de la

    DINANDRO (Direccin Nacional Anti Drogas) la superficie cultivada de coca se estima que

    decrece de 129 mil a 108 mil hectreas entre 1992 y 1994 respectivamente. Entre 1993 y 1994

    la produccin de coca evoluciona favorablemente de 55,5 mil a ms de 163 mil toneladas

    mtricas. La misma fuente afirma que 200 mil familias se dedican al cultivo de la coca o a la

    produccin de droga, quiere decir que un milln de personas viviran de este negocio ilcito.

    Muchas de las cuales anteriormente se dedicaban a cultivos legales pero no encontraron

    canales adecuados de comercializacin y precios razonables para sus productos. Adems

    conspiraba contra esta poblacin su aislamiento por la ausencia de vas secundarias de

    comunicacin. A esto habra que agregar la degradacin de la capacidad productiva del suelo,

    la baja productividad, la baja capitalizacin y baja rentabilidad. Para estos agricultores, muchos

    de ellos inmigrantes serranos, la coca resuelve los problemas de rentabilidad, estabilidad y

    adaptabilidad que no tienen otros productos tropicales (INEI, 1995).

    Estos procesos histricos de colonizacin selvtica, por los diversos factores

    mencionados, han puesto en marcha un sistema de uso de tierras que, en su mayora, va en

    detrimento de cualquier intento de manejo sostenible del bosque. Por un lado se ha generado

    un proceso de occidentalizacin de nativos, donde gran parte de estos mantienen rasgos de

    sus costumbres ancestrales pero participan activamente del estilo de vida occidental

  • 10

    imperante en las ciudades: vestimenta, uso de telfonos mviles, internet, servicios y por

    supuesto dinero. Y como se ha presentado previamente, solo en Junn existen casi 700 mil

    hectreas tituladas a nombre de comunidades nativas. Las buenas intenciones de reconocer a

    las comunidades nativas como propietarias legales de los terrenos donde ancestralmente

    vienen viviendo han sido aprovechadas por inescrupulosos para lucrar con dicho

    reconocimiento, dando en alquiler para fines agrcolas (ya que la venta de dichas reas est

    expresamente prohibida) los bosques bajo su poder. Por otro lado, los mismos colonos son

    dueos de vastas extensiones de terrenos en la regin. Como sealan Antn y Reynel (2004),

    la mayor parte de la poblacin del valle de Chanchamayo est conformada por migrantes

    procedentes de la zona andina. La provincia de Chanchamayo registra una poblacin de 132

    900 habitantes, lo cual la convierte en la segunda provincia ms poblada del departamento de

    Junn; la densidad poblacional es alrededor de 28 habitantes por kilmetro cuadrado y el 51 %

    de la poblacin se encuentra emplazada en zonas definidas como rurales (INEI, 1998). Estas

    reas en pocos casos se encuentran tituladas formalmente pero en muchos (la mayora)

    ostentan certificados de posesin que pueden llegar hasta 300 hectreas o ms por individuo.

    Obtener dicho certificado no requiere mayor accin que instalarse en un rea desocupada

    para vivir o trabajar en ella. Este mecanismo promueve la invasin desmedida de bosques que

    no pertenecen a alguna comunidad o reserva natural[7], con el fin de tomar posesin de los

    mismos y poder hacer uso personal de ellos, sea directamente o a travs de alquileres a

    terceros.

    Ya sea a travs de nativos o colonos, los trminos de dichos alquileres son duros y

    tajantes, los montos cobrados no son baratos (aproximadamente un 25% del costo de

    produccin), no existen contratos escritos que protejan al arrendatario de ser desalojado del

    terreno antes de la fecha de trmino y si se excede dicha fecha de alquiler y el producto

    cultivado sigue en el terreno, el arrendatario pierde todo derecho sobre l. Si sumamos a esta

    situacin que el plazo de arrendamiento es generalmente por un ao, es lgico pensar que el

    agricultor que arriende dicho terreno invertir lo estrictamente necesario para beneficiarse

    solamente durante la campaa de cultivo (dentro del plazo del contrato) y buscar obtener

    cosecha de la forma ms rpida posible, simplificando las labores a realizar a lo largo del ao,

    siguiendo el siguiente razonamiento:

    a) No se abona orgnicamente: porque los nutrientes no estarn disponibles para el

    actual cultivo sino hasta la siguiente campaa (ya vencido el alquiler).

  • 11

    b) Se quema la vegetacin, porque es la manera ms rpida, fcil y econmica de

    despejar un rea para siembra, evitando la preparacin manual que toma tiempo y

    podra ir en detrimento de la duracin efectiva que tienen para aprovechar ese

    alquiler.

    c) No se hace reforestacin para agroforestera, porque los resultados de la misma

    toman aos.

    d) No existe rotacin de cultivos, porque solo tienen la posibilidad de permanecer en

    esos terrenos por un ao.

    e) No se establecen medidas para recuperar y mantener la fertilidad de un terreno

    despus de cosechar un producto, porque el beneficio ser de un tercero.

    Existen numerosos ejemplos que grafican la insostenibilidad de este sistema,

    amparado en leyes que originalmente buscaban otros fines ms altruistas, en la inaccin del

    estado y los entes encargados de hacer cumplir los reglamentos, en la irresponsabilidad y falta

    de conciencia ambiental de los poseedores de los terrenos, que alquilan sin distincin un

    bosque primario, secundario o purma[8] emergente para cualquier fin, sin importarles el

    manejo que se le d y de los propios arrendatarios, que aceptan dicha realidad. Finalmente,

    sus motivaciones son netamente econmicas. Sin embargo, el factor ms peligroso, arraigado

    entre todos estos actores, es por un lado la actitud totalmente cmoda y antimalthusiana

    frente a la degradacin de los bosques: son muy grandes, nunca van a terminarse. Y si

    empieza a suceder, algo se nos ocurrir y por otro lado el carcter inherente a los colonos

    de no pertenencia a una regin. Saben lo que es desplazarse de sus lugares de origen y estn

    dispuestos a hacerlo nuevamente si la situacin lo amerita. Ellos piensan si se terminan los

    bosques o volvemos improductiva la regin, pues nos movemos a otra. Por el lado de los

    nativos occidentalizados, la erosin cultural y el impacto de la revolucin verde han

    desplazado notablemente las tecnologas nativas ancestrales que favorecan un manejo

    sostenible de los bosques. Este ha sido reemplazado por una actividad agrcola que, como

    sealan Antn y Reynel, ha alterado de manera ms notoria el paisaje del mbito. Aaden que

    es importante enfatizar que la agricultura migratoria, con rozo[9], quema y posterior abandono

    de tierras, constituye una de las principales amenazas a la conservacin de los recursos

    forestales en la zona y que los cultivos de arroz, maz y pltano ocupan una proporcin

    importante de las reas dedicadas a cultivos en limpio en la zona. Como se ha discutido en

  • 12

    prrafos anteriores, estos cultivos son de los principales abanderados y apadrinados por la

    revolucin verde.

    El resultado de esta situacin es ms notorio en el valle de Chanchamayo, en Junn,

    donde se ubica buena parte de los cultivos de jengibre, debido a que es el mbito de selva

    amaznica ms econmicamente accesible desde la capital. Por su misma accesibilidad, se

    trata tambin de un mbito de selva fuertemente impactado por la actividad humana desde

    hace mucho tiempo. La cubierta boscosa, sobre todo en los espacios planos y con capacidad

    agrcola, ha sido dramticamente alterada. Sin embargo, esparcidos en el valle se observan

    tambin fragmentos o relictos de bosque intactos o casi intactos, sobre todo en las reas con

    limitaciones de trnsito, como por ejemplo las de pendiente marcada. Tambin, como es

    obvio, los niveles de impacto antropognico sobre la vegetacin se van haciendo menores

    conforme uno se aleja de los centros poblados (Antn D, et al. 2004).

    El estudio Relictos de bosques de excepcional diversidad en los andes centrales del

    Per nos presenta en cifras la situacin de deforestacin en la regin Junn al 2004: La

    cubierta original de bosques nativos ha sido deforestada en ms del 80%, mayormente con

    fines de establecimiento de agricultura. En Pasco y Junn, el 91% de la deforestacin se ha

    realizado en bosques de colinas con pendientes fuertes y reas de proteccin. De las reas

    deforestadas, solamente un 25% estn cultivadas. El resto se ha transformado en pajonales[10],

    purmas y reas degradadas. Para el ao 1990 Junn haba sido deforestado en un 28% (Cuadro

    1). El mayor desembosque se ha producido en las localidades de San Ramn, La Merced y

    Satipo, que son las ms accesibles. Los bosques remanentes que existen actualmente se

    encuentran localizados en colinas altas y montaas con inaccesibilidad natural y de acuerdo a

    un clculo reciente, abarcan una superficie de 84 688 ha en la provincia de Chanchamayo

    (INRENA, 1996).

    CUADRO 1: DEFORESTACIN EN EL DEPARTAMENTO DE JUNN

    Area (has)

    % Bosque departamental

    % Bosque amazona peruana

    Superficie amaznica original 2338 600 100 3,1

    Superficie deforestada a 1985 538 446 23,02 0,71

    Superficie deforestada a 1990 660 711 28,25 0,87

    Superficie deforestada a 1995 774 000 33,1 1,02

    Total deforestado* 1973 157 84,37 2,6

    FUENTE Y ELABORACIN: INRENA (1996) *Promedio deforestacin por ao: 24 453 has

  • 13

    Tomando en cuenta que los datos observados en la tabla 1 son hasta el ao 1996 y

    asumiendo que el promedio deforestado por ao en la regin haya mantenido la tendencia

    mostrada (24 453 has anuales), podemos inferir que para el 2006, ao en que La Grama lleg a

    trabajar a Junn, el rea deforestada haya sobrepasado los 2,2 millones de hectreas; lo que

    equivale a un alarmante 94,8 % del rea amaznica original de dicho departamento. Hay que

    tener en cuenta sin embargo, que estos datos se refieren a bosques nativos primarios que en

    algunos casos fueron talados hace muchos aos y que han atravesado un proceso de sucesin,

    generndose bosques secundarios que se pueden observar en la actualidad. Adicionalmente,

    es de esperar que la tasa de deforestacin disminuya progresivamente a medida que cada ao

    es ms difcil tener acceso a los bosques nativos, ya que se encuentran a mayor distancia y en

    topografa cada vez ms inaccesible y/o no adecuada para agricultura.

    3. La Grama en este contexto

    El crecimiento econmico del Per en los ltimos 20 aos ha sido prcticamente

    ininterrumpido, alcanzando incluso cifras de dos dgitos en la ltima dcada. Las exportaciones

    totales del pas pasaron de US$ 3 500 millones el ao 1993 a casi US$ 35 000 millones el ao

    2010. Las exportaciones agropecuarias en ese mismo lapso de tiempo aumentaron de US$ 263

    millones a US$ 3 200 millones.

    CUADRO 2: VALOR FOB DE EXPORTACIONES AGROPECUARIAS PERUANAS ANUALES 1990-2010 (EN MILLONES DE US$)

    FUENTE Y ELABORACION: INFORMACCION (2011)

    Sin embargo, vemos que el nico producto procedente de la selva con cifras

    significativas de exportacin el 2010 fue el caf, con US$ 887 millones, ubicndose en el primer

    lugar. Esto no es ninguna novedad, ya que desde hace muchos aos es considerado un

    producto tradicional de exportacin, cotizado como commodity. En el noveno lugar del rnking

    1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010CAFE 98 104 69 56 186 284 223 397 281 265 222 180 188 181 290 304 512 412 643 549 887ESPARRAGOS 31 45 62 82 88 109 130 138 128 149 145 160 187 207 235 263 316 393 450 362 427PMT.SECO 0,1 0,1 0,1 0,2 2 1 3 6 16 19 22 50 95 73 92 136 98 97ALCACHOFA 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,8 0,9 2 7 22 44 66 71 94 79 96LECHE EVAP. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 6 10 18 34 40 51 65 85 59 77MANGOS 2 2 6 5 7 7 11 9 12 24 22 28 35 36 48 43 66 56 54 54 119UVAS 0,4 0,2 0,2 1 1 1 4 2 1 4 6 12 21 24 20 35 46 41 77 91 180PMT.CONSERV. 0,3 0,8 1,2 0,7 1 1 3 5 7 11 21 32 36 50 54 78 74 84PALTA 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 3 5 16 19 24 38 54 71 63 85CACAO 13 14 10 11 14 22 20 18 17 15 9 8 14 21 27 29 32 45 69 69 79CITRICOS 0,3 0,4 0,2 0,05 0,5 0,3 1,0 0,6 0,01 0,7 1 4 6 8 13 18 23 34 48 42 57BANANO 0,3 2 6 7 11 18 27 31 46 49 57PELOS Y LANAS 16 30 34 22 20 24 41 55 34 25 24 27 31 44 49 39 37 49FRIJOLES 1 1 2 6 12 15 12 12 15 26 10 17 15 20 20 28 36 32 50 52 47TARA 1 4 6 6 3 2 2 3 3 2 3 5 7 7 6 11 20 26 23 13 40ACEITUNAS 1 2 1 2 2 4 6 8 6 4 9 7 6 8 12 16 15 18 27 24 38CEBOLLAS 4 5 7 13 8 11 14 9 14 15 14 16 19 19 22 23 26 44AZUCAR 36 33 22 13 33 30 37 33 27 8 15 17 16 19 15 13 43 19 21 35 54COCHINILLA 13 9 11 9 13 29 39 33 16 13 10 9 10 11 16 18 19 21 15 13 67MARIGOLD 7 8 16 19 20 16 20 29 17 35 28 20 23 22 21 21 14 7 8 9 12FLORES 5 7 6 4 4 5 5 6 4 5 5 5 5 5 6 6 7 7 7 6 7OTROS 85 123 67 29 53 55 76 91 64 75 75 90 143 149 188 228 277 419 532 652 562TOTAL AGRO 294 352 278 263 471 620 621 811 627 687 641 644 770 848 1.126 1.339 1.794 1.967 2.597 2.456 3.164

  • 14

    2010 encontramos al cacao con US$ 79 millones. Los dems productos ubicados entre los

    primeros diez del rnking son de origen costero. Incluso no aparece otro producto procedente

    de la Amazona entre los veinte primeros.

    No es sorprendente entonces, que a raz de su tradicin exportadora estos sean los

    nicos cultivos manejados responsable y sosteniblemente en la regin, explicado en cierta

    medida porque son especies perennes que son productivas por muchos aos, no requieren

    aperturas anuales de nuevos terrenos ni rotaciones de cultivos. Lo que s sorprende

    definitivamente, es que siendo la selva amaznica peruana una de las regiones con mayor

    biodiversidad del mundo, con una extensin de 78 288 055 km (60,91 % del territorio

    peruano), solo pueda haber consolidado dos productos importantes en cuanto a valor

    exportado en la cartera agroexportadora peruana.

    Los antecedentes presentados en el captulo anterior explican la situacin actual de la

    agricultura amaznica, en especial en la selva alta de la regin Junn. Si sumamos a esto el

    posicionamiento del jengibre dentro de esta agricultura amaznica, explicado por sus

    caractersticas especiales sealadas en el primer prrafo de los antecedentes, entonces queda

    claro el complejo panorama que encontr La Grama el 2006 para no solamente desarrollar el

    manejo sostenible del cultivo, sino mejorar su calidad intrnseca, productividad, eficiencia y

    que se vuelva econmicamente atractivo para los productores, como sucede con el caf.

    La Grama identific tres ejes bsicos de insostenibilidad del agronegocio del jengibre

    orgnico a mediano y largo plazo:

    a) I. econmica: la cada vez menor disponibilidad de suelos adecuados para el cultivo

    genera la bsqueda de nuevos terrenos para siembra cada vez ms alejados,

    encareciendo los costos de transporte. Solamente el flete[11] por traer su cosecha hasta

    planta de proceso puede significar un 30-40 % de los costos de produccin.

    b) I. sanitaria: las malas prcticas agrcolas, de manejo de aguas, preparacin de terrenos,

    seleccin de semillas, etc. han causado la proliferacin de enfermedades fungosas y

    bacterianas que cada ao se presentan con mayor incidencia y severidad.

    c) I. de fertilidad: el jengibre es un cultivo altamente extractivo, que consume grandes

    cantidades de nutrientes del suelo. La ausencia de prcticas de conservacin de suelos,

  • 15

    la nula utilizacin y reciclaje de insumos y la constante migracin de las siembras dejan

    a su paso suelos inutilizables, erosionados y pobres. Debido al sistema de alquileres

    explicado, nadie invierte en la recuperacin de dichos suelos por lo que resulta ms

    cmodo y viable buscar un suelo con fertilidad natural (llmese bosque primario o

    secundario).

    Los dos ltimos ejes de insostenibilidad son los que directamente tienen incidencia

    sobre la prdida de bosques primarios y secundarios, debido a que se basan en una estrategia

    de escape frente a los problemas fitosanitarios y de prdida de fertilidad, los cuales son

    ausentes en los bosques. Adicionalmente son los ms difciles de combatir no solamente

    porque implican nadar contra la corriente histrica sino porque tienen un componente

    econmico: se debe invertir en medidas concretas de manejo, situacin que el agricultor y el

    sistema no ve con buenos ojos. En vista de esto, La Grama determin que la mejor estrategia

    posible para estos ejes es la de educar en el concepto de costo-beneficio, distinguir entre

    inversin y gasto, aumento de rendimientos, mejoramiento de la calidad y mayores retornos.

    Por otro lado, enfatizar la insostenibilidad econmica reflejada en la lejana de las siembras,

    motivando a los productores a utilizar terrenos ms cercanos donde sus costos de transporte

    sean significativamente menores y la inversin realizada para poder cultivar jengibre en esos

    terrenos aparentemente intiles sea compensada largamente por el ahorro en flete y por

    supuesto, por el aumento del rendimiento y calidad exportable. Esta estrategia se basa

    entonces, en volver econmicamente atractivo para el agricultor el sistema sostenible de

    manejo de jengibre. Al ver una mejora econmica aceptar los sistemas propuestos e

    indirectamente no recurrir a la tumba de bosques para futuras siembras. Paralelamente, al

    aumentar los rendimientos por hectrea, se necesitarn menos terrenos para producir un

    mismo volmen. Lgicamente este es un proceso lento y paulatino, debido a los fuertes

    factores culturales y tradicionales imperantes descritos en los antecedentes.

    La Grama desde el inicio de sus operaciones en la selva de Junn en 2006 hasta la

    actualidad, trabaja bajo el esquema de certificacin grupal, con productores pequeos

    (promedio 2 hectreas) a los que se otorga asistencia tcnica y seguimiento para verificar el

    cumplimiento con las normas orgnicas relevantes. Al no existir experiencias de exportacin

    de jengibre a mercados con altos estndares de calidad, ni mucho menos orgnicos, la

    informacin respecto a cultivo, manejo postcosecha y procesamiento es prcticamente nula,

    por lo que en primer lugar haba que empaparse de la realidad existente y a partir de all

    buscar la mejora continua de todos los procesos en la cadena productiva.

  • 16

    Es pertinente detallar entonces aspectos de la botnica del jengibre y el manejo

    tradicional que se encontr. Se trata de un cultivo anual pero con la capacidad de comportarse

    como perenne ya que su principal forma de propagacin es mediante rizomas, los cuales sirven

    como rgano de reserva de nutrientes y de conservacin bajo condiciones adversas, como por

    ejemplo sequa. Dichos rizomas tienen la capacidad de constantemente emitir brotes

    vegetativos, lo que permite que una sola planta pueda establecerse durante aos en un mismo

    lugar, produciendo sendos brotes consecutivos. Pero como se ha mencionado, es un cultivo

    anual ya que cada ao se siembra y cosecha el rizoma entero, a pesar de que como se ha

    explicado tiene el potencial de permanecer en el terreno sin deteriorarse significativamente,

    durante perodos de hasta dos aos. Sin embargo, para el mercado de exportacin es

    recomendable que el rizoma sea cosechado a partir de los nueve meses desde la siembra y

    hasta los quince meses, antes que el ciclo de lluvias empiece a ocasionar el deterioro de la

    cscara y propiciar el pelado del rizoma, caracterstica indeseable para el jengibre de

    exportacin. El sistema tradicional de cultivo consiste en la eleccin de un terreno de bosque

    con ms de quince aos de formacin, ya que son los que tienen los suelos ms ricos

    naturalmente. Dicho bosque es limpiado y quemado, eliminando todo resto de vegetacin pre

    existente. Posteriormente se prepara el terreno haciendo pozos de 30 cm. de profundidad y a

    un distanciamiento de 40 cm. entre lneas y pozos dentro de una misma lnea, lo que deja una

    poblacin de 62 500 plantas de jengibre a la siembra. Este sistema tradicional busca maximizar

    el nmero de plantas por hectrea pero en realidad lo que ocasiona es una alta densidad que

    impide el desarrollo de cada rizoma individual, alcanzando calibres de 500 grs. como mximo.

    Posteriormente, tres meses despus de la siembra, se realiza un aporque[12] para fomentar el

    crecimiento del jengibre en este volmen de suelo y evitar su exposicin al sol, lo que ocasiona

    quemado de puntas y verdeado de la porcin expuesta. Sin embargo, al realizar solo un

    aporque (por ahorro de mano de obra) se ven obligados a sembrar a tanta profundidad (30

    cm.), lo que ocasiona que la planta invierta valiosas cantidades de energa en buscar luz al

    brotar, evidencindose etiolacin y poco vigor de los brotes, lo que redunda en bajos

    rendimientos a nivel de llenado de rizoma. El manejo de malezas es intenso en las primeras

    etapas del cultivo, utilizndose el mtodo de arrancarlas de raz, lo que demanda grandes

    cantidades de mano de obra y dejando el suelo totalmente expuesto a merced de la erosin

    hdrica y los rayos solares que tienen una intensidad muy alta en esta latitud, ocasionando la

    muerte de los microorganismos del suelo y su posterior desecacin y encostramiento, lo que

    redunda en falta de aireacin y poca permeabilidad. Despus del aporque, el agricultor

    tradicional no regresa a su campo hasta que terminan las lluvias, dejando que el campo se

    SANHighlight

  • 17

    enmalece en los meses crticos de llenado del rizoma, donde la planta necesita luz para

    fotosintetizar y producir alimento que pueda traslocarse al futuro producto comercial. Esta

    prctica contribuye tambin a los bajos rendimientos tradicionales. Una vez finalizadas las

    lluvias, la planta deja de recibir agua y comienza un proceso fisiolgico de curado[13] o

    endurecimiento de la piel del rizoma, para evitar prdidas por deshidratacin. Si la siembra se

    realiz tardamente o el rgimen de lluvias no fue el esperado el rizoma puede verse forzado a

    iniciar el proceso de curado natural antes de haber alcanzado su madurez fisiolgica y su

    tamao potencial, lo que reduce la calidad y por ende el retorno que puede obtener el

    productor. Finalmente, el productor tradicional cosecha los rizomas extrayendo la planta

    entera y separando con la mano el rizoma del tallo hmedo, lo que muchas veces ocasiona

    dao mecnico al mismo, hacindolo descartable para el mercado de exportacin.

    Adicionalmente el sistema tradicional utiliza sacos para colocar los rizomas cosechados, los

    cuales son arrumados en las camionetas usadas para transportar el producto hasta los centros

    de acopio, lo que aumenta las prdidas por aplastamiento del producto. El tratamiento

    tradicional que se le da al jengibre a partir de aqu se muestra incluso an ms ineficiente que

    en la etapa de campo. En los centros de acopio los sacos de jengibre son arrumados uno

    encima del otro y expuestos a las inclemencias del tiempo como el fuerte sol de la zona o las

    torrenciales lluvias, sin ninguna cobertura. En esas condiciones, que favorecen el deterioro, el

    jengibre espera ser procesado junto con el producto de muchos otros productores, sin ninguna

    clase de identificacin que asegure una trazabilidad coherente. Dicho proceso consiste en un

    lavado con agua a presin para retirar el barro superficial y una posterior seleccin y

    clasificacin por calibres. Cabe resaltar que el agua utilizada en este lavado proviene

    directamente del ro, que tiene una carga bacteriana no apta para el lavado de alimentos.

    Ante este panorama y de acuerdo a la estrategia planteada desde un inicio, La Grama

    empez por hacer hincapi en aumentar la calidad y eficiencia de toda la cadena productiva

    del jengibre. Se introdujo el uso de jabas[14] plsticas para cosecha en reemplazo de los sacos

    de yute[15] tradicionales. Dichos sacos tienen una capacidad de 80 Kg. y su ventaja aparente

    radica en la versatilidad para utilizarse en terrenos de elevada pendiente y el mayor volmen

    por carga[16] en comparacin con las jabas: en una carga pueden entrar diecisis sacos (1300

    Kg) o sesentaicinco jabas (1000 Kg.). Siendo el costo por flete el mismo, el agricultor percibe un

    mayor ahorro llevando mayor volmen. Sin embargo, el anlisis que no se toma en cuenta es

    el descarte generado por el dao mecnico durante el transporte. Mientras en los sacos esto

    puede significar hasta un 35 %, en las jabas no llega al 5 %. De esta manera, la cantidad

  • 18

    efectiva por carga que llega a planta de empaque es de 845 Kg. y 950 Kg. respectivamente. Al

    ver estos resultados, el agricultor rpidamente adopto el nuevo sistema.

    FOTOGRAFIA 1: ADAPTACION DE JABAS PARA COSECHA DE JENGIBRE AUTOR: LA GRAMA

    Otro aspecto que mejor la calidad y eficiencia en campo fue la introduccin de la

    cosecha selectiva. El panorama encontrado era tal que, al aplicar los criterios de exportacin,

    los porcentajes de descarte eran muy elevados. Esto debido a que el mercado nacional tiene

    unos criterios de clasificacin basados nicamente en tamao de rizoma. La calidad no es un

    factor importante. Debido a esto, el agricultor puede entregar la totalidad de su carga para

    este mercado sin importar si el rizoma presenta pudriciones, excesivo dao mecnico o

    deshidratacin severa. El consumidor local no demanda calidad y por ende no se le oferta

    calidad. Otro aspecto a tomar en cuenta es que, para disimular daos excesivos, el

    comercializador de mercado nacional mezcla los rizomas de buena calidad con los de mala

    calidad; y coloca estratgicamente los rizomas grandes de manera que sean los visibles,

    escondiendo los pequeos dentro de los sacos con el fin de confundir al consumidor. Por esta

    razn, el agricultor no se ve afectado si tiene un alto porcentaje de mala calidad, porque de

    todas maneras la totalidad de su produccin ser comercializada a nivel local, situacin que no

    ocurre con el mercado de exportacin, donde fcilmente se evidencian todas las falencias y

    estas son separadas. De esta manera, su costo unitario por transporte se eleva, ya que est

    pagando por producto que ser rechazado para mercado de exportacin. Es en este contexto

    que se introduce el concepto de cosecha selectiva, que consiste en elegir en campo solamente

    los rizomas que cumplen con los estndares de exportacin, destinando el resto a mercado

    nacional. De esta manera se obtienen altos porcentajes exportables que cubren largamente los

  • 19

    fletes pagados. Adicionalmente, se instaur un sistema de incentivos entre los cuales se

    encuentra pagar un sobreprecio de 5 % para los productores que superen un nivel de

    porcentaje exportable, establecido de acuerdo a la poca del ao ya que la calidad vara a lo

    largo de este.

    El aumento del porcentaje exportable est relacionado con el cambio de ciertas

    prcticas culturales que afectaban la calidad del rizoma. Un ejemplo lo constituye la prctica

    de cosecha tradicional de arrancado de tallos, donde el agricultor en su afn de extraer el

    jengibre del suelo jala con fuerza los tallos para separarlos del rizoma, lo que genera un

    rasgado caracterstico:

    FOTOGRAFIA 2: RIZOMA DAADO POR RASGADO DE TALLOS EN COSECHA. AUTOR: LA GRAMA

    Debido a los altos porcentajes de descarte que este dao generaba, ya que dicha

    herida suele ser entrada para patgenos que terminan pudriendo el rizoma, se instaur entre

    los productores la costumbre de doblar el tallo a la altura del cuello de planta para fomentar la

    desecacin de la parte area, lo que posteriormente permite sacar el tallo sin causar dao.

    Esta prctica fomenta lo que localmente se conoce como curado del rizoma. La otra opcin

    planteada fue la de cortar con tijeras dichos tallos al momento de cosecha, dejando que en

    planta empacadora se procese adecuadamente.

  • 20

    FOTOGRAFIA 3: RIZOMA CON TALLOS CORTADOS DURANTE COSECHA AUTOR: LA GRAMA

    El manejo postcosecha del producto es otro aspecto que se ha visto dramticamente

    alterado con respecto a las prcticas tradicionales locales. La alta inversin en infraestructura

    hecha por La Grama, acorde a las necesidades y exigencias relativas a buenas prcticas de

    manufactura, higiene, mantenimiento de la calidad y condiciones de trabajo para el personal

    significaron una verdadera revolucin para la regin en la manera de trabajar el producto una

    vez cosechado. No es objetivo de este documento detallar esta parte de la cadena productiva

    pero s sealar que fue un factor de cambio introducido por La Grama que tuvo un efecto

    positivo y determinante en la calidad e inocuidad del jengibre, por lo que fue adoptado por

    otros procesadores de la zona e incluso abastecedores del mercado local.

    Estas y otras mejoras introducidas por La Grama, a fin de aumentar la calidad y

    eficiencia en el manejo del jengibre, no hubiesen sido posibles sin un adecuado equipo tcnico,

    que brinde capacitaciones, asistencia tcnica e inspecciones internas orgnicas. Dicho

    seguimiento gener una relacin ms cercana con el productor, desencadenando una

    migracin del sistema de entregas a acopiadores hacia entregas directas a La Grama; esto

    porque el productor se dio cuenta que el acopiador monopolizaba toda la informacin del

    mercado y por ende pagaba segn su conveniencia, sin fomentar mejora alguna. Entregando

    directamente vio que poda acceder a capturar mayor valor en la cadena productiva y que

    sera premiado por su calidad. No obstante, existen productores que continan utilizando

    acopiadores para realizar sus entregas, debido a las facilidades logsticas que les brindan; sin

    embargo, ahora saben cul es el verdadero valor de su producto, forzando a los acopiadores a

    pagarles lo que les corresponde. Si antes el margen de utilidad del acopiador poda estar en el

  • 21

    orden del 150-200 %, con la nueva situacin dicho mrgen ahora es de alrededor del 15 %,

    convirtiendo al acopiador en un actor que agrega valor a la cadena, no uno que la entorpece.

    Durante este proceso los precios han aumentado considerablemente, consecuencia

    lgica de la nueva demanda generada frente a una misma oferta. El ndice de crecimiento de

    precio por kilogramo de jengibre puesto en chacra[17], entre el ao 2006 hasta el 2010 ha sido

    del 500 % y desde el despegue del precio en 2006 el mnimo en los aos sucesivos nunca ha

    alcanzado menos del 250 % del precio original. Por otro lado, la inflacin peruana en esos aos

    se ha mantenido en promedio en 3 % anual, encontrndose solo un pico de 7 % en enero de

    2009, consecuencia de la crisis econmica internacional.

    Esta situacin nos grafica el nuevo posicionamiento que tomaron los agricultores con

    respecto a la situacin tradicional antes de la llegada de La Grama: el ingreso por hectrea es

    mucho mayor mientras los costos son bsicamente los mismos, por lo que su rentabilidad es

    superior permitindole mejorar su calidad de vida adquiriendo bienes, mejorando sus

    viviendas, accediendo a ms y mejores servicios, etc. Otro cambio notable es la inclusin del

    agricultor en el sistema financiero. Anteriormente reciban sus pagos en efectivo y de manera

    informal, sin generar ninguna constancia de pago por el dinero que reciban. Adems de la

    informalidad, este sistema no promueve el ahorro, ya que al recibir en la mano el dinero, el

    agricultor se ve tentado de gastarlo muy rpidamente. Al obtener de La Grama cuentas

    bancarias y recibir su dinero en ellas, empez una cultura de ahorro entre los productores. Se

    dieron cuenta que no era necesario colocar la plata bajo el colchn o gastrsela

    inmediatamente, eliminando el factor psicolgico de tenerla en la mano, que

    automticamente disparaba la necesidad de gasto. Este ahorro permite al agricultor ordenar

    sus gastos a lo largo del ao, dejndole cierto mrgen para invertir en el cultivo del siguiente

    ao y as elevar su productividad. El otro beneficio directo para el agricultor es el acceso a

    crditos y prstamos de los bancos y cajas rurales[18].

    Los tres factores descritos (mayor mrgen, ahorro y acceso a crditos) son los que La

    Grama considera como los motivacionales para que el agricultor invierta en su cultivo y en el

    manejo sostenible que se persigue. Como se mencion prrafos arriba, la estrategia elegida de

    educar en costo-beneficio est fundamentada principalmente en que el agricultor perciba una

    mejora econmica y como resultado est dispuesto a invertir en adoptar estos sistemas

    sostenibles. Los resultados de estos factores han sido relativamente rpidos de obtener, por

    las razones descritas en el prrafo anterior y que se desprenden del mercado y la

  • 22

    Criterio

    Cantidad

    extra

    (S/.)

    1 P.B.

    Sobre el precio de mercado. Que apruebe inspeccin interna de

    las normas orgnicas y sea certificado externamente. Debe

    firmar acuerdo de agricultor.

    0%

    2 P.R.

    Criterios P.B. + cumplimiento de requisitos de certificacin:

    letrina, lavamanos, letrero, cuaderno al da, no envases de

    pesticidas (permitidos o prohibidos) en su casa o campo,

    correcto almacenamiento de envases llenos y los vacos deben

    perforarse y lavarse.

    5%

    3 P.S.

    Criterios P.B. + debe aprobar formato de inspeccin en

    recepcin (calibre + sanidad) y superar en 10 % el mnimo

    establecido de jabas exportables de acuerdo a la poca del ao.

    5%

    4 M.S.A

    Criterios P.B. + siembra en purmas de mximo 5 aos. No tumba

    de bosques primarios ni secundarios (debe haber ocurrido

    antes de 1994), siembras en suelos ya cultivados anteriormente

    pero con un descanso suficiente.

    5%

    5 M.S.B Criterios P.B. + M.S.A + no quema + tumba selectiva. 10%

    6 M.S.C

    Criterios P.B. + M.S.A + M.S.B + siembra de leguminosas y/o

    materia orgnica: forestales a la siembra de kin y cobertoras a

    la cosecha y/o incorporacin de materia orgnica compostada +

    microorganismos.

    5%

    7 M.S.DCriterios P.B. + M.S.A. + M.S.B + M.S.C + Agroforestera y

    Rotacin. 5%

    Prcticas de manejo sostenible CCombatir erosin y prdida de nutrientes y biomasa del suelo:

    recuperar fertilidad despus del cultivo.

    Prcticas de manejo sostenible D

    Sistema ya establecido para mantener la fertilidad de un suelo

    ya cultivado. Promover biomasa en ese suelo para combatir

    enfermedades. Buscar que se vuelva a sembrar en ese mismo

    terreno despus de 2 aos.

    Prcticas de manejo sostenible A Evitar siembras en monte real o bosques secundarios.

    Prcticas de manejo sostenible BCombatir erosin y prdida de nutrientes y biomasa del suelo:

    erradicar la prctica de quemar.

    Precio requisitos de certificacin Fomentar entre todos los agricultores el cumplimiento de estos

    RC.

    Pre-seleccin o cosecha selectiva

    Fomentar entre todos los agricultores la cultura de seleccionar

    en campo para que vean las ventajas de esto: al obtener ms

    producto que recibir mayor precio, su flete se diluye.

    Niveles Definicin Objetivos

    Precio base Captar nuevos productores al programa orgnico.

    formalizacin. Al factor mayor ingreso hay que sumarle el elemento de la mejora en calidad

    y productividad por hectrea, cuyos resultados son observables ms a mediano y largo plazo,

    conforme se van implementando, adaptando y adoptando las nuevas tecnologas. Sin

    embargo, los ejemplos de utilizacin de jabas, cosecha selectiva y curado de rizoma

    constituyen casos reales de mejoras ya adoptadas y percibidas como tales por los productores,

    lo que indica una apertura de ellos hacia nuevas tecnologas, siempre y cuando les signifique

    un beneficio principalmente econmico. Debido al carcter netamente econmico en la

    motivacin de los productores y con el afn de potenciar la adopcin de los sistemas

    deseados, La Grama instaur un sistema de incentivos de acuerdo a una escala de criterios de

    cumplimiento, que van generando un sobreprecio que puede llegar hasta 30 % en caso de

    cumplir con todos:

    CUADRO 3: SISTEMA DE INCENTIVOS DE LA GRAMA PARA LOS PRODUCTORES DE JENGIBRE ORGANICO

    FUENTE Y ELABORACIN: PROPIA (2010)

    Asimismo, a fin de balancear la estrategia de fomento en la adopcin de los sistemas

    deseados en base al mrito, La Grama tambin maneja un sistema de sanciones por

    incumplimientos de las normas de certificacin. El detalle de dicho sistema se encuentra en el

    manual del sistema de control interno de La Grama y est basado en dos tipos de

    incumplimientos (mayores y menores) que generan cuatro tipos posibles de sanciones que van

    desde la amonestacin hasta la cancelacin del acuerdo entre el productor y la empresa, de

    acuerdo a la severidad del incumplimiento. En relacin a fomentar la conservacin de bosques

    est la prohibicin absoluta de tumbar y/o quemar bosques primarios y/o secundarios para

  • 23

    siembra de jengibre. Si es productor nuevo, no puede ingresar a la lista de certificacin de La

    Grama y si es uno antiguo su producto no es cosechado por la empresa y el productor es

    sancionado por un ao, hasta su siguiente siembra donde se verificar que no reincida en esta

    falta.

    De acuerdo a las estrategias planteadas, los sistemas de incentivos, sanciones y las

    tecnologas implantadas y propuestas, se desprenden los siguientes objetivos fundamentales:

    a) Desterrar el sistema de agricultura tradicional migratoria, eliminando la concepcin

    popular de que el jengibre slo prospera si es sembrado en monte real[19] y bajo el

    sistema de rozo y quema de toda la vegetacin existente.

    b) Implantar un sistema de sostenibilidad del cultivo haciendo rotaciones y recuperando

    los suelos recin cosechados mediante prcticas culturales, a fin de poder ser

    utilizados en aos posteriores y crear un crculo virtuoso en el cultivo de jengibre.

    c) Desarrollar sistemas agroforestales, que recuperen suelos degradados y sub utilizados,

    aumenten los rendimientos esperados del jengibre y brinden al agricultor un ingreso

    adicional mediante el aprovechamiento de la madera.

    De esta manera, la propuesta para la sostenibilidad del jengibre orgnico consiste en

    establecer tecnologas basadas en prcticas culturales y de aprovechamiento de los recursos

    para recuperar suelos degradados, reutilizar en el mediano plazo suelos cultivados con

    jengibre mediante sistemas de rotacin de cultivos, circunscribir este ciclo productivo a un

    rea delimitada fija (evitando la migracin), recuperar zonas boscosas combinadas con

    agricultura y mejorar los rendimientos, calidades y retornos del cultivo de jengibre orgnico

    para exportacin. Debido a que estas medidas son observables a mediano y largo plazo,

    tiempo que el agricultor no est dispuesto a invertir con sus propios recursos, La Grama

    adquiri un terreno de 52 hectreas para tener un lugar donde implantar dichas medidas; que

    sirva como parcela demostrativa para la capacitacin de los productores y que acte como

    referente para la replicacin de dichas tecnologas en todos los cultivos de jengibre orgnico

    pertenecientes a la lista de certificacin de La Grama.

    De las 52 hectreas totales de esta chacra, 22 has son de proteccin (5 has de ribera de

    ro y 17 has de bosque primario para conservacin) y de las 30 has restantes 5 has son

  • 24

    ocupadas por caminos y quebradas, dejando 25 has aptas para cultivos en limpio. El terreno

    est ubicado entre la cumbre de una montaa en su zona ms alta, donde est delimitado por

    la divisoria de aguas[20] y el ro Ipoki en la parte ms baja. Colinda por uno de sus costados con

    otro propietario que cultiva cacao y por el otro lado con una purma de aproximadamente 25

    aos, que pertenece a otra persona natural.

    En la parte alta del terreno, donde se determina la divisoria de las aguas de lluvia, se

    encuentran las 17 has de bosque primario. Este bosque se mantendr como conservacin por

    diversas razones, entre las cuales podemos mencionar el mantenimiento de la biodiversidad,

    refugio de especies controladoras de plagas y enfermedades, fuente de microorganismos

    nativos para la preparacin de insumos agrcolas y su posterior inoculacin en las parcelas para

    as aumentar de biodiversidad de suelos degradados, como proteccin de la cabecera de micro

    cuenca contra las lluvias y posibles deslizamientos y prdida de suelo, adems de proteccin

    de las aguas que se acumulan en la cumbre y que originan la escorrenta que se va a

    aprovechar para riego, asegurando un agua de calidad. Otro recurso natural importante es la

    fuente de agua alternativa que se encuentra en la parte ms baja del terreno y que limita con

    el ro Ipoki. Dicho ro tiene agua todo el ao, trayendo un caudal promedio de 60 m3 / seg. en

    las pocas de lluvias y de 30 m3 / seg. en las de estiaje. El terreno tiene aproximadamente el 70

    % de su rea total (unas 35 has) con una pendiente del 35-40 % y el 30 % restante con

    pendiente de 0 % (rea ms cercana al ro). Esta distribucin nos permitir hacer distintos

    ensayos en esta variedad de condiciones, que son las que tienen los productores. La

    vegetacin predominante en el rea de pendiente es el yungor, rbol de hojas grandes

    parecidas a las tpicas del gnero Ricinus (que al caer obstaculizan el crecimiento del cultivo) y

    de madera no aprovechable que predomina en purmas jvenes (5-10 aos) mientras que en la

    parte sin pendiente predomina el matico (Piper angustifolium), rbol de hojas pequeas que

    brinda un 30 % de sombra y cuya madera puede utilizarse para instalaciones rsticas en campo

    como comedores o bases para letrinas. En esta zona de terreno sin pendiente existe una alta

    poblacin de la leguminosa conocida como kudzu (Pueraria phaseoloides). El bosque de

    proteccin s cuenta con numerosas especies nativas tales como cedro, caoba, bolaina,

    ishpingo, sangre de grado, tornillo, orqudeas, etc. que como se ha mencionado no se utilizar

    ms que para obtener inculo de microorganismos nativos y material de propagacin de

    alguna especie de inters. Esta propiedad entonces, constituye la materia prima para la

    difusin de los sistemas agroforestales sostenibles deseados, que lgicamente puedan cumplir

    a cabalidad con los requisitos de la norma Biosuisse.

  • 25

    4. Criterios de seleccin de productores Biosuisse

    Todos los productores de jengibre que deseen volverse proveedores de La Grama

    deben cumplir con los requisitos de las regulaciones orgnicas relevantes para la empresa:

    USDA / NOP, JAS, Reglamento Tcnico Peruano de Productos Orgnicos y el Reglamento

    Europeo 843/2007. Adicionalmente las disposiciones especficas de la certificadora Control

    Union (CU), contempladas en su documento Inspection Regulation. Una vez verificado el

    cumplimiento de estos requisitos mediante la inspeccin interna, el productor firma sus

    compromisos de cumplimiento con La Grama y pasa a formar parte de la lista de certificacin

    propuesta a CU, quien debe verificar y corroborar la conformidad con las normas mediante su

    inspeccin externa, para que recin puedan pasar formalmente a ser parte de la lista integrada

    de productores orgnicos de La Grama. Los profesionales de La Grama saben que Biosuisse se

    basa en esta plataforma y construye sobre ella sus requisitos especficos, por lo que es

    indispensable que los productores cumplan primero, para los fines sealados, con el

    reglamento 834/2007. De acuerdo a esto, para la propuesta como productor Biosuisse se

    toman en cuenta las siguientes consideraciones:

    a) Primarias:

    Se refieren a aquellos requisitos iniciales para ser considerado dentro de la

    certificacin Biosuisse, teniendo en cuenta el contexto y el historial descritos para la

    regin. El requisito fundamental es que el terreno donde se sembrar jengibre no debe

    haber sido bosque primario despus del ao 1994, es decir, debe haber sido tumbado

    antes. Para poder verificar este requisito fundamental es necesario medir, tener

    parmetros. Lo que La Grama ha determinado como parmetro es el tipo y tamao de la

    vegetacin existente. Se sabe que en bosques primarios predominan determinadas

    familias botnicas, mientras que en bosques de sucesin ecolgica dicha predominancia

    cambia. De esta manera se tienen patrones de distribucin y densidad por familia

    botnica especficas para la edad del bosque en cuestin. Se debe tener en cuenta no

    solamente la edad del bosque sino tambin el piso ecolgico donde se encuentra, ya que

    a distintas altitudes sobre el nivel del mar se desarrollan distintas familias botnicas.

    Lamentablemente dicha determinacin es an emprica, en el sentido que no abunda

    informacin para estas condiciones especficas. Como mencionan Reynel et al. (2003) al

    referirse a los lugares donde se han realizado la mayor cantidad de estudios al respecto:

    El 78,05 % de las colecciones proceden de localizaciones por debajo de los 600 msnm. El

  • 26

    59,04 % de las colecciones, est distribuido en 2 departamentos, Loreto (37,18 %) y

    Madre de Dios (21,86 %). Esto nos indica que para la regin donde se cultiva el jengibre,

    arriba de los 600 metros sobre el nivel del mar (msnm) en el departamento de Junn, se

    han hecho la menor cantidad de estudios sobre distribucin y caracterizacin de flora. Sin

    embargo, con la informacin disponible es posible tener un acercamiento bastante real de

    la edad del bosque a analizar. El estudio que hacen Reynel et al sobre la diversidad de los

    relictos de bosque en el valle de Chanchamayo, departamento de Junn, abarca la

    evaluacin de diversidad y composicin de la flora arbrea en dos mbitos ecolgicos:

    montano (1500 2500 msnm) y pre montano (800 1500 msnm). Dicha evaluacin se

    hace a niveles de reas de ladera y ribereas para el mbito montano y a niveles de reas

    de cumbre de colinas, ladera de colinas y bosque secundario tardo. Considerando la

    franja donde el jengibre es cultivado (600 1200 msnm), tomaremos el estudio en el

    mbito pre montano como referencia para identificacin de las especies predominantes

    que se espera encontrar:

    (i) mbito pre montano a nivel de cumbre de colinas:

    Corresponde a un bosque premontano con presumiblemente nulo nivel de

    intervencin antropognica y sustancialmente maduro. El dosel tiene un

    promedio de altura total de unos 14 m y el promedio de dimetros es unos 20

    cm, aunque se observan rboles de hasta 35 m de altura y ms de 80 cm de

    dimetro (DAP). Se perciben visualmente tres estratos principales

    correspondientes al nivel emergente del dosel, un estrato arbreo intermedio y

    tambin un estrato arbustivo o de sotobosque. La cantidad de Orqudeas,

    Bromelias y Arceas epfitas es relativamente baja, al menos al nivel de una

    estimacin visual, pero llama la atencin en las cercanas de esta localizacin, la

    proliferacin de rboles estranguladores del genero Ficus. No hay presencia de

    helechos arbreos en el rea; en cuanto a palmeras, se observan frecuentemente

    Socratea exorrhiza (conocida como Pona) y Phytelephas macrocarpa, la palmera

    de Yarina, aunque ella desarrolla su penacho de hojas casi al nivel del suelo. Las

    lianas y trepadoras son muy escasas y raramente alcanzan los 10 cm de

    dimetro. Las cinco familias botnicas con mayor nmero de individuos son, en

    orden descendente, Moraceae (95 individuos), Fabaceae (61 individuos),

    Ulmaceae (29 individuos), Lauraceae (26 individuos) y Clusiaceae (20 individuos).

    Las cinco familias botnicas con mayor nmero de especies son, en orden

  • 27

    descendente, Lauraceae (14 especies), Moraceae (12 especies), Fabaceae (7

    especies), Rubiaceae (7 especies) y Cecropiaceae (5 especies).

    CUADRO 4: ESPECIES MAS ABUNDANTES Y SU FRECUENCIA (SOBRE UN TOTAL DE 505 INDIVIDUOS)

    FUENTE Y ELABORACION: REYNEL ET AL (2003)

    (ii) mbito pre montano a nivel de ladera de colinas:

    El rea corresponde a un bosque premontano con presumiblemente nulo nivel

    de intervencin antropognica y aparentemente maduro, pero en el cual

    posiblemente la dinmica de derrumbes en algunos sectores puede haber sido

    muy activa en momentos relativamente recientes. El dosel tiene un promedio de

    altura total de unos 14 m y el promedio de dimetros es unos 22 cm, aunque se

    observan rboles de hasta 27 m de altura y 95 cm de dimetro. Al igual que en

    las otras localizaciones de este mbito, se perciben visualmente tres estratos

    principales correspondientes al nivel emergente del dosel, un estrato arbreo

    intermedio y tambin un estrato arbustivo o de sotobosque. La cantidad de

    Orqudeas, Bromelias y Arceas epifitas es baja, al menos al nivel de una

    estimacin visual; sin embargo, nos llama la atencin en las zonas colindantes ver

    una inusual proliferacin de rboles estranguladores del genero Ficus. La

    presencia de helechos arbreos es escasa en el rea; en cuanto a palmeras, se

    observa frecuentemente Socratea exorrhiza (Pona) y Phytelephas macrocarpa, la

    palmera de Yarina, aunque esta ltima desarrolla su penacho de hojas casi al

    nivel del suelo, por lo cual no est incluida en los registros de individuos. Las

    cinco familias botnicas con mayor nmero de individuos son, en orden

    descendente, Moraceae (81 individuos), Lauraceae (51 individuos), Myristicaceae

    (46 individuos) y Palmae (248 individuos). Las cinco familias botnicas con mayor

    nmero de especies son, en orden descendente, Moraceae (10 especies),

  • 28

    Lauraceae (10 especies), Fabaceae (9 especies), Cecropiaceae (6 especies) y

    Rubiaceae (4 especies).

    CUADRO 5: ESPECIES MAS ABUNDANTES Y SU FRECUENCIA (SOBRE UN TOTAL DE 353 INDIVIDUOS)

    FUENTE Y ELABORACION: REYNEL ET AL (2003)

    (iii) mbito pre montano a nivel de bosque secundario tardo:

    El rea corresponde al estrato Premontano (1000-1500 msnm) y la ladera en la

    que est ubicado recibe la lluvia de semillas de las zonas de bosque maduro

    ubicadas en las partes altas de las colinas adyacentes, que se hallan bastante

    libres de intervencin humana y tienen caractersticas de vegetacin similares a

    las descritas para las desarrolladas en esta misma publicacin. El dosel tiene un

    promedio de altura total de unos 13 m y el promedio de dimetro (DAP) es de

    unos 17 cm, aunque se observan arboles de hasta 25 m de altura y ms de 50 cm

    de dimetro. Al igual que en las otras localizaciones de este mbito, se perciben

    visualmente tres estratos principales correspondientes al nivel emergente del

    dosel, un estrato arbreo intermedio y tambin un estrato arbustivo o de

    sotobosque, aunque la estratificacin es mas bien difusa y se hace indefinida por

    sectores. La cantidad de Orqudeas, Bromelias y Arceas epifitas es bastante baja,

    al menos al nivel de una estimacin visual, pero llama la atencin ver una inusual

    proliferacin de arboles estranguladores del genero Ficus. No hay helechos

    arbreos ni especies de palmeras en esta localizacin. Las cinco familias

    botnicas con mayor nmero de individuos son, en orden descendente,

    Moraceae (218 individuos), Fabaceae (44 individuos), Sapindaceae (40

    individuos), Cecropiaceae (33 individuos) y Bombacaceae (29 individuos). Las

    cinco familias botnicas con mayor nmero de especies son, en orden

    descendente, Moraceae (12 especies), Lauraceae (10 especies), Rubiaceae (8

    especies), Cecropiaceae (8 especies) y Euphorbiaceae (7 especies).

  • 29

    CUADRO 6: ESPECIES MAS ABUNDANTES Y SU FRECUENCIA (SOBRE UN TOTAL DE 480 INDIVIDUOS)

    FUENTE Y ELABORACION: REYNEL ET AL (2003)

    Entre las conclusiones del trabajo, Reynel et al nos presentan las siguientes que

    resumen un poco los resultados obtenidos en los estratos mencionados, que son de

    inters particular para los pisos altitudinales donde se desarrolla el jengibre:

    La vegetacin arbrea en los bosques Montanos situados a partir de los 2000 msnm, es

    ms diversa que aquella emplazada 1000 metros ms abajo en altitud, para las

    localizaciones estudiadas en el valle. Esto podra relacionarse al hecho de que la

    precipitacin pluvial y la continuidad de la lluvia son mayores en el estrato Montano

    comparativamente al Premontano.

    Para las localizaciones Montanas estudiadas las familias arbreas mas abundantes y

    con mayor nmero de especies son las Lauraceae y Melastomataceae; son tambin

    abundantes las Myrtaceae, Euphorbiaceae y Cunoniaceae. En las localizaciones

    Premontanas predominan las Moraceae, Fabaceae (Leguminosas), Rubiaceae, Lauraceae y

    Myristicaceae.

    Estas conclusiones y parmetros generales son los que se utilizarn en La Grama para

    determinar la antigedad y tipo de bosque que se est destinando para siembra de

    jengibre, sea en cumbre de montaa, ladera o bosque secundario tardo. De esta manera

    se puede tener un acercamiento bastante exacto para poder tomar decisiones respecto

    ha visto bueno para siembras, sanciones e incentivos.

    El segundo requisito fundamental es la no quema de la vegetacin en el lugar a

    sembrar. Se ha establecido que, sin perjuicio del primer requisito, no debe haber ocurrido

  • 30

    quema en los ltimos dos aos. Si el terreno tiene una pendiente muy pronunciada (por

    encima del 40 %), debe necesariamente establecer prcticas de prevencin de erosin,

    tales como establecer las lneas de siembra transversalmente a las curvas de nivel,

    formacin de terrazas con la vegetacin limpiada para la siembra o cobertura adecuada

    del suelo para evitar su lavado por la velocidad del agua al caer por la ladera durante una

    lluvia. Para esto es fundamental el concepto de tumba selectiva, que no es otra cosa que

    la limpieza y preparacin del terreno, sin quemar, dejando rboles que puedan tener

    alguna utilidad (madereros, leguminosas, sombra adecuada, etc.). En un primer momento

    es difcil encontrar rboles deseables ya que estamos hablando de purmas relativamente

    jvenes y de sucesin terciaria o cuaternaria, es decir que es vegetacin que ha sido

    tumbada numerosas veces. La caracterstica de esta clase de purmas es la predominancia

    de las familias Piperaceae y Euphorbiaceae (segn la pendiente, como se explic

    previamente). Tambin predominan rboles de escaso tamao en trminos de altura y

    grosor de tronco, lo que no justifica mantenerlos.

    FOTOGRAFIA 4: ARBOL DE YUNGOR (DE CORTEZA BLANCA, AL CENTRO DE LA IMAGEN) AUTOR: LA GRAMA

    FOTOGRAFIA 5: ARBOL JOVEN DE YUNGOR (A LA IZQUIERDA DE LA IMAGEN) AUTOR: LA GRAMA

    Otro requisito fundamental es la no produccin paralela[21], incluso si se trata de

    especies diferentes. Es decir, si un productor desea cultivar jengibre orgnico pero

    mantiene pia convencional (incluso en otro predio) no ser propuesto para certificacin

    Biosuisse. Existe un requisito fundamental intangible, que es mantener una mentalidad

    abierta para proyectarse a futuro en nuevos sistemas productivos agroforestales (actitud

  • 31

    emprendedora); dicho carcter es detectado a criterio y consideracin del ingeniero de

    campo de La Grama, quien debe intuir o percibir el tipo de productor con el que est

    tratando (conformista, emprendedor, lder, conflictivo, pesimista, etc.). Lo fundamental

    en estos criterios primarios es evitar tanto la tala de bosques de alto valor de

    conservacin, como la prdida de suelo y su fertilidad antes de la siembra de jengibre; a la

    vez que se captan agricultores lderes y con una visin de mejora distinta al promedio

    imperante en la zona.

    b) Secundarias:

    Llamadas de esta manera no por su menor importancia sino porque involucran un

    nivel ms avanzado dentro de la proyeccin de conversin a los sistemas deseados. En

    este sentido, el agricultor debe buscar la recuperacin del suelo recin cosechado de

    jengibre. Es decir, no solamente se procura proteger al suelo para el cultivo inmediato

    sino que se busca una visin de regeneracin a futuro; incluso si implica que el productor

    de jengibre no vea directamente este beneficio sino la persona que le alquil el terreno.

    Esta es la razn fundamental por la cual es un nivel ms avanzado en la concepcin de

    manejo sostenible. De esta manera, es aceptable cualquier prctica de manejo sostenible

    de suelos tal como siembra de leguminosas, abonos verdes, incorporacin de materia

    orgnica compostada, utilizacin de microorganismos benficos (nativos e introducidos

    para fines especficos, como descomposicin de lignina), introduccin de especies

    forestales, etc. a fin de que dicho terreno pueda recuperar su fertilidad y sea utilizado

    nuevamente para jengibre o cualquier otro cultivo en el futuro, sin necesidad de recurrir a

    bosques. Dicho criterio aplica tanto a campos propios como alquilados. En este ltimo

    caso debe llegar a un acuerdo con la persona que alquila el terreno, sea nativo o colono,

    para darle dicho tratamiento al terreno post cosecha.

    La siembra de leguminosas puede darse en distintos momentos durante el ao,

    pudiendo ser durante el cultivo de jengibre o posterior al mismo. El criterio fundamental

    aqu es que el beneficio sea palpable una vez que el jengibre ha sido cosechado y el suelo

    ha perdido nutrientes y est expuesto a las inclemencias del clima. De esta manera, se

    puede utilizar como abono verde durante el cultivo del jengibre (aunque debe tenerse

    cuidado con el crecimiento vigoroso de estas especies leguminosas, que pueden competir

    peligrosamente con el jengibre) para posteriormente incorporarlo a la cosecha o

    sembrarlo al final de campaa. El criterio se considerar cumplido en ambos casos,

  • 32

    siempre y cuando los rboles permanezcan en pie al momento de cosechar el ltimo

    rizoma de jengibre. El mismo criterio de cumplimiento aplica para el kudzu. Para el caso

    de las especies forestales, es conveniente que se siembren en el mismo momento que el

    jengibre, ya que pueden aprovechar las lluvias propias de la poca para desarrollarse y su

    tasa de crecimiento no interferir con el del jengibre. De esta manera al terminar la

    cosecha del jengibre los arbolitos plantados son visibles, estarn instalados y tendrn la

    fuerza suficiente para desarrollarse durante el ao, en ausencia del manejo y cuidados

    que el productor de jengibre le dedicaba paralelamente mientras dur el cultivo.

    La incorporacin de materia orgnica compostada es una alternativa a la siembra de

    leguminosas y de forestales, ya que cumple con los objetivos que se plantearon a este

    nivel. Sin embargo, se debe considerar las cantidades a aplicar en funcin al tipo de

    terreno, pendiente, fertilidad (mediante anlisis), etc. Tomando en cuenta que es

    requisito fundamental que la materia orgnica est compostada, que las cantidades a

    aplicar probablemente sean de mnimo dos toneladas por hectrea para compensar las

    prdidas de fertilidad y que materia orgnica en la zona no abunda, esta opcin en

    primera instancia resulta menos atractiva que la siembra de rboles. Sin embargo, se

    mantiene como opcin viable, que puede ser complementada con el uso de

    microorganismos, tanto nativos como introducidos, que fomenten de manera rpida la

    formacin de biomasa en el suelo y por ende su recuperacin.

    FOTOGRAFIA 6: INSTALACION DE CAMA COMPOSTERA AUTOR: LA GRAMA

  • 33

    c) Terciarias:

    Existen dos elementos claves en este nuevo nivel objetivo. El primero es la

    disponibilidad de mayor rea por parte del agricultor para incorporar sistemas de rotacin

    de cultivos. En un primer momento podrn acceder a este manejo, productores con

    campos propios, mientras que en el sistema de alquileres deber existir una negociacin

    con el dueo del terreno para este fin, tarea un poco ms complicada. El segundo

    elemento es el establecimiento de agroforestera como sistema de produccin de

    jengibre. Si bien es cierto en los requisitos iniciales una opcin para la recuperacin del

    suelo recientemente cultivado con jengibre es la siembra de leguminosas, que pueden ser

    especies arbreas, dicha aplicacin no garantiza que en el futuro se establezca un manejo

    agroforestal. Existe la posibilidad incluso, que dichas siembras nunca se vuelvan a utilizar

    para fines agrcolas o queden por muchos aos de esa manera. Tampoco podemos

    descartar la posibilidad de que sea nuevamente tumbado en el futuro, vista la situacin

    de tenencia de la tierra en la regin. Por esta razn, no consideramos como sinnimos la

    siembra de especies arbreas con fines de recuperacin de suelos y/o reforestacin

    (criterios secundarios de Biosuisse) y la incorporacin de sistemas agroforestales, los

    cuales consideramos esenciales para la mejora tecnolgica del cultivo y la conservacin de

    suelos. El Instituto Nicaragense de Tecnologa Agropecuaria (1996) seala entre las

    ventajas del uso de sombra:

    Estimula el crecimiento de las plantas, alargando su perodo a madurez fisiolgica

    y significando mayor desarrollo de los rizomas.

    Proteccin de los rizomas de las quemaduras del sol.

    Se evita la deshidratacin de los rizomas.

    Se obtienen mayores volmenes de jengibre apto para exportacin.

    Aporte de nitrgeno al cultivo a travs del uso de especies de leguminosas de

    porte arbustivo.

    Sin embargo, excesos de sombra pueden llegar a crear un ambiente favorable para la

    incidencia de enfermedades fungosas y bacterianas que afectan el cultivo, principalmente

    durante la poca lluviosa. La sombra recomendada no debe exceder el 25 %.

    Es el alcance e implantacin de este nuevo sistema, y no solamente la utilizacin de

    prcticas de recuperacin de fertilidad y prevencin de prdida de fertilidad, el objetivo final

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    de la implementacin de todos los productores con Biosuisse. Es una visin de mantenimiento

    constante y no de reparacin. Es este ltimo concepto el que diferencia los requisitos iniciales

    de los posteriores.

    De esta manera, todos los productores aprobados y certificados por Biosuisse

    actualmente cumplen con todos los requisitos categorizados como primarios y tienen la

    actitud y disposicin para cumplir con el segundo nivel de requisitos viendo en el horizonte el

    llegar al tercer nivel. De esta manera, la estrategia consiste en crear un efecto multiplicador,

    donde los primeros productores sirvan de ejemplo a imitar por sus vecinos y dems

    productores de la regin, buscando la propagacin de estos mtodos y sistemas de manera

    viral. Y para que estos primeros adopten el rumbo trazado, como se explic anteriormente, La

    Grama apunta que ellos perciban beneficios econmicos derivados de la mejor calidad del

    producto, mayores rendimientos del mismo y del sistema de precios establecido y descrito

    prrafos arriba.

    5. Estrategias especficas y acciones a futuro

    El objetivo fundamental del presente trabajo fue sealado en el ltimo prrafo del

    captulo de antecedentes. Dicho objetivo fue desmenuzado y aterrizado en el captulo sobre

    criterios de seleccin de productores para Biosuisse, sealando especficamente qu aspectos

    deben considerarse de acuerdo a la realidad de la regin y cmo pueden alcanzarse, partiendo

    de los logros que La Grama ha conseguido hasta el momento. Es por esto que en este captulo

    se aborda el futuro del proyecto: Qu estrategias deben priorizarse? Cmo se asegurar que

    los productores puedan llegar a los niveles de cumplimiento descritos en los captulos

    anteriores? Cules son las acciones concretas que se ejecutarn para llegar a los objetivos