piel y salud mental

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Como en muchos otros grupos de trastornos, numerosas enfermedades de la piel interaccionan con trastornos mentales originándolos, empeorando su pronóstico o incluso llegando a situaciones dramáticas.(Cotterill & Cunliffe, 1997; Heydendael et al., 2004; Wessely & Lewis, 1989) Del mismo modo la relación puede ser inversa, de modo que algunas enfermedades de la piel pueden aparecer como consecuencia de situaciones estresantes o de afrontamientos desadaptativos (A. Picardi et al., 2005)que coinciden con trastornos de personalidad(Dermatitis artefacta.2006). Del mismo modo, existen tratamientos para enfermedades de la piel cuyos efectos secundarios pueden coadyuvar en la aparición de trastornos de tipo mental como es el tratamiento con corticoides(Hughes, Barraclough, Hamblin, & White, 1983); y al revés, algunos tratamientos propios de trastornos mentales como el litio, o algunos antipsicóticos pueden tener efectos secundarios en la piel.(Aktan, Özmen, & Şanli, 1998) Entre las relaciones más curiosas está la existencia de un delirio zoonosico, (Lantz, 2007)típico en algunas demencias, que debido al enorme prurito puede provocar importantes lesiones o situaciones dramáticas(Gupta, Schork, Gupta, Kirkby, & Ellis, 1993) La mejor prueba de esta interrelación es el efecto de los tratamientos no farmacológicos en lo

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Page 1: Piel y salud mental

Como en muchos otros grupos de trastornos, numerosas enfermedades de la piel interaccionan con trastornos mentales originándolos, empeorando su pronóstico o incluso llegando a situaciones dramáticas.(Cotterill & Cunliffe, 1997; Heydendael et al., 2004; Wessely & Lewis, 1989)

Del mismo modo la relación puede ser inversa, de modo que algunas enfermedades de la piel pueden aparecer como consecuencia de situaciones estresantes o de afrontamientos desadaptativos (A. Picardi et al., 2005)que coinciden con trastornos de personalidad(Dermatitis artefacta.2006).

Del mismo modo, existen tratamientos para enfermedades de la piel cuyos efectos secundarios pueden coadyuvar en la aparición de trastornos de tipo mental como es el tratamiento con corticoides(Hughes, Barraclough, Hamblin, & White, 1983); y al revés, algunos tratamientos propios de trastornos mentales como el litio, o algunos antipsicóticos pueden tener efectos secundarios en la piel.(Aktan, Özmen, & Şanli, 1998)

Entre las relaciones más curiosas está la existencia de un delirio zoonosico, (Lantz, 2007)típico en algunas demencias, que debido al enorme prurito puede provocar importantes lesiones o situaciones dramáticas(Gupta, Schork, Gupta, Kirkby, & Ellis, 1993)

La mejor prueba de esta interrelación es el efecto de los tratamientos no farmacológicos en lo que se ha dado en llamar “psicodermatología”(Fried, 2002)

Por todo ello es importante en la valoración clínica de este tipo de enfermos realizar también una valoración psicosomática(A. A. P. Picardi et al., 2005), para la que hay ya instrumentos validados(Rumpf, Löntz, & Uesseler, 2004)

En cualquier caso está muy clara y son muchas las vías de relación entre salud mental y enfermedades de la piel.

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