UNA SOLA COMUNIDAD

Peter Albert David Singer

La Igualdad Humana: Teoría y Práctica

Una “avalancha”, una “inundación”, fueron los términos empelados para describir la respuesta a las peticiones públicas a favor de las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Tres meses después del desastre, el total de donativos era de 1.300 millones de dólares.

Mientras tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estaba preparándose para presentar su informe Estado mundial de la infancia: más de 10 millones de niños menores de 5 años mueren cada año por casusas evitables tales como la malnutrición, agua no potable y ausencia de los niveles más básicos de atención sanitaria. No hubo una “avalancha” de dinero para UNICEF tras la publicación de estas cifras.

Contradicción Para muchos el ámbito de la preocupación por otros se detiene en las fronteras de su propio país. Es peor dejar necesitado a un conciudadano que dejar en tal estado al habitante de otro país.

Por otro lado, la mayoría apoya declaraciones tales como “todos los seres humanos tienen los mismos derechos” o “toda la vida humana tiene el mismo valor”

¿Podemos reconciliar estas actitudes?

Una Preferencia por los Nuestros

Todos deberíamos de estar de acuerdo en que cada uno de nosotros está obligado a mostrar amabilidad hacia sus padres, esposa e hijos, y hacia otros familiares en grado menor, y aquellos que nos han prestado algún servicio, y a cualesquiera otros a los que hayamos admitido en nuestra intimidad y llamado “amigos”, y a los vecinos y a nuestros compatriotas más que a otros. Y quizá podríamos decir que a los de nuestra raza más que a los de raza negra o amarilla, y en general a los seres humanos en proporción a su afinidad con nosotros.

Debemos ser honrados, decentes, leales y cordiales con los miembros de nuestra propia sangre y con nadie más. Lo que les ocurra a los rusos, o a los checos, es algo que me deja totalmente indiferente. Debemos apropiarnos de toda la buena sangre como la nuestra que pueda haber en otros países, si es necesario capturando a sus hijos y trayéndolos con nosotros. Si las otras razas viven cómodamente o se mueren de hambre sólo me interesa en la medida en que las necesitemos como esclavas de nuestra cultura. Aparte de tal motivo, no me interesan. Que mueran o no de agotamiento 10.000 mujeres rusas mientras excavan una zanja antitanques sólo me interesa si esa zanja antitanques se excava para Alemania.

Ética e Imparcialidad

Filosofo de Oxford del siglo XX, R. M. Hare

Consideraba que para que los juicios contasen como juicios

morales debían de ser universalizables, es decir, el

que los proclamase debía estar preparado para prescribir que fuesen llevados a cabo en todas las situaciones reales e

hipotéticas, no solo en aquellas en que se beneficia

de ellas, sino también en aquellas en que está entre los

perdedores.

Suponiendo que yo mismo fuese el ayuda de cámara, debería haber escogido morir más que permitir que muriera Fénelon. La vida de Fenelón era realmente preferible a la ayuda de cámara. Pero el entendimiento es la facultad que percibe la verdad de ésta y similares proposiciones, y la justicia es el principio que regula mi conducta de acuerdo con ese entendimiento. Habría sido justo para el ayuda de cámara que prefiriese al arzobispo frente a él mismo. Haber hecho algo distinto habría supuesto una quiebra en la justicia. Supongamos que el ayuda de cámara hubiese sido mi esposa, mi madre o mi benefactor. Eso no alteraría la verdad de mi proposición. La vida de Fénelon seguiría siendo más valiosa que la del ayuda de cámara, y la justicia –la justicia pura y sin adulterar- seguiría dando preferencia a aquello que es más valioso. La justicia me habría enseñado a salvar la vida de Fénelon a costa de la del otro. ¿Cuál es la magia del prenombre <<mi>> para que trastoque las decisiones de la verdad eterna? Mi mujer o mi madre pueden ser unas estúpidas, o unas prostitutas, maliciosas, mentirosas o deshonestas. Si lo son, ¿qué importancia tiene que sean mías?

Hare argumenta que en la vida cotidiana a menudo es muy difícil determinar cuales son las consecuencias de toda decisión que adoptamos, y si intentásemos hacerlo, nos arriesgaríamos a equivocarnos debido a nuestra implicación personal y a las presiones de la situación.

Para guiar nuestra conducta cotidiana necesitamos un conjunto de principios de los que seamos conscientes sin necesidad de una gran reflexión. Estos principios forman el nivel intuitivo, o cotidiano de la moralidad.

Por otro lado, en un momento más tranquilo o más filosófico, podemos reflexionar sobre la naturaleza de nuestras intuiciones morales, y preguntarnos si hemos desarrollado las correctas, es decir, las que llevan al bien mayor, considerado de forma imparcial.

Cuando hacemos esta reflexión, nos movemos hacia el nivel crítico de la moral, el que informa nuestro pensamiento acerca de que principios deberíamos seguir a nivel cotidiano. Por tanto, el nivel crítico sirve como base para examinar intuiciones morales.

Una Evaluación de las Preferencias Parciales

Padres e Hijos.

El amor y la amistad.

Aquellos que han prestado algún

servicio, vecinos, compatriotas.

Los compatriotas como parientes en un sentido amplio

Bajo algunas interpretaciones de la nacionalidad, ser miembros de la misma

nación es como una versión amplia de ser parientes.

Una comunidad de reciprocidadPodríamos considerar que tenemos una

obligación especial hacia nuestros conciudadanos porque todos formamos parte

de una empresa colectiva de algún tipo*.

¿Es una razón suficiente favorecer a los conciudadanos por delante de ciudadanos de otros países cuyas necesidades son mucho

mas acuciantes?

La comunidad imaginadaBenedict Anderson dice que una nación es como una

“comunidad imaginada”, que vive sólo en la mente de aquellos que se ven a sí mismos como ciudadanos de la misma nación. Aunque los ciudadanos nunca se encuentran a la mayoría de los otros miembros de la nación, piensan en sí mismos como parte de un compromiso hacia unas instituciones y valores comunes, como una constitución, procedimientos democráticos, principios de tolerancia, la separación de la Iglesia y el Estado, el imperio de la ley.

Necesitamos preguntarnos si, a largo plazo, será mejor que continuemos viviendo en las comunidades imaginadas que llamamos Estados-nación, o si empezamos a considerarnos a nosotros mismos como miembros de una comunidad imaginada mundial.

La eficiencia de las naciones

Robert Goodin defiende un sistema de obligaciones especiales hacia nuestros compatriotas “como un recurso administrativo para llevar a cabo de forma más efectiva nuestras obligaciones generales”, pero también reconoce que se si se ha producido una asignación errónea de algún tipo, de manera que algunos Estados se les ha asignado el cuidado de más personas que recursos asignados para atenderles, entonces habrá que proceder a reasignarlos.

Justicia de los Estados y entre

Estados* Y hacia todos los hombres

con los que hayamos podido relacionarnos les debemos pequeñas atenciones que

no entrañen molestias: pero quienes padecen la adversidad o están

acuciados por la necesidad tienen derecho a esperar de

nosotros una amabilidad especial.

Rawls y el derecho de

gentesUno de los trabajos más influyentes sobre la justicia escrito en la Norteamérica del siglo XX es la Teoría de la Justicia, de John Rawls. Ésta obra no se ocupa de la justicia entre sociedades. No obstante, con una de las publicaciones más recientes El derecho de gentes, Rawls finalmente se ocupa de la cuestión de la justicia mas allá de las fronteras de nuestra sociedad. Rawls cree que las sociedades acomodadas tienen unas obligaciones significativas hacia las sociedades que luchan por desarrollarse, pero no se centra en las obligaciones hacia los individuos desamparados en otros países. Después de todo, el libro se titula El derecho de gentes, y no, por ejemplo. Una teoría de la justicia global.

La Realidad En general, Peter Singer considera que no hay bases firmes para

preferir ayudar a un conciudadano que alguien más necesitado de otro país. Los países desarrollados deberían de preocuparse más por los más necesitados.

Entre las naciones desarrolladas del mundo, ordenadas en base al Producto Nacional Bruto que dan ayuda para el desarrollo, Estados Unidos está en último lugar.

Aún falta mucho para erradicar la pobreza en el mundo y cumplir así uno de los Objetivos del Desarrollo del Milenio.

El fracaso de Norteamérica a la hora de poner todo su potencial en la lucha contra la pobreza es debido, no sólo a la ignorancia del público norteamericano respecto a esta cuestión, sino también a las deficiencias morales de sus lideres políticos.

Un Desafío ÉticoNo estamos desprovistos de potencial para actuar

por nosotros mismos. Podemos tomar medidas prácticas para expandir nuestros intereses por encima de las fronteras nacionales apoyando a organizaciones que trabajan para ayudar a los necesitados sean cuales sean.

“Aquello que un hombre tenga en superabundancia, por derecho natural, se lo debe al pobre, para su sustento”. Tomas de Aquino.

Bugatti Veyron

El hecho de que la mayoría de las personas no ayuden a otras ¿Significa que este bien no hacerlo?

Según estudios del Banco Mundial, cuando a un país pobre con una buena gestión se le da una ayuda equivalente al 1% de su PIB, la pobreza y la mortalidad infantil se reducen en un 1%.

Video de Peter Singer

http://www.youtube.com/watch?v=CfHFEX11obQ

Todo lo que se necesitaría para poner al mundo en el camino de eliminar la pobreza global mucho más rápidamente que los objetivos de la Cumbre del Milenio sería la modesta suma del 1% de los ingresos anuales de cada quien.