pesquisa fapesp 2013 - edición 3

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PESQUISA FAPESP 2013_ EDICIÓN 3 La era de los genomas comparables La bioinformática avanza con métodos eficientes de análisis de la información genética y nuevas máquinas de secuenciación de ADN MEDICINA Partículas mitigan los efectos colaterales de drogas empleadas contra el cáncer CERÁMICA La innovación dinamiza a la industria de pisos y azulejos OLIMPÍADAS CIENTÍFICAS Certámenes revelan talentos para la investigación en la enseñanza media IMAGEN POSITIVA EE.UU. atrajo a artistas brasileños durante el régimen militar 2013_ EDICIÓN 3 WWW.REVISTAPESQUISA.FAPESP.BR

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La era de los genomas comparables

La bioinformática avanza con métodos eficientes de análisis de la información genética y nuevas máquinas de secuenciación de ADN

MedicinaPartículas mitigan los efectos colaterales de drogas empleadas contra el cáncer

ceráMica La innovación dinamiza a la industria de pisos y azulejos

OliMPíadas cientíFicas Certámenes revelan talentos para la investigación en la enseñanza media

iMagen POsitiva EE.UU. atrajo a artistas brasileños durante el régimen militar

2013_ EDICIÓN 3 www.revistapesquisa.fapesp.br

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PESQUISA FAPESP | 3

2013 _ edición 3 www.revistapesquisa.fapesp.br

política científica y tecnológica

18 Geocienciascomienza a funcionar en la usp una nueva microsonda electrónica para el análisis de los elementos químicos presentes en los minerales 22 Educaciónel avance brasileño en olimpíadas científicas motiva a los estudiantes secundarios y ayuda en la formación de nuevos investigadores

28 Difusióneditor de la revista Nature y directivo de la royal society discuten en la fapesp desafíos y límites de la apertura de datos

ciencia

30 EcologíaMapas tridimensionales describen la estructura de la selva amazónica y facilitan el monitoreo de los impactos de la fragmentación en la vegetación nativa

36 Zoologíadetectan en un estudio anormalidades óseas comunes en ballenas yubartas de la costa brasileña

38 Medicinapartículas sintéticas reducen la toxicidad y amplían la acción de los medicamentos contra el cáncer

5 tapabioinformáticos brasileños crean herramientas para estudiar genomas

IlUStrAcIón DE POrtADA fabio otubo

10 entReViStaparasitólogo se refiere a sus más recientes descubrimientos científicos y al compromiso con la salud pública

SEccIOnES

4 carta de la editora74 Arte

44 Astronomíael gas emitido por explosiones estelares bloqueó el crecimiento de galaxias enanas

48 ópticafísicos emplean láser para sincronizar osciladores microscópicos que funcionan como los péndulos de los relojes

tecnología

50 Industriael desarrollo tecnológico en las fábricas de pisos y azulejos cerámicos catapulta a brasil al puesto de segundo productor mundial

56 Silviculturaeucalipto transgénico rinde un 20% más que la especie arbórea convencional

60 Investigación empresarialLas innovaciones de Johnson & Johnson en las áreas de salud de la mujer y protección solar se exportan al resto del mundo

humanidadeS

64 Artes plásticasarchivos revelan intereses ocultos del gobierno estadounidense por atraer a artistas brasileños hacia nueva York

70 Personalidadanalizan en diversos estudios las obras de Oscar niemeyer, el creador de brasilia

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De la bioinformática a las olimpíadas científicas

Mariluce Moura | Directora De reDacción

carta de la editora

Hace unos 15 años, cuando el proyecto de secuenciación completa del genoma humano despuntaba como la más fascinante aventura científica del final del siglo XX e inspiraba los más ambiciosos sueños de grupos de biólogos –se-

ducidos por la idea anacrónica que suponía que la biología reemplazaría a la física como modelo por excelencia de la ciencia–, Brasil iniciaba su incursión pionera en la genómica, destinada, entre otros objetivos, a impulsar una aceleración conside-rable en la competencia nacional en el ámbito de la biología molecular. Esa primera iniciativa, tal como muchos lo recordarán, era la secuenciación de la bacteria Xylella fastidiosa, y se debían superar algunos importantes obstáculos para que fuera exi-tosa. La elaboración de la bioinformática del proyecto constituía uno de los gran-des retos porque, en rigor, Brasil no contaba con capacidad alguna en ese campo.

Al comienzo del año 2000, cuando se concluyó el proyecto, la bioinformática, conducida por la maestría de sus primeros especialistas en el país, se transformó indiscutiblemente en una de las razones de tal éxito. Desde entonces, se han for-mado en Brasil tres generaciones de bioinformáticos, y nuestros expertos, séniores y júniores, participan en la actualidad activamente en la carrera internacional en busca de herramientas que, entre otras búsquedas, intentan facilitar la compara-ción entre diferentes genomas, tornando a la secuenciación cada vez más rápida y barata. De algunas de estas herramientas y del contexto de creciente madurez de la investigación nacional en bioinformática, que transita sin inconvenientes entre ciencia y tecnología, es que versa el reportaje de tapa de la presente edición de Pesquisa FAPESP, elaborado por el editor especial Marcos Pivetta (página 5)

Deseo destacar también el reportaje sobre los avances en la calidad técnica de la cerámica producida en São Paulo, en particular en el polo cerámico de Santa Gertru-des, en la reigión central del estado, que contribuyó a posicionar a Brasil como el se-gundo fabricante mundial de pisos y azulejos cerámicos, tan sólo por detrás de China. En 2001, el país era el cuarto productor mundial de placas cerámicas y São Paulo era responsable por un 40% de esa producción (473 millones de metros cuadrados). Fue entonces, que un proyecto presentado por investigadores del Centro Cerámico de Brasil (CCB) y por empresas del polo de Santa Gertrudes, en colaboración con otros investigadores vinculados a universidades e institutos de investigación, obtuvo en la FAPESP el apoyo sustancial del programa de Consorcios Sectoriales para la Inno-vación Tecnológica (Consultec). Sus efectos: aumentó significativamente la calidad de los materiales cerámicos brasileños y la participación paulista en la producción nacional trepó hasta un 70% de los 866 millones de m2 fabricados en 2012. Ese trayec-to está descrito en el relato del periodista Yuri Vasconcelos, a partir de la página 50.

Para terminar, quisiera recomendar un reportaje que aborda un tema sensible al desarrollo contemporáneo del país, como lo es la educación científica, elaborado por nuestro editor de política científica y tecnológica, Fabrício Marques. En el texto que comienza en la página 18, Marques intenta mostrar en qué incide la participación de estudiantes de la enseñanza media en olimpíadas científicas respecto a la la formación de nuevos investigadores científicos, y de qué modo la obtención de medallas en esos certámenes se transforma en un especial estímulo para que más jóvenes abrazan la carrera científica. ¡Buena lectura!

FunDación De apoyo a la investigación cientíFica Del estaDo De são paulo

celso laFerPresiDente

eDuarDo Moacyr KriegerVicePresiDente

consejo superioralejanDro szanto De toleDo, celso laFer, eDuarDo Moacyr Krieger, FernanDo Ferreira costa, Horácio laFer piva, HerMan jacobus cornelis voorwalD, joão granDino roDas, Maria josé soares MenDes giannini, josé De souza Martins, luiz gonzaga belluzzo, suely vilela saMpaio y yosHiaKi naKano

consejo técnico adMinistrativo

josé arana varelaDirector PresiDente

carlos Henrique De brito cruzDirector científico

joaquiM j. De caMargo englerDirector aDministratiVo

consejo editorialcarlos Henrique de brito cruz (presidente), caio túlio costa, eugênio bucci, Fernando reinach, josé eduardo Krieger, luiz Davidovich, Marcelo Knobel, Marcelo leite, Maria Hermínia tavares de almeida, Marisa lajolo, Maurício tuffani y Mônica teixeira

coMité científicoluiz Henrique lopes dos santos (presidente), adolpho josé Melfi, carlos eduardo negrão, Douglas eduardo zampieri, eduardo cesar leão Marques, Francisco antônio bezerra coutinho, joão Furtado, joaquim j. de camargo engler, josé arana varela, josé roberto de França arruda, josé roberto postali parra, luís augusto barbosa cortez, Marcelo Knobel, Marie-anne van sluys, Mário josé abdalla saad, paula Montero, roberto Marcondes cesar júnior, sérgio luiz Monteiro salles Filho, sérgio robles reis queiroz, wagner do amaral y walter colli

coordinador científicoluiz Henrique lopes dos santos

directora de redacciónMariluce Moura

editor en jefeneldson Marcolin

editores carlos Haag (Humanidades); Fabrício Marques (Política); Marcos de oliveira (Tecnología); ricardo zorzetto (Ciencia); carlos Fioravanti y Marcos pivetta (editores especiales); bruno de pierro y Dinorah ereno (editores asistentes)

traducción y revisión Damian Kraus y ariel Kraus

arte Mayumi okuyama (editora); ana paula campos (editora de infografías); Maria cecilia Felli y alvaro Felippe jr. (asistentes)

fotógrafos eduardo cesar y léo ramos

Medios electrónicos Fabrício Marques (coordinador)internet Pesquisa FAPESP onlineMaria guimarães (editora)júlio cesar barros (editor asistente)rodrigo de oliveira andrade (reportero)radio Pesquisa Brasilbiancamaria binazzi (productora) colaboradores evanildo da silveira, Fabio otubo, igor zolnerkevic y valter rodrigues (Banco de imágenes); yuri vasconcelos

iMpresión ibep gráfica

proHibida la reproducción total o parcial de textos y fotos sin la debida autorización previa

pesQuisa fapesp rua joaquim antunes, no 727, 10o andar, cep 05415-012, pinheiros, são paulo-sp – brasil

fapesprua pio Xi, no 1.500, cep 05468-901alto Da lapa, são paulo-sp – brasil

secretaría De Desarrollo econóMico, ciencia y tecnología

gobernación del estado de são paulo

issn 1519-8774

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PESQUISA FAPESP | 5

Bioinformáticos brasileños crean

herramientas para estudiar genomas

Marcos Pivetta

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Más bits al servicio del ADn

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técnica destinada a comparar genomas comple-tos denominada single-cut-or-join (SCJ) y, el año pasado, realizó prácticas con genomas de algunos organismos, tales como plantas y bacterias. “Con nuestro método podemos comparar fácilmente dos o más genomas sin que aumente exponencial-mente la cantidad de cálculos, tal como ocurre con otras técnicas”, sostiene Meidanis. “Así podemos construir árboles genealógicos y comprobar cuáles son los genomas más próximos y los más distantes desde el punto de vista evolutivo”. El matemático fue uno de los coordinadores de bioinformática del proyecto que secuenció, en el año 2000, el genoma de la bacteria de la Xylella fastidiosa, causante del amarelinho [la clorosis variegada de los cítricos] de los naranjales. El trabajo fue por primera vez tema de tapa en la revista científica Nature para una investigación brasileña.

Para comparar todo el material genético de una especie con el de otra, los investigadores deben re-currir a simplificaciones. La principal consiste en

Hace poco más de una década casi no había genomas completos por anali-zarse. Ahora hacen falta programas y mano de obra especializada para dar cuenta de la cantidad de secuen-

cias de ADN depositadas en bases de datos públi-cas que surgen diariamente de una nueva genera-ción de secuenciadores. Extremadamente veloces, esas máquinas determinan los pares de bases del material genético, las denominadas letras químicas, a un precio miles de veces menor que al comienzo de los años 2000, cuando se completó la epopeya de secuenciar el primer genoma humano. De cara a ese desafío, el matemático João Meidanis, socio fundador de la empresa Scylla Bioinformática y docente de la Universidad Campinas (Unicamp), desarrolló una línea de investigación consistente en crear métodos más sencillos y eficientes para comparar dos o más genomas.

Junto a Pedro Feijão, su ex alumno de docto-rado, estableció en 2009 la base teórica de una

puBlicado en FeBReRo de 2013

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6 | JULIO DE 2013

considerar que los genes presentes en los genomas comparados son exactamente los mismos, aunque se encuentren ordenados en forma diferente en la secuencia específica de cada organismo. Partiendo de ese razonamiento, los métodos para comparar ge-nomas cuentan el número de reordenamientos que han sido necesarios para que un genoma se transfor-me en otro. Esos reagrupamientos son consecuencia del movimiento de grandes segmentos de ADN ocu-rrido a lo largo del tiempo en la secuencia original. De este modo, cuanto menor fuera la cantidad de reordenamientos que separan a dos genomas, más cercanos se encuentran dentro del árbol evolutivo.

En su método, Meidanis y Feijão formularon una definición alternativa para el concepto de punto de ruptura (breakpoint), un parámetro importante para ubicar reordenamientos en una

secuencia y así calcular la cercanía entre dos ge-nomas. El punto de ruptura es el sitio donde hay una interrupción en un largo segmento conser-vado en los genomas que se están comparando.

El año pasado, ambos también perfeccionaron otro método de comparación de genomas, más mi-nucioso que el SJC. Esta segunda técnica, propuesta inicialmente en el año 2000, permitía confrontar solamente genomas circulares. Con su perfeccio-namiento, también pasó a ser útil para comparar el material genético de cromosomas lineales. “Ésa era una de las limitaciones en la técnica original”, comenta Feijão, quien actualmente trabaja en Scylla. El nuevo método, basado en lo que los matemáticos denominan formalismo algebraico por adyacencias, todavía no fue probado en genomas reales. Por aho-ra existe como teoría. Fo

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la depreciación del ADn

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

en una década, el costo de la secuenciación del genoma humano se redujo de 100 millones de dólares a menos de 10 mil dólares

100 millones

10 millones

1 millón

100 mil

10 mil

1 mil

2000

el genoma de la bacteria

Xylella fastidiosa es

secuenciado por un

grupo de investigadores

paulistas y el estudio

fue destacado

en la portada

de la revista Nature

2003

el proyecto

internacional

que secuenció

el genoma

humano es

declarado

oficialmente

concluido

2002

Se publica

el genoma

del ratón

2004

Se divulgan los

originales de los

genomas de la rata

de laboratorio,

del perro, de la vaca,

del pollo y del álamo

2001

la versión inicial

de la secuenciación

del adn humano

copa las páginas

de los periódicos

científicos

* el eje y en escala logarítmica (en uS$)

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PESQUISA FAPESP | 7

MEtAgEnóMIcAMeidanis, lógicamente, no es el único en compro-bar los efectos de la nueva realidad en su campo de actuación. De regreso en Brasil desde media-dos de 2011, luego de ocho años en el Virginia Bioinformatics Institute, Estados Unidos, João Carlos Setubal, hoy en día profesor titular del Instituto de Química de la Universidad de São Paulo (USP), percibe que la demanda por ser-vicios e investigación en su área ha crecido y se ha sofisticado en los últimos tiempos. Desde que retornó a São Paulo, ha recibido, por ejemplo, 16 propuestas para colaborar en iniciativas de otros investigadores. “Los secuenciadores de última generación aportan una cantidad astronómica de datos genómicos, de proteómica y del me-tabolismo de los organismos”, afirma Setubal,

quien también fue uno de los coordinadores de bioinformática del proyecto de la Xylella. “Con el abaratamiento de la tecnología, actualmente cualquier proyecto de investigación con un mí-nimo de recursos puede secuenciar el genoma de un organismo”.

En la última década, surgió un nuevo campo para los biólogos y bioinformáticos que es el de la metagenómica, donde se estudia la microbiota de un nicho ecológico. El proyecto principal de Setubal, un temático de la FAPESP sobre microor-ganismos presentes en el Zoológico de São Paulo, se incluye en dicha área. Mediante ese abordaje, en lugar de aislar y cultivar los microorganismos con el fin de extraer por separado el ADN de cada especie, el investigador toma una muestra directamente del ambiente que ha de estudiar-se. En esa muestra, el ADN de varias especies se presenta “mezclado” y le cabe al bioinformáti-co hallar técnicas para separar y caracterizar el material genético de cada una de ellas. “Estamos estudiando tres microbiomas en el Zoológico: el compost elaborado por los empleados del parque, el agua de los lagos y las heces de los monos au-lladores [carayás]”, añade Setubal.

l a metagenómica también es una forma de hurgar organismos desconocidos en un há-bitat específico. El equipo de Ana Tereza Ri-

beiro de Vasconcelos, coordinadora del centro de bioinformática del Laboratorio Nacional de Com-putación Científica (LNCC), en Petrópolis, parti-cipó en el descubrimiento de bacterias magnéticas halladas en la laguna de Araruama, en la costa de Río de Janeiro, una de las más salinas del mundo. Una de esas bacterias encontradas fue la Candida-tus magnetoglobus multicellularis. Esta bacteria, identificada por Ulysses Lins, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), es difícil de ais-lar en el ambiente para mantenerla en un medio de cultivo. “Actualmente trabajamos en una decena de proyectos de metagenómica”, dice Ribeiro, quien posee tres secuenciadores en su laboratorio y un equipo formado por unas 25 personas.

La escala de tiempo y dinero involucrados en los proyectos dedicados a analizar el ADN de organis-mos se modificó radicalmente durante la última dé-cada. En los primeros años de la era genómica, tan sólo las grandes empresas osaban aventurarse en ese nuevo terreno. En abril de 2003, cuando el consorcio público internacional que secuenció por primera vez un genoma humano concluyó oficialmente su trabajo, la megainiciativa había insumido 13 años de trabajo de centenares de científicos de al menos 18 países (Brasil inclusive) y unos 2.700 millones de dólares. En una proporción mucho menor, pero no por ello irrelevante, la secuenciación de la Xylella le costó 12 millones de dólares a la FAPESP y requirió el trabajo de 192 científicos durante tres años.

2008 2009 2010 2011 2012

2008

las máquinas de segunda

o última generación

irrumpen en el mercado

y derrumban el costo de la

secuenciación de genomas

2011 científicos chinos del

BGi anuncian un proyecto

para secuenciar 3 millones

de genomas de plantas,

animales, seres humanos

y microorganismos

lEy DE MoorE

Hasta mediados de los años 2000,

la disminución del costo de secuenciar

siguió el abaratamiento tecnológico

producto de la ley de Moore.

después, el precio cayó abruptamente

2012 el genoma

completo de 1.092

personas, de diferentes

continentes, se publica

en la revista Nature

Fuente nHgRI gEnOmE SEqUEncIng PROgRam

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8 | JULIO DE 2013

P ero ahora, la secuenciación de genomas se ha convertido en una tarea entre 10 mil y 20 mil veces más barata de lo que era hace

poco más de una década, según datos del National Human Genome Research Institute (NHGRI) de Estados Unidos. El arribo en masa al mercado, a comienzos de 2008, de los secuenciadores de se-gunda generación, que emplean una tecnología distinta a la de los primeros aparatos del tipo San-ger, ha llevado a que el costo de la secuenciación disminuya a un ritmo acelerado que supera larga-mente las mejoras en el desempeño producto de la Ley de Moore en la informática. Actualmente, en dos o tres días, con un costo de unos pocos miles de dólares, pueden determinarse las 3 mil millo-nes de letras químicas del ADN de una persona. “La bioinformática es una nueva herramienta, una lupa, para comprender mejor el fenómeno bioló-gico, que no se ha modificado, pero ahora puede observárselo de otra forma”, dice Gonçalo Perei-ra, del Instituto de Biología (IB) de la Unicamp.

Pero secuenciar es una cosa, y extraer infor-mación útil de los miles de millones de datos que las computadoras depositan cotidianamente en manos de los científicos es otra, bastante más compleja. “La secuenciación en sí misma ahora es barata, se transformó en una commodity, pero el análisis de los datos es caro”, dice el experto en informática João Paulo Kitajima, de Men-delics, una empresa creada recientemente que

El abaratamiento de la secuenciación tornó accesibles las técnicas genómicas para proyectos con cualquier presupuesto

trabaja con diagnósticos genómi-cos personalizados. “La demanda por el trabajo de bioinformática ha crecido exponencialmente y hay un gap entre la oferta y la demanda de expertos en Brasil y en el exterior”.

Resulta difícil estimar con preci-sión el tamaño de la comunidad de bioinformáticos en el país. Según Gui-llherme Oliveira, presidente de la Aso-ciación Brasileña de Bioinformática y Biología Computacional (AB3C), unas 300 personas, entre docentes, alum-nos e investigadores, mantienen vín-culos con la entidad. “Tiempo atrás, el bioinformático era autodidacta”, dice Oliveira, coordinador del centro de bioinformática de la Fiocruz de Mi-nas Gerais. “Actualmente, buena parte emerge de las carreras de posgrado y en cada estado hay algún especialista del sector. Una novedad es que ahora las empresas también trabajan en el área”. Grandes universidades del país, tales como la USP, la UFRJ y la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), y la Fiocruz, cuentan con programas de posgrado específicos en bioinformática. Otras universidades trabajan en el tema como una línea de investigación en el ámbito de posgrado de un área más amplia, tal como biología o computación.

en menos de 15 años, un centro chino de bioinformática se ha transformado, desde su condición de socio menor del consorcio internacional que mapeó el primer genoma humano, en la mayor potencia global en términos de secuenciación de adn. Fundado en 1999, el Beijing Genomics institute (BGi, según su sigla en inglés), actualmente es dueño de 180 máquinas secuenciadoras, la mayor parte de ellas de última generación, que pueden generar diariamente 6 terabytes de datos, el equivalente a los genomas completos de 2 mil individuos. posee 4 mil empleados y filiales en estados unidos, europa y Japón. el trabajo de los chinos, realizado a una escala gigantesca, genera la expectativa de que el costo de secuenciar un genoma humano disminuya pronto hasta los 1.000 dólares, y los ubica en un sitial protagónico en proyectos de punta, que

van mucho más allá de la determinación de la secuencia genética de un símbolo nacional, el panda gigante, un logro alcanzado hace tres años.

en 2010, por ejemplo, el BGi secuenció el primer genoma completo de un ancestro del ser humano, el adn de un esquimal que vivió hace 4 mil años. en 2012 aportó el adn de 100 chinos para un esfuerzo internacional que estudia el genoma de alrededor de mil individuos de distintas regiones del planeta. También durante el año pasado, el centro se propuso secuenciar en los próximos años 3 millones de genomas, provenientes de seres humanos, plantas, animales y microorganismos.

la política de los chinos es agresiva en todos los sentidos, no sólo en el campo científico, sino también desde el punto de vista comercial. además de vender sus servicios en bioinformática,

china posee el mayor centro de secuenciaciónel BGi intenta asegurarse el acceso a los más recientes avances en el sector. al comienzo de este año, el centro asiático obtuvo luz verde de los estadounidenses para adquirir por 177 millones de dólares una compañía en california, complete Genomics, que desarrolló una nueva tecnología de secuenciación, cuyos resultados serán más precisos que los obtenidos mediante los métodos actualmente en uso en todo el mundo.

panda gigante: uno de los genomas que los chinos del Beijing Genomics institute (BGi) secuenciaron por completo

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PESQUISA FAPESP | 9

l os trabajos de secuenciación y análisis del genoma del Schistosoma mansoni, el pará-sito causante de la esquistosomiasis, consti-

tuyen el proyecto con mayor visibilidad al que el centro de bioinformática de la unidad de Minas Gerais de la Fiocruz se ha dedicado durante los últimos años. Pero las seis máquinas secuencia-doras y los 15 especialistas en bioinformática del sector encabezado por Oliveira participaron en alrededor de 60 proyectos distintos, que incluyen estudios sobre el genoma del cáncer, de agentes infecciosos, de razas bovinas y trabajos en metage-nómica. Ahora, el centro incluso genera y analiza datos para la Red de Investigación Molecular de la Biodiversidad Brasileña (Br-BoL), coordinada por Cláudio Oliveira, del Instituto de Biociencias de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Botucatu, que catalogará 120 mil ejemplares de 24 mil especies de la naturaleza durante cuatro años. La BR-BoL es el brazo brasileño de un proyecto internacional, el Barcode of Life (Código de Ba-rras de la Vida), que procura identificar especies mediante la caracterización de su ADN.

La bioinformática se ha difundido por el país y se ha asentado en centros alejados de las grandes capitales del sudeste. En la Universidad Federal de Pará (UFPA), Artur Silva realiza investigacio-nes en el sector y colabora con grupos de São Pau-lo. Desde mayo del año pasado, Sandro de Souza, quien durante años dirigió esa área en el Instituto Ludwig de Investigaciones sobre el Cáncer de São Paulo, trabaja en el Instituto del Cerebro de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN). Souza no cuenta con un secuenciador en dicha capital norteña. Pero eso no le preocupa. “Puede hacerse secuenciación hasta en la nube de internet si uno quiere”, afirma Souza. “Estoy comenzando con mis trabajos en neurociencias sin ningún problema”.

Sucede que Souza aún tiene acceso a todas las máquinas del Ludwig – cuya sede administrativa

se encuentra actualmente en el hospital Sirio-Li-banés de São Paulo – que fueron transferidas a la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto (FMRP) de la USP, donde comenzó a funcionar el año pasado el Centro de Medicina Genómica. “Las técnicas de genómica y bioinformática revolu-cionarán la práctica médica, tal como lo hizo la medicina basada en imágenes”, sostiene Wilson Araújo da Silva Júnior, uno de los responsables por el nuevo centro de la FMRP.

Para tornar más accesibles los servicios de se-cuenciación y análisis de ADN y ARN, la Unicamp inaugura el 1º de marzo el Laboratorio Central de Tecnologías de Alto Desempeño (LacTAD), que actuará en los campos de la genómica, proteómica, biología celular y bioinformática propiamente di-cha. Entre el instrumental del laboratorio hay dos secuenciadores de nueva generación de la empresa Illumina, de aquéllos que en pocos días son capa-ces de secuenciar por completo un ADN humano, y un tercero para secuenciar regiones específicas de genomas. En rigor, los aparatos del centro ya se encuentran en uso desde el año pasado, cuando arribaron a la universidad, pero distribuidos en distintas unidades. A partir del próximo mes, co-menzarán a operar en el edificio de 2 mil metros cuadrados construido para el LacTAD.

“Creemos que hay una demanda latente por ese tipo de servicio, y la bioinformática se ha convertido en un problema para muchas investi-gaciones en las áreas biológicas”, sostiene el quí-mico Ronaldo Pilli, prorrector de Investigación de la Unicamp, quien se encuentra al frente del proyecto del nuevo laboratorio. “Mantenemos la tendencia mundial de ofrecer ese tipo de servicio en forma centralizada. Así resulta más fácil ad-quirir, operar y mantener actualizados los equi-pamientos”. El instrumental del LacTAD costó unos 5,5 millones de reales y fue adquirido por medio del programa Multiusuarios de la FAPESP. El edificio, presupuestado en 4 millones de rea-les, fue financiado por la universidad.

El LacTAD prestará servicios para investiga-dores de la Unicamp y también de otras universi-dades y empresas. En el sitio web del laboratorio hay un formulario para los investigadores inte-resados en cotizar los precios por sus servicios. “Realizaremos trabajos que pueden costar desde 100 hasta 100 mil reales”, comenta Pilli. Se trata de la democratización de la bioinformática. n

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1. estudios de la diversidad microbiana en el parque Zoológico de São paulo – n° 11/ 50870-6; Modalidades programa Biota – pro-yecto Temático; coordinadores João Setubal – uSp; Inversión R$ 1.711.698,25 (FapeSp); 2. eMu: laboratorio central de Tecnologías de alto desempeño – n° 09/ 54129-9; Modalidades programa de equipamientos Multiusuarios; coordinadores Fernando Ferreira costa – unicamp; Inversión R$ 6.034.431,00 (FapeSp).

aguas hipersalobres de la laguna de araruama, en Río de Janeiro: estudios de metagenómica hallaron bacterias magnéticas en el lugar

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PESQUISA FAPESP | 11

El profesor Erney Plessmann de Camargo puso fin a la siguiente entrevista en forma categórica: “Me agrada hacer ciencia y ya no preciso pensar en la carrera”. A sus 78

años, el parasitólogo se refería a su dedicación más reciente: el estudio de los protozoarios del género Trypanosoma sin importancia médica. La revelación acerca de ese trabajo resulta sorpren-dente para quien se acostumbró a verlo como un científico y administrador empeñado en obte-ner soluciones con impacto en la salud pública y en la gestión de la ciencia. Simultáneamente, parece algo natural para un investigador cuya inclinación por la ciencia siempre se mantuvo en primer plano.

Las historias de Camargo traen consigo las enseñanzas del profesor Samuel Pessôa (1898-1976), catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), quien influyó sobre generaciones de estudiantes para construir una medicina ligada a los problemas sociales brasileños. Camargo procuró mantenerse fiel a ellas y generó importantes trabajos científicos relacionados con el mal de Chagas y el paludis-mo, dos enfermedades olvidadas que afectan a los sectores más desprotegidos de la población.

Perseguido por el régimen militar de 1964, el parasitólogo, quien nunca negó su conexión con la izquierda, salió del país para trabajar en Estados Unidos. De regreso a Brasil en 1969, sin

El científico de las enfermedades olvidadasNeldson Marcolin y Ricardo Zorzettopublicad0 en Febrero de 2013

ENtREvIStA erney plessmann de camargo

ESPEcIAlIdAd parasitología

EStUdIoS usp (Título de grado, doctorado y libre docencia) instituto pasteur (posdoctorado)

INStItUcIóN instituto de ciencias biomédicas (icb) de la usp

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lugar en la USP, se desempeñó durante dos años en empresas privadas hasta que fue contratado en la Escuela Paulista de Medicina (EPM), la actual Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Perma-neció allí durante 15 años y remodeló el Departamento de Parasitología.En 1986 retornó a la USP como profesor titular. Su arribo convocó a dos cente-nares de personas como desagravio en nombre de los que sufrieron la injusticia del régimen que finalizó en 1985. En su casa de origen, también reestructuró el área de Parasitología y fue el primer pro-rrector de Investigación, antes de asu-mir la presidencia del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). Fue presidente del Instituto Bu-tantan y actualmente preside la Funda-ción Zerbini, que administra el Instituto del Corazón (In-Cor) de la FMUSP. Casado, padre de cuatro hijos –todos científicos–, Camargo con-versó con Pesquisa FAPESP.

Usted se graduó en 1959, en una época importante de la Facultad de Medicina de la USP. Sus compañeros y sus maestros de entonces se con-virtieron en renombrados investigadores, tales como Luiz Hildebrando Pereira da Silva, y Victor y Ruth Nus-senzweig, entre tantos otros.Luis Hildebrando y Victor son un poco más viejos que yo. Aquélla fue una época ex-cepcional para la Facultad de Medicina. Muchos estudian-tes se transformaron en respetados cien-tíficos. Sérgio Henrique Ferreira, Walter Colli, Nelson Fausto, Ricardo Brentani, por ejemplo, formaban un grupito que recién comenzaba a trabajar. Por mi par-te, a partir del segundo año de carrera opté por trabajar en el Departamento de Parasitología. Los principales grupos de la facultad que recibían a estudiantese investigadores eran Bioquímica, donde estaba Isaías Raw; Fisiología, hacia donde se encaminaron Gerhard Malnic y Mau-rício Rocha e Silva, e Histología, que era el mejor departamento de la facultad, donde se encontraban los más destaca-dos de la ciencia, dirigido por Luiz Carlos Junqueira. Y estaba Parasitología, que también era de primera línea. Ahí estaban

Hildebrando, Nussenzweig y Luis Rey. Samuel Pessôa [ jefe de parasitología] ya se había jubilado cuando arribé.

¿Había alguna característica especial en ese entonces, que condujo a los es-tudiantes a sentirse tempranamente atraídos por la investigación?Fue un período muy importante en la historia de las ciencias biológicas, por-que la doble hélice había sido descrita hacía poco tiempo, en 1953, y se comen-zaba a comprender cómo funcionaba el ADN. Peter Mitchell había descubier-to en 1961 el proceso de producción de energía en la mitocondria y creó toda una línea de investigación en torno a ello, que, hasta entonces, constituía un misterio. Con la microscopía electrónica,

comenzó a develarse la estructura celu-lar. Más o menos para esa época, cuan-do cursábamos la carrera, se descubrió el ribosoma y cómo ocurría la síntesis de proteínas. Eran circunstancias muy favorables para interesarse por la cien-cia. Y había grandes profesores que nos inculcaban eso, tales como Michel Ra-binovitch, Isaías Raw, Roberto Carvalho da Silva, Luiz Carlos Junqueira, Ferreira Fernandes y la gente de Parasitología. Había seminarios para nada formales, atrapantes, donde todo el mundo que-ría aprender cosas. También estaba la gente de genética humana, del profesor Pedro Henrique Saldanha, que se reunía con nosotros. Cada semana alguien di-sertaba sobre temáticas diversas, no sólo

sobre parásitos. Brindé una charla que me costó mucho trabajo, sobre el virus T4, que recién comenzaban a mapear, era el comienzo de la comprensión de cómo se establecía la información en el ADN. Estudiábamos mucho. Era algo extremadamente excitante.

¿La carrera de medicina fue una espe-cie de graduación en ciencias entonces?De hecho, lo fue, aunque uno no pudie-ra deslindarse de las obligaciones como estudiante de medicina. La facultad era muy buena. Aunque no quisiéramos, ter-minábamos aprendiendo medicina se-guro. No importaba si nuestro interés se hallaba en otro campo. Atendí dos o tres decenas de partos, por ejemplo. Era obli-gatorio. Tuve que hacer una cirugía de

apendicitis, claro que con un médico experimentado al la-do. De nada servía decir que no quería ser cirujano. La re-sidencia obligatoria en me-dicina se había creado hacía poco tiempo. Mi curso fue uno de los primeros en ha-cerla. Pero no tengo nada de qué quejarme, al contrario.

¿Cómo fue que se dedicó a la investigación en parasi-tología?A mí me gustaba mucho la historia natural. En aquel tiempo, durante los años 1950, el mejor lugar para aprender historia natural era la Facultad de Medicina. Bio-logía, tal como la conocemos hoy y es muy buena, recién

comenzaba. Grandes investigadores de esa época, como lo era Paulo Vanzolini, estudiaron medicina y después fueron profesores en Biología. Además, tenía-mos la ventaja de que el médico podía ser biólogo, y no al revés.

Usted tiene cuatro hijos. ¿Ellos siguie-ron sus pasos?Dos son médicos. Marcelo, que trabaja en Rondônia, y Fernando, que se des-empeña en el Hospital Albert Einstein, acá en São Paulo. Los otros dos también son científicos. Uno está en la Esalq, Luis Eduardo, y la otra es Anamaria, bióloga del Instituto Ludwig de Investigacio-nes sobre el Cáncer. No les exigí nada en ese sentido. Fue algo natural. Mi esposa,

El mejor lugar para estudiar historia natural era la Facultad de Medicina de la USP

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Marisis, es investigadora en literatura, y fue directora de la PUC-SP. Pero ningu-no se dedicó a la literatura, solamente a las ciencias biológicas.

Su artículo más citado, sobre el creci-miento y diferenciación del Trypano-soma cruzi, el protozoario causante del mal de Chagas, fue el primero que escribió. ¿Por qué fue tan importante?Actualmente contabiliza 704 citas y si-gue siendo citado. Había un problema: el Trypanosoma cruzi era muy difícil de cultivar. Se utilizaba el denominado me-dio de Muniz, una base de sangre con agar y muy poco líquido. Para obtener 1 gramo de Trypanosoma se necesitaban unos 50 frascos de Muniz. Yo ya me ha-bía recibido y ése era mi primer trabajo. Quería estudiar la bioquími-ca del Trypanosoma. Para eso necesitaba una gran canti-dad del bicho, no podía ha-cerlo con una minucia. Una de las cosas que quería saber era cómo el T. cruzi se dife-renciaba. La diferenciación celular, aún hoy, es un pro-blema central de la biología. Para obtener el medio ideal de cultivo para el T. cruzi, dediqué un buen tiempo a actividades culinarias: qui-taba un componente, ponía otro, mezclaba alguna otra cosa... Mientras tanto, fui es-tudiando al parásito. Tal es así que el título del artículo es “Crecimiento y diferencia-ción del Trypanosoma cruzi”, y no “Producción del medio de cultivo”. Había un medio de cultivo básico que un científico de Florida, en Estados Unidos, usaba para las bacte-rias. Lo empleé y empecé a agregarle otros ingredientes. Entonces obtuve un medio que se llama LIT o liver infusion tryptose. Resultó ser muy importante, no sólo para mí, sino porque posibilitó que todo aquél que trabajase con el Trypano-soma pudiera producir el protozoario a gran escala. Comencé en 1962 y estuve un año haciendo eso. Pero el artículo se publicó en 1964.

Todo sucedió gracias a su atracción por la historia natural...Lo más cercano a la historia natural en la Facultad de Medicina era Parasitología.

También podía haber escogido Microbio-logía, pero el departamento no tenía la excelencia del de Parasitología. Al segun-do año me había hecho amigo de la gente del departamento y comencé a frecuen-tarlo. Debo aclarar que había algo más que me acercó a Parasitología: ahí todos eran de izquierda. Era el Departamento Rojo de la Facultad de Medicina. Mis simpatías políticas coincidían con ese grupo y eso facilitó el acercamiento. Al principio trabajé con Luis Rey y con Kurt Kloetzel, en esquistosomiasis, durante mi carrera de grado. Ellos me encarga-ban algunos trabajitos y yo participaba, y mejor aún, asistía a las reuniones del departamento. Más adelante comen-cé a trabajar con Luiz Hildebrando. Él estaba preparando su tesis de libre do-

cencia y le ayudé un poco. Hildebrando no hizo doctorado, directamente hizo libre docencia, algo que se permitía en esa época. Me instruí considerando que necesitaba aprender algo más de bio-química y realicé una pasantía de dos años con Sebastião Baeta Henriques, en el Instituto Butantan. Durante ese período conocí a Leônidas Deane, una figura importantísima –tal vez la más importante de nuestro grupo, aunque no la más famosa–, muy respetado por todos nosotros. Era nuestro gurú des-pués de Samuel Pessôa. Pessôa era hors concours, por su actuación académica, política y social. Era nuestro referente. Pero después de él venía Deane, quien se hizo cargo de la cátedra durante un año

en Parasitología, consiguió una vacante y me llevó para allá. Quedé como auxiliar de clases. Eso fue en 1962 y fue entonces que comencé el trabajo con el medio de cultivo LIT, publicado en 1964. Después del golpe militar del 31 de marzo de 1964 fuimos cesanteados por el Acto Institu-cional nº 1. Hildebrando, Thomas Ma-ack, Pedro Saldanha, yo... Fueron cinco o seis en Medicina. Yo había guardado todos los datos de la investigación y que-ría trabajar despacio. Al quedar cesante, decidí terminarlo y empecé a trabajar las 24 horas del día en el artículo del LIT, con gran dificultad, porque se trataba de mi primer artículo y no sabía cómo hacerlo. Hildebrando y Victor se habían ido y quien me ayudó a preparar el paper fue Michel Rabinovitch.

¿Cómo era la actividad po-lítica en la Facultad de Me-dicina?Samuel Pessôa asumió la di-rección del Departamento de Parasitología en 1931, co-mo catedrático. Siendo así, era intocable y podía darse el lujo de ser comunista en una institución extremada-mente conservadora como lo era la Facultad de Medi-cina. El espíritu corporativo prevalecía por sobre las con-vicciones políticas. Pessôa intentó siempre hacer una medicina ligada a los proble-mas sociales. Lo que él que-ría era resolver los proble-mas del pueblo brasileño. No exagero, él mismo lo decía.

Fue candidato del Partido Comunista, era amigo de Luis Carlos Prestes y po-seía carisma y reconocimiento más allá de la facultad. Doña Jovina, su esposa, era una idealista, incluso más comu-nista que él. Personalmente eran muy agradables, cautivantes, simpáticos. Eso le aportaba una gran unión al grupo. Aunque yo era un chico, con el paso de los años me hice amigo de Samuel. No teníamos solamente una relación de profesor y alumno. Íbamos a tomar caipirinha en el Riviera, un bar en la esquina de la avenida Paulista y Conso-lação, que luego fue muy frecuentado por gente de izquierda. Doña Jovina se enojaba. Cuando se jubiló, fue a trabajar al Instituto Butantan. Sin cobrar nada.

En Parasitología había varios comunistas y se lo conocía como el departamento Rojo

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¿Llegaron a ir presos?Él fue varias veces. Antes y después de 1964. Yo, cuando regresé de Estados Uni-dos, en 1969. El comisario Sérgio Paran-hos Fleury dispuso y planificó la Ope-ración Tarrafa [Redada], en la jerga de la represión, para apresar intelectuales de izquierda. Pura provocación. Con el golpe militar de 1964, los docentes de Pa-rasitología quedaron en evidencia. Aque-llas reuniones científicas, extremada-mente interesantes, fueron caratuladas como reuniones subversivas. Y en cierto sentido, lo eran. En ciencia experimen-tal, cuando queremos descubrir cosas nuevas, es necesario ir en contra del co-nocimiento establecido. Y la Facultad de Medicina, extremadamente conservado-ra, vivía del conocimiento establecido, de la erudición. Aquel grupo que mencioné representaba real-mente la antierudición, era el grupo de la creación. En ese sentido fuimos subversivos. Aunque en realidad, nadie realizaba actividad partida-ria, comunista. Nosotros nos reuníamos en la calle Maria Antonia. Los conocía a to-dos, charlábamos bastante. A veces, aparecían Fernando Henrique Cardoso, Florestan Fernandes, Mário Schenberg, Vilanova Artigas, un grupo de intelectuales capaces, a los que admirábamos.

¿Usted se fue del país por precaución?Después de 1964 hubo una Investigación Policial Mili-tar [IPM], que se instaló en la Facultad de Medicina. En un salón había un mi-litar y dos auxiliares interrogándonos. En la de Medicina de Ribeirão Preto eso no sucedió. El director José de Moura Gonçalves era una personalidad tre-menda –fue mi director simbólico en el doctorado– y no dejó que el IPM se constituyera en la facultad. Dijo que, si querían hacerlo, debía ser en la comisa-ría. En la Facultad de Medicina de acá ocurrió lo contrario, la investigación fue muy bien recibida por la dirección. Se pasaron tres meses interrogando a todo el mundo. Se generó un pésimo ambiente. Pero, aun así, durante ese pe-ríodo hubo algunas sorpresas. Como nos controlaban, principalmente en

Parasitología, varios amigos se aleja-ron, ni siquiera me hablaban. En tanto, otros que no lo eran se ofrecían para ayudar. Me exilié porque el IPM nos acusó formalmente ante el Tribunal Militar y, en breve, nos juzgarían. Para entonces, un científico estadouniden-se, Walter Plaut, me invitó a viajar a Madison, en Wisconsin, Estados Uni-dos. Me fui antes del juicio, en el cual todos fueron absueltos. En Wisconsin me pagaban un buen sueldo.

¿Cuál fue la sorpresa que ocurrió en esa época?En ese período, entre la cesantía por el Acto nº 1 y el exilio, nos quedamos sin sueldo. Yo tenía una mujer y tres hijos, Hildebrando también. Un grupo de gente

–no voy a decir quiénes– se organizó pa-ra recaudar dinero y pagarnos el sueldo. El líder de ese grupo era un militante de la Unión Democrática Nacional, la UDN, un partido muy conservador. Duran-te ese lapso percibimos nuestro sueldo íntegro gracias a la ayuda de colegas de la universidad que ni sabíamos quiénes eran. Los tiempos difíciles siempre apor-tan esas sorpresas. Por ejemplo, Moura Gonçalves era alguien honradísimo, pero para nada de izquierda. Él no sólo evi-tó que el IPM se realizara dentro de la facultad de Ribeirão Preto sino que nos ayudó cuando se proclamó el Al-5 [Acto Institucional nº 5], ni bien Hildebrando y yo regresamos del exterior, en 1969, y estábamos por comenzar a trabajar en

Ribeirão. Moura me dio, en secreto, todo su sueldo para que comprara los pasa-jes para que la familia de Hildebrando saliera del país nuevamente.

¿Cómo fue su tiempo en Estados Uni-dos?Fueron cinco años muy buenos. Yo que-ría continuar las investigaciones con el Trypanosoma cruzi, pero el laboratorio en que trabajaba era de citología y no se permitían los estudios con agentes pa-tógenos. Tuve que idear otro sistema y empecé a trabajar con un hongo acuático de allá. Pude realizar algo de bioquími-ca decente. Me asocié con el grupo del profesor Jack Strominger, que descubrió el mecanismo de acción de la penicilina, donde estaban mis amigos Carl Peter

von Dietrich y Julio Pudles. Trabajamos juntos en la sín-tesis de la pared de mi hon-go, constituida por quitina. En conjunto, descubrimos el mecanismo de síntesis de la quitina. Fue un gran trabajo, al que todavía actualmente se lo cita.

¿Y por qué decidió regresar en 1969, cuando el régimen ya estaba endureciéndose?Aparentemente no era así. El gobierno elaboró un pro-grama para el retorno de los científicos y nos invitaron a volver, a Hildebrando y a mí, con ciertas ventajas. Al pro-grama lo coordinaba Paulo de Góes, de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Por eso vinimos. Pero cuatro meses des-pués, vino el AI-5. Estaba claro que el ré-gimen tenía conflictos internos. Fue así que sin empleo en la universidad busqué trabajo en empresas privadas. Trabajé en Editora Abril por invitación de Pedro Paulo Popovic, un intelectual en el estric-to sentido del término, que tenía mucho prestigio ante a los Civita, dueños de la editorial. Él convocó a mucha gente de izquierda para desempeñarse allí. En mi caso, me contrataron para hacer la Enci-clopédia Médica y Medicina e Saúde. Los artículos provenían de Italia y nosotros los adaptábamos para publicarlos acá, agregando información de enfermeda-des brasileñas. También trabajé en el laboratorio de análisis Lavoisier. Viví

Más de 200 personas asistieron a mi concurso para titular en la USP, como forma de desagravio

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unos dos años así y gané más de lo que hubiera ganado en 10 años de acade-mia. Pero igualmente deseaba retornar a la universidad.

¿Entonces apareció la invitación de la Unifesp?Durante el período que trabajé en Abril y en el Lavoisier, también lo hice en el Instituto de Gastroenterología del pro-fesor José Pontes. Ahí monté el laborato-rio de análisis e investigaciones. Cuando estaba en el instituto, el profesor Leal Prado me invitó a trabajar en la Escue-la Paulista de Medicina, EPM, la actual Unifesp. Habían creado la carrera de Ciencias Biomédicas y me convocaron para ser profesor de Microbiología y Pa-rasitología. Me pareció fantástico, pero le avisé al profesor Prado de los problemas con el AI-7, que impedían a alguien ce-santeado asumir un cargo público. Él dijo que lo con-versaría con el director. Ahí tuve otra de aquellas sorpre-sas mencionadas. El director era Horácio Kneese de Mello, que simplemente me contra-tó porque dijo que no esta-ba obligado a obedecer los dictámenes de ningún Acto Institucional. Fui a la EPM y comencé como asistente, enseguida pasé a ser adjunto y después titular.

¿Y cuándo terminó el doc-torado?Los posgrados tal como son hoy en día se crearon en 1967. Y yo debí optar entre hacer el doctorado antiguo o el nuevo. Elegí el antiguo, para el que sólo era necesario escribir una te-sis. Como tenía mis trabajos de Estados Unidos, solamente tuve que organizar-los y coordinar con mi director de tesis pro forma, el profesor Moura Gonçalves.

¿Cuánto tiempo permaneció en la Es-cuela Paulista?Trabajé 15 años allí. Cuando arribé, el departamento de Parasitología estaba en mal estado. Contraté bioquímicos y bió-logos, pero no contraté ningún parasitó-logo, para modificar un poco el carácter del departamento. Los que vinieron tra-bajaron bastante y ganaron proyección nacional. Actualmente es pequeño, pero

científicamente espectacular. Eso fue al-go relevante para mi carrera: la recupera-ción del departamento y la creación del posgrado en Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Escuela Paulista, junto con Luiz Trabulsi y Nelson Men-des. Se trata de un curso que obtuvo una nota 7 en la Capes desde el comienzo.

¿Por qué decidió irse?En la EPM, Parasitología contaba con tres o cuatro docentes y no podía crecer. En la USP el departamento congrega-ba unas ocho facultades con un cuerpo docente de entre 20 y 25 profesores. La diferencia era enorme. Volví a la USP por invitación de Flávio Fava de Mo-rais, quien era director del Instituto de Ciencias Biomédicas, el ICB. Todos com-

prendieron los motivos de mi regreso a la USP y me apoyaron. El concurso fue muy lindo. Asistieron unas 200 perso-nas, algo rarísimo. Normalmente, en un concurso para profesor titular aparecen como máximo unos 20. En este caso fue una especie de desagravio. Venían de to-das las áreas de la universidad. Cuando llegué el rector era Hélio Guerra Vieira y después vino José Goldemberg. Gol-demberg me preguntó qué se necesita-ba para mejorar el departamento y me brindó todo su apoyo. Contraté ocho o nueve docentes, pudimos comprar equi-pamiento y materiales. Dimos un salto. La producción científica creció rápida-mente, de 0,2 artículos por año y por docente a 4 artículos. En esa época se

modificó el reglamento de la universi-dad, creándose el cargo de prorrector de Investigación, entre 1989 y 1990, cargo para el cual Goldemberg me postuló. Fui el primer prorrector de Investigación de la USP. Roberto Leal Lobo reemplazó a Goldemberg, y por pedido de aquél, continué en el cargo.

¿Usted remodeló el departamento y montó la Prorrectoría simultánea-mente?Sí, fue una época de mucho trabajo. Pero como contaba con buenos colaboradores aquí en el departamento, no necesita-ba quedarme dirigiéndolos. Lo que me costó mucho fue administrar, durante la gestión de Goldemberg y luego en la de Lobo, un gran préstamo del Banco In-

teramericano de Desarrollo para la universidad.

¿Con todas esas actividades administrativas, cómo pudo hacer el trabajo de labora-torio?Siempre seguí trabajando con mi gente. Mi producción decayó, en efecto, pero no ce-só, nunca. Luego de mi egre-so de la jefatura del departa-mento, me nombraron direc-tor del Instituto Butantan y después, del CNPq. Durante mi etapa en el Butantan no hubo crisis, fue un año tran-quilo. Como soy miembro del consejo, luego de asumir la presidencia tuve otras dos oportunidades en que debí hacerme cargo de momen-

tos de crisis. Pero fueron solamente dos meses, en cada ocasión.

¿Y su llegada al CNPq?Fue al comienzo del primer gobierno de Lula da Silva. Al principio fue algo com-plicado, porque había un gran rechazo al ministro de Ciencia y Tecnología, Rober-to Amaral. El CNPq no tenía dinero y no pagaba las ayudas que había concedido. Para sorpresa de todos nosotros, Lula nos brindó todo su apoyo. Cuando Amaral consiguió dinero, lo primero que hizo fue pagar todas las deudas del CNPq, porque si no las pagaba no tendría credi-bilidad en la comunidad científica. Lue-go yo pensaría en los futuros proyectos. Fue una buena estrategia. Finalmente, el

Para estudiar el paludismo teníamos que ir a Rondônia, no quedarnos solamente en São Paulo

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ministro Amaral se reveló como un gran administrador, sensible y competente. Me ofreció todo su apoyo. Actualmente seguimos siendo amigos.

¿La Plataforma Lattes pertenece a su gestión?Ya funcionaba antes, aunque tan sólo offline. Se necesitaba bajar el programa para cargar los datos y enviarla de vuelta. Era algo complicadísimo. Simplificamos el proceso y la tornamos online. Fue en 2004, ni bien llegué allá. En ese período también creamos la Plataforma Integra-da Carlos Chagas, para uso de los investi-gadores y para contactarse con el CNPq.

Antes del CNPq, usted pasó un tiempo investigando en Rondônia. ¿Cómo fue esa experiencia?Fue importante. Antes de trabajar allá, durante los años 1980 realicé un pos-doctorado en el Instituto Pasteur para aprender más sobre biología molecular. En esa época, cavilaba en cuál sería el gran problema de las enfermedades parasita-rias del momento en Brasil. El mal de Chagas práctica-mente estaba controlado. Llegué a la conclusión de que el problema mayor era el paludismo, como conse-cuencia de la decisión del gobierno militar de fomen-tar el traslado de gente del sur hacia la Amazonia. Hubo un aumento en la inciden-cia de los casos, de 1 millón a un millón y medio de casos anuales, solamente en Rondônia. Cuando vine al departamento en la USP, observé que no podríamos descuidarnos con la malaria. Debíamos contar con un proyecto de campo. Elaboramos un proyecto para la Amazonia y aprovechamos la expe-riencia del profesor Marcos Boulos, que dirigía un centro de investigación en Rondônia. Le propuse a Hildebrando, que en ese entonces estaba en el Insti-tuto Pasteur de París, un proyecto para desarrollar en conjunto. De ser necesa-rio, realizaríamos los estudios de biolo-gía molecular en el Pasteur y no en mi laboratorio, pero el estudio de campo debía hacerse en Rondônia. Fui en 1982 y el proyecto se concretó en 1990. Ese

proyecto fue financiado en parte por la Organización Mundial de la Salud, por la Finep –para montar la estructura en Rondônia–, y más adelante elabora-mos un Pronex para Rondônia. La idea basal del proceso era ésta: “debemos participar en el programa de salud na-cional y lo más adecuado es trabajar con el paludismo”. Había dos cosas por hacerse. Una era comprender mejor la epidemiología de la enfermedad, y pu-blicamos muchos trabajos sobre el tema. La segunda consistía en usar la biolo-gía molecular para determinar varios aspectos no escrutados de la dolencia. Fue un proyecto exitoso. Al comienzo, las condiciones eran precarias. Como siempre, resulta difícil trabajar en la Amazonia, pero poco a poco logramos

montar el proyecto. Para esa ocasión, mi hijo Luís Marcelo, junto a Marcelo Urbano Ferreira, actualmente jefe del Departamento de Parasitología de la USP, concursaron para ingresar al de-partamento y fueron asignados al pro-yecto en Rondônia. Luís Marcelo aún se encuentra allí hasta ahora.

¿Ustedes establecieron un puesto de avanzada en Porto Velho? Estaba el Cepem [Centro de Investiga-ción en Medicina Tropical], del gobierno de Rondônia, que funcionaba en un hos-pital de Porto Velho. Nosotros comenza-mos a trabajar allá, esa era nuestra base. En determinado momento, nos dirigimos hacia el interior. [Luís] Marcelo viajó

a Monte Negro e Hildebrando perma-neció en Porto Velho. Éste último creó una fundación de la cual soy consejero. La segunda afección importante de la Amazonia, entre las parasitarias, es la leishmaniasis. Tampoco había un sólo servicio en Rondônia que atendiera a la gente con ese mal. Establecimos uno en Monte Negro y ahora atendemos más de 5 mil personas, dado que viene gente de todo el estado. Es un brazo oficial del ICB. En paralelo con ese servicio asis-tencial, seguimos produciendo ciencia y hace unos años publicamos un artícu-lo muy importante sobre el paludismo asintomático.

¿Por qué la malaria asintomática es relevante?

Pensábamos que los grandes responsables de la difusión del paludismo era los garim-peiros [buscadores de oro y piedras preciosas]. Cuando ellos arribaban a una nueva región, todos se contagiaban de malaria. Pero no eran los garimpeiros quienes trans-mitían el mal, sino al contra-rio. Ellos convivían con las poblaciones que padecían la afección y se contagiaban. No lo sabíamos, porque no se sabía que aquellos habitantes de la comunidad ribereña es-taban infectados. Eran asin-tomáticos y vivían normal-mente. Ellos desarrollaban resistencia al Plasmodium luego de contraer muchas veces la enfermedad. No es

que fueran inmunes. Contraían el mal, pero en forma atenuada. El programa de combate al paludismo recomienda el tratamiento del individuo que padece el mal. ¿Contrajo malaria? Trátese. Claro que es mejor tratar al sujeto que no ma-nifiesta la enfermedad, porque éste es un reservorio del paludismo. Hildebrando lo demostró fehacientemente en una re-gión de Porto Velho donde, tratando a los asintomáticos, el paludismo disminuyó al año siguiente.

Cuando se lo trata, ¿es posible eliminar al parásito de la sangre?Completamente. Se va, aunque después el individuo puede contraer la enferme-dad nuevamente.

Evaluar la ciencia por su impacto es algo peligroso, porque se contemplan áreas diferentes

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¿Cree que es posible una vacuna?Producirla no será sencillo, fundamen-talmente debido al polimorfismo del plasmodio. Tal como sostienen Victor y Ruth Nussenzweig, creo que habrá una vacuna, pero no sé cuándo.

¿Y con respecto al mal de Chagas?Luego de la Segunda Guerra Mundial, apareció el DDT y se comenzó a fumigar las casas para eliminar a la vinchuca. En 1960, el mal de Chagas prácticamente había desaparecido en el estado de São Paulo, pero todavía era muy común en el resto del país. En los años 1970, em-pezamos a reunirnos en Caxambu para abordar el mal de Chagas, como parte del Programa Integrado de Enfermeda-des Endémicas, el Pide, financiado por el CNPq. Las reuniones con-gregaban a todos los que tra-bajaban con el Chagas. Eso creó conciencia en la comu-nidad científica sobre la im-portancia de la enfermedad. Los resultados fueron ópti-mos. Los científicos que ha-cían ciencia básica tomaron conciencia de la importan-cia del mal de Chagas para el país y lograron convencer al gobierno militar de João Fi-gueiredo para crear un pro-grama nacional de combate contra la enfermedad, que prácticamente terminó con la transmisión domiciliaria en pocos años, y por menos de 100 millones de dólares. Actualmente, a ese programa lo están adoptando todos los países de América Latina.

Brasil produce un 2,3 % de toda la cien-cia elaborada a nivel global. Pero esa producción aún no cuenta con gran im-pacto. El promedio de citas de los tra-bajos brasileños es bajo. ¿Cómo puede mejorárselo?Hablemos de la parasitología brasileña. Hoy en día ésta oscila entre la segunda y la tercera en productividad en el mun-do. El primer lugar lo ostenta Estados Unidos, obvio. El segundo pertenece a Inglaterra. El tercero, lo disputamos con Francia. La parasitología es la ciencia brasileña de punta. No obstante, el in-terés mundial por ella es escaso, com-parado con el público del cáncer, por

ejemplo. Los trabajos de parasitología o de enfermedades infecciosas tienen poco impacto porque el mismo se mide según el número de lectores, y no por la calidad intrínseca del trabajo. Juzgar y evaluar la ciencia según el factor de im-pacto es algo muy peligroso, porque se comparan áreas muy diferentes.

¿Y sus investigaciones actuales? ¿Qué está haciendo ahora?Veamos si ustedes lo descubren. ¿Den-gue? No. ¿Esquistosomiasis? No. He vuelto a mis tripanosomas, aquéllos sin relevancia médica. Actualmente integro un equipo que estudia al tripanosoma en animales silvestres e insectos. Estu-diamos la biodiversidad y las relacio-nes filogenéticas de esos tripanosomas.

Trabajamos y recolectamos material en todo el mundo: en Brasil, en el resto de América y en Madagascar, en África. Samuel Pessôa hizo lo mismo. Después de jubilarse se fue al Butantan y se puso a estudiar el paludismo en serpientes. Nosotros también hemos estudiado tri-panosomas en yacarés, víboras, monos, roedores, y, sobre todo, en insectos y murciélagos.

¿Está tratando de establecer la historia evolutiva de esos parásitos?Eso mismo. Utilizando técnicas molecu-lares, hemos intentado trazar la historia evolutiva de los tripanosomas. Brindaré un ejemplo. Existe un tripanosoma, el T. erneyi, descrito por la profesora Marta

Teixeira, que parasita murciélagos en África. En África, los parásitos del géne-ro Trypanosoma causan la enfermedad del sueño; aquí, provocan el mal de Cha-gas. Los continentes se separaron hace unos 100 millones de años. La pregunta es: ¿cómo es que al Trypanosoma cruzi apareció en América? No es el mismo que el africano. Es diferente. Se cree que ambos existían en el antiguo supercon-tinente Gondwana y que, cuando éste se dividió, uno quedó allá y otro acá. Ahora que comenzamos a estudiar al Trypanosoma en murciélagos de Bra-sil, de África, de Europa, hallamos en los murciélagos africanos un tripano-soma idéntico al nuestro, el del mal de Chagas. Investigadores ingleses, junto con la profesora Marta Teixeira, han

publicado un artículo que esboza una hipótesis nove-dosa. El Trypanosoma (Schi-zotrypanum) erneyi sería el T. cruzi de África, que pro-bablemente vino hacia aquí en algún momento, traído por los murciélagos. Se esti-ma que esto habría ocurrido hace entre 20 y 15 millones de años, cuando los conti-nentes ya estaban separa-dos. Otro ejemplo de lo que estamos estudiando se re-fiere a los tripanosomas de yacarés y cocodrilos. Hace unos 10 millones de años, el género Crocodylus apareció en Indochina, en Indonesia, y cruzó el océano Pacífico, llegando a América. En el Amazonas, esos reptiles se

toparon con nuestro yacaré, del género Caiman, y desde ahí emigraron hacia África, Nuestros estudios con tripanoso-mas de yacarés y cocodrilos revelan que, durante su paso por América, yacarés y cocodrilos intercambiaron tripanoso-mas. Actualmente, los tripanosomas de ambos son muy similares, casi gemelos. Estos estudios me han producido gran placer intelectual. Me muevo entre el mundo y nuestro laboratorio, sin otro compromiso que el de la propia inves-tigación. No nos faltan recursos: con-tamos con la ayuda del CNPq, del Pro-África, de la FAPESP y de la USP. Sigo trabajando y eso me agrada. Me gusta hacer ciencia y ya no preciso pensar en la carrera. n

Ahora integro un equipo que estudia tripanosomas en animales salvajes e insectos

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pESQUISA FApESp z 19

El avance brasileño en olimpíadas científicas

motiva a los estudiantes secundarios y

ayuda en la formación de nuevos investigadores

polítIcA c&t EDUCACIÓN y

A ellos les agradan la

cIEncIa y LOs rEtOs

como primer brasileño en obtener una medalla en la Olimpíada Internacional de Física (bronce en Indo-nesia, 2002), Ronaldo Pelá, hoy con 27 años, dice que la experiencia de disputar competencias científicas

en su adolescencia tuvo gran influencia en su decisión de convertirse en investigador: es docente del Departamento de Física del Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA) de São José dos Campos. “Aquello fue decisivo para descubrir mi vocación”, dice Pelá, quien se doctoró en 2011 con una beca de la FAPESP. La participación en las olimpíadas durante la secundaria, dice, constituye un formidable estímulo para buscar conocimiento avanzado y tomarle gusto a los desafíos intelectuales, habilidades valiosas en diversas áreas, sobre todo, en la carrera científica. “Una rutina incesante de pruebas provoca que, a una cierta altura, uno pierda completamente el miedo a afrontar retos”, recuerda. El año pasado, Pelá recibió el Premio al Mejor Artículo de Joven Científico, en el marco de la Conferencia Internacional de Física de Semiconductores llevada a cabo en la Eidgenössische Technische Hochschule Zürich (ETH), en Zúrich, Suiza. Actualmente, es uno de los líderes del Grupo de Materiales Semiconductores y Nano-tecnología (GMSN) del ITA, donde trabaja en la simulación de materiales semiconductores magnéticos.

Ese grupo, no por casualidad, cuenta con dos alumnos de iniciación científica que obtuvieron medallas en olimpíadas científicas. Ocurre que Pelá siempre se interesó por conocer a los medallistas que estudian en el ITA y, hace algunos años,

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El profesor del ITA Ronaldo Pelá (en primer plano) y dos de sus alumnos, Ivan Guilhon (sentado) y Cássio Sousa (de pie): medallas olímpicas y gusto por la investigación

PUBLICADO EN MARZO DE 2013

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fue uno de los fundadores de un grupo de estudios que ayuda a estudiantes de grado a participar en un certamen para jóvenes físicos que organiza anualmente el Instituto de Física Teórica (IFT) de la Unesp. El año pasado, el estudiante de in-geniería Ivan Guilhon Mitoso Rocha, de 21 años, obtuvo el primer puesto en la competencia del IFT y se muestra inclinado a seguir la carrera académica. “Quiero hacer un máster en física. Recientemente realicé una pasantía en tecnología informática en una institución financiera y me percaté de que que no es lo que pretendo hacer en el futuro”, afirma Guilhon, quien desarrolla un trabajo de iniciación científica acerca de una aleación entre tres materiales, el grafeno, el si-liceno y el germaneno. Cearense nacido en For-taleza, su colección de medallas incluye plata en la Olimpíada Internacional de Física (México, 2009), oro en la Brasileña de Física y bronce en las brasileñas de Química y Matemática. En tanto, el paulista Cássio dos Santos Sousa, con 19 años,

duda entre la carrera académica y la iniciativa privada. Todavía cree que es pronto para decidir-lo. “Participar en las olimpíadas aporta una gran base”, afirma Sousa, quien obtuvo la medalla de plata en la Olimpíada Internacional Junior de Ciencias (Corea del Sur, 2008), bronce en la In-ternacional de Física (Croacia, 2010) y oro en las olimpíadas brasileñas de Física y Robótica, entre otras. Su investigación de iniciación científica versa sobre el grafano, una variante del grafeno. “Una característica común en los medallistas consiste en que les atraen la ciencia y los retos. Esta atracción estimula el autodidactismo: ellos buscan el conocimiento por su cuenta”, dice Lara Kühl Teles, docente del ITA y una de las líderes del grupo de investigación, conformado en 2007 por ella en el marco del programa Jóvenes Inves-tigadores en Centros Emergentes de la FAPESP, y por el profesor del ITA Marcelo Marques.

E l ejemplo del ITA resulta revelador del es-pacio y la importancia que las olimpíadas científicas vienen conquistando en Brasil. La

organización de olimpíadas regionales y el entre-namiento de los alumnos para las competencias internacionales, generalmente realizadas con el apoyo de universidades, vienen elevando el de-sempeño brasileño en el medallero, estableciendo un contrapunto con la mala performance del país en los rankings internacionales de aprendizaje. El profesor Euclydes Marega Júnior, del Instituto de Física de São Carlos de la USP, hace 14 años que participa en la organización de la Olimpíada Brasileña de Física y prepara al equipo nacional en la olimpíada internacional de esa disciplina. Y comenta: “Aprendimos con la experiencia, re-forzamos el entrenamiento de los alumnos y el desempeño brasileño mejoró bastante desde el bronce de Ronaldo Pelá, en 2002. En los últimos dos años obtuvimos oro y plata”. Este desempeño se repite en otras competencias. En la Olimpía-da Internacional de Matemática, Brasil ganó el año pasado una medalla de oro, una de plata y tres de bronce, una performance superior a las de 2010 y 2011, cuando no logró el oro. En tanto, en la Olimpíada Internacional de Química de 2012, los brasileños lograron una plata y tres bronces.

Otro ejemplo de esa profesionalización pro-viene de un equipo de jóvenes ingenieros, en su mayoría graduados en la Escuela Politécnica de la USP, que fundó una empresa para entrenar al equipo brasileño de la Olimpíada Internacional Junior de Ciencias (IJSO) y del Torneo Inter-nacional de Jóvenes Físicos (IYPT). B8 Projetos Educacionais aprovecha la experiencia de varios de sus socios, quienes disputaron esas olimpíadas cuando cursaban la escuela secundaria. “Hacen falta estímulos y desafíos para los alumnos más sobresalientes y estamos contribuyendo para

Estudiantes de más de 100 países participan en las pruebas de la Olimpíada Internacional de Matemática, en Ámsterdam (2011): los medallistas brasileños se convierten en médicos, ingenieros e investigadores

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disminuir ese inconveniente”, dice el ingeniero electrónico Márcio Martino, uno de los socios, quien cuenta en su currículo con una medalla de oro en el IYPT Brasil, además de plata y bronce en la Olimpíada Brasileña de Física. A partir de 2007, la empresa estableció una etapa nacional de la IJSO, para seleccionar al equipo para la compe-tencia internacional, que el año pasado se disputó en Irán, donde Brasil conquistó 1 presea de oro, 3 de plata y 2 de bronce, además de una inédita medalla dorada en la prueba experimental. En 2011 también comenzó a organizar la etapa bra-sileña del IYPT, una competencia con formato diferente al tradicional. Veinte equipos de distin-tas ciudades de Brasil se reúnen en un auditorio en São Paulo y participan en pruebas prácticas, donde un equipo intenta resolver un problema, el segundo equipo cuestiona su resolución y un tercero, evalúa y cuestiona el desempeño de los dos primeros, ante la observación de un jurado. Cada uno de los cinco mejores equipos aporta un representante para el Torneo Internacional.

Naturalmente, no sólo el ámbito académico se beneficia con los talentos revelados. “Tenemos medallistas que se han convertido en médicos, ingenieros, docentes, y también están los que de-sarrollaron una carrera académica”, dice Nelly Carvajal, secretaria de la Olimpíada Brasileña de Matemática (OBM), promovida por el Instituto

de Matemática Pura y Aplicada (Impa). El propio Impa se abastece con esos talentos. El coordina-dor de la OBM, Carlos Gustavo Moreira, con 40 años, obtuvo el oro (en China, 1990) y el bronce (en Alemania, 1989) en la Olimpíada Internacio-nal de Matemática. El matemático Artur Ávila, quien divide sus actividades entre el Impa y el Institut de Mathématiques de Jussieu, en París, logró el oro en la competencia (Canadá, 1995). Ávila está señalado como candidato a la Medalla Fields, el galardón más importante para matemá-ticos con menos de 40 años.

Es cierto que el reconocimiento en una olim-píada internacional se convirtió en una cre-dencial poderosa, capaz de garantizar becas

de estudio en buenos colegios secundarios y pro-puestas de empleo luego de recibirse en la facultad. “Las olimpíadas se revelaron como una excelente manera para seleccionar a los mejores y eso con-lleva el reconocimiento por parte de importantes empresas e institutos de investigación del mundo entero”, asevera Ricardo Anido, docente del Institu-to de Computación de la Unicamp, quien participa en la organización de la Olimpíada Brasileña de In-formática. Anido sostiene que lo más atractivo para los medallistas son los empleos en conglomerados tales como Google o Facebook. “Las empresas se disputan a los profesionales talentosos y algunas de ellas actúan en una forma que considero poco ética. Hasta hace poco, una gran empresa solía in-vitar a todos los finalistas del maratón brasileño de computación para realizar pasantías, aunque la competición fuese patrocinada por la competencia. Ahora ya no lo hacen”, dice Anido.

Gabriel Dalalio, de 21 años, cursa el último año de ingeniería en computación en el ITA y actualmente, pasa una temporada de tres meses en California, realizando una pasantía en Face-book. “Deseo trabajar en programación y estoy evaluando la experiencia en Estados Unidos para decidir si me quedo acá o me voy a trabajar en Brasil”, manifiesta el estudiante, quien ya obtuvo medallas de bronce en dos de las ediciones de la Olimpíada Internacional de Informática. “Eso lo agregué a mi currículo, e informé que voy a parti-cipar en el maratón mundial, que se realizará en el mes de julio, en Rusia. Mi jefe en Facebook me comentó que también disputó el maratón. Ellos depositan expectativas en el personal con bue-nos resultados en informática. Saben muy bien lo que representa una medalla de bronce”, afirma.

Un rasgo común en muchos medallistas es su disposición para ayudar a los estudiantes más jóvenes que comienzan a disputar olimpíadas. Ricardo Anido relata que suele convocar a alum-nos premiados para ayudar a formular preguntas para las pruebas y éstos aceptan enseguida. “Re-cientemente, pasamos cuatro días en Tiradentes,

“A los medallistas les gustan los desafíos, y buscan el conocimiento por su propia cuenta”, dice lara Kühl teles, del ItA

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Matheus Camacho, quien obtuvo un oro inédito en la Olimpíada Internacional Júnior de Ciencias, en Irán: quejas con respecto al contenido repetitivo en la enseñanza básica

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enfrascados en las preguntas para la Olimpía-da Brasileña de Informática. Al terminar, ellos lo agradecieron”, dijo el profesor. Régis Prado Barbosa, un cearense de 22 años, estudiante de ingeniería informática del ITA, descubrió su vo-cación de profesor de matemática colaborando con la capacitación de estudiantes secundarios para la Olimpíada Internacional de Matemática, en la cual él participó en varias ediciones, obte-niendo dos medallas de plata (Vietnam, 2007, y España, 2008) y una de bronce (Eslovenia, 2006). “Quedé fascinado con esa experiencia. Me di-vierto mucho creando problemas difíciles y me satisface más aún cuando veo que un alumno encuentra una solución mejor que la mía. Elegí la ingeniería en computación para extender ho-rizontes, pero descubrí que también me agrada ser profesor”, afirma.

No obstante, una gran preocupación inquieta a los organizadores de las olimpíadas nacionales: la

tendencia de los medallistas a abandonar Brasil incluso mientras estudian. “Estamos perdiendo talentos”, dice Euclydes Marega Júnior. “Noso-tros organizamos las olimpíadas, contribuimos a la identificación precoz de los talentos y ellos se postulan para ingresar en universidades ex-tranjeras tales como Harvard y el MIT, y son aceptados”, se lamenta. “Para un medallista es relativamente sencillo obtener una beca en la École Polytechnique y estudiar en Francia, con una beca de 1.000 euros mensuales. ¡Se llevan a nuestros talentos por 1.000 euros! Necesitamos crear mecanismos para mantenerlos en Brasil. Ellos precisan atractivos para quedarse. Eso no se reduce a becas, sino que también incluye la oferta de desafíos a los que puedan dedicarse, además de buenos tutores”, sostiene el profesor. Para Ricardo Anido, los medallistas deberían poder ingresar en las universidades brasileñas sin necesidad de examen de admisión. “Sería un estímulo para quedarse. Las universidades extranjeras los admiten tan sólo evaluando su currículo”, afirma.

El estudiante Gustavo Haddad Braga, con 18 años y dueño de una de las más vastas colecciones de medallas del país –posee 50 medallas naciona-les y 7 internacionales, incluyendo oro en la Inter-nacional de Física (Tailandia, 2011)–, abandonó recientemente Brasil para estudiar en el Massa-chusetts Institute of Technology. Criado en São José dos Campos, llegó a estudiar medicina en la USP durante seis meses, mientras aguardaba el proceso selectivo en el MIT. Una vez aprobado, obtuvo una beca del CNPq para hacer su carrera en Estados Unidos. Él ya anhelaba estudiar afuera antes de su desempeño olímpico en la secunda-ria. “La primera vez que oí hablar del MIT fue cuando cursaba el séptimo año de la enseñanza

Gustavo Haddad Braga: con siete medallas internacionales, abandonó la Facultad de Medicina de la USP al ser aceptado en el MIT

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Las conquistas de Brasil en olimpíadas científicas internacionales

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básica, cuando conocí al padre de un estudiante aceptado en el MIT. Pensé: el MIT debe ser un buen lugar”, recuerda. Todavía no sabe si estu-diará computación o ingeniería eléctrica allí –la elección se hace luego de cursar el primer año–, pero planea regresar a Brasil luego de graduarse. Con espíritu emprendedor, colaboró para crear con compañeros tres negocios prometedores. Uno de ellos es un sitio web con instrucciones sobre cómo postularse para vacantes en universidades estadounidenses. Otro, se trata de un servicio que busca la confluencia de estudiantes con alto po-tencial con empresas interesadas en patrocinar sus estudios en el exterior, que, a cambio, reci-birían al estudiante como pasante durante un período al final de su carrera. El tercero, consta de una aplicación capaz de contactar, en forma discreta, a amigos del Facebook con un interés común: la búsqueda de novio/a. La idea de tal servicio surgió el año pasado, cuando participó en un campeonato de programación e iniciativa en Miami, que le valió un premio de 50 mil dó-lares, que invirtió en el negocio.

La experiencia personal de un medallista de olimpíada científica es infrecuente. Gustavo Haddad Braga, por ejemplo, conoce países

que pocos jóvenes de su edad visitaron. Entre los lugares donde ha participado en olimpíadas se incluyen naciones tales como Corea del Sur, Azerbaiyán, China, Croacia, Polonia y Tailan-dia. La rutina de estudios es ardua y exige no sólo disponibilidad de tiempo sino también interés por desentrañar contenidos que recién se explorarían en la enseñanza superior. El más reciente talen-to entre los medallistas brasileños llamó la aten-ción, justamente por su facilidad para lidiar con el

conocimiento avanzado. Matheus Camacho, de 14 años, logró una medalla de oro en la Olimpíada Internacional Junior de Ciencias, disputada en el mes de diciembre, en Irán. Respondió correc-tamente todos los puntos de física, química y bio-logía de que constaba la evaluación práctica, basa-da en un experimento de electroforesis (técnica de separación de moléculas) de ADN, y también obtu-vo plata en la clasificación general individual, donde el desempeño del alumno se evalúa mediante tres

pruebas: objetiva, teórica discursiva y experimental.Tal caso asombra por tratarse de un alumno

que acaba de ingresar al 9º año de la enseñanza básica, mientras el resto de los miembros de su equipo eran alumnos de la enseñanza media. Re-cién durante el año pasado tuvo su primer con-tacto con estudios de química y biología, mien-tras que física ya conocía, estudiando por cuenta propia. A Camacho, obviamente, le agrada el es-tudio, pero mantiene una relación ambigua con la escuela. Por la mañana cursa el 9º año en el Colegio Objetivo, en São Paulo, y considera a las clases, demasiado repetitivas, fundamentalmente las de física, química y biología. Sólo estima que está aprendiendo cosas nuevas en portugués, que, admite, no es su materia preferida. En tanto, por la tarde, asiste a clases preparatorias avanzadas para olimpíadas en el mismo colegio, incluso los sábados, y es en ellas, que incluyen temas tales como cálculo diferencial, donde encuentra es-tímulo. Por la noche estudia una o dos horas, pero trata de mantener contacto con amigos de la escuela donde comenzó la primaria, realiza ejercicios físicos diariamente y desde niño es fan de los Beatles. “Él se quejaba de la escuela porque la consideraba repetitiva”, dice su madre, Simone. “Uno intenta brindarle lo que él necesita. Si pide un libro, se lo compro. Cuando me dijo, confiado, que viajaría a Irán, incluso antes del último selectivo nacional, quedé impresionado por su convicción y lo único que hice fue alen-tarlo, por supuesto. En el fondo, creo que él ya sabía que lograría su objetivo”, afirma su padre, Carlos Henrique, coronel del Ejército. “Conocí gente de todo el mundo, fue una experiencia muy interesante”, dice Camacho, quien todavía no sabe qué carrera quiere estudiar, pero le agrada explorar los sitios web de Harvard y del MIT, y mantiene a ambas instituciones en su radar. n

El estudiante del ITA Gabriel Dalalio, en San Francisco: la medalla de bronce en la Olimpíada de Informática le sirvió de pasaporte para realizar una pasantía de tres meses en Facebook

la rutina de estudios de los medallistas es ardua y exige disponibilidad de tiempo e interés por desentrañar contenidos

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Comienza a funcionar en la USP una nueva

microsonda electrónica para el análisis de los

elementos químicos presentes en los minerales

La versión actualizada de un aparato que se hizo famoso entre los geólogos cuando los astronautas de la misión Apolo trajeron rocas desde la Luna entre 1969 y 1972 se encuentra en funcionamiento en un edificio especial-

mente construido a tal fin en el Instituto de Geociencias (IGc) de la Universidad de São Paulo (USP). Es una microsonda elec-trónica, un instrumento de investigación capaz de identificar y cuantificar en forma rápida los elementos químicos presentes en un mineral, algo que se tornó importante inmediatamente después de las misiones lunares, cuando la agencia espacial estadounidense (Nasa) les cedió muestras a instituciones de diversos países. Saber si un mineral de roca contiene calcio, hierro o algún tipo de tierra rara es importante, tanto para conocer mejor la naturaleza geológica de determinado sitio como para estimar la existencia de material valioso para la minería u otros fines industriales. También puede utilizarse este aparato en metalurgia, para el análisis de los componentes de aleaciones metálicas o, incluso, para descubrir los meandros químicos en la formación de los dientes.

El equipo, adquirido a uno de los dos fabricantes mundiales, la empresa japonesa Jeol –la otra es la francesa Cameca–, costó 1,6 millones de dólares y fue financiado completamente por la FAPESP. Sustituye y aporta mejores recursos que una microsonda adquirida en 1992, en el marco de un programa de financiación de la USP y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en conjunto con la FAPESP. Ésa, a su vez, había reemplazado a un modelo estadounidense de 1971, el primero en ser instalado en el país, que fue comprado con recursos aportados completamente por el BID. Aquél implicaba un complicado proceso manual para

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imágenes obtenidas con la microsonda mediante la técnica de dispersión de longitud de onda y rayos X. arriba, la presencia de aluminio en la muestra del mineral silicato, en azul, y abajo calcio, en verde

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normalmente recibían. “Brindamos ser-vicios para empresas mineras tales como CPRM y principalmente Vale, que demanda una gran diversidad de productos minera-les”, comenta Gomes. “También realiza-mos estudios para Petrobras”. Los pagos por esos servicios sirven para mantener el laboratorio. Pero el mayor requerimiento de la microsonda, en el transcurso de estos años, según refiere el profesor Celso Gomes, proviene de alumnos, fundamentalmente de maestría y doctorado, tanto de la USP como de la Universidad Estadual Paulista (Unesp), la Universidad Estadual de Cam-pinas (Unicamp) y las federales de Paraná (UFPR), Pernambuco (UFPE) y Bahía (UF-BA), que se turnan los horarios para utilizar el aparato. “También recibimos investiga-dores de varios países de América Latina y de Mozambique y Angola, en África”, dice Gomes. “Con el nuevo instrumento espe-ro profundizar los estudios con el área de odontología para analizar la distribución de los elementos químicos en los dientes, estudiar cómo se comporta la naturaleza en cuanto a la dentición”, añade.

“Es bueno disponer de una nueva mi-crosonda”, dice el profesor Marcos Aurélio Farias de Oliveira, del Instituto de Geocien-cias y Ciencias Exactas de la Universidad Estadual Paulista (Unesp), en la ciudad de Rio Claro. “Esta posee mayores recursos y brinda la posibilidad de realizar los expe-

la obtención de datos, y además registra-ba la información en tarjetas perforadas en la computadora acoplada a la máqui-na que aún se conserva en el IGc. La más antigua poseía tres espectrómetros de ra-yos X, mientras que la nueva dispone de cinco de esos instrumentos acoplados a la microsonda. Este tipo de espectrómetro realiza el análisis de los elementos quí-micos presentes en el mineral mediante la lectura de la longitud de onda generada por el cañón de haces de electrones en el instante en que chocan con la muestra. El resultado es una radiación de rayos X con la longitud de onda específica irradiada por el material incluso que es captada por un cristal dentro de la microsonda. Éste re-conoce la longitud de onda del elemento químico y su intensidad en un punto es-pecífico del material.

“En el caso del primer aparato, la ope-ración resultaba muy difícil y requería una preparación y el análisis de la muestra, un proceso muy lento y complejo; el segundo ya poseía cinco espectrómetros, y el nuevo nos brinda una mayor automatización en el proceso de análisis, con mejor resolu-ción en la interfaz gráfica y aumento del brillo en las imágenes. Podrán obtenerse fotos con mejor calidad, por ejemplo, de minerales que poseen manganeso y cad-mio, capaces de emitir luz cuando reciben la incidencia de electrones sobre ellos. Otro punto importante es la mayor sofisticación en las condiciones de vacío por donde co-rre el haz de electrones, sin ser absorbidos por las moléculas del aire, antes de llegar a la muestra”, dice Celso de Barros Gomes, profesor emérito del IGc, quien implan-tó y dirigió el Laboratorio de Microsonda Electrónica del instituto, además de ser el responsable de la adquisición de los tres equipos, en 1971, 1992 y 2012. “Es un ciclo histórico”, manifiesta.

SOBRE UN COLCHÓNPara alojar a la nueva microsonda, se ne-cesitó construir un nuevo laboratorio de 90 metros cuadrados en la planta baja del IGc. Siendo más sensible, el nuevo aparato requirió de un pabellón donde no recibiera la incidencia de otros campos magnéticos generados por otros equipos del instituto. La microsonda mide 1,80 metros de altu-ra y está acoplada a una mesa con instru-mental y tres monitores para la verifica-ción de los resultados. El equipamiento se encuentra dispuesto sobre una especie de colchón, formado por un pozo con un me-

tro de profundidad y relleno con arena que tiene la función de absorber las vibraciones resultantes del tránsito de vehículos en el entorno del edificio. La microsonda ade-más está envuelta con una jaula de Faraday, una especie de armazón metálica, que le brinda un blindaje electrostático al equipo.

El nuevo laboratorio, inaugurado el 14 de diciembre, se encuentra listo para recibir, en forma más eficiente, las colaboraciones y consultas que las antiguas microsondas

La microsonda es utilizada por alumnos de maestría y doctorado, pero también se emplea estudios solicitados por empresas tales como Vale y petrobras

al lado, un grano de britolita, un mineral que posee concentraciones de fosfato de calcio. las imágenes coloreadas logradas mediante rayos X cuantifican la mayor presencia de determinados elementos químicos. en blanco y negro, la variación en la tonalidad revela la presencia de calcio en las áreas más oscuras

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Composición de elementosimágenes provistas por la microsonda revelan las zonas químicas en un mineral

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profundidad. Son como informaciones genéticas de la composición química del material analizado”, dice Gomes. Esas informaciones y otras obtenidas con la microsonda, en casos de aparición de yacimientos, resultan muy importantes para tener un mejor conocimiento de la potencialidad de una mina y para colabo-rar en su instalación e indicar la infraes-tructura necesaria para su explotación.

Para comenzar a elaborar el análisis de muestras de rocas recolectadas en trabajos de campo, los investigadores que utilizan la microsonda preparan el material –en el caso de la USP con el ase-

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rimentos en menor tiempo. Su antecesora era muy buena, pero había que detenerla frecuentemente para realizarle manteni-miento y la lista de espera llegaba a seis meses, informa Oliveira. “Durante alrede-dor de tres años fue la única en funciona-miento en el país para estudios académicos ya que las otras se encontraban averia-das, como en el caso de la Universidad de Brasilia (UnB)”, explica. Él recuerda que recientemente, la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) adquirió una microsonda y la UnB también, más allá de que la propia Unesp ya cuenta con la aprobación para la compra de uno de esos aparatos mediante un convenio con la Fi-nanciadora de Estudios y Proyectos (Finep), del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

INFORMACIÓN gENétICALa formación de nuevos geólogos es lo que está detrás de los trabajos de las mi-crosondas académicas –hay industrias metalúrgicas que también poseen este tipo de instrumental, por ejemplo– prin-cipalmente en un contexto de expansión de empresas tales como Petrobras y Va-le. “La cuantificación de los elementos es lo que motiva a la geología. Porque basándose en esa cuantificación resul-ta factible determinar las condiciones de presión y temperatura en que se for-maron esos minerales a kilómetros de

“En la actualidad este aparato forma parte de la cultura científica de la geología”, dice Celso de Barros gomes, de la USp

1 microsonda: al fondo, las pantallas y los dispositivos que componen el equipamiento

2 lámina de vidrio con un sustrato de roca preparado para el análisis

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Proyecto

emU: adquisición de una nueva microsonda electrónica para el instituto de Geociencias de la USP – nº 2009/ 53835-7; Modalidad Programa equipamientos mul-tiusuarios; Coordinador Celso de barros Gomes – USP; Inversión R$ 473.729,58 y US$ 1.662.330,00 (FaPeSP).

soramiento de un técnico– hasta lograr una muestra muy delgada, en el rango de los micrones (1 micrón o micrómetro equivale a la milésima parte de un mi-límetro). Esa capa fina de roca se pega con cola transparente en una lámina de vidrio que se inserta en la microsonda. Ahí se la desgasta hasta que queda ca-si incorporada al vidrio. La muestra es observada previamente con microsco-pio óptico para establecer su espesor, que debe quedar entre 30 y 40 micrones. Luego se la deposita en un dispositivo denominado metalizador donde recibe una capa de carbono que tiene la función de tornar conductor al material.

“Cuando contamos con una muestra desconocida, que no sabemos qué mine-rales contiene, utilizamos la técnica de dispersión de energía (EDS, según su sigla en inglés), y así puede hacerse un barrido entre todos los elementos químicos de la tabla periódica e indicar, por ejemplo, si el material es un feldespato u otro mine-ral cualquiera”, dice el profesor Celso Go-mes. Es posible identificar al mineral por su composición química. Para calcular la cuantía de los elementos, o determinar el porcentaje, por ejemplo, de silicio, hierro, aluminio o y así, presente en cada mineral de roca, los geólogos utilizan en la micro-sonda la técnica de dispersión de la longi-tud de onda (WDS, su sigla en inglés), que, más allá de ese objetivo principal, puede señalar las condiciones en que se formó el material, por ejemplo.

“Actualmente estas técnicas son muy co-nocidas y difundidas, pero en el pasado, al comienzo del período de comercialización de las microsondas, entre los años 1960 y 1970, era difícil convencer a la comuni-dad académica de su importancia. Y el rol fundamental para ese convencimiento fue la difusión de la técnica mediante datos presentados en congresos y conferencias, además de cursos y pasantías y la publica-ción de trabajos científicos”, dice Gomes. “Hace 40 años iniciamos un proceso de convencimiento y ahora la microsonda forma parte de la cultura científica en la geología brasileña”, añade. n

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Editor de la revista Nature y directivo de la Royal Society discuten

en la FAPESP desafíos y límites de la apertura de datos científicos

DIFUSIÓN y

Por una ciencia más abierta

La apertura de datos por sí sola no tiene va-lor, pues una ciencia abierta es más que la simple disponibilidad de datos científicos”. Tal es la evaluación del físico inglés Philip

Campbell, jefe de edición de la revista Nature, una de las más prestigiosas publicaciones científicas del mundo. De paso por São Paulo, Campbell participó del encuentro Science as an Open Enterprise: Open Data for Open Science, realizado el día 25 de febrero en la FAPESP, donde, ante un colmado auditorio, habló sobre los retos y las transformaciones del acceso abierto a los datos científicos. Durante el evento, el director científico de la Fundación, Carlos Henrique de Brito Cruz, abordó las perspectivas de la apertura científica en Brasil. El director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP, José Arana Varela, y el secretario de Relaciones Exteriores de la Royal Society, Martyn Poliakoff, participaron en calidad de mediadores.

Las discusiones giraron en torno a un informe divulgado en junio de 2012 por la Royal Society. En él, la sociedad más antigua del mundo destaca la ne-cesidad de lidiar con la apertura de datos científicos, que se encuentran disponibles en una cantidad cada vez mayor, pero cuyo contenido no siempre resul-ta inteligible o de interés para los investigadores. “Los veloces cambios tecnológicos han generado nuevas formas de adquisición, almacenamiento, manipulación y transmisión de conjuntos de datos que estimulan nuevos modos de comunicación y colaboración”, dijo Poliakoff. El estudio fue mo-tivado por una polémica suscitada en 2009, en el

Reino Unido, que involucraba correos electrónicos enviados por climatólogos, que fueron hackeados y publicados. Los mensajes sugerían que un científico intentó ocultar datos que contrariaban la evidencia de que el planeta se está calentando. Una investi-gación descartó la hipótesis de falsificación, pero el caso provocó debates acerca de la necesidad de que haya una ciencia más abierta.

Campbell explicó que los datos científicos no sólo deben hallarse disponibles, sino que también deben adecuarse para tornarse comprensibles y reutilizables. Entre las razones que hacen de la apertura de datos un tema impostergable, el físico destacó el potencial para aumentar la confianza en la ciencia, por medio de la replicación y la repro-ductibilidad de los datos de investigaciones. Eso, según él, puede incrementar las posibilidades de combatir fraudes en el ámbito académico y ampliar la participación pública en la ciencia.

Un ejemplo de colaboración pública se encuen-tra en el informe de la Royal Society. En 2011, sur-gió en Alemania un brote de infección intestinal causado por Escherichia coli y se difundió por Eu-ropa, afectando a alrededor de 400 mil personas. Los médicos de Hamburgo no lograban hallar una solución, puesto que, a primera vista, la bacteria era similar a la de otras cepas. El problema sólo se resolvió luego de que los datos sobre el genoma de la cepa de E. coli salieron a la luz y se publicaron en un sitio, al alcance de cualquier investigador. Poco tiempo después, se publicaron aproxima-damente 200 informes científicos, indicando qué

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contenido, si el autor del artículo paga una tarifa por su divulgación inmediata. Ante la pregunta sobre los efectos que la apertura de datos puede causar en la comunicación científica y, particularmente, en el periodis-mo de información científica, Campbell di-jo no creer que tal apertura necesariamente mejore el proceso de comunicación. Según él, no importa si los artículos son públicos o si sólo se encuentran disponibles mediante el pago de un importe, ya que los buenos periódicos siempre tendrán que evaluar sus resultados y publicar los mejores. Lo que podría ocurrir, dijo, es que, en un pe-riódico que divulga el contenido en forma abierta, el feedback puede ser más rápido, por medio de correcciones o comentarios posteriores a su publicación. Eso puede implicar alguna mejora para el paper. “El contenido con libre acceso puede ser un poco mejor en ese sentido [en comparación con aquél del que se dispone mediante el pago de una tarifa]”, aseveró.

El director científico de la FAPESP, Car-los Henrique de Brito Cruz, recordó que la discusión en torno de datos abiertos no es completamente nueva en el país y ci-tó bancos de datos brasileños disponibles en internet. Mencionó las informaciones abiertas del Instituto Nacional de Inves-tigaciones Espaciales (Inpe), del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)

y de la Plataforma Lattes, del Consejo Na-cional de Desarrollo Científico y Tecnoló-gico (CNPq), que dispone informaciones académicas de más de 174 mil investigado-res. Brito Cruz también puso de relieve a la biblioteca virtual SciELO, de la FAPESP, que garantiza el acceso abierto a 270 pe-riódicos nacionales y recibe alrededor de 1 millón de accesos diarios. “Se trata de un importante mecanismo que contribu-ye para el aumento de la visibilidad de la ciencia brasileña en el mundo”, dijo. Otro avance importante fue el acuerdo firma-do hace dos años para la creación de un repositorio de todos los artículos vincu-lados con investigaciones que recibieron financiación de la FAPESP, que estarán accesibles respetando las normas de la revista científica que publicó cada paper. El repositorio estará listo para el final del segundo semestre de este año.

Con respecto a Brasil, Philip Campbell dijo que no está al tanto de la nueva agen-da científica, pero reconoce los esfuerzos que ha hecho el país para posicionarse internacionalmente. Como ejemplo, ci-tó el apoyo de la FAPESP a proyectos de investigación que vinculan a científicos con empresas. “Creo que ése es un tipo de financiación valiosa, amén de la amplia-ción de la relación entre la universidad y la industria.” n

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Os podría hacerse para detener la epidemia.

De acuerdo con el representante de la Royal Society, Martyn Poliakoff, “hoy en día, la información determina cómo de-ben adaptarse los científicos a los cam-bios tecnológicos, sociales y políticos, con profundas implicaciones en la manera de llevar adelante y comunicar lo que hace la ciencia”. El químico también mencionó una iniciativa de la cual forma parte, Perio-dicVideos (www.periodicvideos.com), que publica videos divertidos de divulgación científica. El proyecto comenzó en 2008, a partir de una cooperación entre la Univer-sidad de Nottingham y la BBC de Londres.

TrES modEloSMás allá de la publicación de los datos ge-nerados por las investigaciones, otro tema discutido durante el encuentro fue la am-pliación de las herramientas utilizadas para divulgar los papers completos publicados en periódicos científicos. Campbell recordó que actualmente existen tres modelos pa-ra la publicación abierta de artículos: uno que divulga el paper libremente, dentro de un período máximo que varía entre 6 y 12 meses luego de su publicación; otro, en el que el paper puede hallarse disponible a partir del momento de su publicación; y, finalmente, una versión híbrida, que di-vulga libremente tan sólo una parte de su

la tecnología ha generado nuevos modos de comunicación y cooperación científica, revela un informe de la institución inglesa

campbell, de la revista Nature (izq.), y Poliakoff, de la Royal Society: la apertura puede aumentar la participación pública en la ciencia

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Representación artística de una red de arterias

partículas sintéticas reducen

la toxicidad y amplían la acción de

los medicamentos contra el cáncer

Mensajeros poderosos

carlos Fioravantipublicado en FebReRo de 2013

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laterales indeseables en los 46 individuos trata-dos con carmustina, un antitumoral con elevada toxicidad, combinado con las esferas de colesterol artificial. Con este tratamiento, los efectos más comunes, tales como náuseas, vómitos, alopecia (caída del cabello), anemia, profusa disminución de las células defensivas y alteraciones hepáti-cas o renales, que se evalúan en grados 1, 2 y 3, fueron mínimos, incluso con una dosis de 350 miligramos, que es casi tres veces mayor que la normalmente adoptada. “No quedan dudas de que los resultados son consistentes, sin pérdida del efecto farmacológico”, comenta.

No es sencillo lograr que esas estrategias sean eficaces. Se libra una batalla mundial para reducir la toxicidad de los medicamentos, lo cual podría significar contar con más opciones terapéuticas para los médicos y menores molestias para los pa-cientes en tratamiento. Equipos de la Universidad de Campinas (Unicamp) y del Instituto Butantan también están logrando avances con otros tipos de partículas que se están revelando eficaces para mejorar el efecto de medicamentos o de vacunas. En cada caso, las nuevas combinaciones deberán sortear todas las pruebas de seguridad y toxicidad

Hace veintiún años, al presentar en re-vistas científicas nacionales e interna-cionales una estrategia para el trata-miento del cáncer basada en partículas compactas artificiales de colesterol, el

médico Raul Maranhão no imaginaba que afrontaría tantas sorpresas, decepciones, reveses y desvíos para llevar a cabo su propuesta. Paso a paso, experimentó primero con animales, después con grupos limita-dos de gente con cáncer, y arribó a la conclusión de que las nanoemulsiones lipídicas denominadas LDE podrían funcionar como una plataforma de fármacos capaz de transportar medicamentos ha-cia objetivos definidos reduciendo su toxicidad, un grave problema –y también frecuente– en los antitu-morales: generalmente los efectos indeseables son intensos a punto tal de limitar su utilización, forzar la reducción de las dosis y motivar la interrupción del tratamiento. “Domesticamos algunos quimiote-rapéuticos”, dice ahora Maranhão con tranquilidad, al comienzo de este año, en su oficina del segundo subsuelo del Instituto del Corazón (InCor) de la Universidad de São Paulo (USP).

Acto seguido, muestra en la pantalla de la com-putadora una tabla que sintetiza los efectos co-

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en modelos animales y ensayos en seres humanos hasta que –si presentan un desempeño satisfac-torio en todos los experimentos– sean aprobadas para su uso masivo.

Maranhão tuvo que superar muchas dificultades científicas, técnicas y burocráticas hasta verificar que las esferas que contenían medicamentos se concentraban en los tumores (observe el gráfico en la parte superior) y poder seguir adelante. Ri-cas en colesterol, con una estructura similar a la lipoproteína de baja densidad (LDL) y un diáme-tro de 20 a 60 nanómetros (1 nanómetro equiva-le a una millonésima de milímetro), las LDE son capturadas por las células mediante los receptores de LDL, abundantes en las células tumorales. “A las células tumorales las engañamos al ofrecerles una materia prima que precisan para multiplicar-se, adosada a un fármaco que las destruye”, dice.

Otros dos antitumorales, el paclitaxel (taxol) y el etopósido, fueron más difíciles de domesticar. Junto con Hélio Stefani, colega de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la USP, Maranhão los impregnó con ácido graso, un tipo de lípido, para aumentar la adherencia a las esferas de LDE. “En ensayos con ratones y en pacientes con cáncer”, informa, “la toxicidad disminuyó drásticamente”. Pero no siempre resulta así. La toxicidad del me-totrexato no disminuyó. “No puedo explicar por qué, pero tal vez sea posible reducir la dosis, puesto que la combinación con las LDE eleva la capta-ción del medicamento por las células tumorales”.

EnSayoS En HoSpitalESUna producción científica prolífica y los resulta-dos de los ensayos clínicos iniciales –realizados a partir de 1990 en alrededor de 200 personas– sir-vieron como argumento para dos estudios clínicos más amplios, en curso en hospitales públicos de la ciudad de São Paulo. En uno de ellos, 23 pacientes

con cáncer de próstata, mama, ovario y pulmón, algunos ya con metástasis ósea, luego de pasar por otros tratamientos, están recibiendo taxol y LDE en el Instituto del Cáncer Arnaldo Vieira de Carvalho. En dos individuos, el nivel de antígeno prostático específico (PSA) descendió de 100 a 10 nanogramos por decilitro de sangre, indicando una remisión del cáncer de próstata luego de sie-te meses de tratamiento, apunta Silvia Graziani, médica del servicio de oncología clínica del ins-tituto. “En cánceres de ovario y de mama, consta-tamos una estabilización de la enfermedad y una mejoría significativa del cuadro clínico, debido a la ausencia de efectos adversos comunes en la quimioterapia”, dice. “Observé a varios pacien-tes almorzando mientras hacían quimioterapia”, relata Maranhão. Las medicinas suministradas para evitar los vómitos, un efecto frecuente del tratamiento, habían sido suprimidas.

“Las LDE presentan alta afinidad con los tejidos inflamados y áreas con intensa división celular”, dice Maranhão. Esta característica condujo a otras posibilidades de uso, tales como el tratamiento de la aterosclerosis, una afección inflamatoria crónica que se caracteriza por la acumulación de placas de grasa en venas y arterias. En uno de los experimen-tos, las arterias de conejos con placas de colesterol, en forma similar a los tumores, captaron tres veces más cantidad de LDE que otros tejidos u órganos. “Las LDE con paclitaxel limpiaron las arterias de los conejos”, añade, mostrando una serie de foto-grafías y gráficos. La información que recabó sir-vió como argumento para probar la seguridad del uso de una combinación de taxol con LDE en un grupo de 10 personas seleccionadas en tratamiento en el Instituto Dante Pazzaneze de Cardiología, en São Paulo. Los resultados, descritos en un artícu-lo en fase final de elaboración, señalaron que esa estrategia puede reducir la inflamación aliada a

pRincipales destinos

concentración de partículas de colesterol (lde) con taxol, marcadas con elementos radioactivos, en tejidos u órganos de ratones

Fuente LabOratOrIO DE LípIDOs/ InCOr-Usp

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superficie de las partículas; estudios previos, lle-vados a cabo en una solución de células, sugerían que podrían destruirlos.

Un tipo de sílice porosa nanoestructurada denomi-nada SBA-15 se está revelan-do eficaz para transportar vacunas por vía oral, según estudios conjuntos realiza-dos desde 2002 con el Ins-tituto Butantan, la Universi-dad de São Paulo y el labo-ratorio Cristália. Los test en ratones con la vacuna contra la hepatitis B, indicaron que

los antígenos virales transportados por las esferas de sílice logran atravesar el medio extremadamente ácido del estómago, donde la mayoría de las pro-teínas no resisten, y son absorbidos en el intestino.

“Ahora estamos en la fase de planificación de los ensayos con voluntarios humanos”, dice Os-valdo Sant’Anna, investigador del Butantan que se encuentra entusiasmado con la posibilidad de ampliar la vacunación por vía oral, hoy limitada a la Sabin, contra la poliomielitis. Él considera que, si los ensayos avanzan con resultados positivos, las partículas de sílice podrían transportar más de una vacuna por vez, en forma más amena para el organismo que las actuales técnicas de aplicación (inyecciones), permitiendo una economía consi-derable, al prescindir del uso de agujas y jeringas, elevando la cantidad de personas vacunadas y po-sibilitando aplicar dosis menores que las actuales.

Diego Stéfani Teodoro Martinez, del equipo de Alves, preparó nanotubos de carbono de 10 a 40 nanómetros de diámetro y hasta 10 micrones de longitud embebidos en antígenos. Esa combina-ción elevó la respuesta del organismo, en compa-ración con la inducida tan sólo por los antígenos, en pruebas preliminares realizadas con ratones en el Instituto Butantan, con la colaboración de Sant’Anna. “Aparentemente, los nanotubos brin-dan un efecto inmunoestimulante”, dice Marti-nez, “pues posiblemente activaron macrófagos, un tipo de células defensivas, así como la libe-

Vehículos especiales: nanotubos de carbono purificados (en rojo) y nanoemulsión lipídica pura (izquierda) y con metotrexato (derecha)

nanotubos de carbono activaron células de defensa y amplificaron las respuestas contra antígenos

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la formación de placas grasas en las arterias coro-narias de individuos que ya sufrieron un infarto. “Disminuimos casi a cero la toxicidad”, festeja. Las

evidencias también sorprenden porque implican la posibilidad de utilizar un antitumoral, el taxol, para el tratamiento de enfermedades cardíacas.

nUEvaS vacUnaS a la viStaLas partículas que transportan fármacos pueden lograr más de lo que se espera de ellas y alterar otras características que dificultan el uso de me-dicamentos. En la Unicamp, el equipo del químico Oswaldo Alves aparentemente consiguió eliminar una limitación de la camptotecina, un antitumo-ral de difícil aplicación por ser insoluble, según las pruebas en células tumorales, realizadas en la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp).

“Elaboramos una suspensión con nanopartículas de sílice y la camptotecina ingresó a las células como si fuese soluble”, afirma Amauri Jardim de Paula, investigador del grupo de Alves. “Actualmente pode-mos sintetizar nanoestructuras con un alto control de las propiedades químicas y físicas en su superfi-cie y su interior, de modo tal que la superficie logre atraer y el interior repeler a las moléculas de agua”.

En el artículo estampado en la portada de la edi-ción de octubre de la revista Journal of the Brazilian Chemical Society, Alves presentó una importante prescripción de seguridad para el uso de las na-nopartículas mesoporosas de sílice: esas nanoes-tructuras no destruyen a los hematíes de la sangre en condiciones reales, inmersas en el plasma, independientemente de la carga eléctrica de la

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ración de citosinas”, que son las moléculas de comunicación del sistema inmunológico.

Otras combinaciones de transportadores y fármacos también pueden conducir a resul-tados impresionantes. Grupos de la Unicamp, la USP y la Unesp, coordinados por Wagner Fávaro y Nelson Duran, ambos de la Unicamp, lograron reducir alrededor de 10 veces la dosis de la droga inmunomoduladora P-Mapa, sin perder su eficacia contra el cáncer de vejiga, utilizando un polímero comercial conocido con el nombre de poloxámero o Pluronic, en test preliminares realizados con modelos animales.

“El Pluronic habría facilitado el ingreso del P-Mapa en la capa de células que revis-te internamente la vejiga urinaria”, comenta Fávaro. “Es un resultado excelente”. Si tal efecto se confirma en los estudios en curso, puede per-mitir una notable economía del me-dicamento y mejorar su acción, más allá de reducir el riesgo de eventua-les efectos tóxicos; aparentemente, el P-Mapa y las esferas de LDE no generan reacciones adversas ni pre-sentan riesgos para la salud, según las pruebas llevadas a cabo hasta ahora.

En estudios realizados en la Uni-camp y en la Universidad del Esta-do de Colorado, en Estados Unidos, con financiación aportada por la red de investigación Farmabrasilis, de la FAPESP, el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecno-lógico (CNPq), los Institutos Na-

cionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y la Unesp de Botucatu, el P-Mapa se reveló capaz de detener la progresión del cáncer de vejiga y reducir el crecimiento de colonias de bacterias causantes de tuberculosis en el modelo animal. En estudios con ratas portadoras de cáncer de vejiga, el P-Mapa mostró una eficacia superior a la de la vacuna BCG, el mejor tratamiento dis-ponible contra ese mal, tal como lo describe un artículo publicado en junio de 2012 en la revista Infectious Agents and Cancer.

Los resultados que ahora parecen sencillos na-cieron de decisiones difíciles. En 2006, Oswaldo Alves se topó con la siguiente disyuntiva: ¿debe-

ría comprar o sintetizar nanotubos de carbono? Los adquirió, pero notó que no era una sustancia pura, como debía serlo, y empezó a desconfiar de los resultados –posi-tivos o negativos– de los experimentos, sin saber si eran producto de la ac-ción de los nanotubos o de las impurezas.

“La pureza ha sido un tema soslayado”, dice. “A causa de la urgencia por publicar los resultados, casi nadie está cuestio-nando el origen de las muestras de nanoestruc-turas utilizadas en los ex-perimentos, tan sólo su-poniendo que sean pu-

ras”. Alves y su grupo desarrollaron sus propias técnicas de purificación y actualmente extraen el 98% de los residuos metálicos y carbonados de los nanomateriales importados. La sustancia resultante de la purificación en el Laboratorio de Química de Estado Sólido de la Unicamp es diferente de la original hasta el punto de haber sido nombrada LQES-1 y LQES-2. Otro desafío permanente, según él, consiste en “identificar a otros químicos, físicos, biólogos y médicos que deseen trabajar con nanoestructuras y consideren que es posible hacer ciencia brasileña de calidad”.

“Aislados, no podremos avanzar”, reitera Ma-ranhão, quien también enfrentó varios dilemas. Uno de ellos: ¿dónde publicar los resultados? Si divulgaba demasiado, buscando las revistas más leídas, podría ser atropellado por otros grupos, que podrían avanzar con mayor rapidez. Dejar de publicar era inviable, porque son los artícu-los científicos los que confieren credibilidad y visibilidad a cualquier investigador. La solución que encontró fue publicar en revistas médicas con mediano impacto, “sin hacer mucho alarde”.

“casi nadie repara en el origen y la pureza de las muestras de nanoestructuras utilizadas en los experimentos”, dice alves

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Cuando comenzó, no había ley de patentes pa-ra los nuevos fármacos, ni existía el concepto de nanotecnología médica, ni empresas nacionales interesadas en desarrollar medicamentos naciona-les en el país. Lo intentó con algunas extranjeras, con la esperanza de hallar socios que lo ayudaran en la producción y el desarrollo de las nanopar-tículas, pero las fusiones y adquisiciones de em-presas interrumpieron las negociaciones. Notó que tendría que producirlos él mismo y montó un laboratorio de producción junto a su oficina en el InCor, y pagó una fortuna por quimioterapéuticos importados hasta que los indios y chinos comen-zaron a venderlos a precios mucho menores. “Es como una partida de ajedrez”, dice. “A menudo, la estrategia precede a la ciencia”.

la próxima batallaMaranhão tuvo que internarse en áreas que no conocía y formar equipos, otro riesgo, porque el ritmo de trabajo y el rigor metodológico de los integrantes de un grupo pueden discrepar. “Por suerte nunca tuve problemas con mis colabora-dores”, asegura, “y les debo mucho a mis colegas médicos y profesores, como son Silvia Graziani, Noedir Stolf, Vânia Hungria, Eloisa Bonfá, Rober-to Hegg, Jesus Carvalho, Durvanei Maria y mu-chos otros que han colaborado en este proyecto desde hace muchos años y realizan un trabajo de altísima calidad”.

Él relata que tuvo dificultades, por supuesto, con los dictaminadores necesariamente anónimos de sus pedidos de financiación, que criticaban la falta de foco, ya que exploraba otras aplicaciones mé-dicas de las LDE, o le solicitaban detalles que no tenía ni le preocupaban. “Somos nuestros propios verdugos”, comentó otro profesor de la USP, quien sigue el trabajo de Maranhão desde hace años.

A quienes descubren una molécula en aparien-cia maravillosa y creen que las siguientes etapas de la investigación y desarrollo serán sencillas, Maranhão les anticipa: “No hay que precipitarse. Si aun así desean continuar, deben prepararse para un arduo trabajo”. El suyo todavía no ha fi-

nalizado. La próxima batalla en cierne consistirá en el registro de las combinaciones de las LDE con medicamentos en las organizaciones regu-ladoras del gobierno.

“En Estados Unidos”, dice, “con lo que ya con-tamos de argumentación científica y médica y dada la urgencia por nuevos fármacos contra el cáncer, nuestra solicitud de registro podría ingre-sar como fast track, tranquilamente”. Fast track es una ruta rápida y simplificada para aprobar nuevos medicamentos adoptada por el gobierno federal de Estados Unidos. En Brasil, no existe tal disposición y el proceso de registro generalmen-te exige mucho papeleo y lleva varios años hasta que se logra el sello final. Una empresa nacional refirió haber enviado 70 kilos de documentación al organismo responsable del área en Brasilia y una espera de siete años hasta que salió el registro de un medicamento brasileño similar al Viagra. n

dos tipos de nanopartículas mesoporosas de sílice: la de la unicamp, con poros que repelen el agua y superficie que la atrae (en la página de al lado); y la del butantan-usp, con poros hexagonales (arriba, a la izquierda) y en forma de tubos cilíndricos (a la derecha)

proyectos

1. nanopartículas lipídicas: aplicaciones en el estudio de la fisiopatolo-gía, diagnóstico y terapéutica de las enfermedades degenerativas – n° 06/ 58917-3; modalidades proyecto temático coordinadores Raul cavalcante Maranhão – usp; inversión R$ 1.406.940,52 (Fapesp);

2. nuevas estrategias terapéuticas para el cáncer de vejiga urinaria no músculoinvasivo – n° 12/ 20706-2; modalidades línea Regular de ayuda al proyecto de investigación coordinadores Wagner José Fávaro – unicamp; inversión R$ 133.260,00 (Fapesp);

3. producción de nanoestructuras mesoporosas a base de sílice para el transporte de agentes antitumorales hidrofóbicos – n° 09/ 10056-8; modalidades doctorado coordinadores amauri Jardim de paula – unicamp; inversión R$ 110.201,13 (Fapesp)

artículos científicos

FÁVaRo, W.J. et al. effects of p-Mapa immunomodulator on toll-like receptors and p53: potential therapeutic strategies for infectious diseases and cancer. infectious agents and cancer. v. 7, n. 14. 2012 (online).

KRetZeR, i.F. et al. drug-targeting in combined cancer chemothera-py: tumor growth inhibition in mice by association of paclitaxel and etoposide with a cholesterol-rich nanoemulsion. cellular oncology. v. 35, n. 6, p. 451-60. 2012.

paula, a.J. et al. suppression of the hemolytic effect of mesoporous silica nanoparticles after protein corona interaction: independence of the surface microchemical environment. Journal of the brazilian chemical Society. v. 23, n. 10, p. 1.807-14. 2012.

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El gas emitido por explosiones estelares

bloqueó el crecimiento de galaxias enanas

Las estrellas que el viento apagó

Fornax, en el borde superior de la página: una de las 26 galaxias enanas que orbitan la Vía Láctea

Igor Zolnerkevic

AstronomíA y

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Existe algo misterioso en la evo-lución de las galaxias enanas. Los astrónomos observan una cantidad mucho menor de esos

pequeños conglomerados de estrellas que la prevista por la actual teoría de formación del Universo, a partir de una explosión ocurrida hace 13.700 millo-nes de años, el Big Bang. Por esa razón, se considera que en esa teoría hay algo erróneo –una opción cada vez menos aceptada por los expertos–, o algo suce-dió mientras se formaban esas galaxias, que las dejó tan escasas de estrellas que ni siquiera con los más poderosos telescopios se logra observarlas.

En un trabajo recientemente aceptado para su publicación en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Socie-ty, un grupo de astrónomos brasileños expone resultados que abonan la segun-da hipótesis y describen un posible me-canismo que les habría impedido a algu-nas galaxias enanas producir estrellas en abundancia. Mediante simulaciones en computadora, Diego Falceta-Gonçalves, de la Universidad de São Paulo (USP), y Luciana Ruiz, Gustavo Lanfranchi y Anderson Caproni, de la Universidad Cruzeiro do Sul (Unicsul), plantean que una serie de explosiones estelares ocu-rridas en el comienzo de la formación de las galaxias enanas habría expulsado de ellas casi todo el gas que serviría para

los primeros cúmulos de estrellas que formaron, alrededor de 300 millones de años después del Big Bang. Las galaxias mayores, del tamaño de la Vía Láctea, recién comenzarían a surgir mil millones de años después. Los astrónomos todavía discuten si las galaxias mayores se for-maron mediante la aglutinación de ena-nas o crecieron independientemente de ellas. Pero todos opinan que las galaxias, grandes o pequeñas, nacieron debido al gas acumulado en regiones del espacio donde se concentró la materia oscura.

La materia oscura es una sustancia in-visible y con identidad aún desconocida. Ocupa todo el espacio y sólo es evidente debido a la influencia gravitatoria que ejerce en el movimiento de estrellas y galaxias. Según las observaciones cosmológicas, existiría entre cinco y nueve veces más materia oscura que materia normal en el Universo. Y las simulaciones en computadora basa-das en la teoría del Big Bang sugieren que las galaxias mayores se formaron precisamente en las regiones donde se aglutinó una mayor cantidad de ma-teria oscura, los denominados halos.

Esas simulaciones también mues-tran que cada uno de esos grandes ha-los de materia oscura está rodeado por una constelación de centenares de halos menores, que, en principio, deberían originar galaxias enanas. Pero en lugar

generar nuevas estrellas. Por consiguien-te, quedaron casi despobladas.

Aunque hayan ocurrido hace más de 13 mil millones de años, poco después de la creación del Universo, esos esta-llidos estelares pueden haber dejado rastros –diferencias en la concentra-ción de elementos químicos dentro y fuera de las galaxias– que pueden veri-ficarse mediante observaciones astro-nómicas y contribuir para confirmar o refutar el modelo. “Nuestro trabajo explica lo que podría haber ocurrido, tanto en el interior de la galaxia ena-na como entre los conglomerados de galaxias”, dice Lanfranchi.

Las galaxias enanas existen en todo el Universo, orbitando galaxias mayores, tales como la nuestra, la Vía Láctea. En general, poseen centenares de millones de estrellas, alrededor del 0,1% del total hallado en la Vía Láctea. Algunas toda-vía poseen gas y son capaces de generar nuevas estrellas. Pero la mayoría alber-ga tan sólo un grupo de viejas estrellas. En la Osa Menor, una de las galaxias enanas que orbitan la Vía Láctea, por ejemplo, la última estrella nació hace 9 mil millones de años.

Según la teoría cosmológica corrien-te, en virtud de la cual el Universo nació hace 13.700 millones de años a partir de una explosión inicial y se expande des-de entonces, las galaxias enanas fueron

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La estructura del Universouna explosión de alta energía ocurrida hace 13.700 millones de años, el big bang, originó el universo, que, a medida que se expandió y se enfrió, organizó la materia visible en átomos, estrellas, galaxias y conglomerados de galaxias

La simulación inferior muestra de qué modo la materia oscura (los puntos brillantes), una forma de materia invisible que atraviesa el universo e interactúa con la materia común por medio de la gravedad, habría evolucionado luego del big bang en una región aledaña a la Vía Láctea

de centenas, tan sólo se observaron 26 de ellas orbitando la Vía Láctea. “De acuerdo con las observaciones y simu-laciones, habría centenares de halos de materia oscura que no formaron casi ninguna estrella”, comenta Lanfranchi.

Otro enigma al respecto de las galaxias enanas reside en que la proporción entre la materia normal y la oscura es muy diferen-te de aquélla que se observa en las galaxias mayores. La masa del halo de materia oscu-ra que envuelve a la Vía Láctea es 10 veces mayor que la masa total de sus estrellas. En tanto, las galaxias enanas estudiadas contie-nen entre 20 y 3.400 veces más materia os-cura que su masa estelar. “Por alguna razón, se formaron proporcionalmente mucho menos estrellas en las galaxias enanas que en la Vía Láctea”, dice Gonçalves.

Para esclarecer el pasado de las galaxias enanas, varios grupos de astrofísicos están desarrollando simulaciones sobre cómo habría evolucionado la concentración ini-cial de gas y materia oscura que las originó. Todos los trabajos sugieren que las protago-nistas de esta historia son las supernovas, los

estallidos que apuntan el fin de la vida de las estrellas con masa muy elevada, dece-nas de veces mayores que el Sol. Según los modelos teóricos, las primeras super-novas formadas en esas galaxias habrían transferido tanta energía al gas presente en el interior de esos conglomerados de estrellas que terminaron por expulsarlo hacia el medio intergaláctico. Y, sin gas, la formación estelar se habría interrumpido.

Hasta ahora, ninguna simulación, em-pero, había logrado un nivel de detalle su-ficiente como para explicar exactamente cómo escaparía ese gas, ni en qué cantidad o en cuál etapa de la evolución galáctica. Los astrónomos brasileños aceptaron en-tonces el reto de simular los primeros mil millones de años de las galaxias enanas en la forma más realista posible, valiéndose de un código informático desarrollado por el astrofísico polaco Grzegorz Kowal, de la USP. En dichas simulaciones, los científi-cos analizaron 11 escenarios posibles pa-ra la evolución de esas galaxias, variando parámetros tales como la distribución de la materia oscura y el índice de formación

de las supernovas. También tuvieron en cuenta detalles tales como el surgimiento aleatorio de las supernovas en varias regio-nes de la galaxia y la cantidad de energía derivada de las explosiones que se con-vierte en calor o luz.

VIEntoS UbIcUoSPese a controlar los parámetros en sus simulaciones, los investigadores no te-nían cómo saber el resultado de antema-no. “Logramos determinar cuán rápido pierden gas las galaxias, dependiendo de su masa, de la distribución de mate-ria oscura y de la tasa de formación de supernovas”, explica Gonçalves.

En todos los escenarios, las simulacio-nes revelaron que las supernovas origi-nan vientos que comienzan a expeler el gas de la galaxia 100 millones de años después de su nacimiento. En el caso más extremo, un 88% del gas se eliminó en el transcurso de mil millones de años. “La mayoría de los halos quedan con es-casas estrellas y se tornan invisibles”, añade el investigador. “Las galaxias que

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formándose

surgen los átomos

neutrosnacen las primeras estrellas

y las galaxias enanas

10.300 mILLonES dE AñoS6.000 mILLonES dE AñoS3.300 mILLonES dE AñoS1.700 mILLonES dE AñoS900 mILLonES dE AñoS

Las galaxias grandes,

tales como la Vía Láctea,

comienzan a estructurarse

Las galaxias se organizan en

conglomerados

13.700 millones de años300 millones de años

1.000 millones de años300 mil años100 seg.

38 z JULIO DE 2013

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pESQUISA FApESp z 39

observamos actualmente se formaron en los casos en que el viento fue más leve”.

Los científicos imaginaban que el gas calentado por las supernovas superaba la atracción gravitatoria y escapaba de la galaxia al ser impulsado con gran ener-gía, tal como un cohete que se lanza al espacio. Pero descubrieron que no siem-pre ocurre así. Entre un 5% y un 40% del gas calentado por las explosiones esca-paba en menos de 200 millones de años, aunque no poseyera energía como para vencer la gravedad, al flotar sobre el gas más frío y denso situado a su alrededor. “Es algo más parecido a un globo lleno de helio, que sube por sí solo, sin que se lo lance”, explica Gonçalves.

Este fenómeno, conocido como ines-tabilidad de Rayleigh-Taylor, es el mismo que hace posible el ascenso del gas caliente en forma de hongo en una explosión ató-mica. En la simulación realizada por los brasileños, las supernovas originan bur-bujas de gas caliente a su alrededor, que migran hacia las capas externas y frías de la galaxia, expandiéndose y fundiéndose, formando canales por donde escapa el gas. Una importante consecuencia suscitada por ese fenómeno apunta que la composi-ción del gas que escapa desde las galaxias enanas no es la misma que presentaba el gas primigenio, compuesto por elementos

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012 químicos livianos (hidrógeno y helio), los

primeros en surgir en el Universo. El gas que escapa está enriquecido con elemen-tos químicos más pesados, originados en las explosiones de las supernovas.

“Esos resultados son interesantes y serán contrastados con observaciones a los efectos de verificar si la teoría es correcta”, sostiene el astrofísico Reinal-do de Carvalho, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, estudio-so de la evolución de las galaxias. Los científicos esperan hallar evidencias de lo que ocurrió con las galaxias enanas al analizar la composición química de sus estrellas. Para ello, están estudiando una galaxia enana, la Osa Menor. Y proyec-tan comparar las conclusiones con la composición del medio intergaláctico, hacia donde habrían sido expulsados los elementos químicos más pesados. n

cómo pierden gas las galaxias enanas

Antiguas compañeras

burbujas de gas caliente y menos denso flotan sobre el gas más frío y denso rumbo al medio intergaláctico

En las simulaciones, hasta un 40% del gas que se calienta por las explosiones de supernovas escapó de la galaxia en menos de 200 millones de años

Las galaxias se forman en las regiones con mayor concentración de materia oscura. En cada punto en torno del conglomerado principal, que originó la Vía Láctea, debería existir una galaxia enana, pero sólo se observan 26 (vea las principales arriba)

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Vía LácteaLos proyectos

1. campos magnéticos, turbulencia y efectos de plasma en el medio intergaláctico – nº 2011/ 12909-8; modalidad Línea regular de Apoyo al proyecto de investigación; coordinador diego Falceta gonçalves – usp; Inversión r$ 151.676,28 (FApEsp);2. Estudio numérico de plasmas magnetizados colisiona-les y no colisionales en astrofísica – nº 2009/ 10102-0; modalidad Línea regular de Apoyo al proyecto de inves-tigación; coordinador diego Falceta gonçalves – usp; Inversión r$ 108.750,89 (FApEsp);3. Aplicación de modelos teórico-computacionales en astrofísica – nº 2006/ 57824-1; modalidad Joven investi-gador; coordinador gustavo Amaral Lanfranchi – unicsul; Inversión r$ 171.39 5,05 (FApEsp)

Artículo científico

ruiz, L. o. et al. the mass loss process in dwarf galaxies from 3d hydrodynamical simulations: the role of dark matter and starbursts. monthly notices of the Royal Astronomical Society. En prensa.

Instante inicial 46 millones de años después2 millones de años después

burbujas de gas caliente y menos denso

gas más frío y denso

La materia oscura hace que el gas se concentre en el sector más interno de la galaxia enana...

... hasta que las explosiones de las supernovas originan burbujas de gas caliente...

... que se expanden y se funden, formando canales por los cuales el gas escapa

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40 z JULIO DE 2013

Físicos usan láser para sincronizar osciladores microscópicos

que funcionan como los péndulos de los relojes

ópticay

En sintonía con la luz

Universidad Cornell, Estados Unidos, liderado por la física estadounidense Mi-chal Lipson, que contó con la participa-ción del brasileño Gustavo Wiederhecker, quien desde 2011 es profesor en el Instituto de Física de la Universidad de Campinas (Unicamp). Otros grupos ya habían cons-truido microosciladores sincronizados por pequeñas conexiones mecánicas. “Fuimos los primeros en mostrar que es posible inducir sincronismo utilizando tan sólo luz”, dice Wiederhecker. “Teníamos una idea de lo que podría hacerse, pero no era obvio que fuera posible”.

Más que una mera curiosidad, la de-mostración presentada como artículo de tapa en la revista Physical Review Letters del 5 de diciembre pasado sugiere que los denominados microosciladores opto-mecánicos pueden formar la base de una nueva tecnología portátil para medir el tiempo con extrema precisión, necesaria para que las computadoras, los celulares y los sistemas de navegación funcionen correctamente.

En general, esos dispositivos portáti-les utilizan como relojes internos la vi-bración regular de pequeños cristales de cuarzo, impulsados y sincronizados me-diante señales eléctricas. Su precisión es buena, pero la industria microelectróni-ca siempre está buscando alternativas, puesto que los cristales deben fabricar-se en forma separada de los microchips de silicio para después soldarse en ellos, lo que eleva el costo de producción. En tanto, los microosciladores desarrollados In

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Al colgar en una misma tabla de madera dos relojes de péndu-lo, uno junto al otro, el famoso científico holandés Christiaan

Huygens reparó, en 1665, que los mismos tendían rápidamente a marcar al uníso-no, aunque sus péndulos, inicialmente, se balancearan asincrónicamente. Es-te experimento hoy mismo sorprende (busque synchronization en el sitio web de YouTube y observará varias demos-traciones curiosas de ese fenómeno), si bien ya no hay misterio alguno al res-pecto de cómo ocurre la sincronización espontánea de los relojes. Actualmente, los físicos logran calcular muy bien có-mo interactúan los relojes mediante las vibraciones mecánicas intercambiadas a través de la tabla que acaban por forzar que ambos oscilen de la misma manera.

Casi 350 años después, el experimen-to de Huygens acaba de ser reproducido en el mundo microscópico, utilizando, en lugar de los péndulos, dos osciladores tallados en un microchip de silicio. Cada oscilador tiene 40 milésimas de milímetro de diámetro, o 40 mil nanómetros. Son tan pequeños y flexibles que vibran balancea-dos por la tenue fuerza aportada por la luz de un haz de láser con una potencia mil veces menor que la de un puntero de láser común. Y lo que es más sorprenden-te, la propia luz intercambiada entre los osciladores cumple el rol de la placa de madera, sincronizando sus vibraciones.

Esa hazaña forma parte del trabajo de un equipo de investigadores de la

Dibujo extraído del libro Horologium oscillatorim, de 1673, en el que christiaan Huygens describe el movimiento pendular, también observado en los bordes de los osciladores microscópicos

publicaDO en FebReRO De 2013

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pESQuISa fapESp z 41

ladores podrían, en ciertas condiciones, interactuar por medio de esos pulsos de luz. Con la frecuencia vibratoria correcta, el destello emitido por un oscilador puede acabar ingresando en el espacio existente entre los discos del oscilador vecino. “Ese destello luminoso obliga al par de discos de la derecha a vibrar en la frecuencia del par de discos de la izquierda y viceversa”, explica Wiederhecker. “Eventualmente, ellos se unifican y vibran en sincronía, en una misma frecuencia intermedia”.

Wiederhecker construyó la primera ver-sión del par de microosciladores en 2010. Luego, el físico Mian Zhang, del grupo de Lipson, desarrolló una técnica para conec-tar y desconectar la interacción entre osci-ladores, también mediante un haz de láser.

En opinión de Paulo Nussenzveig, experto en óptica cuántica de la Uni-versidad de São Paulo, la ventaja de la sincronización por la luz reside en que permitiría la interacción entre una red de microosciladores tan distantes unos de otros como se desee, por medio de fi-bra óptica. “Aprecio mucho la calidad y la creatividad de ese trabajo”, dice.

Con un proyecto Joven Investigador de la FAPESP recientemente aprobado, Wiederhecker espera que su laboratorio de la Unicamp cuente con las condicio-nes para, el año próximo, realizar ésos y otros experimentos con dispositivos op-tomecánicos. Junto con el físico Thiago Alegre, su colega en la Unicamp, están interesados fundamentalmente en in-vestigar lo que sucede cuando se enfría a los osciladores a temperaturas cerca-nas al cero absoluto (-273,16 grados Cel-sius) y las extrañas leyes de la mecánica cuántica pasan a controlar su dinámica. “¿Qué significa sincronizar objetos en el mundo cuántico?”, inquiere Wiederhec-ker. “Eso es algo que recién comenzamos a explorar”. n Igor Zolnerkevic

Intercambio láserlivianos y flexibles, los discos microscópicos de silicio vibran debido a la fuerza ejercida por la luz

por el equipo de Lipson, construidos con nitrato de silicio, podrían manufacturarse junto con el resto de la estructura inter-na de los microchips, sin costo adicio-nal. “Cualquier fábrica en el mundo sería capaz de ejecutar el proyecto”, sostiene Wiederhecker.

La investigación comenzó en 2008, cuando, interesado en investigar cómo podría utilizarse la luz para impulsar las partes de un mecanismo microscópico en un chip de silicio, Wiederhecker inició su posdoctorado en Cornell, bajo la su-pervisión de Lipson. Para 2009, el físico brasileño firmaba como primer autor un artículo en la revista Nature, revelando, por vez primera, que era posible fabricar una microestructura que vibrase regular-mente al ser activada por la energía lumí-nica en una longitud de onda específica. En 2011 el equipo registró la patente de un filtro basado en ese dispositivo, capaz de discriminar señales lumínicas de tele-comunicaciones enviadas por fibra óptica en varias longitudes de onda.

pulSoS SIncrónIcoSEn el trabajo más reciente, los investiga-dores desarrollaron osciladores dobles. Cada uno de ellos está formado por un par de discos superpuestos, separados por 0,2 millonésimas de milímetro –200 nanóme-tros– (vea la infografía). Los discos vibran cuando un haz de luz láser con intensidad constante envía continuamente una luz con la longitud de onda adecuada para en-trar en el espacio existente entre los discos. Cuando eso ocurre, las partículas de luz se mueven alrededor del borde de los discos y ejercen presión contra sus paredes, ha-ciéndolas separarse. Con la expansión del espacio existente entre los discos, la luz escapa y los bordes de los discos regresan a su posición original. Entonces la luz pro-veniente del láser ingresa en el espacio y el ciclo recomienza. El resultado es un par de discos que oscilan con una frecuencia constante que emite una señal lumínica que pulsa en la misma frecuencia.

Los físicos descubrieron que, dispues-tos uno al lado de otro, dos de esos osci-

artículo científico

ZHanG, M. et al. Synchronization of micromechanical oscillators using light. physical review letters. v. 109, p. 233.906-10. 5 dic. 2012.

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SIncronía

la luz emitida por el par de discos

de la izquierda ingresa por el espacio

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y viceversa, sincronizando sus vibraciones

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la luz presiona sobre la superficie de

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un haz continuo de luz láser incide

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Mapas tridimensionales describen la estructura

de la selva y facilitan el monitoreo de los impactos

de la fragmentación en la vegetación nativa

La Amazonia en tres dimensiones

Carlos Fioravanti, desde Manaos

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ECologÍAy

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os árboles aparecen en rojo, amarillo u otros co-lores brillantes, como si cada uno de ellos hubiera sido pintado a mano, en los mapas adosados junto a los artículos científicos e invitaciones a semina-rios en la galería del edificio del Proyecto Dinámi-ca Biológica de Fragmentos Forestales (PDBFF) en el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa), en Manaos. La técnica que

posibilitó la elaboración de los mapas –LiDAR (Light Detec-tion and Ranging), que registra la variación de la luz refleja-da por los árboles– está facilitando bastante el trabajo de los científicos del más antiguo programa de monitoreo de selvas tropicales de Brasil y uno de los más antiguos del mundo. El programa, que se inició en 1979 con el propósito de conocer el impacto ocasionado por la construcción de carreteras y el avance agropecuario sobre la selva amazónica, controla la evolución de 11 áreas de selvas fragmentadas, además de las áreas continuas adyacentes que sirven como control, para efectos comparativos, sumando mil kilómetros cuadrados (km2) de selva con árboles de hasta 55 metros de altura.

Hasta hace pocos años, la única forma de obtener infor-mación exhaustiva sobre la composición y los cambios en la selva consistía en viajar varias horas por caminos de tierra y afrontar lluvias, calor, mosquitos y hongos hasta arribar a las áreas de estudio, algunas ubicadas a 80 kilómetros de Ma-naos. “Evidentemente, esta nueva técnica no resolverá todos nuestros problemas, ni evitará los reconocimientos de campo,

La selva, vista desde la Estación Espacial Internacional: 150 kilómetros del río Amazonas, sus afluentes, las numerosas lagunas y las tierras inundables que lo circundan

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44 z JULIO DE 2013

pero está ayudando bastante”, dice el ecólogo pau-lista José Luís Camargo, coordinador científico del PDBFF, un programa actualmente financiado por el Instituto Smithsonian y por el Inpa, en conjunto con agencias y fundaciones de apoyo a la investigación científica de Brasil y Estados Unidos. Mientras que las imágenes satelitales son bidimensionales, las del LiDAR son tridimensionales. Y se forman a partir de la luz reflejada por las copas de los árboles, que es captada por aviones que sobrevuelan las áreas en estudio. “Podemos mapear claros en la selva, que son importantes para el funcionamiento de la misma, y adquirir una buena noción del relieve que es el basamento de la vegetación”, dice Camargo.

La técnica LiDAR, sola o combinada con otras técnicas de monitoreo remoto, puede apor-tar información detallada sobre la altura, la

concentración y la distribución de árboles, e in-dicar qué grupos de animales habitan allí. Cuan-to más enmarañada –o de estructura compleja, tal como dice Camargo– sea una selva, menor es la posibilidad de cobijar grupos específicos de aves y murciélagos, por ejemplo. En un estudio recientemente concluido en una de las áreas del proyecto, el biólogo brasileño Karl Mokross, de la Universidad del Estado de Louisiana, Estados Unidos, comprobó que las aves que habitan el sotobosque – la región ubicada debajo de la copa de los árboles – buscan insectos con los que ali-mentarse preferentemente en la selva primaria y raramente en la selva secundaria, también deno-minada en portugués capoeira [vegetación rozada o quemada para cultivo].

Además de las imágenes tridi-mensionales, el equipo del Inpa to-mó prestada de la química una téc-nica de identificación de compuestos químicos denominada espectrografía por infrarrojo cercano, para clasificar a las plantas. Esta técnica se basa en el hecho de que las uniones químicas entre determinadas moléculas poseen frecuencias específicas de vibración, que son registradas por un dispositivo y expresadas en forma de gráfico. Uti-lizando este método, la bióloga Flávia Machado Durgante y otros investiga-dores del Inpa examinaron 159 hojas de 10 especies de árboles recogidas en un área de selva preservada cerca-na a Manaos y de las áreas de estudio del PBDFF, resguardadas en la colec-ción del programa, que actualmente cuenta con 54 mil muestras de hojas y estructuras reproductivas (flores y frutos) de los árboles monitoreados. Luego obtuvieron lo que se denomina una firma espectral de cada especie y determinaron que esa técnica representa un mé-todo sencillo y poco costoso de identificación de las especies de plantas y de diferenciación de especies muy próximas, incluso cuando no se cuenta con las estructuras reproductivas tales como flores y fru-tos, que facilitan su reconocimiento por botánicos y ecólogos. En ese trabajo, que será publicado en marzo en la revista Forest Ecologyland Management, el porcentaje de acierto promedio fue de un 96,6%. La bióloga Carla Lang comenzó a analizar las firmas

En pocos días, Lovejoy obtuvo la aprobación de los directores del Inpa y de la Suframa para comenzar el trabajo

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Un mosaico de paisajesun programa estudia la dinámica de las poblaciones de plantas y animales en 23 áreas de selva cercanas a Manaos

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pESQUISA FApESp z 45

espectrales de hojas de árboles y de plántulas de una misma especie para establecer si existe coherencia entre ellas y, de haberla, esto facilitará el de por sí bastante difícil trabajo de identificar plántulas y prever la distribución de las especies en la selva.

LAS prImErAS ALIAnzASLas técnicas de trabajo ahora disponibles repre-sentan cierto confort merecido para los investiga-dores del programa de estudios de la Amazonia, que comenzó a ser diseñado a mediados de la dé-cada de 1970 por dos biólogos estadounidenses, Thomas Lovejoy y David Conway Oren, ambos con varios años de experiencia en investigacio-nes de campo en la región. En aquella época el gobierno promovía la ocupación de las selvas del norte de Manaos con la ganadería. “Entonces le avisé a Lovejoy al respecto de la excepcional oportunidad de conversar con los propietarios, ingresar en la selva antes del desmonte y elabo-rar inventarios biológicos, algo que no se había hecho en Panamá”, recuerda Oren, un ornitólogo que trabajó en el Inpa, en el Museo Goeldi y en la Universidad Federal de Pará (UFPA), en Belém, y actualmente es coordinador de biodiversidad del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innova-ción (MCTI). Los biólogos no olvidaban que la construcción del canal de Panamá, finalizada en 1914, había aislado zonas de una selva tropical de la que sabían muy poco. A Lovejoy le agradó la idea y dijo que buscaría financiación.

Lovejoy se convirtió en portavoz del progra-ma y una de las mayores autoridades mundiales en biodiversidad, siendo actualmente profesor de ciencia y política ambiental en la Universidad George Mason, en Estados Unidos. Un recorte de una página del periódico A Provincia do Pará, fe-chado el 7 de enero de 1979 y pegado en la galería de la sede del PBDFF, se refiere al entonces de-nominado Programa de Tamaño Mínimo Crítico de la Amazonia, con un costo anual previsto de

500 mil dólares y el apoyo del Inpa, del Instituto Brasileño de Desarrollo Forestal (IBDF), del cual surgió el Ibama, y de la Superintendencia de la Zona Franca de Manaos (Suframa). La definición del área mínima capaz de preservar efectivamente una selva, constituía una preocupación del gobier-no brasileño y, asimismo, “un problema mundial”, argumentaba Lovejoy, entonces ligado al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la primera institución internacional en financiar ese trabajo.

Constituyó la época dorada del Inpa, bajo la di-rección de Warwick Kerr. En sólo uno o dos días obtuve la aprobación del director y del jefe del De-partamento de Ecología del Inpa, Herbert Schubart, y de la Suframa, que también se mostró consustan-ciada. Los propietarios rurales también colabora-ron”, relató Lovejoy, recordando la creación de ese programa de investigaciones en la Amazonia. “Lo que hice fue, básicamente, acompañar a Rob [Ri-chard Bierregaard, biólogo y primer coordinador científico del PDBFF, actualmente en la Universi-dad de Carolina del Norte, en Estados Unidos]: lo presenté ante la gente de Manaos y lo dejé trabajar. Rob trabó amistad con los propietarios rurales, que estaban satisfechos por participar en un trabajo que concitaba la atención de los medios”.

E l programa preveía el aislamiento de áreas de selva con tamaños variables y el mapeo y monitoreo de árboles, insectos, anfibios,

reptiles, aves y mamíferos. El objetivo consistía en observar cuáles especies perecen y cuáles sobreviven a medida que la selva merma. Era una forma de determinar el impacto de la frag-mentación sobre la selva y los organismos que la constituyen. Aún hoy, la reducción del área de vegetación nativa, como resultado de la ex-pansión de las carreteras, de la agricultura o de la ganadería, es una de las principales causas de pérdida de la biodiversidad en la Amazonia, la mayor selva tropical del mundo.

las bandadas de aves (en rojo) prefieren la selva primaria de un fragmento de 10 hectáreas (arriba) y raramente visitan la capoeira (en verde claro, ampliada a la derecha). los verdes más oscuros representan la vegetación más alta

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46 z JULIO DE 2013

UnA bASE dE dAtoS AmAzónIcAEl trabajo de campo realizado a lo largo de 33 años, completados en 2012, resultó en una monumental base de datos sobre árboles y aves. Actualmente los investigadores vigilan el crecimiento de 45.376 árbo-les grandes y 178.295 árboles pequeños (con tronco menor a 10 cm de diámetro a la altura del pecho) en 55 hectáreas de selva continua y 39 hectáreas de sel-va fragmentada. “Estamos monitoreando una selva con una de las más diversas comunidades arbóreas del mundo”, dice Camargo. Además de los árboles, recientemente comenzaron a contabilizar las lianas. En el marco de un estudio recién terminado en 69 hectáreas, marcaron 33.154 lianas. “Generalmente, las lianas no son el objetivo de los estudios foresta-les, pero representan una porción importante de la biomasa y de la diversidad de una selva”.

La base de datos contiene información sobre 60 mil aves de 400 especies que habitan en el so-tobosque, la región intermedia entre la copa de los árboles y el suelo. Cada ave recibió un anillo (anilla) con un número que permite a los biólogos, cuando las capturan en las denominadas redes de neblina, saber por dónde merodearon. “Ese banco de datos permite formular preguntas más complejas, que sólo surgen luego de décadas de seguimiento, y sirven para establecer políticas públicas y colaborar en la resolución de nuevos problemas, tales como el impacto de los cambios del clima sobre la Amazonia”, dice Camargo. “Muchos investigadores vienen a trabajar aquí

porque contamos con un largo camino recorri-do, y no necesitan comenzar de cero. Ese cono-cimiento constituye un patrimonio nacional”.

Varias de las conclusiones del PDBFF habrían sido inviables con un estudio de menor duración, de acuerdo con una de las conclusiones expresa-das en un artículo publicado en enero de 2011 en la revista Biological Conservation con una síntesis de 32 años de trabajo de campo. El artículo está firmado por 16 biólogos de instituciones de Bra-sil, Estados Unidos, Australia y México ligadas al PDBFF, y su primer autor es el biólogo estadouni-dense William Laurance, quien vivió cinco años en Manaos y actualmente trabaja en Australia. La vulnerabilidad de los árboles de gran porte ante la fragmentación y los efectos de eventos efímeros tales como El Niño y las tempestades, sostienen, sólo quedaron en evidencia luego de décadas de monitoreo. Según concluyeron, cuan-do sucumben, los árboles pueden formar claros, que desvían la humedad de los árboles cercanos y alteran la luminosidad y la temperatura (vea la ilustración). La fragmentación puede reducir la circulación de agua, limitar el territorio de mu-chas especies de aves, que no logran atravesar grandes áreas deforestadas, mermar la pobla-ción de abejas, avispas, coleópteros y hormigas, y aumentar las de sapos y arañas, provocando una pérdida acumulativa de biodiversidad y una reducción de las reservas de agua.

SELvA FrágILLas simulaciones de comportamiento de la selva, con base en los datos del PDBFF, sugirieron que in-cluso fragmentos de 10 hectáreas requieren al me-nos un siglo para recuperar la diversidad biológica y la biomasa previa a su formación. Una vez consti-tuidos, tales fragmentos sufren una reorganización profunda de sus comunidades de árboles, palme-ras, enredaderas y animales. “Como regla general, cuanto menor sea el área, más profundos serán los efectos de la fragmentación”, dice Camargo. Quien recorre las áreas en estudio nota la diferencia: los fragmentos menores, con una hectárea, perdieron parte de su estructura forestal original y se aseme-jan a un bosque arrasado que resiste con dificultad, mientras que los mayores, principalmente los de 100 hectáreas, todavía albergan especies de árbo-les que crecen con poca luz y elevada humedad, tal como en una típica selva amazónica. Las áreas menores son muy frágiles “y padecen más con las sequías muy intensas, tales como las que ocurrie-ron en 2005 y 2010”, añade Camargo.

Una de las consecuencias de la fragmentación radica en el denominado efecto de borde: trans-formaciones causadas por la radiación solar, la luz y el viento en las áreas externas, en la periferia de una selva. Al hallarse más sujetos a los cambios en el microclima, los árboles cercanos a esos bordes

El efecto de los claroslas áreas abiertas alteran la circulación del aire en la baja atmósfera y propician la formación de nubes y de lluvia

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pESQUISA FApESp z 47

pueden caerse con mayor facilidad o secarse y mo-rir de pie. Como consecuencia del efecto de borde y de la fragmentación de la selva, “la mitad de la fauna de aves y mamíferos del sotobosque puede comenzar a extinguirse localmente, a veces de modo irreversible”, alerta Camargo. Según el artículo de 2011, el desmonte para el establecimiento de pas-turas suma cada año 32 mil kilómetros de nuevos bordes de selva y genera paisajes dominados por pequeños fragmentos, de menos de 400 hectáreas, con formato irregular, aumentando el efecto de la radiación solar y de los vientos sobre la vegetación nativa. “Si acá ocurre esto, en otras áreas podría ser peor, tal como en el arco de fuego, la región de Pará, Mato Grosso y Rondônia más sujeta al desmonte”.

hace dos días, el pasillo estaba abarrotado de maletas”, dijo Camargo en la mañana del 9 de noviembre de 2012. “Nuestro 21º

curso de capacitación culminó ayer. Han salido ya 420 ecólogos”. Cada año, el curso de Ecología del Paisaje Amazónico –que se realiza normalmente en julio o agosto y excepcionalmente en octubre, tal como el año pasado– convoca a 20 estudian-tes de posgrado y 15 profesores provenientes de universidades de todo el país. “La mayoría de los participantes nunca antes había pisado la Ama-zonia”, comenta Camargo. Los docentes del curso presentan los distintos ambientes de la región, de los humedales o vegas a los archipiélagos, tal como Anavilhanas, con el propósito de capacitar a pro-fesionales calificados para comprender y colabo-rar en la resolución de los problemas de la región.

Otra forma de compartir los resultados de las investigaciones y ampliar el conocimiento sobre

la región son los cursos de tres semanas para es-tudiantes de grado. “Fui uno de los responsables de uno, dictado recientemente en la Universida-de Estadual Paulista (Unesp) de Rio Claro, en la Universidad Estadual de Minas Gerais y en la Universidad Federal de Amazonas”, relata Ca-margo. “Actualmente el PDBFF capacita a más investigadores de Brasil que de Estados Unidos”.

Hoy en día, según él, el Smithsonian y el Inpa cubren tan sólo un 20% de los gastos anuales y la mayor parte del presupuesto anual de 1,2 millones de reales proviene de donaciones o de agencias de financiación o fundaciones de Estados Unidos y de Brasil. “En la última década se hizo difícil conseguir financiación, pues las donaciones cambiaron de foco y el dinero migró de los estudios sobre frag-mentación forestal a los estudios sobre cambios climáticos”, dice Camargo. “Otro gran problema que afrontamos es la devaluación del dólar. En al-gunos años, a causa del tipo de cambio, perdimos un tercio del presupuesto previsto”. Hay otras preocu-paciones, tales como una posible redistribución de tierras próximas a las áreas en estudio, lo que podría modificar el uso de la tierra y ampliar los impactos negativos sobre los fragmentos. n

Carreteras como ésta cercenan la unidad de la selva y generan fragmentos que limitan los desplazamientos de animales, reducen la biodiversidad e influyen en el clima

Artículos científicos

durgAntE, F.M. et al. species spectral signature: discriminating closely related plant species in the Amazon with near-infrared leaf--spectroscopy. Forest Ecology and management. v. 291, 213. En prensa.

lAurAnCE, W. et al. the fate of Amazonian forest fragments: a 32-year investigation. biological Conservation. v. 144, n. 1, p. 56-67. 2011.

stArK, s.C. et al. Amazon forest carbon dynamics predicted by profiles of canopy leaf area and light environment. Ecology Letters. v. 15, n. 12, p. 1.406-14. 2012.

Page 48: Pesquisa FAPESP 2013 - edición 3

48 z JULIO DE 2013

Un estudio identifica anormalidades óseas comunes en yubartas de la costa brasileña

ZOOLOGÍA y

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Investigadores de São Paulo y de Bahía están desarrollando un trabajo conjun-to para conocer mejor cómo viven y de qué mueren las ballenas yubartas o

jorobadas (Megaptera novaeangliae) que frecuentan la costa brasileña. Todos los años, entre julio y noviembre, centenares de esos grandes cetáceos se desplazan desde las heladas aguas de la Antártida hacia regiones cálidas del litoral brasileño para procrear. Aunque la ruta migratoria es bastante conocida, poco se sabe aún al respecto de la salud de las ballenas y las razones que las llevan a enfermarse. El motivo es sencillo: åno resulta fácil obte-ner muestras de tejidos en las condiciones adecuadas para analizar la salud de estos mamíferos marinos que pueden alcanzar 16 metros de largo y pesar 40 toneladas, y que viven en constante movimiento.

Un grupo de médicos veterinarios de la Universidad de São Paulo (USP) y del Proyecto Ballena Yubarta (PBJ, sus si-glas en portugués), que está financiado por Petrobras, trabaja actualmente para cambiar este panorama. Bajo la coordi-nación de José Luiz Catão Dias, de la USP, dieron comienzo a un programa sis-temático de recolección de muestras de piel y del material biológico expulsado con sus chorros (aire expirado). Con base en el análisis de los tejidos obtenidos de animales vivos y también del extraído de la osamenta de las ballenas que encallan en la costa del país, los científicos pien-san elaborar un inventario de la salud de las yubartas brasileñas.

“Con el material biológico extraído de animales vivos, estamos investigando diversos patógenos”, comenta Catão. Él y su grupo están analizando el archivo de fotos del proyecto, tomadas durante

las expediciones destinadas a verificar si los animales estudiados ganaron o per-dieron peso, desarrollaron lesiones cu-táneas o parieron. “Queremos entender la dinámica de la salud de las ballenas y cómo pueden afectarlas las actividades humanas, contribuyendo para que enca-llen y mueran”, agrega Catão.

Lesiones y maLformacionesAl comienzo del mes de noviembre, Catão y Kátia Groch, su dirigida en el doctorado en la USP, junto con los mé-dicos veterinarios Milton Marcondes y Adriana Colosio, del PBJ, presentaron los primeros resultados de ese proyec-to en un artículo publicado en la revista

De qué mueren las ballenas

Diseases of Aquatic Organisms. Según los investigadores, se trata de uno de los mayores estudios a nivel mundial de las enfermedades óseas que afectan a las ballenas yubartas. En dicho traba-jo, analizaron los huesos de 49 animales que encallaron entre 2002 y 2011 en la región de Abrolhos, en el sur de Bahía.

De esas 49 ballenas, 12 presenta-ban al menos un tipo de afección ósea. Había cinco casos de malformaciones congénitas; cuatro con lesiones de tipo inflamatorio; cinco con alteraciones degenerativas, y cuatro con fracturas (algunas posiblemente asociadas a la colisión con embarcaciones). “El aná-lisis de las alteraciones óseas en los

“el análisis de las alteraciones óseas puede aportar datos valiosos sobre la vida de las ballenas”, dice Kátia Groch

1

pUbLicAdO en eneRO de 2013

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pesQUisa fapesp z 49

ción del ambiente marino, algo que podría aumentar con las actividades de explota-ción del petróleo en la capa del presal. “Las ballenas y los delfines son los indicadores de la salud del ecosistema marino”, dice Groch. “El resultado de estos estudios re-sulta esencial para entender las amenazas a las poblaciones de ballenas e implemen-tar políticas públicas para su protección”.

En Brasil, hasta hace tres décadas se permitía la caza de las ballenas, cuando entonces se aprobó la ley federal nº 7.643, que prohibió la captura de esos cetáceos. Más adelante, en 2009, el decreto nº 6.698 declaró a las aguas marinas territoriales brasileñas “santuario de ballenas y delfi-nes”. Actualmente la legislación nacional que protege a las ballenas está considera-da como algo muy bueno. “Las ballenas ya sortean enormes desafíos naturales para

1 Análisis de un ejemplar en la playa de Abrolhos

2 Yubarta sorprendida en uno de sus saltos característicos

3 el equipo durante la expedición de campo

4 dardo que recoge una muestra de piel

5 costilla con un callo óseo (en el rectángulo)

proyecto

Análisis de los aspectos sanitarios en ballenas yubartas (Megaptera novaeangliae) en la costa sudeste y nordeste de brasil, con énfasis en las interacciones antropogénicas – n° 2011/ 08357-0; modalidad Línea Regular de Apoyo al proyecto de investigación; coordinador José Luiz catão dias/ FMVZ-USp; inversión R$ 67.661,40 (FApeSp).

Artículo científico

GROcH, K. R. et al. Skeletal abnormalities in humpback whales Megaptera novaeangliae stranded in the brazilian breeding ground. Diseases of aquatic organisms. 8 de nov. 2012.

animales puede aportar datos valiosos acerca del historial de vida de las ba-llenas y sus condiciones patológicas”, comenta Groch. “Algunas de esas alte-raciones pueden haber contribuido al varado de las ballenas, principalmente por causa de lesiones en la zona de la aleta caudal, que descubrimos en dos de los ejemplares”, explica.

A juicio de los investigadores, se re-quiere de un monitoreo constante para comprender cuánto son afectados estos animales por la explotación y modifica-

sobrevivir”, sostiene Groch. “La efectivi-dad de las políticas de protección depen-de de la eficiencia en la fiscalización y del equilibrio entre el crecimiento económi-co, la explotación de los recursos marinos y la conservación del ambiente”. n

2

3

5

4

Page 50: Pesquisa FAPESP 2013 - edición 3

50 z JULIO DE 201350 z JULIO DE 2013

El desarrollo tecnológico en las fábricas

de pisos y azulejos catapulta a Brasil

al puesto de segundo productor mundial

TECNOLOGÍA INDUSTRIA y

Cerámica más sofisticada

En los últimos 15 años Brasil ha cuadruplicado su pro-ducción de revestimientos cerámicos, materiales que abarcan pisos y azulejos, y actualmente es el segundo mayor fabricante mundial de tales productos. Con 866

millones de metros cuadrados (m2) producidos en 2012, el país solamente se ubica por detrás de China, superando a competidores tradicionales, tales como España e Italia, los cuales hasta hace algunos años dominaban el sector. Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Cerámica para Revestimientos, Sanitarios y Afines (Anfacer), que representa a 93 empresas de 18 estados del país, los fabricantes nacionales disponen de la mejor tecnología existente en el mundo. El crecimiento brasileño se intensificó durante la década pasada, cuando el sector recibió la ayuda pro-veniente de un proyecto desarrollado en el marco del Programa de Consorcios Sectoriales para la Innovación Tecnológica (Con-sitec), de la FAPESP, que congregó a investigadores del Centro Cerámico de Brasil (CCB) y de un conglomerado de empresas del polo cerámico de Santa Gertrudes, en la región de Rio Claro, interior paulista, además de investigadores de universidades

Yuri VasconcelospUBlIcADO EN MARZO DE 2013

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pESQUISA FApESp z 51pESQUISA FApESp z 51

e institutos de investigación. Enfocado en el desarrollo de la industria local, el proyecto introdujo innovación y capacitación para el personal de fábricas con el objetivo de mejorar la calidad y la competitividad de los cerámicos del estado de São Paulo.

En 2001, cuando comenzó el proyecto del Consitec, Brasil era el cuarto productor mundial de revestimientos cerámicos, con 473 millones de m2, y São Paulo respondía por el 40% de la producción nacional. Ahora las empresas paulistas concen-tran alrededor del 70% de la producción nacional, que llega a los 866 millones de m2, y el país es el segundo productor mun-dial. “Cuando comenzó la articulación con las empresas para la conformación del consorcio, la imagen de los productos de Santa Gertrudes era bastante negativa. Sucede que tenían fa-ma de escasa calidad técnica y estética”, recuerda el ingeniero de materiales José Octavio Armani Paschoal, presidente del CCB y coordinador del proyecto del Consitec. “Ahora eso ha cambiado. São Paulo conquistó un rol destacado en el escena-rio de la fabricación de placas cerámicas para revestimientos. Antes íbamos a remolque y hoy hemos pasado al frente”, dice.FO

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Las empresas paulistas facturaron 3.780 millones de reales en 2011. La Anfacer no divulgó los datos sobre la facturación del sector a nivel nacional, que genera 25 mil puestos de trabajo directos y alrededor de 200 mil indirectos. El proyecto Consitec se articuló entre 20 fábricas paulistas y contempló siete líneas de investigación, que abarcan desde innovaciones en el área de ensayos para la evaluación de productos hasta estudios en tecno-logía de fijación de placas cerámicas. Tres de ellas se enfocaron en el porcelanato, un tipo de placa cerámica sofisticada con alto valor agregado y requisitos técnicos diferenciales, tales como menor absorción de agua, mayor resistencia mecánica y diseño más elaborado. Se investigaron desarrollos de materias primas para la fabricación de esas piezas, la tecnología del proceso in-dustrial y la formulación de esmaltes especiales.

Uno de los principales beneficios del proyecto Consitec, que contó con inversiones del orden de los 586 mil reales por parte de la FAPESP, en un período de siete años, e idéntico monto aportado por las empresas, consistió en proporcionar una mejora significativa de la calidad de la cerámica paulista.

FUENTE anfaCeR

Destino de las exportaciones2011

*Tan sólo del sector cerámico paulista

**Previsión

200mil

r$3.780millones*

US$280millones

37millones de m2**

829millones de m2**

25mil

Empresas 2012

Empleos indirectos

2012

Facturación2011

Exportación2012

Ventas en el mercado interno

2012

Ingresos por exportaciones

2011

Empleos directos

2012

866millones

de m2

producción2012

1,02millones de m2**

Capacidad productiva

2012

71%del total

producción de las industrias

paulistas2011

américa del sur

américa Central

américa del norte

África

europaasia

47%25%

16%

6%

4%2%

Radiografía del sectorEl segmento de placas cerámicas para revestimientos está formado por 93 empresas y genera 225 mil empleos directos e indirectos

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52 z JULIO DE 2013

“El porcentaje de placas clasificadas como de clase A, exentas de defectos, tales como rayo-nes, manchas y variaciones en la tonalidad del esmalte, entre otros, creció de un 50% a un 98% al finalizar el programa. Menos del 2% de los cerámicos producidos actualmente en el estado presenta imperfecciones”, dice Paschoal. Se-gún él, el primer obstáculo que debió superarse consistió en perfeccionar el proceso de produc-ción en las fábricas, procurando implementar un sistema de gestión de la calidad. “Notamos que las empresas no controlaban integralmente el proceso. Con el comienzo de la certificación de la calidad del producto terminado, realizada por el CCB, el índice de incumplimiento de las normas nacionales e internacionales descendió drásticamente. El sector de cerámicos para re-vestimientos se transformó en uno de los líderes en el área de la construcción civil en materia de conformidad con las normas técnicas”, comen-ta Paschoal. La cantidad de empresas del polo cerámico de Santa Gertrudes con productos de calidad certificada llegó a 20 en 2008, el doble que siete años antes. Durante el mismo período, la cantidad de fábricas con su sistema de calidad certificado por la norma ISO 9001 trepó de 4 a 13.

Más allá del aumento de la calidad y de la certi-ficación de los productos, las industrias paulistas también pasaron a fabricar un volumen mayor de piezas de porcelanato. “El porcelanato es un producto más caro y compite con las piedras na-turales, tales como el mármol y el granito”, dice la ingeniera de materiales Ana Paula Menegazzo, superintendente del CCB. “Cuando las empresas brasileñas comenzaron a fabricar este tipo de pro-ducto, el consumidor con mayor poder adquisitivo compró la ‘marca’, incluso pagando más por ella”. Según estadísticas de la entidad, la producción brasileña de ese ítem aumentó 18 veces durante la década pasada, saltando de 4 millones de me-tros cúbicos en 2001 a 72 millones en 2011. En el mismo período, el número de fabricantes paulis-tas del producto pasó de 3, que producían tan sólo piezas de pequeñas dimensiones (pastillas), a 15, que poseen know-how para producir placas con más de un metro cuadrado. A pesar del aumen-to, el mayor centro productor de porcelanato en el país todavía es Santa Catarina, un estado que también concentra un importante polo cerámico.

En el interior paulista, la empresa Villagres, con sede en Santa Gertrudes, es una de las principales fabricantes de pisos y revestimientos de porcelanato.

Los líderes mundialesla industria cerámica nacional mostró una gran evolución durante la década pasada y ocupa un lugar destacado en el contexto global, sobrepasando a países tradicionales del sector tales como Italia y España (en millones de m2)

n 2001 n 2008 n 2011 FUENTE CEramIC WOrLD rEvIEW

cHINA

4.800

2.400

3.600

1.200

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0

0

BRASIl ESpAñA INDIA IRáN ITAlIA

EUA

prINCIpALES prODUCTOrES Brasil es el

segundo

fabricante global

de cerámicos para

revestimientos

MAYOrES EXpOrTADOrESlas ventas externas

crecieron un 35%

hasta 2008, pero se

derrumbaron debido

a la crisis mundial

prINCIpALES CONSUMIDOrES con un recalentado

mercado interno,

Brasil es el segundo

mayor consumidor

4.000

3.000

2.000

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0

TURqUíA

415

622,5

207,5

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pESQUISA FApESp z 53

Con una trayectoria en la producción de cerámicos desde hace casi 90 años, cuenta con 108 diferen-tes productos en su catálogo y viene invirtiendo en nuevas tecnologías. La empresa fue una de las primeras del estado en emplear la tecnología de impresión digital, un proceso que se realiza con chorro de tinta y que permite imprimir cualquier superficie cerámica. “Se trata de un proceso sofis-ticado, pero, simultáneamente, sencillo de realizar. Uno puede, por ejemplo, escanear una piedra na-tural y reproducir sus rasgos en el porcelanato. La máquina funciona como si fuera una impresora de papel, con la diferencia que utiliza esmalte sobre una placa cerámica”, explica Vanderli Vitório Della Coletta, titular de Villagres. La empresa produjo 6 millones de m2 de revestimientos cerámicos en 2012 y logró un crecimiento del 6% en su facturación en relación con 2011. “Tuvimos un muy buen año y continuamos en expansión. Estamos mejorando nuestro portfolio y migrando nuestra producción hacia el porcelanato”, dice.

Para Marcos Serafim, gerente del área de in-novación del CCB, la impresión digital intro-dujo una nueva forma de pensar el diseño de

los productos y el sistema industrial del sector, e impone algunos desafíos. “A pesar de todo el cam-bio tecnológico, la transformación más profunda debe ocurrir en el diseño. El tema ahora consiste en cómo captar, trabajar y manipular digitalmente los dibujos sin que se produzca una pasteurización gráfica·, dice. En cuanto a ese punto, según Serafim, las industrias nacionales continúan teniendo como referentes a países tales como España e Italia, que comercializan los dibujos digitales directamente con las empresas nacionales o por intermedio de proveedores de materias primas o estudios de di-seño. “Brasil necesita innovar creando su propia identidad en el diseño de productos”, comenta.

Un factor determinante para el crecimiento del sector cerámico de São Paulo es la calidad de la materia prima utilizada en la fabricación de los productos. “Santa Gertrudes cuenta con

una de las mayores minas de arcilla del mundo”, dice Elson Longo, docente del Instituto de Química de la Univer-sidade Estadual Paulista (Unesp) en Araraquara, y coordinador del Centro Multidisciplinario para el Desarrollo de Materiales Cerámicos (CMDMC), uno de los 11 Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) de la FA-PESP. “Además, la arcilla roja que aflora cerca de la superficie en la región es de excelente calidad y los fabricantes no precisan agregarle casi ningún aditivo para fabricar los productos. Eso apor-ta una ventaja competitiva relevante”, dice Longo, quien coordinó las inves-tigaciones del proyecto Consitec, por el lado académico, junto con investi-gadores de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) y del Instituto de Investigaciones Energéticas y Nu-cleares (Ipen), de São Paulo. “La tecnología y el conocimiento generado en el proyecto Consitec sólo fueron posibles mediante la financiación otorgada por la FAPESP”, agrega Longo.

Según las propiedades de la materia prima, los revestimientos cerámicos producidos en el interior paulista utilizan la molienda en seco, un proceso más sencillo que el de la “vía húmeda”, y que pro-mueve una reducción en el costo de hasta un 50%. La preparación de la masa para la molienda hú-meda, que se emplea en Santa Catarina y en otros

1 Arcilla en bruto antes de su procesamiento en la industria

2 línea de producción de Rochaforte: la tecnología y la mejora de los procesos fabriles aportaron buenos resultados

La arcilla de la región de Santa Gertrudes es de excelente calidad y los fabricantes no necesitan agregar aditivos en la producción

1 2

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54 z JULIO DE 2013

sitios del país, requiere varias etapas, mientras que en el proceso en seco la arcilla tan sólo pasa por un molino y ya se encuentra lista para el prensado. “La arcilla extraída en la formación Corumbataí, en la región de Santa Gertrudes, posee propieda-des de plasticidad excepcionales, lo cual permite un tiempo de cocción menor, elevando los índice de productividad”, dice Menegazzo.

E l estudio de las propiedades de la arcilla del interior paulista es el tema de doctorado del ingeniero de materiales Rogers Rocha, pro-

pietario de la fábrica Rochaforte, en Cordeirópolis. “Hay una gran diferencia en las arcillas dentro de una mina y entre una mina y otra. Yo investigo las características minerales, químicas y cerámicas de las rocas de la formación Corumbataí, de donde se extrae la arcilla que utilizan las fábricas locales”, afirma el investigador y empresario. “Una mejor comprensión de las características de la materia prima nos ayudará a mejorar la calidad de los pro-ductos que elaboramos”. Rochaforte fue fundada hace 60 años por el abuelo de Rogers. Como tantas otras empresas del sector en la región, comenzó fabricando tejas y ladrillos y después empezó a ofrecer baldosas, un tipo de piso rudimentario. Actualmente produce mensualmente 2 millones de m2 de revestimientos cerámicos, empleando la molienda en seco. “Ese proceso resulta incompa-rable en términos de costos”, dice Rocha.

Según el empresario, el desarrollo tecnológico y el perfeccionamiento de los procesos fabriles fue-ron fundamentales para el boom de los cerámicos

paulistas. “El acercamiento de nuestra industria con la universidad mejoró sustancialmente los productos y los procesos. Percibo resultados prácticos de la investigación en mi empresa. Al-gunos de nuestros productos poseen el mismo nivel de calidad que los fabrica-dos en España y en Italia”, dice. Ade-más de vender en el mercado interno, Rochaforte exporta a clientes en Esta-dos Unidos, Chile, Argentina y algunos países de Centroamérica.

El CCB, que se inauguró hace 20 años, cumplió un rol central en la evo-lución del sector cerámico nacional. La entidad intervino en la investigación y el desarrollo de productos cerámicos, operando principalmente en la inter-faz universidad-empresa y suminis-trando servicios de asesoría técnica y tecnológica para el sector. El Centro de Innovación Tecnológica en Cerámica (Citec/ CCB) dispone de una moderna infraestructura de laboratorio que fue certifica-da por el Instituto Nacional de Metrología, Cali-dad y Tecnología (Inmetro) para la realización de ensayos de certificación y control de calidad de productos y procesos. Cuenta con una ins-talación completa para fabricar cualquier tipo de placa cerámica a escala de prueba, así como equipamientos para evaluar la resistencia a la flexión, desgaste por abrasión y resistencia al resbalamiento en pisos.

Brasil es el único país que cuenta con una norma específica para el porcelanato, un tipo de revestimiento que requiere requisitos técnicos más avanzados

En constante evolución

prODUCCIÓNEn millones de m2

prODUCCIÓN DE pOrCELANATOEn millones de m2CApACIDAD prODUCTIVA

En millones de m2

EXpOrTACIÓNEn millones de m2

*Estimación

EMprESAS pAULISTAS DE pOrCELANATO

UN NICHO CALIENTEla producción brasileña de porcelanato,

un ítem con mayor valor agregado,

creció 18 veces entre 2001 y 2011

EL pESO DE SÃO pAULOEn 10 años, la participación

de las industrias paulistas

en la producción nacional

de revestimientos

cerámicos saltó de un 40%

a un 72% del total

EL SEGMENTO CrECIÓ UN 90%El aumento se registró entre 2001 y 2012

n 2001 n 2008 n 2011 n 2012

n n n producción nacionaln n n producción paulista

40%

68%

71%

37*

81,4

59,5

556

781

1021

866713

47372

15

49

13

4

3FUENTE CCB y anfacer

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pESQUISA FApESp z 55

Tan sólo en 2011 se ejecutaron 20.577 ensayos en los laboratorios del Citec/ CCB, que cuenta con 12 investigadores, entre los cuales hay 3 másteres y 3 doctores. “Con la puesta en marcha del Citec, comenzamos a desarrollar nuevos productos, me-jorar el proceso productivo y a realizar actividades posventa. Eso nos permitió una sólida compren-sión de los principales problemas percibidos en los revestimientos cerámicos. Del mismo modo, llevamos a cabo investigaciones en el sistema de aplicación de los cerámicos, que permitieron una disminución importante de los problemas de fija-ción del producto”, sostiene Paschoal.

En conjunto con la Anfacer, la asociación de fabricantes, el CCB también participó en la elaboración de normas técnicas para el sec-

tor, entre las que se encuentra la norma brasileña para porcelanato. La entidad coordina la Comisión de Estudios de Placas Cerámicas de la Asociación Brasileña de Normas Técnicas (ABNT). “Con pa-rámetros muy rigurosos, la norma del porcelanato, la NBR 15463, fue creada a partir de una demanda de los propios fabricantes con el objetivo de po-ner de relieve la alta calidad y competitividad del porcelanato brasileño. Pionera a nivel mundial, se la presentó ante el Comité Internacional ISO 189, que trabaja con normativas mundiales para revestimientos cerámicos”, relata Menegazzo. “Brasil es el único país con una norma específica para porcelanato, cuyos requisitos técnicos son los más exigentes entre todos los países. Por eso, puedo afirmar sin temor que los porcelanatos cer-tificados por el CCB son los mejores del mundo”, dice. Según ella, Brasil participa activamente en los trabajos de revisión de las normas técnicas in-ternacionales. “Actualmente trabajamos manco-munados con el Instituto de Tecnología Cerámica

(ITC) de España, el Tile Council of North America (TCNA), de Estados Unidos, y el Centro Cerámi-co de Boloña (CCB), en Italia, para la creación de una nueva metodología de ensayo destinada a la medición de la resistencia a la abrasión de los productos cerámicos”, manifiesta.

Los buenos resultados de los últimos años han mantenido el optimismo de los industriales en alza. Muchas empresas paulistas planifican ex-pandir sus fábricas, tal como Rochaforte, que pro-grama la apertura de sucursales en el nordeste. Las sucursales son importantes porque el trans-porte de las mercaderías desde las fábricas hacia los locales de consumo tiene un costo relevante en el precio final del producto. La expansión del mercado interno, según Paschoal, animará aún más la demanda por revestimientos cerámicos. “Pese al aumento significativo en la construc-ción de nuevas unidades habitacionales en los últimos años, todavía existe un gran déficit de viviendas en el país, que ronda los 10 millones de unidades. Además, también está el mercado de refacciones en las construcciones, lo cual apunta un gran consumo potencial de cerámicos”, dice. En su opinión, el gran reto de aquí en adelante consiste en elevar la productividad de la indus-tria nacional y estimular el desarrollo de nuevos productos cerámicos, principalmente mediante innovaciones tecnológicas, “para hacer posible que Brasil asuma incluso un mayor protagonis-mo en el mercado mundial”. n

En la empresa Villagres, la impresión digital reproduce la foto de un tigre en el piso de cerámicos

proyecto

consorcio sectorial de la industria de cerámicos para revestimientos del estado de São paulo: innovación tecnológica y competitividad (nº 2001/ 10783-5); modalidad programa consorcios Sectoriales para la Innovación Tecnológica (consitec); Coord. José Octávio Armani paschoal — ccB; Inversión R$ 586.715,13 (FApESp) y R$ 586.715,13 (Empresas).

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56 z JULIO DE 2013

Eucalipto transgénico rinde

un 20% más que la especie

arbórea convencional

Más celulosa por centímetro cuadrado

SILvIcULtUra y

Evanildo da Silveira

En apariencia, la pequeña plantación con 2,2 hectáreas de eucaliptos, en una finca situada en el municipio de Angatuba (São Paulo), no tiene nada

de anormal. Pero las diferencias existen y están en las células de esos árboles, que re-cibieron el injerto de un gen de otra especie, la Arabidopsis thaliana, una planta modelo muy utilizada en experimentos genéticos. Mediante esa alteración, se vuelven capa-ces de producir un 20% más de madera en relación con sus congéneres Eucalyptus. El pequeño bosque de eucaliptos transgénicos en crecimiento es uno de los cuatro plantíos experimentales de ese árbol genéticamen-te modificado realizados por FuturaGe-ne, una empresa dedicada a la mejora de la productividad y la sostenibilidad de bosques cultivados para los mercados de celulosa, bioenergía y biocombustibles. El objetivo consiste en evaluar la bioseguri-dad de los transgénicos para verificar si ellos causan impactos e interferencias en el ambiente y en otros vegetales.

FuturaGene se fundó en Israel, en 1993, como una empresa incubada en la Univer-sidad Hebraica de Jerusalén, abocada a la ingeniería de proteínas, bajo el nombre de CBD Technologies. En julio de 2010 fue adquirida por la brasileña Suzano Papel e Celulose. Los experimentos llevados ade-lante en el interior paulista, en Bahía y en Piauí, constituyen un paso necesario para la habilitación comercial de plantas genética-mente modificadas exigido por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTN-Bio), el organismo responsable en Brasil de la evaluación de productos transgénicos. “Esas cuatro plantaciones que realizamos en 2012 totalizaron nueve hectáreas”, relata Eugenio Ulian, vicepresidente de asuntos regulatorios de FuturaGene. “El objetivo consiste en realizar observaciones y recabar datos para cumplir los requisitos de la ley de bioseguridad y posteriormente presen-tar una solicitud de habilitación comercial ante la CTNBio. La idea es que ese produc-to pueda aprobarse para su uso comercial en aproximadamente cuatro años”.

pUbLIcaDO En FEbrErO DE 2013

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pESQUISA FApESp z 57

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El gen que se introdujo en el eucalipto codifica una de las enzimas específicas que participan en la formación química de la celulosa, la endoglucanasa. “FuturaGene descubrió una forma de alterar, mediante la expresión del gen de la Arabidopsis thaliana para esa enzima en las plantas, la estructu-ra de la pared celular (que está compuesta por celulosa) en los árboles transgénicos”, dice Ulian. “De esta forma, el gen exógeno hace que las células depositen una mayor cantidad de celulosa en la formación de las paredes celulares del árbol, lo cual, en el caso de especies tales como el eucalipto, resulta en un mayor volumen de madera”.

La pared de las células de una plan-ta es un compuesto químico que consta de celulosa, un polímero de unidades de glucosa, entreverada con otros polímeros complejos, como son la hemicelulosa y la lignina. Esto forma una estructura rígida alrededor de la célula vegetal, que tan sólo se distiende lo suficiente como para per-mitir que aumente de tamaño y se divida. “La tecnología desarrollada por Futura-Gene hace posible producir especies con paredes celulares modificadas, capaces de acelerar su distensión y reconstitución durante el crecimiento normal del árbol”, explica Ulian. “La inserción del nuevo gen en el eucalipto permite un crecimiento acelerado y mayor productividad”. Estos son buenos motivos para que las indus-trias del papel y de energía se muestren atraídas por esa tecnología. La celulosa extraída de la pared celular de la planta es la materia prima de toda fibra industrial utilizada para la fabricación de papel, placas aglomeradas y madera. Además, genera material para una serie de otros productos forestales o agrícolas, inclu-yendo los azúcares que posteriormente se utilizarán para la producción de etanol de segunda genera-ción, y también en compuestos químicos que se utilizan para elaborar bioplásti-cos. En el caso del

Eucaliptos genéticamente modificados con 6 años de edad, en Angatuba, en el interior paulista

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58 z JULIO DE 2013

modificada original, se plantaron otras seis con semillas originadas mediante cruza-mientos realizados entre el transgénico y matrices convencionales, procurando se-leccionar clones mejorados con la carac-terística de aumento de la productividad.

Desde 1998, Suzano también desarrolla proyectos en colaboración con el profe-sor Carlos Alberto Labate, del Departa-mento de Genética de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq), de la Universidad de São Paulo (USP). “Se trata de trabajos volcados al área de biotecnología y genómica funcional del eucalipto”, comenta Labate. “Ya conta-mos con dos proyectos financiados por el Programa de Apoyo a la Investigación en Colaboración para la Innovación Tec-nológica (Pite) de la FAPESP aprobados y ahora vamos por el tercero”. En el primer proyecto Pite el objetivo consistía en de-sarrollar la metodología de transforma-ción genética del eucalipto. “Mi alumno de doctorado Esteban Roberto Gonzalez fue contratado por Suzano y actualmente es el gerente de investigación y desarrollo de FuturaGene”, dice el investigador de la Esalq, quien asumió en enero la función de director del Laboratorio Nacional de Ciencia y Tecnología del Bioetanol (CT-BE). “La metodología que desarrollamos fue patentada y todo el conocimiento que generamos fue en cierto modo transferido a la empresa. Además, seguimos mante-niendo reuniones frecuentes y capacita-ciones de personal en FuturaGene, lo cual nos permite una interacción muy buena con la empresa”.

TEnorES dE AzúcArEn el segundo proyecto Pite, el investiga-dor de la Esalq desarrolló varias plantas de eucalipto transgénicas con alteración en la expresión de los genes relacionados con la síntesis de carbohidratos de las mismas. “La clave del proyecto fue au-mentar la cantidad de xilanos en la ma-dera del eucalipto”, explica. “Esas plantas transgénicas se encuentran en Futura-Gene, que realizará los ensayos de cam-po”. El xilano es una hemicelulosa, un polímero de xilosa (un azúcar presente en la madera), que cumple una función importante en el blanqueo de pulpas de celulosa y en las propiedades del papel. La modificación del tenor de ese azúcar en la planta permite elevar la producción y diferenciar las propiedades de las pulpas y de los papeles producidos. Fo

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1 Laboratorio de biotecnología en FuturaGene, en la ciudad de Itapetininga (São paulo)

2 Manipulación de hojas de eucalipto para replantarlo

3 Dos fases de la plantación transgénica en angatuba

la empresa realiza plantíos con semillas provenientes del cruzamiento de transgénicos con plantas convencionales para comprobar la productividad

eucalipto transgénico desarrollado por Fu-turaGene, más allá de producir un 20% más de celulosa que las plantas normales –que generan, en promedio, 45 metros cúbicos por hectárea–, éste puede aumentar la pro-ductividad de la madera entre un 30% y un 40% para su uso en otras aplicaciones, tales como bioenergía, por ejemplo.

Hasta lograr ese ejemplar genética-mente modificado, FuturaGene recorrió un largo camino. Las primeras investi-gaciones, que condujeron al eucalipto transgénico, comenzaron a realizarse inmediatamente después de su funda-ción en la Universidad Hebraica de Je-rusalén. “Se realizaron varios estudios con diversos genes involucrados en la formación de la pared celular que fue-ron clonados e introducidos para lograr superexpresión en especies modelo tales como la propia Arabidopsis, en álamo y en el propio eucalipto”, relata Ulian. “El gen de endoglucanasa fue elegido para proseguir los trabajos pues con él se registraron los mejores resultados”.

FuturaGene lleva plantadas 12 hectáreas experimentales de eucalipto transgéni-

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co. Los primeros cultivos se realizaron en 2006 y 2007 en Israel y en Brasil. Los tra-bajos continuaron luego de su adquisición por Suzano, con nuevos plantíos en Brasil. En 2012, más allá de las nueve hectáreas cultivadas con la especie genéticamente

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a instituciones de investigación de todo el mundo, en 2000 las selvas plantadas representaban tan sólo un 5% del total de bosques del planeta, pero aportaban alrededor del 35% de la madera recogi-da. Desde entonces, el área de cultivo de especies arbóreas aumentó hasta 264 mi-llones de hectáreas, lo cual representa un 6,6% de las selvas mundiales. Se calcula que, desde el final de los años 1980, cuan-do se autorizaron los primeros vegetales transgénicos para la implantación de cul-tivos comerciales, ya se han realizado en el mundo más de 800 experimentos de campo con árboles genéticamente modi-ficados de unas 40 especies. n

en 2011. Más del 50% de las ventas va hacia el mercado externo.

La manipulación genética de plantas también podrá cumplir un rol importante para el mantenimiento y la preservación de las selvas nativas de todo el mundo. Según datos difundidos por la Organi-zación de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el planeta cuenta con alrededor de 4 mil millones de hectáreas cubiertas por bos-ques, lo cual representa alrededor del 27% de la superficie de tierras emergidas del globo. Se calcula que actualmente el consumo mundial de madera es de unos 3.400 millones de metros cúbicos anua-les, previéndose un aumento de un 25% hasta 2020. Para atender esa demanda, las selvas autóctonas del planeta son taladas a un promedio de 12 millones de hectá-reas por año. Según un estudio realizado por el Centro para el Análisis del Riesgo Ambiental de Cultivos Genéticamente Modificados (Cera), de la Ilsi Research Foundation, una fundación que congrega

la manipulación genética de plantas podrá cumplir un rol importante para el mantenimiento y la preservación de las selvas nativas

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s Para 2013, los planes de FuturaGene incluyen plantar 30 hectáreas con euca-liptos genéticamente modificados para pruebas. “El objetivo es evaluar nuevas alteraciones genéticas, que eventualmen-te podrán originar otros productos, con la misma característica de aumento en la productividad ya presente en el primer eucalipto transgénico, pero conteniendo genes distintos o construcciones genéti-cas mejoradas”, informa Eduardo José de Mello, vicepresidente de operaciones de Brasil y gerente de mejora forestal de Fu-turaGene. “Por eso, consideramos que los experimentos de este año servirán para seleccionar nuevos productos”. Además, la empresa está trabajando en sus labo-ratorios para desarrollar especies resis-tentes a plagas y enfermedades, que ha-gan posible un mejor manejo de plantas dañinas y perfeccionar la calidad de la madera. Más allá de la bioseguridad, en los test que realiza FuturaGene también se está analizando el comportamiento del eucalipto transgénico en diferentes espacios de cultivo. “Esta información será importante para la planificación de futuras plantaciones en función de su fi-nalidad, que puede ser la producción de energía, placas aglomeradas o celulosa, por ejemplo”, dice Mello. “Dada la alta productividad del transgénico y depen-diendo de la finalidad de la biomasa, la tala podrá realizarse a edades más pre-coces: a los 5 años y medio”. El eucalipto convencional recién alcanza la misma productividad a los 7 años.

Según Mello, hoy en día Brasil osten-ta la mayor productividad mundial en el cultivo de eucalipto. Esta superioridad se alcanzó como consecuencia del clima favorable y del desarrollo tecnológico producido en el país. “La mejora gené-tica convencional, mediante la selección y propagación de los mejores ejempla-res, contribuyó en gran medida para el incremento de la productividad, pero la tendencia apunta que esto será cada vez más difícil de superar”, dice Mello. “La biotecnología, mediante el uso de transgénicos, será una importante he-rramienta para que Brasil mantenga la delantera en cuanto a la productividad y siga siendo competitivo en el mercado de la madera de eucalipto y sus deriva-dos”. Suzano es actualmente la segunda productora mundial de celulosa de euca-lipto y los ingresos netos de la empresa ascendieron a 4.800 millones de reales

proyecto

Genómica funcional aplicada al descubrimiento de ge-nes con resistencia a la roya del eucalipto – nº 2008/ 50361-1; Modalidad programa de apoyo a la Investi-gación en colaboración para la Innovación tecnológica (pite); coordinador carlos alberto Labate – USp; Inver-sión r$ 330.195,78 y US$ 242.235,41 (FapESp) y r$ 1.376.000,00 (Suzano).

crecimiento acelerado

FUEnTE FUtUraGEnE

convEncIonAlTrAnSgénIco

prodUccIón dE cElUloSA

TIEMpo dE MAdUrAcIón

La inserción de un nuevo gen reduce el tiempo entre el plantío y la cosecha

El transgénico produce un 20% más de celulosa porque el tronco es más largo que el tradicional

45m3/ha

7anos

54m3/ ha

5,5años

El eucalipto transgénico ocupa menos tiempo la tierra y se torna más rentable para todo el segmento de papel y celulosa convencional

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60 z JULIO DE 201360 z agOstO DE 2012

InvestIgacIón eMPResaRIaL y

ohnson & Johnson de Brasil, considerada una de las mayores subsidiarias de la compañía fuera de Estados Unidos en cuanto a produc-ción y ventas, también se convirtió en un refe-rente en investigación y desarrollo (I&D). “En

la actualidad, el centro de investigación mundial en la línea de salud de la mujer, compuesta prin-cipalmente por toallas absorbentes, está aquí en Brasil, una decisión tomada por la matriz durante el año pasado”, dice Samuel Abel Moody Santos, de 53 años y vicepresidente de I&D para América Latina. El Centro de Investigaciones y Tecnología (CPT) de Johnson & Johnson Brasil se encuentra instalado dentro de un complejo industrial que ocupa una superficie de 910 mil metros cuadrados (m2), de los cuales 700 mil m2 son espacios verdes, en la localidad de São José dos Campos, ubicada a 72 kilómetros de São Paulo. En el CPT también se concentra el desarrollo de productos de pro-tección solar para América Latina y Asia, un rol protagónico que se conquistó al cabo de décadas.

En 1975, por ejemplo, cuando Santos comenzó a trabajar en Johnson, al concluir la secundaria

Las innovaciones de Johnson & Johnson

en las áreas de salud de la mujer y protección

solar se exportan al resto del mundo

Un referente mundial

Dinorah Ereno

(actual enseñanza media) como técnico mecáni-co, su función consistía en proyectar máquinas. “En esa época, los equipos destinados a elaborar nuestros productos se diseñaban y se fabricaban aquí, porque la importación de maquinaria tenía un costo superlativo”. El centro de I&D, que en 2012 cumplió 40 años en São José dos Campos, luego de ser trasladado desde el barrio de Mooca, en São Paulo, no se proyectó inicialmente para desarrollar productos para el mercado brasileño. Su función consistía en investigar materias primas para los productos ya conocidos afuera que se lanzarían aquí. La empresa se instaló en el país en 1933 para abastecer al mercado brasileño con productos de uso hospitalario y domiciliario, tales como algo-dón, gasa, esparadrapo y compresas quirúrgicas.

La toalla absorbente femenina Carefree, por ejemplo, poseía como núcleo de absorción una materia prima que aún actualmente no se fabri-ca en el mercado brasileño. Los investigadores locales desarrollaron un producto con similar desempeño y algunos beneficios adicionales uti-lizando materias primas totalmente nacionales.

PubLIcadO en eneRO de 2013

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samuel santos (a la derecha), vicepresidente de I&d para américa Latina de Johnson & Johnson, junto a un equipo de investigadores en são José dos campos

El producto se vende actualmente a América del Norte, Europa y Asia. “Ese desarrollo, de cier-to modo, le aportó al centro un crédito global que hasta entonces no poseíamos”, dice Santos, quien, al finalizar la carrera de ingeniería en la Universidad de Mogi das Cruzes (UMC), diseñó una máquina destinada a testear muestras en la planta piloto, lo cual le valió una invitación para trabajar en el centro de I&D en octubre de 1980.

En 1994, cuando ya era gerente de investigación de Johnson & Johnson en Brasil, viajó a Shanghái, en China, para dirigir el desarrollo y el lanzamien-to de toallas higiénicas en el mercado chino. Per-maneció allá durante un año y medio, un período en el que se dedicó al desarrollo del producto, la identificación de las materias primas que se utilizarían en su composición y al montaje de la fábrica. De Shanghái fue trasladado hacia la se-de mundial de la compañía en New Brunswick, en el estado de Nueva Jersey, Estados Unidos. Luego de trabajar durante más de 15 años en la matriz, regresó a Brasil en mayo de 2011, para asumir la vicepresidencia de I&D para América

Latina. “Nuestra investigación está segmentada en áreas”, comenta. “Hay más de 20 áreas con especialidades diversas, porque nuestro objetivo es contar con peritos en cada área.”

Uno de los grupos de investigación, por ejemplo, denominado Ciencia del Consumidor, tiene como premisa identificar las necesidades y el deseo de los consumidores. Liderando ese grupo se encuen-tra Rosana Rainho das Neves, de 53 años, gerente sénior de I&D, con títulos de grado y posgrado en ingeniería química por la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (USP), quien desde hace 30 años trabaja en la empresa. “Yo inauguré esa área en Brasil, en 1992, cuando recién estaba comenzando en Asia”, dice Rainho. Su trabajo se centra en dos momentos bien diferenciados dentro del proceso de desarrollo. Uno de ellos es cuando aún no existe el producto. “Procuramos interpretar el deseo del consumidor y captar sus insights para poder, junto con los investigadores, generar ideas de nuevos productos”. El otro mo-mento aparece en la fase de desarrollo, cuando se llevan a cabo los ensayos de los prototipos con

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tectores solares, higiene bucal, productos para bebés y niños, cuidados femeninos y medicamentos exentos de prescripción médica, constituye el segundo mercado de la empresa en el mundo en importancia, tan sólo detrás de Estados Unidos, donde está emplazada la sede de la compañía. “La línea de cuidados para la piel, por ejem-plo, es la que más vende mundialmente”, dice Santos. En 2011, la facturación global de Johnson & Johnson Consumo fue de

el consumidor hasta lograr un producto listo para sacarlo al mercado.

Luego de implementar el área de Cien-cia del Consumidor, donde trabajó duran-te nueve años, Rainho asumió la gerencia de productos para el cuidado de la piel (skin care) y hace ocho años retornó al grupo que ella creó. “Siempre que desa-rrollamos un nuevo producto, necesita-mos conocer la impresión del consumi-dor sobre éste; para ello realizamos test cualitativos y cuantitativos”, dice Rainho, quien realizó un Master of Business Ad-ministration (MBA) de 900 horas en ges-tión de negocios en la Escuela Superior de Propaganda y Marketing (ESPM), en colaboración con el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA). Los test internos se llevan a cabo a partir de una base de datos con 1.500 empleados registrados, que participan voluntariamente. Cuando el equipo de investigación logra un proto-tipo de producto que considera óptimo, las pruebas se realizan con una base ma-yor integrada por consumidores externos, contratados por agencias.

El departamento de consumo de Johnson & Johnson Brasil, que incluye productos para el cuidado de la piel, pro-

1 Hélices de un mezclador mecánico

2 análisis de colorantes en laboratorio

3 Mechones de cabello utilizados para testear productos

4 crema de enjuague infantil en fase de prueba

Samuel Abel Moody Santos, vicepresidente de investigación y desarrollo para américa Latina

UMC – título de grado

Rosana Rainho das Neves, gerente sénior de I&d USp – título de grado y posgrado ESpM/ ITA – Mba

paula Scarcelli D’Oliveira Dantas, gerente sénior de I&d en el área de cuidados para la piel

USp – título de grado FGV – Mba

Sérgio Luiz de Oliveira, gerente sénior de asuntos científicos, investigación analítica e investigación microbiológica

Univap y Facultad Oswaldo Cruz – título de gradoUnivap/ Unicamp – MagísterFGV – Mba

José Eduardo pelino, gerente de relaciones científicas y profesionales en el área de cuidado bucal

Unesp – título de grado y magísterUSp – doctorado Universidad de California – doctorado y posdoctorado

InstItucIOnes que fORMaROn a LOs InvestIgadORes de La eMPResa

14.900 millones de dólares. La compañía está integrada por más de 250 empresas que operan en 60 países y emplean a unas 118 mil personas. En Brasil, hay más de 5 mil empleados, de los cuales 280 se desempeñan en el área de I&D en toda América Latina, donde se incluye a Ar-gentina, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, República Dominicana, Paraguay, Uruguay, Colom-bia, Venezuela, Ecuador, Perú, México y Brasil. “Dentro de ese total, 200 cuentan con estudios superiores y 80 son técnicos, de los cuales un 80% trabaja en Brasil”, dice Santos. Farmacéuticos e ingenieros químicos son las dos principales forma-ciones académicas, aparte de biólogos, químicos, físicos, médicos y odontólogos que también se cuentan entre los inves-tigadores. Alrededor de un 30% cuenta con maestría y un 10% con doctorado.

El grupo de Rainho está conectado di-rectamente con el grupo de desarrollo de productos, del cual forma parte Paula Scar-

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celli D’Oliveira Dantas, de 37 años, gerente sénior de I&D en el área de cuidados de la piel y con título de farmacéutica bioquími-ca otorgado por la USP. “Trabajamos desde el instante cero del proyecto hasta el desa-rrollo del producto”, dice Scarcelli, quien trabajó en dos grandes empresas farmacéu-ticas y en una proveedora de materias pri-mas para medicamentos y cosméticos antes de ingresar en Johnson, en 2005. “Desde que estoy aquí, tuve varias oportunidades de aprendizaje”. Durante dos meses, ella trabajó en un proyecto de cosmetología en un gran centro de investigación que posee la empresa, cercano a Princeton, en Nue-va Jersey, Estados Unidos. “Luego de eso permanecí otro mes más en el mismo lugar como shadow [sombra] de un individuo con un alto cargo gerencial para inspirarme en mis proyectos”, dice Scarcelli. Como ella quería profundizar en el área del consumo, realizó un MBA en marketing en la Funda-ción Getúlio Vargas (FGV). Además, realizó una especialización en cosmetología, en el área del cabello, en el Consejo Regional de Farmacia, y un curso de análisis toxicoló-gico de cosméticos en Bélgica.

GRUpO MULTIDISCIpLINARIOLa evaluación de seguridad y eficacia de los productos desarrollados por el CPT la realiza el equipo de Sérgio Luiz de Oli-veira, de 45 años y con 27 en la compañía, quien ocupa el cargo de gerente sénior de

Instituto Nacional de Investigaciones Es-paciales (Inpe) y la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS).

En el sector de I&D también se desem-peñan investigadores con un extenso currí-culo académico que hacen de puente con docentes de odontología y profesionales del área, tal como es el caso del odontólogo José Eduardo Pelino, de 42 años, gradua-do en la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de São José dos Campos, donde también realizó un máster en el área de microbiología con fuentes luminosas, ta-les como láser y LEDs, para la prevención de caries, doctorado en la Universidad de California en San Francisco, Estados Uni-dos, con énfasis en las propiedades ópticas de tejidos dentales, y posdoctorado en la misma universidad en blanqueamiento dental, además de un doctorado en la USP con beca otorgada por la FAPESP. Aparte de atender en su consultorio, Pelino fue docente de maestría en la USP sobre láser en odontología y en las Facultades Metro-politanas Unidas (FMU), siendo además director y coordinador de la carrera de posgrado en odontología en la Universi-dad Cruzeiro do Sul (Unicsul). Trabajan-do para Johnson & Johnson desde 2009, Pelino ocupa el cargo de gerente de rela-ciones científicas y profesionales. “Todos los productos para el cuidado bucal que se distribuyen en América Latina pasan por mi tamiz científico”, dice Pelino, quien subraya: “Varias líneas de investigación que conduje durante el transcurso de mi carrera académica hoy puedo utilizarlas en la industria como soporte de productos”. Los estudios en el área del cuidado bucal cuentan con la colaboración de expertos en óptica de la Univap y del Instituto de Química de la USP de São Carlos. n

temas científicos, investigación analítica e investigación microbiológica de I&D. “Co-mo los análisis realizados involucran a las áreas química, microbiológica y biofísica, nuestro grupo de investigación es multidis-ciplinario”, dice Oliveira, quien ingresó a la empresa como pasante en el área de I&D, luego de recibirse como técnico químico. El equipo, formado por 30 personas, está integrado por biólogos, químicos, farma-céuticos, matemáticos y biofísicos. “De-bemos garantizar que la fórmula que llega al mercado logre soportar todas las varia-ciones climáticas luego del lanzamiento”, afirma. Oliveira estudió matemática en la Universidad Vale do Paraíba (Univap), que formaba parte de un consorcio con el ITA, y química en la Facultad Oswaldo Cruz de São Paulo, además de hacer una maestría en la Univap, también en una colabora-ción con la Unicamp, en el área de bioin-geniería, y un MBA en la FGV en gestión empresarial. Más allá de su equipo interno de I&D, Johnson mantiene convenios con la USP, la Unicamp, el ITA, la Univap, el

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“Actualmente hago uso, como soporte de productos, de varias de las líneas de investigación que conduje en la universidad”, dice el odontólogo José Eduardo pelino

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Archivos revelan el interés oculto del gobierno de EE.UU.

por atraer a artistas brasileños hacia Nueva York

de la buena vecindad latinoamericana

En 1958, el entonces vicepresidente Ni-xon visitó varios países de América La-tina, Brasil inclusive. Fue recibido con abucheos y manifestaciones estudian-tiles furiosas, llegó a ser cercado por la

multitud, apedreado y casi muere en Venezuela. Para el gobierno de Eisenhower quedó en evi-dencia que la imagen de EE.UU. en la región era pésima. Centrado hasta entonces en combatir el comunismo en Europa, el gobierno estadouni-dense volvió su mirada hacia el Sur, una postura profundizada luego de la Revolución Cubana. Las medidas económicas para revertir esa situación son conocidas. Pero las iniciativas culturales de la Guerra Fría, más sutiles, fueron poco estudiadas en Brasil. “Las artes sirvieron como estrategia pa-ra la construcción de una imagen positiva que el gobierno de EE.UU. utilizó para granjearse sim-patías. La Bienal de São Paulo, por ejemplo, era un espacio privilegiado para la ejecución de esta ‘política de atracción’, que, entre otras acciones, promovía viajes de investigación para artistas e intelectuales”, comenta Dária Jaremtchuk, do-cente de historia del arte de la escuela de Artes, Ciencias y Humanidades (EACH) de la Universi-dad de São Paulo (USP) autora de la investigación Tránsitos y política: los artistas brasileños en Nueva

Carlos Haag

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York durante la dictadura cívico-militar en Brasil.Aunque el gobierno estadounidense no se

centrara en los artistas, sino en los intelectua-les en general, figuras tales como Amilcar de Castro (1966 y 1971), Rubens Gerchman (1967), Hélio Oiticica (1970), Antonio Henrique Ama-ral (1973), Ana Maria Maiolino (1971) y An-tonio Dias (1972), entre otros, a partir de los años 1960 pasaron un tiempo en Nueva York con becas concedidas por fundaciones tales como Guggenheim y Fullbright, como así también de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Ese tránsito de los artistas visuales y su participación en actividades políticas hasta hoy son poco analiza-dos en profundidad, percibidos como meros datos biográficos desconectados de un fenómeno mayor ligado a factores históricos comunes”, dice la in-vestigadora. “Incluso las manifestaciones contra la dictadura militar fueron escasamente menciona-das en la bibliografía, así como el acercamiento de esos brasileños con la comunidad latinoamericana que residía en Nueva York”, comenta.

Al comienzo, Jaremtchuk viajó a EE.UU. sola-mente para trazar el derrotero de esos brasileños, pero los descubrimientos realizados en los archi-vos estadounidenses ampliaron el espectro de la investigación. “Existe mucha documentación con

La trama

pUblicAdO EN FEbrErO dE 2013

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pesQuisa Fapesp z 65

Así y todo, las instituciones actualmente niegan que hayan concedido becas contemplando otros factores que no fueran el “mérito”. “Resulta cu-rioso que entre 1920 y 1950, tan sólo seis artistas obtuvieron esa ayuda, pero ese número trepó a 20 entre 1950 y 1970. Asimismo, en los archivos del gobierno estadounidense existen documentos que prueban la participación de las fundaciones en esa política”, comenta Jaremtchuk. A contramano de lo esperado, la dictadura se empeñó en facilitar ese flujo. “Eso es evidente por la creación del Brazilian American Cultural Institut (Baci), una organiza-ción de intercambio vinculada a Itamaraty, pero pergeñada por la diplomacia estadounidense, una hipótesis reforzada por la presencia de legisladores estadounidenses en su board of directors”, subraya la investigadora. Creado en 1964 y cerrado en 2007, fue “vaciado” a mediados de los años 1970, con el cambio de enfoque de Washington, que entonces interesaba en conquistar “corazones y mentes” en Asia, con motivo de la Guerra de Vietnam.

así como París era crucial para las experien-cias con la modernidad, para los artistas contemporáneos ese rol lo cumpliría Nueva

York, más allá de los credos ideológicos y políti-cos, en general antiestadounidenses, de los que se postulaban para las becas. “EE.UU. se transformó en una alternativa prometedora para los artistas brasileños que se ‘exiliaban’, voluntariamente o no, durante las décadas de 1960 y 1970, pese a las con-tradicciones implicadas en esa elección”, analiza Jaremtchuk. Los propios artistas, sin embargo, no deseaban ser etiquetados como “exiliados”, dado que podían regresar a Brasil, donde, por cierto, eran reconocidos y vivían de su trabajo, lo cual, con raras excepciones (tal el caso de Antonio Hen-rique Amaral), no sucedía en Nueva York. “Era difícil para sus colegas latinoamericanos com-prender por qué los brasileños regresaban hacia la dictadura. Pero ellos no se sintieron ‘cooptados’ por el gobierno estadounidense, sino que se veían desde una perspectiva individualista, y no como algo colectivo sujeto a políticas”.

En EE.UU. vivieron las dificultades de la nueva ciudad, con escaso dinero y una gran falta de re-conocimiento profesional en el ámbito estadouni-dense, lo cual provocó una pausa o la interrupción de sus trabajos. Para el público estadounidense, el arte latinoamericano debía ser figurativo, co-lorido y exótico. No tenían interés en creaciones conceptuales “internacionales” que no trajeran algún tinte regional, tal como, en el pasado, lo

Marcello Nitsche, Aliança para o progresso, 1965

inequívocas señales de las acciones del gobierno estadounidense para atraer a artistas e intelectuales brasileños. Hasta entonces, ese tránsito parecía tan sólo una mera consecuencia del contexto político represivo que habría conducido a ciertos grupos a un ‘exilio’ en Nueva York”, sostiene. “Pero Washing-ton actuó sin tomar en cuenta específicamente al régimen militar. Estados Unidos estaba interesado en recibir a esos brasileños, sin importarles el tipo de gobierno vigente. Lo importante era estable-cer una imagen positiva en Latinoamérica”, dice. “Por supuesto que existen los famosos elementos ‘conspiratorios’ imperialistas, pero en el caso de las artes todo es muy sutil, y además partió del ideal de ciertos sectores de la burguesía ilustrada esta-dounidense que se veía a sí misma como ‘civiliza-dora’, colaborando con el gobierno en ‘pro’ de los latinoamericanos”, añade Jaremtchuk.

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habían sido los muralistas mexicanos o las pin-turas de Frida Kahlo. “Además, y repitiendo la postura del gobierno estadounidense, el público no percibía al arte brasileño de alguna forma es-pecial, situándolo en un compacto rotulado como arte latinoamericano”, dice la investigadora. “No obstante, fue en ese ámbito que los brasileños experimentaron una perspectiva menos nacio-nalista, conviviendo con un grupo heterogéneo y cosmopolita, donde la experimentación y la exploración de los soportes tecnológicos, tales como el video, la fotografía y la fotocopia estaban a la orden del día”, relata la profesora.

“Los brasileños se agruparon con los latinoame-ricanos en la lucha contra la visión masificadora y estereotipada del arte exótico. Con todo, siguen hasta ahora siendo raros los artistas conceptuales de Brasil que tienen éxito en EE.UU.”, señala Ja-remtchuk. Las palabras de Darcy Ribeiro fueron precisas: Brasil recién descubrió América Latina en el exilio. Antonio Henrique Amaral, por ejemplo, tuvo más éxito que sus colegas, entre otros facto-res, por utilizar la banana como temática en sus cuadros. Para los estadounidenses eso recordaba al Brasil de los tiempos de la “buena vecindad” de Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial, con algunos fuertes rasgos de crítica a la dictadura. “En

ese devenir, los brasileños se percataron de que tenían pares, que había sentimientos compartidos con la América hispana, hasta entonces menos-preciada. No se estableció una identidad, sino un compartir”, señala la profesora.

La temporada de residencia en Estados Unidos igualmente produjo nuevos debates al res-pecto de qué era el arte, el uso de materiales

y soportes diferentes a los habituales. “Amilcar de Castro, por ejemplo, no tenía materia prima para sus esculturas y comenzó a emplear otras técni-cas. Gerchman también repensó su arte a partir de lo que vio en EE.UU.”, comenta la investigadora. Provenientes de un país en el que el mercado del arte era modesto, con escasas galerías y exposicio-nes, la experiencia neoyorquina, según palabras de un artista, los hacía sentirse como “niños en un parque de diversiones”. Expuestos a una intensa realidad de mercado, cosmopolita, los brasileños comenzaron a entender cómo funcionaba el mo-derno mundo del arte y le transmitieron esa expe-riencia a la generación siguiente, dejando marcas que todavía hoy son visibles”.

Por motivos económicos, los artistas residían en la parte “menos pobre” de la metrópolis, entre Tri-beca y West End, donde sus apartamentos se con-vertían en estudios y puntos de encuentro. “Esos encuentros casuales contribuyeron a definir a los artistas latinoamericanos como una comunidad, estableciendo células sociales en Nueva York que permitieron un intercambio en su vida cotidiana y la preservación de sus diferencias con el mundo anglosajón en que vivían. Como muchos artistas que no eran latinoamericanos frecuentaban esos espacios, siempre cabía la posibilidad de lograr visi-bilidad en los círculos más tradicionales”, explica la historiadora estadounidense Jacqeline Barnitz, de la Universidad de Texas, autora del estudio Twen-tieth-century art of Latin America (2000). Pero en general, los artistas “en tránsito” optaron por eri-gir una escena de exposiciones y galerías paralela a ese mercado oficial.

“Había solamente un espacio para exponer en Nueva York abierto a América Latina, por intereses empresarios explícitos en nuestro continente: era el Center for Inter American Relations (Ciar), en la elegante Park Avenue, con una sede auspiciada por el grupo Rockefeller. En la etapa más rígida del régimen militar, sin embargo, nosotros percibíamos la presencia de ese espacio con grandes reservas. Actualmente, los jóvenes que exponen allí no tienen ni idea del ‘clima’ existente en torno de ese lugar al comienzo de los años 1970”, dice Aracy Amaral, crítica de arte y profesora jubilada de historia del la arte de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP (FAU-USP). La investigadora, no obstan-te, no cree que haya habido una conexión entre las becas y una política del gobierno estadounidense.

Maureen bisiliat, Sin título, 1968

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pesQuisa Fapesp z 67

“Las becas del Guggenheim eran muy codiciadas, se las consideraba un premio para artistas, inves-tigadores y científicos, ya que su otorgamiento era independiente de criterios políticos, y sí, por mérito. Uno podía ser de izquierda o de cualquier facción política y obtener el premio siempre y cuando el proyecto y el currículo fueran aprobados por el exigente board”, comenta.

Según ella, incluso en los años 1960, París era el destino preferente de los brasileños, donde, más allá de sus tendencias personales, participaban junto a otros latinoamericanos en exposiciones colectivas del continente. “Se sentían hermanados, especialmente por el contexto dictatorial que imperaba en los países del Cono Sur. El interés por Estados Unidos comen-zó como fenómeno nuevo en 1969, cuando Kynaston McShine, del Museum of Modern Arte (MoMA) de Nueva York, visitó Brasil e invitó a Cildo Meirelles, Hélio Oiticica, Guilherme Vaz y Artur Barrio a la exposición Information, de 1970, considerada la

Antonio Henrique Amaral,

Brasiliana 9, 1969

primera muestra colectiva de arte conceptual en un museo estadounidense”, recuerda Aracy.

La visita de McShine fue durante el mismo año del boicot a la X Bienal de São Paulo, organizado por los artistas luego de una serie de censuras im-puestas en el medio artístico brasileño. El llamado a la no participación cobró tal magnitud que impidió a EE.UU. hacerse presente, provocando malestar político y diplomático. Al fin y al cabo, la Bienal paulista, junto con la Bienal de Venecia, era consi-derada por los políticos estadounidenses como una importante “vidriera política”, en el contexto de la Guerra Fría. Hasta 1961, las representaciones esta-dounidenses en esos eventos eran responsabilidad del MoMA, pero, a partir de 1962, la United States Information Agency (Usia) asumió el control de esas muestras. Por consiguiente, la bienal del boicot molestó a los diplomáticos estadounidenses. “Hay que poner mayor énfasis en la participación esta-dounidense en la próxima bienal. Nuestra incapa-cidad para producir una gran exposición de arte en 1969 todavía es un tema frecuente de conversación y fuente de controversias”, escribió un funcionario del Country Public Affairs Office, en un memorán-dum encontrado por Jaremtchuk.

Más del 80% de los artistas invitados no se pre-sentó. Entre éstos se encontraban, por ejemplo, Carlos Vergara, Gerchman, Burle Marx, Sérgio Ca-margo y Oiticica. Expositores de Estados Unidos,

La Bienal de são paulo, junto con la Bienal de Venecia, era consideradas “vitrinas políticas” durante la Guerra Fría

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nuevamente, en 1971, a los países ausentes en la bienal de 1969. “La presencia de Estados Unidos era fundamental y su ausencia no podría significar desacuerdo político, tal como fue, por ejemplo, el caso de Holanda, que se declaró contraria a la dictadura”, sostiene la investigadora. Por inter-medio del Baci y del propio staff de Itamaraty, la cancillería brasileña se convirtió en un agente importante para determinar cuáles exposiciones serían llevadas al exterior. La mayor de dedica-ción de Itamaraty en ese sector, inmediatamente después del boicot a la bienal, sostiene Jaremt-chuk, también es sintomática, casi una similitud con la “política de atracción” de EE.UU. Pese a ello, los artistas estadounidenses nuevamente estuvieron ausentes en la XI Bienal. Los perió-dicos brasileños cuestionaron la declaración es-tadounidense de que esa ausencia se debía a la “falta de recursos” de Washington.

“El boicot internacional representó algo más que la cancelación de una exposición. Fue un certero golpe a la influencia de la bienal como cataliza-dora de los desarrollos más recientes en las artes visuales de América Latina”, señala la historiadora Claudia Carliman, del John Jay College de Nueva York, y autora de Brazilian art under dictatorship (Duke University Press, 2012). Ella recuerda que el boicot recién concluyó en 1979, cuando el go-bierno brasileño concedió la amnistía a los presos políticos. “De ese modo, los artistas visuales, que no eran tenidos como una amenaza por el régimen y no sufrieron el rígido control ejercido sobre el teatro, la música o la literatura, contribuyeron a denunciar en el exterior los abusos de la dictadu-ra. Además, estaban dispuestos a reconfigurar el rol del público, cuestionar el mercado del arte y desafiar el poder y la legitimidad de las institucio-nes artísticas”, añade la investigadora brasileña.

este debate surge, curiosamente, como una consecuencia inesperada de la “política de atracción” estadounidense. “El creciente

interés de los denominados centros hegemóni-cos por el arte producido en países culturalmente distantes también propició la profundización del debate conceptual en los ‘márgenes’, al provocar una relación tensa y conflictiva con la lectura ‘ex-terna’”, sostiene Maria Morethy Couto, profesora de historia del arte de la Universidad de Campi-nas (Unicamp), que está investigando el tema en El trauma de lo moderno: arte y crítica de arte en América del Sur (1950-1970). A juicio de Jaremt-chuk, esto consolida la idea de un “tránsito”, y no de exilios. “El arte brasileño de ese período, en cierto modo, se plasma en ese trayecto Brasil-EE.UU. La bienal del boicot derivará en Contrabie-nal, una publicación que se transformó en un manifiesto político conducido por grupos de artistas latinoamericanos en Nueva York, uno

México, Holanda, Suecia, Argentina y Francia se sumaron a la protesta. Ciccillo Matarazzo, el pre-sidente de la bienal, viajó a Brasilia para solicitar la intervención del gobierno militar para evitar el fiasco en la siguiente edición, además de pedir asistencia económica. El gesto fue bien recibido, ya que el régimen se mostró preocupado por la “difamación de la imagen del país” en el exterior a partir de las denuncias de torturas reveladas por los exiliados. Era necesario mostrar otro perfil de Brasil en el exterior. Se organizaron muestras de artistas nacionales en diversos países para exhi-bir que había “libertad de expresión” en el medio artístico. A partir de 1970, Itamaraty comenzó a organizar exposiciones en forma sistemática, así como a establecer un registro de los artistas en el país y en el exterior. “Se llegó a elaborar una ‘lista negra’ de quién podría recibir o no la ayuda del gobierno, tal como me reveló el embajador Rubens Ricupero, encargado de la División de Difusión Cultural de Itamaraty entre 1971 y 1974”, relata Jaremtchuk. “Él llegó a trabajar en conjunto con la Asesoría Especial de Relaciones Públicas (Aerp), pues el gobierno quería minimizar la incidencia de los relatos de los exiliados”.

La diplomacia brasileña fue entonces convo-cada para colaborar en el esfuerzo por atraer

Antonio dias, Fumaça do

prisioneiro, 1964

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atmósfera neoyorquina”, añade Jaremtchuk. Las piezas se encajan a la perfección al pensar en el tránsito de artistas.

Pero el interés estadounidense poco a poco fue decayendo y, con él, la posibilidad de inserción de los brasileños en EE.UU. “Las instituciones con obras de latinoamericanos tales como el MoMA, por ejemplo, no se preocupaban por exponer muestras permanentes de esas colecciones. La falta de representación de artistas latinoameri-canos en museos estadounidenses provocaba que las galerías fueran renuentes a promoverlos. El público, a su vez, no mostraba interés por obras de extranjeros sin lugar en las instituciones más respetadas, lo cual parecía indicar que no eran dignas de atención”, dice la investigadora. En Brasil, el Baci fue sufriendo, cada vez más, la falta de presupuesto, hasta que en 2007, fue des-mantelado, cuando el gobierno de Lula da Silva declaró que en su política exterior, EE.UU. ya no era prioridad.

“Del mismo modo, así como América Latina fue dejando de ser un foco dentro de la política del gobierno estadounidense, con menor activi-dad oficial para las artes, en las últimas décadas, la función de aproximación pasó a ser cumpli-da por el mercado del arte”, acota Jaremtchuk. La promoción, ahora, la realizan las galerías y ferias, y sólo así los museos pasan a interesarse un poco más por la diversidad de la producción de los países de América Latina. n

el interés norteamericano gradualmente fue decayendo, y con él, la posibilidad de inserción de los brasileños en estados unidos

de los casos en que la comunidad desarrolló pro-yectos en conjunto”, comenta la investigadora.

“El Museo Latinoamericano será fruto del mismo contexto, una respuesta de los artistas a las políticas conservadoras del Center for Inter-American Re-lations, en cuyo consejo figuraron personalidades tales como Dean Rusk y Lincoln Gordon, relacio-nados con los golpes militares en varios países del Cono Sur. La idea era crear un museo realizado a partir de varios atelieres. El público recibiría un mapa con las direcciones y conocería directamente la producción sin tener que pasar por los trámites tradicionales”, relata la profesora. Fue a partir de Nueva York, por medio del Museo Latinoamericano, que sobrevino la propuesta de ampliación del boicot de 1969 y las denuncias de las prácticas de tortura en las dictaduras. Gerchman, por ejemplo, participó del movimiento del museo, al mismo tiempo que tomó distancia de los dibujos y pinturas relacionados con las imágenes urbanas y cariocas que lo vinculaban con la Nueva Configuración. El abandono de los pinceles y la utilización de palabras durante ese período, no obstante, no pueden atribuirse al ámbito conceptual estadounidense, sino como una consecuencia de temáticas iniciadas en Río. “Sin embargo, las propuestas plástico-poético-visuales reflejarían otras problemáticas en la

proyecto

tránsitos y exilios: artistas brasileños en Estados Unidos durante la dictadura militar en brasil – nº 2011/ 08888-5; modalidad beca de investigación en el Exterior; Coordinadora dária Gorete Jaremtchuk – Usp; inversión r$ 29.105,04 (FApEsp), r$ 242.235,41 (FApEsp) y r$ 1.376.000,00 (suzano).

carlos Zilio, Para um jovem de brilhante futuro,

1973/74 (arriba)

rubens Gerchman, É proibido dobrar à

esquerda, 1965 (al lado)

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Analizan en diversos

estudios las obras

del creador de Brasilia

Niemeyer

La simplicidad aparente en las obras de Oscar Niemeyer (1907-2012) oculta el arduo trabajo del arquitecto y sus múltiples reflexiones sobre el quehacer arquitectónico. La comprensión de ese recorrido requiere un enfoque experi-

mentado y un análisis profundo. Para explicar esta complejidad, que el maestro gustaba de minimizar en sus declaraciones, muchos investigadores se dedicaron a interpretar cómo funcionaba el uni-verso personalísimo de Niemeyer. El resultado de esos esfuerzos motivó una serie de estudios realizados por académicos que se abocaron a contextualizar las curvas y bóvedas en la historia de la arquitectura, y arribaron a la conclusión de que pocos crea-dores modificaron tanto la sintaxis de la profesión como Oscar Niemeyer. Pesquisa FAPESP reúne algunos de los trabajos más representativos sobre el maestro.

Una tarea que el propio arquitecto dejó para sus colegas: “Cuan-do imparto una clase, declaro enseguida que no pretendo influir en nadie. Comento mis trabajos, las dificultades que afronté, mi manera de actuar con la arquitectura y conmigo mismo. El resto lo hacen ellos”, afirmaba. Ese mensaje fue comprendido en las univer-sidades. Uno de los más prolíficos analistas del maestro es Roberto Segre, docente de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y autor de, entre otros estudios, “Paradojas estéticas de un Nieme-yer definitivo” (2008). “Niemeyer agrupa en sí los principios de la B

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1 columnas del Palacio de Planalto en Brasilia

2 centro cultural oscar niemeyer, en Asturias, españa

3 edificio copan, en el centro de são Paulo

lógica estructural de Le Corbusier, la impor-tancia de la naturaleza y del paisaje, junto con la significación de la historia y de la tradición que se complementa con una necesaria racio-nalidad para resolver los problemas en la obra arquitectónica. Luego de estudiar el terreno, el costo, los materiales y la relación con el entor-no urbano o natural, surge la idea, la propuesta innovadora final que aporta intuición a la racio-nalidad”, escribió Segre. “Niemeyer reinventó la arquitectura moderna”.

E l profesor Julio Katinsky, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Uni-versidad de São Paulo (FAU-USP) y autor

de “Los caminos del deseo: los dibujos de Oscar Niemeyer en la FAU-USP” (2007), coincide en que la trayectoria del arquitecto brasileño tras-ciende las limitaciones internas y externas del quehacer arquitectónico. “No faltan en los en-sayos de Niemeyer observaciones al respecto de qué entiende por belleza y las tareas impuestas a los arquitectos contemporáneos. Pero, como ya destacamos, no hallaremos nunca una defini-ción valedera por siempre jamás en su concepto de belleza”, analizó en el estudio “Técnica y arte en la obra de Niemeyer” (2007). “Por otra parte, su obra arquitectónica, además de revelar una notable coherencia desde las obras anteriores al Museo de Pampulha, posteriormente a ésta nos revela que en ellas ya se gestaba el arquitecto futuro, nos devela también un arquitecto que, a lo largo de toda su vida, supo siempre incor-porar en forma creativa las innovaciones de su época, mediante un proceso de autocreación

y renovación permanente, desde sus primeras obras publicadas hasta aquéllas que actualmen-te emergen de su estudio”.

El tema de la recurrencia también con-citó la atención de Edson Mahfuz, docente de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (UFRGS), autor de O clássico, o poético e o erótico: método, contexto e programa na obra de Oscar Niemeyer (2011). En el artículo intitulado“Cinco razones para observar con atención las obras de Oscar Niemeyer”, el in-vestigador analiza los principales rasgos de la arquitectura del creador de Brasilia. “Una de las características más distintivas en la obra de Niemeyer, que lo diferencia de lo que hace el 99% del resto de los arquitectos, es que po-see una fuerte identidad formal. Esa cualidad deriva de la presencia de estructuras formales precisas como base en la organización de sus proyectos, de la utilización de formas elemen-tales para la configuración de sus elementos constituyentes y del hecho de que la cantidad de elementos en sus proyectos siempre es li-mitada”, escribe Mahfuz. “Estas características definen una obra altamente sintética, fácil de entender y de memorizar –y por ello dotadas de alto poder simbólico– que nunca cedió an-te la tentación de idear proyectos excesivos en una época clasificada por algunos como neobarroca”, analiza.

Revisitar sus obras constituiría una de las vir-tudes de Niemeyer, según el profesor. “Aunque se habla mucho de la originalidad en las concep-ciones de Oscar Niemeyer, un análisis detalla-do de su obra resulta suficiente para demostrar

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Una de las características que define a la obra de Niemeyer, y que lo diferencia del 99% de los arquitectos, es que posee una fuerte identidad formal

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s que su rasgo característico es la recurrencia, la reutilización de soluciones propias o de otros arquitectos, tal como fue el caso con la obra de Le Corbusier al comienzo de su carrera. Como todo artista que se precie de serlo, Niemeyer fue desarrollando paulatinamente un modo propio de resolver programas arquitectónicos, ampliando su repertorio, adaptando y reciclando soluciones ya utilizadas”, evalúa. “La obsesión por la origi-nalidad implica que en la obra de Niemeyer se espera una innovación constante, y en todos los niveles. Pero, en función del carácter evolutivo, su obra resulta previsible y fácilmente reconocible. Lejos de constituir un defecto, ésa me parece que es una de sus virtudes. Aunque haya expresado que su objetivo es causar asombro, el encuentro con la mayoría de sus conjuntos nos transmite la reconfortante sensación del reencuentro con algo conocido”, destacó Mahfuz.

Ese sentimiento nacido de las formas arqui-tectónicas fue estudiado, en otro registro, por el antropólogo Lauro Cavalcanti, de la

Universidad Estadual de Río de Janeiro (Uerj), quien sorprendió al analizar los proyectos de Niemeyer a través de un prisma que agrupa ar-quitectura, estética y sociedad, tal como fue en A doce revolução de Oscar Niemeyer (2007). “Todo arquitecto en su fase madura revisita al-gunas de sus temáticas principales. Niemeyer lo hace en temas tales como las bóvedas, los paseos arquitectónicos y la levedad estructu-ral. Pero él siempre sorprende con soluciones novedosas, capaces de recrear lenguajes, en aquello que es único y raro. En él encontramos coherencia en la diversidad de sus varias fases, conjugando estructura y arquitectura en pro de la forma”, analizó.

Esa coherencia impulsó a Carlos Dias Co-mas, docente de la UFRGS, a analizar en “El derecho a la diferencia” (2007) de qué modo las bases, coberturas, curvas y vanos fueron utilizados por el arquitecto, un ejemplo de que Niemeyer amplió el vocabulario y la sintaxis de la arquitectura moderna. “La curva, para Niemeyer no es episódica u esporádica, no se conjuga con lo efímero o con la casualidad de la compartimentación en debate con la per-manencia de la estructura ortogonal. La cur-va puede prescindir de la recta, sobrepujarla, equilibrarla, pero ni siquiera aparecer. Más allá de valorar por igual a extremos opuestos, la ambivalencia también implica ambigüedad. Los intersticios entre un proyecto completa-mente curvo y otro totalmente recto concitan la atención”, afirmó. Con todo, la genialidad en sus apropiaciones y soluciones, no siempre lo exime de las críticas. “Alrededor de 1970, Brasilia se convierte en un símbolo de todo lo

que parecía erróneo en la arquitectura moder-na, condenada por elitista, frívola, superficial, formalista e inhumana, tal como el autor de sus palacios”, escribió. “La recuperación de su prestigio comienza en 1990, aliada, de algún modo, con la recuperación de la propia arqui-tectura moderna y su comprensión como poli-fonía, donde conviven sitios para el ascetismo y la diversificación formal”, pondera Comas.

Para Ceca Guimaraens, docente de la Facul-tad de Arquitectura y Urbanismo de la UFRJ, la polifonía es notable, pero pasó a repetirse en sus gestos arquitectónicos durante las últimas décadas de su vida, algo más que lo deseable. “Es preciso reconocer que, desde que ideara los desconcertantes volúmenes de los Centros Integrados de Educación Popular (Cieps), el arquitecto se dedica a rediseñar esas propias e insólitas formas”, sostiene en “Sobre lo nuevo en Niemeyer” (2007).

Sylvia Ficher, autora de la Guia de obras de Oscar Niemeyer: Brasília 50 anos (2010) y do-cente de la Universidad de Brasilia (UnB), tam-bién cuestionó los últimos proyectos, muchos de los cuales percibe como “programas inútiles o sobredimensionados”. Tampoco acepta la li-bertad otorgada a Niemeyer para intervenir en el área declarada patrimonio histórico de Bra-silia “con resultados cuestionables”. “En gene-ral, un arquitecto interviene en la obra de otro. Niemeyer está interviniendo negativamente en su propia obra. Pero, ¿cómo afirmar que, en el futuro, Brasilia no padecerá el contar con tan-tas obras suyas?”, se pregunta, en cierto modo, anticipando la respuesta. n Carlos Haag

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74 | JULIO DE 2013

Rigor e intuición en armonía

Tomie Ohtake llega a

los 100 años en 2013

con un permanente

carácter experimental

y en sintonía con

su tiempo

A la izquierda, una escultura situada en el Teatro Ibirapuera, en São Paulo.

Arriba, obras sin título de 1952 y 2013

Tomie Ohtake: un trabajo marcadamente

autodidacta

La artista plástica Tomie Ohtake cumple 100 años en noviembre de 2013. “La pintura es mi día a día”, suele afirmar Ohtake, quien

durante más de seis décadas ha venido investi-gando con celo casi devoto aspectos primordia-les de la pintura. Se convirtió en pintora cuando ya estaba llegando a los 40 años, más de 15 años después de haber llegado a Brasil proveniente de Japón. Se casó en São Paulo, tuvo hijos y se nacionalizó brasileña. Sus primeros lienzos fi-gurativos datan de la década de 1950, pero po-co después la artista se abocó a la abstracción informal y pasó a experimentar de manera per-sistente con la contención y la materialidad del gesto. En el transcurso de su extensa trayecto-ria, Ohtake explora distintas maneras de lidiar con una gama bastante reducida de temas: sus formas geométricas son casi siempre suaves, marcadas por la sinuosidad del círculo y de la espiral; los colores no suelen aparecer en dis-puta sino armonizados, y el gesto normalmen-te es contenido, elegante, y remite a la idea de coreografía o musicalidad. n

Maria Hirszman

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