perspectivismo y psicoanallsis

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I CIENCIAS PERSPECTIVISMO y PSICOANALlSIS: LA POSIClON DE EDGAR A. LEVENSON Dr. Gonzalo Adis Castro * El presente trabajo tiene por objeto ofrecer un resumen de la posición teórica de Edgar A. levenson¡ tal como ésta se reflela en sus más recientes pu- blicaciones, en el momento de preparqreste resumen. . E,stc o\.ltor proviene de la tradición psicoanalítico de Harry Stock Sulli- van, pudiendo serúbicado en la corrjentecontemporánea del pSICoanálisis in- terpetsona1. Levenson toma una posición estrueturafista, que él mismo llama '''perspe:cnvlsto'', u "organísmica". Para ér el con su énfasis en losc;onceptos de totalidad, transformación y equifinalidad l puede ofrecer "un marc;o de referencia. para investigar la relevando. transformacional del psicoaná- Iisis,en su propio tiempo y espacio", En su trabajo, al igua-I que en el de Harry Stack Sullivan l existe un daro éhfasise-I'l que tos conceptos teóricos del psicoanálisis Se deriVen operacional· mente de la experiencia c1íf)ica. Y, igual manera, también es evidente S0 posición en el sentido de que el terapeuta es parte del fenómeno que observa l lo que lo condelia para siempre ariunca ser totdlmente objetivo. Por otra parte, su interés en que la teoría resultante sea congruente con las teorías modernas de información y de sistemas l así como con lbs conocimientos biológicos y nsü- rofisiol6gicos de flDestra época, permite ubicar a Levenson dentro de esa co- r.riente revisionista del psicoanálisis. llamada "organísmica" por Danie'/ Shapiro. Desde Su posición eSTructuralista. Levensol'"l busca "explorar los cambios sufri- dos por la teoría psicoahalítica, en relación a otros aspectos de su tiempo y lu- gar,para tratar de comprender las implicaciones de estos cambios para la terd· pio psicoanalítica contemporánea". Liwenson, partiendo de la base de los cambios tecnológicos experimen- tados por la sociedad occidental, busca señalar cómo estos cambios se reHelan también en el contexto psicoanalítico. y cómo así cada desplazamiento paradig. mático afecta profundamente, no sólo ta teoría, sino también el concepto que se tIene del paciente y del tratamiento. la importancia del paradigma l señala Levenson, se encuentra en el hecho de que éste "define la forma y las relaciones más que efcontenido", El primer paradigma es el "de las máquinas de trabajol las que aumentan el potencial de fuerza físíca y representan una expansión del sistema esquelético muscular", En el contexto psicoanalítico, Freud representq y (*J Jefe del Servicio de Psicología, Hospital Nacional Psiquiátrico, CCSS.; Coordinador de la Uni- dad de Pos'tgrddo en Psicología Clínica. Centro de Docencia e Investigación. CCSS: Cate- drtÍtico de Psicología y de Psiquiatría, Universidad de Costa Rico. 5

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Page 1: PERSPECTIVISMO y PSICOANALlSIS

I CIENCIAS

PERSPECTIVISMO y PSICOANALlSIS:

LA POSIClON DE EDGAR A. LEVENSONDr. Gonzalo Adis Castro *

El presente trabajo tiene por objeto ofrecer un resumen de la posiciónteórica de Edgar A. levenson¡ tal como ésta se reflela en sus más recientes pu­blicaciones, en el momento de preparqreste resumen .

.E,stc o\.ltor proviene de la tradición psicoanalítico de Harry Stock Sulli­van, pudiendo serúbicado en la corrjentecontemporánea del pSICoanálisis in­terpetsona1. Levenson toma una posición estrueturafista, que él mismo llama'''perspe:cnvlsto'', u "organísmica". Para ér el estructurari~mot con su énfasis enlosc;onceptos de totalidad, transformación y equifinalidadl puede ofrecer "unmarc;o de referencia. para investigar la relevando. transformacional del psicoaná­Iisis,en su propio tiempo y espacio",

En su trabajo, al igua-I que en el de Harry Stack Sullivanl existe un daroéhfasise-I'l que tos conceptos teóricos del psicoanálisis Se deriVen operacional·mente de la experiencia c1íf)ica. Y, dé igual manera, también es evidente S0posición en el sentido de que el terapeuta es parte del fenómeno que observallo que lo condelia para siempre ariunca ser totdlmente objetivo. Por otra parte,su interés en que la teoría resultante sea congruente con las teorías modernasde información y de sistemasl así como con lbs conocimientos biológicos y nsü­rofisiol6gicos de flDestra época, permite ubicar a Levenson dentro de esa co­r.riente revisionista del psicoanálisis. llamada "organísmica" por Danie'/ Shapiro.Desde Su posición eSTructuralista. Levensol'"l busca "explorar los cambios sufri­dos por la teoría psicoahalítica, en relación a otros aspectos de su tiempo y lu­gar,para tratar de comprender las implicaciones de estos cambios para la terd·pio psicoanalítica contemporánea".

Liwenson, partiendo de la base de los cambios tecnológicos experimen­tados por la sociedad occidental, busca señalar cómo estos cambios se reHelantambién en el contexto psicoanalítico. y cómo así cada desplazamiento paradig.mático afecta profundamente, no sólo ta teoría, sino también el concepto quese tIene del paciente y del tratamiento. la importancia del paradigmal señalaLevenson, se encuentra en el hecho de que éste "define la forma y las relacionesmás que efcontenido", El primer paradigma es el "de las máquinas de trabajollas que aumentan el potencial de fuerza físíca y representan una expansión delsistema esquelético muscular", En el contexto psicoanalítico, Freud representq y

(*J Jefe del Servicio de Psicología, Hospital Nacional Psiquiátrico, CCSS.; Coordinador de la Uni­dad de Pos'tgrddo en Psicología Clínica. Centro de Docencia e Investigación. CCSS: Cate­drtÍtico de Psicología y de Psiquiatría, Universidad de Costa Rico.

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refleja este paradigma mecánico, en que los conceptos básicos son energía, me­canismos, impulsos; donde e/objetivo 'es lograr insight haciendo énfasis en e/contenido dinámico a nivel profundo; y donde la dimensión tiempo tiene unacualidad espacial de manera que se puede detener (f¡¡ación) y aun retroceder(regresión). La curación ~onsiste en un volver atrás, un deshacer el pasado', ,unhacer consciente lo inconsciente, en un lograr control sobre los propios impulsos.

El segundo paradigma se inicia según Levenson al comienzo de la Se­gunda Guerra Mundial y se extiende hasta nuestros días; éste es el de "las má­quinas de información" / el de las computadoras. El énfasis se centra ahora enla tecnología electrónica más que en la tecno:logía de trabajo. Este paradigmarepresenta "una expansión del sistema nervioso hacia el ambiente". En el con­texto psicoanalítico, 10s terapeutas de familia y los teóricos de la comunicaciónrepresentan y refleian este segundo paradigma. Harry Stock Sullivan es escogidopor Levenson como el prototipo de este segundo paradigma. Si el primer modeloera mecánico en el sentido de fuerza y energía, el segundo también es mecanis­ta" pero su énfasis es en la transmisión de información. Es un paradigma comu­nicacional, donde el concepto básico es el de información, y el objetivo es lacomprensión de los patrones interacciona les ". "La curación", en este paradigma,;"es en el 'presente, en e1 aquí y en el ahora, toda vez que el pascidoen reali­dad ya no existe. Lo que se busca es corregir la retroalimentoc"ión. aumentar lainformación o aclarar -la mala interpretación".

El tercer paradigma, en estado emergente, consecuencia del adettmto tec­nológico/ "toma su modelo de la vida organísmica misma". De aquí que VonBettclanffy se haya referido a éste como el paradigma "organísmico", En est,aépoca. nuestra en que se destaca el avance electrónico, se ha hecho evidenteque vivimos en un mundo de interdependencia, en el que todo y todos estamosde alguna manera i-nterrelacionados. Tanto así que para Levenson, "La tecrro"logia electrónica ha hecho del mundo una comp:leja red de concecciones sináp­ticas, semejantes a un enorme cerebro extrapersonal y orgánico". Este tercerparadigma debe ser considerado como "una consecuencia tecnológica que vpmás,allá de la tecnología", y representa, "la creación de un a'mbienfe que estóorganizado al igual que el sistema nl;!rvioso central, esto es, sinápticamet.lte"'.Una de las posiciones que representa, dentro del contexto psicoanalítico, esteterce'r paradigma que se modela en el .. mundo como organización", es el enfo­que perspectivista o estructl,JraHsta de Edgar A. Levenson. El concepto funda­mental es el de orden y organización. En el contexto teropeútico, el objetivo esel de elucidar y ensanchar conciencia de la forma muy persOnal e idiosincrásicoen que el paciente estructura sus interacciones con sus circunstancias. Esta ma.­nera de estructurar sus interacciones se refleja en forma isomórfica en su manerade configurar su interacción en el aquí y ahora de la relación terapeútica. Es untratar de expander conciencia sensorial, de modo que el individuo se percatecon mayor sensibilidad de sí mismo, de su manera de ser y hacer, atendiendocon mayor daridada su forma de 'percibir, sentir, y de organizar sus experien­cias.

Para Levenson el individuo puede ser considerado como una estructura,c:apaz de transformarse a sí mismo, transformando su contexto, y que' puedecreatse asimismo creando estructuras, es decir, imprimiéndole su propia org,ani~

zoción a 'su experIencia. El individuo crea su prop.ia estructura estética, :la qu'eexpres'a su manera de organizar sus experiencias' en forma idiosincrásica; les'impóne así una configuración que en parte coincide con laastructurd social d

la cual pertenece y la que 'refleja además sus potencialidades biológicas. Debeobservarse que levenson us'ael término "estético", no en el sentido corrientede belleza y luz, sino en el sentido de sensibilidad y percepción.

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Dentro de la estructura social de la cual formamos parte, y en la perspec­ttvé histórica del momento en que vivimos, Levenson señala que "el terape!,;lt~hel pacienteJ sus queías, nuestros mismos conceptos de tratamiento y CU~g~j60i

todo son manifestaciones de la época particular en que vivimos, yen últlmqinstonc;iq do su mutua interacción". Es decir son "transformaCiones jsomórfico$de,e/./os mismos; son homólogos entre sí", Paro este autor el poder ~ornprome·terse en el proceso pslcoterapeútico significa que ambos, terapeuta y pac;íelltedeben buscar estar atentos y advertir los campos estrl!ctura!es en quee!los seencLJe[1trcm atrapados e inmersos. Esto significa que el proceSO terápeúti.co esubicqdo afuera, en el -exterior,en e,l campo interacdonal creado por el1os.porpqdente y terapeuta. Elterapeutá "debe percatarse del campo estructura! Ojta~

mente idiosincrásico de cada paciente y de comO se convierte enaetor .en el mis­mo" .En cualquier sesión, todo lo que ocurra en la misrria, "se reitera y se trans"forma en movirrliento como e[ libreto y la música de un ballet. La forma de losesión recapitula el contenido". y por otra parte el terapeuta debe observarci?mo su participación forma inevitablemente parte de· toda esa "corebgrafía".Tanto así que cualquiera que sea el contenJdo de la sesión este será coreográfi.cOrriente representado en la metacomunJcación del terapeuta y de'¡ pacierite; losaspectos formales de la sesión san una réplica del contenido. Es evidente enton­ces que el terapeuta -es más que un observador participante, es un observadortotal, es un ccactor.

Esto señalo que el concepto de observador participante toma ahora unhuevo significado. Cierto que este concepto siempre buscó señalar la importan.cía del comportamiento del terapeuta, primero, y más tarde, de su participación,como una comunicación más amplia con el paciente. Más recientemente, sin em·bargo, este concepto toma un 'sentido más inclusivo y general; desde un ma.rcode referencia comunicacional, o desde una perspectiva operacional y semiolóqicacomo diría levenson, el énfasis -es ahora en el hecho de que así como es im­posible no comunicarse, también es imposible no participar. Así cadacOmlmicq·ción es una participación. Todas y cada una de fas maneras de comportarse dela .persona, incluyendo el silencio, son formas de participación. "De hecho noexiste ninguna forma de estar con otfa persona sin interaccionar con elld, no obs­tante '131 esfuerzo que pueda hacerse por evitarlo". A su vez, y de igupl manera,el signifjcqdo de los conceptos de transferencia y contra transferencia tarnbiencambian. Si desde una perspectiva intrapsíquim la transferencia y la contra­tron$ferencia representan distorsiones en la relacion, en esta posición interacció­nal el significadó es distinto, y señala la necesidad de atender al hnoacto quéuno tiene sobre el otro. Esto es, percatarse de cómo el paciente y el terapeuta sepfectan mutuamente. Transferencia y contratra nsferenc¡a se convierten en res­puestas transaccionales. De esta forma, la transferencia ocurre de manera con­ttnua, y es eventualmente representada en la relación entre paciente y ter:apeutade ocu,erdo a un patrón configuratJvo. Por su parte lacontrattansferentid se re~

fiere p la totalidad del comportamiento del terapeuta hacia el paciente ynosolamente (l un sentimiento hacia él. La contratransferencía t entonces, no s6lodistorsiona el mensqje comunicacional del terapeuta, sino que determina sucomportamiento hacia el paciente, esto es,_ su manera de participar.

Tal como se mencionó, para Levenson el terapeuta es un observador total,un coaetor. Esto significa una posición perspectivista por parte del terapeuta,osícomo su disposición a respetar la del paciente. El terapeuta debe ohservprcómo en su mutua participación, el paciente busca transformarlo de maneJOque la relación no Sea disJinta a otras experiencias ya Vividas por el, ,que é,S­ta qhorasea isomórfica con otras ya familiares. Levenson señoLa que 16s pt;1r­cepciones del paciente, si bi,en pudiendo .ser exageradas y ,s imboJicas, .sol!reales. Lo ql;Je ocurre 'no es una distorsión del terapeuta por pacte del paC;lentesirto más bien una transtormación. "El dilema del terapeura entonces es tener

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que -otender a'l contenido de ~u ihtervención, Cl la vez que atiende a la transfor­rilaciónsimultónea a la ·que Jo lleva su propia participClción". El terapeuta. en­tonces, debe buscar observar cómo su manera de participar y de cdmprometersefadUton que esta transformación ocurra. Entra así en el sIstema del padente,pero se resiste a ser transformado permanentemente en un elemento isom6rficodel mismo.

Es necesario, para evitar o resistirse a este isomorfismo, que el terapeutade.scriba la manera en que. ambos estructuran y configurdnsu relación, y quepueda así informar al paciente de Jo que significa para el terapeuta relacionarse\¡ participar con él. Y para así hacedo, el terapeuta debe estar atento a su pro­pia experiencia se'ns.orial, a sus reacciones, utilizando su propio sentido de loque está sucediendo o de laque él está sintiendo en su participación eón elpaciente.

Levensan advierte que1a interpretación, el instrumento fundamental delpsicoanálisis, cambia también en su forma. Se puede" interpretar" en 6,1 .sentidode explicar, de dar un significado a los significodos del otro. Esta manera deinterpretar pertenece al "modo intrapsíquico,. uno le mu~stra o explicCl al pa­ciente sus operaciones más íntimas" .. En cqmbio, se pu,ecle "interpretar" en elsentido de informar sobre el significado que tiene para uno, el terap~uta. Jo ex­periencia interacciona!. Esta forma de interpretar pertenece al "modo interper­sona'J o transaccional, uno comunico su propia me'/odía de participación con elpaciente". El énfasis en esta manera de hacerlo, es en el "proceso", que es paraLevenson más relevante que el contenido.

Se puede entonces interpretar, desde una posición tradicional, el conte­nido dinámico, la resistencia o la transferencia. O bien, desde una perspectivainteracciona!, se puede interpretar a partir del propio sentido de participación,atendiendo a la vez 0'1 contenido de la interpretación yola transformación quede manera simultánea resulta de su participaci6n.

Por otra parte, Levenson señala que 'la interpretación debe darse aten­diendo al contexto interaccional en el que esa comunicación es válida y rele­vante. De no Ser así, esto 'es, sí la interpretación se ofrece ignorando el contexto,atendiendo únicamente ·0-' contenído, ,entonces la interpretación se transforma enadoctrinación. O para decirlo con las mismas palabras de Levenson, "Si uno es­cucha al paciente, y s'implemente interpreta lo que uno concibe como la verdad,adoetrinación es el resultado". Yel contexto relevante es el definido por la mu­tuo participación de ambos, terapeuta y paciente. En este sentido es importanterecordar que toda comunicación impone comportamientos a la vez que define lar'elación; es imposible no participar, au'n desde .10 posición de silencio. Todacomunicación es a la vez una participación. De igual manera, toda inte{preta~ción es también una participción. Tal como lo señala Levenson, esta observa­ción fue una de Jas mayores contribuciones de Harry Stock Sullivan al psicoaná­lisis operacional. G. Bateson ha postu:lado que toda comunicaCión conlleva unametacomunicación, es decir, un mensaje sobre el mensaje mismo. La meta­comunicación no sólo define la relación, sino que a la vez sirve de contexto ala comunicación. Levenson, señala además, 01 aceptar esto, que no s610cada interpretación es un mensaje, y además un mensaje acerca del men­saje~sino que, y tal vez más importante, "la metacomunicación es una repre­sentación de'l contenido en discusión en el momento de la interpretación. El te·rapeuta formula una verdad, y en el proceso decida, el terapeuta participa conel paciente -en relc::tción a 'esta verdad". Ignorar la metacomuniccición 'equivale oignorar la participación y el contexto relacional definido por ella. sacrificandoe1 significqdo del mensaje. En este sentido, y desde un enfoque 'lingüfstico, le­venson observa que, en . lare'lación paciente-terapeuta, "la· metacomunicad6nes' ... la señal metonfmita a la posición del terapeuta ... Sin'esta señal que de­pende de la situación, el obs'érvador no puede saber cuál es el mensaje tota'''.

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Al buscarexpJicar el fenómeno de insight y cambio, Levenson señala laexistencia de evidencia sugestiva en el sentido de que "el modelo neuropsicoló­gico, el modelo de compromiso terapéutico, el modelo de intervención, y el mo­delo de insight o cambio, son todos ellos verdaderamente homólogos"¡ esto es,nos dice Levenson, "que no están relacionados por analogía o metofóricamen·

-te sino por verdadera similitud e isomorfismo en su estructura". Desde una po­sidón interpersonal, Levenson <explica el cambio y el insight con base al fenó­

. meno comunicacionaI de "resonancia" inter'personal. El paciente' no aprende delterapeuta. Más bien, Jo que sucede es que su experienda lnterpersona'l con elterapeuta provoca,en un momento dado, un efecto de resonancia con sus otrasexperiencias en otros aspectos transformaciona!es de su propia vida. Es como sien un momento dado "todas las variaciones armónicas de la misma melodía sealinearan; en 'este momento, ocurre el insight. Visto de esta forma, para Leven­son, el éxito de <la terapia "depende más de un reorganizar lo que ya es sabidoque en un introducir nuevos conocimientos".

Este concepto comunicacional de "resonancia "interpersoncl tiene su an6­lago aun nivel neuropskológico. En este sentido Levenson hace referencia a K.Pribram, qui~n postula un "componente holográfico en el pensamiento, de acuer­do con el cual, en el proceso de resolver estados de incertidumbre, el proceso depensamiento busca encontrar concordancias contextuales y configuraciones, mósque simples elementos de información."

Para Levenson, e) holograma, es d instrumento tecnológico que meiorpermiteapredar lo que se entiende por "totalidad indiviso". Por otro parte élmismo señala que <existe evidencia para "considerare! proceso hofográfico comoun modelo bastante realista de funcionamiento neuropsicológico" y que "estemodelo neuropsicológico es el análogo del concepto comunicacional de reso­nancia", Fundamentalmente, el cambio ocurre como un resultado del proceso deefQboración,es decir, la serie de adaraciones cada vez más amplia de patronesde interacción y de configuraciones de la experiencia Isensoria]), siempre señalaLevenson, reconociendo que no es posible llegar a un punto final o total.

Más aún, él observa que como consecuencia de esa elaboración, en lo quese busca aclarar en forma cada vez más amplía ,la manera en que el individuoconfigura sus experiencias, en un momento dado existe una sobrecarga de "in­formación interaccional que resulta de la expansión del patrónconfiguracionaldel intercambio entre el terapeuta y paciente. Esta expansión de un Pl'lr.cotarsecada ve2; más amplio, más 'atento yeon mayor claridad facilira que se produzcaa'lgún tipo de reversibilidad. Como consecuencia de esto el paciente hace un¡nslgh, o "ve" algo dentro de sí mismo, percatándose entonces de cómo esepatrón configuratjvo se da en su intercambio can otros aspectos de su mundo derelación: "El paciente está activamente creando una visión del mundo ahí fuera.El mundo ahí fuera puede revertir este proceso y crear una visión interna del pa­ciente". Visto así, el insight resulta de un cambio fenomenológico, y no de unproceso deaprendiza¡e del paciente.

Estos fenómenos de cambio e insight, así como el proceso psicoterapeúticomismo, pueden a su vez ser explicados desde una perspectiva lingüí~tica, asícomo desde /0 posición de un modelo de Teoría General de Sistemas, que es,como Levenson lo señala, una variante del estructuralismo.

Desde un punto de visto lingüístico, el proceso psicoanalítico es definidopor Levenson, como un proceso semiótico, "en el sentido de que incluye más queel lenguaje hablado. Incluye también sistemas de señales, señales no verba­les, distancias, dispersiones, el repertorio tata! de! lenguaje interpersonol. El len­guaje hace innecesario la batalla entre lo interno y lo externo, puesto que ellenguaje es, desde luego, ambos: No puede haber comunicación sin un procesode lenguaje intrapsíquíco, y no puede haber lenguaje si no hay un receptor¡

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aunque sólo sea un receptor imaginario". En su interacción con el paciente, elterapeuta e'scucha la información que ocurre simultánoamente a dos niveles yqLle representan las dos dimensiones del lenguaje, la metafórica y Ja metonímica.Desde la perspectiva de la pragmática de la comunicación todo mensaje con­lleva dos aspectos, un aspecto de contenido y un aspecto de relación. la di­mensión de lo metafórico corresponde a I nivel de contenido. De ahí que LevelJ­son señale que el contenido manifiesto del relato del paciente constituye esteeje b dimensión metafórica. Las asociaciones del paciente:al contenido de 'surelato son necesarias para comprender el mensaie, aunque no es necesario queconozcamos al paciente para escuchar el mensaie. Para Levenson ·Ia dimensi'ónde 'lo metafórico, la metáfora, es independiente del tiempo y del e:spacio, essiempre cierta y perdurable. La otra dimensión,8s decir, el eje ola dimensiónde ,lo metonímico, es, 'al decir Levenson, más oscura. Lo metonímico correspondea aquello que es inmediato y con'¡"extualmente cierto y relevante. Es decir, lometonímico depende enteramenI'e del contexto y de su posición en el mismo.Esto 'e's, esta dimensión de lo metonímico se refleja y manifiesta en el aspectore,lacional de'¡ mensaje, 'en el aspecto 'analógico y,metacomuniccicional del mis­mo, y que es cierto únicamente en ese momento. Las asociaciones aquí puedenvenir del paciente, aunque no necesariamente'¡ también' pueden venir de'l ter.a­peuta, o de ambos. Estas asociaciones son, desde el punto de vista de Leven­son, culturalmente compartidas por ambos, por el terapeuta y el paciente. Enotras palabras, y tal como lo expresa Levenson, "el significado está dado por elcontexto social, y lo reconocemos porque sabemos cómo éste corresponde alcontexto de nuestra mutua experiencia". Estas dos dimensiones 'interactúan en­tr'e sí. lo metafórico, esto es, lo que es independiente del tiempo y del espacio,y es permanentemente cierto, interactúa con ·10 que es cierto únicamente en esemomento yen ese contexto, es decir, con lo metonímico. Tal como lo señala Le­venson, e'l terapeuta ":atiende a lo que es permanentemente cierto y atiende a loque es inmediatamente relevante".

El SIgnificado de ,la metáfora del contenido se manifiesta en \o.s dife­rentes aspectos transformacionales de la vida del paciente-. Pero fa más impor­tante es que cuando la experiencia metonímica, es decir, las asociaciones meto­nfmicas,· son integradas ala metáfora, el paciente ya no parece ser el mismo;ya no se le escucha de ,la misma manera. Al hacer e'sta observación" Levensonseñafa que cuando esto sucede el terapeuta "no tiene absolutamente ningunaalternativa en el asunto". El cambio, desde esta perspectiva, ocurre como resulta­do del integrar los datos metonímicos a la dimensión metafórica, expediéndola.En 'las .palabras de Levenson, "cuando algo que es contextual e inmediato estransferido 'a metáfora permanente, e integrado al patrón configurativo recu­rrente del paciente, el cambio ha ocurrido... no es un cambio en la imagen dela metáfora sino en su organización básica",

Más aún, esta perspectiva lingüística permite observar cómo el ,re'sulta­do «];) que se ,llega no -está predeterminado, toda vez que e\ proceso es, o de­biera se'rlo, teleonómico, es decir, busca "resultados óptimos mediante un con­tinúo intercambio <:on el ambiente" . Es dedr, el resultado final, de acuerdo conLevenso'n, es "una solución mutua, casi, en un sentido gestáltico, una mejor con­figuración", :Ia· que podría o no coincidir con las expectdtivas iniciales de'l pa­ciente y del terapeuta.

Lo anterior 'es congruente con e'l modelo o el "paradigma" que ofrece laTeorio Genera:l' de Sistemas para conceptualizar el proceso teíOpéutico. El indi­viduo.~ 'e) organismo humano, es un sistema abierto de máxima apertura quemantiene un amp:lio intercambio con su ambieni"e. Siguiendo a Van Berta la n,ffy,levenson 'Señala que esto 'I~ permite al individuo crear su propio ambiente, asícomo utilizar retroalimentación positiva. Esto es, que el individuo, como 'sistemaabierto de máxima apertura, puede mantener "un estado de mayor Qrd'en e

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improbabilidad". En respuesta a la información que proviene del ambiente, elsistema abierto mantiene su estado estable, es decir, su equilibrio en movimien­to, a la vez que aumenta en complejidad. Esto es, que como reacción a su propiointercambio con el ambiente, elindivíduo está en capacidad de cambiarse a símismo, de cambiar sus objetivos, e incluso de cambiar su propio ambiente in­teracciona!. levenson observa que la capacidad para crecer sigue el principio deequifinalidad, es decir, que el cr,ecimiento no es al azar, sino que sigue las tra­yectorias inherentes y disponibles al sistema para llegar, independientemente delas condiciones iniciales, a un objetivo final. "Más precisamente", dice Leven­son, "el sistema se mueve hacia un objetivo equifinal que no es nunca total­mente akanzable".

La propiedad fundamental del sistema abierto de máxima apertura esel ser "teleonómico", o sea, que tiene la propiedad de aumentar en complejidad,credendoalo largo de trayectorias de desarrollo disponibles al org'anismo. Pa­ra Levenson esta propiedad teleonómica del sistema abierto está íntimamenterelacionado con el concepto de cambio en terapia. Si bien es cierto que el indi­viduo, en tanto que organismo biológico, se encuentra comprometido con siste­mas ahiertos de circuito cerrado (esto es, sistema's de mínima apertura), a nivelinterpersonal, social y ecológico, el individuo se desarrolla a niveles de máximaapertura. "El hombre biológico", observa Levenson, "está atado a su destino;el hombre social tiene una libertad teleonómica; la implicación de esto para lateoría psicoanalítica es evidente".

De'sde la perspectiva de un modelo de Teoría General de Sistemas la per­sona'lidad se conceptutrJiza como "un sistema en expansión que busca progre­sivamente nuevos niveles de orden y transacción". Por su parte el proceso tera­péutico es visto por Levenson "como un sistema transaccional abierto de máximaapertura", y de ser 'así, señala Levenson, "el intercambio de información debeenriqu-ecer en ambas direcciones". y añade que' existe "un sentido de propósitoy de dirección 'en Ja terapia, no obstante que ninguno de los participantes co­noce el resultado. El terapeuta no está siguiendo el mapa de su metapsicologí-a¡el cambio crece y se -abre frente a él". El cambio, que como se dijo tiene unapropiedad teleonómica, necesita de retroalimentación positiva, e's decir, nece­sita de i'nformación que aumente el nivel de ambigüedad y de complejidad. L-aretroalimentación negativaforta,lece el ba lance homeostáti'co, pero no favo­rece ni estimula el cambio. De aquí que Levenson señale que el terapeuta quecomprenda fa diferencia entre homeostasis y estado estable, 'es el tera'¡jéutdque comprende la diferencia entre cambio y reforma, entre conversión psicoló­gica y crecimi'ento.

levenson señala que el proceso terapéutico favorece y estimu'la un au­mento en la complejidad, que resulta del enriquecimiento informacional del su­jeto y de su ambiente. La nueva información que recibe el sistema puede se·rincorporada, hasta cierto grado, por las estructuras existentes. Esto es así todavez; que esta información es compatible 'Con las metáforas o con la forma deorganizar la experiencia de'l sistema. Sin embargo, después de cierto grado decomplejidad provocada por Jo nueva información, Levenson observa, el siste­ma necesita reorganizar sus experiencias, cambiar su programa. encontrar unanueva mane-ra de pensar. La nueva retroalimentación positiva es incorporada aeste nuevo nivel de complejidad, ·10 que señala un cambio. "El paciente enton­ces habrá reorganizado sus percepciones. Esto puede ser insight, pero podríano ser verbalizable, como mucho lnsight no lo es".

Para Levenson 'la Teoría General de Sistemas "es un paradigma que' es­tímula un punto de vista emergente de la terapia. La terapia emerge del en­cue'ntro entre paciente y terapeuta, toma su propia forma y busca sus propiassoluciones. El objetivo no es mejor funcionamiento, ni tampoco mayor felicidad.Es una vida de mayor compresión, de mayor compromiso con el mundo real,y con el crecimiento. Esto no es necesariamente placentero".

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Levenson observa que la metapsicología, es decir, la teoría del terapeutarefleia 'la metáfora preferida del terapeuta. Es el lenguaje que utilizo para co­municarse con colegas y pacientes, y para organizar sus experiencias con el pa­ciente. Desde la perspectiva lingüística se dijo que el mqterial se escucha a lolargo de dos dimensiones, la metafórica y la metonímica. Es en re,lación a ladimensión metafórica, advierte Levens.on, que la metapsicología es válida, todavez que la metáfora del paciente puede ser descrita utiliza'ndo una variedad deimágenes. Lo metonímico, por otra parte, se refiere a 'lo que 'es contextualmenterelevante aquí y ahora, ,lo que es derto en este momento de su mutua interac­ción. Es sabido, por otra parte, que diferentes terapeutas que' representan posi­ciones teóricas distintas obtienen cambios similares con un paciente. Este hecho,Levenson señala, sirve de ejemplo al principio de equifinalidad: "diferentes te­rapeutas, comenzando desde diferentes posiciones y con diferentes interaccio­nes provocan cambios similares en un paciente". La teoría, entonces, señalaLevenson, "en 'el mejor de 'los casos es una metáfora¡ una forma de organizarlas cosas y de darle' sentido ala experiencia con el paciente... ~n el pe'or de, loscasos la metapsicología se convierte simplemente en contratransferencia. Esto es,el terapeuta utiliza su teoría para protegerse él, convirtiendo al paciente en unconcepto abstracto". y esto, ciertamente, tiene sus consecuencias toda vez quees imposible no comprometerse.

BIBLIOGRAFIAUVENSON, Edgar A., The Fallacy of Understonding, Basic Books, Ine., New York, 1972. Versión en

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