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LA CLAVE PARA IGNORAR LA VERDAD ESTÁ EN EVITAR CONOCERLA Andrés Menjívar «Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.» Juan 20:31 Este es un estudio bíblico e histórico para mostrar que la fórmula bautismal tripartita, usada por la Religión Cristiana, fue formulada por la Iglesia Católica.

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LA CLAVE PARA IGNORAR LA VERDAD ESTÁ EN EVITAR CONOCERLA

Andrés Menjívar

«Pero estas se han escrito para que creáisque Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y paraque, creyendo, tengáis vida en su nombre.»

Juan 20:31

Este es un estudio bíblico e histórico para mostrarque la fórmula bautismal tripartita, usada por laReligión Cristiana, fue formulada por la IglesiaCatólica.

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INTRODUCCIÓN

El bautismo (gr. βάπτισμα), es, en las Escrituras del NuevoPacto, el acto de fe por el cual la persona entra a las aguaspara ser sumergido completamente. Según Romanos capí-tulo 6, este acto posee cuatro significados, (1)en su inmersiónbajo agua la persona muere al pecado; (2)al descender a lasaguas la persona desciende al sepulcro; ambas figuras signi-fican que a partir de ese instante la persona queda libre de lacondenación eterna heredada de Adán. En su emersión, (3)lapersona nace de nuevo, o también, (4)resucita hacia la vidaeterna.

Decidir bautizarse es también un acto de demostracióndelante de Dios, de sus ángeles y delante de la sociedad queha aceptado a Cristo Jesús como único y suficiente salvador.De este acto, el Señor Jesús dice «Así os digo que hay gozodelante de los ángeles de Dios por un pecador que se arre-piente.» Lucas 15:10. La alegría angelical claramente refleja laimportancia de la salvación de la persona, pues con ese actodeclara haberse arrepentido de su condición de pecador quele tenía atado para la condenación eterna.

Sobre la etimología de la palabra bautismo la EnciclopediaCatólica Nuevo Advenimiento dice: «La palabra Bautismo sederiva de la palabra griega, bapto o baptizo, lavar o sumergir.Significa, por tanto, que el lavado es de la idea esencial delsacramento. La Escritura utiliza el término bautizar tanto lite-ral como figurativamente. Se emplea en un sentido metafó-rico en Hechos 1: 5, donde se significa la abundancia de lagracia del Espíritu Santo, y también en Lucas 12:50, donde seconoce referente a los sufrimientos de Cristo en su Pasión».Esta explicación es razonable y concuerda con el significadode la palabra, pues aunque la raíz es directamente aplicada asumergir, el significado es aplicado por el Señor no en el sen-tido de ser sumergido en agua sino en angustia y dolor,ambas cosas son referencia a su sufrimiento y agonía de lacrucifixión.

Dos usos de la palabra bautismo

El concepto generalizado del bautismo es aplicado exclu-sivamente a las personas que descienden a las aguas, sin em-bargo, esta palabra también es usada para otros significados:

«Y cuando regresan de la plaza, si no se lavan, no comen.Y otras muchas cosas hay que se aferran en guardar, como loslavamientos de los vasos de beber, de los jarros, de los uten-silios de metal y de las camas.)». Marcos 7:14.

En el texto griego de Marcos 7:14, bautizar es usada dosveces; en el lavamiento de manos para comer; y en el lava-miento de utensilios como vasos, copas, platos, etc.; o sea, lapalabra bautizar posee un sentido más amplio del que gene-ralmente le es aplicado. Por supuesto que todos los significa-dos significan que las personas o cosas son lavadassumergiéndolas enteramente en el agua, y no sólo derra-mando un poco de agua sobre la persona o pieza a lavar.

La idea de que bautizar significa sumergir completamentebajo agua está demostrada en 1 Corintios 10:1-2 «No quiero,hermanos, que ignoréis que nuestros padres estuvierontodos bajo la nube, y todos pasaron el mar; que todos, enunión con Moisés, fueron bautizados en la nube y en el mar»,con lo cual queda enteramente descartada la idea de que de-rramar un poco de agua sobre a cabeza de la persona signifi-que que ha sido bautizada.

El bautismo bíblico sigue el significado etimológico de lapalabra en sí (sumergir) y hay organizaciones fundamentalis-tas que se resisten a modificar lo que la Biblia enseña; contodo, el significado empezó a ser modificado después de lamuerte de los apóstoles entre las iglesias gentiles entre lascuales el significado de sumergir fue desestimado. Al pre-sente la Religión Cristiana reconoce tres clases de bautismo:el fundamental o bíblico (sumergir); el bautismo por asper-sión (salpicando con agua); el bautismo por ablución (derra-mar agua sobre la cabeza). No se comenta aquí lo relacionadoa la aspersión ni a la ablución.

Parece que el interés por el cambio ha resultado ser, a tra-vés de los siglos, el punto predominante en la Iglesia CatólicaApostólica y Romana y en iglesias protestantes cuyas doctri-nas de fe en muy poco o nada difieren de las de la Iglesia Ca-tólica aquí mencionada para las cuales el sentido tradicionales visto como innecesario y adaptable a las conveniencias, lasimpatía por el cambio es sostenido fuertemente mostrandodocumentos y pinturas posiblemente hechas por el siglo III oIV d. C., como prueba de que sus demandas por cambios no

EL BAUTISMO©2015 Derechos Reservados, Andrés Menjívarwww.iglededios.org - [email protected]

Con excepción de las fuentes citadas el contenido es propiedad del autorCitas bíblicas tomadas de la Reina Valera Versión 1995

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es nueva. Como quiera que sea, y sin lugar a dudas, la posi-ción fundamentalista muestra respeto al significado de la pa-labra bautismo y permanece fuertemente aferrado a eso.

SECCIÓN I

El bautismo en el nombre de Cristo

El autor de la salvación del mundo es Cristo Jesús; sumuerte, resurrección y enseñanzas han abierto la puerta dela oportunidad de salvación a quienes deseen aceptarla. Antelos ojos de todo lector de las Escrituras del Nuevo Pacto, estácolocado un panorama amplio en el cual los escritores yApóstoles del Señor muestran que el bautismo es la llave paraabrir la puerta hacia la salvación, y por lo tanto, la culminaciónde la predicación se basa en el bautismo. Uno de esos ejem-plos es Hechos 16:30-33:

«Los sacó y les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para sersalvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvotú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todoslos que estaban en su casa. Él, tomándolos en aquella mismahora de la noche, les lavó las heridas, y en seguida se bautizócon todos los suyos».

Esto significa que la salvación se alcanza en un procesoque comienza informando detalladamente quién es CristoJesús y qué desea de sus seguidores; después de informarquién es el Hijo de Dios, sigue el bautismo que es la puertade entrada hacia la salvación por donde la persona habrá decaminar a lo largo de su vida.

Siendo el Hijo de Dios el autor de la salvación, el mensajeal mundo, propiamente llamado buena nueva de salvación,gira en torno a él, a su misión redentora, a su enseñanza y ala recompensa final por obedecerle. No existe nada en todoel Nuevo Pacto que iguale en importancia su calidad de re-dentor y salvador. El lector de la Palabra fácilmente mira queel mensaje apostólico presenta al Padre Eterno como el res-paldo o apoyo que legitima a Cristo y a su obra redentora; locual significa que la obra de Cristo y su nombre deben recibirtodo el enfoque de la predicación. Obsérvese que no es el Es-píritu Santo el respaldo y apoyo, sino Dios sólo. El EspírituSanto es mencionado muchas veces en el papel que desarro-lló en la iglesia resultando en frutos y dones, tal como Cristomencionó.

Claras y específicas son las palabras de Pedro: «Y en ningúnotro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo,dado a los hombres, en que podamos ser salvos». Las cualessignifican que la figura central e importante en la salvaciónes Cristo, nada más, por consiguiente, los Apóstoles tuvieroncuidado en registrar en sus cartas varios pasajes en los cualeslas personas eran bautizadas con la invocación previa delnombre, o autoridad de Cristo. Véanse los siguientes

«Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de voso-

tros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados,y recibiréis el don del Espíritu Santo». Hechos 2:38.

Con el previo derramamiento del poder del Espíritu Santosobre los doce según el Maestro lo había prometido, Pedrohabía dejado atrás el espíritu de temor humano que debidoa su escasa educación había mantenido desde su juventud.Aquí se ve un Pedro hablando a las multitudes en tono libre,seguro y con autoridad, declarando dos cosas, la primera eraque escapar de la condenación eterna y heredar la vidaeterna requería del bautismo, y segundo, que ese bautismodebía realizarse invocando el nombre de Cristo Jesús. Obser-vando cuidadosamente sus palabras puede notarse que él nodice que el bautismo debe hacerse invocando a Dios ni al Es-píritu Santo, sino el nombre del Señor Jesucristo.

Un segundo pasaje es:

«Pues aún no había descendido sobre ninguno de ellos,sino que solamente habían sido bautizados en el nombre deJesús». Hechos 8:16.

Aquí Lucas, el escritor de Hechos de los Apóstoles, está re-latando que los habitantes de Samaria estaban recibiendobien el evangelio. Él omite informar quién o quienes estabanllevando a cabo aquella obra evangelista y de bautismo, perosí es claro que quienes bautizaban no eran los Apóstolescomo menciona en Hechos 8:14 sino otros discípulos quienesal parecer no tenían la autoridad de imponer las manos paratransmitir el Espíritu Santo, por lo cual, enviaron a Pedro y aJuan con ese propósito para que los bautizados recibieran elEspíritu Santo.

Tómese cuidado en no confundir la lectura de Hechos 8:12en el cual Felipe es mencionado bautizando, puesto quesiendo Apóstol tenía toda la autoridad para imponer lasmanos y transmitir el Espíritu Santo, mientras que la lecturaa partir de Hechos 8:14 se refiere a otros bautismos específi-camente en Samaria. Nuevamente los bautismos no fueronrealizados invocando a Dios ni al Espíritu Santo sino exclusi-vamente en el nombre de Jesús.

Un tercer pasaje es:

«Y mandó bautizarlos en el nombre del Señor Jesús. En-tonces le rogaron que se quedara por algunos días». Hechos10:48.

Este texto se refiere al bautismo de Cornelio y otros genti-les, posiblemente familiares, quienes escuchaban con tantased el mensaje hasta el grado que Dios derramó sobre todossu Espíritu. Maravillosamente, en este caso la imposición demanos para recibir el Espíritu Santo no fue necesaria. Aquellagente estaba testificando ser agradable ante los ojos de Dios,por lo cual Pedro inmediatamente mandó bautizarlos; el queno haya sido Pedro el bautista sugiere claramente que al-guien más le acompañaba, quizás discípulos o Apóstoles,quienes bautizaron invocando el nombre del Señor Jesús ex-clusivamente.

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Un cuarto pasaje es:

«Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre delSeñor Jesús». Hechos 19:5.

Aquí Lucas narra el encuentro de Pablo con unos discípu-los de Juan. Ellos ya habían sido bautizados en el bautismohecho por Juan. Históricamente se debe tomar en cuenta quedesde hacía unos 300 años antes de Cristo el pueblo de Israelhabía caído en una situación de extrema pobreza en su obe-diencia a la Ley pues le daban más prioridad a las tradicionesde los ancianos que a las leyes de Dios, por consiguiente, eldía del perdón o día de las expiaciones que Dios les habíadado no estaba siendo tomado con el verdadero sentido quese les había ordenado; de ahí es que, para purgar todos lospecados cometidos por el pueblo en los años pasados, Diosordenó a Juan bautizar al pueblo en señal de arrepentimientopara alcanzar el perdón prometido en el día de la expiación(Lev. 23:27-28). Habiendo sido el bautismo hecho por Juanpara arrepentimiento de pecados, quienes lo aceptaron al-canzaron el perdón o justificación por la Ley que no habíanalcanzado en la celebración del día de la expiación anual lle-vada a cabo antes de venir el Señor Jesús.

Estando Jesús presente, era necesario que el bautismopara arrepentimiento quedara sin efecto, debiendo los bau-tizados por Juan, aceptar el bautismo en el nombre de Cristopara remisión definitiva de pecados. Pablo les aclara la razóndel bautismo de Juan y ellos inmediatamente aceptaron serbautizados en el nombre de Cristo a partir de lo cual no vol-verían a necesitar la remisión anual de pecados declarada porla Ley. Ser invocado el nombre de Jesús fue el único requisitopara alcanzar la salvación.

Un quinto pasaje es:

«Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízatey lava tus pecados invocando su nombre». Hechos 22:16.

Este texto habla acerca del encuentro que Saulo de Tarso(después llamado Pablo) tuvo con el Señor Jesús; un encuen-tro que marcaría su nueva vida para siempre, la vida pasadaera de crimen e injusticias porque él, pensando en defendersus creencias aprendidas en el judaísmo, se había convertidoen transgresor de la Ley y ofensor de Dios.

Haberse forjado a partir de su conversión una relación di-recta y estrecha entre él y el Señor parece haber sido la razónpor la cual no se le menciona recibiendo la imposición demanos para recibir el Espíritu Santo sino que el Señor se lodio al momento de su bautismo.

Un sexto pasaje es:

«¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizadosen Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?» Ro-manos 6:3

Entender que el bautismo en el nombre de Cristo Jesús im-plica profundo significado para la persona tal como es men-

cionado en la página 1 de este estudio: «Romanos capítulo 6,este acto posee cuatro significados, (1)en su inmersión suvieja criatura muere al pecado; (2)al descender a las aguas lapersona desciende al sepulcro; ambas figuras significan quea partir de ese instante queda libre de la condenación eternaheredada de Adán. En su emersión, (3)la persona nace denuevo, o también, (4)resucita hacia la vida eterna»

Invocar el nombre de Cristo Jesús conlleva significadostrascendentales para la vida personal, debido a eso, se hacenecesario que la persona que desciende a las aguas entiendacon profunda contrición la razón por la cual se va a bautizar.Este entendimiento indica que la persona debe ser enseñadaampliamente en el significado del bautismo a fin de no hacernulo su descenso a las aguas. Si no se entiende el significadoprofundo del bautismo, entonces difícilmente se entenderápor qué es necesario que la vieja criatura viciada conforme alos deseos pecaminosos de la carne muera en las aguas delbautismo. Nótese que el bautismo es hecho en el nombre delSeñor Jesús, nuestro eterno redentor y salvador; no es hechoen el nombre de Dios ni del Espíritu Santo.

Un séptimo pasaje es;

«Gal 3:27 pues todos los que habéis sido bautizados enCristo, de Cristo estáis revestidos». Gálatas 3:27.

Las palabras de Pablo a los Gálatas están orientadas a re-forzar en sus conciencias el significado del bautismo en elnombre de Cristo. En base a eso les recalca que el nombre nosignifica cualquier nombre, sino uno de especial significadoque trasciende sobre cualquier rito judío. Como digo en otrode mis escritos, la persona no es salva sólo por ser evangélica,o por haber sido bautizada, sino por entender correcta y com-pletamente el significado de ese sublime acto; eso era preci-samente el propósito por el cual Pablo habla con autoridad ala iglesia de los gálatas que estaba dando oportunidad a losjudaizantes que mezclaran a Cristo Jesús con ritos justificati-vos de la Ley.

Los gálatas estaban espiritualmente vestidos de Cristo se-mejante a todos el pueblo de Dios bautizado en su nombre,es decir, protegidos por él para salvación, sin necesidad derecurrir a otro medio como la Ley para alcanzar la salvaciónya que la Ley no fue diseñada para salvar sino para señalar loque es pecado de manera que en conociendo lo que es pe-cado la persona la observe evitando transgredirla.

En conclusión a través de la lectura de estos siete versícu-los se entiende que la iglesia de Dios en el siglo I, E.C., bautizóinvocando únicamente el nombre de nuestro Señor al mo-mento en que la persona era sumergida. Nada más; esa infor-mación proporcionada por los escritores apostólicosclaramente dice que ellos obedecieron el mandamiento delSeñor. Un total de 144 000 judíos, más un número imposiblede estimar de gentiles, fueron bautizados en el nombre delseñor Jesús en el siglo I de la Era Cristiana.

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SECCIÓN II

La fórmula tripartita

El pueblo de Dios, redimido y bautizado en el nombre deCristo entendió que cuanto el Señor manda debe ser obede-cido a como él lo ha mandado; sin alteración ni componendasde ninguna clase. La opinión humana, con el correr deltiempo, dando más importancia al capricho personal que alSeñor Jesús ha desestimado obedecer, pero las decisionespersonales carecen de total importancia; lo que él ha man-dado debe ser cumplido exactamente al pie de la letra.

Obedecer al Señor fue el postulado de la iglesia salvadapor Cristo; lamentablemente, ningún escrito de los verdade-ros sucesores de los Apóstoles se sabe que exista actual-mente; en habiendo terminado el siglo I E.C. todo escrito deellos, o relacionado con ellos desapareció; o si no desapareciódebe estar escondido en algún lugar; apenas se sabe de esosgrupos o iglesias por la mención que de ellos hacen algunosescritores de historia eclesiástica, entre ellos, Eusebio de Ce-sarea y Sócrates Escolástico. En cambio, lo que ha permane-cido como material o fuente de información a partir del sigloII E.C son escritos relacionados a la Iglesia Católica, la cual, enlos últimos siglos, citando sus propias fuentes sostiene la va-lidez del bautismo tripartito, es decir, «en el nombre delPadre, del Hijo y del Espíritu Santo» diciendo que éste era co-nocido y practicado tan temprano como el año 70 de nuestraEra, su documento de apoyo es la Didajé (Didaché), o Ense-ñanza de los Apóstoles (un escrito espurio escrito por manosdesconocidas y atribuido a los Apóstoles) el cual dice dice: «7.Con respecto al bautismo, os bautizaréis en el nombre delPadre y del Hijo y del Espíritu Santo en agua viva (corriente*).Pero si no tienes agua corriente, entonces bautízate en otraagua; y si no puedes en agua fría, entonces hazlo en agua ca-liente. Pero si no tienes ni una ni otra, entonces derrama aguasobre la cabeza tres veces en el nombre del Padre y del Hijoy del Espíritu Santo. Pero antes del bautismo, que el que bau-tiza y el que es bautizado ayunen, y todos los demás que pue-dan; y ordenarás a aquél que es bautizado que ayune un díao dos antes»(* agua corriente o río).

Si como se dice en el sitio web,http://www.catholic.com/tracts/trinitarian-baptism, este es-crito apareció, por el año 70 E.C, esto significa el mismo añode la destrucción de Jerusalén, tal cosa significaría que Juan,Tito, Timoteo y muchos miles más que estaban vivos, aposta-taron de la fe, lo cual de ninguna manera es creíble pues ental caso se está diciendo que ellos abandonaron el bautismoen el nombre de su amado Señor para inventar una fórmulatripartita totalmente desconocida en el siglo I. Las personaseran bautizadas en el nombre de Jesús; no hay bases paraimaginar que la iglesia de aquel tiempo haya apostatado, nique ese libro espurio haya sido escrito por el año 70 de nues-tra Era. ¿Cómo podría ser posible que practicando el bau-tismo en el nombre de Jesús, de repente hayan inventado lafórmula tripartita?

Esta conclusión sólo conduce a dos cosas: o bien habríaque aceptar que los Apóstoles apostataron del bautismo enel nombre de Cristo; o ese libro espurio al cual se le regalauna fecha tan temprana como el año 70 fue escrito unosciento cincuenta años más tarde.

En realidad la datación de la Didajé, o Didaché (año 70 E.C.)a todas luces está sujeta a controversia, de lo contrario hayque aceptar que los genuinos siervos del Señor destruyeronel mandamiento de bautizar en el nombre del Señor institu-yendo lo que él nunca les mandó.

No dudando que la datación de ese escrito es errónea,conviene consultar otra fuente católica de renombre y res-peto como lo es el Cardenal Ratzinger, o Papa Benedicto XVI,que en su libro «Introducción al Cristianismo» dice:

«2.- La forma eclesial de la fe.

Notas sobre la historia y estructura de la profesión de feapostólica1.

Las páginas anteriores se han ocupado del problema for-mal, y solamente de él: ¿Qué es la fe? ¿Cuál es su punto departida en el mundo del pensamiento moderno? ¿Dóndepuede ejercitarse? Muchas y grandes cuestiones sobre el con-tenido de la fe permanecen todavía abiertas. Quizá el pro-blema haya quedado un poco descolorido e indeterminado.

La respuesta a esos problemas sólo nos la puede dar unaojeada a la forma concreta de la fe cristiana. Es lo que vamosa hacer a continuación, siguiendo el hilo de la llamada profe-sión de fe apostólica. Pero antes creo oportuno dar algunasnotas sobre su origen y estructura, que a mi modo de ver ilu-minan el porqué de esa manera de proceder. La forma denuestra profesión se elaboró en el transcurso de los siglos II yIII en conexión con el rito bautismal; por lo que atañe a su ori-gen local es un texto romano, pero su origen interno es elculto divino, más en concreto, la administración del bautismo;ésta, a su vez, se refiere en su forma fundamental a las pala-bras del Resucitado relatadas en Mateo 28,19: Id y haced dis-cípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre delPadre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Por eso al bautizado se le hacen tres preguntas: .Crees enDios, Padre todopoderoso? ¿Crees en Jesucristo, Hijo deDios...? ¿Crees en el Espíritu Santo...?.2 A las tres preguntascontesta en bautizado .credo. .creo.; después se le sumergeen el agua. La forma primitiva de la profesión de fe es, pues,un triple diálogo, pregunta y respuesta, y tiene lugar en el ritobautismal.

Probablemente ya en el transcurso de los siglos II y III la tri-ple fórmula, tomada simplemente de Mateo 28, se amplió enel centro, es decir, en la cuestión cristológica. Se trata aquí delo cristiano que se diferencia de todo lo demás; por eso unose siente con el derecho de añadir, dentro de esta cuestión,una pequeña suma de lo que Cristo significa para los cristia-nos; así mismo la tercera cuestión, la confesión de fe en el Es-

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píritu Santo, se explica y amplía como confesión en la actua-lidad y en el futuro de lo cristiano». (N. de la R. El subrayadono forma parte del texto transcrito, es usado para llamar laatención a lo que se desea comentar aquí).

El Cardenal dice: «siguiendo el hilo de la llamada profesiónde fe apostólica».

Por la lectura de los escritos apostólicos claramente semira que su mensaje era cristocéntrico; su misión era predicarla salvación en el nombre de Cristo, de hecho, quien poseauna copia de este libro puede constatar que en las páginasanteriores el Cardenal viene hablando de la fe predicada porapóstoles, lo cual en nada se refiere a fórmula bautismal al-guna.

Después de esto dice:

«La forma de nuestra profesión se elaboró en el transcursode los siglos II y III en conexión con el rito bautismal».

Esta forma de profesión hace referencia a la forma tripar-tita pronunciada al momento de bautizar tal como se ve enestas líneas transcritas. De manera notoria e interesante la«Introducción al Cristianismo» pone delante de sus lectoresuna información generalmente desconocida la cual es infor-mar que la fórmula bautismal trinitaria no nació por el año 70como dice la Didaché sino hasta los siglos II y III, lo cual con-firma que la Didaché no pudo haber sido escrita por el año70 ni fue la iglesia del siglo I quien compuso la fórmula bau-tismal tripartita. La Didaché distorsiona la verdad del bau-tismo en el nombre de Cristo de varias maneras: atribuyendoa los Apóstoles la autoría del bautismo tripartito; la invencióndel bautismo por aspersión, y el bautismo por ablución sobrela cabeza de los infantes. En resumen, cabría preguntar si enverdad la Didaché fue escrita entre los años 50 y 100 E.C., puesresulta enteramente obvio que ese escrito sin valor históricono apareció antes de los siglos II y III.

Continúa diciendo:

«por lo que atañe a su origen local es un texto romano,»

Nótese que no fue en Jerusalén, base de los Apóstoles,sino en Roma donde nació la fórmula bautismal trinitaria.Pero mencionar la iglesia en Roma de ninguna manera equi-vale a decir que fue la iglesia a la cual Pablo escribió su carta.Si fuera la misma que formuló la fórmula tripartita, entoncesesto la convertiría en apóstata formulando el bautismo trini-tario; con todo, es muy seguro que durante los siglos II y IIIexistía más de una congregación en aquella ciudad en lascuales la mentalidad de sus líderes no seguían las enseñanzasapostólicas, sino que seguían los dictámenes u órdenes delImperio Romano. El asunto se vuelve más interesante puestoque los registros acerca del verdadero cuerpo de Cristo seperdió o, posiblemente, estén en algún lugar empolvado yolvidado. Esto podría significar que la iglesia en Roma queformuló la fórmula tripartita pudo haber sido la liderada porJustino Mártir (aprox. 100-165 E.C.) quien, según sus propias

palabras era totalmente fiel junto con los feligreses de su con-gregación a las órdenes romanas de adoración al sol en el pri-mer día de la semana como él lo declara en su Apologíacontra el Emperador (Justino Mártir. Primera Apología. Capí-tulo 67).

Esto concordaría con la historia contada por los escritorescatólicos, Justino vivió exactamente por los años en que elCardenal Ratzinger dice haber sido elaborada en Roma la fór-mula bautismal trinitaria, de donde la conclusión apunta ahaber sido las congregaciones que tenían la misma creenciade Justino, o quien le siguió en el liderato después de sumuerte, el trabajo de elaborar la fórmula tripartita.

Continúa diciendo:

«ésta, a su vez, se refiere en su forma fundamental a las pa-labras del Resucitado relatadas en Mateo 28,19: Id y haceddiscípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombredel Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».

Sus palabras son claras y no requieren de explicacionespara entender cuanto dice; sencillamente se entiende que elBautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,nació valiéndose de Mateo 28:19; pero claro, eso no significaque Mateo haya escrito la fórmula tripartita, sino que quienesla elaboraron concluyeron que en esa parte del texto deMateo era el conveniente hacer el agregado.

Este asunto resulta curioso, y por serlo, es discutido másadelante.

Continúa diciendo:

«Por eso al bautizado se le hacen tres preguntas: .Crees enDios, Padre todopoderoso? ¿Crees en Jesucristo, Hijo deDios...? ¿Crees en el Espíritu Santo...?.2 A las tres preguntascontesta en bautizado .credo. .creo.; después se le sumergeen el agua. La forma primitiva de la profesión de fe es, pues,un triple diálogo, pregunta y respuesta, y tiene lugar en el ritobautismal».

Nunca la iglesia apostólica tuvo semejante necesidad dehacer tales preguntas; la necesidad surgió en la Iglesia Cató-lica debido a que su política proselitista orientada a las masaspaganas no estaba teniendo el éxito deseado de cambiarlesla mentalidad pagana; los paganos fueron bautizados bas-tando conque profesaran públicamente el credo, o creo, queles era presentado; al aceptarlo eran bautizados invocando lafórmula en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Más adelante no tardarían en aparecer apologías contra lospaganos a los cuales se les amonestaba porque siendo Cris-tianos continuaban viviendo como paganos, sin haber aban-donado sus costumbres idolátricas.

Por lo que puede verse, los líderes de la Iglesia (con i ma-yúscula para indicar que es referencia a la Iglesia CatólicaApostólica y Romana), no tuvieron éxito en sus demandascontra los paganos quienes no cedieron a abandonar su estilode vida puesto que la invocación tripartita no les obligaba a

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abandonar su vida pagana.

Continúa diciendo:

«Probablemente ya en el transcurso de los siglos II y III latriple fórmula, tomada simplemente de Mateo 28, se amplióen el centro, es decir, en la cuestión cristológica».

¿Qué quiso decir el Cardenal Ratzinger con esto? Obsér-vese que la fórmula, tomada simplemente de Mateo 28, seamplió en el centro. ¿En el centro de qué, o, a qué centro serefiere? Si se preguntara públicamente a qué se refieren estaspalabras, seguramente otras personas de la Iglesia darían suspropios puntos de vista de lo que supuestamente el Cardenalquiere decir, pero... ¿Podrían ser validas las explicaciones deterceros para explicar las palabras originales? Es frecuenteque en repetidas veces los Papas declaren su pensamiento ya las pocas horas otras autoridades eclesiásticas «aclaren loque él quiso decir» aunque el significado original haya sidoentendido por millones. De todas maneras, este asunto es in-teresante y es discutido en la siguiente sección. Para entenderlas palabras del Cardenal, obsérvese la siguiente transcrip-ción:

«Los hechos son, en resumen, que Eusebio cita Mateo28:19 veintiuna veces, omitiendo todo lo que está entre “bau-tizándolos, y enseñándoles”. Esta última forma es la más fre-cuente. También cita cuatro veces el texto ordinario; pero essignificativo, que estas cuatro citas están todas en los últimosescritos de Eusebio (una vez en la Teofanía Siria) [...] una vezContra Marcelo [...] y en la Teología Eclesiástica es dudoso [...].A primera vista, esta evidencia parece demostrar que Eusebio,en sus primeros escritos en todos los eventos, utiliza MSS delos Evangelios, que omiten el mandamiento de bautizar enMt. 28:19 [...] En el punto de vista más razonable parece serque Conybeare ha demostrado que las citas en Eusebio apun-tan a un texto que omite la fórmula bautismal, aunque toda-vía es cuestionable si Eusebio conocía también la formatradicional. Naturalmente, es importante preguntar si existealguna otra evidencia para el tipo del texto “Eusebiano” ,Conybeare cree que él puede ver rastros de ella en JustinoMártir, [...]. Hastings Encyclopaedia. Vol. 2, Pág. 380, (traducidoal Español).

Observando atentamente la breve nota tomada de estaenciclopedia, se puede notar que en sus escritos Eusebio deCesarea cita veintiuna veces Mateo 28:19, en todas hace elmismo registro: “ id y haced discípulos a todas las naciones”;el verso 20 empieza diciendo “enseñándoles...”.

Para el tiempo en que Eusebio escribió ya hacía más decien años que la fórmula bautismal tripartita había sido ela-borada por la congregación en Roma por lo cual no pareceque él la haya desconocido. Esto lleva a formular dos pregun-tas ¿ Había dos versiones de Mateo, una con 28:19 original, yla otra extendida?, segunda, ¿sabía Eusebio de la existenciadel Mateo extendido en el cap. 28:19? hecho por la iglesia deRoma? Sí es obvio que lo sabía, y conociendo él el origen de

ambas versiones optó por citar veintiuna veces el texto ori-ginal en vez de la versión alterada.

La conclusión a que se puede llegar es que para cuandoEusebio escribió sí ya existían dos versiones de Mateo 28:19;de ambas, la forma corta seguramente es la original; la se-gunda versión fue la elaborada por la iglesia en Roma, lo cual,Eusebio conocía, y para producir sus escritos carecía de valor.

Notoriamente, el erudito Cardenal Ratzinger nos aclara lasituación reforzando la razón por la que Eusebio da un regis-tro corto del texto de Mateo 28:19:

“Probablemente ya en el transcurso de los siglos II y III latriple fórmula, tomada simplemente de Mateo 28, se amplióen el centro”.

Sus palabras son exactamente lo que la congregación deRoma hizo: ampliar el texto en el centro de las palabras finalesde Maestro. Recuérdese que el texto usado por Eusebio dice:«Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones. Ense-ñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Yyo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".Amén». Mateo 28:19-20. En cambio la versión arreglada enRoma dice: «Por tanto, id y haced discípulos a todas las nacio-nes, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en-señándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.Amén.

A esto es a lo que el Cardenal Ratzinger se refiere al decirque la triple fórmula se amplió en el centro de Mateo 28:19-20.

SECCIÓN III

Eusebio de Cesarea

En la columna de la izquierda he copiado una pequeñaporción de la Hastings Encyclopaedia en donde se confirmaque Eusebio citó veintiuna veces Mateo 28:19. He aquí algu-nas de esas citas:

«Esta ley saliendo de Sión, diferente de la ley establecidaen el desierto por Moisés en el monte Sinaí, ¿qué puede sersino la palabra del Evangelio «saliendo de Sión por medio denuestro Salvador Jesucristo y yendo por todas las naciones?Porque es claro que fueron Jerusalén y el monte Sinaí que es-taba adyacente donde nuestro Señor y Salvador vivió y en-señó la mayor parte, que la ley del nuevo pacto comenzó yde allí salió y brilló sobre todos de acuerdo al mandamientoque él dio a sus discípulos cuando les dijo: «Id y haced discí-pulos de todas las naciones enseñándoles a guardar todas lascosas que os he enseñado» (Eusebio. Demostración del Evan-gelio. Capítulo 4).

Obsérvese atentamente que Eusebio cita Mateo 28:19-20,y lo hace exactamente como ya se ha dicho arriba, es decir,

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como originalmente fue escrito.

Para el siglo IV en que Eusebio escribió, ya Mateo 28:19 es-taba generalizado con la fórmula trinitaria agregada, y eraleído como es en la actualidad, es decir con la ampliación for-mando parte del texto de Mateo; esto significa que Eusebiono ignoraba esa interpolación, pero optó por omitirla en susescritos prefiriendo citar el texto como originalmente fue es-crito por Mateo.

Otra vez Eusebio dice:

«Pero mientras los discípulos de Jesús estaban más proba-blemente diciendo de esa manera, o pensando de esa ma-nera, el Maestro resolvió sus dificultades por la adición de unafrase, diciéndoles que triunfarían EN MI NOMBRE. Porque élno los envíó simple e indefinidamente hacer discípulos detodas las naciones sino con la adición necesaria de «en minombre». Y el poder de su nombre, siendo tan grande que losapóstoles dicen: «Dios le ha dado un nombre que es sobretodo nombre, que en el nombre de Jesús se doble toda rodillade todas las cosas en el cielo y todas las cosas en la tierra. Élles mostró la virtud del poder de su nombre oculto a la mul-titud cuando Él dijo a sus discípulos: Vayan, y hagan discípu-los de todas las naciones en mi nombre. Él también másexactamente predice el futuro cuando les dice: Porque esteevangelio debe primero ser predicado a todo el mundo, portestimonio a todas las naciones»... «Pero cuando vuelvo misojos hacia la evidencia del poder de la Palabra, qué multitu-des ha ganado, y qué enormes iglesias han sido fundadas poraquellos iletrados discípulos de Jesús, no en obscuros y des-conocidos lugares sino en las más nobles ciudades, es decirla Roma Real, en Alejandría, y Antioquía, a través de todoEgipto y Libia, Europa y Asia, en aldeas y entre las naciones,me veo irresistiblemente forzado a retrasar mis pasos y buscarla razón, y a confesar que ellos sólo pudieron haber tenidoéxito en su atrevida aventura por el poder más divino, y másfuerte que el del hombre, y por la colaboración del que dijo:«Haced discípulos de todas las naciones en mi nombre...» Eu-sebio de Cesarea. Demostración del Evangelio. Libro III. Capí-tulo 7.

Aquí vuelve a alabar la grandeza del nombre de Cristo y lamaravillosa labor que sus discípulos llevaron a cabo predi-cando por todo el mundo y enseñándoles a guardar cuantoel Señor les había enseñado. El énfasis que hace está en el ge-nuino mandamiento que les fue dado a los doce, es decir, ir yhacer discípulos de todas las naciones...y enseñarles cuantoél les mandó. Aunque Eusebio conocía el agregado hecho porla Iglesia de Roma, la omite y opta por basar sus palabras enel Mateo 28:19 original.

Otra cita de Eusebio dice:

«Sin embargo, con el poder de Cristo, que les había dicho:Id y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre».(Eusebio de Cesarea. Historia Eclesiástica. Libro III.24.6).

Tal como he dicho en el Estudio Mateo 28:19, «Eusebio deCesarea es tenido por la Iglesia como uno de los escritoresmás brillantes de su tiempo; hombre que habiendo apoyadoa Arrio después se apartó de él y vino a ser prominente en laconstrucción de la doctrina de la Trinidad iniciada en Niceapor el año 385». Al principio Eusebio apoyó a Ario respecto alrechazo de los puntos de vista que favorecían al Dios triuno,pero debido a la amenaza de excomunión que se giró encontra de quienes apoyaran a Ario, Eusebio optó por favore-cer la introducción de ese dogma. Esto significa que de nohaber sido por la amenaza de expulsión él habría continuadoapoyando a aquél hombre. Mas aún cuando dio su totalapoyo al nuevo dogma, seguramente su intolerancia a la al-teración de Mateo 28:19 nunca cambió, lo cual está demos-trado por el modo tan claro como omite la fórmula bautismalromana bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Es-píritu Santo.

SECCIÓN IV

Acerca de Mateo 28:1

Recordando lo dicho en la página anterior referente a laspalabras del Cardenal Ratzinger.

«ésta, a su vez, se refiere en su forma fundamental a las pa-labras del Resucitado relatadas en Mateo 28,19: Id y haceddiscípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombredel Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».

Si la adopción de la fórmula trinitaria se llevó a cabo en eltranscurso de los siglos II y III entonces quiere decir que du-rante los años pasados aquella congregación romana habíaestado usando la fórmula original apostólica de bautizar enel nombre de Cristo, hasta que vino el tiempo en que por ra-zones de adopción del concepto trinitario abandonó la fór-mula apostólica y alteró las palabras de Mateo 28:19. Haberalterado la fórmula original resultó ideal, pues de esa formasus demandas iban a tener «base bíblica», lo cual rindió ex-celentes resultados pues al presente la alteración continúasiendo la base del bautismo en la Religión Cristiana, y ElMateo 28:19 alterado ha sido declarado legítimo.

Indudablemente, el libro «Introducción al Cristianismo»,del Cardenal Ratzinger, es un brillante aporte para quienesdesean conocer la verdad acerca de cómo y cuando el textode Mateo 28:19 fue alterado.

¿Por qué la congregación de Roma demoró hasta el sigloIII para formular la versión alargada de Mateo? La respuestaes clara si se toman en cuenta que la formulación de la doc-trina de la Trinidad, empezó a ser motivo de diálogo entre lasiglesias exactamente por el siglo III E.C.

No fue casualidad la alteración a Mateo 28:19 y de la fór-mula bautismal apostólica sino un acto premeditado.

Fue por el Siglo III cuando el presbítero Arrio comenzó a

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apoyar la fe de otros líderes locales que no conocían nadaacerca de la Trinidad como enseñanza en las iglesias de aqueltiempo por no haber sido antes un asunto a considerar; porrazones inciertas esa disparidad con los líderes de la iglesiade Roma le fue atribuida a él, dando inicio a una disputasiendo Atanasio el lider contra quien Arrio discutió, cuya dis-puta iba a involucrar al Emperador Constantino.

Es interesante notar que la fórmula bautismal trinitariaapareció hasta pasados unos doscientos cincuenta años des-pués de la resurrección de Cristo; para el tiempo en que losvientos doctrinales ya estaban soplando y trayendo dentrode la Iglesia lo que eventualmente serían sus propias doctri-nas, incluyendo la adopción de lo que hoy se conoce comoel viernes santo y el domingo de resurrección que precisa-mente fueron doctrinas establecidas en Roma a finales delsiglo II

SECCIÓN III

Problema de incoherencia

A menos que se recurra a artilugios la solución honestasobre la diferencia abismal entre la versión alargada de Mateo28:19 y la acción llevada a cabo por los Apóstoles más de 144000 veces de bautizar únicamente invocando el nombre deCristo, nunca se conseguirá. Sencillamente no hay bases ra-zonables a menos que se acepte como original el Mateo arre-glado con la fórmula alargada que el Cardenal Ratzingerexplica haber comenzado por los siglos II y III.

La historia de la iglesia de Cristo comenzó inmediatamentedespués de su ascenso a los cielos, a los pocos días los Após-toles empezaron a predicar y a bautizar en el Nombre. Y esahistoria está en Hechos de los Apóstoles.

En esos momentos históricos ninguno de los escritos apos-tólicos habían aparecido, más bien pasarían años para queéstos aparecieran, lo cual significa que los acontecimientosnarrados por Hechos muestran la historia continuada entrela marcha del Señor y el inicio de la actividad apostólica.

Obsérvese cuidadosamente que la actividad apostólica yde bautizar incluía a Mateo quien en ese momento posible-mente ni siquiera pensaba en escribir su relato del evangelio.O sea, todos los Apóstoles, incluyendo a Mateo bautizabanen el nombre de Cristo.

SECCIÓN IV

El Mateo hebreo y el griego

Poco caso se hace a lo dicho por algunos escritores anti-guos hoy conocidos como padres de la Iglesia, entre ellos Eu-sebio y algunos otros aquí mencionados cuyos escritos sirvenadecuadamente para este Estudio referente al Mateo hebreo.

Ireneo (185 D. de C.) «Contra Los Herejes», Libro III. Capí-tulo 1.1, dice que

«Mateo publicó un evangelio escrito para los Hebreos ensu propio dialecto».

Papías (110-140 E.C.) citado por Eusebio (325 D. de C.). His-toria Eclesiástica Libro III. Capítulo 24.6, dice:

«Efectivamente, Mateo, que primeramente había predi-cado a los hebreos, cuando estaba a punto de marchar haciaotros, entregó por escrito su Evangelio, en su lengua materna,supliendo así por medio de la escritura lo que faltaba a su pre-sencia entre aquellos de quienes se alejaba».

Epifanio de Salamina (315-403 D. de C.) (Panarion 30. 13.1-30. 22.4, al referirse al evangelio usado por los Ebionitas, dice:

«Mateo escribió su Evangelio en letras Hebreas».

Orígenes (203-250 E.C.), citado por Eusebio dice:

«He aprendido por tradición que el primero fue escrito porMateo, que una vez fue un publicano, pero después un após-tol de Jesucristo, y había preparado para los conversos del ju-daísmo y publicado en la lengua hebrea” (Comentarios sobreMateo [citados por Eusebio en la Historia de la Iglesia 06:25]»

Jerónimo (347-420 D. de C. En «Vida de Hombres Ilustres»,Capítulo III, dice

«Mateo, que también es conocido como Leví, apóstol Ex-publicano, compuso el Evangelio de Cristo en letras y pala-bras Hebreas primero en Judea en cuenta de aquellos de lacircuncisión que creían; quién después lo tradujo al Griego esincierto. Mas el Hebreo en sí es todavía tenido hoy en la bi-blioteca de Cesarea, la cual Pánfilo el mártir diligentementeorganizó. Yo también tuve la oportunidad de copiar de losNazarenos, quienes usan su volumen en Borea, una ciudadde Siria. En él, se nota que siempre que el evangelista, ya fueraque su propia persona o del Señor Salvador, hace completouso de los testimonios de las antiguas escrituras, él no siguióla autoridad de los traductores de la LXX, sino del Hebreo, delcual son estos dos versos: «de Egipto llamé a mi Hijo» (2:15),y, «Porque él será llamado Nazareno» (2:23).

De esta manera, Papías, Ireneo, Eusebio, Epifanio de Sala-mina, Orígenes y Jerónimo testifican acerca de la existenciadel Mateo original escrito en Hebreo; pero no solamente eso;Jerónimo testifica haber visto una copia de ese escrito y ha-berla copiado de los Nazarenos, y claramente dice que la ver-sión griega fue producida alguien desconocido, lo cualincluye desconocer en qué tiempo esa copia griega apareció.Lo cierto es que el Mateo hebreo, o copias de él estaban encirculación incluso por el siglo IV, pero claro, sus palabras deninguna manera sugieren que esas copias hebreas hayan de-jado de existir en el siglo IV; más bien sus palabras sugierenque quienes preservaban esas copias las continuaron repro-duciendo.

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Claro que por provenir ese escrito de una secta enemigade la Iglesia ningún crédito recibió, más bien el crédito se loconcedieron a las copias que en un momento obscuro de lahistoria alguien tradujo al griego y a partir de ahí comenzó lapreferencia al Mateo griego ya alargado en Mateo 28:19, y lacopia hebrea no recibió ningún apoyo. Aun con eso, Jerónimono desestima el Mateo hebreo, por el contrario, mencionarlo,entre otras cosas, es a manera de ponderación, y proporcionaenorme contribución a los investigadores de la verdadcuando afirma que ese Mateo desconoce totalmente las citasde la Septuaginta (LXX) y toma exclusivamente el Texto He-breo. En cambio el Mateo griego de donde todas las versionesde la Biblia son tomadas no tomó el Texto Hebreo sino quesu autor se basó en sus referencias de la Septuaginta.

Esto puede ayudar entender a qué Mateo se refieren losdiccionarios y comentarios de la Biblia cuando dicen queMateo copió de la Septuaginta y no del texto hebreo.

Las palabras de Jerónimo son categóricas: «Yo tambiéntuve la oportunidad de copiar de los Nazarenos, quienes usansu volumen en Borea, una ciudad de Siria. En él, se nota quesiempre que el evangelista, ya fuera que su propia persona odel Señor, hace completo uso de los testimonios de las anti-guas escrituras, él no siguió la versión griega de los LXX, sinodel Hebreo, del cual son estos dos versos: “de Egipto llamé ami Hijo” (2:15), y, “Porque él será llamado Nazareno” (2:23).

Esto confirma que el Mateo hebreo, hoy relegado a unlugar sin importancia era enteramente diferente en conte-nido al Mateo escrito en griego. Lamentablemente la teologíaprotestante en nada defiende esta verdad, por el contrario sededica a hacer propaganda al Mateo griego cuya versión per-tenece a autor desconocido.

En probable que las copias reproducidas por los Nazarenos(no los Nazarenos actuales que nada tienen que ver conaquellos) hayan desaparecido, o si alguna de ellas todavíasubsiste esté olvidada en el rincón de algún monasterio, ocueva o incluso en la Biblioteca del Vaticano.

Pero tenemos aquí un eslabón que nos conduce a saberque Eusebio también conocía esa misma copia puesto quecuando Pámfilo murió, él quedó a cargo de esa biblioteca. Je-rónimo ha dicho «Mas el Hebreo en sí es todavía tenido hoyen la biblioteca de Cesarea, la cual Pánfilo el mártir diligente-mente organizó». Su testificación es importante porque ligaa Eusebio como discípulo de Pánfilo. De Eusebio se testificahaber catalogado la biblioteca de Pánfilo.

Habiendo estado relacionado Eusebio con el Mateo He-breo ¿no habría él conocido que ese original no contenía lafórmula tripartita? Por supuesto que sí. Y siendo que de igualmanera conocía el origen de esa interpolación tripartita; en-tonces es razonable entender que la omisión del agregado aMateo 28:19: en el nombre del Padre, del Hijo y del EspírituSanto fueron omisiones voluntarias de Eusebio quien con co-

nocimiento de que esa fórmula no era de Mateo sino nacidaen Roma hacía unas cuántas décadas atrás siempre la omitióen sus escritos.

SECCIÓN VI

El Mateo griego

De la Wikipedia se transcribe este artículo:

«La idea de que todos o algunos de los evangelios fueronescritos originalmente en un idioma distinto del griego co-mienza con Papías de Hierápolis, c. 125-150 d. C.2 En un pa-saje con varias frases ambiguas, escribió: «Mateo compiló losoráculos (logia, dichos de o sobre Jesús) en el lenguaje he-breo (Hebraïdi dialektōi, quizá alternativamente «estilo he-breo»), y cada persona los interpretaba (hērmēneusen, o«traducía») como podía». Por «hebreo», Papías habría queridodecir arameo, el idioma común de Oriente Medio junto algriego koiné. A primera vista, esto implica que Mateo fue es-crito originalmente en hebreo (arameo), pero el Mateo griego«no revela ninguna de las marcas indicadoras de una traduc-ción». Los estudiosos han presentado varias teorías para ex-plicar a Papías: quizá Mateo escribió dos evangelios, uno enhebreo, ahora perdido, el otro, la versión griega conservada;o tal vez la logia era una colección de dichos, más que el evan-gelio; o por dialektōi Papías pudo haber querido decir queMateo escribió en el estilo judío en lugar que en el idioma he-breo.3 Sin embargo, sobre la base de esta y otra información,Jerónimo (c. 327-420) afirmó que todas las comunidades ju-deocristianas compartían un solo evangelio, idéntico alMateo hebreo o arameo; también afirmó haber encontradopersonalmente este evangelio en uso entre algunas comuni-dades de Siria.1 El testimonio de Jerónimo se considera conescepticismo por los eruditos modernos. Jerónimo afirmahaber visto un evangelio en arameo que contenía todas lascitas que asigna al mismo, pero se puede demostrar que al-gunos de ellos nunca podrían haber existido en una lenguasemítica. Su afirmación de haber producido todas las traduc-ciones por sí mismo también es sospechosa, ya que muchasse encuentran en los eruditos anteriores como Orígenes y Eu-sebio. Parece que Jerónimo asignó estas citas del Evangeliode los hebreos, pero parece más probable que había por lomenos dos y probablemente tres antiguos evangelios jude-ocristianos, sólo uno de ellos en una lengua semítica». (Wiki-pedia. Hipótesis del Evangelio hebreo).

Como se puede ver, actualmente, y en los últimos tres si-glos, ha persistido la idea de que el Mateo hebreo nunca exis-tió; sin embargo, las opiniones prevalecientes para esanegativa no se basan en controversias que otros escritores deaquel tiempo hayan pronunciado en contra de Jerónimo, sinoen elementos de la crítica actual que nada tiene que ver conla opinión y escritos de aquél tiempo. Para que ese rechazofuera válido debieran exponer las razones por las cuales con-sideran que Papías, Ireneo, Eusebio, Epifanio de Salamina, Orí-

genes y Jerónimo estuvieron equivocados al declarar exis-tente ese Mateo hebreo; curiosamente nada dicen al respectoy centran su ataque contra un hecho real que los padres dela Iglesia de aquél tiempo aceptaron. Si aquellos hombres loaceptaron como verídico, entonces la crítica actual debe serreestudiada.

El argumento principal contra Papías se basa en elementosde la crítica moderna; esto significa que para que las palabrasde aquél hombre recibieran hoy aprobación, debieron habersido escritas exactamente como la crítica moderna ha regla-mentado. La pregunta es: ¿porque Papías no escribió segúnestablece la crítica moderna tanto Eusebio como Jerónimo,que vieron el Mateo hebreo, estuvieron equivocados? De nin-guna manera.

«El testimonio de Jerónimo se considera con escepticismopor los eruditos modernos. Jerónimo afirma haber visto unevangelio en arameo que contenía todas las citas que asignaal mismo, pero se puede demostrar que algunos de ellosnunca podrían haber existido en una lengua semítica. Su afir-mación de haber producido todas las traducciones por símismo también es sospechosa, ya que muchas se encuentranen los eruditos anteriores como Orígenes y Eusebio. Pareceque Jerónimo asignó estas citas del Evangelio de los hebreos,pero parece más probable que había por lo menos dos y pro-bablemente tres antiguos evangelios judeocristianos, sólouno de ellos en una lengua semítica».

De acuerdo a la crítica actual expresada aquí, Jerónimo seequivocó ¿-? porque se supone que él no vio el Mateo hebreosino una copia del Evangelio de los hebreos, lo cual, según sequiere dar a entender, era similar o el mismo Mateo hebreo;con todo, esas dudas carecen de bases y sólo tienden a re-chazar lo que aquellos escritores del pasado confirmaron,pero estos argumentos modernos son insostenibles porquede ambos escritos sólo breves citas de otros escritores de laIglesia existen y, ¿cómo se puede confirmar alguna idea con-traria a la declaración de Jerónimo si no existen pruebas porlas cuales demostrar que él se equivocó? La posición de in-certidumbre actual no posee fuerza contra aquel hombre,pues otros escritores patrísticos en ningún momento piensanque el Mateo visto por Jerónimo y Eusebio se trate del Evan-gelio a los Hebreos. La pregunta es: ¿porque las breves citasdel Evangelio a los hebreos tiene algunas similitudes con elMateo hebreo es suficiente prueba para afirmar que Jeró-nimo no tuvo en sus manos el Mateo hebreo sino en Evange-lio de los hebreos? Asimismo tendría que afirmarse queEusebio también se equivocó cuando afirmó la existencia deuna copia de ese Mateo hebreo en la biblioteca de Pámfilo.

Por ultimo se dice: «pero parece más probable que habíapor lo menos dos y probablemente tres antiguos evangeliosjudeocristianos, sólo uno de ellos en una lengua semítica».Con esto el autor de este comentario deshace todo cuandoha dicho contra la validez de la existencia de aquel Mateo he-

breo. Conjeturar sobre la posible existencia de dos o tresevangelios judeocristianos para negar la existencia de un do-cumento que hombres de renombre del pasado dieron comoválido carece de formalidad.

Del sitio web en Inglés: http://www.catholic.com/quick-questions/was-matthews-gospel-first-written-in-aramaic-or-hebrew Se toma lo siguiente:

«Pregunta completa

¿Hay algo de verdad en la afirmación de que el Evangeliode Mateo fue escrito originalmente en hebreo o arameo, nogriego? Un fundamentalista que conozco, insiste que Mateoescribió originalmente en griego, sostiene que no hay prue-bas a favor de la idea de que su Evangelio fue escrito en ara-meo, porque no se conservan originales en arameo.

Respuesta

Este argumento peculiar en contra de la creencia de quedesde hace mucho, que el arameo (o hebreo) era el idiomaen el que Mateo originalmente compuso su Evangelio fueplanteada por primera vez en el siglo 16 por el teólogo y eru-dito holandés Erasmo. Razonó que, ya que no hay evidenciade un original arameo o hebreo del Evangelio de Mateo, esinútil argumentar que el trabajo fue publicado originalmenteen arameo y fue traducido posteriormente al griego (comola mayoría de los estudiosos sostienen).

Esto no es realmente motivo de mucha discusión. Se tratade un argumento del silencio y se puede utilizar con la mismaeficacia en contra de la idea de que el Evangelio de Mateo fueescrito originalmente en griego, ya que no son lo mismo sinlos originales existentes del Evangelio en griego. Después detodo, los manuscritos más antiguos que tenemos de cual-quiera de los libros del Nuevo Testamento son en griego, sinembargo, ni un solo manuscrito es un original. Son todas co-pias. Desde el mero hecho de manuscritos griegos no pode-mos concluir que los originales deben haber sido escritos engriego sí, puede haber una presunción de eso, pero en reali-dad no una prueba.

Tu amigo fundamentalista se equivoca al afirmar que nohay evidencia para apoyar la idea de un original arameo. Dehecho, la evidencia es todo lo contrario. Dado que no tene-mos autógrafos de este o cualquier otro libro del Nuevo Tes-tamento, es conveniente examinar lo que la Iglesia primitivatenía que decir sobre el tema. Apologistas católicos, teólogosy estudiosos de las Escrituras del segundo al quinto siglos nosproporcionan una gran cantidad de información sobre estetema.

Alrededor de 180 Ireneo de Lyon escribió que

Mateo también emitió un Evangelio escrito entre los he-breos en su propio dialecto, mientras Pedro y Pablo estabanpredicando en Roma y sentar las bases de la Iglesia. Despuésde su partida, Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro, tam-

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bién se entregue a nosotros por escrito lo que había sido pre-dicado por Pedro. Lucas también, el compañero de Pablo, gra-bado en un libro el Evangelio predicado por él. Luego Juan,el discípulo del Señor, que también se había recostado sobreel pecho, hizo a sí mismo publicar un Evangelio durante suresidencia en Éfeso en Asia. (Contra las Herejías 3: 1: 1)

Cincuenta años antes Papías, obispo de Hierápolis en AsiaMenor, escribió, "Mateo compiló los dichos [del Señor] en elidioma arameo, y todos los tradujo así como pudo" (Explica-ción de los Dichos del Señor [citado por Eusebio en la Historiade la Iglesia 03:39]).

Algún tiempo después de 244 el erudito en la Escritura Orí-genes escribió: "Entre los cuatro Evangelios, que son los úni-cos indiscutibles en la Iglesia de Dios bajo el cielo, heaprendido por tradición que la primera fue escrito por Mateo,que una vez fue un publicano, pero después apóstol de Jesu-cristo, y que estaba preparado para los conversos del juda-ísmo y publicado en la lengua hebrea "(Comentarios sobreMateo [citado por Eusebio en la Historia de la Iglesia 06:25]).

Eusebio mismo declaró que "Mateo había comenzado porla predicación a los Hebreos, y cuando se decidió a ir a otrostambién, produjo su propio Evangelio en su lengua materna[arameo], de modo que para aquellos con los que fue ya nopresenta el hueco dejado por su salida pues fue llenado porlo que escribió"(Historia de la Iglesia 03:24 [entre 300-325])».

Como se puede ver, la explicación de la Iglesia contradicetotalmente al punto de vista ofrecido por la Wikipedia, ya quela posición católica confirma cuanto hemos venido expo-niendo en las Secciones anteriores acerca de la validez de laspalabras de los escritores de los siglos II-IV E.C.

SECCIÓN VII

Copias hebreas del Nuevo Testamento

En tiempos relativamente recientes han aparecido copiasdel Nuevo Testamento en lengua hebrea, pero eso de nin-guna manera significa que sean hechas en base a manuscri-tos antiguos; éstas son copias realizadas siguiendo elcontenido de las Biblias actuales.

Algunas versiones son ofrecidas gratis, otras tienen uncosto; como quiera que sea, quizás la mayoría se basa en loselementos tradicionales de las Biblia actuales. Por consi-guiente, decir Nuevo Testamento hebreo de ninguna manerasignifica decir mejor versión que las producidas en otras len-guas.

Mateo hebreo de Shem Tov

La versión de Mateo, Shem Tob, está escrita en hebreo y lacopia en mi poder posee un a traducción en Inglés, de dondehe tomado el capítulo 28:19-20 que dice: «(19) Vayan (20) y(enseñen) a guardar todas las cosas que yo les he mandado a

ustedes para siempre».

Esta cita es extremadamente corta, el verso 29 contienesólo una palabra; omite las palabras mencionadas por Euse-bio; pero claro lo corto del versículo 19 no significa rechazoo aceptación, sino simplemente digo que se trata de una ver-sión hebrea de origen desconocido que apareció por el sigloXIV, del cual no existen documentos anteriores que lo apoyeny relaten su procedencia.

En el prefacio a la segunda edición, George Howard. Uni-versidad de Iowa. Octubre 17, 1994 dice:

«[…] El principal objetivo de esta segunda edición es de-mostrar que el Mateo hebreo contenida en Shem- Tov EvanBohan es anterior al siglo XIV. A mi juicio, Shem-Tov el pole-mista no preparó este texto traduciéndolo de la Vulgata La-tina, del griego bizantino, o cualquier otra edición conocidadel Evangelio de Mateo. Él recibió de las anteriores genera-ciones de escribas y judíos».

Esto significa que la versión Shem-Tov ha sido reeditadacomo una obra o texto de interés general pero sin respaldode fuentes de apoyo de ninguna clase. El señor Howard se li-mita a decir que Shem-Tov lo «recibió de las anteriores gene-raciones de escribas y judíos», lo cual no aporta ningunainformación por medio de la cual establecer alguna bús-queda de información hasta conocer su escritor original.

CONCLUSIÓN

Hemos visto en detalle, por medio de fuentes de muchocrédito, que hubo un texto de Mateo escrito en hebreo; queese texto fue visto en el siglo IV E.C. por Jerónimo y Eusebio,así como por escritores anteriores a ellos que lo confirman; yque el Mateo hebreo, tal como es citado por Eusebio vein-tiuna veces no contenía la forma bautismal tripartita la cualfue agregada en Roma por los siglos II y III E.C. insertando enmedio de Mateo 128:19-20 para apoyar la invocación de laTrinidad en quienes eran bautizados, respondiendo ellos,como declara el Cardenal Ratzinger «Por eso al bautizado sele hacen tres preguntas: Crees en Dios, Padre todopoderoso?¿Crees en Jesucristo, Hijo de Dios...? ¿Crees en el EspírituSanto...?.2 A las tres preguntas contesta el bautizado .credo..creo.; después se le sumerge en el agua. La forma primitivade la profesión de fe es, pues, un triple diálogo, pregunta yrespuesta, y tiene lugar en el rito bautismal.».

Queda demostrado que la fórmula bautismal en la cual lasiglesias invocan la trinidad no fue escrita por Mateo, sino quees una forma alargada a Mateo 28: 19-20 que se originó enRoma entre los siglos II y III de nuestra Era. FIN.

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