peripecias y eficacias del pase en el centro espirita (jorge hessen)
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PERIPECIAS DEL PASE EN EL CENTRO ESPIRITA(JORGE HESSEN)TRANSCRIPT
PERIPECIAS Y EFICACIAS DEL “PASE” EN
LOS CENTROS ESPIRITAS
Jorge Hessen
Aun muy jóvenes fuimos convidados para “recibir” un “pasecillo” en el centro
espirita. Después oír la conferencia, nos adentramos en la sala de pases, nos
pusimos delante del pasista y, de modo repentino, el pasista dio inicio a
atronadores y escalofriantes "eructos" en la habitación. ¡Procuramos consultar
lo que estaba ocurriendo y fuimos informados, asómbrense! Que el eructo era
un tratamiento de “dispersión” fluídico concentrado en el ambiente. En aquella
época no profesábamos el Espiritismo obviamente quedamos muy indignados.
Los años pasaron, estudiamos las obras de Allan Kardec, adoptamos la
propuesta de la Doctrina de los Espíritus como ideal de vida, con todo,
trágicamente aun hoy tenemos informaciones sobre “técnicas” terapéuticas
curiosísimas realizadas en algunas casas “casas espiritas”. Actualmente
existen instituciones que ofrecen sesiones de pases para todos los gustos e
intereses, a ejemplo del pase, “normal” aplicado obligatoriamente después de
las conferencias normalmente destinado a los famosos papa-pases; del pase
“ultra fuerte” del tipo CURA TODO (destinado a enfermos graves, obsesados,
psicóticos etc., con derecho a la sujeción de obsesores y hasta
“embotellamiento y enrolamiento” de los verdugos de las tinieblas); del pase
“virtual”, VIRTUAL (¡?hummm ...), etc. Sería ridículo si no fuera tan patético
ocurrencia.
Hay los que “transmiten” pases a través de gestos desabridos, malabarismo
manuales, choques bizarros con fluctuaciones corporales, estallidos de los
dedos, cantos peculiares, y aun los infames ERUPTOS, eso mismo! ERUPTOS…!
Hay pasistas que incorporan “entidades” durante el pase, olvidados de que no
se debe aplicar pase mediúmnicamente porque no es practica espirita. No hay
necesidad de incorporación mediúmnica en las sesiones de pase. El pasista
puede actuar hasta bajo la influencia de la entidad, más no debe verbalizar,
aconsejar o transmitir otros mensajes concomitantes al pase. ¡Es
contraproducente! El asunto es recurrente, más no hay como ignorarlo, hasta
porque la aplicación del pase magnético no comporta actitudes imprudentes,
ni admite desvarió en sus expresiones. Exige, si, un estudio continúo de sus
mecanismos, sobretodo, cuando hay necesidad de su aplicación.
Conocemos médiums que solo aplican pases con ropas blancas, o debajo de
pirámides metalizadas. Hay quienes subcontratar además del pase a través de
los viajes astrales (a través de los apometrias milagro), y una infinidad de
métodos, para todos los gustos. Eso, sin dejar de citar que se aplican pases
magnéticos en las paredes de los centros espiritas para “descontaminarlas” de
las energías negativas. “"Por Dios, cuánta creatividad!" ....
Alejándonos de esas peripecias pasistas, analizamos efectivamente el
significado del tema en la institución espirita. Vimos que existen innumerables
practicas no compatibles con la sana Doctrina Espirita que urge sean
acusados hasta exhaustación, las bases de compostura cristiana, sin ninguna
mancha de intolerancia, obviamente. Hasta porque la verdadera practica
Espirita es la expresión de la moral cristiana, consubstanciada en el Evangelio
de Cristo.
El buen empleo del pase no admite cualquier expediente espectacular. Los
escenarios preparatorios – “Manos erguidas a lo alto y abiertas, para la
supuesta captación de fluidos por el pasista, las manos abiertas sobre las
rodillas, del paciente, para una mejor asimilación de fluidos, los brazos y
piernas sin cruzar para no impedir el libre paso de los fluidos, y así
sucesivamente - sólo sirven para ridiculizar el pase, al dador pase y el paciente.
La formación de las llamadas “corrientes” mediúmnicas, con la reunión de
médiums en torno del paciente, “ las “corrientes” de manos dadas o dedos
tocándose sobre la mesa – condenadas por Allan Kardec – no son nada más
que residuos del mesmerismo del siglo XIX, inútiles, supersticiosos y ridículos. “
(1)
El pase deberá siempre ser administrado de modo silencioso, con naturalidad.
Los espiritas no son prohibidos de nada, sin embargo las practicas alucinadas
son inaceptables. Apropósito del legitimo pase, “así como la transfusión de
sangre representa una renovación de las fuerzas físicas, el pase es una
transfusión de energías psíquicas, con la diferencia de que los recursos
orgánicos (físicos) son retirados de un reservatorio limitado, y los elementos
psíquicos lo son del reservatorio ilimitado de las fuerzas espirituales.” –
explica el espíritu Emmanuel. (2) Recordemos que Jesús utilizó el pase
“imponiendo las manos” sobre los enfermos y los perturbados espiritualmente,
para beneficiarlos. Y enseñó esa práctica a sus discípulos y apóstoles, que
tambien la emplearon prolongadamente. Entretanto, es en las huestes espiritas
donde el pase es mejor comprendido, más extensamente difundido y utilizado.
El Evangelista Mateos en una de sus narrativas asegura que “Jesús,
extendiendo la mano, le toco diciendo: ¡Quiero, queda limpio! E
inmediatamente el quedó limpio de su lepra”. (3) ¿Más que es efectivamente el
pase? “Es una transfusión de energías, capaz de alterar el campo celular.” (4)
En la definición de “Aurelio” ,el pase sería el “acto de pasar las manos
repetidamente ante los ojos de una persona para magnetizarla, o sobre una
parte enferma de una persona para curarla.” (5) En el Pentateuco mosaico
localizamos el siguiente evento: Josué, hijo de Núm. estaba lleno del espíritu de
sabiduría, por cuanto Moisés había puesto sobre el sus manos: así los hijos de
Israel le dieron oídos, e hicieron como el Señor ordenara a Moisés.” (6)
Sabemos que “es muy común la facultad de curar por la influencia fluídica y
puede desenvolverse por medio del ejercicio.” (7) Más cabe esclarecer que el
pase e imposición de manos no son la misma cosa. Se tiene la imposición de
manos como apenas un método, más naturalmente una persona desprovista
de los brazos puede ofrecer un pase por la fuerza del deseo y por el auxilio de
los Espíritus. el flujo magnético se sustenta y se envía a costa de la voluntad
tanto del pasista, como de los seres desencarnados que vienen ejecutando la
reconciliación de los fluidos.
El Evangelista Marcos describe sobre uno de los jefes de la sinagoga, “llamado
Jairo que luego después de visualizar a Jesús, se le lanzo a los pies. Y le rogaba
con insistencia, diciendo: Mi hija está en las ultimas; te ruego que vengas y le
impongas las manos para que sane y viva.”(8) en la obra Mecanismos de la
Mediúmnidad, André Luiz expone que “el pase, como género de auxilio,
invariablemente aplicado sin cualquier contradicción, es siempre valioso en el
tratamiento debido a los enfermos de toda clase.” (9)
En suma, no es demasiado recordar que el ejercicio de las practicas espiritas
sin la debida base moral será, fatalmente, una incursión invariable en el
mundo de la negligencia y, consecuentemente, en las telas de las OSCURIDADES
TRANSCENDENTALES.