1/4/2014 Peridico Correo - Sobremesa Educativa

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Sobremesa Educativa

Por Sal Prez

Febrero 11, 2014

Kidzania y el simulacro de la economa

Con la determinacin que slo un nio de cinco aos puede tener, mi hijo me pidi contra prueba de cualquier

contingencia, que furamos a Kidzania, en la feria de Len para poder jugar a ser grande y hacer las cosas que se

muestran como un misterio indescifrable para l. Su hermano mayor, lo escuch lo suficiente para hacerle segunda

en pro del consumismo.

Llegamos temprano para comprar los boletos. En el interior de Kidzania los nios tienen la oportunidad de jugar a ser

adultos y comenzar a tomar sus propias decisiones. Lo primero que les dan, es un cheque que deben cambiar por

dinero falso llamado kidzos y una tarjeta de dbito, para gastar. Al igual que un trabajo en la vida real, desempean

una funcin en diferentes tipos de negocios, que van desde mensajera, a mecnico, constructor, futbolista, reportero,

entre otras y si logran terminar la actividad que se les pidi se les paga. Todo pareca indicar que nuestra estancia

con los chiquillos sera divertida. El problema vino cuando entramos a Dominos pizza; la dinmica era que los nios

se vistieran con cofia, cubrebocas y mandil para poder preparar una minipizza y cuando terminaban de prepararla, se

les daba un ticket para recogerla, tras siete minutos de espera en lo que se hornea. La primera sorpresa fue que al

pagarla, an cuando fue hecha por ellos mismos, debe ser con dinero real y no con kidzos. La situacin de conflicto

es entonces para el padre desprevenido, que no tenga dinero, se ver amenazado al escrutinio pblico y ante un

berrinche desgarrador que rompa el idlico paisaje.

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La duracin del turno es por dos horas dentro de Kidzania. Cuando se termina el tiempo es necesario formarse para

salir y canjear los billetes por premios. Enfrente de nosotros se encontraba un stand de recuerdos donde se podan

ver llaveros, tazas, playeras y dems cosas. Nuevamente al tratar de comprarlos, deba ser con dinero real, as que

decidimos esperar para ver qu podamos comprar. La fila tard otra media hora y para cuando llegamos nos

esperaban pulseras y calcomanas chinas, de esas que se compran a granel. Mi hijo no se contuvo para decir en voz

alta: Yo no quiero eso! Discretamente una seorita se acerc, para explicarnos que esos eran los nicos juguetes

disponibles. Molesto por la explicacin pregunt al mayor de los dos: Y t no piensas cambiar esos papeles?

No, me respondi, yo los voy a ahorrar para cuando vayamos al verdadero Kidzania en el DF.

Es claro que a diferencia de la educacin formal, la simulacin va ganando terreno debido a que permite experimentar

de manera directa el conocimiento adquirido, sin que se pierda el poder del entretenimiento.

Cuando sal del lugar, me encontraba desconcertado entre el orgullo capitalista de descubrir las habilidades

financieras de mi primognito y la certeza de que Kidzania simula tan bien la economa mexicana que, para lo nico

que alcanza es para comprar fayuca china.

Sal Prez. Docente de la Lic. en Intervencin Educativa