percepciÓn social

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Revista de Psicologfa de la PUCP Vol. XXIV, 2, 2006 Percepcion social y creencia en el mundo juste. Un estudio con estudiantes argentinos Elena Zubieta' y Alicia Barreiro^ Universidad de Buenos Aires La Creencia en el Mundo Justo (CMJ) desatrollada por Lerner (1965) plantea que los in- dividuos necesican creer que el mundo es un lugar justo para enfrentar su ambiente fi'sico y social como algo ordenado y controlado. En el inter^ por aislar invariantes cognitivos, la tesis de la CMJ puede Ucvar a concluir que estas creencias responden a aspectos naturales, esenciaies de! ser humano, dejando de lado elemencos sociales, culturales e [deol6gicos. El objetivo del esiudio fue examinar la relacion de !a CMJ (Rubin 8f Peplau, 1973) con algunas variables sociales. Se realiz6 un esmdio descriptivo cortelacionai con una muestra intencio- nal de 349 alumnos y estudiatitcs dc la ciudad de Buenos Aires, Los resukados muestran que las medias en CMJ sc incrementan con la edad, el nivel educativo, la educacion de los padres y el capita] cultural. No se encontraron diferencias con relacion al sexo. El inter^ en pro- fundizar el estudio de los sesgos cognitivos se basa tambien en resaltar algunos de sus canios efeaos como la derogacion de la viccima a la hora de justificar comportamientos. Palabras clave: atribuci6n, Creencia en el Mundo Jusco, dimensiones sociales. Social perception and just world belief. A study with Argentinean students In the framework of social perception and attribution theories, fundamental bias of Just World Beliefs developed by Lerner (1965) states that people need to see world as a just place in order to cope with an ordered and controlled socio-physical environment. By holding this ideas people can involve in long term proposes as in daily life soda! regulated behavior. Pursuing the isolation of a "cognitive invariant", Just World Beliefs 0^^''!^) chesis can be seeing as dealing with a natutal aspea of human being not conditioned by social, cultural or ideological factors. In the need of recovering social dimension of attribution processes, pre- sent study aimed to examine the relationship between Just Word Beliefs (Rubin & Peplau, 1973) and some social variables. A descriptive correlation study was carried out based on a convenience sample of 349 students from Buenos Aires city. As hypothesized, means on JWB Increase with age, educational levels, parental education and cultural capital. Similar to previous researches, no differences related to sex were found. Keywords: Anribution, Just Word Belief, social dimensions. Licenciada en Sodolc^fa (Universidad de Buenos Aires). Doctora en Psicologfa (Univcrsidad del Pais Vasco, Espafia). Profcsora Adjunta Regular de la ciccdra I dcPsicologtadclTrabajo, Pacultad de Psicologia (Universidad de Buenos Aires). Investigadora Adjunta del CONICET (Consejo Naciona] dc Investigaciones CicntfficasyT&nicas). Correo electronico: [email protected] Licenciada en Psicologia (Universidad de Buenos Aires). Bccaiia CONICET (Consejo Nacio- nal dc Investigaciones Cientificas y Tdcnicas). Jefa de Trabajos PrJcticos de Psicologta y Episte- mo]ogfa Gcnetica I (Univcrsidad de Buenos Aires). Correo Electr6iiico: [email protected]

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  • Revista de Psicologfa de la PUCP Vol. XXIV, 2, 2006

    Percepcion social y creencia en el mundo juste.Un estudio con estudiantes argentinos

    Elena Zubieta' y Alicia Barreiro^Universidad de Buenos Aires

    La Creencia en el Mundo Justo (CMJ) desatrollada por Lerner (1965) plantea que los in-dividuos necesican creer que el mundo es un lugar justo para enfrentar su ambiente fi'sicoy social como algo ordenado y controlado. En el inter^ por aislar invariantes cognitivos, latesis de la CMJ puede Ucvar a concluir que estas creencias responden a aspectos naturales,esenciaies de! ser humano, dejando de lado elemencos sociales, culturales e [deol6gicos. Elobjetivo del esiudio fue examinar la relacion de !a CMJ (Rubin 8f Peplau, 1973) con algunasvariables sociales. Se realiz6 un esmdio descriptivo cortelacionai con una muestra intencio-nal de 349 alumnos y estudiatitcs dc la ciudad de Buenos Aires, Los resukados muestran quelas medias en CMJ sc incrementan con la edad, el nivel educativo, la educacion de los padresy el capita] cultural. No se encontraron diferencias con relacion al sexo. El inter^ en pro-fundizar el estudio de los sesgos cognitivos se basa tambien en resaltar algunos de sus caniosefeaos como la derogacion de la viccima a la hora de justificar comportamientos.Palabras clave: atribuci6n, Creencia en el Mundo Jusco, dimensiones sociales.

    Social perception and just world belief. A study with Argentinean studentsIn the framework of social perception and attribution theories, fundamental bias of JustWorld Beliefs developed by Lerner (1965) states that people need to see world as a just placein order to cope with an ordered and controlled socio-physical environment. By holdingthis ideas people can involve in long term proposes as in daily life soda! regulated behavior.Pursuing the isolation of a "cognitive invariant", Just World Beliefs 0^ '^'!^ ) chesis can beseeing as dealing with a natutal aspea of human being not conditioned by social, cultural orideological factors. In the need of recovering social dimension of attribution processes, pre-sent study aimed to examine the relationship between Just Word Beliefs (Rubin & Peplau,1973) and some social variables. A descriptive correlation study was carried out based ona convenience sample of 349 students from Buenos Aires city. As hypothesized, means onJWB Increase with age, educational levels, parental education and cultural capital. Similarto previous researches, no differences related to sex were found.Keywords: Anribution, Just Word Belief, social dimensions.

    Licenciada en Sodolc^fa (Universidad de Buenos Aires). Doctora en Psicologfa (Univcrsidad delPais Vasco, Espafia). Profcsora Adjunta Regular de la ciccdra I dcPsicologtadclTrabajo, Pacultadde Psicologia (Universidad de Buenos Aires). Investigadora Adjunta del CONICET (ConsejoNaciona] dc Investigaciones CicntfficasyT&nicas). Correo electronico: [email protected] en Psicologia (Universidad de Buenos Aires). Bccaiia CONICET (Consejo Nacio-nal dc Investigaciones Cientificas y Tdcnicas). Jefa de Trabajos PrJcticos de Psicologta y Episte-mo]ogfa Gcnetica I (Univcrsidad de Buenos Aires). Correo Electr6iiico: [email protected]

  • La percepcion que tenemos de nosotros mismos, de los otros y delos hechos sociales es uno de Ios temas centrales de la Psicologia Social.Las investigaciones empfricas han demostrado que las explicacionesque ios sujetos damos de los eventos y de los comportamientos propiosy de los otros estin llenas de supuestos, errores e ideas preconcebidasque no siguen las reglas logicas del tratamiento de la informaci6n, sinoque se basan en metodos heuri'sticos simplificadores. As{, para com-prender el comportamiento humano es necesario conocer los procesoscognitivos que median entre la reaiidad ffsica-objetiva y las reaccionesde los individuos.

    Son muchos y significativos los desarrollos realizados en el estudiode la percepcidn y atribucion social. Principalmente Heider (1958), atrav^s de su psicologfa de las relaciones interpersonales, ha contribuidoa conformar este campo de estudio. Es indiscutible la importancia quelos juicios y atribuciones causales tienen en la vida cotidiana y Ia fre-cuencia con que realizamos dichos juicios. Sin embargo, es razonableplantearse cuantas v^c&s se lleva a cabo la actividad reflexiva que lasdistintas teorfas plantean, ya que dicha accidn, de manera manifies-ta, escapa al pensamiento. La mayor parte del tiempo las personas nobuscamos explicaciones ni nos ocupamos de forma activa en controlarlas nuevas informaciones. Al realizar tareas que nos son familiares laspersonas confiamos en guiones aprendidos y generales en los que seha almacenado un conocimiento detallado de como conducirnos endeterminadas situaciones, qud secuencia de acciones desarrollaremos yasf sucesivamente (Langer, 1978). Con la utilizacion de estos guionesnos eximimos de un razonamiento causal complejo, haciendo uso deun conocimiento social almacenado en la mente que esti asociado auna expectativa socialmente condicionada de comportamiento. Mead(1964, como se cita en Blanco, 1996) distingufa entre la conciencia de

  • Elena Zubieta y Alicia Barreiro

    estimulacion y la conciencia de significado, indicando que esta ultimahace su aparicion en los actos complejos y no en los actos habituales.Es decir, en aquellos que requieren de reflexion, que estin sometidosa contraste con los interlocutores y en los que se necesita una toma deposicion. En este proceso, la interaccion con los otros y el grupo sociales un prerrequisito y una precondicion de la conciencia. La conductasocial, en tanto conducta mediada por la estimulacion de otros indivi-duos pettenecientes al mismo grupo, se distingue de aquella asociadaa la inmediatez de las reacciones orgdnicas o al habito. Como indicaBlanco, para Mead no todo acto permite incorporar a la experienciainterna los objetos del ambiente, traer a la conciencia su significado,sino solo aquellos en los que hay implicado un cierto conflicto: elpensamiento analftico lleva implfcito el conflicto entre diferentes lf-neas de actuacion, entre diversas posibilidades de conducta [...] es laexpresion de ese cipo de conflictos y la busqueda para la solucion delos problemas la verdadera reaiidad de la conciencia reflexiva (Blanco,1996, pp. 46-47).

    Las dimensiones sociales de la atribuci6n: creencias en et mundojusto

    Las atribuciones que los individuos realizamos al tratar de enten-der conductas y eventos, mas que perseguir la exactitud, satisfocen so-bretodo necesidades adaptativas, de previsibilidad y control. Ante feno-menos inexplicables o calamitosos, las explicaciones del sentido comunproporcionan un sentimiento o ilusi6n>' de dominio. El individuo quese explica una calamidad tiene por motivaci6n Uegar a cierto grado dedominio de su mundo ffsico y social, intentando comprender las causasdel comportamiento de los otros y de los acontecimientos. Entre otras,estin tambien las funciones de proteccion del amor propio positivode la persona y la de presentarse de manera tal de provocar reaccionesfa vo rabies.

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  • Percepcion socia] y creencia en cl mundo justo

    Un tema clave en la Psicologfa Social en general y en las atribu-ciones en particular es el de la dimensidn social, al que se le anade eltipo de fenomeno que se intenta explicar. Las argumentaciones que elsentido comiin hace de eventos sociales como el desempleo, no son tansimples como aquellas referidas a fenomenos de menor relevancia o im-pacto social en los que probablemente se pueda hacer un mayor ^nfasisen el funcionamiento de mecanismos cognitivos individuales. En t^r-minos de impacto hablamos de lo que Wagner, Duveen, Verma yThe-mel (2000) plantean en el marco de las representaciones sociales conrelacion a que los objetos de la vida cotidiana se vuelven sociales por laforma en que la gente recurre a ellos. En este sentido, a la proposici6nde que un objeto u evento es relevante socialmente potque su incor-poracion a la cotidianeidad es fundamental para Ia identidad personal ysocial de los individuos, hay que anadir el c6mo y de qu^ manera. Porello, consideramos importante introducirnos en lfneas de investigaci6nque aboguen por dar a la teorfa de la atribucion un caricter mas social,examinando en detalle el origen cultural de las explicaciones, su natu-raleza colectiva y las funciones sociales que estas cumplen (Jaspars &Hewstone, 1988).

    Dentro de los distintos tipos de sesgos atribucionales estin aquellosdenominados de error fundamentals, en los que a la hora de explicaruna conducta se hace una sobrestimaci6n de los factores disposicionales,al mismo tiempo que se subestiman facrores situacionales o ambientales.Subyace a este sesgo el mecanismo explicativo de psicologizacion o dela actitud que consiste en poner en el punto de mira solo las caracterfsti-cas individuales a la hora de conocer a alguien, explicar y predecir sucomportamiento (Echebarri'a, 1994). Este error esti asociado a lanorma de internalidad de caricter sociocultural las sociedades misindividualistas hacen ^nfasis en rasgos o disposiciones de las personaspor sobre caracteri'sticas de la situacion o el contexto a la hora de explicarconductas y tiene, en contextos de conflicto social, la funcion de control,homogeneizacion y sumision, evitando el impacto de mensajes prove-nientes de una minorfa mediante el cuestionamiento de su credibilidad

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  • Elena Zubieta yAlida Barreiro

    (p. e. explicar el desempleo a partir de ciertas caracterfsticas de holgaza-nerfa y poco esfuerzo de individuos de un grupo social).

    Develando las caracteristicas culturales que estin detris de esteerror, Nisbett y Ross (1980) sostienen que es mis caracterfstico de indi-viduos socializados en la dtica protestante y en la concepcion de la perso-na que a ella subyace. El calvinismo, ademis de estimular la ambici6n yel individualismo, desarrolla una concepcion del yo como agente orien-tado hacia el mundo, como agente transformador de la reaiidad misque como sujeto paciente determinado por la sociedad. Desde el marcode la Teorfa de las Representaciones Sociales, Farr (1998) plantea que elindividualismo debe ser analizado, no como un mere fenomeno cultu-ral, sino como una representacion colectiva que integra la ideologia delexito y el fracaso sobre la base de las concepciones luteranas y calvinistasen las que cada individuo es responsable de sus propias acciones. Estasrepresentaciones colectivas propias de occidente y atravesadas ideo-logicamente que refuerzan la importancia de la responsabilidad de lospropios actos, inducirfan a estilos atributivos de mayor internalidad y aotra serie de sesgos entre los que se encuentra el del mundo justow.

    La hipotesis sobre la Creencia en el Mundo Justo (CMJ) fue ve-rificada por Melvin Lerner (Lerner, 1965; Lerner & Simmons, 1966),quien hallo en sus experimentos una conjunci6n de fenomenos en losque aparecfa un comportamiento parad6jico: a pesar de la experienciadel mal, el sufrimiento y la injusticia, ciertos individuos mostraban unaextraordinaria capacidad de ver a aquellos fenomenos como situacionesde cardcter anecddtico y en los que se desdibujaba o desaparecfa la ideade una probable injusticia de caricter mis general en la sociedad.

    Tales estrategias cognitivas y argumentativas, que aiin constatandoel mal, la injusticia y el sufrimiento buscan razones y explicaciones di-suasivas de acciones curativas o preventivas, permiten a los individuosconfrontar su ambiente ffsico y social como algo estable y ordenado, ala vez que implicarse en el logro de metas a largo plazo y en la conducta

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  • Percepcidn social y creencia en el mando jusro

    social regulada de la vida cotidiana. De esta manera, la idea-creenciaen un mundo justo es una especie de certeza no criticada de que laspersonas tienen lo que se merecen y se merecen lo que les sucede y es,para Lerner (1965), esencial y constitutiva del hombre.

    A estas estrategias implfcitas de encantamiento de lo real subyacela pregunta acerca de si se trata de un proceso de socializacidn reforza-do por la imposici6n de la programaci6n cultura! o bien de una red deIectura constitutiva de la especie. Y, aunque Lerner este mis proximoa la idea de naturaleza humana)>^, las lfneas que surgen de su teorfacomparten el deseo cientffico de encontrar ciertos invariables situadosfuera de especies culturales y de historicidad que constituirfan el puntode apoyo desde el que se podrfa, si no ya penetrar, al menos organizarla exuberancia de los sistemas de creencias y representaciones ideol6-gicas. Probablemente es en un segundo andlisis o nivel que el trabajode Lerner llevari a integrar los enunciados de creencias que un sistemaideol6gico determinado ha eiaborado. De hecho, varias investigacionesexperimentales que siguen su lfnea de trabajo aun dispersas y de al-cance reducido son la puerta de entrada hacia una psicologfa socialde las creencia5 y las representaciones ideol6gicas (Deconcby, 1988).

    Dentro de los trabajos que pueden considerarse una segunda faseen la investigaci6n de la CMJ segiin la mencionada tesis de un segun-do anilisis o nivel, esti el de Rubin y Peplau (1973), quienes siguenla lfnea experimental de Lerner y construyen una escala de actitudesque permite poner en relacidn esta creencia tanto con otros procesossociocognitivos como con fectores micro y macro sociales. Los autoresratifican que hay evidencia, tanto sistemitica como anecdotica, de quela gente tiene un fuerte deseo de vivir en un mundo justo, un mundoen el que la gente buena es recompensada y la gente mala castigada(Rubin & Peplau, 1973, p. 87). Retomando a Heider (1958), observanque la justicia aparece como una fuerza de obligacion moral que los' Sobre la postura naiuralista de Lerner, que hace aparecer como "natural" lo que es social e

    ideol6gico, ver cl trabajo de Barreiro y Casconna (en prensa).

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  • Elena Zubieta y Alida Barreiro

    individuos tendemos a ver como inherente en nuestro ambiente. Se laconcibe como un ajuste armonioso entre felicidad y bondad, cuan-do ellas coexisten, sentimos que la situacion es como deberfa ser, quela justicia reina. Por otro lado, la coexistencia de la felicidad con ladebilidad es discordante (Heider, como se cita en Rubin & Peplau,1973). Asf, algunas personas pueden estar particularmente dispuestasa percibir el mundo como justo aiin cuando ei mantenimiento de estapercepcion implique sostener una distorsi6n cognitiva. Por otro lado,otra gente puede reconocer de manera clara que el mundo es a menudoinjusto. La primera clase de personas, con fuertes creencias en el mun-do justo, suelen mostrar la tendencia a evaluar a Ia gente con buenosdestinos como mas merecedoras y admirables que la gente con malosdestinos. En cambio, las personas que creen que el mundo es un lugararbitrario e injusto tienden a no realizar esta distorsion, tienden a llevarsus evaluaciones en la direccion opuesta, simpatizando con aquellos cu-yos destinos son malos y juzgando negativamente a quienes presentanun destino mis fevorable.

    Sistemas de creencias y representaciones ideol6gicas

    Dado que las personas no pueden no merecer aquellas cosas felicesque les suceden (Lerner, 1965 en Deconchy, 1988, p. 460) Ios sujetosfiltran su percepci6n y anilisis a trav^s de una creencia que consiste enpensar que, mis alii de toda evidencia, existe una cierta adecuacion en-tre los merecimientos de una persona y su destino. O bien, como es ne-cesario que las personas a quienes les sucede algo malo lo hayan mereci-do (Lerner, 1965 en Deconchy, 1988, p. 460), se recurre a operacionesperceptivo-cognitivas que degradan al inocente o vfctima, subestimansus atributos e instalan sospechas acerca de sus comportamientos.

    Hay muchas razones para creer que la CMJ puede estar condicio-nada por fen6menos sociales tales como el sistema legal de justicia, lareligion, la estructura economica y el sistema de distribucion interne

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  • Percepci
  • Elena Zubieta y AJida Barreiro

    lleva a las personas a desarrollar una visidn consensuada de la reaiidad.La CMJ es retenida y trasmitida a las generaciones sucesivas porquereduce o previene sentimientos de culpa. En los pafses del tercer mun-do la CMJ sostenida por la gente rica y poderosa condena o devaliiaal pobre. Asf, la CMJ es una variable tanto de personalidad como depsicologfa social (Furnham, 1992).

    El presente estudio se inscribe en los intentos por desnaturali-zar las estrategias cognitivas que, si bien provocan una necesaria par-simonia con sus efectos de control y prevision, pueden desencadenartambien procesos de desvictimizaci6n e inhibicion de la accidn contri-buyendo a mantener un determinado status quo, o generar procesos deocultamiento de una reaiidad mas general y compleja. En un estudioprevio (Barreiro & Zubieta, 2005) analizamos la relacion inversa exis-tente entre las ideas de Justicia Inmanente (Piaget, 1979) y la CMJ amedida que los sujetos incrementan su edad y, de esta manera, su ex-posicidn a la socializacion secundaria y a la interiorizacion de pricticasobjetivadas. En este trabajo nos propusimos indagar qu^ ocurre conla CMJ en relacidn con aspectos relacionados con la socializaci6n. Esdecir, ademis de la edad y el sexo, qu^ relacion tiene esta creencia con elnivel de escolaridad y los indicadores de status social como son la ocu-pacion y el capital cultural de los padres. Por un lado, se puede pensarque esta creencia tiene mayor presencia en aquellos menos fevorecidoscomo mecanismo para lograr la tranquilidad cognitiva de que en unfuturo todo seri mejor. Por otro lado, y mis cerca de nuestra hipotesis,es posible pensar que esca creencia estari mis presente en aquellos misfavorecidos y que esta presencia aumentari a medida que los sujetosest^n mis expuestos a instancias de socializaci6n secundaria, es decir,con la edad y el nivel de educacion.

    La hipdtesis de trabajo es que la presencia de la Creencia en elMundo Justo aumenta a medida que aumenta e! nive! de escolaridady edad de Ios sujetos, y que es mis fuerte en sujetos de status social ycapital cultural mis elevado.

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  • Percepcidn social y creencia cn el mundo justo

    Metodologia . .

    Se trata de un estudio de tipo descriptivo-correlacional, con undiseno transversal evolutivo.

    Participantes . - . ' ,

    La muestra, de tipo no probabilfstica intencional, se compone de349 participantes cuyas edades abarcaban el rango de 9 a 35 anos ( Zr= 17; DE = 5,95). De ellos, el 9% concurrfa a una escuela primariade gestidn privada, el 28% a una escuela primaria de gesti6n estatal,el 26% a una escuela secundaria de gesti6n estatal y el 37% restante aestudiantes de Psicologfa de la Universidad de Buenos Aires. Respectoal sexo, el 47% eran hombres y el 37% mujeres.

    Instrumentos

    Para indagar la Creencia en el Mundo Justo se administr6 la Escalade Creencias en el Mundo Justo (Rubin & Peplau, 1973). Esta escalaesti compuesta por diecis^is ftems consistentes en frases referidas a lajusticia del mundo que abarcan distintos imbitos de la vida cotidiana(justicia criminal, trabajo, femilia, etcetera) como por ejemplo:

  • Elena Zubicta y Alicia Barreiro

    (1973) aparecen dos mundos diametralmente opuestos, uno justo yotro injusto, existe la posibilidad de un mundo azaroso o justo en el queninguno de los escenarios anteriores ocurre consistentemente. Se argu-menta que la creencia acerca de que el mundo es no justo es diferente a lacreencia de que el mundo es injusto. La mitad de los ftems de la Escala deCreencias en el Mundo Justo (Rubin & Peplau, 1973, 1975) sostienenque el mundo es justo y la otra mitad que el mundo es injusto pero nin-guno de los ftems indica que el mundo es azar. De esta manera, se puedeargumentar que una respuesta intermedia ni justo nl injusto indicala creencia en un mundo azaroso y que las razones son diferentes paraeste tipo particular de respuesta (Furnham & Gunter, 1984).

    Procedimiento

    Los participantes respondieron un cuestionario integrado porla escala de Creencias en el Mundo Justo (Rubin &: Peplau, 1973) ypreguntas sobre aspectos sociodemogrificos tales como: edad, sexo, es-cuela, grado escolar, nivel ocupacional y educativo de los padres. Laaplicacion del instrumento se realiz6 en los respectivos establecimientoseducativos siendo de caricter colectiva en los estudiantes de nivel pri-mario y secundario e individual y auto-administrada en los estudiantesuniversitarios. La informacion referida al nivel ocupacional y educativode los padres de los estudiantes de nivel primario se complet6 con datosobtenidos de los docentes.

    Resultados

    En consonancia con estudios previos (Durm & Stowers, 1998),no se encontraron diferencias estadfsticamente significativas entre losgrupos de hombres y mujeres respecto de la Creencia en e! Mundo Jus-to e Injusto. En relacidn con la edad, al igual que en el estudio previo(Barreiro & Zubieta, 2004), el anilisis de varianza realizado respectode la Creencia en el Mundo Justo arroja diferencias significativas (^(7

    186

  • Percepciin social y creencia en el mundo jusro

    343): 13,04; ^

  • Elena Zubieta y Alida Barreiro

    medida que se avanza en las distintas etapas de la socializaci6n secun-daria se registre una mayor presencia de CMJ. Al comparar las puntua-ciones medias obtenidas por los grupos de alumnos de nivel primario,secundario y universitario encontramos que estas son significativas {F(2, 343): 60,55;/)

  • Pcrcepci6n social y creencia en cl mundo justo

    40

    30

    20

    10

    20.72

    i "19.65

    4 r

    24.14 ^

    -^'^"'^

    m^20,61

    1

    18.3g

    MJ

    MI

    Bqo Medio Ako

    Figura 3. Puntuaciones medias en Creencia en Mundo Justo e Injustosegiin capital social-cultural.

    Ademis delasocializaci6n secundaria, como instancia de interiorizaci6nde las normas culturales, el bagaje familiar en terminos econdmicos yculturales y en tanto indicador de estratos mas favorecidos refuerza elestilo de las estrategias cognitivas en una dinimica similar a la que aludi'anBourdieu y Passeton (1976) para el imbito de la educacion y previniendopara esa instancia del peligro de una reproducci6n fruto de una doblearbitrariedad". En este sentido, podemos pensar a estos datos como otro delos indicadores de un proceso de socializacion secundaria reforzado por laimposicion cultural a la vez que por el bagaje social familiar.

    Respecto de ia dimension de Mundo Injusto (MI), las medias delnivel de Capital Cultural {F {2, 343) - 8 ,15 ; /K .005) , al igual que loque sucedfa con la Edad, no muestran una lfnea directa descendente.Vemos que en el nivel medio hay una mayor tendencia a creer en lainjusticia en comparaci6n con aquellos sujetos de capital cultural alto.Podri'a suceder -hipotesis en la que habrfa que profundizar en futurasinvestigaciones- que probablemente hay en este grupo individuos concierto nivel y especialidad profesional que, aunque necesitando creer enla existencia de la justicia en el mundo, permanecen mis permeablesa la percepcion y aceptacion de la injusticia. Hablamos de un posiblecompromiso ideologico o de la toma de conciencia a la que aludenBarreiro y Castorina (2005) en su trabajo.

    189

  • Elena Zubieta y Alicia Barreiro

    A SU vez, estos datos nos hacen tambien pensar en la presencia derespuestas del tipo de mundo azaroso o de lo no justo en lugar deinjusto que menciona Furnham (1985). La contingencia de creenciasen la injusticia con la aceptacion del mundo como un lugar justo dacuenta probablemente de que la estrategia cognitiva de parsimonia depensar el entorno como justo no es totalmente excluyente con acordarque el azar o la no justicia existen. Esto aparece claramente cuandoanalizamos las asociaciones entre las variables y encontramos, como seobserva en el Cuadro 1, que si bien la asociacion entre la CMJ y la CMIes negativa, no es estadfsticamente significativa.

    Cuadro 1

    Correlaciones variables analizadas con Creencia en Mundo Justo e Injusto

    Mundo _ ( ( Nivel Capital , . , ,Edad , . , , escolaridadiniusto educattvo cultural ,' padre

    -,058 ,472(") ,511(**) ,429(**),293 ,000 ,000 ,000 ,001343 343 344 344 321

    -,170(**) -,199(**) -,159(") ,002,001 ,000 ,003 ,967346 347 347 321

    ** La correlacion es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

    Respecto de las otras variables, las asociaciones obtenidas son lasque subyacen a las diferencias de puntuaciones analizadas entre los dis-tintos grupos de alumnos. La edad, el nivel educativo, el capital culturaly el nivel de escolaridad del padre se asocian positivamente a la CMJ.Respecto al nivel de educacidn de la madre, este no influye directamentesino a trav^s de la educacion del padre. Con relacion a la CM Injusto, lasasociaciones son de menor fuerza en comparacion con la dimension deMJ y, salvo el nivel de educacion del padre asociacion que no es signi-ficativa, el resto de las variables mantienen asociaciones negativas.

    190

  • Percepcidn social y creencia cn ei mundo justo

    Discusion

    Proponfamos al inicio de este trabajo que nuestro inter^ prin-cipal residfa en aportar con datos empfricos a la desnaturalizaci6nde las distintas estrategias o sesgos cognitivos que tienen lugar en lapercepcion social. Este objetivo no implica dejar de lado los efectos deadaptacidn necesarios que cumplen las atribuciones que realizamos ennuestros juicios sociales en tanto nos permiten el control y la previsidnque desinhiben la accion. En esta lfnea son importantes los estudiosque evidencian algunos efectos positivos de la CMJ en la salud mentaly el bienestar (Dalbert, 1998) o dan cuenta especfficamente de la CMJen tanto estrategia de afrontamiento salugenica en determinados suje-tos (Van Soest, 2000).

    Sin embargo, estos procesos con formas de ilusiones de dominiopueden llevar tambien a operaciones en las que se enfatizan disposicio-nes o rasgos individuales para dar cuenta de fenomenos sociales, comoes el caso de las causas del desempleo y ubicarlas en la holgazanerfa o va-gancia de las personas obviando factores contextuales y evitando hacerevidente temas de desigualdad. Subestimando atributos en cierto grupode individuos e instaiando sospechas sobre sus comportamientos, de-gradando a la vfctima, podemos hacer del maltrato, por ejemplo, unamera situacidn anecddtica y no una problemitica social. Detris de estasoperaciones esti ei sesgo o Creencia en el Mundo Justo desarrollado porLerner (1965), cuyas dimensiones sociales intentamos explorar.

    En el anilisis que Furnham (2003) hace respecto del progreso de lainvestigacion en CMJ en la ultima decada aparecen las dos caras de laCMJ. Aiin cuando la CMJ tenga efectos protectores y sea funcional enciertos individuos, hay que estar prevenidos de su mayor presencia en su-jetos que apoyan el status quo y en contextos de asimetrfa social. La CMJse asocia tambien a un mayor nivel de religiosidad, a la tendencia polfticade derecha y, en los pafses del tercer mundo, la CMJ sostenida por losricos y poderosos condena y devalua al pobre. En su estudio realizado

    191

  • Elena Zubieta y Alicia Barreiro

    basindose en una muestra de californianos en EE. UU., Hunt (2000)concluye que la CMJ refleja una experiencia banca del mundo.

    Como sefialibamos al inicio de este trabajo, las personas puedencreer en un mundo justo debido a experiencias y patologfas personales,en tanto funcionalismo individual, pero hay evidencia tambien de quela CMJ es funci6n no solo de las experiencias personales sino tambiende un funcionalismo social, por ejemplo, de factores sociales y estructu-rales de un determinado pafs o sociedad (Furnham, 1992).

    Los datos analizados en este trabajo corroboran la hipotesis de tra-bajo propuesca acerca del incremento de la Creencia en el Mundo Justo3 medida que aumenta el nivel de escolaridad, la edad y el status socialy capital cultural de los sujetos. Sin embargo, la relacion no es tan in-versamente clara para la dimensidn de injusticia.

    De acuerdo al anilisis en las asociaciones, las tendencias generalessf aparecen de manera inversa a las encontradas para la CMJ pero pre-sentan mayores fluctuaciones. La relacion aparece mis clara a la horade medir las puntuaciones reiativas a los niveles de escolaridad, dondese observa que la mayor creencia en el mundo injusto esta en el nivelprimario y que esta disminuye hasta encontrar su menor puntuacion enel nivel universitario, exactamente lo contrario a lo que sucedfa con lacreencia en el mundo justo. Estarfamos aquf mis cerca de la propuestade la visi6n de Mundo Injusto como el otro extremo del continuo queproponfan Lerner (1965) y Rubin y Peplau (1973), confirmindose sudisminucidn a medida que se asciende en los estadios educativos pero,al mismo tiempo, como en el caso del capital cultural y a la ausenciade asociacion significativa entre las dimensiones de MJ y MI, haytambien apoyo a la posicion de Furnham (1985) acerca de que las sub-escalas de mundo justo e injusto pueden no ser extremos de un conti-nuo simple sino reflejos de distintas visiones de! mundo, como retomabien Loo (2002) en su trabajo.

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  • Percepcidn social y crecnda en e! mundo justo

    Ante lo expuesto, se hacen necesarios mis estudios orientados aarrojar luz sobre los distintos elementos que se ponen en juego a la horade activar el sesgo de la CMJ. Algunos trabajos plantean inquietudesinteresantes acerca del interjuego entre CMJ, valores y personalidadindicando que patrones diferentes de valores pueden ser identificadosque al mismo tiempo tienen relaciones diferentes con la personalidad(Woifradt & Dalbert, 2003). Asimismo, parece interesante la relacionentre dimensiones de creencias en la justicia, la confianza interpersonaly el compromiso religioso (B^gue, 2002). Las ideas acerca del mdrito yel destino, la naturaleza misma del destino o la Valencia de un determi-nado resultado (positivo o negativo) pueden ser aspectos crucialmenteimportantes a la hora de dar cuenta de la CMJ (Mudrack, 2005).

    Siguiendo la tesis de Deconchy (1988) de pasar a un segundo ni-vel en el anilisis de la CMJ para poder ver la relaci6n de esta con otrossistemas de creencias e ideologfas, hemos comenzado por indagar al-gunos elementos que nos permitan acercarnos a la idea de apropiacionsocial mis que a la de componente esencial e innato de los individuos.Planteamos algo similar a lo que Doise (1987) propone en el marco deestudio de las representaciones sociales en tanto anilisis mis dinimicosdt prises de positions, mis cerca de una Iectura sociologica.

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