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península

COORDInaCIÓn De HuManIDaDesCoordinadora: estela Morales Campos

Península

editoresMario Humberto Ruz

Verónica Fidalgo urtecho Daniela Maldonado Cano

Consejo Editorial Comité Editorial cePhcis

Helena Beristáin adrián Curiel RiveraMargit Frenk Carolina DepetrisMaría noel lapoujade Martin Francisco Frickeaurore Monod Becquelin Ricardo lópez santillánestela Morales Campos Mario Humberto Ruzperla petrichluis alfonso Ramírez Carrillo

Apoyo editorialnorma B. Cano Yebra

Marcos García Yehsamuel Flores Osorio (diseño)

adam T. sellen (textos en inglés)

las opiniones expresadas en los trabajos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores.

Dirigir toda correspondencia a:Centro peninsular en Humanidades y Ciencias socialesex sanatorio Rendón penicheCalle 43 s. n., entre 44 y 46Colonia IndustrialC. p. 97150, Mérida, Yucatán, MéxicoTel.: 01 (999) 922 8447 y 48Fax: 01 (999) 922 8446página web: http://www.cephcis.unam.mx

penínsulapublicación semestral del

centro peninsular en humanidades y ciencias sociales

volumen ii, número 2

unIVeRsIDaD naCIOnal auTÓnOMa De MÉXICOMérida, 2008

primera edición: 2008

D. R. © 2008, unIVeRsIDaD naCIOnal auTÓnOMa De MÉXICOCentro peninsular en Humanidades y Ciencias sociales

ex sanatorio Rendón penicheCalle 43 s. n., entre 44 y 46

Colonia Industrial, C. p. 97150Mérida, Yucatán, México

portada: samuel Flores Osorio

Issn: 1870-5766

Impreso y hecho en México

Resúmenes y abstracts . . . . . . . . . . . . . . . . .

artículos

Yucatán: una región socioeconómica en la historiaPedro Bracamonte y Sosa . . . . . . . . . . . . . . .

Red thread of Croatian and Yucatec Maya: What could be common in the two languages?

Melita Kovačević, Barbara Blaha Pfeiler y Marijan Palmović .

u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’: ba’ax yaan u yil yéetel le maaya t’aano’

Antonia Colazo-Simon y Gener Antonio Chan May . . . . .

percepciones del discurso publicitario en Chichí suárez, YucatánLaura Hernández Ruiz . . . . . . . . . . . . . . . .

lecciones del presente para una agenda desde el sur de MéxicoDaniel Villafuerte Solís . . . . . . . . . . . . . . . .

la embriaguez del poder: los estancos de aguardiente y la penetración ladina en los pueblos mames guatemaltecos. el caso de Colotenango

Rosa Torras Conangla . . . . . . . . . . . . . . . .

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península

vol. II, núm. 2otoño de 2007

ínDICe

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De la perversión a la violencia naturalMaría Noel Lapoujade . . . . . . . . . . . . . . . . .

reseñas

pierre Vidal-naquet, La Atlántida. Pequeña historia de un mito platónicoRomina España Paredes . . . . . . . . . . . . . . . .

alba González Jácome, silvia del amo Rodríguez y Francisco urri García (coords.). Los nuevos caminos de la agricultura. Procesos de conversión y perspectivas

Ana Bella Pérez Castro y Lorenzo Ochoa . . . . . . . . .

Intergovernmental Oceanographic Commission, A handbook for mea-suring the progress and outcomes of integrated coastal and ocean ma-nagement

Héctor B. Cisneros Reyes . . . . . . . . . . . . . . .

Breves curricula de los colaboradores . . . . . . . . . . . . .

normas editoriales de Península . . . . . . . . . . . . . . .

Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

ResÚMenes Y aBsTRaCTs

YuCaTán: una ReGIÓn sOCIOeCOnÓMICa en la HIsTORIa

Pedro Bracamonte y Sosa

el artículo se enfoca en el análisis histórico de la conformación de la península de Yucatán como una región a partir de la conquista espa-ñola, sobre la base de sus características distintivas, como son el medio y la presencia constante de numerosa población maya. se examinan, con base en una selección de textos, las condiciones que dieron sentido a la construcción de tres modelos socioeconómicos subsecuentes que dieron impulso al desarrollo del capitalismo y que explican la modernidad a partir de los años setentas del siglo pasado. Tales modelos son: el señorial, el que queda anticuado a las empresas agropecuarias del siglos xix y el que corresponde al capitalismo actual.

Palabras claves: Yucatán, región, mayas, historiografía.

ReD THReaD OF CROaTIan anD YuCaTeC MaYa: WHaT COulD Be COMMOn In THe TWO lanGuaGes?

Melita Kovačević, Barbara Blaha Pfeiler y Marijan Palmović

el estudio propone una comparación de la adquisición de los nombres y de los verbos en dos lenguas tipológicamente diferentes, el croata y el maya yucateco. no obstante que la primera es una lengua altamente flexiva y la segunda, aglutinante, ambas muestran similitudes en el orden de adquisición. los verbos son usados en una edad temprana, y no se ha registrado una explosión nominal anterior. este hecho se explica porque los verbos en ambas lenguas se caracterizan por la transparencia y la com-plejidad morfológica, y porque los nombres tienen menos morfología en el maya yucateco, en tanto que en el croata la morfología es oscura.

Palabras claves: adquisición del lenguaje, nombres y verbos, pre- y protomorfología, croata, maya yucateco.

u GlOTalIzaCIOnIl le káasTlan ku T’a’ana’al YuCaTanO’: Ba’aX Yaan u YIl YÉeTel le MaaYa T’aanO’.

Antonia Colazo-Simon y Gener Antonio Chan May

la investigación se inscribe en el marco de la evolución de dos lenguas en contraste: español y maya de Yucatán, y se centra en el fenómeno de la

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península

glotalización. se analiza la producción de las oclusivas sordas /p t k/ en el español de Yucatán con el fin de comprobar si aparecen los fenóme-nos glóticos mayas. el corpus está formado por habla espontánea, listas de palabras mayas y españolas y textos orales leídos emitidos por 45 locutores (bilingües y monolingües español y/o maya) con un nivel de instrucción alto, medio alto o analfabetos. para el análisis experimental se registraron diversos parámetros acústicos en el oscilograma y en el espectrograma; se utilizaron asimismo la laringografía, para registrar apertura y cierre de la glotis, calidad de la voz y duración de los ciclos glóticos, y la fibroscopía, que permite ver con precisión las estructuras laríngeas. el poner en contraste estos fenómenos fonéticos descono-cidos en el español, y difíciles de identificar, muestra que, tal vez más que en otras ciencias, la representación de lo observable desempeña en fonética un papel decisivo.

Palabras claves: glotalización, espectrograma, laringografía, fibros-copía, ciclo glótico, oclusivas sordas.

peRCepCIOnes Del DIsCuRsO puBlICITaRIO en CHICHí suáRez, YuCaTán

Laura Hernández Ruiz

Tras una introducción a la publicidad y la manera como funciona, se procede al análisis de un mensaje publicitario, considerando sus elemen-tos visuales y verbales. a continuación se exploran diferentes estrategias utilizadas por los publicistas para atraer y retener la atención del lector, y los diferentes actos de habla para obtener una interpretación adecuada del anuncio; se discute la intención real del publicista (insertar la nece-sidad del producto en la mente del receptor) y se hace un análisis de las percepciones obtenidas en Chichí suárez sobre un mensaje publicado en un diario yucateco y sus vínculos con el fenómeno del suicidio.

Palabras claves: publicidad, estrategias publicitarias, suicidio, Yucatán.

leCCIOnes Del pResenTe paRa una aGenDa DesDe el suR De MÉXICO

Daniel Villafuerte Solís

el ensayo examina las potencialidades y debilidades de los estados del sur de México, especialmente Chiapas por su carácter estratégico, y su vínculo histórico y natural con Guatemala y el resto de Centroamérica. señala la ausencia de una clase empresarial emprendedora y dispuesta a invertir en proyectos regionales en el contexto de una economía abierta y desregulada. También alude a la ausencia de una política del Gobierno Federal que permita emparejar los estados del sur con los del centro y norte del país, y a la excesiva dependencia del centro, la cual ha gene-rado procesos nocivos que se traducen en la ausencia de iniciativas de los actores del sur, por lo que plantea la necesidad de un federalismo renovado. a la vez, señala la urgencia de una revaloración de los recursos

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resúmenes y abstracts

naturales estratégicos en perspectiva de un proyecto de desarrollo de largo aliento.

Palabras claves: federalismo, pobreza, desigualdad, exclusión, sur de México

la eMBRIaGuez Del pODeR: lOs esTanCOs De aGuaRDIenTe Y la peneTRaCIÓn laDIna en lOs pueBlOs MaMes GuaTeMalTeCOs.

el CasO De COlOTenanGO

Rosa Torras Conangla

el monopolio del estado guatemalteco sobre la comercialización del aguardiente fue fundamental para su sostenimiento durante los primeros años de vida republicana. el presente artículo analiza los efectos de esa política en una comunidad mam del altiplano huehueteco, productora de caña de azúcar, que provocó cambios determinantes en su composición étnica y en su conformación socio-económica y territorial.

Palabras clave: estanco de aguardiente, estado, relaciones interétni-cas, siglo xix, Guatemala.

De la peRVeRsIÓn a la VIOlenCIa naTuRal

María Noel Lapoujade

el artículo examina el concepto de violencia en algunos autores de la lite-ratura y la filosofía, pasando por la consideración de las ideas de Hermes Trimegisto, Dante alighieri, Voltaire, sigmund Freud, y especialmente Guy de Maupassant y alphonse-Donatien, Marqués de sade. se analiza también el significado del concepto de terror, que, naciendo de un con-cepto que implica amenaza a la vida, termina siendo muestra de cómo la vida mantiene su autonomía y predominio, su equilibrio y armonía cósmica a pesar del terror y la violencia que existencialmente parecieran reducirla.

Palabras clave: Violencia, terror, imaginación, metáfora

* * *

YuCaTán: una ReGIÓn sOCIOeCOnÓMICa en la HIsTORIa

Pedro Bracamonte y Sosa

This article focuses on an historical analysis of the Yucatan peninsula and how it was constructed as a region from the beginning of the spanish conquest, building upon the region’s distinctive characteristics such as the physical setting and the constant presence of a large Mayan population. I will examine, from a selection of texts, the conditions that gave rise to the inception of three socio-economic models that drove the develop-ment of capitalism and explain the region’s modernity from the 1970s onward. These models are: “seignorial”; that which remained linked to

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península

the agricultural businesses of the nineteenth century; and that which corresponds to present-day capitalistic practices.

Key words: Yucatan, region, mayans.

ReD THReaD OF CROaTIan anD YuCaTeC MaYa: WHaT COulD Be COMMOn In THe TWO lanGuaGes?

Melita Kovačević, Barbara Blaha Pfeiler y Marijan Palmović

This study includes a comparison of the acquisition of nouns and verbs between two typologically different languages, Croatian and Yucatec Maya. Both languages, the Croatian, a highly inflective slavic language and the agglutinative Yucatec Maya, which is spoken in the southeast of Mexico, show similarity in the path of acquisition. Verbs are used at early age, no noun explosion is registered. This fact is explained through the complex morphology and verbal transparency along the relative poor overt marked nouns in Yucatec Maya and the rather obscure nominal morphology in Croatian.

Key words: language acquisition, nouns and verbs, pre- and proto-morphology, Croatian, Yucatec Maya.

u GlOTalIzaCIOnIl le káasTlan ku T’a’ana’al YuCaTanO’: Ba’aX Yaan u YIl YÉeTel le MaaYa T’aanO’.

Antonia Colazo - Simon y Gener Antonio Chan May

This study deals with a phonological feature in the grammar of Yucatan spanish, referred to as “glottalization”, which we will explain as an effect of the contact between, spanish and Maya of Yucatán, Mexico.

We will analyze the production of the voiceless stops /p t k/ in Yucatan spanish, in order to show that the Maya glottal phenomena occur system-atically in the spanish spoken in Yucatan. The primary data for our study were taken from spontaneous speech and lists of Maya and spa nish words and texts read aloud by 45 speakers in Yucatan (bilingual and monolingual spanish and/or Maya) with a high, intermediate-high level of instruction or illiterate. For the experimental analysis of the data, oscillographic as well as spectrographic acoustic variables were studied, such as amplitude, duration of the resonance of the noise of explosion, the VOT (voice onset time), and the evolution of the formants. another part of the study was based on the use of the laryngograph, which permits the registration of the opening and closing of the glottis, the voice qua lity and the duration of the glottic cycles. The third and final technique was based on fibroscopy, which enables the precise observation of the laryngeal structures.

The need to contrast these phonetic phenomena, which are unknown in the standard variants of spanish, and difficult to identify, shows that, more than in other sciences, visual observation plays a decisive role in phonetics.

Key words: glottalization, oscillographic and spectrographic acoustic variables, laryngograph, fibroscopy, glottic cycles.

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resúmenes y abstracts

peRCepCIOnes Del DIsCuRsO puBlICITaRIO en CHICHí suáRez, YuCaTán

Laura Hernández Ruiz

This article begins with a general analysis of advertising and how it works. From there, a particular advertisement from print is discussed, analyzing all the visual and verbal elements within. later, the different strategies used by advertisers in order to attract and keep the reader’s attention are explored, as well as the different speech acts, for the pur-pose of obtaining an adequate interpretation of the ad. Then, the real intention of the publicist is discussed: to convince someone to buy the product through ingenious marketing, without, however, realizing that some of these strategies may cause harm to the recipient of the message. Finally, some of the recipients’ perceptions obtained in Chichí suárez are analized.

Key words: advertising, advertising strategies, suicide, Yucatán.

leCCIOnes Del pResenTe paRa una aGenDa DesDe el suR De MÉXICO

Daniel Villafuerte Solís

The present essay examines the potentialities and weaknesses of the states of south of Mexico, especially Chiapas because of its strategic character, historical and natural link with Guatemala and the rest of Central ame-rica. It points out the absence of an enterprising business class prepared to invest in regional projects in the context of an open and deregulated economy. also this essay refers to the absence of a federal government´s policy that permits to make even the states of the south with those ones of the center and north of the country. The excessive dependence on the centre of the country has generated harmful processes expressed in the lack of initiatives of the south political actors, from what it raises the need of a renewed federalism, and together with this, it points out the urgency of a revaluation of the strategic natural resources in prospect of a long breath development project.

Key words: federalism, poverty, inequality, exclusion, south of México.

la eMBRIaGuez Del pODeR: lOs esTanCOs De aGuaRDIenTe Y la peneTRaCIÓn laDIna en lOs pueBlOs MaMes GuaTeMalTeCOs.

el CasO De COlOTenanGO

Rosa Torras Conangla

The monopoly that the Guatemalan state had over the cane spirit com-mercialization was fundamental for its support during the first years of his republican life. This article analyzes the effects that this political state had in a Mam community of the Huehueteco “altiplano”, that was sugar

cane producer; this situation caused significant changes in its ethnic com-position and in its socio-economic and territorial constitution.

Key words: cane spirit monopoly, the state, inter-ethnic relations, xix century, Guatemala.

De la peRVeRsIÓn a la VIOlenCIa naTuRal

María Noel Lapoujade

This article examines the concept of violence in some philosophic and literary authors, including the ideas of Hermes Trimegist, Dante ali-ghieri, Voltaire, sigmund Freud, and especially Guy de Maupassant and alphonse-Donatien, Marquis de sade. This article analyses also the meaning of the concept of terror, which, being born from an idea that implies a menace to life, becomes finally a demonstration of how life maintains its autonomy and prevalence, the balance and the cosmic har-mony that seem to reduce it existentially.

Key words: Violence, terror, imagination, metaphor.

Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

fecha de recepción: 15 de marzo de 2008fecha de dictamen: 28 de abril de 2008

YuCaTán: una ReGIÓn sOCIOeCOnÓMICa en la HIsTORIa

Pedro Bracamonte y SosaCIesas-peninsular

este breve trabajo tiene un objetivo acotado. pretendo reflexionar acerca de la construcción de la región socioeconómica que conocemos como Yucatán desde una perspectiva histórica. De hecho, sólo aspiro a trazar las líneas más generales sin analizar los procesos específicos, pues esa tarea en parte ya fue realizada por diversos autores. Intento basar las conclusiones, particulares y generales, en una selección de estudios que considero relevantes para mi propósito, sin pretender, en modo alguno, escribir un “estado de la cuestión” acerca del tema. las siguientes páginas no son del todo inéditas, pues en buena medida las ideas se contienen en trabajos previos,1 pero he intentado articularlas en torno de una pregunta básica ¿es en realidad Yucatán una región socioeconómica?

Los componentes de la regionalidad yucateca

se suele decir que la península de Yucatán conforma una región socioeconómica, a pesar de que está dividida en tres entidades de la federación mexicana y en 121 mu-nicipios muy desiguales en población, nivel de ingresos e infraestructura, entre otras variables. es una realidad que ahora —desde 1970 aproximadamente— la moder-nización de la península, a la que llamaré simplemente Yucatán en honor al pasado, ha generado un tipo de integración socioeconómica que conjuga diversos procesos específicos que se complementan necesariamente: a) la desincorporación de decenas de miles de ejidatarios henequeneros del crédito agrario (literalmente su desocupa-ción), b) el desarrollo de ciudades y zonas turísticas en la costa Caribe (Cancún, playa del Carmen y la Riviera Maya hasta Tulum), c) el impulso a la industria ma-quiladora en Mérida y diversos pueblos, d) el crecimiento de la infraestructura, e) la urbanización de la población rural y el consiguiente crecimiento urbano acelerado, y f ) el desarrollo de los movimientos migratorios (permanente, estacional y por día).2

1 un análisis de los modelos de la economía peninsular fue planteado en el libro Una deuda histórica, Bracamonte, 2007, cap. 1.

2 Baños Ramírez, 1989, 1996, 2001 y 2003; Canto, 2001; Bracamonte y lizama, 2006.

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pedro bracamonte y sosa

en pocas palabras, la inversión de capital financiero (público y privado) y la dis-posición de cuantiosa mano de obra libre, mayoritariamente indígena, han remo-delado el paisaje de Yucatán. no es la primera vez que la península ha vivido, en su conjunto, profundas transformaciones y es de llamar la atención un fenómeno que intentaré explicar aquí: se puede decir que, en mayor o menor medida, con más o menos integración económica y social, Yucatán ha sido siempre, desde el siglo xvi al menos, una región construida por sus habitantes e interpretada por sus historiadores.

pocas regiones de México y de américa latina han sido tan estudiadas como Yucatán. esta región cuenta, además, con una larga lista de historiadores. en las páginas de su historia escrita se entreveran las visiones eclesiástica, liberal, na-cionalista, indígena y la profesional o académica con variados matices teóricos; y se puede decir que en la mayoría de las obras que la conforman el historiador se apropia, a la manera de su espacio natural de estudio, de esa unidad regional. exploremos, entonces, con base en una selección historiográfica, los procesos de larga duración que construyeron a la sociedad regional yucateca actual.

Como cualquiera sabe, Yucatán es una gran planicie con poca altitud y varia-ción climática, de un noroeste de selva baja a un sureste en donde predomina la selva media y alta alternada con sabanas y ciénegas y pantanos. De hecho, el régimen de lluvia es ligeramente más acentuado en esa parte sureste, aunque casi con la misma permeabilidad del suelo que en el noroeste. sin ríos, más que en sus extremos sureste (río Hondo) y suroeste (río Champotón) tiene escasa agua superficial, pero cuenta con un manto freático de agua renovada por las lluvias. por último, cabe decir que, salvo pequeñas zonas, la capa de suelo es muy delgada, interrumpida frecuentemente por piedra caliza. De manera que la península es una región natural, que ayuda a explicar a las sociedades que la han habitado. el medio es, por consiguiente, el primer componente de la regionalidad de la península.

en ese espacio floreció, precisamente, parte de la civilización maya que in-ventó, a más de un cúmulo de adelantos culturales y científicos, un conjunto de sistemas productivos capaces de generar riqueza y excedentes enajenables. el más conocido es el de la milpa, pero también cultivaban en terrazas y con otras técni-cas. puedo decir que los mayas y su cultura constituyen la base social primigenia de la regionalidad de Yucatán; su segundo componente. si bien en 1506 los navegantes Juan Díaz de solís y Vicente Yánez pinzón hicieron un recorrido por el Golfo de Honduras hasta avistar la parte oriental de Yucatán, en realidad fue hasta 1517 que Francisco Hernández de Córdoba realizó el primer recorrido por las costas de la península desde cabo Catoche hasta Champotón. siguieron luego las travesías de Cortés y de Francisco de Montejo, este último ya con la empresa de la conquista.3 Tres asuntos llamaron la atención de los primeros con-

3 Macías, 2006, Caps. 1 y 2.

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yucatán: una región socioeconómica en la historia

quistadores europeos: a) que no había el oro que deseaban descubrir y rescatar, b) que no existían tierras fértiles para los cultivos europeos, pero que, a cambio, c) la población maya era numerosa y organizada para la producción con su propia tecnología. Descubrieron que desde Champotón hasta Chetumal, en la base de la península, hacia el norte prevalecía una homogeneidad lingüística, cultural, histó-rica y organizacional, que dominó el escenario hasta los inicios del siglo xx.4

ese panorama fue, en parte, representado en un recuento de imágenes histó-ricas. entre los primeros historiadores, los eclesiásticos, se puso énfasis en la des-cripción de tres granes procesos: a) la relación de la prolongada conquista militar, b) los pormenores y avances de la conquista espiritual realizada por la Orden de san Francisco y c) la descripción de la sociedad conquistada. así, la construcción inicial propiamente historiográfica de Yucatán —si dejamos de lado la Relación de las cosas de Yucatán de fray Diego de landa (1973)— se remonta a principios del siglo xvii, sustentada en una prolífica base documental. es precisamente esta cualidad la que le otorga su innegable carácter historiográfico, más allá de la argu-mentación partidaria. los tres textos de mayor trascendencia son el libro de fray Bernardo de lizana, Devocionario de Nuestra Señora de Izamal y conquista espiri-tual de Yucatán, publicado por vez primera en 1633,5 la Relación historial eclesiástica de la provincia de Yucatán de la Nueva España de Francisco de Cárdenas Valencia escrita en 16396 y la Historia de Yucatán de fray Diego lópez Cogolludo, que se editó en 1688.7

se puede desprender, de la lectura de estos libros, que un tercer componente en la construcción social de la región peninsular yucateca se deriva, precisamente, de la implantación del régimen colonial, de las diferentes jurisdicciones política, militar y religiosa que se pudieron construir y defender en el siglo xvi y aun des-pués.8 Tenemos, en un primer momento, los amplios territorios que Francisco de Montejo exploró e intentó retener para su causa particular que incluyen Yucatán, Honduras, Chiapas y Tabasco, espacio que se redujo a la provincia de Yucatán, es decir la península, sus islas (Cozumel y de Mujeres) y Tabasco. De manera que la gobernación y la capitanía general con su estructura de capitanías a guerra en los partidos pusieron límites administrativos en lo civil y militar que, a la postre, tendrían influencia en la vida social y política de la región.9 en el juego de las jurisdicciones hay que tener en cuenta, desde luego, a la provincia franciscana de san José de Yucatán y al obispado que, aunque se creó mucho antes, fue ocupado hasta 1561.10 amén de los ocasionales intentos del Gobierno, la Iglesia y los co-

4 la conquista de Yucatán está reseñada en Chamberlain, 1974.5 lizana, 1995.6 Cárdenas Valencia, 1937.7 lópez Cogolludo, 1867.8 la expresión geográfica de las jurisdicciones se puede ver en antochiw, 1994. 9 Gerhard, 1991.10 Gon zález Cicero, 1978.

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pedro bracamonte y sosa

lonos por refrendar y ampliar tales jurisdicciones territoriales, la verdad es que el esfuerzo colonial se concentró en la península, y más específicamente en su parte noroccidental, por la simple razón de que en esta parte de la geografía se aglutinó la absoluta mayoría de los pueblos mayas. Cozumel quedó casi despoblado, Bacalar sólo tuvo ocupación intermitente por la escasez de población originaria,11 Tabasco mantuvo siempre una lejana distancia y el petén se mantuvo independiente hasta 1696, para después ser arrasado por las epidemias.

al pensar en la manera como se fraguó la región peninsular desde el mismo siglo xvi, hay que atender, como un cuarto componente, al tipo de relaciones que resultaron de la prolongada conquista, entre la sociedad maya y los colonos europeos, esto es, en el pacto social derivado del binomio conquista/resistencia. Hemos insistido en que la dominación colonial en ésta área fue factible por un acuerdo en el que si bien los europeos obtuvieron la obediencia, la sociedad que quedó sujeta logró imponer, asimismo, sus propias condiciones de sobreviven-cia,12 en parte gracias a la política proteccionista de la Corona.

los primeros análisis acerca de la época colonial los debemos a los historia-dores liberales del siglo xix e inicios del xx, quienes evaluaron, precisamente, el papel de la colonización y de sus resultados. También enfocaron sus textos a la sociedad maya, y se preocuparon por su historia antigua y sus formas de organi-zación social.13 lo hicieron por dos motivos: por la búsqueda de los orígenes de la convulsionada sociedad decimonónica, y por la incipiente necesidad de la in-tegración. Construyeron historias políticas de larga duración, asimismo con una sólida base documental, y trataron de saldar cuentas con las corporaciones, las acérrimas enemigas del liberalismo mexicano del siglo xix: a saber, la Iglesia de la que en Yucatán poco tenían que atender, y los pueblos de indios, de los que mu-cho tenían que preocuparse y a los que no pudieron vencer del todo. es también una construcción historiográfica decididamente impactada por entender las cau-sas de la sublevación maya de 1847 a la vez que por dar cuenta y explicar las acres luchas interregionales por el poder.14 los historiadores liberales comenzaron a bosquejar el fraccionamiento político de la península, que se inició con la separa-ción de Campeche como entidad federativa autónoma en 1857 y a la que siguió la segregación del Territorio de Quintana Roo en 1901. esta fragmentación, que desdibujó el mapa político, apenas influyó en la composición social y económica de la península.

una historiografía local, de carácter nacionalista y patriótico, se desplegó en Yucatán poco después de la Revolución Mexicana de 1910 y del movimiento de masas generado por los constitucionalistas al frente de salvador alvarado y

11 Jones, 1990; Bracamonte y solís, 1996, Cap. 2. 12 Bracamonte y solís, 1996. 13 ancona, 1978; sierra, 1994. Molina, 1943. Mención especial merece la Historia antigua de

Yucatán del obispo Crescencio Carrillo y ancona, publicada en 1937.14 en especial Baqueiro, 1990; sierra, op. cit.; ancona, op. cit.

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yucatán: una región socioeconómica en la historia

luego impulsado por el partido socialista del sureste y las ligas de Resistencia que alcanzaron el gobierno del estado de Yucatán con Felipe Carrillo puerto.15 Otra vez la población maya y, más específicamente, su lengua y su cultura ocupan un sitio privilegiado, aunque sea para ser señaladas como los problemas a vencer en la cons-trucción regional de la nacionalidad. es cuando comienza a enseñarse formalmente la historia como una materia en la educación básica, ligada aún a la geografía.16

a los historiadores profesionales o académicos debemos el hilar fino y hacer aflorar, en sus estudios, el análisis de los componentes de la terca regionalidad yucateca. a los cuatro antes aludidos, espacio natural, base maya, implantación de las jurisdicciones coloniales y relación asimétrica entre europeos y pueblo co-lonizado, es preciso agregar otros tres, conformados por los modelos específicos de economía que han predominado hasta ahora y que pueden ser llamados, en un lenguaje llano, a) el señorial, b) el de las haciendas y c) el de capitalismo pleno. el estudio de esos modelos se concentró en el siglo xx y se originó con el análisis de la sociedad maya, realizado en buena medida por historiadores extranjeros, a los que se debe la primera imagen de esa sociedad durante la época colonial, de sus formas de organización social, su territorialidad, su cosmovisión, literatu-ra y resistencia.17 el marcado interés por la sociedad original se explica porque en las primeras décadas del siglo xx la población maya era todavía mayoritaria.por ejemplo, en 1930 el 72.2% de toda la población del estado de Yucatán de cinco años y más hablaba lengua “indígena”. Fue gracias a ese conocimiento, aunque incompleto y básico, que se pudo ir delineando, en las décadas siguientes, un mejor acercamiento al pasado peninsular, en la medida que se exploraron los numerosos fondos de archivos locales, nacionales y extranjeros.

Los modelos de la economía peninsular

se puede decir que es a partir de la fundación de Mérida18 cuando, en Yucatán, se formalizó el diseño de una economía que marcó el rumbo de la provincia hasta mediados del siglo xviii. en ese modelo se fraguaron, asimismo, los amarres so-ciales de dominio/sujeción que perduran hasta hoy entre la sociedad regional y la sociedad maya. Diversos instrumentos legales dieron sustento a ese rumbo,19 los cuales reglamentaron la instauración de la encomienda20 y de su contrapartida

15 Gamboa, 1943. 16 Ver, por ejemplo, lope, 1927, y Gobierno del Estado de Yucatán, 1941. 17 Roys, 1933, 1943, 1957; scholes y Roys, 1996.18 la historia de la conquista de la península de Yucatán puede verse en Molina solís, op. cit. y

Chamberlain, op. cit..19 entre esos instrumentos destacan: la capitulación de Francisco de Montejo de 1526, el acta

de la fundación de la capital provincial en 1542, la visita y ordenanzas del oidor lópez Medel en 1552, las primeras tasaciones de tributos y la visita y ordenanzas del oidor Diego García de palacio en 1583.

20 el estudio más importante sobre la encomienda en Yucatán es el de García Bernal, 1978.

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complementaria: el pueblo de indios, como los dos ejes que marcaron la estruc-tura social.21 De modo que los esfuerzos en las primeras décadas de la colonización se centraron en lograr un nuevo orden que reorganizara en torno de esos dos ejes —encomienda y pueblo— la abundante mano de obra indígena tanto para la subsistencia como para la producción tributaria y mercantil.

en pocas décadas, sin embargo, la encomienda como institución rectora del modelo de régimen colonial yucateco mostró sus debilidades, pues muchos des-cendientes de los primeros conquistadores quedaron excluidos. en 1624 el go-bernador Diego de Cárdenas explicaba al Consejo de Indias que había más de 500 descendientes de conquistadores sin encomienda ni ayuda de costas.22 pero los be-neficiados, como rentistas, reprodujeron un estilo de vida más de carácter señorial que empresarial e impusieron sus condiciones en el Cabildo de la capital provincial. este grupo, en nada homogéneo, tendía a unirse en la defensa del modelo rentista cada vez que la Corona intentó restringir los beneficios de las encomiendas.

es necesario destacar que tanto la encomienda como el subsiguiente mecanis-mo de exacción de la riqueza pudieron tener éxito gracias a la continuidad de una antigua forma de organización del trabajo en la sociedad maya conocida como el mulmenyah, concepto que puede ser sintetizado como el trabajo y tributo de los indios del común organizado por la elite. este sistema coercitivo permitía reprodu-cir la organización interna de los pueblos al sostener a su dirigencia política, e hizo posible cumplir con todas las obligaciones que afrontaban los pueblos. el trabajo colectivo se usaba lo mismo para obras de construcción y milpas de comunidad que para los servicios públicos y en buena medida se destinaba a generar los efec-tos requeridos para cubrir las cargas impositivas de las repúblicas. en la Colonia, el término mulmenyah se transformó en lunesmenyah porque fue precisamente el lunes el día de trabajo que entregaban gratuitamente los indios del común a su comunidad.23 Fue en esa estructura donde se potenció, por efecto de la con-gregación poblacional y de la centralización del poder en manos de los caciques y cabildos, la generación de los excedentes que después circulaban por muy di-versos senderos, desde el tributo hasta las limosnas, pasando obviamente por el intercambio desigual. en las ventajas de ese tipo de trabajo corporativo y com-pulsivo se encuentra la clave para entender el pausado pero sostenido crecimiento económico de la sociedad colonial yucateca hasta entrado el siglo xviii,24 a pesar de la caída demográfica maya, un tema poco estudiado hasta ahora.25

21 el proceso de reducciones de los asentamientos mayas dispersos para la creación de los pue-blos y las repúblicas indígenas se contiene en Quezada, 1993.

22 Informe al Consejo del gobernador don Diego de Cárdenas y de los oficiales reales, Mérida, 3 de noviembre de 1624, en aGI, México 1024, ff. 54r-60v.

23 Bracamonte y solís, 1996: 281-292. para una explicación detallada del mulmenyah ver solís, 2003a: 281-292.

24 un análisis de la economía colonial yucateca se puede encontrar en patch, 1993.25 los estudios más importantes de la demografía maya y peninsular durante la colonia son los

de Cook y Borah, 1978, y García Bernal, op. cit.

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Como primera institución de transferencia de riqueza, la encomienda tendió a adecuar la producción de los mayas colonizados en dos sentidos: en la búsqueda de la subsistencia y en la selección de productos susceptibles de ingresar al mercado regional y ultramarino. en el primer ámbito los colonos no tuvieron más camino que aceptar un mestizaje alimentario en el que el maíz y los otros cultivos de la milpa constituyeron la base primordial. si bien los españoles introdujeron el cerdo y el ganado mayor, animales que con el tiempo llegaron a tener un impor-tante significado económico y cultural, el sustento dependió casi por entero de la economía de los pueblos mayas. en el perímetro de la selección de los productos comerciales la oportunidad se ubicó en la confección de mantas de algodón en te-lares de cintura y, en menor medida, en la recolección de cera y en la explotación del palo de tinte.26 el reordenamiento productivo en el espacio de la economía maya por la influencia de la encomienda fue de gran magnitud pues significó el desplazamiento de muchos productos y técnicas y la readecuación de las rutas de intercambio que se centralizaron en Valladolid, Mérida y el puerto de Campeche. sin embargo, todos los cambios descansaron en la fuerza laboral de los mayas.

a pesar de la autonomía con la que los cabildos mayas asumieron el control de la mano de obra y de los recursos territoriales, el orden colonial terminó por imponer una especie de involución en la vida económica al seleccionar algunos productos para el comercio exterior y concentrarlos a unas cuantas rutas para su distribución social, controlando, al mismo tiempo, la pequeña producción agropecuaria y artesanal.27 el propio paisaje peninsular se modificó siguiendo ese patrón de organización provincial de producción y distribución de excedentes, desde las cabeceras de las repúblicas de indios hasta los centros de acopio a través de cientos de senderos y caminos construidos para el uso de las bestias de carga, de los acuchpaches o cargadores y para la comunicación mediante postas o correos.28

pero más trascendente aún fue que tal reorganización de la población, de los recursos territoriales, de la selección de productos y de la infraestructura cami-nera, cimentó las bases para el rápido auge de otro mecanismo de exacción de riqueza que, se puede afirmar, se convirtió en el principal motor de la economía regional, más allá de la economía rentista, y por tanto limitada, de la enco-mienda en el marco de este primer modelo socioeconómico. Me refiero, desde luego, al sistema de los repartimientos y de manera especial a los contratos para la confección de mantas de algodón, que cobraron auge desde la última década

26 el caso específico del palo de tinte se puede ver en Contreras, 1990.27 en Yucatán se producían, hacia 1665, grana, añil, henequén, cera, madera, ámbar, vainilla,

reatas, costales, cables para la armada de Barlovento, carey labrado, calzado, colchas, paños, baúles, hamacas, sal, palo de tinte y otros productos, de los que algunas cantidades se enviaban en las flotas a la metrópoli y otros lugares. Ver “el procurador sobre la decadencia de la productividad en Yucatán a causa de las grandes cantidades de alcohol que llegan de las islas,” aGI, México 1035, 1700, ff.12r.

28 solís, op. cit.: 96-105

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del siglo xvi.29 su origen se encuentra en el intercambio desigual que empeza-ron a desarrollar pequeños comerciantes que iban de pueblo en pueblo llevando mercaderías y aperos de labranza y que vendían muy caros o intercambiaban por mantas de algodón. esta actividad fue concentrada en poco tiempo por el capital comercial de Mérida, Campeche y de la metrópoli y se vinculó estre-chamente al poder político provincial que tendió a monopolizarla, a pesar de reiteradas prohibiciones por parte de la Corona.

en una apretada síntesis se puede decir que los gobernadores y sus socios que aportaban el capital usaban la misma estructura de jefatura política de los 15 partidos en los que se dividía administrativamente la gobernación y capitanía general de Yucatán y la red de jueces españoles en los pueblos de indios, para obligar a los caciques y cabildos a contratar cuotas de producción de mantas a plazos determinados, por lo regular de seis o cuatro meses. en poco tiempo esta red cubrió, en la práctica, a todos los pueblos e incluso fomentó una especie de especialización del trabajo, pues mientras en unas localidades (en el oriente por ejemplo) se procuraba el cultivo del algodón, en otras se privilegiaba su hilado y el tejido de las mantas.

De esta manera el capital comercial, aliado con la burocracia, se enseñoreó de los pueblos e incrementó en buena magnitud la jornada laboral de la mano de obra maya, especialmente de las mujeres encargadas de la parte más ardua del proceso, consistente en el hilado y tejido del algodón.30 pero el incremento en la jorna-da laboral no se tradujo, en modo alguno, en mejores ingresos para las familias mayas, pues los exiguos recursos monetarios apenas y daban abasto para afrontar las cargas tributarias y las otras contribuciones. Tal incremento en el volumen y en el ritmo del trabajo indígena y, por ende del excedente, fue factible por la ya citada continuidad del mulmenyah, y al descansar en este mecanismo fortaleció el control de los recursos naturales y de la mano de obra por parte de las repúblicas. las mantas se acopiaban en el puerto de Campeche para diferentes destinos como las zonas mineras de la nueva españa, Cuba, el perú y españa. De hecho, en ese puerto se formó una elite mercantil que si bien tenía tratos con algunos comer-ciantes de la metrópoli, se especializó en el comercio interregional con la nueva españa y la cuenca del Caribe.31 así, a más de los tributos, los repartimientos liga-ron a Yucatán con el sistema económico colonial e hicieron fluir recursos moneta-rios para la provincia, que facilitaron la adquisición de productos españoles (ropa, vino y aceite entre otros) llegados por el sistema de flotas a Campeche y sisal.32

el circuito de la explotación colonial abarcaba —como componente sustancial de apropiación de trabajo directo— los llamados servicios personales que, por

29 el estudio más completo sobre los repartimientos es el de solís, op. cit.30 Bracamonte y solís, 1996: 235-268.31 García Bernal, 2005b: 43.32 en numerosas ocasiones las exacciones de los repartimientos generaron oposición y conflicto

e incluso sublevación. Ver, por ejemplo, García Bernal, 1979.

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mandato de los gobernadores de la provincia, estaban obligados a entregar los pueblos para muy diversos destinos, entre los que sobresalen las obras públicas (caminos, iglesias, murallas, etcétera), las obras privadas, el servicio particular de las casas de los españoles, el acarreo de productos, la agricultura y la vigilancia de las costas. se trataba de un trabajo forzoso que involucraba, por rueda y tanda, es de-cir por partes,33 a hombres y mujeres y que estaba tasado a un determinado precio y sujeto a cierta reglamentación.34 el circuito incluía, asimismo, otras maneras de apropiación del trabajo de los mayas, ya fuera en forma directa o indirecta, como eran las cargas eclesiásticas (limosnas muy diversas y obvenciones) e incluso el trabajo comunal. De modo que este modelo inicial articulaba en un solo sistema el tránsito de riqueza mediante la entrega de trabajo efectivo y de productos ya fuera por la vía de las imposiciones tributarias, ya por la producción mercantil, dejando a la población colonizada únicamente el tiempo indispensable para la producción de subsistencia.

el segundo modelo de economía, como componente de la regionalidad yu-cateca, al que hemos hecho referencia, estuvo marcado por el desarrollo de las empresas agropecuarias particulares. Como sistema dominante tuvo su origen hacia mediados del siglo xviii cuando el desarrollo de las estancias y haciendas ganaderas cobró auge y se hizo evidente la crisis de la encomienda y de los re-partimientos de mantas.35 se puede decir, sin ánimo de forzar las cosas, que las relaciones capitalistas de producción tienen su antecedente más inmediato, en la región, en ese proceso pausado de construcción de empresas y abatimiento de las viejas formas de explotar a la población indígena.36 entre las razones del deterioro de estos mecanismos se pueden citar la tendencia de la Corona a cancelar las en-comiendas privadas para allegarse mayores ingresos, y su interés por poner coto a los repartimientos que ningún recurso dejaban a sus arcas; el crecimiento de un capital comercial en búsqueda de fuentes de inversión, el aumento demográfico de la población criolla sin acceso a los réditos de encomienda o empleo en la burocracia y la Iglesia, el espíritu creciente del liberalismo y el impulso al creci-miento de la producción agropecuaria.

si el desarrollo de las relaciones capitalistas de producción significa, en su con-figuración más elemental, la producción mercantil con base en el trabajo asala-riado y el dominio de la sociedad por el mercado, entonces la génesis más directa del capital regional se encuentra en la estancia ganadera y sobre todo en su suce-

33 al final de la Colonia, por ejemplo, los mandamientos de trabajo estaban restringidos a una ter-cera parte de los indígenas útiles y sobrantes de cada pueblo a más de que se consideraba a una cuarta parte de la recluta para cubrir a los enfermos y ausentes. Bracamonte, 1993: 131-132.

34 solís, op. cit.: 39-105.35 el origen y desarrollo de las haciendas yucatecas se puede consultar en: patch, 1976, 1983,

1985, 1993; García Bernal, 1991, 1994 y Bracamonte, 1993.36 un estudio sobre el crédito da cuenta del pobre estado empresarial a fines de la Colonia.

Contreras, 2004.

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dánea la hacienda agropecuaria y exportadora. Ya que una cosa es el dominio de una región periférica por el desarrollo del capitalismo como formación histórica a escala de una economía-mundo y otra el desarrollo de las relaciones capitalistas de producción en esa misma zona. Como explicara Marx, la relación humana que significa el capital entre propietarios y desposeídos, requiere de un periodo histórico que él denominó de acumulación originaria, esto es, de reordenamiento social por medio del cual buena parte de la población es despojada de sus medios de producción y de vida hasta quedar en condiciones de tener al trabajo asala-riado como único recurso para sobrevivir.37 en Yucatán ese reordenamiento duró mucho tiempo y resultó incompleto por varios factores: por la misma ideología señorial y rentista de los colonos, por la fuerza de los pueblos como corporaciones que controlaban tierras y mano de obra, por las restricciones al comercio ultra-marino sólo paliadas a fines de la Colonia por alguna libertad38 y por la debilidad del estado liberal al enfrentar la cuestionada empresa del despojo agrario a lo largo del siglo xix.39

así se explica que, excluidos de rentas y ganancias del repartimiento, nume-rosos españoles pobres que vivían en los mismos pueblos de indios encontraran en la pequeña producción agropecuaria las posibilidades de un mejor futuro. sin duda la hacienda yucateca tuvo como su principal promotora a una clase de crio-llos y también mestizos de escasos recursos, muchos de cuyos miembros man-tenían buenas relaciones con las autoridades locales. También un sector de los encomenderos que veía próxima la ruina de la institución encaminó sus esfuerzos y recursos a esa actividad. el desarrollo de este nuevo modelo implicó antes que nada, como condición necesaria, un serio cuestionamiento a los haberes de las repúblicas indígenas, más específicamente a sus territorios políticos y a la organi-zación corporativa de su mano de obra al competir con la hacienda por la tierra y la fuerza laboral.

en Yucatán, salvo algunas fincas que se originaron en tempranas mercedes de tierras, la transición del suelo de manos mayas a otros grupos fue producto del mercado tanto de particulares y linajes como de los propios cabildos, apremiados por deudas de tributos u otras causas.40 la búsqueda de tierra generó una fuerte competencia lo que explica, en parte, la cantidad de fincas y su tamaño más bien reducido en la península yucateca en donde no se desarrolló el latifundio como el que dibujó Chevalier para el centro y norte de México.41 Con tierra y mano de obra limitadas y escaso capital financiero, los estancieros encontraron en la

37 Marx, 1973, T. I, Cap. XXIV.38 Yucatán no podía comerciar directamente con españa, ni con las otras colonias americanas.

Hasta 1770 la provincia quedó habilitada para hacer tratos con la metrópoli y en 1778 se permitió el comercio libre en el puerto de Campeche. perez-Mallaina, 1978; 62-66.

39 Güémez, 1994 y 2005.40 Bracamonte, 2003: 152-160; García Bernal, 1991.41 Chevalier, 1981.

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crianza de ganado mayor y de bestias de carga la oportunidad de capitalización42 y luego ensayaron con algunos productos comerciales como la caña de azúcar.43 es bien sabido que la ganadería requiere pocos operarios y además la práctica de origen castellano de pastos comunes que se impuso en Yucatán, y una in-fraestructura mínima en corrales y noria, hizo factible la multiplicación de ese tipo de fincas. entrado el siglo xviii el crédito eclesiástico y comercial permitió dinamizar relativamente la economía regional pues brindó recursos frescos a los estancieros, pero los préstamos, que también se destinaban a fines de consumo improductivo (como las capellanías y obras pías), sólo abarcaron a un selecto grupo de la sociedad regional, que contaba con bienes y propiedades para ofrecer como garantía.44

la consolidación de este segundo modelo se gestó en un largo proceso que en realidad no concluyó sino hasta entrado el siglo xix. si bien el despojo de tierras sentó las bases iniciales del nuevo modelo, una de las particularidades del mul-menyah hizo factible el reclutamiento de la mano de obra, trocando su adscrip-ción de tributaria a servidumbre por salario.45 Recordemos que en la organización del trabajo corporativo los indios del común entregaban el tequio los días lunes. por medio de él se expresaba, en parte, la adscripción a la república de residen-cia, de donde se adoptó el término lunesmenyah para designar en lo general a ese trabajo gratuito. Otra carga más para los macehuales, pero que les permitía, en contrapartida, el acceso a las tierras de cultivo de carácter comunal, compartir los mecanismos de la sobrevivencia y también participar en la vida ceremonial del pueblo.

la estancia ganadera adoptó precisamente este mecanismo del lunesmenyah, de contribuir con un día de trabajo semanal, para el acopio de trabajadores e iniciar una débil aunque creciente inversión en cultivos tales como el maíz y la caña de azúcar. así, aparte de los vaqueros y mayorales de origen mestizo y mulato pagados con salario mensual, las estancias ofrecieron tierras de cultivo a los mayas del co-mún a cambio del día lunes de servicio. Con seguridad la oferta social para esta nueva vida no resultaba tan onerosa toda vez que el lunero maya que cambiaba de residencia al fundo de la hacienda tendía a salir del círculo de la explotación que representaban el tributo, el repartimiento, las cargas eclesiásticas, el trabajo co-munal y los servicios personales.46 pero hay que añadir, además, que los pueblos enfrentaron desde mediados del siglo xviii una severa crisis por la enajenación de sus recursos corporativos: tierras privadas y comunales, cajas de comunidad y

42 el desarrollo de la hacienda ganadera se puede consultar en García Bernal, 1994; Bracamonte, 1993, capítulo II.

43 Cline, 1978.44 Contreras, 2004: 281-327.45 un análisis de la transición del trabajo de los tributarios al trabajo de los peones consta en

Bracamonte, 1993: 137-145.46 Bracamonte, 1993, capítulo III.

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estancias de cofradía y de comunidad, que limitaron la capacidad de control social por parte de la elite indígena.47 perdieron así mucho más que bienes económicos. al iniciarse la construcción del estado nacional y con la desaparición formal de las repúblicas indígenas, el control político de los pueblos se trasladó a los nuevos ayuntamientos interétnicos, en los cuales los indígenas fueron desplazados y, ade-más, la lengua maya dejó de tener valor legal en todos los ámbitos. si antes era una función del estado la traducción de los documentos en lenguas mesoamericanas, en adelante los pueblos e individuos mayas tuvieron que afrontar sus querellas y demás cuestiones legales en lengua extranjera, tal y como sucede el día de hoy.

Con la adscripción de los luneros mayas las estancias lograron completar el circuito de una creciente capitalización, ya que el cultivo del maíz al que se de-dicaron preferentemente en su día de servicio gratuito aseguró el abasto interno, pero sobre todo posibilitó minimizar el pago de salarios en efectivo a los peones de tiempo completo (vaqueros y mayorales), pues sus ingresos quedaron fijados mitad en monetario y mitad en maíz. sólo en esas condiciones, con el trabajo de los mayas, las estancias yucatecas pudieron enfrentarse con éxito a los pueblos, acelerar su crecimiento y dominar el paisaje rural desde los inicios del siglo xix. amparados en una legislación liberal, los estancieros pudieron adquirir más tier-ras por compra o composiciones y reclutar un número creciente de luneros que eventualmente permitieron incrementar y diversificar los cultivos y lograr exce-dentes para la comercialización. nació una nueva clase social inédita en Yucatán, la servidumbre agraria formada por mayas, que perduró hasta la aplicación en la región de la Reforma agraria del siglo xx. la adscripción de la servidumbre fue solidificada con dos mecanismos de control de los trabajadores como fueron el endeudamiento y el acasillamiento, que afianzaron la permanencia de los luneros en la empresa y la creación de verdaderos pueblos en el interior de las haciendas. Y ese fenómeno potenció el crecimiento, tanto de la ganadería como de la agri-cultura, con una selección de productos de comercialización en la que no estaba excluido el maíz.

es obvio que bajo ese método las fincas podían disfrutar, en la realidad, de un número muy reducido de días de trabajo al año y el crecimiento de la agricultura demandaba cada día más brazos. la necesidad de mayor fuerza laboral se solu-cionó de una manera tan lógica como sencilla, al implantar un sistema de trabajo por tareas consistente en estipular un real de salario por cada día adicional labo-rado, reforzando el cultivo y comercio de maíz para asegurar el abasto. Con el tiempo los sirvientes abandonaron sus propios cultivos de subsistencia y se fueron transformando en peones asalariados de tiempo completo y cancelaron casi todo vínculo con sus antiguos pueblos de residencia.

al iniciarse el siglo xix, casi una tercera parte de la población maya se encon-traba ya en la categoría de servidumbre agraria a más de que los pueblos enfren-

47 Farriss, 1992: 539-585.

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taban un creciente cuestionamiento a sus haberes tanto socioeconómicos como identitarios. esa tendencia se acentuó en pocas décadas, al grado de que, según un censo de 1845, en algunos partidos la mayor parte de la población maya habi-taba en las haciendas en calidad de servidumbre. Otra parte significativa vivía en ranchos dependientes de las cabeceras municipales o en ranchos privados dedica-dos a la agricultura comercial de la caña de azúcar, el tabaco y el maíz. es evidente que la denominada acumulación originaria, la separación del productor directo de sus medios de producción, había logrado grandes avances, y el despojo continua-ría incluso con mayor dinamismo en la segunda mitad del siglo xix.

la demanda estadounidense del henequén yucateco, que comenzó a crecer pre-cisamente en los años iniciales de la rebelión maya de 1847, abrió la oportunidad para el desarrollo capitalista de las haciendas, proceso que alcanzó su madurez ha-cia 1880, fecha en que se hace evidente la influencia del capital norteamericano en el financiamiento de la agroindustria henequenera. esa asociación permitió el crecimiento sostenido hasta 1915 aproximadamente, el cual se vio además impul-sado por un conjunto de adelantos tecnológicos en los métodos del cultivo de las plantaciones, en el desfibrado y en el embalaje o industrialización de la fibra. el trabajo asalariado o semi asalariado creció enormemente pues entre 1880 y 1900 aumentó el número de los “sirvientes” de campo de 20,767 a 80,216. pero todavía prevalecían antiguos métodos coloniales de fijación de los trabajadores a la hacienda como el acasillamiento y el endeudamiento.48 este segundo modelo de economía planteado, el de las haciendas, debe ser considerado de transición entre el trabajo compulsivo de carácter colonial y el trabajo asalariado libre de tipo empresarial.

el tercer modelo es el que corresponde a la edición del capitalismo moderno, al que Yucatán se acercó gradualmente a lo largo de la segunda mitad del siglo xx, pero reproduciendo para su provecho, en el nivel de la división social del trabajo, la subordinación del pueblo maya considerado como grupo étnico. Tres grandes procesos influyeron subsecuentemente, para bien o para mal, en ese derrotero; dos como generadores del escenario histórico y el último como su conclusión. el primer proceso fue la cancelación del proyecto histórico de las haciendas por la Reforma agraria que cobró auge en la región a partir de 1936-40 y la formación de los ejidos actuales por los mecanismos de la restitución y la dotación a cam-pesinos sin tierras, en gran medida maya-hablantes. el segundo fue el de la cor-porativización de los ejidatarios al estado nacional por medio de toda una red de vínculos de subordinación entre los que hay que destacar el financiamiento y el control del proceso productivo. el tercer proceso es el más reciente y representa la modernización capitalista con un enfoque hacia el crecimiento sustentado en las inversiones y en el trabajo asalariado libre, tal y como se planteó al inicio de este trabajo.

48 García Quintanilla, 1979: 54-58.

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Dos rupturas de carácter político terminaron por fraccionar a la península, temas asimismo estudiados por los historiadores profesionales. la primera fue la sublevación indígena de 1847, que significó el rompimiento del antiguo pacto colonial; por la colonización interna, la municipalización, el nuevo orden fiscal, la desaparición de las repúblicas de indios y la reproducción de la ideología de la minoría de edad “indígena”.49 Queda pendiente aún indagar acerca de las nuevas ligas que unieron a los mayas con la nación. la segunda ruptura es la que corres-ponde a la separación de Campeche y Quintana Roo como unidades geográfi-co-políticas de la nación.50 el estudio de su impacto en la formación de grupos independientes de poder político y en la redistribución de los recursos regionales también está en ciernes. pero, como he apuntado, tal fraccionamiento no cambió la base esencial de los vínculos socioeconómicos que hacen de la península una verdadera región.

a lo largo de cinco siglos el desarrollo de los modelos socioeconómicos transformó secuencialmente el patrón de asentamiento general de la península, adecuándolo a los intereses de los grupos sociales hegemónicos. el primero, el rentista o señorial, requirió de la concentración de la población para formar las repúblicas indígenas, que serían uno de los ejes del modelo junto con la enco-mienda y donde se obligó a la población a residir en pueblos de acuerdo a un patrón compacto de asentamiento. los mayas vivieron este proceso pero también se desplazaron por todo el territorio peninsular y resistieron mediante prácticas propias como la huida y la dispersión. la necesidad de mano de obra para las ha-ciendas que se multiplicaron en el segundo modelo socioeconómico impuso una tendencia hacia la dispersión de la población en asentamientos alrededor de estos núcleos de producción agropecuaria. se registró una importante transferencia de población de las repúblicas de indios hacia ranchos y haciendas, pero los mayas también expresaron resistencia al mantenerse en una proporción relevante habi-tando en sus pueblos. el tercer modelo dinamizó la movilidad poblacional con una clara tendencia a la urbanización y a distintos tipos de migración como la estacional y permanente, la interregional, nacional e internacional, con énfasis en el movimiento diario de carácter laboral de los pueblos hacia los centros urbanos. sin embargo todavía un sector de la población maya se mantiene en sus localida-des en un esquema tradicional de subsistencia y de continuidad cultural.

en conclusión, al observar los avanzados procesos de modernización socioeco-nómica de la península yucateca, estamos frente a un resultado histórico de larga duración, que se inició con el descubrimiento y la conquista. si bien las condi-ciones del medio geográfico y de los recursos naturales sin duda han impactado a la sociedad (cultivo de maíz, algodón, caña de azúcar y henequén, explotación de

49 la historiografía reciente incluye varias investigaciones sobre la Guerra de Castas, entre ellas patch, 1983, 1990; Dumond, 1997 y Villalobos, 2006.

50 el caso de Quintana Roo ha sido el más estudiado. Ver, por ejemplo, Macías, 2002.

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palo de tinte y de maderas preciosas, cultivo y extracción de la sal, entre otros), es la sociedad maya la condición básica que permitió, con su esfuerzo casi en nada compensado, la consolidación de la península yucateca como una región.

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otoño de 2007

fecha de recepción: 10 de agosto de 2007fecha de dictamen: 14 de septiembre de 2007

ReD THReaD OF CROaTIan anD YuCaTeC MaYa: WHaT COulD Be COMMOn In THe TWO lanGuaGes?

Melita Kovačevićuniversidad de zagreb

Barbara Blaha PfeilerIIFl y CepHCIs, unaM

Marijan Palmovićuniversidad de zagreb

Introduction

In the mid 1990s Wolfgang u. Dressler assembled a group of linguists and psy-cholinguists to explore early acquisition across languages. The emphasis was put on morphology as observed in more than a dozen languages of different language types. The austrian academy of science has hosted this international project, entitled Crosslinguistic project on pre- and protomorphology in language ac-quisition, recognizing the importance of exploring child language acquisition in languages that, among other linguistic features, vary in morphological richness.

The languages included in the project were from the Indo-european family (German, French, Italian, spanish, Dutch, swedish, lithuanian, Croatian, polish, Russian, Greek, and ukrainian); the Finno-ugric family (estonian, Hungarian, Turkish, and Finnish); the semitic family (Hebrew, arabic, and palestinian); and the Caucasian family (Georgian); as well as Basque and the american-Indian lan-guage Yucatec Maya. The project has been exploring the acquisition of morphology from its earliest stage, called pre-morphology, up to the development of the entire morphological system—morphology proper (Dressler, 1994; Dressler & karpf, 1995). In a way, one can say that the idea was to gain insight into all la yers of mor-phological development in all those languages in order to determine various gener-alizations based on shared linguistic properties vs. those that are language-specific.

In all those languages, data were collected longitudinally for one or more children following the same ground rules for data collection and analysis. all the recordings

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melita kovačević, barbara blaha, marijan palmović

were performed on a regular basis in a natural environment in spontaneous com-munication between child and caretaker. The main methodological support was provided by the CHIlDes system (MacWhinney, 1995), and all the input and output language was coded according to CHaT standards in order to enable ap-plication of Clan analysis programs. such a methodological decision (even when dealing with very different languages) made it possible to apply common analyses.

Diachronically, the project focused on different linguistic categories observed across languages. Of course, cross-linguistic comparison has not been equally ap-plicable for each language, and not all linguistic categories could be equally treated in all languages. The best candidates for crosslinguistic comparison have been uni-versal categories such as nouns and verbs, both of which are present in all lan-guages and emerge early in acquisition (Gopnik and Choi, 1995; Tardif, 1996).

all those who are interested in language acquisition and motivated to com-pare or to contrast languages know how scientifically tricky, but challenging, the question of defining a proper analytical tool is. Contrary to classical typological studies in which generalizations across languages should provide formal descrip-tions of universal traits, in cross-linguistic acquisition studies many more factors, not exclusively linguistic, are intertwined (Gopnik and Choi, 1995). at least two major factors influence the language development and output language of the child; cultural milieu and cognitive development. Because of these confounding facts it is common to compare languages having the same typology and genetic origin and belonging to similar cultural circles.

This paper was motivated by two anecdotal occasions, the first being the IasCl (International association for the study of Child language) meeting in san sebas-tian in 1999, when a number of papers focused on the analysis of the acquisition of nouns and verbs were presented suggesting that typologically different languages showed similar patterns in the acquisition of nouns and verbs, with nouns losing their presumed prevalence. The second one was a regular annual project meeting in Vienna, when the coauthors of this paper detected a shared pattern of early acqui-sition of verbal systems in the two languages. This was the final trigger to set the research goal of exploring what could explain the observed similarities between two languages that hardly share any linguistic similarities. The first version of this work was presented at the IasCl conference in Madison in 2002.

Interesting questions arise from these similarities and differences in the acqui-sition of Croatian and Yucatec Maya:

Why do Croatian and Yucatec Maya children during early acquisition prefer nouns, while after that, verbs become dominant in both corpora? Comparing the structures of Croatian and Yucatec Maya, we found two properties which they share – namely, there is a high rate of elision of lexical arguments which leaves the verb in a salient position in an utterance; and there is more overtly marked morphology on verbs than on nouns.

35

red thread of croatian and yucatec maya

This study looks for similarities in language acquisition in two typologically different languages that share some formal properties. In both languages, verbs can stand for a whole utterance; the free word order makes it possible for verbs to be posed in the first or last position of the utterance. The aim of this study is to analyze these linguistic factors and the role they play in the early development of verbs in these two languages.

Description of the two languages

Croatian

noun system. In Croatian, nouns have three genders, two numbers and seven ca-ses. The three genders are masculine, feminine, and neuter. Masculine and femi-nine nouns make up about 85% of all nouns, while neuter nouns make up about 15% of all nouns (in our corpus the percentage of neuter nouns is a bit smaller, about 10%). among masculine nouns there is a distinction between animacy and inanimacy (accusative = Genitive for animate and accusative = nomina-tive for inanimate nouns). Furthermore, there are three main declension classes: class e, class a and class i (the name of the class is the ending in Genitive sg.). The majority of feminine nouns belong to class e (all except the feminine nouns that end with a consonant, these belong to the class i). The majority of masculine and all neuter nouns belong to the class a. The noun class defines the paradigm, i.e. the class of case markers that characterize each noun class.

There is a high degree of homophony in Croatian noun system (Jelaska et al., 2002). all nouns have same forms in Dative and locative singular (grammars make distinction in the accent, but this distinction is generally lost in spoken Croatian, even in the standard language of radio and TV). Masculine nouns have equal forms in Genitive and accusative or nominative and accusative (depen ding on animacy) and Vocative is often equal to nominative. For neuter nouns, all

table 1. Homophony in the croatian noun system

Cases (in singular)

Feminine case endings (class e)

Masculine class endings (class a)

Nom. -a -Ø

Gen. -e -a

Dat. -i -u

Acc. -u -a, -Ø

Voc. -o, -a -e, -Ø

Loc. -i -u

Instr. -om -om, -em

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nominatives and accusatives have the same case endings. as for the plural forms of masculine, feminine, and neuter nouns, Datives, locatives, and Instrumentals all have the same case endings. Therefore, there is no noun with fourteen diffe-rent forms in all seven cases in singular and plural. Feminine nouns that belong to the class e show the highest degree of diversity: Table 1 can serve as a good illus-tration (feminine case endings are shown in the left column, while masculine case endings are shown on the right. Homophonous endings are connected by lines).

Verb system. Croatian has a rich verbal system. In Croatian there are seven tenses, two aspects, two numbers, two moods, conditionals, optatives, an imperative, and an infinitive. The verbal paradigms are organized into 6 verbal classes (Barić et al. 1997), depending on the thematic vowel and the relation between the present and infinitive stems. The number of homophonous forms is much smaller in verbs than in nouns. However, it should be noted, first, that some tenses are not used in spoken Croatian or are used rarely (imperfect and aorist). second, the choice of aspect restricts the choice of tense: in simple sentences, perfective verbs cannot be used in the present, but only in the future and the perfect and future II is used only with imperfective verbs.

In a simple sentence, the verb carries the information about the subject (1st, 2nd, or 3rd person, and singular or plural) and the pronoun is usually dropped. accordingly, Croatian is usually said to be a pro-drop language. When the sub-ject agrees with the verb in the 3rd person —i.e., when the subject is a noun and when it is known from the context— the subject is usually dropped. a proper answer to the question “What are you doing?” would be just

(1) Čit-am. read-1sg:pres ‘(I) am reading.’

and that would constitute the whole sentence. Depending on the context, the ob-ject can be dropped as well. Imagine a man repairing his car and being visited by a friend. If he asks “What are you doing with your car?”, the man would answer just

(2) popravlj-am repair-1sg:pres ‘(I) am repairing (it).’

In other words, it is not only the subject pronoun that can be omitted. In fact, everything but the focus of the sentence can be dropped.

Word order. The canonical word order in Croatian is sVO, as in

(3) Tat-a čit-a knjig-u. Daddy-nsg read-3sg:pres book-asg ‘Daddy is reading a book.’

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red thread of croatian and yucatec maya

(3a) Čit-a. read-3sg:pres ‘(He) is reading (it).’

However, the word order is relatively free: Čita tata knjigu; knjigu čita tata; knjigu tata čita; Čita knjigu tata are all perfectly grammatical Croatian sentences differing in focus or, perhaps, style. The information about who is doing what to whom is encoded in case markers, anyway.

sometimes intransitive verbs could also take initial position in two word ut-terances such as

(4) Id-e mam-a. go-3sg:pres mother-nsg ‘Mother is coming.’

Yucatec Maya

In terms of typological parameters, Yucatec Maya is often listed as a verb- object-subject (VOs) language1. subjects and direct objects are not marked for case. Yucatec Maya is a head-marking language: the verbal complex can function on its own as a complete sentential proposition (lucy 1994: 627). The predicate agrees in person, and sometimes in number, with its subject and direct object. The agreement system is split ergative conditioned by aspect, it formally equates subjects in intransitive clauses and direct objects in transitive clauses, cross-referen-cing both by the same set of affixes. These two relations together constitute the absolutive relation. The affixes which cross-reference absolutives are termed seT B by Mayanists. subjects of transitive clauses and of intransitive clauses in im-perfective aspect (ergatives) are cross-referenced by a different set of affixes which Mayanists call seT a.

There are three major lexical classes: nouns, verbs, and adjectives. Only mem-bers of these three lexical classes can be inflected. These are the only members of lexical classes which can function as (heads of ) predicates.

noun system. In Yucatec Maya, nouns are specified by possessive pronouns, numerals, classifiers, and adjectives. plural marking is optional; the singular is marked by numerals with classifiers. possessive markers and the personal markers used for verbs are identical. The example (5) shows that nouns also can head phrases in predicate function:

1 actually works addressing the word order of this language in detail conclude that Yucatec Maya has two unmarked word orders, sVO and VOs (Durbin and Ojeda, 1978; Hofling, 1984; Briceño, 2002).

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melita kovačević, barbara blaha, marijan palmović

(5) Wíinik-en. man-B.1sG ‘I am a man.’

With respect to acquisition of noun morphology, this is characterized first by deictic clitics and topicalization suffixes; second by a pluralization suffix with animate nouns; and third by possessive prefixes (Flores Vera, 1998).

Verb system. Verbs are distinguished between transitive and intransitive verbs according to their argument marking properties. In the verb complex, person, mood, and aspect are represented by sets of inflectional affixes; non-emphatic personal pronouns do not occur in surface structure, and the lexical arguments can be dropped in the adult language.

Intransitive verbs (6) and transitive verbs (7) can take initial position:

(6) Túun xook-Ø. pROG:a.3 read-InC ‘He is reading.’

(7) Túun xok-ik le hu´un in taata-o’. pROG:a.3 read-InC(B.3.sG) DeF paper a.1 Daddy-DIsT ‘My father is reading the book.’

Word order. The example (7) illustrates basic word order VOs, as well as the fact that neither subject nor object is case-marked. The verb bears a clitic, glossed a.3, which cross-references the 3rd person transitive subject. The direct object, being 3rd person, is marked by no overt affix. (In the glosses, “a.1 = set a, 1st person, “B.1” = set B, 1st person, etc.).

according to focus, the following word order is possible: sVO.

(8) Taata-e’ túun xok-ik le hu´un-o´. Daddy-TO ppROG:a.3 read-InC(B.3.sG) DeF paper-DIsT ‘Daddy, he is reading the book.’

Dropping the subject and object lexical arguments, we get:

(9) Túun xok-ik. pROG:a.3 read-InC(B.3.sG) ‘He is reading it.’

To conclude: despite the typological differences between these two lan guages there are features which contribute to the verb salience in colloquial adult speech; these are verbal independency related to pro-drop characteristics, mor-

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red thread of croatian and yucatec maya

phological richness, and word order. In both languages, lexical arguments and independent pronouns (i.e., pronouns that stand as separate words) are usually dropped and the verb (i.e., the verbal complex in Yucatec Maya) ends up in the first position of the utterance or constitutes the whole utterance; the word order var-ies according to focus. The question is what role these features play in the acquisi-tion of those two languages. Could the observed commonalities be explained in terms of those common linguistic traits? Do these common linguistic traits carry heavier ponders of the differences that exist between the two languages?

Description of the data

Croatian

The data analyzed here are transcripts of the speech of one Croatian child, an-tonija. The data are part of the Croatian child language corpus that is part of CHIlDes (kovacevic 2003, http://childes.psy.cmu.edu/data/slavic/).

antonija’s parents are middle-class urban dwellers. Both parents have univer-sity education. antonija was born and raised in zagreb and speaks the zagreb Štokavian dialect, which is close to standard Croatian.

antonija’s corpus consists of 42 files of transcribed tape-recording sessions conducted from age 1;3 to 2;8. There were, roughly, three recordings a month. The data from one month, 1;8, is missing due to family reasons.

Yucatec Maya

armando’s family lives in Yalcobá, a Mayan hamlet in the southeastern part of the state of Yucatan in Mexico, the father is a peasant and the mother is a house-wife. armando was raised in the heart of an extended family, together with his grandmother, uncles and aunts, and cousins. The dialect spoken in the southeas-tern part of the peninsula is characterized by its different first plural of the set a markers, as well as by morphonological contraction and some lexical variation.2

2 The native language of Yucatan is known as the most homogenous language of all Mayan languages.

table 2. The size of antonija’s and armando’s corpora

CHILD and INPUT

No. of words (tokens)

CHILD and INPUT

No. of words (tokens)

Antonija 12878 Armando 3156

Input 34998 Input 1546

Total 47876 Total 4702

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armando’s corpus consists of 26 recording sessions of about 60 minutes each, which were conducted from age 1; 8 to 2;8. For this comparison of data we con-sidered 2 recordings a month.

all data from both children and the input were transcribed and morphologi-cally coded according to CHIlDes. all analyses were performed using Clan programs. The majority of input data in both corpora come from the children’s mother, but also their fathers, grandmothers, grandfathers, and aunts participated in the sessions. Table 2 gives the basic data about both corpora.

Data analysis

The first basic analysis that was performed was an analysis of the total number of nouns vs. verbs (tokens) produced in the corpus. Despite the apparent quantita-tive differences between the corpora, we found similar relations of noun and verb tokens in the two corpora.

In antonija’s entire corpus there are 1,780 noun tokens and 2,842 verb tokens (auxiliary verbs excluded). In the input language there are 5,396 noun tokens and 7355 verb tokens (auxiliary verbs excluded). In the armando’s corpus for Yucatec

figure 1. Total number of nouns and verbsin Antonija’s corpus (tokens)

figure 2. Total number of nouns and verbsin Armando’s corpus (tokens)

3000

2500

2000

1500

1000

500

0Nouns Verbs

600

500

400

300

200

100

0Nouns Verbs

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red thread of croatian and yucatec maya

Maya there are 643 noun tokens and 1066 verb tokens. In the input language there are 182 noun tokens and 480 verb tokens.

Verbal prevalence. a high level of overlap in the two languages has been ob-served. In both the Yucatec Maya and the Croatian corpora. Both armando and antonija produced significantly more verbs than nouns (Croatian: 1780–2842; Yucatec Maya: 643 - 1066) (see Figure 1 and 2).

Developmental course. However, this was just a general indicator of the total production of two linguistic categories, as it displayed no developmental course. This is why the goal was to gain better insight into the developmental process in the children’s language acquisition, by taking into consideration input language as well.

figure 3. Longitudinal data: nouns and verbs (types), Antonija

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50

100

150

200

250

1;3 1;4 1;5 1;6 1;7 1;8 1;9 1;10 1;11 2;0 2;1 2;2 2;3 2;4 2;5 2;6 2;7 2;8Nouns Verbs

figure 4. Longitudinal data: nouns and verbs (types), Antonija’s input

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

1;3 1;4 1;5 1;6 1;7 1;8 1;9 1;10 1;11 2;0 2;1 2;2 2;3 2;4 2;5 2;6 2;7 2;8Nouns Verbs

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Figures 3 and 4 show the data, month by month, both for the child’s speech and for the input speech. The verbal prevalence is constant, regardless of the age of the child in each corpus (see also Figures 5 and 6 for the Yucatec Maya data).

The ratio between production of nouns and verbs in the input language is relatively similar in the two languages, although the overall production in Croa-tian seems greater. However, this is affected by the size of the corpora. The differ-ence between the size of input language in Croatian and Yucatec Maya could be influenced both by the personal style of adults and, possibly, cultural differences. But whatever the differences are, the ratio between verbs and nouns in both child

figure 5. Longitudinal data: nouns and verbs (types), Armando

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10

20

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50

60

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1;8 1;9 1;10 1;11 2;0 2;1 2;2 2;3 2;4 2;5 2;6 2;7 2;8Nouns Verbs

figure 6. Longitudinal data: nouns and verbs (types), Armando’s input

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20

30

40

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60

70

1;8 1;9 1;10 1;11 2;0 2;1 2;2 2;3 2;4 2;5 2;6 2;7 2;8Nouns Verbs

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red thread of croatian and yucatec maya

language data follow similar developmental patterns in which, as the child grows, it becomes more prominent.

Two phases of verb acquisition. The Croatian and Yucatec Maya data indi-cated two distinctive phases in the acquisition of verbs. In the first phase, the number of produced nouns and verbs was similar, but in the second phase the production of verbs increased significantly. In the second phase, the production of verbs was twice as high as the production of nouns. While the number of nouns increased at a slower pace, the number of verbs multiplied faster (Figures 7-8 for Croatian and 8-9 for Yucatec Maya data).

a significant developmental switch was noticed in the corpora of both lan-guages when the production of verbs “took over” the production of nouns. In other words, it seems reasonable to argue that in the first phase extragrammatical factors determine the priority of nouns, as in many other significantly investi-gated languages (e.g., Bates et al., 1994). a partial explanation could be found in extragrammatical operations according to the concept of a pre-morphological

figure 7, 8. The two observed phases in the acquisitionof nouns and verbs in croatian (in %)

ANTONIJA30

25

20

15

10

5

01;3-1;6 1;7-2;8

Nouns Verbs

ANTONIJA40353025201510

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1;3-1;6 1;7-2;8

Nouns Verbs

INPUT (ANTONIJA)

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stage (Dressler & karpf, 1995); also, it could be interpreted as the influence of referential parental style, with lot of object naming in the first phase; and/or the cognitive “easiness” of nouns.

The ratio of nouns and verbs in the input language proved to be more or less constant; in fact, it reflects the ratio of these two categories in normal adult language. However, the total number of tokens (and later, diversity of types) did increase in time due to the intuitional simplification of child-directed speech to a younger child.

early syntax. soon, certain grammatical features of language seem to start in-fluencing the acquisition process (Jelaska & kovačević 2001). accordingly, an-other syntactic category, the core of the sentence structure, emerges as a more prominent category in language production. This steep increase we consider to be a verb spurt, which probably plays the same role in syntactical development as word spurt generally does. This increase is not only an increase in verb types and/or tokens, but is a general increase in lexical items (e.g. Barrett 1995). In Croa-tian, verbs are perceived as the words that open positions for every other syntactic category (katičić, 2002). When compared with the input data in Croatian, it is interesting to notice that the ratio of nouns and verbs production in both phases (according to phases in child language) is similar and corresponds to the ratio of

figure 9, 10. The two observed phases in the acquisitionof nouns and verbs in yucatec maya (in %)

ARMANDO3025201510

50

1;3-1;6 1;7-2;8Nouns Verbs

ANTONIJA25

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01;3-1;6 1;7-2;8

Nouns Verbs

INPUT (ARMANDO)

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nouns and verbs production in adult language generally. another point worth mentioning is that the ratio of nouns and verbs in the second phase in the child language and child-directed speech is comparable (kovačević, 2005). an increase in the number of two-word utterances with verbs is clearly visible (see Figure 11). It corresponds to the more complex messages that antonija is able to en-code: two-word utterances without verbs are of the form još+n ‘more+n’, while two-word utterances with verbs can encode a much greater variety of meanings.

In Yucatec Maya the data are quite different: there is no noun spurt in the early acquisition, as was testified by Martín Briceño (1998)3. However, a recent study on early acquisition data in Yucatec Maya (1;03 to 1;07) shows that the child does make a formal distinction between words which refer to objects and those which refer to activities from age of 1;3 on (pfeiler, 2006). The data show that verbs are expressed with higher frequency than nouns from the age of two years on. From that age on, the verbal morphology gets richer, but the verbal complex at the end of the observed data —age 2;8— still is not completely pres-ent in armando’s expressions. First, verbal roots are expressed with or without status-mood suffixes and only later on with the aspect prefixes and clitics repre-senting the cross-reference markers for subject and object.

Discussion. What kinds of questions have been raised by these data? First, how can we explain the fact that there are two developmental phases regarding the

3 studies on early lexical acquisition in Yucatec Maya of two children of different ages show that nouns and verbs are used with almost the same frequency. For example: a speech sample with Mlu 1.5 (which corresponds to age 1; 9.27 to 1;10.17) was selected: 25 types of verbs and 21 common nouns (without counting nicknames) were reported (Martín Briceño, 1998).

figure 11. The ratio of two-word utteranceswith verbs and without verbs (croatian)

18

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10

8

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01;09 1;10 1;11 2;00 2;01 2;02 2;03 2;04 2;05 2;06 2;07 2;08

with verbs without verbs

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melita kovačević, barbara blaha, marijan palmović

ratio between nouns and verbs? second, why do verbs take over in the course of development? Third, why is the ratio of nouns and verbs constant in the input language? Finally, can all of the observed differences be explained by language structure itself?

aiming to find answers to the above questions, we extracted three language aspects that could provide explanations (?) for the observed language behavior. These are morphological richness, verbal independency, and free word order - three common trees in the otherwise very different landscapes of our two languages. although it seems that one can say that we are comparing two incomparable languages, especially with the aim of describing developmental processes, it seems to us that defining these three features, which are perceived as “second order” features, regardless of articulated typological differences, can be a common de-nominator for observed similarities in patterns of language acquisition. In the case of Croatian, both nouns and verbs are highly morphologically marked, but verbs significantly more than nouns. This is even more true if we consider the homophony present in the noun system (see above). More overt morphological marking carries more information for the speaker as well, and thus allows the speaker certain syntactic reductions (such as the elision of lexical arguments), as the examples show. This could play an even more important role in early child language development when a child has a limited lexicon size and when he/she is motivated to convey the message in the most efficient way and according to his/her own limits. Being a motivated communicator from very early on, a child “de-tects” the most suitable linguistic tools. as the examples from grammar textbooks —but also from child language corpora— show, in Croatian, when asked, “are you eating a cookie?” a child can just produce a one-word verb utterance, such as:

(10) Jed-em. eat-1sg:pres ‘(I) am eating (a cookie).’

This is exactly what happens very early in child language development when the verbal system takes over nouns even in the one-word utterances. This is what we identified as verbal independency connected to morphological rich-ness. Verbal independency would not work if all information conveyed in the verbal morphology such as tense, aspect, person, number, etc. could not be en-coded in one word only, as in Croatian or, similarly, in the verbal complex in Yucatec Maya (example 11).

(11) Tin haant-ik pROG:a.1 eat-InC(B.3.sG) ‘I am eating it.’

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red thread of croatian and yucatec maya

The syntactic features could contribute in the same direction: the possibility of dropping everything but the verb (or, in Yucatec Maya, the verbal complex) and still keep the grammaticality of the structure is another key aspect of verbal (complex) independence. sometimes pragmatic factors can play an important role in dropping any constituent, depending on the context, but the fact is that a child detects this possibility very early on.

The third factor, relatively independent from the above two —morphological richness and (pro)-drop-(obj) features— that can be observed in the gathered data is word order. Both languages have relatively free word order. In Croatian, the canonical word order is sVO. However, in two-word utterances in child lan-guage or child-directed speech sV sentences may become Vs while VO sentences remain VO. In other words, the verb is in the sentence-initial position, as in the following examples (12, 13):

(12) Jed-em jabuk-u. eat-1sg:pres apple-acc:sg:fem ‘(I) am eating an apple.’

(13) spav-a brac-o. sleep-3sg:pres brother(hyp)-nom:sg:masc ‘Brother is sleeping.’

Conclusion

In the comparison of two typologically different languages, Croatian and Yu-catec Maya, three typological features were taken into account: morphological richness, pro-drop, and word order. It is argued that these features bring about verbal independency. This ‘second-order’ feature of the two typologically distant languages accounts for verbal primacy very soon after the language acquisition process starts. The fact is that these three features are not identically represented in both languages: Croatian is a typical pro-drop language, while Yucatec Maya only is comparable in terms of dropping lexical arguments as well as independent pronouns, but not cross-reference person markers; regardless of their typological differences in morphology (inflectional vs. agglutinative), both languages have rich morphology on verbs; the fact that in both languages the word order is relatively free, makes for a high percentage of utterances in which the verb is in initial position. This similarity in unmarked word order of Croatian and Yucatec Maya may further support our conclusions, particularly since the order of in-transitive clauses in Yucatec is overwhelmingly Vs, a situation similar to the one described for Croatian.

Of course, any of these features can be found in other languages, but it is their “package” —their triadic appearance in the language structure— that can

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account for the observed language behavior. This red thread revealed between the two languages makes their language acquisition processes comparable, in particu-lar in terms of the acquisition of verbs and nouns as basic syntactic categories, although belonging to two typologically distant languages.

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red thread of croatian and yucatec maya

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Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

fecha de recepción: 8 de agosto de 2007fecha de dictamen: 19 de septiembre de 2007

u GlOTalIzaCIOnIl le káasTlan ku T’a’ana’al YuCaTanO’:

Ba’aX Yaan u YIl YÉeTel le MaaYa T’aanO’

Antonia Colazo-Simonuniversidad paris III- sorbonne nouvelle

Gener Antonio Chan MayInDeMaYa

Yáax t’aan

u táakpajal le káastlan ich u maaya t’aanil Yucatáne’, dzo’ok u jach dzíibta’al ya’abach ba’ax tu yo’olal ba’ale’ le ba’ax ku dzáik le maaya t’aan ti’ le káastlan, ku tukulta’al chichano’, ma’ jach beeta’ak meyaj yo’olali’. le je’ela’ tumeen le máa-sewáal t’aano’ táan u bin u sa’atalo’ob, le beetike’ jach k’a’ana’an u xookil ti’al le lingüista’obo’.le káastlan ku t’a’ana’al Yucatáno’ ma’ k’ajóolta’an je’el bix “ t’aan ta’aytak u sa’atale’ ”, ba’ale’ yaan wáa jayp’éel juum ti’e’ bey ma’ jeedzele’ yéetel jach unaj u yila’al, bey xane’ ku ye’esik u muuk’ maaya t’aan tu yóok’ol. Yéetel u tuukulil u ye’esa’al wáa le glotalización ich maaya ku máan ichil le káastlan ku t’a’ana’al Yucatano’, je’elo’ tin xak’altaj bix u beeta’al u juum le oclusiva sorda’ob /p, t, k/, yéetel le glotalizada’ob /p’, t’, k’/ yéetel le consonante’ob glotal /, h/ ich maaya tumeen le máaxo’ob ku t’aniko’ob chéen maayao’, ku dzo’okole’ le yaan ti’ le oclusiva’ sorda’ob káastlano’ /p, t, k/. Ti’al lelo’ tin wilaj ya’abach ba’axo’ob ti’ articulación je’el bix: le VOTo’, u ka’analil le u juumil u wáak’al le t’aano’, u xaanil le vocalo’obo’, le transiciono formántica’obo’, u je’ek’abtal yéetel u k’áalal le glotiso’, u xaanil le ciclo glotico’ yéetel bix u ma’alob juum u t’aan máak, je’el bix ti’ le máaxo’ob ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aano’ (káastlan yéetel maaya) yéetel le máaxo’ob ku t’aniko’ob chéen káastlano’ wáa chéen maaya.

u láak’e’ tak ti’ le k’iino’oba’ ma’ jach sáasil yanik le ba’ax ku ya’ala’al yo’olal glotalización ti’ le bajun dzíibo’ob dzo’ok u beeta’alo’. Bey xane’, tuláakal le juumo’ob ku jóok’ol ti’ le laringeo’ ku much’a’al ti’ le t’aana’, ti’al u juume’ ku beetik u k’áalal le glotiso’; je’el bix wáa le juum ku jóok’ol yéetel u tíitpaj al le cuerda vocalo’obo’ wáa ma’, yéetel u péek le laringeo’ ku much’a’al ti’ le t’aana’,

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antonia colazo-simon y gener antonio chan may

ti’al u juume’ ku beetik u k’áalal le glotiso’; je’el bix wáa le juum ku jóok’ol yée-tel u tíitpaja’al le cuerda vocalo’obo’ wáa ma’, yéetel u péek le laringeo’ wáa ma’. le laringeo’ (tu’ux yane’ yaan u yil wáa xiib wáa xch’uup yéetel jayp’éel ja’ab yaan ti’ máak: u ka’analile’ ti’ mejen paalal, jump’íit ka’analile’ ti’ xch’úupal yéetel tu kabalile’ ti’ le xiibo’obo’), je’el bix u páajtal a wilik ti’ le oochel yaan yaanala’, ti’ yaan tu yóok’ol le tráqueao’.

oochel 1. u ts’ik xax: u ye’esajil tzela’an ti’ le organo’ob ku juumo’ob yéetel u ye’esajil le u péek le cuerda vocalo’obo’ yo’olal le péek ku beetik u muuk’il crico-tiroidiano yóok’ol le péek ku

beetik le cartílago’ob tiroide’ob yéetel cricoide’obo’.G. straka (1965), Album phonétique, Québec, presses de l’université

laval, plancha n°1, p. 2.

u no’oj xax: u paakatil laringoscopicail tu ka’anal ti’ le cuerda vocalo’obo’.

G. straka (1965), Album phonétique, Québec, presses de l’université laval, plancha n°4.

epiglotis

faringelaringe

cartílago aritenoides

cuerdas vocales

articulación cricotiroidiana

cartílago tiroides nuez o bocado de Adán

cuerdas vocales

cartílago cricoides

epiglotis

aritenoides

cuerdas vocales glotis

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

Ichil le laringeo’ ti’ yaan (bey horizontal tu tojil anteroposteriore’) le cuerda vocalo’obo’, le je’elo’oba’ bey ka’ap’éel xiich’ wáa ka’ap’éel dzaape’. paachile’ nuup’ul yéetel u dzu’ le tiroide’obo’ yéetel tu táanile’ yéetel le aritenoideso’. le junxóot’ ku p’áatal ichil le cuerda vocalo’obo’ leti’ le ku k’aaba’tik glotiso’.

Ichil maaya t’aane’, le máax xak’altik bix le t’aano’, ku yu’ubiko ka’ap’éel bix u juum le glotalo’obo’: le oclusiva glotalizada’obo’ lelo’oba’ ku ye’espajal yéetel jump’éel signo diacrítico (’), ku dza’abal ka’anal tu xno’ojil le wo’ojo’, yéetel le con-sonante glotal ku ye’espajal yéetel le u simboloil le oclusiva glotalo’ (?), wáa yéetel le fricativa glotalo’ (h). le jejeláas bix u ye’espajal le consonante glotalo’ u chíikul ma’ jaaj le ba’ax ku ya’alik le linguista’obo’, ku ya’aliko’obe’ le saltillo (k’aaba’ ku dza’abal ti’ le consonante glotal ti’ le u dzíibil fonética ich káastlano’) jump’éel oclusiva, jump’éel juum ku beeta’al le káan k’áalak le organo articulatorio’obo’, leti’obe’ ku tukultiko’obe’ fricativo le articulación ku yúuchulo’, le juumo’ ku jóok’ol tu yo’olal u nu’ut’il le órgano articulatori’obo’ kex wáa lelo’oba’ mix bik’in ka’a núup’uko’ob. Tu yo’olal le ba’axo’oba’, Juan Miguel lope Blanch ku ya’alik ichil u meyaj perceptivoe’, tu beetaj ka’alikil táan u máak’anta’al u atlas linguís-ticoil u káastlanil México (1987), le oclusiva glotalizada’obo’ ku ya’ala’al ti’ le káastlan ku t’a’ana’al Yucatáno’ tumeen wáa jaymúuch’ máako’ ba’ale’ u chíikpajal u juum le corte glótico’obo’ jach suuk u yu’uba’al tu t’aan ya’abach yucateco’ob. ku ya’alik xane’ le u k’áalal le glotalo’obo’ ku ch’a’ik jejeláas k’eexo’ob je’el bix u chíikpajal ichil t’aano’ob consecutiva’obe’ wáa ichil le t’aano’ob compuesta’ob yéetel simple’obo’. le je’elo’oba’ leti’ le: jump’éel cierre glotal [?], jump’éel cons-tricción glótica [(?)] wáa jump’éel oclusion naadz ti’ jump’éel u constricciónil le glostiso’. le meyaj kin beetika’, jump’éel u chúuka’anil u meyaj le máaka’ yo’olal le glotalizaciono’, tu’ux tin wilaj le aspecto lingüístico yéetel fisiológico. Tin tukultaj in náaksik in meyaj yéetel le oclusiva sorda ich káastlano’ tumeen kin tukultike’ le je’elo’oba’ ku dzáako’ob u páajtalil u yantal le glotalizacióno’, ma’ bey je’el bix le oclusiva’obe’. In yáax tuukule’, le oclusiva sorda’ob ich káast-lan ma’ chéen ku ya’ala’al tumeen le máax ma’tech u t’anik ya’ab káastlane’ wáa le máax ma’ u yojel xooko’obe’ (Barrera Vázquez, 1937; Molina suárez, 1945; lope Blanch, 1987) tene’ kin tukultike’ tuláakal le yucateco’obo’ a’aliko’ yéetel le corte glotico’ob ich maaya ma’mantadz ku beetpajal bey jump’éel oclusiva glotale’, ku beetpajal xan bey jump’éel fricativa glotal. le tuukula’ je’el u páajtal u keta’al yéetel le ba’ax ku ya’alik le aj-dzíibo’ob españolo’ob tu sigloil xvi, pedro Mártir, alfred M. Tozzer, 1921; antonio Mediz Bolio, 1951. le kéen u ya’alo’ob jump’éel juum ich maaya chíika’an ti’ le hamza árabeo’ ba’ale’ ku dzíibta’al yéetel jump’éel <h>.

Bix meyajta’abik

Yéetel u tuukulil ka’a chíikpajak le ba’ax ku ye’esbil jach chúuka’an yéetel sáa-silo’, ti’ le meyaja’, dzo’ok in tukultik in xak’altik yáaxe’ le oclusiva sorda’obo’ yéetel xan le glotalizada’ob ich maaya tumeen le máax ku t’anik chéen maayao’,

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yéetel ka’a in ket u ya’ala’al yéetel le oclusiva sorda’obo’ te’e t’aano’ob ich káastla-no’ tumeen máaxo’ob ku t’anik le ka’ap’éel t’aano’ yéetel le máaxo’ob ku t’anik chéen jump’éelo’ (káastlan wáa maaya). lelo’ yaan u dzáak u páajtalil u ye’esik jach bix le ba’ax yaan ti’ tu jujump’éelilo’ yéetel ti’al u yila’al tak buka’aj ku táakpajal le maaya t’aan ti’ le káastlan ku t’a’ana’al tumeen le óoxp’éel jejeláas múuch’ máak yaan tu lu’umil Yucatáno’.

Ti’al le jejeláas t’aano’ tin beetaj jejeláas medida acústica’ob yéetel laringográfica’ob (VOT, u ka’analil u wáak’al le t’aano’, u xaanil le vocalo’obo’, le transición formántica’obo’, u xaanil le ciclo glótico’obo’) yéetel le programa informático’ob ku beetik u xak’alil acústica Praat yéetel Sound Forge, le ka’a dzo’ok u xaak’alil yéetel le oscilograma, espectograma yéetel le señal laringográfica ti’ u jujump’éelilo’. u séebil u táabsajil le cámarao’, chéen 30 oochelo’ob ti’ jump’éel segundoe’ (sistema nTsC), ma’ tu cha’aj u seen náachtal le xaak’alo’, le beetike’ le oochelo’ob video endoscópica’obe’ chéen béeychaj u ch’a’abal ti’al u ye’espajal bix anik le glotis ti’ wáa jayp’éel meyajo’obo’.

Ba’ax yéetel úuch le meyajo’ yéetel tak tu’ux ku náakal

u jedza’al ba’ax yéetel ku yúuchul le meyajo’ beeta’ab yéetel junmúuch’ t’aano’ob wáa chowak t’aano’ob ich káastlan yéetel maaya ti’al máaxo’ob ku t’anik le ka’ap’éel t’aana’ yéetel junmúuch’ t’aano’ob yéetel chowak t’aano’ob ich káastlan wáa ich maaya, ichilo’obe’ dza’ab wáa jayp’éel t’aano’ob ku beeta’al te’e tu láak’ t’aano’, ti’al le máax ku t’anik chéen jump’éeli’. Yéeya’ab jump’éel ju’un yéetel jejaláas oochelo’ob ti’al le máax ma’ u yojelo’ob xooke’. u ti’al u táabsa’al le yáax ba’ax ku taal tu pool máake’, much a’ala’ab ka’a u tzikbalto’ob jump’éel wáa ba’ax ti’ le u kuxtalo’obo’.

Míi tumeen le consonante sorda’ob u tuukulil le meyaja’, bin u bin u chíikpa-jale’ jach ma’ jeedzel ichil le 45 máako’ob ku t’anik ka’ap’éel t’aan yéetel le ku t’anik jump’éel t’aano’, táakpajo’ob ti’ le meyaja’, u jaytúulil yéeya’ab ti’al le me-yajo’ jedza’ab yéetel 14 túulal, ti’al u yéeya’alo’obe’ ila’ab u jach ma’alobil le táabsajo’ yéetel le laringográfica’obo’.

le meyaj lingüístico xak’alta’abo’ ku taal ti’ jaypuul chíikpajik (p, p’), (t, t’), (k, k’), (?) yéetel (h) mola’ab ti’ 150 t’aano’ob yéetel chowak t’aano’ob ich káastlan yéetel ich maaya.

Ich maayae’ tin xak’altaj:• Jo’lajunp’éel (15) t’aano’ob yéetel xan par minimalo’ob yéetel p, p’, t, t’, k,

k’ [je’el bix: kan (cuatro), k’an (amarillo), kiik (hermana mayor), k’i’ik’ (san-gre), kool (milpa), k’ool (pegar), taan (harina), t’aan (idioma), tuup (apagar), t’uup (hijo pequeño), paak (doblar), p’aak (tomate), pook (abrasar), p’ook (sombrero), etc.].

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

• Jo’op’éel t’aano’ob yéetel ?, h ichil contexto: a) V1CV1, [je’el bix: ba’al (cosa), pu’uk (colina), etc.].b) V1CV2, [je’el bix: bej(e)la’e’ (ahora mismo), ma’ili’(no), etc.].c) VC#, [je’el bix: na’(madre), ma’ (no), che’ (árbol), pichi’ (guayaba), etc.].

yéetel V1 ≠ V

2, C = ? wáa h.

Ich káastlane’ tin xak’altaj:• 130 t’aano’ob yéetel xan chowak t’aano’ob yéetel p, t, k ichil contexto:

a) #CV (je’el bix: pata, perro, tomate, casa, Carlos está en el campo, el nido del pájaro, un kilo de coco de Ticul, pepe pide poco café, etc.).b) VCV (je’el bix: pata, tomate, coco, Ticul, pepe, poco, etc.).c) VC1C2V (je’el bix: españa, campo, estufa, mercado, etc.).

yéetel C2 = p, t, k; V = a, e, i, o, u

*C# (le contextoa’ ma’ úuch xaak’ali’ tumeen ma’ anchaj máax a’aliki’)

Jach k’a’abet in wa’alike’ leti’ le yáaxo’ leti’ okol in tuukul, jump’íite’ yo’olal le t’aano’ob ku dzo’okol yéetel jump’éel oclusiva sorda’obo’ mina’an ich káastlani’ yéetel xan tumeen ma’tech u seen beeta’al meyajo’ob ti’ le oclusiva sorda’ob tu káajbalo’.

• Jo’op’éel t’aano’ob yéetel ?, h ichil contexto:

Xaak’al

leti’ yéetel le óoxp’éel meyaj tin wilaj le parámetro acústico’ob yéetel laringo-gráfico ti’ tu jujump’éelilil le consonante’ob, táanil le t’aano’ob ich maaya’ob, ku dzo’okole’ ich káastlan. ka’ap’éel parámetro ku dzáak u páajtalil u yila’al le oclusiva glotalizadao’.

1. u ka’analil u juan u wáak’al le t’aano’ (jach ku chíikpajal bix ka’anlil le oclu-siva glotalizadao’ ti’ le ma’o’).

2. le juum ku páajtal u yila’al yéetel u p’isa’al je’el bix te’e nojochkúunsa’ana’, ku jóok’ol ti’:

a) u k’áalal le glotiso’, lela’ ku ye’espajal yéetel u chíikul le laringografica yéetel jump’éel u tíich’il k’áalalb) u xaanil u juum le consonanteo’ (VOT)

le ka’a dzo’ok in wilik bix u jóok’ol le oclusiva’ob ichil le t’aano’ob ich maayao’, tin wilaj bix u ya’ala’al ichil le káastlan t’aano’ tumeen máaxo’ob ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aan yéetel ka’a tin wa’alaje’ le oclusiva sorda’obo’ je’el bix le

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oochel 2. Tu ka’analil tu dzíikil tak xno’oje’, u ye’espajalil u chíikul u microfonoil le t’aano’ob ich maayao’ taan y t’aan; yáanale’, u chíikul laringográfica, nojochkúusa’an yéetel te’e kabalo’ yaan

espectrograma’obi’

oochel 3. Te’e ka’analo’: u ye’esajil u señalil le micrófono ti’ le t’aan ich káastlan caballo a’ala’ab tumeen juntúul ko’olel ku t’anik

chéen kástlano’; yáanale’, u señalil laringograficai’ yéetel tu kabalile’ u espectrogramail

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

/k/ ti’ cabezao’, ku ye’esik jump’éelili’ parámetro acústico yéetel laringográfico ti’ le dzo’ok u yila’al yéetel le velar glotalizada ti’ t’aano’ob ich maayae’. Dzo’ok u yila’ale’: jump’éel u ka’analil u amplitudil burst, jump’éel juum ku chíikpajal le kéen dzo’okok u je’elel le oclusivao’ yéetel óoli’ ku xáantal u xaanil le VOT yéetel – jump’éel u k’áalalil glótico ku taal táanil ti’ le consonanteo’.

Je’el bix le elemento’ob físico yéetel fisiológico’obo’ ku chíikpajal ti’ le ooche-la’, ku dzáak u páajtalil in wa’alike’ le (k) ti’ le t’aan “cabezao’” glotalizado.

Ti’al ka’a láaj chíikpajak yéetel le ka’a meyajnak le ba’ax dzo’ok u ye’espajala’, tin ketaj bix u ya’alik le oclusiva’ob ich káastlan tumeen le máax ku t’anik ka’ap’éel t’aane’ yéetel le ku ya’alik máax ku t’anik chéen káastlane’. Ichil le junmúuch’ máako’oba’, le oclusiva glotalizada’ob ku chíikpajal xan, je’el bix ku chíikpajal ti’ le máax ku t’anik chéen káastlana’ leti’e’ ku glotalizartik le oclusiva velar sorda tu káajbal le t’aan ich káastlan “colinao’”. Je’el u páajtal u yila’al ku dzáapajal jump’éeloclusión glotal ti’(k) tumeen yaan jump’éel k’áal jach chíika’an tu káajba-lil le consonantea’ yéetel le kéen dzo’okok le k’aala’ ku taal jump’éel juum je’el u páajtal u na’ata’al yéetel yila’al jach tu beel ti’ le oochel nojochkúunsa’ana’.

Táant u dzo’okol k-ilike’exe’ je’el bix le máako’ob ku t’aanik ka’ap’éel t’aan yée-tel le yucateco’ob ku t’anik jump’éele’ ku ya’aliko’ob le oclusiva glotalizada’ob ichil le t’aano’ob ich káastlano’, ku binetik u yeesa’al wáa le máako’oba’ ku ya’aliko’ob le “saltillo” maayao’. ku dzo’okole’ wáa le juuma’ ku jóok’sa’al bey jump’éel oclusiva

oochel 4. u ye’esajil le señal acústica yéetel laringografica ti’ le t’aan colina a’ala’ab tumeen juntúul ko’olel ku t’anik chéen kást-

lan; yáanale’, u señalil laringográfica yéetel u ampliacionil tu kabalil

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wáa bey jump’éel fricativa glotale’. Je’elo’ tene’ kin meyajtik léeyli’ tuka’aten le bix tin meyajtaj le oclusiva sorda’ob simple’ob yéetel glotalizada’ob.

ku ye’espajal yéetel le t’aan maaya “ba’al” cosa, u juume’ ma’ jach k’a’am tu káajbajal le vocal (a) ku dzo’okole’ ku káajal junmúuch’ ciclo glótico’ob ma’ jump’éelili’ tak kéen u ka’a ch’a’ubaj ti’al u ya’alik u ka’ap’éel a. Jach tu jaajil mina’an mix jump’éel u je’ele’elglótico, tu jeele’ ku k’e’ek’expajal u juum ti’ le ciclo glótico’obo’.

le ba’ax ku dza’abal ichil le ka’ap’éel vocalo’oba’ jach jump’éel glotal, ba’ale’ ma’tech u jóok’ol ti’ jump’éel oclusión, ku jóok’ol ti’ jump’éel constricción la-ríngea. le beetik k-na’atik ba’axten le aj-fonético’obo’ ku t’aano’ob tu yo’olal le laringalizacióno’ tumeen le ba’axa’ ma’ jach chíika’an wáa oclusivo mix wáa fri-cativoi’. le laringalizacióna’ ku taal ti’ le secuencia dza’aba’an ichil le ka’ap’éel vocalo’oba’. u jaajile’ le laringalizacióna’ ma’tech u jóok’ol ti’ jump’éel “Oclusiva glotal” (Ma’tech u k’áalal), ku jóok’ol tu k’aalalil le glotiso’. le meyaj tu’ux an-chaj u luk’sa’al le secuencia’, ku ye’esik le segmento consonántico dza’aba’an ichil le ka’ap’éel vocalo’obo’, tu juunal yaan, leti’ beetik in wa’alik le “saltilloa’” bey jump’éel fricativa glotal ma’ je’el bix jump’éel oclusiva glotale’.

Tu dzook le t’aano’, le consonante glotal maayao’ je’el u páajtal u jóok’ol tu-meen jump’éel u constricciónil le glotiso’, u jéedzel u juum ti’ le ciclo glotico’obo’ yéetel xan ti’ le t’aan “ma’” no, yéetel jump’éel u k’aalalil le cuerda vocalo’obo’, ku taal yéetel jump’éel juum ku p’áatal ichil ba’ax súutukil (58 ms). u láaj ch’éensa’al

oochel 5. u chíikulil u juum t’aan (ka’anal) yéetel u señalil laringografica (kabal) ti’ le maaya t’aan ba’al (cosa) a’ala’ab tumeen

juntúul xiib ku t’anik ka’ap’éel t’aano’

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

le coclo glótico’obo’ tumeen u k’áalalil le glotiso’ yéetel chéen junsúutuke’ ku jáan je’ek’abpajal le glotiso’, lela’ ku ye’esik jach ku yúuchul bey jump’éel oclusiva glotale’.

oochel 6. u chíikulil u juum t’aan (ka’anal) yéetel u señalil laringografica (kabal) ti’ le maaya t’aan ma’ (no) a’ala’ab tumeen

juntúul xiib ku t’anik ka’ap’éel t’aano’.

oochel 7. u chíikulil u juum t’aan (ka’anal), u señalil laringográ-fica (chúumuk) yéetel u espectrogramail (kabal) ti’ le chowak t’aan ich káasstlan (mi abuela) a’ala’ab tumeen juntúul ko’olel ku t’anik

ka’ap’éel t’aan.

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antonia colazo-simon y gener antonio chan may

Ich káastlane’, léeyli’ xan ku chíikpajal ba’axo’oba’, yaan oorae’ le consonante glotalo’ ku chíikpajal je’el bix jump’éel oclusiva, yaan k’iine’ bey fricativae’ je’el bix kéen a’ala’ak tumeen máax chéen jump’éel t’aan ku beetik wáa ka’ap’éele’.

Te’e chowak t’aan “mi abuela” a’ala’an tumeen juntúul máak ku t’anik ka’ap’éel t’aano’, jump’éel oclusiva glotale’ ku chíikpajal bey jump’éel ba’ax ku nup’ikuba ichil le morfema gramatical yéetel u káajbal u t’aanil “abuela”. le oclusiva glota-la’ ku ye’espajal yéetel jump’éel chíikul laringográfica yéetel u k’áalalil jump’éel nojoch ti’ich’ yéetel yaan ba’ax yaan u yil yéetel u yéemel u ka’anlil le chíikul ku ya’ala’al ikil uyu’uba’al bey jump’éel je’ele’el ti’ le juumo’ yéetel ku taal ti’ jump’éel opresión glótica.

Ba’ax tu ye’esaj le meyaja’

le xaak’al acústico yéetel laringográfoco ti’ le oclusiva’obo’ ku ye’esik u xaanile’ ku chowaktal yéetel u nu’ut’tal k’oochtalil tu’ux ku yúuchul le núup’ulo’ (tu bila-bialil tak tu tojil le alveolar yéetel le velaro’) yéetel ku nojochtal le káan máanak tu’ux ku ya’ala’al le ma’ glotalizadao’ tak ti’ le glotalizadao’. le u chowaktal u xaanil u yaantal u juumil le t’aano’ (VOT) ti’ le oclusiva glotalizada’obo’ yéetel le ma’ glotalizadao’, mantadz yaan ba’ax u ye’esej yéetel mina’an mix ba’al u yil le vocal ku bin tu táano’.

kin wilik ti’ le u ka’analil le e’esajil u wáak’al le oclusiva glotalizada’ob jach chíika’an ti’ le ma’ glotalizada’obo’. u jela’anil u muuk’il ichil le oclu-siva globalizada’ob yéetel le ma’ glotalizada’o’ jach u chíikpajal tu yo’olal tu-meen ku ye’esik jela’ane’ u juumtu’ux ku jóok’ol u láak’ vocalo’. kin wa’alik le juum ku k’expajala’ bey jump’éel núukal tu yo’olal u na’akal le laringeo’ (ku chi-chankúunsik u ka’anal joolil yéetel tu yo’olale’ ku luk’sik u muuk’il le iik’o’) yéetel ma’ u péeko’ob múuch’il ichil u je’ek’abil le canal oralo’ yéetel tu’ux yaan le glotiso’. Bey túuno’, le ba’ax tu ye’esaj ichil le 150 t’aano’ob xak’alta’abo’, jach chíika’an ichil le óoxmuch’ máakil lingüístico’obo’.

Ti’al le consonante glotal dza’aba’an ichil ka’ap’éel vocal jach beyo’obo’ wáa ichil ka’ap’éel vocalo’ob jela’an, le ba’ax dzo’ok u yila’alo’ ku ye’esik le glotaliza-ciono’ ma’ tu k’exbesik le vocal yaan táanil ti’o’, tu jeele’ ku táakpajal mantadz yéetel, a wa’alten ti’, ti’ le ku na’akal ti’ F2 yéetel F3.

le glotalizaciono’ ku ya’alpajal yéetel le t’aan yaan jump’éel juum ku k’e’ek’expajal ti’ le u dzookil le ciclo glotico’obo’. u chíikpajal u kíilbaj ichil u juum le cuerda vocalo’ob, ila’an ti’ le chíikula’, yaan u yilpajale’: le consonante glotal ma’ ti’ ku jóok’ol ti’ jump’éel u k’aalalil gloticoi’, ku yúuchul tumeen ku k’e’ek’expajal le ciclo glotico’ob je’el bix u ye’esik u chíikul le laringográfica. Ichil jump’éel ciclo tak tu láak’e’, u k’e’e’k’expajal wáa ba’ax súutuk u juume’ ku suut ti’ jump’éel ba’ax ma’ talami’ tak ti’ u ka’atéenil u talamil.

u k’e’ek’expajal u tíitpajal le cuerda vocalo’obo’ ku beetik in tukultik le conso-nate glotal ku beetpajal ti’ spread voice yéetel ku chíikpajal ti’ jump’éel fricativa,

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

ma’ ti’ junp’éel oclusiva glotali’. Yéetel le consonante glotal ku dza’abal tu xuul le t’aano’, le glotalizacióno’ ku chíikpajal xan yo’olal u xaanil le ciclo glótico’obo’ ba’ale’ ku k’e’ek’expajal le juumo’, ku dzo’okol óoli’ mantadze’ yéetel jump’éel cierre glótico jach chuka’an yéetel jach chowak. le t’aano’ob a’alabo’obo’ yéetel le monosílabo ich káastlan “si” yéetel “no”, articulado’obe’ [si] yéetel [no], ku ye’esiko’obe’, le glotalizacióno’ ku beeta’al tu dzook u dzook le ciclo glótico’ yée-tel jach ku yantal ti’obe’ jump’éel cierre glótico.

le óoxp’éel gráfico tu’ux ku ye’esa’al buk’aj ku xáanta’al u juum u ka’ap’éel bix le oclusiva’obo’ (glotalizada’ob – ma’ glotalizada’obi’) ti’al le óoxmúuch’ máako’ob linguistico’ob ku ye’esa’al ti’ le oochel waxak ku ye’esik le u jela’anil u xáantal ichil le jejeláas oclusiva sorda’obo’, tu’ux ku yilpajal ma’ chéen u jela’anil ichil le t’aano’ob glotalizada’ob yéetel ma’ glotalizada’obi’, bey xan u jela’anil jach k’a’ana’an ichil le oclusiva’ob jela’antako’obo’.

Je’el bix u páajtal u yila’ale’, u xaanil u juum le oclusiva glotalizada’ob jach ku bin u k’a’ananchajal ti’ le ma’ glotalizada’obo’. k’a’abet u ya’ala’ale’ le corpus xak’alta’an ti’ le máaxo’ob ku t’aniko’ob chéen maayao’, ma’ tin kaxtaj t’aano’ob yéetel le bilabial globalizadao’ /p’/ mix yéetel le alveolar glotalizado’ /t’/. Yaan xan

oochel 8. u graficoil yéetel u yoochel barra’ob ti’le u xaanil u juum le consonante’ob u ti’al le 3 múuch’ máak lingüistico’obo’.

Gráfico de las interacciones para VOT: bilingües barras de error: ±1 error(es) estándar

Gráfico de las interacciones para VOT: monolingües maya barras de error: ±1 error(es) estándar

Gráfico de las interacciones para VOT: monolingües español barras de error: ±1 error(es) estándar

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antonia colazo-simon y gener antonio chan may

u yilpajale’ ichil le 3 oclusiva ma’ glotalizada’ob, u xáantal le velaro’ jach ku xáan-tal ti’ le bilabial yéetel alveolaro’. Yáanale’ ti’ yaan le ba’ax tu ye’esaj le anOVao’ yéetel jump’éel factor (consonante) ti’al le óoxmúuch’ máako’obo’. Ti’ le súutuka’ ku ye’esa’al le gráfico’ob ku ye’espajal yéetel barra’ob tu’ux ku yilpajal u xaanil u juum le vocalo’obo’ ku beetik le oclusiva’ob ti’ le t’aano’ob glotalizadao’obo’ yéetel le ma’o’ ti’al le máaxo’ob ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aano’ yéetel le chéen ku t’aniko’ob káastlano’. Je’el u páajtal u yila’al u xaanil u juum le vocalo’ob ku biisik le oclusiva glotalizada’obo’ jach k’a’ana’an u yantal ti’ le yaan le káan dzo’okok le ma’ glotalizada’obo’. Ichil u t’aan le máax ku t’anik ka’ap’éel t’aano’, le conso-nanteo’ yaan ba’ax u yil yóok’ol le u láak’ vocal ku taalo’. Ma’ je’el bix ti’ le máax ku t’anik chéen káastlane’, ma’tech u jach juum le oclusiva yóok’ol le vocal ku taalo’ (le k’eexo’ob ku yila’alo’obo’ ku taal ti’ junmúuch’ ba’alo’ob ti’ le meyajo’ob xak’alta’ano’obo’ wáa ti’ u jela’anil ti’ le xáantal ku yúuchul ti’ le vocalo’obo’).

u chíikpajalil le u táakpajal u xáantal le vocalo’ob ti’ le chéen ku t’anik maa-yao’ ma’ tu chíikpajal tumeen ma’ ya’ab t’aan u’uya’ab ti’ le meyaj ti’al le múuch’ máako’oba’. Yáanale’ ti’ yaan le ba’ax tu ye’esaj le anOVa yéetel jump’éel factor (consonante) ti’al le ka’ap’éel múuch’ máako’obo’.

oochel 9. Grafico’ob yéetel u yoochel barraob tu’ux ku ye’esa’al u xáanalil le vocalo’ob ti’al le máaxo’ob ku t’anik ka’ap’éel t’aano’

yéetel máax ku t’anik chéen káastlan

Gráfico de las interacciones para DV: bilingües barras de error: ±1 error(es) estándar

Gráfico de las interacciones para DV: monolingües español barras de error: ±1 error(es) estándar

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

Tu dzooke’, le gráfico yéetel u yoochel barra’ob ku ye’esik u xaanil u juum le oclusiva glotalizada’ob yéetel le oclusiva glotal ti’al máax ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aano’ ku ye’esiko’obe’ u xaanil u juum le oclusiva glotalizada’obo’ mantadz jach k’a’ana’an ti’ le oclusiva glotalo’. u graficoil u xantal le consonante glotalo’obo’ ti’al le ka’amúuch’ máak lingüístico’obo’ ma’ tu chíikpajal tumeen le jaypuul ila’ab ka’alikil táan u xak’alta’ale’ ma’ tu chukik u ya’abil k’a’abeto’. Yáanale’ ti’ yaan le ba’ax tu ye’esaj le anOVa yéetel jump’éel factor (consonante) ti’al mú-

uch máaka’.

Ba’atel t’aan yéetel u dzook t’aanil

le ka’a dzo’ok le meyaja’, tuláakal ba’ax a’alik le káastlan ku t’a’ana’al Yucatáno’ ku ch’a’ik le glotalización ku ya’ala’al ich maayao’ ba’ale’ ku yilik bix u yoksiku-bai’. u suutukil bix u chíikpajale’ ku k’expajal yéetel le óoxmúuch’ máako’ob yéetel úuchmeyajo’. u meyajil le t’aano’ob xo’oko’obe’ (le je’elo’oba’ junmúuch’ t’aano’ob ti’ le ka’ap’éel t’aano’ ti’al máaxo’ob ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aan yée-tel junmúuch’ t’aano’ob ich káastlan wáa ich maaya ti’al le ku t’aniko’ob chéen jump’éelo’) ku ye’esike’ le oclusiva glotalizada’obo’ ku ya’ala’al tumeen tuláakal le yucateco’obo’ tak tumeen máaxo’ob ku t’anik chéen káastlan. kin wilike’ le máaxo’ob ku t’aniko’ob maayao’ ma’tech u ya’aliko’ob jach tzola’anilil le oclusiva glotalizada’obo’ ka’alikil le ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aano’ yéetel le ku t’aniko’ob chéen káastlano’ jach ku taal u ya’aliko’ob le glotalización oclusiva’ob t’aano’ob ma’tech u glotalizartaj ich maaya. Te’e t’aano’ob ich káastlano’, léeyli’ leti’ le máako’obo’

oochel 10. u graficoil yéetel u yoochel barra’ob ti’le u xaanil u juum le consonante’ob u ti’al le 3 múuch’ máak lingüistico’obo’

Gráfico de las interacciones para VOT barras de error: ±1 error(es) estándar

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antonia colazo-simon y gener antonio chan may

ku xooko’obo’ ma’ tu ya’aliko’ob mantadz le glotalización tu’ux ku dza’aba’al le grafiáo’. Ti’ wáa jaytúul aj-xooko’obe’ le glotalizacióno’ jach istikyaj u yu’upajal ti’ le señalo’ob acústica’obo’ yéetel laringográfica. Ti’ u láak’ máake’ (junmúuch’ máako’ob ku t’anik chéen káastlan), tu jeele’, le ba’axa’ ku chíikpajal jach suuk yéetel jump’éel hiperarticulación. Ti’al tuláakal máake’, le glotalizacióno’ tu káas-tlanil Yucatane’ ku chíikpajal jejeláas bixil.

Ti’ bix u yu’ubale’, tene’ béeychaj in ch’enxikintik jump’éel juum ku jóok’ol te’e palatal ti’ le oclusiva velar káastlano’. kin wilik xan jump’éel k’eex ti’ bix u péeksa’al le oclusiva sorda’ob beeta’ano’ob, yaan oorae’ bey fricativa’obe’, yaan oo-rae’ bey africada’obe’. le jaypuul ku chíikpajal ti’ le majan t’aan ich maaya yéetel ti’ le káastlan t’aano’ je’el bix u seen luk’sa’al u juum le acento tónico tumeen le consonante glotal ma’ tu meyaj bey jump’éel fonema tu juunale’, ku meyaj bey jump’éel chan k’eexil ti’ le juum te’e t’aan ku yu’uba’alo’. le ba’axo’oba’ ku beetik in tuukultik le glotalización te’e káastlan ku t’a’ana’al Yucatáno’ táan u k’expajal.

Tu yo’olal le ba’ax ku t’aan ti’ bix u jóok’ol u juum le consonante glotal te’e t’aano’ob ich káastlano’, u jach bix u beeta’ale’ talam u ya’ala’al tu’ux ku jóok’ol. Ti’ le kúuchil ichil ka’ap’éel vocalo’, ku jóok’ol mantadz bey fricativae’ ba’ale’ bey oclusiva tu dzook le t’aano’. Tu jach ma’alob tzoolile’, le glotalización ich káastla-no’ ku ye’espajal tu dzook le t’aano’ob chéen jump’éel u silabailo’ yéetel tu chúu-muk ka’ap’éel vocalo’ ichil ka’ap’éel u silabail vocalo’ob jach beyo’obe’ wáa jela’an, yéetel mantadze’ le káan dzo’okok le vocal yaan u acentoilo’. Bey túuno’, wáa le glotalización ichil le káastlan ku t’a’anal Yucatano’ ku ye’espajal yéetel le óoxmúu-ch’ máako’ob lingüístico’obo’, le je’ela’ ma’ tzoolani’ yéetel ku chíikpajal mantadz yéetel le oclusiva velaro’. u páajtalil u sa’atal le glotalizacióno’ ichil le máaxo’ob chéen maaya ku t’aniko’ yaan ba’ax u yil yéetel buka’aj u chíikpajal ichil u t’aan le máaxo’ob ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aano’ yéetel le chéen ku t’aniko’ob káastlano’. Yéetel le je’ela’, ku páajtal u ya’ala’ale’ u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al Yucatano’ bey jump’éel ba’ax tán u yúuchule’, jump’éel ba’al ku yúuchul le kéen u yoksuba jump’éel t’aan tu láak’ t’aan, ma’ bey chéen ka’a jáan a’al wáa ba’ax jun-múuch’ máak ma’ u yojel ya’ab ba’axe’. le glotalización ti’ le káastlan ku t’a’ana’al Yucatáno’ jump’éel t’aan je’el bix u láak’e’ yéetel ku ya’ala’al tumeen máaxo’ob ku t’aniko’ob ka’ap’éel t’aano’ bey xan le máaxo’ob ku t’aniko’ob chéen káastlano’.

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u glotalizacionil le káastlan ku t’a’ana’al yucatano’

Pik’il ju’uno’ob ku t’aan tu yo’olal le meyaja’

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Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

fecha de recepción: 13 de agosto de 2007fecha de dictamen: 17 de octubre de 2007

peRCepCIOnes Del DIsCuRsO puBlICITaRIO en CHICHí suáRez, YuCaTán

Laura Hernández RuizCepHCIs, unaM

uno de los objetivos de este ensayo —surgido de una investigación todavía en curso— es determinar si las estrategias utilizadas en la publicidad pueden variar la percepción que tienen sobre el suicidio1 individuos vulnerables.2 la importancia de este estudio radica en la identificación de algunos factores que pueden resultar detonantes para individuos con predisposición suicida. en este artículo se revisa primero y de manera general qué es la publicidad y cómo funciona; después se hace el análisis de un anuncio publicitario, la imagen y el mensaje verbal, explorando algunas estrategias utilizadas por los publicistas para atraer y retener la atención del lector y los diferentes actos de habla, para obtener una interpretación adecuada del anuncio. posteriormente se discute la intención real del publicista para insertar la necesidad del producto en la mente del receptor y conseguir su objetivo; en se-guida se hace un análisis de las percepciones reveladas por varios jóvenes de entre 13 y 19 años de edad3 de la subcomisaría de Chichi suárez4 en Yucatán, al ver el mensaje en cuestión, y se finaliza exponiendo algunas conclusiones.

1 en un primer intento por definir el suicidio Durkheim (1974) acota que es “cualquier muerte que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la víctima misma”, en un segundo intento agrega que el acto tiene que ser tal que el actor-víctima “sepa que producirá tal resultado”, pues las otras pueden ser muertes por imprudencia o por accidente, mas no suicidios. Reyes (1999) va más allá del acto descrito por Durkheim y lo define como todas aquellas conductas autodestructivas, sean conscientes o inconscientes, voluntarias o involuntarias, activas o pasivas que, de manera directa o indirecta, ponen en peligro la vida del sujeto.

2 según pérez (2003) se considera individuos vulnerables a todos aquellos con una predisposi-ción suicida esto es, los que presentan rasgos o atributos de personalidad (inestabilidad del ánimo, conducta agresiva o disocial, elevada impulsividad, entre otras) que pueden facilitar la eclosión de salidas suicidas emergentes frente a situaciones de riesgo (conflictos interpersonales, muerte de un ser querido, padecimiento de enfermedad física grave, embarazo no deseado u oculto, etc.).

3 Coronado (2004) en un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal señala, entre sus con-clusiones que las edades en que se registra una mayor incidencia de suicidios son de 15 a 24 años de edad, a diferencia de las registradas por el Instituto nacional de estadística Geografía e Informática (IneGI) que apunta de 20 a 29, según las cifras presentadas en 1998 y 2002.

4 se escogió Chichí suárez pues en dicha subcomisaría se registraron tres suicidios por ahorca-miento, además de un intento, en el 2005, representando el 2.8% del total de suicidios reportados en el estado en ese año. en el 2006 se registraron dos, 1.4% del total, más un intento.

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La publicidad

everaert-Desmedt (1984) describe la publicidad como un acto cognitivo, persua-sivo y cuya meta es la transformación de la competencia modal del destinatario (su estado de creer, de querer y de saber), en vista a la realización de otro acto, la compra del producto o servicio. para lograrlo se utilizan diferentes estrategias que tienen como objetivo provocar emociones, algunas de las cuales pueden no haber sido previstas por el publicista.

el mensaje publicitario impreso seleccionado para este estudio es de una página completa a color que apareció en el medio de comunicación público Por Esto!, en la página siete de la sección “la República” el domingo 20 de junio de 2004, año en el que se registraron 141 suicidios en el estado de Yucatán.5 se escogió un mensaje publicitario de este periódico ya que según la asociación de editores de los estados (aee) es uno de los diarios más vendidos en Yucatán, con un tiraje de 46,000 ejemplares cada día.6 la disposición externa o tipología es como la de la mayoría de los anuncios publicitarios, según la clasificación de Cardona y Fernández (1972). esto es, consta de un encabezamiento (principio), un cuerpo de texto y la rúbrica (final).

el encabezamiento (Mucho aire acondicionado, pero… ¿y la cuenta de la luz?) utiliza como recurso estilístico una pregunta retórica que no espera respuesta del receptor; sin embargo, sirve para establecer la relación con el interlocutor e iniciar la persuasión. el cuerpo del texto se subdivide en proposición y argumen-tación o razonamiento. la proposición del mensaje tiene la función de presen-tar el producto y comunicar algunas de sus ventajas (El aire acondicionado Tipo Paquete de LG funciona con muy poca energía manteniendo cualquier lugar con un clima agradable). la finalidad de la argumentación es acreditar lo expuesto en la proposición, en el mensaje las razones que se aducen, son tanto objetivas como subjetivas. la primera parte corresponde a las razones subjetivas, cuyo propósito es lograr una persuasión afectiva, prefiriendo –dentro de este grupo– las sub-jetivas patéticas, para provocar una emoción en el interlocutor a través del uso

5 según datos estadísticos publicados por IneGI en el 2004, Yucatán fue la novena entidad fe-derativa con el índice más alto de suicidios registrados; sin embargo, del total de muertes violentas por estado obtuvo un 19.5% por suicidio, siendo solamente superado por Campeche que obtuvo un 20.5%. según datos proporcionados por la procuraduría General de Justicia del estado de Yuca-tán (pGJY) en junio de 2004 se registraron 15 suicidios, siendo esta cifra superada sólo por el mes de abril del mismo año, cuando se contabilizaron 17.

6 actualmente el Por Esto! es el cuarto diario más solicitado por semana en Chichí suárez re-gistrando una venta de 65 ejemplares en los dos únicos sitios de expedición: el puesto de periódi-cos que está en la calle 12 con 35 y la tienda de la esquina de la calle 35, donde para el autobús. su costo es de $6.00 entre semana y de $7.00 el domingo. Cabe destacar que el más leído en esta subcomisaría es el De Peso (925 ejemplares por semana) por ser el más económico ($3.00), según opina la gente del lugar; no se escogió éste pues salió al mercado hasta el 12 de octubre del 2004, cuando el estudio ya había iniciado.

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1. encabezamiento. Objetivo: establecer contacto con el receptor.2. Cuerpo de texto. Dedicado al tema, está dividido en proposición y argumentación o razona-

miento.3. Rúbrica. Objetivo: establecer contacto con el receptor.Fuente: periódico Por Esto!, sección “la República”, domingo 20 de junio de 2004: 7.

1.

2.

3.

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del homónimo ‘aire’ (Considéralo, a la hora que llegue la cuenta de la luz no te va a faltar el aire). en otros casos se utilizan las subjetivas éticas, para establecer un grado afectivo de simpatía con el receptor.

en la segunda parte las razones que se aducen son objetivas y tienen como fi-nalidad convencer intelectualmente al interlocutor (Además, el aire acondicionado Tipo Paquete de LG está afiliado a los programas FIDE —Fideicomiso para el Aho-rro de Energía— y ASI —Programa de Ahorro Sistemático Integral). Finalmente, para reforzar el carácter técnico de la información, se incluyen los logotipos de los programas mencionados en la argumentación y, para concluir, en un espacio cen-tral abajo, aparece la rúbrica que busca reforzar el impacto repitiendo el nombre de la marca del producto.

Ferraz (1996) dice que los mensajes publicitarios son el resultado de una con-junción de lenguajes y los incluye en la categoría de múltiples, en los cuales en-tran signos de diversa naturaleza que son percibidos por distintos sentidos. luego entonces, con la intención de obtener un análisis integral del mensaje se inicia con los elementos visuales, se continúa con los verbales y se culmina con la inte-racción entre ellos.

La imagen

este es uno de los factores fundamentales en la manipulación publicitaria ya que es de acceso inmediato, proporciona información de tipo presencial y cumple un papel más emotivo que racional como indica Barthes (1980). Hoy en día, la publicidad incorpora imágenes a sus anuncios, juega con sus significados de-notados y manipula los connotados para dirigir la conducta del interlocutor y lograr su objetivo; por tanto el estudio de la imagen demanda otras formas de ver, leer, pensar y aprender; es necesario que los receptores desarrollen competencias discursivas que les permitan participar como audiencia interactiva para descubrir los significados, interpretar los mensajes —que pueden variar de receptor a recep-tor7— y advertir la intención del publicista.

para la lectura e interpretación de las imágenes del mensaje seleccionado se utilizan las competencias iconográfica, lingüístico-comunicativa, enciclopédica y connotativa;8 sin embargo, no está de más aclarar que el análisis se constriñe

7 Torres (2005) señala que para leer la imagen icónica es necesario primero analizar la estructura formal y las claves concretas con que el emisor la construyó, considerándolo como persona perte-neciente a un colectivo en un momento particular, y por otro lado, estimar que la lectura visual de la imagen y su interpretación no es única ni la realizan de la misma manera todos los receptores, puesto que las diferencias dependen de la formación de cada individuo, la cultura donde se ha de-sarrollado y del momento histórico que vive.

8 en la lectura e interpretación de las imágenes, según Valle (1993), se ponen en práctica distin-tas competencias del ser humano; la iconográfica, que nos permite la identificación de las formas y su asociación con el mundo real, la lingüístico-comunicativa, que posibilita su descripción con palabras, la enciclopédica, que nos concede llegar hasta donde alcanza la memoria visual del mundo

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a la parcialidad del individuo que hace el estudio. así, vemos que el anuncio pre-senta la copresencia de contrastes cromáticos y lingüísticos; el rojo del cable con el fondo azul, el rojo es un color que produce excitación en el sistema nervioso, sube la presión sanguínea y aumenta los ritmos cardiaco y respiratorio, y el efecto contrario sucede cuando se expone al individuo frente al ‘azul puro’ (Ortiz,1992); asimismo el anuncio hace referencia a la falta de aire, representada por la dispo-sición del cable conductor de energía eléctrica, y el aire fresco, por el aparato de aire acondicionado; más aún —apelando a la competencia connotativa de algunos receptores en el estado de Yucatán— podríamos incluir malestar, si vemos ‘lo que no está’, una soga pendiendo, y bienestar si conseguimos el equipo ofrecido.

por su parte, Cardona y Fernández apuntan que el mensaje verbal es el que guía la interpretación y que la imagen además de apoyar al verbo emite señales ‘no enunciables’ a causa de su naturaleza; no obstante, el mensaje verbal incluido en el encabezamiento del anuncio difícilmente conduciría al receptor a la repro-ducción mental de una horca y la primera parte de la argumentación quizá lo conduciría primero a imaginar un fuerte impacto o un susto antes que al ahorca-miento, efecto contrario al que se da cuando el receptor ve en el encabezamiento, en color rojo, la disposición del cable conductor de electricidad que lo puede llevar a cualquiera de los puntos de la siguiente representación metonímica: a) ca-ble conductor de energía eléctrica, b) soga, c) horca, d) suicidio/muerte. este último podría darse en el estado de Yucatán ya que, según datos proporcionados por la procuraduría General de Justicia del estado, el ahorcamiento es uno de los méto-dos de suicidio más utilizados (83% del total en el 2004 y un 88% en el 2006).9

así vemos que la disposición y agrupación de imágenes, los colores y dimen-siones utilizados en el mensaje revelan el esfuerzo y creatividad del publicista para lograr su objetivo; sin embargo, debe considerar que la interpretación que haga el destinatario, a través de la imagen, puede escapar de su control.

Mensaje verbal

el objetivo primordial de los publicistas es promover y vender productos o ser-vicios, para lograrlo deben atraer y retener la atención del receptor, cuidando —entre otras cosas— las cuestiones estilísticas del mensaje empleando diferen-tes formas de coherencia textual. una de ellas es la repetición, utilizada cuando se quieren obtener determinados efectos psicosociales especiales a través del lenguaje, como la memorización del nombre del producto ofrecido, su utili-

del receptor y la connotativa, que mediatiza la visión de la imagen según la ideología y el concep-to del mundo del receptor, ésta es la que hace que el receptor vea ‘lo que realmente no está’.

9 según datos proporcionados por la pGJY, en el 2004 se registraron 141 suicidios, 118 de los cuales fueron por ahorcamiento; en el 2006, 120 de un total de 136 suicidas recurrieron al mismo método. los reportes del 2005 sólo incluyen la cifra total de suicidios durante el año, pero no se especifica el método utilizado.

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dad y la marca. en el mensaje seleccionado se dan varias repeticiones como el morfema aire, el acrónimo LG y combinaciones como Aire acondicionado, Tipo paquete y Tipo Paquete de LG. Otra es el encadenamiento de lexemas que no poseen rasgos semánticos comunes, más bien están basados en el conoci-miento del mundo de los participantes en la comunicación como: Mucho aire acondicionado, pero… ¿y la cuenta de la luz? en este caso, aire acondicionado no incluye entre sus rasgos semánticos la cuenta de la luz; sin embargo, el receptor no tiene dificultad alguna en enlazar las dos ideas, ya que entiende que el aire acondicionado funciona normalmente con energía eléctrica y hay que pagar por el consumo. También, para indicar el movimiento del pensamiento y la pro-gresión temática del mensaje se utiliza la articulación tema —lo conocido— y rema —comentarios, lo desconocido— (Bernárdez, 1982). en el anuncio en-contramos que el tema aire acondicionado introduce Tipo Paquete de LG como rema, para más adelante utilizarlo como tema del último enunciado y agregarle nuevos remas. el emisor puede utilizar esta estrategia publicitaria para com-partir o insertar en la mente del receptor, el conocimiento e importancia del producto ofrecido.

la publicidad también hace un uso estratégico y manipulador del lenguaje para atraer la atención del receptor. Con esto no sólo puede alterar y falsificar la verdadera condición de las cosas y acontecimientos, sino ejercer poder y control sobre los demás, debilitando su libertad de pensamiento y decisión. entre las es-trategias que utiliza puede incluir vocabulario técnico, préstamos de vocablos en otras lenguas y conocimientos generales cuya finalidad no es que el interlocutor los entienda, ya que generalmente están vacías de contenido para él, simplemente se trata de atraer su atención por medio del significado connotado y el efecto psicológico que le producen. por ejemplo, a través del mensaje el lector, de cual-quier edad, sexo, extracto social y población del estado de Yucatán, se entera que existen dos programas nacionales para el ahorro (FIDe y asI), lo cual confiere al producto un rasgo de alto nivel de desarrollo, con las connotaciones que se aso-cian a la nueva tecnología: progreso y eficacia y, por supuesto, tratan de persua-dir al consumidor para que adquiera el producto ofrecido junto con los valores calificantes virtuales: poder, dominio, influencia y prestigio social. por otra parte, en el mismo enunciado el emisor utiliza el artículo definido ‘el’ (El aire acondi-cionado...), deíctico que en publicidad no sólo se emplea en el sentido de ‘único’, ‘absoluto’, de carácter individualizador de por sí, sino que también presupone un conocimiento previo o el conocimiento por excelencia del producto (Cardona y Fernández, 1972). También encontramos anglicismos como gold y Life’s Good que, según los autores antes citados, prefieren los publicistas pues saben que se-ducen al interlocutor a partir de las connotaciones y asociaciones provenientes del significante, ya que evocan el prestigio del extranjero, una admiración por lo que viene de lejos. por otro lado, la homonimia se utiliza no sólo para atraer la aten-ción del receptor, sino también para cambiar la fuerza del mensaje y el efecto en

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el interlocutor; luego entonces, el uso del homónimo ‘aire’ que en otra situación podría referir al lector directamente a la idea del ‘clima artificial’, por el contexto en el que se inserta puede remitirlo al ‘fluido que forma la atmósfera de la tierra y que es primordial para la vida’. así, el uso de las estrategias publicitarias tiene como fin orquestar el juego que inicia con el ‘hacer-saber’ al posible consumidor las características y ventajas del producto ofrecido, continúa con el ‘hacer-creer’ que el producto es la mejor opción y, si el juego ha sido cuidadosamente ejecutado, podría culminar con la compra del producto.

De la interpretación a la intención

la comprensión de los significados codificados en las imágenes y las expresiones lingüísticas no es suficiente para descubrir lo que hace el mensaje; hay que anali-zar la información con que cuenta el destinatario para lograr la interpretación y tratar de descubrir la intención concreta del emisor. parte de la interpretación se puede obtener a partir de los factores extra-lingüísticos, como los diferentes con-textos. en el mensaje se encuentran dos enunciados que utilizados en un contexto diferente probablemente sólo conducirían al lector a la información codificada en la expresión lingüística, esto es, al contenido semántico; sin embargo, el contexto situacional, representado por la ilustración del cable conductor de electricidad cerca de un aparato eléctrico, aunado al contexto sociocultural,10 tornan la repre-sentación del cable conductor en una soga en forma de horca y por la inclusión del mensaje en un medio impreso de difusión masiva en Yucatán, —donde, insisto, hay un alto índice de suicidios y la mayoría se lleva a cabo por ahorcamiento—, carga los enunciados de significados nuevos. esto es, en otro contexto resultaría difícil que alguien de manera natural asociara una horca con el marco de referencia “aire acondicionado”; luego entonces, para poder determinar el empleo de los enunciados en la situación comunicativa del mensaje, su interpretación por parte de los destinatarios e intentar reconstruir la intención comunicativa del emisor, se requiere de la competencia pragmática que permite al lector, entre otras cosas, reconocer el objeto de estudio como un: 1) anuncio publicitario, 2) de aire acon-dicionado, 3) Tipo paquete de lG y no como una pintura, artículo científico o cualquier otra cosa.

austin (1962) señala que el lenguaje no solamente sirve para describir el mun-do sino también para hacer cosas; así, en los ejemplos (1) Mucho aire acondicio-nado, pero... ¿y la cuenta de la luz? y (2) Considéralo, a la hora que llegue la cuenta de la luz no te va a faltar el aire, se presenta la emisión física de ciertas palabras, en una cierta construcción y con un sentido y referencia particulares, conocido como acto locucionario o locutivo. los enunciados empero, no solamente tienen como función

10 a decir de Reyes (2003) el contexto sociocultural se refiere a los datos que proceden de con-dicionamientos sociales y culturales sobre el comportamiento y su adecuación a diferentes circuns-tancias particulares.

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expresar proposiciones, sino también realizar acciones y la acción que se realiza a través de un acto está asociada convencionalmente a la forma del enunciado en cuestión (e.g. forma lingüística interrogativa y el acto de habla pregunta), esta fuerza ilocutiva se conoce como acto ilocucionario o ilocutivo.

searle (1969) señala que hay una correlación entre la forma lingüística y el acto de habla cuando el lenguaje se usa de manera literal o directa, pero puntuali-za que son muchos los casos en que se utiliza indirectamente, superponiendo dos actos, uno literal y otro que no lleva intención de literalidad y que depende del contexto en el que se profiere. así, en el acto locutivo (1) encontramos ‘pero’, pa-labra de evidente matiz restrictivo que atenta directamente contra la ‘positividad’ del texto (Cardona y Fernández, op.cit.: 60-61); sin embargo, en el mensaje in-troduce un contraste inesperado en forma de pregunta que en realidad no espera respuesta del interlocutor, luego no se puede considerar que el acto ilocutivo sea directo y que su fuerza única sea la de cuestionar, pues estaría violando la con-dición de sinceridad, que define y delimita al acto de habla ‘pregunta’. por otro lado, comunicarse implica que el interlocutor reconozca la intención del emisor y no solamente el significado literal de lo que se dice; por ello, el receptor prime-ro tiene que interpretar, a través del contexto en que se realiza, el acto de habla indirecto, para posteriormente buscar la intención del emisor. así se podría iden-tificar el siguiente acto no literal: (1a) prevenir o advertir al interlocutor sobre la cuenta de la luz, acto directivo que refleja el intento del hablante por conseguir que el interlocutor siga un determinado curso de acción. en el acto locutivo (2), por la introducción de la palabra Considéralo, se podría suponer que el acto ilo-cutivo es directo y que su fuerza es la de aconsejar o sugerir, aunque la segunda parte del enunciado nos sugiere más bien un acto asertivo en el que el emisor se compromete con la verdad de la proposición; no obstante, por el contexto, el ca-ble conductor de electricidad dispuesto como una soga en forma de horca logra, aunado al uso de la homonimia cambiar la fuerza ilocutiva y el efecto que éste producirá en el receptor.

por ello el interlocutor no puede considerar que se trate simplemente de un consejo o sugerencia y tiene que interpretar el acto de habla no literal, pudiendo pensar que el enunciado tiene como objetivos: (2a) ofrecer y/o advertir. por último, los actos perlocutivos no son siempre identificables ya que, como señala austin (op. cit.) se refieren a los efectos que se producen en el interlocutor como con-secuencia de la emisión del enunciado (sentimientos, pensamientos o acciones). De ahí que se podrían sugerir para los ejemplos (1) y (2) los siguientes actos perlocutivos: (1b) asustar y (2b) convencer y/o asustar. De de lo anterior se puede concluir que el emisor a través de los actos locutivos (1) y (2), utilizando el len-guaje de manera indirecta, consigue los actos ilocutivos (1a) y (2a), lo que puede originar los actos perlocutivos (1b) y (2b) para conseguir que el interlocutor rea-lice la acción propuesta por él: considerar entre sus prioridades la adquisición del producto ofrecido.

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Cooperación en la comunicación

la publicidad escrita supone una comunicación entre el publicista y el recep-tor (consumidor en potencia) y toda comunicación supone un acuerdo previo de parte de los participantes para que ésta sea efectiva. De acuerdo con Grice (1975), la comunicación es una forma de conducta intencional, y comprender un enunciado es una cuestión de reconocer intenciones sobre otras intenciones, para ello propone lo que denomina principio de cooperación (pC) en el que señala hay una distinción fundamental entre lo que se dice y lo que se comunica. lo segundo es toda la información que se transmite con el enunciado, inclusive los contenidos implícitos, implicaturas. luego entonces, en cuanto a la enuncia-ción visual y lingüística del encabezamiento, el primer significado, el consumo de energía eléctrica, no responde a la verdadera intención enunciativa del autor. es decir, el emisor no está realmente preocupado por el consumo de luz del inter-locutor; sin embargo, el receptor reconoce el deseo del emisor por cooperar en la comunicación, deduce que hay alguna razón para utilizar otra forma (violando las máximas de calidad o verdad y la de manera o claridad) y utiliza su conocimiento del mundo para tratar de interpretar el mensaje, su capacidad para entender lo que no se ha dado explícitamente, lo ‘sobreentendido’, le permitirá inferir lo que el emisor pretende comunicar a partir de la información que le ha dado. así el mensaje de la enunciación visual reforzado por el homónimo ‘aire’ debería referir al lector directamente al aire acondicionado que el publicista está promoviendo; no obstante, por influencia de la imagen (el cable conductor de energía eléctrica, de color rojo, el tamaño, la disposición y ubicación), lo puede llevar a cualquiera de los puntos de la representación metonímica antes citada. Desde luego el uso de este homónimo nos conduciría a una implicatura convencional, siempre y cuan-do derivara únicamente del significado de la palabra y no de factores contextuales o situacionales; sin embargo, dado el juego que tiene con la enunciación visual, da origen a implicaturas conversacionales particularizadas como ‘te vas a sofocar, ahogar, ahorcar, etc.’ ya que se producen gracias al contexto en el que están inmer-sas. Otra posibilidad podría generarse a partir del encabezamiento del mensaje: Mucho aire acondicionado, pero… ¿y la cuenta de la luz? implicando ‘presumes, disfrutas o quieres aire acondicionado y ¿Cómo vas a pagar los gastos que se generan?’

Los intercambios transaccionales también demandan cortesía

la cortesía es un principio al servicio de las relaciones sociales, en los intercam-bios de tipo comercial, en los que el tiempo y el espacio se traducen en capital, la necesidad de concisión y claridad al transmitir eficazmente cierta información hace prevalecer los principios conversacionales por encima de la cortesía, esto se conoce como intercambio transaccional, a diferencia de los interaccionales, en los que lo importante es el mantenimiento de las relaciones sociales y donde vence

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la cortesía. leech (1983) apunta que la cortesía es el principio regulador de la distancia social y equilibrio, y diferencia dos tipos: la relativa, que depende decisivamente de las posiciones sociales de los interlocutores y la absoluta, que es característica propia de determinadas ilocuciones, pues algunas órdenes son decididamente descorteses y ciertas invitaciones son claramente corteses. en el ejemplo: Considéralo, a la hora que llegue la cuenta de la luz no te va a faltar el aire, el interlocutor podría pensar que el enunciado tiene como objetivos ofrecer y/o advertir, lo que correspondería a una acción que apoya la cortesía, pues supone un beneficio para el destinatario y un costo para el emisor; sin embargo, si el receptor interpretara el mismo mensaje no como una sugerencia sino como una petición para que haga algo, implicando un tipo de costo para el destinatario, la acción entraría en conflicto con la cortesía. el mismo leech señala que para man-tener o recuperar la cortesía hay dos formas diferentes: la positiva, que consiste en maximizar la cortesía de las acciones corteses y la negativa que consiste en minimizar la descortesía de las ilocuciones descorteses. así, en el mismo ejemplo hay una cortesía negativa: ...no te va a faltar el aire, aquí, al dirigirse al otro como un ‘tú’ se le toma como co-partícipe de una relación personal de compromi-so mutuo, en una actitud activo-receptiva, mitigando la posible ‘descortesía’ en la acción de aconsejar, pues en ella el emisor se adjudica cierta superioridad sobre el interlocutor. Hay otro ejemplo de cortesía negativa en: …¿y la cuenta de la luz?, donde el emisor trata de promover una relación personal con el receptor a través del cuestionamiento, tratando de minimizar la descortesía de la posible implica-tura ‘presumes o quieres aire acondicionado y…’

el manejo de la cortesía revela cómo el publicista trata de atraer y retener la atención del interlocutor, estableciendo una relación de confianza y seducción para lograr la venta del producto.

La publicidad en el campo

Hasta aquí se hizo un breve análisis del anuncio publicitario impreso seleccionado, se revisaron de manera general la imagen, el mensaje verbal y las estrategias uti-lizadas por los publicistas para atraer y retener la atención de los receptores; sin embargo, la parte medular del estudio reside en las percepciones manifestadas por catorce jóvenes de Chichi suárez, de entre 13 y 19 años de edad,11 quienes evi-dencian distintos niveles de interpretación de acuerdo con sus competencias ico-nográficas, lingüístico-comunicativas, enciclopédicas, connotativas y discursivas.

los jóvenes recibieron el mensaje publicitario y una hoja de papel en la que tenían que describirlo y anotar todo lo que percibieran, evitando cualquier tipo de información alusiva al suicidio. De los 14 participantes nueve vieron en el

11 14 jóvenes, a saber: dos de 13 años, siete de 14, uno de 15, dos de 16, uno de 17 y uno más de 19.

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mensaje un foco, un cable o el aire acondicionado, como en el caso del partici-pante 3kk1312 anota: “Hay un cable en forma de foco color rojo”. evidentemente no se esperaba que los participantes hicieran un análisis del mensaje como el que se propuso anteriormente; sin embargo, resulta de gran interés ver la manera como reciben y procesan la información enviada por los publicistas, por ejemplo el participante 7’GJ17 terminó la descripción escribiendo: “usted cree ¡¡¡Mucho lujo pero pocas ganas de pagar!!!” lo que indica que no tiene problema en enlazar las ideas de aire acondicionado con la cuenta de luz que hay que saldar. asimismo demuestra su habilidad para reconocer la intención del emisor y no solamente el significado literal de lo que se dice, sabe que la pregunta del emisor no espera una respuesta y señala lo que cree que el emisor está implicando.

Tres de los participantes relacionaron de alguna manera el costo que había que pagar por el consumo de electricidad con el ahorcamiento o la muerte. el 2sM14 dijo: “Hay mucho aire pero cuando llegue el recibo hasta ganas de haorcarce [ahorcarse] por lo que bas a pagar” [sic]; el discurso muestra su habi-lidad para relacionar el aire acondicionado con la erogación que representa su uso y quizá su comentario esté relacionado con el dicho popular de estoy ahor-cado al hacer referencia a las deudas económicas. Otro de los jóvenes (5’aI14) señala dos ideas diferentes sobre el mensaje: “primero que nada dice que po-demos ahorrar mas luz y no tener que pagar mucho y en 2do lugar nos da un mensaje muy claro” [sic].

Termina el párrafo e inicia otro con la siguiente idea: “Que no cometamos errores en nuestra vida porque la soga o mejor dicho cable representa muerte, triztesa y soledad pienso no!! y es todo es que lo que a mi me comunica” [sic].

en la primera parte vemos, como en los casos anteriores, que el receptor no tiene problema en relacionar el aire acondicionado con el gasto de energía eléctrica y por ende de dinero; sin embargo, en la segunda sección se encuentra la siguiente representación metonímica, que evidentemente percibió a través de la imagen: errores, soga, muerte, tristeza, soledad. en el caso de 6aa14, señala: “de los cables de aires el cable que se ve tiene forma de una gota y tanbien en donde se orcan tiene el escudo de los juegos olímpicos” [sic], esto indica que el receptor se concentró únicamente en las imágenes, sin tomar en cuenta el mensaje verbal; seguramente su interpretación es distinta de la prevista por el anunciante, con lo cual, por supuesto, la intención se perdió.

Finalmente, de los 14 participantes dos vieron sólo una horca y muerte. 1Ye15 asienta: “Que una persona cuando esta harto de la vida no busca otra salida mas que ahorcarse y dejar todo lo pendiente como otras cosas a la basura. lo que yo veo es un cable tratando de mostrar que matarse no es un punto de salida porque matandose crea mas problemas de los que tengan” [sic].

12 la primera cifra indica el número del participante; las letras, las iniciales de su nombre de pila y la última cantidad, su edad.

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en ésta, que debería ser la descripción del mensaje publicitario, la inter-pretación del receptor se basó únicamente en la imagen central, ignorando el resto de las imágenes y todo el mensaje verbal. su discurso revela la siguiente representación metonímica: hartazgo, ahorcamiento y muerte. Y concluye sus comentarios con una recomendación: “Yo pienso que la muerte no la debemos ocacionar si no al contrario debemos disfrutar la vida mientras podemos por-que hay personas que darían la vida por no estar enfermos y nosotros que lo tenemos no sabemos aprobecharla y con la muerte no solucionamos nada” [sic].

Con esto queda claro que el mensaje del publicista no sólo no logró el objetivo propuesto, sino que, como en el caso anterior, llevó al emisor a otra interpreta-ción. por último, 7eB16, joven que llegó a la sesión de trabajo muy tranquila, relajada, haciendo bromas con los demás participantes y que al recibir el mensaje con la instrucción de no hacer comentarios y escribir todo lo que deseara, cambió su expresión facial (se endureció, mostrando gran angustia), levantó la mano para que me acercara y comentó en voz baja: “esto es una soga y me están diciendo que me ahorque”; le pedí que escribiera todo lo que veía y pensaba al ver el mensaje. esto fue lo que escribió:

un soga que nos ahorca, no me gusta porque me recuerda cuando mi prima e se ahor-có hace 3 años me senti mal por que se murio porque ella era mi compañera ibamos en el mismo salón eramos inseparables a demas la queria tanto eramos una misma ademas teniamos la misma edad los mismo gusto y las dos soñavamos con una fiesta de xv años espectacular, pero cuando ella murio sentía que todos mis sueños se venian abajo [sic].

su discurso revela la percepción que tuvo al ver el mensaje, con la cual se quedó para el resto del trabajo. su competencia connotativa al ver la imagen la llevó a la representación metonímica: soga, ahorcar, morir, y de ahí continuó con recuerdos y sentimientos que quizá no previó el publicista. la imagen central capturó la atención de la participante y esto no le permitió ver las otras imágenes, ni atender al mensaje verbal. en este caso el objetivo del anunciante no se logró, perdiéndose su intención.

al comparar las diferentes formas de percibir los mensajes resulta claro que por mucho que los publicistas tengan definidos sus objetivos e intenciones, ello no implica que los lectores los reciban e interpreten de la misma manera.

Consideraciones finales

en este momento del estudio se puede concluir que un mensaje publicitario debe atraer y retener la atención del receptor para lograr su objetivo primordial que es vender el producto o servicio que ofrece; pese a ello, algunas de las es-trategias utilizadas podrían convertirse en factores de riesgo para el destinatario.

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por ejemplo, la importancia del mensaje transmitido en la imagen tendría como objetivo llevar al interlocutor a la interpretación deseada por el emisor para lograr su intención implícita, la venta del producto, evitando explicaciones prolijas; sin embargo, considerando algunas tácticas utilizadas en la imagen más la imposibili-dad de controlar la competencia connotativa de los receptores lleva a algunos a interpretaciones distintas y resultados no previstos por los publicistas. en el caso de esta investigación, el 62% de los participantes reconoció un cable conductor de energía eléctrica relacionado con el uso del aire acondicionado, 21% además del clima percibió ahorcamiento y muerte y el 14% sólo vio ahorcamiento, muerte y tristeza. por otro lado, después de analizar las representaciones de las imáge-nes, los mensajes verbales y la interacción entre ellos se propusieron algunas im-plicaciones que pueden generarse a partir del anuncio —mismas que algunos interlocuto res podrían concluir, dependiendo de su capacidad para entender lo implícito— estas implicaciones pueden ser diferentes de las prefiguradas por los publicistas. Finalmente, el mensaje seleccionado, publicado en otros estados de la República Mexicana, podría llevar a los interlocutores al dicho popular de estoy ahorcado al hacer referencia a las deudas económicas; sin embargo, en el estado de Yucatán donde el índice de suicidios es muy alto y la mayoría son por ahorca-miento, podría convertirlo en un detonador para los individuos vulnerables; esto es, con predisposición suicida.

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Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

fecha de recepción: 3 de junio de 2008fecha de dictamen: 29 de julio de 2008

leCCIOnes Del pResenTe paRa una aGenDa DesDe el suR De MÉXICO1

Daniel Villafuerte SolísCesMeCa, unICaCH

Introducción

el sur de México no sólo es un dato geográfico, es también una realidad sociocul-tural, política y económica. el sur es un mosaico de realidades que están unidas por la geografía, la historia y por las grandes paradojas que retratan muy bien la forma en que se ha construido el proyecto de nación a lo largo del siglo xx. en el sur, la riqueza cultural y natural contrasta notablemente con la pobreza material de la gran mayoría de su población. la asimetría del sur con relación al centro y norte del país se ha profundizado a partir de la entrada en vigor del Tratado de libre Comercio de américa del norte (TlCan). a pesar de su condición económica y sociocultural que identifica al sur, es evidente la diferenciación de sus fronteras interiores. las historias particulares de cada entidad federativa que conforma el sur imprimen características distintas: sus actores políticos, económi-cos y sociales han proyectado sus intereses y aspiraciones de un modo diferente dando como resultado un presente específico.

esta comunicación tiene como propósito evidenciar las debilidades y po-tencialidades de los estados que conforman la frontera sur de México en la perspectiva de imaginar una región integrada, incluyente, dotada de la infraes-tructura física, productiva e intelectual que posibilite cambiar el rumbo de su historia. en este ejercicio se muestran las debilidades y las potencialidades que poseen los estados del sur, que sólo pueden ser aprovechadas si los actores so-ciales, económicos y políticos de la región son capaces de formular un proyecto integral de corto, mediano y largo plazos. se trata de cambiar la visión que ha prevalecido por lo menos desde mediados de los años cincuenta del siglo xx, y que aún hoy está presente en los macroproyectos diseñados desde el gobierno

1 las ideas iniciales de esta comunicación fueron presentadas en el simposio “el sur desde el sur”, convocado por la universidad Juárez autónoma de Tabasco y la universidad Intercultural de Chiapas, celebrado los días 27 al 30 de mayo de 2008 en la ciudad de Villahermosa.

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federal, como los llamados Marcha hacia el Sur y Plan Puebla Panamá, hoy de-nominado Plan Mesoamérica.

Planteamiento inicial

Más allá de las propuestas que aluden a la globalización como un proceso genera-lizado, la realidad del sur nos muestra las cosas de manera diferente. Ianni (1996: 6) refiere que “la aldea global implica la idea de comunidad global, mundo sin fronteras, shopping center global, disneylandia universal”. el petróleo, el café, el plátano, el cacao y otras materias primas que produce el sur son productos globa-lizados; muchos de las mercancías que compramos en Mérida, Campeche, Villa-hermosa, Tuxtla Gutiérrez, o cualquier otra ciudad importante de la frontera sur provienen de ultramar, y sin embargo constatamos que el sur no está globalizado: encontramos fronteras que nos muestran una realidad muy diferente. para decirlo de otra manera, el sur no disfruta de la experiencia de la globalización, que en teoría debería traducirse en mayor bienestar para todos los sectores de la pobla-ción. esto se deriva de una particular forma de insertarse en este proceso: vender materias primas y alimentos, y mano de obra barata, lo que se traduce en la con-formación de una economía extractiva, de carácter minero, en la cual, para obte-ner el producto para el mercado global hay que destruir los recursos naturales.

la idea del sur no se queda en los estados que conforman la frontera sur de México, se extiende más allá del territorio mexicano. para ilustrar esta idea tome-mos como ejemplo la experiencia de llegar a Villahermosa, Tabasco, para parti-cipar en el coloquio “el sur desde el sur”, en el marco del cual se deriva buena parte de los supuestos desarrollados en este artículo. el viaje nos da una impre-sión de que nos movernos en un terreno que no tiene todos los atributos de un espacio globalizado, es decir no conforma una región integrada: sus vías de co-municación son muy deficientes, sus carreteras están en mal estado, por lo menos las de Chiapas con el resto de los estados del sur; las rutas aéreas no tienen vuelos directos y las rutas a los distintos destinos son escasas. Tampoco existe un siste-ma ferroviario para carga y transporte de pasajeros que podría integrar la región. para llegar a Tabasco desde la capital de Chiapas es necesario hacer un viaje de cuatro horas; de Guatemala por vía terrestre son 12 horas; de Honduras por vía aérea también son casi 12 horas pues se requiere tomar el vuelo de las siete de la mañana en Tegucigalpa, Honduras, para hacer conexión en san salvador y de allí a la Ciudad de México, para luego tomar el vuelo a Villahermosa. los más afor-tunados son los que viajan de Mérida, Yucatán, a Tabasco, pues pueden tomar un vuelo directo que dura aproximadamente una hora.

este sencillo ejemplo demuestra el carácter periférico de la región en la era de la globalización neoliberal. llegar a Villahermosa, la capital del estado de Tabas-co, por vía terrestre desde cualquier parte del sur representa para el observador cuidadoso una experiencia vivida que muestra a un sur a flor de piel: viniendo de

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Tuxtla Gutiérrez, pasando por Huimanguillo, hasta la capital del trópico húmedo mexicano, se puede constatar el paisaje social y natural. las secuelas del desastre que dejaron las lluvias de 2007 se observan en los asentamientos miserables don-de viven las familias afectadas, los migrantes centroamericanos apostados cerca de las vías del tren, en la Estación Chontalpa. en el paisaje natural, con el intenso verdor que lo caracteriza, resalta la imagen de un inmenso potrero dominado por una ganadería bovina de carácter extensivo que en los años setenta y ochenta dio origen a una clase ranchera. Destacan también las plantaciones de piña, y el cierre de uno de los ingenios azucareros más importantes que en otros tiempos dinami-zaba la producción en la zona.

el sur de las plantaciones henequeneras, cañeras, cacaoteras, bananeras y de los ranchos ganaderos saqueados por las grandes compañías y por el estado-nación, ahora mira hacia el norte frente a un modelo económico caduco que entró en crisis por la apertura comercial vía acuerdos comerciales. la cantidad de remesas que envían los paisanos que trabajan en los estados unidos es cada vez más importante, pero lejos de lo que plantean los organismos internacio-nales —como el Banco Mundial—, que con frecuencia lo presentan como la palanca del desarrollo, a la larga sólo servirá para generar mayor dependencia del mercado, de “la nueva economía de la migración”.

en este contexto cobra relevancia la reflexión en torno al sur. El sur desde el sur como proyecto político es una idea relevante, que por alguna razón no se ha discutido o, por lo menos, no ha generado interés suficiente entre los diversos actores sociales, políticos y económicos. no existe una instancia de gobernadores del sur, como sí la hay para los estados de la frontera norte. la COnaGO no ha ido más allá de la negociación para arrancarle más presupuesto a la Federación. por su parte, nuestros empresarios del sur no han tenido una presencia significati-va en proyectos que generen efectos de “arrastre”: hasta donde se sabe, sólo Cabal peniche se animó a invertir en el sector financiero y en empresas de escala, que sin embargo pronto cayó en desgracia.2

Decir El sur desde el sur lleva a pensar, guardando las debidas proporciones, en los cambios que están ocurriendo en américa del sur. De cómo la geopolítica está tomando un rumbo diferente a lo que habíamos visto en las últimas déca-das. la entronización de gobiernos de corte socialdemócrata en Brasil, Chile, argentina, Venezuela, Bolivia, ecuador y recientemente en paraguay, dan una

2 el yucateco-tabasqueño Carlos Cabal peniche fue considerado como el empresario modelo en el sexenio del presidente Carlos salinas. sus empresas más exitosas fueron unión Caribe y easbrook, esta última considerada en su tiempo como la única comercializadora mexicana de escala mundial ligada a CITIBank. en el marco de la política de privatización de las empresas paraestatales, en 1991, Cabal peniche logró convencer a diversos inversionistas de la región para adquirir el Banco BCH. en 1994, a nombre del Grupo empresarial del sureste compró la multinacional Del Monte por la suma de 573 millones de dólares, una buena parte de este dinero salió del Banco BCH. Hoy Cabal peniche es perseguido por la justicia mexicana, aunque hasta ahora ha librado la prisión.

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idea de las posibilidades de un giro hacia un proyecto distinto. la formación del MeRCOsuR, como iniciativa de los países del sur del continente; el relativo fracaso de la Iniciativa de las américas, encarnada en el alCa; la propuesta de del alBa (alternativa Bolivariana para las américas); y la recién creada unión de naciones sudamericanas (unasuR)3 donde participan argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, ecuador, Guyana, perú, surinam y Venezuela, cuyo propósito es fortalecer la cooperación en materia de energía, combate a la pobreza y analfabetismo, los servicios de salud, la integración por vías férreas y carreteras y en materia financiera y productiva. en cualquier caso, son procesos que aún se escapan a nuestra mirada, usualmente más atenta a las dinámicas del norte, y nuestras relaciones con estados unidos y Canadá.

por eso, la reflexión el sur desde el sur, hablando de México, cobra especial importancia, en tanto implica examinar nuestra historia, nuestras potencialidades y también nuestras grandes debilidades. es fundamental decir que todo proyecto de desarrollo es un proyecto político, y por lo mismo, requiere que los actores políticos de la región replanteen su relación con el centro y miren hacia dentro y desde dentro. la excesiva dependencia del centro, hasta de las finanzas, ha de-mostrado ser nociva para los procesos de desarrollo. es necesario pensar en la idea de un federalismo renovado, con mayores grados de autonomía para proponer iniciativas, pero con regulaciones del centro para evitar los cacicazgos regionales que pueden representar serios retrocesos.

es indispensable revalorar los recursos estratégicos con que cuenta la región de cara a los próximos 25 años: agua, biodiversidad, petróleo, gas, energía eléctrica, minería (sobre todo ahora que las transnacionales norteamericanas y canadienses están muy interesadas en explotar recursos mineros en Chiapas).4 es fundamental pensar en proyectos de largo plazo para no repetir los errores de las políticas cor-toplacistas que han resultado en explotación y saqueo, baste recordar el proceso de extracción de maderas preciosas en las selvas de Tabasco y Chiapas, documen-tado por el historiador Jan de Vos.5

3 sobre este proyecto, el periodista Raúl zebechi (2008) refiere que “el tiempo dirá, pero todo indica que se trata de un hecho que hará historia en el largo y complejo proceso de integración de los países de la región y, muy en particular, de la afirmación de un proyecto propio que necesaria-mente toma distancia de Washington”.

4 a este respecto, una nota reciente refiere que “empresas mineras de México, estados unidos, Canadá y Chile, tienen concesionado casi medio territorio chiapaneco para la explotación minera, pero hasta ahora apenas se está en el proceso de estudios de exploración” (Victorio, 2008). esta no es una noticia aislada, se ha documentado la existencia de barita y titanio, así como de yacimiento de oro en el municipio de Chicomuselo, en el estado de Chiapas. este es tan sólo un ejemplo que se añade a lo que ya sabemos sobre las riquezas que tienen los estados del sur en materia petrolera y bosques tropicales.

5 La Paz de Dios y del Rey. La conquista de la Selva Lacandona, 1525-1821 y Oro Verde. La con-quista de la Selva Lacandona por los madereros tabasqueños, 1822-1949, forman parte de la obra de Jan de Vos en la que se describe y analiza el proceso de saqueo de los recursos maderables de las selvas tropicales.

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en este sentido, es necesario un cambio conceptual en términos de las estra-tegias de desarrollo de los estados del sur. en el contexto del modelo económico neoliberal que priva en México se ha partido de la premisa de que la labor del gobierno es identificar e invitar a grandes empresas para que vengan al país a operar y generar puestos de trabajo. esta estrategia ha dado pocos resultados. para constatar esta afirmación basta con revisar las cifras de Inversión extranjera Directa (IeD) que prácticamente son insignificantes frente la suma de recursos invertidos en otros estados del país: en 2007 los cinco estados del sur captaron 334.4 millones de dólares de IeD, equivalente al 1.35 por ciento del total na-cional.6 el estado de Quintana Roo captó casi el 80 por ciento de IeD que llegó al sur, es probable que esto se deba al acelerado crecimiento de la industria de la construcción en varios puntos de la entidad, pero sobre todo en playa del Car-men, que se convirtió en una gran mercado laboral para los migrantes chiapane-cos y guatemaltecos.

pensemos en el caso de puerto Rico para poner en evidencia algunas mentiras de los economistas neoliberales en torno a los efectos positivos del crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza. la economía de esta isla registró, entre 1950 y 1980, tasas de crecimiento entre 9 y 11 por ciento sin que lograra avances significativos en la reducción en sus niveles de pobreza, los cuales se han mantenido hasta hoy día: el 48 por ciento de la población, según el Censo de Po-blación y Vivienda de los Estados Unidos, 2000, vive bajo niveles de pobreza.

la pobreza está ligada a las altas tasas de desempleo y subempleo. en los últi-mos 50 años, la tasa de desempleo nunca bajó del 10 por ciento, en 1980 fue de 17 por ciento y en el 2000 de 12.4 por ciento. esto, a pesar de que “hay un efec-to amortiguador muy importante funcionando permanentemente, que es la elevada propensión a emigrar a estados unidos de la población. Mientras la isla tiene una población de 3 800 000, los puertorriqueños que emigraron suman 3 400 000” (kliksberg y Rivera, 2007: 87).

Varios teóricos del desarrollo han llegado a la conclusión de que la pobreza está estrechamente vinculada a la desigualdad, y que ésta se encuentra ligada a las políticas aplicadas en las últimas décadas. stiglitz, premio nobel de economía, ha demostrado que la aplicación de la ortodoxia neoliberal en el caso de argentina llevó a una polarización social: siete millones de personas, el veinte por ciento de la población, dejaron de adscribirse a la clase media para transformarse en pobres.

Las debilidades y potencialidades del sur

Dos indicadores muy socorridos por los economistas, para tener una idea del ni-vel de desarrollo de una región o de un país son el producto Interno Bruto (pIB)

6 las estadísticas sobre IeD pueden consultarse en la página electrónica de IneGI o de la secre-taría de economía: www.economia.gob.mx.

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y el producto Interno Bruto per Cápita (pIBpc). sin ignorar el hecho de que se trata de un referente muy rudimentario y parcial, hemos de decir que coincidi-mos en que el ingreso per cápita refleja de algún modo refleja el lugar que ocupa una entidad, aunque no es definitivo para evaluar el nivel de desarrollo de una región como la frontera sur de México. pero veamos primero en términos del pIB que aporta la región al país para luego considerar el ingreso por persona en los estados del sur.

Cuadro 1. producto interno bruto total y per cápita en 2005 a pesos constantes de 1993

EntidadPIBMiles de pesos

Población(2005)

PIB per cápitaPesos

País 1,613,526,995 103,263,388 15,625.3

Campeche 18,388,040 754,730 24,363.7

Chiapas 27,951,275 4,293,459 6,510.2

Quintana Roo 24,651,052 1,135,309 21,713.0

Tabasco 18,446,670 1,989,969 9,269.8

Yucatán 23,126,763 1,818,948 12,714.4

Subtotal Participación %

109,563,800 6.8

9,992,415 9.7

10,964.6

Fuente: IneGI, 2008a.

Como podemos observar en el Cuadro 1, los cinco estados que integran la frontera sur, a pesar de contar con grandes recursos naturales, únicamente apor-tan el 6.8 por ciento al pIB nacional. esto revela el poco dinamismo de su econo-mía basada en la producción de bienes primarios de escaso valor agregado. para tener un punto de comparación de lo que esto significa, podemos citar el caso de nuevo león, que contribuye con el 7.45 por ciento del pIB nacional.

no obstante, en ciertos sectores, el conjunto de entidades del sur contribuye de manera significativa en el ámbito nacional: el sector terciario (comercio, restaurantes y hoteles), en 2006 aportó 7.63 por ciento del pIB sectorial; el sector agropecuario 8.41 por ciento; y el más significativo es, indudablemente, el sector petrolero con una aportación para el mismo año 48 por ciento al pIB sectorial.

en el ámbito de la frontera sur, en el sector terciario, el peso de Quintana Roo es evidente pues contribuye con poco más del 43 por ciento. en cuanto al sector agropecuario destaca Chiapas al aportar 54.3 por ciento y en petróleo sobresale Campeche con 35.3 por ciento al pIB sectorial del país y con 73.5 por ciento del

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sector petrolero de las tres entidades productoras de petróleo (Campeche, Chia-pas y Tabasco).

Como apuntábamos arriba, debemos tener cuidado al considerar el pIB per cá-pita como un indicador de desarrollo pues como sabemos es un promedio aritmé-tico que esconde el problema del ingreso real y de las desigualdades. por ejemplo, dentro de los cinco estados de la frontera sur resulta que Campeche tiene el ingreso por persona más alto que cualquier estado del sur, incluso está por arriba de la media nacional, esto se explica por el valor de la producción petrolera pero, como sabemos, no se traduce en un ingreso real para los habitantes de ese estado.

Campeche y Quintana Roo tienen, según cifras oficiales, un pIB por persona de más de 24 000 pesos y cerca de 22 000, respectivamente (a pesos constantes de 1993), mientras que Chiapas presenta un ingreso de 6 500 pesos al año. esto significa que Campeche tiene un pIB por persona cuatro veces más que Chiapas. Tabasco y Yucatán no están muy alejados de la media nacional que es de poco más de 15 000 pesos: el primero tiene poco más de nueve mil y el segundo cerca de los 13 000 pesos.

aun con todo, el pnuD (2007), en el cálculo que hace del pIB per cápita en el ámbito mundial y por entidad federativa, con base a dólares del año 2000, Campeche aparece en el lugar 67, junto con países como namibia, uno de los países africanos más pobres del mundo.

Frente a estas y otras debilidades que ya son reconocidas oficialmente, se han diseñado varias iniciativas en los últimos años: destacan Marcha hacia el Sur, basado en un esquema de apoyo a las micro y pequeñas empresas, y el Plan Pue-bla Panamá (ppp) con proyectos de infraestructura y de inversión en proyectos productivos.

se puede decir que hasta ahora ninguna de estas iniciativas ha podido resolver los graves problemas de la marginación, la pobreza y la desigualdad en la región. De acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano en México 2006-2007, la región aporta el 15.2 por ciento de los analfabetas en el país; en este rubro, el pri-mer y lamentable sitio es ocupado por Chiapas, con 537 990 analfabetas, cifra que representa 9.3 por ciento del país (datos de 2004). no menos relevante es la situación de la región en lo que respecta al número de personas que no cuentan con primaria, y cuya cifra es casi 1 304 000 personas, es decir, 11.7 por ciento del país. De nuevo Chiapas sobresale con poco más de 628 000 personas, 48 por ciento de la región, y 5.6 por ciento del país.

Tal parece, entonces, que el sur ha sido víctima de las políticas de desarro-llo aplicadas en México durante los últimos cincuenta años. la construcción de grandes hidroeléctricas y la explotación petrolera no han tenido consecuencias en el mejoramiento del nivel y calidad de vida de la población, sobre todo los gran-des sectores que históricamente han sido marginados. pero hoy existen nuevos excluidos, producto de la mundialización.

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no obstante el enorme peso que tiene el sur en los sectores petrolero y eléctri-co, no encontramos una articulación con el resto de las actividades productivas. en realidad, se pueden considerar como actividades de enclave que no benefi-cian a la región, porque la renta energética no se reparte equitativamente entre las entidades creadoras.7 las grandes fallas de la planificación se ven reflejadas en la inexistencia de encadenamientos productivos, en la falta de infraestructura carretera y de transportes. pero no es sólo falta de planificación, lo que no tiene el sur es una verdadera clase dirigente. es un sur deficitario. nos sobran recursos naturales y nos falta la voluntad política para el desarrollo. Hay ausencia de mo-dernización y exceso de tradicionalismo en el amplio sentido del término.

por otro lado, el agua, la biodiversidad y los recursos forestales son parte de las fortalezas del sur. Como consecuencia de los altos niveles de precipitación pluvial, la región sur de México se caracteriza por una abundancia de sistemas hidráulicos superficiales los cuerpos de agua que aquí se desarrollan, se cuentan entre los más importantes del país. la cuenca Grijalva-usumacinta, que en buena medida re-corre los estados de la frontera sur, destaca en el ámbito mundial por la magni-tud de sus descargas. esta cuenca tiene una superficie total de 130 853 km2, en Chiapas abarca 66 256km2, en Campeche 3 350 km2, en Tabasco 14 319 km2, y el resto se localiza en los estados de Oaxaca y Veracruz, así como en Guatemala (véase equihua, et al., 2006).

el sur de México es una de las zonas ecológicas con más alta diversidad bio-lógica y cultural del país. por ejemplo, Chiapas tiene 8 248 especies florísticas registradas. por otra parte, Campeche tiene una cobertura de bosques superior al 50 por ciento de su territorio. el estado de Quintana Roo cuenta con una superficie total de 50 843 km2, de los cuales 47,323 se encuentran cubiertos con vegetación forestal.

para tener una idea de las potencialidades actuales de las tierras en el sur de México habría que hacer una evaluación. Quizá los resultados definitivos del últi-mo censo agrícola, ganadero y ejidal nos den algunas luces. sin embargo, incluso los datos del censo de 1970 nos proporcionan una idea de su magnitud: poco más de 3.4 millones de hectáreas de tierras de labor; casi 6.8 millones de hectáreas de pastizales y seis millones de hectáreas de bosques.

en materia de energéticos las potencialidades del sur son enormes: el sistema hidroeléctrico más importante del país se encuentra en estos territorios, sobre todo en Chiapas. en 2002, de la llamada Sonda de Campeche se extrajo 82 por

7 en 2007, el monto de las participaciones federales a las entidades federativas del sur representó 11.8 por ciento del total nacional, en tanto que cuatro entidades (Distrito Federal, Jalisco, estado de México y nuevo león) concentraron 36.1 por ciento del total (véase, IneGI, 2008b). Debe-mos entender que los criterios de asignación son la cantidad de población y el pIB que generan los estados, sin embargo debe tomarse en cuenta que el criterio de asimetría o de entidad menos favorecida debería tener un peso mayor en una sociedad democrática, lo que permitiría “emparejar” a los estados más atrasados con los de mayor desarrollo relativo.

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ciento de la producción nacional de petróleo crudo (2 603 700 barriles por día) y casi 33 por ciento de gas natural (529 899.4 millones de pies cúbicos. en Campeche y Tabasco se ubican los dos puertos petroleros más importantes del país.

el discurso triunfalista de los años cincuenta del siglo xx, que poco después se convirtió en una condena del trópico húmedo mexicano, no pudo transcender por la particular concepción del desarrollo: “Vivimos una época que pasará a las historia como la liberación de los países coloniales; esta liberación dependerá en gran parte de la conquista del trópico y su integración a la economía y a la civilización de un mundo cada vez mayor” (Robles, 1995, citado en Villafuerte, García y Meza, 1997).

el inicio del siglo xxi define un nuevo contexto para la región, que es el de la globalización. una globalización excluyente social y económica que pone en riesgo a la sociedad. Vivimos, en palabras del sociólogo ulrich Beck (2002), en la Socie-dad del Riesgo Global, un riesgo socialmente construido.

el contexto más inmediato para la región son los procesos de integración, que constituyen un paso a la globalización. el TlCan, y ahora el acuerdo para la segu-ridad y prosperidad para américa del norte (aspan) y los tratados comerciales con Centroamérica redefinen los marcos jurídicos y obligan a los gobiernos a adoptar medidas de política económica y social para responder a esa lógica. una lógica que está encaminada a la exclusión social, una de cuyas respuestas es la migración hacia los estados unidos. sólo para tener una idea general y ver la importancia de este fenómeno, miremos el comparativo entre la Inversión extranjera Directa en la zona y el monto de las remesas que envían nuestros paisanos de estados unidos: en 2007 la región recibió 1 229.8 millones de dólares por concepto de remesas (Banco de México, 2008), equivalente a toda la Inversión extranjera captada durante los últi-mos cinco años (2003-2007), que sumó 1,225 millones de dólares (IneGI, 2008a). Chiapas es el estado que más capta remesas, con alrededor de 800 millones de dólares, lo que indica el grado de deterioro de las condiciones sociales y de empleo.8

los indicadores del COnapO sobre marginación, construidos sobre la base del Conteo de población 2005, revelan que el 80 por ciento de las localidades del estado de Campeche están en el rango de alta y muy alta marginación; en Chia-pas, 95 por ciento de las localidades se encuentran en la misma situación; en Quintana Roo más del 73 por ciento; en Tabasco 57 por ciento; y en Yucatán casi 86 por ciento de las localidades presentan alta y muy alta marginación.

por otra parte, lo que ha venido ocurriendo con el modelo económico es que la brecha en la distribución del ingreso ha crecido. aun suponiendo un escenario de crecimiento económico, la pobreza no puede reducirse mientras no se modifi-que el esquema de concentración del ingreso.

8 samuel Toledo, secretario del Trabajo de Chiapas, reconoció que ese estado ocupa el segundo lugar nacional en pobreza extrema y en 40 de los 118 municipios que integran la entidad han au-mentado los índices de pobreza extrema (véase Muñoz, 1 de junio de 2008).

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Reflexión final

para concluir es necesario preguntarse sobre el papel que ha venido jugando el sur de México en el desarrollo económico del país y el papel que ahora está teniendo en el contexto de las nuevas integraciones que privilegian la apertura y sobre el futuro que tienen los estados del sur ¿seguirán aportando alimentos, materias primas y energéticos? De ser así, es de esperarse un escenario de mayor pobreza, marginación, exclusión social y migración internacional. el caso Chiapas es ilus-trativo: las causas que motivaron el levantamiento zapatista en 1994 no se han resuelto, pero lo más grave de todo es que hoy existe mayor deterioro social que sólo las migraciones han podido atenuar el descontento y la presión política.

lo que ocurrió en Chiapas con el huracán Stan y las inundaciones que sufrió Tabasco en 2007 nos revelan la enorme vulnerabilidad del sur frente a la ausencia de políticas federales y estatales para avanzar hacia un modelo de desarrollo inclu-yente. es necesario y urgente repensar el sur desde el sur para lograr una mejor inserción en el contexto nacional e internacional. no se trata de pensar en el esquema de un ppp sino de un pTT, es decir de un plan Tapachula-Tijuana, un proyecto de nación incluyente y más equitativo para beneficiar a los que menos tienen.

la debilidad institucional, el desgaste de la clase política y la exclusión de la po-blación en la formulación y la puesta en marcha de proyectos ha llevado al fracaso de muchas iniciativas. se requiere un verdadero cambio en los paradigmas del llamado desarrollo, volver a recuperar lo que se ha perdido con el modelo neoli-beral: el capital social y el capital cultural, ingredientes necesarios para construir el Sur desde el Sur.

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la eMBRIaGuez Del pODeR: lOs esTanCOs De aGuaRDIenTe Y la peneTRaCIÓn laDIna

en lOs pueBlOs MaMes GuaTeMalTeCOs. el CasO De COlOTenanGO

Rosa Torras ConanglaunaM

Dice el cura en sus respuestas: [...] que los pueblos de Colotenango, Istaguacán y san Gaspar están viciados en

escandalosa embriaguez, que mueren en ellos algunos sin sacramentos [...].1

así describía el arzobispo de Guatemala pedro Cortés y larraz la situación en tres pueblos de indios mames ubicados en las faldas de los Cuchumatanes, tras su visita a la zona entre 1769 y 1770. Colotenango, junto con sus vecinos san Gaspar Ixchil y san Ildefonso Ixtahuacán, eran lugares de alto consumo de aguardiente y chicha. las denuncias y quejas de las autoridades coloniales por la embriaguez de los pobladores de la zona eran constantes. en 1703, por ejemplo, el teniente del alcalde mayor de Totonicapán mandó arrancar y quemar la caña de Colotenango ante los desórdenes que causaba en el pueblo la embriaguez por chicha,2 pues los tres pueblos se encon-traban en una zona propicia para el cultivo de la caña de azúcar, que convertían ca-seramente en licor. pero lo que era denunciado como un problema moral o de orden público durante la Colonia, en la época republicana se volvió en una de las fuentes de financiamiento más importantes para el estado guatemalteco en construcción.

el historiador guatemalteco adrián Recinos aporta elementos para el análisis de este fenómeno en su monografía sobre el departamento de Huehuetenango (1913), donde apunta:

la explotación por parte del estado de esta debilidad humana [el vicio de la bebida] valiéndose del expendio de licor como fuente de ingresos fiscales, contribuye a mante-ner y extender el mal que, especialmente entre la raza indígena, es causa de empobreci-miento material, degeneración orgánica, crímenes y pérdidas para la producción.3

1 pedro Cortés y larraz, Descripción geográfico-moral..., p. 113.2 archivo General de Centroamérica (aGCa), a1, l 2891, exp. 26652.3 adrián Recinos, Monografía del Departamento de Huehuetenango, p. 460.

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Hasta ahí, nada nuevo, pues es sabido cómo la tributación sobre el aguardien-te fue fundamental para la consolidación de los aparatos estatales en las nuevas repúblicas latinoamericanas durante todo el siglo xix. no obstante, una mirada desde lo local, concretamente desde el municipio de Colotenango, nos permite ver cuáles fueron los efectos de esta política en la dinámica de los pueblos de indios asentados en el altiplano indígena guatemalteco. el control del negocio del aguar-diente resultó atractivo para la penetración ladina en esa zona mam durante sus primeros 50 años de vida republicana. ello marcaría definitivamente su confor-mación socio-económica y serviría de antesala a su incorporación como genera-dora de fuerza laboral, en la dinámica agroexportadora cafetalera guatemalteca de la segunda mitad del siglo xix. Veamos.

el colonial pueblo de indios de Colotenango, convertido en municipio perte-neciente al distrito de Huehuetenango en 1825,4 está ubicado sobre montañas escabrosas y pequeños valles, lo que configura un paisaje de tierras altas —frías y pedregosas— ricas en recursos forestales, así como de tierras bajas —fértiles y bien irrigadas— propicias para la agricultura. por ser una tierra de poca vocación agrícola, desde la Colonia los mayores niveles de productividad en esos valles irri-gados se centraron en la producción de frutales (naranjas) y sobre todo de caña, la cual era procesada en trapiches para producir panela y aguardiente. Buena parte de ellas se encontraba en el paraje denominado pétzal, territorio que concentraba la existencia de cañaverales. precisamente ahí se centrarían los ladinos5 que emi-graron a suelo coloteco con vistas a controlar el negocio del aguardiente.

4 en 1825, el distrito de Huehuetenango pertenecía al departamento de Totonicapán, mante-niendo la lógica administrativa colonial, hasta que en 1866 fue elevado al rango de Departamento.

5 nombre que adquirieron en Guatemala, sobre todo en el agro, las castas coloniales compuestas mayormente por mestizos pero también por zambos, mulatos y criollos empobrecidos.

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1. La tierra, el trapiche

en el informe sobre los trapiches e ingenios existentes en el Corregimiento de Totonicapán realizado en 1780, queda confvirmado que durante el periodo colo-nial pétzal era una zona cañera, con propiedad privada en manos de españoles y mulatos6 productores de panela. De un reporte del 14 de diciembre de 1780 en el Corregimiento de Totonicapán7, se deduce que el partido de Huehuetenango era el principal productor de panela, concretamente el pueblo de Cuilco y el paraje de pétzal. asimismo, se reconoce la existencia de producción de chicha —sin trapiche— por parte de la población mam para autoconsumo, aunque la elaboración del producto para la comercialización estaba en manos de españoles que no residían en la zona y de mulatos que sí lo hacían, quienes lo fabricaban en trapiches. ahora bien, como describe el propio informe, los trapiches formaban parte de la unidad productiva, que incluía tierras productoras de la materia pri-ma: la caña de azúcar.

según el testimonio de Joseph Domingo Hidalgo, de finales del siglo xviii:

las panelas o rapaduras se hacen del jugo que sacan de las cañas por la presión de un molino, que llamamos trapiche. este jugo recogido en peroles de cobre, y puesto al fuego, toma espesura y consistencia para poder fabricar unos pequeños panes [...] sale un azúcar de sabor muy dulce; pero moreno y lleno de basuras. para purificarlo es necesario trasladar la miel espesa en unos moldes de barro de figura cónica; y colo-cados estos moldes con la punta para abajo, por ella van destilando y despidiendo la suciedad. [...] De esta miel fermentada sacan el aguardiente. el que llaman aguardiente ron o romo se saca del jugo de las cañas asadas al fuego antes de exprimirlas y luego destiladas.8

a diferencia del ingenio, que permitía mayores niveles de producción, el trapi-che encontrado en zonas fuera del Valle Central de Guatemala se caracterizaba por generar productos en forma de panela y aguardiente ilegal —y no azúcar—, principalmente para el autoconsumo o el intercambio local. Construido todo de madera —con excepción de los peroles de cobre, en caso de que los hubiera—, utilizaba la fuerza de la tracción animal y humana.

Como ya lo ha señalado pinto soria,9 se trataba de una típica economía fa-miliar, practicada por lo regular por españoles de medianos recursos o mestizos pobres y casi nunca por indígenas, pues requería de ciertos niveles de desembolso, además de media o una caballería de tierra y animales de tracción. ese sería el

6 Durante la Colonia fue común la existencia de mulatos descendientes de esclavos africanos, sobre todo vinculados al servicio doméstico y al procesamiento de la caña de azúcar en trapiches o ingenios.

7 aGCa, a1, l 6097, exp. 55503.8 Joseph Domingo Hidalgo, “Descripción Corográfica de la provincia de Quesaltenango”, p. 392.9 Julio pinto, “el Valle Central de Guatemala (1524-1821): un análisis...”, pp. 86-87.

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clásico trapiche de las tierras aisladas del Reino de Guatemala y, probablemente, de las de Huehuetenango. este historiador considera que para la segunda mitad del siglo xviii había en esa zona trapiches suficientemente grandes como para que su producción fuera destinada al comercio. poco a poco, el aguardiente —a pesar de estar prohibido o precisamente por estarlo— se convirtió en negocio lucrativo.

Ya en la etapa republicana, existe constancia de la existencia de propiedad pri-vada ladina en pétzal, dedicada a la producción de caña de azúcar con el fin de elaborar panela y aguardiente, así como de hatos de ganado. son documentos de compra-venta entre propietarios ladinos, por terrenos heredados vía familiar en tierras legalmente consideradas propiedad comunal de Colotenango.

¿Cuáles eran estas familias? ¿Cómo pudieron apropiarse en poco tiempo de los recursos de una zona aparentemente reservada a la población mam? para contestar a estas preguntas empezaremos incursionando en cómo funcionaba el monopolio de aguardiente, como marco para analizar, seguidamente, a quiénes beneficiaba y a quiénes perjudicaba ese sistema.

2. El estanco: monopolio estatal, clandestinidad y contrabando

el 6 de mayo de 1853, el gobierno guatemalteco —de conformidad con el dic-tamen de la Junta de Hacienda y en aplicación de la ley de aguardiente de 1853— ordenó que se mantuviese el estanco10 de aguardiente en Colotenango y se persiguiera el contrabando que se fabricaba en la aldea pétzal, como respuesta a la solicitud que le hicieran los mames de este municipio, quienes pedían se le-vantara el estanco para poder producir, vender y consumir chicha y aguardiente libremente.11

Creado en 1822, el estanco de la chicha se vio afectado en 1839 cuando el go-bierno guatemalteco legisló la prohibición total de venta de alcohol en los pueblos de indios, pues el estado buscaba establecer un estanco general de aguardiente, medida con la que quería garantizar la fuente de ingresos vía el establecimiento de impuestos.12

Como ya lo ha explicado Daniele pompejano13, durante los primeros 50 años de vida de la República de Guatemala, los beneficios obtenidos por el monopolio de chicha y aguardiente se convirtieron en un rubro muy importante de ingreso

10 Estanco es el embargo o prohibición del curso y venta libre de un producto, o el asiento que se hace para apropiarse de la venta del producto sujeto de estanco, poniendo coto para que no se venda sino por determinadas personas y a precio fijo. También se llama estanco el sitio o casa donde se venden productos estancados y, quienes lo hacen, se denominan estanqueros o asentistas. escriche, Joaquín. Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia. parís: 1852; citado en lizeth Jiménez y ana Carla ericastilla “las clandestinistas de aguardiente en Guatemala a finales del siglo xix”, p. 14.

11 aGCa, Jefatura política Huehuetenango (índice B), reg. 3 y aGCa, B, l 3698, exp. 86920.12 pineda Mont, Recopilación de las Leyes de Guatemala, pp. 605-606 y 848-849.13 Daniele pompejano. La crisis del Antiguo Régimen en Guatemala (1839-1871), pp. 34-35.

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estatal, así como para los particulares a quiénes se delegaba su gestión, mientras que para la población indígena —en general, campesina— supuso una imposi-ción odiada, que suscitó innumerables formas de oposición.

Desde el primer período liberal (1823-1838), el control sobre la producción y venta de licores tuvo una justificación moral y una clara motivación financiera, las que se vieron reforzadas en la etapa conservadora (1838—1871). se trataba —sobre papel— de controlar por razones de mano de obra y tributación el vicio de la embriaguez, específicamente la de la población indígena, pero tal medida estaba dirigida a que fuera el negocio que alimentaría las arcas del estado en mo-mentos en que ya se vislumbraba el tope que tenían para Guatemala las ganancias por la exportación de grana. por un lado, entonces, existía una fluctuante legis-lación que castigaba la ebriedad y penalizaba la producción y venta de bebidas embriagantes fuera de los establecimientos designados para ello y, por supuesto, perseguía el contrabando y, por el otro, se establecía un sistema impositivo alrede-dor de este producto, medida que lo convertía en buen negocio para las personas “autorizadas” —extranjeros, criollos y ladinos—, con cierto nivel económico.

evidentemente, esta legislación no provocó la caída del consumo de licor por parte de la población indígena, pero sí tuvo consecuencias definitivas en la con-formación de la economía de las localidades, cuyo principal cultivo era la caña de azúcar. así, mientras crecía el estigma de “indio borracho”, se posibilitaba, desde lo local, la conformación de una elite ladina alrededor del monopolio de este producto.14

a su vez, la efectividad del sistema monopólico creció cuando a principios del siglo xix también fue adoptado el sistema de arrendamiento a particulares, estable-ciéndose estancos en cuantas poblaciones admitieran su consumo. González san-doval señala que, mientras se legislaban medidas contra la embriaguez, se obligaba a los administradores de rentas a impulsar los estancos que fuesen posibles en sus respectivas jurisdicciones.15 al mismo tiempo, el aparato de control fue aumentan-do, como deja constancia el Decreto que el Ministerio de Hacienda publicó en la Gaceta de Guatemala el 19 de abril de 1847, cuyas consideraciones eran que:

[...] mientras más alto sea el precio del aguardiente, menos facilidad encontrarán los que abusando de este licor, contraen el vicio de la embriaguez: que para reprimirle y perseguir eficazmente las ventas clandestinas hasta evitarlas, es necesario aumentar los agentes de policía, lo que sin gravar la hacienda pública no podrá hacerse, sino aumen-tando las cuotas en que se rematan los estancos.16

la misma autora apunta que, además de que el sistema de estancos aumentó el problema de la embriaguez —estimulando la producción clandestina y el contra-

14 arturo Taracena y colaboradores, Etnicidad, estado y nación en Guatemala.15 Magda leticia González, El estanco de bebidas embriagantes en Guatemala, 1753-1860.16 Apud pompejano, op. cit., p. 35.

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bando en las zonas fronterizas con México—, alivió en parte los problemas finan-cieros del naciente estado guatemalteco y, sobre todo, desarrolló una nueva clase de monopolio, el de esos comerciantes particulares beneficiados por este sistema monopólico. el máximo ejemplo de ello lo constituiría la Compañía larraondo y samayoa17, que controló el negocio por más de 20 años. la escala de beneficios del sistema llegó hasta las localidades más remotas, donde ser estanquero supuso una fuente de ingresos y de poder. luego, en 1866, se constituyó la “Compa-ñía anónima de aguardiente”,18 adjudicataria con derecho de exclusividad de la producción y venta de todos los licores nacionales, incluyendo la compra de los derivados y destilados de la caña de azúcar. la centralización del monopolio en la Compañía motivó un activo descontento de los municipios, pues desangró a los pequeños productores locales.19

según Reeves,20 durante los primeros años de post-independencia, las prácticas de sub-arrendamiento de los derechos monopólicos, así como la de ignorar el aguardiente clandestino, se reforzaban mutuamente. Dentro de los vaivenes de la legislación, en junio de 1833 el estado abolió el monopolio en las ciudades que no produjeran más de mil pesos para las rentas estatales, a excepción de petén, escuintla, suchitepéquez y Huehuetenango donde se encontraban las tierras óptimas para su producción. alrededor de 1850, el gobierno conservador empezó a perseguir más efectivamente el aguardiente clandestino. por un lado se estable-ció el “resguardo de aguardiente”, un cuerpo de guardias que ayudaba a investigar y perseguir a los productores y vendedores clandestinos. por el otro, elevó las penas por contrabando.

Como indica pompejano,21 el estanco conllevaba un sistema de vigilancia de la población, el cual preveía que el Ministerio de Hacienda nombrara un cuerpo de guardias, propuestos a menudo por los mismos estanqueros, destinados al control de la actividad clandestina. Éstos eran mitad funcionarios públicos y mitad vigi-lantes de los intereses privados de los estanqueros. McCreery22 también menciona a este tipo de policía rural, supeditada a este Ministerio para el control del con-trabando de aguardiente y de tabaco, resultando ser la primera expresión de fuer-za pública en el campo; una fuerza totalmente vinculada a los intereses privados locales y regionales. los abusos fueron tales que en 1862 el administrador general de Rentas advirtió al de Huehuetenango que no permitiera que los estanqueros

17 esta compañía fue formada por José Tomás larraondo y José María samayoa, el primero criollo y el segundo de origen ladino, nacido en Totonicapán. Gilberto Valenzuela, Bibliografía Guatemalteca, p. 105.

18 Compañía formada por los principales acreedores de los larraondo y samayoa. eran los viejos concesionarios, unidos en una sociedad de negocios con otros accionistas, siendo todos representan-tes de las familias más ricas del país. pompejano, op. cit., pp. 36-37.

19 pompejano, op. cit., 37-42.20 Reeves, Liberals, Conservatives and Indigenous Peoples: the Subaltern..., pp. 304-5 y 311.21 pompejano, op. cit., p. 35.22 McCreery, “Hegemonía y represión en la Guatemala rural, 1871-1940”, pp. 43 y 63.

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nombraran directamente a los guardas del Resguardo, como efectivamente estaba ocurriendo.23

en 1864 el presidente Rafael Carrera ordenó al Comandante General de Que-tzaltenango que organizara un resguardo militar para el control de la frontera con Chiapas, a solicitud del estanquero de aguardiente de los altos, león Idígoras, de origen español.24 su propuesta —que fue aceptada— consistía en compartir los gastos con la administración de Rentas. el resguardo estaba dividido en cinco partidas volantes, con un comandante para todas, otros más por partida, más 29 celadores. el costo mensual en salarios era de 500 pesos: 300 a cargo de Idígoras y 200 del Tesoro público. su función sería impedir la entrada al país de aguar-diente comiteco, tabaco, pólvora y otros productos de origen mexicano.25 Dicha medida causó gran malestar entre los pobladores del occidente guatemalteco.

el contrabando era un serio problema para los estanqueros. en 1860, uno de ellos, Joaquín de la Torre,26 acusó al administrador General de Rentas de proteger el contrabando de comiteco,27 un aguardiente fabricado en Comitán, Chiapas, obtenido de la destilación de una mezcla de panela y aguamiel extraído de los magueyes. además, era fabricado en alambiques de cobre, lo que significaba un sistema de destilación más moderno, que implicaba mayor capital de inversión y conllevaba mejor productividad y, por tanto, gran valor comercial. era un aguar-diente muy apreciado por los coletos chiapanecos,28 pero la mayor parte se expor-taba de forma clandestina a Guatemala por la demanda que de él hacían sus pares, los ladinos.29 Como a este producto no se le cargaban los costos marcados por la legislación guatemalteca, era una competencia fuerte para la producción local.

pero, ¿cómo funcionaba el sistema de estancos? ¿Quiénes tenían acceso a él?

3. Los beneficiados: asentistas, propietarios de tierras, ladinos, el Estado

antes de la concesión monopólica a la “Compañía anónima de aguardiente” en 1866, la forma de otorgárselas a los estanqueros o asentistas fue variando con los años. Interesa destacar —como ya lo ha hecho Tánchez Iscayá—, el hecho que, frente a la existencia de espacios geográficos extensos, desde la década de los

23 aGCa, B, l 3702, exp. 87472.24 natural de Ortigosa (logroño, españa), de familia hidalga, de origen vasco. llegó a Guate-

mala en la primera mitad del siglo xix. Tío abuelo del presidente de la República, el general Miguel Idígoras Fuentes. edgar Juan aparicio, Conquistadores..., p. 66.

25 aGCa, Jefatura política Huehuetenango, (índice B), reg. 17 y aGCa, B, l 3702, exp. 87559.26 nacido en santa Olaja de Tudela (españa), llegó a Guatemala en 1821 y se asentó en sololá.

edgar Juan aparicio op. cit., p. 74.27 aGCa, B, l 3701, exp 87471.28 ladinos de Ciudad Real, capital de la provincia de Chiapas, la que en el siglo xix pasa a lla-

marse san Cristóbal de las Casas.29 Juan Miguel Blasco, Producción y comercialización del aguardiente en los Altos de Chiapas en la

segunda mitad del siglo xix, p. 252.

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cuarenta la práctica del remate de estancos hizo que algunas personas no pertene-cientes a la elite tradicional —“mestizos que surgen al campo de los negocios en los años treinta” en los inicios de la República—,30 aprovecharan tal coyuntura para expandirse económicamente en zonas periféricas, predominantemente indí-genas. en el mismo sentido John Watanabe se refiere a la atracción que supuso para “ladinos dispersos” la producción de panela y de aguardiente en las zonas bajas de Huehuetenango, antes de que se diese la entrada del café en el área. Como lo ha investigado concretamente para el caso de santiago Chimaltenango, municipio mam limítrofe con el de Colotenango.31

Requisito para que un particular pudiese optar a contratar un estanco era ase-gurar el pago de la cuota establecida por el estado —según la importancia de la localidad que cubría el estanco—, garantizándolo con la hipoteca de los bienes personales o a través de un fiador. el estado, entonces, abría a remate los estan-cos que consideraba oportunos y los arrendaba a particulares, los que a su vez los podían subarrendar a su antojo, siempre y cuando se asegurara el pago a la administración de Rentas.

en la información encontrada sobre los remates asentados en los protocolos Municipales de Huehuetenango correspondientes al periodo anterior a 1866,32 vemos que el primer estanquero —documentado— de Colotenango fue Víctor aguirre, cuando en enero de 1856 subarrendó al estanquero del departamento de Huehuetenango el estanco de ese pueblo, más los de sus vecinos san Ildefonso Ixtahuacán, san pedro necta y san Juan atitán. aguirre estaba casado con una hija de José Ríos, estanquero de la villa de Huehuetenango, donde ya residía en 1843. Con el apoyo económico de su suegro, llegó 10 años después a controlar la mayoría de estancos de la zona. Más adelante, incorporaron al negocio a José David Ríos —hijo de José— y a norberto Villatoro, casado con otra hija de éste y vecino de Malacatán, Huehuetenango. el resto de los estanqueros particu-lares eran ladinos de la zona, hasta que en 1859 se incorporaron al negocio los criollos Joaquín de la Torre y José Tomás larraondo, el peninsular león Idígoras y el ladino José Mª samayoa. por tanto, en su mayoría, los estanqueros que ope-raban en Huehuetenango eran ladinos provenientes de la cabecera departamental y del colindante pueblo de Malacatán, los que empezaban a extender su radio de acción hacia los pueblos mames circunvecinos, apoyados en su capacidad económi-ca —todos con propiedades inmuebles— y, sobre todo, la de los fiadores. estos inmigrantes iban expandiéndose a partir de una lógica de redes familiares.

Cabe destacar que de todos los expedientes revisados sólo se encontró un caso en que el estanquero no era ladino. se trataba del indígena Matías Ramírez, es-

30 Ruth adriana Tánchez, El préstamo a interés y sus vínculos con la actividad comercial y agrícola. 1839-1871, p. 44.

31 John Watanabe, “entitling ethnicities: land, locality and identity ...”, p. 153.32 aGCa: protocolos Municipales Huehuetenango, nums. 175 a 179 y aGCa: B, l 3701,

exp. 87377; B, l 3702, exp. 87512; B, l 3702, exp. 87559.

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tanquero del pueblo de Tectitán. aunque la ley, entonces, no era explícitamente segregadora, en la práctica funcionaba de esa forma al amparo de la dinámica estatal. el estado era el que decidía en qué lugar se abrían estancos, cuáles eran las cuotas de arrendamiento y a quién se remataban.

en 1859, los pueblos del departamento de Huehuetenango que tenían estan-cos de aguardiente eran los que siguen, con las cuotas anuales de cada uno de ellos:

Cuadro 1. pueblos con estanco en el Departamento de Huehuetenango, 1859

puebloCuota anual (en pesos)

Huehuetenango 162

aguacatán 64

Chiantla 53

Malacatán 25

Cuilco 22

Colotenango 14

s. Ildefonso Ixtahuacán 11

s. pedro necta 11

s. Juan atitán 11

s. antonio Huista 11

s. pedro soloma 11

Tectitán 12

Jacaltenango 11

TOTal 418

en ese momento el administrador de rentas de Huehuetenango estaba pro-poniendo que se establecieran nuevos estancos en los pueblos de santa eulalia, san Mateo Ixtatán, Todos santos, san sebastián acatán y santa Bárbara, con una propuesta de cuotas en función del número de habitantes.33

Cuando se abría el estanco en un pueblo, el estado enviaba a un guarda volante para que ordenara a la Municipalidad construir el local donde llegaría el asentista a establecer el estanco. en 1852 el administrador de Rentas de Huehuetenango ordenó a la Municipalidad y al pueblo de Colotenango —como ya había hecho en los pueblos vecinos—, que le construyeran la casa o local a quién ya habían re-matado el estanco del pueblo, el mencionado Víctor aguirre. a ello se opusieron

33 aGCa, B, l 3700, exp. 87365.

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los pobladores, proponiendo que remataran el estanco a favor de su Municipa-lidad, puesto que el pueblo no quería “que ninguno de fuera se introduzca ni se mezcle con nosotros”34. el administrador de rentas de Huehuetenango argumentó ante el corregidor “que los vecinos de Colotenango, que ordinariamente residen en la aldea de pétzal, se ocupan de la fabricación de aguardiente clandestino con notable perjuicio de los estancos de pueblos vecinos y con menoscabo de la Ha-cienda pública” y que tomara en cuenta que “la aldea pétzal, compuesta de vecinos de Colotenango y sembrada de cañales y de multitud de pequeños trapiches, es el foco del clandestino”. la petición fue denegada —como lo fueron también las que harían otros pueblos—,35 recomendándose activar “la represión del contra-bando de aguardiente que resulta fabricarse en la aldea pétzal”.36

pocos años después, en 1857, el ya estanquero de Colotenango norberto Villatoro, denunció a dos mames —uno de ellos, andrés pérez, principal y varias veces alcalde de Colotenango— de instigar un asalto contra su venta de aguardiente y de tener que huir por ello del pueblo. la causa del motín era la oposición de los indígenas al estanco.37 la preocupación que tenía la Municipa-lidad de Colotenango ante la “introducción de gente de fuera”, estaba vinculada al acaparamiento de la producción y venta de aguardiente por parte de los la-dinos, pero también a la usurpación de su bien más preciado: la tierra, que era empleada para la producción de la materia prima del aguardiente: la caña de azúcar. Veamos qué relación había entre estos ladinos que se convertían en es-tanqueros y la propiedad de la tierra en la zona de cañaverales de Colotenango, el paraje de pétzal.

en 1864 el común de Colotenango solicitó certificación del título ejidal por haber desaparecido el que fue erogado en 1835,38 mientras que en ese lapso de tiempo los ladinos habían estado documentando la posesión de trapiches y ranchos dentro del área de los ejidos, concretamente en la que correspondía a pétzal.

el primer propietario ladino establecido en pétzal fue nazario argueta, por adjudicación de 21 caballerías39 en el paraje de pétzal Chiquito.40 seguidamente argueta vendió la propiedad a José Ríos —como se ha dicho, el principal estan-quero de Huehuetenango—, lo que le permitió convertirse en el mayor propie-tario coloteco de cañaverales. Ríos, a su vez, emparentó con los aguirre, quienes llegarían a ser la familia de mayor peso económico en pétzal.

34 aGCa, Jefatura política Huehuetango (índice B), reg. 3.35 aGCa, B, l 3702, exp. 87533.36 aGCa, B, l 3698, exp. 86920.37 aGCa, Indice nº 125, 1ª instancia, Juicio Civil, año 1854-58, l 3, exp. 29.38 aGCa, sección Tierras, paq. 4, exp. 6, Huehuetenango.39 equivalentes a 543 ha, 4 a y 2.192 cta.40 aGCa, protocolo Municipal Huehuetenango, n. 180, años 1860-1865; aGCa, sección Tie-

rras, paq. 20, exp. 4, f. 73, Huehuetenango.

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la familia argueta, residente en la ciudad de Huehuetenango, estaba vinculada al separatismo altense,41 pues nicolás argueta fue miembro de la Junta electoral del estado de los altos por parte de Huehuetenango, en septiembre de 1848.42 asimismo, fue alcalde 1º de Huehuetenango en 1837 y 1866, y en 1859, juez de primera instancia43. el jefe de estado altense, Marcelo Molina Mata, fue quien concedió las tierras en pétzal a nazario argueta, dentro de la lógica expansionista de la elite altense con el fin de consolidar su territorialidad. además de haber sido alcalde primero de Huehuetenango en 1806 y en 1811, ocupó los cargos de comisionado, maestro y juez preventivo de Jacaltenango, donde fue acusado de abusar de los indígenas del lugar.44

Como ha constatado Taracena,45 los quetzaltecos y sus aliados altenses fueron progresivamente acaparando tierras durante la segunda mitad del siglo xviii, acen-tuándose la tendencia de 1800 a 1820, en el tiempo del surgimiento del autono-mismo altense. a partir de 1826, el autor confirma que la mayoría de beneficiarios de apropiación de tierras —a través de la figura colonial de la denuncia— en detri-mento de las comunidades indígenas, serían funcionarios importantes en el futuro estado de los altos. esta expansión se dirigió sobre todo hacia el litoral del pací-fico —suchitepéquez y santo Domingo Retalhuleu—, pero también incluyó las zonas cálidas de Huehuetenango, como la que nos ocupa, y que tenían el carácter estratégico por ser punto de paso hacia el territorio de los altos de Chiapas.

Viendo el vínculo entre la elite altense y el comercio de aguardiente, Taracena nos recuerda que el 4 de abril de 1839 la asamblea Constituyente de los altos eximió de impuestos por cinco años a todo el azúcar elaborado en la zona, en un claro intento de estimular la producción cañera.46 una vez controlados los inten-tos separatistas altenses, el 10 de septiembre de 1851 el presidente guatemalteco Rafael Carrera decretó que el aguardiente volviera a pagar un 24% de impuesto, satisfaciendo a los comerciantes capitalinos y evidentemente a las arcas del estado central en detrimento de la rebelde elite altense. sin embargo, mientras más se fomentaba el monopolio, más se estimulaba la producción clandestina y el con-trabando. Con la concentración creciente del monopolio, que había empezado a darse desde las contratas a la “Compañía anónima de aguardiente” del segundo quinquenio de 1840 hasta obtener ésta el control de todo el país en 1867, mu-chas de estas personas quedaron fuera del negocio.47

41 proyecto político regionalista encabezado por la elite de Quetzaltenango en oposición a la de ciudad de Guatemala, que conllevó la constitución del estado de los altos en 1838-1840 y 1848.

42 arturo Taracena, Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena, p. 28343 aGCa, protocolo Municipal Huehuetenango, n. 176, años 1837 y 1839-1844, fol. 2; pro-

tocolo Municipal Huehuetenango, n. 177, años 1847-1862, fol 290; B, l 28578, exp. 143, fol. 3, respectivamente.

44 aGCa, a1.31, l 6113, exp. 56237.45 Taracena, op. cit., pp. 54-5946 Taracena, op. cit., pp. 303-30547 Tánchez, op. cit., p. 86

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el subarrendamiento era una práctica tolerada por el estado, pues le aseguraba que el primer arrendatario pudiera cubrir las obligaciones financieras contraídas. Con la centralización, los que se pudieron mantener fueron aquellos que habían logrado consolidar un patrimonio —en bienes inmuebles—, que les permitiera garantizar el pago del derecho de subarrendar los estancos a sus propietarios.48

por su parte, pompejano menciona, a su vez, que con la muerte de Carrera varios municipios del occidente guatemalteco subrayaron los graves daños aca-rreados a la economía local por el sistema de monopolio, pues quienes lo ejer-cían compraban sólo a los grandes productores y del fruto de tales transacciones poco quedó en circulación a nivel local, pues los concesionarios eran forasteros. También se quejaban de las brutalidades cometidas por los guardias al servicio de estos concesionarios.49

la antipatía hacia el monopolio y sus efectos económicos venía, entonces, de todos aquellos que producían y vendían aguardiente pero que quedaban fuera del estanco, y eran tanto indígenas como ladinos. para el caso de los ladinos, la oposición se hizo patente dentro del marco de pugnas entre elites, pugna que se movía alrededor de las siguientes oposiciones:

– ante el enfrentamiento de Carrera con la elite ladina altense después de sus intentos separatistas, a raíz de que se formara un nuevo sector beneficiado por el dictador50 a través de la ocupación de cargos públicos, que pugnaba con la elite tradicional de la región.– el enfrentamiento de estanqueros de aguardiente con los contrabandistas y productores y vendedores clandestinos.– la política centralizadora de los conservadores, que hacía que el monopolio de aguardiente —a través de la “Compañía anónima de aguardiente”— pro-vocase el aumento del número de ladinos que quedaba fuera de los beneficios del estanco.a raíz de la Revolución de 1871 los liberales abolieron el estanco como re-

compensa a aquellos que los apoyaron en el occidente del país. no es casualidad que Cuilco, vecino a Colotenango y centro del negocio de aguardiente, fuera uno de los primeros pueblos en sumarse a la Revolución. en el acta de adhesión a la misma, levantada en este pueblo en 18 de junio de 1871, destacaban, dentro de la lista de agravios que justificaban su posición, los siguientes:

[...] y teniendo presente que el Gobierno de Don Vicente Cerna siguiendo literalmen-te la senda tortuosa de su antecesor el General Carrera hasta en la perpetuidad en el mando, ha abusado y abusa diaria e inconsideradamente de su poder ya estableciendo

48 Tánchez, op. cit., 8949 pompejano op. cit., 4050 presidente de Guatemala entre 1844-48, Rafael Carrera volvió al cargo en 1851 aumentando

grandemente su poder cuando se proclamó presidente vitalicio en 1854. Murió en el cargo en 1865.

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monopolios con grave perjuicio de la nación [...] y por mantener un número crecido y superfluo de empleados, especialmente militares [...] ora como auxiliares natos de los monopolistas de aguardiente, de quienes se han constituido fieles servidores. Teniendo presente que sin embargo de haber en el país sujetos ilustrados y dignos para el desem-peño de los destinos, se les confieren especialmente los Corregimientos Departamen-tos a españoles aventureros, ignorantes y destituidos de todo mérito [...].51

De las 124 actas correspondientes a igual número de municipalidades que ra-tificaron su apoyo a los liberales, la suscrita por Cuilco fue una de las más razo-nadas, con una clara muestra del descontento por el creciente centralismo de Ca-rrera y su sucesor, que perjudicaba los intereses económicos y políticos de la elite local. la población estaba más que lista, entonces, para escuchar a los liberales en sus promesas de abolir el monopolio. pero no sólo los indígenas. al respecto apunta Taracena:

a causa de su fallido separatismo, los altenses se encontraron a mediados del siglo xix aislados de los asuntos políticos del estado, cuya participación les era negada por el gobierno conservador y por la política económica de los comerciantes capitalinos a través del Consulado de Comercio. la misma estaba orientada a frenar el desarrollo interno y externo de su comercio al obstruir sistemáticamente la construcción del puerto de Champerico, gravar los productos procedentes del sur de México, fomentar el monopolio estatal del aguardiente, importar sin impuestos harina del extranjero, etc. por tales razones, los ladinos de los altos participaron masivamente en la Revolu-ción de 1871. praxis revolucionaria que también les permitió dar un salto cualitativo como políticos, militares, intelectuales, etc.52

promesas que poco tardaron los revolucionarios liberales en traicionar, instau-rando un sistema opresivo alrededor del aguardiente —igual al de los conserva-dores—53, sobre todo en detrimento de la población indígena, ya requerida como mano de obra por el auge del café, base económica del nuevo régimen liberal.

4. Los perjudicados: indígenas y mujeres. Los penalizados: clandestinistas, contrabandistas y ebrios

Todo este proceso de penetración ladina bajo el amparo de un estado cada vez más centralizador perjudicó claramente a las comunidades indígenas, pero sobre todo a las mujeres. este elemento segregador por razones de etnia y género tenía marcados orígenes coloniales, como podemos ver en un juicio por embriaguez contra cinco mames de Colotenango en 1704, cuando el teniente de alcalde ma-yor del partido de Huehuetenango —Juan sangroniz— ordenó:

51 El Acta de Patzicía, aGCa, Guatemala, ff. 225-226.52 Taracena, op. cit., p. 34353 Reeves, op. cit., p. 321; McCreery, Rural Guatemala 1760-1940, p. 176

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[...] y reconociendo por las declaraciones que hacen los contenidos en estos autos que muchos indios de este pueblo tienen sembrada caña dulce para hacer chicha para sus embriagueces y borracheras atendiendo al mayor servicio de Dios y del Rey y evitar las muchas culpas que originan de las borracheras que toman de la dicha chicha. Y por estar mandado por autos de visitas Generales y particulares no se les permite sembrar la dicha caña, mando se arranque de raíz toda la que hubiese sembrada en este pueblo [...]que se abrase y queme toda para con este ejemplar no sucedan otras borracheras [...] y mando a los alcaldes actuales de este otro pueblo no consientan que los indios de él siembren caña [...] y mando se lleven presos a la cárcel de Huehuetenango a todos los indios que se hallasen en los dichos cañaverales y constare ser suyos para que se castiguen [...].[...] en este dicho pueblo ante mi el dicho alcalde Mayor apareció el alférez Domingo Moscoso vecino del pueblo de Chiantla quien viendo que el dicho alcalde Mayor quería mandar quemar un poco caña dulce que se había traído de los cañaverales de los Indios del pueblo de Colotenango que se mandaron destruir por las borracheras, ofreció por dicha caña ocho pesos y viendo yo dicho alcalde Mayor que de quemarla no se seguía utilidad ninguna mandé que la dicha caña se entregue al dicho alférez Domingo Moscoso, exhibiendo por ella los ocho pesos que ofrece los cuales exhibió y mandó que los dichos ocho pesos se apliquen a gastos de justicia [...].54

es evidente el trato diferenciado que las autoridades otorgaban a indígenas y a españoles en torno al derecho de sembrar caña y procesarla. González sandoval concluyó en su estudio sobre el estanco de bebidas alcohólicas que las disposicio-nes estatales dirigidas a controlar la fabricación y venta clandestinas de aguardiente y chicha de finales del siglo xvii y durante el xviii tenían una clara diferenciación étnica, pues las penas por alteración de la ley eran distintas si los transgresores eran españoles, indios o castas. sobre todo, si se concebía que la embriaguez, gra-vísimo problema social, era propia de indígenas y mulatos. señala, no obstante, que en el siglo xix “al englobar en una misma clase a indios, mestizos, mulatos o españoles, cuyo rasgo común era la pobreza, esta diferenciación se volvió social.”55 sin embargo, aunque la legislación al respecto en el xix no es explícita-mente segregacionista, la práctica sí lo fue, cómo ilustra el caso de Colotenango.

por su parte Reeves, además de explicar la importancia alrededor del aguardiente —sobre todo clandestino— para la economía decimonónica de Ostuncalco, Quet-zaltenango, y de los pueblos mames de su alrededor, explora el estrecho vínculo entre el trabajo de mujeres y el alcohol. Ya en 1784, las penas por producción y venta clandestina de aguardiente tenían no sólo diferenciación étnica, sino tam-bién de género.56

estudios recientes confirman la participación fundamental de las mujeres en la venta de aguardiente y chicha en todo el territorio guatemalteco, participación

54 aGCa, a1, l 2891, exp. 26652.55 González, op. cit., p. 15356 aGCa, a1, l 6098, exp. 55532.

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que fue legalmente estimulada en 1798 con la publicación del Reglamento para el control de la Chicha, que indicaba que el consumo de licores era “útil y necesario para la salud y la vida de los trabajadores”, y prohibía a los hombres menores de 60 años y sin impedimentos físicos que se dedicaran a su producción y venta.57

Reeves acota que si bien los hombres participaron en esa expansión como productores y vendedores, la mayoría se involucraba en la fase de consumo. las mujeres, en cambio, a pesar de ser consumidoras en una significante propor-ción, dominaban el campo de la producción y de la venta, sosteniendo a sus fa-milias con este negocio, sobretodo en su modalidad clandestina.58 Concluyen en su trabajo las historiadoras Jiménez y ericastilla: “el hecho de que la fabricación de aguardiente clandestino revistiera un carácter femenino, fue condicionado por la legislación colonial que prohibió a los hombres dedicarse a esta tarea. es así como se fijó en el imaginario colectivo que este era un trabajo para mujeres, impropio de hombres”.59

en cuanto al peso de la variable étnica en el manejo del negocio del aguar-diente, Reeves sostiene para el caso de su estudio que si bien los trapiches fue-ron puerta de entrada de ladinos en la zona mam de Ostuncalco, durante las décadas de 1820 y 1830, en el negocio clandestino los mames superaron en participación a aquellos. en este sentido, la introducción del sistema mono-pólico incrementó fuertemente la acción represiva del estado sobre esas co-munidades, dándoles especiales poderes a esos asentistas para acabar con los competidores ilegales.60

para reubicarnos en el caso de Colotenango, veamos cómo se expresaba en 1854 el alcalde Mayor de Totonicapán, al referirse al problema del aguardiente en el partido de Huehuetenango:

[...] sin embargo de las repetidas ocasiones que han expresado en varios tiempos pro-vhibiendo por punto General la fábrica de los aguardientes de caña, no ha bastado providencia ni medio alguno para evitar este tan arraigado vicio, en esos naturales, [...] siendo muy difícil la extirpación de tales fábricas [...] considerar se consigne [...] cin-cuenta hombres de tropa reglada y atender asimismo a la paga de Capellanes, Relator, agente, fiscal y otros oficios de esa audiencia que hallándose años ha sin satisfacción alguna de sus sueldos se ven constituidos inevitable ocasión de estafar a los miserables Indios [...] a lo representado por este superior Gobierno ha venido en conceder [...] el estanco de aguardiente de caña, no con absoluta libertad sino a un solo asentista, que por esta privativa facultad haya de contribuir con el correspondiente servicio y con la calidad de que la bebida del aguardiente, sólo se haya de vender en cualquier pobla-ción o ranchería por grande que sea con una sola taberna o casa [...].61

57 Jiménez y ericastilla op. cit., 13-1458 Reeves, op. cit., 28859 Jiménez y ericastilla, op. cit., 2160 Reeves, op. cit., 295-32161 aGCa, a1, l 5470, exp. 46975.

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paralelamente a las disposiciones estatales que imponían el monopolio, en Co-lotenango se sucedieron juicios por producción clandestina de los mames, perse-guidos por celadores de aguardiente ladinos, lo que provocó su ira.62 Ya dijimos que en 1857 el estanquero norberto Villatoro tuvo que salir huyendo del pueblo

[...] por el temor de los indios que se le quieren alzar si no se va de aquí porque no quiere estanco [...] que había una conspiración, tramada por unos cuantos aborígenes de aquel, poniendo por pretexto, el no querer la venta establecida de aguardiente, lle-gando desde luego a conocer el peligro en que me encontraba con semejante proyecto; y aunque la llegué a dudar, para descubrir la realidad del hecho, dispuse salir de aquel pueblo [...] que se ha dicho anteriormente que a continuación y queriendo poner en práctica la orden de u para abrir la venta de aguardiente, que había estado cerrada comenzaron de nuevo a reunirse los amotinados, acaudillados por el mismo aguilar y andrés pérez, [mames] para impedirlo con amenazas de muerte contra mi [...] por aquellos indígenas que llegan ebrios de las fábricas clandestinas que tienen, [...].63

en el alegato donde pedía castigo para los delincuentes, Villatoro no olvidaba recordar que era la Hacienda pública la más perjudicada si se llegaba a extender su ejemplo a los demás pueblos “que se componen en lo general de indígenas”, pues no habría asentistas que apostaran a los estancos y, por tanto, bajarían las rentas estatales. sin embargo, el párroco de Ostuncalco se quejaba de que los es-tanqueros violaban el horario establecido para la venta de aguardiente y que, ante la amonestación de los alcaldes indígenas, “[...] los desprecian diciéndoles que [los estanqueros] están manteniendo al Gobierno, y que si dichos alcaldes persi-guen la ebriedad se quejarán para que ellos paguen la cuota de los estancos [...].64

Como bien concluye McCreery, al estigma colonial de los indígenas como per-sonas “perezosas, estúpidas y sucias”, la elite guatemalteca le añadiría el atributo de “borrachos”.65 el monopolio aumentó el consumo de aguardiente clandes-tino de dudosa calidad, pero sobre todo los ladinos que compraban al estado el derecho a abrir tabernas en los pueblos siguieron todo tipo de estrategias para es-timular sus ventas, incluido el endeudamiento por aguardiente con miras a man-tener su subordinación social en momentos en que la caficultura requería cada vez más mano de obra forzada.

según Reeves, era aún peor. el monopolio invistió de autoridad a los ladinos recién llegados a las comunidades indígenas para que, en nombre de la represión al contrabando, usasen la violencia contra la población.66 ello produjo un alto potencial de abuso de poder y, por tanto, altos niveles de conflictividad.

62 aGCa, Jefatura política Huehuetenango (índice B). ejemplo en Reg. 16.63 aGCa, índice nº 125, 1ª Instancia, Juicio Civil, año 1854-1858, l 3, exp. 29.64 aGCa, B, l 28617, exp. 78.65 McCreery, op. cit., 8766 Reeves, op. cit., 308

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5. A modo de conclusión: control económico ladino y reorganización jurisdiccional

la entrada de los ladinos a Colotenango de la mano del negocio del aguardiente impulsó un desarrollo económico diferenciado en el seno de ese territorio, hasta el punto de conseguir cambiar su organización jurisdiccional. De esa forma, el con-flicto con el que se construyó la hegemonía ladina habría de cristalizar en la divi-sión político-administrativa del municipio.

por un lado, los mames atrincherados en la institucionalidad republicana de la municipalidad, defendían sus tierras comunales frente a la legalización de la pro-piedad privada por parte de los ladinos amparados en el nuevo credo del “progre-so”, evitando la entrada de éstos a los cargos municipales con el fin de mantener su autonomía política. por el otro, estos ladinos —que mantenían el control de la actividad económica local más rentable y eran propietarios de las tierras de pétzal gracias al estanco de aguardiente—, pelearon por obtener el control del poder municipal, encontrando al final la solución al segregar territorialmente pétzal de Colotenango. para ello argumentaban que: “el pueblo de Colotenango a donde nos encontramos sometidos, se halla a dos leguas distante de pétzal. su Municipio es de indígenas y ante el cual los propietarios ladinos de nuestro vecindario, no pueden disfrutar de completa y justa administración de justicia, por carecer del despejo y conocimiento necesario para ello”.67

el secretario de estado de Gobernación y Justicia apoyó la solicitud al conside-rar que “esa aldea se ha ido formando de aglomeración de fincas en aquel lugar”, lo que vino a confirmar el peso de la migración ladina altense en la zona. Igual-mente, la avaló el fiscal, que recomendaba erigirlo “en municipio independiente, conviniendo tal vez suprimir el de Colotenango y agregarlo al de pétzal.”68

siempre en nombre del “progreso” —valor asumido como no indígena— el jefe político de Huehuetenango Francisco Fuentes, justificaba asimismo la peti-ción, aduciendo que

[...] aunque la aldea de pétzal no cuenta aún con el número de habitantes que pres-cribe el inciso 1º, artículo 4º de la ley de Municipalidades, esa aldea es de bastante importancia, tanto porque la mayor parte de sus habitantes corresponde a la clase ladina, como porque es considerablemente rica en sus producciones agrícolas. la Mu-nicipalidad de Colotenango a que pétzal corresponde está compuesta de indígenas que ni aún siquiera saben el castellano y esa circunstancia no ha dejado ni deja de ser un obstáculo respecto de los asuntos públicos y privados de la expresada aldea, dando esto lugar muchas veces hasta que las autoridades superiores tengan que entenderse directamente con el alcalde auxiliar que allí funge.69

67 aGCa, B, l 1335, exp. 28708.68 Ibidem.69 aGCa, B, l 28793, exp. 1669.

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De hecho, hasta ese momento el máximo cargo al que podían aspirar los ladi-nos de pétzal era el de alcalde auxiliar de la aldea, lo que les parecía absolutamen-te insuficiente. la municipalidad indígena de Colotenango, por su parte, ante la voluntad de segregación de los ladinos petzaleños, reaccionó explicando que todo esto era un movimiento de aquellos domiciliados en esa aldea, sobre todo los aguirre:

[...] fomentada por el alcalde auxiliar que allí nombramos, Vicente Ríos, que guiado por Don Jesús aguirre aspiran por hoy fraccionar nuestra comprensión Municipal, que declarándose pueblo el punto que habitan y pidiendo por consiguiente el ejido respectivo se evitan del desembolso natural por compra del terreno que ilegítimamente ocupan. estas razones y otras que se pueden “colegir” [sic] en el presente caso, demues-tran la ninguna filantropía ni desarrollo en progreso que le desean a la expresada aldea [...]. ahora pues, si en el escrito en que piden por pueblo a pétzal aparecen muchas firmas han sido de personas que no residen en nuestra Jurisdicción y se han suplan-tado individuos que para esto no han dado su asentimiento como se puede averiguar con la ratificación de firmas y de las personas que se indican solamente su nombre con lo cual se verá que se aspiran por que pétzal se haga pueblo es por no enterar a la Te-sorería n[acional] el valor del inmueble que ocupan, pues todos los cantones descritos denunciaron los terrenos que habitan y dispuestos a comprarlos legalmente [...].70

en 1890 nacía, pues, el municipio de san Rafael pétzal con la mitad del terri-torio del de Colotenango; eran buena parte de sus mejores tierras bajas.

la conclusión general es que la acción estatal conservadora ayudó a la pene-tración de los ladinos en zonas periféricas dominadas por indígenas como Colo-tenango, siendo la puerta de entrada el control del negocio del aguardiente que entonces sostenía económicamente al estado. De esa forma, desde núcleos pobla-cionales ladinos en la región de los altos —Quetzaltenango, Huehuetenango, Malacatán, Cuilco—, sus habitantes fueron expandiéndose, consiguiendo la lega-lización de la propiedad de las mejores tierras de la zona —las tierras bajas— que hasta entonces pertenecían a los mames. ello hizo que aumentara la presión sobre el territorio bajo control mam, que terminaría quedando reducido a la mitad.

el estanco de aguardiente supuso, también, una presencia estatal en la vida comunitaria a través de una fuerte acción represiva, justificada por la necesidad de control de la producción y comercialización de licor clandestino y del contra-bando. en tal dinámica histórica, el estado guatemalteco impulsó procesos de expropiación y desarticulación de los patrimonios colectivos indígenas de forma “sutil”, mientras que los ladinos tuvieron la sagacidad suficiente como para apro-vechar la legislación vigente y apropiarse del máximo posible de recursos.

la forma de actuación de estos ladinos era la de conseguir alianzas entre sí a través de vínculos familiares y, aunque actuaban individualmente y con muchos

70 Ibidem.

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pleitos en su seno, la voluntad estatal de impulsarlos como grupo económico y social suplía sus frecuentes faltas de cohesión. por tanto, en un estado como el guatemalteco, tenían conciencia muy clara de superioridad cultural, económica y social frente a los mames a quienes, amparados en la ideología oficial, conce-bían como mozos y atrasados. a medida que se imponía la ideología liberal del “progreso”, se iba realizando la bipolaridad étnica como construcción ideológica sustentadora del nacionalismo.

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Bibliografía

Documentos

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B, l 3702, exp. 87472, el administrador de Rentas de Huehuetenango informa al admi-nistrador general de Rentas sobre la situación de los estancos, 1862.

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B, l 3702, exp. 87559, se informa al administrador de Rentas que debe pagar parte del resguardo para el control del contrabando de aguardiente y que el asentista Idígoras pa-gará el resto, 1865.

B, l 3701, exp 87471, el arrendatario de los estancos, Joaquín de la Torre, acusa al admi-nistrador general de Rentas de proteger el contrabando de comiteco, 1860.

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B, l 3701, exp. 87377, Remates de estancos de aguardiente por particulares, 1859.

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B, l 3702, exp. 87559, Remate de estancos de aguardiente por particulares, 1865.

B, l 3700, exp. 87365, el administrador de Rentas de Huehuetenango denuncia que el subarrendatario del estanco de Huehuetenango intenta establecer nuevos estancos en pueblos de la zona, 1859.

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Jefatura política Huehuetenango (índice B), reg. 3, “los vecinos del pueblo de Colote-nango solicitan pagar la cuota correspondiente para que no se establezca venta de licor en aquel lugar”, 1852.

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sección Tierras, paq. 4, exp. 6, Huehuetenango. el común de Colotenango pide certifi-cación del título ejidal, 1864.

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Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

fecha de recepción: 11 de mayo de 2007fecha de dictamen: 7 de julio de 2007

De la peRVeRsIÓn a la VIOlenCIa naTuRal

María Noel LapoujadeunaM, FFyl

El hombre envuelve en torno de sí mismo su propia red.1

Aquel cuyo rostro no irradie luz, jamás será una estrella.2

Preámbulo

esta reflexión es mi invitación a un viaje imaginario cuyo destino es para cada uno un desafío. es el sueño de una conversión, la apuesta a una posible metamorfosis humana. este texto trata pues, del encomio de un viaje iniciático, es decir, de una novedad muy antigua. Comienza en la sabiduría religiosa egipcia que ha llegado hasta hoy en el Corpus Hermeticum, concentrado de escritos esotéricos bajo el nom-bre de Hermes Trimegisto.3 esa sabiduría es recogida por platón en su propia con-cepción, donde se entrecruzan el pensamiento de Oriente con la incipiente filosofía griega, y es enseñada, en ese condensado esotérico-exotérico que es el mito de la caverna. allí se trata el itinerario iniciático del alma humana, que parte de la oscu-ridad, pasando por la penumbra, avanzando a través de la luz solar reflejada, hasta lograr mediante su metamorfosis, su conversión, contemplar la fuente de vida, de energía, de luz, de calor: el sol. el sol es la fuente Benéfica, Verdadera y Bella del cosmos, en esa trilogía-una que platón regala a la historia y siempre.4

siglos después, Dante alighieri despliega esa alegoría platónica en su jamás igualada Divina Comedia.5 su palabra nos invoca y nos interpela cuando nos recuerda: “el cielo los llama y gira en torno de ustedes mostrándoles sus eternas bellezas, y sin embargo, sus miradas se dirigen hacia la Tierra...”.6

1 kenneth Cragg, La sabiduría de los sufís. sentencia X, 30. Buenos aires. ediciones lidiun, 1985.2 William Blake, Antología Bilingüe. proverbios del Infierno, 121. Madrid. alianza editorial,

1996.3 Hermes Trimegisto, Corpus Herméticum y otros textos apócrifos. Madrid. arca de la sabiduría,

1998. 4 platon, Oeuvres Complètes. Tome I, La République, livre 6, 514ss. paris. Gallimard, 1959.5 Dante alighieri, La Divina Comedia. México. ediciones ateneo, 1977.6 Dante alighieri, op. cit., Fin del Canto Decimocuarto, 194.

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Ciega y torpe vaga la humanidad en la oscuridad. en ella habitan todas las especies del terror.

El suelo de la caverna o del campo semántico de la palabra terror

ante todo, una analogía lingüística surge del texto de Dante, pues la misma raíz está incluida en la palabra terror (terreo) y terrestre (terreus). el terror se asocia pues a lo terrestre, al suelo de la caverna.

en el uso cotidiano, la palabra terror se asemeja y en ocasiones se confunde con la palabra horror.

primero, en sentido estricto, horror alude a una gama próxima de sensaciones físicas, entre las cuales: temblor, escalofrío, frío, estremecimiento.

segundo, proponemos como un acuerdo semántico básico que horror denota “algo”, ya sea un acontecimiento, una época, una situación, una persona, u otra variante, cuya cantidad es exagerada, es enorme. Horror alude a una cantidad tan grande que produce un efecto que choca al espectador; que se convierte en una atrocidad. en este sentido el horror por su cantidad, puede asimilarse al siguiente aspecto del sentimiento de lo sublime matemático en kant: se trata del punto específico en que kant caracteriza el sentimiento de lo sublime, por suscitar temor y respeto, ante fenómenos que superan a la especie humana por su can-tidad. el horror reviste esas características, pero las convierte en un sentimiento negativo, insoportable, de aversión, asco, rechazo absoluto.7

por terror, en sentido estricto se alude a una reacción subjetiva, espiritual que consiste en un sentimiento de miedo extremo.

segundo, continuando con la analogía anterior, acordamos que terror señala una cualidad exagerada. en tal sentido puede denotar “algo”, ya sea un acontecimiento, época, situación, persona, u otra variante cuya intensidad produce un efecto de temor extremo. De esta manera aproximamos el terror a lo sublime dinámico en kant.8

Circunscribimos pues el terror a la reacción de temor extremo, provocado por un agente cualitativo o cuantitativamente exagerado.

nuestro trabajo describe diversas formas del terror, con base en el esquema de la comunicación lingüística, como relaciones entre un emisor y un receptor. en nuestro contexto el emisor es el agente que provoca el terror. el Receptor es quien recibe esa descarga con una reacción de temor extremo, es decir, de terror. Claro está que como en el lenguaje, los papeles pueden revertirse.

7 Real academia española, Diccionario de la lengua española. Madrid. espasa-Calpe, 1970; Le nouveau Petit Robert, paris, Dictionnaires le Robert, 1996.

8 Immanuel kant, Kritik der Urteilskraft, in I.Kant Werkausgabe X, Frankfurt, suhrkamp, 1957. analytik des erhabenen, a. von mathematisch-erhabenen, 25, 169ss. 27, von der Qualität des Wohlgefallens in der Beurteilung des erhabenen. p. 180 ss. este párrafo establece explícitamente una vinculación particular; no se propone establecer una exégesis del pensamiento kantiano, lo cual no viene al caso.

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de la perversión a la violencia natural

en suma, llamamos terror al sentimiento de un miedo extremo.¿Cuáles son algunos detonantes del miedo? la sensación de peligro, es decir,

la inseguridad de la situación. el sentirse en una situación amenazante, esto es, cercado por un peligro. la angustia ante lo desconocido, que implica no saber qué reacción puede exigir y el no saber si se cuenta con los recursos, las fuerzas, la habilidad para una respuesta eficaz. De ahí tantos odios raciales, porque el otro es lo desconocido, lo extraño.9 la especie humana también siente el temor nacido de la ignorancia. en fin, tantos temores pueden dar lugar al sentimiento de te-rror, cuando se siente absolutamente indefenso ante una situación.

Breve “bestiario” de la oscuridad

en la vida actual estamos sumergidos hasta la nariz en la oscuridad de lo huma-no. aquí, la especie humana se arrastra en el piso oscuro de la caverna.

la guerra, el asesinato, la tortura, el sadismo, las alucinaciones, el doble, los celos, en un ensordecedor enjambre de dolor, de pesar, de asfixia, de some-timiento, en fin, de inhumanitad, se adueñan de nuestra especie cruelmente estúpida.

la guerra bajo cualquiera de sus formas, desde el fondo de la historia es un suceso constante de la humanidad en cualquier lugar y tiempo. en general, la guerra es siempre conflicto de intereses llevado al terreno de un enfrenta-miento de fuerzas. en tal sentido, la violencia es inherente a la naturaleza, a la vida.

a nivel humano puede transmutarse en conflicto de “derechos”, conflicto de “opiniones”, de “creencias”, etc.

siempre redunda en el choque hostil de fuerzas en pugna. el más débil termi-na siendo aniquilado o sometido.

Con base en el esquema aristotélico de una definición, es posible sostener que, en cuanto “género próximo”, la guerra es el combate de fuerzas hostiles. en tal sentido es un fenómeno natural.

la “diferencia específica” para la condición humana comienza ahí dónde nues-tra especie inventa recursos, artificios y artefactos para el más perfecto ejercicio de la crueldad, dedicando la imaginación a crear sofisticadas armas mortíferas y/o mutilantes, bombas atómicas, gases letales, hornos crematorios, aparatos para volver eficiente la tortura, etc.

entonces la guerra es una figura macroestructural del horror, y el magno es-pectáculo del terror. estamos, pues, en el reino de la inhumana-humanidad.

en unas páginas magistrales, sigmund Freud, pensando conjuntamente con albert einstein, dos de los grandes espíritus judíos de todos los tiempos, en los

9 Tzvetan Todorov, Introducción a la literatura fantástica. México. premia editora, 1980. Cap. 3. lo extraño y lo maravilloso.

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macabros años de 1932-1933, se preguntan desde el fondo de su humanidad perpleja, cuál es El porqué de la guerra.10

en una reflexión sin la menor sombra de odio o rencor, desde la altura de la dignidad, concluye en que: “por consiguiente, parece que la tentativa de susti-tuir el poderío real por el poderío de las ideas está condenada por el momento al fracaso. se hace un cálculo errado si no se tiene en cuenta que el derecho fue originalmente fuerza bruta y que aún no puede renunciar al apoyo de la fuerza”.11

en última instancia las causas de la guerra son distintas manifestaciones de lucha por el dominio de fuerzas. Con base en ello, el fanatismo, una de las formas del terror, suele utilizarse como instrumento eficaz. eficaz porque consigue hues-tes incondicionales ligadas por el fervor; eficaz, además, porque es un infalible instrumento de terror. la fortaleza de la debilidad anónima exige del fanático un deseo incondicional de servidumbre llevado hasta el masoquismo. a ese autómata del terror planificado no le es lícito dudar, cuestionar, discutir, pensar sino sólo actuar y obedecer al jefe, que es también el salvador.12

en los fanatismos, los “valores” tienen el rango de lo absoluto, entre ellos, la verdad, la razón, la identidad. en el esquema inicial, cuando el emisor es agente del fanatismo, esgrime el poderoso instrumento del odio con el cual puede sem-brar en el otro, el receptor, un terror radical.

un terror justificado en el receptor, porque este instrumento explota por lo menos dos factores decisivos para el agente del odio.

por un lado, enceguece, invade la totalidad de quien lo siente. pero además, lo liga necesariamente a lo odiado, a su objeto, su otro. es implacable en su ac-ción destructiva, continúa hasta exterminar aquello sobre lo cual recae. el odio no perdona, porque se prende de su víctima hasta su destrucción.

sin embargo, el odio es la fortaleza del fanático, para quien el menor titubeo puede causar su autodestrucción.

por estas vías, la humanidad involucrada se separa en vencedores y vencidos.las formas de crueldad con el vencido muestran una amplia gama del ingenio

perverso: el exterminio, la esclavitud, la tortura, los campos de concentración, y aun la “pena de muerte”, tétrico disfraz jurídico de la crueldad.

De entre esas formas, la tortura muestra un rostro despiadado de la humani-dad. es un caso del horror que esta especie sabe imaginar, para provocar un terror absoluto, en una de las figuras que la relación emisor-receptor puede asumir.

en tal sentido Voltaire en su Dictionnaire Philosophique incluye un sarcástico capítulo sobre la tortura. allí, entre otras muchas agudas reflexiones, observa: “aunque haya pocos artículos de jurisprudencia en estas honestas reflexiones al-

10 sigmund Freud, Obras Completas, Tomo III, ClXVII. “el porqué de la guerra”, 3206 ss. Madrid. Biblioteca nueva, 1981.

11 s. Freud, op. cit., 3211.12 el fanatismo organizado es misión de los hombres; la mujer, temida y repudiada, es excluida.

así, es degradada al papel de esclava del esclavo.

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fabéticas, es preciso sin embargo, decir una palabra de la tortura, antes llamada interrogatorio. es una extraña manera de interrogar a los hombres...”

Y después agrega:

Cuando el caballero de la Barre, teniente general del ejército, ...fue convencido de ha-ber cantado canciones impías e incluso de haber pasado delante de una procesión de capuchinos sin haberse quitado el sombrero, los jueces... ordenaron no sólo que se le arrancase la lengua, que se le cortase la mano y que le quemasen el cuerpo a fuego lento sino que también le aplicaron la tortura para saber precisamente cuántas canciones había cantado y cuántas procesiones había visto pasar con un sombrero en la cabeza.13

la literatura universal, entre otras artes, ha sido pródiga en obras en torno a la tortura.

en particular quiero evocar la breve pieza teatral de Mario Benedetti titulada Pedro y el Capitán —entre otras múltiples razones— porque su autor despliega el tema de manera que pone de manifiesto minuciosamente el esquema inicial de nuestro planteamiento.14

Benedetti produce un giro gradual de la acción hasta invertir los papeles, el torturador esta condenado a la auto-tortura perpetua. el prisionero torturado salvajemente hasta morir es libre. la muerte inevitable es su salvoconducto a la libertad. la liberación paulatina de su verdugo convierte al moribundo en un ser ya inalcanzable por la tortura y por su ejecutor. al torturador le quedará el largo futuro de cargar con su propia inevitable destrucción.

el torturador, emisor del horror, fracasa al no lograr provocar el terror del torturado. este fracaso se revierte transmutando al torturador en un débil y des-truido sujeto del terror. el terror metódico de la tortura apunta al sometimiento absoluto como consecuencia del dolor irresistible.

esta obra muestra un héroe de la resistencia al dolor, de ausencia de temor, de firmeza inquebrantable en el amor que lo sostiene hasta su libertad final. entre tan-tas otras denuncias, Benedetti proclama que el terror es una mordaza de la libertad.

El Para sí del terror: Guy de Maupassant

el terror alcanza su máxima potencia cuando el emisor, el que provoca el terror, dirige su arma contra sí mismo, convirtiéndose en su propio receptor. se cierra el círculo, la serpiente del terror se muerde la cola y entonces, puede desencadenar la locura. Mientras tanto, ha dado lugar a una literatura refinada como se en-cuentra en la pluma de Guy de Maupassant.

13 Voltaire (François Marie arouet), Dictionnaire Philosophique, Torture, 369. paris. GF-Flam-marion, 1964. el humor refinado de Voltaire incluye como artículo antecedente: La Tolérance. Le couple Torture-Tolérance no deja de ser una profunda ironía de su obra. Todas las traducciones de este ensayo fueron realizadas por mí.

14 Mario Benedetti, Pedro y el Capitán, México. editorial nueva Imagen, 1984.

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Marcel proust dibuja en un trazo rápido y certero el estilo de Maupassant cuando afirma que él mismo quiere “hablar de una noticia en la manera dolorosa en el interior e impasible al exterior, de Guy de Maupassant.” 15

en el cuento que se titula, precisamente, El Miedo, el autor explica en un pá-rrafo condensado, qué se siente cuando se vive el terror.

Maupassant ama las contradicciones extremas, 16 las paradojas, y en el breve pasaje que evoco a continuación, un personaje anónimo le explica la vivencia del terror a un comandante, diríase el “experto” en el tema:

el miedo (y los hombres más valientes pueden tener miedo), es algo espantoso, una sensación atroz, como una descomposición del alma, un espasmo horrible del pensa-miento y del corazón, cuyo sólo recuerdo da estremecimientos de angustia. pero esto no se da cuando uno es bravo, ni ante de un ataque, ni ante la muerte inevitable, ni ante todas las formas conocidas de peligro: esto se da en ciertas circunstancias anor-males, bajo ciertas influencias misteriosas frente a riesgos vagos. el verdadero temor, es algo así como una reminiscencia de terrores fantásticos de otros tiempos. un hombre que cree en los aparecidos, y que se imagina distinguir un espectro en la noche, debe experimentar el miedo en todo su espantable horror. 17

Maupassant nos ha conducido al ojo del huracán. Ante todo, el terror en su sentido más radical nace de un centro que es un resorte imaginario, cuyos efectos devastadores crecen en un imponente torbellino que puede llegar a invadir la totalidad de una vida.

el emisor, el enemigo, está dentro de uno mismo. uno mismo se causa el te-rror en cuanto segrega situaciones, personas y objetos imaginarios terroríficos.

Después, el autor describe los efectos, qué siente el Receptor del terror, siendo él mismo el receptor, es decir, teniendo dentro a ambos, el emisor y el Receptor. el Receptor, quien padece el terror, siente una sensación “atroz”, una “descom-posición del alma”, “horrible” “espasmo” a todo nivel. produce una contracción dolorosa del pensamiento y del sentimiento, una parálisis total.

Finalmente, es como si fueran reminiscencias, explica por analogía. la remi-niscencia, nos atenemos al sentido platónico del término, es el recuerdo presente, en esta vida, en este cuerpo, de una experiencia radical de una esencia absoluta, verdadera, objetiva, experiencia realizada en otro tiempo, otra vida, otro cuerpo o sola el alma. la otra cara de la teoría de la reminiscencia es la concepción de la transmigración de las almas. ambas son aquí aludidas.

es un intento de explicación posible de manera que la causa última del terror ni siquiera está en la subjetividad individual, sino en la metempsicosis, es decir que

15 Marcel proust, Essais et articles, Cfr. Le salon de la Comtesse a. de la Rochefoucauld, 134. paris. Gallimard, 1994.

16 María noel lapoujade, Indicios filosóficos en Guy de Maupassant. en prensa (Costa Rica)17 Guy de Maupassant, Oeuvres Complètes, Cfr. Vol I. Contes et nouvelles, Contes de la Becasse, La

Peur, 601. paris. Gallimard, 1974.

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cae en la subjetividad vivida, desde una existencia anterior. sólo que es preciso tener en cuenta el matiz que ubica la teoría de la raigambre ontológico-religiosa del terror, al nivel del como si, es decir al nivel de una suposición.18

el como si, es la introducción un supuesto de alcances metodológicos. Desde un punto de vista lógico es un procedimiento de analogía. Desde un punto de vista teórico es en el estricto sentido euclidiano, un postulado, esto es, una exi-gencia del sistema. Desde un punto de vista didáctico es un recurso explicativo.

si la fuente originaria del terror es imaginaria, entonces surge la pregunta: ¿cuáles son esos entes imaginarios?

el amplio abanico de seres imaginarios provocadores del terror pueden llamar-se fantasmas, los fantasmas propios.

en tal sentido, el tema del terror transita en la frontera lábil entre imaginación y fantasía.19

De manera esquemática es posible afirmar que el terror es producto de la imaginación creadora de fantasmas, esto es, de la fantasía.

un papel sin duda extremo entre la gama de funciones imaginarias posibles.la palabra fantasía es un nombre derivado del verbo, phantázesthei; esto es, el

nombre que fija en un concepto la acción de fantasear, por la que puede aludirse al visualizar, asomar(se), aparecer. De donde, el parecer como índice de luz, bri-llar, claridad.

la palabra fantasía nos regresa repentinamente a nuestro punto de partida, este viaje iniciático de la oscuridad a la luz. la fantasía, el brillo de lo visible, que aparece, a la luz, la claridad, nos remite a una de las salidas del reino de la oscura indeterminación. sin embargo, es preciso afinar algo más la semántica.

De fantasía, reino de lo luminoso, derivan dos términos cuyos matices son diversos. por un lado, de esta raíz deriva la palabra fenómeno, que alude a lo que aparece, lo que se manifiesta, lo que deviene visible como tal. por otro lado, la misma raíz da lugar al término fantasma, que implica también lo que aparece, se manifiesta, pero aparece como visión, como imagen engañosa.

al término fantasma le es inherente, primero, una dualidad, en cuanto implica lo que se muestra y oculta, lo visible que esconde un invisible. pero además, y en segundo lugar, le es inherente un engaño, una artimaña. lo visible engaña, pues, por así decir, no muestra todo lo que implica, sino que se guarda un invisible no declarado, secreto, pero incidente.

en tal sentido propongo una distinción conceptual básica.20

la palabra fantasía pues, encierra la ambigüedad de aparecer y aparentar, mos-trar y engañar. pero sobre todo, es una operación de las funciones psíquicas por

18 María noel lapoujade, Filosofía de la imaginación, Cfr. cap. 3, parágrafo V. la imaginación: fundamento para una filosofía del como si, 200ss. México, editorial siglo xxi, 1988.

19 María noel lapoujade, Filosofía de la imaginación, cap. 2, parágrafo III, Imaginación y Fan-tasía, 135ss.

20 Idem.

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la que se crean imágenes que estrictamente, ni reproducen, ni reconstruyen la realidad, sino que la alteran, en sentido literal, la hacen devenir otra. la fantasía crea otra “realidad”. en tal sentido, afirmamos que la imaginación todavía trabaja con respecto a una realidad dada que caleidoscópicamente reordena, re-estructu-ra, re-crea.

por su parte la fantasía, propone otra realidad, un mundo fantástico, donde los objetos están sujetos a sus propias reglas de juego, las normas de su reali-dad.

la peculiaridad de lo fantástico radica en que trastoca la legalidad que rige el contexto natural. en el caso en que lo dado es la naturaleza, lo fantástico es lo sobrenatural. si entendemos por naturaleza, convencionalmente, el con-junto de fenómenos y procesos que se manifiestan sin causa humana y sujetos a una legalidad necesaria que los rige, en ella puede insertar la imaginación seres o fenómenos o acontecimientos irreales, fruto del trabajo creativo de la imaginación.

en una palabra, la imaginación produce alteración; la fantasía propone alte-ridad.

en otros términos, la fantasía propone otra legalidad, no natural, no científica, una legalidad que le es propia. 21

Cuando la fantasía domina a su creador porque invade la totalidad de la subje-tividad, deja de ser acción, y deviene pasión. el creador padece su propia fantasía. De tal manera que sus propios fantasmas lo acosan, lo atemorizan.

en el extremo el terror es provocado por sus fantasmas propios.es pues, lo del título: el para sí del terror.en tal sentido la literatura de Maupassant transita sin dificultad el campo de

la literatura fantástica, y la filosofía implícita en su literatura puede considerarse como una muestra espléndida de una filosofía de la imaginación.

un fantaseador es, entre otros, el soñador, el evasivo, el visionario, el iluso, el exaltado, el entusiasta, el extraviado, el loco en cualquiera de sus acepciones.

Un fantaseador, en sentido estricto es un creador de fantasías, sea su acción normal o patológica.

Maupassant es un creador de fantasías, que abarcan las situaciones, los per-sonajes, los objetos. es un artista de la fantasía, porque él vive la realidad de la fantasía hasta sus últimas consecuencias.

a lo largo de su obra Maupassant ha creado una escalofriante galería de fantas-mas, de situaciones, personas y objetos terroríficos. De todo ese mundo tomamos sólo algunas situaciones arquetípicas que aparecen en ese cuento llamado El Horla.

el doctor Charles ladame, en su Guy de Maupassant cita un pasaje donde nuestro autor habla acerca de su cuento definiéndolo como: “una obra de la ima-

21 Hasta aquí he seguido parcialmente mi exposición del tema en Filosofía de la Imaginación, en la referencia establecida en la nota 16.

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de la perversión a la violencia natural

ginación que estremecerá al lector enviándole más de un escalofrío por la espalda, pues es extraña.”22

el desconcierto comienza con el título, El Horla, a través del cuál se nombra un personaje de ficción.23 se trata propiamente de un personaje imaginario en un espacio imaginario. la forma del texto es un diario íntimo, con preciso registro de fechas y acontecimientos “reales” del narrador.

en el caso de kafka en La Metamorfosis el autor convierte en realidad la me-tamorfosis del personaje en insecto, el cuál co-habita el mundo “real” hasta su inevitable destrucción. el insecto-humano siembra el terror en su mundo circun-dante, de manera que kafka se delecta en presentar el choque imaginario entre la realidad-imaginaria de su ente de ficción, y la realidad-real en la cual habita.24

por su parte Maupassant hace nacer en el narrador un espacio, una acción y un personaje imaginario, es decir, todo un mundo, dentro de su intimidad. al exterior, sólo son visibles los síntomas corporales del terror vivido. la lucha se establece entre: por un lado lo imaginario propio, el terror imaginario dirigido contra sí mismo y, por otro, lo real subjetivo-objetivo, el mundo real cotidiano, pero ambos en el terreno de la subjetividad. es una lucha de los que podríamos llamar: mundo real y mundo imaginario en el interior del narrador.

es algo así como una fotografía en blanco y negro; el pensamiento de Maupas-sant se desarrolla siempre en una sístole y diástole entre los extremos.

Jean Renoir en la biografía de su padre narra una anécdota real. Renoir el pin-tor impresionista decía del escritor: “Él ve todo en negro”. Y éste decía del pintor: “Él ve todo en rosa”.25

el narrador comienza por dar cuenta de su sentimiento de arraigo a sus raí-ces profundas a la tierra, a su casa, a su pasado. De pronto, comienza a sentirse arrancado de su realidad y empujado hacia un mundo imaginario que pugna por surgir dentro de sí.

el primer signo de su desarraigo es la sensación de extrañeza.entonces se pregunta: “¿Todo lo que nos rodea, todo lo que vemos sin mirar,

todo lo que rozamos sin conocer, todo lo que tocamos sin palpar, todo lo que en-

22 Citado por Tobin siebers, Lo fantástico romántico, 239, México. FCe, 1989.siebers dedica a Maupassant un apartado titulado “el ego romántico”, apartado en el que, a

través de ciertas tesis discutibles como el lazo causa-efecto entre locura y genio, y su presencia en el romanticismo, siebers llega a resaltar el papel de lo fantástico en la obra de Maupassant, lo cuál es cierto e importante. a mi juicio imaginación y fantasía en Maupassant tienen raíces mucho más profundas que las de las afinidades o pertenencias a una corriente literario-filosófica, a la locura y a una época. no es posible en los límites de este trabajo abordar in extenso tal discusión.

23 se ha especulado al respecto, y no se descarta que el nombre del personaje correspondiera a su contexto. el contexto, el suelo en el que habita el personaje, es un espacio invisible, sobre-natural, en sentido literal. en francés, el truco del autor podría ser escribir en una palabra, la pronunciación oral de: “hors là”, es decir fuera de ahí, más allá de, etc., con la que se alude a lo que está más allá de lo natural, es decir sobre-natural.

24 Franz kafka, La Metamorfosis, México. editores Mexicanos unidos, 1983.25 Jean Renoir, Pierre-Auguste Renoir, mon père, 225, paris. Gallimard, 1981.

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contramos sin distinguir tiene sobre nosotros, sobre nuestros órganos y, por ellos, sobre nuestras ideas, hasta sobre nuestro corazón, efectos rápidos, sorprendentes e inexplicables?”26

Vincent Van Gogh se hace eco de esta perplejidad. Dialoga con su hermano Theo, reflexionan sobre la creación en relación a la desgracia de los creadores, y este diálogo gira en torno a Guy de Maupassant.

Van Gogh es un lector compenetrado con la escritura de Maupassant.selecciono un pasaje especial dónde van Gogh escribe a Theo: “Ciertamente es

un extraño fenómeno que todos los artistas, poetas, músicos, pintores, sean ma-terialmente desdichados —los dichosos también— lo que últimamente tú decías de Guy de Maupassant lo prueba una vez más. esto remueve la pregunta eterna: ¿la vida es enteramente visible para nosotros, o bien antes de la muerte no cono-cemos más que un hemisferio?27

este planteamiento reproduce una vez más el eterno Thauma, asombro, maravilla, extrañeza, detonador del filosofar en todos los tiempos.

la constatación de nuestros límites ante el misterio insondable provoca di-versas reacciones, se abren pues, otros tantos caminos. Caminos de salud o de enfermedad, no necesariamente implícitos en la pregunta.

el asombro ha dado lugar históricamente a las más bellas creaciones litera-rias, filosóficas, científicas, surgidas de la sed de comprensión, de explicación, de respuesta; tanto como ha provocado la desesperación de la locura, en ocasiones, creativo-destructiva a la vez.28

Maupassant lo sabe, por ello, de ahí su respuesta inmediata:

¡Cómo es profundo este misterio de lo Invisible! nosotros no lo podemos sondear con nuestros miserables sentidos, con nuestros ojos que no saben apercibir ni lo demasiado pequeño ni lo demasiado grande, ni lo demasiado próximo, ni lo demasiado lejano, ni los habitantes de una estrella, ni los habitantes de una gota de agua... con nuestras orejas que nos engañan pues nos transmiten las vibraciones del aire en notas sonoras. ellas son hadas que hacen el milagro de transmutar en ruido este movimiento y por esta metamorfosis dan nacimiento a la música, que vuelve cantante la agitación muda de la naturaleza... con nuestro olfato, más débil que el del perro... con nuestro gusto, que apenas puede distinguir la edad de un vino!

ah! si tuviéramos otros órganos que cumplieran a nuestro favor otros milagros, las cosas que podríamos descubrir a nuestro alrededor! 29

26 Guy de Maupassant, Le Horla, Folio-Classique, 37, paris. Gallimard, 1986.27 Vincent van Gogh, Lettres à son frère Théo. Les cahiers rouges, Carta de 1888, 189. paris. Ber-

nard Grasset, 1937.28 al respecto es preciso estar en guardia ante las respuestas taquilleras basadas en la alianza

genio-locura. no todos los creadores son locos, ni todos los locos son creadores. Hasta cierto punto la cuestión es irrelevante cuando explota el morbo escondido bajo la ciencia de difu-sión.

29 Maupassant, op. cit., 38.

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de la perversión a la violencia natural

el texto muestra la profundidad filosófica de Maupassant. ante todo, la res-puesta es el reconocimiento que el límite del misterio nos es inherente, porque los estrechos umbrales de la percepción nos encierran en una naturaleza que, no obstante su esplendor, queda brutalmente reducida por la limitación de nuestros sentidos. las resonancias del pensamiento de leibniz se perciben en esa duplica-ción del infinito en que estamos inmersos: el infinitamente grande y el infinita-mente pequeño sobre los que leibniz insiste.30

Más aún, este bello pasaje de Maupassant nos lleva a evocar los ecos del Micromegas de Voltaire. 31

no obstante las delicias que nuestros sentidos nos regalan: la música, los aro-mas, un buen vino, ello no basta para levantar el velo eterno del misterio.

en ese marco, el narrador no se convierte en filósofo, sino que con terror asiste al nacimiento de un mundo de fantasmas en su interior. El Horla es un verdadero Tratado del Terror, donde el miedo va in crescendo. primero es una “sensación terrible de un peligro amenazante”, que lo conduce al “presentimiento de un mal desconocido”.

Terror ante lo amenazante, y ante lo desconocido. sensaciones de “extrañeza” durante la vigilia. “pánico ante el verdugo del sueño”. sentimientos de “impoten-cia atroz”. extraños estremecimientos al despertar. angustia ante lo extraño.32

el crescendo continúa con la irrupción del terror a la visita nocturna de un per-sonaje vivo de ficción: el vampiro, que el narrador siente en su acto supremo, el momento en el que: “su boca sobre la mía, bebía mi vida entre mis labios”.33

la intensidad de una “emoción tan terrible”, “perdido de asombro y de miedo” lo enfrentan a un personaje surgido de sí: su doble.

el espejo muestra en su insobornable objetividad un terrible doble exterior de la duplicación del yo, en que una misma imagen se reproduce, repetida.

por su parte, el doble interior aumenta la potencia de lo terrible porque es un dominador indómito. ese otro es un jugador engañoso, opresor, e inoportuno. es el doble de la angustiante duplicidad, la diferencia, la extrañeza, aquella que constata un extraño dentro de mí, que se adueña de mí misma. perdido de terror,

30 G. leibniz filosóficamente sostiene la tesis de lo infinitamente grande, y lo infinitamente pequeño, al cual, en su aspecto matemático le corresponde el cálculo infinitesimal del que leib-niz es autor. Cfr. Michel serres, Le système de Leibniz et ses modèles mathématiques, paris. puF, 1968.

31 Voltaire, Micromégas, Zadig, Candide. Cfr. Diálogo del habitante de sirio con el de saturno. paris. GF Flammarion, 1964.

32 sobre lo invisible. En Le Horla, la subida del narrador al Mont saint-Michel, lugar extraño envuelto en leyendas y misterio, no hace sino exacerbar sus vivencias. el monje le “demuestra” la verdad de las limitaciones humanas, ante la ilimitación de lo invisible existente. le convence con el ejemplo del viento, el mismo invisible pero potente en efectos visibles (María noel lapoujade, “una mirada estética a lo invisible”, Revista de Filosofía, no. 33, universidad del zulia, Venezuela, 1999. artículo publicado también en 2001 y 2001a).

33 Guy de Maupassant, op. cit., 46.

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antes de aceptar el doble, nuestro autor llega al extremo de refugiarse en el so-nambulismo el cual justificaría, afirma, “esa doble vida misteriosa que hace dudar si hay dos seres en nosotros, o si un ser extraño, incognoscible e invisible, ani-ma, por momentos, cuando nuestra alma está aletargada, nuestro cuerpo cautivo que obedece a este otro, como a nosotros mismos, más que a nosotros mismos.”34

una vez recuperado el equilibrio intenta deshacerse de su doble cuando afirma: “yo había pues perdido la cabeza los últimos días. He debido ser juguete de mi imagina-ción exaltada, a menos que sea verdaderamente sonámbulo, o que haya sufrido una de esas influencias constatadas pero inexplicables llamadas sugestiones. en todo caso mi agitación tocaba la demencia...”.35

piensa en las causas, una puede ser el peligro de la soledad; otra causa puede venir de las influencias del entorno; pero, finalmente sabe que las causas nos esca-pan. entonces, afirma nuestro autor, “imaginamos miedos pavorosos y potencias sobrenaturales”.36

la enajenación progresiva continúa inexorablemente. la mente febril del na-rrador comienza a vivir alucinaciones, visiones imaginarias vividas como reales. la imaginación patológica crea fantasmas que devoran lo dado, todo aquello que impacta, que es recibido por la subjetividad. ella segrega su propio veneno. lo que imagina, es. se esfuman las fronteras, se acabó el juego; se acabaron los límites entre realidad y ficción.

el grado de la alucinación es la constatación patológica del doble. en ella nace a la vida la realidad de un personaje imaginario.

la alucinación otorga el acta de nacimiento convirtiendo en dato objetivo, autónomo, lo que la imaginación ha segregado de sí. De la ficción nace al mundo sensible ese ser con nombre, llamado Horla. 37

la constatación lúcida es terrible cuando Maupassant por boca del narrador concluye:

... en el sueño que nos pasea a través de las fantasmagorías más inverosímiles, sin que seamos sorprendidos, porque el aparato verificador, porque el sentido de control está dormido, mientras que la facultad imaginativa vigila y trabaja. ... ahora bien, lo sorprendente es que mi facultad de controlar la irrealidad de ciertas alucinaciones se encuentra adormecida en mí en ese momento.38

Después de intervalos alternados de paz, el narrador llega a la caída final: “no soy más nada en mí, nada más que un espectador esclavo y aterrorizado de todas

34 Op. cit., 47 35 Op. cit., 4936 Op. cit., 5037 Op. cit., 6138 Op. cit., 63, 64.

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de la perversión a la violencia natural

las cosas que hago. Deseo salir. no puedo. el no quiere, yo quedo perdido, tem-blando, en el sillón dónde él me tiene sentado”.39

¿Y después?Después sólo la plegaria, el ruego del perdón, de la gracia, en medio del ho-

rror. en el último rincón de la mente erosionada por el terror perverso un hálito de salud musita un balbuceo de esperanza: ¿o los extraterrestres existen?

el cuento termina, con una toma de distancia final. es un nuevo recurso de la imaginación sana y crítica de Maupassant que, en una probable alusión al Micro-megas de Voltaire, permite tomar conciencia de nuestra pequeñez e indiferencia en el cosmos. el hombre, esta pequeña partícula sanamente insignificante del cosmos, se diluye en sí misma, ahogada en la oscuridad permanente del terror padecido. entonces reina la absoluta oscuridad.

La especie cruel o el placer del terror

entre las potencias de lo humano, en un extremo, como venimos de ver, el emi-sor-Receptor, puede constituir el desgarrado sí mismo del terror; pero además, puede a su vez desdoblarse en un emisor interior, esto es, un yo y, un Receptor exterior, es decir, un tú, entre los cuales el terror tiende un posible lazo de la relación.40

si damos una vuelta más a la espiral, la especie cruel, refina sus invenciones para gozar del terror. entonces, el terror deviene una forma del placer estético.

sigmund Freud realiza un fino análisis de la estética de lo espantable, espeluz-nante, fuente de angustias de alto voltaje. Freud le llama: lo siniestro (Unheim-lich). su propósito explícito en este tránsito por la estética de lo siniestro es hur-gar hasta encontrar “el núcleo” de lo siniestro, porque en ese trasfondo germina la angustia. solamente deseo indicar esta otra vertiente de la estética del terror, del horror, de lo siniestro, que es su lazo necesario con la angustia.41

en uno de los posibles extremos del placer nos espera el placer del terror.al respecto se abren desde el inicio varias preguntas cruciales:¿se trata de teorías en las cuáles se propone una dicotomía entre estética y éti-

ca? ¿es posible una estética pura?

39 Op. cit., 6540 es una paráfrasis de Martín Buber, Yo y Tú. Buenos aires. nueva Visión, 196041 sigmund Freud, Obras Completas, Vol III, lo siniestro, 2483ss. Freud analiza, entre otros,

uno de los Cuentos Fantásticos de e. T. a Hoffman, un clásico de la literatura del terror imagina-rio cuando alcanza el extremo de lo fantástico. Freud concluye en que lo siniestro en la ficción es mucho más multiforme que lo siniestro vivido. además señala: “mucho de lo que es siniestro en la vida real no lo es en la poesía; además la ficción dispone de muchos medios para provocar efectos siniestros que no existen en la vida real”. su observación es pertinente pues es posible constatar sin falla que la libertad de la imaginación poética le otorga un ilimitado potencial al universo del terror imaginario.

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¿Implican estas estéticas unas peculiares formas de antiéticas que conllevan sus propias éticas? ¿es posible postular las éticas correspondientes a estas estéticas? ¿Cuáles serían estas éticas?

por el momento dejemos resonar en nuestro espíritu el eco de estas cuestio-nes.

una de las formas en que el terror tiende el puente entre el emisor y el Recep-tor es el asesinato.

El asesinato considerado como una de las Bellas Artes es el título transparente de una obra de Thomas de Quincey, escrita entre 1827 y 1829. su reflexión destila un humor cáustico.

el mismo reivindica su escandaloso antecesor, Jonathan swift quien escribió Una modesta proposición destinada a evitar que los niños de Irlanda sean una carga para sus padres y el país, donde swift propone una solución radical al exceso de niños irlandeses: comérselos.

por su parte de Quincey afirma que: “...la composición de un buen asesinato exige algo más que un par de idiotas que matan o mueren, un cuchillo, una bolsa y un callejón oscuro. el diseño... la disposición del grupo, la luz y la sombra, la poesía, el sentimiento se consideran hoy indispensables en intentos de esta natu-raleza.” 42

sin entrar en detalles, entre otras, dos tesis sustentan su pensamiento. primero, un parámetro estético que formulamos así: el crimen es un asunto de buen gus-to. segundo, una premisa ética que permite, a su vez apoyar su postura estética. este segundo enunciado puede formularse como sigue: un vicio perfecto es una virtud. el asesino de buen gusto es un virtuoso según de Quincey.

estamos, pues, ante una justificación ético-estética del horror, como asimismo la constatación del posible terror ante el crimen. Con base en nuestra noción de perversión entendida como todo lo que atenta contra la vida alterando el equili-brio de la naturaleza, entonces sería éste el caso paradigmático de la perversión del placer, si no fuera porque se trata del placer de la muerte en el campo del humor.

El placer cruel: El Marqués de Sade

sade es un ser de extremos. su literatura muestra la impronta de su ser en la alianza de la lucidez extrema, su amoralidad absoluta y la búsqueda de la perfec-ción de la voluptuosidad. Todo ello aparece envuelto con el cuidado de la delica-deza llevada al refinamiento extremo.

en este punto aparece una vez más la alianza de extremos llevada al paroxis-mo: delicadeza y horror, placer y dolor, crueldad y voluptuosidad, necesidad y

42 Thomás de Quincey, Del asesinato considerado como una de las bellas artes, Cfr. II. la conferen-cia, 16. Madrid. alianza editorial, 1989.

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libertad. en este sentido es interesante aludir al peculiar encuentro sade-Blake. William Blake evoca la alianza de estos extremos en su obra poética: Matrimonio del Cielo y el Infierno,43 mientras que sade concentra los extremos en su obra lite-raria dónde su autor incluye además, por un lado, la transposición filosófica de su propio presente histórico, el cuál- vaya ironía- es el periodo del Terror de Robes-pierre. por otro lado, su obra es una transcripción de su propia vida la que, en sus intervalos de libertad, dedica a los placeres libertinos, en el marco del escándalo. su discurso filosófico muestra su lógica implacable.

el terreno filosófico en que emplaza su teoría es su concepción del hombre en la naturaleza. en Los infortunios de la virtud esboza el fundamento de su amora-lismo cuando sostiene:

en cuanto a la destrucción de su semejante... es puramente quimérica, el poder de des-truir no está acordado al hombre; a lo más tiene el poder de variar las formas, pero no el de anonadarlas. ahora bien, toda forma es igual a los ojos de la naturaleza. nada se pierde en el matraz inmenso dónde sus variaciones se ejecutan. Todas las porciones de materia que allí se arrojan se renuevan incesantemente bajo otras formas y cualesquiera que sean nuestras acciones en este género, ninguna la ofende directamente, ninguna podría ultrajarla; nuestras destrucciones reaniman su poder, mantienen su energía, pero ninguna la atenúa. ¿Qué importa a la naturaleza siempre creadora que esta masa de carne conformando hoy una mujer, se reproduzca mañana bajo la forma de mil insectos diferentes?, ¿osarás decir que la construcción de un individuo como nosotros cuesta más a su mano que la de un gusano...?... Cuando se me haya probado la sublimidad de nuestra especie, cuando se me haya demostrado que ella es tan importante a la naturaleza que necesariamente sus leyes se irritan con tal destrucción, entonces podré creer que tal destrucción es un crimen. ... Todos los hombres, todas las plantas, todos los animales, crecen, vegetan, se destruyen por los mismos medios; no recibiendo jamás una muerte real, sino una simple varia-ción en lo que se modifican, todos, ... destruyéndose, se procrean indiferentemente. aparecen un instante bajo una forma, y el instante posterior bajo otra, y pueden tanto como se quiera o se pueda cambiar mil veces en un día, sin que una sola ley de la na-turaleza pueda por ello ser afectada un momento.44

las premisas filosóficas que están en la base de su pensamiento en este párrafo son, por lo menos, dos:

primero, la destrucción del hombre por el hombre es indiferente a la na-turaleza. Esa destrucción se enmarca en el equilibrio inherente a los procesos naturales.

segundo, la especie humana tiene el poder de trans-formar, pero carece del poder de destruir en cualquier campo posible.

43 William Blake, El matrimonio del Cielo y el Infierno, en la Antología bilingüe ya citada.44 Donatien-alphonse-François de sade, Les infortunes de la vertu, Cfr. 42. paris. Bookking

International, 1993.

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nuestra especie, entre todas las demás, transmuta las formas, pero así como no puede crearlas de la nada; tampoco puede anonadarlas, es decir, devolverlas a la nada.

ley fundamental de la química de lavoisier: nada se destruye, todo se transforma.una de las consecuencias filosóficas importantes de esta ley es que finalmen-

te la muerte natural es, estrictamente, una meta-morfosis. la vida reina en el cosmos, la muerte natural es, literalmente, la transformación de un individuo viviente en otro. la muerte natural es sólo una modificación de la vida.

Otra de las consecuencias es la justificación teórica de su pretendido “amora-lismo” expresada en un estilo en el cual alterna la descripción más inescrupulosa de las escenas de placer, con su filosofía de apoyo a la debacle y el libertinaje es-candalosos, porque: “(al) escandalizar, afirma, existe ahí un pequeño triunfo para el orgullo que no es para desdeñar.” 45

en el contexto social, el de las relaciones interhumanas, sade lleva hasta uno de sus extremos la mezcla de placer y dolor. este es el terreno en que propone, indaga, inventa, practica, perfecciona hasta el refinamiento los placeres de la crueldad cuyo fin es la más plena voluptuosidad. es preciso examinar las dos nociones teóricas que están a la base. la noción de crueldad y la noción de placer.

en lo que respecta a su teoría de la crueldad, nuestro libertino sostiene:

nosotros distinguimos en general dos tipos de crueldad: la que nace de la estupidez, la cual, jamás razonada, jamás analizada, asimila el individuo nacido a la bestia fe-roz: ésta no da ningún placer porque el que está inclinado a ella no es susceptible de ninguna búsqueda; las brutalidades de un ser tal son raramente peligrosas; siempre es fácil ponerse al abrigo; la otra especie de crueldad, fruto de la extrema sensibilidad de los órganos sólo es conocida en seres extremadamente delicados, y el exceso al que los conduce no son más que refinamientos de su delicadeza; esta delicadeza es demasiado rápidamente debilitada a causa de su extrema de su excesiva fineza, la cual, para des-pertarse, pone en uso todos los recursos de la crueldad. ¡Qué poca gente concibe esta diferencia! ¡Qué pocos las sienten!46

entre la crueldad brutal, en el contexto de las relaciones sociales, se incluye la pena de muerte, contra la cual sade proclama su más absoluto rechazo, mostran-do así el moralismo de su “amoralismo”.

es preciso, sostiene: “anonadar para siempre la atrocidad de la pena de muer-te, porque la ley que atenta contra la vida de un hombre es impracticable, injusta, inadmisible.” 47

45 Marqués de sade, La philosophie dans le boudoir, Tercer Diálogo, 85. paris. Bookking Inter-national, 1994.

46 Op. cit., 90.47 M. de sade, op. cit., Quinto Diálogo, 154ss.

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Indirectamente es un pasaje fundamental en lo que respecta al terror, pues implica tanto el rechazo al Terror instaurado por su contemporáneo Robespierre, como el terror de la crueldad que lleva a la muerte del otro.

notemos que en el contexto de las relaciones sociales irrumpe el máximo valor ético: el valor supremo es pues la vida.

no se trata de cualquier calidad de vida, como una vida de sufrimiento, repre-sión, culpa y condena. eso es, dilapidar la vida. se trata para sade de una vida rebosante de placeres.

es preciso entonces esbozar su teoría del placer.el placer natural, según sade, puede llevarse al extremo del refinamiento en

la voluptuosidad de la crueldad. el placer alcanza su máxima intensidad en el refinamiento delicado de la crueldad que lo suscita. nuestro autor insiste en la delicadeza y el refinamiento como placeres superiores.48 sin embargo el refina-miento está sustentado en el placer natural de la crueldad, inherente a la especie; en tal sentido afirma:

la crueldad, bien lejos de ser un vicio, es el primer sentimiento que expresa en nosotros la naturaleza. el niño rompe su sonajero, muerde el pezón de su nodriza, estrangula su pája-ro, mucho antes de tener la edad de razón. la crueldad es una marca en los animales, en quienes, así como creo haber dicho, las leyes de la naturaleza se leen más enérgicamente que en nosotros; en los salvajes la crueldad está más cerca de la naturaleza que en el hom-bre civilizado: sería pues absurdo establecer que es una consecuencia de la depravación. este sistema es falso, repito. la crueldad está en la naturaleza, todos nacemos con una do-sis de crueldad que la educación modifica; pero la educación no está en la naturaleza. ...la crueldad no es otra cosa que la energía del hombre que la civilización no ha co-rrompido aún: ella es pues una virtud y no un vicio.49

es preciso agregar una tercera premisa. Sade acepta la crueldad inherente al equilibrio de la naturaleza, en tal sentido, es inherente a la especie humana en cuanto pedazo de naturaleza.

a partir de las ideas de sade hasta aquí expuestas, iniciamos una transición hacia nuestra propuesta contenida en el título y con lo cuál concluiremos.

De la perversión a la violencia natural

Reflexión de transición. en el último pasaje citado, sade considera que el niño, el animal y el “salvaje”, dan muestras de una crueldad natural. la civilización y la educación domestican ese impulso.

por mi parte, pienso que es preciso establecer algunas distinciones conceptua-les decisivas.

48 Roland Barthes, Sade, Fourier, Loyola, Cfr. el principio de delicadeza, 174. paris. editions du seuil, 1971.

49 Marqués de sade, La philosophie dans le boudoir, Troisième Dialogue, 88-89.

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Ante todo, con base en un criterio biológico considero que se deben conside-rar por separado las especies no humanas de la especie humana.

esto es, por un lado lo que él llama los animales, y por otro los animales hu-manos entre los cuales se cuenta el niño, en general, y en particular en las dife-rentes culturas. Más aún, se incluye lo que él llama “el salvaje” y el civilizado, en una clasificación cuya base es más que endeble.

Luego, de aquí inferimos lógicamente lo que es posible constatar en la natura-leza que la crueldad en las especies no humanas manifiesta la violencia inherente a la vida. Violencia natural concentrada en los actos máximos de la vida: nacer, alimentarse, amar, morir. la lucha se somete al hecho de vivir o sobrevivir.

el pensador contemporáneo edgar Morin, en el marco de su teoría de la com-plejidad, estudia la complejidad viviente, de la que sostiene:

la unidad de la vida se rompe desde el punto de partida; ... está constitutivamente rota por millares y millares de vidas egocéntricas. en esta innumerable rotura surgen las competiciones, competencias, antagonismos, parasitismos, predaciones, fagocitis-mos, es la vida en migajas que se come a sí misma y que renace sin cese, una y en migas... De eco-sistema en eco-sistema hasta la biósfera, la eco-organización se nutre, no solamente de la identidad secreta común a todos los seres vivos, sino de su ser ex-tranjeros y de su enemistad.50

si pasamos a la especie humana, ella en lo que le queda “felizmente” de ani-mal, reproduce ese cuadro de las otras especies. nietzsche, quien dice de sí mis-mo que filosofa con un martillo, constata con un golpe lúcido en su Así hablaba Zaratustra: “el hombre es el animal más cruel. nunca se ha sentido tan a gusto sobre la tierra como presenciando tragedias, corridas de toros y crucifixiones; y cuando se inventó el infierno, he aquí que era su cielo en la tierra.” 51

posteriormente William James, en su ya clásico principios de la psicología, ratifica a sus predecesores cuando afirma: “el hombre es la especie más rudamente feroz”. “(nosotros somos) los representantes de tantas escenas sucesivas de des-trucción y de sangre, ... el rasgo siniestro de carácter mediante el cual aquellos nuestros progenitores pudieron vivir pasando a través de tantos crímenes, matan-do a los otros y conservándose ellos intactos.” 52

pero además, de la crueldad natural, esta especie está dotada de la capacidad para inventar experimentos, mata por placer, viola, tortura, aterra, es la especie cruel por antonomasia. a la violencia natural le superpone el ilimitado universo de sus perversiones.

50 edgar Morin, La méthode, La Vie de la Vie, Tome II, Cinquième partie, 2 La complexité vivan-te; Le complexe vivant; a le grand complexe, 361. paris. Éditions du seuil, 1980.

51 F. nietzsche, Also sprach Zarathustra, Die deutschen klassiker, Brodard et Taupin, Cfr. Der Genesende, 2, 253. France. la Flèche, 1994.

52 William James, Principios de Psicología, Cfr. Cap. XXIV, Instintos. Buenos aires. editorial Glem, 1945.

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Primero. En sentido estricto “cruel” significa despiadado, sin piedad. este sentimiento sólo atañe al hombre. sólo por extensión se habla de “la crueldad del tigre” o del “tiburón”, humanizando sus instintos, bautizándolos con un nombre que sólo atañe a lo humano.

Segundo. Definición: Entiendo por “perversión” toda forma de violencia que atente contra la vida del eco-sistema.

Explicación: “perversión” significa toda forma de violencia deliberada, pre-meditada, calculada, metódica, etc cuyo fin es la destrucción de la vida y, cuya consecuencia es una mayor o menor alteración del equilibrio del medio, es decir, de la naturaleza.

Tercero. Por “destrucción” entiendo no sólo la muerte, sino cualquier forma imaginable de atentar contra la vida, tales como su mengua, su sometimiento, su esclavitud, su enfermedad, su ahogo, su frustración, su experimentación, los hornos crematorios, la silla eléctrica, la cruz, o su exterminio liso y llano.

sobre este trasfondo emerge con espesor el horror contenido en una breve sentencia de Jean-paul sartre: “el infierno es los Otros.” 53

lamentablemente la especie cruel ha inventado una lista interminable de per-versiones, siniestra creatividad que, no obstante, surge de instintos saludables.

en tal sentido, la concepción de Freud reubica los conceptos, cada uno en su lugar. por un lado reconoce y asume la violencia natural que en nuestra especie se da en el juego de dos pulsiones básicas, Eros y Thánatos. De inmediato asume además todas las distorsiones, patologías, perversiones que la especie humana es capaz de generar.

en este terreno, puede ubicarse la sensata observación de kant. la naturaleza se sirve del antagonismo que en el hombre se manifiesta como un instinto de insociable-sociabilidad.54

a la vez que se inclina entrar en sociedad, también tiene la inclinación a su destrucción. a partir de kant es posible procurar reestablecer el equilibrio del fiel de una balanza: oscuridad-luz, destrucción-construcción, muerte-vida.

Hacia el final del viaje. De la oscuridad a la luz

entre los extremos de la oscuridad total y la luz absoluta se tiende el puente de lo humano sin más.

es preciso salir de la oscuridad tenebrosa del terror, es preciso caminar hacia la luz solar, energía y vida en armonía cósmica. Hoy más que nunca es necesario proclamar un inquebrantable, nietzscheano, “sí a la vida”.55 aquí resuena el eco del conato, término breve con el que spinoza enseña a la posteridad su amor a la

53 Jean-paul sartre, Huis clos, Cfr. escena Cinco, 93. paris. Gallimard, 1947.54 Immanuel kant, Idea de una historia universal en sentido cosmopolita, Filosofía de la Historia,

Cfr. Cuarto principio, 46. México. FCe, 1981.55 F. nietzsche, op. cit., Die sieben siegel, 265ss. los siete sellos.

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vida. Cada partícula de vida está movida por un impulso fundamental: el instin-to de perseverar en su ser.56

en otras palabras, la vida quiere vivir, por eso tiende a la luz; más simple aún: la vida vive.

La luz en la oscuridad

Horadando el suelo de la caverna, la búsqueda laboriosa del minero como enseña novalis57 puede dar con la veta de oro. el oro, sol alquímico que se encuentra en el fondo de cada uno. Hurgando en la oscuridad caverna interior se encuentra no sólo el terror, la perversión, la insociabilidad sino la necesidad del otro, la armonía oculta, el gozo compartido. es preciso descubrir la luz dentro de la oscuridad.

es preciso liberarnos de las sombras artificiales, creadas como cómplices del terror.es preciso salvar la noche fértil en gozos, la noche procreadora, la noche que

dice sí a la vida.afuera, tampoco la humanidad puede mostrando su hybris constitutiva, querer

fusionarse con el sol, volverse sol, ya desde el mito de Ícaro lo sabemos. no somos seres de luz.

Giramos en el cosmos con el día y la noche, la luz y la oscuridad, sólo que nuestro reloj humano se ha desajustado del reloj cósmico, y hoy, la humanidad se inclina a vivir en la oscuridad, en el terror, en la crueldad, en el dolor, en la gue-rra, la tortura, la enfermedad, la sumisión y, así, dilapida su ingenio en las más retorcidas formas para huir de la vida. eso es la perversión. perverso es decir no a la vida, contraerse, retorcerse en la amargura, los suicidios y las necrofilias.

esta es la miseria de la especie cruel.el desafinado instrumento que es la especie llamada humana cuyos sonidos te-

rribles en nuestra época reproducen los chirridos de las muertes perversas, parece haber olvidado su propio pasado, en sintonía con la música de las esferas.

Invoco a Jean-Jacques Rousseau para mostrar el alto valor de lo humano:

es un grande y bello espectáculo ver al hombre salir de alguna manera de la nada por sus propios esfuerzos; disipar, por las luces de su razón las tinieblas en las cuales la naturaleza lo ha envuelto; elevarse por sobre sí mismo; lanzarse por el espíritu hasta las regiones celestes; recorrer a pasos de gigante, así como el sol, la vasta extensión del universo; y, lo que es más grande y más difícil aún, entrar en sí para allí estudiar al hombre y conocer su naturaleza, sus deberes y su fin.58

56 Baruch spinoza, Ethique, en Oeuvres, vol. III, Cfr. Cuarta parte, De la servidumbre del hom-bre..., Demostración de la proposición XXII. “el esfuerzo por conservarse es la esencia misma de una cosa”, 240. paris. GF-Flammarion, Garnier, 1965.

57 novalis, Friederich von Hardenberg, Himnos a la noche y Enrique de Ofterdingen, V, 131ss. Madrid. editora nacional, 1981.

58 Jean-Jacques Rousseau, Discours sur les sciences et les arts, Cfr. primera parte, primer párrafo, 29. paris. librairie Générale Française, 1996. la referencia a Rousseau es importante por su peso

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de la perversión a la violencia natural

esta es la grandeza de la especie humana.el renacimiento de su sabiduría sólo puede ser movido por la humildad de

saberse regido por las leyes musicales de la vida del cosmos.sólo nos queda retornar al origen para retomar el cauce gozoso de la armonía

olvidada.

teórico como defensor de la conocida tesis que enuncia: el hombre es bueno en estado de naturale-za. al respecto puede afinarse más la reflexión, cotejándola no sólo con las tesis de este trabajo, sino también con los pasajes correlativos de los escritos sobre Filosofía de la Historia de kant. Obviamen-te esta es tarea que no solamente excede los márgenes de este texto, sino que además obedece a otro propósito que no es en modo alguno el presente.

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Desde que la atlántida fue mencionada en los Diálogos de platón Critias y Timeo, el conti-nente perdido ha formado parte de la historia de los mitos y su alcance ha trascendido a los relatos de viaje, las crónicas, las novelas y la historia de las naciones. en tales casos, el mito platónico ha funcionado ideológica y socialmente según las condiciones o las necesidades de una época, como recurso para explicar las eventualidades del descubrimiento de un nuevo continente, a la vez que como representación filosófica y literaria de los otros lugares. Incluso en la actualidad es un tema que despierta gran interés de los científicos que intentan estudiar la geografía de un continente supuestamente perdido por una catástrofe natural, tal como ha quedado manifiesto en la conferencia internacional The Atlantis Hypothesis: Searching for a Lost Land, llevada a cabo en julio de 2005, en Grecia. Y no se trata de un esfuerzo aislado.

el estudio de los mitos en general ha objetivo de diferentes disciplinas y bajo diversas perspectivas: en cerca de dos siglos, tanto literatos como psicólogos, historiadores, filóso-fos, psicoanalistas, sociólogos y antropólogos —entre otros estudiosos— han abordado su análisis a partir de sus perspectivas teóricas. puede ser que la amplitud de enfoques teóricos haya influido en la difícil caracterización del mito de la atlántida, sin embargo, la dificultad en su sistematización realmente tiene que ver con las actualizaciones de su significado y su constante reestructuración.

en efecto, a lo largo de la historia, las múltiples “atlántidas” descritas en discursos de diverso tipo, pocas veces asumen las características presentadas en los diálogos platónicos. no es de sorprender, entonces, que este continente se asemeje a la anhelada Edad de Oro, a modo de isla afortunada situada en la mitad del mar tenebroso, habitada por una sociedad ideal, que —según algunas propuestas— puede incluso reconocerse en un espacio geográ-fico contemporáneo. por lo tanto, en algunos casos la atlántida se ha pensado como una utopía que puede ubicarse adelante en el tiempo, y que presenta una posibilidad o más bien, una versión contraria a la topía. es este carácter alternativo lo que le otorga al mito el aspecto de imaginario, de ahí que la atlántida no sólo marque un distanciamiento de lo existente, sino que al igual que una utopía, entraña una opción a los males sociales y creencias o ideologías de civilizaciones actuales.

Tras una larga trayectoria, de casi medio siglo de investigación sobre la atlántida, en enero de 2005 aparece en su edición francesa el trabajo del historiador pierre Vidal-naquet (1930-2006), Petite histoire d’un mythe platonicien. en el “prólogo a las ediciones italiana y española” de este libro traducido al español como La Atlántida. Pequeña historia de un mito platónico, el mismo autor explica que su interés por el tema surgió en 1955, tras haber escuchado la conferencia de un helenista de la soborna en Orleáns. a partir de ese mo-

ReseÑas

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mento, su labor se enfocó en el estudio de la oposición entre una atenas antigua descrita por solón, y la atlántida como alegoría primordial de la atenas contemporánea de platón, confrontación paradójica que enfrenta a atenas contra atenas. la perspectiva crítica de Vidal-naquet sobre el mito de la atlántida lo llevó a participar en coloquios y a desarrollar ensayos desde los años setenta sobre las historiografías nacionales.

la historia del mito platónico elaborada por Vidal-naquet, es un estudio sobre el de-sarrollo cronológico de la atlántida, enfocándose en la resignificación de cada una de sus versiones. se trata entonces, de un estudio de corte diacrónico, que intenta desentrañar las múltiples interpretaciones e innovaciones que el mito ha alcanzado en diferentes mo-mentos, tanto en la literatura, como en la filosofía y en los discursos ideológicos de las naciones.

en el capítulo I, “al principio era platón”, el autor aborda una de las polémicas centrales en torno al Critias, y que radica en el carácter inconcluso del diálogo. es bien sabido que el texto finaliza con la observación de zeus que advierte “la depravación de un pueblo antes tan generoso y deseando castigarlo para que volviera a la virtud y sabiduría, reunió a todos los dioses […], y al verlos les dijo…”. el suspenso de platón es, para Vidal-naquet, una estrategia discursiva y no una deficiencia: parte de la intención original del filósofo de presentar un diálogo incompleto. De ahí que, un aporte significativo del autor consista en explicar que en el Timeo, platón va a multiplicar lo que Roland Barthes denomina “efecto de lo real”, que consiste en reiteradas advertencias que indican que lo relatado no es una ficción.

atendiendo el trabajo discursivo de los Diálogos, Vidal-naquet señala los juegos na-rrativos con los que cuenta su “ficción poética”: “platón da forma al poema que solón no escribió [el mismo solón es un personaje de ficción], y el relato que hace Critias se basa en las notas escritas en griego por solón y conservadas por la familia de Critias” (29).

ahora bien, ¿cuál es la necesidad de contar la historia de la atlántida? según el autor, la respuesta a esta pregunta la encontramos en la atenas primitiva, que se describe en el mito platónico, y que, de hecho, ajusta a la representación realizada en la historia oficial atenien-se, la de Herodoto. así, la descripción del enfrentamiento de una atenas representada en el marco de una sociedad primitiva y austera, ante una atlántida, militar y desarrollada, es en realidad el relato de la guerra “de la atenas llamada primitiva, contra la atenas imperialista tal como se formó tras las guerras médicas” (Vidal-naquet, 2006: 35). De esta manera, el primer capítulo anticipa el conflicto y oposición a partir del principio de alteridad entre estas dos sociedades en contraste y en guerra militar: atenas es la ciudad de “lo mismo”, y la atlántida “es el imperio en donde la alteridad se desarrolla” (Vidal-naquet, 2006: 41). en este sentido, las historias de platón sobre la atlántida siguen, según De Gandía en su Historia crítica de los mitos de la Conquista, “su costumbre de imaginar sociedades ideales para exponer con ellas sus enseñanzas, tiene un fondo científico y muy difícil de descubrir”. en su discurso, platón presenta el motivo de la atlántida con fuerte sentido alegórico, empleándolo, en realidad, para referirse críticamente a su propia época y a los problemas de la atenas contemporánea.

Cercano a la idea de Vidal-naquet, Raymond Trousson en Historia de la literatura utópica. Viaje a países inexistentes, explica que la oposición entre la atenas del pasado y la atlántida, se presenta cuando platón hace triunfar a la atenas mítica sobre una atlántida dominadora e injusta, lo que significa trasponer el conflicto que de 492 a 449 a.C. había alzado a la ciudad contra los invasores persas. podríamos decir entonces, que la utopía no

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está en la atlántida, sino en la atenas primitiva, platónica, donde se encuentra el verdadero ideal, tal como señala Vidal-naquet.

es interesante observar que para el autor es sólo la riqueza de la isla fabulosa lo que convierte a la atlántida, una utopía negativa, en “una utopía positiva, una especie de paraíso terrenal”. Cabe señalar que para otros estudiosos como Trousson o pierre-François Moreau, el carácter ideal radica, desde la antigüedad, precisamente en su insularidad.

en el segundo capítulo titulado “atlántidas antiguas”, Vidal-naquet analiza el desarro-llo del mito en la antigüedad griega, romana y protobizantina. en este apartado, el autor plantea un fundamento básico que será retomado a lo largo del libro: la consideración a partir de la cual establece que el mito de la atlántida tuvo una utilidad ideológica en los períodos de transición política y cambio social. De este modo, en el transcurso de la histo-ria, aquella se transformó en un mito conciliador, en un punto de contacto entre distintos frentes ideológicos.

situándose en la segunda mitad del siglo iv, cuando el mundo grecorromano se volvía judío (del imperio romano al cristiano), Vidal-naquet refiere cómo amiano Marcelino, el último de los grandes historiadores romanos, afirmó la existencia de la atlántida sin ningún escepticismo. pero tal vez más significativo sea el caso de autores judíos que en el siglo i tradujeron sus obras al griego, entre ellos Filón de alejandría, quien se refiere al mito para acentuar la consolidación de la autoridad de la Biblia. en cualquier caso, hasta el siglo xi el mito platónico siguió conciliando ideas y religiones, tal es el caso del último cristiano antiguo, Cosmas Indicopleus, quien consideró que la atlántida del mito de platón era la versión transformada del logos de Moisés.

en el siguiente capítulo, “el retorno de los atlantes. 1484-1710”, el autor destaca dos elementos en la caracterización de este período histórico. uno se relaciona con el descubri-miento de américa en 1492, que abrió nuevas posibilidades para la ubicación de la isla, y otro, el surgimiento del nacional-atlantismo, a partir del cual determinados estados asumie-ron una posición de superioridad frente a otros, retomando las cualidades míticas asociadas a la caracterización de aquella sociedad.

Como hemos mencionado, la idea de la atlántida se mantuvo vigente en la imaginación de los viajeros. Vidal-naquet advierte que “los hombres del siglo xvi abordan el nuevo Mundo con dos marcos esenciales. uno está formado por la tradición grecorromana de la que se alimentaron —y la atlántida de platón forma parte de esta tradición—, y el otro es la tradición bíblica, que para ellos representa la verdad” (2006: 69). el nuevo mundo hará resurgir a las Islas afortunadas, que como Gómez espelosín explica en El descubrimiento del mundo. Geografía y viajeros en la antigua Grecia, en la mentalidad grecorromana serán “el escenario adecuado para albergar toda clase de maravillas. su aislamiento natural les permitía preservar inalteradas unas condiciones de vida […]. una isla era, por tanto, el espacio más apropiado donde ubicar sociedades ideales o al que relegar los seres semidivinos o de carácter extraordinario y monstruoso”. entre éstas se encuentra la misma atlántida que, conocida también en la edad Media como antilia, Colón buscó a raíz de sus lecturas sobre una isla occidental que figuraba en las cartas del Océano Tenebroso.

en su Pequeña historia…, Vidal-naquet refiere algunos comentarios sobre el alcance que tuvo el mito de la atlántida, al momento de resignificar la brecha entre el nuevo Mundo y el Viejo. en ese contexto, el autor señala el caso de fray Bartolomé de las Casas, quien en 1527, en defensa de los indios de Chiapas, afirma que una parte del continente descrito por platón no fue destruido. pero sin duda uno de los ejemplos más interesantes es de

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Gerolamo Fracastore, quien publica en latín, en 1530, su poema La sífilis o el mal francés, en el cual sugiere que los americanos son los sobrevivientes de la atlántida, castigados con la sífilis y el hundimiento de su continente por la cólera divina (Vidal-naquet, 2006: 69). en el libro también se advierte que las historias sobre la atlántida se cruzan con el mito de origen bíblico sobre la tribu perdida de Israel, y que, en cualquier caso, aquellos relatos mantienen estrecha relación con los mitos utópicos.

en De la edad de oro a El Dorado. Génesis del discurso utópico americano, Fernando ainsa explica que la diferencia entre la atlántida y la utopía resulta particularmente difícil en esta etapa, porque “es casi imposible separar en el momento del encuentro, de la conquista y colonización, el proceso de mera transculturación de mitos clásicos como los de la edad de Oro, el paraíso terrenal, las Islas Fortunadas, la arcadia, el país de Jauja o de Cuña, de lo que es la prepuesta de la ‘ciudad ideal’ de la utopía”.

el nacional-atlantismo, por su parte, uno de los tópicos centrales del trabajo de Vidal-naquet, consiste en atribuir a una sociedad, un origen atlante, con lo cual se le confieren determinados derechos o una posición de superioridad con respecto a otras. por ejemplo, en 1580 J. van Gorp (1580) explica que españa tiene derechos divinos sobre áfrica y américa, y pedro sarmiento de Gamboa, en 1572, señala a Felipe II que la atlántida, entendida como américa, pertenece a españa por derecho divino. a finales del siglo xvii, el sueco Olaus Rudbeck busca en la atlántida su patria imaginaria e identifica en ella a suecia como origen de todas las naciones, de modo que reemplaza a Israel por la atlántida en su papel de pueblo elegido. este nacional-atlantismo, que nace en españa, se prolonga hasta el siglo xix.

es interesante observar que en el Renacimiento, Bacon habla de la isla de Bensalem en su obra Nueva Atlántida (publicada en 1627). Vidal-naquet explica que aquella “hereda, por una parte, la atlántida de platón, pero fue evangelizada por san Bartolomé” (75). Queda claro que en este momento los problemas éticos de platón son presentados por este utopista clásico como un problema social. Tal vez ahora estemos ante una atlántida no alegórica, sino más bien utópica, en la medida que presenta una sociedad con una or-ganización ideal, ubicada en un espacio lejano en los mares del sur.

luego de referirse a la época de los grandes descubrimientos, en el capítulo IV, “luces de la atlántida 1680-1786”, Vidal-naquet recuerda que hubo un esfuerzo por parte de los filósofos de este período por lograr una unidad en la historia religiosa de la humanidad. De este modo el autor se pregunta si hubo, como se ha dicho, una tentativa deliberada para resucitar el paganismo sobre los restos judeocristianos. en este sentido, el estudioso analiza si los filósofos del siglo xvii y xviii, al retomar la mitología antigua —que desde el siglo xv estuvo al alcance de los hombres cultos—, destruyen la historia universal que había sido fundada en la tradición bíblica dominante –-mitos judeocristianos–-. así podemos verlo en el caso de nicolas Boulanger (1722-1759), un importante personaje de la Ilustración que utiliza el mito de platón para demoler la cronología bíblica; mientras en la Italia del siglo xviii, Gian Rinaldo Carli designa a su nación la heredera de la atlántida y de la sabiduría antigua.

en el capítulo V, “el gran viaje. 1786-1841”, el autor se sitúa en la etapa de transición entre la Ilustración y el Romanticismo. por un lado las ideas de aquella se proyectan en la secularización del mito, y por el otro, éste hace de la atlántida “un lugar de belleza ideal”. en la Italia del siglo xix, platón es retomado como el maestro del nacionalismo, con el cual los italianos buscan apoderarse “del pasado más lejano para imponerse mejor en el presente”

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(124). así, Vidal-naquet destaca la existencia de dos versiones británicas y una irlandesa del mito nacional-atlántico, “las tres son tardías y tienen que ver con la tradición ocultista y romántica más que con la filosofía de la Ilustración” (125).

Con respecto a las múltiples atlántidas, en el capítulo VI —“es preciso que una nación esté abierta o cerrada”— se retoma el tema del nacionalismo presentado en los capítulos III, IV y V. Resulta revelador para el estudio histórico de la atlántida el trabajo que Vidal-naquet hace en este apartado, ya que pone en evidencia el esfuerzo de apropiación de este mito fundacional. así, el autor plantea que “los tiempos positivistas no ven el término de los delirios atlantómanos, pero sin duda facilitan el desplazamiento del mito a la novela” (131). el personaje paradigmático para Vidal-naquet será Julio Verne. en el caso de es-paña, sobresalen algunas epopeyas como la de Jacint Verdeguer (1877), mientras que en la Francia del siglo xx, la atlántida se convierte en un “figura esencialmente novelesca” con la obra L’Atlantide de pierre Benoit (1919). Vidal-naquet hace especial mención de Tho-mas-Henri Martin, quien en 1841 busca poner fin a las valoraciones ambiguas que la isla había mantenido con las ciencias, e interpreta al mito tal como platón lo había concebido: una crítica a la atenas imperialista.

en este mismo capítulo también sobresale el tema del nacionalismo alemán. al respeto el autor explica que, en aquel país, el tópico de la atlántida se desarrolló principalmente tras el desastre de 1918, bajo formas supuestamente científicas, aunque en realidad tuvie-ron un contenido meramente ideológico en el pensamiento prenazi y nazi que se apoderó del tema. es verdad que el papel ideológico del mito puede responder a varios de sus principios constitutivos, sin embargo, entre los más significativos se encuentran su vínculo con el ideal de espacio utópico, ya que la atlántida es —con frecuencia— normativa, y representa el deber ser, al mismo tiempo que es un mito de carácter alegórico, que asume en su discurso la crítica de una sociedad a partir de la comparación y el contraste. Tales asociaciones las podemos ubicar con claridad en el capítulo VII, “el interludio: notas sin música”, donde Vidal-naquet presenta un anexo a la sección alemana o hitleriana, en la que consagra su estudio a dos obras inspiradas en el mito de platón. la primera sería la ópera compuesta por Víctor ullman (1898-1944), con un libreto de peter kien (1919-1944), en la cual se identifica al Reich alemán con la atlántida, de modo que ésta funciona como el símbolo de un imperio totalitario. la otra, sería la novela autobiográfica de Georges perec (1936-1982), W ou le souvenir d’enfance (1975). en esta última, encontramos una nueva versión del mito, en el que la isla W pasa de ser un lugar de ensueño a convertirse en una pesadilla, una suerte de utopía negativa –dystopía–, de modo que aquel lugar privilegiado “se convierte en auschwitz igual que la atlántida se convierte en el mundo del Otro y la diferencia” (2006: 152).

el último capítulo del libro, “el agua, la tierra y los sueños”, está dedicado a Gaston Bachelard. en él, Vidal-naquet se refiere a la manera en que los elementos agua, tierra y sueño están presentes en todos los textos que hablan de la atlántida, de la “historia de ima-ginarios” que él ha intentado presentar en el libro. en este apartado se retoma el contacto de las historias sobre la isla con las “ciencias ocultas”, pero ya no en el siglo xviii, sino a finales del siglo xix. Incluye casos como el del pastor de la teosofía William scott-elliot, y el del “cuentista” augustus le plongeon, quien creía que un tercio de la lengua maya era griega. Vidal-naquet concluye su libro con una declaración para sus lectores: “devolver el mito a la imagen y a la poesía, tras haber desentrañado su historia, es la gracia que deseo a todos los que hayan leído este pequeño libro” (162).

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para finalizar, destacaremos la postura crítica del autor ante los estudios historiográfi-cos, como una de las principales aportaciones de La Atlántida. Pequeña historia de un mito platónico, quien en un esfuerzo por establecer un panorama general y definir el alcance del tópico de la atlántida en la historia, analiza las propuestas de una multitud de especialistas en diversas disciplinas. Mención especial merece el “apéndice” de este libro, que incluye dos artículos publicados en Times en 1909, “el continente perdido” y “atlántida”, ambos escritos por el arqueólogo k. T. Frost.

el estudio de Vidal-naquet en torno a la atlántida a partir de su carácter alegórico ca-racteriza los distintos momentos de la historiografía de las naciones, a través de la búsqueda geográfica de la mítica isla, de la intención utopista, del propósito conciliador de (re)ubicar esta isla en un continente recién descubierto, o de reconocer en ella la fundación de un nacionalismo etnocentrista. Con esto, Vidal-naquet cumple con su objetivo de comparar el motivo de la atlántida en los distintos nacionalismos de la historia europea y americana, a la vez que aporta un estudio completo sobre los alcances sociales e históricos del mito.

Romina España Paredesuniversidad autónoma de Yucatán

Península vol. II, núm. 2otoño de 2007

alba González Jácome, silvia del amo Rodríguez y Francisco urri García (coords.). Los nuevos caminos de la agricultura. Procesos de con-versión y perspectivas. México, universidad Iberoamericana y plaza y Valdés, 2007. IsBn 9789707226579. 506 pp.

en el libro que comentamos se “discuten cuestiones teóricas y estudios de caso relaciona-dos con la situación actual de los campesinos mexicanos en varias partes del país” apunta alba González Jácome en su introducción, anteponiendo las figuras de alexander Cha-yanov, alfred kroeber, eric Wolf y ángel palerm, entre los investigadores más relevantes de este sector de la población. en efecto, el estudio del campesinado debe, sin lugar a la duda, un gran reconocimiento a alexander Chayanov y a su particular concepción de la “economía campesina”. su texto, La organización de la unidad económica campesina, fue rescatado del olvido al ser traducido al inglés en 1966 y, más tarde al español (1974). Teodor shanin, unos de los máximos difusores de la obra de Chayanov, consideraba que su valor residía en mostrar que la explotación campesina se guiaba por una lógica diferente a la capitalista.

Desde el punto de vista teórico, Chayanov sugería y sigue siendo sugerente para explo-rar campos relacionados con la influencia de la organización familiar en la dinámica de la explotación agraria. pero no fue el único, también hay una deuda con Carlos Marx, autor que discrepó de los planteamientos expuestos por Chayanov respecto a los mecanismos de desigualdad social. nos explicamos. Chayanov planteó que el campesinado persistía como categoría social porque no tendía a sobrepasar el límite fijado por sus necesidades, y eso le hacía aumentar o disminuir la intensidad de su trabajo, permaneciendo en un nivel social estable. por su parte, Marx consideraba que en el marco del capitalismo se incrementaban constantemente las necesidades, y el campesino tendía a intensificar su producción para poderlas abarcar. para Chayanov la economía campesina era un modo de producción equivalente a otros como el feudal o capitalista. para Marx, en cambio, no lo era, puesto que la producción mercantil simple se desarrollaba en cualquier modo de producción. la integración de las aportaciones de Chayanov y de Marx implica reconocer la especifici-dad de la forma de producción campesina.

Cabe también destacar la importancia de otros autores como karl kautsky y Vladimir Ilich lenin, quienes plantearon conceptos relativos a la cuestión campesina. las diferencias entre uno y otro existen, de tal forma que mientras el segundo elaboró una teoría en la que afirmaba la inevitable desaparición del campesino y su transformación en proletarios urbanos o rurales y una minoría convertida en burgueses agrícolas, el primero reconoció que las estructuras capitalistas de la agricultura y sus necesidades de fuerza de trabajo creaban situaciones que permitían y aún exigían la persistencia de formas domésticas de producción en el campo.

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ana bella pérez castro y lorenzo ochoa

los estudios sobre el campesinado por vez primera, concentraron el interés común de investigadores procedentes de distintas disciplinas, entre las que se encontraba la antropo-logía. el resultado fue la fundación de la revista Journal of Peasant Studies que empezó a publicarse en 1973. efectivamente, el interés por el campesinado se suscita en el contexto económico y político de los años setenta, época en la que su presencia en el mundo aumen-taba, su producción empezaba a orientarse hacia el mercado y lejos de ser conservadores irrumpían en la escena mundial encabezando conflictos sociales y revoluciones, como lo expusieron eric Wolf y Teodor shanin.

en México, dentro del campo de la antropología social y siguiendo el debate iniciado en los estados unidos, los estudios sobre los problemas relacionados con el campo, la agricultura y los campesinos serían tema de interés para varios investigadores, entre los que destacan Roger Bartra, Rodolfo stavenhagen, Ricardo pozas, arturo Warman, luisa paré y ángel palerm. unos y otros entablaron serias discusiones siguiendo de algún modo las antigua polémica entre lenin y kautsky, y entre Chayanov y Marx. Varios puntos se dis-cutían, su persistencia y aun reproducción, su ubicación en la escala social, si era una clase, segmento, grupo, modo de producción y su articulación con el mercado, su presencia a lo largo de la historia y la particularidad de la llamada “economía campesina”. no obstante lo anterior, uno de los puntos que mayor discusión generó fue el relativo al futuro de los campesinos. para unos, la persistencia de los campesinos era resultado de:

a) la necesidad que tenía la agricultura capitalista de los productos y la mano de obra campesina (stavenhagen 1976).

b) el carácter dependiente del capitalismo, que no era capaz de proletarizar a toda la fuerza de trabajo disponible (Díaz polanco 1977).

c) la posibilidad de un desarrollo múltiple para el campesinado, en donde las formas precapitalistas pudieran subsistir y desarrollarse dentro del sistema, lo que daría una es-pecificidad a las formaciones sociales de los países dependientes (esteva 1978 y Warman 1972).

d) la necesidad que tiene el sistema capitalista de mantener estas formas de producción emprendiendo la reforma agraria y otros proyectos de regeneración del campesinado para su propia protección, esto es, como una necesidad política (stavenhagen 1976).

en el lado opuesto estarían los razonamientos de aquellos que preveían la desaparición del campesinado, por ejemplo:

a) el minifundio estaba en vías de desaparecer, por lo tanto, era inevitable la desapari-ción y eliminación de los campesinos por parte del capitalismo. Tal situación suponía su transformación en asalariados sin tierra, es decir, en proletarios (De la peña 1979, Bartra 1974 entre otros).

b) la eliminación gradual del campesinado preveía una descampenización pero no ne-cesariamente la proletarización (Feder 1977).

c) la alternativa que presentaba el sistema capitalista de incorporar estas formas de producción sometiéndolas a través del capital financiero e industrial (paré, 1977).

los años ochenta marcan el surgimiento de la ecología política, lo que implicó ampliar el enfoque de la economía política hacia cuestiones derivadas de la interacción con el medio ambiente. las diferencia sociales en el acceso a los recursos, el papel de los factores políticos en el uso y gestión de tales recursos, las dinámicas de desarrollo y sus efectos sobre el medio geográfico, así como la articulación entre los contextos locales y la globalidad pasaron a ser los principales temas de interés.

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jácome, rodríguez y garcía (coords.), los nuevos caminos de la agricultura

Hoy, a más de treinta años de aquellas polémicas y aportaciones, los campesinos vuel-ven a ocupar la atención en las discusiones académicas. prueba de ello es el libro que nos interesa comentar: Los nuevos caminos de la agricultura: procesos de conversión y perspectivas coordinado por alba González Jácome, silvia del amo Rodríguez y Francisco D. Gurri García, aunque las preocupaciones que se abordan en los trabajos que integran el volumen no sean las de entonces. en efecto, en esta obra, el conjunto de investigadores que participa intenta dar cuenta de la forma cómo, en la actualidad, se organizan las sociedades campe-sinas y los agricultores en pequeña escala, para la producción y reproducción de los bienes materiales en una época de cambios acelerados, propios del mundo moderno.

la obra cuenta con un prólogo de arturo Gómez pompa, en el cual no sólo destaca la importancia de la agricultura considerada tradicional, sino que señala la subestimación que se ha hecho de ésta, enfatizando que los escenarios del futuro del mundo aparentemente apuntan hacia su revaloración.

uno de los ejes sobre el cual gira el texto en general, es la dicotomía tradición-moder-nidad. se pierde la tradición y se llega a la modernidad pagando el alto costo que implica para los sistemas agrícolas y los campesinos. por esta razón los autores, como el título mismo de la obra lo indica, juegan con el concepto de conversión, entendiendo por ello los cambios o ajustes que hacen los campesinos y agricultores de pequeña escala, para adaptarse a las nuevas condiciones del ámbito rural en un tiempo relativamente corto. De particular importancia es destacar las relaciones que han establecido y la forma como ahora lo hacen los productores agrícolas con el medio, aspecto material y objetivo del proceso de la producción. Trata, asimismo, de los productores, de los campesinos como protagonistas de historias y debates académicos como lo deja ver González Jácome en su introducción general. pero, apunta, no es solamente el concepto de campesino el que ha cambiado, sino que los campesinos mismos se han transformado. esta posición nos obliga a reconsiderar nuestros viejos conceptos del campesinado y ver de una manera diferente a los campesinos de hoy que para sobrevivir han tenido que cambiar. González Jácome señala:

este libro discute cuestiones teóricas y estudios de caso relacionados con la situación actual de los campesinos mexicanos en varias partes del país y su articulación con varios componentes de la sociedad nacional, como son: el mercado, los cultivos para la subsis-tencia, para autoabasto y los comerciales, la estructura y organización de la familia y de la fuerza de trabajo tanto agrícola como no agrícola, junto con los procesos de ajuste —o de conversión— que han tenido que realizar en espacios de tiempo relativamente cortos, con el objeto de modificar o de transformar su antigua agricultura tradicional hacia otro tipo de agricultura como la convencional, la orgánica, o alguno de los tipos combinados que incluyen, por ejemplo, el autoabasto con métodos convencionales, o la tradicional con el comercial (p. 15)

González Jácome va definiendo los grandes temas de debate. así, hurga en el pasado para traernos algunos de los planteamientos polémicos de los investigadores más relevantes en estudios del campesinado; especialmente de la primera década del siglo pasado, como los de alexander Chayanov, alfred kroeber y eric Wolf. el propósito es confrontar las posiciones de éstos con los materiales de investigación que dan cuerpo a este volumen. De esta suerte, la autora analiza los estudios realizados acerca del campesinado en diversos lugares de la República y compara su visión con los planteamientos de estos autores. en dos tiempos distintos, González Jácome y los estudiosos del pasado parecieran caminar juntos

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ana bella pérez castro y lorenzo ochoa

debatiendo sobre las particularidades de la economía campesina, la relación del campesino con la sociedad capitalista y el futuro del campesinado.

De esta manera, si bien discute sus postulados a la luz de casos concretos, también re-conoce los grandes aportes, como la interrelación o articulación campesina con el mercado capitalista planteada por ángel palerm y el mismo eric Wolf en su trabajo sobre la gente sin historia. al final de la introducción, en puntos para la discusión, González Jácome nos pre-senta dos posiciones relacionadas con el porqué se está dando la pauperización campesina: la primera, que considera ser una consecuencia del proceso de globalización, mientras que en la segunda hace énfasis en la imposibilidad del mismo campesinado para adaptarse a los cambios acelerados que conlleva el mundo moderno y la economía neoliberal. Tal posición es cuestionada por la autora, pues estima que han sido los mismos campesinos los que han participado en los procesos de modernización.

esta introducción general es el marco que nos abre la entrada a una serie de trabajos organizados en tres secciones. la primera se titula “Cuestiones medulares para la discusión” y, bajo tal título, los coordinadores agruparon cuatro capítulos teóricos sobre la transforma-ción de los campesinos y lo que ello significa. el segundo grupo de trabajos conjuga lo que denominan “el manejo de los recursos”, en tanto que la última sección amalgama aquellos que tienen que ver con “la agricultura tradicional y sus procesos”.

el capítulo que abre el primer apartado es de Roberto escalante, luis Miguel Galindo y Horacio Catalán, quienes realizan un análisis macroeconómico de la relación del cam-pesinado mexicano con el estado desde 1960 hasta 2002. su análisis describe tres etapas: la primera comprende de 1940 a 1965, cuando el sector agropecuario mexicano adquirió el papel relevante en el proceso de industrialización de la economía mexicana. la segunda corresponde a la década de los sesenta cuando el sector agropecuario se contrajo en los ni-veles de producción provocando el deterioro y la pérdida de la autosuficiencia alimentaria. esta fase culminó en los ochenta, cuando el gobierno priorizó la producción de frutas y vegetales para la exportación, abandonando el apoyo a la producción de granos. en esta fase se cancelaron los apoyos gubernamentales al campo, se llevaron a cabo las reformas al artículo 27 constitucional y se canceló el reparto agrario, como parte de la política del entonces presidente Carlos salinas de Gortari. ahora vivimos la tercera etapa, en la cual el sector agropecuario mexicano ha perdido por completo su importancia, al no ser conside-rado más como la mejor estrategia para mantener un ritmo acelerado de crecimiento que permite mejorar las condiciones sociales de la población.

el segundo capítulo de la primera parte “Conversión social y cultural”, se debe a alba Gonzalez Jácome, quien aborda el paso de los agrocecosistemas tradicionales a los alter-nativos en México. la autora presenta una reseña histórica relativa al campesinado basada en estudios de caso en los estados de México, Michoacán, Guanajuato, Tlaxcala, Vera-cruz, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Oaxaca. el trabajo proporciona una visión panorámica, por demás rica en su temática y, más aún, por el empleo de sus fuentes de información. González Jácome plantea, entre otros aspectos, el manejo de las diversas áreas naturales y los sistemas agrícolas tradicionales, tanto como el papel de los mercados y sus impactos. pero también hace referencia al manejo que hacen las poblaciones rurales de sus recursos, la dieta y sus transformaciones, los riesgos ambientales y las formas que existen para disminuirlos, la aplicación de diferentes sistemas agrícolas a distintos microambientes, la manipulación de la agrodiversidad, la composición de la familia y su organización para la producción. asimismo, se refiere al papel que juega la migración dentro de la economía ru-

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ral, las formas de organización, entre las que destaca los sistemas de ayuda mutua, el papel de la tradición y la historia oral como fuentes de información y transmisión del conocimiento de las estrategias agrícolas, y los ajustes que están haciendo las sociedades mexicanas para cambiar su agricultura por alguna de otro tipo como la comercial, convencional, orgánica o sustentable. Finaliza la autora apuntando las lagunas que aún quedan pendientes para acercarnos a la agricultura tradicional, pero destaca su importancia como conocimiento básico que puede ser utilizado en la construcción y reconstrucción de los sistemas agrícolas alternativos y sustentables.

el capítulo”la acción del hombre en las selvas tropicales: panorama general y soluciones posibles”, de silvia del amo, se enfoca a tratar los resultados que obtuvo el programa de acción Forestal Tropical aC (proaft) en el manejo de selvas tropicales. su investigación deja ver la falta de interés y apoyo de los organismos gubernamentales para la realización de proyectos de esta naturaleza. Con base en el análisis que llevó a cabo a partir de sus datos empíricos propone tres acciones para combatir los problemas en el trópico como resultado de las lecciones que para ella dejó el proaft: 1) revalorar la cultura como un recurso clave para el desarrollo sostenible, 2) aceptar la forma indígena de producir como un modo más de sostenibilidad y 3), volver a establecer la autosuficiencia y autogestión como meta, recuperando los sistemas y prácticas tradicionales como las estrategias de supervivencia y etno-ecodesarrollo. Del amo concluye que hay tres grandes problemas que se deben enfrentarse en el trópico: 1) detener la deforestación, 2) aplicar un manejo sustentable y 3) elevar el bienestar de las poblaciones.

el último capítulo de esta sección está signado por Tomás Martínez saldaña y leticia Gándara Mendoza, “la agricultura sustentable: una opción del desarrollo para una dimen-sión social de la agricultura”. en este trabajo los autores hacen hincapié en la importancia de ver la agricultura como cultura, como una forma de vida, un modo de ser y de pensar que se manifiesta en usos y costumbres del aprovechamiento del suelo, de la flora, del entorno, de donde se obtiene el sustento diario. Dado el contenido que encierra, los autores sugieren “que hay que volver a estudiar la agricultura con la metodología de las ciencias sociales…” (p. 147), enfatizando que “pasar por alto que el descuido en el estudio de la vinculación de la agricultura con la economía, con la sociedad y con su entorno tiene un alto costo sociocultural”. Y no dudan en subrayar, que “Dicho descuido se ha diagnosticado al hablar del desarrollo sustentable, pero no se ha atendido el problema básico del descuido agrícola, base prioritaria para todos los países del mundo que se encuentran en vías de desarrollo” (p. 148). en todo caso, para Martínez saldaña y Gándara Mendoza, la agricultura sustentable debe ser una opción pública apoyada por el estado; consideran que tal forma de producir es una estrategia novedosa y útil para el rescate del equilibrio que se ha perdido en la relación campo-ciudad. para fundamentar sus posiciones, el análisis que hacen de la agricultura tradicional donde el campesino no ve en la agricultura una mercancía, sino su medio de vida, donde se conjugan su conocimiento del entorno con su cosmovisión “por lo tanto, la agricultura sustentable será el resultado de una política agrícola basada en el conocimiento y manejo eficiente de la riqueza genética, botánica y productiva de la agricultura tradicional” (p. 157). Y agregan, “el conocimiento técnico se enriquece con los aportes de la agronomía capitalizada y tecnificada y con los éxitos y fracasos de la agricultura tradicional analizados de una manera científica” (p. 157).

el segundo conjunto de trabajos se agrupó bajo el nombre “el manejo de los recursos”. en éste se presentan las investigaciones realizadas en comunidades indígenas y mestizas,

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permitiendo a los autores exponer, entre otros aspectos, los cambios que han sufrido respec-to a sus modos de producción, el paisaje agrario, el paso de la agrodiversidad y del policultivo a las limitantes de los monocultivos. asimismo, destacan la importancia de los huertos familiares, las estrategias productivas y la diversificación de la producción para el autoabasto a la economía de mercado.

Tales temas son tratados en el siguiente orden. el caso de la zona totonaca es analizado por silvia del amo Rodríguez en su capítulo: “el rescate de las prácticas de manejo de recursos naturales y la reconstrucción social en una etnia asediada”. la autora discute la importancia que tiene el rescate y restauración de los recursos naturales y culturales que resume en seis principios unificadores. piensa que, más que lo que ha hecho toda la tecno-logía producida en el siglo xx para solucionar el problema de la pobreza, es la recuperación del conocimiento (saberes) tradicional, fundado en el manejo de la vegetación secundaria, lo que nos acerca más a un desarrollo sustentable y a soluciones locales para aliviar las carencias.

José luis Blanco Rosas, bajo el título “los cambios en el sistema milpero de los zoque-popoluca del sur de Veracruz: el manejo de la agrodiversidad”, con un buen sentido de la importancia que tiene la profundidad histórica destaca cómo la milpa, en la definición de Mesoamérica hecha por paul kirchhoff, no fue vista como un rasgo cultural, sino so-lamente sus componentes que, como rasgos aislados, no permiten verla como un sistema. aun cuando Blanco Rosas aclara que la milpa de origen mesoamericano ha sufrido cam-bios importantes a lo largo del tiempo, su mayor transformación la sufrió en el siglo xx.el análisis de este rasgo durante varias décadas del siglo pasado, especialmente a partir de los años sesenta, le permiten dar a conocer un panorama específico de los drásticos cambios y el deterioro del sistema milpero de los zoque-popoluca del sur de Veracruz. particular-mente, porque “la pérdida de la biodiversidad en cultivares del tercer mundo es uno de los holocaustos silenciosos de la modernidad” (p. 206).

el trabajo de la “agroforestería en la selva maya: antiguas tradiciones y nuevos retos” de edward a. ellis y luciana porter-Bolland puede considerarse un ensayo cuyas raíces anclan entre los mayas de los siglos iv-x de nuestra era. Incluso, llegan a plantear que: “Como sus antepasados, los mayas actuales son ‘manejadores del paisaje’ ” (p. 217). sin duda, un traba-jo interesante que requiere de un análisis y discusión más puntuales de lo que aquí le pode-mos dedicar, especialmente de la parte que corresponde al colapso de la cultura maya y sus repercusiones (p. 216). esto lo subrayamos, porque llama la atención que los autores sólo repitan de manera mecánica los supuestos de otros investigadores sin detenerse a analizar los fenómenos culturales mismos (cfr. Ochoa 2008). Dentro de esta misma sección sigue el capítulo de José a. alayón y Francisco Gurri: “el flujo y balance en los agroecosistemas de campesinos tradicionales y convencionales del sur de Calakmul, Campeche”. los autores parten de la investigación de dos sistemas campesinos desarrollados en las selvas del sur del estado y, como indica el título, discuten las estrategias de lo que consideran dos distintos agroecosistemas: el tradicional, basado en el uso de energía biológica de los miembros de la familia, aprovechamiento de la energía solar y un alto intercambio de energía entre las parcelas y el solar, subsistemas agrícolas complementarios. el segundo es el convencional, en el cual se enfatiza la producción para el mercado y depende de la energía externa que tiende a no ser renovable, de la mano de obra asalariada y que presenta poco intercambio entre subsistemas. De particular importancia es su idea de privilegiar la estrategia tradicio-nal por ser más sustentable aunque menos redituable que la segunda.

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un cambio de ambiente y cultura en comparación con los dos estudios anteriores es el que nos ofrece José Isabel Juan pérez, al ocuparse del estudio de los “Huertos familiares y cultura en el ecotono sur del estado de México”. en éste no sólo describe las características de los huertos y la importancia social, cultural y ecológica que representan, sino que esta-blece las diferencias que existen entre los de las zonas urbanas y los de las rurales, donde la experimentación por medio de la introducción de nuevas especies es una práctica que parece tener sus orígenes en el siglo xix. “la experimentación, dice el autor, incrementa la diversidad de los huertos” (p. 279), en beneficio de la productividad.

Beatriz albores, por su parte, en el capítulo “Dos rituales agrícolas diagnósticos en la zona lacustre del antiguo Matlazinco, estado de México”, nos presenta su interpretación de dos ciclos de fiestas relacionados con la agricultura. las observaciones de la autora relativas a la agricultura y las fiestas relacionadas con ésta le permitieron detectar, por un lado, los antecedentes prehispánicos y, por otro, la confluencia de dos ciclos agrícolas, relacionados con los ámbitos femenino y masculino. Todo ello como resultado de haber interpretado los mencionados ciclos de fiestas, 1): Cuatro fiestas en cruz de san andrés, que es de carácter femenino, y 2): Cuatro fiestas en cruz griega, de carácter masculino. De esta suerte, a pie forzado desde nuestro punto de vista, intenta vincular los rituales de la zona lacustre con el manejo de ecosistemas distintos en la zona del alto lerma.

el último trabajo de esta sección, el “Manejo del agroecosistema campesino en Can-teritas, Guanajuato” de Víctor enrique abasolo palacio, tiene como punto central la des-cripción y análisis de la forma como los campesinos de esa población llevan a cabo las actividades de subsistencia y, entre éstas, las actividades agrícolas, el manejo del ganado y la recolección. a diferencia de los trabajos anteriores, el autor nos introduce en el problema de lo que puede considerarse un sensible y real uso y manejo del agua, a partir de princi-pios ecológicos como resultado del conocimiento y manipulación del entorno geográfico frente a la escasa precipitación pluvial. De ahí que el autor explaye su trabajo al señalar las estrategias culturales de adaptación social y ambiental.

la tercera sección, llamada “la agricultura tradicional y sus procesos” consta de seis capítulos que tratan del cambio sistémico experimentado por los campesinos tradicionales, aportando ejemplos del éxito comercial de campesinos tradicionales. el énfasis recae en el papel que juega la organización familiar, las costumbres religiosas, el mercado y los cultivos comerciales. en este sentido, Juan Jesús Velasco Orozco, en “el papel de la agricultura en el patrón de subsistencia de una sociedad campesina en transición”, describe y analiza la actividad agrícola de los campesinos de san Felipe del progreso, estado de México. Respec-to al patrón de subsistencia indagó el tipo de cultivo por familia, la tecnología empleada y la producción, la cría de animales y la recolección, para considerar la importancia de la agricultura en la subsistencia de la familia campesina en la medida que asegura únicamente el abasto de alimentos. Tales apreciaciones le llevan finalmente a considerar que si bien la agricultura en esta población no es una actividad que genere ingresos en dinero, es fun-damental como estrategia para la subsistencia básica, cuando no hay ingresos monetarios. De ahí su conclusión: “a pesar de que la agricultura no es una actividad importante en lo que se refiere a obtener dinero, es fundamental para que la familia pueda enfrentar el mercado laboral en un contexto capitalista, el cual no siempre absorbe la fuerza de trabajo disponible…. por lo que se puede decir que la agricultura con la cría de animales repre-sentan para el campesino y su familia la estrategia de subsistencia básica, cuando no hay ingresos monetarios” (p. 336).

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por su parte, laura Reyes Montes, en el trabajo “Tendencias de la agricultura en el Valle de Ixtlahuaca, estado de México” parte de preguntarse ¿cómo las sociedades campe-sinas de esta región han generado, a través de su cultura, diferentes formas de adaptación sociocultural como respuesta a las condiciones del medio natural y a los cambios sociales, económicos y políticos del país? pregunta a la que intenta dar respuesta destacando las características del grupo, forma de organización y la importancia de la composición de la familia campesina. Concluye señalando que las tendencias de la agricultura en estas socie-dades están orientadas, por un lado a conservar la agricultura tradicional con los cultivos básicos para el autoabasto y, por otro generando una agricultura comercial introduciendo cultivos destinados a la venta en su sistema agrícola tradicional. Tales estrategias permiten mantener la subsistencia y mejorar la economía de la unidad campesina (p. 349).

el texto de leonardo ernesto Márquez Mireles: “De la agricultura tradicional a la con-vencional en Cruz de piedra, estado de México”, tiene como objetivo discutir algunos cambios en el patrón de subsistencia entre los campesinos de esa comunidad aclarando que lo que motivó su estudio fue el aparente “éxito” de su agricultura comercial. el desa-rrollo de la investigación le permite sostener que a pesar de los cambios económicos y del avance de la modernización, permanecen todavía algunos sistemas de conocimiento y ma-nejo agrícola tradicional. sistemas, que al decir del autor, exhiben elementos importantes de sustentabilidad: son bien adaptados al ambiente local, dependen de recursos locales, son de pequeña escala y descentralizados, y suelen conservar la base de sus recursos naturales. en dos cuadros por demás interesantes el autor muestra lo que permanece y los cambios sufridos en un lapso de 74 años. permanencias y cambios que se dan en la cosmovisión, la agricultura, los instrumentos agrícolas y la organización del trabajo. Y si bien resalta los beneficios que han traído a la población los cambios en la agricultura, también da cuenta del impacto negativo como son la pérdida paulatina de los sistemas de ayuda mutua, el incremento de la emigración, el bajo salario que perciben las mujeres, el incremento de agroquímicos y la mayor dependencia hacia el mercado. en este sentido, la exigencia de la agricultura dirigida al mercado implica el cambio de policultivo al monocultivo, por lo cual procuraron introducir productos que tuvieran mejores precios. los habitantes de Cruz de piedra eran campesinos y ahora, como señala Márquez Mireles, son productores agrícolas a pequeña escala, organizados en unidades domésticas, que dependen del trabajo familiar en una economía de producción comercial, orientada a la subsistencia, el mercado y la reproducción (p. 364).

los artículos de aurora Cristina Martínez, “actividad cafetalera: crisis, contexto y productores”, y el de Cristina Rentería Garita, “De alternativa campesina a certidumbre comercial: la producción de café orgánico en pamal navil”, nos muestran los casos de campesinos tradicionales de Oaxaca y Chiapas relacionados con la producción cafetalera. en ambos trabajos se enfatiza la importancia que adquieren los productores campesinos agregando valor al grano al producir café orgánico. no obstante, en el primero se aprecia el juego entre lo local y el ámbito internacional en el marco de la crisis de la economía cafetalera mundial que se ha querido paliar abriendo “nuevos nichos de mercado, a base de producir calidades de café especiales” (p. 388). en el segundo caso, Rentería Garita nos lleva de la mano por los sinuosos caminos de la política rural, ejemplificando con el caso de pamal navil, del municipio de Chilón, Chiapas. la historia que relata va desde la fundación del lugar hasta la producción del cafetal orgánico y los pasos seguidos para ajustarse a la demanda del mercado internacional.

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Finalmente, el trabajo de Ramón Mariaca Méndez, noé samuel león Martínez, antonio lópez Meza y José pérez pérez, titulado “Dinámica de la milpa en los altos de Chiapas” describe la importancia de los conocimientos, tecnología y germoplasma de la milpa tzotzil y tzeltal de los altos de Chiapas, así como los procesos de conversión que tal agroecosis-tema sufre en el espacio y en el tiempo. Después de un extenso y arduo trabajo, tanto de gabinete como de campo, los autores nos legan sus reflexiones: la existencia de un sistema agrícola en el que se involucra prácticamente la mayoría del manejo de los recursos na-turales con que cuenta la comunidad tradicional ejemplificando con un estudio de caso. sin lugar a la duda, el extenso trabajo de estos investigadores es una síntesis monográfica donde dan cuenta del ciclo agrícola de la milpa estrechamente ligado a las particularidades culturales y el bagaje de creencias relacionadas con dicho ciclo. Todo ello lo culminan exhibiendo los cambios que han ocurrido en los altos de Chiapas, desde las pérdidas de la cultura material e ideológica, hasta las innovaciones que se presentan.

Cierran el volumen, y lo enriquecen, las reflexiones debidas a alfred siemens y a Fran-cisco D. Gurri García, que invitan a pensar que estos nuevos caminos de la agricultura son un título que refleja el contenido de un texto tan bien amalgamado.

por fin queremos apuntar nuestras propias reflexiones en torno a los temas, las propues-tas, los conceptos, las posiciones y las miradas con que los autores se acercaron a lo que consideran los nuevos caminos de la agricultura.

los trabajos que integran el volumen tratan dos de los aspectos más descuidados del proceso de la producción: la cultura y el entorno geográfico. en efecto, el medio geográfico como producto de los procesos históricos sociales cuya explotación y transformación se encuentra ligado a la tecnología, a las relaciones sociales, la cultura y la ideología. el medio como espacio en el cual las poblaciones humanas y otras especies intercambian energía. el medio que responde a la acción del hombre suscitando respuestas de retroalimentación que afecta, de una u otra forma, a las diferentes especies que comparten un espacio definido.

el marco metodológico en el cual se enmarcan los distintos trabajos nos lleva a pensar en la idea de sistema, cuyos elementos claramente reconocidos se relacionan en lo que se pretende ser una totalidad funcional.

sin minimizar los grandes aportes contenidos en este volumen, en el tintero quedaron todavía algunos puntos para discutir. aclaramos. si bien es cierto, como apunta alba Gon-zález Jácome en su introducción general, los distintos conceptos de familia campesina han respondido a diversas épocas y sus características se han modificado a lo largo del tiempo, en parte como respuesta a los cambios en la sociedad mayor, que de una u otra forma han impactado a las poblaciones rurales. en su obra Social Structure (1949), peter Murdock inicia afirmando “la familia es un grupo social caracterizado por la residencia común, la cooperación económica y la reproducción. Caracterización que hasta el controversial Claude lévi-strauss (1964) acepta definiéndola más o menos en esos términos, como elemento constructivo de la vida social. la simpleza para entender lo que es la familia se complejiza cuando se hace uso del concepto de unidad doméstica, por lo que cabe preguntarse en qué difiere uno de otro conceptos. la respuesta pareciera enfocarse a referir la familia en función del parentesco y el de unidad doméstica en función de la residencia común (Yanagisako, 1979). sin embargo, autores como David schneider (1968, 1984) que partiendo del caso de la sociedad estadounidense cuestiona el considerar que el parentesco se base en la bio-logía, que la reproducción sexual crea vínculos sociales entre personas, o que el parto esta-blezca lazos importantes entre las madres e hijos. Indudablemente que puede cuestionarse

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ana bella pérez castro y lorenzo ochoa

la concepción que hoy en día se tiene de familia; pero, como antropólogos, sabemos el papel que juega en las sociedades campesinas, la importancia del parentesco y la residencia común. por ello, consideramos que la discusión relativa a tal concepto, y la diferencia que existe con el de unidad doméstica, son puntos en los que faltó profundizar.

Otro aspecto que amerita seguirse discutiendo es el relacionado con la concepción que se tiene respecto a la agricultura tradicional. nos interesa destacar uno de los retos que la misma alba González Jácome considera. en efecto, para ella:

aún quedan muchas lagunas en este conocimiento; la agricultura tradicional sigue aportando un conocimiento básico que puede ser utilizado en la construcción y recons-trucción de los sistemas agrícolas alternativos y sustentables. son muchos los aspectos a considerar, porque la conexión entre sistemas sustentables en términos ecológicos no necesariamente significa que sean económicamente redituables y viceversa. los estudios interdisciplinarios tienen que realizarse; pero necesitan modelos de investigación que sean compatibles en su estructura lógica. la conversión de la agricultura tradicional en sustentable y redituable es aún asunto del futuro; sin embargo el conocimiento científico y el conocimiento tradicional siguen siendo los cimientos de su construcción (p. 95).

su reflexión nos sitúa en lo que parece una encrucijada difícil de sortear y aún más imposible lograr si pensamos en un mundo donde lo que importa es la idea de ganancia. el nuevo rostro de nuestros cerros, de los ríos, lagunas y mares, de los bosques y selvas, de desiertos y valles no nos permite predecir buenos augurios. Menos todavía si pensamos en que sistema social vivimos. el futuro donde se logre una agricultura tradicional sustentable y redituable pareciera hacernos pensar ante todo en un cambio de sistema político. situa-ción que obviamente nos lleva al tema de la relación estado-grupos productores y con ello a la necesidad de continuar trabajando las experiencias que como en el caso de algunas de las contribuciones se presentan en este libro.

Otro tema para discutir es la aparente oposición entre tradicional y convencional, y coincidimos con la apreciación que hace en sus reflexiones alfred siemmens en el sentido de lo discutible que puede ser aquí el concepto de convencional como algo diferente a lo tradicional ya que, como señala lo tradicional era y es todavía, en ciertos contextos cultu-rales, convencional.

la importancia de esta obra debe destacarse no sólo por el conjunto de trabajos que la integran, sino porque es un texto donde los campesinos siguen siendo tema de debate, y porque las investigaciones que la conforman son buen material para motivar nuevas inves-tigaciones y mayores discusiones.

ana Bella Pérez Castrolorenzo Ochoa

unaM, IIa

san pablo Tepetlapa, julio de 2008

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jácome, rodríguez y garcía (coords.), los nuevos caminos de la agricultura

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en la actualidad, dos tercios de la población mundial viven en zonas costeras, y se calcula que la cuarta parte de la población mexicana está asentada en áreas de este tipo. si consi-deramos que una quinta parte del petróleo se extrae del subsuelo marino, entonces resulta claro que nos encontramos frente un complejo problema de recursos, subsistencia y polución. la presencia de asentamientos costeros ha incrementado los niveles de contaminación en todo el mundo: un considerable porcentaje de las aguas residuales terminan en costas, ma-res y océanos. la presencia de desechos sólidos y químicos disueltos en el agua ha tenido un severo impacto en el equilibrio ecológico de estas zonas.

en efecto, los problemas de contaminación, deforestación, y la explotación excesiva de los recursos costeros han provocado alarma mundial, pues en muchos casos se ha llegado a un punto de tal desgaste que estos tienden a desaparecer. ahora bien, las industrias costeras vinculadas, por ejemplo, con la pesca, el turismo “de sol y playa”, y la extracción de sal, o de petróleo del suelo marino, son de importancia global, pues de ellas dependen economías nacionales, regionales y mundiales. Cualquier desequilibrio en ellas puede implicar grandes problemas financieros, económicos, ambientales, políticos y sociales a diferentes escalas, y con consecuencias diversas.

se dice que la globalización ha tenido como consecuencia una especie de “reducción” del mundo, esto pareciera ser especialmente cierto en el caso de las zonas costeras, donde el espacio pareciera cada día más insuficiente, ante el constante incremento en el número y densidad de los asentamientos humanos —permanentes o temporales—, con lamentables consecuencias para el entorno, como la desaparición de manglares, contaminación de tierra firme y áreas marinas y del subsuelo, destrucción de arrecifes, y la exposición de especies animales y vegetales a diversos factores que las acercan cada día más a su desaparición. sin embargo, aún cuando los recursos costeros terrestres y marinos son vitales para la espe-cie humana, y a pesar de conocer y reconocer la problemática que ahora enfrentan, con frecuencia se siguen utilizando, aprovechando, manejando y extrayendo de una manera desordenada. así, la vulnerabilidad de las zonas costeras —que no es sino una versión localizada de la apremiante situación de la ecología mundial— se hace evidente cada vez con mayor intensidad y frecuencia

para cambiar el rumbo de la situación ecológica actual, y mismo tiempo ofrecer oportu-nidades de desarrollo económico a los habitantes de estas zonas, se han venido realizando múltiples esfuerzos a nivel mundial. Organizaciones de carácter internacional llevan la batuta en un complejo esfuerzo que intenta convencer a gobiernos de todo el mundo para realizar —de manera permanente— acciones orientadas a detener el deterioro ambiental,

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héctor b. cisneros reyes

garantizar un equilibrio entre los ambientes ecológicos y los grupos humanos que los utili-zan, y asegurar la permanencia de aquellos, para garantizar el acceso de generaciones futuras a sus recursos, sin que esto implique —por otro lado— la marginación de los beneficios económicos a los habitantes locales o la exclusión de beneficios fiscales para los gobiernos nacionales.

en 2007, la unesCO publicó un manual cuyo objetivo principal era proponer una serie de indicadores para monitorear, evaluar y reportar el progreso de los resultados del manejo integral de costas y océanos (ICOM, por sus siglas en inglés). el material está dirigido principalmente a administradores y tomadores de decisiones, a agencias internacionales de donantes para la conservación de la naturaleza, a practicantes e investigadores cuya tarea sea el estudio de estas zonas, y en general a quienes estén interesados en lograr una mejoría en las políticas ambientales que permitan un mejor manejo de la naturaleza costera.

lo sustancial de la propuesta es el conjunto de indicadores enfocados más a los resulta-dos que a los procesos implementados en un ICOM, y que son diseñados con base en expe-riencias desarrolladas en países como Tailandia, Canadá, Chile, China, Francia, Dinamarca, alemania y Tanzania, por mencionar algunos. la publicación está dividida en siete aparta-dos, que incluyen una introducción y la revisión de algunas cuestiones internacionales del ICOM. además, hay capítulos dedicados a cuestiones relacionadas con la gobernabilidad, ecología y economía, la aplicación de indicadores y, finalmente, a la presentación de algunas recomendaciones y la revisión de lo aprendido. la obra viene acompañada de cuatro anexos en los que se hace una descripción detallada de todos los indicadores involucrados.

el texto propone la realización del monitoreo y evaluación mediante lineamientos espe-cíficos que permitan determinar la situación de las áreas de estudio, en materia de gobierno, ecología y socioeconomía, a partir de una visión integradora y sustentable, conceptos que se presentan al inicio del trabajo. Cada uno de los indicadores cumple con una serie de requisitos preestablecidos, según los cuales garantizan un mínimo de objetividad y eficacia cuando son bien aplicados, y están agrupados bajo cuatro aspectos: lo económico, lo social, lo medioambiental y lo institucional.

el primer grupo incluye 15 indicadores de gobernabilidad de costas y océanos. Cada uno de ellos relacionado con diversos aspectos de políticas institucionales y sus funda-mentos legales. asimismo, la verificación de la existencia de planes integrales de manejo y su aplicación están contempladas en este apartado, lo mismo que la sustentabilidad y la participación institucional de diferentes actores.

los nueve indicadores medioambientales se “descomponen”, a su vez, en diferentes variables, que tienen que ver con la función, la organización y la calidad. en cuanto a los socioeconómicos, el manual recomienda la aplicación de trece indicadores, cada uno des-agregado de tal manera que se logra abarcar aspectos de integridad cultural, generación de empleos, equilibrio de propiedad y tenencia de la tierra, accesibilidad a las áreas públicas así como cuestiones de salud de los habitantes de la zona.

así, la unesCO propone este manual como una contribución a los procesos de de-sarrollo sustentable de costas, océanos y áreas marinas de todo el planeta, orientada a la consecución de resultados en el manejo integrado de costas y océanos (ICOM). sirve de guía puntual a los usuarios que utilicen esta técnica, al proveerlos de herramientas meto-dológicas para desarrollar, seleccionar y aplicar un conjunto de indicadores ecológicos, socioeconómicos y de gobierno para medir, evaluar y reportar el avance de los resultados

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a handbook for measuring the Progress and outcomes of integrated management

de intervenciones. la propuesta es de carácter genérico y, sin ser prescriptivo, analítico a través de una serie de indicadores que son base de otros indicadores agrupados.

Finalmente, hemos de recordar que las propuestas se nutren de los resultados y experien-cias de ocho estudios piloto llevados a cabo en varios países, por lo cual resulta de especial interés el hecho de que presente una red de expertos en ICOM.

Héctor B. Cisneros ReyesunaM, IIa

BReVes CURRICULA De lOs COlaBORaDORes

Barbara Blaha Pfeiler

Mexicana y austriaca. Doctora en Filosofía por la universidad de Viena (1987), posdoctorada en estudios Mesoamericanos por la universidad de Hamburgo (2005). Investigadora del Centro de estudios Mayas (Instituto de Investigaciones Filológicas) de la unaM, actualmente comisionada al Centro peninsular en Humanidades y Ciencias sociales de la misma universidad. su área de estudio es la lingüística maya contemporánea con enfoque en adquisición del lenguaje, sociolingüística y dialectología. entre sus últimas publicaciones se cuenta la edición de Learning indi genous languages: Child language acquisition in Mesoamerica (2007).Miembro del sistema nacional de Investigadores, nivel II.

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Pedro Bracamonte y Sosa

Doctor en antropología por la Facultad de Filosofía y letras de la universidad nacional autónoma de México. es actualmente Director Regional de la unidad peninsular del Centro de Investigaciones y estudios superiores en antropología social con sede en la ciudad de Mérida, Yucatán. Ha publicado diversos libros relativos a la sociedad maya yucateca y a la región peninsular. Miembro del sistema nacional de Investigadores (nivel II) y de la academia Mexicana de Ciencias.

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Antonia Colazo-Simon

española. Realizó estudios de lingüística en la universidad de parís III, sorbonne-nouvelle, donde desarrolló la tesis doctoral Los fenomenos glotales en situacion de con-tacto linguistico: maya y español de Yucatán, México (2007). además de laborar en el sector audiovisual (cine y televisión), se desempeña como asociada en el laboratorio de Fonética y Fonología (lpp). sus principales ámbitos de investigación son la fonética, la fonología y la variación de las lenguas en contacto. prepara actualmente dos artículos que describirán a nivel fonético los medios físicos a través de los cuales se realizan los tonos mayas (medidas de la intensidad, duración y F0).

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Penínsulavol. II, núm. 2

otoño de 2007

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península

Melita Kovačević

Croata. profesora de tiempo completo en el Department of language & speech patho-logy [Departamento de lengua y patología del Habla] en la universidad de zagreb, donde enseña psicolingüística, psicolingüística del desarrollo, neurolingüística y psi-cología cognitiva. es miembro de la dirección de estudios de posgrado en lengua y neurociencia Cognitiva y, actualmente vice-rectora de ciencia y tecnología en la universidad de zagreb. sus principales intereses son la adquisición del lenguaje y los desórdenes del mismo.

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Laura Hernández Ruiz

Mexicana. licenciada en lengua y literatura Modernas (1997) y maestra en lingüística aplicada (2003). profesor Ordinario de Carrera en el Centro peninsular en Humanidades y Ciencias sociales, unaM, donde se desempeña como responsable del Diplomado de formación de profesores de inglés y del programa de actualización docente para profesores de inglés (paDpI) de nivel secundaria.Ha publicado artículos en revistas nacionales e internacionales (Espéculo, universidad Complutense de Madrid, 2004 y 2005; Revista digital de la Asociación Ecologistas en Ac-ción, ‘Consume hasta morir’, 2005) y tres libros para enseñanza de inglés en México, sep-seIT (1996-2002), y presentado diversas ponencias en foros nacionales e internacionales.

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María Noel Lapoujade

uruguaya. Doctora en Filosofía por la unaM y también Doctora en Filosofía en la universidad de paris 8. premio norman swerdlin, de la unaM. profesora titular C de la Facultad de Filosofía y letras, unaM. Co-creadora de la Maestría en estética y artes de la FFyl de la Benemérita universidad autónoma de puebla y creadora del programa interdisciplinario de investigación sobre la imaginación, lo imaginario y la racionalidad, FFy l, unaM.Traducida al búlgaro, al rumano y del francés al portugués, con más de 80 artículos publicados en américa latina (Brasil, Venezuela, Costa Rica, uruguay, México), y en europa (Francia, alemania, Bulgaria, Rumania). autora de: Filosofía de la Imaginación; Bacon y Descartes. De la coincidencia de los opuestos, y La imaginación estética en la mi-rada de Vermeer, ha compilado además tres obras: Espacios Imaginarios; Imagen, Signo y Símbolo y Tiempos imaginarios: ritmos y ucronías.Miembro del sistema nacional de Investigadores, nivel II.

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Marijan Palmović

Croata. Graduada en lingüística y Filosofía, obtuvo recientemente el doctorado en len-guaje y neurociencia Cognitiva. asistente en el Department of language & speech pa-thology [Departamento de lengua y patología del lenguaje] en la universidad de zagreb.

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breves currícula de los colaboradores

Rosa Torras Conangla

española. licenciada en Historia por la universidad de Barcelona y maestra en Historia de Centroamérica por la universidad de Costa Rica. Cursa el doctorado en estudios Mesoamericanos de la unaM. se ha centrado en estudiar el impacto de las políticas liberales en comunidades indígenas guatemaltecas y actualmente investiga sobre los procesos de municipalización en Campeche durante el siglo XIX. entre sus publica-ciones se cuentan: La recuperación de la historia desde una perspectiva indígena (2003), “así vivimos el yugo”. la conflictiva conformación de Colotenango como municipio de mozos (1825-1947) y “sujeción laboral y conflictos jurisdiccionales en una comunidad mam del altiplano guatemalteco” (ambos en 2007).

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Gener Antonio Chan May

Mexicano, mayahablante. licenciado en lenguas Modernas por la escuela peninsular de lenguas Modernas a.C. (2002). Becario del Fondo nacional para la Cultura y las artes, COnaCulTa (2006-2007). actualmente es responsable del Departamento de lengua y Cultura Maya en el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del estado de Yucatán.autor de “u tzikbalil chan Beeto (la historia de Beto)”, u ketlamil Maya Dzíib, texto con el cual obtuvo el premio de Cuento Corto 2003-2006 (InDeMaYa, 2004) y Maaya k’áak’ (Fuego maya), Terceros Juegos literarios universitarios (uaDY, 2005).además del premio señalado, obtuvo el primer lugar en los Juegos literarios nacionales en la rama de narrativa maya (uaDY, 2005), segundo lugar en el mismo certamen un año después, y el premio a la Juventud Maya, en la rama de preservación y desarrollo cultural (Instituto de la Juventud de Yucatán, 2005).

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Daniel Villafuerte Solís

Mexicano. Doctor en ciencias sociales por la universidad autónoma Metropolitana. profesor-investigador titular del Centro de estudios superiores de México y Centro-américa, de la universidad de Ciencias y artes de Chiapas. Ha publicado diversos artículos en revistas regionales, nacionales e internacionales sobre temas relacionados con el desarrollo y el desarrollo rural regional. en los últimos años investiga temas vinculados con las nuevas integraciones y procesos de globalización vistos desde la periferia, interesándose particularmente en el estudio de las integraciones entre México y Centroamérica, así como en los proyectos macro regionales (vg. el plan puebla pana-má). Recientemente conformó un grupo de trabajo multidisciplinario para estudiar las migraciones internacionales en Chiapas.Miembro del sistema nacional de Investigadores, nivel II.

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nORMas eDITORIales De PENÍNSULA

Península es la revista oficial del Centro peninsular en Humanidades y Ciencias sociales de la universidad nacional autónoma de México, ubicado en Mérida, Yu-catán. acoge artículos inéditos de investigación en Humanidades y Ciencias sociales, documentos de archivo provistos de estudios introductorios, y reseñas críticas de libros y artículos. publica artículos en español, inglés, francés y lenguas mayas. se edita semestralmente, en primavera y otoño.

los textos enviados se turnan a dos dictaminadores, especialistas en la materia. en caso de que uno de los dictámenes sea negativo, se somete a una tercera evalua-ción. Dos dictámenes negativos implican el rechazo del artículo.

De ser aceptado el artículo para su publicación, el Comité editorial se reserva el derecho de realizar las modificaciones formales necesarias para lograr una mayor uniformidad y claridad en la presentación de los trabajos.

el autor recibirá un ejemplar del número donde aparece su artículo y 10 separatas.

Presentación de originales

1) los originales se entregarán en diskette o disco compacto en procesador de texto Word para Windows y dos copias en papel blanco tamaño carta, impreso en una sola cara, a doble espacio, en tipografía Times new Roman, de 12 puntos.

2) la extensión total de los artículos no deberá tener menos de 12 cuartillas ni so-brepasar las 35, incluyendo fotos, figuras, cuadros, notas al pie y bibliografía. las reseñas no deberán exceder las siete cuartillas.

3) para fines editoriales se anexará un breve párrafo en archivo electrónico y hoja aparte, con los datos del autor o autores (datos académicos, dirección, teléfono, fax y, en su caso, correo electrónico).

4) se incluirá un resumen de no más de 150 palabras en español y en francés o inglés. se incluirá, asimismo, un listado de no más de cinco palabras claves en español y en inglés o francés.

5) Península acepta, dentro del texto, dos tipos básicos de referencias bibliográficas: la abreviada, que corresponde al MLA Style Manual, y la completa.

6) las referencias completas se indicarán a pie de página y seguirán las normas establecidas para la bibliografía final sólo consignando nombre del autor, título del artículo o libro (abreviado de ser extenso) y el número o números de página

(ej. alexan dre koyré, Del mundo cerrado al universo infinito, 78). en caso de repe-tirse la cita de determinada obra se pondrá el nombre del autor, la locución latina op. cit., y el número de página (ej. alexandre koyré, op. cit., 56). en caso de que la cita remita exactamente a la misma página se pondrá la locución latina ibidem (ej. alexandre koyré, ibidem). en el caso de documentos, se señalará a pie de página el archivo de procedencia y su clasificación, dejando el nombre o descrip-ción del texto para la bibliografía final. Todos los datos van separados por comas.

7) las obras mencionadas en el texto y en notas a pie de página deberán listarse alfabéticamente, con minúsculas, al final del texto bajo el título “Bibliografía”. las referencias bibliográficas deberán ajustarse al MLA Style Manual en caso de haber utilizado este sistema de citas dentro del texto, o a los siguientes modelos en caso de haber utilizado la forma de cita completa:

Libroskoyré, alexandre2000 Del mundo cerrado al universo infinito. México. siglo XXI.

ArtículosMonegal, antonio2003 “Más allá de la comparación: fusión y confusión de las artes”, Revista

Canadiense de Estudios Hispánicos 28 (1): 27-44. Toronto. asociación Canadiense de Hispanistas.

Capítulos de libroBarthes, Roland2002 “Introducción al análisis estructural del relato”, Análisis estructural del

relato, pp. 7-38, Roland Barthes et al. México. ediciones Coyoacán.

NotaCuando se trate de una obra anónima, su título (en cursivas) encabezará la referencia.

Documentosse citará el archivo de procedencia, ramo o sección, legajo, expediente, ficha conteniendo el nombre (o breve descripción del contenido en caso de no tener título), lugar, año y foja o fojas, con las abreviaturas f. o ff., diferenciando las fojas de verso o vuelta con la abreviatura v. (ej: ff. 7-22v).

8) sobre las imágenes: para obtener la mayor calidad en la reproducción impresa, el material gráfico de apoyo (cuadros, figuras, gráficas, fotos, mapas, etc.) deberá pre-sentarse en originales y, de ser posible, también en archivos digitales individuales y separados del texto del artículo. se numerará por separado: cuadro 1, cuadro 2, etc.; mapa 1, mapa 2, etc. los pies de grabados, fotos o ilustraciones deberán ser breves y concisos. Toda ilustración se presentará en hojas aparte, consignando sus fuentes, así como los créditos correspondientes a los fotógrafos y/o dibujantes.

Fotografías: enviar original impreso en laboratorio fotográfico (revelado con quími-cos), de preferencia sin rayaduras o manchas y de tamaño mínimo 4X.

Gráficas y cuadros: Mandar archivo realizado en el formato original en el que se elaboren dichos cuadros y gráficas. nO convertir en imagen.

Diapositivas: enviar original impreso en laboratorio fotográfico (revelado con quí-micos) tamaño 3 x 2 cms.

en caso de enviar el material ya escaneado, favor de escanear la imagen en un escáner de calidad óptica con una resolución de 1200 ppp y crear un archivo final en formato TIFF sin compresión a 300 ppp con un tamaño mínimo de 13 cms por el lado más largo de la imagen. También es posible guardar las imágenes en formato psD de photoshop.

nota importante: nO GuaRDaR IMáGenes O FOTOGRaFías en JpG, pDF, GIF, TaRGa O RaW nI aGReGaR en aRCHIVOs De WORD. nO enVIaR pOR InTeRneT; guardar las imágenes en un CD con un grabador universal (para Mac y pC) y enviarlas por mensajería segura.

CenTRO penInsulaR en HuManIDaDes Y CIenCIas sOCIales

directorMario Humberto Ruz

personal académico

Barbara Blaha Degler pfeiler adrián Curiel Rivera

Carolina Depetris Juan Manuel Díaz Yarto

samuel Flores Osorio Martin Francisco Fricke

ana García silberman laura Hernández Ruiz

Ricardo lópez santillán Daniela Maldonado Cano

Ismael May May nicole Marie Ooms Renard

Martha Gabriela pimienta Merlín Miguel ángel pinkus Rendón

Víctor Ramírez peña sandra lucía Ramírez sánchez

enrique Javier Rodríguez Balam adam Temple sellen

luis ernesto santiago pacheco pedro stepanenko Gutiérrez

arturo Taracena arriola

Península, II-2,

editada por el Centro peninsular en Humanidades y Ciencias sociales, se terminó de imprimir el 26 de noviem-bre de 2008 en los talleres de solar, servicios editoriales, Calle 2, núm. 21, san pedro de los pinos, D.F. la edición, en tipos adobe Garamond de 11:13, 10:12 y 9:10 puntos, fue com-puesta por Marcos A. García Yeh y estuvo al cuidado de Mario H. Ruz, Verónica Fidalgo Urtecho y Da-niela Maldonado Cano. el diseño de la portada es de Samuel Flores Osorio. el tiraje consta de 500 ejem-plares impresos en papel cultural de

90 g.