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LA ENFERMEDAD DE LA ADICCION YESHIVA- IMJU

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SHEMA ISRAEL INTERNATIONAL YESHIVA, INC.

DBA INTERNATIONAL MESSIANIC JEWISH UNIVERSITY SHEMA ISRAEL

universidad

shema israel

MATERIA

LA ENFERMEDAD DE LA

ADICCION

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La Enfermedad de la Adicción.

por Pastor Dr. Raúl Tarela

La Enfermedad de la Adicción.

No se autoriza la reproducción de este manual ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro, sin permiso previo del autor por escrito, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

Categoría: Material de Estudio Bíblico y Teológico


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ÍNDICE

SYLLABUS............................................................................................................................6 INTRODUCCION.................................................................................... ...............................8 CAPITULO UNO DEFINICIÓN DE LA PALABRA ADICCIÓN.......................................................................12 ¿Qué es una dependencia química?........................................................................ ...........13

¿Porque es una enfermedad?................................................................................ ............16

Cuales son algunas de las causas que conducen a una Adicción?...................................17

CAPITULO DOS ESTADÍSTICAS...................................................................................................................28 Preferencia sobre las substancias utilizadas.......................................................................29

CAPITULO TRES EL TRASLADO DE LA DROGA A TRAVÉS DEL ORGANISMO.......................................31 El sistema nervioso..............................................................................................................32 Las Células nerviosas (Neuronas).......................................................................................36

Los neurotransmisores.........................................................................................................37

CAPITULO CUATRO EFECTOS DE LAS DOGRAS.............................................................................................40 Conceptos Clínicos y farmacológicos..................................................................................40

Forma de llegada de las drogas al Cerebro.........................................................................41

Signos y síntomas para tener en cuenta..............................................................................42

CAPITULO CINCO UNA ORIENTACIÓN HACIA LA PREVENCIÓN................................................................46 La prevención profesional....................................................................................................46

Tres niveles principales de prevención................................................................................46

Tipos de pacientes por adicciones.......................................................................................46

Tipos de tratamientos más generalizados...........................................................................47

Tratamiento de las adicciones en los Estados Unidos.........................................................48

Un breve párrafo aparte para el SIDA (H.I.V. – A.I.D.S.).....................................................48


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CAPITULO SEIS LA INTERVENCION............................................................................................................49 ¿Qué es la intervención?................................................................ .....................................49

¿Por qué se necesita una intervención?..............................................................................49

¿Qué es una intervención?..................................................................................................50

¿Cuándo y dónde se debe realizar la intervención?............................................................51

¿Quién debe realizar la intervención?.................................................................................52

Las distintas fases de una intervención...............................................................................53

Finales.................................................................................................................................60

Autoevaluación....................................................................................................................62

Examen final............................................................................... .........................................68


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SYLLABUS Pastor Dr. Raúl Tarela

Descripción

Este curso tiene como objetivo principal, dar un conocimiento general sobre la problemática de las adicciones, principalmente de aquellas que se refieren al consumo del alcohol y otras drogas, reconocer en que lugares y en que formas actúan los diferentes psicofármacos en las personas, pudiéndose apreciar la secuela de daños que irán dejando a su paso, teniendo en cuenta muy especialmente el tiempo de uso.

Metas

1) Reconocer que es una dependencia química, juntamente con sus sintomatologías más

notorias en cada uno de los casos que se planteen.

2) Conocer los efectos dañinos de distintas sustancias para el organismo (Efectos)

3) Conocer nuestro sistema nervioso.

4) Determinar que es una “intervención”, con un conocimiento suficiente que dará lugar

para explicar en qué consiste la misma.

5) Reconocer cuando es necesario la intervención oportuna en un caso de Adicción.

Descripción de la materia:

Esta materia es equivalente a veinte (20) horas cátedra en clases presenciales, por lo que el estudiante deberá comprometerse por lo menos, a estudiar una hora diaria en su casa durante un mes calendario. El estudiante contara con la opción de formular vía mail, las preguntas que estime necesarias realizar con respecto a la materia en sí misma, las que habrán de ser respondidas por el profesor, utilizando el mismo medio. (Las horas académicas no aplica para estudiantes Online.)

Proporción de Grados:

Alumnos de Aula: Asistencia (10%), participación en clase (10%), Trabajo Escrito (40%) y Examen Final (40%). (No aplica para alumnos a distancia) Alumnos a Distancia: Trabajo Escrito ( 40% ), Examen Final (40%) y entrega del material a tiempo (20%).


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ESCALA DE GRADOS

Al sumar cada uno de los aspectos en la proporción de grados, se obtiene la nota final de la materia, la cual será evaluada de acuerdo a la escala de grados siguiente:

A 100-90

B 89-80

C 79-70

D 69-60

F 59

El estudiante que pierda más del 10% de las horas de clase, no aprobará la materia. Los casos especiales serán evaluados particularmente por el profesor, quien determinará la forma de cumplimentar las horas perdidas, siempre y cuando esto sea posible. (No aplica para alumnos a distancia)


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INTRODUCCION En los tiempos que nos ha tocado vivir, es de vital importancia que todas las personas sepan lo más clara y acertadamente que les resulte posible, los grandes daños que guardan las adiciones al alcohol y a otras drogas, no solo para aquellos que las utilizan, sino también para la sociedad toda. Es por eso que entendemos que este curso, es de gran relevancia para las congregaciones de creyentes, pensando especialmente en su función social informativa y formativa, al igual que para cualquiera otra institución que desee enrolarse en la lucha contra las drogas y sus efectos negativos.

Con la entrada a este campo, se comenzará a percibir mucho más de cerca los graves problemas que pueden producir en los seres humanos, muchos de los elementos químicos que nos rodean diariamente, los que comúnmente y en el idioma de la calle se los conoce simplemente como "drogas". Sin lugar a dudas, también se comprenderá el peligro extremo que estas situaciones encierran. La variedad y cantidad de elementos químicos que las personas tienen en la calle al alcance de sus manos en todo momento, y que por supuesto en muchos casos utilizan, obliga a que se deba prestar total y preferencial atención a las formas y características que las diferentes adicciones producen en aquellos individuos que sufren de dependencia química, los cuales son conocidos como adictos. La gravedad de las adicciones, tiene un efecto multiplicador, ya que no solamente afectan en forma notoria al enfermo primario (es decir el adicto), sino que tienen un alcance social real, pues involucran a todos aquellos que de una u otra manera rodean en el diario vivir al adicto, esto es comenzando con el grupo familiar, continuando luego con los amigos, compañeros de actividades (laborales y/o de estudio), y a cada uno de aquellos que poseen alguna forma de identificación con el enfermo. A estas personas se las reconoce con el nombre de codependientes. Por lo tanto, la familia de una persona adicta (y otros allegados), conforman un grupo que deberá ser tratado, apoyado y ayudado con las mismas fuerzas y cuidados que se utilizan para el enfermo primario. Estos grupos presentan casi siempre, las mismas características en su accionar defensivo (mecanismos de defensa), como las que el adicto directo tiene. Es realmente importante tener en cuenta, que en la actualidad los problemas de drogadicción, no se encuentran en determinados grupos sociales, sino en todos los niveles culturales y económicos. Hoy las drogas son utilizadas tanto por las personas de buena posición económica, como por aquellas que no son económicamente fuertes, se las encuentra en medio de grupos de muy buen nivel académico, al igual que entre aquellos que incluso pueden ser analfabetos. No es tampoco una situación especial para alguna edad determinada, ni tampoco lo es teniendo presente el género sexual del individuo.


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Decididamente esta situación se puede plantear en cualquier persona, en cualquier familia e incluso en cualquier país del mundo, lo que hace mucho más difícil el poder controlar su desarrollo y popularización.

Descripción general de este curso y sus objetivos

Este curso tiene como objetivo principal, dar un conocimiento general sobre la problemática de las adicciones, especialmente de aquellas que se refieren a las provenientes del consumo del alcohol y otras drogas.

Se podrá reconocer en que lugares y en que formas actúan los diferentes psicofármacos en las personas, pudiéndose apreciar la secuela de daños que irán dejando a su paso, teniendo en cuenta muy especialmente el tiempo de uso, el tipo de droga y la cantidad utilizada. Cuando se hace mención a los daños que el mal uso de las drogas produce en los seres humanos, no solo hay una referencia directa hacia el usador primario, sino que también se verá como es afectado el círculo social del mismo, comenzando irremediablemente por los familiares cercanos, continuando por los amigos íntimos, los compañeros de trabajo y/o estudio, y así sucesivamente con cada uno de los individuos que tratan con el enfermo. Dependiendo de la proximidad del trato con el adicto, muy posiblemente también así serán las consecuencias negativas que se reciban. Naturalmente a mayor proximidad, se presentan riesgos de más gravedad. A través de este curso, se estará tratando de determinar paralelamente, la forma del inicio del tratamiento que se debería aplicar en un enfermo adicto a los psicofármacos (marihuana, cocaína, LSD, crack, alcohol, medicinas recetadas, etc.) Muy especialmente se habrá de destacar la manera de proceder, que se aplicará con el adicto en procura de conducirlo hacia su recuperación. Reconociendo las Adicciones, ayudará al estudiante a demostrar los diferentes conocimientos que se irán adquiriendo con el avance de la materia. Los puntos y temáticas aprendidas, le permitirán definir con mayor claridad el significado de una adicción, al igual que reconocer que es una dependencia química, juntamente con sus sintomatologías más notorias en cada uno de los casos que se planteen. No revestirá ningún problema, describir situaciones y resultados en común, que tienen las distintas adicciones entre sí. Se podrán esclarecer los distintos perfiles que muestran algunos tipos de adictos. El alumno aprenderá por ejemplo, los porcentajes de alcohol que llegan a ocupar un lugar en la sangre, juntamente a las consecuencias a que estos niveles conducen a las personas. Formará parte de esta lectura informativa y formativa, el adquirir conocimientos generales sobre estadísticas relacionadas con la drogadicción, especialmente en los Estados Unidos y Europa, con la provisión de datos históricos sobre el alcohol y algunas otras drogas. Desde tiempos muy antiguos en la historia de la humanidad, se registra la utilización del


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alcohol y distintas drogas de uso muy común en el día de hoy. Se sabrán las diferentes formas y/o caminos en que la droga puede ingresar al organismo humano, pudiéndose definir el recorrido que las mismas realizarán y por que medios, teniendo presente el tiempo de traslado a través del cuerpo de la persona. Se podrán describir y definir, el lugar o los lugares hasta donde llegan con su “carga” de destrucción los diferentes fármacos. Se podrán identificar una gran parte de los daños ocasionados por las drogas en lo distintos órganos del cuerpo, al igual que la manera en que afecta a los distintos sistemas, muy especialmente al sistema nervioso central, para lo cual se hará un reconocimiento primario, al solo efecto de tener una idea más acabada de como está compuesto el mismo. A esto se le debe agregar, que se estarán ofreciendo algunos conocimientos que permitirán describir que es una célula nerviosa, y las funciones generales que la misma cumple. Al concluir con la lectura y el estudio del presente curso, la persona tendrá una idea más definida de los distintos conceptos clínicos y farmacológicos relacionados con diferentes tipos de drogas, lo que le ayudará a reconocer signos y síntomas que un adicto pueda estar presentando. Se podrán reconocer formas de prevención para ser aplicadas en problemáticas relacionadas con las adicciones, lo que facilitará la tarea de saber con mayor claridad, hacia donde debe ser enfocada la acción preventiva profesional. Conceptos que con la llegada de un paciente a un tratamiento, permitirán evaluar si el mismo es voluntario o involuntario, lo que en definitiva es muy importante para elegir el tipo de tratamiento que se recomendará y la manera en que se puede dar inicio al mismo, muy especialmente en sistemas de ayuda como los que existen en Estados Unidos u otros países con un accionar similar en este campo. Este curso permitirá determinar que es una “intervención”, con un conocimiento suficiente que dará lugar para explicar en qué consiste la misma, cuando y como aplicarla, y por que es necesaria en muchas oportunidades. Aportará las herramientas que se precisarán para planificar y realizar una “intervención”, por medio de la explicación de las distintas etapas que este sistema requiere, para lograr una reunión de este tipo de una manera exitosa.

Utilidad del curso En el pensamiento del autor, se encuentra la idea y el deseo de que este sencillo curso escrito, pueda ser utilizado especialmente en el ámbito de las distintas congregaciones de creyentes, al igual que en otras organizaciones, en primer lugar para conocer un poco más sobre las problemáticas derivadas del uso indebido del alcohol y/u otras drogas, y en segundo término para despertar un interés genuino para ayudar con bases sólidas a las personas involucradas con el consumo de psicofármacos. Definitivamente todo lo que aquí se ha escrito, está muy lejos de ser de valor suficiente para encarar alguna forma fuerte de apoyo hacia los individuos adictos. Aun así, se recomienda la utilización de este material a nivel de pastores, líderes y miembros de congregaciones de creyentes y personas en general, a los efectos de tener estudios y


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charlas grupales, con la esperanza de que cada día más y más personas descubran las características atrapantes de esta temática. Es bueno recordar, que la ciencia en los últimos sesenta o setenta años, ha hecho aportes de gran valor dentro de este campo, lo que ha contribuido para acercar conocimientos que ayuden a los adictos a producir cambios profundos en sus vidas. Sin embargo, aquellos que reconocemos a El Señor como nuestro Creador, Padre, Sustentador y Salvador, sin descartar en absoluto lo que la ciencia nos ofrece, debemos aprender a apoyarnos y confiar en el Mesías y en el poder del Espíritu de Dios. Se desea hacer una advertencia, por medio de la cual quede aclarado, que no sería extraño que con la lectura de estas páginas, algunos hombres o mujeres, puedan llegar a descubrir en sus vidas y/o en las vidas de personas de su conocimiento, la presencia de esta enfermedad llamada adicción o dependencia química. Si alguna o algunas de estas posibilidades se concretaran, el sentido del curso estaría ampliamente cumplido.


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CAPITULO UNO

DEFINICIÓN DE LA PALABRA ADICCIÓN

No son pocas las personas que hablan de la adicción, sin tener un claro conocimiento de todo lo que esta palabra encierra y significa verdaderamente. La popularización de este término, ha llevado a que en muchos casos pierda parte de su sentido. Incluso se puede observar en algunas ocasiones, que se le da cierto aire de importancia y seducción, especialmente cuando se la utiliza haciendo mención a algunas adicciones propias, es decir en primera persona y con referencia a dependencias que la sociedad no condena, e incluso la aprueba (adicción al trabajo, adicción al estudio, adicción a la limpieza, etc.) Es muy importante dejar claramente establecido, que una adicción no es simplemente una afición a alguna cosa determinada, sino algo muchísimo más grave, que conduce en una forma inevitable hacia la “destrucción” del individuo y de su grupo social. Cuando se habla estrictamente de “una adicción”, se está haciendo mención a la existencia de diferentes mecanismos que comprometen y afectan la salud física, la salud mental, la salud emocional y la salud espiritual del individuo y su entorno. Todo esto interfiere negativamente con el funcionamiento “normal” de las personas en su vida diaria. Quizás nos ayude a comprender un poco más lo que aquí se está indicando, si nos resolvemos a buscar y observar el origen del ser humano en la tierra, para lo cual debemos recurrir a la Biblia, fuente de todo conocimiento por ser la palabra de Dios, donde se hace mención de lo siguiente: “...dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...” (Génesis 1:26) Esta criatura de Dios conocida como hombre, al ser creada por Él y a imagen de Él, tiene esencialmente una conformación tripartita ya que nuestro Dios es un Dios trino, es decir que es cuerpo, mente y espíritu, siendo estas tres partes “un todo indivisible”, motivo por el cual cuando una de ellas se enferma, las otras dos unidades también reciben el impacto. Habiendo hecho mención a este punto nos será más fácil comprender, que cuando hablamos de una enfermedad tan compleja como lo es la dependencia química, no podemos pensar en un cuerpo con problemas, pero independientemente podrá contar con una estupenda salud espiritual y mental, ya que el mal lesiona a “el todo”. De esa misma forma podríamos variar el orden de presentación de cualquiera de las partes, pero el resultado final sería el mismo, un individuo integralmente enfermo. Es muy común, que cuando se escucha la palabra adicción, el pensamiento general se “dispara” solamente hacia aquellas cosas que tienen que ver con la dependencia a algún tipo de droga o al alcohol, lo que si bien en parte es cierto pues es aparentemente lo más habitual o de mayor conocimiento popular, no guarda una relación exacta con la realidad, ya que no se puede dejar de tener presente, que hay comportamientos adictivos, referidos a distintas actividades como lo pueden ser el trabajo, el estudio, la limpieza, el sexo, la religión mal orientada, el juego y cosas similares, las que por sí mismas producen perturbaciones en el comportamiento y las emociones, alterando el desarrollo de una “vida


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normal tanto en lo personal como en la convivencia con los demás”. Cuando se hace mención a la palabra adicción, en referencia directa con el consumo de drogas, no queda fuera de esta interpretación en ese sentido, uno de los elementos químicos más conocidos y más divulgados, es decir el alcohol, quizás la droga más popular. A muchas personas les cuesta aceptar que el alcohol es un elemento químico (droga), de la misma manera que lo son por ejemplo la cocaína o la marihuana. Debemos dejar claramente establecido, que el alcohol al igual que cualquiera otra droga, ejerce severas alteraciones en el Sistema Nervioso Central (SNC) Esta mala interpretación quizás sea entendible, ya que el alcohol es un elemento naturalmente aceptado socialmente, con la misma “naturalidad” con la que se acepta el uso del tabaco en sus diferentes presentaciones, el cual también se debe considerar algo altamente nocivo para la salud humana. Para hablar de la adicción a una droga, se podría hacer una síntesis mencionándola como “una dependencia química”. ¿QUÉ ES UNA DEPENDENCIA QUÍMICA? La dependencia química es una enfermedad que cuenta con cinco muy bien definidas características: obsesiva, compulsiva, crónica, progresiva y fatal (esto último es así si no se interviene con un proceso terapéutico adecuado para detener la misma). Obsesiva La característica de obsesiva con la que cuenta la enfermedad, es proveniente en forma directa de la conducta que presenta el enfermo de adicción a las drogas. El uso de los psicofármacos de preferencia, es una “necesidad imperiosa” que el enfermo no puede manejar, llevándolo en que casi todo momento, a que sus pensamientos, e incluso a veces sus conversaciones, giren constantemente en torno a los mismos. En los tiempos iniciales de la enfermedad, la obsesión puede ser auto-controlada por el adicto, consciente o inconscientemente, de tal manera que los que están cerca de él, no llegan a darse cuenta de lo que está sucediendo con ese individuo. Sin embargo, con el avance de las etapas de la dependencia química, aumenta la gravedad del problema, motivo por el cual el cerebro deja de tener “poder” para filtrar los pensamientos y/o ideas, no pudiendo ocultar más esa condición. Un ejemplo claro y clásico de esto que estamos mencionando, es observable especialmente en los alcohólicos, quienes difícilmente no introduzcan en sus conversaciones, algo relacionado con las bebidas alcohólicas. Esto puede girar con relación a tiempos que usaron alguna bebida en especial, algo que en la actualidad están consumiendo, e incluso en “visionar” tiempos futuros, mediatos y/o inmediatos donde también se producirá alguna forma de uso de alcohol.


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Compulsiva La compulsión la muestra el adicto, en la manera que hace uso y abuso de los elementos químicos que habitualmente consume. Con el avance de la enfermedad, ya no hay una “búsqueda ordenada” para obtener y utilizar la droga, sino que eso se transforma en un acto manejado con extrema “avidez” de poder contar de inmediato con la misma, para consumirla con una clara muestra de desesperación. Utilizando una vez más el ejemplo de un alcohólico bajo estas circunstancias, se le podrá ver, que cuando bebe, que ya no la hace naturalmente y con lentitud saboreando sus tragos, sino que ingiere cada copa, casi sin respirar y de un solo golpe. Definitivamente a estas alturas de los acontecimientos, la enfermedad ha ganado mucho terreno, transformado al adicto en una “máquina de consumir”. Crónica

A esta enfermedad se le da la definición de crónica, ya que de acuerdo a lo indicado por la ciencia, su padecimiento no tiene cura, aunque la persona (como se explica más adelante), deje de depender del elemento químico, pudiendo vivir libremente de su esclavitud.

Este punto merece una aclaración especial, ya que el hecho de que la ciencia haya declarado que la adicción es un tipo de enfermedad a la que se la reconoce como incurable, transforma a esta aseveración en una piedra de tropiezo para algunos hermanos creyentes, quienes hacen mención que para Dios nada es imposible, y que en él hay suficiente poder para curar cualquier tipo de mal. Esta es en una realidad irrebatible, sobre la que no puede existir ninguna forma de duda y está fuera de toda discusión. Sin embargo, en ciertas ocasiones se producen acontecimientos, que luego son mal utilizados por aquellos que no tienen un conocimiento profundo sobre el Mesías, quienes se toman de algunos hechos para pretender desvirtuar el poder y la sabiduría de Dios. A continuación haremos el relato de un hecho verídico (como muchos otros similares), evitando por razones lógicas y comprensibles, el hacer mención a nombres de personas y de lugares: “Hace ocho o nueve años atrás, a una congregación de creyentes llegó un hombre de unos treinta años de edad. Su aspecto era realmente preocupante, ya que su apariencia física denotaba sin que se tuviera que hacer mucho esfuerzo para percibirlo, que su salud, integralmente hablando, estaba muy deteriorada. La vestimenta que llevaba puesta, mostraba un abandono total. La higiene en todo su aspecto brillaba por su ausencia. Sin embargo y a pesar de esta apariencia preocupante, los hermanos de la congregación le recibieron con algo de recelo pero con mucho amor. Luego que algunos de ellos conversaron con esta persona por un largo rato, le invitaron a quedarse en el servicio que se estaba por celebrar en ese día. Este hombre que en realidad había llegado al templo como lo hacen muchos otros en su misma condición, solo en búsqueda de ayuda


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monetaria, aceptó la invitación. Cuando el pastor al finalizar la predicación convocó a que pasaran al frente todos aquellos que habían sentido la voz de Dios, y que a su vez deseaban aceptar a Yeshúa como su Salvador personal, entre las personas que hicieron esta profesión pública de fe, se encontraba este hombre. Como es habitual, el pastor y otros líderes de la iglesia conversaron con él. Ya en sus primeras declaraciones manifestó que era alguien que bebía mucho desde hacía ya unos cuantos años. Esta situación le condujo a perder a su esposa, e incluso a ser rechazado por el resto de su familia. Luego agregó, que actualmente estaba sin trabajo a pesar de ser un profesional, ya que la bebida le había quitado también esa posibilidad. Los integrantes de esta congregación decidieron en ese mismo instante, darle todo el apoyo que estuviera a su alcance. Lograron ubicarlo en una casa. Comenzaron a acompañarlo en forma constante. Turnándose de alguna forma evitaban dejarlo solo. De esta manera fueron pasando los días, las semanas, e incluso los primeros meses. El cambio que se produjo en este hombre era algo maravilloso. El color de su piel era totalmente distinto, mostrando una salud en franca recuperación. Su capacidad de discernimiento asombraba a todos los que le escuchaban. En realidad no pasó mucho tiempo más, para que se le solicitara que diera su testimonio públicamente para que otros vieran la obra que Dios había hecho en él. Bueno, abreviando, debemos mencionar que todo era gozo y felicidad. A los dos años de su llegada, ya estaba ocupando una responsabilidad en cierto ministerio de la congregación. Su vida era tomada como ejemplo. De un vicioso pecador, a un hombre que del alcohol ni se acordaba. Al cumplirse más o menos los cinco años de permanencia en la congregación, comenzó a faltar a algunas reuniones, primero en forma esporádica, para luego hacerlo mucho más seguido, hasta que llegó el momento que no se le vio más por la congregación. Los hermanos se preguntaban que estaba sucediendo, ya que alguien que no era de la congregación, trajo la información de que este hombre estaba concurriendo a lugares que él ya había frecuentado en el pasado, e incluso en compañía de individuos que no eran la mejor recomendación. En otras palabras, otra vez enfermo de alcoholismo, pero en una situación peor que la primera...” He aquí la gran pregunta: ¿Falló Dios? No, para nada, Dios jamás falla. Simplemente que este ser humano se vio bien, comprendió que su vida era distinta, había cambiado positivamente. Pero equivocadamente, decidió que las fuerzas que ahora tenía, sus propias fuerzas, le eran suficientes para seguir él solo en la lucha contra esa enfermedad que ya creía totalmente superada. Esto seguramente le llevó a probar en alguna ocasión, aunque más no fuera una pequeña cantidad de alcohol, lo que fue suficiente para que la enfermedad oculta pero latente que estaba en su ser, se hiciera nuevamente dueña visible y absoluta de su vida. Como palabras finales podemos decir, que Dios es poderoso y que en él hay sanidad total, pero no por eso debemos dejar de pensar lo que la Biblia nos enseña y aconseja: “ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:27) En el proceso de sanidad de un adicto, no solo se le deben dar herramientas para que salga de la misma, sino que se le debe proveer de ayuda para saber como vivir en la nueva vida. Esto último es algo bastante difícil de lograr, si no se tienen los conocimientos apropiados y suficientes en este terreno.


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Como una reseña ampliatoria de este punto, podemos manifestar, que para la ciencia hay “adictos en acción”, “adictos en recuperación” y por supuesto, también hay “adictos recuperados”. Si se observan con atención estas tres opciones mencionadas, se podrá notar que en cada una de ellas, está presente la palabra “adicto”. Sin embargo, no podemos dejar de mencionar también, que a las “adicciones a los psicofármacos”se las puede vencer, hasta el punto de lograr que un enfermo de este mal, pueda aprender a vivir el resto de su vida, sin usar ni recaer nuevamente en estos elementos químicos. Progresiva

El término de progresiva, se debe a que este padecimiento va en un proceso de desarrollo constante, obligando al adicto a consumir cada vez más el o los elementos químicos de su preferencia. La única manera conocida para detener el progreso de esta enfermedad, es que la persona que la sufre, pueda acceder a una nueva y diferente forma de vida, que lo aleje del consumo de los psicofármacos. A esto se arriba casi única y exclusivamente a través de un tratamiento, especialmente si el mismo tiene basamentos sólidos que la ciencia profesional ofrece, y con mucha más eficacia si se utilizan con la presencia de la palabra de Dios.

Fatal La enfermedad de la adicción a las drogas, se la denomina muy acertadamente como fatal, debido a que casi siempre su fin es la pérdida de la vida, esto es si no se detiene el avance o el progreso del mal. La muerte puede llegar preferentemente por una sobredosis, también por desgaste del organismo y complicaciones con otras enfermedades, o directamente por homicidio, suicidio e incluso por accidentes. De alguna manera, se está indicando, que esta enfermedad “acelera la llegada” de ese hecho natural que es el fin de la vida de cada ser humano.

--------------------------------------------- -------------------------------------------------------- Inicio consumo droga El punto final es la fatalidad (muerte) ¿POR QUÉ ES UNA ENFERMEDAD? En primer lugar, es una enfermedad de tipo primaria, por tener sintomatología propia, sin que necesariamente deba proceder de otra enfermedad. Esto conduce, a que se puedan observar en aquellos que la padecen, signos que dan lugar a su identificación. La ciencia ha determinado que la drogodependencia (adicción a una droga), es una enfermedad de tipo incurable, es decir, que aquel que la padece deberá sufrirla por el resto de su vida. Sin embargo y a pesar de lo mencionado precedentemente, hay posibilidades


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reales de recuperación para aquellos que sufren este mal. Esto que a primera vista parece una contradicción, en realidad no lo es, ya que si bien el adicto nunca dejará de padecer esta enfermedad, podrá dejar de depender de la droga sin estar “atado” a ella, si es que fuera tratado convenientemente. En otras palabras, estamos diciendo, que un individuo que ha llegado a la etapa de la adicción o de la dependencia química, puede acceder a través de un tratamiento a aprender a vivir sin la necesidad de consumir, pero sin que esto signifique definitivamente que se curó totalmente de su enfermedad, ya que a pesar de haber logrado arribar a este punto, y sin importar el tiempo de no usar al psicofármaco, ante la presencia de una nueva prueba del mismo, desembocará en una situación igual o peor que la anterior. (Algo de este mismo tema, ya lo hemos mencionado otra página anterior de este mismo escrito). Por lo tanto y sintetizando lo mencionado en el párrafo precedente, es muy importante y determinante, dejar perfectamente aclarado, que todos lo logros positivos obtenidos después de un buen tratamiento, corren el riesgo de perderse, si el individuo creyendo que ya está totalmente sanado, decide regresar al uso del elemento químico, aunque sea en muy pequeñas dosis. Seguramente esto actuará como un “disparador”, el que lo conducirá a una “recaída” con efectos seguramente de mayor gravedad que los sufridos en la primera etapa o la etapa anterior a la de esta nueva instancia. ¿CUÁLES SON ALGUNAS DE LAS CAUSAS QUE CONDUCEN A UNA ADICCIÓN? Las conductas aprendidas, nos referimos especialmente a las del tiempo de la niñez y la adolescencia, son una base sólida para que en muchos casos, las personas lleguen al uso, posteriormente al abuso y luego a la dependencia química. Esto se podría ejemplificar con alguien que se crió y creció en una familia, donde alguno o algunos de sus integrantes (padre, madre, hermano, etc.), presentaban una adicción al alcohol y/o las drogas. Incluso, esto se puede ampliar a casos donde se convivió con personas, que sin ser definitivamente adictos, hacían un uso abusivo de los químicos. Son igualmente conductoras a esta enfermedad, situaciones de tipo sociales / culturales, ya que el entorno puede llegar a influir en el inicio del uso. Los amigos, los compañeros de estudio o del trabajo, el medioambiente en el que se vive (barrio), familiares (padres, hijos, hermanos, etc.) Esta característica, si bien se puede apreciar en personas de todas las edades, inclusive en niños, es mayormente observable a partir de la época de la adolescencia, pasando por la juventud hasta llegar inclusive a individuos adultos. Aquí en este punto encontramos, entre otras cosas, un llamado de alerta rojo para los padres, en su función del seguimiento que deben realizar con sus hijos, especialmente en lo referido a sus compañías, ya sean de conocidos momentáneos como de amigos de tipo permanentes.

Las situaciones o circunstancias emocionales, que puedan estar produciendo dolores, temores, soledad y cosas similares, al igual que los distintos tipos de pérdidas, son también elementos que pueden conducir a la adicción, especialmente cuando provienen


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de estados de duelo no resueltos (especialmente por muerte de seres queridos, con situaciones de dolor no superadas), divorcios, pérdidas de trabajo con consecuencias económicas graves (reales o aparentes), enfermedades propias o de seres allegados, etc. Todas estas cosas, pueden ser excusas impulsoras al consumo de psicofármacos para acallar o calmar el dolor o la angustia por la que se esté atravesando. En este ítem es donde tiene mucha fuerza de ayuda la palabra de Dios, debido a que en ella se encuentran herramientas poderosas, las que pueden calmar satisfactoriamente estas demandas espirituales. “Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida...” (Salmo 103: 3-4a) Sin embargo, no por esto se debe dejar de ver y de reconocer, que las drogas poseen en sí mismas la “peligrosa virtud” de producir estados emocionales negativos y traumáticos, que llevan a la persona a desenfocarse cometiendo errores de apreciación o pensamientos y declaraciones de enferma justificación. No es menos cierta, la existencia de derivaciones de tipo genéticas. Se ha podido comprobar que hay adicciones como consecuencia de herencias familiares por línea sanguínea directa, inclusive hasta de una tercera o cuarta generación, sin que en algunos casos se hayan observado problemas en las generaciones intermedias. Como ejemplo se podría mencionar, aquellas familias donde ni en los hijos ni en los nietos de personas adictas se pudo apreciar esta situación genética, pero sí se la halló en los bisnietos. La presente afirmación, tiene para los creyentes un grado muy alto de similitud, con una advertencia bíblica: “...yo soy Adonay tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación...” (Deuteronomio 5:9) Con respecto a la “predisposición genética”, se puede mencionar, el caso que con un seguimiento profesional serio, se realizó con dos hermanos gemelos, cuyos padres, ambos “adictos a psicofármacos”, fallecieron conjuntamente en un accidente automovilístico, cuando los niños contaban solamente con dos años de edad. Estos infantes fueron entregados, por separado, a dos familias, las cuales los adoptaron. Pasado los años sin que nunca hubiese existido un contacto entre ellos, se comprobó, que los dos al llegar a la edad de la adolescencia, no solo comenzaron el con el uso de las drogas, sino que terminaron padeciendo la “enfermedad de la adicción”. Como un ejemplo ampliatorio de lo indicado en el párrafo precedente, estamos en condiciones de afirmar, que si en el caso hipotético de dos jóvenes, del mismo nivel cultural y social, uno con una historia familiar donde sus antepasados sufrieron la “enfermedad de la adicción”, mientras que en el otro no existen evidencias similares con referencia a su familia, se les provee una droga igual en tipo, calidad y cantidad, el que presenta la posibilidad de predisposición genética, casi con seguridad va a ser víctima más segura de la enfermedad. De igual manera se debe advertir, que en ciertos casos los problemas psíquicos son los que conducen a la compulsión y a la obsesión (esto es algo mental). Paradójicamente se debe aclarar, que no necesariamente las enfermedades mentales deben ser las


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conductoras a las adicciones, ya que en algunas oportunidades, las adicciones son las que conducen a los problemas de tipo psiquiátrico. Inclusive se puede ver con bastante frecuencia, situaciones donde se presenta un “doble diagnóstico”, (por ejemplo enfermedad psiquiátrica más adicción), sin que necesariamente (o si) tenga que ver un problema con el otro, pero lógicamente se transforman en una sumatoria. Para dejar mejor establecido lo que se desea enseñar en este tramo del escrito, mencionaremos que en ocasiones la adicción termina complicándose con un problema de tipo psiquiátrico, pero que en otras oportunidades, los problemas psiquiátricos conllevan a la dependencia química, incluso pudiendo ser partiendo del uso indebido de medicinas, las que deben ser administradas bajo un riguroso control médico. Nuestra experiencia en el campo de las “adicciones”, nos ha enseñado, que en los casos avanzados de la enfermedad, y en otros no tan avanzados también, casi es imposible encontrar un “adicto a las drogas”, sin que presente conjuntamente con la adicción, un cuadro de tipo psiquiátrico, por muy leve que este sea. Nota: Algo que siempre se debe destacar, es que sin importar la forma en que se inició la adicción, a lo que se le debe dar prioridad es a la importancia de otorgar la debida atención al paciente. Encontrar las causas que posiblemente produjeron en la persona esta enfermedad, es muy importante para un buen tratamiento, pero lo verdaderamente sobresaliente, siempre debe ser el enfermo, más allá de cómo llegó a caer en la garras de esta terrible enfermedad.

Cosas importantes para tener presentes Cuando alguna circunstancia le impide a un adicto ingerir o utilizar su droga de preferencia, bastante habitualmente se producen en él, fenómenos notoriamente “convulsivos”, dependiendo esto del grado de gravedad por el que esté atravesando. Esto se conoce con el nombre de “síndrome de abstinencia”. En algunas circunstancias de alta dependencia, y con grados muy avanzados de la misma, esta situación se puede transformar en algo de extrema peligrosidad, incluso pudiendo afectar a la salud integral del adicto, con un camino que desemboque en la pérdida de su vida. Como una pequeña ampliación al tema, queremos dejar establecido, que la palabra “síndrome”, significa o involucra a un grupo de síntomas. Ahora, para ampliar de alguna manera la interpretación del “síndrome de abstinencia”, daremos un ejemplo sacado de un hecho real: “Fue por muchos años de bastante público conocimiento, el caso de un muy prestigioso y reconocido neurocirujano, el cual lamentablemente era un enfermo adicto al alcohol. Su nombre, profesionalmente hablando, se mencionaba en las más altas esferas de su campo laboral, como el de una eminencia pocas veces vista. El gran problema, especialmente en los últimos tiempos de


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su carrera profesional, era el fuerte temblor que mostraban sus manos. Como es de imaginar, esto se constituía en una situación altamente preocupante, de una manera de mayor notoriedad cuando debía realizar una intervención quirúrgica. Sin embargo, aquellos que le conocían muy de cerca, como por ejemplo era el caso de sus colaboradores directos, mencionaban que era asombroso como este temblor en sus extremidades superiores desaparecía, cuando ingería alguna o algunas medidas de bebida alcohólica. Que sucedía, muy simple, todo su ser ante la ausencia de la droga, se “desequilibraba” como una forma de reclamar el alcohol, lo que se manifestaba, entre otras formas, con el temblor de las manos. Satisfecha esta “necesidad”, supuestamente tanto el sistema psíquico y como el orgánico, regresaban a la “normalidad”. Lamentablemente con el tiempo, esta enfermedad derivó en una cirrosis hepática que terminó con la vida de este hombre” El “síndrome de abstinencia”, es uno de los obstáculos más difíciles de vencer para el adicto, ya que cuando por algún motivo o circunstancia, voluntaria o involuntaria, el enfermo deja de consumir la droga, su organismo y su psiquis, de manera muy especial, comienzan a producir malestares, los cuales pueden variar desde leves hasta severos, haciéndolo sentir “muy mal” incluso con muchos síntomas propios de distintas enfermedades, tales como dolor de cabeza, diarreas, sudoración, temblores de manos, taquicardia, falta de aire para respirar, un estado de nerviosismo en aumento, intranquilidad, visión borrosa y otras cosas similares, las que habrán de desaparecer, solamente cuando el adicto consuma la droga nuevamente. Es por eso, que cuando un adicto menciona que va a dejar de consumir, puede ser que lo hago plenamente convencido de que lo va a lograr, pero sus planes se derrumban, casi irremediablemente, cuando esta sintomatología se hace presente. Un ejemplo perfecto para ampliar este punto, es hacer mención a la presencia de “delirium tremens” en algunos alcohólicos en sus etapas avanzadas. Esta “pesadilla delirante” puede llegar a desaparecer, con el simple consumo de alguna medida de alcohol. Todo profesional que trabaje en adicciones, por sobre todas las cosas desea la recuperación del adicto. Ante esta verdad indiscutible, no se puede perder de vista, que toda “posibilidad de recuperación” está primeramente en relación directa con las actitudes y resoluciones del mismo adicto, y no en el profesional, (esto no le quita responsabilidades propias que el profesional debe tener y mostrar). Si un enfermo de adicción se niega a tratar de buscar su recuperación, el profesional poco y nada puede hacer para ayudarle. Una de las acciones más comunes que producen las drogas, es la de actuar como un “bloqueador”. Regresando en parte a lo que se pudo leer en unos renglones atrás, un alto porcentaje (para algunas estadistas más del 70%), de los alcohólicos son descendientes por línea sanguínea directa de familiares que también lo eran. Esto se conoce como predisposición genética. Esta confirmación, puede ser mal utilizada en algunas oportunidades por algunos


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adictos, para manifestar que ellos nada pueden hacer para producir cambios en sus estilos de vida, ya que son en sí mismos, productos de un mal genético que ellos no pueden cambiar ni controlar, por lo tanto deben aceptar y ser aceptados en la forma en que están procediendo. Este tema debe ser manejado por los consejeros y terapistas profesionales con mucha prudencia, ya que estos conocimientos se pueden transformar en una “herramienta de fuerza negativa” en poder del enfermo. Se debe tener en cuenta, que todo individuo luego de pasar por el momento de “euforia” que le produce la droga, habrá de caer casi con seguridad en un estado “depresivo profundo”, algo que le impulsará a buscar nuevamente más “apoyo y ayuda” en la droga, para lo cual aumentará la dosis, ya que no podrá volver a “revivir” las sensaciones vividas con las cantidades usadas anteriormente. Esto se lo conoce con el nombre de “tolerancia”. En forma ampliatoria a este comentario, que “aquella” sensación (nota más alta) lograda con el químico la primera vez que se lo utilizó, no se volverá a repetir más, aún cuando se aumenten las dosis o se acorten los plazos de su uso reiterado. La definición que mejor determina que es el “síndrome de tolerancia”, es aquella que indica lo siguiente: “es la necesidad de aumentar la dosis, para lograr un mismo efecto”. A los efectos de darle una continuidad a los párrafos anteriores, se debe hacer mención, que en algunos casos la depresión conduce a la adicción, pero mayoritariamente la adicción conduce a la depresión. A esto se lo puede denominar como un “círculo vicioso”, ya que la droga conduce a estados depresivos, y la depresión a uso de la droga, tratando de salir de la misma. Esto es muy común de ver, especialmente en los “alcohólicos”, ya que como veremos más adelante en este mismo curso, el alcohol es una “droga depresora”, por lo tanto cuando el adicto al mismo entra en estado de depresión por el consumo, no encuentra otra salida para salir del mismo, que volver a consumir. Esto presenta otro agravante muy serio, manifestado en la necesidad de utilizar paralelamente otra “droga excitante”, como lo es por ejemplo la “cocaína”. Este es también un camino para convertir a un “usador” simple, en un “poliusador”.

Casos comunes entre los adictos de hoy y de siempre A estas alturas de la historia de la humanidad en que nos encontramos, se puede observar como día tras día, el consumo de las diferentes drogas va en aumento. Las adicciones a los psicofármacos se popularizan cada vez con mayor poder. Pero uno de los hechos graves que acompañan a estos casos, son los “mecanismos de defensa” que sistemáticamente utilizan los adictos. Estos “mecanismos de defensa” son por un lado la “negación” y por el otro la “racionalización o justificación”. Las primeras palabras que salen de la boca de un adicto cuando se lo quiere confrontar con su enfermedad, están casi siempre dirigidas para “negar” que a él le esté sucediendo algo, especialmente si ese “algo” está referido con el uso del alcohol u otras drogas (“Aquí los únicos enfermos y con problemas son ustedes...”) En segundo lugar, en un su afán de “deslindar responsabilidades o quitarle gravedad al tema”, descarga culpas sobre otros, como podría


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ser el hecho de tener problemas laborales o con alguien determinado de su familia, tratando de “justificar” lo injustificable (“Lo que pasa es que no me entienden, no quieren comprender que tengo problemas con mi jefe y eso me tiene mal, apenas supere esto, no volveré a tomar...”) Cuando la realidad reafirma, que los problemas que tiene, tanto sean en su trabajo, como con su familia u otros que se podrían fácilmente enumerar, son consecuencia de su adicción. Mientras que estos “mecanismos de defensa” prevalecen, los efectos de la ayuda que se esté tratando de brindar, serán seguramente totalmente nulos. Algo que también se debe tener en cuenta, es que habitualmente, la imagen que las personas tienen de la presencia exterior de los adictos, es siempre algo muy negativo, especialmente cuando a sus mentes les llegan pensamientos que definen a los drogodependientes, como seres muy sucios, que viven tirados por las calles, sin que tengan al menos un lugar digno donde dormir. Si bien en ciertas circunstancias esto es así, especialmente en circunstancias donde el mal está muy avanzado, no es raro encontrar adictos al alcohol o a otras drogas, perfectamente vestidos y con casas donde habitan, al menos aparentemente, con mucho orden. Claro, la verdad es que de continuar el desarrollo de la adicción, esto con el tiempo habrá de cambiar casi seguramente de forma drástica, convirtiendo lo que en un tiempo fue un orden (aunque en casos solamente aparente), en un caos y un desorden de grandes proporciones. Algunas personas catalogan a los adictos, como seres desesperados, siempre dispuestos a robar y matar si fuera necesario para obtener la droga. Indudablemente que esto es realmente así cuando se deja progresar a la enfermante dependencia, mientras tanto, muchos de ellos siguen en control de sus actos sin que lleguen aún a esos extremos tan peligrosos. Cuando se ha arribado a una etapa sin límites ni controles, es porque ya se han pasado e ignorado quizás, una serie de síntomas propios de la adicción, que iban reflejando el desarrollo de la enfermedad y la pérdida progresiva del autocontrol. No podemos dejar este punto, sin hacer una referencia a la responsabilidad de los padres, de procurar hasta donde a ellos les resulte factible, vivir en un estado de “comunicación permanente” con sus hijos, para descubrir el menor atisbo que denuncie la presencia de una situación irregular o distinta, los pormenores que generaron esos cambios, los que en ciertas oportunidades pueden ser consecuencia directa del uso de algún tipo de psicofármaco. “...padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4) La aplicación de este pasaje, le habrá de resultar casi imposible de llevar a la práctica, a padres que no tengan una relación estrecha y de profundo amor con sus hijos. El mejor consejo para un papá o una mamá, es que viva lo más cerca que pueda de su hijo, para de esa forma estar a tiempo cuando las irregularidades que pudieran existir, comiencen a mostrar los primeros síntomas de alerta. Entre las funciones que todo hombre y mujer deben cumplir en el orden de la paternidad, está el “vivir muy cerca” de sus hijos, para ayudarles en cualquier circunstancia, darles los mejores consejos y estar listos para prestarles toda la ayuda que el caso requiera, menos por supuesto, el apañarlos en todo lo que tenga que ver con esta


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enfermedad y sus requerimientos. Con el sentido puesto en las declaraciones anteriores, el autor de este curso, pudo conocer en una cárcel, donde por cierto tiempo desarrolló las tareas de predicador y consejero, a un hombre joven que le relató su propia historia: “Actualmente tengo veintidós años de edad, y hace más de uno que estoy en este lugar esperando sentencia. Soy casado y padre de una niña de casi dos años de edad. Lamentablemente estoy seguro que habré de ser condenado a muerte por el delito de que se me acusa. Durante bastante tiempo me dediqué al robo de automóviles, ya que con lo que esto económicamente nos producía, entre otras cosas, comprábamos las drogas que utilizábamos. En uno de esos días en que me debía encontrar con mis compañeros de correrías, me enteré por boca de ellos, que en esta oportunidad la idea era asaltar un banco. Si bien desde un principio me negué a participar en la realización de ese “trabajo”, a punta de pistola fui obligado a conducir el vehículo con el que nos transportamos. Nuestra llegada a la institución bancaria y las intenciones que teníamos, fue detectada por uno de los policías de la seguridad del banco. Esto condujo a un intercambio de disparos, los que desafortunadamente produjeron la muerte del policía. Ahora estoy cumpliendo el inicio de una sentencia, que estoy seguro terminará con mi vida. Sin embargo, no quiero pedirle por mí, sino por mi familia para que la visite. Mi madre está en un hospital sufriendo un estado de enfermedad terminal, como consecuencia de las drogas y el alcohol. Mi padre ya casi ha perdido la posibilidad de caminar, por el mismo motivo. Y como agravante tengo una hermanita de diecisiete años edad, también adicta y con SIDA. Debo decirle, que crecí en el seno de una familia, donde mis padres eran fuertes usadores de alcohol y otras drogas. Esto hizo que se despertara en mí, el deseo de probar estas cosas. A la edad de catorce años le hice conocer a mi padre mi inquietud en este sentido. La respuesta que recibí de su parte, fue que él mismo me la habría de proveer con una sola condición, que la utilizara siempre dentro de la casa, y nunca fuera de ella...” Las palabras sobran para calificar este relato, el cual por razones de espacio a sido abreviado, sin embargo tiene toda la esencia para mostrar el irresponsable incumplimiento de los deberes paternos, lo que derivó en un dramático final para la vida de este joven y de toda esta familia, incluidas su joven esposa y su pequeña hija.

Retomando el desarrollo de nuestro tema, se puede decir que hoy se sabe de grandes empresarios, de ejecutivos de primer nivel y aún de reconocidos profesionales de distintos campos, que creyendo que nadie conoce su “secreto”, se apartan de sus ocupaciones habituales durante algún momento del día para poder beber o usar su droga de preferencia. De esta manera se “estimulan y dan fuerzas” para continuar con sus responsabilidades, ya que esa para ellos es la forma de “mantenerse en pie”. Esta manera de actuar ocultamente, poco a poco se va transformando en una acción que se debe repetir en una forma más seguida, lo que por último los conduce a realizarla sin mucha preocupación por que otros lo sepan, pues la “demanda psicofísica” les hace perder todo sentido inhibitorio. El alcohol y las otras drogas, pasan a ser el “elemento milagroso”, que los impulsa y los ayuda a seguir hacia adelante. No resulta extraño encontrar en los maletines personales de estos individuos, al igual que en los cajones de sus escritorios, pequeñas botellas de bebidas alcohólicas o las dosis de otras drogas que normalmente


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utilizan.

Otra clasificación con relación a este tipo de “usadores adictos”, se la puede encontrar entre algunos estudiantes, que comienzan quizás a utilizar “cocaína” por el simple hecho de necesitar energías para cumplir con las exigencias de algún examen próximo, al igual que para mantenerse despiertos y tener más cantidad de tiempo disponible para estudiar. Como lo vimos anteriormente, las dosis deben ser aumentadas vez tras vez, para de esa manera, poder lograr los efectos deseados, los que seguramente obtuvieron en oportunidades anteriores, lo que casi sin darse cuenta, los lleva a convertirse en adictos, algo que en un principio estaba muy lejos de sus planes. Nota: Cada persona debe estar alerta para poder detectar en el caso de presentarse un problema de este tipo, ya sea dentro de su propia familia, como con un compañero de trabajo o estudio, con un amigo o simplemente en alguien que aunque sea en forma circunstancial esté cerca. Si esto llegara a suceder, se debe procurar ayuda en forma inmediata. Callarse solo hace que el tiempo pase sin intervención ni ayuda, lo que agravará el problema. Cuando se trata de un problema de adicción, “jamás, el no hablar. es la solución”.

El perfil del alcoholismo como enfermedad Para los creyentes no es ningún secreto, que la caída del hombre de delante de la gracia de Dios, produjo en él una tremenda necesidad de “compensación espiritual”. El hombre sin Dios, siente que dentro de él hay algo que no se cubre ni se calma con nada, esto es el “vacío”, producido justamente, por la ausencia de Dios. Esta situación es conductora a una amplia gama de sufrimientos y dolores, los que siempre de una manera u otra se han tratado de calmar, incluso por medio del uso del alcohol como “medicina espiritual”. Desde tiempos inmemoriales se ha dicho que el alcohol tiene las propiedades necesarias para curar los dolores, tanto del cuerpo como del alma. Se debe reconocer y aceptar, que la enfermedad del alcoholismo, es la más costosa de todas las que ha sufrido y sufre la humanidad a nivel mundial. Esto no se debe simplemente a los gastos que se producen a partir de cada tratamiento de rehabilitación, sino también, a los derivados de accidentes, donde una persona alcoholizada haya sido protagonista, acciones legales a partir de situaciones ligadas con hechos producidos por personas bajo la influencia del alcohol, y otras situaciones similares que produzcan un costo económico, sobre lo cual, seguramente, cada uno de nosotros podría ejemplificar con casos que fueron de su conocimiento oportunamente. No se debe olvidar, que muchas familias han quedado destruidas económicamente hablando (y en otras formas también), como consecuencia de desequilibrios financieros producidos por personas alcohólicas. En alguna época del pasado, algunos países (especialmente los Estados Unidos), intentaron detener y erradicar el alcoholismo, por medio de bajar las cantidades de producción de bebidas alcohólicas, lo que no dio los resultados esperados. Tampoco tuvo


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éxito el penalizar a los individuos que se intoxicaban con alcohol.

Si se desea mejorar la calidad de vida de las personas, por medio de un menor uso del alcohol, la mejor manera para lograrlo, es hacer campañas preventivas constantemente, para que se tome conciencia del mal que puede traer el consumo indiscriminado de bebidas alcohólicas, haciendo también que se cumpla la prohibición de su compra a menores de 21 años de edad. No hay ninguna duda que ayudar a los alcohólicos con buenos tratamientos es muy importante, pero mucho más importante es prevenir a las personas de los peligros del alcohol. Dentro del área de la prevención en el campo de las adicciones, las congregaciones de creyentes tienen una tarea muy importante para cumplir, ya que cuentan con una gran capacidad numérica de personas a partir de los miembros de las distintas congregaciones, de las cuales una buena cantidad de ellas, podrían realizar un ministerio singular. Este no es un trabajo imposible, sino simplemente que aquellos que así lo sientan, se capaciten y se entrenen apropiadamente, podrán llegar a cumplir con objetivos informativos, que servirán para que muchos hombres y mujeres no caigan en las garras de esta enfermedad destructiva. Los púlpitos y las aulas de las iglesias, pueden cubrir sobradamente las necesidades de espacios físicos requeridos para proclamar que en Yeshúa hay una nueva vida con salud y paz lejos de los psicofármacos. Sin embargo es importante reiterar la importancia de una buena preparación, la que se sumará a la eficacia de todos los métodos que la Biblia nos enseña. En el poder del Espíritu de Dios está la respuesta. El Señor impulsa a sus hijos en esto:”Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio” (Ezequiel 44:23) La Asociación Médica de los Estados Unidos declaró en el año 1956 que el alcoholismo es una enfermedad. El paso inmediato para afianzar esta declaración, fue la corroboración de la misma por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo esta determinación no fue aceptada muy fácilmente en un principio, ni por los médicos ni por el público en general. Lo que se decía para fortalecer la tesis de que el alcoholismo no era una enfermedad, era el hecho de que este tipo de declaración declarando al alcoholismo como una enfermedad, serviría como “un justificativo” para que las personas siguieran bebiendo, ya que no se sentirían responsables de su dependencia alcohólica, sino que más bien se declararían víctimas de una circunstancia. Sin embargo, el sentido común hizo que otras personas se mantuvieran firmes en la manifestación de la Asociación Médica de los Estados Unidos al declarar la “enfermedad del alcoholismo”, permitiendo de ese modo la posibilidad de abrir nuevos campos de investigación y estudio, lo que aumentó considerablemente la ayuda que se le puede brindar hoy a los alcohólicos y sus familias.


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Porcentajes posibles de alcohol en la sangre

Alcohol en sangre en valores de 0.50% Esto es posiblemente mortal

Alcohol en sangre en valores de 0.00 % Esto es normal

Alcohol en sangre en valores de 0.08 % Límite legal en los Estados Unidos (hay

posibilidades de sobrepasar este límite, si se beben más o menos dos copas de vino, o tres cervezas en una hora)

Equivalencias en los porcentajes

0.05 % Equivale a una porción de alcohol en 2,000 de sangre (Ingestión de tres medidas en dos horas)

0.08 % Equivale a una porción de alcohol en 1,500

de sangre (Ingestión de cuatro medidas en menos de dos horas)

0.10 % Equivale a una porción de alcohol en 1,000

de sangre (Ingestión de cinco medidas en menos de dos horas)

0.20 % Equivale a una porción de alcohol en 500 de

sangre (Ingestión de diez medidas en menos de dos horas)


sangre (Ingestión de quince medidas en menos de dos horas)


sangre (Ingestión de veinte medidas en menos de dos horas)


sangre (Ingestión de veinticuatro medidas en menos de dos horas)


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Nota: Se deben tener en cuenta que estos valores son aproximados, ya que las medidas de las bebidas alcohólicas consumidas, pueden tener variación en sus porcentajes de contenido de alcohol, pues no todas tienen la misma graduación y volúmenes. Es también importante resaltar, que la edad, el peso, la contextura física, el estado de salud, la cantidad de alimentos ingeridos en ese momento, e incluso el sexo de la persona, ya que estos datos pueden tener una incidencia directa sobre los efectos del alcohol.

Los efectos que los distintos porcentajes producen

0.05 % Se reduce la capacidad de juicio y pensamiento, al igual que los impulsos. Hay liberación de tensiones y sensación de despreocupación

0.08 % Hay disminución de las tensiones e inhibiciones de la vida diaria

0.10 % Se ve afectada la actividad motora voluntaria. Las manos y los brazos pierden fluidez en sus movimientos, al igual que se entorpece el caminar y el hablar. La torpeza se generaliza.

0.20 % El deterioro se hace más severo y también más evidente. Se camina en forma tambaleante, se habla en voz más alta y con mayor incoherencia. Hay pérdida de la estabilidad emocional. La persona está totalmente ebria. Aumentan cien veces los riesgos de conducir peligrosamente un vehículo

0.30 % Se afectan las áreas más profundas del cerebro, lo que da como resultado una alteración de los estímulos. No hay capacidad de entendimiento

0.40 %La persona está totalmente adormilada, teniendo severas dificultades para poder levantarse y/o despertarse. No puede actuar voluntariamente. Este es un estado muy semejante al que envuelve a un individuo bajo los efectos de la anestesia quirúrgica

0.50 %Coma. Se deberá dar tratamiento en un hospital procurando controlar los latidos del corazón y la respiración. Ya a esta altura hay una fuerte posibilidad de muerte.


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CAPITULO DOS ESTADÍSTICAS

En los Estados Unidos, sobre una población aproximada de 320,000,000 de habitantes, se estima que un 15% de la misma está sufriendo problemas por las adicciones, tanto sea en forma directa como indirecta. Es claramente visible, que hay un aumento en el volumen de usadores de substancias psicoactivas. Esta situación no es solamente un “patrimonio” exclusivo de los Estados Unidos, sino que es observable en diferentes puntos del mundo, incluso lugares donde las adicciones no estaban desarrolladas en gran escala. Países y regiones que eran simples “corredores de paso”, ahora han entrado a la categoría de consumidores, siendo un ejemplo de esto naciones del sur del continente latinoamericano. Dada la facilidad para conseguirlo, sumado a la legalidad de su adquisición y de su uso, hace del alcohol como droga, un elemento preocupante para controlar a los adictos al mismo. Esta situación ha determinado que esté a la cabeza de los químicos que mayormente se utilizan. Hasta hace unos años se decía en los Estados Unidos, que la población de riesgo por el uso de alcohol se situaba con un inicio en los 12 años de edad, actualmente se habla que esto ha descendido a los 10 años de edad. Con relación a la edad establecida como máxima para el uso del alcohol y su dependencia, no se ha podido determinar fehacientemente (esto mismo ocurre con otros tipos de drogas). Hay variación en los promedios de adictos según las zonas, ya que no todas las regiones muestran lo mismo en este sentido. Ha aumentado considerablemente la presencia y existencia de “poliusadores” (son aquellos que utilizan dos o más tipos de drogas). Es casi “normal” que los adictos al alcohol y a otras drogas, con el paso del tiempo, procuren lograr efectos que en un principio obtenían con una droga determinada, pero por las condiciones producidas por el síndrome de tolerancia, no logran su objetivo y buscan en la combinación de distintos psicofármacos para encontrar la nota perdida. Se hace mención a que casi en el 50% de las fatalidades, incluidos los suicidios, hay una presencia directa o indirecta relacionada con el uso de algún tipo de droga. En las poblaciones universitarias de los Estados Unidos se ha detectado, que a partir del año 1990 se produjo un aumento aproximado del 20 % en el consumo de alcohol, con una disminución en el uso de otras drogas. Algo altamente preocupante y motivo de una alarma justificada, es el aumento incesante


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de nacimientos de bebés con problemas de adicción. Este punto vale la pena especificarlo mejor para que se pueda entender en su real dimensión, ya que no se está diciendo que solamente hay niños que nacen con problemáticas derivadas del uso indebido de drogas por parte de sus padres, (retrasos mentales, malformaciones físicas, etc.), sino que ellos mismos son enfermos adictos.

PREFERENCIA SOBRE LAS SUBSTANCIAS UTILIZADAS 1 – Alcohol 2 – Nicotina 3 – Cocaína (*) 4 – Marihuana (*) 5 – Medicamentos prescriptos profesionalmente 6 – Inhalantes 7 – Heroína 8 – Otras substancias (*) Las posiciones de consumo de la cocaína y la marihuana pueden estar variando entre sí.

Situación en Europa

Sobre una población aproximada de 738,000,000 de habitantes, se estima que el índice directo e indirecto de afecciones relacionadas con las adicciones a los psicofármacos, hay estimativamente un 20 % de personas afectadas.

Las drogas más utilizadas en Europa son: - Alcohol - Cocaína - Marihuana - Heroína Los países europeos que utilizan más drogas son: 1ro. Holanda 2do. Alemania 3ro. Francia 4to. Rusia Las drogas entran a Europa preferentemente por Portugal y España, a la vez siendo estos países también fuertes consumidores de psicofármacos. En la Comunidad Europea se menciona a través de estadísticas, que aproximadamente el


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50 % de los crímenes tienen un punto de relación con la droga. Como se podrá notar, esto es también es algo que se debe tener muy en cuenta al momento de hacer las evaluaciones correspondientes a los daños producidos, tanto en forma directa como indirecta por el uso indebido de las drogas. La policía de Europa más efectiva en la lucha contra la droga es la francesa, a través del Grupo Pompidou.

Algo de historia sobre el alcohol y el alcoholismo En un período prehistórico que sigue en orden al paleolítico, el cual es conocido con el nombre neolítico (del griego neos = nuevo y lithos = piedra), ya hay evidencias del uso del alcohol. Se ha determinado con exactitud, que tanto los egipcios, como los griegos y los hebreos fabricaban cerveza: Los egipcios la llamaban hek Los hebreos la llamaban cicera La primera evidencia del tratamiento del alcoholismo viene desde los tiempos del Imperio Romano, a través de un hombre llamado Diomiciu Ulpino.

Se estima que en Filadelfia en el año 1785 aproximadamente se hizo un estudio médico serio sobre el alcoholismo y sus consecuencias, el cual estuvo a cargo de Benjamín Rush. En el año 1912 en los Estados Unidos se prohibió el uso de bebidas que tuvieran más de un 5 % de alcohol. Si se recorre la Biblia, se encontrarán muchas referencias que pueden ayudar a reconocer la existencia y el uso histórico del alcohol y sus consecuencias: Génesis 19:32; Levítico 10:9; Números 6:3; Jueces 13:4; Proverbios 23:20 (si se desea, se pueden buscar muchos otros pasajes, tanto en la Biblia Hebrea como en el Nuevo Pacto) Como dato histórico se puede hacer mención, a que algunos estudios determinan que hay evidencias de que aproximadamente 2730 años antes del Mesías, ya se conocía y se utilizaba la marihuana, especialmente como parte de ceremonias religiosas.


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CAPITULO TRES EL TRASLADO DE LA DROGA A TRAVÉS DEL ORGANISMO

Es muy importante dejar claramente establecido desde un principio, que sin que importe la forma en que la droga ingresa al organismo humano, siempre indefectiblemente termina siendo transportada por todo el cuerpo por medio del torrente sanguíneo. Con el fin de dar una explicación un poco más precisa sobre el tema del transporte del elemento químico por medio de la sangre a través del organismo humano, ejemplificaremos este proceso diciendo que en el caso del alcohol, es en el estómago donde se absorbe una pequeña cantidad del mismo, para luego ser absorbida una cantidad mayor en el intestino delgado. Una vez que este “mecanismo” ha cumplido con su cometido, se da lugar a la distribución del alcohol por todo el cuerpo. En este recorrido y con la llegada del alcohol al hígado, el cual funciona como un laboratorio, se produce a razón de ½ onza (cada onza equivale a 28.76 gramos) por hora, una transformación del alcohol en agua, en dióxido de carbono y en energía. A su vez, también el cerebro recepciona parte del elemento químico que nos ocupa, motivo por el cual hay una disminución en la capacidad de razonamiento, afectando a un gran número de neuronas (más adelante, dentro de las páginas de este mismo curso, ampliaremos sobre este particular)

Los medios utilizados por las moléculas de las drogas para transportase hacia todos los órganos del cuerpo humano, para de esa manera atravesarlos al igual que a todos los tejidos y fluidos del cuerpo, son las “células de la sangre” el “plasma exterior de ellas”, pudiendo también acoplarse a las “moléculas proteínicas”. La distribución de las drogas en el cuerpo humano, se encuentran en una relación directa con el tipo de droga utilizada y la cantidad de sangre que el usador tenga. Si por ejemplo el usador de la droga es un niño de unos 12 años de edad (es aconsejable verificar su peso), se puede contar estimativamente con solamente 3 ó 4 litros de sangre para diluir la droga, lo que estará aportando una cuota de mayor gravedad al caso, en comparación a que si la droga fuera utilizada por una persona adulta, la que normalmente puede llegar a tener entre 6 y 7 litros de sangre aproximadamente. Si se desea hacer una evaluación aproximada, para determinar con la mayor certeza posible cuales son los órganos del cuerpo humano que más daño sufren por la recepción de la droga, se deberá tener en cuenta el mayor o menor número específico de vasos sanguíneos que llegan hasta ese lugar o lo envuelven. Por ejemplo, se puede decir que el músculo cardíaco es una de las partes del cuerpo que mayor cantidad de venas y arterias lo saturan, por lo tanto el corazón es una de las zonas por donde habrá de pasar más porcentaje de droga, por lo que se convierte en un lugar altamente pasible de sufrir diferentes afecciones, relacionadas en este caso, por el uso indebido de los distintos psicofármacos. Contrariamente a lo expuesto en el párrafo anterior, las zonas que menos efectos directos


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pueden llegar a sufrir por el accionar de las “drogas”, son el sistema óseo y el sistema muscular, pues no utilizan gran cantidad de irrigación sanguínea en comparación a otros sistemas u órganos del cuerpo humano. Se debe destacar que a los 10 ó 20 segundos de haber ingresado las “drogas” al torrente sanguíneo, las mismas, llegan al Sistema Nervioso Central (SNC), es decir a la “barrera hemato-encefálica”, la cual los fármacos traspasan, produciendo allí uno de sus mayores efectos. La barrera hemato-encefálica Curiosamente la “barrera hemato-encefálica” es casi imposible de atravesar por la forma en que se encuentra “protegida”, pero si lo hacen las distintas drogas, entre ellas el alcohol. El “Sistema Nervioso Central” está compuesto por el “cerebro y la médula espinal”, siendo las arterias carótidas internas los “caminos” utilizados por las drogas para llegar hasta él. La estructura de los vasos sanguíneos que rodean las “células nerviosas” que constituyen el “Sistema Nervioso Central”, solo pueden ser penetradas por ciertas substancias. Cuando esto sucede se ve afectado el funcionamiento del “sistema nerviosos general”. Como se hizo mención unos renglones atrás, la “barrera hemato-encefálica” puede ser atravesada por las drogas psicoactivas, como lo es el alcohol, la marihuana, la cocaína, la heroína, la nicotina, etc., con la gravedad que esta situación lleva claramente implícita en sí misma.

EL SISTEMA NERVIOSO Las drogas psicoactivas toman mayoritariamente como blanco o punto de ataque el SNC (el cerebro y la médula espinal). Este sistema funciona a través de una red compuesta por 100,000,000,000 (cien mil millones) de células nerviosas conocidas como neuronas, las que se pueden dividir en tres tipos. Las “neuronas sensoriales” (10 %) que perciben los estímulos; las “neuronas motoras” (10 %) que producen el control de las respuestas del comportamiento; y las “interneuronas” (80 %) que procesan la información afectiva, sensorial y cognitiva. A su vez, cada “neurona” tiene la capacidad de realizar mil (1000) contactos simultáneos, pudiendo así enviar y recibir información en forma directa y constante desde otras “neuronas”, lo que constituye una “red” produciendo una actividad informativa (electro / química), la cual cuenta con la posibilidad de cien billones de contactos (100,000,000,000,000). Indudablemente, las “células nerviosas o neuronas”, constituyen el “sistema de


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computación” más perfecto que nadie jamás pudo imaginar. A pesar que las computadoras actualmente, en algunos casos, superan en miles de veces las posibilidades conectivas del sistema humano, no logran alcanzar la velocidad informativa que el mismo tiene. Esto no debe extrañar a nadie, ya que el “inventor” de este sistema con el que naturalmente viene dotado el ser humano, no es otro que Dios mismo. Sin embargo se debe destacar, que el uso de los psicofármacos, va destruyendo progresivamente el “sistema celular nervioso”. Como ejemplo podemos citar, que cada vez que una persona bebe y llega a embriagarse, “mata” con esa acción a aproximadamente entre diez mil y cien mil (10,000 a 100,000) neuronas, las que lamentablemente no se vuelven a reproducir. (En unas páginas más adelante daremos una información más extensa con relación a las neuronas) Si hablamos del Sistema Nervioso Total, debemos destacar que está compuesto por tres partes destacadas: - Sistema Nervioso Periférico - Sistema Nervioso Autónomo - Sistema Nervioso Central

Sistema Nervioso Periférico Este es el sistema encargado de transmitir mensajes sensoriales entre el “Sistema Nervioso Central” y nuestro entorno (nuestros sentidos interpretan el entorno para el SNC). El “Sistema Nervioso Periférico” transmite instrucciones a nuestro sistema de músculos y a otros órganos o tejidos desde el SNC, lo que permite que se produzcan reacciones con relación a nuestro entorno. Por ejemplo, este sistema es el encargado de informar al SNC, de cualquier cambio de temperatura que puede estar afectándonos a través del medio ambiente.

Sistema Nervioso Autónomo Este sistema es el responsable de controlar las funciones involuntarias tales como la circulación sanguínea, la digestión, la respiración e incluso la reproducción.

Este sistema hace posible nuestra respiración, al igual que nuestro cuerpo esté recibiendo en sus diferentes puntos en forma permanente la sangre necesaria, inclusive entre otras cosas la posibilidad de transpirar se le debe a también a él, etc., todo esto es hecho para mantener estable el entorno interno.


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Sistema Nervioso Central (“la computadora y el tablero de combinaciones”)

Todos los mensajes enviados por el Sistema Nervioso Periférico y el Sistema Nervioso Autónomo son recibidos, analizados y enviados en forma de respuesta a los distintos sistemas del cuerpo (muscular, óseo, circulatorio, nerviosos, excretor, digestivo, endocrínico, reproductor, etc.)

El Sistema Nervioso Central también nos da la posibilidad de razonar y emitir juicios.

Sistema Nervioso Total

A través de este sistema es que nosotros podemos distinguir diferentes sensaciones, tales como la oscuridad o la luminosidad, el frío o el calor, los sabores dulces o los salados, los sonidos fuertes o los débiles, el placer o el dolor, etc.

Este sistema gobierna emociones tales como el amor, el temor y el odio, a la vez que controla los movimientos físicos como el caminar, besar, golpear, etc., e inclusive regula nuestras funciones corporales, dando también la posibilidad de pensar.

Nota: Por ser una substancia extraña, cualquier “droga psicoactiva” altera la información que debe llegar al cerebro, perturbando los diferentes mensajes enviados a las distintas partes del cuerpo.

Una “droga psicoactiva” perturba y limita la capacidad de pensar y de razonar, siendo este el primer síntoma que se puede observar en los usadores de cualquier tipo de droga, sin que para ello tenga mucho que ver las cantidades consumidas. Se entiende que a mayor cantidad de droga, mayores serán también las limitaciones de pensamiento y razonamiento que el individuo habrá de mostrar dentro de su comportamiento.

Una “droga psicoactiva” no solo afecta al “sistema nervioso”, sino que también perjudica en menor o mayor grado a los otros sistemas del cuerpo. Estas afecciones llegan en forma directa al pasar a través de los tejidos, o en forma indirecta por manipulación de los nervios del SNC.


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LAS CÉLULAS NERVIOSAS (NEURONAS)

Es de vital importancia, tener un conocimiento lo más exacto posible sobre la forma en que el “sistema nervioso” envía los mensajes, esto se debe tener muy en cuenta para entender como las “drogas psicoactivas” afectan a las personas.

Un caso muy común para ejemplificar, es el de un dentista que extrae una pieza dental, lo que produce un daño apreciable sobre las terminales nerviosas, haciendo que por esta acción sean enviadas señales eléctricas de dolor inmediatas hacia el cerebro con una frecuencia de 1,000 (mil) pulsos por segundo, con una velocidad superior a los 400 (cuatrocientos) kilómetros por hora. Esto se produce al pasar el mensaje de una neurona a la otra siguiente, hasta que de esta forma llega al cerebro.

En este punto el cerebro “consulta” a millones de células nerviosas (de esto ya se ha hecho una mención en este mismo capítulo), luego de lo cual reacciona frente al “mensaje recibido”, enviando las señales correspondientes a la parte del cuerpo que debe reaccionar. Por ejemplo, el cerebro podría decirle a la mandíbula que se cierre y muerda al dentista.

Los componentes elementales de una célula nerviosa (neurona) son:

Dendritas: Son las fibras que reciben las señales de otras células nerviosas

Cuerpo celular: Responsable de alimentar el organismo y mantenerlo vivo

Axon: Lleva el mensaje desde las dendritas y el cuerpo celular a las terminales

Terminales: Responsables de transmitir el mensaje a las dendritas de la célula nerviosa siguiente

Se debe tener en cuenta, que las “terminales” de una “célula nerviosa”, no tocan a las “dendritas” de las “células nerviosas” siguientes, lo que produce un espacio muy pequeño entre ellas, lo que se conoce con el nombre de “brecha sináptica” (definitivamente es la pequeña separación existente entre la “terminal presináptica” y la “dendrita postsináptica”).

Este salto a través de la “brecha sináptica” (conocido con el nombre de “sinopsis”), se produce no solo como una señal eléctrica, sino también en forma de pequeñas partículas microscópicas de substancias bioquímicas, completando de esta manera el circuito. Es así como las señales eléctricas y químicas se alternan hasta que el mensaje alcanza al sector adecuado del cerebro.


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Los neurotransmisores

Se conoce con el nombre de “neurotransmisores” a las substancias bioquímicas que tienen la responsabilidad de transmitir la información de una neurona a la otra.

Algunos de los “neurotransmisores” son los siguientes: dopamina, endorfina, encefalina, serotonina, epinefrina, sustancia “P”, acetilcolina, etc.

Los “neurotransmisores” están alojados en pequeñas “bolsas” llamadas “vesículos”, siendo liberados de las mismas por pequeños mensajes eléctricos, los que a su vez los envían a través de la “brecha sináptica”.

Al llegar al otro lado de la “brecha sináptica”, los “neurotransmisores” se alojarán en los lugares de recepción, procediendo a enviar el mensaje eléctrico (continúa el ciclo)

Un mensaje que proceda del un dolor, puede liberar por ejemplo sustancia “P” en una sinápsis y encefalina en la otra.

El “funcionamiento normal” de los “neurotransmisores” puede ser perturbado por acción de las “drogas psicoactivas”:

A veces la perturbación puede ser útil

A veces la perturbación puede ser deseable

A veces la perturbación puede ser extremadamente peligrosa

Veamos algunos ejemplos:

Un estimulante como la cocaína, habrá de forzar la liberación de grandes cantidades de epinefrina y dopamina, esto sin que medie un estímulo eléctrico, creando así nuevos mensajes y/o estimulando y/o exagerando mensajes que se dirigen al “Sistema Nervioso Central” o a los que surgen de él.

Si en cambio lo que se está utilizando es un “depresor” como lo es la heroína, se inhibirá la sustancia “P”, uniéndose a la “célula nerviosa emisora”, de tal manera, que si hubiera una señal de dolor, esta sería amortiguada, obstaculizada y a la vez debilitada.

Si lo que se utiliza es un alucinógeno como lo es el LSD, puede llegar a estimular los “neurotransmisores” pero más que nada, logrando que se confundan en sus funciones, haciendo que algunos de sus mensajes se exageren, otros sean distorsionados e inclusive crear mensajes imaginarios, esto último especialmente en el terreno de lo visual y lo auditivo (imágenes y sonidos no existentes).

Los “neurotransmisores” tienen una forma molecular específica, al igual que los receptores. Cuando el “neurotransmisor” sale del vesículo para cruzar la sinápsis con su carga eléctrica, va en búsqueda de un receptor que tenga una forma afín,


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con el que pueda acoplarse como una llave que entra en la cerradura que le corresponde:

La endorfina es el opiáceo natural del cerebro, que modula las reacciones neuronales. Sus receptores son afines, y por lo tanto se acoplan con moléculas de toda droga depresora, como lo son la heroína, la morfina, los barbitúricos, etc.

La dopamina en exceso, puede causar euforia, hiperactividad, pérdida del apetito; mientras que la escasez puede provocar temblores y rigidez, como ocurre en la enfermedad de Parkinson.

La norepinefrina afecta la motivación, la capacidad de aprender y la excitación. El tener un nivel un poco mayor de lo normal de esta sustancia, puede relajar las inhibiciones.

La serotonina regula el sueño y afecta el apetito. La escasez de esta sustancia produce afecciones en el estado de ánimo al punto de llevar al individuo a un estado depresivo agudo.


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Neurona


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CAPITULO CUATRO EFECTOS DE LAS DOGRAS

A continuación se darán algunas definiciones, con el fin de poder interpretar un poco mejor, los efectos que las drogas pueden producir en las personas que las utilizan. Sin embargo, lejos se está de pretender detallar todas las alternativas negativas que el uso indebido de los fármacos puede desarrollar en los seres humanos.

CONCEPTOS CLÍNICOS Y FARMACOLÓGICOS

Fármaco quinética: Metabolismo de la substancia

Fármaco dinámica: Acción de la substancia

Tolerancia: Necesidad de mayor dosis para obtener el mismo efecto anterior

Obsesión: Compulsión (es dependencia psicológica)

Síntoma de abstinencia o retiro: Malestar físico experimentado por la falta de la droga

De vida media o media vida: Período de tiempo que necesita el organismo para metabolizar la mitad de la substancia

Efecto independiente: El efecto en sí mismo

Efecto aditivo: Dos substancias que producen el mismo efecto, se aumentan entre sí (se está produciendo la potencialización de las substancias)

Efecto sinérgico: Es la potencialización de dos substancias afines. Mucha más “potencia”

Efecto antagónico Dos substancias combinadas que se disminuyen mutuamente (por ejemplo el uso de alcohol que es un depresor con cocaína que es un estimulante)

Efecto incompatible: Se pueden producir efectos con reacciones graves


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Nota: Nombre clasificador de algunas drogas

Depresores

Estimulantes

Alucinógenos

Inhalantes

Narcóticos

FORMA DE LLEGADA DE LAS DROGAS AL CEREBRO

Si la droga es ingresada al organismo en forma oral, pasará por la boca, el esófago, el estómago, los intestinos, etc., haciendo que el camino sea largo, por lo que el efecto se habrá de producir con más demora, es decir de 20 a 30 minutos para que el éxtasis sea pleno.

Si la droga es resoplada será absorbida por las membranas mucosas de la nariz, donde rápidamente entrará al torrente sanguíneo a través de las pequeñas venas de estas membranas, por lo que así también llegará más rápido el efecto, es decir en menos tiempo que el que se necesita cuando es vía oral, ya que se reduce de 3 a 5 minutos para llegar al cerebro y producir su efecto.

Si la droga es inhalada en forma de vapor, se producirá una llegada al cerebro con los efectos correspondientes de una manera muy rápida. Lo que ocurre es que el paso hacia los pulmones es casi directo, con una demora de 10 segundos para arribar posteriormente al cerebro. Como ejemplo para este punto, mencionaremos los “pegamentos” que son tan utilizados, especialmente dentro de la población infantil y de adolescentes en los países pobres (esto no es exclusivo de estas regiones). En estos casos, la mayoría de las veces, estos jóvenes usadores están buscando evitar sentir el rigor de los climas fríos, e incluso lograr “ignorar” de alguna manera, las desagradables sensaciones que el hambre produce. Esto último tiene su razón de ser, en que estos tipos de drogas lograr actuar sobre el centro de saciedad, “disimulando” la sensación de hambre..

Las substancias como la cocaína y la heroína, pueden ser inyectadas directamente al torrente sanguíneo, o través de los músculos o debajo de la piel. Si la inyección se realiza directamente a la sangre, el efecto se demorará en aparecer entre 15 y 30 segundos aproximadamente.


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Cuanto más rápida sea la llegada al cerebro, también en esta proporción, mayor será la intensidad del efecto, produciendo de esta forma un desacelerado equilibrio de las subtancias químicas del SNC, creando de esa forma un desbalance químico el cual en definitiva será el responsable de dar lugar a la enfermedad de la adicción.

No importa en definitiva como se realiza el consumo de droga, ni la vía que se utiliza para introducirla en el cuerpo, lo cierto es que en mayor o menor tiempo los efectos llegan al cerebro a través de las arterias que protegen el Sistema Nervioso Central.

SIGNOS Y SÍNTOMAS PARA TENER EN CUENTA

La lista de signos y síntomas relacionados con las adicciones es realmente muy amplia. Pero en línea general lo que se va a observar en un adicto en función de consumir, será: dificultad en el habla, punciones en la piel, erupciones, reducción del pulso, reducción de la presión arterial, sensación de éxtasis, olores relacionados con lo que ha usado, cambios en los hábitos alimenticios, disminución de la capacidad de concentración, etc.

ALCOHOL

Duración del efecto: De 1 a 12 horas

Síntomas: Rostro y ojos hinchados, estado depresivo, desorientación, respiración entrecortada, náuseas, sed, piel húmeda y fría, deshidratación.

Efectos a largo plazo: Depresión, agresividad, habla enredada, falta de coordinación muscular, doble visión. Con el tiempo se llega a la cirrosis hepática, problemas del páncreas, desórdenes cerebrales, malnutrición, mal funcionamiento sexual, síndrome alcohólico del feto.

Bebidas que contienen alcohol: Vino, cerveza, cogñac, vodka, anís, ron, whisky, aguardiente, ginebra, tequila, amaretto, champagne, sidra, etc.

Nombres callejeros: Tinto, blanco, rosado, chupi, rubia, trago macho, etc.

MARIHUANA (cannabis)

Duración del efecto: De 2 a 4 horas

Síntomas: Euforia, desinhibición relajada, comportamiento desorientado, mirada perdida, risa sin causa, pérdida de la noción del tiempo, ojos enrojecidos, boca y garganta reseca, aumento del apetito, etc.

Efectos a largo plazo: Posibles pérdidas de memoria y capacidad para juzgar distintos hechos, posible reducción de los espermatozoides. Puede conducir más rápidamente al cáncer que el fumar tabaco en sus distintas presentaciones.


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Nombres: Cannabis sativa (la más conocida), cannabis ruderalis (no tiene o tiene muy pocos ingredientes psicoactivos). Hay otra variedad conocida como arbusto zorrino (activamente más fuerte)

Ingrediente activo: Delta 9 - Tetrahidrocanabinol (THC)

Nombres callejeros: Pasto, hierba, porro, arbusto, etc.

BARBITURICOS

Duración del efecto: de 1 a 24 horas

Síntomas: Expresión lenta al hablar, desorientación, sedación, cambios de humor, depresión, estados de irritación, aparente estado de ebriedad de la persona (pero se nota la falta de olor a alcohol), etc.

Efectos a largo plazo: Se tambalea, el habla es lenta, no hay casi capacidad para juzgar, posibilidades de quedarse dormido en cualquier parte. El uso continuado crea adicción física y psicológica, paranoia, irracionalidad. Cuando se consume en grandes dosis se puede llegar a la pérdida del conocimiento e incluso a la muerte.

Nombres: Fenobarbital, Amobarbital, Pentobarbital, Secobarbital, etc.

Nombres callejeros: rojas, amarillas, azules, arco iris, etc. (dependiendo del tipo de barbitúrico a que se haga referencia)

COCAINA

Duración del efecto: De ½ a 2 horas

Síntomas: Apatía, ansiedad, insomnio, paranoia, alucinaciones, pérdida de peso, etc.

Efectos a largo plazo: Pupilas dilatadas, euforia, respiración y latidos del corazón acelerados. Es posible observar psicosis, fallos respiratorios y ataques graves al corazón. Convulsión. Muerte.

Nombres callejeros: Coca, dama blanca, nieve, etc.

CRACK (Cocaína de base libre)

Duración del efecto: De 5 a 10 minutos

Síntomas: Los mismos que la cocaína

Efectos a largo plazo: Es una cocaína más fuerte, que llega al cerebro más rápido. Puede causar derrames cerebrales o ataques al corazón.

Nombres callejeros: Piedra, roca, base, etc.

ANFETAMINAS Duración del efecto: De ½ a 2 horas Síntomas: Pérdida del apetito, pupilas dilatadas, agitación, sudoración, etc. Efectos a largo plazo: Aceleración de los latidos del corazón y del ritmo respiratorio, insomnio seguido de largos períodos de sueño. Cuando se consumen dosis altas se


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observan temblores, posible muerte por embolia y/o fallas cardíacas. Nombres comerciales: Obetrol, Bifetamina, Benzedrina, etc. Nombres callejeros: Hielo, cristal, vidrio, crank, anfeta, etc. Nota: Algunas medicinas que se utilizan para adelgazar (Preludín, Cylert, Fastín, etc.), tienen efectos muy similares a los que producen las anfetaminas, a pesar de tener estructuras químicas diferentes. Ante esto, lo más recomendable es tratar de evitar su uso, pero en caso de tener que utilizarlos, es imprescindible hacerlo bajo estricta vigilancia médica profesional. HEROÍNA Duración del efecto: De 2 a 3 horas Síntomas: Ojos llorosos y pupilas contraídas, nariz húmeda, estados de euforia o de relajamiento, bostezos continuos. Voz muy baja, temblores, pérdida del apetito, irritabilidad, pánico, calambres, náuseas. Efectos a largo plazo: Su uso en forma repetida puede causar afecciones en el pericardio (membrana que recubre el corazón), congestión pulmonar, hepatitis. El exceso puede conducir a convulsiones en algunos casos seguidas de coma y muerte. Nombre callejero: Alquitrán GASOLINA, GOMA, AEROSOLES

Duración del efecto: Variable Síntomas: Alucinaciones, mareos, habla enredada, olor característico de lo que la persona ha usado, disminuye la sensación de hambre, disminuye las sensaciones producidas por las temperaturas frías, etc. Efectos a largo plazo: El uso prolongado produce daño cerebral. Provocan arritmia. Nota: Es para destacar, que en algunas pocas circunstancias, se han encontrado antecedentes que demuestran que en ciertas ocasiones la gasolina no solamente es olida, sino que incluso se la bebe mezclada con jugos de frutas, lo que es en sí mismo un rápido camino hacia la muerte. ALUCINOGENOS: L.S.D., Mezcalina, Hongos, etc. Duración del efecto: De 3 a 12 horas Síntomas: Párpados caídos, comportamiento nervioso y errático, cambios de personalidad, paso fácil de la risa al llanto o del llanto a la risa. Puede confundir colores. Despersonalización muy marcada. Efectos a largo plazo: Pupilas dilatadas, náuseas, alucinaciones, aumento de la presión arterial, pérdida del apetito, pérdida de la memoria, etc. Cuando el uso se prolonga por mucho tiempo puede llegar a producir visiones del pasado. Daño de los cromosomas, etc. Nombres callejeros para el LSD: Ácido, secante, luz del sol, vidrios, etc. Un punto aclaratorio

Siguiendo con el sentido de este curso, debemos referirnos a que indudablemente hay muchos otros tipos de drogas, con una gran variedad de nombres, formas de uso y efectos, pero la idea es dar simplemente algunos ejemplos dentro de la gama más conocida de estos elementos, que sirvan como una guía y también de incentivo para que


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los estudiantes se decidan a buscar mayor información. Esto se puede lograr accediendo a distintos tipos de literatura (libros y revistas especializadas, boletines informativos, etc.), e incluso por medio de películas producidas para cumplimentar las ayudas de conocimiento en el “área de las adicciones”, siendo el INTERNET una herramienta inigualable para este fin.


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CAPITULO CINCO UNA ORIENTACIÓN HACIA LA PREVENCIÓN

No se puede ignorar, que en la medida en que se divulguen los efectos que las drogas producen, y se dé una mayor información sobre las diferentes posibilidades que existen con relación a la variedad de las mismas, se estará haciendo un buen trabajo preventivo. A mayor trabajo preventivo, seguramente serán menores las necesidades de atención posterior de adictos enfermos. LA PREVENCIÓN PROFESIONAL

- Esto tiene que estar enfocado a:

- La población en general - Grupos de riesgo

- Tres áreas del campo operacional

- La familia - La escuela - La comunidad en toda su extensión

TRES NIVELES PRINCIPALES DE PREVENCIÓN - Prevención primaria: orientada a evitar que se produzcan los problemas

- Prevención secundaria: trata de remediar el problema con la aparición de los primeros síntomas para evitar el desarrollo

- Prevención terciaria: una vez que el problema se produjo, tratar de

proveer la solución por medio del tratamiento

TIPOS DE PACIENTES POR ADICCIONES

- Pacientes voluntarios: son aquellos que llegan a las consultas o centros de tratamiento por “propia voluntad”. Sin embargo esa “propia voluntad” no debe confundir al profesional y hacerle creer que este caso, por tener esta característica habrá de ser algo fácil de tratar. No siempre que venga de su “propia voluntad” significa que está aceptando que es un adicto, ya que aún así puede seguir estando en negación.


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- Pacientes involuntarios: así se denominan a aquellos que son enviados a la

consulta y/o tratamiento por problemas legales o quizás bajo presión familiar, o también por sus jefes laborales. Normalmente existe una fuerte negación con una gran dosis de rebeldía. Se debe tener muy en cuenta, que en muchos casos pueden estar todavía en la etapa de abusadores, sin haber llegado a ser adictos. Casi siempre es característico, encontrar en esos casos específicos un estado de negación y rebeldía muy fuerte por parte del paciente.

- Pacientes con doble

diagnóstico: son pacientes primarios psiquiátricos con sumatoria de consumo de droga. En estos casos se debe trabajar juntamente con el psiquiatra. Como característica destacable, casi siempre estos casos son de un carácter difícil.

- Gestantes adictas: en estas situaciones, no solamente se debe procurar

tratamiento para la futura mamá, sino que también hay que ir previendo todo lo necesario para tratar al feto, para lo cual se necesita una ayuda profesional médica especializada (este tipo de problemática es bastante nueva a lo que a tratamiento se refiere)

- Bebés adictos: esta situación se trata desde el punto de vista

médico / pediátrico, sin descuidar a la madre, quien casi seguramente habrá de presentar signos severos de culpabilidad (al igual que el punto anterior, este tipo de tratamiento es bastante nuevo)

TIPOS DE TRATAMIENTOS MÁS GENERALIZADOS

- Consulta externa Normalmente son a corto plazo. Usualmente concurren dos veces a la semana con una hora de sesión (50 minutos aproximadamente)

- Tratamiento tipo residencial:

Nivel uno: Dentro de un hospital. De 4 a 5 días de


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desintoxicación. Posterior seguimiento con terapias que pueden ser grupales

Nivel dos: Puede ser a más largo plazo, alcanzando hasta 6

meses de tratamiento (esto puede ser de mayor o menor tiempo de acuerdo al caso)

- Tratamiento diurno: Son 5 horas diarias (normalmente de Lunes a

Viernes) La extensión puede ser de 6 meses (esto es de acuerdo al caso que pueda requerir mayor o menor cantidad de tiempo)

TRATAMIENTO DE LAS ADICCIONES EN LOS ESTADOS UNIDOS Se utiliza el enfoque de la adicción como enfermedad en forma general.

Proliferación de centros de tratamiento. Se crean cuerpos profesionales. Se estableció una buena relación en el sistema judicial (esto llevó a que no sea una

figura de simple delito) Desde hace un tiempo hay una tendencia a aumentar el número de tiempo de

estadía. Hay centros de tratamiento clínico de día, donde el paciente no se queda a dormir. Hay centros de internación por tiempo determinado, donde el paciente permanece

ingresado.

Gran proliferación de grupos de apoyo al estilo de A.A. y ALANON. Existencia de técnicas donde el terapeuta puede desarrollar toda su creatividad. Gran avance en la investigación científica, especialmente en el área de la

ingeniería genética, buscando causales hereditarios que sean conducentes a las adicciones.

UN BREVE PÁRRAFO APARTE PARA EL SIDA (H.I.V. – A.I.D.S.) Todo tipo de ayuda preventiva que intente evitar que las personas lleguen a las adicciones, en este tiempo debe ir acompañada de información sobre SIDA, enseñando que es realmente esta enfermedad, hasta donde llegan sus consecuencias y como se puede hacer un buen trabajo de prevención.

Entre el 70 % y el 75 % de los casos anuales de SIDA hay una relación con el alcohol y/o la droga. La primera vía para llegar al SIDA es por medio del sexo incorrecto, y en segundo lugar por el uso de drogas inyectables. Seguido de esto hay otras posibilidades de contagio.


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CAPITULO SEIS LA INTERVENCION

¿QUÉ ES LA INTERVENCIÓN? El método llamado “La técnica de la intervención” (para el adicto), ha sido desarrollada por el Instituto Johnson (Minneapolis, Minnesota) La técnica consiste en llevar al enfermo de adicción a una especie de estado de “crisis emocional”, con esto se procura que llegue a un punto tal que quiera buscar ayuda antes que la enfermedad continúe progresando o lo lleve a la destrucción. ¿POR QUE SE NECESITA UNA INTERVENCIÓN? Como ya se ha venido viendo en los capítulos anteriores, el sentir y las formas de comportamiento del adicto están totalmente “fuera de orden”, esto es a consecuencia de las alteraciones químicas y eléctricas producidas por las substancias dentro del Sistema Nerviosos Central, especialmente a nivel cerebral.

Hay una necesidad de la droga para obtener lo que su cuerpo y su “personalidad” necesitan en la búsqueda del equilibrio, el que médicamente se conoce con el nombre de homeostasis, y a esa altura para el adicto el uso del psicofármaco es tan importante como su propia vida. El centro instintivo de su cerebro le pide alivio, por lo que es llevado a ver la droga como algo imprescindible para sobrevivir. Esto conduce al adicto a pensar y a convencerse, que la presente es una necesidad de tipo básica. En otras palabras se podría decir, que ve el reclamo y la necesidad de satisfacción del mismo, como algo racional y totalmente lógico. Su memoria se desestabiliza, motivo por el cual comienza a tener lagunas mentales que no le permiten acordarse de ciertas cosas. Este problema surgido en su memoria, de alguna forma también le conduce a bloquear en su conciencia todo lo negativo que la droga tiene. Contrariamente, todos aquellos que están viendo día tras día al enfermo y observan su conducta adictiva, ven el avance y el progreso de la enfermedad. Este “crecimiento” del problema, se hace cada vez más evidente por una mayor y clara irresponsabilidad e irracionalidad del adicto. Esto último no es más que una muestra de que el instinto animal ejerce mayor control


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sobre el adicto, que la misma naturaleza humana racional. Se debe dejar perfectamente establecido que esta situación no es percibida por el enfermo. En la medida que el tiempo va pasando, se hace más notorio el principal de los mecanismos de defensa que el adicto utiliza para no aceptar o reconocer su situación, esto es la negación. Abreviando se puede decir que el enfermo es conducido a la total negación de su problema. Conscientemente o inconscientemente está manifestado: Si yo no veo el problema, quiere decir que el problema no existe. Cada vez con más claridad y en forma más frecuente, que los usos de los mecanismos de defensa inconscientes del adicto, con el apoyo de una memoria dañada y las emociones alteradas, hacen de él un ser que se autoengaña en forma casi permanente y rutinaria. Esta situación lo conduce a ver a los que lo rodean como responsables del uso que él hace de la droga. Por lo tanto el mismo se ve como quien no tiene ninguna culpa ni responsabilidad de lo que le está sucediendo. No acepta que no se droga por que tiene problemas a su alrededor, sino que tiene problemas a su alrededor por que se droga. Esto es algo que tampoco le permite percibir la necesidad de dejar de consumir la substancia. Todas estas situaciones, llevan al adicto a rechazar hasta el menor intento que se haga para explicarle que necesita una ayuda para superar el problema. En algunas situaciones, donde la adicción ha llegado a niveles muy avanzados de gravedad, incluso en casos donde se pudo vencer la negación teniendo el agregado que la persona ha aceptado que está enfermo, de todas maneras el adicto está incapacitado para salir de ese camino que lo tiene “encerrado”. Cuando se le sugiere que busque ayuda, por más que esté decidido, normalmente no sabe donde debe ir o a quien recurrir. En estos casos el “socorro” hacia él puede llegar por medio de una intervención. Si tenemos en cuenta que esta es una enfermedad primaria, progresiva, crónica y hasta fatal, se debe procurar por todos los medios posibles, realizar esta intervención en las etapas tempranas, donde si bien la existencia de la negación es evidente, se tiene todavía un adicto que funciona “medio normalmente”. ¿QUÉ ES UNA INTERVENCIÓN? Ante la posibilidad de una conexión entre la negación de la problemática que producen las drogas y la falta de reconocimiento de las consecuencias negativas por este uso, se debe llevar a que la familia y los amigos tomen parte activa, en un intento de romper este círculo vicioso en que el adicto está aletargado y atrapado.


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La definición más exacta para especificar el significado de una intervención es: “una confrontación planificada” hasta el más mínimo de los detalles. Las personas que habrán de intervenir en esta confrontación son los seres queridos, quienes deberán actuar con mucho cariño pero en una forma firme y determinante, pero sin que exista ninguna forma de juicio o crítica hacia la persona del enfermo. Esta confrontación tan especial, consiste en decirle al adicto (esto es por parte de sus seres queridos, especialmente sus familiares más cercanos y directos), todos los comportamientos negativos que mostró estando bajo la influencia de la droga. Se debe tener gran cuidado de hacer una separación de la conducta que muestra en esos momentos, a aquella que tiene en forma habitual. Se le hace mención de lo que cada uno de ellos sintió en diferentes oportunidades, no solo por ellos sino por él mismo al verle actuar en “ese estado”. Le hacen saber que las drogas y/o el alcohol son los responsables de todas las situaciones relatadas. Se van haciendo mención en forma bien detallada, de situaciones que el adicto no puede discutir ni negar, aunque a muchos de esos actos no los pueda admitir en su mente. Lo que se está haciendo es proceder a juntar las causas con las consecuencias, con el único propósito de convencerle para que busque ayuda en forma inmediata. Se le está tratando de mostrar que tiene un problema de mucha gravedad, que no solo lo está conduciendo a la destrucción de su propia vida, sino también a la de todos aquellos que lo rodean. Esta intervención no tiene ningún sentido hacerla en un momento de crisis, donde ambas partes pueden estar alteradas. En estos casos casi siempre se le pide inútilmente al adicto que use un poco de su buena voluntad y ponga todas sus fuerzas en juego, para lograr reducir el consumo de la droga. Esto no funciona, pues se está tratando con una persona que ha perdido su autodominio, motivo por el cual no está en capacidad para poder medir o determinar la severidad de sus actos. ¿CUÁNDO Y DÓNDE SE DEBE REALIZAR LA INTERVENCIÓN? Lo primero que se debe tener claramente en cuenta, es que la intervención se tiene que efectuar cuando haya sido totalmente planificada.

La intervención debe ser dirigida por un consejero, preferiblemente en un lugar que no sea la casa del adicto. Un buen lugar podría ser la oficina (lugar de consulta habitual) del consejero. Esto se recomienda para hacerle perder al adicto un sentimiento de que él está actuando de local, con el agregado que tiene delante suyo la presencia de alguien a quien él no conoce. Esto posiblemente ayudará para que la conducta del adicto sea otra, y que bajo estas circunstancias él escuche con mayor atención y respeto. Estimativamente un


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alto porcentaje (alrededor del 85 % más o menos) de las intervenciones hechas con el cumplimiento de estas regulaciones, han tenido éxito. ¿QUIÉN DEBE REALIZAR LA INTERVENCIÓN? Se debe procurar que participen la mayor cantidad posible de personas importantes en la vida del adicto, especialmente aquellas que pueden tener algún tipo o forma de poder sobre su vida, los que le aman y los que están preocupados verdaderamente por lo que a él le está sucediendo.

La cantidad de personas que puedan participar no es algo igual para todos los casos, ni hay ninguna cifra establecida de antemano. Normalmente se menciona que pueden ser entre dos (2) y 20 (veinte) aproximadamente. Cuanto mayor sea la negación por la que el adicto está atravesando, mayor debe ser el número de personas que se debe procurar invitar.

La negación posiblemente se vaya rompiendo a medida que los intervinientes van dejándole saber aquellas cosas que él hizo, esto debe ser con fechas y datos concretos. Todo lo que se mencione, dará lugar a que se expresen los sentimientos y situaciones dolorosas, que inclusive fueron alterando y dañando una relación en paz y en armonía.

Esto llevará al adicto a una “crisis emocional”. Será impactante para él el ver y oír a tantos familiares y amigos sintiendo lo mismo. El enfermo podrá llegar a reconocer que este encuentro se hizo con el deseo y la intención de ayudarle.

Se debe tener en cuenta, que serán varias las personas que le estarán diciendo cosas similares a las que habitualmente le dicen los que conviven con él en forma más directa... Ya no serán una o dos personas solamente las que lo estarán reconviniendo, sino muchas.

Esto conducirá al adicto a que se encuentre enfrentando verdades, las que no podrá “derrumbar” con facilidad, de la misma manera que lo haría si se encontrara ante una sola persona.

Es factible que aún así el enfermo se rehúse a aceptar un tratamiento, pero el haber escuchado a muchos hablando de sus propios sufrimientos e inclusive de los de él mismo, puede ir “ablandando” su resistencia.

Si una familia completa desea involucrarse en una confrontación de este tipo, sería muy conveniente que estuvieran todos presentes, pero si existiera alguna razón, especialmente de distancia que no le diera la oportunidad a alguno para estar presente, aunque más no fuera podría enviar una carta, un video, un cassette o quizás hacer una llamada telefónica en ese mismo momento. Lo importante es poder mostrarle al enfermo la “unanimidad de la


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familia y los amigos”.

En este tipo de reuniones no quedan excluidos ni los jefes, ni los ministros religiosos, vecinos o compañeros de trabajo o de estudio del adicto. Algo que si es esencial, es la necesidad de que todos los participantes tengan un interés genuino en la recuperación del enfermo.

LAS DISTINTAS FASES DE UNA INTERVENCIÓN

1 – Fase educativa

Todos los que habrán de participar de la reunión, deberán tener un conocimiento sobre la enfermedad de la adicción. Es de vital importancia que sepan como funcionan el cuerpo, la mente y las emociones de un adicto

Deberán aprender a dejar sus propios resentimientos de lado, aceptando al enfermo y a su enfermedad, al punto de poder hacer una separación del enfermo en sí mismo y su conducta.

Este tipo de educación y enseñanza les permitirá entender mucho de las cosas negativas que el enfermo hizo bajo su estado de adicción.

Si se logra separar a través del entendimiento a la persona de sus actitudes, será más fácil dejar de juzgarla y tratarla comprensivamente.

2 – Fase terapéutica

Todos los que habrán de intervenir en la reunión deberán compartir previamente entre ellos, cada una de las emociones negativas que tienen con relación al adicto, las que podrían obstaculizar una participación verdaderamente efectiva.

Para que la intervención de cada uno sea de real utilidad, no deberán existir entre los participantes y el adicto, al igual que entre cada uno de los participantes entre sí, ningún tipo de resentimiento o discordia, no debe haber heridos ni enojados, ya que de ser así se quitaría serenidad y objetividad, algo que es imprescindible para una intervención exitosa.

Si alguna persona pudiera estar inmersa entre los problemas mencionados en el párrafo anterior, no debe participar. Si en el momento mismo de la reunión, se observara una situación del carácter indicado, no deberá participar de ninguna manera. Incluso es recomendable, que esos individuos reciban su propio tratamiento personal.

Tampoco deberá salir a la superficie ninguna forma de sentimiento de culpa, que pueda involucrar a alguna de los intervinientes. Esto es muy posible que suceda


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entre algunos familiares y amigos del enfermo, muy especialmente cuando han hablado mal de él o actuado de manera manifiesta en su contra en alguna oportunidad.

Nadie puede mostrar bajo ninguna circunstancia, signos de debilidad, ya que las emociones mal manejadas actuarán decididamente en contra del propósito que diera lugar al encuentro, es decir, impulsar al adicto a reconocer su necesidad de ayuda y apoyo.

3 – Recopilación de datos

Cada uno de los intervinientes en la reunión, deberá escribir todas las cosas negativas que pudo observar en la conducta del adicto, esto es, cuando el mismo se encontraba bajo la influencia del alcohol y/o la droga. De ser posible en forma clara y determinante se precisarán datos como fecha, lugar y circunstancia de la conducta o de las conductas a que se están haciendo referencia. Se debe evitar todo tipo de generalización, siendo los más específico que sea factible.

Muchas personas evitan el tener que poner por escrito datos de circunstancias especiales, para que nadie lo vea, debido a que creen que en algún momento pueden llegar a comprometerlos, aunque no sea realmente así. Pero la realidad muestra esta acción como algo de carácter imprescindible, ya que esta forma de “trabajar” será de gran ayuda para que nada sea olvidado, teniendo en cuenta el momento pleno de tensiones y emociones que se estará viviendo.

Al estar todo escrito, habrá mayor facilidad para rebatir las negativas o excusas en las que puede entrar el adicto. Nada puede quedar librado a la suerte, lo que aumenta la importancia de la documentación y la planificación previa.

El que todo haya sido escrito y que esté en las manos de cada persona participante, de alguna manera le estará mostrando al adicto, que la reunión ha sido planeada y llevada a la práctica con total seriedad.

Un procedimiento que también le mostrará al enfermo, la manera en que sus acciones y conducta se fueron agravando con el paso del tiempo, será el relato cronológico de los acontecimientos negativos derivados de su adicción.

4 – Recopilación de emociones

Durante el transcurso de la reunión, es muy importante ir tomando nota de los sentimientos que se le presentaron a cada uno de los participantes, por lo que individualmente se recomienda escribir sobre las emociones que despertaron los momentos de enfrentar al adicto: ¿qué sintió por el enfermo?, ¿vergüenza?, ¿dolor?, ¿enojo?, ¿compasión?, etc.


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Es recomendable igualmente, hacer un claro y sincero análisis, de ser factible por escrito, contestando a una pregunta que parta directamente de un enfoque en sí mismo: ¿qué he sentido por mí mismo?, ¿miedo?, ¿confusión?, ¿dolor?, ¿ira?, etc.

5 – Tomar ejemplos como práctica

El profesional (consejero) que oficiará de conductor de la “intervención”, tendrá que ayudar con ejemplos claros, que enseñen a construir el relato, teniendo en cuenta todos los datos que el mismo debe contener.

Ejemplo:

“El 23 de Agosto del año pasado, era un día muy importante para mí, ya que estaba en la universidad recibiendo mi graduación como Ingeniero Naval. A pesar de que sabías perfectamente de este acontecimiento y de mi gran ilusión de que como papá, estuvieras presente juntamente con mamá para que me acompañaran en el instante de recibir mi diploma y certificación universitaria, tú llegaste casi al finalizar el acto. Esto se vio agravado por la forma que lucías en tu vestimenta, ya que tu ropa era apropiada para un evento muy informal, lo que nada tenía de realidad con ese acontecimiento. No me diste ni una sola palabra de aliento, sino que casi sin entender lo que decías, me repetías una y otra vez, que la culpa era de mamá y de mi hermana por no haberte dejado la ropa apropiada para la ocasión, como según tú les habías pedido. Para empeorar las cosas, discutiste groseramente con algunos de mis profesores, diciéndoles que no habían sido justos conmigo durante toda la carrera, cuando en realidad siempre fui tratado por todos ellos con muestras de aprecio y respeto. Me sentí muy mal por ti, ya que de no haber estado bajo la influencia del alcohol, nunca hubieses actuado en la forma en que lo hiciste. Por una vez más y gracias a tus actitudes, experimenté lo que es cargar con la vergüenza ajena. Me invadió un gran dolor por todos nosotros. Verdaderamente te quiero muchísimo, motivo por el cual desearía que buscaras ayuda para dejar de usar el alcohol.

Si se procede a leer detenidamente este relato presentado como ejemplo, se podrá determinar cuáles fueron los factores principales que se incluyeron:

Fecha exacta, lugar del acontecimiento, hecho que se celebraba, mención de la droga utilizada, una descripción precisa de la conducta mostrada bajo los efectos de la droga, con una clara expresión de los sentimientos hacia el adicto y una definición de las emociones producidas en la persona que habla. Se debe destacar que el tono utilizado durante toda exposición fue sereno, nunca insultante, en ningún momento se lo llamó “borracho” ni “alcohólico” al adicto, como tampoco se lo calificó de “perdido” ni de “descarado”, ya que se hizo una muy buena separación entre la persona en sí misma y la conducta mostrada al estar


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bajo los efectos y dominio del alcohol. 6 – Ensayo de las listas

Estas listas no pueden ser leídas de cualquier manera o con un tono de voz duro o alterado. Teniendo en cuenta estas recomendaciones, en las reuniones previas, el consejero ayudará a las personas a buscar y encuadrarse en las “formas correctas”, para que el día de la confrontación todo sea hecho con exactitud. Estando bajo la guía del consejero, los participantes procederán a corregir toda falla que pudiera ser el “disparador” para poner al adicto a la defensiva, o que fuera interpretada por él como una condenación directa a su persona. Las reuniones deberán tener dos características especiales muy bien determinadas:

- Carácter simple - Corta duración

Es de vital importancia el dejar claramente establecido, que en la reunión de confrontación, bajo ninguna circunstancia se debe usar la palabra “tratamiento”. Siempre resulta preferible decirle al adicto, comenzando desde un principio, que “…necesita ayuda…”. Si de inicio se comienza a hablar de clínicas, hospitales, tratamientos o con otros términos semejantes, existe la gran posibilidad de que el adicto no quiera seguir escuchando, o simplemente proceda a desentenderse de todo lo que en ese momento está pasando a su alrededor. El consejero asumirá al final del encuentro, la responsabilidad de hablar claramente con el adicto, informándole del propósito de la reunión, al igual que de los planes que se han preparado a tal efecto.

7 – Cerrando los caminos de escape que tratará de imponer el adicto

Para evitar caminar hacia donde él no quiere ir, el adicto argumentará una “cantidad interminable” de excusas, motivo por el cual se le deben cerrar todas las posibilidades de “escape”.

Ejemplo: Si el enfermo es una mujer madre de niños, alguno de confianza ya

tiene que estar previamente preparado para hacerse responsable del cuidado de los mismos.

Ejemplo: Si el temor o la excusa es que no puede faltar al trabajo durante

tanto tiempo, la previsión habrá hecho que ya se haya hablado con los jefes del adicto, o quizás haber buscado personas responsables


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y confiables para cumplimentar esa función por el tiempo que sea necesario. También puede ser alguien que cubra el puesto hasta el regreso del enfermo.

Nota: De todas formas si ninguna de estas opciones diera el resultado esperado, igual se hace imprescindible el tratamiento, por lo tanto el tema laboral pasa a segundo plano, ya que si el individuo continúa con la adicción, tarde o temprano perderá su puesto de trabajo.

Es esencial que al momento de ir apareciendo las excusas, las formas adecuadas para “destruirlas” hayan sido planificadas hasta en el más mínimo detalle posible.

8 – Preparación del lugar de tratamiento

Alguna de las personas del equipo, tendrá bajo su responsabilidad el tener todo disponible, con relación al lugar donde el adicto pueda ser ingresado en ese mismo momento. Lo ideal es poder contar con algún hospital o centro especializado de tratamiento cercano. Las maletas con la ropa y elementos personales del adicto deben estar listas, juntamente con un vehículo en la entrada de la casa con el motor en marcha e inclusive con las puertas abiertas (esto puede parecer exagerado, pero ciertamente no lo es) La experiencia enseña que esta forma es efectiva, ya que es un medio para que el enfermo pueda comenzar a recibir tratamiento de manera inmediata.

9 – Establecer un “plan alternativo de presión”

No debe dejar de tenerse en cuenta, que siempre existe la posibilidad de que el adicto se rehúse a someterse a ninguna forma de tratamiento. Cada integrante del grupo debe estar preparado y en condiciones de ofrecer un “ultimátum” al adicto, haciéndole saber que no le seguirán apoyando en su enfermedad. Uno por uno, todos los integrantes del grupo le deben hacer saber que le aman demasiado para seguir viendo como se sigue destruyendo más y más cada día, lo que indefectiblemente le conducirá a la muerte. Le harán una clara mención de las consecuencias que habrá de sufrir por su conducta. Por ejemplo, si el adicto es un hombre casado y con hijos, la esposa podría decirle lo siguiente:

“Tus hijos no podrán salir más contigo, ya que corres un alto riesgo de tener un accidente automovilístico, con el peligro de que todos sufran daños a consecuencia del mismo”


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“A partir de este momento solo tendrás un techo para vivir, siendo tú el único responsable de conseguir el dinero para tu comida e incluso para el mantenimiento de tu automóvil. Esto es porque sabemos que si te damos dinero para la comida o para cualquier otro gasto, lo utilizarías para comprar tu droga. No es nuestra intención hacer nada que te ayude a continuar con tu consumo. Si tu decisión es continuar con la conducta que muestras hasta ahora, serás el único responsable, por lo tanto tendrás que pagar las consecuencias.

10 – Forma en que se habrá de desarrollar la intervención

Es de vital importancia, decidir el orden en que habrán de ir hablando los participantes, para lo cual se deberán determinar los siguientes puntos: ¿A quién respeta más el adicto?

¿El adicto a que persona habrá de escuchar con mayor atención? ¿A quién le corresponderá hablar en segundo lugar, en tercer lugar y así sucesivamente? ¿Cuál será el sitio en que se habrá de sentar cada uno de los

participantes? ¿Si las cosas se complicaran, que actitudes se habrán de tomar? ¿Cuál será el papel que habrá de desarrollar el consejero? ¿Qué papel desempeñará cada uno de los miembros del equipo?

La pregunta de mayor importancia y quizás también la más difícil de responder es: ¿Cómo y sin mentirle, se le dirá al adicto que debe venir a la intervención? Una sugerencia a este respecto podría ser, decirle al adicto que un determinado miembro de la familia ha estado viendo a un consejero, y que uno de los problemas que se trataron fue el relacionado con su adicción, lo que motivó que el consejero quisiera verlo. No se hará ningún comentario sobre la cantidad de personas que estarán en la oficina del consejero. Esto será un elemento “emocional” que seguramente causará sorpresa al paciente. En caso de existir por parte del adicto una fuerte resistencia para asistir al encuentro (algo que no se debe descartar), se procederá a esperar a una mejor ocasión para hacer un nuevo intento.


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De ser posible, se debe planificar la intervención a una hora en la que habitualmente el enfermo no está bajo los efectos de la droga, ya que no serviría de nada de no ser así, y la persona estuviera bajo la acción de la droga o el alcohol. Un buen momento, sería aquel en el que el adicto estuviera pasando alguna forma de crisis, quizás con remordimientos por alguna cosa que hiciera o provocara como consecuencia directa de su adicción.

11 – La importancia de la firmeza en la intervención

El mantenerse firme durante el proceso de la intervención es mayormente algo muy duro, pero de todas formas se debe saber que no se debe ni se puede aflojar en nada para que los objetivos sean logrados. No es infrecuente que el adicto reconozca que tiene un problema, pero paralelamente manifiesta que él solo se las arreglará para salir del mismo, ya que está dispuesto a tomar las medidas correspondientes y necesarias para su recuperación. En algunas ocasiones el enfermo dice que irá al tratamiento a partir de la semana próxima. Ante todo esto debe existir una sola voz, es decir en forma unánime: Debes ir al tratamiento hoy.

12 – Algo para tener en cuenta

Si la persona está entre el porcentaje del 15 % de los que dicen que no, es decir que no han tenido una respuesta positiva a la reunión, esto no significará necesariamente que el encuentro ha fracasado, ya que es muy posible que la “semilla sembrada” fructifique a su tiempo. Sucede que en algunas ocasiones específicas, hay personas que prefieren demostrar que irán cuando ellas quieran y así lo decidan por propia voluntad, por lo que al pasar algunos días optan por ir al tratamiento por decisión personal y no por que los hayan mandado. Esta es una forma de no dar el brazo a torcer. Aún cuando el adicto haya rechazado la ayuda brindada para ir al tratamiento, seguramente un proceso de recuperación será iniciado por los familiares y también por los amigos. Ahora habrá cambios fundamentales que les harán comprender que solos no podrán lograr nada, ya que ellos también necesitan ayuda en forma independiente de lo que el adicto haga o deje de hacer.


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FINALES

Estas palabras finales son un poco el epílogo de este curso, por medio de las cuales queremos dar un cierre con pensamientos que ayuden a los estudiantes, a poder entender algo más sobre “el por que y los para que” de este trabajo. Si esto no se hiciera de esta forma, no se estaría cumpliendo el principal cometido, que es el de ayudar a las personas que están sufriendo, tanto directa como indirectamente, a tomar una decisión en esta faceta relacionada con la salud humana, específicamente dentro del área de las adicciones a los psicofármacos. Pero antes de continuar, vale la pena dejar establecido, que este escrito no tiene ninguna pretensión de ser una obra de arte, ni siquiera un libro de consulta profesional sobre las adicciones, sino simplemente como fuera presentado, un curso explicativo para ser leído y aprender, sobre este mal tan preocupante, como lo es la “enfermedad de la adicción”. Justamente el deseo de que la humanidad tome conciencia de la relevante importancia que en sí misma tiene, fue, es y será uno de los grandes objetivos que el autor atesora en su corazón. Bueno, esto es en esta oportunidad un sano desafío, si es que aun no lo están haciendo, para que se puedan crear grupos de trabajo y de ayuda para las personas que se encuentran atrapadas por la dolorosa enfermedad de la dependencia química, con un alcance también hacia los integrantes de cada una de las familias implicadas. Esta última frase nos recuerda que si bien el adicto es un enfermo primario, aquellos que le rodean, especialmente los integrantes del grupo familiar, entran de igual forma en la categoría de codependientes enfermos. El poderoso brazo extendido de Yeshúa y la capacidad de discernimiento dada por el Espíritu de Dios, pueden ser herramientas de un valor sin límites, utilizadas, incluso, por las diferentes congregaciones que sientan la necesidad de acudir en procura de brindar apoyo y ayuda a estos seres necesitados, los que en no pocas ocasiones, y como consecuencia directa de la ignorancia de algunas personas, se encuentran totalmente marginados. Recordemos el pasaje de gran comisión donde se nos dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu de Dios” (Mateo 28:19). Este mandato no se debe cumplir, siempre que sea posible, solo predicando el mensaje de salvación, sino procurando por todos los medios acompañarlo con enseñanzas y un decidido apoyo social a la comunidad toda. Ese apoyo social al que estamos haciendo mención, tiene en los tiempos actuales una gran vigencia relacionada con la dura problemática derivada de la drogodependencia. La experiencia nos ha enseñado, que los seres humanos que están pasando por grandes necesidades o tiempos de dura prueba, no siempre se encuentran en condiciones de recibir la palabra de Dios, entenderla y aceptarla, ya que sus mentes están obnubiladas por las duras vivencias que están sobrellevando. Este puede ser el caso de alguien que está padeciendo directa o indirectamente, los dolores propios de las adicciones químicas. Cuando llegamos a este tipo de expresiones, no podemos olvidar las palabras de algunos pastores cuando se les habla de este tema. Muchos de ellos hacen mención de que en sus congregaciones no tienen estos problemas. Los dichos más usuales son: “Entre los


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miembros de mi congregación no hay adictos al alcohol u otras drogas” Esta aseveración puede ser totalmente cierta, pero también se corre el riesgo de que la enfermedad esté oculta a los ojos de todos, pero igualmente estar ahí, ya que esa es una de las características presentadas por muchos adictos, mimetizarse en el medio ambiente donde normalmente se mueven. Pero aun estando seguros de que la congregación no contiene ningún enfermo primario y/o codependientes, la Iglesia debe bregar por constituir un ministerio para los necesitados en este campo, que seguramente si existen en gran cantidad en la localidad donde la misma está ubicada. Seguramente que lograr este objetivo no será del todo fácil, pero en Dios todo es posible. Que importante es reconocer que estas personas envueltas por las drogas y/o el alcohol, no son simplemente viciosos pecadores, sino que se los debe identificar como enfermos, los que en la mayoría de los casos no pueden reconocer su estado como tal. Lo ideal sería que en cada templo se pudiera encontrar un grupo de hermanos con los conocimientos apropiados, dispuestos a apoyar y ayudar a los adictos. Un adicto es un ser humano que desesperadamente necesita un encuentro con el Señor. Menospreciar a una de estas criaturas es un hecho de gran irresponsabilidad, totalmente contraria a lo que la Biblia nos muestra. Pensemos en ellos como en aquellos que serán incluso de bendición para nuestras propias vidas. El Señor espera de nosotros, que mostremos nuestro amor hacia Él, a través de la mano amiga que le tendamos a ellos: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25: 35-40) Hambriento de cuidado y de amor, sediento de comprensión, forastero rechazado por todos, espiritualmente desnudo, enfermo y sin cura, preso de su adicción, esa es la figura más exacta que un drogodependiente puede presentar. Como creyentes, ¿qué haremos con él?

Dios dé sabiduría y bendiga a su pueblo.


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AUTOEVALUCIÓN

¿TIENE USTED PROBLEMAS DE ADICCIÓN?

Se recomienda en primera instancia, que se conteste el siguiente cuestionario de la forma más sincera que resulte posible, ya que de esto dependerá la utilidad del resultado final del mismo. Esta serie de preguntas también puede ser utilizada (aunque no está preparado con ese fin), por familiares o amigos de alguna persona que se piense que está con problemas por el uso de drogas y/o alcohol.

1 – ¿Debió en alguna oportunidad faltar a su trabajo, por haber estado usando alcohol u otro tipo de droga?

Si ----- No -----

2 – ¿Se han presentado problemas que afectaron a su familia por el hecho de que usted estuvo utilizando alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

3 - ¿Siente usted que si no usa alcohol u otra droga no puede superar un estado de timidez?

Si ----- No -----

4 - ¿Cómo consecuencia de usar alcohol u otra droga siente que su imagen para con la gente a perdido valor?

Si ----- No -----

5 - ¿Ha tenido problemas policiales y/o legales (incluso con el manejo de su vehículo) por el uso de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

6 - ¿Económica y/o financieramente ha tenido problemas por el uso de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

7 - ¿Ha llevado a su familia a que sufra problemas de índole económico y/o financiero por el uso de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

8 - ¿La mayoría de las personas con las que comparte su tiempo son usadores de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

9 - ¿Comienza las mañanas usando alcohol u otra droga para poder funcionar?

Si ----- No -----


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10 - ¿Ha notado que si no usa alcohol u otra droga usted no concilia el sueño con facilidad?

Si ----- No -----

11 - ¿Siente que si no usa alcohol u otra droga no tiene a pleno sus capacidades?

Si ----- No -----

12 - ¿Cuándo tiene problemas busca refugio en el alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

13 - ¿Ha tenido problemas laborales por el uso de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

14 - ¿Ha sentido necesidad de separarse de las personas con las que se encontraba, para en soledad usar alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

15 - ¿Debió recurrir al médico en alguna ocasión por problemas o malestares relacionados con el uso de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

16 - ¿En alguna ocasión experimentó alguna pérdida temporal de memoria mientas usaba alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

17 - ¿Estuvo alguna vez en algún tratamiento por el uso de alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

18 - ¿Ha tenido alguna advertencia médica donde se le indicó que suprimiera el uso del alcohol o de otra droga?

Si ----- No -----

19 - ¿En alguna oportunidad pudo llegar a reconocer que había usado más alcohol u otra droga de lo que hubiese deseado?

Si ----- No -----

20 - ¿Ha tenido sentimientos de culpa en alguna oportunidad por haber estado usando alcohol u otra droga?

Si ----- No -----

Para saber en qué situación se encuentra la persona que ha contestado esta serie de preguntas, se debe mencionar, que si simplemente se ha respondido con dos o tres SI, se está seguramente ante el caso de un enfermo de adicción, es decir de un adicto.

Tener el conocimiento de esta realidad no sirve de mucho, si en forma inmediata no se busca la ayuda necesaria, para lo cual recomendamos acercarse a un centro de ayuda


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para adictos.

Test recomendado a los padres para saber si su hijo utiliza drogas

Para advertir los síntomas desprendidos del uso de cualquier tipo de droga, incluido el alcohol, requiere un estado de alerta muy especial. No siempre resulta fácil distinguir entre el comportamiento “normal” de muchos jóvenes de hoy y el comportamiento que muestra un utilizador de drogas. Si no se procura hacer una buena distinción y diferencia, entre estas dos posibilidades, los padres pueden ser conducidos a apreciaciones equivocadas, hacia una posición o hacia otra. Este test ayudará a que los padres, no solo se basen en sospechas o en impresiones infundadas, sino también en resultados objetivos.

Además de observar las actitudes del hijo, es útil recordar, por ejemplo, que la marihuana es una hierba de color verde con matices marrones, que cuando se la fuma despide un olor dulce, bastante similar al del perfume “patchouli”. La marihuana suele ser utilizada por medio de ingesta, mezclada con otros vegetales, preparada como un tipo de “ensalada”. La cocaína es un polvo de color blanco, con un sabor generalmente amargo, que posee propiedades que hacen adormecer la lengua con el simple contacto. La misma puede ser utilizada por inhalación, por vía endovenosa, o puede igualmente ser fumada. Generalmente se la guarda en pequeños sobrecitos de papel metalizado, similar a los que se encuentran dentro de los paquetes de cigarrillos o chocolates, de papel glacé o papel común, o simplemente en bolsitas o tubos herméticos.

Se debe responder "si” o “no” a cada una de las siguientes preguntas:

01 - ¿Su hijo parece retraído, deprimido, cansado y/o se muestra descuidado en su aspecto personal?

Si ---- No ----

02 - ¿Se han deteriorado las relaciones de su hijo con otros miembros de la familia?

Si ---- No ----

03 - ¿Lo nota hostil y falto de cooperación?

Si ---- No ----

04 - ¿Ha dejado a sus antiguos amigos?

Si ---- No ----

05 - ¿No le va bien en la escuela, especialmente en lo que requiere concentración? ¿Han empeorado sus calificaciones o tiene asistencia irregular?

Si ---- No ----


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06 - ¿Ha perdido interés por los pasatiempos, el deporte u otras actividades?

Si ---- No ----

07 - ¿Han cambiado sus hábitos de comer y/o dormir?

Si ---- No ----

08 - ¿Utiliza desodorantes o perfumes fuertes para tapar algún olor?

Si ---- No ----

09 - ¿Tiene actitudes beligerantes ante sus preguntas o reclamos?

Si ---- No ----

10 - ¿Tiene las pupilas dilatadas y/o los ojos enrojecidos?

Si ---- No ----

11 - ¿Tiene conversaciones telefónicas y/o encuentros con desconocidos?

Si ---- No ----

12 - ¿En su casa faltan objetos de valor? ¿Tiene su hijo una necesidad creciente de dinero?

Si ---- No ----

13 - ¿Está más pálido de lo habitual? ¿Ha descuidado su pelo?

Si ---- No ----

14 - ¿Encuentra usted cajitas de fósforos agujereadas en el centro del lomo del envase o cualquier otro artefacto (bolígrafos sin punta y sin tapón, tubitos, etc.), que podrían servir para fumar cigarrillos hasta el final sin quemarse?

Si ---- No ----

15 - ¿Tiene su hijo papel para armar cigarrillos (en cajitas o sueltos)?

Si ---- No ----

16 - ¿Utiliza colirios?

Si ---- No ----

17 - ¿Tiene los dedos manchados por el uso de cigarrillos?

Si ---- No -----

18 - ¿Tiene feo olor, inclusive en su vestimenta y/o ropa de cama?

Si ---- No ----

19 - ¿Tiene elementos que puedan ser utilizados para picar la droga, como por ejemplo hojas de afeitar, tarjetas duras, cuchillos, navajas u otros objetos


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semejantes?

Si ---- No ----

20 - ¿Ha visto en posesión de su hijo, elementos que permitan aspirar drogas, tales como lapiceras sin tapa y sin tanques, tubitos, pajitas perforadas, o simplemente billetes enrollados?

Si ---- No ----

21 - ¿Ha detectado en poder de su hijo, cigarrillos de tabaco desarmados (utilizan el filtro de los mismos), jeringas y algún recipiente pequeño, como cucharas o tapitas de bebidas gaseosas, elementos útiles para preparar la droga?

Si ---- No ----

22 - ¿La nariz le sangra o le gotea a menudo?

Si ---- No ----

23 - ¿Presenta dificultades en el habla?

Si ---- No ----

24 - ¿Tiene marcas de pinchazos en brazos y/o piernas?

Si ---- No ----

ADVERTENCIA: Algunos de estos síntomas pueden encontrarse presentes en jóvenes que no se drogan. No por usar un arito o dejarse el cabello largo, un joven está utilizando drogas. Se trata de síntomas a tener en cuenta, los que deben ser sumados a los otros según la siguiente tabla, teniendo en cuenta las respuestas positivas:

De 0 a 3: No hay problemas a la vista

De 3 a 10: Alerta, esté atento a la conducta de su hijo. Controle sus pertenencias. De ser necesario consulte a un centro especializado

De 10 a 14: Consulte con un centro especializado. Es altamente probable que su hijo esté necesitando ayuda

En 15 ó más: Seguramente su hijo tiene problemas con las drogas y necesita un tratamiento

¡¡¡ATENCION!!!: No enfrente a su hijo en el momento que se encuentre bajo los efectos del alcohol y/o cualquier otro tipo de droga. Espere que esté sobrio para hablar con él. Entonces explíquele sus sospechas con calma y objetividad. Es recomendable buscar el apoyo y la ayuda de otros miembros de la familia para respaldar sus observaciones.

Tenga en cuenta que generalmente los jóvenes que se drogan no son honestos y niegan su adicción. Si usted cree que su hijo no está diciendo la verdad, a pesar de las pruebas y


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evidencias que muestra, hágalo evaluar, preferentemente por un profesional del campo de las adicciones. No es extraño que un adicto termine por aceptar su adicción a las drogas, más que nada por el deseo de conformar a sus padres, prometiendo no volver a hacerlo. En un alto porcentaje de veces, estas promesas solo quedan en el intento y la persona continúa drogándose solapadamente a escondidas.

Si su hijo está usando drogas, no se eche la culpa ni pierda tiempo esperando que el problema se solucione por sí solo. Lleve de inmediato a su hijo a una consulta con profesionales especializados, y en caso de que el se niegue, concurra usted y solicite asesoramiento personal.

Atención estimado estudiante: Estas preguntas y test finales, pueden ser de gran ayuda para la tarea que usted desee comenzar a realizar, especialmente en el medio donde se mueve habitualmente. Además, pueden comenzar formar parte de una serie de herramientas, las que como consejero podrá llegar a utilizar algún día.

Nota: Como parte necesaria para la aprobación de esta materia, el estudiante deberá cumplimentar un examen de evaluación que presentaremos más abajo. Además necesitará realizar un escrito sobre un tema a su elección sobre alguno de los tópicos vistos en esta materia, el cual deberá constar de cuatro (4) páginas escritas a doble espacio con una letra tamaño doce (12). Se aclara también que el estudiante deberá procurar no excederse de las cuatro (4) páginas solicitadas.


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universidad shema israel

Examen Final

Matéria – “La enfermedad de la adicción”

Examen de

“La enfermedad de la adicción” Nombre del Estudiante:………………………………………. Fecha:…………………

Nota: Se recomienda a los estudiantes, leer cuidadosamente cada pregunta antes de iniciar el tiempo de dar las respuestas de las mismas.

1 – De acuerdo a lo determinado por la ciencia, la predisposición genética no tiene

ninguna incidencia sobre las actitudes y las acciones de las personas con relación a la adquisición de la enfermedad de la adicción.

Verdadero…. Falso….. 2 - De acuerdo a lo visto en esta materia, ¿cuántas neuronas componen el Sistema

Nervioso Central: a – 10,000,000,000 b – 100,000,000,000 c – 1,000,000,000,000


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3 - De acuerdo a lo visto en esta materia, a dependencia química es una enfermedad

que cuenta con cinco muy bien definidas características. Mencione las dos faltantes de la lista que describimos a continuación:

- Obsesiva - Fatal - Crónica - …………………… - ……………………

4 – El neurotransmisor conocido con el nombre de norepinefrina, tiene como

característica, que regula el sueño y afecta el apetito. La escasez de esta sustancia produce afecciones en el estado de ánimo al punto de llevar al individuo a un estado depresivo agudo. Verdadero…. Falso….

5 - Dentro de los Conceptos Clínicos Farmacológicos, se conoce como Efecto Aditivo,

a la presencia de dos substancias que producen el mismo efecto, por lo que conllevan a la potencialización de las mismas. Verdadero…. Falso….

6 - Dentro de los Conceptos Clínicos Farmacológicos, se conoce como Efecto

Incompatible, a la acción de la substancia. Verdadero…. Falso….

7 - Dentro de la enfermedad de la adicción, el Síndrome de Tolerancia, es aquel que

muestra la capacidad que tiene una persona para tolerar sin ningún problema, el consumo de distintas drogas. Verdadero… Falso….

8 - La duración del efecto de la heroína es de aproximadamente media hora.

Verdadero…. Falso…. 9 - El alcohol se encuentra entre las drogas estimulantes.

Verdadero…. Falso…. 10 - Sin importar la manera que ingresan las drogas al cuerpo humano, su traslado al

cerebro siempre es por medio de las “células de la sangre” y/o “el plasma exterior de ellas”. Verdadero…. Falso….


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11 - Cuando hablamos de la enfermedad de la adicción, habitualmente se utilizan los

términos “negación” y “racionalización o justificación”. Determine a que se está haciendo referencia.

a - Mecanismo de acción b - Mecanismo de defensa c - Los dos anteriores son falsos 12 - De acuerdo a lo mencionado en esta materia, determine cuantos años antes del

advenimiento del Mesías, existen indicios del uso de la marihuana.

a - 1,500 b - 2,730 c - 4,200 13 - Dentro de las drogas conocidas como alucinógenas, encontramos a la mezcalina,

hongos y LSD. Verdadero…. Falso….

14 - Dentro de los Conceptos Clínicos Farmacológicos, nos encontramos con uno que

habla de “malestar físico experimentado por la falta de droga”. ¿Cuál de las siguientes opciones es la correcta?

a - Síntoma de abstinencia o retiro b - Efecto antagónico c - Fármaco dinámica 15 - El método llamado “La técnica de la intervención” (para el adicto), ha sido

desarrollada por el Instituto Johnson (Minneapolis, Minnesota).

Verdadero…. Falso…. Nota explicativa sobre la clasificación que se debe lograr con esta evaluación: El estudiante que responda correctamente a las quince (15) preguntas, obtendrá una puntuación del 100%. Cada respuesta no correcta, ira produciendo una quita proporcional. Para dar por aprobada esta evaluación, se deberá lograr una puntuación mínima del 70%.


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APUNTES

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pastor dr. raúl tarela -...

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