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¿Qué es la Cuaresma? Este año 2018, la Cuaresma comenzó el 14 de febrero con la celebración del Miércoles de Ceniza. La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. La Cuaresma dura 40 días; comienza el miércoles de ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios. Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección. Ayuno y abstinencia El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los dieciocho hasta los cincuenta y nueve años de edad. Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia. ¿Cómo vivir la Cuaresma? Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal. Ante todo, la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la oración, si el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre a la oración del Espíritu cooperando con ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38). PARROQUIA «SAN DÁMASO» Curso Pastoral 2017-2018, Nº 4 febrero 2018 Teléfono: 91 733 94 09 Emergencias: Noches: de 22.00 a 7.00: 913 717 717 Correo: [email protected] http://parroquiasandamaso.wordpress.com

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Page 1: PARROQUIA «SAN DÁMASO» · frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía, lo mismo la práctica del ayuno, según las posibilidades de cada uno. La mortificación

¿Qué es la Cuaresma?

Este año 2018, la Cuaresma comenzó el 14 de febrero con la celebración del Miércoles de Ceniza. La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el miércoles de ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

Ayuno y abstinencia

El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los dieciocho hasta los cincuenta y nueve años de edad.

Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde

reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.

¿Cómo vivir la Cuaresma?

Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal. Ante todo, la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la oración, si el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre a la oración del Espíritu cooperando con ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38).

PARROQUIA «SAN DÁMASO» Curso Pastoral 2017-2018, Nº 4 febrero 2018

Teléfono: 91 733 94 09 Emergencias: Noches: de 22.00 a 7.00: 913 717 717 Correo: [email protected] http://parroquiasandamaso.wordpress.com

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que

marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la

Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y

de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir

más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza

y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves

Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del

domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y

estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos

de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa

luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia,

de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio

pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La

Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia

Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando,

compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos

invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos

ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de

nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la

reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida,

hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la

envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a

los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y

apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a

tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la

resurrección.

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Asimismo, también debemos intensificar la escucha y la meditación atenta a la Palabra de Dios, la asistencia frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía, lo mismo la práctica del ayuno, según las posibilidades de cada uno.

La mortificación y la renuncia en las circunstancias ordinarias de nuestra vida, también constituyen un medio concreto para vivir el espíritu de Cuaresma. No se trata tanto de crear ocasiones extraordinarias, sino más bien, de saber ofrecer aquellas circunstancias cotidianas que nos son molestas, de aceptar con humildad, gozo y alegría, los distintos contratiempos que se nos presentan a diario. De la misma manera, el saber renunciar a ciertas cosas legítimas nos ayuda a vivir el desapego y desprendimiento.

De entre las distintas prácticas cuaresmales que nos propone la Iglesia, la vivencia de la caridad ocupa un lugar especial. Así nos lo recuerda San León Magno: "Estos días cuaresmales nos invitan de manera apremiante al ejercicio de la caridad; si deseamos llegar a la Pascua santificados en nuestro ser, debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de esta virtud, que contiene en si a las demás y cubre multitud de pecados".

Esta vivencia de la caridad debemos vivirla de manera especial con aquél a quien tenemos más cerca, en el ambiente concreto en el que nos movemos.

Cómo vivir la Cuaresma

1. Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome

Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si me duele haberlo ofendido, si realmente estoy arrepentido. Éste es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón.

2. Luchando por cambiar

Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día con día y revisa en la noche si lo lograste. Recuerda no ponerte demasiados porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Hay que subir las escaleras de escalón en escalón, no se puede subir toda de un brinco. Conoce cuál es tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste. Tu plan debe ser realista, práctico y concreto para poderlo cumplir.

3. Haciendo sacrificios

La palabra sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa "hacer sagrado". Entonces, hacer un sacrificio es hacer sagrada una cosa, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios, porque lo amas, cosas que te cuestan trabajo. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.

4. Haciendo oración

Aprovecha estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Hablar con Dios siempre es bueno.

Proyecto de la reforma del presbiterio –

Hemos formado una junta de obra para planear la obra con

la que esperamos reformar el presbiterio. Hay miembros de

las dos parroquias y pronto os daremos más detalles.

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Programa Semana Santa 2018

Domingo de Ramos: Bendición de ramos en todas las misas

Jueves Santo: La Cena del Señor: 18:00 – Presidida por Don Ronald

Hora Santa: 20:00 – Presidida por Don Francisco

Viernes Santo: Vía Crucis: 12:00 – Dirigido por Don Fernando

Pasión del Señor: 18:00 – Presida por Don Javier

Sábado Santo: Rezo de Laudes: 10:00 – Dirigido por Don Francisco (seguido de chocolate con churros)

Vigilia Pascual: 20:00 – Presidida por Don Fernando, con concelebrantes

(La Vigilia empieza con la bendición del fuego / Cirio Pascual por la entrada principal)

Misas del Domingo de la Resurrección

10:00 – Presidida por Don Francisco

11:00 (inglés) – Presidida por Don Ronald

12:30 – Presidida por Don Fernando

19:30 – Presidida por Don Javier

PARA MÁS INFORMACIÓN: LLAMA AL 91-733-94-09

VIA CRUCIS Durante toda la Cuaresma tendremos el ejercicio

del Vía Crucis a las 18:30, todos los viernes. ¡Estáis invitados a

participar! Vamos a acompañar al Señor en el Camino de su

Pasión y Muerte hasta que podamos resucitar con Él. Ser uno

con Cristo, es la imagen más perfecta del cristiano.

Charla Cuaresmal Especial - La Sábana Santa

El día 22 de febrero, después de la misa de las 19:30, Don César Balta, un experto en la Sábana Santa va a darnos una charla sobre ella en el salón de Actos. Viene como un invitado especial del grupo de la oración de San Dámaso, Amor de Dios. Os animamos a asistir esta conferencia tan interesante.

Una Feligresa de San Dámaso organiza una excursión cultural a la provincia de Cuenca el sábado, 14 de Abril 2018. Salida a las 08.30 horas de la Parroquia en la esquina de Agustín de

Foxá. PRECIO POR PERSONA - 60 euros.

Incluye: - Transporte en autocar ida y vuelta. (Grupo mínimo de 30 personas). - Visitas guiadas y entradas al parque arqueológico, al monasterio y a las minas. - Almuerzo en Restaurante de la zona. Inscripciones: Contactar con Esmeralda, en el despacho parroquial.

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Una antigua leyenda noruega nos habla de un hombre llamado Haakon, que cuidaba una ermita. A ella acudía la gente a orar con mucha devoción. En esta ermita había una cruz muy antigua. Muchos acudían ahí para pedirle a Cristo algún milagro.

Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor. Le impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodilló ante la cruz y dijo: “Señor, quiero padecer por Ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la Cruz.” Y se quedó fijo con la mirada puesta en la imagen, como esperando la respuesta. El Señor abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras: “Hermano mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición.” “¿Cuál Señor? -preguntó -. Es una condición difícil? ¡Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor!”. “Escucha. Suceda lo que suceda, y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre”. Haakon contesto: “¡Te lo prometo, Señor!”. Y se efectuó el cambio. Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz. El Señor ocupaba el puesto de Haakon.Y éste por largo tiempo cumplió el compromiso. A nadie dijo nada, pero un día, llegó un rico, después de haber orado, dejó allí olvidada su cartera. Haakon lo vio y calló.

Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas después y se apropió de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvió a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se la había apropiado. El rico se volvió al joven y le dijo iracundo: “¡Dame la bolsa que me has robado!”. El joven sorprendido replicó: “¡No he robado ninguna bolsa!”. “No mientas, devuélvemela enseguida!”. “¡Le repito que no he cogido ninguna bolsa!”. El rico arremetió furioso contra él. Sonó entonces una voz fuerte: “¡Detente!”. El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haakon, que no pudo permanecer en silencio, gritó, defendió al joven, increpó al rico por la falsa acusación. Éste quedó anonadado y salió de la ermita. El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje. Cuando la ermita quedó a solas, Cristo se dirigió al monje y le dijo: “Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio”. “¿Señor, como iba a permitir esa injusticia?”. Jesús ocupó la Cruz de nuevo y el ermitaño se quedó ante la cruz. El Señor siguió hablando: “Tu no sabías que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero. En cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida. Tú no sabías nada. Yo sí sé. Por eso callo.” Y el Señor nuevamente guardo silencio. … Muchas veces nos preguntamos por qué razón Dios no nos contesta, por qué razón Dios se queda callado. Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero Dios no es así. Dios nos responde aún con el silencio. Él sabe lo que está haciendo.

INTERCAMBIO DE CURA

El domingo, día 25 de febrero, el Padre Ron y el Padre Fernando van a tener un intercambio de misas. El párroco quiere celebrar la misa parroquial de San Dámaso tantas veces como pueda. La dificultad es que no es fácil encontrar a sacerdotes de habla inglesa para cubrir la misa dominical en inglés. Gracias a Dios, y al espíritu generoso de Don Fernando, los sacerdotes pueden tener un intercambio de vez en cuando. Don Fernando va a celebrar la misa en inglés a las 11:00 y el padre Ronald a las 12:30 en castellano.

ADORACIÓN Y BENDICIÓN ESTE MES: 16 DE FEBRERO 18:30