párabola de la gallina y el huevo

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Párabola de la gallina y el huevo. En la sesión-clase del día once de agosto de 2012 la maestra nos contó una parábola muy bonita e interesante que aporta un claro mensaje sobre la diferencia abismal que existe entre el simple hecho de involucrarse y el de comprometerse. Es claro que muchas veces las personas actuamos con tibieza y no nos comprometemos con nuestro trabajo o en otros aspectos de la vida cotidiana; en el plano educativo las actitudes y acciones de muchos maestros demuestran que no sienten amor, apego y verdadero compromiso con su labor docente, no actúan con profesionalismo mucho menos con vocación y su actuar refleja esa falta de interés. La educación en nuestro país presenta muchas deficiencias precisamente por la falta de compromiso de muchos de los implicados en el proceso iniciando desde los padres de familia, cuando muchos se deslindan de su responsabilidad y delegan a la escuela todo el compromiso de la educación; muchos maestros que no tienen interés ni deseos de dar un poco más de sí mismos, ni un minuto menos ni un minuto más y por quienes muchos buenos, excelentes maestros son condenados a cargar la misma cruz , el estigma social que condena a llamar mediocre el actuar docente, muchos burócratas, sindicalistas, gobierno … que verdaderamente tienen un actuar tibio. No es lo mismo involucrarse , solo aparecer ; comprometerse es algo que va más allá del solo hecho de querer aparecer en la portada, es entregarse, implica lucha, desafíos, decisión, arrojo, solo los valientes se comprometen, son los que van más allá ,son los que pueden dar la vida por una obra, un proyecto, un amor, un sueño, una causa. Son los que viven para servir, son los que viven queriendo dejar huella sin importar si serán aplaudidos o no pues tienen objetivos y convicciones, valores de justicia, responsabilidad y aman la verdad, la solidaridad y el trabajo. Gracias maestra Rosario por esta historia. ¡ me encantó!.Como maestra, como persona…mi actuar jamás debe ser tibio.

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Párabola de la gallina y el huevo.

En la sesión-clase del día once de agosto de 2012 la maestra nos contó una

parábola muy bonita e interesante que aporta un claro mensaje sobre la diferencia

abismal que existe entre el simple hecho de involucrarse y el de comprometerse.

Es claro que muchas veces las personas actuamos con tibieza y no nos

comprometemos con nuestro trabajo o en otros aspectos de la vida cotidiana; en

el plano educativo las actitudes y acciones de muchos maestros demuestran que

no sienten amor, apego y verdadero compromiso con su labor docente, no actúan

con profesionalismo mucho menos con vocación y su actuar refleja esa falta de

interés.

La educación en nuestro país presenta muchas deficiencias precisamente por la

falta de compromiso de muchos de los implicados en el proceso iniciando desde

los padres de familia, cuando muchos se deslindan de su responsabilidad y

delegan a la escuela todo el compromiso de la educación; muchos maestros que

no tienen interés ni deseos de dar un poco más de sí mismos, ni un minuto menos

ni un minuto más y por quienes muchos buenos, excelentes maestros son

condenados a cargar la misma cruz , el estigma social que condena a llamar

mediocre el actuar docente, muchos burócratas, sindicalistas, gobierno … que

verdaderamente tienen un actuar tibio.

No es lo mismo involucrarse , solo aparecer ; comprometerse es algo que va más

allá del solo hecho de querer aparecer en la portada, es entregarse, implica lucha,

desafíos, decisión, arrojo, solo los valientes se comprometen, son los que van más

allá ,son los que pueden dar la vida por una obra, un proyecto, un amor, un sueño,

una causa. Son los que viven para servir, son los que viven queriendo dejar huella

sin importar si serán aplaudidos o no pues tienen objetivos y convicciones, valores

de justicia, responsabilidad y aman la verdad, la solidaridad y el trabajo.

Gracias maestra Rosario por esta historia. ¡ me encantó!.Como maestra, como

persona…mi actuar jamás debe ser tibio.