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CARTI:LI:5 EL SEMANARIO NACIONAL

FUNDADO EN 1919 POR OSCAR H. MASSAGUER·

· Publicado por Sindicato tle Artes Gráficas u ·'la Habana, Avenida de Almen­dares y Bruzón.-Cable y Telégrafo "Carteles".--1Teléfonos: Dirección: U-1651¡ Redacción: U-5621¡ Administración: U-2732.-0ficina en New York: Hotel MacAlpin Jer piso. Carlos Pujol,. Representante.-Número suelto, 10 cents. ; atrasado, 20 cents.-Acogido a la franquicia postal y re-

gistrado en Correos como correspondencia de Segunda clase;

NUESTRA PORTADA .= ...... -------ti, · 1 HE MEROTEC A

El culto a la belleza se profesa ahora, más que litúlfC]lR'e'it. el mundo entero. "-------t'

En las revistas, libros y espectáculos teatrales de los países más civilizados de América y del Viejo Continente, se refleja esta admiración colectiva por la forma humana en su más bella manifestación: el cuerpo femenino.

En los Estados Unido5, el paso de avance realizado en este sentido ha sido enorme. Y a ello ño ha contribuído poco el arte de los fotógrafos, autores de los estudios que nos permiten ad­mirar la belleza incomparable de algunas de las más hermosas actrices y modelos neoyorquinos.

La fotografía que presentamos en nuestra portada, viene a enriquecer la magnífica galería de estudios de ese artista de la cámara que se llama De Mirjian.

Para él ha ser:vido de modelo Miss PALMER, una de las más aplaudidas actrices que se mueven én los escenarios ex­quisitamente frívolos de los Follies de la urbe de los rascacielos.

(De Mirjian Studio.)

NOTAS r NOTICIAS-

Con la estancia entre noso­

tros de compositores tan cono­

cidos y celebrados como el maestro Lerdo de Tejada, Al­

fonso E sparz.11 Oteo y fosé

C11stro Padilla, los lind~s aires

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¿Quién tiene la palabra? 5-

i1 CART[L~5 li , EL SEMANAUIO NACIONAL ·

ALFREDO T. QUÍLEZ.-_ _ _ __ 1

Director EMILIO ROIG DE LEUCHSENRIJ\G

Sub-Director ALEJO CARPENTIER

Jefe de Redacción

HE MEROTECA

R~ ~:_ VA

O S C A R H . M A S S A G U E R

Administrador

VOL. X LA HABANA, MARZO 27 DE 1927 NÚM.13

Ji)()S ASPtCTOS DE LA ACTUALIDAD MUNICIPAL

, .•. ," · . ·~ E un lado, la indignación de ciertos elementos liberales ·-. ·¡¡···· por la política de cesantías y de exclusiones que viene

. .__,f \ ._ . . · practicando el flamante Alcalde. De otra parte, el es-~~;-1 ;{i}.::, , tado de . b_ancarrota en que ·éste ha encontrado la hacien-.. · © ~ da municipal. JI il ' ll 1~ . Ambos son aspectos expresivos de la clase de polí• tica que nos gastamos por estas latitudes. Una turba de medradores pro­fesionales de la cosa pública, asedia al nuevo alcalde para que, traicio-

p ando las intenciones y esperanzas populares que le llevaron al poder y haciendo, en cambio, causa común con una milicia asambleística que hizo todo lo posible por malograr su triunfo primero y por privarle de él después, ratifique en sus puestos a los _empleados de la anterior "ad­ministración" o los sustituya con gente de filiación igual. Y como el Alcalde, lógicamente, no accede a esto, la turba famélica se irrita, le acusa ante las altas autoridades gubernativas, y llega hasta a amenazar con anular la voluntad de los comicios gestionando el nombramiento de un nuern alcalde de facto. Es decir, que se pretende negarle al Al­calcle, no solo el derecho de gobernar con sus amigos, sino también el ele servirse ele aquellos elementos que él estime más aptos para el me­jor éxito de su gestión. Contra su saludable actitud higiénica, empeñada plausiblemente en limpiar el Municipio de todos los detritus del pasado cuestista, se esgrimen consideraciones tardías de lealtad liberal que antes no supieron aplicarse en favor suyo . Una vez más se ponen, por encima de las urgencias de la rectitud, de la decencia, de la eficacia y del progreso administrativos, los supuestos derechos de los correligio­narios a gozar del presupuesto, sean cuáles fueren sus aptitudes buro­cráticas . . ¿ No es e~to típico de nuestra psicología politiqueril de siempre?

Para cohonestar semejante actitud, lo único en que hubieran podido fundarse sus mantenedores tendría que haber sido la probidad de la an­terior admin istrac ión. Si el seiior Cuesta, de ingrata memoria, hubiera hecho una gestión, no ya merecedora de aplauso, pero siquiera tolerable­mente discreta· y limpia ante los criterios más benévolos, eRtonces, re­petimos, se comprendería mejor esta pretensión actual de los que antaño fueron sus amigos o sus cómplices. Pero lo que fué la aclministración de Cuesta, todo el munclo lo sabe ; y por si alguien lo ignora, ahí está el segundo aspecto municipal que comentamos: el estado de las finanzas capitalinas, que acusa un déficit de cerca de $200,000.00.

Tan grave es la situación, a tal extremo llegó el saqueo, y tan ab­~olutamente agotados están todos los créditos municipales, que Miguel Mariano se encuentra ante el problema nada envidiable de tener que aclmi.nistrar la ciudad sin finanzas, a no ser que se formase uh presu­puesto s~traorclinario. El Hospital de Emergencias tendrá que clausu­·~~se, si en seguida·no se procuran fondos para su sostenimiento. Los 1~_1nos ele las crcches y ele los asilos tendrán que ser echados a la calle, si no se consigue el <linero r.ecesario para subvenir al sostenimiento de c~as instituciones benéficas. La Policía y numerosos empleados muni­cipales, no poclrán percibir sus haberes. Con 'todos los fondos destina­dos a cubrir esos y muchos otros capítulos clel presupuesto municipal, barrió sin escrúpulos la rapacidad cuestista.

. Y ante esa situación, que clama por una cura calcinante; de sal y ,·inagre, a los politiquillos de pan llevar no se les ocurre nada más de­coroso que protestar contra las cesantías y pedir que se les dé nuevamente acceso a las enflaquecidas ubres del presupuesto!

EL REMEDIO Y EL ESCARMIENTO

O ' sabemos cuál pueda ser ni dónde pueda estar el reme­dio crematístico inmediato para esta situación particular •

·; Pero sí estamos convencidos de que la única manera que existe de evitar que estas cosas se repitan en lo sucesivo, es la de hacer caer el peso de la ley sobre los responsa­bles de la situación que acabamos de describir. En cual-

quier otro país, ya se habría abierto una amplia y minuciosa investiga­ción; ya estarían probablemente en la cárcel los malversadores; ya se habría cubierto para siempre de oprobio-<lel . oprobio oficial,-a los que aun andan entre nosotros repantigados en sus máquinas de lujo, osten.; tando el halago de sus millones ante· el asombro y la in_dignac_ión del pueblo. Aquí no ha habido todavía sanción alguna. Si se alude siquiera al Malversador, es para lamentar -"su caída" y para insinuar que debe respetarse su condición de v·encido . . . Entretanto, se mueren de -sus lla­gas los enfermos en lo~ hospitales, se quedan· sin tech0 los niños de las cr~ches, se demora la retribución debida por su trabajo a los vigilantes del orden público y a los sufridos empleados . ¿Con qué derecho se puede hablar de "Regeneración" ante todo esto? ¿Cuándo llegará ver­daderamente para Cuba el día en que la ley se aplique sin excepciones "caiga quien caiga?" ¿ Cuándo se perseguirá a los grandes delincuentes señalados por el dedo público y· se les obligará a rendir cuentas, comp se hace con los pequeños transgresores?

AQUILINO LOMBARD, OPINA

Í, señores, el legislador Aquilino Lombard ¡ ha opinado! ..• Lo ~a hecho de dos modos. Primero, positi;amente: ~ro­

.• poniendo un proyecto de ley que establecena los cultivos ~~lJ' =_--~.i· menores obligatorios. D_espués, negativamente: enderezan-~j -~,- do una tremenda ofensiva contra el ilustre Secretario de -,-/:\. ·., Agricultura etc., General Delgado. ¿Cómo negarle nuestro aplauso a ambas intenciones? A la orimera sobre iodo por ser 1~ más original, p~~s lo de atacar al pobre ·GeneraÍ Delgado s~ va ha­ciendo ya algo clas1co. (El General Delgado es, cosa curiosa, el blan­co ... de todas _las sátiras. Todos en él pusisteis vuestras manos . . . ) Pe­roio de los cultivos menores, aunque es una proposición algo simplista de las que responden a la creencia de que los problemas se resuelven ~an­~a_n~o~ no deja de tener un principio de sabid~ría. Por lo menos, es un:t 1~1c1_at1va, e_s un enfoque de la necesidad de diversificación agrícola. ¡Si s1qu1era tuviese la fortuna de echar a lo~ !egisladores a pensar acerca de él!

NOTÍCULAS DE ACTUALIDAD

ªARLOS MIGUEL ha hecho ya casi una milla submari­

na, para_ justificar el título--honorir caura--de Julio V:erne cnollo. Se podrá o no estar de acuerdo con cier­tas exhibiciones anatómicas del Honorable Secretario; pe­ro !1-º hay duda ~e que el hombre ha tomado su oficio en

· seno, aunque el efecto sea algunas veces tan cómico.

,, El Ge~eral Loynaz abandonó el nebuloso Cuarto Partido . . . ¿Se­rá qu:, los Jefes_ ya se han tirado los trastos a la cabeza? Siempre n~ parec10 que hab1a demasiada oficialidad y poca soldadesca. Por lo me­nos, pocos reclutas declarados .. .

'l~I ... LEB DtJ ·RtJPAll.Afl0~1tJS

IUANDO Demitris se

enteró que varias nacio­nes habían- declarado la guerra, rompiendo las · hostilidades, sintió in­

. tensa alegría. ¡ Ahora sí que iba a poder surtir

bien su taller de reparaciones d~ org_anismos humanos! ·

. Sabía que la guerra es implacable, pues en ella se desbordan todas las pasiones, alimentadas por todos los pre juicios, haciendo del hombre un lobo nunca satisfecho, en su tarea de anular existencias. · · ·

Mót-irían muchos millares y hasta millones de personas de ambos sexos y de todas las edades, así como ani­males mimados en épocas anteriores; quedarían muchos individuos inv.áli­dos; sobrevendrían epidemias asola­doras y, finalmente, los pueblos que­.darían bajo el azote de impuestos abrumadores, para reajustar sus pre­supuestos y pagar las enormes deudas contraídas en el sostenimiento de la contienda.

Demitris · sabía todo eso; pero se sentía alegre . . Él era comerciante y buscaba y aprovechaba para su nego­cio, todas las oportunidades.

. La guerra le proporcionaría un gran surtido para su taller. Piern; s, brazos, corazones, hígados, riñones, vísceras cerebrales, manos, dedos, ojos, pies, etc. ¡ De todo tendría en abundanciaJ

¡ Mientras más ardor mostraran los combatientes, más oportunidades aprovecharía él, como las aprovecha-

- han también los demás colegas que refaccionaban los ejércitos, 'tanto de comestibles, como de pertrechos! ¡ Esos eran los verdaderos ganancio­sos en estas contiendas!

Demitris partió hacia los campo~ de batalla y en ellos adquirió piezas de repuesto en gran cantidad. Su ta­ller fué ampliado, anunciando, con gran minuciosidad, el nuevo surtido.

Lo "mejor" de la población acu­dió al establecimiento. j Estaba bien repleto de material humano! ¡Na­die se quedaría sin reparar su orga­nismo, si lo deseaba! j Allí había de todo, para todos !

Corazones que habían pertenecido a hombres generosos y a hombres ava-

(/6U' ANTONIO. (})ENICHE,-:,

ros; cerebros privilegiados por la in- empeñado en escriliir "La Historia teligencia y obtusos; hígados de per- del Mundo antes de ser conocido". s.onas que jamás habían tomado una Luego se presentó un repórter en­copa de alcohol; riñones excelentes, vejecido · prematuramente. Buscaba brazos, piernas, costillas, ojos, etc. repuesto para casi todas las· piezas de _¡De todo! su organismo. ¡Tarea para· .rato ten-

Úemitrisl tenía expuestos estos ma- dría con él, Demitris!

teriales humanos, en grandes bote- Le siguió un policía, deseoso de ·llones, parecidos a esos que se -em- prestar buenos servicios . plean para el expendio de aguas mi- Después un beodo consuetudinario, nerales a las familias. con afán de reponer su hígado ave-

Cada botellón tenía una etiqueta, riado. explicando las condiciones del con- Le siguió otro individuo en busca tenido. de nuevos riñones, para ver si ·no le

molestaban los "cálculol Demitris sostenía la teoría de que

el comertiante no debe tener escrú­pulos en lo relacionado con la busca de utilidades a su negocio; Para él, todos los medios eran buenos; así es que lo mis149 ponía a la . etiqueta de un corazón, que éste era generoso,

Más tarde llegó un hombre muy bien trajeado, pidiendo un corazón conquistador de mujeres bonitas y ricas.

Se presentó también un carcelero en busca de unos brazos que seme­jasen macetas, para golpear a los re­d usos y un corazón duro para no apiadarse de ellos, en ningún mo­mento.

El cura decía entristecido y a ra­tos colérico. ·

-Ese bribón me ha engañado cerno a un niño,

El prestamista, casi congestionado por la indignación, decía:

-El corazón que me puso De­mitris es tan blando, tan sensible, que cuando entra un cliente en mi establecimiento, con idea de empe­ñar alguna prenda, le pregunto el dinero que le hace falta y se lo doy, diciéndole que se lleve la prenda. ¡Y Demitris me dijo que el corazón que me había puesto era tan duro como el granito!

El poeta decía sollozando: -Desde que estuve en este taller

diaból ico, estoy haciendo un poema dedicado a la Madre Naturaleza y no he podido escribir más que estas dos líneas:

"En la enramada del_ j,~rdín, ya no canta el tomeguin.

como a-varo; valiente,\ como cobarde; enamorado, como tímido ante las mujeres. ¡Después que él pusiese las piezas de repuesto, ahí se las diesen todas!

El primer cliente que se presentó, fué un cura.

El militar se lamentaba de que Luego se presentó un m~estro de apenas sentía el ruido producido por

escuela, con deseos de cambiar sus un disparo, comenzaba a temblar y ojos opacos por otros nuevos y a la concluía por correr. vez adquirir algunas vísceras cere­brales. Pidió algo para reforzar el cere­

bro, el corazón, el hígado y los ri­_!!o~es. U na reparación casi general. De precio, no hablaron, pues DemÍ­tris había fijado un cartel en su ta-ller, que decía: . .

"EL IMPO,RTE DE <;ADA COMPOSICION ESTARA DE ACUERDO CON LA NECESI­DAD QUE DE ELLA SIENTA EL CLIENTE."

Después llegó un prestamista, que a fuerza de usura había ampliado grandemente su negocio y buscaba un corazón tan duro como el suyo, cuando comenzó las operaciones. En el acto fué complacido. Demetris le extrajo el corazón desgastado y le colocó hábilmente otro, que dijo te­ner la consistencia· del granito.

Luego llegó un poeta, que quería seguir pulsando la lira, en su afán de ser coronado alguna vez "públi­camente".

Al poeta siguió . un militar que ambicionaba una estatua por su va­lor. Buscaba un corazón más va-liente que el que poseía. ·

Le siguió un literato que sentía languidecer su fecundidad y estaba

Llegaron más tarde muchos má personajes, que el lector puede su­poner a su manera y como una ava­lancha entraron en el taller infi­nidad de cojos, mancos, tullidos. sordos, ciegos, mudos, etc., todoi con afán de salir como nuevos. Ha­bía algunos que pedían pies y dedo! que fuesen rebeldes a las callo­sidades.

i Y a todos complacía Demitris !

Pasado algún tiempo, se formó un gran escándal~ frente al taller de reparaciones de Demitris, que había desaparecido, dejando las puer­tas completamente · cerradas.

Rostros descompuestos, brazos amenazadores, caras compungidas, y gritos estentóreos, ofrecían las ca­racterísticas de un motín.

¡ Los clientes de Demitris se ha­bían sublevado y buscaban al habi­lidoso tallerista', con intenciones de lincharlo.

-Nos ha engafiado--gritaban. Y cada uno exponía lo que le es­

taba ocurriendo.

El literato, echándose para atrás el pelo de la cabeza, como para en­señar la anchura de, su frente, ex­clamaba :

-He sufrido una gran decep­ción. Y a no podré escribir "La Historia del Mundo antes de ser co­nocido". Ese bribón de Demitris me ha éngañado. No se me ocurre na­da. Hace tres meses que estoy de­lante de la mesa, en la que he co-locado una pi rámide de cuartillas para escribir y solo he podido tra­zar estas palabras:

"Aquella tarde el Sol, al ponerse, parecía sumergirse en el agua Y darse un baño."

Y de ahí no paso. Del baño no sal_g-9.

El hombre tenorio, con el rostro descompuesto,. dec~a:

-Pobre de mí, que con el _ c~­razón que me ha puesto Dem1t_ns, me quedo mudo y bajo les OJOS,

cuando veo una mujer. Soy hombre perdido. ·

El repórter, decía desconce.rtado'. -Me acaban de despedir del pe~

(Continúa en la pág. 34 J

IEl!-EZAS Dlt I.A

PANTA-LLA

CLA IR, 1111a tic las m,ís lindas vecinas de H oll_r-n·ood, prepar1í11rlosc a conmem orar rl primer cen­tenario rlr la muerte rle B l'ctho·vc11, cjr.c11ta11rlo la parte coral rlc la Novena

Sinfonía n1 SIi guitarra hawaiana.

(Foto Uni·vcnal.)

Si riel cubilete rlc los darlos hubiera ial;_{o n ta Q.-JOAN AL­DEN, de la Uni­versal- bendeciríam os com o nunca la resta11-1·acitÍ11 rlc la cn cr111ta-

dora "carabina" ·de antmio.

( F oto Universal.)

LAURA LA PLAN-TE, en es.ta escena de SI/. reciente película Thc cat an<l the ca­nary, parece opinar r¡ue el culto de la be­llr-::.a sr predica con rl

ejemplo. (Fofo Uniw rsnl. )

/

fl. NA tardé, a medÍados

de Octubr~, regresába­mos al pueblo el guar­dabosque Martelot y yo· l)Or la selva de Charbon­

niére y al· llegar a la encrucijada de la Belle Étoile, tropezamos con dos Hermanas de . la Doctrina.

Con gran sorpresa mía ví a Mar­telot, que es· poco comunicativo, de­tenerse para saludar a las dos reli­giosas· y cambiar con · ellas unas c~ntas palabras.·

Cuando volvió a reunirse conmi­go, las dos tocas blancas se perdían ya en la bruma de un sendero. Mar­telot volvió a encender su p:pa apa­gada y empezó a decirme entre fu­mada y fumada: · -Y o no soy muy calambuco que

digamos, pero siento una estimación profunda por esas buenas hermanas y no de'jo nunca de saludarlas1 en recuerdo de una de sus compañera~ que me dió una vez el ejemplo más hermoso de abnegación y firmeza ~e carácter . . .

Fué una aventura singular;. cada vez que me acuerdo se me pone la carne de gallina . . .

Tuvo lugar cerca de aquí, duran­te la guerra _con Prusia. Yo vivía en esa época en Fontaine-Franpise, en casa de mis padres y formaba parte de los movilizados de la cite­d'Or. El día 21 de junio de 1871, el general Manteuffel, queriendo incorporarse a las fuerzas de Wer­der, había lanzado sobre Dijon las tropas del general Kessler. Duran:.. te el combate, fuí hecho prisionero junto con unos cincuenta moviliza­dos del Yonne.

Fuimos conducidos primero a Messigny, donde estaba acampado uno de los regimientos de Kessler y allí, en una pradera, pasamos la noche tiritando de fríe•.

Por la- madrugada nos ordenaron que siguiésemos hasta Chatillon y nos pusimos en marcha escoltados por una treintena de soldados de la landwehr y dos suboficiales.

Aquello·s Westfalianos de barbas rubias, con los fusiles al hombro y hayonetas caladas marchaban en fi­las apretadas a ambos lados del fan­goso camino, por el centro del cual c:hapoteábamos nosotros, calados has­ta los huesos, lamentables, cu~l reba­ño que se lleva al matadero.

Cuando algún rezagado se que­daha un -poco atrás, un culatazo er los riñones lo obligaba a apretar el

@ID6U~SJ a au1.-t lt't,turid

( Traducción . especial para CARTELES)

Los· Westfalianos se burlaban de nuestras caras asustadas y de vez en cuando nos gritaban en medio de risotadas: Kaput, Franzosen, ka­put! . .. lo que de ninguna manera contribuía a devolvernos el aplomo.

Algunos fingían una gran com:­pasión y cuando . pa~bamos por al­guna finca incendiada movían hi­pócritamente la cab~za, murmuran­d~ _:

1 "¡ La guerra! ¡ Ay,, que desgra­

cia .... Las aldeas que atravesábamos pa­

recían desiertas; apenas tras alguna que . otra cortina tímidamente 'levan­tada, distinguíamos un rostro que se pegaba a los cristales un instante pa-· ra desaparecer en cuanto veía los uniformes alemanes. Después de tres horas de marcha, hicimos alto

en la aldea de Recey y acampamos en la plaza del pueblo, frente a la alcaldía y a la escuela.

Algunos aldeanos, entre los que predominaban las mujeres, se agru­paban ,tras el cqrdon · de centinelas y nos enviaban silenciosamente mi­radas llenas de piedad; los más osa­dos trataban de hablarnos, pero los Westfalianos los rechazaban bru­talmente.

Habíase prohibido termi.nante­mente toda comunicación con los habitantes del pueblo y, aunque es­tábamos muertos de hambre, nadie podía ofrecernos ni un pedazo de pan ni un vaso de vino.

Hízose sin embargo una excepción a favor de las religiosas. Solo ellas podían entregar a los prisioneros de

"S11 ro1fro, enérgico y dulce al mismo · tiempo, utaba lleno de inte­ligencia, y tenía 1111 110 sé qué de ingenuo y caJto que daba la impresión de una delicada flor silveJtre" . ..

Esta /otogra_fia 1101 mue1tra a la actriz GILDA . GRAY en m reciente película Sor Odilia, en una .ie ettym partes Je desarrolla -el epi10dio que en esta página 1101 narra A ndré · T he11riet. .

' ;,d Underwood

guerra los socorros enviados por al-gunas almas caritativas. ·

Las Hermanas de la escuela de Ricey se aprovecharon enseguida del permiso, presentándose dos de ellas en la plaza, poco después de nuestra liega da, doblegadas bajo el peso de voluminosos cestos repletos de pro­visiones.

Vestían las religiosas el hábito de las Hermanas de la Doctrina Cristia­na. La más joven, que parecía ser la superiora y a 1/ que su compañera !!amaba respetuosamente "Sor Odi­lia", tenía un cutis tan blanco como sus tocas, facciones finas y ojos ne­gros, , velados por espesas pestañas, que mantenía modestamente bajos. Su rostro, enérgico y dulce al mismo tiempo, estaba lleno de inteligencia, y tenía un no sé qué de ingenuo y casto que daba la impresión de una delicada fl or sil \'estre. Las religio­sas procedieron con rapidez a la dis­tribución de los comestibles, aho­rrando las palabras,· pero .de_ ningún­modo su buena voluntad·.

Muy pronto tuvo nuestra misera­ble tropa con qué apaciguar su ham­bre; pan fresco y carne fría, regados de abundante vino tinto que iba des­corchando la mayor de las Her­manas.

Con excepción de los centinelas, el resto de los soldados se había di­seminado por la plaza y la vigilan­cia, en consecuencia, disminuyó. Los oficial es entraron en la taberna y el consumo de aguardiente se hizo ge­neral . .

Nosotros, mientras tanto, comía­mos vorazmente. Uno solo parecía no tener apetito: un jovencito páli­do y fl aco que nadaba dentro de su capote gris. No había tocado su pan y tenía un aspecto de cansancio su­premo; con las facciones dcscnca ja­das y las miradas febriles miraba al­ternativamente a los centinelas de relucientes bayonetas y a Sor Odilia que terminaba de vaciar su cesta de provisiones.

D.:: pronto, er, un momento en que los centinelas estaban de espal­das, invenciblemente hipnotizados · por la espita del barrilillo de a~u~r­diente, ví que el jovenzuelo, ra~1do a ágil como una lagartija, se desliza­ba hasta Sor Odilia y levantando la amplia falda negra desaparecía en·

tre sus p1iegues . . . d" Fué cosa de un segundo Y na ie

se dió cuenta más que unos cuantos compañeros a quienes el espanto de­

Continúa en lo pág. 26)

1 S,i,7, , ,rrN~: - JJJ[l[llJ[JOO'iYuNl91t7

Dur;inte estos días, nuestras dos agrupaciones sinfónicas y todas nues­

tras entidades musicales y conse rvatorios, consagran sus energías a honrar

la m'emoria <le uno de los genios más grandes que haya producido la Hu­

manidad: Ludwig Van Beethoven.

Ahora, que · se conmemora el primer centenario de su muerte, es

oportuno recordar el párrafo magistral en que Romaín Rolland ha sinte·

tizado el sobrehumano proceso de elevación espiritual del compositor:

"Su vida toda es comp,,rable a un qía ~e tempestad: al principio,

una joven y. límpida mañana, con algunos · hálitos de languidez apen.as;

per.o ya, en el aire inmóvil, un amago secreto, un presentimiento abruma­

dor. Y bruscamente pasan las grandes sombras, se oyen los trágicos

truenos, los si lencios zumbadores y temibles, los golpes de furioso viento

de la Heroica y de la En do menor. Sin embargo, la pureza del día no

se ha perdido aún: la alegría sigue siendo la alegría; la tristeza conserva

siempre una esperanza . Pero, después de 181 O, el equilibrio del alma

se · destrnye; la I uz ll ega · a ser extraña; <le los pensamientos más claro~

se ve asce nder como vapores, que se disipan, que de nuevo se concretan,

que obscu recen el corazón con su turbación melancólica y caprichosa;

algunas veces la idea musical parece que se pierde por completo, ahogada,

después de haber emergido una o dos veces de la bruma; y no vuelve . a

surgir sino al fin del trozo, como en una borrasca. La alegría misma

ha tomado un carácter áspero y salvaje; una fiebre, un veneno,

se mezcla a todos los sentimie~tos. La tempestad se prepara,

La Orquesta Sinfónic:r de la Habana, dirigi­da por el maestro GONZALO ROIG, que cons~gró m audición del domi11go pasado al glorioso autor de la Misa en R ~, i11terpreta11-do .la Quinta Sinfonía y 11110 de sus Concertos para pia110, con el co11wrso de Margot de

Bla11ck. (Foto. Pegud~)

L_a Orquesta Filarmónica de b Habana que di­rige_ el maestro PEDRO SANJ UAN, y q11e el do111111go re11dirá homenaje a la memoria de Re_ethoven, ejcwta11do parte de la Sinfonía H e­roica, y por primera vez e11 Cuba, s11 Triple

Concerto para piano, violín, violoucello y orquesta.

(Foto. Peg111lo)

1] .

a medida que la tarde desciende; y he · aquí las pe;:sadas nubes, henchidas de relámpagos, negras de sombra, preñadas · de tem­pestades, del principio de la Novena. De pronto, en lo más fuerte del huracán, las tinieblas se desgarran, la noche es arro­jada del cielo y vuelve la serenidad al día, por un acto de volun­tad. ¡ CJál conquista vale como ésta, cuál batalla de Bonaparte, qué sol de Austerlitz alcanza la gloria de este esfuerzo· sohre­humano, de este triunfo, el más brillante ,que haya . jamás al­canzado el Espíritu: un desventurado, pobre, enfermo, solitario, el dolor hecho hombre, a quien el mundo rehusa . la alegría, crea la alegría él mismo para darla al mundo ¡ Y la forja , con, su miseria, como él lo ha dicho ·con palabras altivas, en las cuales se resume su vida y que son el emblema de toda alma ·heroica:_

"La Alegria por el Sufrimiento".

NAIIL Al> U m·f AS POR "61, tUIUOIO PJJ.&/'lflHflli'

_//os actuales pioblemas fJ_o/ífic()J ¡uzgados yord D1:e0Jme de lif Jorrtente

•

UESTRO escenario po- t:iunfar en las elec~ione~ presiden-lítico, que sufrió hasta c1ales co~plem_entanas sm qu.e ~ hace poco un prolon- usara_ I~ v10lenc1a que traería la gue-

gado marasmo po~ la rra CIVIL , . . •

absórción que en él -¿ Qu~- c~1teno tiene usted sobre ejercía el Jefe del Estado, y que la reelecc1on. como consecuencia de ella vió .sur- -Lo entonces ocurrido con la ree-gir a esos- pintorescos morionettes lección me comprometió para siem-bautizados con los nombres de in- pre conmigo mismo en su contra,. condicionales, cooperativistas y gua- por mucho que reconozca que a nin-tacas, ha adquirido en estos últimos gún Presidente de la República pue-días extraordinario movimiento y de negársele el ejercicio de ese de-vida, ante la oposic.ión gubernamen- recho constitucional mientras subsis-ta! que comenzó a exteriorizarse ya ta, pero al que no seré yo quien apo-por algunos periodistas, ya por di- ye, por excelente que haya sido su versos políticos y elementos obreros, primer período de gobierno. ya .por el pueblo en general. El Don · Tomás Estrada Palma, a anunciado viaje del Presidente a quien nadie discutirá la gloria de h~ Washington y los misterios y contra

7 ber sido, hasta ahóra, nuestro mejOJ

dicciones de que se rodeó al mismo; Presidente, llevó con su reelección al la noticia propalada de que la Ameri- país, cuando jamás pudo pensar ase-can Fedcration of Labor había gurarla por· la violencia, a la revo-adoptado . inquietante actitud, como lución de Agosto, que trajo de nuevo protesta por la conducta que el Go- las tropas americanas a Cuba y pro-bierno observaba con los elementos dujo el funesto gobierno de Ma-

obreros; la decisión del Presidente goon. de aceptar la continuación en el po- ....._ ______________________ --' El Gral. José Miguel Gómez tu-

der, ya mediante la prórroga O la pública, fundador y Presidente del te del mismo, mi criterio siempre ha vo_ con ~u pri vi legiada in;elig.e_ncia el reelección; los temores populares de Partido Conservador, Senador, Em- sido no formar jamás dentro de él ~c,e.rt_o e ver qu~ su re; cc.c_JOn p~o­que se impidiese la reorganización de bajador en Washington que logró el parte de los grupos o banderías que, a _u~':'~ otra -~~z ªA~evo u_~'.º n r Ce­los partidos; todos eStos hechos Y otros más alto triunfo diplomático: el res- veces, lo han dividido, ni me he mez- ~'

st1-0

de ~ue ª· , ~resid '\ e p o­que no es posible detallar ahora, vi- cate de Isla de Pinos, internaciona- ciado en las luchas que en el trans- ~g,~ de 1 o~promisanos ¡ e., a ~o­nieron ª darle ~ayor Y más extra- lista insigne, Presidente de la Cuar- curso de los a1íos han podido pertur- vrnci; de __ ª¡ abana, qu_e e igw a ,.C­ordinario movimiento a nuestra vida ta Asamblea de la Liga de Na- bario. Cuando el criterio de la ma- noca , 'Je o que repito ahora: se política. La atmósfera está cargada ciones. yoría no fué el mío nunca me de- podrán discutir sus aciertos o sus de dudas, temores, peligros. Todo Por todas estas circunstancias que ~!aré rebelde, aunque dej é a los. que errores; pero es i

ndudable que el ge­

hace predecir que se avecinan gran- rodean su relevante personalidad, la triunfaban la responsabilidad de la n~ral , Gómez siempre pasará ~ la des y tal vez graves acontecimientos. opinión del doctor _ Torriente, y su dirección, esperando pacientemente Ph1sto_rd1a de la patria como el pnmer

Deseosos de recoger la opinión de :iquellos elementos que significan y representan fuerza efectiva, política, intelectual, social o económica en el país, y orientar con sus opiniones~ la masa popular que se agita, inquieta y descontenta, no sabiendo cómo ni en qué forma exteriorizar sus deseos y sus necesidades, nos proponemos re­coger los juicios que las figuras de todos los matices quieran hacernos sobre el momento político actual y sus posibles consecuencias y perspec­tirns para el mañana. De esta ma­nera, el pueblo podrá saber a qué , atenerse e~ la línea de conducta que . adopte en el futuro ante los múlti­ples problemas nacionales.

A la primera persona a quien he­mos entrevistado en este sentido es el doctor Cosme de la Torriente, prestigiosa personalidad, no solo de relieve nacional, sino también mun­dial, revolucionario y patriota en la guerra y en la paz, uno de los me­jores Secretarios de Estado de la Re-

res, ente cuhano que supo, con gran posición ante los problemas políti- ver algún día predominar mi criterio. alteza de miras }' previsión patriótica, cos del momento, son dignas de sa- -¿Cuál ha sido su actitud ante entregar el gobierno a otro cubano berse y de que sus palabras se oigan las antériores tentativas reeleccio- regresando tranquilo a la paz de su y se conozcan, estudien y tengan en nistas? hogar." cuenta ·sus opiniones. -Cuando la reelección del Pre- El Gral. Menocal que, juzgándolo

Con su franqueza habitual, con- · sidente Menocal, creí que era prefe- en conjunto, hizo un buen período testó a las siguientes preguntas que rible apoyar a éste antes que ayudar ele gobierno, después del dos de no­le hicimos: a la división del Partido, como hu- viembre de 1916, en que hasta sus

-Ocupaciones profesionales pre- hiera sucedido si se hubiera acorda- contrarios políticos lo felicitaron por ferentes en estos días-nos dijo--y, do la candidatura de mi buen amigo el hermoso resultado de la gran con­principalmente, la necesidad de pre- el General Núñez, mas cuando el tienda electoral del día anterior, para parar mi discurso de clausura de la Partido tomó el camino, al día si- ren~var constitucional y democrátí.; Décima reunión anual de la Sacie- ,guiente de las elecciones del día pri- camente los Poderes del Estado, -de­dad Cubana de Derecho Internacio- mero de .Noviembre de 1916, que jó a mixti ficadores de toda clase .Jal­nal, que estamos celebrando, me han condujo al país a la revolución de los sear el sufragio, con lo que la ·revo­obligado a ser moroso con CARTE- Liberales en Febrero de 1917, me lución estalló de nuevo, volviendo 11Es, que me había pedido expusiese opuse con todas mis fuerzas a lo que las tropas .del Norte a pisar nuestro en sus páginas mi opinión sobre los sucedió y hasta escribí un artículo ti- suelo, salvindose el país de otra' in­problemas políticos ahora en dis- tulado Por la Justicia y por la Pn- tervención y de algún otro funesto cusión. tria, que vió la luz en el periódico gobernante americano por estar en

No he figurado en otro partido po- La Nación, levantando entre muchos ~sos momentos los Estados Unidos lítico que el Conservador Nacional, intransigentes conservadores de en- preparándose a entrar en la. gran desde que se fundó después de la re- tonces una terrible tempestad contra guerra. . volución de Agosto. Miembro de mi persona, que supe resistir a pie fir- La posibilidad de que el doctor Za­sús diversas Asambleas, Secretario me, por haber dicho claramente que yas fuera a su vez a la reelección General, Vicepresidente y Presiden- resultaba imposible para nosotros ( Continúa en · ta pág. !4)

12

J

~

JOSÉ M. BENS Y ARRARTE, el jo".'e ll y 11otabilísi1110 arquitecto e ingeniero Cll­

ba110, Director Artístico de las obras del Capitolio Nacional, que, después de 1111a co11cienzuda y brillan/e labor prece,li.la de amplios estudios realizados en el exlra11-jero durante cinco mios, para !,acer e/ ec­tiva la comtmcción de · nuestro palacio del ·congreso, se /,a visto obligado, a causa de lamentables inci,lentes, en los que él siem­pre de/endió los puntos de vista técnicos J' arlisticos, a presentar la renuncia de SIJ

cargo, re11uncia que le /,a sido ace pta,/a por el seiior Carlos Miguel de Céspe.!es, Secretario de Obras Públicas, resolución que la111enlamos extraordinaria111e11te por­que creemos que pocas perso11as como el i11ge1;iero Bens .4rrarle podían contribuir ,le manera más eficaz a la / eliz realización de los laudabl~ planes de e111bellecimienlo y amalo de nuestra capital y de obras p,í­blicas en general, que viene desarrolla11do, des,ie rn alto cargo, nuestro a111igo , el

Dr. Carlos Miguel de Céspedes.

MANUEL GARCÍ.4, Presidente de la Sección de Propaganda del Ce11/ro de Dependientes, en rnyo honor se celebró en los jardines de La Tropical 11n ban­quete de más de seiscientos wbier/os, c11 homenaje a rn brillante actuación en el

desempe,io de rn cargo.

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ, diplomá­tico y periodista, l,er111a110 del i11ol­~·idable Viclor M11-1ioz, que la se111a11a pasada / alleció re­pentina111e11/e e11 San Louis, donde desem­pe,iaba el carg<1-de

Cóm11l.

U11 aspecto de la i11csa del al-

~:1:7iste;;°;¡~ ;~ 't'~A ~= BITELLI, Preside11/e de la So­lidaridad Musical de la Habana, y que le /ué o/ recido p,or miem­bros se,ialados de dicha entidad

(Foto . Pegudo) •

13

Lo; t ompositou., ,,'LFONSO ESPARZA OTEO, MIGUEL LER_DO DE , TE.TAD .-1, ERNESTO LECUONA y EDC.d RDO S.-INCHEZ DE FUENTES, fotograf iados ,lc.,pués del / estival de música f olklórica mexicana y cu-

bana que ofrecieron m el Teatro Nacional. · (Foto . Pegudo)

Ac-tuaÍidadeY

Dr. AÑORGA, el famoso peda­gogo mata11cero qtte, en la Con­-iención A 1111al Rotaría celebrf7a da· ;n Sag11a, f11é electo Gober­nador por el Vigésimo qui11to distrito (que comprende la Isla de Cttba) y tomará posesión en j1111io, sustituyendo al batallador

Dr. Urbano Tristá. "(Foto. Enriquez)

LOW, ganadora del co11rnrso de be­lleza celebrado p(' r la Co111isió11 Nacional del Turismo, por medio de la estación P. W . X . de la Cuban Telephone Company, que llegó a

la Habana la semana última.

El Vicepresidente CHA RLES DAWES, aco111pañado del Embajador CROWDER y del Sr, SOLER Y BA­RO, después de la 'Visita al General Gerardo Mar/1ado,

en Palacio. (Foto . Pe¡,udo)

Torres y a,denas de la Estación Transmisora de Radio P. W. X. , de la Cuban Tdcphonc Company, por 1:1edio _de l? rnalcs se llevó a cabo el conrnrso ganado por M,ss Str'.ng/ e · los.u, cu el cual se recibi.-ron ro11tcstacioncs de 2 357 ciud~'.les

y pueblos del Cana,l,í y de todos los Esta.los de la U,uoll americana.

(Foto. /lmrrica11 P/,oto Studio )

IÍquí. teneis fl FRANGES N O-RTON, 11nfl de lm mflrnvillosm estfltuas vivientes que emhellrcrn uno de los cufldros de lrr hella revista Una noche en Par ís, presentfldn recientemen/Je en New York, )' en la cunl ·resplrrndecírr fo nota exquisitfl del desnudo

estético. · (De Mirjifln.)

~:. Maltina "TIVOLI": Vigor, Nutrición, Belleza

ll N la sesión solemne de miento de su programa económico.

la apertura de la Déci- Parece lógico haya escogido para mi ma Reunión Anual de conferencia de esta noche, mi tema­la So~iedad Cubana de en congruencia perfecta con seme­Dereého Internacional, jante propósito." El tema es: "El

celebrada la semana última,' el señor comercio y los tratados comerciales Secretario dé Esta.do, en el discurso como medio de acrecentar la riqueza que pronunció como tal jefe de nues- y de cimentar la unión espiritual de tras relacionees exteriores, hizo maní- · los pueblos. La solidaridad de in­festaciones, que, por la trascenden- tereses hará posible la solidaridad po­cia que en sí tienen y por el carác- lítica." ter, si no oficial, sí oficioso de que · De manera, que el Dr. Mártínez se encuentran revestidas sus palabras Ortiz, no solamente decla.ra y reafir­en razón a la autoridad que ostenta- ma en su discurso que · habla como ba en ese acto, me veo obligado a Secretario de Estado, sino que hace recogerlas aquí, _dedicándoles el co- algo más, elige como tema,- uno que mentario, que sincera y desapasiona- está de acuerdo con la política que damente, me merecen. se ha propuesto desarrollar en ese car-

Debo antes hacer hincapié, para go. Todas y cada una, pues, de sus pa­dejarlo . per.fectamente esclarecido, labras, tienen el carácter de declara­sobre el caráctei:., que en ese acto ciones oficiosas. científico ostentaba el Secretario de Y ratificando la personalidad que Estado. ostenta y el carácter con que habla,

Ha sido costumbre, desde la fun- termina su discuso así: " Señores: C o­dación de la Sociedad Cubana de mo Secretario de Estado de la Repú­Derecho Internacio.nal, que todos los blica de Cuba y en nombre del Ho­años, al comenzar sus trabajos, :1 Secretario de Estado, en una sesión solemne a la que asiste el Cuerpo Diplomático, sea el que inaugure las sesiones,. pronunciand~ -·un discurso que le contesta algún m:embro pro­minente de la Sociedad, su propio Presidente, el doctor Bustamante, este año, sus vicepresidentes, Ma­nuel Sanguily, Cosme de la To­rriente o Hernández Cartaya, otros años. No se designa, pues, a Fu­lano, por ser quien es, sino por os­tentar el cargo de Secretario de Es­tado, y como tal habla, de manera que s~s palabras se hallan revestidas siempre, mientras no manifieste ex­presamente lo contrario, de la auto­ridad que su altísimo cargo le dá. Pero, además, al terminar su discur­so, declara abierta las sesiones 'de la S0ciedad, como Secretario de Estado.

Este año, el doctor Martínez Or­tiz hablaba en esas condiciones, co­mo Secretario de Estado. Y, para que no quepa duda alguna, él mismo, al comenzar su discurso, lo declaró ex­plícitamente:

1

norable Presidente General Gerardo que pronunció y han motivado este Machadc y Morales, declaro inaugu- artículo. rada la D écima Reunión Anual de la Casi al final de su discurso, el Se­Sociedad Cubana de Derecho Inter- cretario de Estado dió cuenta de los nacional y hago votos sentidos por el trabajos que venía realizando el Go­fructífero resultado de sus trabajos." bierno para el mayor y más feliz

· Queda, pues, perfectamente defi- éxito de la Sexta Conferencia In­nido el carácter con que el doctor terhacional Americana que a princi­Martínez Ortiz hablaba. Todo cuan- pios de 1928 se debe celebrar en la to él diga, sobre actos y planes de Habana. Manifestó que "el Gobier­gobierno, tiene, por ello, que ser ri- no secundará los deseos unánimes de gurosainente auténtico, y mucho más darle mayor esplendor a esta reunión si se refie're a cuestiones diplomáti- de los elementos más cultos de nues­cas o a política internacional. Lo tro Continente en materia internacio­que anuncie que se va a hacer en este na!", que será en el nuevo Capitolio sentido hay que creerlo como verda- donde celebrará las sesiones la con­deros y reales propósitos del gobier- f.erencia, y, por último, anunció lo no, porque no se concibe que él, di- siguiente: rector e inspirador, por su cargo, de "El H onorable Sr. Presidente de nuestras relaciones exteriores, no esté la R epública, G eneral Gerardo Ma­enterado o lo esté ma!

1 de los proyec- chado y Morales, es el primero en

tos gubernamentales, pues tienen que querer dar esplendor a tan fausto ser obra e iniciativa suya o deben acontecimiento. Lo reputa como uno tener su aprobación. de los más grandes, sino el más

Esclarecidos estos particulares vea- grande de su gobiemo. Se ha pro­mos ahora cuales fueron las palabras puesto ir personalmente, a in-vitar al

H onorable Sr. Presidente de la R e­pública de los E stados Unidos de Norteamérica, Calvin C oolidge, por si te fu ese posible asistir a tan solem­ne acto de solidaridad continental, y al H onorable Secretario de E stado, Frank B. Kellog, cuya presencia también sería grandemente estimada J' daría importancia y realce a la conferencia."

Y agregó, inmediatamente: "El gobierno cubano ha enviado

en misión especial al seiíor ,'11 anuel Márquez Sterling, a varios de los

países de la IÍ mérica Latina, para encarecer personalmente, a los respec­tivos gobiernos la importancia · que para todas las naciones tiene la pró­xima conferencia."

Confieso que cuando escuché al Sr. Secretario de Estado esas pala­bras, dí un salto en mi asiento, tal fué el asombro, dolor y vergüenza que en mis sentimientos de cubano levantaron. Me encontraba junto a numerosos representantes diplomáti­cos acreditados en nuestra patria que habían asistido a esa solemne sesión. L os miré, y pude notar en varios de ellos, principalmente en los de las repúblicas latinoamericanas, la peno­sa impresión que les hab ían produ·

1 cido también esas palabras. Y no podía ser menos, porque es

"La costumbre establecida-dijo­en esa cultísima Sociedad obliga, en cierto modo, al que ocupa por volun­tad del Honorable Sr. Presidente de h República el puesto de Secretario de Estado, a inaugu~r ,;l período anual de las conferencias.

Y más adelante explica que "he llegado al puesto que ocupo por . la benévola amistad del Honorable Sr. Presidente de la República, con u_n criterio preciso, absolutamente def'.­nido: ayudarle en el desenvolv1-

t; absurdo, irritante e injustificable ~------------------------...J este privilegio que, según nos anuncia

El Hon orable Sr. Secretario de Esta.-lo, Dr. RAFAEL MARTINEZ ORTIZ el señor Secretario de Estado, vá a leyendo en la sesión solemne de apertura de la Sociedad Cubana de Dcrech; establecer nuestro Gobierno en fa-Inter~~ci~~al. el comentadísi111~ diswr~o que motivó la profes/a /ormulada w la Smo11 de Clamura de dte!ta sociedad, por el Secretario de la misma vor de los Estados Unidos Y en con-

Dr. Roig de LetJCluenring, disc11rso a que éste también se re/ iere w el '. tra de las Repúblicas latinoamerica-artíc11lo de esta página. . nas. ( e ontinúa en la pág. 24)

V IDA L, portero del Centro Gallego, se distinguió en el juego Centro Gallego-H ispano, y fué factor

importante e11 el triunfo de SIi equipo.

L,,s chicos rld Centro G allego se anotaron el do­ming" pasado 1111 rerona11te triunfo sobre el glorioso

Hispano.

L,,s· c,¡uipiers del Fortuna, han ganado la primera etapa riel C(lmpemwto de Balompié de 1921. D e que serán los

vencedores rlc{i,utiv"s, 11 0 hay d11rlt1.

; I gnora uste<l que Charles DawL"<, el Vice­pre\i<lente de los Estados Unidos, es compositor notahil ísimo? .. .

En nuestro pn~ximo número puhlicaremos • L una <le <11< más hclla, mel odías para piano.

: B o/Jº~~=:==-GREGORIO RICO, conquistó para su amada región el codiciado título de C(lmpeún de peso completo de Cuba; y era de esp.crarsc--el indomable Orie11 te te11ía que producir un boxea­por indomable en el ring. Nuestra fe­licitación nuír sincera al nuevo monar­ca, y a su me11tor, Fernando Ríos, que lo preparó en privado, y a quien corres-

! ponde, en parte, el decisivo triunfo de "Goyito."

El ex-campeón RO ULEA UX SAGUERO, que sufrió una aplastatúe derrota a manos del boxeador

Oriental G. Rico, un terrible pegador.

RELAMPlíGO SAGL'ERO, al que !tima­yoría de los críticos deportivos consideran co­mo el futuro campeón nacional de peso li­gero, ganó y perdió el sábado pnJndo. Ganó In decisión de u11 os jueces que 110 supieron juzgar y perdió en la estimación del fanático, el juez Supremo, cuyas decisiones son in/ a-

libles.

FERRÉ-EL/AS, es el 11uevo trainer del team de balompi~ Hi~pano-América, y está decidido a que

el eqwpo a su cargo triunfe en el campeonato actual.

z?é[;)O ~ B&r,: \ ,e

Esta · /otogrnfu1 nos mucslrn uno de los ospcctos nu1; intc­rcsnntcs de In terrible i11u11-

dnció11 que m,cgó vnrios bn- e rrio, de In ci11dnd de Kuln- ~ lumpur, Mn/min, rccicn fc-

ln m ás r ccin1 l c f otogrnfín de BE R TA S!NGE R­MANN, In ge11inl dcclnmn­t!orn nrgc11ti1U1, que se lurlla rrcl 11n/mc11tc en. Guntcmnl~, )' que el mes próximo noI tn­

sitnrá de nuevo.

30~ 0@02

MEDLEY BUTLER ( 1) ni r¡11e :Jo de /ns f11rr:.ns nmrricmu,s 0 1vin­

'er /ns vid~s de los riutlndrmos nnu -

~~t!:; :~:;,;::¡(.q';;r r;,11;1 n_;::,~:,:;:,~

.LIS M!LLER (2), T r11ini1r Co­~ CHER (3), y rl T mimtc IT~fER (4) j

DEL, rl Í>1sÍg11r ,~u ritor frmu/ s, hm tn hace poco rmbnjndor de Frm,,

cin ru el l npóu, npnrrce nquí dos días m1trs de rm­bnrcnr pnrn los Es­Indos U11idos, do11-dr rrprcu:11tnni. n su pní1. Le nco m­pmlm, algunos dr lor 1mís cminrntcr pintores de In m o· dcr1ln escuela nn-

Pnrn lwcer 1ufrir de rnv idin a fo¡ hnbitrmll·J de In R eprihlicn Rclntivamcntc Secn, u ha tomado ,uta f otog ,·nfín, reproducida pr c/11snm c11 l c en los E stndnc LJ ,,irlos, que 11wc1trn /ns delicim de u,1 bar de

H ~milton, Bermudas, donde toda clase de mntcrÍflJ "mojadas,, u prodigan gencrosnm,m_tc.

U11n_ de In< 1il1in_1nr f otogrnfins d,·I prí11cipc_ G US ~AVO lfD_OLFO de Su~cin que, fiel n In trnt!zc,011 que qwrrc sobrrnnos guerrero;, esta est udtnndo tnctt rn en In academia militnr de

Stockh olm.

IEÑORES! Insisto.

Adrián del Valle ha escrito diez mil hojas de cuentos, novelas, na­rraciones, monografías

y artículos periodísticos. Parte de esa labor copiosísima, siquiera sea la más reciente y satisfactoria, ha recibido el espaldarazo de la crítica, la tra­ducción y la reproducción, en publi­caciones extranjeras que no acos­tumbran prohijar lo mediocre. Sin

arión de[ Aflle ~arios fov&ira

En una de las últimas mañanas literarias y artísticas que viene cele­brando la Academia Nacional d!! Artes y Letras, nuestro admirado colaborador y amigo, el wbanísimo 11ovelista Carlos Lovei~a, /er ó 1111 notable trabajo sobre Adrián del Valle, 11110 de nuestros mas va/to. sos y modestos escritores, figura verdaderamente representativ_a, por rns ideas avanzadas, en nuestro 1111111do literario . De ese traba¡o es el

· e:rtracto que aquí publicamos.

embargo, Adrián del Valle vive po­bre y casi desconocido entre nosotros; sin duda porque rio se hizo ciuda­dano ·cubano para J>Oner en el mer­cado el único género literario que en este nuestro mercado se cotiza~ la oratoria. Fácil y popular oratoria de tribuna ·y de artículo de fondo, políticos, sabiamente manejada por los que bien viven, sin tomar nunca una'plu'ma en la mano, ni sentarse frente a un libro o a una docena de

cuartillas, en el Congreso, en el Despacho ministerial o · en algun otro de los altos puestos públicos que esos gárrulos señores se reparten en­tre sí. Pero, si en gran.parte no fue­ra por los que, como Adrián del Va­lle, luchan contra todos los obstácu­los, para dar cauce a la vocación pura y noble, Cuba no tendría hoy suficientes nombres representativos en la creciente floración de la poesía, la novela, el ensayo, de universales

manifestaciones que, serena/ mues­tra hov al mundo del arte y la be­lleza, la América de Darío, de Re­yes y de Vasconcelos.

y acaso no sea ociosa la insisten-­cía. Esperemos que, al fin, algún día lograremos atraer la atención de nuevas y previs<J ras personalidades de nuestras clases dirigentes, hacia la necesidad de suplir las deficiencias del mercado, con estímulos, lícitos y eficaces, para los que procuran mantener a Cuba en la vida del pen­s.1miento. Que según E>a de Quei­roz, es la única manifestación de la vida de los pueblos. Máxime de los pequeños, cabe agregar. Si los pue­blos pequeños no pueden asombrar y hacerse respetar, por sus maravi­llosas ciudades, sus enormes heren-

( Continúa en la pág. 25 )

1 Educación: he ahí el problema de Cuba ---- Por Cnrir¡ue ¿Yo.5e' ?f-7ro12a - -- - -

((};

ONFORME ofrecimos en noble propósito de alentar, mejor di- egoísta celo, el mismo temeroso cuí- por completo, y para hacerlo más 1 nuestro número anterior, da- ría de premiar, por anticipado a estas d:i.do que tenemos con la llama del rico en elementos de bienestar y si

mos en éste la luminosa car- fuertes y bien preparadas compatrio- faro: que el retiro del hogar la res- es posible de felicidad. ta del Maestro Enrique José Varo- tas nuestras que, llenas de entusias- guarde, como el fanal aisla y prote- "Por desgracia ta rnbién actúa so­na leída, después de breves y elo- mo y seguras de sí mismas, inician ge para nosotros la luz que ha de bre el esp_íritu del hombre el terrible cuentes palabras de introducción hoy la marcha sobre una senda du- salvarnos en la noche, sobre el re- peso muerto de la inercia. He aquí de la ilustre poetisa D ulce Ma- ra, pero que es necesario atravesar. v9elto mar. por que hay momentos en que los ría Borrero de Lujón, en la Velada No es ésta la cómoda carta de Hé aquí la intensa carta del pueblos están como estancados; y inaugural del C olegío que, con su excusa de asistencia con frecuencia maestro: hasta los hay en que al parecer re-ilustre nombre, acaba de abrir en la tr~zada por la indiferencia de mu- "Dra. Loló de la Torriente. trogradan . Esa es la hora de levan-Habana unn joven y meritísima edu- chos personajes y enviada a última "Mi muy distinguida amiga: tarse las conciencias que están des-eadora, ~a Doctorn Loló de ln To- hora, como una limosna, al estrado "Bien quisiera corresponder al piertas, la hora de los que saben sa­rriente. de los homenajes sublimes, para es- honor que usted me dispensa, invi- cudir a los aletargados, y de los que

Dijo así Dulce María Borrero: carnio ' y tristeza de sus heroicos pro- tándome a la apertura de su colegio, gritan "debemos ir hacia el maña-Señores: · motores. Es todo lo contrario. Es con algo más que esta carta. Pero na; el presente es lo provisional, ade- _

_ La inteligente muchacha que or- la c;uta' fundamental de garantía, no ha dependido de mi voluntad. No lante, adelante". ganizó y preside esta fiesta, no pen- el aporte espontáneo y precioso, el puedo sa1ir en estas noches. "Por eso resulta tan grande, aun­só ni por un momento, al incluir ::!cto de adhesión, más rotundo y es- "Mis palabras sí llegarán hasta us- que tan árdua, tan gloriosa, aunque en el programa de la misma el nom- trecho, de un espíritu- el más se- tcd, no para alentarla, usted no lo a veces parezca infecunda, la obra bre de nuestro amado y preclaro reno y agudo de la , época-al mo- nece9ita, sino para desearle el éxito de los que merecen de · veras el tí-maestro Enrique José Varona, ha- vimiento emprendido, por la juven- que merece en su noble empresa. tulo de maestros. cer de él señuelo del interés público, tud limpia de culpas, hacia la con- "Usted &igue la tradición de bien "Qué grato encontramos, y qué a sabiendas de que este había de que- quista de una realidad más acorde insignes cubanas, que dirigieron sus prometedor de sazonados frutos, ver dar luego defraudado. con el progreso de las ideas morales mejores esfuerzos a la preparación a jóvenes, como usted y sus colabo-

Quienes en Cuba p:ensan y edi- Y el moderno concepto de la feli~i- de los niños y los adolescentes de radores, yendo a buscar pue·sto, a de­fican, saben que el más sabio, el más dad social. Ninguno de los aquí reu- su patria. ¿ Qué mejor obra puede mandarlo, a tomarlo, en la legión puro, el más previsor de los cubanos nidos, cuando haya oído la lectura acometer un corazón bien templado, ele los .adalides, de los que señalan jamás niega su cooperación trascen- <le este supremo documento-que cuando siente la oscuridad de las la verdadera ruta, y nos repiten: cu­dente a nada que signifique educa- éso es eSta carta,-dejará de sentir conciencias en torno suyo? banns, vuestros gloriosos antecesores ción o mejora-miento moral para su la presencia del maestro. Sus pala- "Cierto : educar no es todo en la os enseñaron, bien a su costa, que pueblo; y esta to[lfianza se ve ro- bras tienen carne Y sangre, Y blancu- vida social; pero no hay progresos para fundar una patria, donde solo hustecida ·esta noche, aun cuando la ras como nieves de experiencia que sociales sólidos, sin la preparación había un coqglomerado de hombres, ausenci; material del generoso guía lo dibujan enteramente para nuestro adecuada de las nuevas generacio- hay que sufrir y sangrar; y que una nos tenga como huérfanos. fervor. Sólo, sí, que él está lejos nes. Es ley de la naturaleza. Na- vez fundada, para conservarla y en-

Aquí está esta carta suya, para mientras nos ilumina Y nos señala da se estanca. Los pueblos van cam- rrranc!ecerla se necesita redoblar el cuya lectura presto mi voz con ver- la ruta que es preciso seguir, en este hiando, porque sus necesidades ere- :sfuerzo, y no desmayar jamás. daáero júbilo, mas para cuya ínter- mar de dudas Y esperanzas, para lle- cen y se multiplican. Hoy no vivi- "Ruego a usted que haga leer es: pretación exacta quisiera poder gar al puerto donde esperan, ancla- mos como vivíamos ayer. Y el gran tas líneas en su fiesta, para que mi prestar a ustedes algo mejor, más dos, el bien Y la salud de la nación. problema consiste en vivir mejor. voz de algún modo se haga oir en elocuente y luminoso: la llama de Ninguno lamente no verlo, si ha Saber más, para disfrutar con más ella. mi amoroso y patriótico culto perso- ele sentirlo aquí. Su existencia, que plenitud de lo que nos ofrezca nues- "Soy, señorita, su amigo y servid~;' nal hacia quien ]a escribió con el nos es tan preciosa, necesita el mismo tro ambiente, y para adaptarlo más (Pdo.) Eni·ique -José Varona.

,1 cto de entregar el Sr. CONDE la copa de plata al jockey que más carreras ganó durante la temporada hípicn¡ que terminó el pasado domingo, y la ,abezada de plata al duetio del caballo que

mós can·eras ganó.

El Vedado Tennis Club está dispuesto a ven­cer este mio en todos los deportes. Para lt1' competencia de track ha importado a Mr. KRdNSLEIN, w, magnífico coach ameri­cano, que ha prometido llevar al V. T. C.

a la victoria.

m ¡,,,te motor Cuba defenderá nuestro pabellón deportivo en lris Regatas lnternacirmales y cst,Í dispuesto a "cobrar".

,fflAS DEPORTES

Lor ganadores de la copa 9 u z m á n, CHdCON y Pd­RIS, que demostra-

1 ron,_ t4na vez. más, que son los mejores tennistas que ha pro-

ducido Cuba. (Fotos. Kiko)

23

exasperó más que ninguna otra cosa a la organización llamada de . los Veteranos y Patriotas, y solo la ecua­nimidad de aquél y . su_ desistimiento de la reelección cuando, abandonado por el Partido Conservador,, cjuedó solo como candidato del Popular, evi­tando as_í una nueva fraticida con­tienda, pues si bien es verdad que con SIJ solo grupo político y los am­plísimos- recursos de que todo gobier­no entre nosotros puede echar mano para forzar a su favor la maquina­ria . electoral la reelección hubiera triunfado, la guerra• civil hubiera también ensangrentado, como otras veces, la tierra de Céspedes y · de Martí.

-¿ Qué . opina usted sobre el Go­bierno del -Gral. Machado y sobre sus propósitos de ir a la reelección?-

-El Gral. Machado, que gobier­na desde hace casi dos años a Cuba, como Presidente, ha tenido aciertos y ha cometido errores. No es mi tesis ahora hablar de los unos o los otros.

Como cubano y coma internacio­nalista me creí obligado a dejar es­tablecida mi protesta, y así lo hice constar en la conferencia que leí en la última sesión de la Sociedad Cu­bana de Derecho Internacional.

Desde el punto de vista de los usos y prácticas diplomáticas, no pueden esas palabras encerrar más errores. Dice el Secretario de Es­tado que el Presidente cubano "se propone ir personal~ente a invitar al Honorable Sr. Presidente de la República de los Estados Unidos de Norte -A mérica, Cahin Coolidge, por si fuese p;sible asistir". a la ~exta Conferencia. No se concibe, diplo­máticamente, que se haga una invi­tación . de esa clase sino cuando pre­viamente las cancillerías han negocia­do la visita. Y esta no se hace para ver si el Presidente invitado la vá a aceptar, sino cuando se tiene la se­guridad de la aceptación. Ningún jefe de Estado visita a otro sino cuan­.do sabe previamente que le va a de­vol ver la visita, porque si no se la devolviera, esa visita se convertiría en un acto de vasallaje. ·

Es inconcebible, también, que un jefe de Estado vaya a invitar perso­nalmente al Secretario de Estado de otro país, porque solo con los que son sus iguales, los jefes de los otros Es­tados es con los que puede tener esa e~presiva y singular distinción.

Per~ lo más grave no estriba en estos errores o ignorancia de las prác­ticas diplomáticas sino en e! privile­gio antes referido que se q~!:!e es~a­blecer, ya con el solo anunc10, ~el v!a­je, porque envuelve una poht1ca m-

. NAIDLJAlf)UlfA\9: ·(Confinuación de la pág. 12) ""' ...

Quiz.ás al final de su mandato el saldo del . debe o· del haber de su cuenta corriente con la patria sea mayor o menor del de los que le precedieron en su Alta Magistratu­ra. Si va a la reelección, como pre­tenden desde el comienzo de su gobierno muchos de_ sus amigos, no <:rrará el que vaticine muy grandes perturbaciones de nuevo en el futuro para Cuba. Dos revoluciones ha lle­vado a cabo su partido tras dos ree­lecciones presidenciales, con un ar­tículo . en el programa de aquél, en que se levantaba la bandera de la no reelección para lo sucesivo; fué a la lucha electoral y, antes y después de ésta se obligó solemnemente con el país a no aspirar a un nuevo pe­ríodo.

Si después de todo esto se presenta a la· reelección, ¿ por qué nuestro pue­blo no ha de perder, solo por eso, cualquiera que sea el balance de su obra de gobierno en el actual pe­ríodo, su fé en él y en sus promesas?

2JnJrave ... ternacional inexplicable. Si a seguir esa línea de conducta se ha visto obligado el gobierno por fuerza ma­yor, que lo declare al ·país. Pc;ro, ~egún las informaciones que he po-, dido adquirir, no ha habido ni pre­sión extraña ni motivo de ninguna clase que justifique esa invitación privilegiada, ni es para realizarla, si­no por otras causas, por lo que va nuestro Presidente a los Estados Uni_dos.

Ni el Tratado Permanente ni nin­gún otro pacto o compromiso inter­nacional obligan a Cuba a este trato preferente y privilegiado en favor dé los Estados U nidos. En nuestras re­laciones con ellos podemos perfecta­mente orientar nuestra línea de con­ducta en el mismo sentido que cual­quier otro pueblo grande y fuerte, sin necesidad de darle internacional­mente a los Estados Unidos tra­to pri"1ilegiado y superior al que guardemos con los demás países, y sin que tengamos tampoco que rendirle vasallaje ni pleitesía que so­lamente se concibe que lo realicen nuestros gobernantes por mezquino interés personal o" por incapacidad mental.

Pero es que, además de posterga­ción irritante a nuestras hermanas las repúblicas latinoamericanas, es una ingratitud que se tiene con ellas, por­que precisamente fueron ellas las que eligieron la Habana sede de la Sexta Conferencia, cediendo la tierra pro-­gresista y generosa del Uruguay, que fu é segunda patria para Martí, y con los que hace poco tuvo nuestra Can­cillería otro lamentable y desgracia-

¡ Quién puede asegurar que tras la reelección no vendrá otra revolu­ción, por mucho que prediquemos contra ella los que prevemos,. por múltiples razones, un desast:re . terri­ble. para la República!

-J-Qué actitud debe adoptar el Partido Conservador sobre la reor­ganización de los partidos1

-Porque he reflexionado · so­bre todo esto es por lo que entien­do que el Partido Conservador Na­cional debe luchar en el Congreso porque una nueva Ley no impida la reorganización de los Partidos, y por­que no se sigan exigiendo · condicio­nes casi imposibles de llenar a · los que quieran organizar otros 'nuevos.

-¿Aprueba usted la política lla-mada de

1

cooperativismo? . -Es por eso que soy contrario a

lo que se entiende por cooperativismo ahora, por buenas que sean las in­tenciones de los que lo sostienen y que llc:vará al Partido a . sumarse a la reelección del a_ctual Préside'nte,

(Continuación de la pág. 16 )

dísimo ,incidente, sus aspiraciones en este sentido. Y todas eligieron la Ht bana como una demostración de altísimo aprecio y consideración que daban a nuestra República; poniéndo­se, así, a nuestro lado y ofreciéndonos el más elocuente reconocimiento con que se ha visto robustecida nuestra personalidad· internacional en el cuar­to de siglo que llevamos de indepen­dencia.

Solamente podría el Presidente, ha­cer esa invitación personal sin me­noscabo de nuestro prestigio ni resen­timiento de las Repúblicas latinoame­ricanas, si al mismo tiempo que al Presidente de los Estados Unidos, visitase también personalmente a to­dos y a cada uno de los jefes de Es­tado de las demás naciones de Amé­rica.

Y_hay algo más. Esa invitación a Mr. Coolidge y Mr. Kellogg, en la forma privilegiada en que se anun­cia, es totalmente · inoportuna en es­tos momentos, en que la política im­perialista por ellos dos desarrollada con México y Nicaragua ha levan­tado ·clamor extraordinario de pro­testa en todo el mundo, incluso en el propio pueblo de los Estados Unidos.

Triste es para los que hemos ve­nido laborando día tras día por le­vantar y engrandecer el prestigio in­ternacional de nuestra patria, ba1ª= llando incansablemente para que se robustezca su libertad y soberanÍl½ encontrarnos, cuando nos creíamos llegados al final de la jornada y nos preparábamos, precisamente con la celebración en la Habana de la Sex-

. 24

.· .. .

sin que. ésto q~1iera···decir que él ·mis­mo no co opere-, c~mo· corresponde_ a todo· pártido en la ?Posición,-. a l~ me­jor . gobe-rr1ación . del ' Estado; por los medios · qu~ ·}a · Coi;istit"utión, las Le­yes y ·1~s: huenaS prácticas parlamen­tarias acnnsejan.

-¿Y sobre la. prórroga de . pode­res, qué opina?

-Y porque ya cuando presidí la Comisión Senatorial de reforma de la Constitución me afronté con -el problema que de nuevo surge ahora, esto es, . la pretensión de que al mo­dificarse la Constitución se · prorro­gue el mandato presidencial, buscán­dose así de un modo indirecto ob­tener para el ,Presidente de la Repú­bl ica, en parte o en todo, un nuevo período presidencial, es que soy con­trario convencido de ese plan, que ya n'iató durante mi presidencia de la referida Comisión toda posibilidad de mejorar nuestra Carta Funda­mental.

ta Conferencia Internacional Ame­ricana, para asistir al triu~fo de nuestras campañas patrióticas, que hemos predicado" al viento y arado en el mar.

El discurso que contiene esas des­graciadas palabras fué impreso y re­partido profusamente al terminar el acto en que se pronunció. Los representantes diplomáticos extranje-. ros lo recibieron y sabemos que va­rios de ellos lo han enviado a sus res­pectivos gobiernos llamápdoles la atención sobre las palabras tantas ve­ces referidas.

No cabe, puc:::., ahora, decir que no se dijo eso, sino otra cosa. Lo opor­tuno es rectificar plena y oficialmen­te. Eso engrandecería a Cuba y hon­raría al Gobierno.

De mi puedo decir que, sin ser in­condicional ni cooperativista · y, por el contrario, francamente adversario de la reelección y la prórroga de po­deres, si me hubiera enterado, antes de leerse y repartirse ese discurso, de las pal_abras desgraciadas que él con­tenía, hubiera tratado de ver al ~re­sidente de la República, para pedirle como cubano ' y aconsejarle como in­ternacionalista, modesto pero empa­pado en estas cuestiones, que no d~­jara que su Secretario de Estado hi­ciese esas inoportunas manifestacio­nes, por el bien de Cuba, el prestigio de su personalidad internacional y la unión, amor y fráternidad que debe­mos tener con los pueblos _hermanos de la que Martí llamó "Nuestra América."

cías de arte y cultura, ·su desbordante po~·erío industr~al ·y _e~on~m~~o o su gran . suprema~1a . m1htar, · S1 les es posible adqúir!r . g_r~n ·pa~e ' _de u_na respetable personJllidad .- mte~n~c10-nal-¡ bella person_ali_dad-F-produ­~iendo un medio ambiente 'de saber, que a su vez produzca, en lo esen­cial de su personalidad, y a pesar de la pequeñez geográfica, a un Rous­seau, a .un Rodó, al propio gen/al glosador del inconmesur;ihle talento de Pacheco.

Pero, por lo menos, amigos: que no se siga hurtando el nombre y la obra de Adrián del Valle!)· de las fre­cuentes enumeraciones 'de novelas, narraciones y colecciones de cuentos, producidos en Cuba. Adrián del Va­lle lleva treinta años de escritor en­tre nosotros, y de escritor culto, hon­rado, enjundioso e infatigable.- Y sus cuentos y novelas merecen, opi­no yo, la cita frecuente y calurosa, con mucho mayor derecho que al­gunos de esos pobrísimos logros no­velescos, de las últimas cosechas criollas en que, gracias al socorrido tópico del "verismo cubano", se fo­tografían, con significativo conoci­miento de causa, página tras página; sin límite de técnica, ni medida de buen _gusto; fastidiosamente, las

B L

( Continuación de la pág. 20')

frases y las complacencias de los úl~ timos retratos sociales del país. Con esa facilidad solamente, no se hace novela cubana, ni novela de clase alguna. Para' ser novelista digrlo de tanta mención y tantísima benevo­lencia como las hasta ahora obteni­das por algunos que han hecho mu- . chísimo menos que AdriÍn del Va­lle, se necesita poseer, además de ve­rismo populachero, algo _de lo mu­cho que él tiene y de lo poco que, por voluntario error, le falta; aun­que cada día menos, como va apun­tado. A saber: intuición literaria; nocionies cientí'.ficas generales; ha­ber cortado muchas páginas de lite­ratos y filósofos; conocer la vida por sus roces, apretones y encontronazos, directos sobre la propia carne, edu­cación de la "vista" y de la emo­ción artística, · si imprescindiblemente sabemos de ellas, y sobre todo, más imprescindible aún, tener un innato poderoso don de pluma. De lo con­trario se escribe con estilo de perio­dista-detective, se razona con filo­sofía de medium espiritista y se em­barca uno, con Pero Grullo, a des­cubrir el Mediterráneo a cada vuelta <le página. Como les ocurre, a veces, a ciertos intrépidos ciudadanos, que no son Adrián del Valle precisa­mente.

E z EL FOTÓGRAFO DEL MUNDO ELE.GANTE

ESTUDIO PRIVADO EXCLUSIVAMENTE. RE.TRATOS ART4sncos

1 INDl5PE.N5ABLE, . .SOLICITAR CON ANTICIPACION SU TURNO

NEPTUNO 38 .

ecret~ .... de··: tocador de la antigua corte d~ Francia Alll.. entre el magnifico esplendor de la corte francesa . nació el renombre de Franciá por sus mujeres hermosas. Y a ese renombre la Crema Oriental de Gouraud contribuyó en mucho, por su empleo entre las bellezas famosas de la corte . 537

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a C~ CERVECERA

INTERNACIONAL ,cfA., APARTADO 1147.

Y c5E LO EIIVIAIJÁlf G..QAJJc5

La ~ebre amar~_lla y el limón Otro uso de esta fruta admirable

Muy probablemente nuestros lec­tores recuerdan que en ciertas regio­nes de éste y otros países vecinos don­de, de tiempo en tiempo, hace su trágica aparición la fiebre amarilla, se ha usado, con magnífico éxito, el jugo de limón como un coadyuvante del tratamiento general. Tanta fé tienen en él algunas personas, que lo emplean como único remedio y

sostienen que no falla nunca. Por eso puede decirse que para nos­otros es muy grata pero no _ sorprendente la noticia de que científi­camente se haya comprobado ahora que el limón es un auxiliar te­rapéutico valiosísimo tratándose de ciertas enfermedades como res­friados, catarros, grippe, etc. Un médico tan respetable como el Dr. Copeland (ex-Jefe del Departamento de Sanidad y actualmen­te Senador de los Estados Unidos) aconseja

1para cortar los resfria­

dos· un baño lo más caliente posible y cinco o seis vasos de limóna­da. Otros médicos de igual fama recomiendan tratamientos simi­lares a base de limón, pero parece que lo que está dando los mejores resultados es el "Método Bayer" que consiste en tomar al acostarse dos tabletas de "Fenaspirina" ( el famoso producto Bayer que, se­gún recordarán nuestros lector.es, fué el que salvó más vidas en el mundo entero durante la epidemia de influenza) y una limonada bien caliente. No hay que saber de medicina para comprender que la combinación de ese magnífico remedio con el efecto del limón, tiene que dar excelentes resultados. Las personas que ya han tenido ocasión de emplear este método, dicen que es admirable no sólo por lo sencillo y rápido, sino porque tiene la enorme ventaja de que no descompone el estómago como las preparaciones laxantes, ni ato.ri­ta como la quinina.

(Continuación de la pág. 10)

jó con la boca abierta ... Yo pensa- de lo que había en ella de pudor ba, mienfras el corazón me latÍ:l íntimo. violentamente: "¡Desgraciado!. . . Una mujer de mundo se hubiese ahora la hermana empezará a gritar deshecho en gritos O· se hubiese de~­y los prusianos lo fusilarán. . . No mayado. La religiosa había permane­gastan ellos bromas con la disciplina ciclo impasible, dici éndose sin duda y la decencia y no perdonarán a es~ que se trataba de salvar una vida te muchacho el haber tratado de es- humana e imponiendo silencio he­capar tomando_ p_or esco~dite las fa!- roicamente a los escrúpulos de su pu-das de una rel1g1osa . dor y de su fé religiosa.

Esperando una catástrofe, cerré Toda\'Ía me parece verla en el los ojos involuntariamente. . Pa- centro de la plaza fangosa, pálida, sa ron unos momentos y no oyendo con los ojos bajos, perfilándose rn nada, los vohí a abrir y miré a Sor casta silueta negra contra la pared Odilia. . . verde de la relojería del pueblo.

No había hecho un solo moví- ¡Palabra!, mis compañeros y yo es­miento; únicamente un ligero rubor tábamos confundidos de admiración coloreaba sus mejillas pálidas. Sus y respeto ante aquella maravillosa ojos bajos no dejaban percibir nada fuerza de espíritu . .. de lo que pasaba en su alma, pero -Vorwaerts! (¡Adelante!) gri­la inmovilidad de su rostro contras- tó el / eldwebel que salía de la ta­taba con la precipitación nen·iosa berna. Se oyó un trie-trae de ar­con que rebuscaba en el fondo de su mas, formáronse las filas y nos vol­cesto vacío y noté que hacía esfuer- vimos a poner en marcha. zos por disimular el temblor que Al final de la calle, miré para agitaba sus manos. atrás; Sor Odilia no se había atre-

Contemplába ro a la pobre muj er vido a moverse, abrigando todavía con un estupor lleno de admiración, hajo su hábito al muchacho que le y pensaba que por peque1io que fue- debía la libertad y la vida. se el muchacho y por amplia que Cuando el último fusilero prusia­fuese la falda dé la religiosa no ha- . no se perdió de \'ista, Sor Odilia, bía mucho espacio bajo ese traje de sonrojándo~e, condujo a su protegido pliegues rectos, y que para pcrma- a casa de un labriego que le prestó necer en su escondite, el joven debía un traje y :isí pudo regrcs:ir a Di­haber rodeado con sus brnos las jon, atravesando el bosque. piernas de Sor Odilia. -Desde esa época, a1iadió Mar­Imaginaba la cruel turbación que ese td ot,·- siento veneración por esas contacto clcbia poner en el corazón rel igiosas }' 0pino que desde el pu nto ele es;i virgen; las angustias y la~ de vista de l;i abnegaci,ín y de la piadosas rebeliones de la muje r y de energía moral, esas mujeres son muy la monja durante aquella violación superiores a nosot ros.

El Secreto de una Sonrisa Hay sonrisas de cariño, y de satisfacción, y de vanitlael o de orgullo. Y las hay también picarescas y significativas.

Y las hay que esconden un secreto. El secreto de esta sonrisa se encierra en dos palabras: ¡ bella dentadura 1

Y el secreto de una bella dentadura es lpana.

Encías sangrantes: ¡ ahí está el peligro! ¡ Su dentadura est4 en juego! En el campo de la lucha se enfrentan, de una pane, la Piorrea enemiga de su salud y, de la otra, Ud. que debe defenderla. Las endas que comienzan " sangrar indican la proximidad del enemigo. Son sus cómplices cuando empienn a ablandarse y a humedecerse. La Piorrea llega a robarle a Ud. su den~adura y a traerle achaques del estómago, reumatismo y otras enfermedades. La Ipana es abada de Ud. porque hace que las endas--que son el fundamento de la dentadura-dejen de sangrar y se vuelvan fuertes , sanas y vi~orosas. Por eso, Ipana es más'que un dentífrico. Naturalmente que da a los dientes un brillo y un pulimento de perla y que deja en la boca un grato sabor, aparte de dulcificar el aliento. Pero ha sido creada por la Ciencia Dental para custodiar la salud de Ud. La mayor parte de las enfermedades se inician en la boa. El uso diario de la lpana es la mejor garantía de la salud.

¡ IÚue Ud. de la Piorrea y de Ju ellÍermedade11 Uae IPANA: H 1116l _que ua deadfrioo .

I tANHA Preparada por 101 fabricute1 de Sal Hepática.

26

Soarie mejor quiea UH IPANA .

l [LM [])OCT[[)ílJM

--

~ e).~. ~ ~a,~ ÓNDE se hahrían en­contrado por vez pri­mera aquel perro y aquel hombre r

El perro no po¿ría contestar. El · hombre con certeza no recordaba, quizá haciendo un es­fuerzo de memoria pudiese decir: que una tarde, a la sa lida de un mí­sero poblado, último centinela a,·an­zado de la vivilización, ante la scl­ra vi rgen, sentase sobre una roca dispuesto a dar principio a su humil­de yantar; comía, los ojos bajos, fi­jos sobre la tierra, absorto por com~ pleto en sus pensamientos, y al le­vantar la ,•ista por un momento, Yió ante sí al perro.

El perro, sentado sobre sus cuar­tos traseros, había estado contem­plando como el hombre comía; pue­de ser llevase allí algún tiempo, mas

no había hecho ninguna demostra~ ci<Í1) a su llegada. El hombre miró al perro, y en los-ojos tristes de este último pareció que se acentuaba una mirada triste, q·ue suplicaba cari­ño . . . y comida. El hombre com­prendió esta mirada, tomó las sobras de su comida y las arrojó hacia el perro: el noble animal levantó la ca­beza y parecía querer darle las gra­cias-con sus miradas; bajó de nuevo la cabeza y siguió comiendo. El hombre cruzó las manos, las colocó sobre sus rodillas, y a su rez con­templó como_ el perro comía.

No necesitaba gran imaginación para !=Omprenderlo: el perro cuando sus pasos le lle,·a ron al encuentro de este hombre, tenía hambre.

Después de este encuentro el pe­rro siguió sie mpre al hombre; los

(Continúa en la pág. 30)

Usar la media de seda

VAN RAAL TE constituye_ un

rasgo de distinción del que no

puede prescindir una mujer ver­

daderamente elegante.

PÍDALAS EN SU TIENDA

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!. ¡ _t'-i,'

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LA LIOUIDACION DEL CUESTISMO

EN EL PURGATORIO

EN . LA DUDA

Conservatorio Nacional de Música "5ala Espadero"

HOMENAJE EN . CON1\1EMORACION D~L CENTENARIO DE LA MUERTE DE

BEETHOVEN

Sábado 26 de Marzo de 1927, a las 9 _p. m.

PRIMERA PARTE

l. Brevts palabras por el doctor José Manuel Carbonell, Pre­sidente de la Academia de Artes y Letras.

2. SONATA PATiTICA (Op. 13) Grave y Allegro Srta. Gloria Miró

3. Andante y Rondó de la PATÉTICA Srta. Teddy Risech

4. Romanza en Sol mayor Violín: Srta. Dulce María Rojas

5. SONATA (Op. 26) T ema, Variaciones y Scherzó Srta. Aurora Ah-arez Godínez ·

6. AH! PÉRFIDO C~nto : Srta. Isabel Elías

SEGUNDA PARTE

l. SONATA "CLARO DE LUNA" (Op. 2-7) Sostenuto Srta . Josefina Jorge

2. Allegro Presto Agitato de la Sonata "CLARO DE LUNA" Srta. Nena Mor.:

{

a. Minuetto en Sol mayor 3.

b. Rondino Violín : Srta. Dulce María Rojas

4. SÓNATA APASSIONATA (Op. 5i) Andante con moto y Allegro ma n~n Troppo

Sra. Margot de Blanck de .Coro

11:0TAS:-Todas las Obras que integran este programa .son de Beethonn.

Los números de Violín y Canto, serán acompañados por la Srta. Margot Rojas y el Maestro Arturo Bovi. Este Concierto e., de rigurosa im•itación. El Conservatorio Nacional, en atención a la fecha que se con­

memora, suspende en este día sus clases.

La Belleza y la Buena Salud Exigen una Buena Dentadura

Donde /aenoa toco. el diente

~ ~

El cepillarse y blanquearse los dientes con un dentífrico corriente no es bastante para conservarlos. N ecesi­tan una protección positiva contra la caries, resultado de la acidez bucal que según los dentistas existe en casi

·rIN1!}~;;i:f7coo toda persona. Entre los dientes y_ en el punto

donde · las encías tocan la dentadura; o sea, en La Línea del Peligro, 4ay ciertas hendiduras ·que sirven de nido para pequeños trozos de la comida al masti­carla. No se logra desalojarlos con e_l cepillo de dientes, y se fermentan produciendo ácidos que atacan el esmalte, irritan las encías y originan la ca~ies.

La Crema Dental de Squibb goza de máyores favorecedores que ningún otro dentífrico del mundo por su infinita superioridad. Está elaborada con más de un SO% de Leche de Magnesia Squibb, ingrediente que neutraliza eficazmente los áddos bucales tan pronto se forman, penetrando las hendiduras entre los dientes y las encías y permaneciendo en ellas por largo tiempo combatiendo los efectos de la acidez que conduce a la caries. ·

Proteja sus dientes y encías en La Línea del Peli­gro, donde mayor protección necesitan. Para conse­guir una dentadura sana y brillante, empléese la Crema Dental de Squibb dos veces al día y consúltese a~ dentista por lo menos ,4 . ' dos veces al ano. é{i

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r1. Wl21Gf12ACION

[1~ fPOfI[])rn~ (Continuación de la pág. 27,)

dos distintos c:iminos que hasta el y en su alma esta pasion había ex­momento de este encuentro habían pulsado a todas las demás; quería seg.uido cada · uno en· la vida, se ha- oro, mucho oro. cía uno solo, juntos caminaban por Aquella tarde, al parecer, había los bosques,· entre.· 'móntañas, juntos encontrado por fin el objeto de sus comían, y en las noc:hes de lluvia y deseos: en un pequeño valle forma­viento, o en otras plácidas bajo los do entre elevadas montañas, divisó blancos rayos de la luna, mientras allá en lo alto, herida por los rayos el hombre · dormía, el · perro velaba. solares que arrancaban de ella mil En esta unión, sin embargo, no ha- deslumbradores reflejos, ~o que tan bía mucho afecto por parte del hom- afanoso buscaba, el mineral raro, bre; sol~mente toleraba al perro; por cuya posesión tantos · trabajos y quizá el perro amase al hombre. años había empleado.

Mas, ¿qué buscaban entre aque- · Mas no carecía de dificultades el llos salvajes ·lugares tan inmensa- poder acercarse a ella; las rocas, en­mente alejados del mundo civili- tre las cuales se hallaba, eran planas zado? y resbaladizas, el pequeño peñón al

El perro nada, el hombre una que se hallaba incrustada costaría piedra. trabajo romper,

El perro, que en su vida solo ha- El hombre trepó, la piedra queda-bía recibido pedradas de los mucha- ba alta, donde no podría llegar su chas J' palos de los hombres, en- acerado pico, vió las dificultades tre aquellos lugares debía encontrar que ante sí tenía, y ,pensó la mejor la vida más agradable que en los manera de actuar. Miró al peñón; pueblos, podía con toda libertad éste era más bien alto que bajo, y su zambuUirse en las límpidas aguas de base tenía relativamente poco diá­los ríos, recibir el sol de lleno, ten- metro; observó que más. abajo del lu­dido sobre la yerba, o acostarse al gar en que se hallaba, había una pe­lado del fuego por la noche junto queña plataforma formada por dos al hombre; este no lo acariciaba, mas rocas; si lograba, rompiendo la roca, tampoco lo maltrataba, hacerla caer hacia allí, la piedra se-

El hombre, un buscador de minas, ría suya. ~uería encontrar una piedra rara Bajo este plan comenzó su tra­que los otros hombres, los que deja- bajo: poco a poco, bajo los golpes ba allá lejos, pagarían a peso de oro, de su pico va perdiendo su masa, el

(Continúa en la pág. 32)

O.Ir Elfia lmtalados ea todu partét dé Cuba, clacle Matahambre, P-mar del Río, a Bancoa, Oriente

Porque son ul)O necesldacl_el) el hogar Frlgldalre proteje la scilud es114clalmente la de los nlllos, Previene la acidosis y otros trastor11os

1ntat1noles. parque la leche na puede agriarse ni l)lngún otro alimento descomponerse en 41. Los helados y otros ~tres son tamblil) deliciosos cuando se preparan en el Frlgldalre. Mejora

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30

! '

r----2::-=-=-=-=-= -= -=--= --:::;::. --::::;. -~-==-=; -~~"ir-¡.7.1 ===;.-La ó'ot~ 1t Viento o T o • H A •• se H E • 1 •

( 4 P O l O fi Q) - ,

ro,- &LANCA MtLAN{'5

1*"4"...¡ S una gota de rocío que como un brillante encendido que

J91'4 t iembla en el extremo tuviese alas. En la mejilla de la ma-

, de la hoja lustrosa de dre soy la condensación del dolor; rA un nogal corpule~to en los carrillos del niño la concresión ~ que se alza a orillas del de la inocencia; en el rostro de la

sendero. amada la real ización de la dicha; EI viento del amanecer se ha que- en los párpados del moribund_o · em­

dado enredado, medio adormecido piezo a ser el vacío de la ·nada. En en la fronda del árbol como can- las noches radiantes mi seno dimi­sado de sus correrías vagabundas de nuto se colma con todas las fulgen­bohemio incorregible sobre la redon- tes constelaciones del cielo. Ya unida dez de la tierra. a mis hermanas en el vaso de ae:ua,

De- pronto, la gota de rocío em- apago la sed del caminante ; esplen­pieza a brillar al ser traspasada por do con orientes inusitados en la geo­las agudas flechas de oro del sol , mé_trica y difícil red de la araña; mañanero. vi bro de emoción en la punta de la

Y la gota canta : ,antena del inalámbrico. En mi ser - Al través de mis peregrinacio- hay alguna 'lartícula infinitesimal_ de

nes voy irrad iando por el mundo (Continúa en la pág. 33)

z.

a:

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u

z

-Levanto mi Copa .

Nenes que ríen Para proteger el delicado cutis del bebé contra la resequedaq del invierno y las irritaciones del verano, basta una ligera apli­cación de Crema Hinds después del baño diar io . La leche de almendras y la miel de abeja~ que la componen forman un excelente v igor izador del cutis.

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t'i~aq~,' a'~J,,~'J, '~ ªat~~da : t r.=: ~~~: ': JC:,m,;fó';;d/~::;a, :t :" Para la cara-el cuello -los brazos-la1man01

-¡ Dichoso tú! A mí el reumatismo me im-pide alzar el brazo.

ENVIDIANDO a los que dejan la mesa con una sonrisa de satisfacción ¡cuántos hay que, con

gesto agrio, se duelen de su propia dispepsia y llevan en cada articulación un centro de torturas! Las malas digestiones y el exceso de ácido úrico · que produce reuma, se evitari con el uso regular de SAL HEPÁTICA!

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31 .

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[LJPj [PO [[])00,ffej _(Continuación de la pág. 30)

sol quema, su cuerpo está empapado · en s4dor, sus inanos, al contacto sin

cuidado contra la roca, tienen algu­nos hilos de sangre; unos golpes más, y el peñón cae. En el impulso de su caída, rebasa la plataforma donde debiera caer, continuando su rápido descenso monte abajo; al final, en

su desesperación sube'n hasta sus la­bios palabras de oraciones que apren­dió cuando niño, que jamás recor­dara, sus esfuerzos solo sirven para precipitar más su hundimiento; ya la cabeza desaparece . . . solo es una mano que traza sobre el espacio un poema de agonía . . . luego nada; unos cortos círculos indican aún so­bre la superficie de la charca, el lu­gar donde una vida se acaba.

El perro ha contemplado desde 1a cima de la roca aquel rápido 'desapa­recer; ahora aulla levantando su ca­beza hacia: el azul del cielo que co­mienza a invadir las primeras som­bras de la noche.

Las últimas claridades del día desapar~cen, solo allá en lo alto al­gunas rocas brillan a. los postreros rayos del sol con tonalidades de san­gre; aba jo la obscuridad es casi com­pleta, reina el silencio.

: un salto de unos metros, pega fuerte contra el saliente de una gran roca al pié de la cual nace un fangal; al choque rompe en mil pedazos, y en­tre ellos, el hombre que había segui -. do atentamente _este rápido bajar, ve brillar el trozo codiciado, que desa­parece undiéndose en la maleza. El hombre corre monte abajo, y tras él va el perro, llega a la cima de la ro­ca; sin pensarlo salta al fangal, el perro ~ detiene a su borde, mira in­quieto hacia abajo. El hombre, que al caer se ha hundido entre el fan­go y la maraña de aquella vegetación trata de desembarazarse de aquellos estorbos mientras mira el lugar don- El perro está aún sobre la roca; de debe haber caído la piedra. Allí con su fina cabeza entre las piernas está, no muy lejos; lanza un grito de parece meditar; hay en su mirada alegría, quiere ir hacia ella, pero húmeda el dolor de un ser humano, sus pies se hunden, quere avanzar y ligeros temblores recorren su y no puede, la piédra brilla tenta- cuerpo mientras de su garganta se dora a pocos pasos de él, todos sus escapan ligeros gemidos. El silen­esfuerzos para acercarse a ella son cio de aquel lugar impone, nada se vanos, parece que alguien le tira ha- mueve, ni una ligera brisa agita las cia abajo por los pies, el fango le hojas de los árboles : llega al pecho, y el hombre compren- Hay un ruido sobre el agua fan­de al fin donde ha caído, sabe que gosa como si algo hubiera caído so­las arenas movedizas rara vez suel- bre ella; un chapotear rabioso ... un tan su presa, trata de ganar la orí- gem.ido que se va apagando . lue­lla en supremo y desesperado esfuer- go nada .

.

~u vida, y ~ hun~•;::~~:; ;~; ;::::: r ) Aplíquese ..,_inimento de Sloan, que

restaura la circulación normal,quita la congestión que causa eldolor, y

P-25

- ·el alivio es inmediato

Dientes Sanos El DIOXOGEN usado para el aseo de la boca destruye los microbios y limpia los intersticios de la dentadura donde no llega nunca el ce­pillo. El DIOXOGEN es tan importante para la limpieza de la dentadura como el cepillo mismo.

Absolutamente puro-rico en oxígeno­inofensivo para los tejidos-el DIOXOGEN es un antiséptico poderoso-realmente insusti­tuible para la higiene personal.

Di_oxogen

La ó'ot a u ª "-la primera gota de la creación al través de mis múltiples transforma­ciones. Voy viajando en la nube errante para descender desde lo alto, como dardo certero, en _forma de llu- . vía benéfica sobre los campos.

,El viento, que se ha d~spereza­do un poco, oye el canto de la gota y le dice en tono de zumba:

-El elogio de tus méritos no me sorprende. Como mujer al fin eres un tanto vanidosa. También tengo como tú algunas acciones que hacen valer, y en mis correrías por el glo­bo he visto tanto como- tú, pero de­seo en esta ocasión callar filosófica-· mente.

-Yo no me envanezco de nada, insinúa la gota. La alegría de esta mañana radiante me ha hecho cantar de este modo, sin sospechar' que pu­diera alterar tu sueño y molestar tu cansancio. Por lo demás, me tiene sin cuidado tu · mal humor. ¿Crées acaso, ·qúe causo perjuicio al caer como. un diamante en el seno de una ~osa; ·al encerrar en mi regazo las maravillas· del arco-iris con que me enciendo algunas veces, o al conver­tirme en una gota de oro cuando el sol me exalta con su rayos? Si yo tengo la virtud de reflejar en nti se­no todo ló que veo, de reprodUQi

¡(¡

I \ \ u poJ;é . ~ -,

. . pelo ... ¿:.i S1 conhnúa nzándolo como JJtÍ hasta ahora. acabará con él dentro de · poco. Nunca vuelva a rizarse el cabello -sin haberlo mojado antes ... ~ / con DANDERlNA. ~ Asinosóloevitaque ....... ~ to ­se le res~que, sino ~ dos loa que el nzado le :"'llf/ días, an­queda muchi- /L.• tes de simo mejor.~ peinarse. Acostúm- ~ Es admirable brese a ~ e ó m o abrillanta usar ~ ondula y suaviza 1 a llt el cabello. Además, A~/ lo conserva defendido ~ contra la caspa y

lleno de vi g-:>r. hermo­aura y lozanía.

(Continuación de la ,pág. 3 l )

todo lo que está a mi alcance, de aprisionar todos los paisajes corno ne hay pintor que se me · iguale, no es mía la culpa, sino del Supremo Ar­tí fice que así lo quiso.

-Eres jactanciosa como todo lo pequeño y débil y tu suerte está en­tr~ mis manos. Con sólo desperezar­me un poco entre las ramas de este árbol, tu vida está concluí<4>

-Te engañas de medio a medio, dice la gota. Mi existencia no . de­pende· de · tus broncas altaneras. Y o, como todo lo noble, como todo lo be­néfico, como todo lo que es luz so- . _bre la tierra,puedo tener un eclipse pasajero; ·una muerte transitoria co­mo la vida misma del hombre, pero tengo la virtud de renacer a nueva form:i. cual el ave de la leyenda.

-En esw, por toda conte3tación, el viento incomodado se rebulló. en­tre la fronda y al temblar el rama­je la gota de rocío ro·dó al suelo con­fundiéndose con el polvo.

El viento siguió su marcha de Ju­dío Errante al través de todos los caminos del mundo, pero el sol, que ya calentaba un poco, evaporó la go-0' de rocío qúe subió a las nubes a iriccuporarse a sus hermattas. San losé, Costa Rica. Feoi~ro: 1927.

U~!i~¡:\~~)~n~~éa1~! Crema Dental Kolynos es tan popular es porque cleja en la boca una ex­quisita sensación de lim­pieza y frescura des­pués de usarla. Esta sensación de extraordi­naria lin:ipieza es debida' a que la boca queda real­mente limpia con el uso de Kolynos, pues mata millones de microbios dañinos y disuelve la pelí · cula.

Además, libra la boca de los restos de alimentos que quedan después de las comidas, los que se eµtninan mezclados con la espuma que se forma en abundancia al cepillarse los dientes con Kolynos.

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B A e A R D ,

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1 "'l ..... ~1 I .. ,.R (Continuación de la príg. ·s) ~ ~ 4'.I"... • ••

riú<lico, como, inservible. To<las las producían piedras enormes que le i

noticias que llevaba después que me hacían sufrir horriblemente. pusieron las piezas <le repuesto, resul­taban extravagantes. La última, que fué la de ayer, decía así :

"El muerto, por sus propios pasos, se dirigió a la casa de socorros, don­de certificaron su defunción."

El maestro, entristecido, cxcla­i maba:

-¡ Qué r..1al ha hecho Dernitris a mí y a la enseñanza! ¡ Cuando empiezo a dar las clases, me quedo dormido y los alumnos me ponen hasta banderiUas !

El beodo decía: -El hígado que me han puesto,

~sti más a,·e riado que el que mt quitaron. ¡Y yo que pensaba beber tanto!

El policía había sido declarado cesante, pues ·cada -in,·estigación que realizaba, tesultaba un fracaso, bur­lándose <le d los delincuentes, que aumentaron sus actividades.

Y el carcelero parecía un loco, ll evámlosc las manos a la cabeza, pues le hahían puesto un coraz,ín tan generoso, que llcgú a la peniten­ciaría, abriú las puertas y ele jú mar­charse a los reclusos.

Ct1a<lo se hubo calmado el motín . los p~omotores se dieron cuenta que en la \'itrina del establecimiento ele Demitris, había colocado un cartel, que con graneles caracteres decía:

"TONTOS" Y poco a poco se fueron retiran­

do, lleYan<lo la noticia del fracaso El hombre <le los cálculos, se la- todas partes.

mentaba de que los ri1iones de re- Cárcel ele la H aba na, puesto parecían una cantera, porque Diciembre 28 ele 1926.

60 Ali

ANOS perfeccionándose han producido el medica­mento supremo del más puro aceite de hígado de bacalao, la

, EMULSION de SCOTT

POR lo general la caries de los <lientes es la causa

de mala sa lud. El cepillo para dientes

ha sido científicamente pro­yepado para que: llegue a rodas las partes Je cada diente. Protege los dientes y la salud porque asea es­crupulosa mente toda la dc:n­tadurl. Esta es la razón para que el público dd mundo entero haya pre­terido desde hace 40 años, el cepillo para dientes Pro­phy-lac-tic.

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