papel 100% ecológico papel 100% ecológico papel 100% ... · paldas de nuestros problemas...

13
Co lom bia Papel 100% ecológico

Upload: dangtram

Post on 07-Mar-2019

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

PerúColombiaEcuador

Papel 100% ecológico Papel 100% ecológico Papel 100% ecológico

Ecuador

Papel 100% ecológico

Colombia

Papel 100% ecológico

PerúPapel 100% ecológico

[pág. 168]

ES

PE

CIA

L

L a Responsabilidad Social Universitaria (RSU) tiene

amplios antecedentes históricos

en Colombia, pues la misma fun-

ción educativa expresa ese com-

promiso social, incluso en be-

La RSU se centra en proyectos para solucionar problemas sociales que afectan al país.

neficio de sectores con bajos ingresos económicos, además de formar profesionales calificados que contribuyen de manera sig-nificativa al desarrollo nacional y, en especial, al desarrollo de los

diversos renglones productivos.Pero, la moderna concepción de la responsabilidad social muestra que dicha actividad tradicional no es suficiente para cumplir con una verdadera RSU, como tam-

Desde la aulas se está gestando un modelo de acción de estudiantes y profesores a favor de los grupos más vulnerables.

RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA

Por: Jorge Emilio Sierra Montoya / Director Ejecutivo del Instituto Latinoamericano de Liderazgo

poco lo es el espíritu filantrópi-co que ha acompañado desde sus orígenes a varias instituciones universitarias (algo similar cabe observar en relación con las em-presas, cuya responsabilidad so-cial no se reduce a generar em-pleo, pagar salarios e impuestos o hacer donaciones, entre otros).

En definitiva, la RSU se entiende como una estrategia orientada a contribuir desde las universida-des, con numerosos proyectos en sus diferentes grupos de interés –stakeholders-, a la solución de los principales problemas socia-les que afectan al país (pobreza, desigualdad, desempleo, corrup-ción, violencia…) y, de manera particular, a los grupos más des-favorecidos de la población.

La universidad no puede estar a es-paldas de nuestros problemas so-ciales, según suele decirse. Y si ello

La RSU tiene dos dimensiones, igual que la responsabilidad social en general, cualquiera sea la organización social (gobierno, empresas, universidades):

1.Responsabilidad social interna 2. Responsabilidad social externa

La responsabilidad social inter-na es, como lo dice su nom-bre, dentro de las universida-des, con los grupos de interés propios, como son sus direc-tivos, personal administrativo, profesores y estudiantes.

La RSU, por consiguiente, de-be ser una política institucio-nal en sentido estricto, con la

Dos caras De La moneDa

resPonsabILIDaD socIaL Interna

cual todos los miembros de la universidad, sin excepción, han de estar comprometidos, empe-zando por sus máximos directi-vos (Consejos Superior y Acadé-mico y Rectores, entre otros).

Internamente, es preciso desa-rrollar diversos proyectos, como serían:

205

Esmeraldas

[pág. 170]

Programas de capacitación:

• Capacitación a directivos so-bre RSU, para que la adop-ten como estrategia funda-mental en sus universidades y éstas, en alianzas estraté-gicas con otras organizacio-nes sociales (gobierno, em-presas, ONG), promuevan la responsabilidad social como política de Estado y del país.

• Cursos sobre RS en los di-ferentes programas acadé-micos de las universidades, dado su carácter transversal, al que ningún programa de-be ser ajeno. Acá es indis-pensable la formación ética para que los futuros profe-sionales ejerzan su actividad laboral con plena sujeción a los principios morales que deben regir a la sociedad.

• Realizar investigaciones so-bre los principales proble-

resPonsabILIDaD socIaL eXterna

Según la concepción moderna de la RS, se requiere que las uni-versidades desarrollen proyectos sociales con grupos de interés externos como son la comuni-dad, el gobierno, las empresas privadas, los proveedores y has-ta las familias de sus emplea-dos, para cada uno de los cuales habrán de tenerse los proyectos pertinentes.

Algunos proyectos de este tipo:

es válido en países con alto desa-rrollo, con mayor razón lo es en el nuestro, donde tales problemas son múltiples y bastante graves.

De hecho, algunos centros de educación superior vienen tra-bajando en tal sentido, con pro-yectos específicos a la luz de la moderna RSU, pero todavía fal-ta mucho por hacer, sobre todo en forma coordinada e interins-titucional.

El reto, entonces, es lograr en los próximos años que la responsa-bilidad social de las universida-des alcance un desarrollo similar al de la educación y la investi-gación, tanto a escala interna (entre sus directivos, estudiantes profesores y empleados, en gene-ral) como externa (con la comu-nidad, el gobierno y las empre-sas, entre otros).

En definitiva, hay que convertir lo social en la tercera actividad universitaria por excelencia en nuestro país.

Un proyecto así, al menos para conseguir los resultados espe-rados, a través de una positiva transformación social, no pue-de ser sino de largo plazo, con el concurso de todas las institucio-nes universitarias y el firme com-promiso de sus organismos di-rectivos, que es condición básica para llevarlo a cabo.

mas sociales del país, pro-poniendo soluciones en que también deben participar las universidades en ejercicio de su responsabilidad social.

Impulsar la responsabilidad so-cial de las mismas universidades, es decir, en su interior, como or-ganizaciones sociales, así:

• Prácticas de buen gobierno o gobierno corporativo; res-peto por los DDHH.

• Respeto por los derechos la-borales; lucha contra la co-rrupción, proyectos ambien-tales.

• Divulgar los informes co-rrespondientes (balances sociales, reportes de soste-nibilidad), con el uso de in-dicadores adecuados y las mediciones sobre el impacto de los proyectos sociales.

• Ampliar cobertura de educa-ción superior a los estudian-tes de bajos ingresos.

• Apoyar desde las universi-dades al sector privado para sus programas de responsa-bilidad social, los cuales son ordenados en ocasiones por la ley (ver decreto reglamen-tario sobre RSE en la Re-forma Financiera) y realizar proyectos sociales con la co-munidad.

ES

PE

CIA

L

Seguimos construyendo ALEGRÍA

[pág. 172]

En Colombia, se ha planteado a la sostenibilidad como una estrategia de desarrollo en la agenda del gobierno.

L os retos que enfrenta actualmente Latinoamérica

en materia de Responsabilidad Social son muchos; su riqueza natural, su alto potencial de cre-cimiento y sus economías emer-gentes son, sin duda, un atrac-tivo para la inversión extranjera que ve en nuestros países un am-plio abanico de oportunidades que actualmente en las nacio-nes desarrolladas no existe. An-te este panorama, los gobiernos deben establecer las condiciones para que esta inversión sea facti-ble pero, sobre todo, las garan-

OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS

Por: Melissa Urzola Guarín / Consultora en Responsabilidad Social y actualmente Coordinadora del proyecto Planes Empresariales de Movilidad Sostenible –PEMS- (Bogotá, Colombia).

La sociedad debe tener equilibrio entre la rentabilidad económica y un desarrollo social y ambiental.

tías para que exista un equilibrio entre la rentabilidad económica, y un desarrollo en términos eco-nómicos, sociales y ambientales a nivel local.

En el caso de Colombia, la soste-nibilidad se ha planteado como

una estrategia de desarrollo en la agenda de gobierno que permita aprovechar las oportunidades de crecimiento pero con una visión a largo plazo. Es decir, el desa-fío es generar desarrollo pero no a cualquier costo. Ser uno de los países más ricos en biodiversidad,

ES

PE

CIA

L

al tener el 10% de las especies en fauna y flora a nivel mundial concentrado en tan solo el 0,08% de la superficie terrestre, nos obliga a preser-var nuestros ecosistemas para bien de las futuras generaciones e, incluso, de la humanidad. El uso racional de los recursos renovables y no renova-bles debe ser una prioridad en la agenda nacio-nal que no ponga en riesgo al ecosistema y a las fuentes de sustento de las poblaciones.

Progreso conjunto

El sector privado está alineado con la sosteni-bilidad, lo que permite avanzar por el mismo camino. Sin importar el tamaño, las empresas han adoptado este concepto y lo han llevado a la práctica con la implementación de siste-mas de gestión. Adicionalmente, la estrategia de la creación de valor compartido ha genera-do una conciencia empresarial para identificar nuevas oportunidades de negocio, mientras se aportan soluciones a problemas del entorno. Con esta fórmula, se evidencia que el éxito y el mejoramiento de la calidad de vida sí pueden ir de la mano.

Para lograr un mayor impacto social que sea sos-tenible, es imprescindible unir esfuerzos entre el sector público y el privado. Por eso, el Gobierno Nacional apostó por la creación de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Ex-trema (ANSPE) encargada de la estrategia que busca optimizar la inversión privada, mientras se fortalece la institucionalidad gubernamental y se impulsa la innovación social.

Cambio de mentalidad

Con la negociación del proceso de paz que se está llevando a cabo en Colombia, el debate so-cial es álgido. Frente a un tema tan sensible, es natural que se encuentre todo tipo de posi-ciones. Sin embargo, en esta coyuntura se debe procurar tener una perspectiva sostenible donde confluyan la justicia social con mayor calidad de vida para las personas y el pleno respeto a los derechos humanos; el desarrollo económico con mejoras en la infraestructura, crecimiento em-presarial, generación de empleo y la reducción de la brecha de inequidad; y la protección al medio ambiente como eje fundamental.

[pág. 174]

Por eso, alcanzar la paz no se li-mitará a una firma entre las par-tes, sino que será un proceso en el que todos los sectores de la so-ciedad deberán hacer su aporte.

La reconstrucción de El Sala-do, un pueblo al sur del depar-tamento de Bolívar, azotado por la violencia, es un claro ejemplo de lo que se puede hacer conjun-tamente. Hace cuatro años co-menzó este proyecto que desde la Fundación Semana ha vincula-do a diferentes actores que apor-tan su conocimiento para dar so-luciones integrales, al maximizar resultados y devolver a sus habi-tantes desplazados la confianza de retornar a casa y las condicio-nes necesarias para empezar de nuevo.

Así, esta oportunidad de reconci-liación nacional puede servir de pretexto para impulsar un cam-bio cultural que nos lleve a re-pensar nuestra sociedad donde no predomine el individualis-mo, sino el trabajo colectivo y el bienestar general.

¿Qué sigue?

Las alternativas de acción son muchas, pero la innovación so-cial se ha convertido en el cami-no para encontrar soluciones via-bles a problemáticas que afectan la calidad de vida de las perso-nas. Su valor radica en la bús-queda de transformaciones so-ciales y ahí está el desafío. Los emprendedores de hoy son los que piensan en proyectos econó-micos con un fuerte enfoque en lo ambiental y social.

Proyectos innovadores como el de Planes Empresariales de Mo-

vilidad Sostenible –PEMS- (en la ciudad de Bogotá), de la Funda-ción Chevrolet, la Universidad de los Andes y la Asociación Nacio-nal de Empresarios de Colombia (ANDI), muestran que el apor-te interdisciplinario es valioso a

po, contribuir a la movilidad y reducción de emisiones CO2.

Se apunta, así, a propiciar un cambio cultural. Algunos piensan que la Responsabilidad Social es

La innovación social es el camino para mejorar las condiciones de vida en América Latina.

la hora de aportar soluciones a problemáticas que afectan la ca-lidad de vida de los ciudadanos. A través de la promoción de di-ferentes estrategias de movilidad sostenible entre el sector priva-do, se busca contribuir a la cons-trucción de una ciudad más ami-gable. Hoy, 31 empresas y cuatro universidades hacen parte de la Red PEMS para implementar mo-dos sostenibles de transporte que permitan a sus empleados dismi-nuir sus costos y tiempos de des-plazamiento y, al mismo tiem-

un tema de moda y puede que lo sea. Sin embargo, este es un camino que cada vez cobra más importancia y se consolida para recordar que las oportunidades de crecimiento deben estar siem-pre acompañadas de estrategias a largo plazo. Así las cosas, bien-venidas todas las tendencias que nos inviten a pensar en modos de vida sostenibles, en trabajo en equipo y en nuevas formas de in-novación. Son las oportunidades y desafíos que hoy enfrenta Co-lombia y Latinoamérica.

ES

PE

CIA

L

[pág. 176]

Una energía bien gestionada da cuenta de una organización con fuerte conciencia de sus recursos y medidas a tomar a mediano y largo plazo.

ENERGÍAS ALTERNATIVAS

Por: Javier Neisa, profesional de Normalización ICONTEC

E n Colombia, el Institu-to Colombiano de Nor-

mas Técnicas (ICONTEC), único miembro por Colombia en la ISO (International Organization for Standardization), creó el Comi-té Técnico de Normalización de ICONTEC 228 Gestión Energéti-ca, el cual es miembro “P” (Parti-cipante) del mencionado Comité ISO. El Comité trabaja en el estu-dio, desarrollo, votaciones, emi-sión y traducción al español, de la norma ISO 50001 y participa en toda las reuniones interna-cionales, llevando las posiciones consensuadas de todos los acto-res nacionales relacionados con este tema. Como resultado de es-te trabajo, ICONTEC ratificó la NTC-ISO 50001 el 30 de noviem-bre de 2011.

La NTC-ISO 50001 especifica los requisitos para desarrollar e im-plantar un Sistema de Gestión de la Energía, así como para es-tablecer objetivos y una políti-ca energética y planes de acción, teniendo en cuenta los requisitos legales y el uso significativo que se hace de la energía. El enfoque

La NTC-ISO 50001 especifica los requisitos para desarrollar un sistema de gestión de la Energía.

nuevo que establece esta norma es pasar de la situación actual de identificación y corrección pe-riódica de ineficiencias energé-ticas en los procesos y servicios de una organización, utilizando auditorías energéticas y cambios tecnológicos, al control conti-nuo de los niveles de eficiencia energética como parte de la cul-tura organizacional, mediante: la gestión de prevención de inefi-ciencias energéticas, utilizando un sistema de mantenimiento e

inspecciones centrados en la efi-ciencia; la gestión de la correc-ción de ineficiencias inesperadas en los procesos y equipos.

De igual manera la implementa-ción de un sistema de monitoreo de los indicadores de desempe-ño energético en los usos signifi-cativos de energía, así como sus variables de control, y el incre-mento de la eficiencia energética, mediante el aprovechamiento del potencial que brinda la tecnolo-

ES

PE

CIA

L

[pág. 178]

Esta norma pretende instaurar el control de los niveles alcanzables de eficiencia energética.

gía instalada en la organización, identificado en los procesos de auditoría. Este enfoque produce más oportunidades de reducción de consumos energéticos, el sos-tenimiento y la mejora de la efi-ciencia, en un proceso de mejo-ra continua, que primero sugiere lograr la máxima eficiencia ener-gética de la tecnología existente y, posteriormente, pasar al cam-bio tecnológico para incrementar la eficiencia. Las ventajas de im-plementación de la norma para una organización son:

• Proporciona a las organizacio-nes la forma de integrar la efi-ciencia energética a las prácticas actuales de gestión.

• Brinda una metodología lógica para aplicar eficiencia energética, que contribuyan a la mejora con-tinua de la misma.

• Ofrece orientación para definir la línea base, medir, documentar e informar las mejoras en los in-dicadores de desempeño energé-tico y su impacto sobre las reduc-ciones de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

• Proporciona un marco a las organizaciones para alentar los proveedores a gestionar su ener-gía, multiplicando la reducción de la intensidad energética.

• Reduce los costos de produc-ción relacionados con el consu-mo energético.

• Reduce la exposición de la or-ganización a las fluctuaciones de los costos energéticos;

• Ofrece a las organizaciones con

operaciones en más de un país, una sola norma para la aplicación ar-monizada en toda la organización y facilita el acceso a mercados vo-luntarios de reducción de GEI.

• Establece un criterio homogé-neo y efectivo en el mercado de servicios de eficiencia energética.

Para la implementación de la NTC-ISO 50001, las organiza-ciones van a requerir de la ins-talación de sistemas y equipos de medición nuevos, pues la si-

tuación de la pequeña y media-

na empresa es esencialmente la

de contar con un solo medidor

de consumo de energía, utilizado

para la facturación de su consu-

mo, y muy pocos, o ningún me-

didor dentro de sus procesos.

La gran empresa tiene mayor co-bertura de medición de consu-mo de energía, pero muchas ve-ces no responde a los criterios de evaluar el desempeño ener-gético por procesos o áreas de la empresa, sino a controlar de-terminado consumo que consi-dera importante para sus costos de producción. Algunas de es-tas herramientas ya son aplicadas por las empresas en los sistemas de gestión de la calidad o me-dio ambiente, pero se requerirán otras específicas del componente energético de la norma.

El proceso de certificación de es-ta norma de gestión de la ener-gía no difiere de los procesos de certificación de otros Sistemas de Gestión de la ISO. Con la imple-mentación de esta norma se es-pera también sea una respuesta a los problemas ambientales.

ES

PE

CIA

L