palabras veladas

191

Upload: victor-lopez-gomez

Post on 31-Mar-2016

269 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Fotografías: Víctor L. Gómez Textos: CLAUDIO ANTÓN, TINA ESCAJA, PACO GONZÁLEZ, ELÍASMARTÍN COCA, ANA KAISER PRÓLOGO DE LUIS RAMOS DE LA TORRE DIBUJOS: RUTH DOMÍNGUEZ VIÑAS

TRANSCRIPT

P a l a b r a sVe l a d a sPALABRAS VELADAS

PALABRAS VELADAS

PALABRAS VELADAS

Fotografías:

Textos:

CLAUDIO ANTÓN

TINA ESCAJA

PACO GONZÁLEZ

ELÍAS MARTÍN COCA

ANA KAISER

PRÓLOGO DE LUIS RAMOS DE LA TORRE

DIBUJOS: RUTH DOMÍNGUEZ VIÑAS

PATROCINAN:

PALABRAS VELADAS

A Javier y Cristina (Estudio Mynt)

PALABRAS VELADAS

Í n d i c eÍ N D I C E

Prólogo:Luis Ramos de la Torre

11—

Claudio Antón14—

Tina Escaja46—

Paco González80—

Elías Martín Coca110—

Ana Kaiser152

PALABRAS VELADAS

P r ó l o g oEn buenas manos

Hace unas semanas Víctor L. Gómez y amigos me invitaron a escribir una pequeñapresentación sobre lo que a continuación se puede leer y ver en este encuentro amistoso queen forma de libro tienen ante ustedes. Desde esta perspectiva de la amistad, he queridocomenzar mi aportación en este proyecto, recordando cómo después de observar las palabrasy fotografías que forman este manual de encuentros, me he sorprendido a mí mismo mirán-dome las manos con un gesto de inquietud, de extrañeza y de urgencia tras revisar algunaspáginas que con el tema aparentemente secundario de lo manual aparecen en algunas de laspropuestas que aquí se citan.

Seguramente, no se han de extrañar de esto que les comento quienes conozcan la obraanterior de este fotógrafo, o aquellos que hayan visionado alguna de las Exposiciones lleva-das a cabo por nuestro activo anfitrión, pues en ellas, tanto la contundencia de los rostrosespeciales captados de forma singular por la inquietud de su mirada ante la cámara, como lapresencia del lenguaje de las manos y su fuerza gestual, son algunos de los ejes fundamenta-les que conforman la cosmovisión del lenguaje no verbal de este autor centrado en dilatar ycomplementar la vida de lo que nos muestra a través de la enorme fuerza plástica de sus pro-yectos.

P RÓLOGO 11

Después de esta pequeña observación sobre la experiencia personal que aquí les hecontado, me gustaría decirle a todos los posibles lectores de este libro, que puedo imaginár-melos tal y como yo mismo he hecho, disfrutando con los contenidos de este trabajo que ahoratienen en sus manos. Así, los veo hojeando y ojeando, como ese ojo especial que aparece en lapágina 64, el contenido celebratorio de las palabras y las imágenes que Tina Escaja, AnaKaiser, Claudio Antón, Paco González y Elías Martín Coca nos han dejado aquí.

Y por ese motivo no me deja de llamar la atención, —¿grandezas de la casualidad?—que sean cinco amigos, —cinco—, esto es, el número de la simetría y los sentidos, los que aquíaparecen juntos y a los que se pueden contar con los dedos de una mano; aquellos que ade-más del anfitrión y de este presentador que aquí les habla, se hayan encontrado en una citacomún a la que también se les ha invitado a ustedes, queridos lectores, para buscar entretodos el número mágico: el siete de la ordenación total, el número de la cercanía y la amistad.

Si por otra parte, tuviéramos que considerar a los que aquí aparecen de forma indivi-dual, se debería indicar para ser sinceros y correctos cicerones, que en esta casa común, nosunen a Claudio Antón, además de su poesía de apariciones y desapariciones, las sillas de losteatros o el humo de los bares y el sonido de los vasos que nos cumplen después de una actua-ción entre música y palabras en algún café o bar de cualquier sitio donde hayamos ido dejan-do, a través del tiempo y del sueño, canciones como gestos o besos en el aire.

A Tina Escaja, a quien personalmente no conozco pero artísticamente aprecio y consi-dero, me acercan, al tiempo en que sus imágenes hacen arder la telúrica de los sentimientosmás claros, una buena ristra de amigos comunes que al calor y al lado de la alta poesía hanido dando cuenta de su ufano hacer personal y su esfuerzo artístico.

A Paco González, además de la amistad que no sabe del tiempo y la música que noentiende de mezquindades, me unen la cercanía de su magia y la siempre buena disposiciónde su corazón altamente entregado.

De Ana Kaiser, nada supe hasta ahora, era para mí una persona desconocida más,pero como ella escribe en este libro que: “un desconocido se hace confidente del espacio, par-tícipe de un instante”; desde ahí he decidido acercarme a ella para confiarle el espacio de laamistad que Víctor nos ha venido sirviendo en copas de imágenes frescas y en citas de parti-cipación sincera a las que siempre nos viene convocando la poesía.

12 PALABRAS VELADAS

De Elías Martín Coca me atañen algunas charlas y tertulias sobre filosofía o poesíaque hemos disfrutado juntos, y me acercan a él los versos ligeros y encantados de Encarna, ose me enreda a su timidez la amistad antigua que compartimos desde la sonrisa poética deAndrés o la música y las noches de cháchara que el tiempo y la vida han ido dejando caerespaciadamente hacia nosotros.

Y en este enredo terrible y agradable al que se nos ha convocado aquí, Víctor L.Gómez ha sido y es la inquieta araña tejedora de todo este entramado feraz, de esta casualpero duradera red de palabras e imágenes, en la que pretende, y pretendemos, haceros caer ymodelar los sueños con la mayor levedad posible.

Si con el permiso ficticio y póstumo de Luis Buñuel considerásemos ahora algunas desus sabias palabras referidas al séptimo arte, y haciendo con ellas un pequeño juego, cambiá-semos la palabra cine por la de fotografía, leeríamos que: “La fotografía es un arma maravillo-sa y peligrosa, si la maneja un espíritu libre. Es el mejor instrumento para expresar el mundode los sueños, de las emociones, del instinto. […] La fotografía parece haberse inventado paraexpresar la vida subconsciente, que tan profundamente penetra, por sus raíces, la poesía; sinembargo casi nunca se le emplea para esos fines”. En ese espacio que tan poéticamente deli-mita Buñuel es donde creemos se encuentra la mirada clarificadora de quien nos ha convoca-do a este juego de emociones.

LUIS RAMOS DE LA TORRE

P RÓLOGO 13

14 PALABRAS VELADAS

Claudio AClaudio Antón

www.claudioanton.net

CLAUDIO ANTÓN 15

o A n t ó nDebajo de la alfombra espera lo escondido. No logramos adivinar si siempre ha estado allípero merece la pena crecer con la esperanza. Creo que aguardan la tinta y el latido.

La ignorancia revuelve mis cajones, la impaciencia persona a mi alter ego, lo constanteresuelve mis misterios y el traje gris satura los colores.

Debí haber previsto el déjà-vu proyectando mi sombra en el subsuelo y asumir la herenciagenocida de un rayo de luz que vela (por) mis palabras. Porque sólo ellas permanecen.

—No sé quién soy.

Sí, he llegado a esa conclusión hace ya algún tiempo. La caja negra de mi memoria nunca llegó a funcionar bien, y dudo que lo haga, aunquerecuerdo, no sin dificultad, el intenso vagar por las arterias de las ciudades y de los pueblospreguntando a todos cuantos se parecían a mí.

Nadie supo responder (...)Miraban extrañados y cuchicheaban al entender que allí yacía un hombre sin identidad.Nadie conoció mis cicatrices o mis cabellos.Sobreviví a la etapa en que colarme en trajes más o menos ceñidos sugería ir en mi busca y,aunque jamás me salté el protocolo corporativo, había días en que me embarraba los zapatos.

Y dejaron de comprender mi idioma. Y nadie me miraba ya ni reparaba en mi presencia.Y mi voz era eco y no hubo más sueños.Todo es tan volátil, pensé.

La tormenta me sorprendió interrogando ferozmente a mis pasos, que acostumbraban a esca-par de mí rápidos y ágiles como venganza. Cuando nadie vio cómo desaparecía, comprendí entonces la importancia del viaje.

CLAUDIO ANTÓN 17

El asesino salió de casa con la satisfacción del trabajo bien hecho. No hubo rastros de sangre ni cabos sueltos y deslizaba el viento la sensación de inquietudque, mediante la sublimación regresiva del mapa del alma, pesaba como una losa entre losparroquianos.—Algún día lloraré a mis monstruos -se dijo sin importancia-, pero aún no es el momento.Milimetradamente exacto como la soledad, hacía su aparición por los mismos lugares en losque fue visto antaño y caminaba con el desdén propio de los años portando la sonrisa burlo-na de la sabiduría callejera. Se acataban a regañadientes sus paseos y deseaban unos pocos sumarcha tranquila, desnuda, descansada como una libélula.

Vestía foulard malva y arrugas pronunciadas. Y a su alrededor sólo ojos; mercaderes y ladro-nes, déspotas y resentidos, resignados y hambrientos, luminosos y agradecidos, desencanta-dos y meridianos... presentes.

Cientos de hombres furiosos lo rodearon al fin y supieron del olor a tierra húmeda que aúndesprendía. Realizó una certera coreografía reverencial agitando su sombrero.

En ese mismo instante mi cama envejecía y el horizonte se desangraba más temprano de lohabitual, de lo conveniente.

CLAUDIO ANTÓN 19

Necesito acostumbrarme a ti—solloza con su foto entre las manos—.

Tranquilo, lo estás haciendo bien—le consuela el eco de la madrugada—.

CLAUDIO ANTÓN 21

Se sumergía tanto en sus novelas que acabó mimetizándose con uno de sus más antiguosvillanos:

—Un nuevo advenimiento está próximo -gritó con voz desagradable-. Todo lo que hoy crees(o creemos) conocer será carcomido (o roído) y defenestrado (y mutilado), naciendo así unnuevo Yo Puro (o Empírico -se matizó- ¿qué sé Yo?). Con más fe que nunca, confío en que éstesea el momento adecuado para el cambio, y mi soliloquio no caerá en las manos impías deuna sociedad cuyos valores morales...

—Shhh. ¡¡Basta, basta, basta!! ¿Puedes callarte? Haces que me estalle la cabeza. ¿Durantecuántos años más recitarás el mismo discurso de cambio, aburrido panfletario? Los mismospersonajes, idéntico guión... Hasta yo, un viejo hacedor de palabras carente de todo sentidocomún, me he tomado la libertad de apuntalar, por respeto al asiduo oyente y/o lector, claroestá, parte de tu siniestro y descabellado plan de reestructuración personal y/o mundial. Asínadie va a respetarte. Nadie va a creerte ya. Seguirán riéndose de ti capítulo tras capítulo.Mira a tu espalda y echa un vistazo a lo que has conseguido.

—Pero...

—¿Qué has conseguido? -remarcó los silencios-.

Se cercena su reflejo de un tajo hábil la carótida maquillando de sangre el otro lado del espe-jo -entró en juego el narrador (ego sum, qué algarabía)-.

—Todos a dormir -contestó un tercero con desaire-. No creo que rueden la segunda parte.

[Soñaron cosas diferentes]

CLAUDIO ANTÓN 23

Mis luciérnagas le muestran el camino a casa

y cristalizan su luz azul e intermitente.

Desoye las larvas y fabrica paraderos,

excarcela la memoria ácida y magnética.

¿A dónde voy lloviendo con mis piernas quebradas

si me hallaron pactando con la palabra fútil?

La acompañan los espectros de sus plañideros

y la mala educación de mi reloj de arena.

Jamás se aprendieron la orografía del cuerpo.

Es lo que cuentan. Seguro son chismes de vieja.

CLAUDIO ANTÓN 25

Consulté facsímiles e incunables

el alma y los diarios

la palabra acertada

el obligado ruego

la vereda sesgada

el tórax descompuesto

la solemne cantata.

También al fusilado

a los que se escondieron

a los que se exiliaron.

Quise jugar contigo

en los alrededores

de cualquier descampado

pero encontré el vacío

del terror de los años

que despierta el letargo

de los acomodados.

Resultó una desgracia

pues no descubrí la métrica exacta

de los meses de invierno.

CLAUDIO ANTÓN 27

Terminó tan harta de dormir sola que fabricó con hilo púrpura y luminiscente a alguien a sumedida. Parecía divertido buscar las oquedades y construirle, con el tejido sobrante de susnoches en vela, un lugar donde una vez recogió lo desechado por otros. Despertaba junto alos remiendos del día anterior y sonreía en pro de la creación y personificación del individuo,que no era muy hablador pero sabía escuchar como nadie lo había hecho hasta ahora.

Eran tiempos felices, compañero. Tiempos demasiado felices en que sobrevivir significabareconocer la única forma de ser un héroe.

Aunque la rutina todo lo pudre y lo mortifica, la palabra se devalúa y se aprende a embalsa-mar las miradas con el dulce sabor del ácido cítrico.

Calculo que su primera discusión se inició pasadas ya las dos primeras lunas.Una lucha feroz y a cara de perro por el dominio fugaz e intangible de algo tan poco necesa-rio como la razón.

Ella advirtió el hilo suelto.

Él simplemente apagó la luz.

Y esa noche ardieron por separado.

Él por no creer en la realidad.

Ella por intentar salvar la utopía.

CLAUDIO ANTÓN 29

Quedó en los dos lo útil de los cines y de los teatros, de los parques y de las azoteas. O esopienso. Y murió cuando absorbimos lo que nos cedió el alba en su exceso de claridad o cuan-do alquilabas departamentos compartidos para saciar el hambre. Cambié de lugar los pará-metros, buscamos el fuego amigo, te empeñaste en reescribir la historia. Pasé desapercibido,como en puntas de pie, pero no hubo día en que tú, salvajemente, destrozaras mi pecho y rei-vindicaras tu territorio.Y aunque lo más duro fueron los aterrizajes y la herrumbre de mi pluma de plata, siempresalimos indemnes o sólo con el rasguño necesario.

¿Es hora de liberar lo que secuestramos?Porque las ratas todo lo infectan y lo contaminan. Porque el inútil trasto de la conciencia señala lo injusto del caso.Así que te lego las esdrújulas y los hiatos, es decir, lo que humildemente queda de mí, por-que, seguro, has agitado las sílabas y no querrán decir lo mismo. Que utilicen otros las mareas y los caudales se inviertan.En lo que dura este breve fideicomiso, deshaz también la hechicería y el sortilegio, porque nose usarán de nuevo.Guarda de forma segura los pétalos de la primavera, los altares mancillados, los dioses paga-nos, mi música marchita y tu catedrática álgebra, la promesa de mis dedos y sus recorridos,las proyecciones astrales y el sueño velado.¿Y con el entrecortado aliento? Sí, con eso quédate también, pero construye uno nuevo por-que, ahora que soy un objeto inanimado de tu templo, no deseo comprender las cicatrices quedejas regalando vida.

CLAUDIO ANTÓN 31

Abra la ventana y permita entrar a los colores pero desconfíe de los tonos grises o saturadosque intentan vestirse de primavera. La dimensión criptográfica de su imagen en nuestros ojosha perdido la batalla, así que transforme usted a su gusto los fotones. Cójalos, moldéelos, quesean barro así, en sus manos. Que el viento duerma donde quiera.

De acuerdo con lo expuesto brevemente, póngase ahora del otro lado y sustraiga el tinte alacusado. Despacio. Extráigalo sin brusquedad o no quedará nada. Retoque también los pro-fundos negros con un suave balanceo. De esa manera, ya no se intuirá nada en sus sombras.

Poco a poco vaya generando patrones de conversión, quise decir, busque la manera más via-ble de exponer las percepciones e intente cerrar el trato antes de negociar los intereses.Garabatee seguidamente con palabras un lienzo virgen. Ahora todo es más comprensible aun-que hayamos perdido cierta información en el trasvase de los hechos, ¿verdad?

Mire a ambos lados. Compárese con la sensación original y observe si se parecen.

CLAUDIO ANTÓN 33

Se levantó muy despacio para no despertar al fantasma que dormía a su lado.Una vez en pie, se quedó muy quieta. Era el momento de empezar con la metamorfosis. Comenzaron sus dedos con el desprendimiento. Se fueron colocando inertes sobre el piso,como una macabra y frugal metáfora del otoño. En su descomposición le siguieron órganostales como estómago y corazón; uno dio vueltas hasta seccionar el frágil cordón del que pen-día y el otro empezó a pudrirse al instante de oler el desamparo. Para ese momento, los piesse resquebrajaban ya, producto de la gélida brisa, y hacían su agosto los cuervos al alimen-tarse del licor exquisito que fluía entre sus labios. El pelo sufrió una curiosa transformacióncromática; amarillo, negro, gris y después casi nada, solamente las migajas del orfebre sobrelos hombros.Por combustión espontánea desapareció más tarde el sexo, y la voluptuosidad cuasi-mágicade la curvatura de su espalda predecía el brutal orgasmo que, de forma sospechosa, sobrevi-no más rápidamente de lo pactado. Se unieron también a la fiesta de la víscera la autovía sinpeajes de su cuello y el lóbulo temporal y parietal de su cerebro.Las extremidades principales parecían expuestas en un mercado de abastos esperando, laten-tes, al mejor postor. La mirada seguía siendo constante, aunque pareció debilitarse un segun-do al deshacerse también las pupilas y los nervios ópticos. Sus pestañas corrigieron el calen-dario y la aurora boreal encontraba en su ombligo la coartada necesaria.

Y por fin llegó el ritual de la epidermis. Lo había puesto todo perdido, pero a nadie, salvo aella misma, le gustaba el nuevo vestido que había adquirido.

CLAUDIO ANTÓN 35

Las nuevas tecnologías han fulminado las antiguas formas de cortejo, aunque bien es ciertoque han renovado el interés de un nutrido grupo de pacientes a quienes les daba tanto miedouna relación como pasar un día de campo con Dick Cheney.

Pero mirándolo con perspectiva tiene grandes ventajas, ya que la nocturnidad te ampara y elanonimato de tu cuarto se convierte en improvisada atalaya, siendo el propio usuario el quemás peso tiene en el casting de selección. Creo fervientemente en un casting de selecciónovina en el que vence el que más flores digitales cultive o el que durante más tiempo sepamentir, pero aun así, sigue pareciendo provechoso.

La importancia de la palabra, tan necesaria en estos tiempos de letras todavía muy analógi-cas, que hace que sin límite de tiempo puedas expresarte de una manera conveniente para tra-tar de convencer al consumidor final, también puede ser un punto a su favor.A decir verdad, quizá no tenga tintes de ser una moda demasiado nociva pero, para no serlo,hace muy bien su trabajo de sicario y saca de plano la digitalización en tiempo real de loscuerpos presentes para ajustarla al formato 16:9.Es el rastrillo de las relaciones sociales adecuadas a la modernidad y al sentimiento inefabledel amor al fin y al cabo, o del sexo, dirán otros; también se acepta.

El ser humano persigue el roce, el magreo, la migraña sentimental y la compañía, y necesitasentirse importante ya sea en sábanas de raso o en coches alquilados, así que para ello buscacon palabras clave la clave del éxito. La búsqueda genera distintos resultados tales como“ rubita_cachonda”, “trabuco22”, “corazonsoli tario”, “sirenita19” o “50_el_completo”.Cuando leí “vehículo_longo”, inmediatamente procedí a darle un respiro al trabajo de campode estas líneas. (...)

CLAUDIO ANTÓN 37

(...)

Un derroche de genialidad creativa y de glamour de periferia que hará que efectúes búsque-das más avanzadas y personalizadas hasta alcanzar la gloria.

Pero, ¡ay de ti si confiesas haber investigado esos crímenes! Se te echarán encima las hordasde la ética y los consejos se apilarán en tu espalda. Serás sometido a burlas, mofas y befas porparte de los ortodoxos de Cupido. Y serás cuestionado y vilipendiado, quemado en la hogue-ra y tachado de inepto, señalado por las calles y expuesto simétricamente en la picota. No ten-drás derecho a un abogado de oficio, y los diez millones de mirones asiduos asegurarán nosaber de lo que hablas.

Orson Welles decía:

“La moda es un signo de segunda categoría. A la postre, seremos juzgados no por el grado denuestra incorporación a la corriente principal, sino por nuestra respuesta individual a ella.”

Por eso yo nunca subo a esos trenes y sigo esperando en los bares infectos ponerme de moda;quizás así me encuentren con palabras clave.

CLAUDIO ANTÓN 39

— ¿Volver?, ¿volver a dónde?

— Pues a los orígenes, creo yo. Adesenterrar sus raíces.

— Mira, chaval, las raíces no sirven para nada. Uno es de donde habita.

— No estoy de acuerdo con usted, don Mariano. Algo habrá significado su andadura.

— Ah, qué juventud. Las ciudades ponen y quitan a su antojo. Son un nido de placeres y devicisitudes, pero también de quebrantos y de quejidos, como decía el poeta.

— ¿Qué poeta?

— Qué más te da a ti. Pues uno. No quiero enraizarme a un adoquín. Todos aprendemos cosasimportantes volando fuera del nido. Es necesario el viaje y es necesaria la búsqueda de laruta aérea adecuada. Lo demás no importa, chaval, sólo mimetizarse y aprender a fluir.

— Habla usted muy raro, don Mariano. Pero escuche, ¿y sus parientes?

— Todos aquí. Rejodiendo a sus mayores.

— ¡Don Mariano!

— Si alguna vez tuviera que echar raíces por motivos de tipo muscular o demencia generali-zada de lo tangible de mi ser, sería, precisamente, cerca de la raíz. Apartado, en las monta-ñas. Metido en la niebla espesa con mis verduras, mis hortalizas y mis cuatro vacas.Fundirse de nuevo con la madre tierra tiene su lógica, ¿no crees?

— Yo ya no sé qué creer, qué quiere que le diga …

— Pon atención, leñe. La soledad encontrada de bruces es una auténtica putada, pero la con-venida o la compartida tiene su morbo. El alma requiere alimento, y no hay mejor viandaque toparse con uno mismo a la vuelta de la esquina. Eso es lo complicado.

— Entonces, a usted la alineación se la trae al pairo, ¿no? Lo han convocado a usted solo, porlo que veo.

— Suena egoísta pero emocionalmente utópico. Además, con la cantidad de aparatos electró-nicos que hay hoy en día, estaríamos muy cerca unos de otros sin absorbernos el espaciovital.

— Pero si usted no sabe ni manejar el televisor.

CLAUDIO ANTÓN 41

— Pero sé manejar una azada a un nivel endiablado. La vida es muy larga, joven, y, llegado elmomento, tendrás que elegir el huerto en el que cavas. ¿Por qué, a estas alturas, no escogerla mejor tierra?

— Porque la gente depende de usted y viceversa.

— La gente no sabe qué dependencia le conviene. El mago de las palabras es disléxico y lamujer más dulce sabe a vinagre al encender la luz. Todo lo que se vende se convertirá enhumo y ceniza, y cuanto antes lo aprendas mejor para ti. El pueblo es soberano, pero necioe ingrato.

— También usted.

— Nunca me he desvinculado de mis palabras. Formo parte del proyecto.

— No le entiendo de la misa la media, don Mariano. Creo que me voy.

— No serás capaz de dejar a un viejo loco con la palabra en el aire, ¿verdad?

— Pero si usted es un aristócrata de la soledad. Además, los términos burocráticos se los sabede memoria.

— Es importante ser consciente de la soledad de uno mismo consigo mismo y con los demássin que ni tú ni los demás seáis conscientes de la necesidad de la misma, pero esto es elcolmo. En mi cara y sin anestesia. No te molestes en volver. Volver no sirve de nada.

— No se apure, don Mariano. Mañana a la misma hora me tendrá rebuscando en su cha-q u e t a .

— No creo que encuentres nada, chaval. Tengo poco, y lo poco que tengo ni lo guardo ni losostengo. Como ave desbandada, únicamente reto a la gravedad y rezo por no estampar-me contra el suelo. La ingratitud es la soberbia de los inadaptados, así que no me hagasmucho caso. Intentaré sólo esquivar el miedo y descifrar las rutas aéreas.

— Poco tiene que ver eso con echar raíces.

— Absolutamente nada.

— ¡Váyase al carajo!

— Y tú que lo veas.

CLAUDIO ANTÓN 43

[Porque sólo ellas permanecen…]

CLAUDIO ANTÓN 45

Tina EscajTina Escaja

www.tinaescaja.com

46 PALABRAS VELADAS

s c a j aHerida y claroscuro, el palimpsesto en graffiti de la puerta o tapia, inscripción de caminantey afines, de tronchados amantes, ojo y palabra que revela momento exacto, la frágil

persistencia del no ser. Son guiños y actitudes, voluntades y esperas que hermanadassostienen su vocación aérea, visceral, en un suspenso eterno, irremediable, revelado en

paraíso o lente. Tránsito y vuelo, guía de una provocación alada apuntalada en dicción y eldisparate. Reconocerse es acertar.

TINA ESCAJA 47

BARRA Y F(R)ICCIONES

La araña de tus dedos extendidos, de tus uñas mordidas acaso, resentidas, erosión de lacadoque un día fue… rojo, apuntan y encarcelan, determinan el lado exacto de artificio y barras,la señal de mercancía o ejercicio crudo sobre el planchado de una manga… azul. Artificio yoficio acaso, despunte de poder o juego, ejercicio o drag. Las barras que apuntalan, que ejer-citan su dominio de cosa por vender o comprada, de marca de afición o atropello. Losdedos en los vértices que observan, calculan, interpretan opciones, y de allí surgirá sueldo omiseria, pérdidas de cuerpos usurpados y en… rojo. Y a la zaga de los mismos acude Betsy,tejedora, auscultando acaso como colofón que enmarca las fricciones, su obituario en negro.

TINA ESCAJA 49

DÁNAE ENTRE ROSAS

Recibo en mi cuerpo el tuyo, el mar sereno de tu gracia y semen que en mi cáliz acojo. Lluvia dorada y rúbrica es tu Nombre, anuncio de epitafios y dioses, embeleso y brebaje que solaejerzo, que sola y desmesuraa tu Ser aguarday sorber quiere. Oráculo y rocío es tu poción grave, amante incierto, ambrosía.

En mi poma y abrazo, sedienta y tuya, te indago.

TINA ESCAJA 51

DEBOTA MANO

que auscultas tu corazón rendido, tu devoción entera y triangular que permutan los dedos.Soledad de plata. Cruz adolorida sobre tu blanca piel que el ápicelame. Debota mano que ausculta terrenal el vuelo, tu condición sentida, falazespuela de los nombres que exigen de ti candor y entrega, círculo cerrado, mesuradapasión, NOSER.

De tu perfecto claroscuro,me asombro.

TINA ESCAJA 53

CUNEIFORME O TACÓN(Anatomía de un pie)

Esa raíz que aprieta zapato en tacón y ausculta fieltro y mesura, astrágaloinquieto, escritura cuboide y punzón afilado que inventa nombres al piesujeto, la aventura en venas precipitadas al sur de un vértice en cuadros.

Formación cuneiforme, metatarsiano adverso, palpitación extrema mien-tras alcanzas reposo acaso bajo el prensado hostil;falange media apurada,pasión concentrada y plantaque atisba al mirador y asiente en pose y tejanos.

Apurando mi lengua a tu despunte acaso,

esperas.

TINA ESCAJA 55

Ése es el candado de mi casa,de la casa que fue y está sitiada, apuntalada en un olvido sordo y sin fisuras. Es una casarota, hermosa y yugular, inexistente, pero el candado la hace sobria y pálpito, la inventa ser.Mi forja y aledaño, mi hueco de estepa y trazo. Mi matriz. Pero queda la savia del árbol rotoque sirvió de puente entre paisajes, se ha quedado en mi dedo tu horma y escalera, tusesquinas roídas, la viruta del vacío. Los muerdos en tu piel. Esa casa sin nombre está enterrada. Muerta no. Te aprieto, y gimes.

TINA ESCAJA 57

Gárgolas de mariposas son tus manos,que transforman en juego el diámetro de los espejos,el pentagrama vasto del espacio que tomas a desguace.

TINA ESCAJA 59

GUIÑO EN ÁMBAR

Enredo digital.Guiño enámbarque encarcela tu paso, sostiene el vértice ahora de tu envergaduraen reposo.Sarmiento acaso de tu árbol adulto, el fruto en ámbar recogido en el centroexacto que señalaoficios, corazones, memorias de placero apremio. Imponiendo su savia atrapada, el deseo triangular precisoy lágrimasólida,sola, sobre tu pálpito medio.Hechizo de un guiño en ámbar que transparenta y observa,y en perpetuidadseñala.

Quiromante al revés.

TINA ESCAJA 61

Huele a rosas,a escanciado de muerte herida, a umbral arcano de primavera.Cristo arriba en mis hombros. Cristo palpita agónico, y yo tiemblode pensar en su imagen, en su cuerpo desnudo, en su atisbo de sueño grande y peso en el mío,erecto, sublime todo y costal que en mis brazos reposa, mi derecho a ostentarte.

Cristo pasión y goce que hoy procuro, sabedora del don humano, del don divinoque a mi hacer persevera. Cristo en hombros. Cristo y llanto,

tu voluntad transfiero, el dolor de mi estela nombro, la ocasión que hoy renuevo ejercemi yo y musculatura toda entregada a ti, al cáliz de tu Virgen serena y Ave, a las rosas que escancias y con mi paso extiendes, embriagándolo todo, embriagándome toda y dolor.

Y qué sé yo, si acaso logro con tu voluntad lograr las nubes, serme entera, curar los malesde los míos.

Ejerciendo labor que acaso nunca, nunca antes pude,saboreo de tu nombreel peso.

TINA ESCAJA 63

Daguerrotipo y lágrima. Papel vidriado. Recuerdo enardecido que apuntalo en el iris. Somos y espejo. Somos en el recuer-do de lo que fui, de lo que acaso fuimos, saboreando caracolas y persianas, amaneceres uni-dos, diapa-sones. Y la sonrisa y lente que desata presencias, simetrías, claroscuros. Encontrándonosquizás en el gesto de lo que fuimos, en el aliento de lo que eras, en mi yo y tu aplauso enamorado. Ya, no. Y aspiro a retenerte, a reteneros todos en mi reflejo y búsqueda.

Te invito a hallarme.

TINA ESCAJA 65

LUNA MORADA

Geología violenta y lunamorada en venas rotas y mínimas.Asteroide abatido transforma el llanoen una rara acontecida cumbresorda y violeta.Sangre marchita que acoge ese ojo motriz sepultadoen la nueva geografía,ese cuerpo celeste de un paisaje mineral que abultadel corazón el puño,de la palabra el dardo,del dolor la tectónica geometría del miedo.Erosión de una trama de ficticio relievemientras el astro exige en su centro herido,dignidad y cordura.

No hay razones.

TINA ESCAJA 67

MAR 43de Cocacola,marque apenas atisba círculo incierto y que tus manos de mar apuntan, enmarcan, encarcelan.Olas digitales que apremian tu órbita y reposo, señalan acaso la ocultación numérica, la cifra de un pulso arcano bajo la sombra marina de tus dedos, ese vuelo oceánico lacerado en vértices de nácar. Mar 34 al revés, mar arcano, señal de lado de tu navegar de ave encelo.

TINA ESCAJA 69

TRÁNSITOS

Te quiero y Murcia.Te quiero y pasión.Te quiero y Alcanadre, Paola, Seville, we love you Tay,Mona y la joconde.Te quiero Ineke 2007, Hinojosa y Maste, Emily + Caleb.Te quiero always.Te quiero sueca.Te quiero para siempre, para todas las chicas del campamento y Patri.Te quiero Jason, Ilarraza, 073107, Julia y Enfocamp.Te quiero con sorna, sin ella, atisbo en trazo grande, obtuso y en inglés. Jackson en volandas, Pollock entre nos. Te quiero Helena, te quiero corazón, te quiero paella, madretriste, epitafio y sueño en gris y con suturasla estelade tus besos.

Te quiero siempre y tuya y designando leyendas por cifrar, la vida en palimpsestosy en sombras de alcanfor.Averiguada en pálpito. Epigrama en tatuajes. Te quiero amante, te quiero vida, te quiero ja, ja, xo!

TINA ESCAJA 71

ODA A UNA PERLA (DOS)

Esa perla-oreja que atesora y aprieta, testimonia el ritual preciso, su escanciado exacto, equilibrio en plata y aroma incienso, algodón de impecable guante que indaga concentradoy justo, cabello mesurado, atrapado y destello, mientras las dos observan y proceden en sustrajes de acólito y vegetal bordado, inscritas ellas circunspectas, sediciosas, guerreras enbatallas de verso y nombres en reposo de siempre y profetas señores. Ejercen su peinado yliturgia, su quehacer pausado, iluminadas, sabedoras del paso milenario y terco, auspicianel nombre de los nombres, el vuelo de los vuelos que alcanza el palio próximo. Y los otrosque observan displicentes de lado la procesión vecina, desde sus perfiles de patilla ymuchachos, desde siempre allí, sin resquicio allí, siempre allí observando, ostentando casulla y rezos, el grave ejercicio del nombrar. Ellas, no. Su oficio lo ejercen minucioso ynuevo, impecable y firme, y a él, su artificio redondo y equilibrio de perla y nombres, hoyse atienen.

TINA ESCAJA 73

Inquietan las razones,carcasas de ballena, mar de lutos,

muertos por las terrazas y trincheras, y en las olas de asfalto las cadenas de muertos.

Inquietan los miedos desollados,

lamidos por la lluvia y las bolsas de plástico,notas negras.

TINA ESCAJA 75

Se contemplaba otra vez arrodillada, inclinada sobre sí misma en el ritual obscenode la taza blanca y ese olor penetrante e inevitable.

Y vomitó.

TINA ESCAJA 77

Tal vez oigasTal vez

el piano beses,inundada de mares diminutos.

TINA ESCAJA 79

Paco GonzPaco González

www.retalesmagicos.com

80 PALABRAS VELADAS

o n z á l e z“Los fragmentos de la luz”

PACO GONZÁLEZ 81

Como lienzos reescritos del destinoson las suelas de sus botas; sólo conoce el caminante en ellas la esperanza; escucha ahora el eco prolongado de sus pasos en el tiempo.

PACO GONZÁLEZ 83

NIÑEZ

(I)

Niñez: globo terráqueode reducidas dimensiones,no más grande que la pelota inmóvilque precede al pateo.Zapatillas sucias,crepúsculo de plazasque apuran los restostaciturnos de la luz,refugio furtivo en árbolesde alturas codiciadas,contrabando de paninisen el blanco callejóninvisible al ceño de sor Primi.

PACO GONZÁLEZ 85

NIÑEZ

(II)

Por los tejados de Álvaro de Castro

...Aquellas rojas colinas de barrosiempre por conquistar.

Los sucios gatos se resisten a ceder el ansiado territorio.¡Preparad las cuerdas!¿Listas las banderolas azules?Entre las negras chimeneasse intuye el más alto pico del planeta.Nuestra patria está al alcance.¡Desplegaos!unos, al norte,al sur, otros tantos, ¡Desplegaos!

PACO GONZÁLEZ 87

Voces por la casa silenciosa.Como en un puñado de arena moldeadoel rumor incide, desparrama,reagrupa y desnivela.

Aún, un nombre.

Cae, a veces, un manto ensangrentadocuando parten los tapices amables de la luz.

Esta es la hiel de la desolación;una voz antigua recién inaugurada,espectro, también, del desconocido impulsoque agoniza en un ‘todavía’.

Un nombre, aún.

PACO GONZÁLEZ 89

A veces veo en los charcosocéanos acotadosde inevitables certezasy hundo la mirada en sus espejos fidedignospues habita su caduco elixir bajo las espigas incendiarias del díacomo el certificado de un final inevitable.Y…¿quién sabe mañana? Agua pura, etérea e imprevista que sólo sueña ser en el ahoraun reflejo de sí misma.Charcos, metáforas de agua como el pulso de la vida fugaz.

PACO GONZÁLEZ 91

No busco la redención en esta prolongación de la luz,la claridad es más sutil que el veneno de las ciudadessi tras sus cortinas blancas aguarda un espejismo añorado.Son cálidos sus brazos sigilosos como los de una madreque exige el silencio a las nanas de la noche.Es la paz incierta del ensueño.

PACO GONZÁLEZ 93

Asignar nombres perdidos a los sueñoses aspirar a las altas salas de la luz breve,soñar con que emerjan los restos de un navíobuscando las huellas de su estela en la piel afableque aguarda fría en las aguas plateadas de la noche

o es dejar que entonen los pájaros de la memoriael himno triste de sus vuelos melancólicoscomo una bandada de instrumentos fúnebres.

Sólo luz infinita y breve,el silencio altamente nombradocon el cadáver de unas iniciales que se pierden en el tiempo.

PACO GONZÁLEZ 95

Bastará con abrir la ventana y pretender la altura de los astros,dejar que el vértigo me mastique en sus inescrutables profundidades,tomar impulso y encontrarme en la alada criatura que asciende en el silencio de la noche,ese ser desbandado que sueña la ciudad triste en los límites del tiempo.

PACO GONZÁLEZ 97

La logística comercial programa el movimiento:hombres que caminan tranquilos por sus naves de la fe,las tendencias de la moda, el brillo de los frascos, los rojos expositores de carne; ese bello paisaje de las contradicciones de la muerte.Fuera, en la ciudad, los carteles desgastadosde los muros son como reliquias descoloridasque atestiguan la melancolía de las calles,trasiego de automóviles y bancos, iglesias turbadas por el ruido… y yo, que con las manos en los bolsosdejo que se deslice el sol por los bordes de la tarde,sé que la utopía siempre renace donde limita la realidad sus geometrías.

PACO GONZÁLEZ 99

A veces imagino que el silenciome palpa en tu nombrey la noche inclemente cae sobre mis hombros como un cálido ropaje.

Te dejas ver hermosa bajo el haz de luz soñadoy, sin embargo,sólo pueden mis manos soñar tu blanca piel…

Eres la voz susurrante en el exilioque habita los huecos donde no estás.

PACO GONZÁLEZ 101

Del olvido a la memoria y viceversa.

Las danzas macabras del almacomo un surtidor de sangre en esta noche mansa.

Triste carnaval de mascaras y sombras.

Los ciclos de la realidad habitualesexasperan mis sentidos aturdidos con sus celdas de relojes precisos.

Mientras tú, descansas serena y tranquila,ajena a este desorden de ritmos circadianos,al inquietante fluir de esta agua indomable.

PACO GONZÁLEZ 103

VERSOS A CHARLES BAUDELAIRE

Silba en el aire una rara criatura cuando las tinieblas ofrecen cálidos espaciosdonde la embriaguez definitiva anuncie la catarsis.

Ácido dolor el de las palabras que te queman en la boca.Y tú, que sentado a sus orillas invocas a Satáneres sensitivo a la bruma de sus dulces licores.

La piel que se abrasa en el temor de sus deseoses un mapa corroído por el tiempo.Bien sabes que el aroma de la rosases sólo la memoria de una daga, el jardín infinito de las flores de tu mal.

PACO GONZÁLEZ 105

Mira cómo bajan las alimañas solitariaspor las calles empedradas del invierno.Escucho su rugir profundoen los pálpitos incesantes del instintoy en la escarcha que adormece las ciudades.En las habitaciones vacías de la luzque delatan tu ausencia infinitay otra vez tu ausencia.

PACO GONZÁLEZ 107

A Paula

No creo que pueda hallarte en la celulosa el alfabetopor muy líricas que sean las tintas que derrame. Puede tal vez clasificar al crepúsculo por la última candela encendidaa través de sus elementos combinadoso renovar mis viejas tendencias al dulce desalientocuando el tiempo, esa medida altiva que se precede a sí misma,golpea el cristal de la ventana con su memoria invertebrada.O ser como los parques, morada festiva del viento de la tarde,rampas de luz, bestias accesibles de vivos colores…pero no puede en sus ecos mortales contenertepues las palabras son precisas y tú, ahora lo sé,eres la voz que rechaza sus convicciones limitadas.

PACO GONZÁLEZ 109

Elías MartíElías Martín Coca

http://maralir.spaces.live.com

110 PALABRAS VELADAS

Martín CocaPoética emotiva para una ética sensible

Se podría reconocer una falta absoluta en la intención poética de algún juicio esclarecedorque enfrentase a la palabra un sentido más allá de lo verdadero, algo así como la palabra-acción que lleve en sí su justificación y pertinencia; pero si olvidamos esta demanda originalsobre la poesía y dirigimos la mirada al marco emotivo que la alienta y a los objetos y seresdonde reposa, bien podemos despertar en ella una posible ética sentimental que responda,no ya a la necesidad de expresión del sentido, sino al sentido mismo manifestándose en ella.

ELÍAS MARTÍN COCA 111

Las palomas, cuando comen,toman los panecillos un instantecon el pico, para soltarlos casisin haberlos alterado, y sóloaprovechan una pequeñísima y sutilmiguita, de tal manera que,de un mismo panecillo,comen a la vezmuchas de ellas.

ELÍAS MARTÍN COCA 113

Yo quiero ¡amor! ese abisal destello,ansiar el hondo bien aunque confunda,luz que no aclara es sólo burdo fuego,herida de dolor que nunca alumbra.

Acaso tú me guías y no tiemblo,y ciego te vería, dulce luna,que el paso me lo das libre y sereno,abriéndome mañanas sin negruras.

¡Qué importa si tus ojos se equivocan!.También mi corazón vaga perdido,extraño en el sentido de la vida;

pero si tú me ves es tu mirada sino,que no por alegrarme lo enamora,pues ya siente el amor cuando me miras.

ELÍAS MARTÍN COCA 115

Es imprescindible guardar buenos modales, comiéndote los huevoscorrectamente, uno detrás de otro, mordisqueando la salchicha conremilgo, como el gusano infecto lento y vivaz en la carroña; el gestosiempre alegre, ante esos ojos extraviados de idiotez segura; el pasoalgo presuntuoso como si desfilaras grandilocuentemente hacia un besovago, indiferente; y no levantes nunca la voz, aunque ruja la rabia deun viento áspero y mordaz; sé siempre cauto y bondadoso, los asesinosno descomponen en vano.

ELÍAS MARTÍN COCA 117

Si de mirarte pende la locura,no inclinará del fiel ni un instante,sólo en la frente alegre la cordura,en atención perpleja y constante.

Seré guardián que cela con usura,tu lánguido crecer que luces abre,que vierte como el sol copas del valle,alzando de las flores de la hermosura.

Pondré de llantos alondras en tus ojos,y nardos labrarán los párpados de ámbar,de nieves y rocíos enjugaré los gozos,

ardientes en besar rescatarán la llama,y no será ya nunca tu corazón un pozo,que habrá invertido el hoyo para encontrar tu alma.

ELÍAS MARTÍN COCA 119

Ser solamente aire suspendido y anhelante,quieto armazón de luz en clave de misterio,dar con la voz que llame en duelo esclarecida,la mano que no pide y perdona al instante.

Ver lo postrado fuerte, más hondo que el silencio,e ir a su encuentro solo del llanto que resarce,ir y querer volverse en otro, tiempo en tiempo,como si de su cuerpo el tuyo se amparase.

Así, hechos del mismo tronco la primavera empuja,un seguro mirarse y comprenderse claro,ganas que todo imponen y a todo ceden sin alzarse,lucha que en abrazarse halla contento y canto.

ELÍAS MARTÍN COCA 121

Amar fue renacer, darse la vida,sentirse atravesado por el fuego,soñar y despertar alegre al día,gozar y persistir en dulce suelo.

Los aires del temor en fuga irían,remansos de sabores y recreosde lúcida emoción resolveríanamparos al dolor en el encuentro:

La paz, la risa, el labio evanescente,mielada piel asaz desesperada,erguida el alma con valor doliente,

Y un grito hondo de incontenibles ganas,canción desnuda que la verdad defiende,hallado amor de dobles esperanzas.

ELÍAS MARTÍN COCA 123

En lo que va sobre la plantase vive fehacientemente,aquello en lo que lateal movimiento;acaso ni los ojos lo vislumbren,ni el cuerpo reconozca su sentido;pero siendo allí, donde se llega,donde se está difuso o acabado,donde nada permanecey también pasa,allí se halla el hechode lo amado,del amor-amanteque no cesa.

ELÍAS MARTÍN COCA 125

Minado estoy de celos por tus aires,lo saben en el bosque altos álamos,las hojas por que respiran tu talle,los tallos que te envuelven con sus lazos.

Lo sabe el sol que atiza claridades,lo sabe el ruiseñor, señor rualado,el trino de fragancia almibarado,y el cuervo brujo, que negras odas tañe,

las Náyades cautivas por el oro,¡quién dance insomne la hojarasca!,la Medusa, el Cíclope y el Lobo,

el reflejo de la luna confitada;testigos implacables de esta heridaque enciende mi canción desasistida.

ELÍAS MARTÍN COCA 127

De nuevo a caminarcontra la vida,opuesto a la venganzaque entraña y persevera,indestructible muerte,indigencia severa,sobre tu sola fuerzaausente de las cosas,con un terror de abismoque siempre está de moda:el presente y su iray una llaga asoladora,y una luna que apremiaa perderse en la vida,con el nombre en la pielque apresa la conciencia.

ELÍAS MARTÍN COCA 129

No oculto la vergüenza por hablarte,con los labios encogidos hasta el llanto,porque nunca por llorar puede abrazarte,sin el duelo que abrazó sólo quebrantos;

quisiera ahora para siempre regalarte,ya sin penar regalos de mi canto,este deseo maduro con encantosque madurar creó el esperarte;

al fin doy por saldada esta porfíaque luchó para verse compensaday sufrió escocientes amarguras;

que animaba su desnuda valentía,mas no en vano suplicó muy apenada,cuando tú le negabas la aventura,

que al fin hoy, me devuelves conquistada.

ELÍAS MARTÍN COCA 131

Que yo pudiera serno más que cosa;sin manos, ni razón,ni voluntad;sólo en el airea la merced del mar,polvo, madera,concha quizás,paso invisiblede la forma a la quietud;nada del bien, ni del mal,ni la memoria,sólo una cosasin más.

ELÍAS MARTÍN COCA 133

Dolor por lo negado, aún incierto,oscura entraña de pasión serena,el halo de tu voz sin velamientoy el pecho sin amor que lo cubriera;

el ansia por rodar terreno yerto,allí, donde del cielo centellea,herida de la luz una quimera,echada a la deriva del desierto;

huida aspiración en vuelo aciago,pendiente de una torre salvadora;suspiro de la noria encarcelado,

del río tenebroso bajo lomas;alientos que declinan desterradosque vuelven Soledad cuerdas de sombra.

ELÍAS MARTÍN COCA 135

El amor podría ser buenoy el dolor acaso nada,la libertad, un ser para lo útil,la felicidad, un no ser fatua,cualquier poder desterrado y vencido,cualquier sentido capaz de primaveras.

ELÍAS MARTÍN COCA 137

Bella deidad, Cartea, en ancla oscura,fragua de nieves, luces de acanto,colma pasiones, doble hermosura,que suelda el velo de la piel y el canto;

noble de fríos y estupor de hartura,tea encendida en el furor del llanto,fiel al lucero nimbado de blancura,honda y mortal en colosal abrazo;

mujer cautiva de sopesar veletas,cruel metal que desarmas la vida,soplo letal de enrarecido viento,

luna salada, arremolión de arenas,libras al aire sin daño de su huida,como amada desnuda en hielos y desiertos.

ELÍAS MARTÍN COCA 139

Seguro está el azar al recordartedel nombre de las flores que deshojas,sin exhalar furor para atraparte,mimarte el consuelo que se antoja;

no sabe él dudar antes de amarte,que presto abre de par en par la rosa,seguro está que alivia cuando posala luz donde respira al desnudarte;

y así el pudor restalla con la prisa,que toma el aire vuelo sudoroso,herido en el dolor que lo traspasa;

el frío evocador bañándote la risa,los pétalos sumisos en tus ojos,inclinan la emoción que el Bién acata.

ELÍAS MARTÍN COCA 141

Noche que apartas de la luz las almas,diosa de averno en volcán dormida,torno del sueño en tu girar callada,sombra voraz que vagas por envidia;

no enlodarás de mi sudor la calma,del ánimo imperfecto que me inspira,el barro que la mano vuelve vidaempujará mi aliento a la alborada;

de nada servirá que te arreboles,cuerpo vestal de nieves enterradas,los pasos que daré entre las flores,

al cielo subirán, crucial navío,porque de ti partió cuando aún llorabala que dejó mi verso esclarecido.

ELÍAS MARTÍN COCA 143

Si me faltó tu boca y tu palabradesde el amor la luz me ha ilusionado,debajo de las nubes la esperanza,sobre la tierra parda el miedo amargo;

herido en soledad tu pecho cantaal tiempo sin final desamparado,la noche inquieta mi verso alunadadoen un camino largo y sin posada;

mi juventud se aviva al recordartey no siente dolor ni encuentra pena,y mi pasión se esfuerza en recrearte,

la libertad confina este delirio,si me faltó tu voz, otra vez vuelas,al corazón que nuevo he recibido.

ELÍAS MARTÍN COCA 145

Yo quise el fuego que en tu boca hablabacomo el azur el cielo y la marea,la miel del alma que limpia enmorenabascomo del mar la luna el agua negra;

y quise seducir, violar tu almohada,vorágines de piel y loca arena,negar al sol que invicto arremoleay hundirme lento en tu latido, hallada;

la playa en aluvión, la luna noche,y el agua una canción que ahondara besos,el rayo la virtud, y el aire urdimbre,

y tú, como una ola ígnea y dobleque hiriera todo el mar, bosque de ecospara aceptar amor y amarme libre.

ELÍAS MARTÍN COCA 147

Que tu actitud resalte eternamente,y dejarte morir si quierescomo las hojas,de rayo, de lluvia, de tiempo helado;acaso te desplomes como un sueñocontra el miedo negro del desasosiego;pero no, sigue en cambiodejándote mecerpor tu caída en alma enternecida,hálito de luz que se deslizahacia la carne amable,pálpito sutil sobre las piedras serenas,voz mimada en la melancolía.

ELÍAS MARTÍN COCA 149

Quiere el silencio romper la melodíaque sigue al corazón arrepentido,para abrazarse mas allá del díaporque escogió la flor con el delirio;

la flor abierta de la tempranía,madura y limpia en el estío,que el bóreas mima suspendidoy el sol en llanto ampararía;

la flor oscura de loto almibarado,de cielo inmáculo y azules lentitudesde noche en calma lunar y sorprendente,

alando el aire frugal en el costado,de undoso murmurar y lluvia dulce donde la sangre arriba de repente.

ELÍAS MARTÍN COCA 151

Ana KaiserAna Kaiser

152 PALABRAS VELADAS

a i s e r“Trasmutaciones. Escritura en movimiento.Acerca del sentimiento y de la rebelión que a ella conduce...”

ANA KAISER 153

PORQUE ESCRIBO

Sueño y aumentan los miedos Expulso, escribo, muero.Doy sentido, y no callosoledad de algún agüero.Sufro palabras en desconsueloEscribo y muero.

Como no sé estar en paz, escribo en movimiento.Entretengo horas de mar,agoto memoria, pensamiento.

ANA KAISER 155

DESCONOCIDO

Un desconocido es algo así como un enemigo con manos de trapo, o quizánunca llegue ni a eso.

El desconocido es también una mancha sobre un papel, un vestido, un traspiés. O bien el desconocido sea constructo “poético” de la idea

Sea como fuere, un desconocido se hace confidente del espacio, partícipe de uninstante. Y como si la vida comenzara de nuevo, puede que el desconocido sigaa pie, forastero de un viaje sin destino.

ANA KAISER 157

ÁRBOL DE MAR

Se vive como se escribe, con la intensidad y tonalidad con la que se dibuja alpensamiento. Un horizonte azul turquesa decidirá el zig-zag de las olas quehabrán por venir. En lo profundo del mar, líneas de verde oscilan sobre un planoacuoso. ¿Son árboles de mar los que sostienen la inmensidad?

Si pudiera, estiraría mis brazos de árbol, los amarraría fuertemente a su troncopara que ni la marea ni la sal de la vida hicieran de mí una piedra. Me asomaríadesde los confines oteando tierra a la vista. Pararía en las montañas y valles, ríos,lagos y prados. Contaría cocoteras y bananos, comería las frutas rojas del bosquey el ganado. Inventaría más platos, cocinaría pescados. Dejaría tras de sí mar decanto, la tierra del árbol.

Al regresar a la orilla, desde un mar mojado, seguiría al vuelo del sol con lospárpados. Y en la frontera de un mar inmenso, fantasearía: algas, roca y árbol…

¿Son islas lejanas o los barcos abandonados de piratas, marineros, y soldados?

¿Nacieron allí o se hicieron con el paso de los años?Al atardecer brillarían las hojas de esparto, las mismas que un díaenrraizaron con fuerza al árbol.

ANA KAISER 159

TIERRA

Después de todo se vuelve a la tierra como paño mojado. Vislumbrando sueños,hojas de papel en blanco. Como si todo estuviera dicho ya.

Te acercas temeroso, pues la fragilidad de lo bello dura el breve momento de unainspiración. Ávido de amor y fuego, vendes corazón, lo que no tiene remedio,evidencia el momento. Que por no callar, será preferible pensar en los unos, enlos otros, en lo de todos.

Hoy he querido besarte dos veces. Una para lavar la herida, la otra paraalimentar el cuerpo.

Mas la cárcel, henchida y confortable, retiene los labios, el anhelo. Se pregunta¿cuánto ser ocupas hoy?, ¿cuánto ocuparás mañana?

Que libre de ser amante, se hizo madre, de un querer que sin entender, conmueve.Mañana irá a ver los jazmines de su boca, por ver si suelta al aire sabor de canto.Flores malva.

ANA KAISER 161

ALMOHADA

Besos y almohadas. Acabé con sed de sangre coagulada. Y sobre la tierra,manto de lluvia helada. Es invierno en Salamanca, y el que anda, lo hacemontado sobre tres pies trifásicos.

ANA KAISER 163

EN EL CORRER DE LA VIDA

Como si entenderla diera tedio. Como si explicarla no mereciera la pena. Y te vesen mitad de algún augurio, donde se tuercen las direcciones y los astros seempeñan en hacernos reír. Hasta la feliz desdicha se nos vuelva en contra deun… “¿a cada quién?” .

Pudiera ser que padeciendo de indolencia, se siente que, después de todo, ni lossueños son ciertos, ni lo bueno es bueno si no hace bien. Así que mejorcorresponderle a la vida, y rociarnos con las migajas de pan que corresponda alsilencio. La obligación, se impusó en la legión. ¡Te rca voluntad para elconsistente y el consentido en hazañas, logros, vapuleamientos, desafíos...!Campo florido de amapolas, azucenas y/o gladiolos amarillos.

ANA KAISER 165

SIN LIBERTAD

No hay libertad cuando la necesidad impera como reloj de cuco al dar las diez.El frío no desarmará corazón helado, si éste deja tras sus cimientos al oficiante,frentes uno a uno. Se observan las huellas del pasado entre aprendices, espías,científicos o empresarios... Se han inventado la oratoria en el tiempo.

¿Quién da respuestas al tiempo, quién es libre?

ANA KAISER 167

POSICIÓN

El último en llegar es siempre el último en opinar. Por suerte, no siempre quienocupa primera posición conoce respuesta. Los que ocupamos último lugarcontamos con el privilegio de conocer con detenimiento la espalda del“progre-tarado”. Las hay robustas como robles, abundantes en carne y hueso; difícilespara discernir terreno sin aperos. Existen otras peliagudas, afiladas y duras paraescalar en piedra o hierro.

Mientras llega el júbilo, la belleza se instala poco a poco en mi cabeza. Como otraforma más de sentir. A veces pregunto si ésta no se contamina de los besos quese guardan para mañana. Y aun más veces preguntó sobre el valor de forjarpalabra y sueño.

Yo me remonté a los sentidos del ayer, para ocupar posición. Por ejemplo en latextura del algodón. Esponjoso caramelo y cicatriz rasposa...

Del gusto, me prefiero al limón, gota a gota y sin acicate, sin olor. Con una solapizquita de sal, la fábrica del salitre de una voz condicional: “...no voci -ferar si estiempo de meditar y/o repudiar...”. A mis ojos ciegos les llevo las charcas de losmuros que caen y los jazmínes en flor del verano. Sin más olfato, que la sola señalde un aviso de cuidado. ¡Vayan a curarse el resfriado!

ANA KAISER 169

ACTUACIÓN

Manga por hombro. Ojalá se le caigan las muelas al insulso de la vergüenza. Nopuedo creer que vuelva a mudarme otra vez. Cuatro veces desde que llegué. Yhe pagado el alquiler. Qué no llego a fin de mes. Tanto trabajar a mis años parapagar un no sé qué. Vergüenza es saberme muerta antes que viva. Se arrastra unpasado eterno.

Siempre es tiempo y pesa la desilusión. Comprendernos es lamento.

«El centro de operaciones continúa en construcción. Los tertulianos han dejadode asistir a las reuniones consabidas. El calor sofoca las calles, la poluciónengrasa las pieles de los pocos que aún salen a buscar qué comer. Los que nosquedamos en casa, preguntamos por el transcurrir de los días. Una ordenministerial desaconseja toda salida; la fábrica del papel, situada a pocos metrosde la ciudad salta en pedazos, sin causa conocida. Se teme que algún grupoterrorista haya aprovechado la reducción de plantilla de los cuerpos de laseguridad. El caos regresa a la ciudad de la crisis y los inversores se fugan en“goleada”. Fuego a discreción, abandonan el “banco-barco”.

Algunos acudíamos a las reuniones de la brigada, preguntándonos por nuestroscompatriotas. El Estado ha vuelto a negociar con la comunicación, por exceso deinformación. Toda precaución es poca. Y una última noticia, se disuelve otrogrupo de activistas en rebeldía.

Menuda mentira, que al grupo lo conozco yo. Y sigue en pie, sin pronunciarse,sin alzar la voz, sin patraña, sin estrategia de actuación. Habla el Estado dedisolución, yo diría que es escisión de la decisión. Decide el individuo, el grupoacomete. Evitar publicidad dará tiempo para actuar».

ANA KAISER 171

CANDIDATO

Parece que se establecen los acuerdos, tan necesarios para el subsistir. Vuelvo ala calle, con la amargura del que bebe ácido cada mañana. No me emborrachanlas palabras delicadas, y ser sinceros no es útil para un modus operandi.Acumulo entrevistas a diario. Con palabras de más y de menos, con elmalentendido entre las manos. Es tan difícil decidir, que se nos brinda la ocasióncasi, sin ser vistos. Todavía hay quién se permite postergar al mañana, por ver sillega otro perfecto idiota.

Termina el profesional por escoger al candidato menos cualificado; que por noperder no se gana. Y es desgana. Dejo constancia de parte implicada: demasiadosdefectos, tan poca afinidad,... tanto insulso es insulto... Me marcho, que temarches, que no quiero, que no quieres, que es apariencia, que es silencio, queno me fío, que me fíes.

Entiendo que mi traje adivine el pensamiento. Para colmo, nos hinchan la barrigade pan con pimientos. Maldita engracia. Sigo pensando que no c o m p e n s a ,abortaré de la idea. Ahora fumo más y me asfixio menos. Y el bulto de la narizque siga creciendo. Vaya con los problemas de los “deberte” visto. Como cuandoresuelves y ni te dan las gracias. Unos hacen números con las manos, otroscuentan amores, y los otros, los que quedamos, miramos a lo lejos.

ANA KAISER 173

NEGOCIOS DEL MIEDO

Tiempo de tregua. Tiempo para pensar, para unir fuerzas, para contar enemigos.Para negociar. Y se negocia el miedo, y se canjea con suerte cuando asienta nuevoterritorio.

El miedo crece con mayor intensidad si desconoce. Quien teme no saber y tienedinero, compra la traición. Camino largo del miedo, en futuro incierto.

ANA KAISER 175

TELEUROPA

La Europa del acuerdo, de las manchas negras del destierro. Que por no hacerposibles en la historia, firma con la muerte, y ésta huele a rosas. Se aprisa laverdad, aunque no llegue nunca. Pues circula bien ligera la mentira, tan ancha,que no ha de extrañar que la ciudad porte sus armas. Ya somos tan libres comoAmérica.

Cuando se mira bien, uno aprende de la vida lo que da. Les escribo desde milugar de trabajo, a dos palmos frente a la pantalla de un ordenador desde dondeescuchar al “ciudadanito español” (de a pie) sin ser visto.

Dos auriculares conectan con un teléfono; receptáculo para la indiferencia, eldesengaño, la queja o el trago agrio del pagador y su próspero cobrador. Losgritos arrancan el disfraz de algunos energúmenos malsevistos. Por razón delprestigio que nos exige la envoltura, mejor pasar la tarde con piruetas ypiruletas, a petición. Transcurre el atardecer entre el deseo y la realidad fingida.Calla la muerte cuando se nos cuela en los bolsillos. Al fin descubrimos lo quevale un cuerpo humano. Entre las preferencias las hay de cuerpo entero yabundante carne. Los mejore s manjares, sin duda, se disfrutan en crudo. Si se vacon prisa, se les aconseja tan sólo el uso de las partes visibles. El trasero codiciadopor perjudicado: aumenta la vanidad y amplía esfínteres. Se pasa vergüenza, hede decir, de sentir movidas y removidas las emociones. Mejor, acercarse yesconder otro bulto.

El tiempo corre veloz. Los edificios se derrumban frente a nuestros ojos, mientraslos animales esperan agazapados en sus asientos. Toda comida nos sobrevive.Tecleo la voz golpe a golpe, sin excederme en lo que a tanto nos gusta a loshumanos: conversar.

ANA KAISER 177

RICOS Y POBRES / ALGARABÍA

Se han sentado a mirar un nuevo espectáculo. Entre los que miran porqueentretienen y los que maquillan penas, todos parecen estar satisfechos delencuentro.

La tarde se quebró y, con la llegada de la noche, los tontos volvieron a su origen,mientras los listos ocuparían la primera plana del periódico. Se dijeron casi sinhablarse que uno pesaría al otro como en una balanza de justicia. Los que vivíanarriba lamentaban que los de abajo no quisieran subir. Los de abajo farfullabanporque nunca les quedaba tiempo para subir. Así es que parecían no ponerse deacuerdo ni los de arriba ni los de abajo.

El día en que los adolescentes se conocieron, el pueblo andaba de fiesta. Ni losamigos de uno, ni los del otro, quisieron perdérsela. Y bailaron y comierondisfrutando de la algarabía del festejo, musica y compañía. Por unas semanas,olvidaron las obligaciones, las prisas, las preocupaciones por la vida. Y resultóque el festejo se hizo juego. Transcurrieron años festivos antes de que les visitaseel silencio. Los adolescentes parecían no percatarse de lo que sucedía. Seapaciguaron las risas. La realidad volvía en sí a la locura. Y la alegría ocupó untímido puesto en el sobraje de la algarabía. Sonreír se convertía en el ejerciciocorporativo de una empresa. El tiempo como siempre, mecachis en la mar, asilenciar palabras.

ANA KAISER 179

DUDA

Encontrar lugar en el mundo puede llevarte un segundo o quizá una vida entera.¿De qué depende? ¿De la querencia? ¿De la paciencia? O de las ganas de nodesfallecer.

Llega un final de lo vivido, soñado, de lo compartido,… para que después nosquede la duda. El querer, a riesgo de romper su frágil estructura, insiste. Tensa yafloja un vivo retrato lejano, late sobre tapiz de un presente expresado. Resuelveparecidos. Escoge.

El sufrimiento, que acaba por no irse nunca, espera su regreso, futuro soñado.Silba la verdad, y marcha el dolor amargo de estar tan atento.

Preguntó si es remedio, o si es que pesa la enfermedad. Las palabras se plasmanen el tapiz de escritura antigua. Por dar forma a este nuevo rompecabezas,muestro dos salidas.

Los trajes de la dulce muerte anunciada, y el sabor ácido de la vida. Si loprefieres, place conmigo sueño profundo de verdad y que mañana suban lasnubes al nuevo encuentro.

ANA KAISER 181

CONQUISTADOR

Él se acercó a ella, con las arrugas en los ojos de la vejez. Sin decoro, sin el atavíode un conquistador. Y sintiendo lastimar las faltas de amor de la mujer blanca, larecordó entre caminos de silencio y sueño. Lo ingenuo vetó el paso de los años.Y la mujer blanca estrenando nueva piel, y el varón, con el sudor de las manosen la sien. ¿Cómo romper verdad cuando ésta sea tan cierta? Y calló solícito, puesel tiempo le jugaba la mala pasada de mezclar ayer y mañana. La mujer blanca,adivinando piedras en la mirada, esperó la tierra que lo llamaba. Y el varón,re c o rdando entonces a Clotilde, su mujer de porcelana. Transcurrieron mesesantes que Clotilde oyera la canción de tal desgracia. Lavó la herida.

Y dando la mano al esposo, se irguió como es costumbre si se da olvido al ayer,si se da nuevo amor ahogado al mañana.

“Sí que merecía la pena Clotilde, su mujer de porcelana. Que transcurridos losaños, y con ellos las palabras, el dulce amor apacigua y calma”. “¡Y da cobijo!”,se decía el varón. Penó de verse sin palabras para la recién llegada. La queríacomo el que quiere a una luna blanca. Mas no pudo subir con ella a las alturas,sin su mujer arrugada.

La mujer blanca, que aprendió del caminar, a caminar, se marchó cabizbaja.Recogió los trofeos de pena y gloria, y estirando de nuevo el hilo del que pendía,la llevó a los cielos. Como vislumbrando a Dios en espejismo.

Desvistiose de los ropajes de tinta roja y blanca. Guardó sonrisas en el cajón dela esperanza, e hizo lo que habría de hacer llegado tal momento. Clavose aguja,broza y yesca sobre piel y pana. La herida sangraba, mas creyendo ser alimento,la dejó donde estaba. No pudo más que callar, la mujer blanca, que no huboregalo más grande para ofrecer que el de la esperanza. Y la mujer delconquistador lloró por ella y con ella. Ansiaron los brazos la mujer de porcelanay la mujer blanca, del dolor amargo de ser hermanas.

ANA KAISER 183

PIES

Se desangraron las sonrisas, por falta de ilusionar a la razón que les quería.Dejaron los deberías a la vuelta de la primera esquina, se revolvieron a golpes decarne viva. Olvidaron los orígenes furtivos, para reencontrarlos de nuevo alesquivar la segunda esquina. Corrieron calle abajo, por ver si el f u t u ro embriagasin más tesón que el de mañana. Y cuando se acercó el presente a besarle lasmanos, éstos se hallaban tan bien enmarañados como para escapar del encuentrode la tercera esquina. De su cohabitación nació un muro que los elevó al cielo. Ypidiendo consejo a los dioses, exhaustos, desfallecieron. Que ruegue Dios si es loque hace recordar lo que ya supimos. ¡Que no paren los pies, de andar sobresuelo o pared, o techo! Si al final se impone la belleza como bien preciado delcorazón, se nos plastificarán las palabras y la música descenderá de nuevo a lastinieblas.

ANA KAISER 185

Queda rigurosamente prohibida, bajo las sanciones establecidas por ley,la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento,

sin la autorización de los titulares del copyright.

1ª edición

marzo, 2009

ISBN: 978-84-613-0297-0

Depósito Legal: S-363-2009

Imprime: Gráficas Varona

Edita: Víctor López Gómez

[email protected]

www.victorlgomez.com

Maquetación: Antonio de Diego

Correcciones: José Ramón Zamora Martín

Impreso en Salamanca, España

PALABRAS VELADAS