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7/26/2019 Pactos Polticos como estrategia en la lucha para alcanzar los derechos de las mujeres en Oaxaca, Mxico

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ndice

Introduccin........................................................................................................... 7

1. Pactos Polticos como Estrategia en la Lucha para Alcanzar los Derechosde las Mujeres...................................................................................................... 10

1.1 Antecedentes vinculados al Feminismo ....................................................... 10

1.2 Fundamentos Legales .................................................................................. 16

1.2.1 Marco Internacional ............................................................................... 16

1.2.2 Marco Nacional ..................................................................................... 19

1.2.3 Marco Estatal ......................................................................................... 22

1.3 Violencia Poltica contra las Mujeres ............................................................ 24

1.4 Elementos Tericos acerca de los Pactos Polticos ..................................... 26

2. Participacin Poltica de las Mujeres en Oaxaca......................................... 33

2.1 Representatividad Poltica de las Mujeres en Oaxaca .............................. 34 .................................. 39

3.1 Metodologa de Investigacin....................................................................... 39

Contexto de Estudio. ...................................................................................... 39

Enfoque Metodolgico. ................................................................................... 39

Caractersticas de la Muestra. ........................................................................ 40

Recoleccin de Datos. .................................................................................... 40

Anlisis de la Informacin. .............................................................................. 41

Gua de Entrevista: ......................................................................................... 413.2 Hallazgos con Relacin a los Pactos Polticos como Estrategia en la Luchapara Alcanzar los Derechos de las Mujeres. ...................................................... 43

3.2.1 Categoras de Anlisis ........................................................................... 48

3.2.1.1 El Feminismo como Paradigma Terico. ............................................ 48

3.2.1.2 Por qu es importante aportar a la Igualdad? ................................... 50

3.2.1.3 El desempeo de las Mujeres Legisladoras Locales y/o Federales.... 52

3.2.1.4 Los Pactos Polticos entre Mujeres. .................................................... 56

4. Conclusiones................................................................................................... 61

4.1 Aciertos y Logros ......................................................................................... 61

4.2 Desaciertos y reas de Oportunidad ........................................................... 62

5. Propuestas....................................................................................................... 64

6. Fuentes de Investigacin................................................................................ 71


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Presentacin

Todo momento es oportuno para abordar los derechos de las mujeres, porque forma

parte de la agenda pendiente de las administraciones pblicas. La deuda histrica

que existe por la omisin y la evasin de las instituciones gubernamentales en

materia de violacin no solo a los derechos humanos, sino tambin econmicos,

laborales, fsicos, sexuales, psicolgicos, polticos, entre muchos otros, relativos a

las mujeres, obliga a permanecer de modo constante en la lucha hacia la

consecucin vvida y tangible de nuestros derechos.

Para quienes nos dedicamos a trabajar a diario temas y problemticas reales

en torno al feminismo, la formacin permanente y actualizacin profesional

constante es necesaria e indispensable, principalmente porque la complejidad de

los eventos que se suscitan implican cada vez un mayor reto debido a la dinmicadifcil de la sociedad actual.

Es por ello que, para luchar a favor del cumplimiento de los derechos de las

mujeres, adems de la vocacin, sororidad y el compromiso para ayudar; es

fundamental el conocimiento histrico y de los aspectos filosficos primordiales del

feminismo, a fin de que el despliegue de esfuerzos que se realice para alcanzar los

derechos de las mujeres no sean tergiversados de los objetivos del feminismo; y

que las buenas intenciones, se estanquen en acciones inservibles, o peor an,

promuevan y fomenten el patriarcado; todo por la falta de bases slidas en torno a

la esencia del feminismo.

De modo personal, independientemente del aprendizaje que he obtenido a lo

largo de los aos he simpatizado con la temtica que aborda el feminismo y

participando activamente en la lucha por los derechos de las mujeres en Oaxaca,

individualmente y a travs de diferentes organizaciones; considero como un pilar

trascendental en mi formacin profesional estudiar para consolidar los

conocimientos, pues creo fervientemente que debe existir coherencia y congruencia

entre la teora y la prctica, y viceversa.

Por lo anterior, en el presente documento tengo la intencin de estructurar un

texto que adems de sustentar un alto nivel acadmico, sea til en la realidad

cotidiana de muchas mujeres.


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Bajo sta lnea, es importante mencionar que el presente documento surge

como resultado de aos de ardua tarea enfocada a procurar los derechos de las

mujeres tanto de manera personal como al frente de MUGER A.C.

En todo este tiempo, he sido testigo del grillete, en muchas ocasiones

inquebrantable que el patriarcado instala en mujeres de todos los estratos sociales,

sin embargo, sta situacin por s misma preocupante, solo es superada por la

cotidianeidad con la que dicho grillete es culturalmente admitido, inclusive aceptado

no solamente por el patriarcado, sino por las mujeres a quienes afecta.

Tal situacin es una llamada incesante a no bajar la guardia, a no retroceder ni

un milmetro en lo que se refiere a la lucha para alcanzar los derechos de las

mujeres; no obstante, uno de los elementos ms significativos que se vislumbran es

la falta de estudios de carcter acadmico con impacto e incidencia real en lasproblemticas de gnero.

Es por ello que la oportunidad que brinda elaborar un documento objetivo y

sensible en torno a los derechos de las Mujeres en Oaxaca, resulta, por un lado,

una enorme responsabilidad por el hecho de abordar una temtica tan sensible, y

por otro, un emocionante desafo con la expectativa de coadyuvar a la reflexin y a

la accin para favorecer el cumplimiento a cabalidad de los derechos de las mujeres.

Como punto de partida, se puede sealar que la violencia hacia los derechos

de las mujeres, es una problemtica multifactorial, ya que es el reflejo de una serie

de supuestos patriarcales de ndole histrico, poltico, social, cultural, econmico,

sexual, entre otros, que exigen alternativas de solucin igualmente mltiples, es

decir, a un tema tan complejo es necesario atenderlo de igual forma mltiple.

Uno de los aspectos donde se ha notado mayor grado de violencia, es en la

participacin poltica de las mujeres, rubro que es singularmente preocupante, ya

que si de primer momento no se garantiza igualdad en los derechos polticos a las

mujeres con respecto a los hombres, es improbable que se puedan garantizar el

cmulo de derechos que nos corresponden; pues si la implementacin de la justicia

conforme el apego a la ley no es capaz de garantizar a plenitud los derechos, en

este caso, polticos de las mujeres; ser muy complicado que en otros sectores se

pueda acceder al alcance de los derechos de las mujeres.


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En este sentido, resulta muy valioso hacer una introspeccin hacia qu hemos

hecho como mujeres para luchar por nuestros derechos polticos, pues

histricamente ha quedado evidencia que el patriarcado orilla a las mujeres al

anonimato, es por ello que al vislumbrar cmo se suscitan los esfuerzos de nosotras

en virtud de la participacin poltica es un referente slido para ir hacia la

consecucin fehaciente, integral y universal de nuestros derechos.

A partir de mi experiencia, me he percata

asimismo establecer escenarios propicios para dejar a un lado los intereses

individuales y optar por el bien comn.

en el contexto Oaxaqueo, debido a que no se ha realizado un seguimiento puntualy especializado de los ejercicios realizados hasta el momento, y de esa manera

valorar su impacto, y analizar sus aspectos positivos y negativos, con la finalidad de

mejorarlos paulatinamente.

Por lo anterior, en el presente documento adems de valorar elementos

tericos respecto a los Pactos Polticos entre Mujeres, se pretende llevar a cabo un

anlisis lo ms apegado a la realidad posible, por tal motivo, me he dado a la tarea

de entrevistar a un grupo de mujeres que han sido partcipes de algunos de los

Pactos Polticos que hasta el momento se han celebrado en Oaxaca, para conocer

desde el interior cules han sido sus caractersticas reales, y qu involucra su

implementacin.

Las mujeres que fueron entrevistadas son: Nelly Martnez Echartea, Gloria

Zafra, Rebeca Cervantes, Guadalupe Rodrguez Ortiz, Soledad Jarqun Edgar,

Norma Reyes Tern y Brbara Garca Chvez. En conjunto decid referirme a ellas

conocidas y reconocidas por su destacada intervencin en temas de gnero y por

su participacin en los Pactos.


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Introduccin

Para efectos del presente documento, es importante abordar y desarrollar la

paradigma terico con un slido fundamento terico e histrico, y que la relevancia

que le acompaa es la de los logros que las mujeres hemos tenido, mismos que son

palpables en la vida pblica y privada de las mujeres, desde el derecho al voto al

acceso a la educacin, y desde la apertura a las oportunidades de empleo hasta la

libertad para elegir, entre muchas otras cosas, con quien contraer matrimonio; sin

embargo, es necesario, por un lado, conocer, y por otro, reconocer, que en muchas

comunidades esto an no ocurre, y que la lucha feminista ha llegado a cuentagotas

, y algunos de los logros obtenidos funcionan como una victoria prrica, puesto que

an es necesario consolidar las victorias feministas sobre la cultura patriarcal.

Para ello, considero que los Pactos Polticos entre Mujeres son una

alternativa necesaria, apropiada, viable, factible y eficaz, para que la lucha feminista

tenga un impacto social an ms trascendente del que ha tenido; en este sentido,

en lo subsecuente se habr de sustentar sta idea, as como mostrar algunos

ejemplos reales de Pactos Polticos entre Mujeres, incluida la experiencia en

Oaxaca, Mxico, contexto en el cual yo me he desarrollado personal y

profesionalmente.

A continuacin, explico la estructura en la que est constituido el presente

documento:

Como punto de partida, para comprender a totalidad a los Pactos Polticos

como estrategia en la lucha para alcanzar los derechos de las mujeres, es necesario

rescatar algunos de los aspectos bsicos del feminismo, por ello es necesariomencionar los elementos bsicos del marco histrico y filosfico vinculados al

feminismo, y de esa manera proporcionar nociones claras que permitan enfocar con

claridad al objeto de estudio.


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Posteriormente, es necesario hacer un recuento de los fundamentos legales

a nivel internacional, nacional y estatal que otorgan certidumbre a la participacin

poltica de las mujeres, en este sentido, se mencionarn los ms significativos.

Enseguida, se esbozar un apartado donde se mencionan los aspectostericos ms significativos de los Pactos Polticos entre Mujeres, de esta manera se

podrn dilucidar su definicin conceptual y sus caractersticas, acudiendo a algunas

de las autoras ms representativas de dicha temtica.

Despus, es el momento de abordar los Derechos Polticos de las Mujeres

en Oaxaca, especficamente se profundizar en la Representatividad Poltica que

las Mujeres han tenido en Oaxaca, mediante el anlisis de los espacios que han

ocupado al frente de ayuntamientos, diputaciones locales y federales, y en elSenado de la Repblica.

consiste en la entrevista a siete mujeres con vasta experiencia en torno a temas de

gnero y partcipes activas de algunos de los Pactos Polticos que se han llevado a

cabo en Oaxaca, en este sentido, se delimitar la metodologa de investigacin que

se utiliz, mencionando tambin el contexto de estudio, el enfoque metodolgico,

las caractersticas de la muestra, asimismo, la forma en la que se llev a cabo larecoleccin de los datos y el anlisis de la informacin; se muestra tambin la gua

general de la entrevista.

Bajo sta lnea, se dar cuenta de los hallazgos obtenidos a travs de cuatro

categoras de anlisis, estas son: El Feminismo como Paradigma Terico, Por qu

es importante aportar a la igualdad?, El Desempeo de las Mujeres Legisladoras

locales y/o federales, y Los Pactos Polticos entre mujeres. A travs de dichas

premisas se pretende esbozar los aspectos ms significativos que comentaron las

entrevistadas.

Por ltimo, a manera de conclusiones se establecer una reflexin amplia

sobre los Pactos Polticos y sus implicaciones para coadyuvar a la consecucin de

los derechos de las mujeres, enunciando cules han sido hasta el momento los


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aciertos y logros en Oaxaca, pero tambin, sus desaciertos; asimismo, vislumbrar

cules pueden ser algunas reas de oportunidad; en este tenor, tendr el

atrevimiento de realizar con bases tericas y con los hallazgos del proceso de

investigacin, algunas propuestas para consolidar a los Pactos Polticos como una

herramienta real en pro de la lucha por los derechos de las mujeres.


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1. Pactos Polticos como Estrategia en la Lucha para Alcanzar los Derechosde las Mujeres

1.1 Antecedentes vinculados al Feminismo

Para hablar de Pactos Polticos entre Mujeres, es necesario contar con ciertos

elementos histricos y filosficos de feminismo, para dimensionar adecuadamente

su trascendencia. Es importante recalcar que el feminismo, no se trata de una

corriente del pensamiento nueva o de reciente creacin, si bien es cierto que en los

ltimos aos el tema del respeto hacia los derechos de las mujeres ha formado parte

del discurso polticamente correcto de las autoridades, de los candidatos a un cargo

de eleccin popular, en los medios masivos de comunicacin, en las redes sociales,

entre otros espacios; el feminismo como paradigma terico tiene sus orgenes

desde hace ya tres siglos.

Rosa Cobo (2014) proporciona el devenir histrico del feminismo a lo largo

de los siglos XVIII, XIX y XX, segn Cobo (2014) el feminismo inicia su conformacin

libro, De lgalit des sexes, en el que sostena que la subordinacin de las mujeres

no tena su origen en la naturaleza s 01).

Tambin, se tiene referente claro que en el marco de la Revolucin

Francesa, grupos de mujeres se reunieron polticamente con la finalidad de exigir

los derechos ciudadanos que los hombres

inglesa Mary Wollstonecraft public Vindicacin de los Derechos de la Mujer, donde

denunciaba que la sujecin de las mujeres no era el resultado de una naturaleza

inferior a la masculina sino de prejuicios y tradiciones que se remontaban a la noche

01).

En este sentido, Cobo (2014) comenta que hay un texto originario de 1405

La

4, p.

es un gnero antiguo y recurrente a lo largo de la historia del patriarcado:


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peridicamente, las mujeres exponen sus quejas ante los abusos de poder de que

dan muestra ciertos varones, denostndolas verbalmente en la literatura misgina

R. 2014, p.

02). Se encuentran pues, en stos documentos los orgenes de la sistematizacin

del feminismo como perspectiva filosfica y paulatinamente deriva en establecer

por escrito, los abusos, las injusticias los agravios a los que las mujeres han sido

sometidas desde tiempos inmemorables, y desde sta poca se da comienzo con

la lucha histrica por el conocimiento y reconocimiento de los derechos de las

mujeres.

En este tenor, Rosa Cobo (2014) seala que en Europa el avance de la lucha

feminista durante el siglo XIX se vio mermada en parte por el fin de la Revolucin

Francesa, y las consecuencias polticas y econmicas que trajo consigo. Aqu es

necesario establecer un parntesis para sealar que, debido al origen Europeo de

la teora feminista, se le han hecho diversos cuestionamientos, por ejemplo,

sealarla como etnocentrista, sin embargo, la inquietud legtima de las mujeres para

promover el respeto fsico, emocional, cognitivo, artstico, etctera, hacia ellas; y el

establecimiento de igualdad de condiciones sociales, educativas, polticas,

econmicas, laborales, humanas con respecto a los hombres; no tiene limitante

geogrfico ni es variable de acuerdo a la latitud, al idioma, a la cultura.

Por lo anterior, segn Cobo (2014), menciona que la lucha feminista continu

en Inglaterra y fuertemente en el Continente Americano; un acontecimiento

sumamente significativo en la lucha feminista mundial: la Declaracin de

Sentimientos o Declaracin de Seneca Falls, en 1848, donde las mujeres de esta

localidad de Nueva York implementaron diversas estrategias pacficas para exigir el

derecho al voto, sin dejar de lado, la lucha por el logro de los derechos en su

conjunto; y ahora tambin postulando una crtica seria y justa al matrimonio como

institucin provenida del patriarcado; y posteriormente enfatizando el hacia la

torna ms abiertamente poltico y sus conquistas ensancharn la democracia al

R. 2014, p.06).


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Para el siglo XX, a partir de los aos sesenta, dice Rosa Cobo (2014), que el

feminismo de ha expandido; ahora el discurso feminista se ha adentrado poco a

poco en la estructura social, en la produccin acadmica general, en las decisiones

gubernamentales, en general durante ste siglo, la lucha feminista se ha

consolidado como paradigma terico y como movimiento social; con tintes de lucha

poltica muy delimitados.

Sin embargo, la lucha por la vindicacin de los derechos de las mujeres

contina y contextualizada a las problemticas que hoy en da requieren an mayor

atencin, como la autonoma personal de las mujeres, la igualdad de oportunidades

laborales, la independencia econmica, la libertad sexual, el derecho a decidir sobre

el propio cuerpo.

Por otro lado, el Instituto de la Mujer Oaxaquea (2008) seala que es

necesario comprender el alcance total del feminismo, y no dejarse llevar por una

definicin desvirtuada, para ello es necesario conocer su historia y tambin la

esencia de los preceptos por los que ha luchado a lo largo del tiempo, y que tratan

de consolidar el alcance de los derechos que se han negado a las mujeres debido

a la exclusividad de la que se han apropiado los varones por la fuerza y por la

ideologa arraigada en las culturas; misma lucha, que no solo ha beneficiado a las

mujeres, sino tambin ha promovido una sociedad ms democrtica y participativa.

En este sentido, el Instituto de la Mujer Oaxaquea (2008) ubica tres

momentos histrico-filosficos claves para la comprensin del feminismo en toda su

extensin. Estos momentos son: El feminismo ilustrado, la crtica a la razn

patriarcal; El sufragismo, crtica a las inconsecuencias de la democracia; y el

feminismo socialista, la crtica a la familia burguesa. A continuacin explico cada

uno de ellos:

Segn el Instituto de la Mujer Oaxaquea (2008), cronolgica e

intelectualmente, el primer espacio donde se sistematiz la perspectiva de gnero

fue durante un periodo que se puede determinar como: El feminismo ilustrado,

crtica a la razn patriarcal; se trata de una etapa situada geogrficamente en


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Europa occidental, temporalmente en el siglo XVII y enmarcada por el quehacer de

la filosofa racionalista, es decir, la poca mejor conocida como la ilustracin, cuyos

preceptos se sustentan en la filosofa racionalista, concretamente, los primeros

hallazgos de aportes realizados fueron construidos en el interior del racionalismo

cartesiano, donde se cuestion firmemente el hecho de la legitimidad del poder que

se suscitaba en el medievo, principalmente las monarquas absolutistas, en este

sentido, enfundados en las pautas de iusnaturalismo derecho natural, se

consider que exista igualdad natural por la racionalidad inherente al ser humano,

sin embargo, a pesar que se contempla sta una mxima universal, es necesario

precisar que nicamente se redujo a la igualdad de los hombres, excluyendo a las

mujeres; y de este modo discriminndolas de los beneficios morales y cognitivos

propios del racionalismo; inicindose as, ahora de manera formal la minimizacinde las mujeres en el plano intelectual, y por ende, en las dems esferas de la vida

pblica y privada, empero, esto no fue suficiente para limitar la elaboracin

acadmica de algunas mujeres, mismas que sembraran los orgenes del

feminismo.

Casos concretos como el de Marie de Gournay, quien cuestion duramente

la incongruencia que exista entre los que defendan la igualdad natural, pero dicha

igualdad no inclua a las mujeres; tambin grandes aportes los de Franois Poullainde la Barre sosteniendo la premisa de que el entendimiento, no tiene sexo. Si

hacemos una radiografa al siglo XVII, nos daremos cuenta que existieron sin fin de

obstculos y vejaciones para que las mujeres quedaran relegadas en los rubros

educativo y acadmicos, sin olvidar el econmico, poltico y social, se trat de una

discriminacin basada en argumentos irracionales disfrazados de verdad, curiosa y

concreto el de Juan Jacobo Rousseau, distinguido escritor y filsofo, quienabiertamente manifest su pensamiento en contra de la formacin educativa de las

mujeres, y en general de que las mujeres tuviesen los mismos derechos, beneficios

y libertades que tenan los hombres, promoviendo un modelo de educacin distinto

para hombres y mujeres, ejemplificado en el Libro: Emilio o de la educacin, obra

contradictoriamente considerada muy significativa en el ambiente de las teoras


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pedaggicas ;sin embargo, esto no fue impedimento para que apareciera en escena

Mary Wollstonecfraft, con su texto Vndicacin de los Derechos de la Mujer, donde

recup

reclamo por la igualdad en la libertad, en el autogobierno, en la capacidad para

trazar los propios fines, con independencia de la particularidad, es decir, en este

caso, con inde 25). En suma, el feminismo como

paradigma terico, tuvo su gnesis en torno a un contexto socio-poltico-econmico

fundamental en la historia de la humanidad, como de la misma manera,

trascendental ha sido esta poca para consolidar al feminismo como pilar en la lucha

por los derechos, la igualdad, y la democracia.

La segunda etapa a la que se refiere el Instituto de la Mujer Oaxaquea

(2008), se denomina: El sufragismo, crtica a las inconsecuencias de la democracia;

para ello, tenemos que considerar que el feminismo como paradigma terico se

construye y se reconstruye incesantemente; para el siglo XIX los criterios heredados

de la etapa ilustrada adquirieron una connotacin de orientacin mayormente

poltica; tomando en cuenta tambin que las mujeres an continuaban con serias

limitaciones en cuanto a la libertad en toda la extensin del concepto, y en dems

rubros de la vida socio-poltico-econmica; la democracia se eriga en el continente

Americano como la forma de gobierno, ante ello, las mujeres emprendieron unalucha por su justo derecho al voto; asimismo dems garantas acerca de la libertad,

e igualdad de condiciones econmicas y laborales que los hombres. Encontramos

ejemplos muy significativos de lucha en Abigail Adams, notable escritora que

defiendo fuertemente las exigencias del feminismo; tambin, Elizabeth Cady

Stanton, Susan B. Anthony, y Lucrecia Montt, quienes fueron promotoras bajo

muchas circunstancias adversas de la Convencin Seneca Falls, donde se tuvo la

consecucin de varios logros de carcter laboral, econmico y poltico para lasmujeres.

La tercera y ltima etapa de la que habla el Instituto de la Mujer Oaxaquea

(2008), se refiere a ella como: El feminismo socialista: Crtica a la familia burguesa.

Aqu es ineludible hacer mencin del escritor Francs Charles Fourier, pensador y


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1.2 Fundamentos Legales

Es una realidad que vivimos en una sociedad que est inmersa en un sistema legal

plenamente estructurado, ms all de hacer juicios de valor con respecto al sentido

de la utilidad o del impacto de las leyes para reconocer los derechos de las mujeres;

y posteriormente su aplicacin tangible, en este espacio, mi intencin es la de

mostrar aquellos fundamentos legales en los cuales la lucha por los derechos de las

mujeres encuentra sustento, porque considero importante conocer y reconocer los

referentes que permiten tener la visin que independientemente de la importancia

histrica y filosfica que ya hemos mencionado sobre las cuestiones de gnero,

existen referentes jurdicos en constituciones, acuerdos, tratados y convenciones

que le dan un estatus de carcter y dimensin legal, lo cual es parte de los logros

alcanzados, pero tambin sirve de incentivo para ir por ms.A continuacin muestro breve, pero significativamente algunos documentos

que enmarcan, de manera Internacional, Nacional y Localmente en el contexto

Oaxaqueo, jurdicamente la lucha por el logro de los derechos de las mujeres.

1.2.1 Marco Internacional

De manera internacional, existen mltiples convenciones y documentos que se han

desarrollado con la finalidad de abonar a aquellas naciones donde se carece de una

agenda legal en favor de las mujeres.

Iniciamos con la Convencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y

Erradicar la Violencia con

establece lo siguiente:

Artculo 4.- Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y proteccinde todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentosregionales e internacionales sobre derechos humanos. Estos derechoscomprenden, entre otros:

a. el derecho a que se respete su vida;b. el derecho a que se respete su integridad fsica, psquica y moral;c. el derecho a la libertad y a la seguridad personales;d. el derecho a no ser sometida a torturas;e. el derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja

a su familia;f. el derecho a igualdad de proteccin ante la ley y de la ley;g. el derecho a un recurso sencillo y rpido ante los tribunales competentes, que la

ampare contra actos que violen sus derechos;h. el derecho a libertad de asociacin;


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i. el derecho a la libertad de profesar la religin y las creencias propias dentro de laley, yj. el derecho a tener igualdad de acceso a las funciones pblicas de su pas y aparticipar en los asuntos pblicos, incluyendo la toma de decisiones. (Organizacinde los Estados Americanos. 1994, p. 02).

En este tenor, en dicha convencin, en el artculo 5, se establece lo siguiente

respec

plenamente sus derechos civiles, polticos, econmicos, sociales y culturales y

contar con la total proteccin de esos derechos consagrados en los instrumentos

regionales e internacionales sobre derechos humanos. Los Estados Partes

reconocen que la violencia contra la mujer impide y anula el ejercicio de esos

Estados Americanos. 1994, p. 02).

Es claro que la violencia se puede dar a todas las mujeres, en diversosmbitos. Sin embargo esta convencin establece lo siguiente:

Artculo 6.- El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye, entre otros:a. el derecho de la mujer a ser libre de toda forma de discriminacin, yb. el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados

de comportamiento y prcticas sociales y culturales basadas en conceptos deinferioridad o subordinacin (Organizacin de los Estados Americanos. 1994, p. 02).

Tambin, en La Convencin Interamericana Sobre Concesin De Los

Derechos Civiles a la Mujer

Americanos convienen en otorgar a la mujer los mismos derechos civiles de que

acin de los Estados Americanos. 1948, p.01).

Asimismo, en la Convencin Sobre la Eliminacin de Todas las Formas de

Discriminacin contra la Mujer, est plasmado lo siguiente:

Articulo 3.- Los Estados Partes tomarn en todas las esferas, y en particular en lasesferas poltica, social, econmica y cultural, todas las medidas apropiadas, inclusode carcter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer, conel objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y laslibertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre.

Artculo 7.- Los Estados Partes tomarn todas las medidas apropiadas para eliminar

la discriminacin contra la mujer en la vida poltica y pblica del pas y, en particular,garantizando, en igualdad de condiciones con los hombres el derecho a:a) Votar en todas las elecciones y referndums pblicos y ser elegibles para todoslos organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones pblicas;b) Participar en la formulacin de las polticas gubernamentales y en la ejecucin destas, y ocupar cargos pblicos y ejercer todas las funciones pblicas en todos losplanos gubernamentales;c) Participar en organizaciones y asociaciones no gubernamentales que se ocupende la vida pblica y poltica del pas.


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Artculo 8.- Los Estados Partes tomarn todas las medidas apropiadas paragarantizar a la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre y sin discriminacinalguna, la oportunidad de representar a su gobierno en el plano internacional y departicipar en la labor de las organizaciones internacionales. (Organizacin de lasNaciones Unidas, 1981)

Por otro lado, el Instituto de la Mujer Oaxaquea (2010), resalta la

Declaracin y Programa de Accin de Viena efectuado en 1993, porque hace

nfasis en que los derechos de la mujer y la nia debern de ser considerados como

parte esencial de los derechos humamos, tambin, sita que la mujer debe ser

partcipe de todas las esferas de la vida pblica y privada; igualmente, insta a los

gobiernos y a la sociedad civil para que fomenten los derechos de la mujer y la nia.

Tambin, retoma a la Conferencia Internacional de Poblacin y Desarrollo

el avance de los derechos de ciudadana las mujeres, destacando la igualdad entre

uto de la Mujer Oaxaquea. 2010, p.

12).

Adems, seala a La Plataforma de Beijing llevada a cabo en 1995, porque

enfoca su discurso de manera integral a gobiernos, instituciones internacionales,

partidos polticos, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, instituciones

acadmicas y de investigacin, a la sociedad civil, entre otros entes, a establecer

rutas para favorecer la participacin de las mujeres en los sitios de poder y de tomas

de decisiones.

Por ltimo, hace nfasis en La Novena Conferencia Regional de la Mujer de

Amrica Latina y el Caribe de la CEPAL, celebrada en Mxico en 2004, debido a

particularmente en los mbitos poltico, social, econmico y cultural, y a emprender

reformas institucionales para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de las mujeres

en todas las edades para garantizarles el acceso a la justicia y al goce de todos losderechos human Instituto de la

Mujer Oaxaquea. 2010, p.13).

Se aprecia pues, que de manera internacional existe una tendencia clara para

fomentar la participacin de las mujeres en los mbitos social y econmicos, sin


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embargo, se distingue el nfasis que se otorga a la mujer y su relacin al poder

poltico, ya sea para explicitar el rol equitativo que debe poseer en el hecho de votar

y ser votada, as como su incorporacin en los espacios de poder y de toma de

decisiones.

La importancia de conocer la gran cantidad de documentos en favor de los

derechos de las mujeres que existen a nivel internacional, tambin fomenta de

manera nacional y estatal, la creacin de polticas pblicas enfocadas a

salvaguardar y a hacer respetar las garantas que le son negadas a las mujeres,

cuando esto no ocurre, corresponde presionar para que los preceptos que

internacionalmente existen sean considerados.

1.2.2 Marco Nacional

Lo anterior implica que los incipientes beneficios actuales de los que las mujeres

gozamos, no es producto de la normalidad o de la gestin inmediata de algn grupo

o algn poltico, sino que es el constructo vvido formado a lo largo de los aos, es

decir, los logros actuales son consecuencia del pasado; los resultados venideros

sern producto de la lucha permanente e incesante a partir de hoy.

El mximo referente en la proteccin de los derechos e implementacin de

justicia en Mxico es la Constitucin Poltica, en el artculo 1, establece las

garantas Queda

prohibida toda discriminacin motivada por origen tnico o nacional, el gnero, la

edad, las discapacidades, la condicin social, las condiciones de salud, la religin,

las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente

contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y

que enuncia que por cuestin de gnero queda prohibida la discriminacin. En este

dudas en el sentido de que, formalmente, la Constitucin concibe en igualdad de

circunstancias a los hombres y a las mujeres.


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Bajo sta lnea, tambin es importante echar un vistazo a la situacin jurdica

de la igualdad en el ejercicio de los derechos polticos, en este sentido, el H.

Congreso de la Unin (2015a) expresa en la Constitucin Poltica a travs de los

artculos 8, 9, 15, 34, 35 y 41el reconocimiento de la igualdad de los derechos

polticos. No obstante, es pertinente hacer hincapi en los artculos 34 y 35. En el

artculo 34 se establecen los requisitos para el derecho a la ciudadana, y se

especfica en que sta ser por igual para varones y mujeres. Asimismo, en el

artculo 35, se instauran los derechos polticos de la ciudadana, destacando que

no se identifica diferencia alguna si se tratase de mujeres u hombres.

Como importante sustento jurdico, merece atencin especial el artculo

133, ya que estipula lo siguiente:

Artculo 133: Esta Constitucin, las leyes del Congreso de la Unin que emanen deella y todos los Tratados que estn de acuerdo con la misma, celebrados y que secelebren por el Presidente de la Repblica, con aprobacin del Senado, sern la LeySuprema de toda la Unin. Los jueces de cada Estado se arreglarn a dichaConstitucin, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que puedahaber en las Constituciones o leyes de los Estados. (H. Congreso de la Unin,2015a)

Se trata de un reconocimiento de la implementacin de los preceptos

internacionales, como el enlace que otorga coherencia y congruencia a los

mecanismos internacionales con los nacionales, en este caso, es posible realizar

el vnculo en virtud del respeto a los derechos de las mujeres.

Por otro lado, a nivel nacional tambin existen diversos documentos de

carcter oficial para salvaguardar los derechos de las mujeres, uno de ellos es la

Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminacin, emitida por el H. Congreso

de la Unin (2014). Aqu, en el artculo 9, se puntualizan una serie de criterios

como medidas para prevenir la discriminacin, entre ellas: impedir el acceso a

servicios educativos, prohibir la eleccin de empleo o restringir las oportunidades

en l, negar o limitar informacin sobre derechos sexuales y reproductivos, e impediro limitar el acceso a la procuracin e imparticin de justicia; lo anterior, son premisas

que han formado parte de la agenda en cuestin de la lucha de gnero; y en ste

apartado se les da cabida importante. Tambin, en el mismo artculo 9, menciona


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criterios fundamentales en las fracciones VIII y IX, en razn de la participacin

poltica, a saber:

VIII. Impedir la participacin en condiciones equitativas en asociaciones civiles,polticas o de cualquier otra ndole;

IX. Negar o condicionar el derecho de participacin poltica y, especficamente, elderecho al sufragio activo o pasivo, la elegibilidad y el acceso a todos los cargospblicos, as como la participacin en el desarrollo y ejecucin de polticas yprogramas de gobierno, en los casos y bajo los trminos que establezcan lasdisposiciones aplicables (H. Congreso de la Unin. 2014, p.04)

Se distingue claramente, la determinacin en favor de la no discriminacin,

si bien es cierto que no alude de manera directa a las cuestiones de gnero, el

pronunciamiento neutro permite hacer una interpretacin plausible en favor de los

derechos de las mujeres, haciendo particular nfasis a los derechos polticos.

Otro documento importante es la Ley General para la Igualdad entre Mujeres

y Hombres, que emite el H. Congreso de la Unin (2015b), aqu se trata de una Ley

especial en materia de gnero, dadas las caractersticas que la conforman, en su

artculo 1, expone lo siguiente:

Artculo 1: La presente Ley tiene por objeto regular y garantizar la igualdad deoportunidades y de trato entre mujeres y hombres, proponer los lineamientos ymecanismos institucionales que orienten a la Nacin hacia el cumplimiento de laigualdad sustantiva en los mbitos pblico y privado, promoviendo el

empoderamiento de las mujeres y la lucha contra toda discriminacin basada en elsexo. Sus disposiciones son de orden pblico e inters social y de observanciageneral en todo el Territorio Nacional (H. Congreso de la Unin. 2015b, p. 01)

Asimismo, en los artculos 15 y 16, seala algunos lineamientos que los

estados de la Repblica, la Ciudad de Mxico y los municipios habrn de

implementar para promover la igualdad entre hombres y mujeres, entre ellos, el de

promover mediante la creacin de organismos gubernamentales la igualdad de

gnero, incentivar la participacin de las mujeres, crear campaas de

concientizacin, entre otras actividades que aporten a la igualdad entre hombres y

en Materia de Igualdad entre mujeres y hombres deber establecer las acciones

conducentes a lograr la igualdad sustantiva en el mbito, econmico, poltico, social

y cul 05), particularmente, en la fraccin


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in y representacin poltica

equilibrada entre mujeres y h 05).

Por ltimo, en la perspectiva nacional, y particularmente en cuestin de la

participacin poltica de las mujeres, se puede recapitular al Cdigo Federal deInstituciones y Procedimientos Electorales, emitido por el H. Congreso de la Unin

(2008), pues en el artculo 4, seala que:

Votar en las elecciones constituye un derecho y una obligacin que se ejerce paraintegrar rganos del Estado de eleccin popular. Tambin es derecho de losciudadanos y obligacin para los partidos polticos la igualdad de oportunidades y laequidad entre hombres y mujeres para tener acceso a cargos de eleccin popular(H. Congreso de la Unin. 2008, p. 02).

Asimismo, en el artculo 38, inciso S, menciona que parte de las mltiples

la paridad de los gneros en sus rganos de direccin y en las candidaturas a

cargos de eleccin po H. Congreso de la Unin. 2008, p.18). Tambin, en los

artculos 218, 219 y 220, el H. Congreso de la Unin (2008) se refiere a que es

obligacin de los partidos polticos asegurar la igualdad de oportunidades que

deben existir entre hombres y mujeres con respecto al otorgamiento de las

candidaturas, y postular equitativamente a hombres y mujeres en los espacios tanto

de mayora relativa como de representacin proporcional, y en el caso de las listasde representacin proporcional, proponer respecto al gnero de manera alternada

a los aspirantes al cargo.

1.2.3 Marco Estatal

A nivel estatal, es la Constitucin Poltica del Estado Libre y Soberano de Oaxaca

la que prescribe los lineamientos para el cumplimiento puntual de las leyes en la

entidad, es la normatividad suprema en el estado; no obstante, en cuestin de

equidad de gnero, y de procuracin de los derechos de las mujeres, es un tanto

incipiente; sin embargo, con referencia a los derechos polticos, se pueden

vislumbrar determinaciones claras en torno a la equidad de gnero, particularmente

en los artculos 23, 24 y 25, mismos que a continuacin expongo:


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El H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Oaxaca (2015), determina en

los artculos 23 y 24 de la Constitucin Poltica que la ciudadana ser otorgada y

reconocida por igual a hombres y a mujeres, adems de que establece por igual

las obligaciones de los ciudadanos, de manera concreta, lo que hace referencia a

las obligaciones en la participacin poltica, entre ellas la de formar parte del patrn

electoral, votar en elecciones populares y desempear cargos de eleccin popular,

es importante destacar, que dichas obligaciones se delinean por igual para hombres

y mujeres, sin distincin alguna.

En este sentido, en el artculo 25, se establecen las bases por las cuales se

habr de regir el sistema electoral y de participacin ciudadana del Estado, al

respecto en la Fraccin II, seala lo siguiente:

Las mujeres disfrutarn y ejercern su derecho a votar y ser votadas en condicionesde igualdad con los varones; as como a acceder y desempear los cargos pblicosy de eleccin popular para los que hayan sido electas o designadas.

En ningn caso las instituciones y prcticas comunitarias podrn limitar los derechospolticos y electorales de los y las ciudadanas oaxaqueas. Corresponder alInstituto Estatal Electoral y de Participacin Ciudadana y al Tribunal Estatal Electoralde Oaxaca garantizar el cumplimiento efectivo de la universalidad del sufragio, enlos trminos que marque la Ley.

Las y los ciudadanos del Estado tienen derecho a no ser discriminados en la eleccinde las autoridades municipales. Los sistemas normativos indgenas de las

comunidades no deben ser contrarios a los derechos fundamentales establecidos enla Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratadosinternacionales ratificados por el Estado Mexicano y en esta Constitucin (H.Congreso del Estado Libre y Soberano de Oaxaca. 2015, p.24).

Por ltimo, el H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Oaxaca (2009),

emiti la Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres para el estado de Oaxaca,

documento por dems valioso, ya que regula en la entidad todas las disposiciones

entre Mujeres y Hombres y establecer los lineamientos y mecanismos

institucionales que promuevan en el Estado la igualdad sustantiva en los mbitos

Estado Libre y Soberano de Oaxaca. 2009, p.01). Igualmente, en sta Ley se

especifican las funciones relevantes a la equidad de gnero que corresponden al

Poder Ejecutivo del estado, a los ayuntamientos y la coordinacin interinstitucional


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que debe haber entre ambos, tambin, delinea los componentes de la poltica

estatal en materia de igualdad de hombres y mujeres, asimismo, los mecanismos

de la equidad en la participacin y representacin poltica y la igualdad de acceso y

el pleno disfrute de los derechos sociales.

En suma, se observa que los criterios normativos internacionales, nacionales

y locales poseen cierta congruencia y coherencia, lo cual indica que hasta el

momento, la lucha que se ha emprendido desde hace ya bastantes aos ha dado

resultado, sin embargo, aunque no se emitieron juicios de valor con respecto a la

aplicacin y funcionamiento de todas stas disposiciones legales, es necesario

sealar que la gran mayora de stas leyes y postulados no poseen aplicabilidad en

la vida diaria de un sinnmero de mujeres que da con da ven y viven con sus

derechos humanos, civiles, polticos, sexuales, entre otros, maltratados y sometidos

a irracionalidad, violencia e inconsciencia de hombres que pretenden perpetuar de

manera tangible y a la vez imperceptible, la cultura patriarcal que ha imperado a lo

largo de tantos siglos en nuestras sociedades.

Por lo anterior, los Pactos Polticos entre mujeres son una alternativa clara

para que las mujeres nos pongamos de acuerdo, y tomemos las medidas necesarias

para hacer valer nuestros derechos; pues si esperamos a que desde la iniciativa

masculina ocurra, suceder lo mismo que desde hace siglos: nada o avances a

cuenta gotas. Los Pactos Polticos son la va adecuada, porque la solicitud es justa

ya que no se trata de pedir se nos obsequie algo, todo lo contrario, reclamamos los

derechos que por humanidad nos corresponden.

1.3 Violencia Poltica contra las Mujeres

Previo a adentrarse en el estudio de los Pactos Polticos, es valioso echar un vistazo

al concepto de violencia poltica contra las mujeres, ya que es ah el punto de partidade gran cantidad de los Pactos realizados.

Al respecto, recientemente Marcela Talams Salazar y Sofa Lascurain

Snchez (2016) elaboraron el Protocolo para Atender la Violencia Poltica contra las

Mujeres, con el visto bueno del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federacin


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(TEPJF), el Instituto Nacional Electoral (INE), la Fiscala Especializada para la

Atencin de Delitos Electorales (FEPADE), la Subsecretara de Derechos Humanos

de la Secretara de Gobernacin (SEGOB), la Comisin Ejecutiva de Atencin a

Vctimas (CEAV), la Comisin Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra

las Mujeres (CONAVIM), el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la

Fiscala Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de

Personas (FEVIMTRA).

En este sentido, Marcela Talams y Sofa Lascurain (2016) comentan que la

violencia poltica contra las mujeres:

Comprende todas aquellas acciones y omisiones incluida la tolerancia- quebasadas en elementos de gnero y dadas en el marco de los derechos poltico-

electorales tengan por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento,goce y/o ejercicio de los derechos polticos o de las prerrogativas inherentes a uncargo pblico (Talams, M. y Lascurain, S. 2016, p. 19.)

Se distinguen varias situaciones donde se puede ejercer violencia poltica

contra las mujeres, Talams, M. y Lascurain, S. (2016) sealan algunos ejemplos

como el registro de mujeres como candidatas en distritos o municipios que el partido

poltico en cuestin se sepa perdedor de antemano, las amenazas de todo tipo a

candidatas o a candidatas electas, distincin en publicidad y cobertura por parte de

los medios de comunicacin, asimismo, diferencia en el otorgamiento de apoyo yrecursos econmicos del partido hacia las candidatas con relacin a los candidatos.

Sin divagar del eje central de ste documento que es el estudio, anlisis y

propuestas en torno a los Pactos Polticos como estrategia en la lucha para alcanzar

los derechos de las mujeres; considero que situaciones de violencia poltica han

sido los grandes detonantes para que las mujeres nos organicemos en los Pactos,

y de ste modo exigir igualdad en nuestros derechos.

Se reconoce tambin, a la violencia poltica como un factor determinante para

la violacin hacia otros derechos de las mujeres, por tanto, en la medida que la

violencia poltica sea atacada de manera frontal, se irn combatiendo otros tipos de

violencia, aqu radica la importancia de que los Pactos tengan una evocacin

Poltica, es en este plano donde se pueden sentar las bases para la igualdad.


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1.4 Elementos Tericos acerca de los Pactos Polticos

Para iniciar en el universo que gira en torno a los Pactos, ms all de proporcionar

una definicin preestablecida, cuadrada o rgida cual instructivo; mi intencin es la

de ofrecer un panorama completo de las condiciones contextuales y lascircunstancias bajo las cuales los Pactos Polticos entre mujeres pueden llevarse a

cabo, para ello, es importante comprender, de entrada, que se est ante una

temtica compleja porque en ella se habitan y se conjugan la diversidad de

subjetividades, opiniones, ideales, perspectivas, entre otros elementos, que pueden

existir cuando de intentar llegar a acuerdos o de establecer un consenso de trata; lo

que adquiere mayor importancia y dificultad si se considera que en este caso, los

Pactos Polticos estn contemplados hacia la consecucin palpable de los derechos

de las mujeres.

Marcela Lagarde (2006) sostiene algunas consideraciones importantes para

comprender la dimensin de los Pactos, a saber:

Desde hace tiempo, las mujeres ya no slo nos apoyamos a vivir en una sintonasubterrnea de gnero. Hemos ido pactando y nuestros pactos han tenido enda concreta el pacto. No es una casualidad que las mujereshagamos pactos cuando nos encontramos en lo pblico y ah estn el lenguaje y lasmaneras de relacionarse para lograr el acuerdo de intervenir, proponer, impulsar o

ejecutar tantas cosas. Pacto, agenda y ciudadana van de la mano. Tienen susantecedentes en el apoyo solidario directo, privado, tantas veces clandestino ysubversivo entre una y otra. Pero ha sido en lo pblico donde hemos debido dialogarcon quienes nos unen lazos familiares o de amistad, sino la voluntad poltica degnero. (Lagarde, M. 2006, p. 02.)

Es necesario precisar que los Pactos surgen de la necesidad imperante que

hay de hacerlos, esto por la enorme brecha que existe en el alcance que las mujeres

tienen en favor de sus derechos bsicos y el respeto a su integridad fsica y

emocional; sin embargo, a la par de discutir la relevancia de los pactos, resulta

significativo intentar comprender las maneras en las que se puede acceder a dichospactos, es la misma Marcela Lagarde (2006), quien establece lo siguiente:

nosotras, no incluye conocimientos, habilidades y destrezas para agendar ni pactar.Que muchas aprendemos en el estilo masculino y patriarcal para luegodesaprenderlo al sentir cun contradictorio es conducirnos as entre nosotras, loestril de ese proceder y la necesidad de construir la alianza entre las mujeres desde


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una posicin poltica de gnero. Para desmontar esa esttica y esa poltica hemosusado habilidades experiencias generadas en la cultura femenina del apoyo cuerpoa cuerpo y subjetividad a subjetividad personal entre mujeres. Ha sido un recursometodolgico para realizar la crtica deconstructiva de la agenda y los pactos a lausanza masculina, las formas excluyentes, sectarias, supremacistas y violentas deenfrentar la disidencia y los conflictos. (Lagarde, M. 2006. p.02)

Sin embargo, en materia especfica de Pactos, Luisa Posada Kubissa (2005)

argumenta que previo a pensarlos e implementarlos, es necesario tener conciencia

plena de la relacin: patriarcado y sororidad (o la sororidad como revulsivo contra el

patriarcado), lo cual implica, primero, conocer y reconocer que el patriarcado

funciona como un entramado de pactos masculinos en la sociedad, y que incide en

todos los mbitos de la vida, como lo son: el econmico, poltico, social, entre

muchos otros, en los cuales las mujeres han sido sometidas, lo que ha provocado

una exclusin violenta de la feminidad, por ejemplo, en el plano intelectual,cientfico, y por tanto, histrico.

Ante tal situacin, la misma autora, manifiesta que en un segundo momento,

es necesario que las mujeres interioricemos el trmino sororidad, lo que significa:

sometimiento dentro de la estructura patriarcal y su

revu 03), en otras palabras:

Es posible aceptar la comprensin de la Sororidad como una progresiva conciencia

que, desde lo simblico, llega a plasmarse en las posiciones polticas donde las en el camino hacia la pelea poltica feminista por el reconocimiento de la igualdad, eincluso, contra la mutilacin de la ms urgente reivindicacin de s como subjetividadindividualizada. (Posada, L. 2005, p.05)

Lo anterior es verdaderamente importante, pues si partimos de la premisa

que el patriarcado es la suma de pactos entre varones, que llevados a cada una de

las esferas de la vida, han adquirido la connotacin de Pactos Polticos, Pactos

Econmicos, Pactos Sociales, a favor de procurar la salvaguarda de los intereses

masculinos, situacin que excluye y relega a las mujeres. Es imprescindible la idea

de considerar que las mujeres necesitamos agruparnos y pactar, pero no dentro de

la red de pactos de los varones, sino generar espacios propios y autnticos, es decir,

los pactos entre mujeres en el marco de un estado de sororidad iniciar la

construccin de contextos y escenarios donde las mujeres seamos partcipes


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activas y la prioridad sean nuestros derechos. Es necesario hacer nfasis en la

participacin activa de las mujeres, as lo considera Luisa Posada Kubissa (2005),

pues seala que:

simblico y de conciencia de la exclusin de los pactos patriarcales germina en unaposicin feminista que se autocomplace en la trampa de la auto-estima genrica: la los pensadores masculinos. Tal posicin inmoviliza, no ya la pelea por elreconocimiento de la igualdad entre los sexos (ms all de las evidentes diferenciasbiolgicas), sino que adems puede mutilar algo mucho ms urgente: lareivindicacin de s misma como individualidad diferenciada. (Posada, L. 2005, p.05)

Bajo sta lnea, Luisa Posada Kubissa (2005) seala que histricamente los

grandes logros para el feminismo, y por ende, para las mujeres, se han suscitado a

travs de los pactos; el reconocimiento de los derechos, la valoracin en actividades

que hasta hace muy poco tiempo estaban consideradas exclusivamente para los

hombres, el derecho al voto, el acceso a espacios acadmicos y educativos que

permiten la construccin terica y cientfica de mujeres, son nicamente algunos

ejemplos de los grandes resultados que ha dado el hecho de Pactar, no obstante,

se reconoce que an hace falta un largo recorrido y mltiples espacios que a las

mujeres nos hacen falta ocupar. Por tal motivo, no es casualidad que los pactos

sean una constante para promover la consecucin de los derechos de las mujeres.

Cabe destacar que en materia poltica, es donde los pactos adquieren una

connotacin muy relevante, pues es en ste rubro donde se pueden detonar una

serie de cambios profundos para que exista normatividad jurdica y vigilancia

administrativa del cumplimiento de las leyes, para que se respeten los derechos de

las mujeres, y se promueva la justicia, pues:

(patriarcal por definicin) fuera posible un pacto interclasista e, incluso, inter-ideolgico entre mujeres polticas. Y que tal pacto entre ellas respondiera a unaconviccin prioritaria: la de frenar la desigualdad genrica, que somete y que rebajaa la mujer a un status, sino de inexistencia, s de marginalidad. Por qu suponerlo?Tal hiptesis tiene una constatacin histrica y ha devenido en algo empricamentecontrastable, tanto en los pactos ms cotidianos como en los que realizan los propiosgrupos y asociaciones feministas entre s, como, ya a escala macro-poltica (Posada,L. 2005, p.07).


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Es por ello que los Pactos entre mujeres buscaran consolidar la premisa de

deber poseer un sentido claro, un contenido slido y una esencia plenamente

definida, pues no se trata como lo dice Luisa Posada (2005), de simplemente

agruparse y establecer pactos ya sea de rango menor o a nivel macro e iniciar un

recorrido sin el rumbo fijo, pues debe haber congruencia y coherencia entre la forma

y el fondo al realizar los pactos, que exista concordancia entre las intenciones y las

capacidades; es decir, se trata de que en cualquiera que sea el caso, debe haber

ello debe tambin existir canales claros de comunicacin para que los objetivos de

los pactos que las mujeres pudisemos realizar, que son de inters para todas, no

se desven y sean alcanzables, ya que:

concluir con una reivindicacin como la que sigue, que permitiera plantearnos, si noes, en gran medida, la aceptacin de lo utpico (pero posible) el acuerdo o pactoprioritario que debera presidir toda iniciativa feminista, an por concreta o coyunturalque sta fuera (Posada, L. 2005, p.12).

Es importante el sealamiento que emite Seny Hernndez Ledezma (2014),

con respecto a la organizacin entre mujeres:

El activismo poltico de las mujeres a travs de la participacin ha conducido a la

conquista de sus derechos polticos, guiadas por el anhelo de transitar en la esferaprivada a la esfera pblica, para lo cual se han valido de la influencia que han tenidosus movimientos sociales en la incidencia poltica, con la correspondienteformulacin de polticas pblicas, por medio de las cuales las mujeres han idoalcanzando progresivamente la satisfaccin de sus demandas polticas; sinembargo, es necesario que su participacin no decaiga porque mantener los logrosalcanzados e impulsar nuevos, supone el ejercicio de una participacin protagnicacontinua y comprometida con los ideales de equidad de gnero y de justicia social.(Hernndez, S. 2014, p.148).

Tal parece que en la medida en que las mujeres tenemos la iniciativa de

agruparnos para ir en bsqueda de un objetivo en comn, debemos llevarlo a cabo

mediante un procedimiento muy bien estructurado; en este sentido, los Pactos

Polticos ofrecen la posibilidad de integrar a mujeres provenientes de diversas

corrientes, siempre y cuando se confluya en el entendimiento de exigir la igualdad

de oportunidades, condiciones y derechos que las prcticas patriarcales nos han

negado.


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Adems, a travs de la colaboracin en los Pactos Polticos, las mujeres

podemos tomar la fuerza que solamente proporciona la unin y encauzar todas las

voluntades para que lo acordado no solo se enfoque a denunciar las violaciones a

nuestros derechos, sino tambin a luchar por alcanzar la igualdad en ellos, y ms

an, lograr que se establezca con estricto apego a la ley, particularidad que los

Pactos Polticos pueden dar, pues en la medida que se afiancen los derechos

polticos stos adquieren la formalidad que determinar nunca se transgredan o se

violenten los derechos en general de las mujeres.

Pese a todas las circunstancias que tienden a pensar que el transcurrir de los

Pactos, y en especfico, de los Pactos Polticos entre mujeres son accesibles o

sencillos de lograr, lo cierto es que tal y como lo seal al principio al integrarse por

la diversidad de subjetividades, opiniones, ideales, perspectivas, entre otros

elementos, que pueden existir cuando se intenta llegar a acuerdos; ha existido una

enorme dificultad para, por un lado, establecer Pactos que de verdad tengan

incidencia real en la mejora de la calidad de vida de las mujeres, y por otro, que

aquellos Pactos que generan cambio favorable en el respeto a los derechos de las

mujeres, logren consolidarse y trascender a lo largo del tiempo, y de las diversas

circunstancias, por ejemplo, el cambio de administraciones gubernamentales, o a la

permanencia de sus diferentes integrantes.

Cuando se hablaba de la importancia de que la Sororidad permeara los

Pactos de las mujeres, y de la participacin activa de todas para que los Pactos

tengan una significatividad real; me parece que hay una caracterstica que se ha

escapado, y es que debe existir correlacin entre la teora y la prctica, es decir,

que la sororidad no solamente se refleje como un concepto estrictamente terico,

sino que trascienda en el plano de la prctica, y que en la cotidianidad de las

mujeres, y de los Pactos que se lleven a cabo, permeen ambientes de sororidad

que incluyan verdaderamente alta dosis de tica y moral, as como de solidaridad;

situacin que no busca ms que la congruencia y coherencia.

No es casualidad el anlisis que lleva a cabo Marta Lamas (2010) con

respecto a las relaciones conflictivas entre compaeras y los retos existentes para


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alcanzar acuerdos (Pactos) polticos; su reflexin inicia del sarcasmo hacia la frase

tilizada en

el lenguaje cotidiano, sin embargo, en su interior denota precisamente la dificultad

para lograr que los Pactos entre mujeres tengan impacto positivo y se consoliden

como agentes de cambio en la vida pblica y privada de las mujeres, lo cual para

nada resulta irrisorio; por el contrario, resulta alarmante lo conflictivo que puede ser

entablar acuerdos y aterrizarlos en Pactos, y an ms cuando de los Pactos

Polticos se trata, pues no solamente es encauzar los esfuerzos para lograr la idea

clara y concisa de lo que el Pacto habr de solicitar, sino tambin se deben embonar

los inters partidistas de cada participante.

En este tenor, Marta Lamas (2010) insiste en la complejidad que involucra

las relaciones entre mujeres, ahora bien, si consideramos que los Pactos involucran

totalmente relaciones entre mujeres, es necesario tomar en cuenta que hay gran

tendencia a confluir en rivalidades, cierto grado de resistencia al trabajo entre

mujeres por cuestin de quin posee mayor grado de responsabilidad,

competencias de poder que pueden tornarse constructivas o destructivas; pero

todo, debe saber superarse mediante la comprensin individual y colectiva.

Sin embargo, considero que si los principios ticos y morales fueran el primer

criterio a incluir dentro de los Pactos Polticos entre mujeres, el resultado podra ser

favorablemente distinto. Aqu, me parece sumamente importante el concepto de

sororidad entre mujeres, pues a travs de ella los mecanismos consensuados para

ejercerse en los Pactos tendran un rasgo de tica y moral plenamente delimitado,

en este sentido, Pilar Rodrguez Martnez (2010) examina las relaciones entre los

grupos de mujeres (entidades susceptibles a generar pactos) y argumenta que son

viables tres distintos escenarios:

Desde el empirismo feminista, la solidaridad entre las mujeres no es necesaria,siempre que se defienda la igualdad o se desarrolle la ciencia de modo riguroso.Desde el punto de vista feminista, la solidaridad entre mujeres se da por supuesta,pues las mujeres comparten unas condiciones sociales que les hacen tener un puntode vista compartido. Desde el punto de vista postmoderno la solidaridad entremujeres no se puede dar por supuesta, ya que no existe un grupo unificado ni unaesencia que, por definicin, haga solidarias a las mujeres. (Rodrguez, P. 2010, p.463)


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Es ineludible que los tres escenarios que examina Pilar Rodrguez Martnez

(2010), lamentablemente ocurren muy frecuentemente en la construccin de los

Pactos entre mujeres, y a falta de solidaridad, carencia de sororidad, es menester

trabajar para promover que predominen los principios ticos y morales en las

relaciones de mujeres, y se apremie a la Sororidad femenina como un principio

bsico para que haya xito en la configuracin de los Pactos entre mujeres.

Si tenemos en cuenta que los Pactos Polticos entre Mujeres han sido

detonantes de cambios favorables para la consecucin de nuestros derechos,

hemos de tener la madurez necesaria para aceptar que en fechas actuales no ha

habido en general un Pacto que logre impactar de manera decisiva en beneficio,

sobretodo de las mujeres que viven da con da en contextos de todo tipo de

violencia; y a mi parecer, en la actualidad los Pactos Polticos entre Mujeres carecen

de compromiso, de solidaridad, elementos esenciales para que haya tica y moral

en ellos; lo anterior no se trata de una crtica negativa hacia los pactos, todo lo

contrario, es una crtica constructiva considerar que permanentemente se debe de

vigilar y evaluar lo que no da los resultados apropiados, y siguiendo esa directriz,

los Pactos Polticos continuarn siendo el punto de partida para la reunin de las

mujeres decididas a exigir mejores condiciones para s mismas y para las dems;

vale la pena pensar que los Pactos Polticos entre mujeres son la utopa real o larealidad utpica para generar cdigos, lenguaje, acciones, determinaciones,

decisiones y todo lo humanamente posible que ayude a reducir la enorme brecha

entre el patriarcado y la vida que queremos tener.


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2. Participacin Poltica de las Mujeres en Oaxaca

Una de las premisas iniciales de la lucha de las mujeres por sus derechos, es el del

acceso a la participacin en la vida poltica de las sociedades, situacin que se ha ido

construyendo y reconstruyendo a lo largo del tiempo, muchas veces con poco xito,debido a que la realidad que por escrito est estipulado en leyes dista mucho de la

realidad que se suscita en los procesos electorales. Sin embargo, a partir de la segunda

mitad del siglo pasado, con el voto femenino en Mxico en 1953 y tres aos ms tarde,

en 1956 con el reconocimiento oficial para que las mujeres en Oaxaca pudieran votar

para la eleccin de gobernador y diputados locales, las mujeres han logrado paulatina

y lentamente espacios en cargos de eleccin popular, en este sentido, es conveniente

preguntarse: Lo alcanzado hasta el momento es suficiente?, la respuesta claramente

es no; pues las mujeres an son desplazadas a segundo trmino en actividades que

errneamente se piensa son exclusivas de los hombres.

El estado de Oaxaca es pionero en la defensora de los derechos de las

mujeres a nivel nacional, esto, no por razones fortuitas sino por lo complicado de la

diversidad cultural, lingstica; la marcada diferencia en los mbitos econmico,

social, educativo, entre otros, que promueven la exclusin y discriminacin hacia las

mujeres. Es decir, en Oaxaca ha habido una ardua labor, porque hay ms

problemticas por atender.

Sin embargo, el contexto Oaxaqueo en s, es polticamente complejo, de

sus 570 municipios, 417 son elegidos mediante usos y costumbres, situacin que

acenta an ms la dificultad para que las mujeres tengan acceso a puestos de

poder, pero sobre todo, de toma de decisiones, que permita, desde una posicin

os para mejorar las condiciones y promover el

cumplimiento de los derechos de las mujeres.

No obstante, en el estado de Oaxaca, se han promovido acciones que dejan

ver la intencin de generar cambios sustanciales; considerando que an hace falta

arduo trabajo, la Creacin del Instituto de la Mujer Oaxaquea el 23 de Diciembre

del ao 2000, representa una medida determinante a nivel nacional e internacional,


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as lo seala Mara Luisa Tarrs (2006), pues sostiene que el Instituto de la Mujer

instancia con carcter jurdico reconocida por la administracin

pblica nacional al otorgarle las funciones de organismo pblico descentralizado y

con la misin de elaborar polticas pblicas con enfoque de gnero que reconozcan

la condicin social, econ M.

2006, p.41).

La relevancia de lo anterior se sita en que de manera oficial se posiciona la

institucionalizacin de la perspectiva de gnero y su incorporacin al presupuesto

pblico, lo cual indica que en la esfera gubernamental la voz de las mujeres es

tomada en cuenta, dado que mediante las polticas del estado se formaliza la

atencin a las problemticas y necesidades de las mujeres. Sin embargo, es

importante mantener cierto grado de escepticismo al respecto, pues sin

menospreciar el impacto que la creacin y el funcionamiento del Instituto de la Mujer

Oaxaquea ha trado consigo, es trascendental vislumbrar cul es la preocupacin

real por las cuestiones de gnero, cul es el nivel de la participacin de las mujeres

en los mecanismos para la toma de decisiones y la administracin del recurso

polticamente correcto o es realmente una dimensin tangible en la vida pblica y

privada de la sociedad; si se ha utilizado a las mujeres para adornar a las polticasgubernamentales; o en verdad las mujeres somos participes activas del cambio y el

transcurrir de la vida democrtica de nuestro pas y nuestro estado.

2.1 Representatividad Poltica de las Mujeres en Oaxaca

A pesar de lo anterior, el trabajo que se ha venido desarrollando ha sido desde

la iniciativa de la perspectiva individual y particular, y de asociaciones entre mujeres;

cuando el gobierno ha aparecido ha sido empujado por la inercia de mujeres quenos hemos puesto de acuerdo y que hemos promovido se nos escuche y se nos

tome en cuenta. As se han tenido avances a cuenta gotas, pero muy concisos,

reflejo de ello ha sido el alcance de la participacin de las mujeres en materia


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que mayor cantidad de mujeres sean postuladas como candidatas, y que de cierta

manera, haya ms mujeres en cargos de eleccin popular.

En este sentido, e

son tomadas por parte de los partidos polticos, es decir, si realmente implica la

oportunidad de que mujeres capaces intelectual, tica y polticamente,

comprometidas con los temas de gnero, conocedoras de la historia de la lucha

feminista y de los derechos de las mujeres tengan el acceso a ser tomadas en

cuenta para contender por los cargos de eleccin popular, y tambin de ser incluidas

justamente en los espacios destinados a la representacin proporcional; o si para

los partidos la cuota de gnero implica solamente un requisito que es necesario

cumplir para no tener conflicto con el rgano electoral, y aprovechan a las mujeres

para cubrir aquellos distritos y municipios donde el partido no posee gran fuerza, en

pocas palabras, envan a las mujeres a perder, en lugar de elegirlas como la opcin

para aspirar a encabezar un lugar de gran trascendencia poltica y electoral. La

segunda, valorar el desempeo de las mujeres que logran trascender la campaa

electoral o son incluidas dentro de los espacios de representacin proporcional, esto

es, visualizar cul ha sido su labor en materia de equidad de gnero, revisar si sus

acciones han incidido positivamente en la mejora continua del respeto a losderechos de las mujeres, si en su agenda legislativa (en el caso de diputadas

locales, federales y senadoras) o su plan de desarrollo municipal (en el caso de las

presidentas municipales) estn incluidas las mujeres como prioridad, o al menos,

una de las principales prioridades; o bien, su desempeo en la funcin pblica est

orientado a salvaguardar los intereses propios y/o los de su partido poltico.

Vale la pena, examinar si la lucha feminista de muchos aos para que las

mujeres pudieran acceder, ostentar y ejercer el poder poltico (aunque hace falta

largo camino por avanzar) ha tenido el impacto esperado o los objetivos de la lucha

se desvanecen poco a poco en mujeres presidentas municipales, legisladoras

locales, federales y senadoras que desconocen el gnesis, la historia de la lucha, y


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de los sacrificios que innumerables mujeres han hecho a lo largo del tiempo para

conseguir las condiciones de las cuales actualmente ellas son beneficiarias.

Por el trabajo de Soledad Jarqun (2014) sabemos que en el estado de Oaxaca

han existido un total de 115 presidentas municipales, en un periodo que va de 1962a 2014; 86 legisladoras locales, de 1965 a 2010; 40 legisladoras federales, de 1964

a 2012; y 3 senadoras de la Repblica, de 1986 a 2012. A continuacin, realizar

un anlisis de la situacin de la participacin poltica de las mujeres Oaxaqueas.

Comenzando por las presidentas municipales, la cifra de 115 mujeres que hasta

el momento se han desempeado como titulares de un ayuntamiento, puede

interpretarse en dos vas, una negativa y otra positiva; la negativa porque es un

nmero muy incipiente si se toma en cuenta que en los 152 municipios que eligenautoridades por el sistema de partidos polticos que integran Oaxaca, en un periodo

de aproximadamente 16 procesos electorales implica un total de 2,448 presidentes

municipales, que comparado con las 115 presidentas que ha habido corresponde a

poco menos del 5%, lo cual es sumamente alarmante si recordamos que el padrn

electoral est conformado por poco ms del 50% por mujeres actualmente. Por otro

lado, de manera un tanto positiva se puede inferir que de las 115 presidentas

municipales, 81 de ellas (el 70%) se ha elegido en los ltimos 12 aos o 5 procesos

electorales, lo cual habla de una tendencia positiva numricamente en el

crecimiento de las mujeres como presidentas municipales, aspecto que da la pauta

a pensar que en un futuro no muy lejano o al menos no muchos procesos electorales

ms, la cifra de presidentas municipales en Oaxaca crezca enormemente.

En lo que respecta a las diputadas locales, en las ltimas 17 legislaturas, han

participado 86 legisladoras; si se realiza un ejercicio reflexivo, se puede conocer

que del promedio de 40 diputados que existen por legislatura local multiplicado porlas 17 legislaturas, desde la que hacen acto de presencia las mujeres, da un total

de 680 diputados, esto contrastado con el nmero de legisladoras corresponde al

12%, asimismo, en los ltimos 15 aos o 5 procesos electorales, se han elegido 63

de las 83 legisladoras locales, lo que corresponde al 76%.


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Con relacin a las legisladoras federales, en las ltimas 15 legislaturas, ha

habido 40 diputadas federales, y contando el proceso electoral del 2015, donde

fueron elegidas 7 diputadas, se obtiene un total de 47 espacios ocupados por

mujeres; en esta va, si se revisa que el estado Oaxaca enva al Congreso de la

Unin un aproximado de 17 diputados federales, arroja un total de 272 legisladores

en los ltimos aos, que contrastado con la cantidad de diputadas, corresponde al

17%, sin embargo, en los ltimos 15 aos, se han elegido 32 de las 47 diputadas,

lo que corresponde al 68% del total de legisladoras federales en Oaxaca.

Finalmente, las senadoras de la Repblica de Oaxaca han sido un total de 3,

desde la LIII Legislatura que signific el acceso a la primer mujer Oaxaquea al

Senado, en este sentido, desde aquel 1986 a 2012, ltimo ao de elecciones para

el Senado han pasado 5 procesos electorales, que agregado a los 3 Senadores que

en promedio enva Oaxaca, da un total de 15 Senadores de la Repblica por

Oaxaca, que contrastado con el nmero de Senadoras, corresponde al 20%. Sin

embargo, en los ltimos dos procesos electorales o 12 aos, las mujeres

Oaxaqueas no han sido partcipes del Senado.

Por otro lado, es importante puntualizar que an no ha habido Gobernadora en

el estado de Oaxaca, inclusive, nicamente ha habido dos candidatas a ste cargo

pblico, lo de llamar la atencin es que ninguna de ellas fue impulsada por alguno

de los partidos que representan las tres fuerzas polticas ms importantes, lo que

les dara la posibilidad real de ser serias contendientes a la victoria.

En suma, se visualiza que la participacin poltica en cargos de eleccin pblica

de las mujeres ha sido muy incipiente, dado que no rebasa el 20% de la cantidad

total de funcionarios. Sin embargo, se aprecia que en los ltimos 12 aos, a partir

del ao 2000; la participacin de las mujeres ha crecido notablemente,coincidentemente con los aos donde la lucha de las diferentes asociaciones de

mujeres han ejercido mayor presin a los partidos polticos y al gobierno para la

inclusin de las mujeres en estos espacios.


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Sin embargo, es necesario hacer nfasis en la necesidad imperante, de por un

lado, recalcar la diferencia que an existe para que los partidos polticos elijan

cuadros de mujeres para contender en los municipios y distritos ms importantes, y

ota de gnero; y por

otro, hacer hincapi en examinar el desempeo de las mujeres que han estado en

dichos cargos de eleccin popular, y valorar las estrategias que han tomado acerca

de cuestiones de gnero y en pro de los derechos de las mujeres. Por ltimo, revisar

si las mujeres beneficiadas por la cuota de gnero en realidad han sido merecedoras

de ello, o se han beneficiado de esfuerzos de otras mujeres a travs del tiempo, sin

ellas en reciprocidad coadyuvar a la lucha.

Conviene tambin, revisar si los Pactos Polticos entre mujeres, seran la

alternativa para abonar a que las presidentas, legisladoras y senadoras se vieran

ms exigidas a tener un desempeo eficiente y eficaz en favor de las mujeres, no

del inters personal o intereses partidistas.


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