ostrovski una vida

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5/19/2018 OstrovskiUnaVida-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/ostrovski-una-vida 1/83 Laliteraturasoviéticacuentacon numerososescritoresmagníficos, que constituyen su gloriay orgullo.Entreellos, figuraen primerplano Nikolái AlexéievichOstrovski, autor del libro  Así setemplóel acero  ydelanovela, no terminada, Nacidos de la tempestad. Nació Ostrovski el 29 de septiembre de 1904 en Ucrania, en la aldea de Vilia, ymurióel 22 de diciembre de 1936enMoscú, enplenajuventud, alos treintay dosañosdeedad. Docedeelloslospasóencadenadoal lechoporunagrave dolencia. Paramayor desgracia, el año1928se quedóciego. A lalabor literaria dedicó los últimos seis años de su vida, los más penosos. Enestos añosse mostraronconsingular relievelosrasgos peculiares del carácter de Ostrovski: suinmensa fuerzade voluntadyenterezaque arrollaban todos los obstáculos que se oponíanal cumplimientode suobjetivo. Cuantomás dura era susituación, conmayor tesóncontinuabacombatiendo, avanzandoensu empresa, ¡comoel reciomartilloque, machacandoel vidrio, forjara el duroacero damasquino! Suvidaesel mejorcomentarioasuobra, así comosuobraesel mejor colofónde su vida.

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Vida de Nikolai Ostrovski, transcripción hecha por Ediciones Vanguardia (Colombia)

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La literatura sovitica cuenta con numerosos escritores magnficos, que constituyen su gloria y orgullo. Entre ellos, figura en primer plano Nikoli Alexievich Ostrovski, autor del libro As se templ el acero y de la novela, no terminada, Nacidos de la tempestad.

Naci Ostrovski el 29 de septiembre de 1904 en Ucrania, en la aldea de Vilia, y muri el 22 de diciembre de 1936 en Mosc, en plena juventud, a los treinta y dos aos de edad. Doce de ellos los pas encadenado al lecho por una grave dolencia. Para mayor desgracia, el ao 1928 se qued ciego. A la labor literaria dedic los ltimos seis aos de su vida, los ms penosos.

En estos aos se mostraron con singular relieve los rasgos peculiares del carcter de Ostrovski: su inmensa fuerza de voluntad y entereza que arrollaban todos los obstculos que se oponan al cumplimiento de su objetivo. Cuanto ms dura era su situacin, con mayor tesn continuaba combatiendo, avanzando en su empresa, como el recio martillo que, machacando el vidrio, forjara el duro acero damasquino!

Su vida es el mejor comentario a su obra, as como su obra es el mejor colofn de su vida.

INFANCIA, ADOLESCENCIA, JUVENTUD

La infancia de Ostrovski transcurri en la pobreza. Su padre, Alexi Ivnovich, obrero vinatero de una destilera, no estaba en condiciones de atender con su msero salario a las necesidades de la familia. El sostn de la casa era la madre, Olga Osipovna, que cosa, lavaba ropa y serva de cocinera en las casas de los seores, tratando de alimentar, vestir y calzar a sus cuatro hijos.

La pobreza era compaera inseparable no solo de los Ostrovski. En la aldea de Vilia vivan quinientas familias, y a la mayora de ellas apenas les alcanzaba el pan hasta el Ao Nuevo.

Mientras que al lado se extendan anchurosas las tierras de los condes de Mogielnitski y Chaplinski, y la pequea finca del mdico Rein, "comadrn de la Real Casa. Los mozos y las mozas de las familias pobres trabajaban de sol a sol. Cuando la situacin se haca insostenible, los padres se marchaban en busca de un jornal en las cercanas, e incluso a lugares lejanos.

No es de extraar, pues, que el ao 1905 estallaran all devastadores incendios: los campesinos de la comarca les prendan fuego a las fincas de los terratenientes La infancia de Ostrovski fue aureolada por aquellos terribles resplandores.A los nueve aos, en 1913, Ostrovski termin sus estudios en la escuela parroquial. All acab su instruccin, porque careca de recursos. Adems, acaso poda l, incluido en la categora de "los hijos de las cocineras", aspirar a algo ms que la escuela primaria?

En 1915, cuando la primera guerra mundial estaba en todo su apogeo, la familia Ostrovski se traslad a Shepetovka importante nudo ferroviario que se encontraba no lejos del frente. All se cruzaban las lneas que iban a Varsovia y a Kev. Y en aquel lugar, Nikoli, que a la sazn tena once aos, empez a cursar sus universidades".

La novela As se templ el acero se inicia con el episodio de la expulsin de Pvel Korchaguin de la escuela, a requerimientos del pope Vasili, maestro de Historia Sagrada". El suceso aconteci en la primavera de 1915, en Shepetovka. Despus de aquello, el chico fue admitido como encargado de la caldera y los samovares en la fonda de la estacin.

Pas el tiempo. El muchachito senta cada vez ms "el peso de plomo de las canalladas de la vida". El chico de la fonda, en su incesante ajetreo, vea la vida desde abajo, "como se ven desde el ventanuco de un stano los sucios pies de los transentes".Lo nico que le daba nimos eran los libros. Los lea con avidez, buscando en ellos consuelo y respuesta a todas las cuestiones que le atormentaban. Entre aquellos fieles amigos se encontraban los relatos acerca de Garibaldi y la novela El Tbano, Tars Bulba y Espartaco, El Kobzar de Shevchenko, y Andri Kzhujov, de Stepniak-Kravchinsk."Quisiera ser audaz, quisiera ser fuerte como sos que he ledo en los libros... Cunto de los pensamientos del propio Ostrovski hay en estas palabras de Korchaguin, pronunciadas a los diez y seis aos! Muchos aos despus respondiendo a la pregunta de cmo haba llegado a ser escritor, Ostrovski record aquellos tiempos:"Como en las novelas que lea no todos sus hroes eran de mi agrado, empec, sin darme cuenta yo mismo, a improvisar. Lea a mi anciana madre no lo que haba all escrito, sino lo que yo quera que hubiese. Entusiasmado, me olvidaba de atar cabos, y entonces mi madre me coga en la mentira. Aquello me dola y me daba vergenza".Ostrovski cont un episodio:Recuerdo que yo tena entonces doce aos... Traje un libro, que haba conseguido con trabajo... En l, me acuerdo perfectamente, se describa a un conde dspota que, por ociosidad, se mofaba de su lacayo con refinamiento, ensandose con l cuanto poda. Cuando menos lo esperaba, le daba papirotazos en la nariz o le gritaba de pronto con tal fuerza, que al pobre hombre se le doblaban las piernas de espanto. Estaba yo leyendo aquellas cosas a mi vieja y senta una desazn insoportable. Y cuando el conde golpe en la nariz al criado y ste dej caer al suelo la bandeja, yo, lleno de rabia, en lugar de leer que el lacayo sonri humildemente y se retir, como haba escrito el autor, empec a revestir el caso a mi manera. Por cierto que, al hacerlo, el elegante estilo se fue al cuerno y el libro empez a hablar con lenguaje obrero: "Entonces, el lacayo se volvi y se puso a sacudirle al conde aquel en los mismos morros, de un modo tremendo! Le atiz no una vez, sino dos, y con tanta furia, que le hizo ver al conde las estrellas..." -"Aguarda, aguarda! -me interrumpi mi madre-. Cundo se ha visto que a los condes les peguen puetazos en la jeta?" La sangre me afluy al rostro... "Se lo merece el canalla maldito! Que no le pegue a un trabajador!" "Pero cundo se ha visto eso? No lo creo. Dame el librito! -dijo mi madre-. Ah no pone eso!" Yo tir con rabia el libro al suelo y grit: "Si no lo pone, mal hecho! A ese miserable yo no le habra dejado ni una costilla sana!"

"Tal vez fuera aquello el principio de mi carrera de escritor, aunque un principio no muy afortunado", brome Ostrovski.

Al muchachito le abrumaba la injusticia reinante en el mundo que le rodeaba. Protestaba. Su rectitud no era del agrado de muchos. Por un motivo insignificante, un camarero de la fonda de la estacin le dio una paliza, y el dueo ech al chico a la calle.

Lleg el ao 1917, la Revolucin de Febrero.Un da, cuando estaba leyendo en las paredes las listas de los candidatos a diputados de la Asamblea Constituyente, conoci a un obrero que haca propaganda en favor del Partido de los bolcheviques. El obrero era Lnnik, que ms tarde fue presidente del Comit Revolucionario de Shepetovka. En la novela As se templ el acero figura bajo el nombre de Dolnnik.

Cuando triunf la Gran Revolucin Socialista de Octubre y se estableci en Shepetovka el Poder sovitico, se present en el Comit Revolucionario un mozalbete delgado, de revueltos cabellos, y pidi encarecidamente que le dieron un trabajo de su gusto...

"Hubo que drselo -recuerda Lnnik-, Primeramente le nombramos recadero; luego, enlace del Comit Revolucionario".

Duros eran los tiempos aquellos. Las conquistas de la revolucin eran defendidas en encarnizada lucha. En el frente y en la retaguardia se combata a la contrarrevolucin exterior e interior.

Por mandato del Comit Revolucionario de Shepetovka, que actuaba en la clandestinidad, Ostrovski iba a hacer servicio de exploracin, pegaba en los muros llamamientos, cumpla las peligrosas funciones de enlace. Al mismo tiempo, trabajaba en la fbrica de electricidad y asista a las clases de la escuela primaria superior.

En aquellos das, cierta vez, confes ya a su maestra que quera ser escritor. Se esforzaba por todos los medios en averiguar el modo de conseguir su propsito. Prob a escribir cuentos, relatos y poesas, que insertaba en la revista escolar Flores de juventud, escrita a mano. Participaba tambin en las funciones teatrales de la escuela y le gustaba desempear los papeles fuertes, heroicos.

Diversas eran las aficiones de Ostrovski. Ms a todo se sobrepona su impetuoso afn juvenil de ayudar a la revolucin.

Un da, en una calle de Shepetovka, Ostrovski vio a un gendarme de Petliura, armado, que conduca a F. Peredreichuk, miembro del Comit Revolucionario clandestino. Ostrovski conoca bien a aquel mecnico ajustador del depsito de mquinas, antiguo marinero. En un instante, tomo la decisin de abalanzarse sobre el gendarme. As lo hizo, dando a Peredreichuk la posibilidad de escapar. El mozalbete fue detenido y llevado inmediatamente al cuartelillo para interrogarle. Le golpearon despiadadamente, intentando obligarle a delatar a los enlaces clandestinos. Pero Ostrovski no pronunci ni una sola palabra. Por fin, consigui escapar.

En la primavera de 1919, qued implantado firmemente en Shepetovka el Poder sovitico. Y unos meses ms tarde, el 20 de julio de 1919, Ostrovski, en unin de su amigo Seriozha Bruszhak, ingres en el Komsomol. Por aquel entonces slo ingresaban en l los ms valientes. Eran los das en que -segn palabras del propio Ostrovski-, al mismo tiempo que el carnet del Komsomol, reciban un fusil y doscientos cartuchos. Toda la organizacin de Ucrania contaba con ocho mil afiliados, y la de Shepetovka, con cinco solamente!. Entre ellos, estaba Nikoli Ostrovski.

El 9 de agosto de 1919, dos semanas y pico despus de su ingreso en el Komsomol, march como voluntario al frente, donde combati primero en la brigada de Kotovski y luego en el Primer Ejrcito de Caballera.

En cuanto lleg al Regimiento de Caballera, el joven combatiente fue enviado a practicar un servicio de exploracin. Transcurrieron varios das. En el combate de Voznesensk cay herido por el fuego de una ametralladora. Despus de casi un mes hospitalizado, abandon ste cuando la herida no estaba cicatrizada an, temeroso de quedar rezagado de su unidad.El ao 1920 luch contra los polacos blancos. Fue soldado rojo de la escolta de un tren de agitacin y propaganda, y ms tarde, combatiente de la 4a Divisin de Caballera. En ella se distingui ms de una vez en los combates, siendo mencionado en la orden del da.El 19 de agosto de 1920, en el combate de las cercanas de Lvov, el joven soldado fue herido de nuevo. Esta vez de gravedad, en la cabeza y el vientre."El 19 de agosto Pvel perdi la gorra en el combate -leemos en la novela As se templ el acero-, en la regin de Lvov. Detuvo el caballo, pero, delante, los escuadrones se incrustaban ya en las lneas polacas. Por entre los avellanos volaba Demdov. Galopaba cuesta abajo, hacia el ro, gritando sobre la marcha:- Han matado al jefe de la Divisin!Pvel estremecise. Haba cado Letunov, el heroico jefe de la Divisin, el camarada de abnegada audacia. Una furia salvaje se apoder de Korchaguin.Golpeando con la parte roma del sable al agotado Gnedk, cuyo freno estaba tinto en sangre, lanzse veloz a lo ms arduo del combate.- Segad a los canallas! Segadles! Duro con los seoritos polacos! Han matado a Letunov! -y ciego, sin ver a su vctima, asest un sablazo a una figura con guerrera verde. Enloquecidos de coraje por la muerte del jefe, los hombres del escuadrn aniquilaron a sablazos a una seccin entera de legionarios.Salieron al campo al galope, dando alcance a los que huan, pero contra ellos disparaba ya una batera que desgarraba el aire y sembraba la muerte con su metralla.Ante los ojos de Pvel surgi una llamarada verde, como de magnesio; un trueno retumb en sus odos; un hierro candente le quem la cabeza. La tierra vacil de un modo extrao, espantoso, y comenz a dar vueltas, inclinndose...Pvel fue arrancado de la silla, como si fuera una pajita. Sali volando por las orejas del caballo y cay pesadamente al suelo.Y al instante, se hizo la noche".As, en este episodio de la biografa de Pvel Korchaguin, Nikoli Ostrovski restablece con exactitud de fecha un hecho real de su propia vida.En el diario de entrada de heridos del hospital de guerra qued el siguiente asiento:"Soldado rojo N. Ostrovski. Ingres el 22 de agosto de 1920".Dos meses permaneci en el lecho del hospital. Largo tiempo estuvo delirando. Los mdicos decidieron que no tena salvacin. Pero su joven organismo se sobrepuso. Las heridas se cicatrizaron. Mas un trozo de metralla le haba lesionado el nervio del ojo derecho, y cuando Ostrovski sali del hospital, el ojo aquel conservaba solamente el cuarenta por ciento de vista.Despus de salir del hospital tuvo que abandonar el Ejrcito. Pero Ostrovski empez a trabajar en los rganos de la Cheka, a luchar contra el bandidismo.Con la misma ardiente abnegacin, con igual heroico entusiasmo luch despus de terminar la guerra civil en el frente pacfico del trabajo, en el frente de lucha contra el caos econmico.En todo el pas resonaban ya las palabras de V. I. Lenin dirigidas a la juventud desde la tribuna del III Congreso de la Unin de Juventudes Comunistas de Rusia: "El terreno ya est desbrozado, y, sobre este terreno, la nueva generacin comunista debe ahora edificar la sociedad comunista".Por mandato del Comit Provincial del Komsomol de Kev, Ostrovski lleg en 1921 a los Talleres Centrales del Ferrocarril del Suroeste. Inmediatamente, los jvenes vieron en l a un dirigente. All trabaj de ayudante de electricista, siendo al propio tiempo secretario de la clula del Komsomol."Aunque no era mayor que nosotros -escribe uno de sus camaradas de aquel entonces-, su participacin en la guerra civil y el haber sido herido le daban autoridad. Adems, era un muchacho de los nuestros y un camarada solcito. Le queramos mucho, pero le temamos un poco, porque no permita ninguna falla en el trabajo, ninguna accin impropia de camaradas ni negligencia alguna".Aquello ocurra en el otoo de 1921. La poblacin del centro ms importante de Ucrania padeca terriblemente los rigores del fro. No haba combustible para las fbricas, ni para las locomotoras, ni para los hospitales, escuelas y viviendas. Haca falta traer urgentemente lea del bosque por un ramal ferroviario suburbano que era preciso construir.Para cumplir esta tarea, el Comit Provincial del Komsomol de Kev envi ochocientos komsomoles.Hubo que tender el ramal de va estrecha en condiciones de una dureza increble. A esta proeza haba de dedicar posteriormente Ostrovski varias pginas magnficas en As se templ el acero. El jefe de las obras, el viejo obrero Tkariev, le dice a Zhujri: .. en condiciones tan perras, con este material y esta cantidad de mano de obra, es imposible construirlo.Pero en cambio, todos, desde el primero hasta el ltimo, saben que no se puede no construirlo... Fijaos!, hace ya ms de un mes que estamos aqu atascados, hemos empalmado ya cuatro turnos, y el equipo, sin descanso, se mantiene nicamente por su juventud. Cuando uno mira a estos chicos, le sangra el corazn. No tienen precioLa tarea fue cumplida a costa de enormes esfuerzos. El propio Ostrovski enferm de gravedad: cogi el tifus exantemtico y tuvo un nuevo ataque de reumatismo, del que vena padeciendo desde su adolescencia.Ostrovski no volvi a los talleres ferroviarios hasta principios de 1922.Reanud tambin sus estudios en la escuela de electrotecnia.

Pero slo consigui estudiar poco ms de dos meses. Faltaba gente, los asuntos eran muchos, y su salud se iba quebrantando ms y ms.Fue a curarse a Berdiansk, a un sanatorio situado a orillas del mar de Azov. Su estancia en el sanatorio mejor algo su salud. Regres a Kev.En ese mismo ao de 1922, bien entrado el otoo, un viento glido y brusco cubri el Dniper de placas de hielo. Las armadas, que eran esperadas en la parte baja del ro, podan quedarse a invernar cerca de Kev. Para salvar los troncos flotantes fueron movilizados los komsomoles.Entre ellos, con el agua helada hasta la rodilla, trabaj Nikoli Ostrovski. Agarr un terrible constipado y enferm de poliartritis reumtica (grave dolencia de las articulaciones).Le llevaron al hospital. Ostrovski guard all cama durante dos semanas; luego, se escap a Shepetovka, a casa.Su madre, para curarle las hinchadas piernas, le daba baos de vapor, friegas, se las abrigaba cuidadosamente. Los dolores se calmaban, pero no desaparecan. El rostro moreno del joven tom un color amarillo intenso.La dolencia le iba consumiendo. Y la contusin tambin se dejaba sentir.A los diez y ocho aos, el estado fsico de Ostrovski era tan lamentable, que una comisin mdica lo declar invlido. Ostrovski se neg terminante a la pensin e insisti en que se le diese trabajo.En enero de 1923, despus de un breve perodo de curacin, volvi a trabajar en el Komsomol, en una regin fronteriza de la comarca de Shepetovka. Era al propio tiempo secretario del Comit distrital y comisario de un batalln de instruccin premilitar.

Ante nosotros hay una fotografa: Un jardn frondoso; sobre dos palos, un lienzo rojo, descolorido del sol abrasador. El lienzo se extiende sobre una mesa tras la que, formando semicrculo, se encuentran unos hombres: entre ellos, un joven. Su rostro franco refleja voluntad recia. Tiene abundantes cabellos negros y un bigotillo incipiente. Su mirada es sincera y pensativa. Lleva guerrera caqui, pantalones bombachos de caballera y botas de caa alta. Sobre sus rodillas descansa la gorra. Del ancho cinturn cuelga el revlver

En su autobiografa, el futuro escritor dice acerca de aquellos tiempos: soy trabajador poltico, secretario del comit del Komsomol. Y esto significa trabajar desde las seis de la maana hasta las dos de la noche. Veinte horas de jornada laboral, sin descanso alguno! Y ni siquiera esta impresionante cifra puede dar una idea plena del volumen y carcter de una labor semejante.

Del caballo a la mesa de despacho, de esta a la plaza por donde marchan las secciones de jvenes que hacen la instruccin. El club, la escuela, dos o tres reuniones, y por la noche, el caballo, la pistola muser junto a la cadera y el brusco: Alto! Quin vive?, seguido del traqueteo del carro que huye con el contrabando; tales eran los das y muchas de las noches

El 27 de octubre de 1923, en conmemoracin del glorioso 5to aniversario de la Unin de Juventudes Comunistas de Rusia, la organizacin del Partido de Berezdov admiti en sus filas a los mejores jvenes del nuevo relevo. Y es muy natural, que en ese da Ostrovski, como el Komsomol ms firme, fuese admitido candidato a miembro del PC (b) de Ucrania. El 9 de agosto de 1924, el ao de la promocin leninista, en la vida de Ostrovski se produjo otro importante acontecimiento: el comit comarcal de Shepetovka le confirm como miembro del Partido.

Por aquel tiempo Ostrovski llevaba ya ms de medio ao de secretario de la organizacin del Komsomol del distrito de Iziaslavl, pues la organizacin de Berezdov haba pasado a ser de vanguardia, mientras que la Iziaslavl se haba quedado a la zaga. Haba que reforzar all la labor del Komsomol.Entr en una pequea habitacin donde estaba sentado un joven muy plido, escribiendo algo -recuerda uno de los komsomoles de entonces, del mencionado lugar-. Llevaba una guerrera, viejecilla y desteida, de soldado rojo, en cuyo cuello se perciban las oscuras huellas de las presillas; unos pantalones acampanados de tejido de algodn y bastas botas militares. Era el secretario del Komsomol".El "joven muy plido" -Ostrovski- trabajaba en Iziaslavl con el mismo impetuoso afn que en Berezdov.En un discurso pronunciado el 21 de mayo de 1924 en la Conferencia comarcal del Komsomol, Ostrovski insisti con calor en que se eligiesen para el Comit comarcal solamente a aquellos camaradas que pudiesen "servir ellos mismos de ejemplo en el trabajo y en la vida personal". Y como respuesta a su llamamiento, fue elegido por unanimidad miembro de dicho Comit. Aquello era el reconocimiento de que Ostrovski tena ya talla de prestigioso dirigente del Komsomol.Poco despus, Ostrovski abandonaba Iziaslavl y se trasladaba a Shepetovka para desempear las funciones de secretario del Comit comarcal de la Unin de Juventudes Comunistas-Leninistas de Ucrania.All, durante uno de sus viajes, sufri un accidente de automvil. Se lesion la rodilla derecha, y ello vino a empeorar su estado fsico, ya precario.En el organismo de Ostrovski, fuerte por naturaleza, se dejaba sentir todo, la miseria y las privaciones de la infancia, las heridas que recibiera en el frente, las enfermedades padecidas, como el tifus y el reumatismo, cada vez ms agudo, y el trabajo intenso, sin descanso, que a veces abarcaba las veinticuatro horas del da.A fines de 1924, Ostrovski se agrav an ms. La enfermedad le asest los golpes ms crueles. Sobre l -a los veinte aos!- se cerna la amenaza de la invalidez completa. A partir de entonces se inici su dolorosa peregrinacin por clnicas y sanatorios del pas: Jrkov, Evpatoria, Slaviansk, y de nuevo Jrkov y Evpatoria; luego, Novorossisk, Jrkov, Mosc, y otra vez Novorossisk, Sochi, y vuelta a Mosc y a Sochi..

LA ENFERMEDAD.

LA LUCHA POR VOLVER A FILAS

La victoria sobre los enemigos de la revolucin le proporcion inmensa dicha. La enfermedad le haba dejado fuera de combate. Se haba convertido en un nuevo enemigo al que era preciso vencer.

Ostrovski fue a parar a la clnica del Instituto Mdico- Mecnico de Jrkov, centro de investigacin cientfica, a fines de diciembre de 1924. Cojeaba mucho y ya no poda prescindir de las muletas. Para no suscitar la compasin de los que le rodeaban, prefera prescindir de sus "ayudantes", como l llamaba a las muletas, y pasaba la mayor parte del tiempo en el lecho. Se pareca entonces, segn confesin propia, a un "lobezno atrapado y metido en una jaula.

En la clnica deban esclarecer las causas de la enfermedad y hacer el diagnstico. Los mdicos sospechaban que tena hidropesa en ambas articulaciones de las rodillas. Emplearon los mtodos de cura ms modernos, que no sirvieron de nada. Le hicieron una operacin, sin ms resultado que el empeoramiento del enfermo. Le propusieron amputarle las piernas. Ostrovski se neg. "Pues entonces habra quedado completamente intil", deca en una carta a su hermano. Tena an esperanzas, y as se lo comunicaba a su padre: "Bueno, querido padre, si tengo suerte volver y empezar a trabajar en el querido Partido..." La tragedia de Ostrovski se comprende perfectamente: acostumbrado a tomar parte activa en la edificacin de la nueva vida, se vea ahora obligado a permanecer, segn sus palabras, en "la retaguardia lejana.

Corra el ao de 1925. Un potente proceso de creacin abarcaba todo el pas.Transcurran los aos de preparacin para un avance tan decisivo como el que representaba el primer plan quinquenal. Se reconstruan la industria y la agricultura, llevbase a cabo en el pas la revolucin cultural. En obras sin precedente en la historia, millones de jvenes trabajaban sin un minuto de reposo. Y tanto ms torturante era para l aquella inactividad forzosa. Describiendo la situacin de Korchaguin, anloga a la suya, Ostrovski preguntaba:Puede haber una tragedia ms horrorosa que la del hombre en quien se unen un cuerpo traidor, que se niega a obedecerle, un corazn de bolchevique y una voluntad que le arrastra inconteniblemente al trabajo, hacia vosotros, el ejrcito activo que avanza por todo el frente, all donde se va al asalto en frrea avalancha?"Haca todos los esfuerzos imaginables para volver a filas, al "ejrcito activo". Estando ya enfermo, Ostrovski actuaba como ardiente propagandista. "Poda estar hablando tres horas seguidas, y veinte personas me escuchaban completamente inmviles, contenido el aliento. Por consiguiente, hay todava fuego, hay motivo para vivir. Soy necesario - recordaba sus charlas con un grupo de jvenes obreros del puerto de Novorossisk."Hay motivo para vivir. Soy necesario, y la conciencia de ello no abandonaba a Ostrovski ni un momento, permitindole sobreponerse a los padecimientos fsicos y vencerlos.Era un excelente narrador, capaz de sostener la atencin de sus camaradas durante horas enteras. Les hablaba de la guerra civil con brillantez, salpicando de bromas sus rebatos. Ellos le escuchaban atentamente y le incitaban con frecuencia:-Escribe todo eso que cuentas. Ser un libro interesanteEl mismo haba ya pensado en ms de una ocasin acerca de ello. Y la idea del futuro libro iba dominndole.-Yo observaba cada expresin de vuestros rostros -confesaba a su mujer-. Y entonces madur ya en m la idea de contar a los jvenes todo lo que haba vivido. A travs de vosotros trataba de averiguar, por vez primera, si vala la pena empezar el trabajo y si conseguira mi propsito.No es de extraar que, segn afirmaciones de los amigos de Ostrovski, muchos episodios de la novela As se templ el acero fuesen ya conocidos por ellos antes de la aparicin del libro.Ostrovski tena muchas cosas que contar al lector. Y el convencimiento de la importancia de lo que quera referir. Mas saba perfectamente que:"Escribir un libro sin poseer un elevado nivel cultural teniendo solamente el deseo de hacerlo, es, desde luego, imposible". Le faltaba cultura. Lo perciba con agudeza. Y con la energa y el tesn que le eran peculiares se dedic al estudio.Los aos que precedieron a la creacin de As se templo el acero fueron aos de un estudio singularmente intenso y fecundo. Ms de una vez consult las obras de Pushkin y de Ggol, de Lrmontov y Nekrsov, de Tolsti, Chjov y Gorki... Y no se limitaba a leerlas, sino que meditaba de continuo acerca de ellas, procurando comprender su maestra. Junto a los libros de escritores conocidos haca tiempo, ocupaban el merecido lugar Frmanov y Mayakovski, Serafimvich y Sholojov, Fadiev, Fedin, Vsvolod Ivanov... En su estante no faltaban Balzac, Hugo, Zola, London, Dreiser, Barbusse.Los libros, al igual que los hombres, despertaban en l al luchador. A unos los odiaba grandemente, a otros los amaba como camaradas que se alineaban en sus mismas filas."Dime lo que lees, y te dir quin eres, con este rasero meda Ostrovski incluso a sus hroes. Por ello, entre los libros preferidos de Korchaguin encontramos El Tbano, Espartaco, La sublevacin, de Frmanov, y las obras de Gorki.En primer lugar est Gorki. Ostrovski lea y relea La Madre., le gustaban los cuentos gorkianos como Makar Chudr, Chelkash, Malva, y le entusiasmaban la Cancin del petrel y la Cancin del halcn.-Qu maravillosamente est escrito! deca, refirindose al Halcn-. Es el canto de una juventud fuerte, de amplios vuelos, llena de confianza en sus propias fuerzas, del afn de convertir en realidad los ms luminosos sueos acerca de la libertad y de una vida hermosa. Es una verdadera granada literaria lanzada por el poderoso brazo de un gigante combatiente al campo de los obscurantistas y filisteos. .. Desde luego, antes de Gorki nadie haba hablado as.Hay testimonios de que Ostrovski ley, mejor dicho, escuch ms de una vez la lectura de la novela corta de V. Korolenko El msico ciego. A Ostrovski le interesaba sin duda el tema de la novelita: la vida de un hombre que se encontraba en una situacin parecida a la suya (aunque la ceguera constitua slo una parte, y no la ms torturante ni mucho menos, de los sufrimientos fsicos de Ostrovski). El libro poda interesarle adems porque su accin se desarrollaba en lugares que le eran entraables, en las mismas viejas "tierras del Suroeste" en que haba transcurrido su adolescencia. Las aficiones, los sueos y juegos infantiles deban resurgir en su memoria al or las narraciones acerca del "arrojado vecino de Voln", el viejo Maxim Yatsenko, que rompi con los panis, logr llegar a Italia e incorporse a los garibaldinos; luego, regres a Voln desde el hospital "hecho trocitos, como un repollo picadito". Precisamente aquel viejo garibaldino Maxim haba sostenido una larga y tenaz lucha para volver a la vida al ciego Piotr Popelski, y sus pensamientos emocionaban seguramente a Ostrovski, encontrando vivo eco en su corazn. Maxim consideraba que su ltima misin en el mundo era poner a un nuevo recluta en el lugar que l dejaba entre las filas de los combatientes por la causa de la vida.Y pensaba:"Quin sabe?... No slo con la lanza y el sable se puede luchar. Quiz esta criatura, tan injustamente maltratada por el destino, empue con el tiempo la nica arma a su alcance para defender a los dems, a los desheredados de la fortuna. Y entonces, yo, viejo soldado maltrecho, no habr vivido en vano.Piotr ha de vencer la insuficiencia fsica que la ceguera le ocasiona. Y el camino para superarla lo encuentra en la alegra de la creacin. Piotr se hace msico.En esto reside la afinidad entre la novela de Korolenko y el mundo de emociones ntimas de Ostrovski. Afinidad que es completada por el afectuoso tono del escritor en el que se armonizan la nota lrica y un humorismo suave.Mas aqu termina lo comn y empieza la disidencia interna entre Ostrovski y Korolenko.La ceguera ha exasperado a Piotr. Le aparta de las gentes. Contra el rencor y el aislamiento luchan no el propio Piotr, sino el viejo Maxim y la madre del ciego.No, no era eso, en absoluto, lo que le dictaba a Ostrovski su vida.En la disputa con el hroe de Korolenko, iba acercndose Ostrovski a su libro.Muchas cosas afines encontraba en las obras de Dmitri Frmanov. En ms de una ocasin manifest su pesar por no haber podido verle nunca ni hablado con l (Frmanov muri en 1926). Ostrovski recordaba de memoria los pensamientos del comisario Frmanov cuando -en su libro La sublevacin- se encontraba ante la multitud de los sublevados: "Muere de manera que tu muerte sirva de provecho... Pues sta es tu ltima movilizacin. Muere bien..." Las palabras hay que saber morir bien" las pronuncia ms tarde uno de los hroes de As se templ el acero condenado por los blancos a la pena de muerte.Ostrovski empez a estudiar las publicaciones relativas a la guerra civil. Todo le interesaba a este respecto: folletos, memorias, documentos, recopilados en libros o diseminados en las pginas de las revistas.Ingres en la Universidad Comunista Sverdlov, de enseanza por correspondencia.Es asombrosa la disciplina que se impona Ostrovski a s mismo. Su da estaba dividido en horas. Y el horario establecido se cumpla del modo ms riguroso. A todo se le dedicaba su tiempo respectivo: a la lectura de obras literarias y de publicaciones polticas, a despachar la correspondencia del trabajo y de los amigos. Al principio, se prevean tambin los ratos de paseo. Pero luego hubo que suprimirlos. En el horario figuraba un apartado: "Tiempo perdido". En l se inclua el necesario para desayunar, comer y cenar, as como para el descanso sin lecturas. Ostrovski procuraba por todos los medios reducir hasta el mnimo aquel "tiempo perdido".Tales eran las condiciones en que, segn sus propias palabras, "se marc con trazo profundo el camino a seguir", determinando la direccin de su vida, su puesto en filas. Esas fueron las circunstancias en que lleg a la decisin de probar sus fuerzas en la literatura. E inesperadamente, en su horario del da, apareci un apartado nuevo que haba de quedar en l para siempre: "Escritura".Aquel apartado no haba surgido casualmente. Toda la riqueza de observaciones acumulada por Ostrovski durante el afanoso estudio de sus escritores preferidos se fundi con su propia experiencia de la vida y perfilse ante l bajo un aspecto nuevo. Y tambin de un modo nuevo vio Ostrovski la profesin de escritor, su destino.Por consiguiente, poseyendo el arma del arte literario, se puede participar con todo el pueblo en su histrica marcha hacia adelante, aunque se est ciego e inmvil, dira poco despus.En 1927 comunicaba en una carta: Me paso literalmente el da y la noche leyendo. Tengo un montn de libros y estoy en relacin con una enorme biblioteca; leo hasta hartarme Y a rengln seguido, an con completa timidez, hace esta confesin, ironizando un poco: Me dispongo a escribir una narracin histrico-lirica-herica; bromas aparte, quiero escribir en serio, pero no s lo que serHaba pensado escribir un libro acerca de los hroes de la divisin Kotovski. Ostrovski puso manos a la obra en el otoo de 1927, en Novorossisk y la termin a principios de 1928. Pero ocurri una desgracia: el nico ejemplar manuscrito, enviado a los amigos y antiguos compaeros de armas de Odesa para que le dieran su opinin, se extravi a la vuelta. Las bsquedas fueron infructuosas, y la primera obra de Ostrovski perdise para siempre.No se desesper. Con mayor tenacidad que antes, preparse para el nuevo trabajo. Y en aqul tiempo fines de 1928- la enfermedad le asest un golpe an ms cruel: qued definitivamente ciego. Ante l se alzaba una fortaleza completamente inexpugnable al parecer. Pero, es que existen para los comunistas tales fortalezas?Al igual que antes, ocupa el primer plano la lectura. Ahora no lee l mismo, le leen. Obliga a ello a los komsomoles que tiene bajo su tutela poltica ("esto es provechoso para ellos y para m"), a sus amigos y familiares. "La consigna para todo el que viene es: "Lee" -escribe en 1929. Leen hasta que se les seca la boca. Y yo trago con precipitacin, sin saciarme nunca, todo aquello en que estaba retrasado. La consigna: "Lee" es general..."En condiciones tan extraordinariamente difciles iba adquiriendo Ostrovski los conocimientos que tanto necesitaba. Y lo haca con xito. Un ntimo amigo suyo, I. P. Fdeniev, al encontrarse con l en un sanatorio, en el verano de 1930, advirti al punto que "aquel ardiente agitador, que haba pasado por una dura escuela de lucha" haba adquirido un cuantioso caudal de conocimientos y "habase convertido en un intelectual bolchevique".En Mosc, en la travesa Muerta (hoy travesa de N. Ostrovski) inici la realizacin de su sueo: en el invierno de 1930 empez a escribir As se templ el acero.El plan de vuelta a la vida y el camino que se haba trazado eran claros. Los mdicos nada podan hacer; eran impotentes para detener el proceso que destrua el organismo de Ostrovski. Este ya no se levantara nunca, no volvera a ver ni a dar un paso ms. Qu importaba! Haba una salida: caminara por la vida desde las pginas de su libro.Saba desde haca tiempo lo que quera contarle a la nueva generacin, la que llegaba a hacer el relevo. Aquello seran las confesiones de un soldado de la revolucin al que ninguna clase de sufrimientos eran capaces de hacer retroceder. Su "amigo, un muchachito obrero" -Pvel Korchaguin- habra de ser el gua de sus mulos de maana.PREPARACIN DE LA NOVELAAS SE TEMPL EL ACEROLas fuerzas disminuan. Haba que darse prisa, pues una casualidad inesperada podra cortar el hilo de la vida, impidindole realizar su plan.-Habr que empezar el asalto -le dijo con firmeza Ostrovski a su mujer.Me embarga el acuciante afn de escribir mi "As se templ el acero", manifestaba a sus amigos. Y la frase aquella no resonaba con acento de queja, buscando compasin; era el grito de combate de un hombre que se encontraba en lo ms enconado de la lucha contra las dificultades.Y stas eran muchas.Cmo era posible escribir sin anotaciones previas, sin un borrador, sin volver una y otra vez a la misma pgina y una elaboracin minuciosa y paciente de las palabras con la propia mano?Ostrovski comprenda perfectamente que "cuando no es tu mano la que escribe, nunca toma forma el pensamiento con tanta precisin... Hay pensamientos, hay cosas que slo la propia mano es capaz de expresar. Y Ostrovski estaba privado de esa posibilidad, sumamente necesaria para el escritor.En los museos de Ostrovski (de Mosc, Sochi y Shepetovka) se exponen sus manuscritos.Son de los tiempos en que an no tena ayudantes. Con dedos que obedecan mal, el escritor ciego apretaba el lpiz e iba trazando a tientas, cuidadosamente, letra tras letra. Con frecuencia, un rengln se montaba sobre otro y se torca. Ms tarde fue ideado un medio sencillo para evitarlo: una falsilla.Se trataba de una carpeta corriente de cartn. En la tapa superior haban sido cortados unos trozos, haciendo unas ranuras, horizontales y paralelas, de cerca de ocho milmetros de ancho. En la carpeta se colocaba el papel y las ranuras aquellas mantenan el lpiz en lnea recta.Ostrovski sola escribir sobre todo por las noches. Sus familiares le dejaban en la carpeta-falsilla unas veinticinco o treinta hojas de papel y le entregaban varios lapiceros con la punta sacada. Y durante la noche Ostrovski agotaba todo el papel.Luego, lo escrito era descifrado y puesto en limpio en unos blocs por los parientes y amigos.Con posterioridad, aparecieron secretarios voluntarios, y el enfermo les dictaba.En realidad, las dificultades disminuyeron en grado mnimo. La situacin era excepcional. Pero vinieron en ayuda de Ostrovski esa laboriosidad y ese aguante que son patrimonio de los hombres de verdadero talento. Conservaba firmemente en su memoria las imgenes de las gentes, los hechos, las fechas, y los reanimaba con su imaginacin. Era un proceso torturante y largo, acelerado por la acuciante zozobra de que las ms maravillosas y brillantes escenas desapareciesen y las ms impresionantes pginas no llegaran al lector.Ostrovski transmita la situacin de Korchaguin:"Todo lo que escriba deba recordarlo, palabra por palabra. La prdida del hilo retardaba el trabajo. Y la madre miraba con temor la ocupacin del hijo.En el proceso del trabajo tena que leer de memoria pginas enteras, a veces incluso captulos, y en ocasiones, a la madre le pareca que el hijo se haba vuelto loco".No, no se haba vuelto loco. Pero seguramente ningn escritor padeci al crear tales tormentos como los que hubo de sufrir Ostrovski. Enrique Heine permaneci encadenado al lecho de muerte los ltimos diez aos de su vida. Tambin l haba perdido la vista y la capacidad de movimiento. Ms, a pesar de todo, aquellos eran sus ltimos diez aos. Les haban precedido casi cincuenta de vida y treinta de labor creadora. Antes, estaban las universidades de Bonn, Gotinga y Berln, los viajes por Italia y Francia, El libro de los cantares, Cuentos de invierno. Alta Troll, las entrevistas y la amistad con Marx, un camino, en fin, grande, pletrico y dichoso. Mientras que Ostrovski, a los veinticinco aos, tan slo empezaba una pgina nueva de su biografa; acercbase a los umbrales de la literatura y se dispona a cruzarlos llevando consigo el libro ms enaltecedor de la vida que jams creara escritor alguno."Mi medio fundamental de lucha es el trabajo" gustaba de afirmar Ostrovski. Y ello se refera a todos los perodos sin excepcin de su vida breve y fecunda. Mas tal vez corresponda especialmente a los aos en que decidi definitivamente ser escritor.Al principio, Ostrovski pensaba escribir en forma de memorias, limitndose a relatar solamente lo vivido. Luego, sus planes se modificaron, adquiriendo mayor amplitud. Le aconsejaron que escribiese no unas memorias, sino una novela, dando a los hechos forma literaria. Ostrovski acept el consejo y cambi de propsito.Inici su novela con las palabras: "Los que hayan estado en mi casa a dar la leccin antes de la fiesta, que se levanten!" Y procur ordenar su narracin de manera que tuviese no slo contenido, sino armona y nervio.Los recuerdos revivan en su mente, empezando por los aos de infancia. Su memoria evocaba hombres y hechos... Pero todo es imposible relatarlo. Adems, hace falta contar todo? Lo importante es separar lo esencial de lo secundario, lo que tiene significacin general de lo particular, de lo menudo. Pues a ti te interesa eso, pero, y a la gentes?Surgi un temor: No parecera aquel relato la historia de una sola vida, la biografa del Komsomol Ostrovski El arte cobra vigor cuando sintetiza, cuando muestra lo tpico, lo caracterstico.Quiere decir esto que haya que apartarse de la realidad, de hombres y hechos reales, de todo aquello en que uno ha participado y de lo que ha sido testigo presencial? No. Lo caracterstico y lo tpico existen en la propia realidad. Lo que hace falta es saber hallarlo y revelarlo. En la labor de sntesis el escritor no est solo, la cristalizacin tiene lugar en la propia vida, que es fuente originaria de todo. No es acaso el mismo escritor representante tpico de su medio ambiente, de su generacin? Ostrovski tena modelos vivos de sobra para representar a Korchaguin.No queriendo fantasear, se atena a los hechos. Pero stos le aprisionaban en su marco de hierro. Vena a su memoria los artculos de Mximo Gorki: Acerca de los escritores novelos, Cmo aprend yo a escribir, Cartas a los literatos principiantes... El arte de la creacin por medio de la palabra, deca Gorki, el arte de crear caracteres y "tipos" requiere imaginacin, conjeturas, "inventiva". Y sealaba con irona: "No es posible asar la gallina sin desplumarla". Hay que aprender a arrancar del hecho el plumaje innecesario, hay que saber extraer del hecho su sentido. Y Ostrovski se convenca de la necesidad de abordar los hechos con mayor libertad, de dar espacio a la inventiva.Mentalmente, hizo un plan detallado del libro, y dividi ste en dos partes. La primera constara de nueve captulos.Empezara desde los aos de la infancia, anteriores a la revolucin y dara cima a esa parte con el fin de la guerra civil. En la segunda, continuara la vida de Korchaguin hasta la actualidad.La tarea a realizar era ardua, haba de resolver las siguientes cuestiones: la del argumento, la composicin, la trama, el carcter de los protagonistas, su lnea de conducta y sus particularidades individuales, as como la del estilo, buscando palabras exactas, parcas, expresivas y enjundiosas. Y qu experiencia literaria tena l? Ninguna! Existan s unas imgenes cercanas a su corazn, pero ahora tena que escribir un libro original, no parecido a ningn otro.- Por qu frunce el ceo, camarada Korchaguin? Si est bien escrito! -le preguntaba la encantadora Galia, su primera "secretaria".- No, Galia, est mal.Despus de las pginas poco felices comenzaba a escribir l mismo. Aprisionado en la estrecha franja de la falsilla, a veces no aguantaba y dejaba de escribir. Y entonces, en una furia infinita contra la vida que le haba quitado la vista, rompa los lpices, y en sus labios, mordidos, aparecan unas gotitas de sangre".Cuntas veces aparecieron en realidad pequeas gotas de sangre en los mordidos labios de Ostrovski mientras dictaba su novela a la misma Galia Alexieva!Todo el ao 1931 transcurri en medio de un trabajo febril. Sin esperar a la terminacin de la primera parte de la novela, Ostrovski envi a sus amigos unos captulos sueltos, sometindolos a su juicio.En julio estaban preparados solamente cinco captulos de la novela. En octubre, ya eran nueve, toda la primera parte.Entonces le dijo a Galia Alexieva:-Mira, querida Galia, si me admiten el libro, organizaremos una fiesta culminante, para celebrar el xito de nuestro trabajo conjunto. Y por esta vez "nos emborracharemos". T tomars una copita de vino, y yo un vaso de agua de seltz. Mas ten en cuenta que los crticos bombardearn mi imperfecta "criatura" por todos lados. Por cierto que eso no me asusta. En primer lugar, porque la crtica ayuda a uno a corregir sus faltas; en segundo, porque ensea a todos los que no tienen todava experiencia, y en tercero, porque malo es el libro del que se guarda silencio...-Y si resulta que todo mi trabajo est ya en el cesto de los papeles? -se preguntaba. Y se responda con implacable franqueza: -Eso sera mi fin. Significara que ya no sirvo para nada... Pero en cambio, si me dan alguna esperanza de que el libro puede ser aceptado, aunque sea despus de grandes cambios, yo rehar la novela una, dos, tres veces, cuantas me pidan. Y lograr mi propsito. Aunque sea dentro de cinco o de diez aos, est segura de que la bandera, la bandera del comienzo de mi nueva vida, flamear...Ostrovski no se engaaba a s mismo, no era aficionado a valorar en demasa los frutos de su trabajo. Todo lo contrario, examinaba su labor con un sentido sumamente crtico y peda a sus amigos una opinin sincera, exigente y honrada."No hace ms que unos das que he salido de un grave arrechucho -le escriba el 25 de octubre a su amiga A. Zhiguiriova-. Mi estado fsico ha comprimido el noveno captulo como una pesada prensa. Y no ha resultado tal y como yo quera. Deba ser mucho ms amplio y completo, y en general, ms brillante. Pero, Shrochka, ha escrito alguna vez algn camarada en una situacin como la ma? Seguramente, no".Y al final:"Reviso con mucho sentido crtico lo que escribo, donde hay muchas faltas. Pero ste es mi primer trabajo. Si no me lo hunden definitivamente, si resulta que tiene valor literario, esto ser para m una revolucin".A Rosa Liajvich le diriga en una carta las siguientes palabras:"Buena autocrtica ests t hecha! Yo te peda que me dijeras lo que estuviese mal y dnde se encontraba, que me censuraras, que te burlases de m, que me zahirieras sometiendo a la ms dura crtica todos los giros torpes, todo lo forzado, carente de vida, aburrido, que fueses implacable en fin. Y t te callas. No tienes la valenta bolchevique de decrmelo. No quiero perdonarte esto. . . S, hijita, haba que darte un buen palo por ello. Estoy muy enfadado".No haba all nada de pose ni de falsa modestia. No le cogera de improviso que literatos expertos destrozasen su inexperta obra. Y eran tan grandes sus exigencias con respecto a la literatura, que incluso estaba dispuesto a justificar aquella "destruccin". Qu le importaba al lector quin era el autor del libro ni en qu circunstancias haba sido escrito? La calidad deba ser el nico criterio.Vera la luz su Acero? Las dudas le atormentaban. Por qu guardaban sus amigos tan largo silencio? No obedecera aquello a que no queran dar un disgusto al enfermo con sus opiniones desfavorables?Ostrovski escribi a A. Zhiguiriova:"He llegado a la conclusin de que la redaccin me ha hecho trozas y de que te es doloroso comunicrmelo. Esto no debe preocuparte, pues yo ya lo tengo previsto".Sus presentimientos no le engaaban. A. Zhiguiriova, despus de leer el manuscrito, lo haba llevado a la Editorial del Estado de Leningrado. All prometieron hacer la crtica del libro urgentemente. Pero haban transcurrido varios meses y la Editorial no contestaba. Por aquellos das tena lugar el certamen juvenil de literatura de la Unin Sovitica, organizado por el Komsomol. I. Fdeniev, que se encontraba en Mosc por tal motivo, entreg una copia del manuscrito a la Editorial Joven Guardia. All lo leyeron rpidamente. Pero el crtico lleg a la conclusin de que "los tipos que se mostraban en la obra no eran reales", y por todo ello "el manuscrito no poda ser admitido para su publicacin". Durante largo tiempo no se decidi Fdeniev a comunicar a Ostrovski aquella opinin. "Sin embargo -escribe-, yo record las palabras de Kolia (Diminutivo de Nikolai) de que la verdad ms amarga era para l ms preciada que la ms dulce de las mentiras. No le gustaba que le ocultaran nada. Y decid contarle todo lo que haba ocurrido. No tuve que tranquilizarle. Al contrario, con gran asombro por mi parte, l empez a tranquilizarme a m: "Ahora han aparecido infinidad de escritores, y todos quieren que les publiquen sus obras. Si me han desechado el manuscrito es porque verdaderamente es malo. Hay que trabajar ms en l, para hacer que sea bueno. La victoria nunca se da fcilmente.Los primeros en apoyar y en dar nimos al joven autor fueron los komsomoles de su querida ciudad -Shepetovka- y sus amigos ntimos. En diciembre lleg de all el hermano de Ostrovski. Le comunic que los activistas del Komsomol se haban pasado cinco horas reunidos, leyendo los captulos de la novela. El trabajo haba sido aprobado."Cuntas contradicciones, cuntas amarguras y, al propio tiempo, cuntas esperanzas de vida provechosa, creadora! -escriba Ostrovski-. Es para m muy preciado y conmovedor el hecho de que en la pequea ciudad de la que yo he escrito, la juventud adopte una resolucin aprobatoriaTambin le produjo gran alegra la carta de A. Ziguiriova en la que sta le transmita sus impresiones personales acerca de los captulos ledos. La carta aquella encontr en el alma de Ostrovski el siguiente eco:"Sabes, querida? Cuando me la leyeron, el corazn me empez a palpitar con fuerza. Ser posible, pensaba, que la fortuna me tienda su mano y yo salga de las profundidades de un archivo para ir al ejrcito de operaciones? Ser posible que t, muchachito, puedas devolverle a tu Partido aunque no sea ms que una parte de lo que le debes y que dejes de estar en la ociosidad?Y me echo un jarro de agua fra: "Calma, muchacho, no te entusiasmes, que la vida puede darte un buen cogotazo por entusiasmarte con los sueos". Para que el disgusto no sea luego tan grande, no me creo a m mismo. La vida exige que se crea solamente en los hechos..."El hecho decisivo en el que creera y que sera capaz de convencerle de que la fortuna le haba tendido la mano, slo poda ser la publicacin de la novela.Afanoso de "devolverle al Partido aunque no fuese ms que una parte de lo que le deba", Ostrovski si dirigi a la redaccin del peridico de Shepetovka El camino de Octubre proponindole organizar un crculo literario de jvenes. Aceptaron su proposicin, y pas a ser el dirigente, por correspondencia, de aquel crculo. De Shepetovka enviaban a Ostrovski a Mosc versos y cuentos. El elega los mejores y responda a las consultas. Pronto, apareci en el peridico una pgina literaria semanal.Aquello era la vida para Ostrovski. Con sumo tacto y atencin trataba a los autores noveles, cultivando sus dotes literarias, pues l mismo se encontraba en igual situacin.Entre tanto, I. P. Fdeniev exigi que se hiciera una segunda crtica de la novela. La Editorial dio su conformidad. M. Klosov, sustituto del redactor jefe de la revista Joven Guardia, fue designado nuevo crtico.El propio manuscrito le interes al nuevo crtico an ms que el relato acerca de la personalidad del autor. Consider que la novela era una obra de gran fuerza moral y de extraordinaria utilidad para los lectores soviticos.En compaa de Fdeniev, Klosov fue a ver a Ostrovski. M. Klosov refera as esta visita:"Ante m, en una angosta y larga cama de tijera, yaca un joven de unos veintiocho aos y de una delgadez inverosmil. Su rostro pareca an ms enjuto debido a que la cabeza era bastante grande. Abundantes y espesos cabellos negros bordeaban la frente, ancha, muy despejada. Sus ojos castaos miraban como si viesen, sin esa vitrea inmovilidad y rigidez que suele ser propia de los ciegos. Haba en ellos afectuosidad, brillo y una expresin afable. Aunque el cuerpo del joven permaneca inmvil, se perciba su tensin interna, como si quisiese avanzar a mi encuentro. Una sonrisa iluminaba su rostro, que reflejaba a un tiempo bondad, curiosidad, atencin y contenido dolor. Me tendi su mano sudorosa y huesuda. Yo le tend la ma. El me la estrech con fuerza y, luego de hacerme sentar junto a l, la retuvo durante toda la entrevista.Sin prembulos ni rodeos, empec a hablarle del manuscrito. Ostrovski me apret la mano con ms fuerza. De su rostro desapareci la sonrisa, sus labios se contrajeron. Ahora era todo odos. Pareca que procuraba no perder ni una sola palabra de lo que yo le deca. nicamente el apretn de la mano aquella iba subrayando las palabras mas de singular importancia para l.Luego, pasamos a las cuestiones prcticas: si el propio Ostrovski era capaz de corregir su manuscrito o si necesitaba una persona que lo hiciera por l. Se neg a recibir esa ayuda. Y yo comprend que tena ante m a un literato de cuerpo entero".Ostrovski empez a preparar el original para la imprenta. La redaccin qued asombrada de su capacidad de trabajo.En febrero y marzo tuvo dos bronconeumonas y hubo de permanecer en cama doce das con mucha fiebre. Pero cuando vino a visitarle A. Karavieva, redactora de la revista Joven Guardia, no demand conmiseracin, sino indicaciones acerca de cules eran los defectos del manuscrito y dnde se hallaban."Nikoli inquiri afanoso qu impresin nos haban causado sus protagonistas.-A mi modo de ver, Pvel no es mal chico, ni mucho menos -deca con pcaro humorismo, mostrando al sonrer sus blancos dientes-. Ni siquiera se me ha pasado por la imaginacin, claro est, ocultar que Nikoli Ostrovski y Pvel Korchaguin estn unidos por una estrecha amistad. Ese Pvel es obra de mi mente y sangre de mi sangre... Pero lo que a m me interesa es lo siguiente: No parecer mi novela una biografa y nada ms?... Es decir, la historia de una sola vida. Qu opina usted?Su sonrisa desapareci de pronto y sus labios se contrajeron, mientras su rostro tomaba una expresin severa, dura...Yo le dije que en lo tocante a "soledad", no tena nada que temer.El me interrumpi suave:Vamos a ponernos de acuerdo en una cosa: No hay que tratar de tranquilizarme por razones de buen corazn! A m se me puede decir todo con claridad y rudeza... Yo soy un soldado. Desde nio s montar a caballo, y ahora tambin sabr mantenerme en la silla!Y aunque sus labios se estremecieron para sonrer con dulzura y turbacin, yo percib de pronto con nitidez cun fuerte e inflexible era su voluntad. Al propio tiempo, me sent extraordinariamente dichosa de poderle proporcionar una alegra.-Quiere decir que les gustar mi Pavka? -pregunt con ardiente susurro, mientras se tornaba radiante como el sol, iluminado por una sonrisa de desbordante dicha, y su rostro se embelleca, arrebolado por la emocin-. Quiere decir que les gustar Pavka?... Y los otros muchachos, tambin?... Por consiguiente, camarada Ostrovski, no vives en vano en el mundo, de nuevo has empezado a dar provecho al Partido y al Komsomol?.Nos tutebamos ya. Nuestra conversacin variaba de vez en cuando tocando temas distintos, pero indefectiblemente volva a la novelaLa victoria, tan esperada, haba llegado al fin.En 1932 en el nmero de abril de la revista Joven Guardia, en unin de unos versos de A. Biezimenski y V. Gsiev, unos trabajos en prosa de Willi Bredel y Mat Zalka, unas memorias de Gustavo Isnard, veterano de la Comuna de Pars, y unos artculos de A. Lunacharski y A. Fadiev, se publicaba: N. Ostrovski. As se templ el acero.LA VUELTA A FILASLa primera parte de la novela As se templ el acero apareci en cinco nmeros de la revista Joven Guardia, desde abril hasta septiembre de 1932. La novela vio la luz en forma abreviada; muchas pginas se redujeron por la "limitacin de papel".En diciembre de ese mismo ao se public en edicin independiente la primera parte de la novela. Ostrovski empez a preparar la segunda.Desde esa fecha hasta 1933, Ostrovski sigui escribiendo la mencionada parte.

La lnea de su vida continuaba siendo zigzagueante. Sus cartas, como un grfico de temperatura, registran los ascensos y descensos. Ellas nos van marcando el curso de la abnegaba lucha de Nikoli Ostrovski.1932. Abril."La enfermedad se ha activado neciamente, retrasando mi trabajo en la segunda parte de As se templ el acero.Junio"Dentro de unos das, seguramente ir a Sochi, a un sanatorio... He empezado a escupir sangre al toser y a sentirme ms dbil fsicamente... En el frente de la literatura todo alegra y anima a vivir, a trabajar, todo llama, empuja y da una tensin de 100.000 voltios. Odio a todas las enfermedades como el enemigo de clase".Agosto"Me paso al aire libre das enteros, a la sombra de los robles. He empezado a trabajar'.Octubre"Mi vida es el trabajo y la amistad de mis amigos...Me he vuelto ms rgido. Nuestra vida exige un gran esfuerzo de voluntad, tesn y fe en un futuro mejor, grande, luminoso y prximo. Sin esto, vienen el decaimiento y la tristeza".Diciembre"Ya he escrito una cuarta parte del segundo libro. La lucha es por la calidad"."Salvo todos los obstculos -y son innumerables- con tenacidad. Duros son mis das, pero dedico todas mis fuerzas, toda mi vida al libro. Escribo yo mismo, con mi propia manoMe apresuro a vivir... Quiere escribir mientras el corazn lata"."Mi afn de trabajar est en proporcin inversa de las posibilidades, y a pesar de todo, avanzo... A despecho de los pronsticos de los mdicos sobre mi prxima muerte, sigo viviendo con terquedad y hasta rindome a veces. Los sabios esculapios no han tenido en cuenta lo principal: la calidad del material de que est hecho su paciente... Y esa calidad me ha sacado adelante. "Cmo no van a vencer corazones que llevan una dinamo dentro!", deca Pavka Korchaguin en su fogoso discurso del ao 21. Y esto se refiere tambin a m".1923. Enero"Una vez ms me fall la salud. Ca enfermo. Un resfriado. En veinte das no he escrito ni una lnea. Ahora vuelvo al trabajo".Febrero"Trabajo intensamente".Marzo"Trabajo concienzudamente, es decir, pongo en el trabajo todas las fuerzas fsicas que tengo; estoy escribiendo el quinto captulo... Mis fuercecillas se acaban antes de lo que yo quisiera..."Abril"Procuro trabajar a conciencia. Estoy terminando el sptimo captulo".Mayo"Mi vida se reduce a la preparacin de la segunda parte del libro. He pasado a trabajar tambin en el "turno de la noche". Me duermo al amanecer.Por la noche hay silencio, no se oye un ruido. Los acontecimientos pasan raudos como una cinta cinematogrfica, y se van perfilando las imgenes y las escenas".Junio"Ha sido terminada y enviada a Mosc la segunda parte de As se templ el acero: 330 pginas escritas a mquina. Mi cansancio es enorme. Me desquito de las noches en vela".El intenso trabajo realizado para dar cima a la primera parte de la novela haba minado an ms el organismo de Ostrovski. En junio de 1932, la Comisin Central Mdica adjunta al CC del PC(b) de la URSS le envi urgentemente a Sochi, al sanatorio Mosc Rojo. Ostrovski march all con su madre. Terminado el tratamiento en el sanatorio, qued en Sochi, a instancias de los mdicos.Un da corriente de diciembre, hmedo y templado como son los de invierno en esta costa del Mar Negro, result ser el da en que l vena soando con ansia durante los ltimos aos. En Sochi se recibi la primera parte, en edicin independiente, de la novela As se templ el acero, y Olga Osipovna trajo un paquete con los ejemplares de autor.Ostrovski pidi que le pusieran el libro en las manos. Sus dedos, finos y giles, palparon las tapas del libro, comprobaron la calidad del papel. Hall en la tapa superior las leves depresiones de una estampacin. Sus ojos ciegos se inquietaron. Quera determinar al tacto el dibujo de la tapa. Y los dedos tan pronto descendan hasta el borde inferior como se deslizaban rpidos una vez y otra por la estrecha franja del dibujo. Su frente se frunci. El cerebro en tensin indagaba, sin dar crdito a la conjetura. "Ser en verdad una bayoneta?", pregunt al fin.S, aquello era una bayoneta, con brillo de plata, que cruzaba el fondo, gris de acero, de la tapa de tela.-Mira, Liev dijo, dirigindose a su amigo Liev Bersnev que se encontraba en la habitacin-, es algo magnfico, aqu est la misma bayoneta de que hablaba en una carta nuestro amigo Pvel Korchaguin a su hermano Artiom. Esta es mi bayoneta, mi nueva arma, que me permitir, junto con todos vosotros, junto con el Partido, con todo mi pas, luchar en las filas de los combatientes por el socialismo!Su alegra y entusiasmo no tenan lmite. Pidi decenas de veces que le describieran con detalle el aspecto del libro, que le dijesen cmo eran las tapas, en qu papel estaba impreso y con qu caracteres. Pregunt el nombre del dibujante autor de las ilustraciones, pues quera escribirle.A la noche, Ostrovski empez a enumerar a los camaradas ntimos a quienes deseaba regalar un ejemplar del libro. En la lista, figuraba en primer lugar "la madrecita". Luego, dict las dedicatorias y firm con su propia mano cada ejemplar.Al da siguiente hizo que le leyeran en voz alta todo el libro. En tanto escuchaba, Ostrovski experimentaba una inmensa satisfaccin moral y un sentimiento de enojo, pues a veces el redactor haba cortado por lo sano o aparecan graves erratas de imprenta. Adems, se convenci de que l mismo no haba expresado todo tal y como hubiera querido. La segunda parte deba ser bastante ms brillante.Luego de un breve descanso, empez de nuevo el trabajo. De ordinario, por la maana, Ostrovski era sacado al patio en un catre de mimbres y dejado all, a la sombra de los frondosos rboles. No poda soportar el sofocante ambiente de la habitacin. En cambio, al aire libre, incluso en los das de gran calor, era agradable estar.Por aquel entonces, en febrero de 1933, entabl conocimiento con Ostrovski el mdico jefe de un hospital de distrito de Sochi, Mijal Pavlovski. El enfermo, por razones comprensibles, miraba a los mdicos con desconfianza. Y ocurri que un pariente suyo, sin contar con l, llam al doctor. Al enterarse, Ostrovski rezong con enojo: "Que te reconozca a ti, que lo has llamado. A m no me hace ninguna falta". En un ejemplar de su libro regalado a un mdico de Sochi, Ostrovski haba escrito: "De un hombre que nunca ha sido buen enfermo ni lo ser jamsSin embargo, en el doctor M. Pavlovski tuvo fe en seguida. Se hicieron amigos rpidamente. Y Pavlovski pas a ser para el joven escritor una persona entraable e imprescindible.Ostrovski, cariosamente, llamaba a Pavlovski "joven de cabellos blancos". En el ejemplar de As se templ el acero que le regal al doctor figuraban las siguientes palabras de puo y letra del autor: "A Mijal Krlovich Pavlovski, en recuerdo de su tesonera lucha por devolverle a un muchacho la impetuosa vida".Pero Pavlovski era para Ostrovski algo ms que un mdico prestigioso y que un simple amigo. Hombre de conocimientos enciclopdicos, de inteligencia viva y aguda y de juvenil alma de artista, con una enorme experiencia de la vida, Pavlovski era para Ostrovski una especie de "universidad" a domicilio y un interlocutor siempre bien venido.Mdico de profesin, se haba graduado adems en la Facultad de Derecho y terminado estudios en una escuela de msica. Saba manejar el pincel y la pluma: dibujaba bien y escriba en los peridicos como corresponsal. Su experiencia de la vida era rica y variada. Pavlovski haba sido mdico militar de un regimiento durante la guerra ruso-japonesa y prestado servicio en el ejrcito de operaciones, en calidad de mdico jefe de una brigada de artillera, durante la primera guerra mundial de 1914 a 1918.Ostrovski tambin apreciaba mucho la circunstancia de que aquel doctor de sesenta aos hubiera combatido en la guerra civil, en las filas del Ejrcito Rojo y en destacamentos de guerrilleros, y se hubiese entrevistado con el camarada V. I. Lenin y con los camaradas M. V. Frunze y F. E. Dzerzhinski.El mdico y su paciente recordaban juntos los tiempos de la guerra, hablaban de literatura y arte. Pavlovski conversaba con Ostrovski acerca de los libros interesantes que haba ledo (su biblioteca particular constaba de cerca de tres mil), la lea en voz alta, traa partituras de pera y cantaba algunas arias.Por aquel entonces Ostrovski trabajaba con singular furia. Antes, en su interior luchaban solamente contra las tenebrosas fuerzas de la dolencia las fuerzas de su esperanza inextinguible en la vuelta a filas. Con ayuda de esas fuerzas, haba rechazado los ataques de la muerte y resistido. Ahora, cuando su esperanza se haba realizado y se senta ya en filas, las fuerzas de la vida, enardecidas por la victoria, haban adquirido mayor vigor y seguridad. Saba cun altamente valoraban los lectores la nueva arma forjada por l, con la que se haba incorporado de nuevo a filas, y ello despertaba en Ostrovski el afn de una actividad an ms intensa. Su trabajo se consideraba necesario, til y valioso. Por consiguiente, no haba luchado ni vivido en vano. El ochenta por ciento de la tirada del libro que acababa de salir de la imprenta fue comprado para el Ejrcito Rojo Obrero y Campesino por la Direccin Poltica del mismo. En la revista El Libro de la Juventud apareci una crtica titulada En el activo de la literatura del Komsomol. En ella se sealaba que el libro se lea con enorme y apasionante inters y que mereca ser ampliamente difundido entre los jvenes... Anlogos comentarios se publicaron en Joven Guardia y en la revista Crecimiento. Los camaradas aprobaban calurosamente la primera parte del libro y esperaban la terminacin.En junio de 1933 la segunda parte de la novela estaba ya terminada en borrador. Pero ahora Ostrovski no se apresuraba a publicarla. En vez de ello volva al original una y otra vez, lo mejoraba, escriba de nuevo o completaba algunas pginas y captulos. El tenaz estudio daba sus frutos; saba ms y era muchsimo ms exigente consigo mismo."Reconozco -escriba Ostrovski- que la segunda parte no es como yo hubiera querido que fuera. No cabe duda de que, cuando tenga fuerzas, emprender una nueva redaccin, a fondo, del libro".

Con este convencimiento, haca todo lo posible -y lo imposible!- para mejorar la calidad alcanzada.

En mayo de 1934, al preparar la edicin polaca de la novela, Ostrovski comunica ya su plan de mejoramiento de la misma.

Una y otra vez, de edicin en edicin, vuelve a trabajar en la obra.

Durante su estancia en Sochi, Ostrovski continu llevando a cabo celosamente su labor de propaganda y de partido. Diriga el consejo distrital de cultura y un crculo literario.

El crculo se reuna una vez por semana, el da de descanso. Sus miembros conocan las nuevas obras literarias soviticas y extranjeras, lean y discutan sus propios trabajos, as como los artculos de crtica publicados en la Pravda y en las revistas literarias.La labor del crculo transcurra, aproximadamente, como sigue: en la reunin anterior se haba elegido una obra para su lectura; a veces, se encomendaba a alguno de los miembros la tarea de estudiar la obra correspondiente y tomar unos apuntes, a modo de guin, para intervenir despus en el crculo con un pequeo informe. El camarada expona su punto de vista y daba su opinin con respecto a la obra; luego, tena lugar el cambio de impresiones."Cuando nos reunamos en casa de Ostrovski -recuerda uno de los integrantes de aquel crculo-, la reunin sola terminar con unas palabras de l, a las que siempre prestbamos todos gran atencin. Estbamos pendientes de sus labios, cosa perfectamente comprensible, ya que sus juicios eran muy agudos, pintorescos, originales y de gran enjundia. La apreciacin crtica que Nikoli haca de la obra era precisa, rica en imgenes, vena a cristalizar y a ser la sntesis de todas las dems opiniones".En diciembre de 1933, Ostrovski escriba:"Cmo he pasado estos ltimos tres meses? Le he quitado a la literatura enorme cantidad de tiempo para drselo a la juventud. He dejado de ser artesano independiente para convertirme en animador de masas. En mi vivienda se celebran las reuniones del Bur del Comit. Soy ahora dirigente de un crculo de activistas del Partido, y presidente del consejo distrital de cultura; en fin, que me he incorporado plenamente al trabajo prctico del Partido. Y he pasado a ser un muchachito til. Cierto que gasto muchas fuerzas, pero, en cambio, ahora da gozo vivir en el mundo. Estoy rodeado de komsomoles. El trabajo a realizar en el frente de la cultura es enorme. Las bibliotecas de la ciudad, abandonadas, con un presupuesto casi msero y una desorganizacin catica, van adquiriendo capacidad combativa. He creado un crculo literario, que dirijo como me permiten mis fuerzas. El Comit del Partido y el del Komsomol prestan a mi trabajo y a m una atencin grande. Los activistas del Partido vienen a verme con frecuencia. Percibo el pulso de la vida; conscientemente, he sacrificado estos meses a la prctica local a fin de palpar todo lo de hoy, lo actual". Acercbase el 15 Aniversario del Komsomol. Con este motivo, en la organizacin de Sochi hicieron solemne entrega a Ostrovski de un nuevo carnet del Komsomol, en sustitucin del viejo. "Los komsomoles de Sochi -comentaba- me han vuelto a sus filas". Su vida era pletrica, desbordante, y por ello se consideraba til para el combate en "el cien por cien". Durante los meses "sacrificados a la prctica local" Ostrovski haba ledo La piel de zapa, de Balzac, y Ana Karnina, de Tolsti, El ltimo Udegu, de Fadiev, y Nido de hidalgos, de Turguniev... Se preparaba infatigablemente para el nuevo trabajo que le esperaba. Pensando en l, escriba: "El Ao Nuevo empezar la ofensiva". La enfermedad intent frustrar aquella ofensiva. En la primavera de 1934 su vida estuvo en verdad pendiente de un hilo. "Con enorme esfuerzo se logr entonces defenderlo de la muerte", recuerda M. Pavlovski. Como siempre, ms que los dolores fsicos, atormentaba a Ostrovski la conciencia de que sus fuerzas se agotaban y los planes creadores estaban en peligro. Y, como de ordinario, apenas se senta mejor, decuplicaba el ritmo, apresurndose a llegar a la meta y a recuperar el tiempo perdido durante la agravacin de su dolencia."Estudio con empeo, tenazmente escriba, una vez repuesto-. Me leen hasta que nos agotamos el lector y yo. Tengo ya perfilado el nuevo libro, y pronto empezar a trabajar. Ahora, todo es estudio y ms estudio. Pues slo es posible avanzar cuando uno se desarrolla. Permanecer en el mismo sitio es hundirse. Ahora exigirn de m como de un oficial, no como de un aprendiz. Por ello, estudio hasta que se me va la cabeza..."Aquella primavera, A. Serafimvich, que estaba descansando en Sochi, visit a Ostrovski. Entre el eminente escritor bolchevique y el joven "oficial" de literato se establecieron amistosas relaciones. Posteriormente, Ostrovski record en ms de una ocasin, con gratitud filial, a su querido visitante:"Tres veces ha venido a verme A. Serafimvich. El viejo ha hecho un anlisis detallado de mis faltas y aciertos. Los encuentros han sido provechossimos para m. A. S. me ha causado una impresin excelente... es hombre de buena inteligencia y de no mal corazn".Por aquel mismo tiempo, Ostrovski conoci tambin al escritor hngaro Mat Zalka. Ambos encontraron en seguida un lenguaje comn. Les hermanaba el pasado de guerra, la semejanza de su temperamento indomeable y el sentido del humor. "Este hngaro tiene que ser por fuerza amigo mo -deca Ostrovski-. Con muchachos como l, hasta morir no es aburrido". (Zalka le sirvi ms tarde de modelo para crear al "teniente Shayno, arrojado mozo hngaro", en Nacidos de la tempestad.)El visitante se llev de su nuevo amigo una impresin an ms fuerte. Recordando su primera visita a Ostrovski, Mat Zalka escriba:"La primera entrevista entre Nikoli y yo no fue de conocimiento mutuo. Fue el encuentro de dos amigos ntimos que se conocan desde haca tiempo. Y desde la primera palabra, nos pareci que continubamos una conversacin haca tiempo comenzada e interrumpida.La impresin que me produjo Ostrovski puede calificarse de brusco contraste y, principalmente, de alentadora. El que Nikoli est en cama, deshecho, sin vista, etc., no es ms que lo exterior. En esencia, se trata de un atleta, de un muchacho valeroso, de un combatiente. S, en l se percibe todava al soldado del Ejrcito Rojo. Se siente en filas, y en filas est, incluso en las de vanguardia. Y el que fsicamente se encuentre como se encuentra parece un absurdo, una circunstancia bastante terrible, pero superable, temporal y no definitiva, desde luego"."Ardiente antorcha de actividad" llam a Ostrovski, ciego e inmvil, Romain Rolland. Y tena razn. Aquella antorcha no se apag jams. Arda con mayor furia y claridad cuanto ms fuertes eran los vientos que soplaban en contra.Los sufrimientos no le arrancaron las alas de su optimismo korchaguiano ni hicieron que la vida perdiera para l sus colores. Aprendi solamente a valorar an ms "el tipo de hombre" capaz de soportar sus padecimientos sin mostrarlos a todos y a cada uno.Quienes iban a ver a Ostrovski, oan sus inspiradas palabras y seguan el impetuoso vuelo de su gran e inteligente pensamiento, olvidaban que estaban junto al lecho de un hombre derribado por una grave dolencia. Nunca haca la menor alusin a su enfermedad. Sola decir: "Cuando cierro los ojos...", y nadie recordaba en aquel momento que sus ojos llevaban ya cerrados muchos aos. Se quejaba de "la maldita gripe", y a todos les pareca que nicamente la gripe le intranquilizaba. Estaba ciego, y deca: "Yo leo". No poda mover la mano, y aseguraba: "Yo escribo". No poda dar ni un paso, y manifestaba: "Me dispongo a hacer un viaje". Ciego, vea ms que las personas sanas; paraltico, era ms dinmico que muchos que andaban; enfermo de gravedad, irradiaba tanta cordialidad, tanto nimo y energa, que quienes venan a visitarle se sentan en situacin desairada, pues pareca que los enfermos eran ellos, y no Ostrovski.De la posibilidad de su muerte habl un da al que escribe estas lneas:-Si te dicen que Nikoli ha muerto, no lo creas hasta que no vengas y te cerciores de ello. Y si a pesar de todo resulta que he cado, no escribas como suele hacerse en las necrologas: Poda haber vivido ms". Est seguro de que mientras una sola clula de mi organismo tenga vida, mientras pueda resistir, vivir y resistir... No me ir del mundo hasta que no est completamente destrozado. Yo le ensear a esa vieja bruja cmo mueren los bolcheviques.Ostrovski soaba con batir el rcord de la longevidad. No lo logr, en el sentido corriente, literal de la palabra. Pero es indudable que estableci el rcord de la vida activa y fecunda. Su situacin era desesperada, la muerte le cerna sobre su cabeza, pero l la despreciaba y viva con esa energa y esa prodigalidad con que slo son capaces de vivir las personas de singular vala.Vino tambin a verle el poeta Ysif Utkin. Le ley sus nuevos versos, le habl de la vida literaria de la capital...A Ostrovski le atraa Mosc. Pasara el verano, y se marcharan Serafimvich, Zalka, Utkin... Las cartas no podran sustituir a las entrevistas personales, a las animadas charlas...Debo volver a Mosc -insista a A. Karavieva-. Para m es una verdad incontestable. Porque Mosc es el desarrollo y el estudio".La necesidad de ir a Mosc se haca ms apremiante, cuanto ms se acercaba a su nuevo trabajo, cuanto ms claramente maduraba la idea del mismo y se robusteca el deseo de luchar por su realizacin.El Io de junio de 1934 Ostrovski fue admitido en la organizacin de Mosc de la Unin de Escritores. "Me han admitido, claro est, en calidad de anticipo a cuenta de lo que haga en el futuro", escriba, considerndose sinceramente en deuda.Ello ocurra en vsperas de la publicacin de la segunda parte de As se templ el acero. La novela apareci simultneamente en ruso y en ucraniano.Despus de la primera edicin, vio la luz en ese mismo ao la segunda. La novela fue traducida al polaco, al trtaro, al mordvn y al chuvasho.El 11 de julio de 1934, en Kev, con motivo del 15 Aniversario del Komsomol de Ucrania, se celebr un pleno conmemorativo de su CC. El libro de Ostrovski As se templ el acero, magnficamente editado (las dos partes en un solo tomo), fue regalado a cada uno de los quinientos delegados. En la primera pgina haba impreso: "Al Komsomol Leninista de Ucrania, que me ha educado, le dedico mi trabajo".En peridicos y revistas siguieron apareciendo elogiosas crticas y cartas de los lectores. Los ltimos captulos de As se templ el acero se publicaron en el quinto nmero de la joven Guardia, y en el sexto se insert un artculo titulado Surgimiento de un hroe, en el que Ostrovski era reconocido como escritor de vanguardia de la juventud, cuya obra habra de desempear un papel de no poca importancia en la educacin comunista de la nueva generacin. En otros nmeros aparecieron emocionados comentarios de los lectores.Los komsomoles pedan unnimemente que se hiciese una enorme tirada del libro y proponan que se llevara a la pantalla.Algn tiempo despus, el peridico Komsomlskaya Pravda insert mi crtica. En ella se pronosticaba el gran porvenir de la novela As se templ el acero. Muchos jvenes hroes de las prximas batallas contra el fascismo, se deca en la crtica, a la pregunta de dnde sacaron su valenta, contestarn: "Lea As se templ el acero, y lo sabr".EN LA ORJOVAYA, 47La celebridad del libro, como es lgico, se traslad tambin a su autor. Diariamente el cartero traa a la calle Orjovaya, 47, de Sochi, la cartera repleta de cartas para Ostrovski. El da de trabajo de ste sola empezar con la lectura de la correspondencia. En su relato Cmo paso el da comunicaba:"... las cartas. Me llegan de todos los confines de la inmensa Unin Sovitica: de Vladivostok, Tashkent, Fergan, Tiflis, Bielorrusia, Ucrania, Leningrado y Mosc.Mosc, Mosc! Corazn del mundo! Mi Patria llama y habla a uno de sus hijos, a m, al autor del libro As se templ el acero, que soy un escritor novel, un principiante. Millares de estas cartas, guardadas cuidadosamente en carpetas, constituyen para m el tesoro ms preciado. Quin me escribe? Todos. Jvenes obreros de las fbricas, marinos del Bltico y del Mar Negro, pilotos y pioneros, todos se apresuran a exponer sus ideas, a hablar de sentimientos y emociones que ha despertado en ellos el libro..."El CC del Komsomol de Ucrania acord que el libro de Ostrovski se estudiase en todas las clulas y escuelas. "Yo no esperaba esto, lo confieso", escriba el autor. Lleno de jbilo por haber vuelto al fin a las filas del ejrcito activo de los soviticos, gozoso de constatar que sus palabras eran ya sus hechos, que participaba activamente en la gran campaa del pueblo, en las heroicas batallas por el comunismo, Ostrovski se apresuraba a vivir, es decir, a trabajar.-Hay que trabajar, pues la vida es labor, y no contemplacin de las musaraas...En 1933, Ostrovski planeaba ya su nueva novela Nacidos de la tempestad. La prensa haba insinuado algo acerca de ella. El torrente diario, cada vez ms caudaloso, de cartas juveniles, apasionadas, cordiales le apremiaba. Haba que darse prisa, pues en realidad "el desenlace" poda venir de sbito cualquier da, en cualquier hora.He aqu una de las cartas que le llamaba al trabajo:Querido camarada Ostrovski: Esperamos con impaciencia tu nueva novela Nacidos de la tempestad. Escrbela pronto. Debes hacerlo magnficamente. Recuerda que nosotros esperamos ese libro".Aquel "nosotros" eran los lectores. Millones de ellos!Toda la segunda mitad del ao 1934, despus de la publicacin de As se templ el acero, Ostrovski estuvo ideando la novela Nacidos de la tempestad.No era empresa fcil ascender un peldao en la escalera de la creacin literaria, conseguir en el segundo libro la calidad deseada. "Estudio con empeo, tenazmente", escriba el 7 de julio de 1934.Ostrovski no se limitaba a releer La guerra y la paz y Ana Karnina, de Len Tolsti, las analizaba a fondo.Con igual afn recoga las ideas expuestas en los artculos de crtica literaria de Mximo Gorki. Ostrovski haca resmenes de ellos; le peda al doctor Pavlovski que le copiara los prrafos en que l deba pararse a pensar.El 17 de agosto de 1934 comenz en Mosc el Primer Congreso de Escritores Soviticos. Ostrovski segua atentamente su labor. Le lean, lnea por lnea, todo lo que publicaban los peridicos acerca del Congreso. Estudiaba los documentos del mismo en los textos taquigrficos."Hago todo lo posible para que mi segundo hijo sea guapo e inteligente", anunciaba.Pero, al emprender la nueva obra, tropez inmediatamente con nuevas dificultades. Y stas no era posible superarlas sin un viaje a Mosc.La novela proyectada se basaba en hechos de la lucha contra los guardias blancos polacos, y l no tena a mano documento alguno.En su carta del 22 de noviembre de 1934, leemos:"... y al llegar a este punto, tropiezo inmediatamente con la falta de documentos histricos, es decir, no tengo libros, folletos, artculos de carcter militar o poltico que se refieran a nuestras relaciones con Polonia en los aos 1918, 1919 y 1920. Lo que conservo en mi memoria de lo ledo, visto y odo no es suficiente base para una novela poltica. Tengo que leer todo de nuevo, meditarlo y sintetizarlo".Quera rebuscar entre los documentos, beber en las fuentes originarias, conocer las declaraciones del enemigo."Me interesa especialmente hablar de 'los primeros brotes del fraterno Partido Comunista de Polonia, de cmo fue acumulando fuerzas. Claro que ningn libro puede sustituir el relato de viva voz acerca de personas de carne y hueso; las personas de carne y hueso son casi todo en una obra artstica. Por ello necesito tanto ir a Mosc..."Ostrovski no se dispona a pasar el invierno en Sochi, mxime cuando el tiempo haba cambiado bruscamente, inicindose las interminables lluvias otoales, habanse marchado los amigos moscovitas y se senta nostlgica tristeza. Pero las gestiones para la vivienda en Mosc se alargaban ms de la cuenta, y se vea precisado a permanecer en Sochi.A principios de enero del nuevo ao de 1935 ya estaban preparados, en borrador, dos captulos. Sus primeros lectores y crticos fueron los miembros del crculo literario del Club Profintern. En la vivienda de Ostrovski se reunan para leer y discutir lo escrito por ste.Retardaba el trabajo tan pronto una gripe repentina como una pleuresa doble. Los mdicos le prohibieron terminantemente que escribiera, e incluso la lectura. "Todo en derredor llama al trabajo, a actuar, y yo no estoy en condiciones de hacerlo", escriba a I. Fdeniev. La enfermedad le apart del trabajo durante mes y medio, y Ostrovski se someti a los mdicos para volver a l cuanto antes. Cuando lo consigui, redobl sus esfuerzos a fin de recuperar el tiempo perdido.Dictaba, redactaba lo escrito, consultaba los libros necesarios para los prximos captulos (parte de dichos libros se los haban enviado sus amigos de Mosc).El resultado de ello fue que a principios de mayo ya haban sido terminados y enviados a Mosc, a la redaccin de Joven Guardia, cinco captulos.Aquellos captulos, antes de aparecer en la revista, fueron publicados en el peridico Pravda de Sochi. Ante los kioscos de venta de diarios se formaban colas. Los lectores mostraban enorme inters por la nueva obra de Nikoli Ostrovski.En tanto escriba la novela no abandonaba las actividades sociales. Junto a su lecho, tenan lugar las reuniones del grupo del Partido de que l formaba parte. En su casa seguan congregndose los activistas del Komsomol. El Primero de Mayo !le visit la direccin del Comit urbano del Partido y el mando de la unidad de guardafronteras. Mantena correspondencia con las muchsimas personas que le escriban, creyndose obligado tanto a ayudar a una anciana maestra a recibir una pensin como a exigir del Comisario del Pueblo de Sanidad de Uzbekistn que examinase la queja de un mdico.Trabajaba tan intensamente que el Comit urbano del Partido hubo de hacer uso de su autoridad para que se cumplieran las prescripciones de los mdicos.El 16 de mayo, el Bur del Comit del Partido de Sochi escuchaba el informe que le presentaba el comunista Ostrovski acerca de su labor literaria. Era un resumen del trabajo creador realizado y una notificacin de lo que estaba haciendo y de lo que haba de hacer en el futuro.-Los mdicos creen que pronto me ir al otro barrio -deca Ostrovski-Pero hace cinco aos decan lo mismo, y sin embargo, Ostrovski no slo ha vivido estos cinco aos, sino que piensa vivir otros tres, por lo menos... No tuvieron en cuenta la calidad del material. Recibo centenares de cartas de las organizaciones del Komsomol del pas, llamndome a la lucha. Estas cartas me enardecen. Por ello, considero un crimen vivir en la ociosidad aunque no sea ms que un solo da. Mi jornada de trabajo es de 10 a 12 horas diarias. Debo apresurarme a vivir.El Bur del Comit del Partido de Sochi aprob la labor del escritor comunista Ostrovski y, teniendo en cuenta su extremo agotamiento fsico, le propuso un mes "de vacaciones", durante las cuales deba interrumpir su trabajo en la novela y descansar.Ostrovski hubo de someterse al acuerdo del Partido."Hoy es ltimo da de trabajo. Maana empiezan "las vacaciones" -escriba el 31 de mayo de 1935.La preparacin de la novela fue en realidad interrumpida; pero las "vacaciones" no tuvieron lugar.En el mes de abril, la Direccin General de Cinematografa de Ucrania se haba puesto de acuerdo con Ostrovski para llevar a la pantalla As se templ el acero. A fin de ayudar a Ostrovski fue enviado a Sochi el guionista M. Zats. La pelcula deba ser rodada en los Estudios Cinematogrficos de Odesa.Por consiguiente, Ostrovski no pudo descansar. l, que nunca saba hacer nada a medias, se dedic por entero, con toda energa, a escribir el guin.Antes de llegar a Sochi, M. Zats estaba intranquilo. Encontrara un lenguaje comn con un escritor que llevaba ya varios aos imposibilitado de seguir el desarrollo del cine?Llevar un libro a la pantalla es empresa extraordinariamente ardua. De ella no es posible salir airoso sin considerables cortes, sin llegar con espritu innovador hasta la misma trama de la obra.Accedera a ello Ostrovski?Comprendera las particularidades especficas del nuevo arte?Sus temores eran vanos. Despus de unas conversaciones de carcter general acerca de la cinematografa, Nikoli Ostrovski le dijo a su colaborador:-Tendremos que renunciar a mucho del libro, con objeto de dejar sitio a lo esencial, para que en la pantalla adquieran mayor relieve y brillantez las figuras centrales: Korchaguin, Zhujri, Artiom, la madre, Rita...Episodio tras episodio, iban eligiendo material para el guin. Ostrovski no se atena solamente al libro. Renunciando a algunas partes del argumento, desarrollaba y ampliaba otras. A veces, cambiaba pasajes enteros de la novela, sustituyndolos por otros completamente nuevos.La confeccin del guin se prolong todo el verano y el otoo.El guin cinematogrfico de As se templ el acero result, en gran medida, una obra literaria original e independiente.Dicha obra requiri de Ostrovski gran cantidad de tiempo y energas. Pero incluso en aquellos meses de intenso trabajo, no dej de acumular datos para los nuevos captulos de Nacidos de la tempestad, no se interrumpi en su habitacin el traqueteo de "la impetuosa cadena humana" ni ces la lucha para sofocar las "sublevaciones intestinas que minaban traidoramente su cuerpo.Le lean documentos de la guerra civil, memorias de carcter histrico y obras literarias polacas traducidas al ruso que le enviaban de Mosc.Venan a verle nuevas gentes; para cada visitante encontraba una palabra amistosa, cordial, y hablaba con todos de temas entraables, apasionantes. Junto a su lecho estuvieron los escritores A. Korneichuk, A. Karavieva, N. Ribak, M. Svietlov, N. Ogniev, M. Golodni, V. Gersimova.Cada da le traa ahora alegras. En julio apareci la segunda edicin en ucraniano de su libro, con una tirada de 30.000 ejemplares. La demanda aumentaba, y la Joven Guardia lo volvi a editar, ya en 100.000 ejemplares. As se templ el acero se public tambin en Romn-Gazeta. La novela vio igualmente la luz en Rostov y Krasnodar. La revista Literatura Internacional la insert en sus pginas en francs, ingls y alemn.Lo que haca falta era que la salud no le traicionase... Pero, en agosto de 1935, la enfermedad pas de nuevo a la ofensiva."La alevosa salud me ha traicionado otra vez -escriba-. Inesperadamente, he descendido hasta la lnea peligrosa... Los mdicos llevan un mes entero tratando de detener este descenso; me han inyectado una cantidad respetable de lquidos medicinales de toda clase. Pero el retroceso contina hasta la fecha. Recuerdo con tristeza que, hace poco, poda an trabajar 15 horas diarias. En cambio, ahora, a duras penas me alcanzan las fuerzas para tres horas... Los millares de cartas que recibo de todos los confines de la Unin Sovitica me llaman a la ofensiva, y yo estoy ocupado en liquidar una sublevacin intestina".Se celebr consulta de mdicos. Los doctores volvieron a proponerle que cuidase de su salud y dejase el trabajo literario por algn tiempo. Ostrovski empez a protestar. Uno de los mdicos que asistieron a aquella consulta transmite las palabras del enfermo:S que no vivir mucho. Me consume un fuego lento que trato de sofocar con toda la fuerza de mi voluntad, y lo consigo temporalmente. Necesito utilizar las treguas que me concede la naturaleza para dar al pueblo todo lo que soy capaz de crear todava. Me queda poco tiempo. Una gripe ms, y el fuego lento cobrar mpetu y me devorar entre sus llamas. Debo darme prisa.Ostrovski escriba: A pesar de todo el peligro, no morir tampoco esta vez, claro est, aunque no sea ms que porque no he cumplido la tarea que me ha encomendado el Partido".En la tarea figuraba: escribir, despus del guin cinematogrfico de As se templ el acero, las tres partes de la novela Nacidos de la tempestad ("y no escribir simplemente, sino poniendo en este libro todo l ardor de mi corazn' ); un libro sobre la dicha de Pavka Korchaguin ("sin falta"); otro para nios La infancia de Pavka ("debo escribirlo ); otro acerca de Semin Mijilovich Budionny (esto se menciona en las memorias de Zats), y adems una coleccin de cuentos humorsticos (de ello le habl Ostrovski al autor de estas lneas).Todo aquello constitua el "programa mnimo" de su vida, su plan quinquenal.-Te sonres? -escriba a A. Karavieva-, Pues no puede ser de otra manera. Los mdicos tambin se sonren desconcertados y perplejos. Sin embargo, el deber es ante todo. Por ello, estoy por el plan quinquenal, como programa mnimo".

Ostrovski le pidi a A. Karavieva que se dirigiera en su nombre a los crticos invitndoles a "empezar el caoneo bolchevique" de los cinco primeros captulos de su novela. Adverta que esperaba palabras duras: "A m se me puede y se me debe decir todo, con tal de que sea verdad".El 1o de octubre de 1935 le visitaron la hermana y el hermano de Lenin: Mara Ilnichna y Dmitri Ilich Ulinov. La entrevista dej en el alma de Ostrovski una huella profunda y luminosa. Al marchar, Mara Ilnichna le dijo:-Trabaje tranquilo. El Partido le recuerda y se preocupa por usted.Bien entrada la noche, en la habitacin repiquete el timbre del telfono. Pidieron que Ostrovski se pusiera al aparato. Ekaterina Alexievna le acerc al odo el auricular.S, esta es la casa de Ostrovski. Con quin hablo? Con la redaccin de la Pravda de Sochi?Hubo una pausa. En el auricular oyse la voz de alguien.El rostro de Nikoli Alexievich se transform de indescriptible alegra y asombro -escribe M. Pavlovski-, Por un instante, apart del odo el auricular.Madrecita llam, con voz entrecortada de emocin, madrecita, me dicen de la redaccin que la radio de Mosc acaba de dar la noticia de que el escritor Ostrovski ha sido condecorado con la Orden de Lenin.En la maana del 2 de octubre los peridicos publicaban en primera plana el siguiente acuerdo del Comit Ejecutivo Central de la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas:"Condecorar con la Orden de Lenin al escritor Ostrovski Nikoli Alexievich, antiguo activista del Komsomol, heroico participante en la guerra civil, que perdida la salud en la lucha por el Poder sovitico, ha seguido luchando abnegadamente con el arma de la palabra artstica por la causa del socialismo y escrito la meritoria obra As se templ el acero.Mosc, Kremlin, I