osorno nosotros somos los culpables

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Nosotros somos los culpables La tragedia de la Guardería ABC DIEGO ENRIQUE OSORNO Prólogo de Ricardo Rocha Grijalbo &XOSDEOHV SSLQGG

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Libro acerca de la tragedia ABC

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  • Nosotros somos los culpablesLa tragedia de la Guardera ABC

    DIEGO ENRIQUE OSORNO

    Prlogo de

    Ricardo Rocha

    Grijalbo

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    AlumnoTypewritten TextConsultado en: http://experiencia.reporteindigo.com/mediaFiles/swfs/reporte181/culpables.pdfEl: 15 de abril de 2015

    AlumnoTypewritten Text

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  • A los nios y sus familias

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  • Ellos se burlan de nosotros! Yo soy culpable por dejarlos!

    R , discurso frente al palacio de gobierno en Hermosillo, Sonora, el 13 de junio de 2009

    Qu inocente, qu ingenuo soy. Sin embargo, la inocencia, si podemos mantenerla, protege la integridad del periodista. Hay que luchar para creer en ella.

    R

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  • 7ndice

    Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Prlogo de Ricardo Rocha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

    Ala tragedia

    1. El instructor dijo que nos encontrbamos en una bomba de tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

    2. Qu se estar quemando por all? . . . . . . . . . . . . . . . . 293. Comenzamos a ponerle orden, dira yo . . . . . . . . . . . . 454. Cuando vi la camisetita dije: S, s es, aqu est . . . . . 575. Cmo chingados es confidencial? . . . . . . . . . . . . . . . . 63

    Bla impunidad

    1. El pinche cooler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 772. Una bodega puede ser habilitada como guardera? . . . . 85

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  • NDICE

    8

    3. Duermo como bebito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 934. nicamente soy la socia capitalista . . . . . . . . . . . . . . . . 101

    Cel movimiento

    1. Yo soy el culpable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1132. Primero deambulbamos en las calles,

    no marchbamos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1213. Sacrificados en el altar del neoliberalismo . . . . . . . . . . . 1314. Vamos a quemarle la casa a los dueos! . . . . . . . . . . . . 1415. Pasemos a la pgina siguiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1456. Somos demasiados los que estamos hartos

    de esta poltica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151

    Eplogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161Cronologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191Funcionarios sealados por la Corte . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219Padres y madres del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221

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  • 9Agradecimientos

    Contar en un libro la historia de lo sucedido el 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora, fue posible en buena medida al noble inters del editor Ariel Rosales, as como tambin al respaldo de Andrs Ramrez y Cristbal Pera.

    Son muchas las personas que me ayudaron en Sonora a recopilar informacin y a tratar de entender lo que estaba sucediendo en esos das aciagos. Algunos son Jos Manuel Ibarra, Gabriela Montalvo, Silvia Nez, Alejandra lvarez, Marcela Turati, Manuel Larios, Jos Gil Olmos, Benjamn Alonso Rascn, Conrado Quezada, Cynthia Vzquez, Luis Alberto Medina, Juan Carlos Ziga, Zo-rayda Gallegos, Len Krauze y, de la manera ms especial, Olivia Zern Tena.

    Para la conformacin final del libro cont con la ayuda y los valiosos consejos de Emiliano Ruiz Parra, Jos Garza, Rosa Es-ther Jurez, Roberto Zamarripa, Alicia Crdenas, Cristina Ri-vera Garza, Arlette Gonzlez, Yuri Herrera, Guillermo Osorno, Epigmenio Ibarra, Carla Soares, Froyln Enciso, Claudia Daz Symonds, Karina Morales y Enrique Caldern.

    Giovanna Valenzuela, Sarasuadi Vargas y Margarito Cullar, con su paciencia, hicieron que este proyecto pudiera salir adelan-

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  • AGRADECIMIENTOS

    10

    te. Adems de los padres, familiares y amigos de los nios de la Guardera ABC, dos personas de las que ya casi no hay, Daniel Gershenson y Lorenzo Ramos, fueron clave en la realizacin de este trabajo.

    Culpables 224 pp.indd 10 11/05/10 18:52

    A mi recin nacido hijo Marcos y a su madre, Carmen Luca, les agradezco con todo mi corazn, su enorme apoyo y com-promiso para contar esta historia.

  • 11

    Prlogo

    Las madres ms tristes del mundo

    Estn en Mxico, en Hermosillo. Y hoy vivieron el segundo da ms doloroso de su existencia. El primero fue hace casi un ao, aquel 5 de junio de 2009 que nunca debi existir. En esa fecha ocurri lo inimaginable: el ms horrendo de los crmenes en la historia de este pas. No se trat de una tragedia, porque stas corresponden a capri-chos terribles de la naturaleza temblores, inundaciones o huraca-nes o a fallas tcnicas o humanas que provocan muertos y heridos.

    Aqu hay un crimen colectivo de larga data, que comenz mucho antes del da del incendio y que todava no termina. Detrs del suceso hay muchos aos de corrupcin en los que una obliga-cin del Estado se convirti en una franquicia para favorecer a unos cuantos. Todo se perpetr con la envoltura de la subrogacin, un esquema perverso en la habilitacin de las guarderas para los jodi-dos, es decir, los trabajadores, ellos y ellas: entre menos gasten los dueos, mayores son sus ganancias.

    El ejemplo prototpico de todo esto ha sido la Guardera ABC, donde siempre alardearon de poseer influencias en las ms altas esfe-ras del poder. Una de las socias incluso presume de ser prima de doa Margarita, la primera dama del pas; tal vez fue por eso que el presidente Caldern recibi en Los Pinos casi un ao despus

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  • PRLOGO

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    tan slo a los padres menos incmodos, y no a los que conforman el Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio.

    Aunque nadie sea capaz de imaginar el indecible sufrimiento de los 49 nios que murieron y de muchos otros que sobreviven con graves secuelas, en este momento los padres y las madres de todos luchan contra otro crimen no menos cruel: la desmemoria. Su obje-tivo es evitar a toda costa que el desdn y el olvido conspiren con la impunidad y la injusticia.

    Yo no creo en los papeles esquemticos del padre duro y rudo y de la madre dbil y tierna. Durante los meses recientes he vis-to quebrarse a algunos padres varones de los nios de Hermosi-llo. En cambio, me ha conmovido la fuerza de algunas madres para mantenerse en la lucha. Sin embargo, est claro que hay una rela-cin primigenia entre madres e hijos desde el momento mismo de la concepcin que se nutre de la sensibilidad irrepetible y mutua, sobre todo en los primeros aos de la vida, cuando hay que baar-los, vestirlos y llevarlos a la escuela o a la guardera.

    En el momento de escribir estas lneas es 10 de mayo, da de las madres. As que, adems de mis querencias, no puedo menos que dedicarlas a quienes me estremecen con su sufrimiento y me asombran con su fortaleza. Por eso las he acompaado siempre en su dolor infinito, pero tambin en su demanda permanente de justicia.

    En ese propsito justiciero se presenta ahora este esfuerzo for-midable de un periodista de excepcin como es Diego Enrique Osorno, con quien he tenido el extrao gusto de compartir algu-nos terrenos minados en diversos escenarios nacionales. Especie en extincin, l es uno de esos raros comunicadores que no ha deja-do de ser reportero; de buscar la informacin en los lugares donde se produce y de recoger todos los testimonios que sean necesarios.

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  • PRLOGO

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    Ms an, nunca deja de desgarrarse el pellejo para guardarlos y dar-les vueltas en la cabeza y el corazn.

    Diego Enrique Osorno nos presenta un coro monumen-tal de voces que nos narran el crimen mltiple de Hermosillo

    Un extraordinario trabajo periodstico que representa a la vez un apo-yo fundamental para los padres y las madres de Hermosillo en su legtima demanda de justicia. Y que recon!rma a su todava muy joven autor como un periodista de tiempo completo que mantie-ne intacta la nica condicin indispensable para ejercer este o!cio: su capacidad de asombro.

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    Ricardo RochaMxico, Distrito Federal.

    10 de mayo de 2010

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  • 15

    Prefacio

    sta es la palabra que nombra la tragedia ocurrida en Mxico el 5 de junio de 2009. Hablan padres y madres de nios fallecidos y sobrevivientes, familiares, ciudadanos indignados, gobernadores, titulares de dependencias federales, un alcalde, bomberos, personal de proteccin civil, cholos, altos funcionarios, burcratas, sociosde la guardera, periodistas, maestras, enfermeras, intendentes, po-licas y abogados. Son cerca de 500 las voces registradas en este relato coral. Recopil sus testimonios directamente por medio de entrevistas o tomando nota en actos pblicos y privados a los que asist, y tambin revisando las miles de hojas de los expedientes judiciales sobre el caso.

    Los rostros, las voces y los discursos que aparecen en estas p-ginas fueron reunidos sobre todo en dos momentos: de junio a agosto de 2009, cuando cubr como reportero los sucesos para Milenio tanto para el diario como para el canal televisivo; y de febrero a abril de 2010, mientras esperaba el nacimiento de mi hijo Marcos, en Cajeme, Sonora.

    He aqu un relato polifnico sobre la muerte de 49 nios, la impunidad de nuestros tiempos y la lucha por la justicia empren-dida por un grupo de trabajadores que encabezan una causa noble

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  • PREFACIO

    16

    y hermosa. Lo que estos padres estn reclamando es un Mxico

    digno. Luchan contra la destruccin como poltica de gobierno, y

    contra la indiferencia ciudadana como estilo de vida.

    Este libro se ha elaborado con el lenguaje de la realidad y trata

    de ensamblar distintas situaciones y reacciones en torno a los acon-

    tecimientos vividos. Retomando en parte la estructura testimonial

    de obras como Elogiemos ahora a hombres famosos de James Agee y

    Walker Evans, La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowskay No sin

    nosotros de Carlos Monsivis, busca abordar de forma alternativa

    la entraa del poder actual en Mxico, donde la tasa de ganancia

    importa ms que los vnculos solidarios entre los seres humanos,

    y el Estado parece haber quedado al servicio de un puado de

    millonarios en fase parasitaria.

    La altiva Sonora no se acordaba de que tambin era parte del

    subdesarrollo y la corrupcin hasta que murieron 49 nios en

    una bodega improvisada como establecimiento para cuidar a los

    hijos de hombres y mujeres que tenan que trabajar. A cada uno

    de ellos, el Estado le fall. Nadie conscientemente quiso que

    ocurriera el incendio, pero un sistema que busca, a costa de lo

    que sea, que las empresas tengan beneficios mximos con costos

    mnimos, condujo a que las condiciones de seguridad y man-

    tenimiento no se respetaran, y murieran por ello 49 inocentes.

    Esta inconsciencia, sistemtica hoy en da, hizo crisis esa tarde en

    Sonora, pero en realidad pudo haber sucedido en cualquier otro

    lugar. No se trata de la tragedia de Sonora. Se trata de la tragedia

    de una poca: la actual.

    El propsito de este libro es preservar la memoria colectiva del

    5 de junio de 2009, para que nunca ms ocurra de nuevo. Tam-

    bin ha sido escrito como una protesta. Poco antes de morir, el

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  • PREFACIO

    17

    periodista Ryszard Kapuscin ski deca: No se puede escribir aho-ra cualquier libro. Ahora escribir un libro debe ser una protesta.

    Mxico no va a tener democracia ni justicia verdadera si olvida a los nios de la Guardera ABC.

    Ciudad Obregn, Sonora, Mxico.

    Abril de 2010

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  • Ala tragedia

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  • 21

    * * *

    En junio, las tardes clidas en Hermosillo a veces se llenan de pol-vo. La del viernes 5 de junio de 2009 adems de calurosa es seca. En las calles la sensacin de soledad es inmensa cuando se llega a los 45 grados de temperatura, aunque en la ciudad hay una febril agitacin ante las elecciones en puerta. Para la noche, a un mes de que llegue el da de la contienda, est programado un debate entre los candidatos a la gubernatura, el cual tendr que ser pospuesto. Pospuesto para siempre, como muchas otras cosas rutinarias de la vida en Sonora antes del incendio de la Guardera ABC.

    En Hermosillo viven cerca de un milln de personas. Es tan grande la extensin del territorio donde se ubica que a 80 kil-metros del centro de la ciudad se encuentra el mar. Si Ciudad Obregn, la segunda urbe en importancia de Sonora, es un sitio agrcola y ganadero, en Hermosillo, el establecimiento de varias compaas trasnacionales, como la Ford, le ha otorgado relevancia industrial. En la historia poltica del pas, Sonora ha tenido una activa participacin, fundamental para el desarrollo, por ejemplo, de lo que hoy se conoce como el Partido Revolucionario Insti-tucional (pri). lvaro Obregn y Plutarco Elas Calles, jefes de la Revolucin que llegaron a la presidencia, nacieron en estas tierras hace ms de cien aos, al igual que el fallecido Luis Donaldo Co-losio y Manlio Fabio Beltrones, controvertidas y poderosas figuras del prismo reciente.

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  • 22

    Un par de primos, descendientes del general Plutarco Elas Ca-lles, hoy buscan suceder en la gubernatura al empresario Eduardo Bours Castelo. El candidato por el se llama Alfonso Elas Se-rrano y tiene como lema de campaa Sonora, el siguiente nivel; mientras que el aspirante por las siglas del , Guillermo Padrs Elas, promete hacer de Sonora la nmero uno. En una sociedad

    -gados de marketing. Sonora est orgullosa de s misma. Sonora piensa en grande.

    Pero a las tres en punto de la tarde Sonora ser sacudida. La tarde de hoy se convertir en una tarde de dolor. Un almacn gu-bernamental, que comparte paredes de tablaroca con una estancia infantil subrogada por el a particulares, empezar a incen-diarse. El fuego ir sigilosamente colndose por el techo de lmina hasta llegar a la guardera vecina. La lona colocada de contrabando

    y caer encima de los nios de entre 30 das y cuatro aos que recin han sido acostados a dormir la siesta de la tarde.

    Sonora ya no ser la misma. Sonora ser otra. Volver al huma-no sitio que le corresponde.

    Los acontecimientos de esta ndole siempre son ambiguos, ya que la experiencia que uno vive no es algo nico ni aislado, siem-pre est relacionada con alguien ms. La tragedia es en ocasiones un coro interminable.

    * * *

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  • 23

    1

    El instructor dijo que nos encontrbamos en una bomba de tiempo

    El 5 de junio iba a ser un da especial. Los nios de la guardera iban a ver pelculas, por lo tanto, en la maana, mi esposa estaba acicalando y vistiendo a Yey, nuestro hijo. Ese da se dej poner los tenis que no se dejaba poner nunca; iba guapsimo. Por lo re-gular, l me acompaaba a dejar a su mam y a su hermano antes de llevarlo a la ABC. En el camino le cant canciones que inven-taba para l, como todos los das. Ese da se qued muy contento cuando nos despedimos.

    Julio Csar Mrquez, padre de Yey

    Una vez le pregunt al guardia de seguridad de la bodega estatal: Qu pasara si todo esto explota?, pero no respondi; tampoco lo hizo el personal de Proteccin Civil, a quienes les hicimos ver esa anomala, as como la de la lona, que a nuestra consideracin, si se caa, iba a llover lumbre, porque saba que es de plstico. Esto nos daba miedo; los de Proteccin Civil nos dijeron que tomaran nota de ello. Todas las irregularidades que en cada grupo recabaron fueron expuestas a los dems grupos y esas anotaciones

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  • NOS ENCONTRBAMOS EN UNA BOMBA DE TIEMPO

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    se las llev un sujeto de Proteccin Civil. Posteriormente se nos dijo que estuviramos listos para el simulacro de incendio, as que estas dos cosas: el almacn y la lona eran los peligros potenciales que haba en la guardera.

    Alma Dinorah Lucero, asistente educativa de la Guar-dera ABC

    Todo el da, hasta como al cuarto para las tres de la tarde, estuvo normal.

    Mara de Jess Cern Barragn, cocinera de la Guardera ABC

    Antes de que pasara lo que pas, ese 5 de junio desarroll mis acti-vidades como todos los das: llegar y darles desayuno a los nios de 8:30 a nueve. Luego, de nueve a 9:45 se llevan a cabo las medidas higinicas, tales como lavarles las manos, sentarlos en bacinicas para que realicen sus necesidades, y a otros, cambiarles el paal. El tiem-po siguiente se utiliza para que duerman hasta las 11 de la maana. Al despertarlos se les da una colacin, la cual consiste en un jugo, y de nuevo se les ayuda a que realicen sus necesidades fisiolgicas o se les cambia su paal. A las 11:30 es la hora de la clase. De las 12 a las 12:20 horas es el tiempo libre, que se utiliza para cantar, bailar o jugar, siempre con la supervisin de las maestras. A las 12:30 se acomodan los nios para que coman; el tiempo de comer termina a la 1:45. Luego vienen las tareas higinicas (llevarlos al bao o cambiarles el paal), ya que estn por llegar sus padres. Los nios duermen hasta las tres de la tarde. La guardera cierra a las cinco. Si a esa hora no llegan los padres hay instrucciones de llamar a una

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  • NOS ENCONTRBAMOS EN UNA BOMBA DE TIEMPO

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    patrulla para que recoja al nio, lo cual se considera como delito de abandono, aunque en la Guardera ABC esto nunca sucedi.

    Marina Isabel Flores Loera, asistente educativa de la Guardera ABC

    Antes el almacn y la guardera eran una misma bodega donde haba una maquiladora. Me di cuenta de eso porque en la pared poniente haba unos hoyos grandes. Como que por ah pasaban montacargas. Los hoyos que dividan al almacn y la guardera fueron rellenados con bloques. Esto se vea perfectamente porque las paredes estaban sin enjarrar.

    Ignacio Alduenda Salazar, empleado de la Agencia Fiscal del Estado

    Todos los que tenemos bebs en guarderas es porque necesitamos trabajar, necesitamos salir adelante para darles a ellos mismos.

    Martha Milagros Mndez Galindo, ta de Juanito Fer-nndez

    El almacn que estaba enseguida de la guardera era del gobierno, pero estaba muy descuidado, con maleza y grafitis, y jams vi a algn guardia de seguridad cuidndolo. Inclusive el ao pasado robaron en la guardera e ingresaron por el lado de dicho almacn, tumbando parte de la pared, a la altura de maternal B-1; robaron comida, lo cual debi de ser escuchado o visto por el supuesto guardia.

    Perla Alejandro Moreno Olgun, educadora de la Guar-dera ABC

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  • NOS ENCONTRBAMOS EN UNA BOMBA DE TIEMPO

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    En el almacn que est a un lado de la Guardera ABC, a partir

    del lunes 1 de junio estuvimos trabajando toda la semana: lvaro

    Pacheco Ferral, Arturo Bracamonte, Jorge Lavandera y yo, debido

    a que nos encontrbamos reacomodando el inventario de placas de

    circulacin de vehculos; esto dentro de la nueva rea delimitada

    con malla ciclnica, por lo que el da 5 de junio salimos los cuatro

    a las 4:45 para retirarnos a las oficinas de la Secretara de Hacienda.

    Arturo Torres Escalante, empleado del almacn estatal donde inici el incendio

    Las instalaciones de la Guardera ABC son prcticamente como

    una bodega o almacn grande y alto, de material de block, con

    techo de lmina galvanizada de dos aguas que se ve de lejos. Pero

    en el interior no se aprecia la lmina, porque hay muchos cuartos

    o salas con divisiones de material de tablaroca, con cielo de plafn

    y ventanales de vidrio entre sala y sala. En la parte central hay un

    comedor con mesitas y sillas pequeas de plstico azul rey (el da

    de la tragedia las mesitas estaban a los costados y las sillitas estaban

    alineadas porque iba a haber una junta de padres de familia). En

    ese lugar haba, en la parte alta, una lona gruesa y pesada, bien

    bonita de colores amarillo, rojo, verde y azul; estaba pegada a las

    paredesde los salones y haca la forma de una carpa de circo.

    Guadalupe Gonzlez Carrizoza, intendente de la Guar-dera ABC

    A las dos de la tarde empezamos a acostar a los nios en las colcho-

    netas de la sala, ya que es la hora de la siesta. Comenc a acomo-

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  • NOS ENCONTRBAMOS EN UNA BOMBA DE TIEMPO

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    darlos cabeza con cabeza, piecito con piecito para que durmieran y no se golpearan.

    Ana Sughey Hernndez, asistente educativa de la Guar-dera ABC

    El mircoles 3 de junio, durante la semana de la tragedia, mi es-posa Cristina Garca y yo estbamos en la casa. Ella cumpla aos el jueves y me dijo: No quiero llevar a los nios a la escuela el jueves. Quiso pasar su cumpleaos en casa con los nios. Entonces los llevamos a la guardera hasta el viernes 5 de junio, y el viernes, como que ninguno tena ganas de levantarse, recuerdo, pero yo era el que insista en llevarlos. Y al rato, pues ah vamos en el camino. Estoy desempleado y solamente ella percibe ingresos para la casa. Todos los das busco y busco trabajo y nada, as es que yo llevaba a mi hijo a la guardera. Ese viernes los estaba apurando para llegar temprano. Mi hija est en una escuela a una cuadra de la Guardera ABC. La cos-tumbre era que mi esposa llevaba a la nia y yo llevaba al nio.

    Ese da, cuando bamos de camino a la guardera los cuatro, primero dejamos a Nicole, y recuerdo que el nio, mi beb, se par y dijo: Adis mam, adis Nicole, pero nunca pensamos que sera el ltimo adis. Quedamos de vernos en la tarde para recogerlos. Caminamos ms y llegamos a la guardera. Chequ tarjeta, como era la costumbre, y el nio pas al interior de la guardera, se par, volte, y me dijo: Adis ap. Nunca pens que era la ltima vez que lo iba a ver en mi vida. Y esa imagen se me qued grabada. Ser para siempre.

    Jos Cruz lvarez, padre de Bryan

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  • NOS ENCONTRBAMOS EN UNA BOMBA DE TIEMPO

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    Es una guardera que tena divisiones adentro como de madera o cartn con yeso, de ese que le tocas y se escucha como si estuviera bofo. nicamente la pared de alrededor es de ladrillo. Toda tiene techo de lmina galvanizada y por dentro, en el techo del comedor, haba una carpa como de circo. Estaba pintada de varios colores y haba unos barandales que la sostenan.

    Yolanda Garca Villalba, intendente de la Guardera ABC

    En una ocasin nos visit un instructor de primeros auxilios que slo recuerdo que se llamaba Juan. Nos pidi que nos fijramos qu era lo que haba en el exterior de la guardera, esto para saber a dnde nos bamos a ir en caso de cualquier siniestro que ocurriera y as poner a salvo a los nios. En esa ocasin, todo lo que apunta-mos fue que estbamos cerca de una llantera, de una gasolinera y de una bodega sola. El instructor dijo que nos encontrbamos en una bomba de tiempo.

    Aracely Moroyoqui Contreras, asistente educativa de la Guardera ABC

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