SÓLO CON FINES DE DOCENCIA para la asignatura Orientación Educativa en cursos de Pre-Grado

Tomado del libro “ORIENTACIÓN EDUCATIVA” de Jesús Cabrerizo Diago, publicado por el Taller de Imprenta de la Universidad de Alcalá, en 1999.

Capitulo 1: La ORIENTACIÓN EDUCATIVA

1.1. CONCEPTO DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA

Al igual que sucede en otros ámbitos del saber, los conceptos en Educación se van configurando a partir de las situaciones y de los hechos que inciden sobre los mismos.

Al término Orientación, según indica ABBAGANO (1974), aunque es ampliamente usado en el lenguaje contemporáneo, tanto en el lenguaje común como en el filosófico, se le ha atribuido un significado muy poco preciso.

A ello ha contribuido la abundante literatura existente sobre Orientación, que ha hecho que en cada obra tiendan a desarrollarse aspectos parciales de la misma en función de premisas, enfoques u objetivos concretos, que sirven para que cada autor se sitúe en función del análisis que pretende hacer, lo que condiciona aun más una delimitación clara del concepto, por lo que mas bien puede hablarse de conceptos de Orientación.

1.1.1. DEFINICIONES

Genéricamente Orientación significa indicación de un camino a seguir dentro del ámbito que se utilicé, " orientar es indicar, señalar, mostrar el camino(...). Los sinónimos de orientar son guiar, conducir, controlar, timonear" (JONES 1994, Pág. 49).

Para definir Orientación, vamos a partir de la definición que la considera como un proceso de ayuda técnica y profesionalizada cuya finalidad es la consecución de la promoción personal en un determinado contexto social.

El hecho de que se dé una gran disparidad en sus tareas y por tanto una enorme diversidad en sus objetivos ha motivado a algunos autores a realizar diversas clasificaciones en un intento de sistematizar los objetivos atribuidos a la Orientación educativa.Además, la misma literatura existente pone de manifiesto la multiplicidad de significados que pueden atribuirse a la palabra Orientación y por tanto la gran cantidad de definiciones que se intentan plasmarlos.

A este respecto, MILLER (1971) señala, que ya en 1925 PAYNE había localizado más de un centenar de definiciones de Orientación número que esta notablemente ampliado en la actualidad.

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De entre toda esa gran cantidad y variedad de definiciones se exponen las siguientes, a modo de ejemplo de las más simples de otras más complejas:

TRAXLER (1965, Pág. 13): "La orientación capacita a cada individuo para comprender sus aptitudes, intereses rasgos personales: para desarrollarlos lo mejor posible; para relacionarlos con metas vitales y finalmente, para alcanzar el estado de completa y madura auto-orientación que el ciudadano de un orden social democrático puede desear".

GARCIA HOZ (1970, Pág.242): "Proceso de ayuda a una persona para que pueda resolver los problemas que la vida le plantea"

KNAPP (1970, Pág. 17): 2 Ayudar al desarrollo y formación de la personalidad de los escolares es el primer objetivo de la orientación, cuyo proceso influye en el valor de las habilidades, conocimientos, conceptos y aptitudes que aquellos adquieran".

MILLER (1971,Pág. 19): "Procesos por el que se ayuda a los individuos a lograr la autocomprención y autodirección necesarias para conseguir el máximo ajuste con el centro docente, con la familia y con la comunidad".

CRITES (1974, Pág. 37): "La orientación es una orientación hacia la autonomía: el niño precisa una ayuda, una seguridad en ese aprendizaje y él la solicita a los adultos".

RODRÍGUEZ MORENO (1986, Pág. 3): " Orientar es fundamentalmente, guiar, conducir, indicar de modo progresivo, con el fin de ayudar a las persona a conocerse a sí mismas y a identificar el mundo que las rodea; es auxiliar a un individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con significado, capaz de -y con derecho a- usar de su libertad, de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano responsable, tanto en su actividad laboral, como en su tiempo libre".

Ya se comentó anteriormente que la gran diversidad en los objetivos de la Orientación educativa, fue la causa por la que diversos autores intentaron realizar diversas clasificaciones en un intento de sistematizar los objetivos y las definiciones dadas en este Campo, bien sobre la Orientación misma o sobre algunos de sus elementos constitutivos: metas, objetivos, participante, métodos, etc.

GUSTAD (1953), hizo una clasificación de las definiciones registradas hasta entonces agrupándolas en tres grandes categorías:

Las centradas en los sujetos participantes y en la relación orientadora. Las centradas en objetivos de orientación como: adaptación o efectividad. Las centradas en aspectos descriptivos de cuestiones tales como: contexto socio-

ambiental, características personales, etc.

BYRNE (1963), clasificó los objetivos de la Orientación basándolos en su trascendencia o inmediatez, de la siguiente forma:

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Los inmediatos, pequeños objetivos que van pareciendo en la actividad orientadora. Los intermedios, relacionados con las razones por las que los individuos recurren a la

Orientación. Los finales, de carácter filosófico, relacionados con el hombre y su naturaleza.

BRAMER Y SHOSTROM (1970), establecen tres categorías en la clasificación de las metas del proceso orientador:

Objetivos del orientado: el conjunto de los problemas que le hacen recurrir a la orientación.

Objetivos del proceso: que son los medios para lograr una actuación más amplia. Objetivos finales de la Orientación, esto es, el desarrollo de la persona en todos sus

potencialidades.

SHERTZER Y STONE (1972), realizaron una clasificación que recopila los objetivos que pretenden alcanzar los distintos tipos de Orientación:

Los que pretenden un cambio en la conducta, de modo que los orientados vivan de forma más satisfactoria consigo mismo y con su entorno.

Los que pretenden conseguir una salud mental del orientado, mediante su integración e identificación personal de forma que pueda ser independiente y asumir sus responsabilidades.

Los que se centran en la resolución de problemas que las personas no son capaces de resolver por sí mismas.

Los que se orientan a favorecer la toma de decisiones, después de propiciar el hecho de que cada persona tenga el máximo autoconocimiento personal.

Los que pretenden lograr una eficacia personal relacionadado con el logro de las metas propuestas en cada caso, lo que se traduciría en un logro personal.

Otros autores (por ej. DÍAZ ALLUÉ, 1970; BURKS Y STEFFLRE, 1979; ROIG IBAÑEZ, 1982; RODRIGUEZ MORENO, 1986), consideran, aunque con ligeras variaciones entre ellos, que los elementos u objetivos que pueden extraerse de las distintas definiciones de orientación son cuatro:

Desarrollo de la personalidad, a través del proceso orientador. Clarificación y conocimiento de sí mismo, a través de una orientación personalizada. Aprendizaje en la resolución de los problemas que la vida le plantee, a través del

proceso de orientación. Proceso de ayuda para la toma de decisiones.

Por su parte, PÉREZ BOULLOSA (1986), ha realizado un exhaustivo análisis partiendo de una amplia selección de definiciones de las que se extrae 142 variables. Para ello, utiliza el análisis factorial para delimitar el campo conceptual de la orientación educativa en un intento de "realizar un análisis y clasificación lo más objetiva que sea posible, de los distintos modelos de orientación, de sus objetivos, medios utilizados y ámbitos de

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aplicación, para sí poder clasificar en confuso y todavía no bien delimitado campo de la orientación educativa".

Para ello, de las 142 variables iniciales selecciona 68 y las clasifica, a través del análisis multivariante, en cuatro áreas temáticas, que son:

a) Orientación personal afectiva, centrada en, los problemas del desarrollo de la personalidad de cada persona, aunque con implicaciones posteriores en el ámbito escolar, siendo el orientado el único responsable de su educación. Se trata de un tipo de orientación contrario a toda actividad directa por parte del orientador.

b) Orientación personal prescriptiva, caracterizada por el uso de técnicas directivas que pretenden controlar el proceso orientador. En este tipo de orientación se hace necesario:

Conocer previamente la situación del sujeto. Decidir las técnicas a aplicar. Prevenir las posibles consecuencias de esa aplicación. La prescripción es realizada

por el Orientador y el sujeto toma la decisión de llevarla o no a cabo.

c) Orientación vocacional, centrada en el proceso de atención vocacional del individuo, para lo que es fundamental que previamente el interesado conozca sus aptitudes, capacidades, intereses y habilidades, lo que supone conocer sus posibilidades futuras de ocupación.

d) Orientación escolar, basada en la ayuda al individuo a largo de su proceso educativo. Atiende actividades tales como:

Adecuación de cada alumno a las exigencias de los programas educativos. Adecuación de los programas educativos a las exigencias de cada alumno. Ayuda en la elección de Centros de estudios superiores. Atención a los alumnos en la obtención de rendimientos satisfactorios.

Todavía podrían aportarse otras clasificaciones de la orientación en función de su campo de aplicación. BISQUERRA. (1992), considera que ámbito escolar la Orientación debe capacitar para el propio aprendizaje, educar en la capacidad de tomar decisiones, asesorar sobre opiniones alternativas y educar para la vida. Podemos concluir este apartado subrayando brevemente la concepción de la acción orientadora en los siguientes términos:

a) La persona es el objetivo permanente de la acción orientadora, estando ésta basada en el carácter unitario y global de su actuación para con ella.

b) La concepción personal-educativa debe ser primordial en orientación en tanto que integra todas las áreas que conforman cada persona: psicológica, cultural, religiosa, institucional, vocacional, sexual, etc.

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c) Otros tipos de orientación pueden ser considerados como modalidades que se ocupan de vertientes o dimensiones concretas de la acción orientadora: escolar, profesional y personal.

d) La orientación personal-educativa acompaña a la persona durante toda su vida en la medida en que atiende a cada una de las áreas de su personalidad.

e) La orientación debe ser un proceso sistemático, constante y dinámico para con la persona.

f) Es absolutamente necesario establecer los mecanismos que garanticen una orientación de calidad, aportando para ello los medios materiales y humanos que sean necesarios.

DIMENSIONES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA:

ESCOLAR – PROFESIONAL – VOCACIONAL - PERSONAL

Partiendo del concepto de orientación educativa que expresa KELLY, (citado por RODRIGUEZ MORENO, 1988, pg. 22): "la ayuda que se daba a los estudiantes que preguntaban sobre la elección de estudios y sobre la adaptación escolar", junto al concepto de orientación educativa expresado por KOOS y KEFAUVER (citado por RODRIGUEZ MORENO, 1988, pg.23), como: "aquella ayuda que el orientador proporciona al alumno para que este pueda formular sus objetivos vocacionales, sociales , cívicos, de ocio y recreativos y cualquier otro, facilitándoles el conocimiento de sí mismos y del medio", nos encontramos con la orientación educativa se concibe como la síntesis integradora de las cuatro dimensiones expresadas con anterioridad: Escolar, Profesional, Vocacional y Personal.

Pero esta forma de concebir la orientación educativa, como servicio integrado, hace que se planteen una serie de dicotomías, que más que expuestas, son complementarias: La orientación educativa ha de atender, de una parte a las demandas de los usuarios(alumnos, profesores, padres, centro, contexto) y de otra ser respetuosa con los objetivos y funciones que la administración educativa la asigna por vía normativa. LA forma de combinar ambos extremos es atender a las demandas de los usuarios, en la medida en que esas demandas se encuentren dentro de los objetivos y funciones que la administración educativa ha conferido a la orientación educativa.

La acción orientadora es considerada además, de una parte como acción compensadora de realidades personales que partiendo de la realidad de cada alumno intenta lograr que cada estudiante consiga unas capacidades que le permitan afrontar con éxito su proceso educativo y por otra, la acción orientadora parte de las capacidades individuales de cada alumno y las toma como referencia para desarrollar su actividad.

Este aparente dicotomía puede resolverse teniendo en cuente que la orientación educativa como servicio integrado debe tomar como referencia y punto de partida las capacidades

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individuales de cada estudiante, pero a la vez basarse en las carencias detectadas para considerarlas como necesidades personales y por tanto objetivos a conseguir.

La dicotomía "counseling-asesoramiento / guidance-dirección”, debe analizarse desde dos puntos de vista:

Desde el punto de vista profesional del orientador, la acción orientadora ha de estar concebida como "guidance", en la medida en que su actuación responde a un esquema preestablecido y planificado, con objetivos claros y precisos.

Desde el punto ce vista del estudiante dependerá del contenido orientador, del a responsabilidad que deba asumir, de su nivel de implicación y desde el punto de vista metodológico, de la opción directividad, no directividad que sea más eficaz.

Por lo tanto, la actuación en educación educativa como servicio integrado de forma directa o no directa, dependerá desde la perspectiva que se considere, orientador o usuario, de aspectos metodológicos y de criterios de eficacia.

Por último, puede darse una aparente contradicción entre un planteamiento técnico y planteamiento administrativo de la acción orientadora como servicio integrado, para lo que hay que entrar a considerara varios aspectos:

En el aspecto organizativo, los planteamientos técnicos podrán ser operativos en la medida que no hagan variar la decisión administrativa.

En el aspecto de los objetivos y funciones de la acción orientadora, es la administración la que prioriza unos sobre otros.

En lo que a la intervención misma se refiere, siempre primarán los aspectos técnicos sobre los administrativos.

Por lo tanto, y para superar estas posibilidades contradicciones que pueden darse en la orientación educativa como servicio integrado, la administración educativa deberá tener presente a la hora de fijar objetivos y funciones, que deberán prevalecer los aspectos técnicos para hacerlos operativos.

1.3.1. ORIENTACIÓN ESCOLAR.

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La orientación escolar ha de ser entendida como parte del proceso educativo y se encuadra en la orientación personal-educativa. Sus actitudes deben ir destinadas dentro del sistema educativo a todos los alumnos sean cuales fueren sus dificultades, dentro del contexto en el que estén inmersos.

La orientación escolar así entendida, debe procurar genéricamente facilitar a los estudiantes la adquisición de actitudes y destrezas que les faciliten la actividad escolar en sus múltiples actuaciones y lograr de este modo su satisfacción personal. Para conseguirlo, dentro de la orientación escolar han de tener cabida todos los agentes que intervienen en le proceso educativo: padres, profesores, alumnos, centro escolar, organización, etc.

El concepto de orientación escolar ha sido tratado con profusión dentro de la literatura pedagógica, elaborándose un número considerable de definiciones en un intento de delimitar con claridad, tanto sus objetivos básicos como su campo de acción. De todas ellas, se exponen aquí algunas:

STRANG (1964, Pg.14): “Proceso que contribuye a que cada alumno se ayude a sí mismo en la tarea de reconocer y de analizar sus recursos personales, fijarse objetivos, trazarse planes y resolver, bajo las más favorables condiciones del hogar y la escuela, todos los problemas propios de su desarrollo”.

KELLY (1964, Pg. 440): “La fase del proceso educativo que consiste en el cálculo de las capacidades, intereses y necesidades del individuo para aconsejarle acerca de sus problemas, asistirle en la formulación de planes para aprovechar al máximo sus facultades y ayudarle a tomar decisiones y realizar las adaptaciones que sirvan para promover su bienestar en la escuela y en la vida”.

GARCÍA YAGÜE (1969, Pg. 1): “Orientación es la ayuda técnica dada a los escolares para que interpreten, ellos o sus responsables, las posibilidades que existen dentro de cada área racionalizada de vida (escuela, profesión), se integren eficientemente en ellas y superen las dificultades por mantener el equilibrio y los fines personales ante los problemas evolutivos o las frecuentes contradicciones del ambiente”.

ROGER GAL (1973), la orientación escolar “tiene por objeto que todos los individuos tengan acceso al humanismo más completo que les sea posible, para orientarse y determinarse desde allí en la forma más armoniosa y completa que le permitan sus capacidades”.

GARCÍA HOZ (1975, Pg. 220): “Proceso de ayuda a un estudiante para que sea capaz de resolver los problemas que la vida académica le plantea, especialmente el de elegir los contenidos y técnicas de estudio más adecuadas a sus posibilidades”.

NERICI (1976, Pg. 21): De entre las definiciones que presenta, se expone la siguiente: “Proceso dinámico, que trata de orientar la formación de la personalidad integral del educando, llevándole al conocimiento de sí mismo, de sus aptitudes y problemas,

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ofreciéndole elementos para un mejor ajuste al medio y para una elección consciente de la profesión que mejor le convenga, tomando como base sus posibilidades y las oportunidades educacionales y profesionales que se le ofrece”.

GARCÍA HOZ (1982, Pg. 9): “Proceso de ayuda al estudiante para que pueda trabajar eficazmente en la institución escolar y prepararse adecuadamente para la vida”.

KNAPP (1983): “Ayudar al desarrollo y formación de la personalidad de los escolares es le primer objetivo de la orientación, cuyo proceso influye en le valor de habilidades, conocimientos, conceptos y aptitudes que aquellos adquieran”.

GORDILLO (1984, Pg. 106): “La orientación educativa es un proceso educativo individualizado de ayuda al educando en su progresiva realización personal lograda a través de la libre asunción de valores y ejercido intencionalmente por los educadores en situaciones diversas que entrañen comunicación y la posibiliten”.

LÁZARO Y ASENSI (1986, Pg.18): “Proceso de ayuda técnica inserta en al actividad educativa, dirigido a la persona, con el fin de que sea capaz de integrar aprendizajes de una manera autónoma”.

Podrían citarse definiciones dadas por otros muchos autores:MILLER (1971), BOY Y PINE (1976), MORA (1984), REPETTO (1977 y 1995), RODRÍGUEZ MORENO (1986, 1991 Y 1995), que permiten ver la orientación como un servicio de apoyo al sistema educativo y cada vez más formando parte de él.

En esta misma línea, la tendencia marcada dentro de la reforma de Sistema educativo (LOGSE, 1990), es de que la Orientación forme parte del currículum establecido, estando sus objetivos inmersos en los de la educación misma.La concepción que del a Orientación se hace en el sistema educativo derivado de la LOGSE se analiza da forma exhaustiva más adelante, al tratar todo lo relativo a la Orientación en la Escuela Secundaria Comprensiva.

Otros autores se centran en sus definiciones, no tanto en la Orientación como apoyo al sistema educativo en su conjunto, cuanto al alumno como sujeto directo de la actividad orientadora. Esta idea queda reflejada por el profesor PINILLOS (1983, Pg.89), cuando dice “Orientarse es situarse con relación a algún fin, y el cometido del orientador es lograr que los orientados lo logren en el campo escolar, en le de las metas profesionales o en éste otro más amplio que los alemanes denominan desde hace mucho tiempo lebensberatung, los anglosajones counseling y nosotros podríamos acaso llamar orientación vital o simplemente consejo, entendido en sentido amplio”.

Y también lo hace le profesor GARCÍA HOZ (1985, Pg.243), cuando dice: “Mediante la Orientación se pretende que el sujeto alcance un suficiente conocimiento de sí mismo y del mundo que le rodea, de tal suerte que llegue a ser capaz de valorar y seleccionar el campo de la cultura técnica, el sistema de valores y la red de relaciones en función de la cuales desarrollará su vida”.

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Y la idea queda perfectamente expresada por el profesor CASTILLO ARREDONDO (1989, Pg. 23), al considerar la Orientación escolar como: “proceso dinámico de asistencia permanente al estudiante, realizado técnica y científicamente por personas profesionales coordinadas, con la participación de los miembros del centro educativo, familiares y el propio orientado para ayudarle educativamente a desarrollar plenamente su condición de estudiante, a la ves que le resto de sus otras dimensiones personales sobre la base de su propia realidad biopsíquico-social y con la mirada puesta en le ejercicio de una actividad profesional acorde con sus aptitudes e intereses, en cuyo desarrollo posterior se sienta integrado, útil y satisfecho consigo mismo y con la sociedad”.

ESQUEMA GENERAL DE ACTUACIÓN DE LA ORIENTACIÓN ESCOLAR.

ORIENTACIÓN ESCOLARCOMO PARTE DEL PROCESO EDUCATIVO

Principios Atención generalizada Continua y permanente Forma parte del proceso Actuación en equipo

Abierta Previsora

OBJETIVOS Coincidentes Diferentes

CONTENIDOS Facilitar el aprendizaje Objeto de Aprendizaje

FASES Y FUNCIONES Muy diversas

DESTINATARIOS Alumnos Institución

ÁMBITO DE ACTUACIÓN

Proceso de enseñanza-Aprendizaje

Ámbito tutorial

Ámbito vocacional y profesional

AGENTES

Profesor

Tutor

Orientador

1.3.1.1. PRINCIPIOS

Los principios que deben regir l actuación de las actividades de orientación escolar son tan variados como las concepciones mismas de lo que debe ser la orientación. Autores como: FERNÁNDEZ SEARA Y NAVARRO MARCO (1982), MORA (1984), LÁZARO (1986), RODRÍGUEZ MORENO (1986), etc, coinciden básicamente en los siguientes criterios:

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Atención generalizada: La acción orientadora debe atender a todos los estudiante Y a cada uno en la medida de sus necesidades.

Ser continua y permanente: A lo largo de toda la trayectoria académica del estudiante, de acuerdo con el nivel educativo en le que se encuentre.

Formar parte del proceso: La orientación escolar debe estar integrada en le propio proceso educativo y no considerarse como un servicio aislado o paralelo al mismo.

Actuación abierta: De forma que permita una fluidez de relaciones con todos los que integran la comunidad educativa, padres, entorno social, mundo laboral, etc.

Actuación en equipo: El tutor de los alumnos debe actuar en forma coordinada con otros profesionales de la orientación.

Actuación previsora: De manera que a través de las actividades de orientación puedan preverse e incluso prevenirse posibles dificultades posteriores.

1.3.1.2. OBJETIVOS

Los objetivos que se pretenden conseguir a través de la dimensión escolar de la orientación no son coincidentes. Algunos autores como: GORDILLO (1975), BOY Y PINE (1976), REPETTO (1977), KNAPP (1983), plantean las diferencias y semejanzas entre los objetivos de la educación y los objetivos de la orientación en un sentido amplio. Los que defienden que la orientación es una parte o secuencia de la educación, intentan encontrar objetivos comunes a ambas y los que defienden la identidad y la especialidad de la orientación dentro del proceso educativo, intentan buscar sus diferencias.

Para BREWER, KELLY, Y BLOOMFIELD, orientar era educar: “orientar y educar fueron conceptos intercambiables al converger en un objetivo común de guía del alumno en la vida y a través de la institución escolar”. (RODRÍGUEZ MORENO, 1988, Pg, 59).

GARCÍA HOZ (1985, 6ª ed.) y GORDILLO (1988), establecen una distinción desde la perspectiva de los objetivos, entre:

a) Objetivos del dominio cognoscitivo, en cuya consecuciòn se centraría la enseñanza, yb) Objetivos del dominio afectivo, en cuya consecuciòn se centraría la orientaciòn.

El propio GARCÌA HOZ (1970) se plantea la orientaciòn como una manifestaciòn de las tècnicas pedagògicas, al mismo nivel que la Didáctica o la Organizaciòn escolar.

Por todo ello, si se quiere llevar a cabo una actuaciòn orientadora que sea eficaz, tendrá que adecuarse a cada realidad concreta, no obstante lo cual se hace necesario con caràcter general clarificar las tareas, fijar las metas y por tanto establecer los objetivos de actuaciòn.

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A este respecto, el profesor CASTILLO ARREDONDO (1989, pg. 25, establece los siguientes:

a) Adecuar la actividad de enseñanza de enseñanza-aprendizaje a las posibilidades de cada alumno, propiciando una enseñando una enseñanza personalizada.

b) Estudiar periòdicamente las condiciones y circunstancias del estudiante: prevenir dificultades desde la màs temprana edad, detectar posibles deficiencias, diagnosticar sus posibilidades y limitaciones reales, exigir rendimientos satisfactorios, predecir niveles de aprovechamiento en los futuros estudios, informar de las salidas profesionales y aportar en todo momento, la solución y tratamiento que cada uno requiera.

c) Enseñar a estudiar al estudiante, es decir, procurar que aprenda a prender ayudàndole a adquirir hàbitos y tècnicas de trabajo-estudio personal con el fin de que sepa desempeñar sus posibilidades escolares con màs aprovechamiento y satisfacción.

d) Coordinar el proceso instructivo-educativo que desarrolla el centro escolar y para ello cuidar su funcionamiento interno, recoger informaciòn del personal en contacto directo cin el alumno y suministrar a us vez a os profesores, los datos tècnicos significativos y los recursos necesarios para una atenciòn didàctica diferenciada. Organizar programas de informaciòn psicopedagògica y de intercambio con profesores, padres y alumnos, con el objeto de aunar criterios y esfuerzos en beneficio de la plena educaciòn del estudiante.

e) Redoblar la intensidad y el esmero de la intervención orientadora de en estos momentos y situaciones criticas: finales y comienzos académicos, cambios de programa de estudio de centro, por lo que se refiere al funcionamiento institucional, y por lo que la persona del estudiante se refiere, con ciertas deficiencias en sus aprendizajes básicos, con problemas afectivos o con crisis familiares, por ejemplo.

Como vemos la educación y la orientación tienen objetivos esencialmente comunes, pero con diferencias específicas.

1.3.1.3. CONTENIDOS

El papel de la acción orientadora en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ha sido muy destacado por algunos autores que como PÉREZ BOULLOSA (1986), LOPÉZ FRANCO (1988), y más recientemente BISQUERRA (1992) lo han planteado de desde la perspectiva de la prevención del fracaso escolar, facilitador del aprendizaje e integrado en las actividades docentes.

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STANFORD Y ROARK (1981), llaman la atención sobre el hecho de que la educación es esencialmente un proceso social, es algo que ocurre continuamente como resultado de la interacción entre seres humanos y LAZÁRO y ASENSI (1986, pg. 116-187), estudian la "Orientación de dificultades del aprendizaje escolar".

Las tendencias actuales que emanan de la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo, 1990), se decantan por la integración de la orientación en el propio currículum instructivo formando parte formalizada del mismo, sin que la orientación se elimine como objeto mismo de Aprendizaje.

Podemos concluir por tanto este apartado, diciendo que la orientación escolar: facilita los proceso de enseñanza-aprendizaje, se entrega en el proceso instructivo, y puede llegar a ser objeto de aprendizaje.

1.3.1.4. FASES Y FUNCIONES

Al ser la orientación escolar, tal y como ya se ha indicado, un proceso dinámico, las funciones que se le atribuyen según los autores son muy diversas, lo mismo que las faces de la ejecución.

Ya en 1909, PARSON marcó las tres etapas que, a su juicio, debería tener la acción orientadora:

a) Conocimiento del individuo al que se quiere orientar.b) Conocimiento de las áreas del saber y de la actividad profesional.c) Seguimiento de la decisión personal adoptada.

BRAMMER y SHOOSTROM (1970), desde un planteamiento básicamente psicoterapéutico establecen las siguientes fases:

a) Conciencia de que se necesita una ayuda.b) Desarrollo de la relación y superación de la resistencia.c) Expresión de los sentimientos y clarificación de los problemas.d) Exploración profunda de dichos sentimientos.e) Proceso de elaboración e incidencia en relación de ayuda.f) Desarrollo de la síntesis intuitiva.g) Experiencia fuera de la relación de ayuda o psicoterapeuta.

Desde otro enfoque más relacionado con la problemática del ámbito escolar, NERICI (1976 Y 1986), establecen diversas fases y funciones del proceso orientador.

NERICI (1976), habla de las funciones que debe cumplir la acción orientadora. Las considera como las tareas que debe llevar a cabo y marca las siguientes funciones:

a) Función del planteamiento, del plan de trabajo para el curso, que debe considerar: resultados del curso anterior y observación para obtener nuevos datos.

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b) Función de organización, referida a todos los materiales necesarios para llevar a cabo la orientación.

c) Función de atención general, referida a todas las actividades a llevar a cabo durante el curso y encaminadas a la consecución de los objetivos propuestos.

d) Función de atención individual, en distintas modalidades, cuyo objetivo es atender a los estudiantes de forma personal.

e) Función de consejo, que deberá ser proporcionado a cada estudiante en particular, por lo que al ser de gran interés, es necesario conocer previamente todos los datos referidos a cada alumno.

f) Función de relación, que deben presidir en positivo, todos los ámbitos de la vida del centro y que se han revelado como condición necesaria para una adecuada acción orientadora.

Por su parte, LAZARO (1976 y 1986), en línea con el anterior, establece las siguientes fases:

a) Conocimiento del alumno y su contorno, en el que intervendrán todos cuantos participan en la acción orientadora.

b) Análisis y síntesis de datos sobre el estudiante a través de un proceso sistematizado.c) Propuesta orientadora que deberá incluir tanto asesoramiento, como un tratamiento

psicoterapéutico si fuese necesario.d) Control continuo de la conducta del alumno en el que llegado el caso se

establecerán actividades de recuperación, etc.

1.3.1.5. DESTINATARIOS

Otra forma de explicar el sentido de la dimensión escolar de la orientación como parte del proceso es la que intenta justificar esta inclusión en torno a los destinatarios de la misma.

Existe una visión individualista y centrada en el alumno como único destinatario de la acción orientadora (ZERAN, 1953; GARCÍA HOZ, 1975).

En el polo opuesto, la visión generalista considera destinataria cualquier persona o elemento que tenga algo que ver con el proceso de enseñanza-aprendizaje (OARNTE, 1985; PÉREZ BOULLOSA, 1986). Más recientemente, a partir de la forma del sistema educativo que establece la LOSGE (1990), se considera la atención al proceso de enseñanza-aprendizaje como uno de los grandes ámbitos de atención de la acción orientadora.

1.3.1.6. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN

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Al delimitar los ámbitos en los que se debe actuar la orientación escolar hay que tener presente la gran cantidad de variables que componen el proceso educativo del alumno. Las diferentes acciones orientadoras deben tratar de abordar cada uno de los aspectos que afectan al alumno de una u otra forma, acciones que serán diferentes para cada uno de los niveles del sistema educativo. Por lo que respecta a Educación Secundaria, la acción orientadora debe centrarse en:

- Orientación al Proceso de Enseñanza Aprendizaje.- Orientación al ámbito tutorial.- Orientación al ámbito profesional y vocacional

El desarrollo de cada uno de estos grandes campos de actuación se realizara de forma exhaustiva más adelante, no obstante la amplitud del cometido implica que la acción orientadora deba cumplir múltiples aspectos del proceso educativo de cada alumno y llevar a acabo múltiples y muy variadas actitudes. Para que el estudiante consiga la máxima satisfacción y aprovechamiento de las enseñanzas que recibe la acción orientadora debe atender a las múltiples dimensiones que conforman a cada uno de nuestros alumnos, como personas y no solamente como estudiantes. Para ello se hace necesario delimitar acción orientadora: ámbitos de actuación que permitan estructurar toda la acción orientadora:

Esos ámbitos de actuación son las siguientes:a) Ámbito personalb) Ámbito didácticoc) Ámbito profesional-vocacionald) Ámbito contextual

a) Ámbito personal

La orientación escolar en el ámbito personal, basada en el concepto de atención a la diversidad, debe atender a todos los aspecto que están influyendo, tanto en el rendimiento escolar como en el estado emocional de la persona ya que en el estado emocional de la persona, ya que en ultima instancia los aspectos personales repercuten en el rendimiento.

A este respecto PÉREZ BOULOSA (1986) , dice: “ Hay que evitar el desequilibrio y la parcialidad que supondría una orientación centrada exclusivamente en el desarrollo intelectual de algunos mediante una mera optimización de las técnicas didácticas y la utilización de de instrumentos y estrategias de reeducación encaminadas a la superación de las dificultades que representa el aprendizaje de las materias escolares”.

Y el profesor RODRÍGUEZ ESPINAR (1982, pg. 14), plantea que la individualización debe ser para el proceso educativo “como autentica personalización en la que el individuo sea la fuente primordial de conocimiento y no solamente en lo que se refiere a las estrategias que le permitan asimilar del modo más adecuado los aprendizajes escolares”.

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Es por ello por lo que la acción orientadora referida al ámbito personal debería atender, tantos aspectos relacionados con la vida afectiva de la persona (autoconcepto, autoestima, motivación, equilibrio emocional), como otros relacionados con el propio proceso educativo (personalización del proceso9. Esa diversidad de aspectos a atender , tantos como la personalidad misma, hace que la acción orientadora en lo personal, se constituye como una dimensión dentro de la orientación educativa.

b) Ámbito didáctico

Las actualizaciones de la orientación escolar en el ámbito didáctico deben estar dirigidas a la optimización del rendimiento en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Según ZABALZA (1983, pg. 293), “no puede haber desarrollo personal del alumno al margen del desarrollo instructivo, ni viceversa; la orientación educadora debe estar dirigida hacia todos aquellos componentes del proceso, de cuya intervención en dicho proceso se derivará la mejor conclusión de éste”.

No obstante, a pesar de que la orientación escolar está tan inmersa en los proceso didácticos, no debemos confundirla con la enseñanza misma (REPETTO, 1977), ni tampoco es una parte de la misma. Puede darse la coincidencia de algunos objetivos, pero no pueden identificarse sus enfoques, procedimientos y técnicas (LAZÁROY ASENSI, 1986). Los mismos autores (pg. 44) describen “ una conexión entre proceso de enseñanza-aprendizaje”.

Los aspectos que desde el ámbito didáctico debería atender la acción orientadora son, de una parte, los relacionados con la optimización del rendimiento en el proceso de enseñanza-aprendizaje ( adquisición de técnicas instrumentales, de trabajo intelectual, habilidades básicas, prevención de dificultades de aprendizaje), de otra aspectos relacionados con el desarrollo del proceso mismo de enseñanza-aprendizaje y la acción tutorial, y por ultimo los aspectos relacionados con la evaluación de este proceso y de la acción orientadora misma.

La atención al estudiante en lo relativo al manejo de técnicas básicas que le faciliten el tránsito de su proceso educativo es fundamental. Como cualquier persona, necesita dominar las estrategias que le permiten superar con éxito su empresa. Es por ello que la acción orientadora debe propiciar que todo estudiante conozca suficientemente las técnicas básicas que le faciliten su proceso de enseñanza-aprendizaje.

En esta línea el profesor CASTILLO ARREDONDO (1984.pg.73) manifiesta: “El estudiante es un profesional del estudio que requiere una orientación permanente a lo largo de su lenta ascensión por el sistema educativo nacional. Con la asistencia atenta e incluso preventiva, el estudiante lograra la satisfacción en el desarrollo de su trabajo diario como cualquier otro profesional en el desempeño de sus responsabilidades. No se le puede impartir una enseñanza y mucho menos exigir una asimilación conexito y con gusto a quien antes no se le ha enseñado a aprender, ni se le a dotado de las técnicas e instrumentos para hacerlo”.

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Dentro del proceso mismo de enseñanza-aprendizaje, la acción tutorial es el marco idóneo para encuadrar la acción orientadora. El tutor no solamente es el coordinador personalizado de ese proceso sino que además debe propiciar unas actuaciones en este ámbito que sean satisfactorias para el estudiante.

Las actuaciones concretas a llevar a cabo en el ámbito tutorial son muchas y muy variadas .No obstante hay que considerar en la acción tutorial “problemas, temas o asuntos relacionados con el diagnostico y académico, la capacidad intelectual, el carácter y la personalidad, el leguaje, el rendimiento académico, la adaptación, el tiempo libre, y problemas vocacionales, entre otras,” ( RODRÍGUEZ MORENO 1986).

Con respecto a la evaluación, la acción orientadora ha de tener una doble vertiente. De una parte deberá ir encaminada a informar a cada alumno de las características de la evaluación de su propio proceso de enseñanza-aprendizaje, de los diferentes tipos de evaluación que se utilizan según el momento en que se lleve a cabo (inicial, procesual, final) o de la finalidad pretendida (formativa, sumativa), así como de los criterios que habrán de tenerse en cuenta para cada área. Es esta una tarea fundamental ya que constituye la culminación del proceso educativo y de su correcto conocimiento depende el éxito o el trabajo del mismo (GARANTO ALÓS, 1989).

Por otra parte la acción orientadora deberá ir encaminada a la realización de un seguimiento y valoración de su propia practica orientadora, para comprobar su correcto funcionamiento y eficacia, a través de un proceso de autoevaluación.

Ese proceso de auto evaluación junto a la complejidad creciente en que se halla inmerso el mundo de la educación, exige que maestros y profesores participen en una dinámica de actualización constante en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Ellos son los que conocen los verdaderos problema a los que en muchos casos la investigación realizada hasta el momento no ha logrado dar respuesta.

Por eso ha surgido una demanda cada vez más urgente de que sea el profesor que asuma el papel de investigador de su propia practica educativa con la intención de mejorarla. Lo que sucede en realidad es que existen circunstancias de diverso tipo que condicionan este proceso. Unas de carácter legal y otras relacionadas con los propios profesores y con la institución que hacen que ello, aunque deseable, no siempre sea posible.

No obstante, los profesores deben iniciar un camino que se percibe lento y lleno de dificultades pero que ha de desembocar antes o después en la formación de hábitos evaluadores que superen las meras actividades calificadoras.

Además, es un hecho constatado que aquellos profesores que han participado en procesos de investigación o de autoevaluación, tienden a utilizar los procedimientos empleados y las conclusiones obtenidas en su propia actividad escolar. En este sentido, no solamente en el ámbito universitario sino también en el ámbito escolar en general, la innovación y mejora

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en la practica educativa se va extendiendo en paralelo y como consecuencia de una mayor actividad investigadora.

La explicación de este fenómeno se encuentra en la combinación de varios hechos:

- La articulación de Pedagogía como ciencia, debido al aumento tanto en planteamientos teóricos como métodos propios de trabajo.

- La labor de los movimientos de renovación pedagógicas compuesta de gran cantidad de profesores con la pretensión de mejorar su trabajo.

- Un mayor intercambio de experiencias y de expertos entre la universidad y los demás centros.

- Un crecimiento en los últimos años, de Planes de Formación del Profesorado por parte de las Administraciones Públicas.

- La creación de premios y ayudas a la investigación educativa por parte de organismos por parte de Organismos Públicos, Comunidades Autónomas y Entidades privadas.

- Y sobre todo, la extensión de los métodos cualitativos de investigación, que al adecuarse a los procesos que tiene lugar dentro de los Centros, son más accesibles a la mayoría de los profesionales de la educación.

La inquietud investigadora favorece la profundización en el conocimiento de los problemas que plantea la acción orientadora (DE MIGUEL, 1982) y proporciona una fuente privilegiada de datos al orientador, lo que irá en beneficio de Orientación escolar en su conjunto.

Esta actividad debe estar enmarcada dentro de las actividades investigadora que desde un Centro debe realizarse por lo que se hace necesario que el orientador y sus colaboradores conozcan los diferentes tipos de investigación educativa y dominen las diferentes técnicas y metodologías al respecto (GARCIA HOZ Y PÉREZ JUSTE, 1984). Dentro del campo de las investigaciones educativa, existen distintos enfoques , a saber:

- Investigación Básica. - Investigación Aplicada.- Investigación Evaluativa. - Investigación-Acción.

Probablemente muchos de nuestros problemas educativos se derivan precisamente de la escasa investigación básica realizada, ya que no debemos olvidar el famoso aforismo “no hay nada más práctico que una buena teoría”. Además la mayor parte de la investigación pedagógica es aplicada, ya que se investiga buscando ante todo el grado de aplicabilidad y que determinadas teorías psicopedagógicas pueden tener en el aula.

La investigación evaluativa ha tenido un gran desarrollo en los últimos años impulsado por la necesidad de conocer la eficacia de lo múltiples programas de innovación educativa,

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cuyo diseño y realización suponen la inversión de grandes sumas de dinero publico, esfuerzo político y saber pedagógico y social. Por ejemplo, de los efectos educativos de programas de educación compensatoria, de cambios curriculares generales (reforma de sistema educativo) o específicos (evaluación de proyectos curriculares de Centro), de la introducción de nuevas tecnologías en los Centros ( Programas Atenea y Mercurio), de programas experimentales de formación de profesores, etc. Todos ellos constituyen el objetivo fundamental de este nuevo ámbito de investigación y de practica pedagógica.

Existen en la actualidad un nutrido grupo de procedimientos metodológicos que permiten llevar a cabo la investigación educativa y que muy genéricamente podemos agrupar en torno a dos grandes categorías:

Enfoque cuantitativo

Se agrupan en torno a esta categoría todos aquellos métodos y procedimientos de investigación o evaluación que requieren de la medición o cuantificación de los fenómenos educativos. Les interesa sobre todo a la explicación casual derivada de unas hipótesis dadas. Sus seguidores abogan a favor de un enfoque cuantitativo, en tanto que consideran el experimento como el método que permite obtener información fidedigna y valida por excelencia. En la mayoría de los casos implican la utilización de pruebas objetivas, tests, pruebas de lápiz y papel (COOK, T, Y REICHARDT, CH. S., 1986).

Enfoque cualitativo Los defensores de la metodología cualitativa, argumentan que la educación tiene lugar dentro de una realidad muy compleja en donde las variables independientes no pueden aislarse ni trasponerse de unos contextos a otros sin sufrir alteración, lo que desvirtúa la posibilidad de generalizar los resultados.

Afirmar asimismo, que las relaciones entre las variables educativas no son simple y lineales relaciones de causa-efecto, sino intrincadas y complejas, abundando las interacciones de diverso orden, los efectos circulares, etc. Sostiene además que limitar la educación a un escaso número de variables y reducir éstas a una simple expresión cuantitativa equivale a ofrecer una expresión simplista cuando no sesgada del fenómeno educativo.

No rechazan la utilización de datos cuantitativos pero consideran que cualquier fenómeno educativo sobrepasa en riqueza y complejidad el resultado de una simple medición por lo que se hace imprescindible su medición cualitativa.

Una de las criticas mas frecuentes y fundadas a este enfoque se refiere al todavía insipiente estado de desarrollo de su metodología; en particular se critica la escasa fiabilidad de los procedimientos de obtención de datos y la falta de objetividad de los mismos. Si embargo esas creencias se pueden subsanar en gran medida con la aplicación de técnicas complementarias como puede ser “ la triangulación”, u obtención diversificada de la información (ELLIOT,1986).

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En resumen, las diferencias entre los dos enfoques aparecen reflejadas en el cuadro de la página siguiente:

CUADRO DE DIFERENCIAS ENTRE ENFOQUES ENINVESTIGACIÓN EDUCATIVA

ENFOQUES CUANTITATIVOS CUALITATIVO Observa, mide, traduce y asigna valores numéricos

Describe incidentes en términos relevantes.

Estudia fenómenos con un enfoque experimental (manipula y controla variables)

Estudia los fenómenos en su contexto (no manipula variables)

Establece relaciones casuales entre variables (deducción).

La teoría emerge de los propios datos.

Utiliza técnicas de muestreo para la generalización

No utiliza técnicas de muestreo (no generaliza)

Su finalidad es el contraste de hipótesis. No contrasta hipótesis ni pone a pruebas teorías.

Pretende explicar los fenómenos y situaciones.

Pretende comprender los fenómenos y situaciones

El investigador-evaluador permanece externo al hecho

El investigador-evaluador se implica en los hechos

Realiza un análisis estadístico de los datos

Realiza un análisis descriptivo de los datos

Diseño de investigación prefijado y rígido

Diseño de investigación flexible y adaptable

Orientado al resultado Orientado al proceso

c) Ámbito profesional-vocacional.

Algunos de los aspectos fundamentales que debe atender la acción orientadora son los relacionados con el ámbito profesional y vocacional que se explican ampliamente en capítulos aparte y que constituyen dimensiones por sí solas de la orientación educativa. La trascendencia que tiene el trabajo en todos los aspectos de la vida de cada persona, justifica que la acción orientadora preste gran atención a los aspectos vocacionales y profesionales.

Los términos vocacional profesional, han sido ampliamente tratados por la literatura pedagógica, a través de diversos enfoques y planteamientos. Según se trate de autores europeos o americanos, se habla de orientación profesional o vocacional. Los europeos

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hablan de orientación profesional, en tanto que los americanos utilizan más el termino vocacional.

d) Ámbito contextual

Dada la importancia que cobra el contexto en el que se desenvuelve el alumno, la actuación de la acción orientadora en éste ámbito se ha demostrado fundamental.

El hecho de que un alumno se encuentre inmerso en ambientes deprimidos en el aspecto socio cultural, determina la evolución de ese alumno en su devenir educativo. MUSSEN, CONGER Y KAGAN (1978, pg.355), afirmar “Los ambientes culturalmente privados o culturalmente menoscabados dan lugar a la producción y al mantenimiento de déficits acumulativos, o a retrasos progresivos en los campos del desarrollo cognitivo, de la inteligencia y del aprovechamiento escolar”.

En estas condiciones, la acción orientadora es fundamental y debe centrar sus esfuerzos en alumno o grupos de alumnos social o culturalmente deprimidos, en un intento de compensar desigualdades sociales entre ellos. En un primer momento la acción orientadora deberá ir encaminada a detectar dificultades y a conocer las características de esos alumnos, para pasar posteriormente a poner en funcionamiento programas de refuerzo que traten de superar los handicaps y los retrasos acumulados.

Los ingredientes de dicho programa serán: “atención, dedicación, conocimiento de las técnicas de estimulación y amor”. (PEREIRA, 1984, pg..94).

Si no se hace así, las diferencias de estos alumnos con respecto al resto se irán haciendo cada vez mayores hasta llegar a ser insalvables, lo que supone de hecho condenarlos al ostracismo cultural y al fracaso profesional y personal.

Fin del capítuloDMC

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