orando por las vocaciones...envía señor obreros a tu campo pág. 16 “maestro, ¿dónde vives?...

8
Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor obreros a tu campo Pág. Or Or Orando por las Vocaciones «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies» (Mt 9, 37-38)

Upload: others

Post on 22-Apr-2020

8 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16

“Maestro, ¿Dónde vives? Vengan y lo verán.

(Jn, 1,38-39)

Envía Señor obreros a tu campo Pág.

OrOrOrando

por las Vocaciones

«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies

que mande trabajadores a su mies» (Mt 9, 37-38)

Page 2: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 2

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 15

con confianza los jóvenes del tercer milenio.

Hazlos capaces de aceptar la invitación de tu Hijo a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios.

Hazles comprender que servir a Dios satisface el corazón, y que sólo en el servicio de Dios y de su Reino

nos realizamos según el divino proyecto y la vida llega a ser himno de gloria a la Santísima Trinidad Amén”.

(Juan Pablo II -2002)

13. ORACIÓN A MARÍA POR LAS VOCACIONES

Virgen y Madre, Santa María, que animaste a la primera comunidad, en la que «todos

perseveraban unánimes en la oración», ayuda a la Iglesia a ser en el mundo de hoy icono de la Trinidad, signo elocuente del amor divino a todos los hombres.

Virgen María, que respondiste con prontitud a la

llamada del Padre diciendo: «Aquí está la esclava del Señor», intercede para que

no falten en el pueblo cristiano servidores de la alegría divina: Sacerdotes que, en comunión con sus Obispos,

anuncien fielmente el Evangelio y celebren los Sacramentos, cuidando al pueblo de Dios, que estén

dispuestos a evangelizar a toda la humanidad.

Que aumente el número de las personas consagradas, que vayan contracorriente, viviendo los consejos evangélicos de pobreza,

castidad y obediencia, y den testimonio profético de Cristo y de su mensaje liberador de salvación.

María, que comprendiste mejor que nadie el sentido de las palabras de

Jesús: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica»,

haz que los hermanos y hermanas a los que el Señor llama a vocaciones particulares en la Iglesia,

aprendan a escuchar a tu divino Hijo. Ayúdanos a todos, a decir con la vida: «Aquí estoy, oh Dios, para

hacer tu voluntad».

(XLIV Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones)

Page 3: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 14

V: Por nuestro obispo N. R: Te rogamos, óyenos. V: Por todos los consagrados, especialmente los que están viviendo una crisis R: Te rogamos, óyenos. V: Por las jóvenes que se preparan a la Vida Religiosa R: Te rogamos, óyenos. V: Por aquellos que necesitan más tu gracia: R: Te rogamos, óyenos. V: Por quienes están alejados de ti: R: Te rogamos, óyenos.

Oración. Oh, Jesús, Eterno Sacerdote, no dejes de enviar nuevos sacerdotes y consagrados a tu Iglesia, pastores según tu corazón. Necesitamos ministros de tu gracia y de tu amor. Ellos nos consuelan en tu nombre, alimentan nuestra esperanza, robustecen nuestra fe, aumentan nuestro amor; los necesitamos, Señor, porque te necesitamos a ti, porque necesitamos tu amor; no nos dejes solos, Señor. Envía obreros a la mies del mundo; envía pescadores que nos atrapen en las redes de tu misericordia; Envía, te lo rogamos con humildad y confianza, pastores según tu corazón. La mies es mucha, los obreros pocos: envía, Señor, obreros a tu mies.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

12. ORACIÓN A LA VIRGEN POR LAS VOCACIONES

María, humilde sierva del Altísimo, el Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad. Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso: has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel te anunció

el proyecto divino de la salvación. Has sido sierva del Hijo, dándole la vida y

permaneciendo abierta al misterio. Has sido sierva de la Redención,

"permaneciendo' valientemente al pie de la Cruz, junto al Siervo y Cordero sufriente, que se inmolaba por nuestro amor. Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés y con tu intercesión

continúas generándola en cada creyente, también en estos tiempos nuestros, difíciles y atormentados.

A Ti, joven Hija de Israel, que has conocido la turbación del corazón joven ante la propuesta del Eterno, dirijan su mirada

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 3

Paz y Bien, queridas Hnas. Jesús, como Buen Pastor nos invita a mirar la realidad y comprender la necesidad de orar más por las vocaciones para trabajar por Su Reino, en particular vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Nosotras, como Hijas de la Misericordia, convencidas del poder de la oración, asumimos esta realidad que nos toca vivir y rogamos Dios nos mire con bondad y misericordia y nos bendiga con el

florecimiento de nuevas y santas vocaciones y nuestra perseverancia. Pidamos al Espíritu Santo, por intercesión de Santa María, Madre de Dios nos anime en nuestra vocación, en nuestro seguimiento a Jesús como Hijas de la Misericordia y para que los jóvenes vivan su verdadera vocación.

Que las palabras de nuestra Madre Fundadora, Beata María de Jesús Crucificado Petković nos anime a seguir orando por esta intención:

“Debemos conservar en nuestra alma la fe viva para que nos guíe y fortifique durante nuestra vida.

A las almas de fe viva, nuestro Señor elige para grandes cosas”. (Roma, 4-XI-1960)

“Nuestra preocupación debe ser amar a Dios con

toda nuestra alma y con todo nuestro corazón. Por su amor debemos procurar conseguir las vocaciones

religiosas, el amor nos debe empujar para procurar por todos los medios las vocaciones, una que tiene amor a

Dios habla siempre de este amor a otras porque quiere que otras lo amen tanto o más que ella.

Cuando yo era pequeña, quería hacerme religiosa de clausura, pero de otra parte sentía la voz de Jesús para sacrificarme por las almas y nuestro Obispo

Page 4: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 4

Cofundador me decía que no debía enterrar los talentos que Dios me había dado, sino que los debía desarrollar, porque El me tenía designada para otra cosa y a esta

llamada de Dios y en Su Nombre empecé a trabajar para su amor. Después claramente Jesús me demostró que El

quiere fundar esta Congregación como obra de Su amor Y DE MISERICORDIA”. (02-01-1957)

“Fuimos llamadas por Dios desde la eternidad para que trabajemos por Él y para Su mayor Gloria

de modo que otros también lo puedan conocer y amar, por eso vamos por todo el mundo donde la Santa

Obediencia nos pone a trabajar para glorificar a Dios y por la querida Congregación, porque nuestra

Congregación está consagrada para propagar la Gloria de Dios y el Amor de Dios y obtener la propia santificación. Una que entró con recta intención dice: "El amor a Jesús

es mi vida" y cuando viene algún contratiempo, humillación o adversidad, no se abate, sino se goza porque se apoya en Cristo, pero si una no ama de verdad a Jesús

en estas pruebas del Señor se abate y entristece y se le debe mandar a casa porque no entró con recta

intención y no ama verdaderamente a Jesús, porque como Jesús mismo dice: "Muchos son los llamados

más poco los elegidos". (Roma, 2-I-1957)

“Para que podamos trabajar y salvar la humanidad

debemos procurar de aumentar las vocaciones religiosas y formar miembros útiles y capaces para la Congregación.

Amadas hijas mías, busquemos vocaciones para que puedan proseguir con los trabajos y guiar las almas para

la salvación eterna”. (Roma, 26 - XII – 1960)

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 13

V: A las almas a ti consagradas: R: Aumenta su caridad, Señor. V: A los jóvenes que dudan de tu llamada: R: Dales certeza, Señor. V: A quienes sienten tu llamado desde niños: R: Acompáñalos, Señor. V: A los seminaristas: R: Dales perseverancia, Señor. V: A los sacerdotes que sufren tentación: R: Dales tu fuerza, Señor. V: A los sacerdotes celosos: R: Enciéndelos más en tu amor, Señor. V: A los sacerdotes tibios: R: Dales tu santidad, Señor. V: A los sacerdotes tristes: R: Consuélalos, Señor. V: A los sacerdotes que sienten soledad: R: Sé tú su compañía, Señor. V: A los sacerdotes misioneros: R: Infúndeles tu celo, Señor. V: A los sacerdotes jóvenes: R: Impúlsalos a buscar tu gloria, Señor. V: A los sacerdotes ancianos: R: Sostenlos en tu servicio, Señor. V: A los sacerdotes difuntos: R: Dales tu gloria, Señor. V: La mies es mucha; los obreros pocos: R: Envía, Señor, obreros a tu mies. V: Por el Santo Padre, ... R: Te rogamos, óyenos. V: Por los pastores de tu Iglesia: R: Te rogamos, óyenos.

Page 5: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 12

10. ORACIÓN

¡Oh Jesús, Redentor y Hermano mayor nuestro! Por tu Sangre divina, por tus trabajos y sufrimientos,

por tu Pasión y acerba muerte, escúchanos y concede lo que te pedimos, dándonos muchos y dignos sacerdotes.

Envíanos sacerdotes santos, sacerdotes llenos de fervor,

que sean según tu Corazón. Para ello mueve la voluntad de los padres,

a fin de que entreguen para ti sus hijos; despierta la caridad de los que tienen bienes de fortuna,

para que te den algo de lo que Tú mismo les has dado; haz entender a todos que la Iglesia vive por sus ministros

y que no pueden hacer obra mejor que ayudarla para que Ella nos dé santos sacerdotes.

Corazón Inmaculado de María, Esperanza nuestra,

glorioso San José Padre nutricio del Salvador, y todos los Ángeles y Santos de Dios,

intercede para que seamos dignos de recibir los sacerdotes que necesitamos. Así sea.

11. LETANÍAS POR LAS VOCACIONES Señor te piedad Cristo ten piedad Señor ten piedad Dios Padre Todopoderoso. Ten piedad de nosotros Cristo, Hijo del Eterno Padre. Ten piedad de nosotros Espíritu Santo Consolador. Ten piedad de nosotros Trinidad Santa, un solo Dios. Ten piedad de nosotros

V: La mies es mucha; los obreros pocos: R: Manda, Señor, obreros a tu mies. V: Tú que te compadeciste de las multitudes que carecían de pastor: R: Manda, Señor, obreros a tu mies. V: A los jóvenes que entienden tu llamada: R: Dales generosidad, Señor.

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 5

“El alma que verdaderamente ama a Dios, trabaja y procura con todos los medios y esfuerzos

de conquistarle almas para que ellas también lo amen y sirvan con fidelidad”

(31. V. 1942)

“Jesús mira todo los momentos de nuestra vida, toda nuestra fuerza, todo nuestro amor.

¡h! si tuviéramos esa levadura, cuanto hubiéramos trabajado para las vocaciones para la gloria de Dios.”

(Caseros, 9-XI-1947)

Para el progreso de cada una y de la Congregación religiosa, lo más necesario es el espíritu, es decir el

verdadero espíritu religioso: ESPIRITU DE AMOR Y HUMILDAD,

ESPIRITU DE OBEDIENCIA Y SUMISION. Si este espíritu reinase en la Congregación, entonces

seguro las Constituciones se cumplirían fiel y puntualmente, Jesús será contento y Su espíritu

será en nosotras y con nosotras, nos mandará vocaciones, y la bendición del Señor descenderá obre la

Congregación. (Caseros, 24-I-42)

“Es necesario comenzar algo con las nuevas vocaciones aquí.

Por eso mandé una Postulante con vosotras y ahora traigo conmigo una Novicia para que podamos

enseguida comenzar esta obra. Que cada una se preocupe, piense

y me venga a decir cómo se podría hacer para conseguir pronto

nuevas vocaciones; (Caseros, 22 - V–40, su primera visita a América

Latina)

Page 6: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 6

1. ORACIÓN DE INTERCESIÓN

Trinidad Santa del Amor, Tú elegiste a María de Jesús Crucificado

Petković, como tu hija predilecta. Haz que al honrarla en los altares,

con su ejemplo e intercesión podamos fortalecer nuestro deseo de

servirte.

A tu amor consagramos: nuestra Patria y nuestras familias, de modo especial los

niños y los jóvenes, los que están enfermos y los que viven solos.

Te pedimos que nos ayudes a crecer en la fe, nos animes en la esperanza, que nos unas cada vez más en el

Amor. y nos bendigas con nuevas y santas vocaciones. Queremos ser anunciadores del Evangelio

en comunión de Paz y Bien. Amén.

2. ORACIÓN

Oh Dios, Padre bueno y rico en Misericordia, que nos salvaste por medio de la Cruz de tu Hijo Jesucristo;

por los méritos de la Beata María de Jesús Crucificado Petković, enciende en nuestros corazones, el fuego de tu amor

para que te amemos sobre todas las cosas y amemos también a nuestros hermanos en la caridad de Cristo. El es Dios y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,

por todos los siglos de los siglos. Amén.

3. OFRECIMIENTO (Compuesto por la Madre, Beata María

Petković)

Jesús, te ofrezco mi corazón, para que te ame solamente a ti, Amor Mío. ¡A ti, solamente a ti, lo he ofrecido, a ti

para siempre! Te ofrezco mis pensamientos y mi

cerebro, para que piense sólo en ti y en todo, te contemple a ti.

Te ofrezco mi lengua, para sólo de ti

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 11

sueño de salvación, me uno en oración con toda la Iglesia,

para invocar tu acción salvadora, ofrecerte nuestra realidad y nuestra vida,

agradecerte por la vocación que me has concedido pedir por las situaciones más apremiantes de nuestro entorno.

A ti, que eres la “piedra angular” sobre la que se edifica nuestra Iglesia, te encomiendo al Papa, a los obispos, a los sacerdotes,

a las personas que han consagrado su vida a seguirte, a todos los bautizados, que seamos comunidades edificadas sobre

ti, abiertas a los demás, en las que reine la fraternidad, la colegialidad, la comunión, la esperanza y la alegría.

Tú nos conoces bien; sabes lo que vivimos y lo que padecemos, conoces lo que nos duele y lo que necesitamos.

Hoy te presento a todo tu pueblo, la realidad compleja que vivimos, el hambre de Dios de mucha gente,

la soledad en que muchos se encuentran. Por ello, suscita en medio de tu pueblo

nuevos discípulos y misioneros para el anuncio de tu Amor y Misericordia.

Tú eres mi Dios y Señor, el Buen Pastor, que das la vida y sigues llamando.

Te pido que inspires en nuestras comunidades gestos misericordiosos y palabras oportunas

ante situaciones de sufrimiento y que surjan personas con deseos de consagrarse a Ti.

Te doy gracias por las Vocaciones, gracias por las personas que has llamado

y llamas a dar la vida, como haces tú, para los demás.

Te pido a ti, el Dueño de la mies, para que sigas llamando a más

trabajadores que con generosidad y amor se consagren al Reino,

para hacer presente a Jesús, Buen Pastor, en la Iglesia,

para el mundo; apasionados por ti, Dios de la vida, y por

la vida de la humanidad. Amén

Page 7: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 10

consagradas en la vida religiosa y a los apóstoles y laicos. Concede fortaleza y perseverancia en su vocación

a quienes se preparan al sacerdocio o a la Vida Religiosa. Vuelve también hoy tu mirada hacia la juventud e

invítala a seguirte, y concédele prontitud y generosidad para escucharte y la fuerza de dejarlo todo

para seguir tu llamada. Perdona la no correspondencia

y las infidelidades de aquellos que has escogido. Te lo suplicamos en el nombre de Jesucristo

Nuestro Señor. Amén.

9. ORACIÓN

Padre de bondad, que nos has regalado la vida y nos has llamado por el nombre;

que nos has llamado a ser tus hijos y a crecer en tu amistad; que nos has invitado a compartir tu misma felicidad y

a colaborar contigo.

Nuestro mundo necesita hoy hombres y mujeres que sepan vivir y dar testimonio de su fe en Jesucristo,

allí donde se encuentren. Señor, que haya laicos comprometidos que,

viviendo en medio de nosotros, trabajen por la construcción de un mundo mejor.

Porque creemos que se puede vivir la vida de modo diferente a como estamos acostumbrados a verla todos los días.

Elige, Señor, religiosos y religiosas que, entregados totalmente Ti, nos enseñen que tú, Jesús,

eres lo más importante de la vida. Somos tus discípulas, no podemos caminar solas,

necesitamos quienes nos reúnan en torno a ti nos ayuden a seguirte.

Mándanos, Señor, sacerdotes que alienten nuestro caminar, nos ofrezcan tu palabra, tu perdón y tu pan del cielo.

Padre bueno, cuenta con nuestra humilde colaboración

si en algo te somos útiles para que se haga realidad tu

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 7

hable, te dé gracias y te alabe. Te ofrezco mis manos,

para que trabajen sólo para ti, tómalas a tu servicio. Te ofrezco mis pies,

para que sólo caminen a tu encuentro y por ti viajen.

Toma mi libertad, mi voluntad, mis deseos; te entrego todo: dirige tú mismo mi alma y mi

vida. Soy toda tuya. Amén.

4.- ORACIÓN POR LAS VOCACIONES (Benedicto XVI)

Padre, haz que surjan entre los cristianos, numerosas y santas vocaciones al sacerdocio,

que mantengan viva la fe y conserven la grata memoria de tu Hijo Jesús mediante la predicación de su palabra y l

a administración de los Sacramentos con los que renuevas continuamente a tus fieles.

Danos santos ministros del altar,

que sean solícitos y fervorosos custodios de la Eucaristía, sacramento del don supremo de Cristo

para la redención del mundo. Llama a ministros de tu misericordia

que, mediante el sacramento de la Reconciliación, derramen el gozo de tu

perdón.

Padre, haz que la Iglesia acoja con alegría las numerosas inspiraciones del

Espíritu de tu Hijo y, dócil a sus enseñanzas, fomente vocaciones al

ministerio sacerdotal y a la vida consagrada.

Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos, a los consagrados y a todos

los bautizados en Cristo para que cumplan fielmente su misión al servicio del Evangelio. Te lo pedimos por Cristo

nuestro Señor. Amén.

Page 8: Orando por las Vocaciones...Envía Señor obreros a tu campo Pág. 16 “Maestro, ¿Dónde vives? rogad, pues, al Señor de la mies Vengan y lo verán. (Jn, 1,38-39) Envía Señor

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 8

5. SEÑOR, DANOS VOCACIONES

¡Oh Jesús! Pastor eterno de las almas, dígnate mirar con ojos de misericordia a tu

pueblo amado. ¡Señor! danos vocaciones,

danos sacerdotes, religiosos y consagrados santos.

Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María tu dulce y Santa Madre.

¡Oh Jesús!, danos sacerdotes, religiosos y consagrados según tu corazón.

San Juan Pablo II

6. ORACIÓN VOCACIONAL 1

Padre bueno, en Cristo tu Hijo nos revelas tu amor, nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad

de descubrir en tu voluntad los rasgos de nuestro verdadero rostro.

Padre santo, Tú nos llamas a ser santos como tú eres Santo. Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia

ministros y apóstoles santos que, con la palabra y los sacramentos,

preparen el camino para el encuentro contigo.

Padre Misericordioso da a la humanidad descarriada, hombres y mujeres que, con el testimonio de una

vida transfigurada a imagen de tu Hijo, caminen

alegremente con todos los demás hermanos y hermanas hacia la patria

celestial.

Padre nuestro, con la voz de tu Espíritu Santo, y confiando en la materna intercesión de María, te

pedimos ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes, que

sean valientes testimonios de tu infinita bondad. ¡Amén!

San Juan Pablo II

Envía Señor obreros a tu campo Pág. 9

7. ORACIÓN VOCACIONAL 2

Hijo de Dios, enviado por el Padre a los hombres de todos los tiempos y

de todas las partes de la tierra, te invocamos por medio de María,

Madre tuya y Madre nuestra: haz que en la Iglesia

no falten las vocaciones, sobre todo las de especial

dedicación a tu Reino.

Jesús, único Salvador del hombre, te rogamos por nuestros hermanos y

hermanas que han respondido "sí" a tu llamada al sacerdocio,

a la vida consagrada y a la misión. Haz que su existencia se renueve de día en día,

y se conviertan en Evangelio vivo.

Señor Misericordioso y Santo, sigue enviando nuevos obreros a la mies de tu Reino.

Ayuda a aquellos que llamas a seguirte en nuestro tiempo: haz que, contemplando tu rostro,

respondan con alegría a la estupenda misión que les confías para el bien de tu pueblo y de todos los hombres.

Tú, que eres Dios, y vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo

por los siglos de los siglos. Amén. San Juan Pablo II

8. ORACIÓN

Señor Dios, Padre Celestial:

la mies es mucha y los obreros pocos. Envía obreros para tu mies.

Envíanos muchos y santos evangelizadores que anuncien tus mensajes a todas las gentes.

Recibe nuestro agradecimiento por las vocaciones que por medio de ti, de tu Espíritu Santo,

regalas continuamente a tu Iglesia. Te suplicamos que llenes de santidad a los sacerdotes y misioneros, a las personas

y mi corazón para pedirte nuevas y santas

vocaciones