operacion aldebaran r-006 nº079 - mas alla de la ciencia - vicufo2

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r)6 ÉlK' NVENTARo M)r ü {} H Alfinal de la Primera Guerra Mundialflorecieron sociedades se- crctas que habrían de marcar la futura ideología hitleriana y lle- var a los alemanes en pos delsueño de una raza superior capaz de dominar el mundo, y cuyos miembros serían equiparables a seres legendarios que, según creían los nazis, habitaban -y ha- bitarían aún- en ciudades subterráneas. La búsqueda de estas civilizaciones perdidas llevó a arqueólogos nazis a recorrer el planeta y emprender fantásticas aventuras, tanto en el campo de la tecnología como en elde la exploración geográfica. A la izquierda, el libro de Renato Vesco y David H. Chlldress "OVN/s hechos por el hombre entre 1944 y 1994". Al lado, ob7'etos voladores dlseñados durante el lll Reich. En la parle supeior, primer avión de despegue vertical del mundo, hecho por los alemanes; debajo, prototipo lripulado- de lo que luego sería la bomba volante V-l . No079 L fin de la Primera Guerra Mun- dial trajo la división ficticia de Europa, pactada en Versalles. Alemania sufrió el peor revés político y económico de su historia y tuvo que aceptar unas condiciones muy duras en elTratado. Por otra parte, el tema de los nacionalismos quedó una vez más sin abordar y en Alema- nia las ideas de recuperación de la gloria perdida empezaron a proliferar con las consecuencias que todos co- nocemos. En este ambiente que evo- caba con nostalgia los héroes mitoló- gicos florecieron dos sociedades se- cretas: la Sociedad Vrily la Sociedad de Thule,las cuales habrían de pro- porcionar en el futuro a la Alemania hitleriana la base ideológica necesa- ria para extender el reinado de terror que llevó luego al exterminio a millo- nes de inocentes. Y es que ambas ri- valizaron entre durante años, alen- tando el mito de los arios alemanes como raza superior que iba a domi- nar el mundo. Y así, mientras la Sociedad de Thule basaba su filosofía y doctrina en el convencimiento de la existencia de un continente perdido en las zo- nas árticas, el objetivo principal de la Sociedad de Vril era investigar los orí- genes de la raza aria y la forma de estimular las capacidades mágicas dormidas en su sangre y así conver- tirla en un vehículo de poderes so- brehumanos. Hay que decir que la inspiración principal de los vrilianos tenía su origen en la obra del rosa- cruz inglés Bulwer Lytton, The Co- ming Race (La raza venidera), en cuyo libro el autor hace una descripción novelada de los secretos que habría aprendido durante su propia inicia- ción y habla de la existencia de una raza -los Vril-ya- con facultades para- normales excepcionales y que tenían sus ciudades bajo tierra. En cualquier caso, ambas socie- dades compitieron entre sí durante más de una década lanzando al aire todo tipo de dispositivos circulares, algunos de los cuales empleaban [[ 4 orío Ortische, fomoso médium y m¡embro de lo sociedod secreto qlemono Vril, osegurobo recibif medionte escr¡turo outomótico, menso¡es redoctodos en sumerio que proveníon de uno civilizoción olienígeno hobitonte del sistemo solor de Aldeborón.

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r)6ÉlK'

NVENTARo

M)r ü

{} HAlfinal de la Primera Guerra Mundialflorecieron sociedades se-crctas que habrían de marcar la futura ideología hitleriana y lle-var a los alemanes en pos delsueño de una raza superior capazde dominar el mundo, y cuyos miembros serían equiparables aseres legendarios que, según creían los nazis, habitaban -y ha-bitarían aún- en ciudades subterráneas. La búsqueda de estascivilizaciones perdidas llevó a arqueólogos nazis a recorrer elplaneta y emprender fantásticas aventuras, tanto en el campode la tecnología como en elde la exploración geográfica.

A la izquierda, el libro de Renato Vesco y David H. Chlldress "OVN/s hechos por el hombre entre 1944 y 1994". Al lado, ob7'etosvoladores dlseñados durante el lll Reich. En la parle supeior, primer avión de despegue vertical del mundo, hecho por los alemanes;

debajo, prototipo lripulado- de lo que luego sería la bomba volante V-l .

No079

L fin de la Primera Guerra Mun-dial trajo la división ficticia deEuropa, pactada en Versalles.

Alemania sufrió el peor revés políticoy económico de su historia y tuvoque aceptar unas condiciones muyduras en elTratado. Por otra parte, eltema de los nacionalismos quedóuna vez más sin abordar y en Alema-nia las ideas de recuperación de lagloria perdida empezaron a proliferarcon las consecuencias que todos co-nocemos. En este ambiente que evo-caba con nostalgia los héroes mitoló-

gicos florecieron dos sociedades se-cretas: la Sociedad Vrily la Sociedadde Thule,las cuales habrían de pro-porcionar en el futuro a la Alemaniahitleriana la base ideológica necesa-ria para extender el reinado de terrorque llevó luego al exterminio a millo-nes de inocentes. Y es que ambas ri-valizaron entre sí durante años, alen-tando el mito de los arios alemanescomo raza superior que iba a domi-nar el mundo.

Y así, mientras la Sociedad deThule basaba su filosofía y doctrina

en el convencimiento de la existenciade un continente perdido en las zo-nas árticas, el objetivo principal de laSociedad de Vril era investigar los orí-genes de la raza aria y la forma deestimular las capacidades mágicasdormidas en su sangre y así conver-tirla en un vehículo de poderes so-brehumanos. Hay que decir que lainspiración principal de los vrilianostenía su origen en la obra del rosa-cruz inglés Bulwer Lytton, The Co-ming Race (La raza venidera), en cuyolibro el autor hace una descripciónnovelada de los secretos que habríaaprendido durante su propia inicia-ción y habla de la existencia de unaraza -los Vril-ya- con facultades para-normales excepcionales y que teníansus ciudades bajo tierra.

En cualquier caso, ambas socie-dades compitieron entre sí durantemás de una década lanzando al airetodo tipo de dispositivos circulares,algunos de los cuales empleaban

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orío Ortische, fomoso médium y m¡embro de losociedod secreto qlemono Vril, oseguroborecibif medionte escr¡turo outomótico,menso¡es redoctodos en sumerio que proveníonde uno civilizoción olienígeno hobitonte delsistemo solor de Aldeborón.

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fuentes de energía alternativas. Alparecer, la meta de los científicos dela sociedad de Vril era enviar unanave de más de 100 toneladas a laestrella Aldebarán, a unos 68 años-luz de distancia de la Tierra.

UT.¡A TVIÁOUINA DEL T¡EMPOPARA LLEGAR A LAS ESTRELLAS

Pero centremos los hechos. Cuen-ta la historia -¿o pertenece a la le-yenda?- que a finales de 1919 ochomiembros escogidos de ambas so-ciedades se reunieron en una vieja

casa de caza cerca de la localidadde Berchtesgarten con la intenciónde establecer contacto mediúmnicocon seres de otra constelación. Unosmeses antes, María Ortische, famo-sa médium y miembro de ambas so-ciedades, aseguraba haber recibidouna serie de mensajes, unos en su-merio y otros en el código secreto delos templarios. De la traducción delos textos, redactados por la mismaMaría mediante escritura automática,se dedujo que provenían de una civi-lización alienígena que vivía en el sis-tema solar de Aldebarán, en la cons-

A la izquierda, imágenesdel prototipo alemán delDM 1, posible precursordel avión invisiblenofteamericano Stealth,al que también podemosver en las fotos inferiores.Debajo, añículo británicopublicado en 1942preguntándose si esanave circular era unnuevo prototipo secretoalemán; a su derecha, eldisco diseñado por elequipo de Ballenzo,Schriever y Miethe.

telación de Tauro. De ahí el motivode la reunión conjunta. Aquella no-che los presentes querían establecerun nuevo contacto para conseguirmayor información. En concreto,querían saber cómo construir unamáquina del tiempo que los trans-portara al lugar de origen de losmensajes. Poco trascendió de loocurrido en aquella reunión, aunquese sabe que durante cerca de dosaños estuvieron trabajando con unamáquina de las características pre-tendidas -plan llamado Operación Al-debarán- y que, de alguna manera,ese proyecto tuvo algo que ver conef desarrollo de la Unidad Motriz Vrilde Levitacíón, pieza fundamental enla fabricación de las primeras navescirculares. Se dice que, a principiosde 1924,|a máquina fue desmontaday sus piezas cuidadosamente alma-cenadas en un lugar desconocidodel sur de Alemania, quizás en la fá-brica de aviones Messerschmidt deAuchberg.

ENEBGíAS ECOLÓGICAS ALSERVICIO DEL PODER

En el camino hacia la dominacióndel mundo había en aquellos mo-mentos un obstáculo importante pa-ra Alemania: su dependencia del pe-tróleo extranjero. Y para llegar a. serautónoma, Alemania tenía que bus-car fuentes de energía alternativa.Esta necesidad y preocupación pu-do verse reflejada en el discurso queRudolf Hess dirigió, en 1923, a es-tudiantes de la Universidad de Mu-nich. En él hablaba de los dos prin-cipios fundamentales que influyensobre la materia y los acontecimien-tos -la creación y la destrucción,"determinantes a la hora de aplicar la

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tecnología". Poco podía imaginarHess que en aquella conferencia sehallaba entre los oyentes VíctorSchauberger, un científico próximoa los vrilianos que sostenía precisa-mente que las ideas mantenidas enaquel tiempo por los políticos sobrela propulsión eran erróneas.

Shauberger, del que se puede de-cir que ha sido el primer ecologistadel siglo, dio un enorme impulso alarsenal armamentístico alemán. Perotodos sus inventos fueron encamina-dos a hallar una tecnología nuevaque no dependiera de la combustiónni de la destrucción de sustanciasque, inevitablemente, contaminan elmedio ambiente. Sus observacionessobre la armonía del universo y lageometría divina le llevaron a con-cluir que existen otras energías queno están basadas en la "explosión"sino en'la""implosión". Y fue atenién-dose a estas ideas como Schauber-ger diseñó las célebres máquinasvoladoras cuyos motores, iinpulsa-dos por electrogravitación, acabaronsiendo el origen de la fabricación deunos misteriosos aviones circularesque los nazis habrían usado clan-destinamente como arma de guerra.

El fundamento de la unidad depropulsión dependía, al parecer, dela creación de una zona de baja pre-sión atómica generada en segundospor la acción de agua o aire forza-dos a circular de manera radial yaxial bajo condiciones de un gra-diente decreciente de temperatura.

El hijo de Schauberger declararíaaños después a un canal de la televi-sión alemana que, en 1934, su padrefue invitado a mantener una reuniónsecreta con Adolf Hitler para expo-

ñrifu, a la izda., un objetoen formade disco persigue

aun bomba¡de¡o B 47, lnceya más de cuatenta años. A

su lado, imagen de losfamosas 'frn-fighters"

percig u iend o aviones aibdosdumnte la Segunda Guen-a

Mundial. Junto a estas' líneas, irnagen de uno de

estos presunfos 'fi:o-fighters" ¡toxdo en e/suelo.

En la pá9. sig., aniba, a laizda., emblema de la

sociedad de Thule; as ladoy debaio, ob¡'efos voladores

alemanes de la serieHaunibu ly ll.

ner precisamente sus nuevas ideaspara la construcción de este tipo deaviones. Parece ser que la conversa-ción fue un éxito rotundo y Schau-berger recibió la aprobación paradesarrollar una serie de "discos vo-lantes" (aviones circulares); algo quehizo entre 1934 y 1945.

EL IMPERIO SUMER¡O DEALDEBARÁN

Al finalizar la Segunda GuerraMundial, Schauberger y su hijo vivie-ron un tiempo en Estados Unidos,concretamente en Texas, donde secree que trabajaron para el Gobiernonorteamericano en un proyecto con-fidencial relacionado con el temaOVNI.

Los miembros de la Sociedad deVril estaban convencidos de la au-tenticidad de los mensajes recibidosa través de María Ortische. Es im-portante señalar que del contenidode éstos se desprendía la existenciade un imperio sumerio formado por

los dos planetas que giran alrededorde Aldebarán, la estrella más brillan-te de la constelación Tauro. La pro-pia civilización sumeria que existióun día en la Tierra tendría, pues, ori-gen extraterrestre. Tesis apoyadapor el hallazgo arqueológico, en Me-sopotamia, de las llamadas "tablillasreales", en las cuales se dice que "elpoder real descendió a la Tierra des-de /os cielos".

Y, por otra parte, no hay que olvi-dar que el análisis de restos arqueo-lógicos y manuscritos de otras civili-zaciones, hallados en nuestro siglo,parece apuntar hacia el hecho deque la Tierra ha sido visitada esporá-dicamente desde hace milenios porseres superiores que hacen su apari-ción montados en vehículos no iden-tificados. También en algunos de loslibros sagrados de ciertas religionesse encuentran relatos con indiciosde estas visitas. Así, el profeta Eze-quiel habla en la Biblia de un dispo-sitivo volador compuesto por unarueda dentro de otra. Mientras queel Ramayana y el Mahabharata, lex-tos hindúes, mencionan unas máqui-nas voladoras llamadas Vimanas.

En cualquier caso, los arqueólo-gos y científicos del Tercer Reichdieron una gran importancia a estas"evidencias" de seres más civiliza-dos venidos del espacio; tanta, quellegaron a gastar más dinero en ex-pediciones arqueológicas que losnorteamericanos en la bomba atómi-

os octividodes y reun¡ones de lo Sociedod deVril porecen indicor que los mensoiesmediúmnicos recibidos por sus miembrosconteníon instrucciones poro conslru¡r los novescirculores desorrollqdos por el Tercer Reich enlos oños cuorenlq.

ca. Su búsqueda de vestigios de an-tiguas civilizaciones les llevó a viajarpor las selvas iberoamericanas, losdesiertos africanos, las montañasdel Tíbet e, incluso, a los polos, ras-

treando vestigios de antiguas civili-zaciones, reliquias de poder como elArca de la Alianza o la pueda de en-trada a ciudades subterráneas comoAgharta. Toda esta actividad arque-ológica proporcionaba a la Sociedadde Vril nuevos datos a contrastarcon los mensajes recibidos en suscomunicaciones mediúmnicas conAldebarán.

DISCOS VOLANTES Y AVIONESCIRCULARES

Todo indicaba que estos mensajescontenían las instrucciones necesa-rias para construir las naves circula-res desarrolladas por el Tercer Reichen los años cuarenta. Sin embargo,en 1941 la Sociedad de Thule empe-zó a lrabajar también en la fabrica-ción de un avión circular de despe-gue vertical. Ahora bien, mientras losproyectos de los vrilianos empleabanmétodos de propulsión alternativos,los de la Sociedad de Thule utiliza-ban propulsión convencional. Sinembargo, fue esta última sociedad laque, en 1941, empezó a desarrollarun avión circular de despegue vedi-cal. Alfin, tras superar los problemasiniciales, en 1945, el avión prototipo,llamado V-7, pasó las pruebas reali-zadas en el Báltico: en su primervuelo alcanzó una altitud de 78.000pies y en el segundo 80.000, todoello gracias a sus 12 motores BMW,modelo 028.

Entre tanto, y sin que los miém-bros de la Sociedad de Thule luvie'

ran conocimiento, los científicos de7r7 estaban pedeccionando una na-ve enorme, de propulsión electro-magnética, para vuelos interplaneta-rios. Esta nave podría llevar unacarga de hasta 100 toneladas, ade-más de decenas de hombres. Su re-alización estaba directamente rela-cionada con una reunión secreta dela Sociedad de Vril celebrada en laciudad costera de Kolberg, en elBáltico, en Diciembre de 1943. Nose sabe el contenido de las discusio-nes, mantenidas a puerta cerrada,pero era seguro que la Operación Al-debarán formaba parte esencial dela agenda. Al parecer, varias de lasmédiums con que contaba la Socie-dad de Vril habían obtenido nuevainformación sobre dicha operación.Aunque no se ha podido confirmar,se cree que Adolf Hitler y HeinrichHimmler sostuvieron una reunión aprincipios de Enero de 1944 paratratar los pormenores de la Opera-ción Aldebarán. Se asegura ademásque la nave interplanetaria diseñadapor la Sociedad Vril incorporaba tec-nología desarrollada en 1924 para su"máquina del tiempo" y se traslada-ría a Aldebarán empleando una ven-tana transdimensional, dentro de lacual la' nave alcanzaría velocidadessuperiores a la de la luz.

LOS ESCONDITES DEL TERCERREICH

Pero si es cierto que la Alemanianazi fabricaba tantos prototipos cir-culares, ¿qué sucedió con ellos al fi-nal de la guerra? Se han esparcidodiversos rumores al respecto. Lasmismísimas SS (cuerpo de élite hitle-riano) difundieron la hipótesis de laventana transdimensional para vol-ver en tiempo y espacio al imperiosumerio de Aldebarán. Esto apoyaríalas visiones de dioses que tuvieronlos reyes sumerios de la antigüedady que gracias a sus artesanos hanllegado hasta hoy, como se deducede los vestigios arqueológicos halla-dos en Mesopotamia. Pero hay otrashipótesis sugeridas desde el bandoaliado, que capturó mucha docu-mentación al término de la contien-da, ya que al parecer unos treintasubmarinos equipados con el nuevoequipo "Walter-Schnorkel" -que lespermitía permanecer sumergidos va-rias semanas- desaparecieron sindejar rastro y cuyo destino habríansido puedos argentinos o instalacio-nes alemanas en la Antártida. Seasegura que dentro de los submari-nos se encontrarían las piezas de losdistintos prototipos de avión circularutilizados por las dos sociedadessecretas mencionadas.

En una entrevista publicada enMÁS ALLA DE LA CIENCIA EN 1990al diplomático chileno Miguel Serra-

egún decloró rec¡entemente el hiio del científicoSchouberger o lo televisión olemono, en 1934su podre fue invitodo o uno reunión clondeslinocon Adolf Hitler en lo que rec¡bió permiso porofobricor uno ser¡e de "discos volonles" ooviones circulores, cuyo existencio siempre semonluvo en secrelo.

3bule,6 efelff6of

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conslru¡r uno móquino del tiempo que los

lronsporloro ol siitemo solor de Aldeborón, lugordesde donde supuestomente recibíon mensoies

mediúmnicos olgunos miembros de estq sociedod.

no, único superviviente del llamado"Círculo Hermético" que integrabajunto a Herman Hesse Y a Carl G.Jung, éste comentaría que, a los Po-cos días de haber concluido la bata-lla en Europa, se encontraron en Ar-gentina, en el Mar del Plata, doséubmarinos alemanes, Perdidos, sinarmamento, y tripulados por jóvenesveinteañeros. Según explicó Serrano,en el transcurso del interrogatorio alque fueron sometidos los militaresalemanes, uno de los caPitanes de-claró a los norteamericanos que for-maban parte de un convoy submari-no que se dirigía a la Antártida, hacialas tierras de la Nueva Suavia.

Y algo habría de cierto en la ver-sión proporcionada por este marinoalemán; porque, en caso contrario,no hubiera habido motivo para la "in-vasión" que los aliados realizaron enla Antártida al mando del almiranteByrd en 1946, aunque el obietivo de-clarado de la llamada OPerationHighjump lOperación Salto de Altural

fuera la circunnavegación costera de16.000 millas del continente antárticopara hacer nuevos mapas.

Así, para los investigadores Rena-to Vesco y David H. Childress, au-tores del libro "Man-Made UFOs1944-1994. Fifty Years of Suppres-sion", el objetivo de esta expediciónsigue siendo un misterio. Y es que -afirman- no deja de ser sosPechosoque una empresa de cartografía ne-cesitara trece buques, un portaavio-nes, catorce aviones de distintos ti-pos, helicópteros y 4.000 hombres.

Todo apunta, pues, hacia otros fac-tores desconocidos; e indican queprobablemente la intención real era lade encontrar la "máquina deltiempo"de la Socr'edad de Vn7 o alguna otrapieza de tecnología avanzada de losnazis. Elcaso es que, en pocos días Ytras perder muchos aviones, la OPe-raciótn Salto de Altura se interrumpióabruptamente. Otro asPecto delasunto que siembra dudas Y sospe-chas sobre su verdadera finalidad.Quién sabe. Quizás hallaran a los últi-mos militares de las Fueaas Armadasdel Tercer Beich. Aunque las suposi-ciones más osadas apuntan hacia unencuentro con los extraterrestres deAldebarán. El caso es que, segúnVesco y Childress, no mucho des-pués et almirante Byrd declarÓ a laprensa que si Estados Unidos se viera

htiba a ta izquierda, modelo de ovNt de schauberger, sirypltizalte de la .sociedadde Vit; debaio, presunta nave extratenestre según fotoEafía hecha por.mie.mbros de

b SoAedad'de'Vrit. En el centro, Vil<tor Schauberger, inventor de la UnidadElectrognvitacionat Vrit; a su derecha, obietos voladores diseriados por éste.

o sociedod secreto de Vril intentó durqnle oños

envuelto en una nueva guerra tendríaque contar con aviones que pudieranvolar de polo a polo. Como si hubieraquerido decir que los alemanes esta-ban instalados en esos Puntos delplaneta.'

Sea como fuere, el almirante BYrdvolvió posteriormente a la Antártidaen otra expedición. Y en esa nuevaocasión, según cuentan en su obraVesco y Childress, aunque disPoníade ocho meses y de fondos econó-micos ilimitados, regresó completa-mente derrotado en tan solo dos me-ses por un desconocido enemigo delque nunca se han dado datos. Ni quedecir tiene que de este episodio lasautoridades norteamericanas no handado un solo dato. En cualquier ca-so, este desastre llevó a quienes loconocieron a afirmar que en la Antár-tida había una civilización que emple-aba una tecnología muY avanzada,quizá alienígena. Y que, fuera quienfuera, lo que está claro es que se tra-taba de aliados delTercer Reich.

Por su pade, lvan BoYes, directorde la Socledad de lnvestigación dela Tierra Hueca, en Ontario (Canadá),

v corroborando en Parte toda estaóorprendente historia, afirmaría quedespués de la guerra los aliadosdescubrieron que más de 2.000científicos del Tercer Reich e ltaliahabían desaparecido, junto a casi unmillón de personas, Y que todosellos se habrían dirigido a algÚn lu-qar situado en el Polo Sur. Y, segÚnÉoyes, el objetivo del Almirante Byrdera encontrarlos.

¿Qué hay de verdad en todo ello?No lo sabemos. Pero quizás algúndía el misterio que rodea a la "OPe-ración Aldebarán" finalmente sedesvele...

Bobert Good¡nan

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