omentario, llamados por dios santa klara komunitatea · en pareja y el matrimonio, a otros los has...

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Lectura del santo evangelio según san LUCAS 5,1-11 En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: –Rema mar adentro, y echad las redes para pescar. Simón contestó: –Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes. Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra bar- ca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, tanto que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: –Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que esta- ban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mis- mo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: –No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 275 - 7 de FEBRERO de 2016 Comentario, Llamados por Dios La vocación crisana —sea al sacerdocio, al matrimonio, a la vida religiosa o al compro- miso crisano— es un misterio. Dios lleva la iniciava. Los primeros apóstoles. sencillos pescadores de Galilea. reciben la llama da de Jesús después de la pesca milagro- sa: «Seréis pescadores de hombres-. Jesús quiere que sus seguidores, además de creer en él. den tesmonio ■ anuncien a todos la buena nocia del amor y la sal- vación de Dios. Todos los crisanos tenemos «vocación», es decir. somos «llamados , por Dios para reali- zar una misión. Dios nos encomienda a cada uno una misión en esta vida. Dios nos llama a través de las circunstancias diarias. de la religiosidad de los padres. del ejemplo de los que nos rodean… La familia crisana (Iglesia domésca) juega un papel muy importante en el descubrimiento y la maduración de la llamada de Dios. SABIAS QUE ...Pesca mar de galilea. Cuando los pescadores del Mar de Galilea fae- naban durante la noche, sobre un soporte situado en la pr oa, encendían una hoguera para que su luz atrajese a los peces. Cuando daban con un banco de peces, recogían gran candad de pescado que conservaban en salazón y vendían en el «mercado del pesca-do» de Jerusalén. Par- te de la pesca he consumía frita en aceite. El pez u n ís grande y sabroso se denomi- na Pez de San Pedro», mide unos 30 ein y pesa medio kilo. Las barcas del Mar de Galilea ulizaban piedras huid as a una maroma como anclas. ORACION Señor, a veces nuestras manos se cansan del trabajo diario. No nos salen bien las cosas y el desánimo y el cansancio hacen mella en nuestras vidas. Señor, a veces se ocultan astros y estrellas y perde- mos el rumbo en medio de la noche. Mulplica nues- tros esfuerzos, y llena nuestras redes de alegría. Orienta nuestras vidas, da fuerza a nuestros pies pa- ra que nunca nos cansemos de pasar por esta vida fieles a tu llamada para hacer el bien.

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Page 1: omentario, Llamados por Dios SANTA KLARA KOMUNITATEA · en pareja y el matrimonio, a otros los has llamado a la vida consagrada a la animación de las comunidades en la fe, o al servicio

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 5,1-11 En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: –Rema mar adentro, y echad las redes para pescar. Simón contestó: –Maestro, nos hemos pasado la

noche bregando y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes. Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra bar-ca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, tanto que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: –Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que esta-ban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mis-mo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: –No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor

COMUNIDAD DE SANTA CLARA

SANTA KLARA KOMUNITATEA

Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com

DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 275 - 7 de FEBRERO de 2016

Comentario, Llamados por Dios La vocación cristiana —sea al sacerdocio, al matrimonio, a la vida religiosa o al compro-miso cristiano— es un misterio. Dios lleva la iniciativa. Los primeros apóstoles. sencillos pescadores de Galilea. reciben la llama da de Jesús después de la pesca milagro-sa: «Seréis pescadores de hombres -. Jesús quiere que sus seguidores, además de creer en él. den testimonio ■ anuncien a todos la buena noticia del amor y la sal-vación de Dios.

Todos los cristianos tenemos «vocación», es decir. somos «llamados, por Dios para reali-zar una misión. Dios nos encomienda a cada uno una misión en esta vida. Dios nos llama a través de las circunstancias diarias. de la religiosidad de los padres. del ejemplo de los que nos rodean… La familia cristiana (Iglesia doméstica) juega un papel muy importante en el descubrimiento y la maduración de la llamada de Dios.

SABIAS QUE ...Pesca mar de galilea. Cuando los pescadores del Mar de Galilea fae-naban durante la noche, sobre un soporte situado en la proa, encendían una hoguera

para que su luz atrajese a los peces.

Cuando daban con un banco de peces, recogían gran cantidad de pescado que conservaban en salazón y vendían en el «mercado del pesca-do» de Jerusalén. Par-te de la pesca he consumía frita en aceite. El pez unís grande y sabroso se denomi-

na Pez de San Pedro», mide unos 30 ein y pesa medio kilo. Las barcas del Mar de Galilea utilizaban piedras huid as a una maroma como anclas.

ORACION

Señor, a veces nuestras manos se cansan del trabajo diario. No nos salen bien las cosas y el desánimo y el cansancio hacen mella en nuestras vidas.

Señor, a veces se ocultan astros y estrellas y perde-mos el rumbo en medio de la noche. Multiplica nues-tros esfuerzos, y llena nuestras redes de alegría.

Orienta nuestras vidas, da fuerza a nuestros pies pa-ra que nunca nos cansemos de pasar por esta vida fieles a tu llamada para hacer el bien.

Page 2: omentario, Llamados por Dios SANTA KLARA KOMUNITATEA · en pareja y el matrimonio, a otros los has llamado a la vida consagrada a la animación de las comunidades en la fe, o al servicio

HOMILIA DE ESTE DOMINGO

Tres nombres propios ..Las lecturas de este domingo tienen tres nombres principales

de referencia: Isaías (1ª lectura), Pablo (2ª lectura) y el apóstol Pedro en el evangelio.

Nos encontramos con un denominador común: son textos vocacionales, es decir textos

que nos relatan cómo cada uno de estos tres hombres respondió a la llamada de Dios.

Es muy significativo que ninguno de los tres se consideró así mismo digno de recibir

esa llamada. En el caso del profeta Isaías, él mismo confiesa que es un «hombre de

labios impuros». Pablo nos dice en la segunda lectura que «no soy digno de llamarme

apóstol» y por último Pedro le dirá a Jesús: «Apártate de mí Señor que soy un peca-

dor». Se deduce que estos hombres sabían de sus limitaciones y consideraban que no

eran dignos de servir a Dios.

Jesús a las orillas del lago de Genesaret El Evangelio nos relata los primeros pasos de la

predicación de Jesús. Esta se desarrolla, en este caso, a cielo abierto, en las orillas del

lago de Genesaret. Y precisamente ahí empieza Jesús a predicar la Palabra. Una vez

que ha acabado de predicar a la multitud Jesús se concentra en aquel hombre que era

propietario de la barca, Simón, y le pide que se adentre en el mar para reanudar la pes-

ca. La sorpresa de Simón es palpable, pero sin darle tiempo a que se explique Simón

hace un acto de fe en la persona de Jesús. «Puesto que Tú lo dices» A Simón Pedro le

podrían haber surgido mil interrogantes: ¿pero, por qué me pide el Maestro que vuel-

va a pescar?, ¿acaso no se ha dado cuenta de que nuestras redes están vacías y no he-

mos pescado nada? En cualquier caso esto no lo sabemos; lo que sí nos dice el texto es

que Pedro se fio de Dios. Y aquí tenemos una bonita lección. Aparcar las cosas de nues-

tro «yo» y abrirnos sin condiciones a la voluntad de Dios. Siempre habrá una objeción

para ponerle a Dios: «es que soy joven», «es que ahora soy muy mayor », «es que aho-

ra tengo que atender a mi familia», «es que no soy digno». Este evangelio nos enseña

que nuestras dudas y tibiezas son nada cuando nos fiamos de Dios. No temas.

Después de la pesca milagrosa Pedro se postró ante Jesús diciéndole que no era digno

de Él. Jesús le responde: «No temas ». La repuesta de Pedro junto con sus compañeros

fue dejarlo todo y marcharse tras Jesús. Isaías, Pablo, Pedro, no eran dignos, Dios los

hizo dignos por puro amor. También a nosotros Dios nos llama, nos hace dignos, nos

capacita para la misión. Se trata de dejar a un lado nuestras cosas e irnos tras las hue-

llas de Jesús.

JESÚS, EL QUE CUENTA CON NOSOTROS El evangelio y la primera lectura de hoy –incluso la segunda- se encuentran en

un mismo mensaje: Isaías, Pablo y Pedro son llamados y enviados. Y todos

desde la debilidad, la misma debilidad que sienten los discípulos cuando Je-

sús, en la multiplicación de los panes, les invita: «Dadles vosotros de comer»…

Debilidad, pecado, impotencia y llamada cantan la misma melodía. Y la llama-

da sigue hoy también en nosotros, cosa que resaltamos y comentamos, actua-

lizándolo, en la misma homilía.

Acción de gracias

Te alabamos, Padre, y te damos gracias reconociendo que has derra-mado tu Espíritu sobre nosotros y nos has llamado, en el seno de la Iglesia, desde muchas y diferentes situaciones y con múltiples carismas para el bien común al servicio del Reino. Al algunos los has llamado para el amor en pareja y el matrimonio, a otros los has llamado a la vida consagrada a la animación de las comunidades en la fe, o al servicio de la coordinación en el presbiterado. Algunas personas saben sintonizar mejor con los niños, con los adolescentes o con los jóvenes y sirven como catequistas. También con los adultos y los mayores. Otras personas nos hacen sentirnos pueblo. Unas personas tienen capacidad para pensar y crear y otras saben cómo comunicar y enseñar. Unas tienen más sensibilidad para comprender a los demás: otras, la valentía de la denuncia profético. y hay quien nos ayuda en el discerni-miento espiritual. Te bendecimos porque con tantos y tan variados dones nos ayudamos los unos a los otros, nos complementamos para formar el grupo humano y la comunidad cristiana. Así, la diversidad tiende a la uni-dad y las diversas funciones a trabar un solo cuerpo.