{“interrogáos sobre lo que os indigna y escandaliza, y cuando lo hayáis descubierto,

tratad de averiguar qué podéis hacer concretamente para luchar contra ello”

Stéphane Hessel

Ocean WarriorESTACIÓN OCEANOGRÁFICAPARA PIRATAS ECOLÓGICOS

A R Q U I T E C T U R AUniversidad de Alicante

2002-2011

Rubén Bodewig BelmonteProyecto Final de Carrera

{SEA SHEPHERD CONSERVATION SOCIETY}La organización Sea Shepherd Conservation Society (conocida como Piratas Ecológicos por la serie Wha-le Wars), fundada en 1977 por el Capitán Paul Watson (considerado por The Guardian como una de las 50 personas que podrían salvar el mundo en el siglo XXI), se dedica a la lucha activa e intervencionista por la conservación de la fauna marina, cuya misión es acabar con la destrucción del hábitat y las matanzas en los océanos del mundo con el fin de proteger y conservar el ecosistema y las especies. Sus campañas se rigen por la Carta Mundial de las Naciones Unidas para la Naturaleza (1982) y otras leyes que protegen a las especies marinas y sus entornos.

Este proyecto plantea la creación de una red de bases marinas que proporcionen una infraestructura apropiada para las acciones de la SSCS, facilite y mejore la operatividad de sus campañas y proporcione alojamiento, refugio legal y producción de recursos a su flota, pudiendo enfrentarse tanto a los proble-mas actuales del océano como a los que se encontrarán en el futuro con mayor eficacia e independencia de las naciones en tierra firme.

Sus polémicas acciones y sabotajes contra operaciones ilegales han provocado que esta organización se califique de eco-terrorista en muchos países en los que la industria ilegal de ballenas, delfines, tiburones, focas, tortugas y sobrepesca conforma un gran lobby económico y cultural como sucede en Japón, Canadá, Islandia, Noruega…Sin embargo, su actividad nunca emplea la violencia ni las armas. Se dedican a interferir utilizando el ingenio y la obstaculización pacífica, ejerciendo de defensores de la legalidad establecida por la ONU.

La difusión de sus actividades está posibilitando que mucha gente les de su apoyo económico y se enrole en sus operaciones como voluntario. Las organizaciones ecologistas tratan de seguir su camino e incluso existen países como Ecuador, Estados Unidos, Australia… que confían en ellos para patrullar y colaborar con sus Guardias Costeras. Se están convirtiendo poco a poco en la nueva policía ecológica de los mares.

{PROGRAMA DE COMBATE OCEÁNICO}Este proyecto se enmarca en un futuro distópico donde hemos llegado a un nivel de destrucción tan grave del océano que es necesario defender este ecosistema de un modo mucho más efectivo. Para ello se propone crear un sistema de bases móviles que sirvan de ayuda a la Flota Neptuno de Sea Shepherd, y que permitan dar a su tripulación apoyo logístico y de suministros en el mar, evitando que tengan que realizar grandes rutas a puertos próximos o a su base en Seattle, y permitiéndoles realizar no sólo una labor de intervención en casos extremos, sino también de observación, control, recuperación y conser-vación de los ecosistemas marinos.

El programa de la base será el de un centro que combine alojamiento para la tripulación y el personal investigador, áreas de reparación y mantenimiento de la flota, laboratorios de investigación e innovación, centros de procesamiento de residuos y contaminación, centro de recuperación y rescate de fauna, e instalaciones de observación, producción de energía, granjas de algas y producción de agua dulce.

De este modo, se conseguirá establecer una mayor autonomía para la flota, mantenerla de un modo in-dependiente y alejada de las aguas territoriales de países hostiles, y facilitar la visita de la ciudadanía y las autoridades a los lugares donde se viven las principales crisis oceánicas para crear concienciación y llevar a cabo una labor de alfabetización ecológica ante un problema de semejante escala.

La materialidad de estas bases se basará en el aprendizaje del estudio de los patrones de la naturaleza y sus estructuras de crecimiento, sin embargo no será una traslación directa, pues no estarán sujetas a las mismas leyes, y por tanto esta generación de forma tendrá intención, función, estructura y técnica adaptadas a las necesidades de un diseño sostenible con la exigencia de un programa complejo, nómada y marino.

Guía de introducción al proyectoOcean Warrior: estación oceanográfica para Piratas Ecológicos

A01 // Aparición del conflicto: enemigos y aliados.A02 // Piratas ecológicos: táctica y reclutamiento.A03 // Mapa del tesoro: detección del lugar.B01 // Escenario marino: condiciones y respuestas.B02 // Estudio formal: de lo micro a lo macro.C01 // Estación oceanográfica: utopía pirata. // Nostromo: centro de mando. // Odisea: cuartel de combate. // Calypso: batallón de limpieza.D01 // Toolbox: Construcción y tecnologíaX01 // Bestiario: catálogo de arcologías.X02 // Bitácora del capitán: leyes del mar y escritos.X03 // Futuro distópico: un planeta agotado.X04 // Ideario pirata: ecología profunda.X05 // Sobrepesca y destrucción: muestras próximas.Z01 // Postales desde el futuro: un destino por escribir.

A - Programa

B - Formación

C - Bases

X - InfoZ - Futuro

D - Herramientas

A - Mapas B - DatosINTRO

{REVOLUCIÓN ECOLÓGICA}

Pertenezco a la generación que sucede a los primeros miembros de los movimientos ambientalistas nacidos en las décadas de 1960 y 1970. Crecimos bajo la doctrina de la ecología y la esperanza de ser quienes cambiaran el futuro y se enfrentaran a la destrucción del mundo tal y como se ha conocido hasta ahora; y hemos sido la generación más preparada y con mayor acceso a la tecnología e información de la historia de la humanidad. Hay quien nos considera una generación perdida sin referentes ni sueños, pero en lugar de haber heredado una gran carga hemos heredado una gran oportunidad, pues el escenario de crisis económica y crisis ecológica proporciona un marco idóneo para soñar con un nuevo futuro y concebirlo sin estar anclados a un sistema caduco.El inicio del siglo XXI está demostrando que las nuevas tecnologías, las redes sociales, la influencia de la propagación de la cultura, y la información de un modo libre sin censuras, están posibilitando una revolución silenciosa de aquellos que no aceptan este sistema impuesto.

“No practicamos la desobediencia civil. Wikileaks practica la obediencia civil, es decir, somos una organización que trata de hacer que el mundo sea más civilizado y actúa contra organizaciones abusivas que presionan en la dirección opuesta. (…) Para cambiar radicalmente el comportamiento de un régimen tenemos que pensar con claridad y audacia, porque si algo hemos aprendido es que los regímenes no quieren que los cambien. Tenemos que pensar más allá de lo que lo hicieron quienes nos han precedido y descubrir cambios tecnológicos que nos den valor para actuar de forma que nuestros antepasados no pudieron.” Julian Assange - Wikileaks.

“Nuestra capacidad para indignarnos puede y debe llevarnos a acciones constructivas, motivadas por el rechazo de la pasividad y de la indiferencia. Saber decir no. Denunciar. Protestar. Resistir. Indig-narnos. Desobedecer, en ocasiones, frente a lo que nos parece no legítimo y cercena las libertades y los derechos fundamentales. Saber decir sí. Actuar. Militar. Tomar parte en la “insurrección pacífica” que nos permita dar respuestas a un mundo que no nos conviene. En una palabra: comprometerse. Comprometerse significa abrirse al mundo que nos rodea. Supone decir, en contra del determinismo histórico, que existe algo que inventar. Es lo contrario del derrotismo y de la resignación.” Stéphane Hessel – Miembro redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Dentro de la revolución silenciosa que transformará el mundo, surge la ecología profunda como una rama reciente de la filosofía ecológica que considera a la humanidad una parte más de su entorno natural, propo-niendo cambios culturales, políticos, sociales y económicos para lograr una convivencia armónica entre los seres humanos y el resto de seres vivos. Establece ciertas normas que se apoyan en una visión de la naturaleza con una noción de la realidad y el lugar que ocupamos como individuos en el planeta. Considera que los seres humanos no tienen derecho a pasar por encima de la diversidad, únicamente para satisfacer sus necesidades vitales. Esta corriente de pensamiento es uno de los movimientos ambientalistas que más radicalmente se oponen al actual modelo de estructura global.

“La ecología profunda hace parte del nuevo paradigma, de una visión holística del mundo, en la que se pasa de la concepción del universo como máquina, a verlo como una red de relaciones, lo que implica pensamiento sistémico para su comprensión”. Fritjof Capra, físico.

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{CRISIS OCEÁNICA}

En el año 2011 nos encontramos en el momento crucial de decidir la dirección que tomará la humanidad en los próximos siglos. Es el mayor reto de nuestro tiempo: evitar el colapso de los ecosistemas de nuestro planeta. Podremos elegir entre mantener un modelo agotado y destructor o anteponer la pervivencia y recuperación de nuestro dañado sistema de soporte vital al crecimiento económico depredador. Hemos sido preparados para tomar la decisión de este momento, para cuidar del mundo en el futuro y hacer todo aquello que quienes nos preceden no pudieron hacer. Ese futuro es ahora. Los indicadores señalan que nos encontramos en el momento crítico en el que todavía no hemos sobrepasado el punto de no retorno. No podemos esperar a que la destruc-ción sea inevitable y no podamos revertir el proceso.

”Es mi misión como ecologista activista decir las cosas que la gente no quiere escuchar y hacer aquellas que la gente no quiere que se hagan. Intento ser lo que desearía que hubieran sido mis antepasados. Desearía que hubiera habido alguien para defender al alca gigante, al pato de Labrador y a la ballena franca glacial, desaparecidos hace tiempo. Estoy aquí para defender a las especies que de otra forma podrían seguir el mismo curso, en aras de mis hijos y los hijos de mis hijos.” Capitán Paul Watson – Sea Shepherd Conservation Society

En los últimos 10 años el planeta está viviendo los efectos más notables de la actividad humana desconsi-derada. Las consecuencias están llegando en forma de cambios en la climatología, en los ciclos de lluvias y huracanes, la incidencia solar, el deshielo… y sus consecuencias directas están provocando hambrunas, sequías, extinciones masivas, desaparición de materias primas que explotamos para bienes de consumo rápido y enfermedades por efectos de tóxicos en la naturaleza a los que estamos expuestos desde el útero materno.Los sistemas vivos conforman nuestra estabilidad climática: los arrecifes de coral, la cubiera forestal, los océanos, los acuíferos, el subsuelo, la biodiversidad y otros muchos cada vez más específicos y delimitados están en grave crisis: ningún sistema del planeta está estabilizado o en proceso de mejora, y eso es un grave riesgo para la base de la vida.

De seguir este ritmo, la humanidad se enfrenta a un futuro distópico en el que las nuevas guerras se librarán por los recursos naturales, por los lugares habitables que queden en el planeta y por la supervivencia de la especie. Y la mayor fuente de recursos del planeta es el océano. La población se concentra en las grandes ciudades costeras, donde se produce el mayor intercambio de mate-ria, energía y conocimiento de todos los territorios. El lugar más delicado es también el más amenazado, y suele coincidir que en los lugares más pobres es donde se concentra la mayor contaminación y a su vez la mayor dependencia de los productos del mar para la subsistencia. Creamos los hábitats más grandes que ha conocido el planeta en su historia pero los hacemos olvidándonos de la naturaleza, nos hemos olvidado que formamos parte de ella y ya no vivimos conectados al ecosistema. El mayor ecosistema del planeta son los mares y océanos: ocupan el 71% de la superficie de la Tierra, alojan a la mayor biomasa existente, regulan el clima global, producen el 70% del oxígeno que respiramos mediante el fitoplancton, suponen una fuente de riqueza y de alimento que hasta ahora se consideraba inagotable, y son el principal foco de atención de cara a la supervivencia humana. Si los océanos mueren, morirá todo el planeta.

“Tenemos que salvar los océanos si queremos salvar a la humanidad”. Jacques Cousteau – Explorador oceánico.

Los principales estudios sobre el estado de este ecosistema alertan de una grave crisis oceánica mundial silenciada por los medios y los gobiernos. La vida en los océanos ha disminuido en un 40% desde que en 1950 apareció la actual industria y fuimos capaces de pescar a gran escala, debido a la sobrepesca y la contamina-ción; y se calcula que entre un 20% y un 30% de ellos ya se encuentra totalmente destruido. Se pronostica que los mares comiencen a entrar en un ciclo de muerte ecológica dentro de 25 años, comen-zando por los mares menos profundos y sin grandes corrientes de transporte como el Báltico, el Adriático o el Mediterráneo. Parte de esta contaminacion se debe a que la sociedad ha tenido durante siglos el concepto equivocado de que éstos tienen una capacidad inagotable para absorber los desechos. Los cálculos concluyen que de seguir explotando de este modo los océanos e induciendo el calentamiento global, la pesadilla será irreversible: el verano de 2040 será el primero sin hielo en el ártico, y en el año 2048 se agotará la pesca tal y como la conocemos hoy en día, y con ella una de las principales fuentes de alimento de la humanidad, dejando el mar habitado por microorganismos, algas y vida animal como las medusas y los gusanos.

“Nos enfrentamos a océanos sin peces para el 2050”. Comité de expertos de las Naciones Unidas (UNEP).“Un 30% de las especies de consumo están al borde del colapso y sólo sobreviven el 10% de peces que había en 1950”. Science.

Este sistema depende de la renovación del agua con el movimiento que generan las corrientes y que trae el agua de la superficie al fondo y viceversa, lo que permite crear una cinta transportadora de oxígeno y nu-trientes. Si se calienta demasiado la superficie, se estancaría este mecanismo natural matando a toda la vida animal y vegetal. La última vez que sucedió en la Extinción Masiva del Pérmico, más del 95% de la vida del planeta desapareció.

Es necesario encontrar un modo de regular, reducir y optimizar la actividad humana en los océanos: evitar el vertido de productos tóxicos y residuos; proteger los organismos que fijan el dióxido de carbono y producen oxígeno; detener la acidificación de los océanos y el aumento de su temperatura; eliminar la sobrepesca y la pesca no selectiva, e instaurar mecanismos de acuicultura sostenible; hay que proteger y ampliar las reservas marinas y las rutas migratorias; debemos salvar las zonas de aguas internacionales de las pugnas políticas que luchan por explotarlas una vez se han esquilmado los recursos y reservas de las aguas territoriales.

La historia de la humanidad es la historia de mantener el equilibrio entre los dos sistemas más complejos que existen: la naturaleza del medio ambiente y la sociedad humana. Cuando el equilibrio se ha roto, nosotros hemos sido los que hemos perdido, y no podemos permitirnos repetir el mismo error. No se trata de salvar al medio ambiente por riesgo a que se destruya, porque nosotros desapareceremos antes de que esto suceda y el medio ambiente seguirá. Lo que debemos plantearnos es que quizá sobrevivamos a nuestras acciones destructivas, pero no en un medio ambiente en el que queramos vivir.Somos los líderes de la comunidad biológica pero no sabemos liderarla, devastamos las bases del sistema que nos ha dado la vida: nos estamos suicidando. Si acabamos con la naturaleza, acabaremos con nosotros mismos.

{POLÍTICA AMBIENTAL}

Desde la aparición de los primeros movimientos ecologistas en la segunda mitad del Siglo XX hasta la ac-tualidad, el pensamiento ambientalista ha calado profundamente en la sociedad y en la política, sin embargo, todavía no ha conseguido equipararse en la escala de prioridades a la necesidad impuesta del imposible cre-cimiento económico perpetuo. Las políticas de los gobiernos siguen considerándonos como una forma de vida superior y dueña del medio ambiente. Pero no nos diferenciamos ni tenemos poder sobre el resto. Somos parte de la naturaleza. Es un trastorno del pensamiento que se perpetúa y hay que extirpar de nuestra sociedad. No podemos desligarnos de la naturaleza.

Llevamos 30 años de lucha contra el calentamiento global desde el momento en que se denunció y se hizo pú-blico ante la sociedad, conocemos los mecanismos que nos llevarían a detener este proceso e incluso a rever-tirlo, tenemos la tecnología para ponerlos en funcionamiento pero no surten efecto porque hay grandes fuerzas que los detienen: la globalización económica empresarial y la avaricia perfeccionada como sistema económico.

Mantenemos todavía las grandes leyes ambientales americanas de la década de 1960 (Clean Water Act, Clean Air Act…) como gran ejemplo para el resto del mundo, pero las condiciones han cambiado mucho en medio siglo y se requiere de procesos más eficaces, exigentes y ambiciosos que impliquen a todos los sectores de la socie-dad. No queda nada del espíritu con el que se levantaron aquellas normas, pues sus límites se han ajustado en función del beneficio económico. El dinero lo ha roto todo.

En la actualidad los ecosistemas no tienen derechos, sino que son considerados como bienes: se compran, ven-den, destruyen, intercambian y reparten. Eres un bien o una persona, y la naturaleza es un bien que pertenece a las personas tal como está formulado en nuestro sistema. Para poder recuperar la armonía entre la naturaleza y el hombre hay que reconocer que el ecosistema tam-bién tiene derechos, y deben ser defendidos. En la actualidad existen más de 1.000.000 de organizaciones ecologistas y de justicia social. Es el mayor movimiento organizado, pacífico y no político de la historia. Ahora empiezan a colaborar y a organizarse, y vivimos el momento idóneo para convertir una economía experimental y emergente en la que sustituya estructuralmente al actual sistema.

{ESCENARIO DE CAMBIO}

Actualmente la naturaleza necesita 1,5 años para regenerar los efectos de la destrucción y la explotación que realizamos sobre ella en 1 año. Estamos en déficit ecológico y a este ritmo en el año 2050 necesitaremos 3 planetas como la Tierra para abastecer nuestro sistema.

“Es necesario mirar atrás para poder dar un salto hacia delante.” CIAM 1959

Del mismo modo que durante todo el siglo XX, en los grandes momentos de cambio o de aparición de adelantos tecnológicos se disparaba la imaginación de los escritores, los cineastas y los artistas soñando con futuros de ciencia ficción, las crisis mundiales provocadas por las guerras, las enfermedades o los conflictos políticos también alimentaron la imaginación de los soñadores por desarrollar un mundo nuevo alejado de los errores repetitivos de la sociedad humana. Ante la urgencia de revertir esta situación y la falta de compromiso de las autoridades, este proyecto plantea tomar el zeitgeist social de nuestro tiempo: la revolución ciudadana, para lanzarse a las aguas internacionales donde no tienen influencia las leyes de las naciones y poder iniciar un nuevo futuro en arcologías que permitan defender los océanos, el motor ecológico de nuestro planeta, para poder sobrevivir en un futuro distópico.

Se desarrollará una herramienta tecnológica, de programa híbrido y bizarro, para resolver nuevas tácticas en el enfrentamiento ecológico y dotar de autonomía y recursos suficientes a la organización Sea Shepherd erigida como la defensora del mar.Estas estructuras serán una avanzadilla en el futuro escenario de la batalla ecológica oceánica, y su presencia en los mares ayudará a implicar a la sociedad, a los agentes participantes en el océano como pescadores o turistas, y posibilitará dar un primer paso hacia un cambio de conciencia respecto del mar del mismo modo que la Estación Espacial Internacional lo hizo de cara a la expansión espacial.

En la naturaleza perseveran los sistemas que mejor se independizan de la incertidumbre ambiental, y algo si-milar puede suceder con una naturaleza artificial diseñada para ser autosuficiente y protegerse de los ataques de sus enemigos como el Ocean Warrior. Si bien es imposible pronosticar el éxito de esta herramienta en un futuro incierto o averiguar su factor de éxito, sí se contempla que sea una estructura flexible, capaz de adaptarse a los nuevos requerimientos de la condición de enfrentamiento ecológico, incorporar nuevas tecnologías. Del mismo modo, será posible desman-telarla y transformarla en caso de que ya no sea necesaria o quede obsoleta. {

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¿podremos mirar a nuestroshijos a los ojos y confesarque tuvimos la oportunidad,

pero nos faltó coraje?¿que teníamos la tecnología,

pero nos faltó visión de futuro?