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ISSN: 1131-9062 Cuad. RIaL Clás. Estudios Latinos ¡999 ~O 16: 89-106 Presencia horaciana en los coros de Séneca M.~ Cruz GARCÍA FUENTES Universidad Complutense RESUMEN En este articulo señalamos una serie de paralelos entre Horacio y Séneca que nos permiten demostrar los ecos del poeta de Venusia en temas como la felicidad, fortuna, aurea mediocritas, carpe diem y otium. SUMMARY This article remarks sorne paralleis between Horace and Seneca that allow us demonstrate the echos of de poet Venusia in topics hIce happyness, fortune, aurea mediocritas, carpe diem and otiutn. Puede parecer arriesgado e inútil abordar un tema del que existen traba- jos 1 que recuerdan algunos ecos y reminiscencias de Horacio en Séneca, pero no centran su atención en la poesía trágica del cordobés, especialmente en sus coros. Este hecho nos impulsé a releer detenidamente las odas para valorar y Podemos ver algunas de estas referencias en 1’. Keselíng, Horaz it, den Tragódien des Seneca, Philologische Wochenschrift 1941 Pp. 190-192, y en J. Dingel, Seneca ¿md die Dich- tung. Bibí. der Klass. Altertumswiss. N. E. Band 51, Heidelberg 1974. El último trabajo cita- do centra su interés en afirmar que la obra trágica del cordobés seria una especie de diversión, sin relación con su obra filosófica e incluso en contradición con ella. Incluso llega a conside- rar el estoicismo del poeta como algo petrificado, rígido y estúpido. 89

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ISSN: 1131-9062Cuad. RIaL Clás. EstudiosLatinos¡999 ~O 16: 89-106

Presenciahoracianaen los corosde Séneca

M.~ Cruz GARCÍA FUENTES

UniversidadComplutense

RESUMEN

En estearticulo señalamosunaserie de paralelosentreHoracio y Sénecaquenospermitendemostrarlos ecosdel poetade Venusiaen temascomo la felicidad,fortuna,aureamediocritas,carpe diemy otium.

SUMMARY

This article remarkssorneparalleisbetweenHoraceand Senecathat allow usdemonstratetheechosof de poetVenusiain topicshIce happyness,fortune,aureamediocritas,carpe diem andotiutn.

Puedeparecerarriesgadoe inútil abordarun temadel que existentraba-jos1 querecuerdanalgunosecosy reminiscenciasde Horacioen Séneca,perono centransuatenciónenla poesíatrágicadel cordobés,especialmenteen suscoros. Estehechonosimpulséa releerdetenidamentelas odasparavalorary

Podemosver algunasde estasreferenciasen 1’. Keselíng,Horaz it, den TragódiendesSeneca,PhilologischeWochenschrift1941 Pp. 190-192,y en J. Dingel,Seneca¿mddie Dich-tung. Bibí. derKlass. Altertumswiss.N. E. Band51, Heidelberg1974. El último trabajocita-do centrasu interésenafirmarquela obratrágicadel cordobésseriaunaespeciede diversión,sin relacióncon su obrafilosóficae incluso en contradicióncon ella. Inclusollega aconside-rarel estoicismodel poetacomoalgopetrificado,rígido y estúpido.

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captarcon la mayorexactitudposiblela clarapresenciaquede muchosde sustemasexiste en los corosde estastragedias.

Es evidenteque la obra de Sénecaestá conformaday fundamentadaentoda la literaturaanterior,tanto griegacomo latina. Buenapruebade ello ofre-ce la obrade G. Mazzoli2 en la que quedanclaras las preferenciasde Sénecapor la literaturapoéticade la épocaaugústea,sobretodo Virgilio y Ovidio, ysu pocapredilecciónpor los poetasarcaicoso por los más modernos.

Sus tragedias,impregnadasde las obrasde los grandespoetasde la Roma

augústea,son reelaboracionesperfectasdel teatro griego con gran dosis deoriginalidad y renovación;son fruto de los gustos reinantesde la sociedadque las vio nacery encierranel sello de identidaddel poetaque las creóporsufilosofia y retórica. Estaúltima no estáen razón de susvirtudesintrínse-cas,sino como medio de persuadir,es decirsubordinadaa la filosofia3.

Séneca,en efecto,no escribióobraépica,ni lírica, ni elegíaca;sin embar-go, supocaptarcon todo lujo de detalles,pasajes,motivos,reflexiones,actua-ciones,personajes,mitos, lugaresy escenasquerememoranlos géneroslite-rariosutilizadospor la poesíaaugústea.Es un genio de la lengua,un orfebrede los términos,el granoradordel s. 1, un maestrode éticay un pensadorquetaniiza las doctrinasy los términos filosóficos paraquela posteridadse enri-quezcacon la obrade suspredecesores,es,en definitiva, un clásicode la len-gua,de la literaturay un escritoratraídopor la filosofla.

Graciasa esta filosofia, y muy especialmenteal componenteestoicodela misma, superócon enterezadiversascontrariedadeshumanas,llegó a des-tacar como político y fue elegidopara desempeñaraltoscargosen el gobier-no de Roma.Su obracondensade formaadmirablela reflexión del serhuma-no ante los múltiples acontecimientosde la vida y ofrece de formaimperecederay actualnormas,consejosy experienciasválidas para el com-portamientodel hombrede hoy.

2 ~• Mazzoli,Senecae la poas/a,Pubí. Fac.di Lett. e Filosofía Uni. di Pavia Milano.

Cesehina1970. El autor ofrececuatro indices;en el segundo(pp. 295-303)se ofrecentodaslas lecturasdc Sénecaquiensientepreferenciapor 1-tornero,Hesíodoy los trágicosgriegos;aVirgilio y aOvidio los consideraindispensablesparaunaverdaderacultura.

En opinión dc P Orimal, Sénéqueou la consciencede LEmpira, París 1978, LesBelles Lettres,p. 37, Sénecaparaconseguirestasubordinaciónrecurrea un «metalenguaje»adecuadoy fragundesdeel interior el vocabularioindispensable,coincidecon muchoslecto-res de estepoeta al afirmar la coherenciafundamentaldel pensamientosenecanoleal a losprincipios estoicos.

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En el magníficoartículode E Grimal4 sepuedetranslucirlapersonalidady talla humanade Sénecay piensoqueparacomprendersuobray suvida esconvenienteteneren cuentala defensaqueestedestacadofilólogo5 hacedenuestrocompatriotaaljustificar su actuaciónpolítica y sumodo de vivir conel estoicismoque predicabay que contoda seguridadseguía;si bien no deforma incondicionalsino manteniendounaposiciónindependientedentro dela Estoa6.

La vidaprivadade Séneca,hijo de unagranfamilia provincial, eraauste-ra y estabadominadapor preocupacionesque no erancomunesa todoslosaristócratasromanos:examende concienciaantesde dormirseparasabersihabíaobrado correctamente,dormir sobrecolchonesmuy duros, comer deformafrugal etc. La felicidad estabaen llevar un vida privadaausteray en nodesinteresarsede su actividad política, sentimientosque el estoicismo,yadesdeZenón, habíaaconsejadosiemprea sus discípulos(en estodiferíangrandementede los epicúreos,quienespensabanqueel sabiono podíaencon-trar nadainteresantefueradel Jardín).El estoicismopredicabaque el espíri-tu humanohabíanacidoparala accióny quesi le condenabanotros a la inac-ción, se aburría,sufría y no podíallegar a la paz interior7.

Es probable,por tanto,que Séneca,con esteperfil humano,con el granbagajeliterario quehabíaacumuladoa lo largo delos añosy tratandode serútil, de adoctrinary de servir a la sociedaden la quele tocóvivir, compusie-ra suobrapoéticaimpregnándolade reflexiones,sentenciasy máximasmora-les que sirvierande modelo a seguira todas las generacionesfuturas. Sindudaalguna,trazó unaslíneasde conducta,unosidealesy unasexperienciasque al igual que habíahecho anteriormenteHoracio constituíanun modus

P. Grimal,«Accióny vida interior en Séneca»,Est CIas. 24 (1980)81-100.1’. Grimal,en «Acción y vida interior en Séneca»,p. 85, resumeestemodusvivend/:

«Estosaños,compartidosasíentrelaactividadpúblicay unavida privadaaustera,fueron paraSénecaun períodode felicidad».

6 Cf. 1 Marías, Sobre la felicidad, Madrid 1943, p. 121, nota 14: «Sénecasigueengeneral la doctrinaestoica,perono incondicionalmente;recogeelementosepicúreos,cínicos,aristotélicosy resultadosáesu observacióny meditación personal, mantiene,pues,unaposi-ción independientedentrodela Stoa,y lo haceconstarcon frecuencia».

Como leemosenDe otto 1 4, el estoicodebeestaractivohastael final desu vidaincluso, si la realidad lo permite, la muerteno estáociosa: Usquead ultimum vitaefinem inactu erimus, non desinemuscommun/bono operanldare ... non sumus apudquos usque eonihil antemortem otíosumestut, sí respatitur non sít ¡psa iosa mors otiosa.

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vivendi parael génerohumanosin distinción de épocani nación y que esta-bancontenidasen la doctrinade la Estoa8.

El poetacordobésha pasadoa la posteridadcomo el educadorpor exce-lencia9, maestrode ética, de moralidad,directorespiritualde las clasesaltasdel imperio10,compañeroinseparableparaquiendeseeconseguirpaz de espí-ritu, equilibrio, moderación,dominio de sí mismo, sabiduría,libertad, cali-brandoen sujustamedidala fortuna, poder, fama y la innegablerealidaddela igualdadde todoslos seresvivos ante lamuerte.Sin embargo,no se lepue-de considerardefensora ultranzade un sistemafilosófico al empujarlesuhábil eclecticismoa aceptar,en su profesadoestoicismo,normasy preceptoscínicosy epicúreosen los que se vislumbrala influenciahoraciana.

Puesbien, conesta seriede afirmacionesno es dificil descubrirqueenla obrade Séneca,como yapusode manifiestoY F. Berthet’’, hayaunacla-ra presenciade Horacio, quien seguíade cerca las directrices del idearioestoicoy epicúreo.En ambosautoresse observaun vivo deseode corregirlas costumbresy vicios de su épocamedianteconsejosy comportamientosvitales y observamoscon toda nitidez que algunostemasde caráctermcta-textual, insertosen los corosde sustragedias,tenganun claro paralelocon

8 Los estoicosdividen la filosofia en trespartes:lógica, fisica y étiea. Las trespartes

son inseparablespero la ¿tica absorbela mayorpartede su atencióny a ella tiendetodo clesfuerzodela filosofia. Dios y el mundo aparecenidentificadosen el estoicismo.Estadoctri-na proclamaun determinismoquedestruyela libertad y aconsejano obrar, puestoque lo queha dc ocurrir ocurrirá necesariamente.La éticaestoicaseresumeeala famosaexpresión«vivirsegúnla naturaleza»,en la fórmulasustine ci absí/ne(soportay renuncia)y en la ataraxiaoserenidadsobretodaslas cosas.Cf. J. Marías, op. cit., PP. 19-29.

O. Mazzoli,en op. ciÉ, Pp. 26 s., afirma que Sénecano separándosede la tradiciónde su escuela,unc ética y poéticacomoanillos deuna solae indivisible cadena,y, siguiendola concepciónmásextendidaen la Antigfledad,atribuye al arte unafunción pedagógica,lejosdc admitir un e arteporel arte».A. Valerianien«Senecae l’edueazione:Senecae la cultura>,,Pp. 131-135nosdice quela aportaciónesencialde Sénecaenmateriadepedagogíaresidíaenel despertarde la concienciamoral individual y en el reconocimientode la dignidadhumanaen todos los hombres.

Cf. G. PuenteOjea, Ideologíae Historia. E/fenómenoestoicoen la sociedadant/gua,Madrid 1974.

Este autor,en su trabajo«Sénéquclecteurd’Horaced’aprés les Lcttresá Lucilius»,Latomus38 (1979)940-954,declaraqueSénecacitaa Horaciocuatro vecesen la totalidaddesu obray afirma (p.943) que los versosdel poetade Venusiaconstituyenexempla y queHoracioesparaSénecael testigode un tiempo pasado,o la críticaseverade sus contemporá-neos:él no se manifestabacomoel poetainspirado,cantordela grandeza,sino comoun mora-lista queproporcionóun ciertonúmerodetipos de comportamientos.

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algunosversos de las odasde Horacio. Por ello, nuestrotrabajose centraráexclusivamenteen presentaral lector la huella horacianarecreadaen loscorosdel poetacordobés.

Ambos presentanmuchospuntosen comúna lo largo de su existencia:son poetas,estáncercanosal poder,sus protectoresles obsequiancon todotipo dedádivas,pregonany practicanla éticay la moralidadestoica;detestanla ambición,el afán de acumularriquezas;aconsejandisfrutardel presentesin preocuparsepor el futuro y se inclinan por la áureamedianía.Con todo,hay signos de identidadpropiosen cadauno de ellos;mientrasHoracio consu poesíalírica apoya y contribuye a llevar a caboel proyecto político deAugusto’2,pregonandoel epicureismoy siendofiel a susprincipiosde man-tenersealejadode la praxispolítica y del aplausodel pueblo’3,sin olvidar ladoctrina estoica; Séneca,por el contrario,cuandoescribe sus tragediasnoestásujeto a ningún proyectopolítico sino que es fiel alprincipio estoicodeparticiparen la vida política ~

Consideramos,no obstante,que la intenciónde ambosfue la misma alescribiruno susodasy otro sus tragedias:contribuir a la restauraciónmoraly ética de sunacióncon reflexionesquepenetrasenen el almade los lecto-reso espectadoresy quesirviesenpararecuperaren la sociedadlas normaseidealesde vida que contribuyeron,en otro tiempo, al engrandecimientodeRoma. Sin embargo,debo señalarque Horacio escribesus poemasparalosciudadanos,el pueblo, la patria en general; en cambio, Sénecase dirige alhombreen particular,a suactuacióncomoserlibre e independiente.

Pesea todo y teniendoen cuentalas diferenciasque los separanal mos-trarseHoracio epicúreo’5casi en la totalidadde susversosy Sénecaestoico

[2 En tomo a esteprogramapolítico deAugustoacertadasopinionesseencierranen el

trabajode3. L. Vidal, «La poesiaaugusteadeHoracio», Bímílenario deHoracio, Salamanca1994, pp.151-168.

‘~ Esta ideasedesprendedeEp/st 117, 10: Necvixít malequ/ natusmor/ensfefellít.“‘ Cf M. Cacciaglia,«L’etica stoicanei drammidi Seneca»,ML 108 (1974)78-104.En

estetrabajoel autoraseguraquela actividadpolitica, filosóficoy literaria deSénecaestátotal-mentederivadadel pensamientoestoico.Sus dramasson la ilustración trágicade lo queélexponebajo forma sistemáticaen sus obrasfilosóficas.

~ Cf P Grima1,«Recherchesur l’épicurismed’Horace»,REL 71(1993)154-160,quienen Pp. 155 s. afirmaqueel epicureismodeHoracio sedebea Mecenas,algoquequedaper-fectamentedemostradoensuspoemas:«Lépicurismen’estpour lui qu’un langage,qui lui estcoifimun avecMécéne,mais dont il nacceptpasles implications.Mais, enmémetemps,celasuppose,chez lui, unebonneconnaissancede la doctrine,unefamiliarité évidenteayeeelle».

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M.’ Cruz GarcíaFuentes Presenciahoracianaen /08 coros deSéneca

convencido,es innegableque este último —tal vez por su formación,en laque era de gran importanciala memorizaciónde textosde épocaaugústea—no sólo imitó ensuscoroslos metros’6queel poetade Venusiaplasmóen susodas,sino que también recreópreceptosy máximasque el venusinohabíamanifestadoen ellas’7. Como ejemploseñerode recreaciónhoracianadebe-mosrecordarla primeraintervencióndel corodel HerCulesFurens, dondeseconcretala casi totalidad de los temasque vamosa ir desglosandoa conti-nuacióny a los que tanto Horacio como Sénecaprestaronespecialatenciónal formar parte de la vida mismay sermeta buscadaincesantementepor lahumanidad.

En efecto, el horacianismode Sénecase deja traslucirexplícitamenteenlo referentea la posesióny el disfrute de la felicidad que el hombre,comoserhumano,buscaobsesivamente,mas no es fácil conseguirla ansiadafeli-cidad, ya que él se alejatanto más de ella cuantomásafanosamentela bus-ca’8. Este deseode felicidad pertenece,según los estoicos,a la naturalezahumana(c<upiditas naturalis) y se consiguela felicidad cuandose es fiel aesanaturalezaracional’9. Ellos consideranque el sabio es la única personaquepuedeserfeliz al poseerun juicio recto, contentarsecon las circunstan-cias presentesy tenercomo lema la ataraxiay la autarquíao autosuficienciaparano serunjugueteenmanosde poderesextrañoso sometidoa los vaive-nesdela fortuna.Una granmayoría,porel contrario,piensaquela felicidadsepuedealcanzarmedianteel poder,el favor populary la riqueza,aunqueelpasodel tiempo les enseñaquetodasestascosasno llegan a proporcionaríapor completo.

En lo referentea las riquezas,que puedenproporcionaresafelicidad amuchagente, losestoicosno las consideranmalas si se han conseguidohon-radamentey sinperjuicio de nadie, no hay querechazarlascomotalesya que

‘< Cf E. del Río Sanz,«Horacioen la tragediaespañoladel s. XVI», enAspectosdidác-ticos deLatín 4, Jnst. CienciasEduc. tiniv deZaragoza(1994)421-431,haceunabrevísimaalusióna estadependenciahoracianadelos corosde las tragediasdeSéneca.

‘~ Cf i. E Berthet,op. ch.p. 943,aludea la técnicade la adunibrat¡o queSénecauti-lizó respectoa su modelo horaciano.

8 Sénecaenel cap.IDe vila beatanos indicalo diñeil queesalcanzarla felicidad: ade-oquenon esifacileconsequíbeaíam vitara, nl co quisqueab ea longius recedalquo ad ii/amconcilatiusJértur.

~ Cf Julián Marías,op. cii., nota 15, pl21: «lavida humanatiene unanaturaleza,algoquela define y haceserlo quees:concretamente,la razón; y esfeliz cuandocoincideconsi-go misma,cuandoesfiel a esanaturalezaracional».

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puedenserfruto de la fortuna o de la virtud; se puedenutilizar y se puedegozarde ellas,perosin seresclavosde éstas,puesla riqueza,como la salud,no tienemásvalor ni desempeñamáspapelque el que se le presta.

Nuestrospoetas,siguiendolas orientacioneséticasdel estoicismoy epi-cureísmo,hacenuna manifestacióncontrael afán de lujo y la ambiciónderiquezas,monedacomúnen la sociedadde suépoca(como en otrasmuchas)y metaparaalcanzarla inalcanzablefelicidad. Reflexionansobrela intran-quilidad y el miedoque acarrean,incluso critican la inutilidad de esa rique-za, incapazde proporcionaralivio en las desgraciasy sosiégodurantelanoche.

Horacio, en Carm. II 16, atacaese afán de riqueza,de lujo y de cargospúblicos.Afirma quese vive feliz conpocoy aconsejano ambicionartantascosasal sertan breve la vida. En Carm. III 1, reiterasuataquea eseafán deconseguirriquezasque atemorizane intranquilizany alaba,a su vez, la pazque invade la humilde casa;el sosiegoquedisfrutael que poseelo suficien-te y su preferenciapor su tierra natal en lugar de acumularriquezasqueinquietensu espírituy. 21 s.:

somnus agrestium

tenis viroruin non humílísdomosfastídil.

vv. 25 s.:desíderantem quod satis es¿~ nequetumultuosum sollicitat mare.

vv. 47 s.:Cur valle permutera Sabinadivitias operosiores?

En Sénecaeste sentimientoestápresenteen el tercer coro del HerculesOetaeusal decimosque la fortunaproporcionagrandesmiedosa los ricos,frentea la tranquilidadquegozael pobre,quelos áureosartesonesturban eldescansoy quela púrpuraocasionanochesde insomnio,vv. 648 Ss.:

Osipaseantpeceora ditum!quanlos intus sublimis agitfortuna metus¡

y. 652: Pectora pauper secura genl.vv. 646 s.: Aurea rumpunt texta qu¡etem

vigilesque trahíl purpura noctes.

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Algo similar leemosen el primer coro del Herculesfurens,(vv. 164-177)dondese afirma que muchosintentanacumularriquezasque les haganfeli-ces,alcanzarla popularidado la gloria en el foro, pero pocosson los queconocenla descansadavida (secura quies) que proporcionala felicidad, yque seriala evocacióndel Epod. II.

En efecto,la felicidadparaHoracioresideenno ansiarmás de lo queunoposee,podervivir en su tierra natal, disfrutando de su hacienday pasandodesapercibidopara el pueblo (Carm. II 16, 37 Ss.). Incluso afirma que nopuedellamárselefeliz a la personaque poseemuchosino al que sabeusarsensatamentede los donesdivinos (Cm-ni. IV 9, 45 ss.):

Non poss/den/etnmu/lavocaverisrectebeatutn:reclius occupat

nomenbealt qul deoruramuner/bussapienterut/.

Séneca,siguiendomuy de cercaa su modelo,expresasu anhelode quesu tierra lo protejadisfrutandosuvejezen un lugar humildey disponiendodeuna escasafortuna (Hereu/esfurensvv. 196 ss.):

Me meate/tus¡are secretotu/o legal.Veníl adpígroscana senectushumi/íqueloco sedceriosedetsordidaparvaefortuna domus.

y completaa su modeloal manifestarsudeseode no serpoderoso(HerculesQetacusvv. 692 s3:

[‘clix alius magnusquesonet,mefluí/a vocel turbapolentem.

Sin dudaalguna,compartenla idea de que las riquezasno proporcionanla ansiadafelicidad al no poder dar una satisfaccióncompletay duradera,pues éstasno puedenproporcionarla dicha que brota del interior del serhumano.De ahí que,en Cartn. II 16,27 s., el poetaexpresela imposibilidadde ser feliz completamente:

nihil esíab omnípartebeatum.

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y en Carm. III 24, 63 s. al señalarque siemprefaltaalgoa esasfortunasparasercompletas:

;tamen

curtae nescio quidsemper abesí reí.

Una evocaciónde estecontenidopodemosvislumbraríaenHerCulesOetaeusvv. 643 Ss., dondese indicaquees algo insólito queel hombrefeliz llegueala vejezy que la felicidades pasajera:

rarum estfelix idem quesenex:

quosfelices Cynthia vídit,vzdit míseros enatadíes.

Comocolofón de este tema20 y acordecon lo dicho convienerecordarlasentenciadeDiógenesdeEnoanda:«La felicidades ladisposicióninterior dela que somosdueños»y el frg. 548 Usener:«La felicidad y la dicha no laproporcionanni la multitud de riquezasni la dignidadde nuestrasocupacio-nesni ciertos cargosni poderes,sino la ausenciade sufrimiento, la manse-dumbrede nuestraspasionesy la disposicióndel alma que ha delimitado loque es por naturaleza».

El temadela felicidad estáunido tambiénal de la Fortuna,diosapode-rosay omnipotentequetiene en sumanocambiarla suertede las personasprovocandosu felicidad o su desgracia.Nuestrospoetasse ocupande estadiosay adviertencuál es su cometidoy qué situacionesprovocaen la gen-te. Ambos abrensus composiciones(Carm. 1 35, 1-4 y Aganiemnonvv. 56-59) conel mismotópico de elevara ciertaspersonasparadestruirlasacon-tinuación. A lo largo de estascomposicionesse recurre a los mismosmotivos: invocaciones,súplicasde todoslos sereshumanos—seacual fue-re su condición o status social— y vivo deseode alcanzarsus dádivastemiendoal mismotiemposus cambios.Se creeque la vidao la suertede la

20 Es interesanterecordarelcap. III De vila beata de Sénecadondenosdicequelavidafeliz esla queestáconformeconsu naturaleza;estono puedesucedersino teniendo,primero,el almasanay enconstanteposesiónde lasalud;ensegundolugar,esnecesarioqueseaenér-gicay ardiente,magnánimay paciente,dispuestaatodaeventualidad,cuidadosaperosinestarpreocupadade su cuerpoy de lo quele pertenece;solícita de las otrascosasquesirvenparala vida, perosin admirarseporningunade ellas;preparadaausarde los donesde la fortuna,no a servirlacomoesclava.

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personahumanaestá en manosde la fortuna, queva trazandolos aconteci-mientosexistenciales,y que el hombre no es el verdaderoforjador de sufuturo ya que, en múltiplesocasiones,vemossus planestranstocadosal azary sin una lógicaacordecon los hechosproyectados.Estaideauniversalquesigue confirmando su atemporalidadestá magníficamenteplasmadaenCarm. 1 9,13 Ss.:

Quid sitfuturum crasfuga quaerereelquem Fors díerumcum que dabit /ucruappone.

Igualmente,en Séneca,se aludea ese mañana,pero aquí hay algo queestápor encimade la fortuna quedirige el rumbo de la vida humanay es eldestinodel serhumanoque Clotova hilandoy quecon sushermanasLáque-sss y Átropo son las encargadasde ejecutarel destino individual del serhumano2’ (Thyestesvv. 617 s.):

Miscelhaecillis prohibetqueCíotizostare Fortunam, rotal omnefalum.

Horacio la llama rapaxFortunay dice quele agradatrastocarel ordendelas cosascolocandoen un sitio lo queanteriormenteestabaen otro (Carm. 134, 14 ss.); asimismo,habladel ludas de la Fortunarefiriéndosea la volu-bilidad de la diosaen Carm. III 29, 49-52:

Fortuna saevolaeta negotio elludura insolenfem laderapertinax

transmutalincertoshonores,nunemi/ii, nunc a/ii benigna.

Séneca,a diferenciade Horacio, habíaexperimentadoen su propiacar-ne los drásticoscambiosde estadiosa a la que llama fa/lax Fortuna, queengañacon susbienesy quea losque elevalos poneal borde del precipicio(Agamemnonvv. 56-59). Esta diosa no guarda fidelidad a nadie, rige sinordenlos negocioshumanosy conmano ciegay sin lógicani justicia repar-te susdones,premiandoy elevandoa losmásviciososy a vecesdañandoa

21 Cf A. Ruiz de Elvira, Mitología Clásica,Madrid 1975, p. 61.

Cuatí Fi/o)? Chis. EstudiosLatinos1999, n.’ 16: 89-106

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los másvirtuososy necesitados.Nadiepuedeconfiar en ella, puesa los queeleva y enriquecepuedesubirlosy bajarlosen muy poco tiempo, Pizaedravv. 978 as.:

ReshumanasordinenulloFortunaregilsparsitquemanumunera caeca peiorafovens.

y 1142 s.:

nec ul/ipraestat ve/oxFortunafidera.

El poetacordobésse detieneen el temade la inestabilidadde la fortuna,aunqueaseguraqueningunasituaciónes duradera,dolor y placeralternan,sibien las situacionesdichosasy agradablessuelensermásefimeras,Thyestesvv. 596 5.:

Nulla sors longaest: dolor ac vo/uptasinvicem cedunt; brevior voluptas.

Más adelanteaconsejaque nadie confie demasiadoen lo favorable nidesesperede una mejoraen la desgracia,ya que nadietienede su partea losdiosesparaquepuedaprometerseeldía de mañana,Thyestesvv. 616 s.-6195.:

Nemoconfidalniinium secundis.nemo desperel meliora /assis:

nemo 1am divoshabuitfaventes,crastínum utpossetsibipol/icerí:

Puesbien, paracerrarel temade esabuscadafelicidad y de los ansiadosdonesde la Fortuna,debemosseñalarla coincidenciade pareceresen nues-trosdos autoresal aconsejarconsabio criterio seguirel camino de la media-fía quees,precisamenteen él dondepodemosencontrarla justa felicidadsin estarexpuestosa grandescambios.

Nuestrospoetascoincidenal señalarque,únicamente,laaurea mediocri-tas, es decirla niediania,puedeproporcionarla felicidad que conlíevabie-nestar,estabilidady seguridad,Can. tilO, 5 ss.:

99 Citad. Fil0/. Chis.EstudiosLatinos1999,nY 16: 89-106

MA Cruz GarcíaFuentes Presenciahoracianaen los coros deSéneca

Aureamquisquismediocritateradiligil, tutuscaretobso/etisordibustecli, caretinvídenda

sobriusaula.

asimismose expresaSénecaen Agamemnonvv. 103s.:

Falix mediaequisquisturbaesortequietus.

y HerculesOetaeusvv. 675 Ss:

Quisquismadiurndefugir iter

síabilí numquamtramite currel.Esta medianía,útil y práctica, la prefieren las personasinteligentesque

conocenel daño que puedenacarrearlas cosassuperfluas22.Es una constan-te quea lo largo de los tiemposse vienepregonando(al decirqueen el tér-mino medio está la virtud) y que curiosamentecoincide con lo que leemosen un articulo periodístico de recienteaparición, en el que se compendiamagistralmentelas ideas aquí comentadas23:«El hombre normal deberianecesitarmuy pocoparaserfeliz. No me refiero a la felicidadcompleta,quees unamctaimposible,sino al contentointeriory sosegadoqueconfundimoscon la felicidad...Estáclaro que la salud ayudaa serfeliz, perono es deter-minante. El dinero tampoco.La falta de dinero produceangustiay desaso-siego,pero la abundanciade bienesno es fundamentalparaalcanzarel con-tento. Conozco a muchos ricos que son unos desgraciadosinfinitos... Lafelicidad, o el contento,se encuentraen la normalidad.En lajustavalora-ción de las gentes,las cosasy sus circunstancias.»

El temadel carpediem24,que es unaconstanteen las odashoracianasyquese ha constituidocomotemay como tópico literario, eraconocidoen la

22 Cf. Séneca,Epistu/aeadLucifiumXXXIX 4: «Magnianimí estconleninereac medio-

rna mal/e quamnimia. II/a enim utifia vilalí quesunt; at haer eo, quodsuperfluunl. nocení».23 Cf Alfonso Ussia, «Sencillafelicidad», ABC5octubre1997, p. 40.24 Contamoscon dos excelentestrabajosde V Cristóbal dondeseofreceunaelaborada

y detalladainformación sobre dicho tema:«Horacio y el carpe die,n»,Actas del Simposiobimí/anario deHoracio, Salamanca1992, 171-189y «El tópico del carpe diem en las letraslatinas»enAspectosdidácticosda Latin 4, Zaragoza1994, pp. 225-268.

Citad Fi/o)? Chis. EstudiosLatinos1999, n.0 16: 89-106

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M. a CruzGarcía Fuentes Presenciahoracianaen los corosdeSéneca

literaturamuchoantesde laobrade Horacio. Es unaforma de vida que acon-sejadesentendersedel futuro y disfrutarel presente,unaactitudquepracti-cabany pregonabanlos epicúreosy unaconstantevital quese repite a lo lar-go demuchossiglosy civilizaciones.En opinión de Vi Cristóbal(p. 171): «elcarpediern (antesquetemaliterario) ha sido un planteamientovital al que elhornosapiensha llegado a consecuenciade sureflexión sobreel tiempo, suconcienciade la transitoriedadde las cosasy, enespecial,de supropia tran-sitoriedad».

Estetemauniversal,del que hayrestosenantiguasculturasmediterráne-as,es algo connaturalala existenciahumanaconscientede la incertidumbredel mañanay la fugacidadde la vida. No es unamáximaestrictamenteepi-cúreay buenapruebade ello son algunospasajesde lasEpístolasa Lucilio25;sin embargo,el enfoqueen nuestrosautorespresentamatizacionesdistintasdebido,fUndamentalmente,a las corrientesfilosóficasqueseguían.

Los simpatizantesdel Jardíninvitabana gozardel presentedisfrutandode todoslosbienesmaterialesquellegabanaproporcionanel hedonismoepi-cúreo; mientrasque los seguidoresdel pórtico invitabana vivir el presentedisfrutandode esa plenitudquecadaunopodíaconseguirpor si mismo,quebrotabade su interior al estaren posesiónde la virtud y sin necesidadde uti-lizar lo material(vino, mujeres,perfUmes,comidaetc.). El poetade Venusiainvita a ese disfrute,a ese gocey aprovechamientodel presente,preocupadopor la idea de la muertey la inseguridaddel mañana.En cambio, Sénecaaconsejavivir el momentocon alegríaperosin desenfreno,obsesionadoporel fatum irrevocablee ineludible paratodos. Veamosestaidea reflejadaenCarm. 1 11, 7 s. dondese recogela famosaexpresióndel carpediem que seha convertidoen tópico literario:

dum loquimurfugerit invidanetas:carpe diem, quam mínimum credula postero.

y en otros menosconocidosperoqueinvitan a ese disfrutedel momentopre-senteCan. 1111,13-17y en III 8, 26 s.:

Dona praesentis cape laetus horae aclinquesevera.

25 Cf. V Cristóbal,«El tópico delcarpe diemen las letras latinas»,pp. 243-248.

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kl.0 Cruz García Fuentes Presenciahoracianaen los corosdeSéneca

Horaciocomobuenepicúreoaconseja,en variasocasiones,disfrutarde lavida mientraslo permitan las circunstancias,la edady el hilo negro de lasParcas(Can. II 3, 13-16) y, a su vez, no estar preocupadopor el futuro(Can. 1 9, 13-18) que es incierto por cubrirlo la divinidadconunanebulo-sa (Carrn. III 29, 29-32)y dependerde lavoluntad divina el poder disfrutar-lo Carrn. IV 7,17 5.:

Qui seil an adicianíhodíernaecraslínasummaetanipora di suparí?

Sénecase haceeco de este tópico y aconsejadisfrutar de la vida26 quese apresuraen rápidacarrera,con la alegria que produceel sosiegointerior,perturbadopor el destinoquetraza la trayectoriadel hombrellevándoleirre-niisihlementeala muerteHerCulesfurensvv. 177-180y 183-185:

DumJatasinuní7.uy/te laati: properal cursuvi/a cita/o volucriquedíaroto praecipílis vertítunaun1;

Algeushomínumferíurrapidisobviajátis incerta sui:Siygiasultra quaarítnusundas.

Asimismo es un fiel reflejo del pensamientohoracianoel no poder loshombresprometerseel día de mañana(Thjyestesvv 6] 7s.).

Este disfrute del tiempo presentecontrastacon la velocidaddel tiempo,con esareflexión de que nadapermanece,que no es posiblevolver atrásyrecuperarel tiempopasado.Ciertamente,nadiepuedeponeren dudala carre-ra vertiginosadel tiempo, (recogidaespléndidamenteen el Eheufugaces,Postume,Postunje,/labuntur anní, Carm. II 14,1 s. y en Troades400: teínpusnos avidum devoral et Choas), la brevedadde la vida28y la inseguridaddel

2C Séneca,en el coro 4tO de PizaedraVv. 761-763, reflexionasobre la belleza,bien eñ-

meroquese desvanececonrapidez,e invita a disfrutardeellamientrasseaposible vv 773 s.:Ras asíJbrmafugas: quis sapiensbono/confidaifragilí? Dum licet, utere.

27 Cf. Fr. Moyadel Baño, «PresenciadeTibulo en Séneca»,SimposioTibu1/ano. Murcia1985, 339-346.La autorave enestosversosla presenciadeTibulo 1 1,69 s.

28 Cf, Carm. 14,15 y 1116, 17 s.

102Cuatí Fí/ol. Cfás. EstudiosLatinos1999, nY 16: 89-106

M.’ Cruz García Fuentes Presenciahorucianaen los corosde Séneca

mañana,incógnitaque planeaen el pensamientohumanoal desconocerquépuedeocurrir en el fUturo. El tiempoescapaprecipitándosehaciaese futuroqueúnicamenteestáavocadoala muerte29,igual parapobresy ricos30,y a laque nadiepuedeesquivanimperiosanecesidadque todosestamosobligadosa asumiry a soportar,Can. II 3, 4 y 25 s., 1118, 29 ss.y 1 28, 15 ss.:

Sed omitís una manet noxel calcanda semel via ¡eh.

y 1118,32 ss.

aeque telluspaupení reeluditur

regumque pueris

Estedeterminismoe imposibilidadde cambiaro desviarlos destinosdelos hombrestiene un paraleloen Herculesfurens vv. 188-191,en los que senos aseguraque a nadie le estápermitido aplazarel día asignado(proferrediern) ya que las Parcasvienen en el tiempofijado (certo tenipore), con sushusosirrevocables(y. 559). Algo parecidoestáexpresadaen Oedipus987 ss.:

Omnia cerio tramitevadunipnimusque dies dedil extremum:non illa deovertisse licel,quaenexo suis currunt causis,it cuíque ratus prece non ulla

mobilis ardo.

Una ciertacorrespondenciaentreambosautoresse percibeen lo referen-te al otium. Estapalabraofreceimplicacionesbuenasy malas3’,segúncomo

29 En Carm. IV 7, 7 leemosimmortalia nesperes,evocadomástardeenHerculesOe/a-ausy. 1035: aeternumfierini/ii/y y. 1099: quodnatumes/properalmori yen Troadesv.398:(mors)ve/ocisspatii metanovissíma.

~ Cf. Carm., I 4, 13 s.: Fallida Morsaequopulsatpedepauperumtabernas!regumqueturris.; 1118,23 55. y Iii 1, 14s.

>‘ CfI. M. André, L Oflumdansla y/e moraleet intellectuelleromainedesorigines& 1’époqueaugusíéenne,París 1966: PUE Ovidio en Tríst. 1, 1, 41 recuerdaque es necesarioelotium paracomponerpoesía: carmínasecessumscribentisel olía quaerunt)y más tardeenPon)?14, 21 afirma queel ocioalimentael cuerpoy tambiénsenutreconél el alma(Olía cor-pusa/uní; animusquoquepascituril/is).

103 Cuatí Fi/o)? Chis.EstudiosLatinos1999,nY 16: 89-106

M. Cruz GarcíaFuentes Presenciahoracia,zaen foz coros de Séneca

se entienday se oriente,pero es evidenteque nuestrosautoresrecuerdanelotíum del sabio que es un remansode serenidady expresael deseode dis-tanciarsede la vida pública,de los negociosparagozarde unaexistenciareti-radaquele proporcionela serenidadde ánimo. Esteotium32 poseelas cuali-dadesmás positivas de la al producir descanso,reposo, bienestar,calina,sosiego,tranquilidad,paz de espíritu,carenciade ocupacionesy tiempo dedi-cadoal recogimientoy a la quietud necesariaparala actividadcreadora33,alos placeresde la vida tranquila; es,en definitiva, el equilibrio tan deseadoybuscadopor el sabioy el puebloen general,que anida,al igual que la felici-dad, lejos de los techosartesonadosde las riquezasy de la fama. Estocoin-cide con lo queEpicuro predicabacomo ideal de vida «vive oculto» y en loquecoincidíanepicúreos,cinicos,escépticosy los primerosestoicoscuandopredicabanel retirarsede los bullicios y afanesmundanosparasalvaguardarla serenidaddel sabioy llegar a alcanzarla eudaimon~ ojdícidad espirí-(¿tal.

El otium es unaespeciede «artede vivir» que practicabanlos filósofosepicúreosque, distanciándosede la vida públicay dejandoa un lado miedos,falsos tetnoresy necesidadesinútiles, llegabana conseguirla serenidaddeánimo, es decirla ataraxia,pregonadapor el epicureísmo.En efecto,paraelpoetavenusinoestaataraxiase coseguíacon muy pocascosasy proporcio-nabael bienestary la tranquilidadparapoder disfrutarde un plácido sueñolibre de temoresy de la despreciableambicióncomorecomiendaen Carm. 1]16, 13-16:

vivitur parvo bene,cuipaternumsp/andetin mansatenui sa/inumnec¡«vis somnostimor autcupido

sordídusaufert.

Una presenciade estecontenidola encontramosen ese reposotranquiloquegozanlos inocentesque se conformancon lo pocoquetienenesperanza-dos en su campoy libres dc todaambiciónHerCulesJareas159 ss.:

32 Cf. R. Rius Gatelíe1. SegarraAñén, «[mágenesdeocio y sabiduríaepicúreosen lasepístolashoracianas»,Bimilenario deHoracio, Salamanca1994, 339-346.

~ Este otiuni demandael entristecidoOvidio en Tristia 1 1,41 comohemosrecogidoenla nota 31.

~< Cf C. GarcíaCual, Epicuro, Madrid 1951, p. 56.

Cuad. Fi/of. Cfás, EstudiosLatinos1999 nY 16: 89-106

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Md Cruz GarcíaFuentes Presenciahoracianaen los corosdeSéneca

Haec ínnocuaequibusesívitaetranquilla quies el laeta suoparvoque domus, spesesíin agros.

Todos los deseosde pazy disfrute del campopaternoson motivosreite-radosenestospoetas;el venusinoexponesusdeseosconun criteriomuyper-sonal,utiliza el pronombrepersonal—comomástardeharáSéneca,siguien-do el modelohoraciano—paraindicamossupropia estimay valoracióndelo quele rodea.paraél lo másvaliosoes disfrutarde un pequeñocampo,dis-frutar de su inspiraciónpoéticay pasardesapercibidode ¡a gente, Carm. II16, 37-40:

mi/ii parvarura elspirilum Graiae tenuem CamenaeParca non mendax dedilel malignum

spernere vu¡gUs.

Unavaloracióñsimilarestáplasmadaenel segundocoro del Thyeslesqueexpresaaúnconmásdetalle eseartede vivir, despreciandoel poderquesue-le ser pasajero,alcanzarun dulce reposoy conseguiresa imperturbabilidadpropiade sabio,parapoderllegar a viejo y morir comounapersonanormal,es decirsin poder, famani riquezas,391-400:

SIel quicum que va/elpotensau¡ae culmine lubrico:me du¡cis saturel quzes;obscuro pos¡tus locolení perfruar olio,nul¡ís nota Quirilisaeías per íacitum fluatSic cum transíeriní melnullo cum slrepiíu dies,plebeius manar sen ex.

Despuésde haberexaminadoen detalle algunosparaleloshoracianosenla obra senecanadebo concluir afirmando,por un lado, que los temasquehemosrastreadoen estosautoresson universales,consustancialesa la natu-ralezahumana,en los que el hombre,(llevado por la evidenciadel transcur-sodel tiempoy por el sentidomismo de la condiciónhumana),se detieney

Cuatí Filo)? C/ás.EstudiosLatinos

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MA Cruz GarcíaFuentes Presenciohoracianaen los coros de Séneca

razonapor si solo; por otro, que Sénecaha sabidoengarzarlose incrustarlosveladamenteen sus tragediaspara quefuesenun homenajeimperecederoauno de susmásadmiradospoetas.

En definitiva, estoscontenidos,graciasa la reflexióny a laplumade tan-tos pensadoresy escritores,ilustran admirablementela condición del serhumano;confirman la atemporalidade innegableactualidadde los mismosyconstituyenun arsenal importantey necesarioparala formacióndel hombreplural quedeseeunasociedadsana,ilusionadaen la queel humanismoseaelpilar angularde la existenciahumana.

CaedFi/o!. Ciás.Estudios Latinos1999, n.a 16: 89-106

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