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Novelas de caballerías, bizantina e italiana en la Florida del Inca En un pequeño estudio de la narrativa en la Historía de la Florida del Inca Garcilaso de la Vega, encontramos un conjunto de relatos de acontecimientos históricos en que el escritor incluye ciertos elemen- tos propios de la novelística del siglo xví en España. como son las no- velas de caballerías bizantina e italiana. Se trata de ciertos textos, dentro del gran relato histórico, que re- ciben en pasajes determinados, un tratamiento novelesco que nos de- ja acercarlos a aquéllas. Son etapas de la acción histórica que se rela- ta y que el narrador despliega de forma de agradar al lector de dichas obras de aventuras. Recordemos que habían sido lectura obligada de la sociedad de la época y que una de las intenciones era la de entrete- nimiento. De modo que el hombre culto de entonces contaba en su mundo de imágenes las que se desprendían de los libros de caballe- rías, cuyo paradigma era el Amadís de Gaula con sus múltiples deri- vaciones. el Caballero Citar y Tirant lo Blanch. De ellos el autor toma especialmente la figura del héroe caballeres- co en lo que se refiere al aspecto dc la aventura o de la serie de aven- turas. También conocía el Inca Garcilaso los cuentos de El Patra- huelo de J. Timoneda, patrón de la novela corta en España. quien co- mo aquél había recibido la influencia de la literatura italiana a través de el Decamerón de Boccaccio y de las narraciones de Mateo Ban- dello y de Masuccio Salernitano. Además de El Cortesano de Cas- tiglione, el Orlando furioso de Ariosto y el Orlando enamorado de M. M. Bolardo, que le han otorgado el profundo conocimiento del mundo de los ideales que describe, a la vez que le han brindado los altos acentos de la creación literaria de los italianos. En estas novelas lo importante no es tanto el asunto como el trata-

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Novelasde caballerías, bizantina eitaliana en la Florida del Inca

En un pequeñoestudiode la narrativaen la Historía de la Floridadel Inca Garcilasode la Vega, encontramosun conjunto de relatosdeacontecimientoshistóricos en que el escritor incluye ciertos elemen-tos propios de la novelísticadel siglo xví en España.como sonlas no-velasde caballeríasbizantina e italiana.

Se trata de ciertostextos, dentro del gran relato histórico, que re-ciben en pasajesdeterminados,un tratamientonovelescoquenos de-ja acercarlosa aquéllas.Sonetapasde la acción histórica quese rela-ta y que el narradordespliegade formade agradaral lector de dichasobras de aventuras.Recordemosque habíansido lectura obligadadela sociedadde la épocay que una de las intencionesera la de entrete-nimiento. De modo que el hombre culto de entoncescontabaen sumundo de imágeneslas que se desprendíande los libros de caballe-rías, cuyo paradigmaera el Amadís de Gaula con susmúltiples deri-vaciones.el Caballero Citar y Tirant lo Blanch.

De ellos el autor toma especialmentela figura del héroecaballeres-co en lo que serefiere al aspectodc la aventurao de la seriede aven-turas. También conocía el Inca Garcilaso los cuentos de El Patra-huelo de J. Timoneda, patrón de la novelacortaen España.quien co-mo aquélhabíarecibido la influencia de la literatura italiana a travésde el Decamerónde Boccaccioy de las narracionesde Mateo Ban-dello y de Masuccio Salernitano. Además de El Cortesanode Cas-tiglione, el Orlando furioso de Ariosto y el Orlando enamorado deM. M. Bolardo, que le han otorgado el profundo conocimiento delmundo de los idealesque describe,a la vez que le han brindado losaltosacentosde la creaciónliteraria de los italianos.

En estasnovelaslo importanteno estanto el asuntocomo el trata-

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miento que se le da a la materia histórico-narrativa, eso es precisa-mente lo que influye en la manerade relatar del Inca Garcilaso,asícomo en las técnicas que emplea. Exceptuamosel aspectoamorosode la novelabizantinaque no apareceen la Florida.

En cuantoa la función quecumplen dichos textosdentro del granrelato histórico encontramosque contribuyena amenizarlo.A travésde ellosse demuestracomo en otros momentosde la historia, la capa-cidad descriptivay narrativa del escritor mestizo y en ellos se mani-fiestaunaclara intención estéticade suparte.

Digamos que el escritor trasladaaquellosprocedimientosy técni-cas narrativasal mundo de la conquista de Indias, esto es, que lasvolcabaen sucreaciónaunqueaplicadasa un materialcompletamen-te nuevo, a un universo épico-narrativoal que aquéllasno habíanal-canzado,pero que se prestabaperfectamentepor el mundo lejano ydesconocidoque representabacomo por su carácterheroico. Así, yaquebradosen la sociedadrenacentista,cobrabanvalor en un asunto—el de la conquistade Indias— quelo permitía.

De tal modo que han de apareceren estosrelatos las series deaventurasen su estructura cíclica de encuentroy desencuentro,deefectoslogradosen un movimiento rápido de acumulaciónprecipita-da hastael fin de unasituaciónordenada.

En los episodiosnarradosse dan referenciasde tipo histórico queles otorganverosimilitud, se transformanen el sentir de esoscaballe-ros “españolese indios” y sushazañas,y representanla vida quesedesarrollaráen Indias.

El narradortiene el gusto de novelaraquéllassituacionesadaptán-dolas a una modalidadanterior. Presentaen estostextos los hechosde la Florida medianteciertos elementosqueservíana la idealizaciónnovelísticay se beneficiabande la distancia y la ignoranciaa la vezquede la curiosidadqueteníael lectorde aquelNuevoMundo, pobla-do de seresextrañosen tierras que guardabanparaél el exotismo delas tierrasorientales.

Hemos de señalara partir de algunos fragmentosejemplificado-res, los elementosquevinculan esospasajes.situaciones,personajes,con las respectivasespeciesde la literatura española.

En primer lugar presentamoslos referidosa la novela de caballe-rías y entre ellos elegimos el episodio histórico-narrativo en que senarra la suertedel españolJuanOrtiz 1, quehabíaquedadoprisioneroentre los indios en la expedición de Pánfilo de Narváezy que luegohabríade rescatarla de Hernandode Soto.

Se trata de un par de momentos:en el primero de ellos encontra-

INcA GARcILASO DE LA VEGA, La Flortda del Inca, México. BuenosAires. Fondo de

Cultura Económtca.BibliotecaAmericana, 1956. (Libro II. 1.” parte, cap. lvii.

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mos al protagonistaejerciendo uno de los tormentos que le ha im-puesto el caciqueHírrihigua, su señor y que consiste en cuidar delcampode los muertos.

“El cacique, por no verlo así y por librarse de la molestia que sumujer y hijas con susruegosle daban,mandó, porque no estuvieseocioso,ejercitarlo en otro tormento no tan gravecomo los pasados.Yfue que guardasede día y de nochelos cuerpos muertosde los veci-nos de aquel pueblo que se ponían en el campodentro de un montelejosde poblado.lugar señaladoparaellos. Los cualesponíansobrelatierra en una arcasde maderaque servíande sepulturas,sin goncesni otro más recaudo de cerraduraque unas tablas con que las cu-brían y encima unas piedraso maderos,de las cualesarcas, por elmal recaudoque ellas tenían de guardar los cuerposmuertos, se losllevabanlos leones,que por aquellatierra hay muchos,de que los in-dios recibían muchapesadumbrey enojo.Este sitio mandóel caciquea Juan Ortiz queguardasecon cuidado que los leonesle llevasenal-gún difunto, o partede él. en protestacióny juramentoque le hizo, silo llevaban moriría asadosin remedio alguno. Y para con qué losguardasele dio cuatrodardosquetirasea los leoneso a otrassalvaji-nas que llegasena las arcas. Juan Ortiz. dandograciasa Dios que lehubiesequitado de la continua presenciadel caciquel-Iirrihígua. suamo, se fue a guardar los muertos, esperandotener mejor vida conellos que con los vivos. Guardábaloscon todo cuidado,principalmen-te de noche, porqueentonceshabía mayor riesgo. Sucedióque unanochede las queasí velaba se durmió al cuarto del albasin poderre-sistir al sueño,porquea estahora suelemostrar susmayoresfuerzascontra los que velan. A este tiempo acertó a venir un león, y, derri-bando las compuertasde una de las arcas,sacóun niño que dosdíasanteshabíanechadoen ella y sc lo llevó. Juan Ortiz recordóal ruidoque las compuertashicieron al caer, y como acudióal arcay no hallóel cuerpo del niño, se tuvo por muerto. Mas con toda su ansiay con-goja no dejó de hacersusdiligencias,buscandoal león parasi lo topa-se. quitarle el muerto, o morir a susmanos. Por otra partese enco-mendabaa NuestroSeñorle dieseesfuerzoparamorir otro día confe-sando y llamando su nombre, porque sabiaque, luego que amane-ciese. habían de vístar los indios las arcas, y. no hallando el cuerpodel niño, lo habían de quemar vivo. Andando por el monte de unapartea otra con las ansiasde la muerte,salió a un caminoancho,quepor medio de él pasaba,y. yendo por él un rato con determinacióndehuirse.aunqueera imposible escaparse.oyó en el monte no lejos dedonde iba, un ruido como de perro que roía huesos.Y escuchandobien, se certificó en ello, y. sospechandoque podía serel león quees-tuviesecomiendo el niño, fue con mucho tiento por entre las matas,acercándoseadondesentíael ruido, y a la luz de la luna que hacía.

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aunqueno muy clara, vio cerca de si al león, que a suplacercomíaalniño. JuanOrtiz, llamandoa Dios y cobrandoánimo, le tiró un dardo.Y, aunquepor entoncesno vio, por causade las matas,el tiro queha-bía hecho, todavíasintió que no habíasido malo por quedarlela ma-no sabrosa,cual dicen los cazadoresquela sientencuandohanhechoalgún buen tiro a las fierasde noche.Con estaesperanza,aunquetanflaca, y también por no haber sentidoqueel león se hubiesealejadode donde le habíatirado, aguardóa que amaneciese,encomendándo-sea NuestroSeñor le socorrieseen aquellanecesidad.”2

Con la luz del día se certificó JuanOrtiz del buentiro que a tientohabía hecho de noche porque vió muerto el león, atravesadaslasentrañasy el corazón por medio, como despuésse halló cuandoJoabrieron, cosaque él mismo, aunquela veía, no podía creer. Con elcontento y alegría que se puede imaginar más que decir, lo llevóarrastrandopor un pie, sin quitarle el dardo, paraquesu amolo vieseasí como lo habíahallado, habiendoprimero escogidoy vuelto el arcalos pedazosque del niño halló por comer. El caciquey todoslos dc supueblo se admirarongrandementede estahazaña,porqueen aquellatierra en generalse tiene por cosade milagro matar un hombrea unleón, y. así tratancon gran veneracióny acatamientoal queaciertaamatarlo. Y en toda parte.por ser animal tan fiero, se debeestimar enmucho, principalmentesi le matan sin tiro de ballestao arcabuz,co-mo lo hizo Juan Ortiz...3

Se trata de una de las escenasde gran intensidaddramáticay per-tenece al cumplimiento de uno de los castigos: la del cuidado delcampode los muertos, el cual constituye unaunidad dentro del rela-to mayor. Es un pasajedigno de destacardentro del relatodel episo-dio en el que el trabajo del escritor se pone de manifiesto en lasdescripciones,en la pintura del héroe,en las reaccionesde él, en lacoronaciónfinal, pero principalmenteen la construccióndel suspensoen que el narradorcreael clima y llega lentamenteal desenlace,estoes.el Centro del esclavocon el león. Luegoaquél crececuandoJuanOrtiz creehabermatadoal león perono lo sabecon certidumbrehas-ta el día siguiente.Es interesanteen cuantoa la narracióntambiénelmodode presentarla acción y la magnitud de los hechosparael cas-tigado como para losque los rodeaban,del escritor.

Este sucesovincula el episodiocon las novelasde caballerías,conel temade el niño muertoque esarrebatadopor el león, que ya apare-cía en novelascomo el Amadís de Gaula y El caballero Cifar. Recor-demosaquí el que presentael Amadís: durantela contiendaentresuscaballerosy los Siete Reyesde las Insolas,nació el hijo de Amadís y

2 ibid. Libro II. 1.” parte,cap. II. págs.49-50.3 Ibid. Libro II. 1.” parte,cap. III. pág. 51.

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Oriana, con unasletras blancasdebajo de la tetilla derecha,y otrasrojas debajode la izquierda.Paraocultarlo enviaronal niño al castillode Mirallores. peroen el camino fue arrebatadopor una leona, quelollevó incólume hasta donde estaba el ermitaño Nasciano, que lobautizó con el nombre deEsplandián.quedecíanlas letrasblancas,ycuidó de su crianza y educación.Así El Inca Garcilasoretomapuesun temade aquelloslibros.

Ya en el segundode los fragmentosescogidospara mostrar esainfluencia, en el mismo episodio. nosencontramosen el momentoenque el cacique, despuésde haber atormentadoa su prisionero de di-versosmodosdecide acabardefinitivamente con él, para lo cual pre-para una fiestasolemneen el pueblo. Ello lo comunicaa sumujer y asus hijas y será una de ellas quien haga sabesora Juan Ortiz deaquellaintención. Lo relata así:

“Mas la mayor de las hijas. por llevar la intención adelantey salircon ella, pocos díasantes de la fiesta en secretodio noticias a JuanOrtiz de la determinaciónde supadrecontra él y queella, ni susher-manas,ni su madreya no valían ni podíancosaalgunacon el padre.por haberles puesto silencio en su favor y amenazándolassi loquebrantasen.

A estasnuevastan tristes, queriendo esforzaral españolañadióotrasen contrario y el dijo: “Porqueno desconfiesde mi ni desesperesde tu vida, ni temasqueyo deje de hacertodo lo quepudierepor dár-tela, si ereshombre y tiene ánimo para huirte. yo te daré favor y so-corro paraque te escapesy te pongasen salvo. Estanochequeviene,a tal hora y en tal parte, hallarásun indio de quien ño tu salud y lamía, el cual te guiará hasta un puente que estádos leguasde aquí.Llegandoa ella, le mandarásqueno paseadelantesino quesevuelvaal pueblo antesque amanezca,porqueno le echen menosy se sepami atrevimiento y el suyo, y. por habertehechobien, a él y a mí nosvengamal. Seis leguasmásallá de la puenteestáun pueblocuyo se-ñor me quiere bien y deseacasar conmigo, llámaseMucozo; diríasede mi partequeyo te envio a él para queen estanecesidadte socorray favorezcacomo quien es. Yo sé queharápor ti todo lo que pudiere.como verás.Encomiéndatea tu Dios, que yo no puedohacermás entu favor.”4

Este fragmento recuerdauna escenade los libros de caballerías,en queunadamaprometidaa un caballeropideun favor a aquél y enestecasoposibilita la huida de otro personaje.Lo acercana aquellasnovelas,el tono en que se desenvuelve,el mensajey por fin el gestode agradecimientoque tiene hacia la damaindia el soldadoespañol.

Ibid. Libro II, cap. III. págs. 52.

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De algún modo el escritor haceuna traslaciónde aquellospersonajesy de aquellascircunstanciasde la caballeríaa esteNuevoMundo, y lainfluencia se muestratambién en el tratamientode la materianarra-da.

A continuaciónhemosde presentarcomo ejemplo de los relatosque en la historia de la Floridase vinculan con la novelabizantina, elque trata de lo acaecidoa dos soldadosespañolesen su viaje hastaquellegaronal real de regreso5.Así dice el texto:

Mas luego quelas pasaron/íascíénagas/dieron en las dificulta-des y malos pasosqueal ir habíanllevado, con atolladeros,montesyarroyosquesalíande la ciénagamayor y volvían aentrar en ella. Ca-minabansolamenteal tino de lo quereconocíanhabervisto y notadoa la ida.’”6

El narradordescribela naturalezade los obstáculosquelos solda-dos encontrabanen su camino, y lo haceen forma detallada.En otropunto dice:

‘“El peligro que estosdoscompañerosllevabande sermuertosporlos indios era tan cierto queninguna diligencia queellos pudieranha-cer. bastaraa sacarlosde él, si Dios no los socorrierapor su miseri-cordia medianteel instinto naturalde los caballos, los cuales,como sítuvieran entendimiento,dieron en rastrearel camino queal ir habíanllevado, y. como podencoso perdigueros, hincaban los hocicos entierra pararastreary seguirel camino: y aunquelos principios, no en-tendiendosusdueñosla intención de los caballos,les tiraban de lasriendas, no queríanalzar las cabezas,buscandoel rastro, y para lohallar, cuandolo habíanperdido. dabanunosgrandessopíosy bufi-dos, que a susdueñosles pesaba,temiendoser por ellos sentidosdelos indios.’7

En estacomparaciónde los caballoscon seresinteligentesy conperrosde caza, se percibe un tono de idealizacióndel Inca Garcilasoal referirsea elloscomo agentessalvadoresde los soldadosantela ad-versidad.

Continúa luego el relato:“Con estasdificultades, y otrasquese puedenimaginar mejor que

escribir, caminaron sin camino toda la noche estosdos bravosespa-ñoles. muertos de hambre,que los dos díaspasadosno habíancomi-do sino cañasde maíz que los españolesteníansembrado,e iban al-canzadosde sueño y fatigados de trabajo: y los caballos lo mismo,que tres días habíaque no se habíandesensillado,y a duras penasquitándoleslos frenospara que comiesenalgo. Mas ver la muerteal

Ibid. Libro II. 1.» parte,cap XIII-XV.

6 Ibid. Libro II, 1.” parte,cap.XIV, pág. 78.Ibid. Libro II. 1.» parte, cap. XIV. pág. 78.

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ojo si no vencían estos trabajos les daba esfuerzo para pasaradelante.’”8

En esta caracterizaciónque hacede los personajescomo héroesque debíanafrontar una seriede dificultades, tenemosqueseríantí-picos de la novela de aventuras.En otra partede la narracióncuenta:

““A una mano y otra de como iban dejabangrandescuadrillas deindios que a la lumbre del mucho fuego que teníanse parecíacómobailaban, saltabany cantaban,comiendoy bebiendocon mucha fies-ta y regocijo y gran plática y voceríaqueentreellos babia. que en to-da la nocheno cesaron.Sí era celebrandoalgunafiesta de su gentili-dado platicandode la gentenuevamentevenidaa su tierra, no se sa-be, mas la grita y algaradaque los indios tenían regocijándose.erasalud y vida delos dos españolesquepor entreellos pasaban,porquecon el mucho estruendoy regocijo, no sentíanel pasarde los caballosni echabande ver el mucho ladrar de susperrosque,sintiéndolospa-sar.se matabana alaridos. Lo cual todo fue ProvidenciaDivina, que.si no fuera por esteruido de los indios y el rastrearde los caballos.imposible era que por aquellas dificultades caminaran una legua.cuantomásdoce, sin quelos sintieran y mataran.”9

Una vez más los protagonistasse libran de las dificultades y elnarrador atribuye la salvación a la Providencia. Y así describe elescritorotrasescenasde granriquezaen el color, como la quesigue:

“‘.Juan López subió en su caballo, y a toda diligencia caminaronmásque de paso.corriendo amediarienda, que los caballoseran tanbuenosquesufríanel trabajopasadoy el presente.Con la luz del díaque no pudieron los doscaballos dejarde servistos por los indios, yen un momentose levantóun alarido y vocería,apercibiéndoselos dela una y otra bandade la ciénagacon tanto zumbido y estruendoyretumbar de caracoles,bocinasy tamborinos, y otros instrumentosrústicos,queparecíaquererlosmatarcon la grita sola.

En el mesmo punto parecieron tantas canoas en el agua quesalíande entre la eneay juncos. que a imitación de las fábulaspoéti-cas,decíanestosespañolesqueno parecíansino quelas hojas de losárbolescaídasen el agua se convertían en canoas.Los indios acu-dieron con tantadiligencia y prestezaal pasode la ciénagaquecuan-do [os cristianos llegaron aél. ya por la otra partealta los estabanes-perando.

Los doscompañeros,aunquevieron el peligro tan eminentequealcabode tanto trabajo pasadoen tierra les esperabaen el agua,consi-derandoquelo habíamayor y máscierto en el temerque en el osar,se arrojaron a ella con gran esfuerzpy osadía,sin atendera más que

8 Ibid. Libro II, 1.” parte, cap. XIV. pág.79.9 Ibid. Ltbro II. 1.” parte, cap. XIV. pág. 79.

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a darsepriesaen pasaraquella leguaque, como hemosdicho la teníade anchoestamala ciénaga.Fue Dios servicoque,como los caballosiban cubiertosde aguay los caballerosbien armados,salieron todoslibres sin heridas,que no se tuvo a pequeñomilagro segúnla infini-dad de flechas queles habíantirado, que uno de ellos, contandodes-puésla mercedque el señor,particularmenteen estepaso. les habíahechode que no les hubiesenmuerto o herido, decía que. salido yafuera del agua, había vuelto el rostro a ver lo que en ella quedabayquela vió tan cubiertade flechascomo unacalle sueleestardejuncíaen día de algunagransolemnidadde fiesta.” lO

DespuésContinúa la narraciónhastaque finalmentellega el auxi-lío de los soldadosquese encontrabanen el real.

“Los españolesque en el ejército estaban,oyendola grita y voceríade los indios tan extraña, sospechandolo que fue y apellidándoseunosa otros, salieron a toda priesaal socorrodel pasode la ciénagamásde treintacaballeros.””

Así da el escritor otraperspectivade los acontecimientos.Reseñandola narración y teniendo en cuenta la influencia de la

novela griega, tenemosqueel eje del relato estádado por el viaje delos caballerosespañoles.Así, precisamentea travésde eserecorridoque se torna inacabableel escritor nos describe:un camino lleno dedificultades. unido al desconocimientoque de él tenían los soldados,el sueñoy la fatiga de los personajes,un clima y mal tiempoatmosfé-rico desfavorablecomo una nueva dificultad: una serte de agentesque intentan resolver las situacionesdificiles como salvadores,queserán, por ejemplo: los caballos, la Providencia, la circunstanciadeuna fiestaentrelos indios, hastala llegadade los compañerosespaño-les como auxilio final. Así se cierran un conjunto de momentosdepérdidaimpuestospor las dificultades en que ha consistidosu cami-no. como un elementocaracterísticodel tipo de narracióna quealudi-mos.

Para mostrar la influencia de las llamadas“novela italiana” en laFlorida del Inca, nos acercamosa un relato que trata de las fiestasqt]e el gobernadorhicieron en Sanctiagode Cuba12y luego aotro re-ferido a la primera nochede navegacióndela armadaLS

En el primer casodice el texto:“Como dijimos. fue recibido cl general con mucha fiesta y co-

mún regocijo de toda la ciudad, que. por las buenasnuevasde suprudenciay afabilidad, habiasido muy deseadasu presencia.A este

10 Ibid. Libro II, 1.” parte. cap. XIV, págs. 80-81.~ Ibid. Libro II. 1.” parte,cap.XIV. pág. 81.l’2 Ibid. Libro 1. cap. Xl.

~ Ibid. Libro 1, cap. VII-X.

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contexto se juntó otro, no menor, que les dobló el placer y alegría,quefue la personadel obispo de aquellaIglesia, fray Hernandode Me-sa,dominico, que era un sancto varón y habíasido en la misma ar-madacon el gobernadory fue el primer preladoquea ella pasó.’”’4

Y en otro punto vuelve el escritora describir el ambientede fiestaquereinabaen la ciudad:

“Viéndose la ciudad con dospersonajestan principalesparael go-bierno de ambos estados,eclesiásticoy seglar. no cesó por muchosdías de festejarlos, unas vecescon danzas,saraos,y máscarasquehacian de noche; otros con juegos de cañasy toros, que corrían yalanceaban;otros díashacíanregocijo a la brida. corriendo sortija. Ya los queen ella seaventajabanen la destrezade las armasy caballe-ría, o en la discreción de la letra, o en la novela de la invención, o enla lindezade la gala, se les dabanpremiosde honor dejoyas de oro yplata, seday brocado,que para los victoriosos estabanseñalados,y.al contrario, dabanasimesmopremios de vituperio a los que lo ha-cían peor. No hubo justasni torneosa caballoni a pie por falta de ar-maduras”15

El narradormuestrael modoen quesecelebrabauna fiestapropiade la sociedadgalante,para lo cual describelos bailes que hacian.yda cuenta de los juegos caballerescosque ejercitabanen esasoca-sionesy explica en quéconsistían.

Ya en el relato que da cuentade lo quesucedióa la flota españoladurantela primera nochede navegaciónhacia la Florida, nos detene-mosen el siguientefragmento:

“Siguiéndose.pues, el viaje con muy prósperotiempo. sucedióapoco más de media nocheque los marinerosde la nao que habíadesercapitanade las de México. en queiba el fator Gonzalode Salazar.o por mostrar la velocidad y ligerezade ella, o por presumir quetam-bién eracapitanacomo la de Hernandode Soto, o porque, como serálo más cierto, el piloto y el maestrecon la bonanzadel tiempose hu-biesendormido y el marinero que gobernabala nao no fuese pláticode las reglasy leyes del navegar, la dejaronadelantarsea toda la ar-madae ir delantede ella, a tiro de cañóny a barloventode la capita-na, que por cualquierade estasdos cosasque los marineroshagantienen penade 16

Describeluego la sorpresay reacciónde aquelsoldadoa quien elgobernadorhabíadadoórdenesprecisasy enseguidacuenta:

“Con esto se determinaronambosa le tirar, y al primer cañonazole horadaronlas velas por medio de popa a proa, y al segundole líe-

14 Ibid. Libro 1. cap.XI. pág.34.15 Ibid. Libro 1. cap.XI. pág. 35.‘6 Ibid. Libro 1, cap. VII. pág. 25.

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varon del un lado parte de las obrasmuertas,y, yendoa tirarle más,oyeron que la gentede ella dabagrandesgritos, pidiendo misericor-dia, que no les tirasen que eran amigos.El gobernadorse levantó alruido, y toda la armadasealborotéy pusoen arma, y encaréhacíalanaomexicana.La cual, como se le iba el viento por las roturas quelapelota le habíahechoen las velas, vino decayendosobrela capitana,y la capitana,queiba en su seguimiento,la alcanzópresto,dondeleshubierade sucederotro mayor mal y desventuraquela que se teníapor lo pasado.Y fue que, como los unoscon el temor y confusión desu delícto atendiesenmás a desculparseque a gobernarsu flavio, ylos otros con la ira y enojo que llevaban de pensarque el hechohu-biesesido desacatoy no descuido,y con deseode lo castigaro vengarno mirasen cómo ni por dónde iban, hubieran de envestirsey en-contrarse con los costadosambasnaos- Y estuvieron tan cerca deellos que los de dentro, para socorrerseen estepeligro, no hallandoremediomejor, a toda priesasacaronmuchaspicasen las cualesenti-bandode la una en la otra nao, porque no diesengolpe, rompieronmásde trescientas,que parecióunahermosisímafolía de torneo de apie, e hicieron buen efecto. Mas, aunquecon las picas y otros palosles estorbaronque no seencontrasencon violencia, no les pudieronestorbarque no se trabaseny asiesencon las jarcias, vela y entenas,de maneraque sevieron en el último punto de ser ambasanegadas,porqueel socorrode los suyosdel todo las desamparé,que los mari-neros, turbadoscon el peligro tan eminentey repentino,desconfiaronde todo remedio, ni sabíancuál hacerque les fuese de provecho. Ycuando pudieran hacer alguno, la vocería de la gente, que veía lamuerteal ojo, el-a tan grandeque les dejabaoírse: ni la escuridaddela noche, que acrecientalas tormentas, dabalugar a que viesen loque les conveníahacer:ni los queteníanalgún ánimo y esfuerzopo-dían mandar,porqueno habíaquien íesobedecieseni escuchase,quetodoera llanto, grita, voces,alaridosy confusión.’”~

Se tratade unaescenaregidapor la confusióny es la quenos inte-resa aproximar a los caracteresde la novela italiana. El narradordescribepasoa pasolos movimientos que se iban produciendoy lasaccionesquesobreveníancomoconsecuencia.Muestracomo dosobs-táculosla actitud de los viajerosy la oscuridadde la noche,para lle-gar luego ala situaciónde desesperaciónde los personajes.En ella es-tá contenidoel clímax de la escenaque se viene desarrollando,Espues,un cuadro de grantensióndramáticay queel narradordescribecon suma prolijidad. Podemosacercarlaa la intensidadcon que sere-latan dichasescenasen la novelaitaliana y queen cuantoa los diver-

Ibid. Libro 1. cap. VII, págs. 25-26.

Nouelasde caballerías,bizantinae italiana... 49

sosmomentosde solución y alejamientode la dificíl situación en lanovela de aventuras.

Como desenlacede la situación anteriormentedescripta,nana elescritor:

«En estepunto estuvieronambosgeneralesy susdosnaoscapita-nas, cuandoDios Nuestro Señor las socorriócon que la del goberna-dor con los tajamareso navajasquelas entenasllevabacortó a la delfactor todos los cordeles,jarcias y velas con que las dos se habíanasiado, las cualescortadas,pudo la del general, con el buen vientoquehacia,apartasede la otra, quedandoambaslibres.”’8

Tenemospuesencarnadosen el Dios Supremoel agentequelogróque los elementoscortantesde una naveobraransobrelos hilos y de-más materialesenredadosde la otra, esto es, que actuaran ComoDeusex-machinapararesolver esasituación queseacercabaala tra-gedia, secundadaseguidamentepor la acción del viento que permiteel alejamientode las naosy el feliz desenlacede la escenadescripta.

Si nos referimos en primer lugar al aspectocompositivo de estosepisodios, tenemosque el narradorpreparael relato con una breveintroducción parapasar luego al cuerpocentral del mismo, en que semuestra el sucesoo la situacién producida, la que desarrollahastallegar al desenlacey proseguirde inmediato con el relato mayor queconstituyela historia.

En cuanto a las técnicas y procedimientosempleadosencontra-mos gran morosidady detalleen la descripcióncomo en las vicisitu-des por las que atraviesanlos personajes.Se narran fundamental-mente las accionesy los grandesmovimientosy serelegala caracteri-zación de personajescasi a un arquetipo que actúa, ya que estásu-bordinado a los hechosque han tenido que soportar;éstos,muchasvecesimaginadosy presentadoscon grancuidado,se originan en cir-cunstanciasy casosocurridos en la empresa.Los personajesrepre-sentana españolese indios y se muestranen ellos principalmentelascualidadesde honor y valentía, de cortesíay el deseode la honraentrelos combatientes,propiasdel caballerode aquellasociedad.

En lo que concierneal estilo podemosseñalar el uso de diálogoentre unos y otros héroesde aventura,que el narrador presentaenforma directa o indirecta. A veces se da la intervención del propioautor, parahacerconsideracioneso enjuiciar la conducta de susper-sonajes:hay ciertasmoralizacionesqueprovienende la literatura me-dieval española.

Como tópicosde la literatura caballeresca,aparecenlos comporta-mientosdignosdel honor y la cortesía,como son: los ritos del comba-

IB Ibid. Libro 1. cap.VII, pág. 26.

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te, los saludosqueentrecruzanlos contrincantes,las leyescaballeres-cas, losjuegos, los tratosentreellos.

Los escenariosque se describen son: el mar. adecuadopara lasaventuras,los palaciosen que tienenlugar elegantesfiestasde refina-miento cortesano,los riquísimostemplos, todosellosequivalentesdelambientede novelasgriegasy de galanteríaitaliana,dentro del mun-do indígenade la conquistaespañola.En ellos se trazancuadrosdeconfusión,de gran tensióndramática,como situacionesde encuentroy desencuentro,planteamientosde dificultadessucesivashastasusu-pei-acióndefinitiva, quea vecesseresuelvenmediantesolucionesmá-gicas.Todo se vuelvedigno de la novelabizantinay de las escenasre-nacentistasvívidasy recreadaspor los grandespoetasitalianos.

Los nombresextraños—esto en los referidosa sitios y personajesindígenas—llevan en sí la sugerenciade lo exótico, lo cual produceala vezdeleitey alejamientoen el lector.

Se haceuna transposicióndel mundode la caballeríaal de la con-quista, el actor protagonistaes el españolque busca aventuras,entanto los sucesosse desenvuelvenen tierrasdesconocidas.

El narrador brinda en el tratamientode los hechos,precisamenteen estosrelatos, un tiempo novelescodentrodel gran relatohistóricoy del tiempo queéstepropone.

Lo que destacamosen la presentaciónde esemundoembellecido,ideal, de seresvalientesquela epopeyade Indias recogecon persona-jes propios, es el podernarrativo y descriptivo del Inca Garcilasoco-mo humanista,a partir de suspropiaslecturas.

La estructuradel relatode las aventurasseve influida por los mo-delos literarios, las acciones en su desarrollo son primordiales enaquel género novelístico; las técnicasdescriptivasen que esasnarra-cionesse complacen,en fin, los temasy motivos, el modo de desple-gar un acontecimientoy fundamentalmenteel tratamiento que lesconcedeel escritor, a estospequeñoscuadros,poseenciertos puntosde contactoquerecuerdanla novelísticaespañolaen susespeciesdecaballerías,bizantinae italiana.

Amalia INIESTA CÁMARAUniversidad Complutensede Madrid

(España)