notas de cultura en el diario el ciudadano

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13 Lunes 5 de mayo de 2008 El Ciudadano & la región Cultura Museo de la Ciudad Una manifestación obrera frente a la Jefatura Política de Rosario para entregar un petitorio por mejoras laborales en 1912. GENTILEZA MUSEO DE LA CIUDAD En el Castagnino Antológica de León Ferrari Mañana a las 19.30 el Museo Castagnino (Pellegrini 2202) inaugura una muestra an- tológica de uno de los artistas plásticos que mayor importancia cobró en el país, León Fe- rrari. Antológica recoge las principales eta- pas de producción de Ferrari y podrá visitar- se hasta el domingo 29 de mayo. En el mar- co del programa de incorporación de obras, el Museo Castagnino y el Arte Contemporá- neo (Macro) reunió el conjunto más amplio de piezas de León Ferrari que existe en ins- tituciones argentinas. Estas obras, fechadas entre 1976 y 2007, son el núcleo de esta muestra junto a una selección de otras que pertenecen en su mayoría a la colección del artista. Figuran entre otras piezas los famo- sos juicios finales, una serie de maniquíes, esculturas de alambre, algunos poliuretanos, un conjunto de “Relecturas de la Biblia”, brai- lles, una pieza del grupo de los Mimetismos, una selección de botellas y varios objetos. La muestra intenta, por un lado, poner en foco los ejes del discurso artístico-político de Fe- rrari, al señalar su abordaje de cuestiones co- mo el poder, la política, los valores éticos y estéticos, la violencia, la sensualidad, el ero- tismo, el uso del montaje, la ironía y el hu- mor. Por otro lado, trata de incluir un planteo sobre el influjo y la permanencia de aquellos lineamientos asumidos por el artista en ma- teria de arte y política en los años de La Ci- vilización Occidental y Cristiana (1965), obra paradigmática de la vanguardia estético-po- lítica del siglo XX. Desde sus comienzos, Fe- rrari asumió una posición decisiva ante la re- alidad social y artística. Esta circunstancia lo ha colocado desde sus comienzos en la ve- reda de un arte comprometido. Esta exhibi- ción es la primera retrospectiva que se hace en Rosario sobre Ferrari, “el museo cumple con un gran deber institucional –anuncian desde el Castagnino– reactivando una de sus búsquedas incesantes de los últimos años: encontrar nuevas instancias de inso- lencia política, sensible, y renovadora en el campo cultural argentino”. La curaduría de esta muestra, a cargo del Castagnino y Ma- cro, contó con la asesoría de Andrea Giunta y Liliana Piñeiro. El próximo miércoles a las 19.30, en el salón de actos de la Facultad de Humanidades y Artes (Entre Ríos 758), Fe- rrari dará una charla abierta en diálogo con Fernando Farina, secretario de Cultura. Una de las obras emblema de Ferrari GENTILEZA MUSEO CASTAGNINO Las gestas culturales de Rosario abreva- ron en varios de los aspectos históricos de la ciudad, pero hasta ahora han sido pocos los rescates de su pasado anar- quista y proletario, que fue el que la lle- vó a postularse como “La Barcelona ar- gentina” y a que su barriada de la zona de Refinería se conociera como uno de los primeros barrios obreros de Améri- ca latina. Acaso “Ciudad libertaria”, la muestra producida e inaugurada el sá- bado pasado en el Museo de la Ciudad (Oroño 2300, en el Parque Independen- cia) sea la punta de lanza para que la ciu- dad recupere el escenario original de una historia única y heroica. La situación laboral de los trabaja- dores que se hacinaban en distintos ba- rrios rosarinos en los albores del siglo XX generó un clima de insurrección obrera que los primeros partidos polí- ticos, aún en formación, no supieron interpretar. Sí lo hizo el anarquismo, que ofreció al movimiento obrero y, en cierta medida, también a los sectores medios y profesionales, una alternati- va ideológica, social, cultural y ética, completamente opuesta a la que im- ponía el régimen oligárquico. “En su visita a la ciudad –rescata el relato que se hizo en el museo– durante las pro- testas gremiales del año 1901, el socia- lista porteño Adrián Patroni, informó al diario capitalino La Vanguardia: «Ro- sario ha sido hasta ahora el cuartel ge- neral de la propaganda anarquista y la influencia que éstos ejercen se nota desde que se desciende del tren (…) Los obreros indiferentes ven en los anar- quistas a propagandistas valerosos, los cuales no temen, por otra parte, pro- nunciar arengas enérgicas contra las autoridades y capitalistas». La muestra cuenta en su relato con voces de historiadores y especialistas de renombre, como Alejandra Monserrat, Agustina Prieto y Aldo Oliva (por su li- bro El fusilamiento de Joaquín Penina, reeditado hace un año y durante déca- das considerado perdido). Asimismo, las salas del museo exhiben fotografías, periódicos y manifiestos de la época que llevan firmas ya célebres, como Floren- cio Sánchez, quien escribió en 1901: “(Proletarios:) La época de los carneros que se dejaban esquilmar ha desapare- cido. Los patrones tienen esclavos con el traje de esbirros que guardan las ri- quezas para nosotros producidas; tie- nen todo lo necesario para resistir. No- sotros tenemos nuestros brazos y nues- tra voluntad inquebrantable para de- fendernos y triunfar. Y cuando crean aplastarnos por el hambre, acordémo- nos que el pan y la libertad no se piden: se toman. “Acordaos [vosotros, los sol- dados encargados de reprimir] que sois hijos del pueblo, que si hoy tenéis un machete para castigar a los obreros en huelga, mañana, cuando os echen de los cuarteles y tengáis que recurrir a las fá- bricas para ganar un mísero mendrugo, vuestros hijos vestirán el uniforme de esclavos y harán con vosotros lo que hoy hacéis con nosotros”. La historia de la Rosario anarquista revisitada Documentos e imágenes de una de las etapas más intensas de la “Ciudad libertaria” “Luto”, un momento en el mundo peronista. DANIELSANTORO.COM.AR —Está bien, porque cuando a Eva la tra- tó el arte, que la trataron muchos (García Uriburu, Aurelio García), le dan un trata- miento con una mirada distanciada, desa- fectada, y la ponen como una caja de bom- bones: con una mirada que la juzga un po- co. Como diciendo: muestro esto pero no tengo nada que ver. —Cuando me refería a tragedia lo ha- cía en un sentido clásico, del mismo modo que trabajaste el icono en tu obra. —Sí, mis raíces son italianas y lo que me interesan son los pintores italianos clásicos. Pero desde cierto mestizaje. Creo que la no- vedad que viene a traer el peronismo es ese mestizaje, nunca metabolizado totalmen- te. Pone en escena a un grupo social que no estaba hasta ese momento incluido en nin- gún rubro. Pero lo que pasa con el peronis- mo es que cumplió su misión en la década del 50: proyectar hacia arriba a una clase social y uno dice: bueno, ahora se acabó. No, en realidad es una tarea continua y si no se la realiza empieza a enfermarse, y se enferma todo el cuerpo social, entonces ter- minan diciendo –algunos con cierta razón–: el hecho maldito del país es el peronismo. Porque en realidad viene a enfermarnos a todos. Porque cumplió una promesa. Ese fue el pecado original. Fijate: la izquierda tiene una promesa permanente hacia el fu- turo, piden el sacrificio de algunas genera- ciones porque en el futuro todos vamos a cumplir el sueño comunista. Incluso el ne- oliberalismo tiene una promesa: va a haber un derrame y todos van a disfrutar del mun- do capitalista, van a tener que endeudarse algunas generaciones. Ahora, el peronismo, ayudado por esa agenda rápida de Eva Pe- rón, cumplió el sueño: la casita, las vaca- ciones, el aguinaldo. Y todo el mundo va atrás de ese sueño, pero el avión ya no vue- la y ese es el gran problema. —Es como ese célebre postulado de Freud: el deseo cumplido produce un efec- to siniestro. —Exactamente. Esa es la paradoja. Mi personaje actual se llama el Descamisado Gigante. Es como aquel monumento que se iba a hacer, que iba a tener 137 metros de altura, que era un descamisado. Yo lo convertí en un personaje que es como un Golem justicialista, que anda por ahí y siem- pre crece, el tipo no tiene la posibilidad de la palabra, es un personaje torpe y amena- zante. El tipo circula por los alrededores, como el Gran Rosario, el conurbano bona- erense, y se alimenta de la pobreza. —Una suerte de cartonero gigante. —Claro, y la pobreza lo hace cada vez más gigante, cada vez más amenazante. Eso sería lo que queda del peronismo, el espíritu del peronismo. Y es eso: una som- bra oscura. La clase media quiere vivir siempre en la luz. Dice: hicimos un cace- rolazo anoche, hoy ya desapareció el pe- ronismo, somos gente decente y de pron- to aparece (Luis) D’Elía, aparecen mons- truos, tipos que salen de la oscuridad y que se convierten monstruos. Me cae muy simpático D’Elía, comparto lo que dice, entiendo que es una amenaza, el tipo en- carna esa oscuridad de decir las cosas que nadie quiere escuchar. Viene un hijo de puta a decirte que él es negro y te odia. ¡Y por otro lado es real! Esa es la selva oscu- ra en mi obra, con algunos lugares de luz, es el lugar natural del peronismo. En esa semipenumbra crecen grandes monstruos y también grandes cosas.

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Daniel Santoro, entrevista en Rosario, en el 2008

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Page 1: Notas de Cultura en el diario El Ciudadano

� 13Lunes 5 de mayo de 2008 El Ciudadano & la región Cultura

Museo de la Ciudad

Una manifestación obrera frente a la Jefatura Política de Rosario para entregar un petitorio por mejoras laborales en 1912.

GENTILEZA MUSEO DE LA CIUDAD

En el Castagnino

Antológica de León FerrariMañana a las 19.30 el Museo Castagnino(Pellegrini 2202) inaugura una muestra an-tológica de uno de los artistas plásticos quemayor importancia cobró en el país, León Fe-rrari. Antológica recoge las principales eta-pas de producción de Ferrari y podrá visitar-se hasta el domingo 29 de mayo. En el mar-co del programa de incorporación de obras,el Museo Castagnino y el Arte Contemporá-neo (Macro) reunió el conjunto más ampliode piezas de León Ferrari que existe en ins-tituciones argentinas. Estas obras, fechadasentre 1976 y 2007, son el núcleo de estamuestra junto a una selección de otras quepertenecen en su mayoría a la colección delartista. Figuran entre otras piezas los famo-sos juicios finales, una serie de maniquíes,esculturas de alambre, algunos poliuretanos,un conjunto de “Relecturas de la Biblia”, brai-lles, una pieza del grupo de los Mimetismos,una selección de botellas y varios objetos. Lamuestra intenta, por un lado, poner en focolos ejes del discurso artístico-político de Fe-rrari, al señalar su abordaje de cuestiones co-mo el poder, la política, los valores éticos yestéticos, la violencia, la sensualidad, el ero-

tismo, el uso del montaje, la ironía y el hu-mor. Por otro lado, trata de incluir un planteosobre el influjo y la permanencia de aquelloslineamientos asumidos por el artista en ma-teria de arte y política en los años de La Ci-vilización Occidental y Cristiana (1965), obraparadigmática de la vanguardia estético-po-lítica del siglo XX. Desde sus comienzos, Fe-rrari asumió una posición decisiva ante la re-alidad social y artística. Esta circunstancia loha colocado desde sus comienzos en la ve-reda de un arte comprometido. Esta exhibi-ción es la primera retrospectiva que se haceen Rosario sobre Ferrari, “el museo cumplecon un gran deber institucional –anunciandesde el Castagnino– reactivando una desus búsquedas incesantes de los últimosaños: encontrar nuevas instancias de inso-lencia política, sensible, y renovadora en elcampo cultural argentino”. La curaduría deesta muestra, a cargo del Castagnino y Ma-cro, contó con la asesoría de Andrea Giuntay Liliana Piñeiro. El próximo miércoles a las19.30, en el salón de actos de la Facultad deHumanidades y Artes (Entre Ríos 758), Fe-rrari dará una charla abierta en diálogo conFernando Farina, secretario de Cultura. Una de las obras emblema de Ferrari

GENTILEZAMUSEO CASTAGNINO

Las gestas culturales de Rosario abreva-ron en varios de los aspectos históricosde la ciudad, pero hasta ahora han sidopocos los rescates de su pasado anar-quista y proletario, que fue el que la lle-vó a postularse como “La Barcelona ar-gentina” y a que su barriada de la zonade Refinería se conociera como uno delos primeros barrios obreros de Améri-ca latina. Acaso “Ciudad libertaria”, lamuestra producida e inaugurada el sá-bado pasado en el Museo de la Ciudad(Oroño 2300, en el Parque Independen-cia) sea la punta de lanza para que la ciu-dad recupere el escenario original deunahistoria única y heroica.La situación laboral de los trabaja-

dores que se hacinaban en distintos ba-rrios rosarinos en los albores del sigloXX generó un clima de insurrecciónobrera que los primeros partidos polí-ticos, aún en formación, no supieroninterpretar. Sí lo hizo el anarquismo,que ofreció al movimiento obrero y, encierta medida, también a los sectores

medios y profesionales, una alternati-va ideológica, social, cultural y ética,completamente opuesta a la que im-ponía el régimen oligárquico. “En suvisita a la ciudad –rescata el relato quese hizo en el museo– durante las pro-testas gremiales del año 1901, el socia-lista porteño Adrián Patroni, informóal diario capitalino La Vanguardia: «Ro-sario ha sido hasta ahora el cuartel ge-neral de la propaganda anarquista y lainfluencia que éstos ejercen se notadesde que se desciende del tren (…) Losobreros indiferentes ven en los anar-quistas a propagandistas valerosos, loscuales no temen, por otra parte, pro-nunciar arengas enérgicas contra lasautoridades y capitalistas».La muestra cuenta en su relato con

voces de historiadores y especialistas derenombre, como Alejandra Monserrat,Agustina Prieto y Aldo Oliva (por su li-bro El fusilamiento de Joaquín Penina,reeditado hace un año y durante déca-das considerado perdido). Asimismo,

las salas delmuseo exhiben fotografías,periódicos ymanifiestos de la época quellevan firmas ya célebres, como Floren-cio Sánchez, quien escribió en 1901:“(Proletarios:) La época de los carnerosque se dejaban esquilmar ha desapare-cido. Los patrones tienen esclavos conel traje de esbirros que guardan las ri-quezas para nosotros producidas; tie-nen todo lo necesario para resistir. No-sotros tenemos nuestros brazos y nues-tra voluntad inquebrantable para de-fendernos y triunfar. Y cuando creanaplastarnos por el hambre, acordémo-nos que el pan y la libertad no se piden:se toman. “Acordaos [vosotros, los sol-dados encargados de reprimir] que soishijos del pueblo, que si hoy tenéis unmachete para castigar a los obreros enhuelga,mañana, cuando os echende loscuarteles y tengáis que recurrir a las fá-bricas para ganar unmíseromendrugo,vuestros hijos vestirán el uniforme deesclavos y harán con vosotros lo que hoyhacéis con nosotros”.

La historia de la Rosario anarquista revisitadaDocumentos e imágenes de una de las etapasmás intensas de la “Ciudad libertaria”

“Luto”, un momento en el mundo peronista.

DANIELSANTORO.COM.AR

—Estábien, porquecuandoaEva la tra-tó el arte, que la trataronmuchos (GarcíaUriburu, Aurelio García), le dan un trata-miento conunamiradadistanciada, desa-fectada, y laponencomounacajadebom-bones: conunamiradaque la juzgaunpo-co. Como diciendo: muestro esto pero notengo nada que ver.—Cuandome refería a tragedia lo ha-

cía enun sentido clásico, delmismomodoque trabajaste el icono en tu obra.—Sí,mis raíces son italianas y loqueme

interesanson lospintores italianosclásicos.Perodesdeciertomestizaje.Creoque lano-vedadquevienea traer el peronismoesesemestizaje, nuncametabolizado totalmen-te. Poneenescenaaungruposocial quenoestabahasta esemomento incluidoennin-gún rubro. Pero loquepasa conel peronis-moes que cumplió sumisión en la décadadel 50: proyectar hacia arriba a una clasesocial y uno dice: bueno, ahora se acabó.No, en realidad es una tarea continua y sino se la realiza empieza a enfermarse, y seenfermatodoel cuerposocial, entonces ter-minandiciendo–algunosconcierta razón–:el hechomaldito del país es el peronismo.Porque en realidad viene a enfermarnos atodos. Porque cumplió una promesa. Esefue el pecado original. Fijate: la izquierdatieneunapromesapermanentehacia el fu-turo, piden el sacrificio de algunas genera-ciones porque en el futuro todos vamos acumplir el sueñocomunista. Incluso el ne-oliberalismo tieneunapromesa: vaahaberunderramey todosvanadisfrutardelmun-do capitalista, van a tener que endeudarsealgunasgeneraciones.Ahora, elperonismo,ayudadopor esa agenda rápida de Eva Pe-rón, cumplió el sueño: la casita, las vaca-ciones, el aguinaldo. Y todo el mundo vaatrásdeese sueño,peroel aviónyanovue-la y ese es el gran problema.—Es como ese célebre postulado de

Freud: el deseo cumplidoproduceun efec-to siniestro.—Exactamente. Esa es la paradoja. Mi

personaje actual se llama el DescamisadoGigante. Es como aquel monumento quese iba a hacer, que iba a tener 137metrosde altura, que era un descamisado. Yo loconvertí en un personaje que es como unGolemjusticialista,queandaporahíy siem-pre crece, el tipo no tiene la posibilidad dela palabra, es unpersonaje torpe y amena-zante. El tipo circula por los alrededores,comoelGranRosario, el conurbanobona-erense, y se alimenta de la pobreza.—Una suerte de cartonero gigante.—Claro, y la pobreza lo hace cada vez

más gigante, cada vez más amenazante.Eso sería lo que queda del peronismo, elespíritu del peronismo. Y es eso: una som-bra oscura. La clase media quiere vivirsiempre en la luz. Dice: hicimos un cace-rolazo anoche, hoy ya desapareció el pe-ronismo, somos gente decente y de pron-to aparece (Luis) D’Elía, aparecenmons-truos, tipos que salen de la oscuridad yque se conviertenmonstruos.Me caemuysimpático D’Elía, comparto lo que dice,entiendo que es una amenaza, el tipo en-carna esa oscuridad de decir las cosas quenadie quiere escuchar. Viene un hijo deputa a decirte que él es negro y te odia. ¡Ypor otro lado es real! Esa es la selva oscu-ra enmi obra, con algunos lugares de luz,es el lugar natural del peronismo. En esasemipenumbra crecen grandesmonstruosy también grandes cosas.