nosotros tenemos la mente de cristo · llevado a cabo la purificación de nuestros pecados por...
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NOSOTROSTENEMOSLA MENTEDE CRISTO
Domingo, 20 de febrero de 2011
Villahermosa, Tabasco, México
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta deeste Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquiererror en este escrito es estrictamente error de audición,transcripción e impresión; y no debe interpretarse como erroresdel Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificadocon las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
NOTAS
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.38
ocasiones.
Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando
todos una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo
nuestro Salvador.
“NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO.”
NOSOTROS TENEMOSLA MENTE DE CRISTO
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
Domingo, 20 de febrero de 2011
Villahermosa, Tabasco, México
Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes,
ministros y hermanos de diferentes Iglesias, y también
visitantes y también ministros e Iglesias en otras naciones que
están conectados con el satélite Amazonas o internet en esta
ocasión.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, seansobre todos ustedes y sobre mí también. En el Nombre delSeñor Jesucristo. Amén.
Es un privilegio grande para mí estar con ustedes en esta
ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de
compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa
correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en
Primera de Corintios, capítulo 2, verso 6 en adelante (6 al 16),
y dice de la siguiente manera:
“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han
alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los
príncipes de este siglo, que perecen.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría
oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para
nuestra gloria,
la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció;
porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al
Señor de gloria.
Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.4
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque
el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,
sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino
el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que
Dios nos ha concedido,
lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por
sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu,
acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
juzgado de nadie.
Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
“NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO.”Son las palabras que nos da San Pablo en este pasaje:
“Nosotros tenemos la mente de Cristo.”
Este misterio de una persona tener la mente de Cristo y por
supuesto los creyentes en Cristo, es el misterio por el cual hay
personas que entienden el Programa Divino, entienden el
Evangelio de Cristo, y hay otras personas que no tienen la
mente de Cristo y no pueden comprender, les es locura el
Evangelio de Cristo; le es locura para algunas personas, que
haya personas que creen en Cristo, que lo han recibido como
Salvador, que han sido bautizados en agua en el Nombre del
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 37
Por lo tanto, comprendiendo el simbolismo del bautismo en
agua, bien pueden ser bautizados, y sabiendo, reconociendo
que es un mandamiento del Señor, que dijo: “El que creyere
y fuere bautizado, será salvo.” El apóstol Pedro dijo, cuando
le preguntan:
“Varones hermanos, ¿qué haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos,
y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor
nuestro Dios llamare.”
Eso está en el libro de los Hechos, capítulo 2, versos 31 al
38 y hasta el 47 también, en donde dice que el Señor añadía a
Su Iglesia cada día los que han de ser salvos.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes
el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda
la eternidad en el Reino glorioso de Jesucristo nuestro
Salvador.Dejo al ministro, reverendo Andrés Cruz Gallego para que
les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo, y en cada país y en cada
auditorio y en cada Iglesia que están conectados en estos
momentos y que están escuchando la predicación del
Evangelio de Cristo, dejo al ministro correspondiente en cada
país para que haga en la misma forma y sean bautizados allá
también los que han recibido a Cristo como único y suficiente
Salvador.
Continúen pasando todos una tarde feliz, llena de las
bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, y nos
continuaremos viendo para las próximas actividades que
estemos juntos, que llevemos a cabo durante las próximas
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.36
Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén.Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,
porque ustedes le han recibido como vuestro único y
suficiente Salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado
en agua en el Nombre del Señor Jesucristo,” pues Él dijo:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que
no creyere, será condenado.”
Ustedes me dirán: “Yo he creído en Cristo, lo he recibido
como mi Salvador, quiero ser bautizado en agua en Su
Nombre. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Por cuanto ustedes
han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser
bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y
Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.El bautismo en agua no quita los pecados, es la Sangre de
Cristo la que nos limpia de todo pecado. El bautismo en agua
es tipológico, la Escritura nos dice, San Pablo nos dice que el
bautismo en agua es a la semejanza de la muerte, sepultura y
resurrección de Cristo.
Por lo tanto, en el bautismo en agua la persona se identifica
con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección porque
estábamos con Él y en Él cuando Él murió, cuando Él fue
sepultado y cuando resucitó, y cuando subió al Cielo también.
Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al
mundo; y cuando es sumergido en las aguas bautismales por
el ministro, tipológicamente, simbólicamente, está siendo
sepultado; y cuando es levantado de las aguas bautismales,
está resucitando a una nueva vida con Cristo en Su Reino
eterno.
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 5
Señor Jesucristo y que Cristo los ha bautizado con Espíritu
Santo y Fuego y ha producido en esas personas el nuevo
nacimiento, y han sido limpios con la Sangre de Cristo, y hay
personas que dicen: “¿Cómo o puede ser posible eso? Si la
Sangre de Cristo fue derramada en la Cruz del Calvario dos
mil años atrás, ¿cómo puede todavía ser efectiva la Sangre de
Cristo y las personas ser limpios con la Sangre de Cristo?”
Pues es un misterio divino que solamente puede ser
comprendido, creído y comprendido por aquellos que tienen
la mente de Cristo.
Veamos un pasaje, el cual es un poco profundo pero que es
sencillo de entender, para que vayamos viendo este misterio
de la mente de Cristo en los creyentes en Cristo. En Efesios y
también en Hebreos el apóstol San Pablo, conocedor del
Programa Divino, el cual con la mente Cristo obrando en él,
operando en él, obtuvo el conocimiento de todos estos
misterios divinos, vean, este misterio es grande; dice capítulo
1 de Hebreos, verso 1 al 3:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo.”
Ahora, aquí nos dice que Dios por medio de Cristo hizo el
universo, y la persona que no tiene la mente de Cristo dice:
“El apóstol Pablo puede estar equivocado,” porque el universo
lleva millones de años, y Jesucristo nació en Belén de Judea
hace unos dos mil años atrás; alrededor de dos mil años han
transcurrido del nacimiento de Cristo hasta ahora.
Puede la persona decir: “Hay un error ahí, el apóstol San
Pablo está equivocado.” No está equivocado, está correcto,
vamos a ir un poquito más:
“El cual, siendo el resplandor de su gloria (o sea, el
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.6
resplandor de la gloria de Dios), y la imagen misma de su
sustancia (¿quién es la imagen de Dios? Jesucristo), y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo
efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de
sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”
Y ahora, el apóstol San Pablo nos dice: “Luego de haber
llevado a cabo la purificación de nuestros pecados por medio
de Su cuerpo, por medio de Sí mismo, muriendo en la Cruz
del Calvario, ahora se ha sentado a la diestra de Dios en el
Cielo, se ha sentado a la diestra de la majestad”.
El mismo Jesucristo había dicho en San Mateo, capítulo 26,
verso 64, que Él se iba a sentar a la diestra de Dios. Veamos
aquí si lo dice o no lo dice. Esto fue cuando estaba siendo
juzgado por el concilio del sanedrín. Vamos a pasar aquí a
este lugar, capítulo 26 de San Mateo, verso 60 en adelante,
dice:
“Y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se
presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos,
que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios,
y en tres días reedificarlo.
Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes
nada? (le pregunta el sumo sacerdote a Jesús) ¿Qué testifican
éstos contra ti?
Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te
conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el
Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde
ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del
poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo:
¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?
He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.
¿Qué os parece? Y respondiendo ellos (o sea, los miembros
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en la Vida eterna.
En esta vida terrenal se pasan por diferentes etapas en las
cuales hay etapas donde uno sufre mucho y hay etapas donde
lo pasa mejor; pero sea que sufra o no sufra, lo importante es
que haya recibido a Cristo como único y suficiente Salvador,
porque así ha asegurado su futuro eterno con Cristo en Su
Reino eterno, y en el Reino de Cristo entonces ya allí no se va
a sufrir, ya estaremos en cuerpos glorificados con Cristo como
reyes, como sacerdotes y jueces en el Reino del Mesías, en el
Reino de Cristo. Estaremos como miembros de la realeza,
como miembros del gabinete del Reino de Jesucristo nuestro
Salvador.
Vamos a estar con nuestras manos levantadas al Cielo,
nuestros ojos cerrados, y los que han venido a los Pies de
Cristo en estos momentos, repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelioy nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti con toda mi alma,creo en Tu primera Venida, creo en Tu muerte en la Cruzdel Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestrospecados, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo elCielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doytestimonio público de mi fe en Ti y te recibo como mi únicoy suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y conTu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices conEspíritu Santo y Fuego y produzcas en mí el nuevonacimiento.
Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamentecontigo en Tu Reino, sálvame Señor. Creo en Tu Obraredentora en la Cruz del Calvario, creo que allí Tú ganastemi salvación; que se haga una realidad Tu salvación en mi.Sálvame Señor, te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso,Señor Jesucristo. Amén.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.34
Mexicana, también allá en Venezuela, en Colombia, en Brasil,
en Ecuador, en Perú, en Bolivia, en Chile, en República
Argentina (en la República de Argentina), en Uruguay, en
Paraguay también, y también en otras naciones como Canadá,
África, Japón, China, en todos esos países en estos momentos
también tienen la oportunidad de escuchar y venir a los Pies
de Cristo.
Cristo está llamando y juntando Sus escogidos en este
tiempo final, porque estamos ya en el Día Postrero, y cuando
complete Su Iglesia, producirá Cristo la resurrección de los
creyentes en Él que han muerto físicamente, y a los vivos
creyentes en Él los transformará, y entonces todos tendremos
cuerpos eternos, cuerpos glorificados y jóvenes para toda la
eternidad.
Todas estas cosas fueron reveladas por la mente de Cristo
a través de los profetas y de los apóstoles y de los diferentes
mensajeros que Dios ha enviado a Su pueblo, y nosotros
estamos interesados en saber cuáles son las promesas y la
herencia divina para todos los creyentes en Cristo.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que
han venido a los Pies de Cristo, pueden continuar viniendo, y
los niños de diez años en adelante también pueden venir a los
Pies de Cristo nuestro Salvador.
Es importante que confirmemos nuestro lugar en la Vida
eterna con Cristo en Su Reino eterno, el ser humano hace
muchas decisiones en su vida terrenal: comer, dormir, trabajar,
estudiar, trabajar y así por el estilo, pero ninguna de esas
decisiones coloca al ser humano en la Vida eterna, solamente
hay una decisión que coloca al ser humano en la Vida eterna,
y es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
Todavía vienen más personas de camino para recibir a
Cristo como único y suficiente Salvador. No queremos pasar
por esta Tierra sin primero confirmar nuestro lugar con Cristo
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del concilio del sanedrín), dijeron: ¡Es reo de muerte!
Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de
puñetazos, y otros le abofeteaban,
diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.”
Eso sucedió de esta forma, es historia, y la historia no se
puede negar, pero todo esto ya estaba en la mente de Dios, ya
estaba destinado o predestinado que sería de esta manera. Por
lo tanto, ninguna persona debe levantarse en contra del pueblo
hebreo por esto que sucedió, porque todo esto que sucedió fue
para preservación de la Vida eterna para el pueblo hebreo y
también para los que están escritos en el Cielo en el Libro de
la Vida del Cordero, que a través de la predicación del
Evangelio de Cristo luego creerían en Cristo y lo recibirían
como único y suficiente Salvador, creerían en el Sacrificio de
Cristo en la Cruz del Calvario.
El mismo Jesucristo en la Cruz, dijo: “Padre, perdónalos,
porque ellos no saben lo que hacen.” Por lo tanto, nadie debe
condenar al pueblo hebreo por esto que sucedió; más bien
toda persona debe decir: “Gracias a Dios porque esto sucedió
para la salvación y Vida eterna de todos los que escucharían
el Evangelio de Cristo y creerían y obtendrían la salvación y
Vida eterna.
Si no hubiera acontecido la muerte de Cristo en la Cruz del
Calvario, no estaríamos nosotros aquí. El mismo Cristo dijo:
“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda;
pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva.”
Cristo es el grano de trigo o tipificado en el grano de trigo,
porque Él es la simiente de Dios, y por consiguiente a través
de Jesucristo, que es el Segundo Adán, vendrían a Vida eterna
y con Vida eterna la manifestación de los hijos de Dios en el
Reino de Dios. O sea, que nacerían en el Reino de Dios todos
los hijos e hijas de Dios por medio del Segundo Adán que es
Jesucristo. Así como por medio del primer Adán nosotros
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hemos nacido en esta Tierra como descendientes del primer
Adán, y Eva, la esposa de Adán; pero por cuanto ellos
perdieron la Vida eterna allá en el Huerto del Edén al pecar
contra Dios, la herencia física que nos dejaron fue una vida
temporal que nos dura una cantidad de tiempo, pero a la larga
se acaba.
Como le pasó también a Adán, que luego que pecó,
continuó viviendo físicamente, pero no continuó viviendo la
Vida eterna, sino una vida temporera que se le acabó a cierta
cantidad de años, o sea, que le duró 930 años.
Toda persona quisiera vivir 900 años, el más que duró
después de la caída del ser humano en el Huerto del Edén, fue
Matusalén: 969 años. Pero vean, no importa cuántos años,
muchos o pocos, al final y el final es la muerte, porque la vida
física que hemos heredado al nacer en la Tierra, es vida
temporal o temporera que hemos heredado de Adán.
Ahora, vino el Segundo Adán, Cristo, y la vida que heredan
los creyentes en Cristo es la Vida eterna, todo creyente en
Cristo nacido de nuevo ha obtenido la Vida eterna, ya su alma
tiene Vida eterna y ya su espíritu tiene Vida eterna.
El ser humano es trino, pero es uno solo, y tiene cuerpo, el
cual es temporero o temporal, tiene espíritu, el cual si no es
creyente en Cristo, es temporal. Pero si... aunque es temporal,
si muere, sigue viviendo la persona en ese cuerpo espiritual,
un cuerpo parecido al cuerpo que tenemos aquí en la Tierra,
pero de otra dimensión.
Y cuando el juicio final, entonces ahí se dictará la sentencia
para los que no sirvieron a Dios, y dejarán de existir
físicamente y también espiritualmente, o sea, dejarán de existir
en cuerpo físico y dejarán de existir también en cuerpo
espiritual.
Recuerden que en el juicio final todas las personas que no
fueron parte de la primera resurrección, porque la primera
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 33
capítulo 4, verso 12, y la cita anterior que les dí, de Pedro
confesando a Cristo como el Mesías, como el Cristo, el Hijo
de Dios, está en San Mateo, capítulo 16).
Es importante entender el propósito por el cual vivimos en
este planeta Tierra. La Escritura dice que hemos sido
predestinados, elegidos para ser rociados con la Sangre de
Jesucristo, ese es el propósito por el cual vivimos en esta
Tierra, ser rociados con la Sangre de Cristo y ser redimidos,
ser limpiados de todo pecado.
Sin Cristo el ser humano está sin esperanza en este mundo,
con Cristo el ser humano está con la esperanza de una Vida
eterna en cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado,
como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Es
importante entender todas estas cosas espirituales para que
nuestra estadía aquí en la Tierra sea de beneficio para
nosotros, para que podamos decir luego: “Mi estadía en la
Tierra fue muy importante, obtuve la salvación y Vida eterna
por medio de Cristo nuestro Salvador.”
La salvación y Vida eterna es lo más grande que nosotros
podemos obtener. La salvación y Vida eterna nos asegura el
futuro más glorioso que una persona puede tener: vivir
eternamente con Cristo en Su Reino eterno, y eso usted no lo
consigue con estudios académicos o con dinero que usted
pueda pagar en este planeta Tierra, solamente lo obtiene
recibiendo a Cristo como único y suficiente Salvador.
Continúan viniendo a los Pies de Cristo todavía más
personas, por eso estamos esperando unos minutos en lo que
llegan las demás personas, y en los demás países también
continúan viniendo más personas a los Pies de Cristo.
Allá en Puerto Rico, en República Dominicana, en Haití, en
Cuba y también en las demás islas del Caribe; también allá en
Norteamérica, en Panamá, en Guatemala, en Costa Rica, en
Nicaragua, en Honduras, en El Salvador, en toda la República
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.32
Si hay alguna persona que todavía no lo ha confesado
públicamente como Salvador a Cristo, lo puede hacer en estos
momentos y estaremos orando por usted, y los que están en
otras naciones también pueden hacer en la misma forma
pasando al frente en donde se encuentren, y los que están aquí
presentes pueden pasar acá al frente para confesar a Cristo
como Salvador, si todavía no lo han recibido como único y
suficiente Salvador y estaremos orando por usted.
El propósito de la predicación del Evangelio de Cristo es
que todas las personas reciban a Cristo como Salvador y
tengan así la oportunidad de obtener la Vida eterna. La mente
de Cristo operando en usted es la que le abre el entendimiento
para entender y creer y recibirlo como Salvador. Es la mente
de Cristo la que opera cuando se predica el Evangelio de
Cristo y opera en la persona, y nace la fe de Cristo en su alma.
Recuerdan a Cristo cuando le habló a Pedro y a los
apóstoles, y dice, pregunta a ellos: “¿Quién dicen los hombres
que es el Hijo del Hombre?” Y comienzan los discípulos de
Cristo a decirle: “Unos dicen que tú eres Elías, otros dicen que
eres Juan el Bautista, otros dicen que eres tú alguno de los
profetas que ha resucitado.” Y Cristo les pregunta a ellos: “Y
ustedes, ¿quién dicen ustedes que soy yo?” Pedro le dice: “Tú,
tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Cristo le dice:
“Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”
Es una revelación divina, directa de Dios por medio del
Espíritu Santo a cada persona para recibir a Cristo como único
y suficiente Salvador, para reconocer que Cristo es el Mesías,
que Cristo es el Salvador, que Cristo es nuestro Redentor, que
Cristo es el que nos reconcilia con Dios.
No hay otro Salvador, porque no hay otro Nombre dado a
los hombres en que podamos ser salvos, solamente hay uno,
y Su Nombre es Señor Jesucristo (libro de los Hechos,
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 9
resurrección es para Vida eterna, se resucitará en un cuerpo
eterno y glorificado, como el cuerpo glorificado de Jesucristo,
los que no pertenezcan a esa primera resurrección, resucitarán
en la segunda resurrección que será después del Reino
milenial del Mesías; y será (esa resurrección) para presentarse
ante el Trono Blanco del juicio divino donde Dios por medio
de Cristo juzgará a toda persona que ha vivido en este planeta
Tierra y no formó parte de los que resucitaron, pertenecientes
a la primera resurrección, resurrección que es para Vida
eterna. La otra será, la segunda resurrección, es para
presentarse ante el Trono de Dios para ser juzgados.
Luego la segunda muerte es el lago de fuego donde serán
echados los que saldrán condenados para dejar de existir en
cuerpo, espíritu y alma. Recuerden que el ser humano es
cuerpo, lo cual es temporero, es espíritu, otro cuerpo pero de
otra dimensión parecido a nuestro cuerpo, y es alma, que es lo
más importante.
El ser humano es alma viviente, eso es que lo que el ser
humano es, pero tiene un cuerpo espiritual llamado espíritu,
y tiene un cuerpo físico de carne en el cual vive. Es que Dios
creó al ser humano a Su imagen y semejanza. Dios el Padre
tiene una imagen, en el ser humano, que es alma viviente, su
imagen es el cuerpo angelical o espiritual parecido a nuestro
cuerpo pero de otra dimensión.
Y la imagen de Dios es Su cuerpo angelical llamado el
Ángel del Pacto o Ángel de Dios o Ángel de Jehová, el cual
es nada menos que Jesucristo en Su cuerpo angelical, y por
eso es que Jesucristo puede decir en San Juan, capítulo 8,
verso 56 al 58:
“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi
día; y lo vio, y se gozó.”
Eso fue cuando fue visitado Abraham por tres Ángeles el
día antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra, y Abraham
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10
les ofreció un becerro tierno, el cual le fue preparado por el
siervo de Abraham para Dios y Sus Arcángeles Miguel y
Gabriel, y comieron con Abraham; también les fueron dadas,
también comida de harina, unas tortillas de harina y también
leche y queso, todo lo que se le coloca en la mesa a un
huésped o visitante especial.
Estaban ahí en sus cuerpos teofánicos, cuerpos angelicales,
pero que se hicieron visibles y por lo que se puede ver
pudieron comer. ¿Cómo ocurrió? Lo vamos a entender bien
cuando ya estemos con cuerpos glorificados y estemos ya con
el Señor Jesucristo y con todos los Ángeles allá, entonces
vamos a entender todo.
Luego Ese que se quedó, que le dijo a Abraham: “El
próximo año por este tiempo, Sara tu mujer tendrá un hijo,” el
hijo que le había sido prometido, del cual Dios le había dicho
que le pusiera por nombre Isaac, Ese que está hablando con
Abraham y dándole esta promesa o confirmándole lo que le
había prometido, es Jesucristo en Su cuerpo angelical y por
consiguiente es el cuerpo angelical de Dios, en donde Dios ha
morado y a través del cual Dios creó todas las cosas.
Por eso San Pablo en la lectura que tuvimos hace algunos
minutos, dice que:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo.”
Dios hizo el universo por medio de Cristo, o sea, por medio
de Su cuerpo angelical. Dios estando en Su cuerpo angelical
habló a existencia todas las cosas cada una en su debido
momento, y vinieron a existencia. Ese es el misterio de Dios
el Padre y de Cristo, es que Jesucristo en Su cuerpo angelical
es la imagen del Dios viviente. Por eso San Pablo dice: “Él es
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 31
para ellos terminará la vida; pero para los que vivirán
eternamente con cuerpos eternos, para esos nunca terminará
la vida, porque tendrán Vida eterna.
Por eso es que estamos en esta Tierra una temporada para
confirmar nuestro lugar en la Vida eterna, y la persona es la
que va a decidir, por eso tiene libre albedrío, porque Dios
tiene libre albedrío y le dio libre albedrío al ser humano,
porque hizo al ser humano a Su imagen y semejanza, y por eso
la persona tiene la necesidad de tomar en serio lo que es la
vida y lo que será su futuro eterno.
Es una decisión personal, para lo cual escucha la
predicación del Evangelio de Cristo, nace la fe de Cristo en su
alma, cree y da testimonio público de su fe en Cristo
recibiéndolo como único y suficiente Salvador. El mismo
Cristo dijo en San Mateo, capítulo 10, verso 32 al 33.
“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los
hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que
está en los cielos.
Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo
también le negaré delante de mi Padre que está en los
cielos.”
Nadie quiere que Cristo lo vaya a negar delante del Padre
celestial, todos queremos que Cristo nos confiese delante del
Padre celestial como creyentes en Cristo que lo hemos
recibido como nuestro Salvador, y que hemos sido bautizados
en agua en Su Nombre y que Él nos ha bautizado con Espíritu
Santo y Fuego y ha producido en nosotros el nuevo
nacimiento.
Todos queremos que Él nos confiese delante del Padre
celestial como creyentes en Cristo, en Él, para que Dios
produzca el nuevo nacimiento en nosotros. Ya yo le confesé
como mi único y suficiente Salvador públicamente, ¿y quién
más? Cada uno de ustedes también.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.30
Miren, otro lugar en San Juan, capítulo 10, verso 27 al 30
dice:
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las
arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las
puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre uno somos.”
¿Cómo eran uno? Pues Dios el Padre con Su cuerpo
angelical, el Espíritu Santo estaba dentro ¿de qué? De ese
cuerpo de carne llamado Jesús, tan sencillo como eso; así
como usted es alma, espíritu y cuerpo, usted es alma viviente,
es lo que usted es, es lo mayor que usted tiene: el alma, porque
eso es lo que usted es en realidad, y por eso es que Jesús
decía: “El Padre es mayor que yo, y el Padre es el que obra.”
Ahora, cualquier persona puede decir, usted toma alguna
cosa y puede decir: “Fulano de tal la tomó, él es el que hizo tal
cosa,” pero si usted examina bien, fue el alma suya, usted que
es alma viviente por medio de Su espíritu que está dentro del
cuerpo físico, obró, operó el cuerpo físico para hacer las
cosas, para trabajar, para comer y así por el estilo.
Cuando sale el alma y el espíritu del cuerpo suyo, ¿qué pasa
con el cuerpo? Cualquier persona le habla y no hace nada,
¿por qué? Porque el que hacía las cosas era el alma que estaba
dentro, que es en realidad la persona: alma viviente.
El cual, el cuerpo, es una casa terrenal, un templo terrenal
donde al ser humano le toca vivir por una temporada, cuando
termina la vida de ese cuerpo físico, lo que muere aquí en la
Tierra es el cuerpo físico, pero la persona sigue viviendo en
otra dimensión.
La vida no se acaba cuando muere el cuerpo físico,
continúa; la vida para algunos va a terminar cuando se lleve
a cabo el juicio final y unos sean echados al lago de fuego,
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 11
la imagen de Dios,” y es... dice: “La imagen misma de su
sustancia.” y también dice San Pablo en Colosenses, ahí nos
da mucha información acerca de Jesucristo, porque algunas
personas piensan que Jesucristo fue algún hombre que
apareció y después murió, y algunos no saben ni qué en
realidad fue lo que sucedió y quién en realidad es ese hombre.
Vean, Colosenses, capítulo 1, versos 12 en adelante, el
apóstol Pablo, dice:
“Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para
participar de la herencia de los santos en luz;
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado Hijo,
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados.”
La redención es por medio de Cristo, el perdón de pecados
es por medio de la Sangre de Cristo:
“Él es la imagen del Dios invisible.”
¿Cuál es la imagen de Dios? Jesucristo, ¿y desde cuándo?
Desde antes de la fundación del mundo, por eso es que Cristo
decía: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” Cristo, Jesucristo
en Su cuerpo angelical, es antes que Abraham, es antes que
Adán también, y es antes que todas las cosas. Vamos a ver,
porqué es la imagen del Dios viviente, o sea, el cuerpo
angelical de Dios: ese Ángel del Pacto, ese Ángel de Jehová,
de Dios, que aparece en el Antiguo Testamento, es Cristo en
Su cuerpo angelical, o en palabras más claras, el cuerpo
angelical de Dios donde Dios moraba, mora y morará
eternamente.
Por eso es que cuando Jacob se encontró con el Ángel con
el cual luchó y se agarró de él y no lo soltó hasta que el Ángel
bendijo a Jacob (capítulo 32, versos 24 al 32 del Génesis), y
el Ángel le decía: “Suéltame porque raya el alba, tengo que
irme.” Y Jacob le decía: “Yo no te soltaré, no te dejaré hasta
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12
que me bendigas.” Y el Ángel le pregunta: “¿Cómo te llamas?
¿Cuál es tu nombre?”
El Ángel sabía cuál era el nombre, pero hay cosas que...
todas las cosas Dios las sabe, pero hay cosas que uno tiene
que hablarlas, decirlas a Dios; por ejemplo, Dios sabe todas
nuestras necesidades, pero se requiere que nosotros pidamos
a Dios, oremos a Dios. “Todo lo que pidáis al Padre en mi
nombre (dice Cristo) yo lo haré, les será concedido.”
Y ahora, Cristo es ese Ángel del Pacto, o sea, el cuerpo
angelical de Dios con el cual luchó Jacob y recibió la
bendición. Jacob le pregunta: “¿Cuál es tu nombre?” el Ángel
le dice: “¿Por qué preguntas por mi nombre el cual es oculto,
el cual es admirable?”
Todos los que se encontraron con el Ángel de Dios, con el
cuerpo angelical de Dios donde Dios estaba y a través del cual
Dios hablaba, quisieron conocer el nombre de ese Ángel,
porque ese es el Nombre de Dios.
Vamos a ver si en el Ángel está el Nombre de Dios, es
importante conocer quién es Dios y quién es Jesucristo.
Recuerden que la buena tierra es aquella donde es sembrada
la simiente, la Palabra, y entiende, oye y entiende la Palabra;
San Mateo, capítulo 13, verso 23, esa es la buena tierra, y
lleva fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno.
Ahora, vayamos aquí, Éxodo, capítulo 23, versos 20 al 21
nos dice:
“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde;
porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre
está en él.”
¿Dónde está el Nombre de Dios? En el Ángel de Dios,
porque eso todos los que se encontraron con el Ángel de Dios
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 29
Cristo, el Ángel del Pacto. Y luego cuando las personas veían
a Jesucristo aquí en la Tierra, le preguntaron en una ocasión
en el capítulo 14, verso 6 en adelante de San Juan, donde dice:
“Jesús les dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde
ahora le conocéis, y le habéis visto.”
“Le conocéis y le habéis visto.” ¿Y a quién estaban viendo
y a quién conocían? A Jesús. ¿Y a quién estaban viendo? A
Jesús. Vamos a ver lo que sigue diciendo:
“Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros,
y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las
palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra
manera, creedme por las mismas obras.”
Y ahora, ¿dónde está el Padre? Estaba en Jesucristo, estaba
dentro de Él. ¿Y dónde estaba el Espíritu Santo? Estaba en
Jesucristo, Dios el Padre y el Espíritu Santo, el cuerpo
angelical de Dios, la imagen de Dios ¿dónde estaba? En
Jesucristo, por eso en Jesucristo moró la plenitud de Dios:
Padre, Hijo y Espíritu Santo, todo estaba en Jesucristo. Tan
sencillo como eso, es el misterio de Dios el Padre y de Cristo,
es el misterio que estaba en Jesucristo.
Un hombre decir: “El que me ha visto a mí, ha visto al
Padre,” está diciendo una cosa muy grande que muchos de los
que lo escucharon podían pensar que Jesús estaba un poquito
mal de la mente, pero era la mente de Dios la que estaba
operando, el Espíritu Santo estaba operando en Jesucristo y
dando a conocer estos misterios divinos.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.28
Juan:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en
el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Y ahora vean, en el Antiguo Testamento vimos que Jacob
dijo que vio a Dios cara a cara y fue librada su alma, y
también Manoa, el padre de Sansón, dice que vieron a Dios él
y su esposa, y pensaban que iban a morir, pero ahora acá en
San Juan, dice: “A Dios nadie le vio jamás.”
¿Hay alguna contradicción ahí en la Biblia? No la hay. Lo
que pasa es que Dios el Padre, Dios, el que estaba dentro del
Ángel del Pacto, a ese nadie le vio jamás, pero cuando vieron
al Ángel del Pacto, las personas decían: “Hemos visto a Dios
cara a cara, estaban viendo la imagen de Dios, el cuerpo
angelical de Dios.
Y luego cuando las personas más adelante vieron a Jesús
¿qué estaban viendo? Dentro de un momentito les voy a decir
lo que estaban viendo. Ahora, aquí dice:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en
el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
A través del Ángel del Pacto que es llamado también el
Hijo de Dios, el cuerpo angelical de Dios que salió de Dios...
usted y yo somos hijos de nuestros padres terrenales, porque
salimos de ellos, y el Ángel del Pacto que salió de Dios, pues
es llamado el Hijo de Dios en el cuerpo angelical, o el Ángel,
la imagen del Dios viviente. Pero el Hijo de Dios, la parte
física, es el cuerpo físico que nació de la virgen María.
Y ahora, veamos lo que nos dice la Escritura:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en
el seno del Padre, él le ha dado a conocer (le declaró).”
Siempre que decían: “Dios le apareció aquí a tal o cual
persona, a tal o cual profeta,” era a través del Ángel del Pacto
que es llamado aquí en la Escritura que hemos tenido, es
llamado el Hijo de Dios o el unigénito de Dios, fue a través de
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 13
querían saber el Nombre del Ángel de Dios, porque saber el
Nombre del Ángel es saber el Nombre de Dios, porque el
Nombre de Dios está en el Ángel de Dios.
Y ahora, Jacob luego que el Ángel se va, luego de
bendecirlo, le coloca por nombre al lugar donde había tenido
esta experiencia maravillosa, vamos a ver, dice capítulo 32,
verso 27 en adelante, dice:
“Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió:
Jacob.
Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino
Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has
vencido.
Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu
nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi
nombre? Y lo bendijo allí.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque
dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.”
¿Cómo es posible que un hombre como Jacob diga que vio
a Dios cara a cara? El misterio es que vio a Dios en el cuerpo
angelical, y al ver el cuerpo angelical de Dios en el cual estaba
Dios, pues estaba viendo a Dios.
Es como nosotros, usted mira hacia acá y me ve a mí, y yo
miro hacia allá y lo veo a usted, les veo a ustedes, y decimos...
yo digo: “Yo los estoy viendo a ustedes.” Y ustedes dicen:
“Nosotros lo estamos viendo a usted.” Pero luego, si yo les
digo que ustedes no me están viendo y que yo no los estoy
viendo a ustedes, usted podrá decir: “Pero es raro eso, porque
yo lo estoy viendo a usted, y usted nos está viendo a
nosotros.”
Yo lo que estoy viendo es el cuerpo físico de ustedes, pero
yo no estoy viendo el alma de ustedes que es lo que usted es
en realidad, usted es alma viviente, y usted lo que está viendo
es mi cuerpo físico, pero usted no me está viendo a mí, porque
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14
yo soy alma viviente, yo estoy dentro de este cuerpo de carne.
¿Ven? Por eso aunque decimos: “Sí, nos estamos viendo.”
Pero lo que estamos viéndonos es el cuerpo físico, la casa
terrenal, y así es con las palabras de Jacob, vio a Dios cara a
cara, pero lo que estaba viendo era el cuerpo angelical de
Dios, estaba viendo ese cuerpo teofánico, estaba viendo la
imagen del Dios invisible que es el cuerpo angelical de Cristo.
Ahora, Manoa, el padre de Sansón y la madre de Sansón,
la señora ¿qué? Manoa, dicen que un Ángel le apareció, ellos
no sabían cuál era el Ángel (Jueces, capítulo 13), y ese Ángel
le dijo a la señora Manoa, que iba... ella era estéril, y le dice
que va a tener un hijo ella, y le dice que no tome sidra ni vino
ni nada, y se cuide en las comidas y que será nazareo, por lo
tanto no le podían cortar el cabello. Recuerden a Sansón, la
fuera de Sansón estaba en el cabello, es que el cabello era la
señal o el tipo y figura de la fuerza, si le cortaban el tipo y
figura, se quedaba sin fuerzas.
Y ahora, encontramos que ella le cuenta a su esposo que un
Varón de Dios le apareció, un hombre que era el Ángel de
Dios, aunque ella no sabía que era el Ángel de Dios, aparecía
en la forma de un hombre, porque el cuerpo angelical, cuerpo
teofánico de Dios, como el cuerpo teofánico o angelical de
cada creyente en Cristo es parecido al cuerpo físico que tiene,
pero de otra dimensión, un cuerpo angelical.
Y Manoa oró a Dios para que enviara nuevamente a ese
Ángel, y Dios lo envió de nuevo, le aparece a la señora
Manoa, y la señora Manoa va corriendo a su esposo y le dice:
“El Varón que me apareció en días pasados, me apareció ayer
o en días pasados, está ya presente, volvió,” estaba en la finca,
en el terreno donde ellos sembraban, y Manoa sale corriendo,
va a donde su esposa le dice que está el varón, el Ángel, y le
dice: “¿Eres tú el Varón que le apareciste a mi esposa hace
poco, en estos días?” Él le dice: “Sí, yo soy.” –“¿Y qué será
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 27
“A lo suyo vino (o sea, al pueblo hebreo), y los suyos no le
recibieron.
Mas a los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios (dice);
aquellos que son engendrados no de voluntad de carne, ni
de voluntad de varón, sino de Dios.”
Vamos a leerlo para que lo tengan tal y como lo dice aquí,
porque todo el mundo quiere ser hijo de Dios, y aquí tenemos
la forma en que nacen los hijos de Dios. Dice San Juan,
capítulo 1, verso 12 en adelante:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Estos son los que creen en Cristo y reciben el Espíritu de
Cristo y obtienen por consiguiente el nuevo nacimiento, nacen
como hijos de Dios:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno
de gracia y de verdad.”
Y el Verbo que era con y era y creó todas las cosas, ahora
se hizo carne, o sea, el Ángel del Pacto se hizo carne, este
cuerpo angelical de Dios llamado el Ángel del Pacto, en el
cual estaba, está y estará Dios, ahora también se formó un
cuerpo de carne que nació a través de la virgen María y que le
fue puesto por nombre: Jesús, esa es la semejanza física de
Dios, ese cuerpo físico llamado Jesús.
El Verbo, el cuerpo angelical, el Ángel del Pacto hecho
carne, eso era lo que estaba prometido en Malaquías, capítulo
3 que vendría, vendría el Señor, el Ángel del Pacto, el Señor
vendría a Su templo, Dios el Padre y el Ángel del Pacto, o sea,
el cuerpo angelical de Dios, el Espíritu Santo.
Luego dice el verso 18, de este mismo capítulo 1 de San
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.26
Y ahora, podemos ver que Dios ha hecho muy sencillo,
muy descomplicado todo, para que toda persona pueda
obtener la Vida eterna.
Y ahora, son añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo las
personas que escuchan la predicación del Evangelio de Cristo,
creen y lo reciben como único y suficiente Salvador.
Hemos visto quién es Jesucristo: es la persona más
importante que ha pisado este planeta Tierra, y que está vivo,
murió y resucitó, está glorificado y vivo por consiguiente para
toda la eternidad.
Y ahora, dice la Escritura que no hay otro nombre bajo el
Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. Todas
estas cosas necesitamos escucharlas, creerlas, entenderlas para
que nuestra fe esté bien firme en la Palabra de Dios y por
consiguiente en Cristo nuestro Salvador.
Él es el Verbo que era con Dios y era Dios, y por Él fueron
hechas:
“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella (dice).
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la
luz, a fin de que todos creyesen por él.
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.”
No era él la luz, no era Juan la luz, era Jesucristo, el que
vendría después de Él; y hablando de Cristo dice:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía
a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el
mundo no le conoció.” San Juan, capítulo 1, verso 9, y todo
ese capítulo 1, verso 1 al 18, dice también:
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 15
con el niño que le dijiste que vamos a tener?” –“Se hará (Él le
dice) se hará como yo le dije, hará esto así, así y así.” Y
entonces Manoa le dice: “Espérate un momento, te voy a
preparar comida.”
Recuerden que como Abraham le había preparado comida
a los tres Ángeles que le aparecieron, pues Manoa, como leía
la Biblia, entonces quiso hacer en la misma forma que
Abraham hizo, pero el Ángel le dice: “Aunque prepares lo que
prepares, no comeré de tu pan. Si quieres sacrificar, sacrifícalo
a Dios.” Y entonces así hizo Manoa, colocó el cabrito que
había preparado, y el caldo, todo sobre una piedra, puso la
carne y encima le echó el caldo y lo ofreció a Dios, y el Ángel
que estaba allí subió en la llama de fuego.
Recuerden que los sacrificios, pues se colocan y se les pone
fuego para que sean quemados y llegue, en el fuego y el humo,
llegue a la presencia de Dios. Y cuando Manoa mira, ve al
Ángel que se dirige al sacrificio y sube en la llama de fuego,
y Manoa dice a su esposa: “Hemos de morir porque hemos
visto a Dios cara a cara, y la Escritura dice que nadie ha visto
a Dios y que nadie puede ver a Dios, porque el que ve a Dios,
morirá.”
Eso fue lo que le dijo Dios a Moisés: “No me verá hombre
y vivirá.” Pero le dice a Moisés: “Yo voy a colocarte en la
hendidura de la peña y voy a pasar delante de ti (eso fue con
Moisés allá por el Éxodo), y cuando haya pasado, y haya
pasado proclamando el Nombre de Dios, el Nombre de
Jehová, entonces quitaré mi mano, porque la pondré delante
de ti, y luego quitaré mi mano y entonces me verás, verás mis
espaldas.”
Cuando pasa va a ver las espaldas de un hombre que está
pasando frente a Moisés, ese es el cuerpo angelical de Dios,
el cuerpo angelical de Jesucristo, y para que lo entiendan
mejor, porque un espíritu es un cuerpo pero de otra
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16
dimensión, ese Ángel de Jehová o Ángel de Dios, ese cuerpo
angelical de Dios es llamado también el Espíritu Santo. Tan
simple, tan sencillo como eso.
Ahí tienen el misterio del Espíritu Santo, de ese personaje
tan importante, es el cuerpo angelical de Dios, es la imagen
del Dios viviente.
Y ahora, pasamos a Manoa de nuevo: Manoa cuando vio
que subía el Ángel en la llama de fuego, Jueces, capítulo 13,
le dice a su esposa: “Hemos de morir porque hemos visto a
Dios cara a cara,” y la esposa le dice... y no sabían que era el
Ángel de Dios hasta ese momento, que era la imagen del Dios
viviente. Y la esposa de Manoa, la señora Manoa le dice: “No
hemos de morir (por la lógica lo supo), porque si vamos a
morir, entonces Dios no nos diría que vamos a tener un niño.”
¿Ven? Si le promete que van a tener un niño, entonces no van
a morir aunque hayan visto a Dios cara a cara.
Ahora, estamos viendo quién es Jesucristo en Su cuerpo
angelical; en Su cuerpo de carne, pues nació en Belén de
Judea, y en los días en que Jesucristo está en la Tierra y dice:
“Antes que Abraham fuese, yo soy,” pues tiene de 30 a 33
años de edad Su cuerpo físico, pero Su cuerpo angelical es
antes de la creación del universo, es antes de la creación del
mundo invisible y del mundo visible. Y recuerden que el
mundo invisible fue primero, y luego el mundo visible. La
Escritura dice en Hebreos, capítulo 11, que “lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía.”
Y ahora, estamos viendo porqué Cristo puede hablar en esa
forma de decir que Él es antes que Abraham, pensaban que
estaba loco, solamente con la mente de Cristo es que la
persona puede comprender estos misterios divinos, solamente
la mente de Dios es la que trae a conocimiento estos misterios
que son incomprensibles a la mente humana, no a la mente de
Dios.
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 25
viene al Padre, sino por mí.”
¿Cómo va a llegar a Dios una persona? ¿Cómo va a
acercarse a Dios? Solamente puede acercarse a Dios por
medio de Cristo, no hay otra forma. ¿Y cómo puede ser
reconciliado el ser humano con Dios? Por medio de Cristo. ¿Y
cómo puede ser limpio de todo pecado? Por medio de Cristo
y Su Sangre derramada en la Cruz del Calvario.
Y ahora, son añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo los
que han de ser salvos, los cuales escuchan la predicación del
Evangelio de Cristo y obtienen la salvación y Vida eterna:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.”
Cada persona tiene libre albedrío, y por consiguiente cada
persona es responsable por sí misma, y cada persona tiene la
oportunidad de creer o no creer, de ser un creyente o ser un
incrédulo. Si es un incrédulo, perderá la oportunidad de Vida
eterna, si es un creyente, creerá en Cristo, lo recibirá como
Salvador y obtendrá la Vida eterna.
Eso es así para el que estudió y para el que no estudió, para
el pobre y para el rico también, para todo ser humano, y Dios
lo hizo así de sencillo para que todos tengan la misma
oportunidad. Dios ha colocado delante del ser humano, como
en el Huerto del Edén colocó el Árbol de Vida y también el
árbol de la ciencia del bien y del mal, delante del ser humano
está el Árbol de la Vida que es Cristo, para que el que coma de
ese Árbol, de Cristo, pueda vivir eternamente.
Recuerden que Él dijo: “El que no coma mi carne y beba mi
Sangre, no tiene vida permaneciente en sí,” no tiene Vida
eterna el que no coma la carne y beba la Sangre de Cristo, o
sea, el que no crea en Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del
Calvario.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.24
enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os
ha reconciliado
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para
presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de
él;
si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin
moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el
cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo;
del cual yo Pablo fui hecho ministro.”
Y ahora, por medio de Cristo el ser humano es reconciliado
con Dios y es restaurado a la Vida eterna, por eso en Cristo
están todos los misterios divinos, pasan de Dios el Padre a
Cristo, la Vida eterna pasa de Dios el Padre a Cristo para que
Él le dé Vida eterna a todos, a todos los que Él quiera.
¿Y a quién quiere Él darle Vida eterna? Vamos a ver, en
San Juan, capítulo 10, verso 27 en adelante, dice:
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las
arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las
puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
¿A quién dice Cristo que le va a dar Vida eterna? A Sus
ovejas que el Padre le ha dado, las cuales escuchan Su Voz y
le siguen, escuchan Su Voz, el Evangelio, escuchan la
predicación del Evangelio que es la Voz de Cristo y lo siguen,
¿y Él les da qué? Vida eterna.
¿Para qué se predica el Evangelio de Cristo? Para que las
personas escuchen la Voz de Dios, la Voz de Cristo, lo
reciban como Salvador y Cristo les dé Vida eterna; no es para
pertenecer a una religión más, es para recibir la Vida eterna,
no hay otra forma para recibir la Vida eterna, y no hay otra
forma para el ser humano acercarse a Dios dentro del nuevo
Pacto, Él dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; y nadie
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 17
Y ahora, dice que el espíritu todo lo escudriña, aun lo
escondido de Dios. O sea, el Espíritu de Dios, que es el cuerpo
angelical de Dios, Cristo en Su cuerpo angelical, el Ángel del
Pacto, es el que escudriña todo lo oculto de Dios; en palabras
más claras, Él es el que recibe todo ese conocimiento divino
y lo pasa a la raza humana, por medio de cuerpos físicos que
vienen a ser los profetas de Dios de diferentes tiempos.
“Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele
sus secretos a sus siervos, sus profetas.”
Por eso es tan importante la Palabra de Dios traída por
medio de los instrumentos de Dios, porque es nada menos que
el pensamiento divino revelado al ser humano por medio del
Ángel del Pacto, por medio del Espíritu Santo hablando a
través de seres humanos, eso lo encontramos también en
Zacarías, capítulo 7... capítulo 7, verso 11 en adelante de
Zacarías, dice:
“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda,
y taparon sus oídos para no oír;
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni
las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su
Espíritu, por medio de los profetas primeros.”
¿Cómo Dios le hablaba al pueblo hebreo? ¿Cómo Dios le
habla a la raza humana? Dice:
“Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley
ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su
Espíritu...”
Es por medio del Espíritu, el cuerpo angelical de Dios, que
Dios le habla al ser humano, pero dice:
“...para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los
ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas
primeros.”
O sea, que el Espíritu Santo a través de los Profetas le
hablaba al pueblo hebreo, y esas palabras que el Espíritu
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18
Santo traía, eran las palabras de Dios el Padre, las palabras de
Dios el Padre traídas por el Espíritu Santo, el cuerpo angelical
de Dios, traída a los Profetas, y a través de los profetas le
hablaba al pueblo.
Ese es el misterio de la forma en que Dios hablaba: por los
profetas, y luego habló por medio de Jesucristo en quien
estaba Dios en toda Su plenitud. Padre, Hijo y Espíritu Santo,
ese misterio de Padre, Hijo y Espíritu Santo estaba en Cristo
en toda Su plenitud ahí manifestado ese misterio. Ese es el
misterio de Dios el Padre y de Cristo del cual San Pablo habla
en Colosenses, capítulo 2, versos 2 al 3: “En quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento”.
Y ahora, continuemos aquí con Colosenses, nos detuvimos
aquí donde dice:
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados (Colosenses, capítulo 1, verso 14. Sigue diciendo).
El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda
creación.
Porque en él fueron creadas todas las cosas...”
Y ahora, esto es un misterio: “En Él fueron creadas todas
las cosas,” y también dice que Él es antes de la creación, el
primogénito de toda creación, porque en Él fueron creadas
todas las cosas, y como fueron creadas en Cristo todas las
cosas, dice:
“...las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él.”
Por medio de Él. Por medio de Cristo todo fue creado, ¿y
para quién? Para Jesucristo. Él dijo: “Si el grano de trigo no
cae en tierra y muere, él solo queda; pero si cae en tierra y
muere, mucho fruto lleva.” (San Juan, capítulo 12, verso 24).
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 23
hijos.
Y ahora, estábamos todos en Cristo, y el universo completo
estaba en Cristo, y aun no solamente cuando Él estuvo aquí en
la Tierra estábamos en Él, sino antes de la fundación del
mundo estábamos en Cristo también, y tenía que llegar el
momento en que apareciéramos aquí en la Tierra en cuerpos
físicos para entrar al programa de la redención y ser
restaurados a la Vida eterna, porque por el pecado en el
Huerto del Edén cayó la raza humana, y por lo tanto,
aparecemos en una raza que perdió la Vida eterna.
Pero por cuanto estábamos en Cristo, él nos redime, o sea,
nos regresa a la Vida eterna. El regreso a la Vida eterna
solamente es por Cristo, no hay otra persona que pueda
regresar el ser humano a la Vida eterna, por eso Jesucristo es
nuestro Salvador, nuestro Redentor, es el pariente cercano del
ser humano, es el eslabón entre Dios y el ser humano para
llevarnos a Dios.
Y ahora, podemos ver quién es Jesucristo. Para que tengan
un poco más de información acerca de Cristo, leemos un
poquito más aquí de este capítulo 1 de Colosenses, nos
detuvimos... leemos el verso 18, de ahí en adelante; dice:
“Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en
todo tenga la preeminencia;
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud (toda la plenitud de Dios estaba en Él y por
consiguiente todo el Programa divino estaba en Él),
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas (la
reconciliación del ser humano y de toda la creación, la
reconciliación del ser humano con Dios, es por medio de
Cristo), así las que están en la tierra como las que están en
los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22
están? En la Iglesia del Señor Jesucristo. No puede nacer de
nuevo una persona fuera de la Iglesia del Señor Jesucristo,
porque es por medio de Su Iglesia que Cristo se reproduce en
hijos e hijas de Dios, en esa manifestación de Cristo en
Espíritu Santo en medio de Su Iglesia es que se produce el
milagro del nuevo nacimiento, del nacimiento de millones de
seres humanos en el Reino de Dios, naciendo en el Reino de
Dios como hijos e hijas de Dios.
Y ahora, podemos ver que este misterio de Cristo y Su
Iglesia es grande, porque en Adán y Eva están tipificados
Cristo y Su Iglesia.
Y ahora, así como en el grano de trigo está una planta de
trigo con muchos granos de trigo aunque no se pueda ver,
pero después que se siembra el grano de trigo y nace, ya la
persona lo puede ver.
Cuando Jesucristo estaba aquí en la Tierra, Su Iglesia
estaba en Él, como cuando Adán estaba en la Tierra, Eva
estaba en él, pero cuando entonces Dios durmió a Adán y
tomó de su costado y formó una compañera para Adán,
entonces luego Adán la pudo ver, pero primero estaba en él.
Y la Iglesia del Señor Jesucristo estaba en Cristo, así como
una planta de trigo ¿dónde está antes de ser vista? Está en un
grano de trigo. Tan sencillo como eso.
Y los granos de trigo ¿dónde están? Pues en el grano de
trigo también; todos los que vendrían a formar parte de la
Iglesia del Señor Jesucristo, ¿dónde estaban? En Cristo, por
eso estábamos en Él y por eso cuando Él estaba en la Tierra,
estábamos nosotros caminando en Él, estábamos dentro de Él,
así como cuando Abraham dio los diezmos de todo a Dios, a
Melquisedec, dice que también Leví, el cual estaba en los
lomos de Abraham, diezmó. Es que cada persona, el cuerpo
físico de cada persona, está en su padre; los genes que están
en el padre, son los que formarían el cuerpo físico de sus
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 19
Así como en un grano de trigo una persona que sabe de la
agricultura puede mirar y decir: “Ahí yo veo, en esa semilla
que es una semilla original y buena, yo veo una planta de
trigo.” Otra persona le dice: “Tú estás loco, yo no veo nada,”
porque no sabe, no tiene la ciencia, el conocimiento de la
agricultura y entonces no entiende nada.
Pero el agricultor dice: “Yo te voy a probar que yo estoy
viendo una planta de trigo,” la toma (el grano de trigo), lo
siembra, y al poco tiempo le dice a la persona: “Ven, ahora tú
la puedes ver, pero yo la vi antes porque yo conozco ese
misterio de la semilla y de la siembra y cosecha.”
Por eso tenemos que conocer la ciencia de Dios, para
conocer las cosas de Dios, y esto se obtiene solamente por la
mente de Cristo para poder entender todas estas cosas.
Recuerden, Cristo hablando de personas, los tipifica con
trigo, con cizaña, con árboles de olivo también, todo eso
tipificando estas cosas del Reino de Dios para que se le haga
más fácil a las personas y puedan comprender mejor, porque
está usando las cosas que ya las personas conocen para traer
esas parábolas de esos misterios divinos.
Y ahora, en Cristo fueron creadas todas las cosas, Él es la
semilla de toda la creación, y por medio de Él Dios hablaba a
existencia cada una de las cosas que tenían que venir a
existencia, y luego acontecían, sean primero las invisibles, las
que están en otra dimensión, y luego las físicas:
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten (es antes de toda la creación... es el verso 17 del
capítulo 1 de Colosenses);
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia...”
La cabeza de la Iglesia, el Novio, el Esposo de la Iglesia,
porque Él es el Segundo Adán y Su Iglesia es la segunda Eva,
y a través de Su Iglesia Cristo de edad en edad a través de la
Dispensación de la Gracia ha estado reproduciéndose en hijos
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20
e hijas de Dios, a través de la predicación del Evangelio de
Cristo las personas reciben esa simiente, la Palabra, creen,
porque la fe viene por el oír la Palabra, nace la fe de Cristo en
su alma y luego que creen con el corazón, porque “con el
corazón se cree para justicia, luego con la boca se confiesa
para salvación;” confiesan a Cristo como único y suficiente
Salvador recibiéndolo como Salvador, son bautizados en agua
en Su Nombre, sus pecados son perdonados porque han
confesado a Cristo como Salvador, confesando a Cristo sus
pecados y pidiendo perdón a Cristo, y Cristo luego los bautiza
con Espíritu Santo y Fuego y produce en las personas el nuevo
nacimiento, así nacen en el Reino de Dios, nacen a una nueva
vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Por eso
fue que Cristo dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.”
Se predica el Evangelio para que nazca la fe de Cristo en el
alma de las personas, crean de todo corazón en Cristo, lo
reciban como Salvador y sean bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo y Cristo los bautice con Espíritu
Santo y Fuego y produzca en esas personas el nuevo
nacimiento, nacen en el Reino de Dios, nacen en y a la Vida
eterna con Cristo en Su Reino eterno, y esa es la familia de
Dios bajo el nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del nuevo
Pacto que es la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador.
Recuerden que en Hebreos también San Pablo dice en el
capítulo 13, verso 20 al 21, que la Sangre de Cristo es la
Sangre del nuevo Pacto, y el mismo Cristo en la última cena
con Sus discípulos, cuando tomó el pan y dando gracias al
Padre da a Sus discípulos y les dice: “Comed de él todos,
porque esto es mi cuerpo.” Y luego tomando la copa de vino
NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO 21
y dando gracias al Padre da a Sus discípulos y dice: “Tomad
de ella todos, porque esta es mi Sangre del nuevo Pacto que
por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
La Sangre del nuevo Pacto es la Sangre de Cristo
derramada en la Cruz del Calvario, es la Sangre que nos
limpia de todo pecado, es la Sangre que nos redime, es la
Sangre que estaba prometida para ser la Sangre de la
redención del ser humano, es la Sangre redentora. Sin esa
Sangre de Cristo derramada en la Cruz del Calvario no hay
redención para el ser humano. Y toda persona que ha recibido
a Cristo como Salvador, ha sido limpiado con esa Sangre
redentora, ha sido redimido, y por consiguiente ha entrado al
Reino de Dios.
Recuerden, en el capítulo 3 de San Juan, capítulo 3, verso
1 al 6 llegó Nicodemo a ver a Jesús de noche, y le dice al
Señor: “Sabemos que has venido de Dios como maestro,
porque nadie puede hacer estas cosas que tú haces si Dios no
está con él (todas esas señales, milagros).” Y Jesús le dice:
“De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca de nuevo, no
puede ver el Reino de Dios, no lo puede entender.”
Y Nicodemo pensó que se refería a nacer físicamente:
“¿Cómo puede hacerse esto? ¿Puede el hombre ya siendo
viejo entrar en el vientre de su madre y nacer?” Pero Cristo le
está hablando en términos espirituales, Cristo le dice: “De
cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del
Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.”
Nacer del Agua es nacer de la predicación del Evangelio de
Cristo, y nacer del Espíritu es recibir el Espíritu Santo,
entonces la persona ha nacido en el Reino de Dios, ha entrado
al Reino de Dios, es parte del Reino de Dios, es parte de la
familia de Dios por medio del Segundo Adán y la segunda
Eva, por medio de Jesucristo y la Iglesia del Señor Jesucristo.
Por eso los hijos de Dios bajo el nuevo Pacto, ¿dónde