NO SOLAMENTE LEAMOS LA BIBLIA

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca”. (Apocalipsis 1:3) 

Introducción: La razón principal por la cual la Palabra de Dios no sacude nuestras vidas es porque nos hemos limitado a pasar la vista por las líneas de Sagrado Libro sin ir más allá.

I. NO SOLAMENTE LEAMOS LA BIBLIA, OBEDECELA

(Apocalipsis 1:3)  “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca”.El anterior verso nos habla de 3 acciones  que deben tener los creyentes hacia la Escritura:1. Leer que en griego es anagnosis y que quiere decir volver a conocer o reconocer.2. Oír porque la fe viene por el oír. “Ahora pues, la fe viene por escuchar atentamente, por escuchar atentamente la palabra de Dios.” (Romanos 10:17)3. Guardar u obedecer porque los creyentes en el Salvador no solo le oyen sino también el siguen. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; (Juan 10:27)II. NO SOLO LEAMOS LA BIBLIA,   AMALA.

Muchos son los creyentes que leen la Biblia y muchos también que tienen agrado por leerla, pero no muchos la aman al grado de invertir suficiente tiempo en escudriñarla a costa de sacrificar otras actividades. “¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.” (Salmos 119:97)

III. NO SOLO LEAMOS LA BIBLIA, MEDITALA ,

Meditación es la concentración y reflexión profunda asociada a un tema: “ Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”. (Josué 1:8) 

IV. NO SOLO LEAMOS LA BIBLIA, ALIMENTATE DE ELLA.

“Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y vé y habla a la casa de Israel. Ezequiel 3:2  Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo. Ezequiel  3:3  Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel”. (Ezequiel 3:1 )

“Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre. Y llegándose a él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale por la boca de Dios”. (Mateo 4:2-4)

Conclusión:

Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor. (1 Pedro 2:2-3)