EditorialEditorialEditorialEditorialSean todos bienvenidos a este nuevo numero de verano. Por un error salio escrito en nuestro numero anterior que el boletín no iba a publicarse mas hasta septiembre, nada mas lejos de la verdad. Simplemente a veces nos sentimos frustrados porque nos damos Simplemente a veces, nos sentimos frustrados porque nos damos cuenta que no recibimos toda la ayuda que seria posible de nuestros lectores, que en definitiva, son nuestra razón de ser. Estamos seguros aquí en la redacción que muchos de ustedes Estamos seguros aquí en la redacción que muchos de ustedes tienen ideas de artículos que podrían salir en este, su boletín. Envíennos esas ideas! Hagamos que el boletín sea algo i t ti d áti l t d t interactivo y democrático, en el que todos tengamos una voz para expresarnos!

Saludos!Saludos!

Lo que nos identificaLo que nos identificaLo que nos identificaLo que nos identifica

En esta edición hablaremos de los En esta edición hablaremos de los

Los osos polares (en ingles l b ) polar bears) se

caracterizan por tener el l i bl pelo gris o blanco,

muchas veces asociados l d con la madurez,

generalmente también se id tifi identifican como Daddies.

¿Cómo nació el Movimiento Ursino?¿Cómo nació el Movimiento Ursino?A finales de los '80 el barrio Castro, en San Francisco (Estados

Unidos de América), era ya muy conocido como un espacio gay: Abundaban los locales de "ambiente" (librerías cines gay: Abundaban los locales de ambiente (librerías, cines, discos, restaurantes...), la mayor parte de los residentes en el área eran gays, y numerosas organizaciones tenían sus sedes en el barrio. Este Barrio Castro no era ajeno a la estética del dia: Por sus calles era frecuente ver gran cantidad de jóvenes dia: Por sus calles era frecuente ver gran cantidad de jóvenes de porte atlético paseando, bien afeitados, jóvenes, elegantemente vestidos y a la moda, afanándose bastante en copiar el mito de "belleza" gay imperante... Pero, en la misma acera; empezaban a estacionar sus motos unos tipos misma acera; empezaban a estacionar sus motos unos tipos de aspecto muy distinto: Barbudos, con una barriga prominente y/o corpulentos, con las piernas enfundadas en viejos jeans y el vello del pecho asomando de la camisa de l ñ d t bi t L O N di b i t leñador entreabierta: Los Osos. Nadie sabe con cierta seguridad cuándo se empezó a generalizar el uso de esta denominación, pero todo apunta a dos referencias: El Bar "Lone Star" y la revista "Bear" (ambos aún en existencia). Estos

i á fij l i ilit d d i ( t t ll quizás se fijaron en la similitud de imagen (contextura, vello facial y corporal, etc...) entre esta clase de hombres y el Oso americano, animal que incluso está en la bandera del Estado de California (EUA). Cuando por primera vez se edita la

bli ió " i " ( h i ) d publicación "Bear Magazine" (ahora extinta), se produce un tremendo fenómeno social; sin precedentes conocidos.

La revista se agota en pocos días y comienzan a llegar a la redacción cientos de cartas y llamadas eufóricas en celebración del contenido de la misma: Por fin una revista con fotos de hombres peludos, gorditos, con barbas pobladas, p g py... sorpresa: ¡no superdotados! Pero, vayamos por parte. ¿Qué es eso de "por fin"? La revista acababa de inaugurar la posibilidad de un reconocimiento distinto, un espacio de representación nuevo, había presentado una imagen de "cuerpo deseable" hasta entonces atípica, que sin embargo produjo la identificación de un enorme número de personas. Los lectores expresaban básicamente dos ideas: "a mí me gusta ese tipo de hombres, pero pensé que

di tí i t " t bié " t t í nadie compartía mi gusto", y también: "yo tengo ese aspecto, pero creía que yo no era deseable".Los que editaban la revista se posicionaron explícitamente criticando el imperio d li d l d l t d t f téti de ese cuerpo normalizado por la moda, excluyente de otras formas estéticas y formas de deseo. Esa reflexión política sobre el cuerpo tenía otra vertiente: Los hombres que aparecían en las fotos tenían penes normales, no esos descomunales de las revistas o videos del mercado Y finalmente los osos no descomunales de las revistas o videos del mercado. Y, finalmente, los osos no eran "necesariamente" jóvenes, ya que en la revista aparecían frecuentemente hombres maduros, mostrando gozosamente su desnudez, algunos de ellos llamados "Osos Polares" de hermosas barbas canosasllamados Osos Polares , de hermosas barbas canosas.

El fenómeno "bear" se difundió rápidamente en EEUU y Canadá, y poco más tarde por Europa, Australia y Japón... fueron asi fundados numerosos clubes, se abrieron Bares de y para Osos, se crearon cientos de páginas en la Internet, y se comercializaron otras revistas (Husky Magazine, American Bear, Bulk Male, Big Ad t ) í id l t Ad, etc), así como videos y complementos ursinos (franelas, gorras, llaveros, chapas, etc...), mientras poco a poco las revistas, sitios de Internet y periódicos relacionados; sitios de Internet y periódicos relacionados; se inundaban de fotos y cartas de osos de todo el mundo deseosos de ligar y de disfrutar de ese nuevo espacio En 1997 disfrutar de ese nuevo espacio. En 1997 aparece en Internet el primer ensayo sobre el mundo de los Osos gays, un estudio donde se analiza el origen del estudio donde se analiza el origen del movimiento, características e implicaciones sociales que aún está teniendo... incluso se han hecho películas teniendo... incluso se han hecho películas para el cine abordando la temática "bear".

C G ill C h t Conozcan a Guillermo Canache, actor y presentador de la televisión venezolana

é ó- Mire compadre... ¿Por qué no nos vamos para el hipódromo?Así empezó el episodio memorable que les voy a narrar a continuación. Mi compadre Alirio, desde que le apadriné uno de sus siete hijos; más nunca me volvió a llamar por mi nombre, que de todas maneras no es importante en esta historia. El caso era que a mi me daba un fastidio enorme agarrar para el hi ód l d f d i di f l i ió dí j hipódromo ese soleado y perfecto domingo. Y digo perfecto, porque la situación no podía ser mejor: La mujer de mi compadre se había ido a sus sesiones de meditación, y yo me había llevado una botella de ron y unos tentempies para pasar el día viendo deportes en la televisión y hablando boberías, cosas de hombres, pues...

C ñ Ali i l é ti t ó d í b d i t - Coño Alirio, alegué yo, es que para vestirme... yo estoy muy cómodo así en bermudas, camiseta, y además tengo el traje en la tintorería.-Bueno compadre, yo le presto un traje... al fin y al cabo, usted ha engordado tanto últimamente que ya está de mi talla... ja ja ja!Mi t Ali i í d ió ó hi h i t i l i i -Mientras Alirio se reía, un asomo de erección empezó a hinchar mi entrepierna, al imaginarme

aprovechando la circunstancia de poder contemplar a mi compadre en interiores, y apreciar la negra pelambre que recubre su pecho, barriga y gruesas piernas... pero no. Es mejor que me deje de mariconerías, pensé. No me quiero rayar con el compadre, dígame si me captura vacilandomelo...T t l l í dá i d l t d it -Total que lo convencí para que nos quedáramos en su casa viendo las carreras, tomando roncito y

apostando Voy cincuenta a la yegua “La Carambola” en la quinta carrera, esa no pierde ni partiendo mal, no joda.

Ah i? Ri té P l i t b ll t l t i U t d tá - Ah si? Riposté yo. Pues van los cincuenta a que esa burra no llega entre los tres primeros. Usted está loco, Alirio ¿Como va a ganar si está subida de lote?- Pues cien a que si gana ¿va a echarse pa´tras, compadre?

Cuando vi al animal en cuestión (la yegua, no Alirio) cruzaba la meta en ganancia, le saqué la madre al jinete, al entrenador, a Aly Khan, y a mi mala suerte por haber perdido de esa forma tan estupida.

B d it d d t l i ? dij i d l b ti d - Bueno, compadrito, donde estan los cien?, dijo mi compadre con la boca masticando una hamburguesa picante.- Coño compadre, este... coño, estoy en la fuácata (y no era mentira) ¿cómo hacemos?- Ah, no compadre, sea serio, dijo Alirio con sus pobladas cejas juntas. Mire que el que mama gallo,

ü d b ll (“J it d tidit d l ” t d l dit ) mama güevo de caballo. (“Jueguito de mano, partidito de culo” , nota del editor) Maldita sea, pensé... con las ganas que tengo de mamarme una buena pinga, y este nombrando la soga en casa del ahorcado...- Mire compadre, hablando como los locos... ¿Es verdad que a usted le dicen el caballo?E l d b i d Ali i t í b t t t ti En la cuadra se rumoraba que mi compadre Alirio tenía una verga bastante representativa, y que por ese motivo era tan cotizado entre las mujeres e incluso (dicen las malas lenguas), entre algunos hombres también. Lo que no sabía era que el se sentía tan orgulloso de esa característica, como verán:

B d it di h j d d i j j l b h lid i - Bueno compadrito, nadie se ha quejado de mi verga, je je... y lo buena que me ha salido, a mis cuarenta y cinco años, todavía se para al instante con una tocadita.Ya lo estaba llevando a mi territorio, así que aprovechando la confianza que me daban los tragos de ron seco que me había tomado, le dije:

V dij S t T á t d tá f f d- Ver para creer, dijo Santo Tomás... seguro que usted está fanfarroneando.-¿Cómo es la cosa? ¿Me está llamando mentiroso? Ojalá estuviera aquí mi mujer, pa’ singarmela bien sabroso delante suyo y que usted viera lo que es un macho... ah, es que me provoca de solo pensarlo... Y que me maten si no empecé a notar un bulto extraño en la entrepierna de mi compadre. Bueno,

dij ll ó l t d li t tí f iít t ñ l b i i t b i me dije yo, llegó el momento de ser valiente... sentía un friíto extraño en al barriga, mientras pensaba si por fin se haría realidad la película que mi mente había forjado en tantas pajas durante todos estos años... total que hice como que iba a agarrar un vaso y le rocé el rabo –que noté duro como una piedra- a mi compadre Alirio, que estaba de pie.

- Bueno compadre, si no va a cocinar, no caliente, dijo Alirio, entre serio y pícaro.

No joda... si no se encabronó es que le gusta la cuestión, pensé yo ¿Le damos, Alirio?, me atreví a proponer, arrepintiéndome al segundo de haberme puesto en evidencia... y desarrepintiéndome de inmediato, porque Alirio, más rápido que el llanero solitario sacando el revólver, ya se había sacado su enorme rabo, y de un solo tirón me lo empujó hasta las revólver, ya se había sacado su enorme rabo, y de un solo tirón me lo empujó hasta las amígdalas. Mientras se lo mamaba cada vez más rápidamente, le fui bajando los pantalones, para así poder contemplarle las piernas, sobarle las bolas... y hasta agarrarle las nalgas. Cuando lo hice, mi compadre pego un brinco y me sacó el manjar que me estaba devorando... ya está, la cagué, pensaba mientras mi mente volvía a la realidad, pero después el que brincó fui yo, a cagué, pe saba e as e e o a a a ea dad, pe o después e que b có u yo, cuando vi que Alirio se volteó y abriéndose las nalgas me dijo.- chupe, compadre, chupe...Aquella cosa si era el cielo, camarada... Un culo duro, curtido en sillas de montar, peludo y robusto, a mi entera disposición... con calma fui lamiendo cada una de los pliegues de su , p p gagujero, mientras mi compadre bufaba y resoplaba como un caballo (muy lógico, claro) y se quitaba la camisa, lo que me daba un panorama muy envidiable de la maraña de pelos que cubría su espalda. Yo mientras tanto, había aprovechado para sacarme mi rabo –que me iba a reventar los interiores ya curtidos de una espesa capa de lubricante- y me masturbaba y p p ylentamente al ritmo de las lengüetadas que le daba a Alirio en su culo. Total que no se de donde mi compadre sacó agilidad, y se encaramó en la silla, doblándose como un gancho, de manera que su lengua pudiese rozarme la cabeza de mi pene. Yo, que no quería perder ni un segundo, lo aprisioné y lo volqué sobre el sillón –llevándonos por delante vasos, tentempies, g , p y q p , p ,revistas hípicas y por poco el televisor- para lanzarnos un 69.Mi compadre Alirio me sorprendió con sus conocimientos del sexo entre hombres, y su ronca voz me decía “no se venga todavía, compadre, no se venga todavía”, sin entender que justamente esa súplica, viniendo de un macho vernáculo como el, era lo que me tenía la borde j p qdel paroxismo.Yo no quería venirme sin complacer a mi compadre dándole culo, pero el se me adelantó: Agarró aceite de la mesa, me lo untó en el rabo, y me ordenó escuetamente “métamelo”.La verdad que no se si fue el ron, el picante de las hamburguesas untado en la pinga o que; q p g p g qpero ha sido el polvo más sabroso que he echado en mi vida. Entre los bramidos de Alirio, la estrechez de su agujero, y la sensación de tocarle sus erectas tetillas y morderle su robusto cuello, siento que se me va a estallar el machete cada vez que me acuerdo.

Cuando acabé, juro que me quedé zombi un rato, pero el hirviente chorro de la leche de Alirio, que se hizo una paja apuntándome al bigote, me despertó. Y juraría que durante un q p j p g p j qinstante, vi ternura en su dura mirada.Mientras intentábamos limpiar el reguero, limpiarnos y vestirnos, todo a la vez, casi no nos mirábamos ni hablábamos. Cuando le pregunté a mi compadre donde había aprendido tanto arrugó la cara y no me contestó pero al ratico dijo “Acuérdese que yo soy de tanto, arrugó la cara y no me contestó, pero al ratico dijo Acuérdese que yo soy de Quíbor, compadre”.Al ratico llegó la mujer, formando tremendo lío –por lo visto la clase de meditación no le sirvió de nada- por el reguero y el churre, y diciendo algo sobre el sucio en la alfombra. Yo me marchaba cabizbajo, pensando recordar eternamente este episodio y tratando de no oír la discusión entre Alirio y su mujer. Pero antes de irme, escuché cuando Alirio le decía a la loca “está bien mujer, te prometo que el próximo domingo no hacemos tanto reguero porque déjame decirte que la semana que viene vuelve mi compadre a ver las reguero, porque déjame decirte que la semana que viene vuelve mi compadre a ver las carreras de caballos aquí...” y levantando la vista, me hizo un guiño mientras me decía “¿verdad, compadre?”...