Número 18

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REVISTADE LA RED ASTURIANADE DESARROLLO RURAL

EDITORIAL

Carretera al olvidoNº 18Fotografía de Portada

Juanjo Arrojo

EditaREADER(Red Asturiana de Desarrollo Rural)c/ Uría, nº 58 - 4º C. 33003 OviedoTeléfono: 985 208 429Fax: 985 209 501E-mail: reader@readerasturias.orgWeb: www.readerasturias.org

Junta DirectivaPresidente

D. Francisco González Méndez Presidente del CEDER Valle del Ese-EntrecabosAlcalde de Cudillero

Vicepresidente 1ºD. Belarmino Fernández Fervienza Presidente del GAL para el desarrollo de la Comarca del Camín Real de la MesaAlcalde de Somiedo

Vicepresidente 2ºD. José Antonio González GutiérrezPresidente de GAL Consorcio para el desarrollo rural del Oriente de Asturias Alcalde de Onís

Secretario D. Jaime Menéndez Corrales Presidente para la Asociación para el Desarrollo Rural del Bajo NalónAlcalde de Soto del Barco

Tesorero D. Manuel Ángel Riego GonzálezPresidente de la Asociación para el Desarrollo Integrado de Cabo PeñasAlcalde de Carreño

Vocales D. Jaime Gareth Flórez Barreales Presidente del Centro de Desarrollo Alto Narcea Muniellos Alcalde de Degaña

D. Eustaquio Revilla Villegas Representante de la Asociación Centro de Desarrollo Navia-PorciaAlcalde de Grandas de Salime

D. Marcelino Martínez MenéndezPresidente del Grupo de Desarrollo Rural del Alto Nalón Alcalde de Sobrescobio

D. Juan de la Cruz Antolín Rato Presidente del Centro para el Desarrollo de la Comarca de Oscos-EoAlcalde de Vegadeo

D. Jesús Álvarez Barbao Presidente del GAL. Montaña Central de AsturiasAlcalde de Morcín

D. Alejandro Vega Riego Presidente de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral de la Comarca de la Sidra Alcalde de Cabranes

D. Ángel Luís Álvarez Fernández Director General de Desarrollo Rural Consejería de Medio Rural y Pesca

Dña. María Ángeles González GarcíaSecretaria General de ASAJA-Asturias

Dña. Mercedes Cruzado Álvarez Secretaria regional de COAG-Asturias

D. Joaquín López Fernández Secretario General de UCA-UPA

D. Félix Méjica Grupo Parlamentario Izquierda Unida

D. José Manuel Fernández Díaz Grupo Parlamentario Popular

Dña. Elena Díaz PalaciosGrupo Parlamentario Socialista

D. Juan Dimas García Acebal Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias

D. Ramón González ZapicoRepresentante de CAJASTUR

Equipo TécnicoLuis Miguel Rebustiello (Gerente), María de la Paz Álvarez Rosal, Yolanda Diez Torre y Diego Cándano López (Técnicos)

Director de Escardar Luis Miguel Rebustiello

Jefa de Redacción Yolanda Diez

Fotografías Juanjo Arrojo, Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER), Grupos de Desarrollo Rural de Alto Nalón, Montaña Central de Asturias, Ese Entrecabo, Jaime Izquierdo, Mario Bango y Junta General del Principado.

RedacciónRamiro Lomba Monjardin (Director de SADEI), Hugo A, Mo-rán (Secretario Federal de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE), Jaime Izquierdo, Carlos González Lozano (Director General del Consorcio de Transportes de Asturias), Mario Bango (Periodista), Mónica López López (Grupo de Investi-gación en Familia e Infancia de la Universidad de Oviedo), Juan Lázaro Menéndez (Gerente de GAC. Bajo Nalón), Diego Cándano López (Técnico de READER) y Grupos de Desarrollo Rural Alto Nalón y Montaña Central de Asturias.

Diseño / coordinación Editorial: Impact 5Imprime: Gráficas SummaDepósito Legal: AS-3735-2002Tirada: 1.500 ejemplares

Distribución Gratuita La Red Asturiana de Desarrollo Rural no se identifica nece-sariamente con el contenido de los textos publicados. Escar-dar permite la reproducción de los artículos siempre que se cite su procedencia.

Con la colaboración de:

La despoblación del mundo rural asturiano configura el eje fundamental de los artículos que en este número propone Escardar a sus lectores. La novedad es que no hay novedad pese a los esfuerzos ímprobos de administraciones y sociedad, lo rural cada vez tiene menos personas en sus territorios. Es un mal endémico que asola a toda Europa y a los países del primer mundo. No es pues una cuestión que se produzca en nuestra región, ni siquiera en nuestro país, pero esto no es óbice para que no nos preocupemos escondiéndonos en mal de muchos consuelo de tontos. Si hubiera una receta ya se habría aplicado, pero si los resultados son tercos y nos dicen que sigue la sangría es necesario que desde el mundo rural sigan buscándose soluciones para lograr frenar el despoblamiento.

La Red Asturiana de Desarrollo Rural ha puesto en marcha a lo largo del año 2010 un proyecto piloto denominado Yo Soy Rural encaminado a intentar encontrar respuestas al porqué de este despoblamiento y lo hace con un amplísimo muestrario de preguntas a más de un millar de jóvenes asturianos tanto de las zonas rurales como de las urbanas que posteriormente fue analizado por la Universidad de Oviedo. Además, la celebración de las denominadas Semana Rural y Semana Verde sirvieron para contratar in situ las diferencias entre la juventud que reside en las ciudades y la de las áreas rurales. Las conclusiones no son muy halagüeñas ya que, según la Universidad de Oviedo, más de la mitad de los jóvenes rurales tiene intención de abandonar sus pueblos e irse a las grandes ciudades. Las perspectivas de trabajo se configuran como una de las principales premisas para el abandono de los territorios rurales.

La fotografía de la portada ilustra a la perfección ese despoblamiento que sufren nuestros territorios, pueblos en la lontananza al que se llega por una carretera sinuosa y en la que camina una persona solitaria, una imagen que al menos demuestra que allí hay gente. En la parte inferior, una mujer realiza las faenas del campo, una vez más el papel de la mujer se re-vela como fundamental, básico para los territorios rurales. Y toda la fotografía configura una especie de cuadro perfecto, bucólico, de esa naturaleza necesaria para sustentar muchas de las necesidades de las áreas centrales y más industrializadas. Ocurre que el día que desaparezcan las dos figuras humanas de la fotografía es muy posible que ese paisaje cambie radicalmente y todo hace indicar que ese momento puede que no esté tan lejano como creamos.

Y en momentos tan cruciales para el ámbito rural como los que vivimos es digno de reseñar y de elogiar la labor que están desarrollando movimientos como Convivia slow Food, una idea, un modo de vida y una forma de comer, amar y respetar por encima de todo el mundo rural, para que éste sea reconocido y valorado como se merece en las ciudades. Un movimiento que ya ha llegado a Asturias como una apuesta ecogastronómica por los orígenes, por la nutrición sensata, por los sabores, siendo además un guiño a los productores de alimentos naturales y tradicionales que preservan mejor que nadie nuestra cultura frente a las prisas absurdas de la modernidad.

El desarrollo rural español en la estrategia europea es un acertado análisis de la importancia que tiene la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural para los tiempos futuros de los terri-torios rurales y especialmente para las personas que viven en ellos, mientras que “Reforma e in-novación en la gestión de los espacios naturales protegidos: La transición hacia la conservación cultural de la naturaleza” aboga por cambios y se concluye que “los asturianos somos ya ma-yoritariamente urbanos pero no podemos perder la identidad rural, ni permanecer insensibles al asilvestramiento del campo ni a la extinción de unas culturas campesinas que, rehabilitadas, re-sultan vitales para reactivar la socioeconomía local y para sujetar el paisaje y la biodiversidad”.

Escardar recupera los artículos de opinión como ejes centrales del armazón de la revista y espera que sirvan para avivar diálogos constructivos que redunden en buenas ideas para el mundo rural asturiano.

FRANCISCO GONZÁLEZ MÉNDEZ I Presidente READER

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Días atrás la Universidad de Oviedo hacía público un interesante estudio, solicitado por la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER), sobre

la juventud rural y urbana del Principado de Asturias. De ese informe prácticamente fue subrayado un único dato: el 35% de los jóvenes de las comarcas rurales de Asturias se plantea trasladarse a una zona urbana en el futuro. Sin embargo, me voy a permitir darle vuelta a esta información basándome en las mismas cifras de la publicación: “Más de la mitad de los jóvenes permanecerán en las comarcas rurales en el futuro”. Sin duda este segundo dato resulta bastante más esperanzador, pues lejos de lo que ha venido sucediendo hasta ahora en el medio rural, con un éxodo masivo del campo a la ciudad, por primera vez la mayoría de los jóvenes rurales ya no identifica el progreso únicamente con la ciudad.

Por tanto, este informe nos viene a demostrar que se está produciendo un giro hacia la nueva funcionalidad del mundo rural en el sentido de que nuestra juventud lo aprecia y no lo rechaza como lo hizo décadas atrás. Entonces para los jóvenes el mundo rural era sinónimo de atraso y tradición. Hoy, en cambio, las circunstancias han cambiado porque encuentran en sus comarcas valores atractivos y formas de vida totalmente compatibles con las zonas urbanas. Por primera vez también se detecta un sentimiento de orgullo de su origen y un mayor arraigo a su entorno del que, por ejemplo, revelan los jóvenes urbanos.

Y en estos cambios de la propia juventud mucho han tenido que ver las nuevas orientaciones comunitarias, nacionales, regionales y locales que implementaron políticas más amplias de desarrollo rural que, sin abandonar nuestra identidad agraria, establecieron prioridades basadas en la diversificación de actividades, la mejora de servicios y la modificación de la relación entre lo rural y lo urbano. Se reconoce un carácter de multifuncionalidad de la agricultura que rebasa el ámbito puramente agropecuario. Y sin duda la actuación que más ha incidido en esta diversificación de actividades ha sido la iniciativa LEADER convirtiéndose en un modelo de referencia para otras políticas regionales, ya que este nuevo enfoque ha contribuido a generar una dinámica endógena positiva en las zonas rurales, ha reforzado la participación social y ha creado un nuevo modelo de hacer política en el territorio.

Este nuevo enfoque ha permitido que la juventud participe por primera vez en el desarrollo de sus territorios a partir de la importancia que los Grupos de Acción Local otorgan a este sector de la población, con los que se trabaja de forma transversal, fomentando su espíritu emprendedor e implicándolos en los procesos de desarrollo que se emprenden en sus comarcas.

Obviamente estos datos no nos tranquilizan porque el medio rural sigue perdiendo población, especialmente jóvenes, sin los que no podemos invertir este éxodo rural. De ahí que haya que establecer un equilibrio más justo entre zonas rurales y urbanas, en la asignación del gasto público, en las inversiones en infraestructuras, en los servicios de educación, de sanidad y comunicación. Una buena herramienta para alcanzar estos objetivos es, sin duda, la nueva Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, cuyo contenido concede una atención preferente a los jóvenes, de los cuales depende en gran medida el futuro del medio rural, según advierte la nueva norma estatal.

Francisco González MéndezPresidente de READER

OPINIÓN

Los jóvenes son la garantía del desarrollo sostenible del medio rural

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Desde sus inicios en el año 2002, el Grupo de Desarrollo Rural (GDR, en adelante) Alto Narcea Muniellos ha tenido clara sus líneas de trabajo.

Consenso y participación han sido las herramientas imprescindibles para llegar hasta donde nos encontramos y los principios sobre los que se apoyará nuestro trabajo de futuro. Una línea avalada por los buenos resultados obtenidos en el ya cerrado programa PRODER, cuyos éxitos nos animan a continuar.

En esta nueva programación del Eje Leader 2007-2013, el GDR Alto Narcea Muniellos proyecta nuevos objetivos. La tarea no es fácil pero como impulsores del desarrollo que somos, tenemos el compromiso de trabajar con realismo y ánimo, apoyando proyectos que dinamicen el territorio y supongan nuevas fuentes de empleo y economía. Nuevos retos que se afrontan con ganas y optimismo.

Entendemos que el futuro del desarrollo rural pasa por fortalecer este método en el que se promueve la implicación ciudadana y donde es vital fomentar la “cultura emprendedora”, especialmente entre los jóvenes.

Las claves de futuro han de basarse en la diversificación y la polifuncionalidad económica. Todos los sectores tienen importancia en las zonas rurales. Ganadería, agricultura, industria, servicios….todos los sectores son los pilares actuales de nuestra tierra y deberán seguir siéndolo. Hacer sólidos estos cimientos y crear nuevas actividades son objetivos que desde nuestro GDR se pretenden. El empleo, el dinamismo empresarial y la excelencia territorial nos permiten construir territorios rurales competitivos. Por ello, el reto actual es generar un entorno propicio para el desarrollo empresarial y la mejora de la calidad de vida de nuestra ciudadanía en igualdad de condiciones que las poblaciones urbanas, siempre con el compromiso de un desarrollo rural sostenible y el respeto por el entorno natural.

Nos movemos en un medio rural cambiante y en continua evolución. Un medio rural que hace frente a enormes contradicciones en lo que se le pide y en lo que puede ofrecer. Por ello debemos tomarnos seriamente la situación actual y ajustar nuestros objetivos a las necesidades del territorio. El gran reto es conseguir diversificar las actividades en el medio rural.

El 2010 ha sido un año difícil. A pesar de ello estamos en un momento de cambio, de adaptación y de búsqueda de nuevas oportunidades, donde hemos de vislumbrar un horizonte prometedor. Nuevos proyectos de carácter innovador y productivo permitirán contribuir con decisión al desarrollo económico de nuestra comarca.

Las bases están sentadas, y así se manifiesta a través del alto grado de participación y entendimiento de los actores públicos y privados de la comarca y el excelente trabajo y gestión que ha realizado el grupo. Las ideas claras y las ganas de trabajar son nuestras señas de identidad. Señas que marcarán nuestro trabajo diario y continuo, donde la mejora de la calidad de vida, el desarrollo empresarial, la valoración de nuestro rico patrimonio natural y cultural constituyen nuestros ejes de atención y actividad.

Todo ello desde una gestión rigurosa y eficaz, con el reconocimiento al grupo de una independencia y responsabilidad en la toma de decisiones y la adopción de soluciones concretas a un territorio que conoce y defiende.

Alcanzar estos compromisos requiere no sólo el buen hacer del GDR Alto Narcea Muniellos con su marco económico, sino el compromiso de que el desarrollo rural sea una acción transversal en el resto de políticas. Es decir, que el medio rural disponga de las mismas prestaciones que las zonas urbanas, que sea un espacio para vivir, para trabajar y para disfrutar, ha de ser un compromiso de todos.

Jaime Gareth Flórez BarrealesPresidente del GDR. Alto Narcea Muniellos. Alcade de Degaña

OPINIÓN

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Alto Narcea Muniellos: Un territorio propicio para el desarrollo empresarial y la calidad de vida

MARÍA JESÚS ÁLVAREZ GONZÁLEZ I Presidenta de la Junta General del Principado

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La Asturias rural, ganadera y montañosa, ¿qué peso tiene en el debate parlamentario de la Junta General del Principado?Es, sin duda, uno de los sectores con mayor peso. El sector agroganadero tiene mucho que ver con la rutina cotidiana del Parlamento regional, con el control al Consejo de Gobierno, con la iniciativa parlamentaria, con la tramitación de determinados instrumentos legales que guardan relación con el medio rural porque en la economía asturiana las acti-vidades del sector primario siguen teniendo un peso muy importante. Por tanto, estos sectores clásicos tienen una larga tradición en el debate parlamentario de la región.

En relación a las singularidades de nuestra comunidad autónoma, usted pidió en la última Conferencia de Presidentes de Asambleas Legislati-vas Regionales Europeas (CALRE) que factores como el envejecimiento poblacional, el descenso demográfico y la dispersión de núcleos de po-blación, han de ser tenidos en cuenta a la hora de distribuir los fondos de cohesión. ¿De qué forma perjudica a Asturias que sólo el PIB sea el factor a valorar? Evidentemente nos afecta de forma directa porque aún siendo el PIB un indicador económico objetivo que evalúa el nivel de bienestar de una sociedad, a mi juicio no es suficiente. De hecho, y paralelamente a mi intervención en dicha conferencia, el Presidente del Principado defendió en el Comité de las Regiones, en una ponencia muy intere-sante, que hay que ser capaces de medir el nivel de bienestar de los ciudadanos de acuerdo con diversos criterios, y concretamente que los fondos de cohesión se distribuyan teniendo en cuenta factores que a nosotros nos condicionan extremadamente no sólo a la hora de diseñar políticas, sino también en el día a día de los ciudadanos. En nuestro caso, un territorio con una orografía muy particular, montañoso, donde las distancias se miden en tiempo y no en kilómetros, un desarrollo so-cioeconómico condicionado, una población envejecida, especialmente en el medio rural, etc., son elementos que están presentes en el día a día de la ciudadanía, en sus condiciones de vida y en nuestra forma de hacer política.

Por tanto, es muy importante que no nos quedemos únicamente en los elementos puramente económicos y objetivos, y quizá también objeti-vables, sino que también se han de introducir otros criterios para que el retrato que hagamos de nuestros territorios sea correcto; y también para que a la hora de aportar fondos de cohesión –que como el propio térmi-no indica pretenden que unos territorios sean solidarios con otros-- haya una mayor cohesión económica y social que no se conseguirá si no se tienen en cuenta estos factores anteriormente mencionados.

Aludiendo a la solidaridad entre territorios, ¿es el medio urbano de Astu-rias solidario con las áreas rurales? Creo que en Asturias hemos desarrollado en estos últimos 30 años de autonomía una política que siempre ha tenido en cuenta las di-ferencias que existen entre el centro y las alas. Pero seguramente no ha sido suficiente porque los territorios rurales siguen padeciendo problemas de envejecimiento, de despoblación, de abandono de la actividad, etc. Pero si le damos la vuelta a la pregunta, habría que plantearse qué habría sido de estos espacios sin estas políticas públi-cas. Apoyo público que se traduce en infraestructuras, desde las más elementales como alumbrado y saneamiento, sanidad, educación, carreteras, a políticas más concretas que tienen que ver con la PAC y las políticas de desarrollo rural, auténticos instrumentos de dina-mización económica que han permitido el mantenimiento del sector e incluso la incorporación de nuevos vectores económicos como el turismo o la industria agroalimentaria.

María Jesús Álvarez González Presidenta de la Junta General del Principado

“Lamento que la sociedad en su conjunto no tenga conciencia de los proyectos financiados por las ayudas LEADER que, sumados, forman unagran empresa” Yolanda Díez Torre

Técnica de READER

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ENTREVISTA

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Todo ello no sería una realidad sin el apoyo constante de estas políticas públicas por mantener las alas, Occidente y Oriente. Lo cual se traduce, por otra parte, en una prioridad política. Y, lógicamente, al mantenimien-to de estas ayudas también contribuyen los ingresos propios de la Comu-nidad Autónoma, y muchos de éstos provienen de impuestos recaudados en su mayor parte en el área central asturiana donde se concentra el 80% de la población. Ésta es la política redistributiva del Principado de Astu-rias. Por tanto, insisto, ¿cuál sería la realidad económica y social de estos territorios, especialmente los más alejados, sin este apoyo público?

Sin embargo, y aún reconociendo ese apoyo de las Administraciones Pú-blicas a favor del desarrollo de los territorios más desfavorecidos, el ciuda-dano del medio rural en muchos casos se siente ciudadano de segunda. En mi opinión, debemos seguir trabajando por dignificar el trabajo en el campo, pero personalmente me resisto a creer que los que vivimos en las comarcas rurales somos ciudadanos o ciudadanas de segunda, y en todo caso, si fuera así, yo pelearé por ser una ciudadana de primera.

Lo que si hemos de conseguir, por una parte, es que la actividad agraria se entienda como una actividad profesional digna; objetivo muy vincula-do a las rentas del sector que han de ser homologables a otros sectores profesionales. Éste es un paso importante, especialmente ahora que el sector atraviesa un mal momento.

Y por otra parte, también los servicios han de ser homologables a los de los espacios urbanos, fundamentalmente servicios básicos como educa-ción, sanidad, servicios sociales, etc.

Por tanto, el reto está en la proximidad de los servicios básicos para la población y en unas rentas dignas para los profesionales del sector.

Efectivamente las actuales políticas públicas de desarrollo rural integran el mantenimiento del sector agroganadero, la mejora de las infraestruc-turas y los servicios a la población y el tejido productivo. Sin embargo, no parece que esto sea suficiente para garantizar el futuro de estos espacios puesto que las ciudades siguen ejerciendo un atractivo poderoso sobre la población rural, especialmente los jóvenes. Es cierto que el campo desde hace años no es lo suficientemente atracti-vo para los jóvenes; y por ello ha de existir una oferta de actividad econó-mica más amplia. No obstante, algunos jóvenes sí se están incorporando al sector aunque no sean los suficientes. De hecho, las explotaciones más profesionalizadas están lideradas por jóvenes. En los últimos años el sector ha vivido una reconversión muy profunda y también silenciosa, profesionalizándose de forma importante e incorporando, por ejemplo, las nuevas tecnologías de la información.

Sin embargo, el campo no siempre es una actividad atractiva para la juventud debido en gran parte a que vivimos en una sociedad donde los valores urbanos se potencian más que la vida rural. Por ello, también a veces es una cuestión de educación.

¿Existe sensibilidad por parte de los diputados y las diputadas hacia el medio rural?En el caso de la cámara asturiana sí que existe sensibilidad porque la mayoría de los parlamentarios y las parlamentarias tienen sus orígenes en el ámbito rural, y además tenemos tres circunscripciones, dos de las

cuales son oriente y occidente, ambas representadas por diputados y diputadas que somos de estas zonas y que mantenemos un com-promiso político con nuestros territorios. Por eso cuando se tilda a nuestro sistema electoral de injusto, e incluso de obsoleto por las tres circunscripciones existentes, como diputada del occidente siempre he defendido este sistema para que los ciudadanos y las ciudadanas de ambas alas tengan una representación clara en el ámbito de la Junta General del Principado que nos obliga a mantener nuestra atención en las dificultades y en las reivindicaciones de la población de estos municipios.

Las últimas estadísticas manifiestan que el declive se concentra en el medio rural, donde al menos 23 concejos perderán más del 25 por ciento de la población en la próxima década. Y por otra parte, en los últimos veinte años se ha ido produciendo un fenómeno de concentración de la población rural en las villas comarcales. ¿Cómo valora estos datos?Éste es un proceso que se viene produciendo en los últimos 30 años de forma acusada junto a una pérdida de población en los municipios más rurales. Y ésta tiende efectivamente a concentrarse en las villas porque ofrecen un nivel de servicios del que sin embargo no se disfruta en los pueblos y en las aldeas.

No obstante, desde mi experiencia como vecina de Pravia y conocedora del entorno de áreas como Bajo Nalón, sí estoy observando que algunos núcleos rurales se están recuperando cada vez más con nuevas activi-dades que no son exclusivamente agropecuarias, e incluso percibo un fenómeno relativamente reciente de personas que abandonan grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, y se instalan en pequeños pueblos porque con las herramientas de las que actualmente se disponen, y las que se han de habilitar en el futuro –por ejemplo el acceso a Internet—se puede realizar casi cualquier trabajo desde un ámbito remoto disfrutan-do de la calidad de vida que supone vivir en un espacio territorial sin contaminación, ruidos, etc. Espacios cada vez más demandados por al-gunos ciudadanos. Se trata de un fenómeno incipiente que seguramente va a consolidar determinadas áreas territoriales.

Las villas también permiten mantener población en la comarca rural. De no existir estos núcleos, el abandono del campo tendría como único des-tino el ocho central, el área central de Asturias, pero desde Castropol a Ribadedeva hay muchos espacios donde vivir.

La Política Agrícola Común de la Unión Europea debe adaptarse y res-ponder mejor a las expectativas de la sociedad para no perder su credibi-lidad. Desde el Parlamento Europeo se ha apoyado el objetivo de reforzar la competitividad de la agricultura europea sin dejar de lado su soste-nibilidad. Además, los expertos apuntan a que sectores como el agroali-mentario tienen buenas expectativas futuras si huyen de los localismos y aplican medidas innovadoras para ofrecer los productos que demanda el mercado. ¿El sector asturiano está preparado para competir bajo estas nuevas condiciones que impone el mercado global?

“Hemos de conseguir que la actividad agraria se entienda como una actividad profesional digna; objetivo muy vinculado a las rentas del sector que han de ser homologables a otros sectores profesionales”.

MARÍA JESÚS ÁLVAREZ GONZÁLEZ I Presidenta de la Junta General del Principado

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Creo que sí y, en buena medida, ha dado muestra de ello en los últimos años. Esto no quiere decir que no haya que seguir trabajando porque la realidad del mercado es la globalización y el escenario es de una tremen-da dureza. ¿Cuál es nuestra seña de identidad?: La calidad. Competimos mejor en calidad que en cantidad y hay que trabajar para que nues-tros productos puedan ser claramente identificados por el consumidor. El sector agroalimentario ha crecido y se ha consolidado mucho en los últimos años y muestra signos de indudable fortaleza. Evidentemente, es un sector en el que es muy importante la innovación y la moderniza-ción para mantener estándares de competitividad, pero es un sector con perspectivas de futuro.

¿Qué papel han de desempeñar nuestros parlamentarios ante esta nueva negociación?El mismo papel que han venido ejerciendo hasta ahora, pero de forma más intensa. Éste es un debate que se produce en el ámbito europeo con los estados, pero también con las comunidades autónomas en países que, como el nuestro, están descentralizados territorialmente. Es, si se quiere, un debate de Ejecutivos. Sin embargo, considero muy importante el papel del Legislativo apoyando las propuestas del Ejecutivo y dándoles la legitimidad democrática que se da a toda resolución del Parlamento y ejerciendo ese papel que nos corresponde como representantes de la ciudadanía. Por ello, el papel del Legislativo es acompañar al Gobierno y respaldar sus propuestas para trabajar en un único frente pues el esce-nario es suficientemente complicado como para no ser capaces de cerrar filas y materializar propuestas concretas y unánimes.

Parecía superado el debate sobre agraristas y ruralistas, y sin embargo, hace sólo unos días una organización agraria pedía públicamente que no se desviaran las ayudas agrarias al desarrollo rural. Según palabras tex-tuales de este sindicato, “los fondos de agricultura no pueden servir para financiar asilos o tanatorios en los pueblos”. ¿Qué opina usted?

Es un debate superado. Entiendo que el desarrollo rural no se puede con-seguir sin la base agraria pues el sector agroganadero es imprescindible e indispensable. Es la seña de identidad de nuestro medio rural. Pero el desarrollo rural que se ha venido realizando estos años ha sido válido no sólo para mantener al sector, sino que además ha contribuido a la diver-sificación del campo, logrando mantener los espacios rurales en mejores condiciones. No cabe duda que aún queda mucha tarea por hacer. Y en este sentido la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural es una herra-mienta muy importante que por primera vez pone en valor un territorio que, en muchos casos, hasta ahora estaba olvidado.

Pero, además, por lo que significa el mantenimiento del paisaje, de los valores medioambientales que eso conlleva y que de ningún modo se podría conseguir sin la presencia del hombre; porque nuestro paisaje es, sin duda, una mezcla de la naturaleza y de la humanización del territorio, que no sólo contempla esa posibilidad de desarrollo sostenible, sino que además nos proporciona algo tan importante como son los alimentos saludables y seguros.

Con estos elementos tenemos que abandonar los debates estériles y apostar por aquellas políticas y herramientas que puedan poner en valor estas áreas y que puedan contribuir a su transformación económica.

Por eso me reitero en lo dicho anteriormente, en que la nueva ley es un paso importante, un instrumento impensable hace algunos años. Ahora, lo prioritario es su desarrollo, y especialmente su utilidad para las per-sonas que viven en el medio rural. Es una apuesta clara e inequívoca del Gobierno de Zapatero por los territorios rurales y sus gentes.

¿Especialmente para las mujeres?Sin duda, pero es que las mujeres siempre han sido el sostén imprescindible del desarrollo rural y muchas veces –la mayoría diría yo—han realizado un trabajo totalmente invisible. Si pensamos en nuestras abuelas, todos nos damos cuenta del trabajo que ellas han aportado, no sólo como campesinas, sino también como cuidadoras, educadoras, amas de casa, etc. Actualmente son muchas las mujeres que se han involucrado directamente en el desarro-llo de las explotaciones agroganaderas, modernizándolas, abriendo nuevas vías de producción; y si mal no recuerdo, las primeras empresas de turismo rural de esta región fueron regentadas por mujeres. Gran parte de la diver-sificación del sector se debe a ellas y a su trabajo incansable.

“Cuando se tilda a nuestro sistema electoral de injusto, e incluso de obsoleto por las tres circunscripciones existentes, como diputada del occidente siempre he defendido este sistema para que los ciudadanos y las ciudadanas de ambas alas tengan una representación clara en el ámbito de la Junta General del Principado”

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ENTREVISTA

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En alusión a los Grupos de Desarrollo Rural del Principado, ¿qué papel desarrollan en los territorios rurales especialmente en tiempos en los que se está produciendo una caída de la rentabilidad del sector primario? Un papel muy importante. Es un modelo realmente interesante, y lo único que lamento es lo poco que se conoce esta nueva gestión del territorio. Lo conocen los territorios, los promotores y las promotoras; pero estoy convencida de que muchos hombres y mujeres que viven en los espacios urbanos desconocen que hay gente con ganas, con ideas y proyectos para invertir en nuestras áreas rurales.

Por ello, cuando oigo a algunos diputados y políticos que el occidente se está despoblando (y cito este ejemplo porque es el que más conozco a ni-vel personal), me duele especialmente por tantos hombres y mujeres que en esta área apuestan por proyectos, que invierten su dinero, que arries-gan y que creen en el desarrollo de sus territorios. Además son muchos los empleos que se han creado y consolidado gracias a estas ayudas.

Es, por tanto, una forma de trabajar bien trabada que por primera vez tiene en cuenta a los principales actores de los territorios, exigente por otra parte a la hora de plantear requisitos, a la hora de contrastar pro-yectos. Y lo que realmente lamento es que no sepamos vender más este tipo de iniciativas, que la sociedad en su conjunto no tenga conciencia de la importancia de todos estos proyectos financiados con las ayudas LEADER que, sumados, forman una gran empresa.

¿Serían entonces los GALs instrumentos a consolidar en los territorios? Debemos seguir trabajando para seguir disponiendo de estos recursos. Es verdad que los escenarios son cambiantes y difíciles de prever, pero estas ayudas han de seguir siendo una reivindicación pues aún queda mucho que hacer por el desarrollo de estos territorios. Y por tanto en ningún caso deberíamos renunciar a este tipo de programas.

La Red Asturiana de Desarrollo Rural es la única asociación regional que, en su Junta Directiva, tiene representación parlamentaria. ¿Le parece una decisión acertada? Me resulta una buena idea por varias razones. Una de ellas porque dada la peculiaridad de nuestra configuración territorial y geográfica y las tres circunscripciones electorales, las organizaciones políticas, tal como comenté anteriormente, tienen una sensibilidad con el medio rural más acentuada si cabe que en otras comunidades autónomas. Es, además, interesante que formen parte de READER porque es la mejor manera de estar al día, de estar más próximos a la realidad rural de nuestra región; adelantando así propuestas e iniciativas parlamenta-rias que nos permitan afrontar los problemas del medio rural con ma-yor celeridad y eficacia.

Como Presidenta de la Junta, celebro además algunas iniciativas em-prendidas por la Red, particularmente los intercambios con otras comu-nidades autónomas u otros países de la UE que nos permiten extraer las mejores prácticas de territorios con problemas similares a los nuestros.

En tiempos de crisis y ante la desesperanza manifiesta de muchos traba-jadores y trabajadoras del campo asturiano, como Presidenta de la Junta General del Principado, ¿qué mensaje les quisiera trasladar? Efectivamente estamos atravesando un momento delicado para todos, el campo, las instituciones, las administraciones públicas, pero estoy totalmen-te convencida de que lo vamos a superar como antes hemos salvado situa-ciones tan o más complicadas que ésta. Pero será la sociedad en su conjunto la que va a salir adelante, y especialmente los hombres y las mujeres del cam-po, gente trabajadora e incansable que nunca a lo largo de la historia se ha rendido ante las dificultades. Y es precisamente la complicidad habida entre las instituciones y la sociedad civil la que debe hacernos capaces de discernir entre lo que es importante y lo que no, sin dejar a nadie atrás.

Y ya por último, ¿qué opinión le merece Rosa Aguilar como nueva minis-tra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino? Como ministra hay que darle tiempo pues apenas se está estrenando en su nuevo cargo, pero Rosa Aguilar es una mujer con una larga trayectoria política, a la que por otra parte tampoco se le han puesto las cosas fáciles y sin embargo ha sabido superar todas las dificultades.

No obstante, si quisiera aprovechar este momento para ensalzar el tra-bajo de Elena Espinosa quien ha sido discreta en lo público, pero muy eficaz como Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Además de una persona muy trabajadora, me consta que también ha sido muy cercana, especialmente con el sector, y muy eficiente sobre todo en mo-mentos duros y polémicos en el espacio europeo. En mi opinión, Elena Espinosa ha dejado el listón muy alto.

“En Asturias competimos mejor en calidad que en cantidad y hay que trabajar para que nuestros productos puedan ser claramente identificados por el consumidor”.

La transformación demográfica experimentada en Asturias durante todo el siglo XX y estos años del XXI ha sido muy relevante. Es un

buen ejemplo de lo que denominaremos transición demográfica. A con-tinuación analizaremos dos períodos:

- El primero de 1900 a 1991 - Y el segundo desde 1991 al año 2008

La transición demográfica El territorio de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias abarca una extensión de 10.604 km2. Es una región uniprovincial, re-lativamente pequeña en el contexto autonómico español, sobre la que se asienta una población de 1.080.138 habitantes, según los datos de la Rectificación Padronal del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de enero de 2008. Si se observa su evolución a lo largo de los últimos 110 años se deduce que Asturias no llegó a doblar su población durante todo el siglo XX y que desde 1981 pierde. Sin embargo, España duplicó su población entre 1900 y 1981 y hasta 2008 creció cerca de otros 9 millones de personas; es decir, la población de España creció un 25% en menos de 30 años, y la de Asturias en cambio se estancó e incluso perdió habitantes.

Este hecho tiene más importancia de lo que le concedemos. Es clave para explicar porque es tan difícil crecer económicamente al mismo ritmo que España; o bien para visualizar la pérdida de peso político en el Congreso de los Diputados, donde en poco tiempo hemos pasado de diez a ocho diputados.

Además, durante las últimas tres décadas la población asturiana se ha convertido en una población muy envejecida, con tasas bajas de na-talidad y, desde hace unos años, tasas de fecundidad entre los niveles más bajos del mundo.

¿Qué ha pasado en Asturias en los últimos 110 años?

a) A principios del siglo XX la población se equilibraba en base a una elevada natalidad y una alta mortalidad.

b) A lo largo de los años se produce la transición demográfica en la que desaparecen las mortalidades catastróficas, desciende la mortalidad y como aún se mantenía elevada la natalidad, se pro-dujo una explosión demográfica y un crecimiento de la población que se amortiguó con la salida de emigrantes hacia el exterior.

c) Al final del período las tasas de natalidad son muy bajas, con tasas de mortalidad no muy elevadas, en base a una esperanza de vida muy alta. Esto conlleva a que el crecimiento natural se estanque o se pierda población por esa vía. De hecho, en la última década el equilibrio poblacional sólo se logra con la llegada de inmigrantes.

Evidentemente la evolución de los distintos territorios de la región ha tenido características propias: despoblamiento de zonas rurales y cre-cimiento del área central de la región; o crecimiento de la zona costera en paralelo a la disminución en las zonas de montaña, etc.

La natalidad Durante el año 2007 se registraron en Asturias un total de 7.833 naci-mientos, lo que supone en términos porcentuales un incremento anual del 3,12%.

En consecuencia, la tasa bruta de natalidad alcanza un valor del 7,40‰, consolidando la recuperación continua que comienza a pal-parse a principios de siglo, alcanzando este último año valores que son inéditos en los últimos 20 años.

En el panorama autonómico, sobre una media nacional de 10,98‰, la tasa de Asturias sigue ocupando el último lugar, lejos de los valo-res que exhiben las regiones más fecundas (Murcia 13,36‰ y Madrid 12,24‰) y más acorde con las tasas que muestran las regiones vecinas (Galicia 7,97‰, Castilla y León 8,06‰, Extremadura 9,27‰, Can-tabria 9,49‰, el País Vasco 9,67‰).

Un aspecto importante de la natalidad en los últimos años es la contri-bución de las madres extranjeras. Así, en 2007 se registraron en España 93.169 nacidos de madre extranjera, un 18,08% más que en 2006, lo que supone ya el 16,07% del total de nacidos en España.

En Asturias, la menor incidencia de las inmigraciones sobre el grueso de la población hace que esta importancia no sea tan categórica, ya que representan el 8,17% del total de los nacimientos; sin embargo, la subida también es significativa puesto que la participación de las madres extranjeras en 2000 suponía sólo el 2,38% sobre el total de los nacimientos en Asturias.

En resumen, se puede concluir que, a pesar de la recuperación que se aprecia en los últimos años, las bajas tasas de natalidad que se siguen registrando en Asturias han llevado el índice sintético de fecundidad a situarse en valores por debajo de la mitad del valor comúnmente aceptado para alcanzar los niveles de reemplazo (1,01 en 2007 en Asturias, sobre una media en España de 1,40); índices todos ellos muy críticos si se tiene en cuenta que la mítica barrera que garantiza el relevo generacional se sitúa en torno a los 2,10 hijos por mujer.

La nupcialidad En el año 2007 se celebraron en Asturias 4.906 matrimonios, de los cuales algo menos de la mitad (47,66%) correspondieron a ceremonias realizadas exclusivamente mediante fórmulas civiles. La tasa bruta de nupcialidad alcanza este año el 4,59‰, por debajo de la registrada en 2006 (4,49‰) y algo por encima de la media del país (4,49‰).

EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA EN ASTURIAS Y SUS CONCEJOS

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Evolución demográfica en Asturias y sus concejos

Ramiro Lomba MonjardínDirector del Instituto Nacional de Estadística (INE)

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INFORME

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La mortalidad La mortalidad en Asturias en los últimos años muestra un comporta-miento estable, con unos niveles relativamente altos que se explican en función del envejecimiento que padece la estructura demográfica.

El número de fallecimientos ocurridos en 2007 asciende a 12.667, dato muy semejante al registrado en años anteriores, por lo que la tasa bruta también mantiene unos índices muy similares (11,96‰ en 2007 y 11,66‰ en 2000).

Asturias presenta la tasa de mortalidad (11,96‰) más elevada de todas las CCAA, superior en más de tres puntos a la media nacional (8,59‰). Después de Asturias están otras regiones del norte peninsular como Galicia (11,05‰), Castilla y León (10,98‰) y Aragón (10,32‰).

En el lado contrario, excluyendo las ciudades autónomas de Ceu-ta y Melilla, las menores tasas de mortalidad se registran en Madrid (6,77‰), Baleares (7,03‰), y Murcia (7,23‰).

El crecimiento vegetativoComo resultado de la diferencia entre nacidos y fallecidos, el saldo ve-getativo en Asturias durante 2007 ha sido negativo en 4.702 personas, lo que acarrea una tasa de crecimiento natural negativa del -4,57‰.

Asturias encabeza el ranking de las comunidades con el saldo vegetati-vo más adverso. Sobre una media en España de 2,39‰, las autonomías situadas en la franja sur peninsular, junto con Madrid y las comuni-dades isleñas, ostentan los indicadores naturales más favorables. En el otro sentido, las comunidades norteñas muestran los niveles más bajos: después de Asturias (-4,56%) se encuentran Galicia (-3,08‰), Castilla y León (-2,92‰),y Cantabria (-0,41‰).

Los Movimientos Migratorios La importancia de éstos radica no tanto por los efectos directos que tiene sobre la población sino, sobre todo, por las repercusiones que es-tos movimientos tienen sobre la distribución espacial de la población, sobre la estructura por edades y sobre el crecimiento (o decrecimiento) real de una población.

Un ejemplo de estos movimientos es que la mayoría de los concejos de montaña experimentaron un retroceso poblacional, éxodo rural, desnu-triendo amplias zonas de jóvenes, minando su capacidad procreadora y dando lugar a procesos de envejecimiento e incluso de despoblación como los que padecen actualmente. Este proceso resulta en muchos casos irreversible y plantea situaciones realmente graves de despoblamiento.

Desde hace unas décadas se produce un auge de los movimientos de inmigración procedentes del extranjero, que juegan un papel decisivo en el discurrir demográfico actual.

Según los datos que aporta la Estadística de Variaciones Residenciales, el número de flujos registrados en Asturias en los últimos años ha cre-cido de forma espectacular, en una horquilla tremendamente amplia

que oscila entre los poco más de 10.000 movimientos que se registra-ban en 1991 hasta los más de 50.000 que anota el año 2007.

Bajo el denominador común de un crecimiento generalizado en todos los tipos de movimientos:

1) Los flujos internos pierden peso relativo (representaban en 1991 el 44% de los flujos totales y el 34% en 2007).

2) Las emigraciones se mantienen (24% y 25% en ambos años).

3) Las inmigraciones adquieren cada vez más trascendencia pasan-do de representar el 31% de los flujos totales al 41% en 2007.

La dimensión que alcanzan los movimientos migratorios en Asturias es reducida. Los factores que limitan la afluencia de inmigraciones en As-turias, respecto al resto del país, se pueden situar bajo tres aspectos:

- Por un lado estarían los factores geográficos, relacionados con la lejanía de los focos de entrada en España, situados funda-mentalmente en el sur peninsular, el aeropuerto de Madrid y la frontera Catalana.

- Por otro lado, existen factores económicos basados en la espe-cialización sectorial del mercado de trabajo regional, poco pro-clive a absorber una mano de obra orientada preferentemente hacia los sectores de la agricultura (industrializada, de regadío e invernaderos), edificación de residenciales y hostelería.

- Finalmente, las inmigraciones también se ven afectadas por fac-tores climáticos. Si se adopta la perspectiva del ocio y turismo residencial, las regiones norteñas ofrecen desventajas naturales frente a otras zonas (mediterráneas e insulares) que brindan unas condiciones climáticas más atractivas para algunas actividades turísticas o como reclamo a buen número de personas inactivas.

Teniendo en cuenta estos condicionantes, los movimientos migratorios que se registran en Asturias durante el año 2007 ofrecen los siguientes resultados:

- Las migraciones internas (entre los municipios que integran el mapa autonómico de Asturias) alcanzaron la cifra de 19.018 movimientos, lo que supone el 34,02% de todos los flujos que se produjeron en Asturias este año.

- En cuanto a las inmigraciones externas (procedentes de otras CC.AA y del extranjero), el número de entradas registradas en Asturias es de 22.772, lo que representa el 40,74% de todas las migraciones totales habidas en 2007. Las entradas procedentes de otras comunidades suponen el 53,96% del total de las inmigraciones, por el 47,64% restante que representan los ingresos procedentes del extranjero. Entre las inmigraciones procedentes del extranjero la aportación ex-tranjera es manifiestamente superior a la española (90,91%).

La transición demográfica de la población MNP en Asturias. Serie 1900-2007

EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA EN ASTURIAS Y SUS CONCEJOS

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- Por último, las emigraciones asturianas también marcan una evolución creciente (14.105 salidas globales frente a las 2.883 que se registraron en 1991), con una mayoritaria presencia de ciudadanos españoles (69,03%) frente a la menor participa-ción extranjera (30,96%).

Respecto al lugar de destino de los emigrantes, la trayectoria más fre-cuente es la nacional (81,04%), quedando reducido el 18,96% de las emigraciones restantes a salidas hacia el extranjero.

Como resultado de estos flujos, en 2007, el saldo migratorio global de Asturias es positivo en 8.667 personas.

Esta tendencia positiva está claramente determinada por la aportación de los inmigrantes extranjeros, cuyo saldo supone una ganancia de 7.810 individuos.

Es interesante apuntar también que, por vez primera en las últimas décadas el saldo interregional ha invertido el signo históricamente ne-gativo y este año ha sido positivo en 857 personas.

Las afluencias más cuantiosas de extranjeros en Asturias pertenecen al continente americano, cuya aportación en el último año (2007) su-puso el 45,91 % del total de la inmigración extranjera. Los países que tuvieron una representación de este continente mayor fueron Brasil, Colombia, Paraguay y Ecuador.

En cuanto a las entradas procedentes de Europa, se mantiene el ritmo debido, por una parte, a la inmigración de retorno que tiene su origen prin-cipalmente en Bélgica, Francia, Alemania y Suiza y, por otra parte, a la in-corporación cada vez más creciente de inmigrantes procedentes de países del este que se incorporaron recientemente a la Unión Europea (UE-27), como Rumania y otros países pertenecientes a la Europa no comunitaria.

El Nomenclátor de Entidades de PoblaciónEl nomenclátor es la relación de todas las entidades de población existentes, con sus cifras de viviendas y habitantes, así como otros datos sobre la cate-goría de la entidad, la altitud o la distancia respecto a la capital municipal. El primer nomenclátor que se confeccionó en España data del año 1857.

En Asturias, el territorio regional se estructura, históricamente, aparte de los 78 municipios o concejos que lo integran, en entidades colec-tivas, que reciben el nombre de parroquias (857 en 2008), las cuales agrupan un número mayor de entidades singulares de población.

La población de Asturias: evolución y estructura

Evolución de la poblaciónLa población asturiana, según datos procedentes de los Censos de Pobla-ción, a lo largo del siglo XX ha crecido un 66,67% en términos relativos, porcentaje que revela un incremento mucho más contenido que el exhi-bido por el conjunto del Estado durante el mismo período (116,92%).

Los mayores ritmos de crecimiento tuvieron lugar en las primeras déca-das de siglo y en los años cincuenta, coincidiendo con las grandes trans-formaciones socio-económicas (éxodo rural) que se produjeron en toda España y que, en Asturias, alcanzaron una dimensión muy notable.

En realidad, con anterioridad al siglo XX el crecimiento de la población asturiana se había mantenido en un ritmo lento, circunstancia que se debe atribuir a las intensas corrientes emigratorias hacia otras regio-nes de España y hacia el exterior.

La estructura de la poblaciónDe acuerdo al análisis de los tres grupos funcionales:

- La llamada población infantil (0-14 años) suma 108.442 indi-viduos, lo que significa en términos relativos el 10,04% de la población total de Asturias, más de cuatro puntos porcentua-les por debajo de la media española (14,42%).

- El grupo de población intermedio, que comprende a la pobla-ción adulta (15-64 años), reúne a 736.381 personas, lo que supone el 68,17% de los habitantes de Asturias, porcentaje muy similar al del conjunto nacional (69,04%).

- En cuanto al colectivo de personas mayores (65 y más años), el conjunto ha ido aumentando exponencialmente a lo largo de los últimos años, en consonancia con los avances obtenidos por la sanidad y por la mejoría generalizada de las condiciones de vida. Existen en Asturias 235.315 personas con edades superio-res a 64 años, lo que significa el 21,79% de la población, parti-cipación mucho más alta que la media española (16,54%).

El envejecimiento de la población constituye la característica más rele-vante de la estructura actual de la población y, si bien es evidente que el proceso alcanza dimensiones globales, se pueden señalar algunos rasgos específicos:

El grado de urbanización: la distribución espacial de la población eviden-cia la diferencia entre zonas urbanas y rurales. En las zonas más rurales, los porcentajes de menores de 15 años son ínfimos (8,84% y 9,08% en las comarcas de Oriente y Eo-Navia respectivamente), mientras que las ratios de los mayores son muy elevados (27,49% y 27,08%).

En las comarcas urbanas las proporciones se invierten, es decir, la partici-pación de jóvenes es más elevada (10,85% y 10,37% en las comarcas de Oviedo y Avilés) en tanto que la aportación de las personas de más edad es menor (en Oviedo 19,62%, en Gijón 21,16% y en Avilés 21,31%).

La combinación de estas relaciones se traduce en unas tasas de depen-dencia significativamente desiguales (0,44 en Oviedo frente a 0,57 en las comarcas occidentales y oriental).

La especificidad de género: otra particularidad del envejecimiento en Asturias es la disimetría que origina la mortalidad diferencial entre

Tasas brutas de natalidad en Asturias por concejos (2007) Tasas brutas de mortalidad en España por CCAA (2007)

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INFORME

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sexos (76,1 y 83,4 años de esperanza de vida al nacimiento para hom-bres y mujeres respectivamente en 2005), que se va haciendo más no-toria a medida que aumenta la edad de la población.

Sobre el colectivo de personas mayores (65 y más años) en Asturias, la participación de las mujeres representa el 59,24%, mientras que el masculino supone el 40,76%.

Entre el colectivo de personas seniles (85 y más años) el espacio entre hombres y mujeres se acrecienta: los hombres suponen el 28,80% de este grupo, mientras que la presencia femenina llega al 71,20%.

En resumen, hay que esperar a la cohorte de 90 a 94 años para encon-trar un colectivo que tenga menos mujeres que niñas de 0 a 4 años. Bajo estas condiciones es muy difícil mantener el peso demográfico; prác-ticamente no hay reemplazo posible para el conjunto de la región, así que para los pueblos, para los concejos de interior, para las zonas más deprimidas económicamente el futuro poblacional es muy incierto.

Distribución espacial de la población

Pues bien, el crecimiento de la población asturiana ha sido discontinuo en función de las distintas expectativas sociales, políticas y econó-micas de cada momento y, sobre todo, se distribuyó de forma poco homogénea sobre el territorio regional.

Se orientó preferentemente sobre los núcleos de población más impor-tantes y los centros productivos más dinámicos. La consecuencia más evidente de esta tendencia, que no ha cesado, es la progresiva concen-tración de los habitantes en el área central de Asturias y el despobla-miento de las zonas más periféricas, con la consiguiente alteración de las estructuras demográficas de las poblaciones implicadas.

El crecimiento de la población a lo largo del siglo XX se ha centrado casi exclusivamente sobre unos pocos municipios del área central.

En efecto, los cambios de ritmo e intensidad que se advierten en el cre-cimiento de la población asturiana desde finales del siglo XIX hasta la actualidad operan en manifiesta consonancia con los procesos de indus-trialización, antes ligados a la explotación de las industrias básicas de la minería y la siderurgia y ahora a una nueva transformación económica. Como consecuencia, se ha ido modificando gradualmente la distribución espacial de la población de Asturias originando, como resultado más evi-dente, la progresiva concentración de los habitantes en el área central.

A comienzos del siglo XX, los municipios más poblados eran Oviedo y Gijón que acogían a poblaciones próximas a los 50.000 habitantes y sumaban entre ambos el 15% del total regional.

A medida que avanza el siglo empieza a dejarse notar una mayor par-ticipación de nuevas áreas que se ven reforzadas por el desarrollo de unas pujantes actividades industriales. Entre los municipios más di-námicos destacan los dos concejos cabecera de las cuencas mineras del Caudal y del Nalón -Mieres y Langreo- que triplican su población durante la primera mitad del siglo.

La radicalización del reparto territorial de la población ha continuado de forma progresiva durante toda la segunda mitad del siglo XX, agudi-

zando las diferencias entre las zonas más dinámicas y las más recesivas de Asturias. Así, sólo una cuarta parte del total de los concejos asturia-nos muestran a finales de siglo más población que 100 años antes.

Consecuencia de todo ello es el desequilibrio poblacional que existe en Asturias, donde se aprecian dos áreas cada vez más diferenciadas: por una parte, se ha consolidado el centro de la región como la zona más densamente poblada, consecuencia de la progresiva concentración de efectivos en las villas y ciudades más dinámicas económicamente.

En el lado opuesto, las densidades más bajas se localizan en espacios cada vez más amplios situados a oriente y occidente de esta zona cen-tral, en concejos de montaña con escaso número de habitantes, mu-chos de los cuales se hallan en claro proceso de despoblamiento.

La excepción a la semidesertización de buena parte de las zonas rurales de montaña la constituyen las capitales municipales y las villas cos-teras e interiores, las cuales, actuando de cabeceras comarcales para sustentar las necesidades más básicas, consiguen mantener o incre-mentar su población mediante la absorción de una parte importan-te del drenaje procedente de las entidades situadas en sus entornos respectivos, frenando parcialmente una caída mayor de los niveles de densidad en sus respectivos territorios municipales.

Sintetizando, la población asturiana se ha ido polarizado en torno al área central de la región, donde solamente los municipios más pobla-dos (Gijón, Oviedo y Avilés) concentran actualmente a más de la mitad de la población en una superficie que tan sólo ocupa algo menos del 4% del suelo regional. Este proceso, a la vista de cómo evoluciona la distribución de la población desde 1991 hasta 2008 no está cerrado.

Se concentra más aún en unos pocos concejos de la zona central; si en el primer período toda el área central, desde la costa y siguiendo rumbo norte – sur paralelo a la carretera de Madrid, participaba de esa ganancia neta de habitantes, ahora parece que todo se concentra en el ámbito de influencia de la carretera desde Oviedo a Gijón. Además de algunas “islas”, caso de Navia, que ya se daba antes, o de concejos del Oriente donde el desarrollo turístico, la autovía del Cantábrico y las segundas residencias contribuyen a fijar e incrementar población.

En valores absolutos quien gana población en los últimos años, bási-camente, son los concejos de Oviedo, Siero y Gijón. La extensión de esta escala a otros municipios del entorno, que participan de similares posibilidades económicas y demográficas, convierten la zona central de Asturias en un área metropolitana con más de 700.000 habitantes, que se va consolidando progresivamente y que constituye una de las mayores aglomeraciones urbanas del país.

Dentro del área central, destacan asimismo los municipios de Langreo y Mieres, aunque podría hacerse extensivo al resto de las cuencas mi-neras del Nalón y Caudal, que vienen sufriendo desde los años 80 pér-didas continuas de población, lo que les ha llevado a situarse desde comienzos de este último siglo por debajo de los 50.000 habitantes.

Asimismo, a ambos lados de la zona central, se encuentran espacios cada vez más amplios que diseminan un escaso número de habitantes, entre los que sobresalen muchos concejos de montaña que se hallan en claro proceso de despoblación como evidencia el hecho de que 17 de estos municipios, que ocupan una extensión que supone más de la

Tasas brutas de saldo vegetativo en Asturias por concejos (2007)

Evolución de los movimientos migratorios. Asturias (1991-2007)

EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA EN ASTURIAS Y SUS CONCEJOS

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cuarta parte de la superficie regional (26,87%), mantienen densidades por debajo de 10 hab/Km².

El desequilibrio de la distribución poblacional puede ser cuantificado a través del índice de Gini, que es un estadístico empleado para medir el grado de concentración. El valor del índice puede oscilar entre cero y uno; el cero corresponde a la equidistribución y el uno a la mayor diferencia posible entre las variables. En su representación gráfica, me-diante las curvas de concentración de Lorenz, se observa en la serie calculada que el fenómeno de la concentración se realizó, cada vez, a ritmo más acelerado, a medida que transcurría el siglo XX.

La utilización de los nomenclátores de entidades de población, cuya elaboración se viene haciendo de forma paralela a la confección de los Censos de población y recientemente a los Padrones municipales, permite desmenuzar la distribución de la población sobre el territorio en áreas reducidas.

Desde esta perspectiva, una primera impresión revela la consolidación del predominio de los ciudadanos que residen en las capitales munici-pales, que representa actualmente el 68,22% de la población total.

Globalmente, la evolución de la población residente en las capitales es manifiesta: en 2008 los ciudadanos capitalinos representan el 68,22% de la población municipal, mientras que en 2001 la contribución se reducía al 66,59% y, remontándonos ya a comienzos de siglo, estos tan sólo suponían el 19,18%.

No obstante esta tendencia general, un análisis más en detalle revela trayectorias poco homogéneas. Durante el período intercensal que abre y cierra el pasado siglo XX (1900-1991), solamente 20 de los 78 con-cejos asturianos han registrado ganancias de población. Sin embargo, han sido 44 capitales las que han incrementado los efectivos, algunas como las capitales mineras de forma espectacular y el resto con pérdi-das de efectivos similares a las que registra el conjunto del municipio al que pertenecen.

En el período comprendido entre 1991 y 2001 la población regional ha decrecido en 13.799 habitantes (2,89%) y los municipios que han ganado población han sido 13, principalmente los más urbanos del área central, acompañados de otros cabeceras comarcales o referentes turísticos en cuanto a viviendas de segunda residencia, como Cangas de Onís (5,11%), Llanes (4,25%), Navia (0,02%), etc., u otros singulares como Sobrescobio (5,70%) y Yernes y Tameza (2,56%).

En este último período (1991-2008) ha crecido la población en 30 capitales municipales, algunas de forma cuantiosa como Santa Eula-lia de Morcín (304,29%) y otras de forma también significativa que les ha llevado a casi duplicar la población de partida, como El Franco (46,99%), La Ará (Riosa) (44,31%) o Posada (37,03).

El resto de las capitales, 48 en total, ven retroceder su población, de las cuales un tercio aprecian mayor reducción en la propia capital

que en el conjunto del concejo, mientras los dos tercios restantes el descenso de la capital es menor que el que soportan las poblaciones de su término.

Un repaso sobre este reparto de la población a nivel parroquial reafir-ma las apreciaciones hechas anteriormente.

Por su parte, el nomenclátor de entidades de población de 2008 decla-ra que existen en Asturias 638 unidades deshabitadas, lo que supone el 9,19% del total de las entidades existentes. Considerando que el concepto de deshabitado abarca también a las viviendas de temporada (sin personas inscritas), no es extraño que la localización de los núcleos despoblados se extienda de forma bastante generalizada sobre toda la región. No obstante, destaca la proporción elevada de poblaciones deshabitadas que hay en las cuencas mineras del Caudal y del Nalón (22,43% y 15,99% respectivamente sobre las entidades de cada co-marca), circunstancia imputable en buena medida a las características complejas de su hábitat donde el número de núcleos declarados mul-tiplica la media regional.

Algunas notas sobre el despoblamiento del medio rural

El despoblamiento que se observa en buena parte de la región afecta principalmente al medio rural. Un sencillo mapa con la representación de las densidades parroquiales o con la evolución en las últimas dos décadas nos ilustra al respecto.

En efecto, la población se concentra no sólo en unos pocos municipios del área central, sino que al observar las parroquias vemos que además en varios de esos municipios su ámbito rural también presenta algunas de las características ligadas al despoblamiento que tienen en su ma-yoría los territorios de las alas de la región.

Si lo analizamos desde la perspectiva de las villas, de las capitales mu-nicipales, puede verse que:

- Entre 1900 y 1991, solamente 20 concejos ganan población. Sin embargo 44 capitales municipales tienen más habitantes. Ha habido un abandono mucho mayor de los pueblos que de la villa municipal

- El proceso no concluyó en 1991, puesto que desde esa fecha a 2008, Asturias pierde 13.799 habitantes. Sólo 13 concejos ga-nan población, pero 30 villas ganan efectivos; el caso extremo es Santa Eulalia de Morcín (+304,29%).

- Por otra parte, desde 1991 a 2008, 48 capitales municipales pierden población, en su mayoría las más rurales de las villas.

Desde otra perspectiva, si lo valoramos atendiendo al ámbito parro-quial se observa que:

Población de Asturias en los Censos Oficiales Evolución de la población de Asturias y España (1900-2001). Base = 100 en 1900

- En 12 concejos, que podemos catalogar como rurales, ninguna parroquia supera los 20 hab/Km2

- Entre 1991 y 2008, de 857 parroquias, 758 pierden población. En la comarca del Narcea, de 129 existentes, ninguna gana.

Uno de los aspectos más preocupantes en lo que se refiere al ámbito rural es su elevadísimo grado de envejecimiento. Una simple nota basta para corroborar esta afirmación: 300 parroquias en su práctica totali-dad situadas en lo que podría denominarse medio rural tienen más del 35% de su población tiene 65 o más años en 2008.

Al respecto, solamente recordar que el conjunto de Asturias presentaba una ratio próxima al 22%, lo que nos situaba a la cabeza de las regio-nes más envejecidas. Y que la media nacional, que ya es alta entre las naciones desarrolladas, se sitúa en torno al 17%.

Por tanto, una característica demográfica de buena parte del medio rural asturiano es que está bastante despoblado y, además, que su po-blación está muy envejecida.

Perspectivas de futuro

Todos los datos nos conducen a una situación demográfica compleja (concentración urbana/despoblación rural, fecundidad baja, desigual densidad territorial, envejecimiento, saldo vegetativo negativo, etc.) que repetidamente ha venido siendo anunciada desde hace años. No obstan-te, debemos advertir también la aparición de nuevos procesos, algunos de gran importancia como por ejemplo el empuje de las nuevas corrien-tes migratorias, que presumiblemente pueden modificar la trayectoria anterior, circunstancia que obligará, cuando menos, a revisar y replan-tearse las previsiones y estudios prospectivos realizados hasta la fecha.

Según las previsiones realizadas por el INE en sus proyecciones anuales de población, la región asturiana perderá un 1,65% de población a lo largo de los próximos 10 años, mientras que en el conjunto del país ésta tiende a crecer un 8,39%. El proceso que comentamos para las últimas décadas en este sentido continúa.

En resumen, mientras el conjunto del país aumenta de población en los últimos años, en Asturias la tendencia ha sido a la inversa, de tal forma que cada año se pierde peso dentro del conjunto nacional. Asturias si-gue siendo la Comunidad que presenta la tasa de natalidad más baja del país y la mortalidad más elevada. Y, por otra parte, la llegada de inmi-grantes extranjeros, aunque ha aminorado el descenso de la población, no es suficientemente fuerte para compensar el alto déficit natural.

Pero el problema no radica principalmente en la pérdida de habitantes, sino fundamentalmente en la estructura de esa población, en el enve-jecimiento acelerado.

Lo que en 1981 era una pirámide de población al uso se ha transfor-mado en un par de décadas en un romboide donde la base cada vez es más estrecha.

Como se apuntó, las proyecciones oficiales del INE contemplan que ese proceso continúe y que se pierda población. Esto afectará sin duda al medio rural aún en mayor medida que al conjunto de la región. Al res-pecto, se pueden realizar algunos cálculos “matemáticos”, susceptibles de ser revisados en función de la evolución de la coyuntura económica, de la posible llegada de inmigrantes, de la recuperación de las tasas de natalidad que se observan en los últimos años, de las propias políticas en relación con estos temas, etc., que nos permiten tratar de concebir cómo será el futuro demográfico de la región.

Así, basándose en las previsiones del INE y en otros cálculos y estudios sobre comportamiento demográfico, insisto que con todas las reservas que estos ejercicios tienen, podría estimarse que:

- En 2025, aproximadamente el 25% de la población de Asturias superará los 65 años

- De seguir la tendencia actual en los principales parámetros demográficos, sólo 10 concejos aumentarían población en los próximos 10 años

- De seguir así, en los próximos 10 años 23 concejos, todos ellos rurales, perderán más del 25% de su población

- Solamente la comarca de Oviedo aumentará su población y ligeramente la de Gijón

- Narcea, Caudal, Nalón y Eo-Navia, por ese orden son las que porcentualmente más población perderán en 10 años

- Cuando dentro de 10 años previsiblemente se incorporen al mer-cado laboral las generaciones que ahora tienen entre 15 y 19 años, probablemente no tengamos bastantes efectivos para reemplazar a los que teóricamente les toque jubilarse en esas fechas.

Recordándoles que todas estas apreciaciones responden a “juegos” so-bre expectativas demográficas que no siempre se cumplen por múlti-ples condicionantes, tal como la experiencia y el pasado nos dicen, les agradezco su atención.

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INFORME

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Porcentaje de población de 65 y más años según concejos y parroquias

Proyección de la población de Asturias. INE (2008-2010)

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El desarrollo rural en la estrategia europea 2020.el caso español

El pasado 18 de noviembre la Comisión Europea hacía pública su Comunicación “La PAC en el horizonte de 2020: responder a los retos

futuros en el ámbito territorial, de los recursos naturales y alimentarios”. En su presentación, el Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Dacian Ciolos, subrayaba la importancia de este eje de la Estrategia Europea atendiendo a tres razones fundamentales:

La necesidad de disponer de una producción de alimentos - viable.La obligación de gestionar en términos sostenibles los recursos - naturales y la acción climática.El mantenimiento del equilibrio territorial y la diversidad de las - zonas rurales.

Se abre ahora un intenso período de debate en el tiempo que va hasta el momento en que el Consejo Europeo conceda carta de naturaleza, tanto legislativa como financiera, a esta Comunicación, pero merece la pena detenerse en la evaluación de sus contenidos iniciales, los cuales aunque excesivamente indeterminados en su planteamiento por genéricos, se revelan como guías insustituibles también de las acciones planificadoras en las políticas a medio y largo plazo de cada uno de los países de la UE.

En este sentido se me pide desde la Red Asturiana de Desarrollo Rural que aporte alguna idea sobre el futuro del Desarrollo Rural en clave española, algo que me parece más útil abordar desde la visión de la acción política práctica, antes que desde una posición meramente teórica que correspondería más bien a un académico o a un técnico.

No fue casual ni mucho menos que España, con ocasión de su Presidencia Rotatoria del Consejo en el primer semestre de 2010, hubiese incorporado a la Estrategia 2020 una referencia hasta entonces inexistente sobre el futro de la Política Agraria Común. Esta nítida apuesta, que no ha sido suficientemente ponderada hasta ahora, no puede ser correctamente entendida sin tener en cuenta el antecedente que significó el compromiso de la aprobación en nuestro país a finales de 2007 de la “Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural”, y del recorrido que se ha ido cubriendo en estos tres años de desarrollo reglamentario de la misma, así como de sus primeras acciones piloto.

Por más que el debate político que precedió en su día a la aprobación de la Ley hubiese servido ya para desvelar el calado de las posiciones al respecto de todas y cada una de las fuerzas políticas, así como el

Hugo Alfonso Morán FernándezSecretario Federal de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE . Coordinador del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados

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de las aspiraciones de todos los agentes sociales que acompañaron su gestación, sigue siendo oportuno ahondar en el significado último del propio título de la misma cuando, en los momentos en que ha de pasarse de las páginas al territorio de la mano de los Programas de Desarrollo Rural, surgen no pocas dudas e indecisiones al tener que identificar los protagonistas últimos de su aplicación a pie de obra.

LEY…Tras varios lustros de sucesivas renovaciones de los programas LEADER, y la implementación ulterior de los PRODER, no cabía explicación razonable a la posible opción de seguir considerando como coyunturales unas medidas que en su concepción inicial surgieron de la constatación de una evidente debilidad estructural. Y es de esta reflexión de donde arranca en su momento el compromiso político del PSOE de avanzar en el diseño y aprobación de un instrumento que incorporó a la acción del Gobierno de España un eje transversal en clave rural.

La Comisión Europea abre a su vez ahora en este mismo sentido una reflexión que no admitía mayor demora, y que no es otra que la de la conversión de las líneas que habían venido conformando hasta ahora las acciones impulsadas por Bruselas en materia de Desarrollo Rural para todos los programas, en medidas horizontales. El paso que se propone dar es hacia un enfoque más basado en los resultados, que incorpore como en otras políticas europeas objetivos cuantificados.

Pero aún queda terreno por desbrozar. Deben corregirse hasta ser eliminadas las inercias sociales de gestionar el desarrollo rural en clave de subvenciones, algo que va a requerir mucha voluntad, no pocos esfuerzos y algunas tensiones entre administraciones. Y es que de la mecánica de solicitar y no actuar hasta conseguir la aprobación, se ha de pasar a la mecánica de actuar sin esperar.

…DE DESARROLLO…La incorporación de un concepto de desarrollo específico vinculado al medio rural, se produce como constatación de un déficit en términos de comparación con el medio urbano, y además en un contexto de deterioro progresivo que contribuye a agrandar una brecha de ciudadanía insoportable en un espacio de derechos iguales como el que conforman la Unión Europea y cada uno de sus países miembros.

Más allá del esquema de actuación territorial que da soporte físico al despliegue de la Ley, es más que evidente que nos encontramos ante una norma que podría encuadrarse perfectamente entre las medidas de lucha contra las diferencias de derechos entre ciudadanos.

…SOSTENIBLE…Frente a quienes se aferran al reduccionismo terminológico de contenido ambiental al referirse al mandato de sostenibilidad que preside la concepción misma de la Ley, conviene manifestar que estamos ante un mandato de sostenibilidad en el más amplio sentido de la acepción. Sostenibilidad ambiental, sostenibilidad social y sostenibilidad económica.

Aspira la norma a contribuir a la preservación de los valores ambientales que son inseparables del medio rural, y que se constituyen en su más preciado patrimonio; pero pretende muy principalmente promover

un giro radical al binomio rural-éxodo, que ha venido desertizando inmensos territorios, y que ya estábamos en trance de interiorizar como inexorable; y debemos concluir que no serán viables ni la sostenibilidad ambiental ni la social si no se implementa la Ley con un compromiso de sostenibilidad económica para su efectiva aplicación, y que ha de ser la acción presupuestaria de las administraciones central y autonómicas sostenida en el tiempo la que dé carta de naturaleza a la expresión de esta voluntad política, algo que ha de tener su correlato en la definición de la nueva agenda europea.

…DEL MEDIO…Efectivamente, es una Ley DEL Medio antes que una Ley PARA el Medio. Y vuelvo a traer a este punto la mención que hacía unas líneas atrás, a algunas posibles diferencias de criterio entre Administraciones a la hora de abordar los distintos niveles de responsabilidad con que debe acometerse su aplicación. Para ello tenemos que apelar a los principios de subsidiariedad y de gobernanza, sin los que será imposible hacer realidad sus objetivos.

Intentaré aportar claridad a lo que podría no dejar de ser mas que una simple recomendación política, tan válida como subjetiva, si no fuese porque se trata de un imperativo de la propia Ley: ni la Administración General del Estado, ni las Administraciones Autonómicas pueden ni deben suplir el protagonismo irremplazable de la población en el territorio a la hora de decidir y gestionar su propio futuro; y ese ejercicio de gobernanza social debe producirse en su marco de vertebración democrático más cercano, que no es otro que el municipio.

No se promovió esta norma para que acabase siendo pasto de consultorías técnicas, de asesorías jurídicas, o de insondables vericuetos burocráticos. La aplicación de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural no debe acordarse ni en los Parlamentos ni en los Consejos de Gobierno, lo fundamental de lo que haya de decidirse en adelante en torno a la misma habrá de hacerse en las brañas o en las caleyas.

…RURAL.Nunca se pretendió adjudicarle a la Ley la potestad de conceder la cualidad de ruralidad a ningún territorio, y no debe confundirse esto con la tarea de medir la intensidad de intervención requerida a tenor de las diferencias que también se dan entre territorios rurales. Muy al contrario, cualquier territorio rural ya lo era antes de que ni tan siquiera se hubiesen producido las primeras reflexiones que desembocaron en la aprobación de la misma. En consecuencia, no parecería razonable que se considerasen ahora rurales espacios que ni lo eran ni tenían vocación de serlo, porque si se generaliza en términos territoriales la aplicación de la Ley, más allá de los limitados efectos que supondría el tener que dispersar la distribución de unos recursos presupuestarios siempre limitados, no sería posible aminorar la brecha hoy existente, sino que se estaría contribuyendo a su consolidación.

CONCLUSIÓN:No parece lógico desde ningún punto de vista que obviemos las enseñanzas de los programas coyunturales europeos que llevamos aplicando en el medio desde hace dos décadas, a la hora de afrontar en términos estructurales la aplicación de una profunda estrategia de desarrollo rural a nivel de país.

ARTÍCULO

CONCLUSIONES DEL PROYECTO YO SOY RURAL

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Jóvenes rurales, el éxodo interminable

Diego Cándano LópezTécnico de READER

A pesar de las diversas políticas territoriales y de desarrollo, el medio rural asturiano continúa absorbiendo la mayor parte del descenso

poblacional en Asturias. Sin ir más lejos, en las dos últimas décadas ha perdido el 15% de sus efectivos demográficos, unos 44.000 habitantes.

Ante esta preocupante realidad con el proyecto Yo Soy Rural se ha pretendido erradicar la percepción errónea que la sociedad, y en especial el colectivo de jóvenes, pudiese tener del medio rural creando una conciencia colectiva de la virtudes del medio rural, potenciando el asociacionismo para fomentar el espíritu emprendedor y sensibilizando a la juventud sobre el patrimonio cultural, el potencial medioambiental y las oportunidades de empleo de los entornos rurales.

Yo soy rural comenzó a ejecutarse el 30 de abril del 2010 con una jornada de presentación en la que se dieron a conocer los objetivos que se perseguían con esta iniciativa y las actividades que se iban a poner en marcha para alcanzarlos: Estudio de pensamiento, Grupos y Jornadas de discusión, Web con información corporativa del proyecto, Semana Verde y Semana Rural, etc.

En esta jornada también se procuró, de manera transversal, dar a conocer, a través de la mesa redonda “los contrastes entre la juventud

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YO SOY RURAL

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rural y urbana”, la importancia estratégica que juega el colectivo de jóvenes como capital social, llegando a la conclusión de que, ante el progresivo envejecimiento y despoblación del entorno rural, el colectivo de jóvenes representa la última esperanza que queda para preservar el futuro de estos vulnerables espacios coincidiendo además en la dificultad que conlleva convencer a los jóvenes para que apuesten, o al menos contemplen, el mundo rural como un espacio en el que desarrollar sus futuros trabajos e iniciativas profesionales.

La ejecución del proyecto se inició con la elaboración del Estudio de pensamiento de la juventud rural y urbana sobre la realidad rural, el cual pretendía proporcionar valiosa información sobre una diversidad de aspectos de la juventud vinculados a su estimación del medio rural, su bienestar personal, o el apego a su entorno; así como indagar en las necesidades de estos jóvenes de cara a seguir desarrollando su vida adulta en contextos rurales (o en el caso de los jóvenes urbanos, plantearse una alternativa de vida en el entorno rural).

Este estudio se completa con la participación de 838 alumnos/as de Secundaria y Bachillerato en 36 jornadas de discusión celebradas en el marco del proyecto. En total 18 Institutos de Educación Secundaria del ámbito rural y urbano se sumaron a estos foros de debate con el objetivo de profundizar en el concepto y en la imagen que los jóvenes, de edades comprendidas entre los 14 y los 16 años, tanto residentes en entornos

rurales como en entornos urbanos, tienen del medio rural, sus problemas actuales y sus posibles soluciones.

Gracias a estos foros de opinión se pudo apreciar que la juventud rural es consciente de los problemas que amenazan a su entorno: envejecimiento, despoblación, escasez de servicios, falta de ocio y equipamientos básicos, etc., Sin embargo se pudo percibir como, a pesar de su corta edad, valoran y aprecian aspectos como el medio ambiente, la vida familiar o la tranquilidad y seguridad de los entornos en los que residen. En cuanto a los jóvenes urbanos coinciden con la juventud rural al vincular el medio rural a conceptos como la despoblación o el envejecimiento y sólo ven estos vulnerables espacios como una alternativa de ocio y tiempo libre pero nunca como un espacio de futuro y oportunidades.

Como piezas fundamentales del proyecto, la Semana Verde celebrada en la comarca Oscos-Eo y la Semana Rural organizada en Gijón, se presentan como unos encuentros en los que, 52 jóvenes procedentes de ámbitos rurales y urbanos, conviven e intercambian reflexiones para conocer los valores y las oportunidades que ofrece el medio rural tanto en lo que respecta a la calidad de vida como a las nuevas oportunidades de empleo vinculadas a las potencialidades endógenas del territorio.

Con la frase “todos somos iguales pero nuestras vidas son diferentes” los jóvenes participantes en esta experiencia pretenden dar a entender que, a pesar de sus similitudes, se percatan de que los aspectos positivos y negativos de ambos espacios (rural y urbano) hace que sus vidas sean realmente muy diferentes.

Todos ellos coinciden en que debe existir un equilibrio entre el entorno rural y el urbano, en que ser rural es un valor y no un inconveniente y que, como jóvenes y futuros adultos, van a ser los principales protagonistas de los cambios que experimente el mundo rural en las próximas décadas.

Yo soy Rural es un proyecto incluido dentro de la Orden de Proyectos Piloto de Comunidades Autónomas en el marco de la Red Rural Nacional del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Pesca, ejecutado por la Red Asturiana de Desarrollo Rural en colaboración con las Consejerías de Medio Rural y Pesca y Educación del Principado, Valnalón y Cajastur.

CONCLUSIONES DEL PROYECTO YO SOY RURAL

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Estudio de pensamiento de la juventudrural y urbana sobre la realidad rural

En el marco del proyecto Yo soy Rural de la Red Asturiana de Desarrollo Rural, este estudio pretendía proporcionar valiosa información sobre

una diversidad de aspectos de la juventud vinculados a su estimación del medio rural, su bienestar personal, o el apego a su entorno; así como indagar en las necesidades de estos jóvenes de cara a seguir desarrollando su vida adulta en contextos rurales.

Todas estas cuestiones hacen que el estudio se alce como un trabajo enormemente novedoso en esta área, ya que contempla una diversidad de aspectos psicosociales propios de la relación entre los jóvenes y su medio ambiente que parecen haber recibido escasa atención por parte de la investigación y las políticas rurales.

La muestra de este estudio está compuesta por 838 jóvenes de entre 12 y 19 años, situándose la media de edad en torno a los 16 años, con una distribución de la muestra por sexo equitativa. Estos jóvenes, pertenecientes a zonas rurales y urbanas, respondieron a un cuestionario compuesto por 95 preguntas durante las jornadas rurales que se celebraron en 18 institutos asturianos del ámbito rural y urbano.

Un aspecto clave de los resultados hace referencia al bienestar personal de los jóvenes. Este concepto se identifica con la valoración que una persona hace de su propia vida y que está influida por el medio en el que se desenvuelve. De ahí nuestro interés por conocer hasta qué punto un entorno (rural o urbano) puede modular la valoración de bienestar de las personas. Los resultados obtenidos en este estudio indican que los jóvenes de entornos rurales gozan de un bienestar significativamente superior al de los jóvenes urbanos. La puntuación global para los rurales es de 8,07 (sobre 10 puntos), frente a 6,92 que alcanzan los chicos y chicas de zonas urbanas. Los aspectos con los que se muestra más satisfecha la juventud rural son su estado de salud, su nivel de vida y sus relaciones personales. Las áreas que han recibido una puntuación más baja son las referidas a los logros alcanzados en su vida y la seguridad sobre su futuro.

Además de evaluar el nivel de satisfacción con diferentes aspectos vitales, hemos valorado otros dominios que pueden contribuir al bienestar y que se relacionan directamente con el contexto donde viven los individuos, tales como la situación económica, los servicios de salud o el estado del medio ambiente de su municipio. Los resultados muestran que en todos los aspectos evaluados obtienen mayores niveles de satisfacción los jóvenes rurales a excepción de los relacionados con los servicios (salud, formativos, ocio y tiempo libre) y las oportunidades laborales. El estado del medio ambiente y la belleza del paisaje son los atributos mejor valorados por los jóvenes rurales, con puntuaciones significativamente superiores a las otorgadas por los urbanos. Igualmente destacan las altas puntuaciones obtenidas por la juventud rural sobre el sentimiento de seguridad respecto a crímenes o delitos o las relaciones con los vecinos (muy por encima de la puntuación otorgada por jóvenes de ambientes urbanos).

Otro de los intereses de este estudio era conocer el nivel de apego al lugar de la juventud en función de su entorno. El apego al lugar se definiría como la implicación emocional con los lugares donde se vive. Se trataría del lazo afectivo que nos une a un lugar y nos impulsa a permanecer en él. Los resultados revelan que la juventud rural tiene un nivel de apego a su entorno significativamente superior al de la juventud urbana, tanto en aspectos físicos (como el apego a su propia casa), como en aspectos sociales (las relaciones familiares son mejor valoradas en ambientes rurales).

Ante estos hallazgos tan positivos nos interesaba conocer la perspectiva de futuro que maneja la juventud respecto a su vida en el medio rural. Los resultados respecto a este punto resultan preocupantes, ya que en torno al 40% de los jóvenes rurales piensa irse a vivir a la ciudad en cuanto pueda, lo que podría traducirse en una importante pérdida de población a corto plazo en las localidades rurales asturianas.

Además, analizando estos resultados con perspectiva de género podemos observar diferencias significativas entre chicos y chicas respecto a sus expectativas, ya que la mayoría de las jóvenes ven su futuro lejos de su localidad rural. Tan solo una de cada cinco mujeres considera que su residencia continuará en estas zonas.

A la hora de explicar su plan futuro la palabra clave es oportunidades. La mayoría de los jóvenes hace referencia a la necesidad de migrar para buscar oportunidades en el entorno urbano. Nos hablan de oportunidades formativas y laborales, pero un amplio porcentaje también hace alusión a la búsqueda de oportunidades de ocio y tiempo libre, culturales y de relaciones sociales.

A la luz de estos resultados no cabe duda de que la fijación de la juventud rural requiere del apoyo en su formación y de la búsqueda de soluciones novedosas y nuevos nichos de empleo; pero también precisa del desarrollo social de sus comunidades de origen, fomentando la construcción del tejido asociativo, de un modelo más igualitario y de oportunidades culturales y sociales para los jóvenes. Únicamente un enfoque integral, que contemple todas las dimensiones del bienestar humano, puede ser efectivo a la hora de reconstruir el mundo rural como el lugar de oportunidades que los jóvenes necesitan para seguir vinculados a su entorno.

Mónica López LópezGrupo de Investigación en Familia e Infancia de la Universidad de Oviedo. monicalopezlopez@gmail.com

“La juventud rural tiene un nivel de apego a su entorno significativamente superior al de la juventud urbana”

“En torno al 40% de los jóvenes rurales piensa irse a vivir a la ciudad en cuanto pueda, lo que podría traducirse en una importante pérdida de población”

“La juventud rural requiere del apoyo en su formación y de la búsqueda de soluciones novedosas y nuevos nichos de empleo”

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Los modelos de producción industrial, tanto en lo relativo a la provisión de bienes y servicios como en lo tocante a la idea de “conservación

de la naturaleza”, deben ser actualizados y, en su caso, reformados para estar a la altura de las nuevas circunstancias.

Unas circunstancias que vienen marcadas por dos principales situaciones: en primer lugar, por la globalización de los problemas ambientales y el desequilibrio climático provocado por la utilización generalizada de combustibles fósiles sobrevenida tras la industrialización y, en segundo lugar —en el caso de España— por el despoblamiento y el abandono de los espacios rurales periféricos que alcanza en la primera década del siglo XXI unos niveles sin parangón.

Estas situaciones ponen en evidencia la necesidad de impulsar reformas normativas y estratégicas para abordar los problemas desde dos ámbitos distintos, pero complementarios, que convergen en la idea de la “economía sostenible” o del “desarrollo sostenible” y para el que se hace necesario, por una parte, reciclar, en términos literales y etimológicos, las políticas de desarrollo industrial y activar las políticas de conservación de la naturaleza que, como hemos advertido en el primer párrafo, son también industriales.

Puesto que, como es evidente, ya no son viables los modelos de producción intensificados, de concentración y de monocultivo ajenos a la responsabilidad ambiental tampoco lo son los modelos de conservación

basados en criterios estrictamente biológicos, o del ámbito exclusivo de las ciencias naturales, que, más o menos evolucionados, más o menos disimulados, destilan aún en sus planteamientos ideas preconcebidas nacidas al calor de la redención industrial y orientadas hacia la búsqueda de una naturaleza original, ajena al hombre, la sociedad rural, la economía local y la cultura.

Los modelos de conservación utilizados hasta la fecha no son ya útiles si no se reforman. Y no lo son por tres principales razones.

En primer lugar, porque en su formulación desatienden, desestiman y desconsideran la importante influencia histórica y patrimonial ejercida por la cultural campesina en la conformación de la biodiversidad.

En segundo lugar, porque no han sido capaces de formular estrategias de desarrollo local pertinentes para activar los procesos de intercambio de energía e información básicos para el óptimo funcionamiento de unos ecosistemas que en España son, más exactamente, agroecosistemas o territorios de economía campesina en vías de extinción y, sobre todo, paisajes culturales.

Y en tercer lugar, y relacionado con los dos anteriores, porque para conservar tenemos que poner en circulación los recursos naturales de flujo y promover la “economía de la conservación” para vencer al abandono y la desertificación demográfica. Paradójicamente para conservar espacios

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Jaime IzquierdoCoordinador de Medio Ambiente. Dirección General de Carreteras del Principado de Asturias

Reforma e innovación en la gestión de los espacios naturales protegidos:La transición hacia la “conservación cultural” de la naturaleza.

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y especies tenemos que poner en marcha procesos y planes de desarrollo basados en el sistema de conocimiento local, o mejor dicho, en la cultura económica y ecología local.

Durante el siglo XX dos han sido los intentos por reconducir los acontecimientos —uno desde la política nacional y otro desde el compromiso intelectual internacional—, hacia la idea de la conservación de la naturaleza por medio de la cultura y de la consideración de la historia agroecológica preexistente.

El primero de ellos, tendría lugar en los años treinta durante el gobierno de la II República. El entonces vicepresidente de la Junta de Parques Nacionales, Eduardo Hernández- Pacheco1, proponía una estrategia conservacionista “menos solemne y exclusivista”2 que representara la diversidad paisajística del Estado de manera más ajustada a la realidad social del campo y basada en la apertura democrática y en un desarrollo respetuoso de los espacios protegidos.3

Eduardo Hernández-Pacheco, que ya había iniciado la formulación de una teoría del paisaje que combinaba las interacciones entre la historia social y natural del territorio, asumía esa realidad para internarse en el diseño de una política de conservación a través de “unas figuras de protección más modesta y precisamente, por eso, más realistas y flexibles.”4

La alternativa republicana de conservación de la naturaleza era contraria a la del marqués de Villaviciosa, impulsor de los parques nacionales en 1916, que concebía los espacios protegidos al margen de la comunidad local que los habitaba para convertirlos en “grandes santuarios de una naturaleza virgen y salvaje”5.El segundo de los intentos por impulsar la estrategia de la conservación cultural de la naturaleza, tendría lugar el año 1955 en un coloquio celebrado en Princeton, bajo el titulo Man's Role in Changing the Face of the Earth, colofón de diversas investigaciones desarrolladas en la universidad californiana de Berkeley, de la mano de Carl Sauer y su escuela de geografía cultural6.

La idea de la “conservación cultural”7, concepto acuñado por Sauer, proponía la unión de la historia cultural y natural del territorio. Aún definiendo a Sauer como conservacionista hay que dejar constancia de que abominaba del carácter y las connotaciones en las que había caído la “política de conservación” y la burocracia que la rodeaba.

En cualquier caso, la aplicación de las ideas que emanan de la «conservación cultural» de Sauer requiere un proceso de consolidación frente a otra idea más exitosa, más simple, con una mayor implantación mediática, social y política como es la de «conservación de la naturaleza» que, sin embargo, carece de la argumentación suficiente y de los mecanismos necesarios para enfrentarse a la complejidad de la gestión del territorio en el ámbito local.

En su parcial formulación teórica tiene la política de conservación de la naturaleza española su principal defecto. No en vano se consolidó como política a partir del último tercio del siglo XX, rescatando el pensamiento elitista de la aristocracia decimonónica que había eliminando a su vez la perspectiva holística del institucionismo —quizá porque había nutrido eficazmente la política conservacionista de la II República— para acabar, finalmente, segregándose de la historia ecosocial y despreciando la investigación de los procesos y sistemas locales de interrelación entre la actividad agropecuaria, la conformación del territorio y la evolución conjunta de especies silvestres, variedades domésticas locales y flujos energéticos.8

El déficit conceptual de la política de conservación de la naturaleza en nuestro país, demasiado constreñida por los aspectos “naturalísticos” de la misma y, como hemos advertido, escasamente afín a los planteamientos metodológicos de la geografía humana, o la ecología cultural, le ha impedido aproximarse a la componente agronómica y social del territorio, lo que acabó por restringir su capacidad normativa sobre los recursos naturales, limitándose ésta a las especies de fauna y flora, al acotamiento de espacios para su “protección”9 y, en suma, a unas propuestas de gestión del paisaje parciales y escasamente vinculadas a la realidad histórica, económica, social y cultural del campo.

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ARTÍCULO

23Por su parte, la visión industrial de las políticas agrarias y la globalización del mercado agroalimentario imposibilitaron la aproximación al fomento de manejos ajustados a una lógica, valga la redundancia, ecológica y territorial. Las exigencias de la perspectiva industrial y la falta de referencias válidas, modelos conceptuales, y nuevas lógicas de mercado eficaces para impulsar otro tipo de explotaciones agrarias integradas en el medio, vinculadas a la tierra, a la conservación de sus recursos y al fomento de producciones agroalimentarias locales, hicieron el resto.

Ahora, en un contexto postindustrial que quiere avanzar hacia la economía ecológica, tenemos la oportunidad de rediseñar conjuntamente las políticas de conservación de la naturaleza y de desarrollo agrario en los espacios protegidos, utilizando nuevos conceptos, rehabilitando conocimientos originales y sacando partido a los nuevos instrumentos tecnológicos que se han puesto al alcance de las economías locales.

O más exactamente: tenemos la oportunidad de diseñar planes locales de agricultura campesina que, a la vez que producen alimentos singulares y aprovechan localmente la energía renovable, se constituyen en el

mecanismo de regulación y control del territorio para conservar el ecosistema y su biodiversidad asociada.

Y eso es especialmente necesario en Asturias en donde la conservación del paraíso natural pasa por no perder ni a las abejas, ni a las ovejas, y por aplicar una perspectiva de conservación cultural que nos permita sintetizar lo mejor de la naturaleza y del conocimiento de los antepasados campesinos que plasmaron su saber hacer en el paisaje y nos dejaron en herencia un patrimonio complejo de incalculable valor.

Y todo ello sin perder de vista que somos una región agropolitana, con una bella estructura urbana de pequeñas ciudades y villas insertas en el campo.

Los asturianos somos ya mayoritariamente urbanos pero no podemos perder la identidad rural, ni permanecer insensibles al asilvestramiento del campo ni a la extinción de unas culturas campesinas que, rehabilitadas, resultan vitales para reactivar la socioeconomía local y para sujetar el paisaje y la biodiversidad.

1 Jaime Izquierdo y Gonzalo Barrena. Marqueses, funcionarios, políticos y pastores: crónica de un siglo de desencuentros entre naturaleza y cultura en Los Picos de Europa. Edita READER – RCDR – Nobel. Oviedo.2005.

2 Joaquín Fernández. El hombre de los Picos de Europa. Edita Caja Madrid. Madrid. 1998.3 Josefina Gómez Mendoza. Paisaje y espacios protegidos en España. En Boletín de la Institución Libre de Enseñanza. Nos 34 -35, II época. Edita Institución Libre de

Enseñanza. Madrid. Mayo de 1999.4 Santos Casado de Otaola. op. cit.5 Santos Casado de Otaola. Los primeros pasos de la ecología en España. Edición MAPA – Residencia de Estudiantes. Madrid. 1996. 6 Horacio Capel. “La geografía y los dos coloquios sobre la incidencia del hombre en la faz de la tierra”. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales,

Universidad de Barcelona, Vol. VIII, nº 459, 5 de septiembre de 2003. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-459.htm>. [ISSN 1138-9796].7 Starrs, P. F.: El pensamiento evolucionista de Sauer, Glacken y Parsons en la Escuela de Geografía de Berkeley: fe en la diversidad y escepticismo sobre la glo-

balización. En: La incidencia de la especie humana sobre la faz de la tierra (1955-2005). Editores: José Manuel Naredo, Luis Gutiérrez. Edita Universidad de Granada y Fundación César Manrique. Granada, 2005

8 La opinión de González Bernáldez no deja duda sobre la consideración que requiere la historia agraria para gestionar el territorio, no en vano “el paisaje contiene normalmente numerosos vestigios de influencias y actividades humanas, a veces notablemente persistentes. La “humanización” del paisaje es sobre todo profunda en zonas de antigua cultura agrícola y ganadera. La antigüedad de las intervenciones y lo pausado de su ritmo en los primeros momentos de la humanidad (etapas de agricultura primitiva) han permitido un importante acoplamiento entre la acción humana y los ecosistemas semiartificiales acompañantes. La antigüedad de la agricultura en la zona mediterránea y el hecho de que el hombre haya avanzado hacia el norte de Europa al mismo tiempo que la retirada de los hielos iba abriendo paso a la nueva vegetación arbórea, explican la profunda humanización del paisaje europeo […] Estas circunstancias hacen difícil o imposible las transposiciones a Europa del concepto “americano” de Parque Nacional, como espacio intocado, donde las actividades agrarias deben prohibirse. Donde este criterio se ha aplicado, la evolución subsiguiente lleva a claros desequilibrios y a una transformación del paisaje que se decidió preservar”. (González Bernáldez, F.: Ecología y Paisaje. Editorial Blume. Madrid. 1981)

9 Espacios que hemos llamado naturales cuando en puridad los deberíamos haber llamado espacios, territorios, de economía campesina en vías de extinción.

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Hacia un optibus rural

Es conocido que las zonas rurales del Principado de Asturias, al igual que las de otras Comunidades Autónomas, tienen una baja calidad en

los servicios de transporte público que las atienden debido básicamente a su baja densidad de población, la dispersión geográfica de sus asentamientos y el notable incremento habido en los últimos años del uso del vehículo privado.

Si a esto le añadimos el progresivo envejecimiento de sus pobladores, así como la progresiva comarcalización de una buena parte de sus servicios públicos básicos (sanitarios, educativos, asistenciales, etc...) nos encontramos ante un circulo vicioso que provoca un evidente deterioro en su calidad de vida.

Para intentar invertir esta situación y procurar dotar a esas zonas rurales de un buen servicio de transporte público, a pesar de los inconvenientes expuestos, seria necesario emplear una gran cantidad de recursos económicos que irían destinados a atender a escasa población; todo lo contrario a lo que ocurre en las grandes ciudades, en las que la masa critica de potenciales viajeros permite sufragar una razonable red de transporte publico.

A mayor abundamiento, nos encontramos con que una buena parte de la población rural, bien sea por su avanzada edad, por su bajo nivel de renta o por el mero hecho de que sus desplazamientos son puramente ocasionales, no disponen de un vehículo particular y sus desplazamientos se convierten en un gran problema, sobre todo cuando éstos son en alguna medida periódicos, como ocurre en el caso de ciertos tratamientos médicos habituales, y tienen por tanto que recurrir a medios de transporte mucho mas caros, como sería el desplazamiento en Taxi o bien con algún familiar que se tiene que desplazar en horarios productivos, con el consiguiente inconveniente para todos.

Por ello, tratar de consolidar un sistema de transporte público que mejore la calidad de vida de los residentes en el ámbito rural que se consagre como el servicio público que sirva de enlace para poder disfrutar de otros que son fundamentales en el desarrollo de una cierta calidad de vida, como son los sanitarios, asistenciales o educativos, es la justificación de un plan que se ha elaborado desde el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) conjuntamente con la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER) y que hemos denominado Optibus Rural.

Para alcanzar este objetivo, no se puede partir de una única política sectorial, como puede ser la de transportes, sino que ésta ha de integrarse en un conjunto de actuaciones transversales, que permitan el máximo aprovechamiento de los recursos ya existentes y que ha de realizarse mediante procedimientos de colaboración institucional y administrativa.

De nada serviría emplear cuantiosos recursos ( que por otra parte ahora no existen) en dotar de transportes públicos a zonas donde el número de usuarios es más bien escaso, cuando es posible darles ese mismo

transporte en líneas ya existentes que con muy pocas adaptaciones los podrían trasladar a los principales nodos de atracción y desde ellos organizar sus retornos de una forma eficiente con un único vehículo que ya está prestando un servicio por esa zona en unos horarios idóneos a sus necesidades.

El Plan Optibus, ya en marcha y pionero en toda España, nos permite lograr esa optimización del transporte público en la zona rural, con la coordinación de los servicios de transporte escolar y su uso por todos los vecinos de este ámbito rural por el que discurren esos transportes hasta ahora especiales o sólo utilizables por los escolares, siempre garantizando a los estudiantes todo tipo de prioridad en el transporte, pero permitiendo a la vez que esos buses que los van a recoger o a llevar al colegio puedan

Carlos González LozanoDirector General del Consorcio de Transportes de Asturias

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ser utilizados, en los trayectos en vacío o en los compartidos, por todos los vecinos de esos mismos escolares, todo ello además en unos horarios muy válidos para poder ir al médico, al centro asistencial o administrativo o a cualquier otra gestión que sea necesaria .

Con ello, el Optibus Rural pretende mejorar las condiciones de vida de la población del medio rural asturiano, especialmente a las personas mayores y más vulnerables, ofreciéndoles unas redes de transporte público más extensas que consoliden unas mínimas condiciones de movilidad que les permitan atender sus necesidades vitales y a la vez tratar de aprovechar los recursos ya existentes y optimizar al máximo los nuevos que sea necesario implantar.

Con estos antecedentes ya se han puesto en marcha planes especiales del Optibus Rural en el Oriente y en el Occidente, que permiten acceder a todos a centros de formación y educativos o a los centros sanitarios más importantes, y cabe destacar así todo el Plan de Transporte diseñado para llevar al Hospital de Jarrio en Navia a todos los vecinos de Grandas de Salime , Pesoz , Illano y Boal en una primera fase que se ha extendido a Taramundi y Vegadeo en una segunda fase, los cuales en días determinados de la semana son atendidos en el hospital de acuerdo con un plan previo de transporte que les permite desplazarse al mismo en un transporte público. Un plan similar se ha puesto en marcha en el Oriente que conecta a los jóvenes que deseen cursar estudios en los centros de Formación Profesional dispersos por todo ese amplio territorio y a la vez da un servicio especial al Hospital de Arriondas para las personas que lo precisen.

Son dos meros ejemplos del amplio campo que se puede trabajar con una coordinación administrativa que permite ofrecer a la gente del medio rural un mejor servicio de transporte y que el Plan OPTIBUS ha permitido desarrollar.

No obstante, hemos de reconocer que nuestra idea resulta mucho más amplia y que un proyecto presentado al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino no ha obtenido los fondos necesarios para extenderlo a todos los municipios rurales de Asturias, por ello su ampliación a otras comarcas tendrá que ser más lenta, aunque segura, pues las bases de dicho proyecto ya están puestas y el Optibus nos irá permitiendo mejorar progresivamente el transporte público en la zona rural.

“Ya se han puesto en marcha planes especiales del Optibus Rural en el Oriente y en el Occidente, que permiten acceder a todos a centros de formación y educativos o a los centros sanitarios más importantes”

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Slow food: la comida sana, limpia y justa

El gusto por las comidas bien hechas, saludables, con sabor y cuyos condimentos respeten el ciclo vital de la tierra ha ido perdiéndose a

medida que la industria agroalimentaria ha abarcado más espacio y se ha vuelto más competitiva. Slow Food es un movimiento internacional originado en Italia, fundado en 1989 por Carlo Petrini, que cuenta hoy con unos cien mil seguidores en ciento cincuenta y cuatro países de todo el mundo. También en España y en Asturias. Sus principios se basan en una alimentación saludable y sabrosa, limpia –que no esquilme ni contamine- y justa –en el precio para los productores-.

Slow Food es la réplica al estilo de vida dominado por el “fast food” o comida rápida, al consumismo desaforado, al todo vale para satisfacer una de nuestras necesidades primarias. Pero es algo más. Es, sobre todo, un movimiento que intenta ser responsables con agricultores, ganaderos,

pescadores y productores agroalimentarios con todos aquellos que siguen dedicándose a las duras tareas del campo siguiendo procedimientos naturales, sin forzar ni los cultivos ni las razas, que no dan más importancia a la cantidad que a la calidad. Un apoyo a los productores de siempre que han conservado un estilo de vida más lógico que aquel al que nos empujan las sociedades modernas. Ahí reside uno de los puntos clave de esta organización sin ánimo de lucro –vive de las aportaciones de sus socios- que ahora empieza extenderse también en Asturias.

La reacción contra la abundancia de comida basura es lógica por los excesos que se han cometido durante el siglo pasado y lo que va de éste. Es cierto que el uso de modernos sistemas de cultivo ha extendido la producción y ha abaratado muchos de los alimentos básicos. Pero no siempre de una manera correcta y compatible con nuestra tierra. Hoy

Mario BangoResponsable del Convivium de Asturies. Periodista

Slow Food, que es una idea, un modo de vida y una forma de comer, ama y res-peta por encima de todo, el mundo rural para que sea reconocido y valorado como merece en las ciudades. Más que enseñar a los niños que la leche se ordeña de las vacas y no se envasa directamente en una gran superficie intenta subrayar las ventajas de las producciones bien hechas, en su ámbito, con los métodos adecuados y en el tiempo necesario. Slow es una apuesta ecogastronómica por los orígenes, por la nutrición sensata, por los sabores. Un guiño a los productores de alimentos naturales y tradicionales que preservan mejor que nadie nuestra cultura frente a las pri-sas absurdas de la modernidad. Además, y sobre todo, es una red que promueve comunidades del alimento en los países menos desarrollados por medio del proyecto denominado Terra Madre.

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REPORTAJE

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padecemos las consecuencias de esos avances en ocasiones sin control de muy diversas formas. Hay métodos sencillos y a nuestro alcance para corregir esa deriva peligrosa que ha convertido el placentero acto de alimentarse en una rutina y en ocasiones en un acto peligroso para nosotros mismos.

EL ORIGENCarlo Petrini es un sociólogo y experto gastrónomo del norte de Italia que lanzó la propuesta de Slow Food cuando tuvo conciencia de que era necesario luchar contra la uniformidad alimentaria a la que nos estaba llevando nuestro estilo de vida. Presentó en París en 1989 Slow Food y desde entonces aquella idea de alimentación tan sencilla (sano, limpio, justo) se ha extendido rápido y ha permitido rescatar cantidad de productos que estaban a punto de desaparecer gracias al esfuerzo de productores y de voluntarios incómodos con nuestro absurdo modo de vida.

Slow Food creció primero en Italia –donde la comida, como en la mayor parte de los países mediterráneos es un acto social y cultural- y ha arraigado profundamente en Estados Unidos –la cuna de la comida basura-, en Alemania, en Francia, en Rusia y desde hace unos años en España. En Asturias fueron los defensores de las razas autóctonas y de cultivos en peligro de extinción los primeros que entendieron la importancia de esta idea. Para ellos Slow vinculaba comer bien y sano con las producciones próximas y con el apoyo a agricultores, ganaderos, pescadores y a iniciativas agroalimentarias respetuosas con nuestro entorno. En definitiva a la defensa de lo que está bien hecho y que corría grave riesgo de desaparecer.

Desde su nacimiento Slow ha ido abriendo nuevas puertas al consumo sostenible y a favorecer prácticas saudables. Así es que, además de apoyar a los cultivadores con dificultades para resistir en el mundo occidental, ha iniciado un movimiento internacional especialmente visible en los países pobres denominado Terra Madre. Tiene como finalidad que pequeñas comunidades en territorios todavía no explotados industrialmente puedan preservar sus costumbres, sus usos y sus hábitos de una manera digna. Se trata, pues, de un proyecto que abarca a los países en vías de desarrollo y que intenta impedir el avance irracional de los sistemas y procedimientos aplicados, a veces bárbaramente, en nuestro entorno. Respeto, por tanto, a los modos de vida y, en todo caso, ayuda para mejorar promoviendo métodos de producción alimentaria sostenibles, armónicos con la naturaleza, el paisaje y las tradiciones del lugar del que se trate. Pequeñas comunidades de Africa, América, Asia, Oceanía y Europa se han

sumado a esta propuesta para defenderse de la colonización económica y alimentaria occidental o de los países fuertemente industrializados. Así Terra Madre se han convertido en una referencia y en el proyecto más querido en el universo Slow.

Más recientemente Slow Food ha promovido en su sede central de Bra (Italia) la Universidad de Estudios Gastronómicos con el fin de impulsar de una manera científica los estudios relacionados con la alimentación. Estudiantes de medio mundo, algunos españoles y asturianos, se forman en diversas materias e irradian después, con esos conocimientos, las ventajas del ecoconsumo y de una producción agroalimentaria sostenible y basada en la diversidad. Se imparten cursos, másters y doctorados en materias vinculadas a la cultura alimentaria.

LA ORGANIZACIÓNSlow es un movimiento descentralizado y abierto al que resulta relativamente fácil adherirse gracias a nuevas tecnologías. Cuenta con una web internacional (www.slowfood.com) y con varias nacionales (la española es www.slowfood.es) en las que se dan a conocer la filosofía y las actividades que desarrolla. Vive de las aportaciones de sus socios y la organización de algunos eventos, como el reciente Salón del Gusto, que se organiza en Turín bianualmente –a finales de octubre de los años pares-. Pero su fuerza, una vez entendida la idea básica, que es la defensa de un modo de vida y el compromiso de un modo de actuar que podríamos definir ecogastronómico, reside en sus asociados, muchos de ellos productores y, por tanto, defensores sobre el terreno del mantenimiento de la diversidad y de la potenciación de la misma. Acompañados de miles de ciudadanos sensibles y preocupados por la abundancia de alimentos procedentes de cualquier esquina del mundo, que no respetan nada y no saben a nada, que con su integración en Slow apuestan por un cambio y tratan de impulsar el esfuerzo de esos productores concienciados.

Todos ellos forman allí donde hay un mínimo de gente interesada un Convivium, un lugar de encuentro, reflexión y organización de actos, que se integra inmediatamente en la estructura nacional e internacional. En el caso de Asturias lleva tiempo operativo y está compuesto por unas 25 personas, entre las que hay ganaderos, agricultores, pequeños productores agroalimentarios, cocineros y ciudadanos preocupados por la deriva que ha tomado la alimentación.

En España hay unos treinta convivia con casi dos mil afiliados que se han vinculado a diversas partes de nuestro territorio para salvaguardar

Terra Madre es el proyecto que impulsa las comunidades de alimento en los países en vías de desarrollo

SLOW FOOD

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especies, razas y cultivos en riesgo de desaparición. Un país con una riqueza gastronómica tan extraordinaria y tan viva como el nuestro no podía desoir la llamada de un movimiento que justamente defiende el mantenimiento y la preservación de tantos platos a punto de desaparecer absorbidos por una uniformidad alimentaria preocupante. El presidente de Slow Food España, Mariano Gómez, veterinario del País Vasco, está respaldado por quizá el Convivium más desarrollado y uno de los más activos, el de Vizcaya, con unos dos centenares de integrantes.

LOS PRODUCTOS Y LAS PROPUESTASPara defender los productos en riesgo, Slow –cuyo logo es un caracol, ejemplo de vida tranquila y sin prisa- cuenta con varias fórmulas. A partir de las comunidades del alimento, pequeñas iniciativas en defensa de una producción y una distribución equilibradas se han establecido varias categorías en defensa de alimentos con mayores dificultades para sobrevivir. Una de esas categorías son los denominados Baluartes, proyectos a pequeña escala para el asesoramiento a productores artesanales que intentan fomentar la presencia de productos tradicionales

en el mercado. En España hay actualmente varios reconocidos, tales como el azafrán del Jiloca, harina de talo, queso de oveja carranzana negra, cerdo vasco autóctono, cebolla morada de Zalla o el aceite de oliva virgen de olivos milenarios. En otro escalón están los productos incluidos en el Arca del Gusto que selecciona, recupera y cataloga sabores y productos gastronómicos de excelencia contrastada en peligro de extinción. En España hay un número importante de ellos parte de los cuales han sido propuestos por el Convivum de Asturias. Es el caso del gochu asturcelta, la oveya xalda, la sidra natural de manzana seleccionada, la escanda asturiana y la faba fresca, siempre de acuerdo con las asociaciones, cuando las haya, que velan por la defensa de esas razas o cultivos.

Una comisión nacional y otra internacional revisa, al menos una vez al año, los productos integrados en esas dos categorías. Si, por fortuna, desaparecen las causas que generaban el peligro de desaparición –en una raza, por ejemplo, cuando se pasa de las mil hembras en condiciones de parir ya no está, según la FAO, en riesgo- o no se cumplen algunos de los requisitos exigidos no se renueva la presencia de esos productos, razas o cultivos.

Una vez cada dos años –a finales de octubre de los años pares- se celebra en Turín, la capital del Piemonte italiano, la feria conocida como Salón del Gusto. Allí en las antiguas instalaciones de Fiat -ejemplo de la más poderosa actividad industrial-, se reúnen centenares de productores del mundo para exponer sus mejores quesos, cervezas, legumbres, frutas, vinos, aceites, cafés, embutidos, carnes y un larguísimo etcétera de productos de primera calidad, obtenidos muchos de ellos de una forma artesanal. Un salón que registra visitas de más de 200.000 personas en cuatro jornadas, lo que da idea de su potencial. Casi todos los productos pueden probarse y la mayoría se venden, por lo que además de feria, el Salón del Gusto es un enorme mercado de sabores y riqueza gastronómica.

Al mismo tiempo se desarrolla un encuentro de Terra Madre con representantes de países y culturas muy diversas. En ese espacio, lleno de color y de vida, comunidades sudamericanas, asiáticas o africanas exponen lo mejor de sí mismas e invitan a la reflexión sobre el acelerado modo de vida occidental.

Al mismo tiempo se desarrollan numerosas sesiones de debate y discusión sobre el movimiento Slow y sus propuestas. Se analizan ideas, se promueven iniciativas y se intenta mejorar trasladando experiencias positivas. Se organizan sesiones de cocina y de cata de diversos productos. En el de este año, celebrado del 21 al 25 de octubre, un jamón seleccionado de gochu astur celta representó a Asturias con un resultado magnífico. Los criadores fueron felicitados por la calidad y la exquisitez de una carne criada en el monte y respetando la trazabilidad del producto desde que nace el gochu hasta que se cura el jamón.

Los salones del gusto

En España se celebra un salón similar en Bilbao cuya tercera edición tendrá lugar en 2011

Los cocineros que elaboran platos con productos locales y próximos integran los restaurantes km.0

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Además se está en la fase de impulsar mercados ecológicos –Mercados de la Tierra- que en Cataluña, por ejemplo, están funcionando muy bien. Del mismo modo se está intentando que los centros educativos públicos y privados proporcionen una comida sana y preparada con alimentos obtenidos en lugares próximos a donde se encuentren ubicados. Este es un proyecto de gran calado que trata de vincular los productos del entorno a quienes hacen uso de los comedores escolares y que además de favorecer el conocimiento de esos alimentos intenta paliar los efectos de la uniformidad del consumo alimenticio y frenar el avance imparable platos demasiado grasientos e insípidos con ingredientes cosechados a miles de kilómetros.

Otro proyecto que avanza es el de los restaurantes Kilómetro 0 cuya filosofía es la misma. Los restauradores integrados en ese listado se comprometen a adquirir productos de su entorno con el fin de divulgar aquellos que son Baluartes o forman parte del Arca del Gusto, favorecer el consumo de productos locales o próximos e incentivar la venta entre el pequeño productor y el consumidor. Para que un plato sea considerado Kmo. 0 –y así puede figurar en la carta- tiene que tener al menos un 40% de ingredientes cercanos al lugar donde se halla. En el caso de Asturias tres cocineros ya están incluidos en ese listado –Viri Fernández, del Llar de Viri de Candamo; Ramón Celorio del Los Arcos de Cangas de Onís, y Lluis Nel Estrada de Tierra Astur que cuenta con establecimientos en Oviedo y Gijón-.

Esto es Slow Food, un movimiento popular por una vida mejor, en la que no se pierda la cultura gastronómica, amenazada por los criterios uniformadores de la industria agroalimentaria. Una filosofía que no

acepta los productos genéticamente modificados, que reclama los etiquetados minuciosos que permitan a los consumidores una elección de los productos de manera consciente y plena. No es una marca de calidad ni viene a sustituir a las denominaciones geográficas u otros instrumentos oficiales de salvaguarda de determinados productos. En último caso promueve el placer de la cultura gastronómica, tan arraigada en nuestras costumbres.

El Salón del Gusto es por tanto epígono perfecto de lo que representa y supone Slow Food. Calidad en la producción, respeto con el medio ambiente y buen sabor. Pero además significa apertura al mundo: desde pequeños bocados de ahumados del norte de Europa hasta arroces orientales pasando por quesos suizos o tomates secos valencianos.

EN ESPAÑADesde 2007 se celebra en España un salón del mismo estilo que el organizado en Italia, pero de menor impacto popular por ahora. Se trata de la feria Al Gusto que se organiza a finales de los años impares en Bilbao Exhibition Center (BEC) en la capital vizcaína. Es también una exposición combinada con actos de divulgativos que intenta reflejar el potencial que Slow Food tiene en nuestro país mediante una exposición

gastronómica y alimenticia. Asturias ha estado representada en las dos ferias anteriores y lo estará de nuevo en la que se celebrará en 2011 con los productos, los cocineros y los expertos que den a conocer el potencial ecogastronómico del Principado.

En 2009 la feria congregó a más de diez mil visitantes y contó con la participación de más de doscientos productos alimenticios, artesanales y autóctonos. No faltó, no obstante, la presencia internacional con expositores de otros países y en especial de la comunidad iberoamericana.

VINCULACIÓN RURALEstos escaparates intentan fomentar el espíritu Slow y mostrar lo que puede hacerse para mejorar nuestra relación con la comida. Todas las iniciativas necesitan, en cualquier caso, el respaldo del mundo rural al que están inequívocamente vinculadas. Del ámbito rural proceden casi todos los alimentos o, al menos, sus ingredientes y en ese entorno es posible generar pequeños o medianos centros de producción estrechamente relacionados con el territorio. En ese terreno los grupos de desarrollo rural tienen campo en el que actuar. Ahí está una de las grandes innovaciones de nuestra época: volver la mirada a nuestro pasado es, en muchas ocasiones, un incentivo para mejorar nuestro futuro.

Cada dos años en Turín se exhiben los mejores productos, se somete a debate el movimiento y se profundiza en las ideas que lo desarrollan

Cinco productos asturianos, el gochu asturcelta, la oveya xalda, la sidra natural de manzana seleccionada, el pan de escanda y la faba fresca están incluidos en el Arca del Gusto

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READER traslada a Bolivia el modelo LEADER

Luís M. RebustielloGerente READER

Las autoridades bolivianas solicitan colaboración para poder enviar a un número indeterminado de personas a formarse en artes pesqueras. La primera estrategia a desarrollar en el país andino es asegurar el suministro de alimentos básicos a la población.

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Caminar por La Paz es al principio agotador, la cabeza te da vueltas y el oxígeno no llega a los pulmones como uno quisiera. Y además

la capital de Bolivia es una interminable colección de cuestas y más cuestas con desniveles de 400 metros que van de los 3.600 metros a los 4.000 metros de altitud. Es la capital situada a más altura del planeta por lo que los rayos del sol llegan a ella primero que a cualquier otra y queman la piel más que en otros lugares. Pero, por el contrario, la noche trae consigo más frío provocando unos contrastes climáticos que se asemejan mucho a los que existen en la sociedad boliviana, una de las más pobres de Sudamérica.

La Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER) analizó en La Paz, merced a un acuerdo entre la FAO y la AECI, las distintas estrategias de desarrollo rural que pueden ponerse en macha en Bolivia, basándose en las experiencias de los Grupos de Acción local existentes en nuestro país y concretamente con el modelo de los asturianos. Durante una semana el presidente de la Red se reunió con representantes del ministerio de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, encabezados por el viceministro de Desarrollo rural y varios directores generales, responsables del CIOEC Bolivia y de COPROFAM, así como con la delegación de la FAO en La PAZ y con los responsables de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) en el país boliviano.

Ochos días de intenso trabajo en los cuales fructificaron en una serie de acuerdos y de intenciones que pueden suponer un importante paso en algunas materias para los actores del desarrollo rural de un país, el boliviano, que necesita urgentemente dar un vuelco a la situación de pobreza que padece desde tiempos inmemoriales, especialmente en las amplísimas zonas rurales con las que cuenta el país.

La primera estrategia a desarrollar en Bolivia es la de asegurar el suministro de alimentos básicos a la población, con esta premisa se necesita hacer un cambio de planteamiento básico de aquellos programas que desde otros países, en este caso España, se proponen como modelos a seguir o a imitar. En el altiplano todo está por desarrollar y la primera necesidad que se han encontrado los dirigentes de la Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas, Campesinas, Indígenas y Originarias de Bolivia (CIOEC) es la de formación y especialmente la de formar líderes campesinos que trasladen a sus respectivos territorios formas de asociacionismo que puedan llegar a configurar un tejido social y empresarial capaz de subsistir en una situación que en ocasiones es extrema. Un ejemplo de la situación boliviana, el calendario de 2010 de CIOEC tiene un slogan significativo: “Bolivia sin Hambre”.

Fue en este contexto en el que la READER inicio las jornadas de trabajo con el CIOEC en cuya primera reunión con su junta directiva quedó claro que es mucho el trabajo por hacer en el campo del desarrollo rural en Bolivia, en todos sus aspectos y la actividad se centra en los pequeños productores. La cúpula de CIOEC expuso desde el principio las cuatro reglas básicas o principios que rigen su entidad: La economía solidaria, autogestión campesina, agricultura sostenible y soberanía alimentaría.

Uno de los aspectos en los que más se centró el amplio debate suscitado, fue sobre los modos de participación de la sociedad boliviana y especialmente la de las zonas rurales en la toma de decisiones que afectan a su propia supervivencia campesina. El presidente de READER, Francisco González Méndez realizó una exhaustiva exposición sobre los nuevos modelos de gobernanza que se están poniendo en práctica en Europa y especialmente el modelo LEADER y su desarrollo a través de los Grupos de Acción Local. La explicación fue acogida con un inusitado interés por parte de los participantes en la reunión, aunque todos coincidieron en que sería necesario avanzar en otros conceptos a la vez para poder equilibrar todo el tejido productivo. Por ejemplo necesitan avanzar seriamente en las infraestructuras camineras, que apenas existen y las que hay no cumplen las expectativas, aquí no hay una red de autopistas, ni siquiera una buena red de carreteras nacionales y mucho menos regionales.

Los representantes de CIOEC explican que allí no existe el seguro médico y falta mucho por avanzar en el tema de la educación, aunque acto seguido aseguran que desde hace unos años se están dando pasos en el buen camino para poder ir salvando estos escollos, pero insisten en que es mucho el trabajo a realizar. Incluso señalan que se ha avanzado poco en el tema productivo, aunque CIOEC si está dándole prioridad a este apartado, fundamental para los pequeños productores. Y vuelven al inicio ya casi en el final de la reunión a lo que ellos consideran la piedra angular del futuro de las zonas rurales bolivianas, la formación de sus cuadros, de sus dirigentes en materia de desarrollo rural y desarrollo territorial.

Otro de los aspectos destacados y más solicitados por los dirigentes del CIOEC y de varios alcaldes con los que hubo reuniones posteriores

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“Los representantes de CIOEC explican que allí no existe el seguro médico y falta mucho por avanzar en el tema de la educación”

READER TRASLADA A BOLIVIA EL MODELO LEADER

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fue el turismo rural, una de las grandes esperanzas de cara al despertar económico de Bolivia. Absolutamente en pañales, los bolivianos aún no han dado apenas pasos para vender su riqueza paisajística. El ejemplo de Asturias en esta materia fue seguida con amplio interés y algunos representantes, como el del Salar de Uyuni no dudaron en señalar que para ellos sería un modelo perfectamente asumible y copiable. Y es que en materia turística está todo ‘por hacer. Con montañas espectaculares, el lago Titicaca, las grandes travesías, con bisques en el sur, este país es todo un descubrimiento para quienes se acercan hasta allí. Las infraestructuras turísticas brillan por su ausencia en lugares casi mágicos y de belleza sin igual, ponerlo en valor es no sólo un reto, sino una necesidad imperiosa.

Pero Bolivia no sólo centra sus esfuerzos dentro de sus fronteras, sino que ha asumido que el despertar de los países sudamericanos es un tarea conjunta y en materia de desarrollo rural muy especialmente, de ahí que forme parte de la Confederación de Agricultores Familiares, Campesinos e Indígenas del Mercosur (COPROFAM), con cuyo presidente en Bolivia, Primo Nina, se mantuvieron varios encuentros y reuniones de trabajo. COPROFAM cuenta con 35 millones de pequeños productores afiliados que tienen prácticamente los mismos problemas. Primo Nina señala que los pequeños productores bolivianos tienen problemas de producción y especialmente de comercialización, que falta información profesionalizada, que existe un grave problema de género en las zonas rurales bolivianas y que los gobiernos no toman en cuenta las denominadas políticas sociales, quizá porque no se demandan desde donde se necesitan. Para Primo Nina uno de los principales problemas es el gran vacío que tenemos de dirigentes preparados, si que tenemos dirigentes pero no están cualificados. De ahí la importancia de estas escuelas de capacitación y de formación, necesitamos gente preparada que anime y enseñe a nuestros pequeños productores a dar pasos nuevos para la subsistencia y para poder entrar en el mercado con ciertas garantías de supervivencia en el mismo.

La formación es la palabra clave que uno se encuentra en cada acto que participa o en cada reunión a la que asiste, incluso en el simposio que bajo el título Opciones Asociativas en la economía Rural se celebra en La Paz y en el que participaron los representantes de READER. Allí además de formación de lo que más se habló fue de economía y especialmente de Economía Solidaria, por parte de ponentes internacionales llegados de varios puntos de Sudamérica.

Dentro de la apretada agenda destacaron, por encima de todo, los encuentros de trabajo mantenidos con responsables del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras del país andino. El Viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez se mostro muy interesado en todo lo relativo a los Grupos de Acción Local y lo referente al programa LEADER, así como a los canales de comercialización de los pequeños productores y de la Pymes en España. El análisis comarcal en los Grupos fue un descubrimiento para el Viceministro quién solicitó a la delegación asturiana si podría hacer un hueco en su agenda para realizar una nueva reunión de trabajo pero en esta ocasión con la presencia de varios directores generales del ministerio.

En el citado encuentro con los Directores Generales, amén de trabajar sobre aspectos concretos del desarrollo rural, tales como la explicación de la Ley para el Desarrollo Sostenible del medio Rural puesta en marcha en España, surgió un nuevo marco para poder colaborar entre España y Colombia relativo a la pesca. Bolivia y Paraguay son los dos únicos

países sudamericanos que no tienen salida al mar. Hace unas fechas Perú y Bolivia alcanzaron un acuerdo por el que los primeros ceden a los bolivianos un corredor de 200 millas náuticas por un periodo de 99 años para que puedan pescar.

La intención boliviana es crear una gran lonja en La Paz, a 300 kilómetros del mar, pero las autoridades responsables se encuentran con un problema de urgente solución, Bolivia no tiene pescadores formados de ahí que en el transcurso de la reunión solicitasen a los miembros de READER que hicieran todas las gestiones posibles ante los gobiernos español y autonómico para que un número por determinar de bolivianos pudieran recibir formación pesquera en nuestro país. Francisco González se comprometió a realizar todas las gestiones necesarias para trasladar a las autoridades españolas en la materia la petición del Gobierno boliviano.

El viaje por el altiplano de Bolivia finalizó con sendas e n t r e v i s t a s en la sede de La FAO y de la Agencia Española de Cooperación Internacional en Bolivia, en las que se dio cuenta de lo realizado en la capital y se dio a conocer las intenciones y proyectos de COPROFAM y CIOEC a medio y largo plazo.

españolas en la materia la petición del Gobierno

El viaje por el

Bolivia, en las que se dio cuenta de lo realizado en la capital y se dio a conocer las intenciones y proyectos de COPROFAM y CIOEC a

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Fisheries Areas Network (FARNET, en adelante) celebró el pasado mes de noviembre en Almere (Holanda) un seminario de trabajo sobre la

gestión del eje IV: Desarrollo Sostenible de las zonas de pesca del Fondo Europeo de la Pesca (FEP).

De igual manera a lo sucedido en anteriores seminarios, como el que se organizó en Gijón el pasado mes de marzo, en esta ocasión se eligió como eje principal una temática específica relacionada con la generación de valor añadido de los productos pesqueros. Se organizaron una serie de charlas, grupos de debate y discusión, que trataron de darle dinamismo a las jornadas, combinando el trabajo de sala con una serie de visitas a proyectos subvencionados con fondos del el eje IV.

A la cita acudieron representantes de la mayoría de Grupos de Acción Costera asturianos con la intención de encontrar, o “intercambiar”, referencias válidas para la inminente puesta en marcha de sus preceptivos programas de desarrollo asociados al FEP. Asistieron también representantes de 21 nacionalidades, con distintos perfiles, pero con una vinculación común al mundo de la pesca marítima.

Por parte de la delegación española, hubo representación del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y de las comunidades autónomas de Cataluña, Andalucía, Galicia y Canarias, desarrollándose el día previo a las jornadas, una reunión interna de coordinación entre todos. En las mismas quedó constancia de las importantes diferencias existentes entre las distintas comunidades autónomas a la hora de poner en marcha el eje IV y del grado de desarrollo del mismo. Frente a regiones como Cataluña, Galicia o Andalucía, que ya están funcionando y concediendo ayudas, otras como Canarias o Cantabria, aún no tienen claro la metodología a seguir. Asturias, por su parte, se encuentra en un fase intermedia, en la que no se terminan de poner en marcha los mecanismos oportunos que permitan un arranque definitivo. Lo que parecía inminente, ha pasado a ser incierto y el tiempo no corre a favor de nadie.

La situación española es perfectamente extrapolable a toda Europa, ya que hay países con estructuras consolidadas y proyectos ya funcionando, frente a otras que navegan sin rumbo determinado. Dinamarca y los países Bálticos son ejemplos positivos, junto con Polonia, mientras que por latitudes más meridionales la diversidad invita a la confusión.

En Almere lo que quedó claro es que el futuro de estos fondos es esperanzador y complejo, con todo lo que lleva asociada esta potencial dicotomía, que supone un reto y una obligación para los responsables políticos y técnicos de su gestión. Cuanto más se lee y se instruye uno sobre lo que representa el eje IV, y especialmente su enfoque novedoso en el universo de la pesca marítima, más interesante y atractivo resulta su aplicación. Insistiendo en lo ya analizado en otro artículo sobre el FEP en esta misma publicación, en Holanda quedó claro que buena parte del futuro de estas ayudas pasa por consolidar las estructuras de los Grupos de Acción Costera y por pasar de ayudas sectoriales a otras de tipo territorial, la esencia del eje IV.

A lo largo del seminario, las referencias al enfoque LEADER fueron constantes y se abogó por compatibilizar y rentabilizar al máximo la experiencia previa adquirida, adaptándola a un sector acostumbrado a otro tipo de ayudas y a una metodología directa eminentemente burocrática. Lo que se está haciendo en Andalucía y lo que se pretende realizar en Asturias, debe servir como ejemplo, ya que en otros lugares en los que coinciden FEP y FEADER, muchas veces existe una competencia que no beneficia a nadie.

Lo más decepcionante de las jornadas fueron las visitas a los proyectos subvencionados con el eje IV del Fondo Europeo de la Pesca, ya que tampoco aportaron nada nuevo, ni digno de mención especial. La primera empresa visitada se denomina Sea Fresh y en síntesis, su función es comercializar platos precocinados a base de pescado, que curiosamente procedía en un alto porcentaje de países como Filipinas o Sri Lanka (como la panga o el atún). Posteriormente, acudimos a un restaurante especializado en pescado fresco que, además, ofrecía cursillos de cocina y manejo de la materia prima procedente del mar, pero que también realizaba la misma actividad con chocolate para postres, y con casi todo tipo de viandas, y cuyo edificio aún estaba pendiente de construcción.

Como anécdota puede contarse que estas visitas se desarrollaron en el entorno de la localidad de Urk, que hasta hace no muchos años era una isla y ahora es un puerto costero. Lo que antes era mar ahora se ha transformado en húmedas tierras de cultivo y un lago, en el que se pescan y posteriormente se rulan especies dulceacuícolas (anguila y lucioperca). El hotel en el que se desarrollaron las jornadas se encontraba a cuatro metros por debajo del nivel del mar y en todo momento anduvimos por terreno ganado al agua salada. Visto desde el aire se puede entender mejor, pero sobre el terreno resulta chocante.

En resumen, se puede decir que las jornadas de Almere sirvieron para confirmar que el Eje IV del FEP es algo más que un experimento, ya que según los representantes de la Unión Europea, del resultado de la puesta en marcha del mismo depende gran parte de lo que se pretende hacer para el próximo periodo de programación. Resulta contradictorio comprobar como se ensalzaba constantemente el modelo LEADER, sobre todo la participación a la hora de tomar decisiones, mientras que desde otros foros se critica la efectividad del mismo, lo que resulta insólito, confuso y hasta disparatado, siendo necesario reflexionar fríamente al respecto.

La situación actual en Asturias resulta más que preocupante, ya que desde que se comunicó a los siete GACs la aprobación de sus planes estratégicos y la concesión de los fondos pertinentes (la Resolución de 5 de Julio de 2010), únicamente se ha mantenido contacto con la Dirección General de Pesca para presentar alegaciones sobre el borrador del futuro convenio. Las citadas alegaciones fueron hechas en el escaso margen que se nos dejó, tres días, de manera conjunta por todos los GDRs implicados y por lo visto, en el último documento remitido a finales de verano, no han sido tenidas en cuenta. La espera resulta desconcertante y nadie hace algo por terminar con ella.

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Grupos de Acción Costera de toda Europa analizan la puesta en marcha del nuevo Eje IV del FEP:Desarrollo Sostenible de las zonas de pesca

Juan Antonio LázaroGerente del Grupo de Acción Costera Bajo Nalón

ARTÍCULO

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Una delegación del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) del Alto Na-lón visitó algunas comarcas rurales de Castilla La Mancha y

Castilla León para conocer in situ proyectos e iniciativas financiadas con fondos PRODER y LEADER con vistas a “exportar” buenas prác-ticas al territorio asturiano.

La delegación, encabezada por el Presidente del GDR del Alto Nalón y Alcalde de Sobrescobio, Marcelino Martínez, estuvo integrada por concejales/as de los tres municipios (Caso, Laviana y Sobrescobio) y representantes de los distintos sectores socioeconómicos, asocia-ciones agrarias y de mujeres de la comarca.

Este intercambio comenzó en Almagro (Ciudad Real), donde la de-legación asturiana, acompañada por el Alcalde y el Presidente del GDR Campo de Calatrava, visitó proyectos tan singulares como el Centro de Atención Temprana El arca de los sueños (guardería, ser-vicios de logopedia para niños/as y detección de dificultades, etc.), así como otras iniciativas donde se combinan turismo y agroali-mentación (queserías, bodegas y cooperativas de aceite).

La visita en tierras de Castilla La Mancha concluyó en los parques naturales de Las Tablas de Daimiel y Las Lagunas, donde la delega-ción del Alto Nalón conoció de primera mano el funcionamiento de empresas de turismo activo afincadas en estos espacios naturales.

Finalmente, y antes de su regreso a Asturias, la delegación del Alto Nalón fue recibida en Cistierna (León) por el GDR de la Montaña de Riaño, lugar donde tomaron contacto con promotores/as de la zona, como una empresa de turismo vinculada al ciclismo de la montaña u otras iniciativas encaminadas a fomentar el embutido de caza; por citar algunos de los ejemplos de la comarca. Su paso por la provincia de León concluyó en el polígono industrial de Sabero, lugar donde se han instalado las empresas más representativas de la comarca.

Alto Nalón visita comarcas rurales de Castilla León y Castilla La Mancha

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Directivos y técnicos del Grupo de Acción Local de la Montaña Cen-tral de Asturias y la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER)

realizaron un viaje al País Vasco para mantener un encuentro insti-tucional con los responsables de Mendinet (Grupo de Acción Local de Euskadi). El objetivo fue descubrir experiencias de proyectos Leader, pero básicamente conocer el funcionamiento y la puesta en valor del producto BTT Euskadi. El programa Leader de la Montaña Central está desarrollando actualmente el Anillo Ciclista Comarcal. Se trata de un proyecto de desarrollo turístico integral basado en el fomento de la bicicleta de montaña y el senderismo. El grupo asturiano espera cerrar en diciembre de 2010 la primera fase de esta iniciativa con el proyecto de ejecución (que determinará el trazado final) y un manual de identi-dad señalítica para homogeneizar la señalítica del anillo.

La delegación asturiana encabezada por el presidente del Grupo de Acción Local y alcalde de Morcín, Jesús Barbao, fue recibida por Oscar Martínez, presidente de Mendinet en el parque tecnológico de Za-mudio. Durante el encuentro, técnicos de Basquetour (empresa de-pendiente del Gobierno vasco y responsable de la promoción de este producto) realizaron una conferencia, en la que explicaron cómo se desarrolló la iniciativa BTT Euskadi. Concretamente, en el País Vaco existen tres centros para bicicletas de montaña ubicados en Mendata (en la comarca de Urdaibai en Vizcaya catalogada como reserva de la biosfera), en Elgoibar (Bajo Deba en Guipúzcoa) y en Izki (en la Monta-ña Alavesa). En Álava está previsto inaugurar próximamente un nuevo centro de BTT en la comarca de Valderejo-Añana.

Los miembros del GAL asturiano visitaron Mendata, donde fueron re-cibidos por su Alcalde, Joseba Mallea. En esta localidad vizcaína se encuentra el primer centro BTT creado en Euskadi. Se trata de la re-habilitación de un antiguo caserío que ofrece a sus usuarios diversos servicios (bar-restaurante, tienda, oficina turística, duchas, alojamien-to y servicio de alquiler y limpieza de bicicletas).

Al día siguiente la delegación de la Montaña Central se desplazó a Elgoibar para conocer el centro de BTT de Mintxeta. El mismo se en-cuentra ubicado en el complejo polideportivo municipal de esta pobla-ción guipuzcoana. El alcalde de Elgoibar, Alfredo Echeverría, explicó la puesta en marcha del centro que ofrece la posibilidad de realizar hasta 16 rutas diferentes clasificadas en cuatro escalas de dificultad según la dureza del recorrido.segundo modelo visitado fue el del Elgoibar. En el complejo de Mintexta se permite a los usuarios de la BTT disfrutar de los servicios municipales como pistas de tenis, padel y atletismo, etc.

Además de conocer sobre el terreno el desarrollo de BTT Euskadi los directivos asturianos visitaron diferentes proyectos Leader financiados por Mendinet. Entre otros el agroturismo de Lurkoi. Una iniciativa pro-

movida por una sociedad cooperativa que además de ofrecer el tradi-cional servicio de alojamiento, realiza una explotación de agricultura ecológica (tomates, zanahorias, lechugas, pimientos, manzanas…). Sus productos pueden ser adquiridos por los turistas directamente en el caserío. No obstante explota también otros canales de comercializa-ción como los mercados locales y los servicios a restaurantes.

En la localidad vizcaína de Zamua, la promotora de una tejería artesanal, explicó que la ayuda Leader recibida ha permitido la supervivencia de un oficio tradicional que se encuentra en vías de extinción. Durante la visita se hizo una demostración del funcionamiento de los telares y se dio a conocer una muestra de los diferentes productos elaborados por esta artesana. Otro de los proyectos Leader visitados fue la recuperación del barrio rural de Lastur ubicado en el Bajo Deba en Guipúzcoa. En este caso la iniciativa surgida por el movimiento asociativo vecinal ha permi-tido dinamizar la zona a través de diferentes actuaciones como la cons-trucción de un albergue, un restaurante, un frontón, la rehabilitación de molinos de agua y la organización de capeas taurinas.

El viaje finalizó en San Sebastián con la finalidad de descubrir los bide-gorris (carriles bici implantados en la capital vasca). El encuentro tuvo lugar en el edificio consistorial, donde la delegación asturiana fue reci-bida por la concejala de movilidad, Maravillas Dafauce, quién excusó la ausencia del alcalde Odón Elorza. Los técnicos de movilidad explicaron la complejidad de esta actuación urbanística que ya transcurre por la mayor parte de la ciudad y que comunica entre sí puntos turísticos tan relevantes como las playas donostiarras con el casino del Kursaal. Al final de la sesión, alcaldes de la Montaña Central se animaron a hacer un recorrido en bicicleta de más de una hora de duración.

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Una delegación de Montaña Central viaja al País Vasco para conocer sus centros de bicicleta de montañaEl Grupo de Acción Local asturiano conoció varias experiencias “exportables” a su territorio, donde se apuesta por el turismo de la BTT con la puesta en marcha del proyecto Anillo Ciclista Comarcal.

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