nÖkanika kore nienÄenn (kuke däte agäbekwe) · por último, el gigante le dijo a iklesi: - ya...

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NÖKANIKA KORE NIENÄENN (Kuke däte agäbekwe) -DICEN QUE ASÍ SUCEDIÓ- (Cuentos Ngäbes) B I E N E S T A R P A R A T O D O S A R E A D E S A L U D C O T O B R U S S E G U R O S O C I A L

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NÖKANIKAKORE NIENÄENN

(Kuke däte agäbekwe)

-DICEN QUE ASÍ SUCEDIÓ-(Cuentos Ngäbes)BIENESTAR PARA TOD

OS

ARE

A DE SALUD COTO BRU

S

SEG

URO SOCIAL

Esta versión se realizó con base en el libro DICEN QUE ASÍ SUCEDIÓ. Cuentos Ngäbes producida en Panamá en el 2009 por la Fundación Casa Taller en el marco del Segundo Proyecto de Educación Básica con apoyo del Banco Mundial y el Programa Políticas Públicas a favor de los Derechos de la Niñez y las Mujeres – Derecho a la educación inclusiva de UNICEF.

Recapitulación y redacción en lengua Ngäbere:David Binns

Elaboración literaria en español:Arístides Turpana

Coordinación de la versión para JAMIGARA JUDO JUE (casa de la alegría) Servicio de Cuido para Niñas y Niños Ngäbes:Área de Protección, UNICEF-Costa Rica

Adaptación literaria para versión en español 2014:Renato Joya, ALTERCOM

Revisión:Área de Comunicación de UNICEF-Costa Rica

Ilustración: Lisa Sánchez Aguilar. Color: Cesar Acuña López

Diseño gráficoMarco Antonio Hidalgo Molina, ALTERCOM

1

Hace mucho, en un lugar llamado Jitrate, vivía un ngäbe de nombre Iklesi Soroni. En ese lugar, en el río Ñökri (río Cricamola), acostumbraban colocar redes para atrapar peces bocachicas.

Un día, encontraron las redes levantadas. Este hecho se repitió una y otra vez.

La gente escogió a Iklesi Soroni para que vigilara y descubriera quién era la persona que levanta-ba las redes. En la noche, mientras Iklesi Soroni vigilaba, apareció de repente una persona muy grande, gigantesca. Venía por el río. Alzó y sacó la red.

Luego, vio a Iklesi y le dijo:

- Yo limpio mi camino; ustedes lo ensucian.

Iklesi le contestó:

- Nosotros no ponemos las redes contra ti. Las necesitamos para pescar y vivir. Además, Ngö-bö, nuestro Dios, puso los peces para que nos sirvan de alimento.

Lo que le sucedióa Iklesi Soroni

El gigante invitó a Iklesi a que lo acompañara, para que cono-ciera el lugar donde vivía. Iklesi no quería, pero el gigante lo levantó y lo acomodó en su oreja y se lo llevó.

A medida que iban pasando por diferentes sitios, el gigante le iba diciendo a Iklesi los nombres de esos lugares:

• Momanikote. Es la desembocadura del río Frijoles.• Ikwatate (cáscara de maíz).• Soronikote. Es la desembocadura del río Guanábana. • Kikate (lugar de pitas).• Kwite (lugar de gallinas).• Kute (lugar de osos perezosos).• Botote (Lugar de frutas de boto) por todas partes.• Ngibate (lugar de ajíes).

Por último, el gigante le dijo a Iklesi:- Ya estamos llegando a la casa grande, Jutute. Así se llama esta montaña. Los que estaban allí llamaron al gigante por su nombre: Sikima Meto.

Después de eso el gigante mandó a unas personas para que llevaran de regreso a Iklesi. A medio camino desaparecieron. Al quedar solo, Iklesi se encontró en el monte. Era de noche. Se subió a un árbol para descansar.

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Lo que le sucedióa Iklesi Soroni

Mientras dormía, un espíritu le dijo en sueños que alguien pasaría por allí. Que él debía seguir sus huellas.

Al amanecer, se escuchó el rugido de un tigre grande debajo del árbol.

Iklesi se despertó. Recordó el sueño. Bajó del árbol. Siguió las huellas hasta llegar al río. 3

Lo que le sucedióa Iklesi Soroni

Así Soroni llegó a su casa. Su familia lo recibió con mucha alegría, porque tenía tres días de ha-ber desaparecido.

Dicen que así sucedió…

Onko y Örävan de cacería

Un día en que el sol salió rojo, Onko Krürabo y Örä Söräni se fueron al monte. Al llegar al cami-no donde pasaban los machos de monte, Onko le dijo a Örä:

- Quédate aquí. Yo voy hacia allá. Desde allí voy a espantar un macho de monte hacia ti. Cuando pase frente a ti, mátalo.

Onko se fue monte dentro. De una vez encontró un macho de monte. Lo espantó para que corrie-ra hacia donde estaba Örä. Onko volvió al lugar donde había dejado a Örä.

Al llegar, le preguntó:

- ¿Por qué no mataste el macho de monte?

Örä le respondió:

- Porque no vi ningún ma-cho de monte. Sólo pasó volando un colibrí.

Y lo mismo sucedió en una segunda y tercera vez.

Por cuarta vez, Onko se fue monte adentro para buscar un macho de monte. Lo encontró. Lo espantó para que corriera hacia donde estaba Örä.

4

Onko y Örävan de cacería

5

Cuando Örä vio que el colibrí pasaba por cuarta vez, lo golpeó con un virulí. El pajarito cayó a tierra, muerto. Örä lo tapó con una hoja.

Cuando Onko llegó donde estaba Örä, le pre-guntó:

- ¿Mataste el macho de monte?

Örä le respondió:

- No he matado ningún macho de monte. Maté un colibrí. Pero Onko veía un macho de monte muerto. Había mucha sangre en el suelo.

Este hecho le alegró mucho. Después, con mucho esfuerzo quiso levantar el macho de monte, pero no pudo. Entonces le dijo a Örä:

- Llévalo para la casa, ya que para ti no pesa nada.

Örä levantó el colibrí por el pico. Lo llevó hasta la casa de Onko.

Cuentan que así sucedió.

Muriá Compite con Drü

6

Un buen día, Muriá, jefe de todos los ñeques se encontró con Drü, jefe de todos los caracoles.

Escogieron un lugar y en cuatro días se encon-traron para competir.

¿Quién crees tú que grita más fuerte?

Si tú no lo sabes,tampoco lo sé yo.

Muriá Compite con Drü

7

El día de la competencia, Jefe Drü llamó a todos los caracoles para que le ayudaran a gritar. En-tretanto, jefe Muriá, estaba sentado solito.

Empezó la competencia. Los caracoles empeza-ron a gritar primero.

Gritaban en coro, todos juntos al mismo tiempo.

Sus gritos se escuchaban lejos, muy lejos, lejísi-mo, por todas partes.

Cuando jefe Muriá empezó a gritar, su grito se ahogó en medio de los gritos de todos los cara-coles. Jefe Muriá gritaba solito.

Así, Drü, jefe caracol, venció a Muriá, jefe ñeque.

Se dice que así sucedió, hace mucho, mucho tiempo.

Los dioses celebran la construcción del planeta

8

Cuatro dioses construyeron esta tierra. Sin em-bargo, Unsunlin, el Dios Trueno, dijo:

- Yo solo, solito, construí esta tierra.

Por eso, los otros tres Dioses decidieron celebrar aparte la construcción del planeta durante cua-tro días. Invitaron a todos los jefes de todas las cosas.

Jefe Loro, jefe Garzo, jefe Tucán, jefe Pato, jefe Águila, jefe Tigre, jefe Ñeque, jefe Conejo Pintado, jefe Venado, jefe Nutria y los demás jefes.

Cantaron y jefe Loro fue el mejor cantor de la fiesta…

Enlomejordelafiesta,jefePatoretóajefeNu-tria para ver quién traía más peces. Jefe Pato

salió del agua sin un solo pez. Jefe Nutria tra-jo cuatro bejucos cargados de peces. Los dioses mandaron a sacar las espinas de los peces para perforar las orejas de los jefes.

Los dioses celebran la construcción del planeta

9

En unas vasijas se recogió la sangre para depo-sitarla con mucho cuidado en el río.

Luego danzaron cuatro veces alrededor de la casa. Cuando se le estaba perforando la oreja a cada uno de los jefes, a Unsunlin, el Dios Trueno, aquel rito le parecía otra cosa.

El veía un gran pez que perforaba la oreja de los jefes y no una espina en forma de aguja. Unsunlin, a pesar de ser un Dios, tuvo miedo.

De repente, una nube cubrió la casa. Después de un rato, desapareció. Dios Trueno también desapareció con ella. Por eso, cuando un rayo cae sobre una vivienda, se celebra una fiesta,para que, como al comienzo de la historia, el Dios Unsunlin, vuelva a tener miedo.

Cuentan que así sucedió.

Muriá compite con Meselé

10

Hace mucho tiempo, Muriá, jefe de todos los ñe-ques, quería competir y vencer a todos los jefes de todas las cosas. Mientras caminaba por la orilla del mar, se encontró con Meselé, jefe de todos los cangrejos. ¿quién corre

más rápido?

No sé ¡Busquemos

un lugar para competir!

Yo sí soy corredor de

cuatro llanos, cuatro montañas y cuatro ríos

Muriá compite con Meselé

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Al momento de la competencia, jefe Muriá arran-có, jefe Meselé enseguida se agarró del rabo de jefe Muriá. Así fueron corriendo.

Después de correr un rato, jefe Muriá miró hacia atrás. Vio que jefe Meselé venía detrás, muy pe-gadito a él.

Al acercarse a la meta, jefe Muriá se alegró y gritó, pensando que había ganado la carrera. Pero antes que él, gritó el amigo que jefe Meselé había dejado en la meta.

Y así, jefe Muriá, jefe de los ñeques, se vio bur-lado y creyó que Meselé, jefe de los cangrejos, le ganó la carrera.

Dicen que así sucedió.

Lo que le sucedióa Iklesi Soroni

Onko y Örävan de cacería

Muriá Compite con Drü

Los dioses celebran la construcción del planeta

Muriá compite con Meselé

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Índice

12

UNA PRODUCCIÓNDE ALTERCOM

IOM • OIMFondo de Población

de las Naciones UnidasAl servicio

de las personasy las naciones

Programa Conjunto para Mejorar la Seguridad Humana de las PersonasMigrantes Estacionales Ngäbes y Buglés en Costa Rica y Panamá

BIENESTAR PARA TOD

OS

ARE

A DE SALUD COTO BRU

S

SEG

URO SOCIAL

Publicado por ©Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEFSan José, Costa RicaNoviembre, 2014Tel: (506) 22 96 20 34Fax: (506) 22 96 20 65Email: [email protected]

www.unicef.org/costarica

BIENESTAR PARA TODOS

ARE

A DE SALUD COTO BRU

S

SEG

URO SOCIAL

IOM • OIMFondo de Población

de las Naciones UnidasAl servicio

de las personasy las naciones

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